Historia de la Salvación en el Reino Latino de Jerusalén
Introducción
Las Cruzadas fueron una serie de procesos históricos que marcaron de forma profunda el
desarrollo de la historia europea desde la edad media hasta nuestros días. Esto se debe en primer
lugar a que el desarrollo de este proceso marcó la forma en que el mundo occidental se relaciona
con el oriente y el Islam. En segundo lugar, las Cruzadas fueron la primera expresión de una
serie de dinámicas imperiales de expansión europea que continuaron hasta el siglo XX. Debido
a esto el estudio de la historia de estos procesos y las producciones intelectuales de su época es
fundamental para la comprensión de las relaciones entre el mundo occidental de descendencia
europea y el mundo Islámico.
Las producciones históricas de la edad media fueron vistas por las corrientes historiográficas
del siglo XIX y XX como un género histórico defectuoso, el cual no tenía mayor utilidad debido
a que los hechos que se contaban en sus relatos eran vistos como poco fiables debido a que
juzgaban su carácter como fantasiosos y eran percibidos como producciones de hombres
crédulos cegados por el fanatismo religioso. Los historiadores Carmen Orcástegui y Esteban
Sarasa exponen esta problemática historiográfica en su libro La historia en la Edad Media de
la siguiente manera:
‘’Desde el Renacimiento hasta la primera mitad del siglo XX los investigadores
que se han acercado al campo de la historiografía medieval no han visto en las
obras históricas del medioevo más que la plasmación de una sucesión de hechos,
con cierta indiferencia hacia lo que los autores habían podido pensar en su
momento o hacia lo que habían querido decir sin preocuparse en diferenciar los
distintos géneros históricos que que pudieron mantener en la mente los propios
historia de la época.’’1
Como es explicado por Orcástegui y Sarasa Esta, esta forma negativa de apreciar los textos
históricos del periodo medieval se origina en el hecho de que las corrientes historiográficas de
estos siglos desarrollaron una una lectura formalista de estos textos históricos; esto quiere decir
que se buscaba entender el contenido del texto sin tomar en cuenta elementos externos a este.2
Esta forma de interpretar los documentos, se ve evidentemente como un error cuando se
1 Carmen Orcástegui y Esteban Sarasa, La Historia en la Edad Media ( Madrid: Catedra, 1991) 26 2Norma Duran, Formas de hacer la historia (Historiografía Grecolatina y Medieval) (Mexico:Navarra, 2001) 26
considera que el contenido de estos se ve directamente conectado los contextos culturales y
sociales en que se produce:
‘’los documentos no nos dan acceso directo al pasado ni son el pasado, son solo
huellas, << textos culturales>> producidos dentro de sistemas culturales
específicos, por eso no pueden ser usados como repositorios de <<datos>> sin que
sean reubicados mediante todo un trabajo historiográfico’’3
Con el desarrollo de la postura epistemológica posmodernista y el auge de la historia cultural
a finales del siglo XX, se dio un gran cambio en la forma como se interpretan las producciones
históricas medievales. Este cambio consistió en el desarrollo de una lectura contextualista de
las producciones medievales; en otras palabras se empezó a considerar a las obras medievales
como artefactos culturales, y se comprendió que para poder realizar una interpretación correcta
del significado de estas era necesario reconstruir los contextos sociales políticos y culturales
en las que se elaboraron estas obras y considerarlos a todos como parte de relación holística.
En otras palabras es preguntarse por el contexto político, cultural y religioso del cual es
producto el texto examinado. Llevar a cabo una lectura contextualista, implica desarrollar una
investigación acerca de cómo se construía y legitimaba el conocimiento histórico durante la
época de producción de la fuente y que regímenes de verdad operaban en la sociedad que
habitaba el autor.
La ambición de este trabajo de grado, es realizar un pequeño aporte a la naciente historiografía
cultural medievalista que se ha venido desarrollando a partir de la década final del siglo XX.
Esta tesis busca probar que la historia en la edad media tenía dos funciones sociales principales
. La primera de estas funciones era la legitimación del poder secular de los gobernantes y la
segunda de estas era la reproducción del orden divino y la integración de la historia de los
hombres a la historia de la Salvación. Para poder examinar estas dos hipótesis en un caso
concreto se empleó la obra La Gran Conquista de Ultramar escrita por Guillermo de Tiro
quien fue el arzobispo de la ciudad de Tiro a partir del año 1175. La edición que se emplea de
este libro es una copia moderna editada por Louis Cooper en 1979 de la edición en castellano
producida para ser usada en la corte de Alfonso X de Castilla.
Para llevar a cabo un análisis apropiado de la obra de Guillermo de Tiro que permita probar
estas dos hipótesis de manera separada, esta tesis está dividida en dos capítulos. En el primero
de estos capítulos se lleva a cabo una reconstrucción de la situación política y social del Reino
3 Ibid p 13
de Jerusalén durante la segunda mitad del siglo XII con el objetivo de entender cuál era la
posición social y política que ocupaba Guillermo de Tiro dentro de su propia sociedad. Tener
en cuenta estos factores es de gran importancia ya que la posición social y política que ocupaba
Guillermo afectó de manera directa el propósito y contenido que tiene su obra. En el segundo
capítulo se lleva a cabo un análisis de la cultura religiosa cristiana de la edad media con el
objetivo de mostrar cómo esta influenció de manera directa el proceso de elaboración, la
estructura y las bases epistemológicas de la historia.
Debido a la gran extensión de la obra de Guillermo de Tiro, en esta tesis se hará un énfasis en
el primer tomo de la obra especialmente en lo que se refiere a los recuentos acerca de la
conquista de la tierra santa por los musulmanes, la predicación de la cruzada por Pedro el
Ermitaño y el origen del linaje real del reino de Jerusalén.
Capítulo 1: Reyes y obispos: la influencia de la esfera política en la producción de la
historia
Guillermo de Tiro nació en la Palestina Franca alrededor del año de 1130 y fue arzobispo de la
ciudad de Tiro además de convertirse en uno de los cronistas e historiadores más importantes
del siglo XII. Su descendencia puede rastrearse a los primeros peregrinos que llegaron a
Palestina con la primera Cruzada proveniente del continente europeo alrededor del año 1096.
4
Durante su vida, Guillermo de Tiro compuso tres obras: La primera de estas obras fue la Gesta
orientalium principum en la cual se relata lo acontecido en el I concilio de Letrán al cual
Guillermo asistió personalmente. La segunda de sus obras fue, La gran Conquista de Ultramar
que inició como una crónica acerca de la historia del reino latino de Jerusalén, pero que al
momento de la muerte de Guillermo se extendía desde la captura de la ciudad santa por el califa
Omar en 637 hasta el año de 11845. Del tercer texto no se ha conservado el título, pero se
conoce que este era una historia acerca de los musulmanes y los príncipes de oriente.
Su obra, La Gran conquista de Ultramar, cumplió una función social fundamental dentro de la
sociedad del Reino de Jerusalén. Esto se debe a que operó como una herramienta de
legitimación que fue usada para justificar el orden social establecido dentro del Reino. Esta
tarea fue llevada a cabo mediante la creación de una historia acerca del origen del Reino en el
año 1099, en la cual se expone cómo la familia gobernante fue seleccionada por el designio
divino de Dios, lo cual permitía a los gobernantes seculares del Reino de Jerusalén, justificar
ante los ojos de la sociedad su derecho legítimo a gobernar.
La historia del Reino de Jerusalén en la obra de Guillermo de Tiro, inicia con el establecimiento
del linaje de la familia real, a la cual se le otorga un origen místico de carácter sagrado. Esta
mitificación del linaje de los gobernantes del Reino de Jerusalén en La gran Conquista de
Ultramar se hizo a través de la conexión de Godofredo de Bouillon, quien fue el primer rey
franco de Jerusalén, con el caballero del Cisne. Para realizar esta conexión entre los dos
hombres, Guillermo de Tiro en su relato hace al caballero del Cisne el abuelo de Godofredo.
Esta figura del caballero del Cisne tenía un estatus exaltado dentro de la cultura franca
occidental del siglo XII, debido a que era el personaje principal en una leyenda en la que este
había sido el protector del Santo Grial y había llevado a cabo actos milagrosos. Esto actos
milagrosos y el contacto con una reliquia sagrada, fueron usados por Guillermo de Tiro para
argumentar la santidad de su linaje. Esta conexión con un antepasado ungido por Dios es
mencionada de manera constante por Guillermo de Tiro, quien emplea expresiones como
4 Edbury Peter, ‘’Chronicles of The Crusade - William of Tyre’’ History Today, junion 1988, 24 5 Ibid 25.
‘’santo linaje6’’ cuando hace referencia a Godofredo de Bouillon, lo que permite ver la
importancia que tenía la descendencia como un concepto legitimador del poder en la sociedad
medieval.
