Download - Cuzcatlan Donde Bate la Mar del Sur
Atroz vida campesina.
(Cuzcatlán donde Bate la Mar del Sur)
“El Salvador” tierra abatida por conflictos políticos, económicos y sociales. Refleja en sus
entrañas dolor, injusticia y pobreza sin embargo a dado a luz a insignes hombres que a
través de las letras han plasmado su historia con veracidad e imparcialidad. Con ello nos
referimos a Manlio Argueta Un poeta y novelista, nacido el 24 de noviembre de 1935,
miembro de la autodenominada Generación Comprometida y del Círculo Literario
Universitario, dos de los grupos literarios más reconocidos en El Salvador, surgidos entre
1950 y 1956. Con su arte delineó y figuró la brutal realidad de su país, reflejando golpes de
estado, guerras y represiones que el campesinado toleró, todo ello condujo al auge de la
narrativa testimonial como el mecanismo de denuncia social. Dentro del cual Argueta
incursiona con su obra “CUZCATLÁN DONDE BATE LA MAR DEL SUR” concibiendo
una mezcla de la realidad y ficción. El máximo esplendor lo obtiene por medio de la
cimentación de: un paralelismo entretejido línea por línea, un ciclo generacional, una
evidente lucha armada y una problemática económica.
Un paralelismo entretejido línea por línea, enuncia la estructura compleja en la cual
Manlio construye su estilo de novelista intelectual ladino. Explorando en la novela nos
encontramos pasajes donde el juego del tiempo y espacio tiende a confundir nuestro
pensamiento lineal, sin embargo este no nos permite desconectarnos de la idea central ya
que la calidad de la obra nos entrelaza un tópico con otro, conduciéndonos hacia un destino
de comprensión y reflexión. El paralelismo es evidente porque desde el inicio de la novela
aparece Lucía Martínez (Beatriz) narrando en primera persona la historia, en este capítulo
(Microbús a San Salvador, enero 9, 1981) “Beatriz” a través de un soliloquio nos sumerge
someramente a la trama, cargada de injusticias y pobrezas (Dicen que nuestro país es
demasiado pequeño para que viva tanta gente. Un favor le hacen a la patria matando al
que caen en sus manos (Argueta, 1986, pág. 11). A partir de esa narración se marca el
inicio pero también el desenlace, y la novela cuenta con Emiliano, Jacinto y Beatriz como
narradores.
Con el paralelismo, el escritor Manlio Argueta dota a la novela centroamericana con una
transformación narrativa. Redactada sutilmente desde su principio con el epígrafe
constituido por un fragmento de la carta de Pedro de Alvarado dirigida a Hernán Cortés,
está como el simulacro introductorio de lo histórico y discursivo en el texto. A la vez
“Cuzcatlán donde Bate la Mar del Sur” tiene una dependencia intertextual con Cien
años de soledad, por el paralelismo que existe en cuanto al ciclo generacional, por la
construcción de los hechos (guerras civiles) y asimismo en la repetición de nombres
entre familiares (Beatriz hija de Emiliano y Lucía de seudónimo Beatriz, hija de
Jacinto) (Anedith Alemán, 2013.)
El ciclo generacional, constituye un pilar fundamental en la novela, esta forja una vía
donde cada traviesa, es una generación que da lugar a cuantiosas situaciones de
incertidumbre, dolor, pobreza, esfuerzos, maltratos, injusticia e ignorancia con todo
ello Manlio Argueta, logra constituir y transmitir sus pensamientos fervientes en una
sola y fundamentada idea principal. La cual consiste en exponer las situaciones
atroces que su natal país se vio obligado a vivir. El escritor presenta cuatro
generaciones que consta de once personajes que son: el patriarca Macario, quien es
el padre de Emiliano que se casa con Catalina y procrea a Beatriz, esta a su vez se
une con Eusebio y da a luz a tres hijos: Pedro, Manuel y Jacinto; Jacinto forma su
propia familia con Juana, con la cual engendra dos hijas: Toña y Lucia.