Download - Cronicas Poblado Forestal de Mazagon
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Crnicas del Poblado
Forestal de Mazagn
Informante: Jos Manuel Gmez Domnguez.
Federico Soubrier Garca
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Crnicas
del Poblado Forestal
de Mazagn
2 Edicin
Autor: Federico Soubrier Garca
Maquetacin: Juana Chinchn
Ilustraciones: Recopilacin
Edita: Juan Snchez [email protected]
Reservados todos los derechos. Est prohibido, bajo las sanciones penales y el resarcimientocivil previstos en las leyes, reproducir, registrar o transmitir esta publicacin, ntegra oparcialmente por cualquier sistema de recuperacin y por cualquier medio, sea mecnico,electrnico, magntico, electrnico, por fotocopia o por cualquier otro, sin la autorizacinprevia por escrito del autor.
Copyright 2013
Impreso en Espaa
Crnicas del Poblado Forestal de Mazagn - Federico Soubrier Garca2
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A Jos Manuel Gmez Domnguez por todo el saber transmitido y
un necesario sentido del humor; demostrando una memoria
impresionante, acompaada de un vital instinto de supervivencia y
aderezada con una incontenible capacidad de trabajo. He de decir
que sin su aportacin esta crnica jams se hubiese podido escribir.
A Paco Feria Fernndez, con quien consegu contactar a fin de
que me autorizase incluir una pequea parte de su vida familiar por
aquel entonces, adems de por su aportacin desinteresada de
fotografas.
Y por supuesto, a mi mujer, por su complicidad, las horas de charla
compartidas en el Bar Morn, la interminable bsqueda del lugar de
la foto en la portada y su paciencia, sin olvidarme para nada de los
muchos contertulianos que se han unido, sentndose a la mesa,
escuchando y, a veces, aportando ideas.
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Agradecimientos
Retrato del autor realizadopor Pepe Mrquez
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He de terminar el relato de estas crnicas, que nos han permitido
asomar la cabeza a esta ventana abierta en un no muy lejano pasado,
sazonadas con episodios histricos acaecidos durante aquellos aos,
rindiendo mi ms profundo respeto hacia todas aquellas familias a
quienes les toc vivir el periodo de la posguerra espaola, cubierta de
necesidad y pobreza, demostrando que el esfuerzo, orgullo y la
imaginacin son herramientas vitales, con las que a la postre
consiguieron construirnos este fabuloso o quizs solo magnfico
MAZAGN.
Gracias a todos y cada uno.
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Si hubo una asignatura que despertara un especial inters para m
durante la carrera de Sociologa ha sido sin duda alguna la de
Antropologa y, dentro de ella, la parte que ms me llam la atencin
fueron los estudios de Margaret Mead, efectuados en Papa Nueva
Guinea, en concreto sobre las tribus Etoro y sus genuinas prcticas
sexuales.
Ella destacaba la importancia de los informadores o informantes,
es decir, los contactos necesarios para realizar el trabajo de campo.
De ellos, se obtena los conocimientos sobre el pasado y las
costumbres del grupo social a estudiar, aludiendo a la necesidad de
que existiese empata entre ellos y el investigador.
Sintiendo siempre inters por cmo fueron los primeros
pobladores de Mazagn, qu fue lo que los trajo hasta aqu y cmo
se adaptaron a una tierra, en principio, inhspita, mi mujer y yo
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Introduccin
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hemos tenido la suerte de dar con una persona tanto o ms
interesada en contar que nosotros en escuchar, un informador ideal.
Habitualmente mantenemos una tertulia o dos, segn marchen de
trabajo los regentes de dos bares colindantes: El Morn y El
Refugio, ste ltimo propiedad de Jos Manuel Gmez. He de
manifestar y resaltar la gracia innata de esta persona, que
literalmente nos hace llorar de risa a todos los presentes. Cmo
cuenta con orgullo las miserias que tuvieron que pasar todos,
pioneros en estas tierras hasta llegar al Mazagn de nuestros das, su
narracin infunde respeto y cierta tristeza que l se encarga de
mitigar con su buen sentido del humor.