Esta forma de legitimar el derecho a gobernar por parte de la descendencia de Godofredo de
Bouillon en la obra de Guillermo de Tiro debe ser entendida en el marco de la filosofía
Agustiniana que fue una corriente de pensamiento dominante en la comunidad clerical del siglo
XII. Uno de los planteamientos más relevantes de esta filosofía, para comprender esta forma
de legitimación es la creencia de que ‘’con toda certeza es la divina providencia quien establece
los reinos humanos’’7. Esta proposición filosófica de San Agustín tiene la implicación de que
la familia real de Jerusalén ha sido elegida por Dios mismo, y que el gobierno de esta familia
sobre la ciudad Santa forma parte del plan de Dios. Esta postura de la filosofía agustiniana
puede ser considerada una expresión de la dimensión material que tenían las experiencias
religiosas durante esta época. Esto quiere decir que la presencia y voluntad de Dios se
manifestaba a través de objetos y el desarrollo de los eventos de la vida de los hombres.
Por lo tanto, puede considerarse que esta conexión con un antepasado ungido por Dios, es
mencionada de manera constante por Guillermo de Tiro, usando expresiones como santo linaje8
cuando se refiere a las acciones de Godofredo con el objetivo de establecer que el gobierno de
sus sucesores en Jerusalén es por derecho divino. Este planteamiento por parte de Guillermo
de Tiro de que la elección de Godofredo como el primer rey de Jerusalén fue de origen divino
se ve reforzado en el recuento de la misa en el Santo Sepulcro que precedió a su coronación en
1099:
‘’Y ellos estando así cantando, hizo un trueno tan grande y tan fuerte, que todos
los que estaban en el Sepulcro cayeron amortecidos; y después vino un
relámpago que entró por la iglesia, así como fuego, y en pasando encendió el
cirio del duque Godofredo de Bullón. Y cuando apareció la lumbre del cirio,
recordaron los que estaban amortecidos, y vieron todos como ardía el cirio
del duque Godofredo, en que Dios enviará su claridad, y entendieron bien
que nuestro Señor había oído sus oraciones ‘’9
6 Luis Cooper, La Gran conquista de Ultramar - Edición crítica con introducción, notas y glosario tomo 1 (Bogota: Instituto Caro y Cuervo, 1979), 295 7 Libro 5 capitulo 1 Ciudad de dios 8 Luis Cooper, La Gran conquista de Ultramar - Edición crítica con introducción, notas y glosario tomo
1 (Bogota: Instituto Caro y Cuervo, 1979) 295 9 Luis Cooper, La Gran conquista de Ultramar - Edición crítica con introducción, notas y glosario tomo 2 (Bogota: Instituto Caro y Cuervo, 1979), 497
Por un lado, debe considerarse como los eventos descritos en este fragmento de la Gran
Conquista de Ultramar además de dar un recuento del proceso de selección del Rey de
Jerusalén, también es muestra de la influencia que tenía sobre la política la dimensión material
de las experiencias religiosas durante esta época. Por otro lado, cuando se considera que la
función que cumple este relato en la obra de Guillermo de Tiro, es la de legitimar el derecho a
gobernar de la familia real en el presente, usando el pasado como un modelo ideal, se hace
necesario cuestionarse acerca las condiciones políticas en las que se enmarca la producción de
La Gran Conquista. En otras palabras, se hace necesario reconstruir el contexto político del
Reino de Jerusalén de la última mitad del siglo XII para comprender por qué fue necesario la
producción de una obra que tuviera la función de reafirmar el poder de la familia real y como
Guillermo de Tiro se encontraba conectado a la familia real.
La carrera de Guillermo de Tiro no se limitó a las actividades religiosas y se vio envuelto en la
esfera política, aunque cabe anotar que durante esta época estas dos esferas no se encuentran
claramente delimitadas y se sobrelapan en muchas áreas. Para comprender la manera en que se
desarrolló esta relación entre Guillermo de Tiro y los acontecimientos políticos de su propia
época, y cómo estos acontecimientos influenciaron su producción historiográfica, es necesario
tener en cuenta las campañas militares llevadas a cabo por Almarico I de Jerusalén en Egipto
entre los años de 1163 y 1169. En 1167 Almarico lanzó su tercera campaña militar, que a
diferencia de las de 1163 y 1164 que habían terminado en derrotas10 fue bastante exitosa y
logró capturar la ciudad de Alejandría, arrebatándosela a un joven Saladino y consiguió un
tributo de 100.000 dinares por parte del visir egipcio Shawar11
Tras el final de esta campaña militar en 1167, Almarico I volvió a Palestina con el objetivo de
defender los estados latinos de oriente de la amenaza de los ejércitos de Nur-al Din que
provenían de Siria. Almarico también aprovechó su vuelta a Palestina para contraer matrimonio
con María Comnena, quien pertenecía al linaje real bizantino. La boda tenía el objetivo de
sellar una alianza con los griegos para poder asegurar su apoyo militar en una futura campaña
para conquistar Egipto. La ceremonia fue realizada en la ciudad de Tiro, donde Almarico I
conoció a Guillermo. Puede suponerse que existió una buena relación entre estos dos hombres,
ya que en primer lugar el Rey envió como líder a Guillermo de Tiro en una misión diplomática
a Constantinopla para sellar la alianza militar con los griegos y en segundo lugar le encomendó
al canónico la tarea de llevar a cabo la producción de una obra en la que relatara la historia del
10 Amin Maalouf, Las cruzadas vistas por los árabes (Madrid: Alianza, 2013) 238 11 Luis Cooper, La Gran conquista de Ultramar - Edición crítica con introducción, notas y glosario tomo 1 (Bogota: Instituto Caro y Cuervo, 1979), 249
Reino de Jerusalén. Un elemento se debe mencionar es cómo esta relación le proporcionó una
vía de ascenso rápido dentro de la jerarquía eclesiástica a Guillermo quien se vio beneficiado
rápidamente. Este beneficio se vio manifestado en su promoción al puesto de archidiácono
ciudad de Tiro en este mismo año por órdenes del Rey. Para comprender cómo fue posible que
esta relación con el Rey de Jerusalén beneficiará a Guillermo de esta manera, se debe tener en
cuenta las características políticas y económicas del Reino de Jerusalén en el siglo XII.
Jonathan Phillips explica lo siguiente acerca del funcionamiento político del Reino de
Jerusalén:
‘’The political development of the kingdom of Jerusalem demonstrates how
the Franks reconciled familiar western customs with the need to adapt to
circumstances which faced them in the East. The great lordship resembled
European-style marches where the nobles could run their own affairs with
regard to the administration of justice and foreign policy … The king held
the wealthiest and most prestigious territory including the ports of Tyre and
Acre and, of course, the city of Jerusalem. Although he lost various regalian
rights during the century, such as the minting of coins and the right to
shipwrecks, his status as anointed ruler, combined with his economic power-
base, meant that as long as he was a capable individual it was rare for his
vassals to challenge his authority successfully’’12
Cuando se considera el poder político que tenía el Rey de Jerusalén sobre la ciudad portuaria
de Tiro es fácil entender cómo pudo extender su influencia para nombrar a Guillermo de Tiro
como Arzobispo de la ciudad. Por otro lado, debe considerarse que el nombramiento de
Guillermo de Tiro como cronista del reino estuvo motivado por la creencia del rey, que había
sido validada por el éxito de su campaña en Egipto, de que muy pronto sus acciones aportarían
un nuevo glorioso capítulo a la historia de la Salvación solo segundo a la toma de la Ciudad
Santa:
‘’What he saw there led him to indulge hopes of even greater success, the
conquest of Egypt itself. … An eager student of history himself, he must have felt
on the threshold of a new chapter to sacred history… he needed a proper historian
to record that chapter. Just how his attention was attracted to the young canon there
at Tyre as the person best qualified to perform that task is not known … Cannon
12 Jonathan Phillips, ‘’The Latin East’’ en Oxford Illustrated History of the Crusades (Oxford: Oxford University Press 1995) 119
William was promoted to the office of Archdeacon of Tyre at the ings request
marked the binding of a contract whereby William undertook to write a History of
the Deeds if King Amaury’’13
Este interés mostrado por el Rey Almarico I en ser parte de la historia debe ser considerado
como un elemento fundamental del proceso de producción de la Gran Conquista de Ultramar,
ya que esta obra nace como un proyecto encargado por el monarca para la elaboración de una
crónica en la que se relatan sus triunfos militares. En este sentido se puede considerar la obra
de Guillermo de Tiro como una manifestación de la historia puesta al servicio del poder secular.
Esta característica no fue única a la obra de Guillermo de Tiro y durante el siglo XIII se volvió
un género historiográfico más común, que estuvo en gran medida relacionado con el inicio de
la escritura de la historia en las lenguas vernáculas.
Vale la pena resaltar cómo en Guillermo de Tiro ejerció tanto de cronista como historiador al
servicio de la corona. Existen diferentes posturas acerca de lo que constituía una crónica y una
historia y cuáles eran sus diferencias durante esta época, pero en este capítulo, se propone que
eran esencialmente lo mismo, salvo a algunas unas pequeñas salvedades. La diferencia
principal entre estos dos géneros en esta época radica en primer lugar en cuanto a su extensión,
en la cual la crónica era más breve. En segundo lugar, la crónica se hace acerca de eventos que
son contemporáneos a la vida del autor, mientras que la historia trata temas mucho anteriores
a su tiempo. Cuando se considera este aspecto de las crónicas en la edad media, se puede
argumentar que la posición social y política que ocupaba Guillermo dentro del Reino eran
ideales para la creación de este tipo de texto. Esto se debe a que, al estar vinculado de forma
directa con los regentes del reino, tenía un muy fácil acceso a las noticias de los eventos
políticos que se estaban desarrollando durante su vida.
En el año de 1170 Guillermo fue nombrado por Almarico I como el tutor de su hijo Balduino
IV, quien era el heredero al trono. El periodo entre 1170 y 1174 fue clave para el desarrollo de
la producción histórica de Guillermo, debido a que durante estos años Guillermo escribió
simultáneamente la mayoría de su segunda y tercera obra debido al tiempo que le
proporcionaba su oficio como tutor del príncipe.
En 1174 Almarico I de Jerusalén murió dejando como heredero al trono a Balduino IV quien
solo contaba con 13. Esta desafortunada circunstancia, dio inicio a una crisis política que tenía
como punto central la sucesión del gobierno del Reino de Jerusalén. Esta crisis se debió en
13 A.C Krey, ‘’ William of Tyre: The Making of an Historian in the Middle Ages’’ Speculum , April 194, 152
parte a que Balduino IV, al ser menor de edad no podía gobernar, a lo que se sumaba que este
sufría de lepra, por lo que sus contemporáneos pensaban que era muy posible que muriera
pronto y que no dejará herederos al trono14.
Existe un debate historiográfico acerca de la interpretación que le dieron los contemporáneos
a esta enfermedad que padecía el Rey de Jerusalén. Uno de los lados en este debate argumenta
que esta enfermedad fue interpretada como un castigo de Dios como signo de desaprobación
ya que como se ha expuesto anteriormente en este capítulo, en la cultura religiosa cristiana del
siglo XII en todos los hechos se veía la voluntad del Señor en acción. Debido a esto, se puede
pensar que la legitimidad del poder de mando de la familia real se vio puesta en duda. Esta
crisis política de sucesión se vio fomentada por tres factores políticos. El primero de estos
factores fue la disputa entre Raimundo de Trípoli y Miles de Placy por el cargo de regente del
reino que se desarrolló a lo largo de 1174 y que se resolvió con la muerte de Placy en el mismo
año.15 En 1175 Raimundo de Trípoli, quien era un aliado político de Guillermo de Tiro, fue
nombrado oficialmente como regente del reino por la corte real con lo que su influencia política
aumento. La alianza política entre estos dos hombres se manifestó en primer lugar en el
nombramiento de Guillermo como canciller del Reino y en segundo lugar su promoción a
arzobispo de la ciudad de Tiro16. Se debe mencionar como esta alianza política se vio reflejada
en la obra de Guillermo en la representación negativa que este le dio a Miles de Placy.
El segundo elemento, fue la llegada de Felipe de Flandes a Palestina quien era el primo de
Balduino IV en el año de 1176. Felipe trató de imponerse como gobernador no oficial del Reino
de Jerusalén. Felipe trató de casar a uno de sus vasallos más cercanos con las dos princesas,
Silbia e Isabel de Jerusalén, con lo cual tendría un dominio político directo sobre la ciudad
Santa, pero finalmente vio sus ambiciones políticas frustradas por la corte real que le negó su
petición.
La princesa Silbia contrajo matrimonio con Guillermo de Montferrato en 1176 y ese mismo
año tuvieron un hijo varón que fue nombrado Balduino V. El matrimonio con la princesa
convertía a Guillermo de Montferrato en el heredero al trono del Reino cuando Balduino IV
muriera. Sin embargo, la vida de Guillermo no se extendió mucho después de su llegada a
Palestina debido a que contrajo malaria y murió en 1176.
14 Steven Runciman , Historia de las Cruzadas II El reino de Jerusalén y el Oriente Franco (Madrid: Alianza, 1981) 372 15 Ibid 366 16 Edbury Peter, ‘’Chronicles of The Crusade - William of Tyre’’ History Today, junion 1988, 24
El tercer elemento que contribuyó a la crisis política del Reino fue la existencia de dos facciones
cortesanas que se disputaban el poder político y que tenían ideas muy diferentes acerca de la
forma en que se debía conducir la política externa.17
Por un lado, se encontraba la facción de la corte que se componía principalmente por los condes
locales y a la orden de los Hospitalarios, que tenía como líder a Raimundo de Trípoli. La
postura política de este partido frente a las relaciones con los musulmanes era mucho más
conciliadora y no deseaban emprender campañas militares en contra de estos apresuradamente.
Dos personajes importantes de esta facción cortesana fueron la viuda María Comneno y su
nuevo esposo Bailán de Ibelín. Uno de sus objetivos políticos fue proporcionar un acceso a la
dinastía de Ibelin a la sucesión del trono de Jerusalén mediante el matrimonio con Isabel, la
hermanastra de Balduino VI.
La otra facción cortesana que se vio envuelta en esta disputa política estaba compuesta por los
hombres llegados de Europa y los caballeros de la Orden del Temple. Su postura política era
mucho más propensa a la confrontación con el islam, ya que se consideraban como la punta de
lanza en la lucha contra los herejes. Las figuras más importantes de esta facción eran Reinaldo
de Chatillon quien había sido liberado de su cautiverio en 1176 e Inés de Courtenay quien era
la madre de Balduino IV y la primera esposa de Almarico I. Un elemento que se debe tener en
cuenta en esta disputa es el odio que existía entre las dos reinas, que se manifestaba de forma
concreta en el intento de cada una en tratar de hacer prevalecer el derecho a la sucesión del
trono del reino por sus propios descendientes.
Es importante notar que estas intrigas de la corte real giraban en torno principalmente a la
pregunta acerca de quién sería el heredero al trono del Reino cuando Balduino VI muriera sin
dejar un heredero, lo cual era considerado como bastante probable por sus contemporáneos
debido a su enfermedad.
Debido a estos enfrentamientos políticos puede considerarse que, en parte, la función social
que cumplió la obra de Guillermo de Tiro fue ayudar a reafirmar la legitimidad del gobierno
de Balduino VI y el derecho de los descendientes de Godofredo de Bouillon a gobernar la
ciudad Santa. Balduino IV reinó a partir de 1176, año en el que cumplió la mayoría de edad.
Este argumento se ve sustentado por la consideración de la posición social que ocupaba
Guillermo de Tiro dentro de la sociedad del Reino de Jerusalén. En primer lugar, se debe notar
17 Steven Runciman , Historia de las Cruzadas II El reino de Jerusalén y el Oriente Franco (Madrid: Alianza, 1981) 367
que fue el tutor de Balduino IV entre 1170 y 117418 y que, a partir de 1180 hasta el año de su
muerte en 1185, el Arzobispo de Tiro fue uno de los consejeros más cercanos al Rey.
Otro aspecto importante de la coyuntura política del momento durante el cual fue producido el
texto de Guillermo de Tiro, que puede ayudar a sustentar la hipótesis de que la obra La Gran
Conquista de Ultramar fue una herramienta al servicio del poder secular del Reino fue la crisis
alrededor de la inmigración insuficiente desde el continente europeo. Esta crisis estuvo
constituida por el problema que existía en el Reino de Jerusalén alrededor de el número
insuficientes de hombres que se tenían para mantener el control territorial de Palestina y llevar
a cabo simultáneamente expediciones militares en contra de los enemigos musulmanes. Esta
situación se debía en parte a la forma en que se constituyeron los estados latinos de oriente tras
la primera Cruzada. Estos estados en un principio fueron ‘’colonias’’ que tenían principalmente
un carácter y objetivo religioso que fueron instituidas por un número reducido de caballeros
europeos. Debido a esto el número de personas de ascendencia europea en los reinos latinos de
oriente era muy pequeño cuando se compara con el de las personas de ascendencia oriental.