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Esta Crnica comienza indagando en las Ordenanzas de Palos (hoy
Palos de la Frontera), con una nica referencia a las primeras gentes
que habitaron Ma-
zagn, sobre las Rentas
de la Playa (ao 1503)
que provenan del co-
bro de las alcabalas y al-
mojarifazgo sobre pes-
cadores y gentes de la
mar, supongo que esto
ltimo haca referencia
a mariscadores que
vivan en Mazagn,
Morla y Julin.
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Crnicas del Poblado
Forestal de Mazagn
Informante: Jos Manuel Gmez Domnguez.
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En un terreno maravilloso, en el que los acantilados de arena
aterronada se alzan orgullosos desafiando al viento, la lluvia y la mar,
a que continen devorndolos poco a poco, como siempre, ao tras
ao, siglo tras siglo, milenio tras milenio, con pinos que ahora los
culminan, testigos que dieron sombra a nuestro relato, y que por
entonces se dejaban alfombrar por romero, cantueso, retamas,
aulagas, esparragueras y camarinas que se desbordaban hacia los
arroyos, llegando a los caaverales. Donde los manantiales
serpenteaban su caudal de agua hasta la salada mar. Todo brindaba
una magnfica fuente de alimentos: conejos, perdices, algunos
ciervos y jabales, nidos, pias, esprragos, coquinas, almejas, chocos,
bailas, corvinas, doradas, robalos, lenguados y un sinfn de manjares
para proveerse que solo requera de la habilidad, la pericia y la
imaginacin del hombre, casi innata, heredada y procedente de la
observacin y las experiencias de generaciones criadas en las mismas
costumbres y hbitat. All encontramos el lugar donde se desarrollan
las vicisitudes objeto de estas crnicas.
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No se puede dejar pasar por alto la importancia que a lo largo del
tiempo tuvieron las defensas de la costa, comenzando con la
construccin del rosario de torres almenaras datadas a finales del
siglo XVI hasta la llegada de los carabineros a mediados del XIX y,
sobre todo, los cuarteles de la Guardia Civil de Torre del Loro,
Mazagn y El Picacho.
Jos Manuel vino al mundo en el Arroyo del Loro hace cincuenta y
cinco aos, cuando su madre se encontraba lavando, y comenta con
sarcasmo que su placenta debi de correr por dicho manantial hasta
ir a parar al mar.
Su abuela materna, al llegar a esta tierra procedente de Portugal,
se instal montando un tenderete en el mismsimo Pino Centenario y
all alumbr a varios de sus vstagos. Sus abuelos paternos vivan en
un chozo a la vera del viga y tenan un gran espacio cultivado de
huertas diseminadas por los alrededores de la actual Refinera.
Cuando ellos vivan en la choza del Arroyo del Loro recuerda que
haba una fuente al pie del acantilado y no era raro ver ms de
cuarenta bcaros llenos de agua esperando para que los subieran al
poblado.
En la siguiente fotografa, a la izquierda, vemos al hermano de su
abuela. El seor de la derecha era carpintero de ribera y efectuaba
los arreglos de las embarcaciones sobre el terreno. Es destacable el
decorado de la embarcacin junto a ellos, esos ojos pintados,
posiblemente la costumbre procediese de los fenicios, pretendiendo
dotar de vida a la nave, librarla del mal de ojo y permitir que
encontrase el buen rumbo.
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Casualmente, y al respecto, un compaero de trabajo, Miguel
Garca Snchez, me envi un mensaje en el que deca He visto tu
pueblo en un mapa del siglo XVI y all apareca una zona denominada
como Xvega. Te lo envi para que le eches un vistazo.
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En dicho mapa, perteneciente al reinado de Felipe III de Austria,
rey de Espaa y Portugal entre 1598 y 1621, aparecen figuras y
poblaciones dibujadas con tintes renacentistas entre las que
destacan lo que parece una batalla entre una nave espaola y
posiblemente un bajel pirata a la altura del Golfo de Cdiz, donde se
puede leer perfectamente, en lo que hoy es Mazagn, un punto
denominado Xvega.