Steven Runciman expone esta problemática del reino de la siguiente manera:
‘’ The greatest problem confronting the Syrian Latins was military security.
They were a minority in alien land and the number of troops which the various
baronies and military orders could provide was useful but not consistently
reliable… although reinforcements from Europe were never adequate, supplies
were assured’’19
Como menciona Runciman los refuerzos que llegaban de Europa al reino de Jerusalén eran
insuficientes, lo que ponía en una situación precaria al Reino debido a las amenazas militares
a las que se enfrentaba. Este fue un problema constante en la segunda mitad del siglo XIII, lo
que se puede evidenciar en que ya en la década de 1160 Almarico I había enviado misiones
diplomáticas a Francia con el objetivo de convencer a Luis VII de que mandara refuerzos al
Reino de Jerusalén.
Cuando se considera que esta falta de hombres que lucharan era uno de los problemas políticos
más graves a los que se enfrentaba el Reino, puede pensarse que se llevaron a cabo diferentes
estrategias para resolver este problema. Según esto, podría pensarse que el objetivo de la obra
de Guillermo era en parte inspirar a tanto a la nobleza como al clero del continente europeo
18 Edbury Peter, ‘’Chronicles of The Crusade - William of Tyre’’ History Today, junion 1988, 24 19 Steven Runciman, The First Crusade. (Cambridge England: Cambridge University Press,
1992.). 529-530
para que tomaran la cruz, enviaran más efectivos para la defensa de la ciudad Santa o declaran
una nueva Cruzada. Este argumento se ve sustentado cuando se considera la función como
maestra de vida que tenía la historia durante la edad media. Esta función consistía en el uso de
la historia como una herramienta educativa que enseñaba a los hombres la manera correcta de
actuar por medios ejemplarizantes. Esta función de la historia también tenía como objetivo la
implantación de los valores cristianos y motivar a las personas a actuar de manera que es
considerada como moral. Se debe notar cómo en esta función de la historia como maestra de
vida el pasado se instituye como el eje fundamental a partir del cual se moldean las formas
idílicas de actuar:
‘’la historia magistra vitae, historia como maestra de vida, es decir, aquella que
toma como hilo conductor un régimen de historicidad fundamentado en el pasado;
dicho en otras palabras, es una historia que toma el pasado como paradigma, pues
se considera que este ilustra el presente y porvenir’’20
Cuando se le aplica este concepto de la historia como maestra de vida a la obra de Guillermo
de Tiro se puede argumentar que esta cumplía la función de inspirar los miembros de los
estamentos nobiliarios y clericales de Europa con el objetivo de instarlos a actuar en beneficio
del Reino de Jerusalén.
Un ejemplo de esta función social de la historia en la obra de Guillermo de Tiro es el recuento
que lleva a cabo de la historia de un mártir cristiano quien se sacrifica para salvar a sus
correligionarios en la ciudad de Jerusalén durante el dominio del califa Omar quien gobernó
entre 643 y 644. En este relato se cuenta como un moro de nombre Hayet deja el cadáver de
un perro dentro del templo de Salomón donde otros musulmanes solían rezar. Al día siguiente
cuando el cadáver es encontrado los musulmanes se enfurecieron y estaban listos para tomar
medidas extremas contra los habitantes cristianos de la ciudad. sin embargo, un cristiano de
nombre desconocido decidió aceptar la responsabilidad de este hecho para salvar a sus
correligionarios. De esta manera este cristiano anónimo se convirtió en un mártir que sacrificó
su vida de manera heroica21. Según lo expuesto anteriormente, el propósito de esta narración
es ilustrar al público receptor de la obra en cuanto a las conductas ejemplares de un buen
cristiano con el objetivo a incitarlos a actuar de manera similar.
20Norma Duran, Formas de hacer la historia (Historiografía Grecolatina y Medieval) (Mexico:Navarra, 2001) 15 21 Luis Cooper, La Gran conquista de Ultramar - Edición crítica con introducción, notas y glosario
tomo 1 (Bogota: Instituto Caro y Cuervo, 1979), 9
Estas coyunturas políticas anteriormente descritas, que rodean la creación de la obra de
Guillermo son vitales para comprender entonces cuál fue la necesidad política que motivó en
parte la creación de la Gran conquista de Ultramar. Para comprender cómo en esta sociedad
una obra histórica podría influenciar el desarrollo de los procesos políticos es necesario tener
en cuenta la función legitimadora que tenia el pasado en la edad media:
‘’es la continuidad y la larga antigüedad de la tradición, ejercida a lo largo de los
siglos, lo que legitima las costumbres y los hechos: el pasado legitima el
presente.’’22
Debido a este planteamiento acerca del peso que tenía la tradición y la antigüedad en el medievo
puede argumentarse entonces que La Gran Conquista de Ultramar constituyó un esfuerzo por
legitimar el gobierno de Balduino VI mediante la apelación a su descendencia de Godofredo
de Bouillon. Para sustentar este argumento vale la pena recordar que, en la Gran Conquista de
Ultramar, Guillermo de Tiro dedica la mayor parte del primer libro a narrar el origen del linaje
de Godofredo de Bouillon y sus hazañas tanto en Europa como en su tránsito hacia Palestina.23
Debe considerarse como la forma en cómo se compone la narrativa de la obra Guillermo de
Tiro, estuvo sin duda moldeada por la cultura del centro social en el que habitaba. Esto se debe
sin duda a la forma social en la que se construyen los significados y cómo este proceso está
ligado a la transmisión cultural a partir de la transferencia hereditaria. En otras palabras, los
significados y formas de explicar la legitimidad del poder secular en la obra de Guillermo de
Tiro se desprenden directamente de la cultura en la que se veía envuelto. Vale la pena anotar
que como la forma narrativa que emplea Guillermo de Tiro -que debe ser considerada como
una estructura que sirve como un filtro que determina qué eventos se menciona en los relatos -
también se desprende directamente de la cultura occidental de la sociedad del Reino de
Jerusalén. Por lo tanto, se puede afirmar que la estructura narrativa y las formas de legitimación
del poder que aparecen presentes en La Gran Conquista de Ultramar son artefactos culturales
que nos permiten ver aspectos generales de la cultura europea del siglo XIII.
Finalmente, el último elemento de carácter político que debe considerarse acerca del contexto
en que se produjo La Gran Conquista de Ultramar es el ascenso de Saladino al poder en Egipto
y el peligro que representó la unificación de Damasco y Egipto bajo su gobierno.
22 Norma Duran, Formas de hacer la historia (Historiografía Grecolatina y Medieval) (Mexico:Navarra,
2001) 245 23 Luis Cooper, La Gran conquista de Ultramar - Edición crítica con introducción, notas y glosario tomo 1 (Bogota: Instituto Caro y Cuervo, 1979) 295- 390
En 1169 Shirkuh quien era gobernador de Egipto y general de Nur - Al Din, murió. Su sobrino
Saladino fue elegido su sucesor y visir de Egipto. Las relaciones entre Saladino y Nur - Al Din
eran bastante tensas bordeando en la hostilidad.24 En 1174 Nur - Al Din murió lo que fue
aprovechado por Saladino para marchar sobre Siria, con lo que se convirtió en señor tanto de
Siria como de Egipto. La unión de Siria y Egipto bajo un solo mando fue una gran amenaza
para el Reino de Jerusalén, dado que esto los dejaba rodeados por un único enemigo sin
divisiones internas.
En 1177 Saladino organizó una invasión de Palestina en respuesta a los ataques que Reinaldo
de Chatillon había realizado en contra de las caravanas de comercio musulmanas que cruzaban
los territorios cristianos. En un primer momento el ejército de Saladino se movilizó contra la
ciudad portuaria de Ascalón a lo que los cristianos respondieron amasando todas sus tropas en
esta ciudad para defenderla. Frente a estas circunstancias y aprovechando que todos los
ejércitos cristianos se encontraban en Ascalón, Saladino cambio de rumbo y se dirigió en contra
de la ciudad de Jerusalén. Frente a la perspectiva de perder la ciudad Santa los cristianos
salieron al encuentro del ejército musulmán y terminaron enfrentándose en un desfiladero
cercano Tel Gezer. En esta batalla que sería conocida como Montgisard los cristianos salieron
victoriosos, y fue el mayor logro militar del reinado de Balduino IV quien estuvo frente al
comando de las tropas cristianas. Sin embargo, Saladino logró salir con vida de este
enfrentamiento y volvió a Egipto.
Debe tenerse en cuenta que, a pesar de haber sido derrotado en Montgisard, Saladino
permaneció como una gran amenaza para el Reino de Jerusalén. Este hecho es de suma
importancia ya que ayuda a explicar en primer lugar la representación negativa que le dio
Guillermo de Tiro a Saladino en su obra25. En segundo lugar la amenaza latente de Saladino
ayuda a entender cuál fue el motivo por el cual la obra de Guillermo de Tiro fue necesaria como
una herramienta de reclutamiento para el Reino de Jerusalén.
24 Amin Maalouf, Las cruzadas vistas por los árabes (Madrid: Alianza, 2013) 253 25 Susan B Edgington y Helen J. Nicholson. Deeds Done Beyond the Sea : Essays on William of Tyre, Cyprus and the Military Orders Presented to Peter Edbury. (Farnham: Crusades-Subsidia) 2014 72
Capítulo 2: Deus vult; la influencia de la religión en la gestación de la primera cruzada y
la producción de la historia en la edad media
En el mundo occidental, la producción del conocimiento histórico ha estado inevitablemente
ligada al acto de narrar. Esta tendencia se debe probablemente a que esta forma de representar
la realidad se constituye como una herramienta que hace mucho más fácil traducir y transmitir
el conocimiento a través del tiempo, sin que este sufra deformaciones transformativas. 26
Durante la edad media una de las funciones básicas de la historia fue la narración de los eventos
con un propósito expositivo que les permitía a los hombres conocer los hechos del pasado:
´´Tanto una como otra (historia y crónica) se hacen con fines narrativos, y en
ningún caso se pretende explicar las causas de los hechos sino simplemente
contarlos.´´ 27
Un elemento central de esta forma de representación narrativa de la realidad, es que se le
impone a los eventos reales un formato definido, el cual funciona como una estructura a partir
de la cual se construye la narración de lo sucedido. Este formato narrativo se caracteriza por
tener tres partes; un inicio, un nudo y un desenlace y por ser contado en tercera persona. El uso
de este formato implica que el escritor transforma la realidad para poderla representar de
manera coherente dado que los sucesos no siguen este mismo formato en la vida real. Al
concebirse la historia en este formato, el historiador se ve forzado localizar los acontecimientos
que relata en una de estas tres partes de la estructura narrativa, con lo que imbuye al
acontecimiento con un significado adicional.28
Hayden White en su artículo The value of narrativity in the representation of Reality,
argumenta que esta forma narrativa de representar la realidad impone ciertos factores culturales
y morales sobre la manera en la que se cuenta y se concibe la realidad histórica. Con esto White
26 Hyden White, ‘’ The value of narrativity in the representation of Reality,’’Critical Inquary, autum 1980, 5 - 6 27 Carmen Orcástegui y Esteban Sarasa, La Historia en la Edad Media ( Madrid: Catedra, 1991) 29 28 ibid 7
nos indica cómo las narrativas históricas están construidas alrededor de unos centros sociales
específicos situados en un tiempo y espacio específicos. Estos centros sociales imbuyen a los
eventos de una cierta jerarquía específica para su reconstrucción. Sobre como el formato
narrativo impone una jerarquía a los eventos reales White dice lo siguiente:
‘’It is this need or impulse to rank events with respect to their significance for the
culture or groups that is writing its own history that makes a narrative
representation of a real event possible’’29
White expone el hecho de que los eventos solamente toman significado en torno a una cultura
específica y que la jerarquía de la que están imbuidos ciertos eventos de una narración son los
que hacen que sea posible construir una representación narrativa de la historia. Este argumento
nos lleva la consideración de que la narrativa debe ser examinada como un artefacto cultural
producido en un tiempo y espacio específico. Esta consideración, nos debe llevar a pensar que
para desarrollar una comprensión apropiada de la narrativa que se estudia, esta debe localizarse
en su lugar específico de enunciación.
En el caso de la obra de Guillermo esta consideración es de gran importancia ya que la
estructura narrativa de La Gran Conquista de Ultramar es sin duda un producto de la cultura
religiosa del Reino de Jerusalén en el siglo XII. En este sentido la obra de Guillermo es un
ejemplo de cómo la producción histórica en la época medieval fue una práctica que se
encontraba condicionada profunda religiosidad de la sociedad europea durante esta época.
Para los cristianos de la edad media la religión era un elemento que permeaba todas las áreas
de su vida, y tenía como fue expuesto en el capítulo 1 una dimensión eminentemente material.
Podría pensarse que esta religiosidad cristiana fue especialmente fuerte en los estados latinos
de oriente debido a las características de la primera Cruzada, la cual culminó en su creación.
Es evidente que los francos orientales al ser los descendientes directos de los hombres que
participaron en esta primera Cruzada, heredaron la cultura europea occidental. Adicionalmente
debe considerarse como los constantes contactos con las metrópolis europeas por medio del
comercio y los peregrinos reforzaron estos vínculos culturales existentes. Cuando se considera
esto en el caso de Guillermo de Tiro, quien era precisamente uno de estos descendientes, se
puede argumentar con bastante seguridad que la estructura narrativa y las funciones que tiene
su obra son heredados directamente de esta cultura religiosa occidental.
29 Hyden White, ‘’ The value of narrativity in the representation of Reality,’’Critical Inquary, autum 1980, 7
Debido a que los procesos de creación de los estados latinos de oriente y de transmisión cultural
fueron un producto de la primera Cruzada, es necesario indagar acerca de la cultura que rodeó
la gestación de este proceso con el objetivo con el objetivo de comprender la cultura que existía
en el Reino de Jerusalén. El primer evento de gran significancia cultural en este proceso fue el
concilio de Clermont. Entre los días 18 y 28 del mes de noviembre del año 1095 en la ciudad
de Clermont se celebró un concilio eclesiástico, al que asistieron tanto miembros del alto clero
como del poder secular europeo. Durante el penúltimo día de este concilio, el Papa Urbano II
dio un discurso en el cual denunció fuertemente los actos blasfemos que los musulmanes
llevaban a cabo en contra de los peregrinos y los lugares santos de la cristiandad en Palestina.
Adicionalmente en este discurso Urbano II realizó una petición a los asistentes del concilio
para que estos organizaran sus ejércitos y marcharan hacia la ciudad de Constantinopla. En
esta ciudad, se reunirían para unificar sus fuerzas y continuar el avance hacia el oriente con el
objetivo de retomar la ciudad santa de Jerusalén.