Le pregunt sobre el tema a mi amigo Ernesto Prez Domnguez
Capitn Salitre y, aunque primero me contest que no le sonaba,
pronto con cara sonriente me dijo: Yo lo que s s es lo que es una
Jbega y adems te voy a pasar unas fotos. Me refiri entonces que
se trataba de unas antiguas artes de pesca que se usaron en
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Mazagn por pescadores hasta dos generaciones anteriores a la
nuestra y a eso deba su nombre la Cuesta de la Barca, ya que desde
la orilla se entraba en la mar con antiguas embarcaciones rodadas con
troncos desde las dunas, calando la red y extrayndola
posteriormente los hombres, tirando desde la playa. Incluso me
tarare el soniquete que cantaban mientras jalaban de los cabos en
la orilla.
Fotografa coleccin Capitn Salitre
Ahondando un poco ms en el tema averig que Xvega derivaba
del rabe, de xbaka (red) y xbak (enganchar), transformndose
posteriormente en Jvega, red de ms de cien brazas de largo,
compuesta de copo y dos bandas, de las cuales se tira desde tierra
por medio de cabos muy largos. En Galicia an existe la palabra
original y los que tiran son los bueyes, aqu las ltimas se arrastraban
con pequeos tractores.
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Fueron los fenicios en su ruta comercial desde Oriente Prximo
entrando por Baleares y recorriendo las costas de Levante y
Andaluca hace 1.100 aos a.C., los que llegando hasta el Cabo San
Vicente trajeron esas artes, que ellos, mediante una embarcacin de
madera que portaba ojos a ambos lados de su proa, a fin de divisar
el mar y aterrorizar al enemigo en caso de combate, y arrastrada
desde la arena por falta de puerto, utilizaban para largar las redes. De
ah, venga posiblemente que una de las ltimas pateras usada sobre
mil novecientos sesenta en la Torre del Loro presentase esos mismos
ojos en su proa.
Fotografa coleccin Capitn Salitre
La cuestin es detallar la curiosidad de cmo cal la costumbre
fenicia en estas tierras y documentarla fotogrficamente. Esto, al
igual que el resto de las imgenes de las crnicas, ha sido posible
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gracias a la buena fe de los descendientes de aquellas personas, que
sacaron de sus cajas de cartn material condenado al olvido, se lo
intercambiaron entre ellos y, por suerte, parte lleg a mis manos.
Fotografa coleccin Capitn Salitre
Afortunadamente, mi gran amigo Ernesto se presta a colaborar
en todo lo que le propongo, siendo la persona referente en cuanto a
temas marineros sobre la zona, resultado de su profesionalidad y,
sobre todo, experiencia, las cuales mereceran que se le dedicase una
obra completa, pues ha llevado el nombre de Mazagn y de Palos de
la Frontera por innumerables confines de este mundo.
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Federico Soubrier junto a Ernesto Prez, Capitn Salitre
La familia de Jos Manuel estaba formada por siete hermanos,
cinco nias y dos nios. Todos los hermanos de su padre tenan
tambin siete hijos, con lo que se cre una descendencia de cuarenta
primos y primas.
Es fcilmente constatable la influencia que los marineros y
pescadores portugueses han tenido en el devenir de toda esta
historia, de hecho, aparecen por doquier en cualquier tipo de
investigacin sobre este tema.
En relacin a la Almadraba de Morla, nos relata que su padre
conoci de ella; estaba ubicada junto a la Torre de Morla, an visible
en las proximidades de la Cuesta de Maneli y que dej de ser
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operativa sobre 1920, aunque muchos pescadores continuaron
viviendo de la pesca abundante de estas generosas aguas.
El Poblado Forestal, dependiente del antiguo Patrimonio Forestal
del Estado, se construy en tiempos de la posguerra, a fin de dar
cobijo a los trabajadores y sus familias para la reforestacin posterior
a la guerra civil de las dunas, cuya arena llevada por el viento
destrozaba las cosechas agrcolas tierra adentro; toda la extensin de
pinos que se puede contemplar desde Mazagn hasta la
desembocadura del Guadalquivir corri a su cargo. Aunque las
primeras noticias que se tiene en esta zona de esas labores datan de
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inicios del siglo XVIII, es lgico deducir que se llevaban de otra manera,
sin asentamiento en el lugar y que la Guerra Civil las detuvo,
empezando a denominarse oficialmente el territorio Arenas Gordas.
El final de la contienda sera el que marcase el gnesis del futuro
Mazagn.
Ceremonia de Inauguracin Capilla Forestal del Poblado
Al principio, los jornaleros venan andando desde Moguer y
regresaban en el da, lo que supona una gran prdida de tiempo para
las labores; ms tarde, haran el trayecto en bicicleta. Nuestro
informador recuerda como las ruedas se pinchaban bastante, muy a
menudo, por lo que acabaron rellenndolas de junco y de esparto, de
manera que se hacan compactas y no importaban las pequeas
perforaciones.
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Inicialmente se montaron chozas. Se puede observar en la
fotografa que las calles no estaban asfaltadas; sobre el ao 1945,
siendo responsable ya el IARA, se construyeron las actuales
edificaciones de ladrillo. Tomara definitiva forma la llamada 5
Divisin Hidrolgico Forestal.
Para hacerse una idea de lo complicado de las labores de estos
trabajadores forestales basta con conocer que en Espaa se
introdujeron las motosierras a nivel general en las labores del campo
en mil novecientos sesenta, siendo las marcas nacionales Montesa,
Derbi y Motoagro. Por aquel entonces, los jornaleros llevaban veinte
aos trabajando a base de hachas de mano y sierras manuales.
Jos Manuel nos refiere un pequeo resumen de los cambios de
vivienda que su familia fue realizando. Su abuela vivi en el pino
centenario, donde ms tarde se construira el Parador Nacional. De
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all, fueron a una choza en el arroyo de la Torre del Loro, o del Oro
para otros. De sta, se trasladaron a una del Poblado Forestal y ms
tarde a una de las casas de ladrillo, que correspondera a uno de sus
tos, pero al ascender de cargo, pas a vivir en unos edificios de la
Forestal, hoy aledaos tambin al parador.
Dando un margen de error de ms o menos cinco aos, su familia
hace unos cien que lleg a esta zona y existe a da de hoy un elevado
ndice de consanguinidad entre pobladores de Palos de la Frontera,
Moguer y Mazagn.
Dibujo realizado por Federico Soubrier
Por aquel entonces, algunas familias habitaban los bunkers de
Mazagn y recuerda varios nidos de ametralladora en alto, de estos
no quedan restos, al parecer uno en el Picacho, de los primeros echa
en falta uno que haba justo frente al restaurante El Remo.
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Fotografa realizada por mi padre en 1970
Cuenta una ancdota de un carbonero que llevaba todos los das
el carbn a Huelva. El burro se conoca perfectamente el camino y
mientras el hombre dorma sobre l, el animal se diriga solo hacia la
capital. Los hombres, a veces, le gastaban la broma de darle la vuelta
al asno y cuando se despertaba haba llegado de nuevo a la salida, su
carbonera.
Mazagn empez a funcionar como enclave turstico a partir de
1960. Desde ese momento, la construccin dispar el desarrollo local
con la llegada de gente del ramo, crendose comercios y todo tipo de
servicios, siendo el ncleo local habitado durante todo el ao.
Los comercios y restaurantes de ms renombre estn regidos por
muchos de aquellos cuarenta primos y primas a los que hacamos
mencin en el inicio de esta narracin.
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Cedida por Antonio Lpez Morell
Esta imagen la podamos definir como Mazagn Zona Cero.
nicamente algunas edificaciones para dar cobertura a los baistas
de diario y a unos pocos privilegiados en unas escassimas plazas
hoteleras. Comparado con la vista area que se presenta a
continuacin, nada que ver.
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En un principio la playa de Torre del Loro fue aprovechada por las
familias del poblado en los momentos de ocio; los jvenes bajaban en
grupo a tomar el sol y en numerosas ocasiones Paulina Tom y Jos
Manuel se hacan cargo de llevar a la chiquillera y cuidarlos toda la
maana para que disfrutasen de la mar. Otra forma de veranear
bastante menos costosa, pero que colmaba de satisfaccin a toda la
chavalera del poblado a la vez que promocionaba unas ansiadas horas
de descanso a las madres, que dedicaban prcticamente toda la
jornada al cuidado de nios y nias, a la vez que al mantenimiento de
las viviendas y sobre todo a los menesteres de cocina y lavandera.