A pesar de que el llamado que hacía Urbano II podía ser calificado como innovador en esta
época, este tenía un precedente en la lucha contra los musulmanes en la península Ibérica. Este
conflicto bélico que había iniciado en el año 722 con la batalla de Covadonga fue proclamado
a mediados del siglo X por la santa sede como una guerra santa y se habían prometido
indulgencias a quienes participaran en ella. El historiador Michael Paine ilustra esta conexión
entre los dos modelos de la siguiente manera:
‘’De hecho, la santa sede había promovido ya campañas en contra de los
musulmanes, estimulando a nobles franceses e italianos para colaborar con sus
fuerzas en auxilio de la España cristiana … Con todo y sus ineficiencias, el modelo
de organización para la lucha en España, lo que demostraba la posibilidad de
unificar las fuerzas cristianas en contra de los no creyentes ‘’30
En este fragmento se puede observar en primer lugar como Paine considera que el modelo que
Urbano II utilizó para formar la Cruzada de los Príncipes tuvo su origen o por lo menos tomó
inspiración en el proceso de la reconquista española. En este fragmento del libro de Paine
también se puede observar un elemento que el autor identifica como clave para la comprensión
del proceso cultural de gestación de la primera cruzada. Este elemento es la influencia de la
Pax Dei, que fue movimiento eclesiástico surgido a mediados del siglo IX, con el objetivo de
reducir la violencia extrema que se había vuelto costumbre en el contexto del desplome del
30 Michael Paine, Las Cruzadas (México D.F : Grupo editorial Tomo, 2010), 38
imperio Carolingio. Uno de los métodos que se habían empleado para llevar esto a cabo era la
unificación de las fuerzas militares europeas en contra de un enemigo común. Paine argumenta
que este movimiento eclesiástico influenció de manera directa el desarrollo del concilio de
Clermont:
‘’En realidad el concilio de Clermont había sido convocado para tratar una serie de
asuntos eclesiásticos, siendo su principal objetivo el lograr una tregua de Dios que
era el nombre que se le daba a la suspensión de hostilidades entre los líderes
cristianos de Europa. Dada esta intención, la idea de la cruzada iba como anillo al
dedo pues era una manera de canalizar el impulso bélico de los señores europeos
hacia un enemigo común que, además, se encontraba fuera de sus territorios.’’31
La expresión práctica de la Pax Dei fue la conformación de grupos armados que defendían los
intereses de la Iglesia. Estos en un inicio tomaron el nombre de milicias de Dios y operaron
sobre en el territorio europeo. Estos grupos armados se transformaron con el avance de la Edad
Media, durante la cual se fundaron un gran número de órdenes de caballería que eran en esencia
órdenes monásticas armadas. Entre estas organizaciones se deben mencionar la Orden de
Temple, la Orden de Calatrava, La orden de Malta y la Orden de Santiago. La creación de estas
Órdenes religiosas debe ser considerado también como una expresión de la calidad material
que tenían las experiencias religiosas durante esta época. Esto quiere decir como fue expresado
en el capítulo 1 que la presencia y voluntad de Dios se manifestaba a través de objetos y el
desarrollo de los eventos de la vida de los hombres. Helen Nicholson y David Nicolle examinan
las milicias de Cristo y su relación con el concepto de la Guerra Santa:
‘’In early Christian times warfare had been seen as, at best, an unfortunate
necessity. Now, however, the concept of Holy War spread, along with such
phenomena as the Holy Banner given by the Church to a military leader, and of the
Militia Christi or Warrior of Christ, and the growing cult of warrior saints. It was
also increasingly accepted that men who fell fighting for the Church now died as
martyrs... What is clear is that, in Christian Western Europe, co-existence
with Islam was increasingly denied. Christ's supposed enemies must be defeated
and destroyed - 'truth' was to be proved by the sword. ‘’ 32
Este concepto de Guerra Santa mencionado por Nicholson y Nicolle fue crucial para el
desarrollo de la primera Cruzada y para la evolución del Reino de Jerusalén. Esto se debe a que
31 Ibid 38 32 Helen Nicholson y David Nicolle, Gods warriors - Crusaders, Saracens and the battle for Jerusalem (Oxford: Osprey Publishing, 2005) 6
en el caso de la primera Cruzada proporcionó una justificación concorde a la fe cristiana para
tomar las armas en contra de los musulmanes. En el caso del Reino de Jerusalén este concepto
influenció en primer lugar la política externa ya que resultó una buena justificación para llevar
a cabo campañas militares en contra de los musulmanes. Un ejemplo de esto son las campañas
en contra de Egipto llevadas a cabo por el rey Almarico I. En segundo lugar, este concepto
también influenció en gran medida que clase de hombres emigraban hacia Palestina desde
Europa. La muestra más clara de esto son las órdenes religiosas de carácter militar mencionadas
anteriormente.
Un concepto fundamental para la proclamación de una Guerra Santa fue el de la Guerra Justa.
Esto se debe a que, por su propia definición, toda Guerra Justa era ordenada y por Dios. Este
concepto de la Guerra Santa, tuvo su origen en la tradición grecolatina de pensamiento. Sin
embargo, fue introducido en la lógica cristiana por San Agustín de Hipona, quien fue una de
las figuras intelectuales más importantes para el desarrollo de la teología y filosofía cristiana
en la Edad Media. La influencia de este concepto filosófico en la sociedad del Reino de
Jerusalén se puede comprobar en la estructura de La Gran Conquista de Ultramar. Una de las
premisas de la guerra justa es que el conflicto se desarrolle con el objetivo de corregir una
injuria que se ha llevado a cabo. La obra de Guillermo pone en esta estructura el recuento de
la primera que cruzada a la cual muestra como una guerra que se inició con el propósito de
remediar las ofensas que los musulmanes habían cometido en contra de los cristianos en
Palestina.
Otro elemento de suma importancia para entender la influencia de la cultura religiosa en el
desarrollo de los eventos del siglo XII y XIII es el miedo al pecado y las consecuencias que
esta forma de actuar traía a su alma inmortal. Un artefacto cultural que permite ver este miedo
se encuentra en el discurso del Papa Urbano II. Este artefacto fue la promesa que el Papa hizo
de redimir todos los pecados cometidos a aquellos que marcharan a Jerusalén en esta
peregrinación, motivados por una sincera devoción religiosa:
‘’Y les prometió a todos aquellos que quisieran tomar la cruz e ir a aquel
hecho, que de cuantos pecados hicieron que todos fueran perdonados, aunque no
tuvieran otra penitencia. Manifestándose verdaderamente y arrepintiéndose mucho
de corazón; y que él tomaba sobre sí que cuantos murieran allí, se irían
directamente al paraíso y no tendrían nunca otro purgatorio’’33
33 Luis Cooper, La Gran conquista de Ultramar - Edición crítica con introducción, notas y glosario tomo 1 (Bogota: Instituto Caro y Cuervo, 1979), 46
Esta promesa hecha por el Papa expuesta anteriormente acerca de la eliminación del purgatorio
es de suma importancia dado el clima mental de la época. Cuando se considera entonces que
tomar la cruz era una forma de redimir todos los pecados que se habían cometido es fácil
comprender el motivo por el cual muchos hombres y mujeres de fe decidieron peregrinar hacia
Palestina. Este hecho también ayuda a explicar por qué la cultura del Reino de Jerusalén era
especialmente religiosa, siendo este el objetivo final de las peregrinaciones de muchos.
Vale la pena recordar la influencia de las ideas milenaristas que se popularizaron en Europa
durante el siglo X y se extendieron por toda la edad media sobre la mentalidad religiosa
europea. Estas ideas milenaristas contribuyeron a la creación un consenso acerca de la
proximidad del fin de los tiempos y el retorno de cristo a la tierra, con lo que los cristianos en
general durante esta época estuvieron seguros de la inminencia de su muerte y el fin de los
tiempos.
Existe una multiplicidad de artefactos culturales que permiten observar el impacto que tuvieron
en la mentalidad de las personas las ideas milenaristas y cómo estas influenciaron las relaciones
cotidianas que tenían las personas con la religión y la fe. Uno de estos artefactos que, a pesar
de haberse popularizado en el siglo XIV, es bastante revelador acerca de esta mentalidad
religiosa europea de los siglos XI y XII, es el tema de la danza de la muerte o las danzas
macabras. Este fue un género artístico en el que normalmente se representaba hombres y
mujeres de todos los estamentos bailando con esqueletos. Esta representación tenía como
objetivo transmitir la universalidad, inevitabilidad y cercanía que tenía la muerte en la vida de
los hombres. Cuando se considera este papel tan activo que tenía el miedo a la muerte y la
creencia en la inminencia del día del juicio final es fácil comprender por qué la cultura y las
prácticas religiosas tenían una centralidad en la sociedad europea medieval.
La importancia que tenía la cultura religiosa era tal, que en muchas ocasiones durante el siglo
XI y XII fue uno de los factores fundamentales en el desarrollo de los procesos políticos y
militares. Como se ha mencionado anteriormente la primera Cruzada es un ejemplo perfecto
de cómo la cultura religiosa influenciaba las demás áreas de la vida humana y por lo tanto
tomaba un lugar central en la vida de los hombres. El historiador Marcus Bull indaga acerca de
la relación entre la cultura religiosa y el origen de la primera Cruzada:
‘’The preachers of the crusade would have been wasting their breath, of course had
not many Europeans been eager to respond to what was held out as a voluntary
undertaking. The crusade was proposed as a devotional act of pilgrimage, and
therein lay its attraction. The religious culture. One fundamental feature of people’s
religious drives was that they were conditioned by reactions to sin and appreciation
of its consequences. No aspect of human conduct and social interaction was
immune from sinfulness … The First Crusade was therefore preached at a time
when many lay people were sensitive to communal pressure, used to dwelling on
their behavioral shortcomings, and convinced that their spiritual welfare depended
on taking positive action’’34
Cuando se tiene en cuenta la influencia de la cultura religiosa en las acciones de los hombres
de este periodo, es más fácil comprender por qué el llamado a las armas por parte del Papa
Urbano II tuvo una gran resonancia en la sociedad europea del siglo XI.