El peligro de las mareas haca que fuese muy importante la labor
de socorristas que ejercan los de ms edad, dado que estas aguas
acabaron con las vidas de numerosos baistas.
En la siguiente foto llama la atencin el luto que porta en su brazo
el joven de la derecha y el moreno de todas sus caras, que no
proviene precisamente de tomar el sol sobre la toalla.
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Jos Manuel relata el desembarco realizado el 26 de octubre de
mil novecientos sesenta y cuatro por parte del ejrcito americano en
unas maniobras denominadas Lanza de acero I y cmo consiguieron
muchas latas de conservas del ejrcito estadounidense aliviando con
ellas su subsistencia largo tiempo. En estos ejercicios murieron trece
marines, nueve en un choque de helicpteros que se produjo en un
barranco aledao al INTA, donde a da de hoy son visibles los restos,
cuatro ms al caer un avin al mar y cuatro espaoles al volcar un
vehculo, participando ms de treinta mil soldados y dos mil vehculos
en la invasin de Mazagn. Todo un evento para esta tranquila
localidad. Lo que fueron ms espabilados cambiaron alimentos y
bebidas de nuestra tierra por dlares americanos y tabaco.
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Fotografa cedida por Paco Feria Fernndez
Cerca del parador abandonaron cientos de bidones de
combustible. Los hombres prepararon un sistema con ruedas y los
fueron desplazando hasta el poblado. La nica persona que tena un
vehculo diesel viaj gratis durante aos.
Todava quedan muchos restos de los botes metlicos con sus
tapaderas, donde traan chocolates y otras golosinas y que las
madres utilizaron para meter sus pequeos tesoros.
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Los nios cogan de al lado de las tiendas de campaa algunos
enseres, como conservas, y consiguieron tabaco. Por alguna extraa
razn, tal vez ecolgica, los americanos enterraron muchas cosas y
ellos rebuscaron en todos los lugares que se apreciaba la arena
removida, cortndose muchos las manos con las latas.
Cinco das de intenso trasiego de los que se hablara largo y
tendido hasta nuestros das, en los que de vez en cuando vuelve a
salir a la luz aquel impresionante desembarco que marc de por vida
a los habitantes del poblado y del que todava algunos guardan
recuerdos en sus casas.
Fotografa cedida por Paco Feria Fernndez
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Nos cuenta cmo llevaban a las bandadas de pavos a comer
camarinas a los acantilados; stos estaban marcados con tiras de
tela, a veces cortadas de sus pantalones para reconocer a qu familia
pertenecan. Obviamente, las rojas se cambiaron por blancas por el
tema comunista. Con estos frutos, que tenan forma de bolitas y
color o blanco o rosado, se fabricaban algunas bebidas alcohlicas.
Recuerda como curiosidad a los nios robando los huevos de los
nidos para comrselos, tanto los de los pjaros en los rboles como
los de las golondrinas en los tejados, dejando siempre solo uno. El
motivo era que, de esta manera, las aves continuaban poniendo
constantemente. La persistente observacin de la naturaleza les
daba mucha ventaja sobre los animales.
Quedaba en su retina cuando era necesario matar un pollo. Su
padre lo colocaba sobre el taburete y le cortaba la cabeza, muchas
veces el animal corra despavorido sin ella.
Se llevaban das excavando una conejera, ante su impaciencia, su
padre le explicaba que haba que esperar hasta que estuviesen los
gazapos ms grandes. Por fin, el da que decidi que haba que
cogerlos vio que al meter la mano sacaba una culebra de dos metros,
sin inmutarse.
Se montaban expediciones por la playa con los cros para ir a
buscar corcha de los alcornoques que bajaba desde la sierra flotando
por los ros Tinto y Odiel, con el fin de utilizarlas como boyas para las
artes de pesca. En aquel tiempo se formaban largas y grandes
lagunas al bajar la marea y en ellas se poda pescar fcilmente los
chocos y lenguados que quedaban atrapados, con un palo, a modo
arpn o una red. Algunas personas pasaban la laguna y marisqueaban
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coquinas, pero al subir la marea quedaban aislados hasta que el agua
los cubra. De este modo, se produjeron algunas muertes por
ahogamiento.
Su madre le cont de la nevada que cay en el ao 1954, lo que
disfrutaron todos jugando con las bolas de nieve y, lo ms grave, con
el peso se cayeron los techos de las chozas que quedaban.
Durante el invierno, con las lluvias, cuando eran torrenciales, los
hombres no podan ir a trabajar. Se formaba una gran charca en el
centro de la plaza que se mantena durante meses, los nios tambin
jugaban en ella con los baadores puestos.
Las noches eran de juegos en la mesa de camilla para entretener
a los nios, al calor de un brasero de cisco, del que muchas veces
salan los gatos corriendo con la cola ardiendo e incluso algunos
prendan en su huda fuego a la choza.
Alguna que otra vez sucedi lo mismo con un cohete rastrero mal
lanzado por el cohetero durante las fiestas. Hasta dos chozas
ardieron al ser atravesadas por el disparo del aprendiz pirotcnico.
Mucha gente del poblado se desplazaba a la feria del ganado de
Niebla. Su padre le abri la boca a un burro y no tena ni un diente, se
lo coment al gitano que intentaba venderlo y este le contest: T
para qu quieres el animal, para que te quite nudos o para que lleve
carga?
Nos relata como da inolvidable aquel en que lleg la electricidad y,
por tanto, la luz al poblado. El maestro les deca que no deban de
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tocar los enchufes, que era peligroso. Casi todos se alejaron
bastante, medio escondidos, cuando se encendi el alumbrado por
primera vez, por si explotaba. Don Francisco Daz Torres haca las
veces de profesor, mdico, practicante y lo que hiciese falta. Su
mujer Flora, colaboraba en todas las obras y actividades que all se
promovan. Procedentes de Extremadura se instalaron en el mismo
poblado con sus hijos. Posiblemente, la mayora de estas fotografas
fuesen distribuidas por Don Francisco y sus hijos, que de mayores
optaron por la misma profesin que su padre.
Como lugar de encuentro para efectuar algunas compras y
refrescarse con alguna bebida, un nico bar en el poblado, al que
acuda la gente para reunirse un rato en tertulia. En primera instancia,
perteneci a un hombre apodado El Chorizo y seguidamente por
otro denominado El Alacrn y por ltimo El Pato.
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Los hombres jugaban con doce monedas antiguas a un juego que
llamaban las queridas. Consista en lanzar las monedas todas a la vez
para intentar colar el mximo nmero posible de ellas en un agujero
excavado en la arena, del tamao aproximado de un vaso de cristal.
A veces, se lanzaban sobre una raya marcada en el suelo y otras
contra la pared.
Cuando llova y era el tiempo del mosto, all por noviembre a
diciembre, se escuchaban los fandangos y el cantar las cuarenta a las
cartas con golpes secos, que a veces partan la mesa del bar. Como el
dulce elixir soltaba el vientre, los hombres caminaban hacia la
vegetacin de levante y no era raro ver varios, uno en cada pino
agachados y con las gorras caladas. Se respetaba la toilette de las
mujeres que, como siempre, estaba al fondo a la derecha del
barranco, all se acercaban en grupos de tres o cuatro, una de ellas le
tocaba vigilar.
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Un enclave parecido al chiringuito que ms adelante estara
ubicado en la Torre del Loro, aparece en esta fotografa.
Generalmente siempre eran los varones los que los frecuentaban.
Y ahora, tengo que contar mi experiencia personal. De entre las
mujeres que bailaban al inicio de esta narracin delante de las abuelas
con su velo con mucho arte, comenta Jos Manuel que no entiende
las historias contemporneas con los que ahora llevan las mujeres de
religin musulmana, si antes era lo mismo puedo reconocer a Mara
Sampedro, hija del primer guarda del INTA (Instituto Nacional de
Tcnica Aeroespacial). A los aproximadamente doce aos fui a pasar
un fin de semana a su casa, que se encontraba dentro de la Base de
Lanzamiento, me llev mi escopeta de calibre 28, con la culata
recortada, ya que no dejaba de ser un cro y las normales me venan
grandes.