Una práctica que fue de gran importancia y que demuestra la influencia que tuvo la cultura
religiosa en el proceso de gestación de la primera Cruzada fue la tradición de los predicadores
apostólicos errantes. Estos predicadores fueron hombres de fe que viajaron por el continente
europeo predicando y animando a los fieles a tomar la cruz. El éxito de estos predicadores la
gran influencia que tenía la fe en la forma de actuar de la gente se vio manifestado en el gran
número de personas del común que se unieron a las peregrinaciones a tierra santa.
Un ejemplo concreto de la influencia de los discursos religiosos de estos hombres fue el caso
de Pedro el Ermitaño y el gran número de personas que se unieron a su marcha hacia Jerusalén
en lo que sería conocido como la Cruzada de los pobres. Zoe Oldenbourg emplea el caso del
predicador Pedro el Ermitaño como el principal ejemplo de la manifestación de esta costumbre
que describe de la siguiente manera:
‘’The people followed these ‘’holy men’’ with their apostolic appearance and way
of life, with a fervor that was all too often disappointed by the attitude of the official
clergy. They existed on the fringes of the ecclesiastical hierarchy and wherever
they went they sure of drawing large crowds. Many were charlatans, exhibitionist,
or mad men, but they also included more or less openly heretics whose numbers
increased steadily throughout the thirteenth and fourteenth centuries. ‘’ 35
Esta descripción que realiza Oldenbourg de este fenómeno religioso permite ver cómo las vidas
ejemplares de estos predicadores errantes atraían a una gran cantidad de personas del común,
debido a que mediante a la interacción con estos personajes se hacia material la experiencia
religiosa de la fe. Este planteamiento acerca de la influencia de los predicadores en la
mentalidad popular puede verse en parte confirmado en los escritos de Guillermo de Tiro, quien
34 Marcus Bull, ‘’Origins’’ en Oxford Illustrated History of the Crusades (Oxford: Oxford University Press 1995) 26 35 Zoe Oldenbourg, The Crusades (New York: Random House, 1966) 79
les atribuye una gran importancia a las acciones de Pedro el Ermitaño para la gestación de la
primera cruzada:
‘’Cuando Pedro el Ermitaño oyó la respuesta del Padre Santo, se metió al camino
y paso los puertos de Lombardia e comenzó a andar por toda la tierra a cada parte
buscando los altos hombres honrados y hablaba con ellos y les mostraba los males
y las deshonras que los moros hacían sufrir a los cristianos de Ultramar; y esto
mismo hacia el pueblo menudo. Así que muchas veces los hacía llorar, tan bien a
los hombres honrados como los otros; y ninguna vez que hablaba con ellos les
movía el corazón para codiciar ir a la Santa Tierra y bien, así como San Bautista
anduvo predicando e hizo la carrera por donde nuestro Señor había de andar, bien
así lo hizo Pedro el Ermitaño; que por el mando que él trajo y por las cosas que él
dijo hubo los hombres de toda la tierra comenzar aquel hecho. Y por que las
palabras sabían bien decir y muy ciertamente era muy creído y muy amado y
honrado por todos; los escuchaban muy de grado, que entendían muy a cargo tenía
el hecho de Dios’’36
La representación que Guillermo de Tiro da acerca de Pedro el Ermitaño en este fragmento
prueba que la influencia que tuvieron los predicadores errantes se extendió a lo largo del siglo
XII. Vale la pena mencionar que en la narrativa de La Gran Conquista de Ultramar, es Pedro
el Ermitaño quien hace la primera llamada a la cruzada siguiendo órdenes directas de Dios.
Un elemento que vale la pena recordar para tener una mejor comprensión de la manera en que
se inició y se desarrolló el proceso de gestación la primera Cruzada es la importancia del acto
de peregrinación como una forma de expiar los pecados. El destino que escogían los peregrinos
como el objetivo de su viaje varió con el desarrollo de la práctica, ya que en un primer momento
se elegían lugares como Santiago de Compostela o el monasterio de Cluny debido a los restos
mortales de los santos que había en ellos. Sin embargo Palestina y sobre todo la ciudad de
Jerusalén ganaron popularidad como destino debido a que eran los escenarios de los dramas
bíblicos y la vida de Cristo. Debido a esto para los peregrinos estos lugares actuaban como una
confirmación material de sus creencias y lo escrito en los textos sagrados.
Estas características de la cultura religiosa europea del siglo XI y XII anteriormente expuestas
nos ayudan a comprender por qué la Iglesia Cristiana fue una institución fundamental para el
funcionamiento de la vida de los hombres en Europa y los estados francos orientales durante
36 Luis Cooper, La Gran conquista de Ultramar - Edición crítica con introducción, notas y glosario tomo 1 (Bogota: Instituto Caro y Cuervo, 1979) 42
esta época. Cuando se considera esta importancia de la Iglesia y la religión en la vida de los
hombres durante la edad media no es de sorprenderse que esta también influenciará la forma
en que se hacía la historia.
La teología era considerada como la disciplina que era capaz de producir conocimientos
eternos a través del estudio de las verdades reveladas por Dios en las sagradas escrituras. Esta
concepción creó una escala jerárquica en las que la teología se posicionó en la cima. Debido a
esta categorización jerárquica de las disciplinas del conocimiento, la historia fue relegada a un
lugar secundario volviéndose una práctica subordinada a la retórica y a la teología que la
empleaban por su función ejemplarizante como maestra de vida. También se debe mencionar
como debido a su posición en esta escala jerárquica la historia durante la edad media tenía un
carácter abiertamente escatológico. Esto quiere decir que el objetivo que tenía la historia era
encontrar la. Este carácter escatológico a la vez funciona como una estructura narrativa que
ayuda al historiador medieval a determinar que tipo de eventos clasifican para ser incluidos en
su recuento y que personajes son los protagonistas la historias que se relatan.
Se debe mencionar cómo este carácter escatológico de la historia anteriormente expuesto
también les proporcionaba a los historiadores medievales un marco cronológico en el cual
pueden ubicar los acontecimientos. El punto central de esta cronología es la primera venida de
Cristo al mundo, a partir de la cual se datan las ocurrencias37. Los dos extremos de esta
cronología son el Génesis y el Apocalipsis. En este sentido el trabajo del historiador medieval
es colocar los hechos de la vida de los hombres entre la vida de Cristo y el final de los días De
esta manera la teología le proporcionó a la historia una estructura narrativa en la que se da una
reproducción del orden divino y enmarca los procesos históricos dentro de la historia de la
Salvación.
Para poder elaborar esta temática es necesario en primer lugar exponer la influencia que tuvo
San Agustín de Hipo en la forma de pensar de quienes elaboraron la historia en la edad media.
Esto se debe a que este padre de la iglesia fue uno de los pensadores más influyentes de la edad
media y su obra La Ciudad de Dios fue un pilar sobre el que se levantó la filosofía cristiana
durante la mayor parte de esta época. Sobre la influencia del pensamiento agustiniano en la
forma que se producía la historia Orcástegui y Sarasa explican lo siguiente:
‘’En la concepción de la historia por parte de sus cultivadores en la época medieval,
la sombra de San Agustín se proyecta a lo largo de casi todo el periodo. El obispo
37 Norma Duran, Formas de hacer la historia (Historiografía Grecolatina y Medieval) (Mexico:Navarra, 2001) 161
de Hipona había creado el modelo inicial de compresión de los hechos humanos
que contenía los criterios válidos para la Filosofía de la Historia vigente en la Edad
Media. El fin de la Historia consistía en adivinar en ella a Dios como señor de la
misma predominado su providencia sobre las intenciones de los hombres.’’38
Una de las creencias centrales que se deriva del pensamiento de San Agustín es que la voluntad
de Dios era el motor de la historia y que los acontecimientos que concernían al mundo de los
hombres estaban en última instancia determinados por su voluntad.39
No cabe duda de que este esfuerzo que llevaban a cabo los historiadores medievales por
encontrar la voluntad de Dios en los acontecimientos humanos se constituye en una verdadera
filosofía de la historia que marca de forma determinante la forma en que se interpretaron los
eventos que se contaban. En cada acto de los hombres o ocurrencia política se observaba la
sombra de la voluntad de Dios y el historiador trataba de integrarlo dentro del esquema de la
salvación. Thomas Corbishley expone esta filosofía de la historia y explica sus implicaciones
de la siguiente manera:
‘’Y, precisamente por estar advertido de que en caso de comprender del todo este
significado se acercaría a la comprensión de los propósitos de Dios… como
católico tendrá una diferente filosofía de la historia. Y es que él verá en el curso de
los acontecimientos no un ejemplo de las influencias de tal o tal otra fuerza
económica, de tal convicción ideológica o tendencia política, sino la manifestación
de la providencia de Dios.’’40
Dos ejemplos que podrían mirarse en la obra de Guillermo de Tiro que reflejan la influencia
que tuvo esta filosofía de la historia cristiana son el de la conquista de Palestina por el califa
árabe Omar y el de la victoria de Godofredo de Bouillon en su lucha contra el castellán Guión
de Montefalcon.
El primer ejemplo de esto es la manera en que Guillermo de Tiro compara en su obra a los
ejércitos del califa Omar con la plaga bíblica de langostas que descendió de sobre Egipto como
castigo de dios41. Este concepto del castigo divino causado por los pecados de los hombres,
hace parte de un tema que se repite y funciona como una estructura en la historia
38 Carmen Orcástegui y Esteban Sarasa, La Historia en la Edad Media ( Madrid: Catedra, 1991) 20 39 Norma Duran, Formas de hacer la historia (Historiografía Grecolatina y Medieval) (Mexico:Navarra, 2001) 163 40 Luis Cooper, La Gran conquista de Ultramar - Edición crítica con introducción, notas y glosario tomo 1 (Bogota: Instituto Caro y Cuervo, 1979) 5 41 Ibid 312-316
medieval. Este tema se trata acerca de los conceptos de caída, redención y perdón divino donde
el pecado y los actos de penitencia tienen un rol central.
En el segundo ejemplo Guillermo relata como Godofredo había ido a la ciudad de Maença a
conocer al Emperador de Alemania. Durante su estadía en la corte, se presentó una doncella
ante el Emperador y Godofredo. Esta les contó en medio del llanto como su padre había muerto
recientemente y como Guión de Montefalcon había roba su castillo, dejándola desposeída de
sus feudos. Ante esto el Emperador mandó a llamar a Guión y Godofredo se ofreció a luchar
en nombre de la princesa. El enfrentamiento armado entre los dos hombres terminó con la
victoria de Godofredo y la muerte de Guión 42 . Lo significativo de este relato es la constante
intervención de la voluntad de Dios en la forma en que se desarrolla la batalla y que es solo
gracias a su voluntad que Godofredo triunfa. Esta forma de interpretar los hechos muestra cómo
Dios es el motor histórico a partir del cual se explica la causalidad en la historiografía de la
edad media.
Un elemento fundamental para la comprensión de la historiografía medieval y de por qué
estuvo subordinada de una forma tan fuerte a la teología es el espacio de producción. Este
espacio social en el que se desarrollo la producción de las obras históricas durante la edad
media fue esencialmente el monástico. Este hecho tuvo consecuencias tanto en las técnicas de
producción empleadas para elaborar las obras, como en el estilo y contenido que tenían.
En primer lugar se debe considerar que en los monasterios existía una división de los trabajos
y que en ciertas reglas monásticas como la benedictina, el trabajo era considerado como una
forma de alabar a Dios. En los monasterios escribir, copiar y crear nuevos libros era
considerado como una forma de trabajo por lo cual ciertos monjes eran asignados a este
oficio.Durán explica lo siguiente acerca de las características de del trabajo en el monasterio y
la forma en que la división del trabajo afectaba las producciones históricas :
‘’La historia monástica se trabaja como cualquier oficio medieval, es decir lleva la
dinámica de cualquier otro tipo de taller artesanal. Hay una especie de división de
trabajo que nos impide hablar del autor en sentido moderno, la historia es
fundamentalmente una labor de compilación que se realiza en equipo. El monje
que se dedica a la historia no ha escogido esta vocación, simplemente hubo reglas
monásticas como la benedictina en la que se asumió que la mejor forma de alabanza
42 Ibid 306 - 316
a Dios era el trabajo y una forma de trabajo era la escritura, la conservación y
copiado de textos, así como la elaboración de nuevos libros’’ 43
Se debe señalar como el hecho de que los autores medievales principalmente habitaban
espacios sociales altamente religiosos como lo eran los monasterios, es lógico que se vieran
influenciados en gran medida por los planteamientos teológicos anteriormente expuestos en
este capítulo y adoptaran la filosofía de la historia cristiana. En el caso particular de Guillermo
de Tiro, se debe considerar que este realizó sus estudios en las artes liberales en el continente
europeo, con lo que se habría visto directamente envuelto en estos espacios sociales
monásticos. A pesar de que este ocupaba una posición privilegiada dentro de la sociedad del
Reino de Jerusalén, el proceso de producción que empleo para La Gran Conquista de Ultramar
es esencialmente el mismo de los monasterios. Por esta razón debe considerarse a Guillermo
como maestro de obra pero que no el autor único autor de esta producción ya que debido a la
división del trabajo que se empleaba. Sin embargo se debe mencionar que a pesar de que
Guillermo de Tiro no escogió escribir sus obras de manera voluntaria, la elaboración de estas
no le fueron encomendadas por una orden monástica sino por el rey Almarico I de Jerusalén.
Finalmente el último aspecto que se debe considerar acerca de la historia medieval es su
relación con la oralidad y la forma en que esta relación influenció la forma en que se producen
las obras históricas.
‘’En la Edad Media toda escritura tenía fuertes lazos con la oralidad, los textos eran
para ser leídos, cantados o recitados en voz alta, la lectura en silencio todavía no se
practica masivamente ‘’ 44
Esta característica de la historia medieval expuesta por Durán está íntimamente ligada a la
historia como maestra de vida, función que fue explicada en el capitulo 1.La conexión entre la
historia como maestra de vida y el oír radica en el espacio social en que se desarrollaba la
lectura de las obras históricas en esta época. Estas eran leídas en voz alta en lugares comunales
tales como los salones que eran empleados para los banquetes o la corte. Debido a esta práctica,
las obras históricas en esta época eran escritas en rima y con caracteres especiales para ayudar
a la pronunciación hecha por el lector. En La Gran Conquista de Ultramar, es fácilmente
evidenciable que fue escrita con este uso en mente ya que en un gran número de ocasiones se
hace referencia a al público de la obra mediante expresiones como: como oiréis más adelante ,
43 Norma Duran, Formas de hacer la historia (Historiografía Grecolatina y Medieval) (Mexico:Navarra, 2001) 315 44 Ibid 193
como ya dijimos45, de que a voz ya dijimos46, la razón por que el esto hizo a vos queremos
ahora contar, por que mas ciertamente sepáis las historias y los hechos como fueron47 . Cuando
se considera esta función educativa y moralizante que tenía la historia durante la edad media
es mucho más fácil comprender por qué las cronicas e historias medievales se encuentran tan
ligadas al recuentos de actos heroicos hechos por hombres de buena fe
Conclusiones
A lo largo de esta tesis se ha querido mostrar cómo la historia es una producción humana que
deriva sus características epistemológicas, estilísticas y narrativas de su propio de su tiempo.
Esto quiere decir que la historia como disciplina es un constructo social de carácter temporal
y que por ello cada sociedad produce su propio tipo de historia con sus características únicas,
que se derivan de los factores políticos, sociales y culturales de su momento y lugar de
producción. De esto se desprende también que cada sociedad genera un marco de pensamiento
a partir del cual se interpreta y se le asigna un significado a la realidad que experimentan y por
lo tanto en la creación misma de la historia se delimita qué es lo posible dentro de una sociedad.
En este sentido al haber examinado los elementos que eran propios de la sociedad del Reino de
Jerusalén durante el siglo XI y XII y la obra de Guillermo de Tiro, no solo se ha expuesto la
forma en que se producía la historia y qué factores ayudaron a moldearla, sino que también se
ha mostrado cuáles eran los marcos que delimitaban lo real y lo posible dentro de esta sociedad.
Este planteamiento se constituye entonces como una gran ruptura con las grandes corrientes
historiográficas del siglo XX ya que asume que la realidad histórica es un constructo social, el
cual difícilmente puede ser examinado de forma objetiva ya que no se puede acceder al pasado
de forma directa. Debido a esto entonces se puede afirmar que el interés que persigue esta
nueva forma de hacer la historia, es comprender cuales son los elementos latentes dentro de la
45 Luis Cooper, La Gran conquista de Ultramar - Edición crítica con introducción, notas y glosario tomo 1 (Bogota: Instituto Caro y Cuervo, 1979) 11 46 Ibid 41 47 Ibid 7
cultura de una sociedad. Esto tiene como objetivo a poder entender entonces cuales son los
propósitos y funciones que sirven la historia en una determinada sociedad.
Según esto la obra de Guillermo de Tiro es entonces una muestra de la forma en que se
configuraba la cultura y el orden social de las sociedades europeas en los siglos XI y XII.
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