El hijo que tena ms prximo a mi edad era Paco Feria, entonces
Paquillo ya que sera en su da el ms joven de la plantilla. Anduvimos
sbado y domingo de cacera y, a pesar de mi delgadez y practicar
deporte a diario, me sorprendi cmo se poda correr a ese ritmo,
pasar el barranco de un lado a otro, seguir a aquella perra, Sultana,
fea de narices, pero que caz diez veces ms que nosotros. Cmo me
poda ir enseando nidos, con huevos o pollos a la vez que corra.
Saba de cepos, de lazos y de todo lo que tuviera que ver con el
entorno.
Algo ms avanzados en edad y junto a su hermano Antonio,
fueron las redes para cazar pjaros, ver cmo manejaban la liria o
cmo amaestraban un cuervo, ir con ellos y con Antonio Hernndez,
Antoito para los amigos. A mirar en mi barco las redes que haban
calado y no podan recoger. Verlos coger pias, bien con las caas
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largas con el gorguz, bien afilado, desde el suelo, o desde arriba de la
copa, con sus mujeres o novias abajo, llenando sacos; ser capaces de
coger un conejo a la carrera, de t a t, cuando los tractoristas en el
desbroce los haban concentrado en un ltimo crculo de vegetacin.
O saber que al tercer vuelo que levante una perdiz con las calores, si
eres capaz de localizarla, ya no se levanta y es tuya si has corrido
como un atleta.
Fcil y obvio distinguir que estaban, y lo estn, hechos de otra
madera, de otros genes, de los de aquellos pioneros en estas tierras,
de esos a los que los estadounidenses montan estatuas, porque
tienen pocos aos de historia y casi nada que conmemorar, pues
Mazagn tiene menos; me basta con imaginar vestimentas
diferentes, algo ms espartanas y austeras, para saber lo que fue
aquello, subsistencia y fusin con la naturaleza.
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No puedo dejar de resear que la vida, la cual da vueltas a su
antojo, hizo que yo tuviese que ser el conductor que llev en
ambulancia al marido de Mara Sampedro, desde El Arenosillo hasta el
hospital Manuel Lois de nuestra capital, el ltimo da de su vida.
Jos Manuel nos relata que la Cuesta de Maneli debe su nombre a
un nio, hurfano, llegado de Portugal, el cual fue criado por varias
familias e hizo de mayor se su sitio de pesca, muriendo hace poco,
a los ochenta y tantos aos.
En una ocasin cargaron un burro con setecientas pias y al
comenzar a subir la cuesta se le escaparon algunos pellos; al llegar
a lo alto se tir uno mayor, se abri de patas y muri, su padre dijo:
debe haber sido del aceite, ha gripado como los coches. Nos
comenta que su padre era una persona muy simptica.
Cuando llevaba el burro a la playa le pona botas de agua, ya que
tena las pezuas medio podridas.
Venda de chaval, junto con su hermana, coquinas por el pueblo,
entonces salan criadas con cofias de los chalets, que eran las nicas
que se las compraban, dado que aqu solo veraneaba gente de dinero.
Como medidor, una lata de leche condensada, que haca medio kilo
ms o menos, pero que l abollaba por debajo para despachar algo
menos. Tambin incluan alguna que otra concha vaca.
Otro oficio fue el de vender helados y como el dueo le deca que
de all tena que sacar, por ejemplo, cien bolas para los cucuruchos, se
las apaaba para sacar algunas ms. Era necesario conseguir dinero,
aunque a las dos chupadas el nio se quedase sin helado.
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El 17 de enero de 1966 Manuel Fraga, Ministro de Informacin y
Turismo vena a visitar Mazagn, justo el mismo da que caan las
bombas en Palomares, posteriormente el 15 de octubre de 1968
inauguraba el Parador. Los nios no olvidaran aquel da en que
comieron pasteles hasta saciarse.
Junto a su padre construy la bajada desde el parador a la playa,
una escalera con pinos y tablas. Cuenta que por aquel tiempo
emplearon all muchas chicas del Poblado y algunos jvenes en la
cocina, entre ellos l espordicamente, de cmo con la navaja de su
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padre sorprendi al encargado por su velocidad en pelar dos sacos de
patatas.
En 1966 se da el visto bueno a la construccin de la Base de
Lanzamiento del Arenosillo, nombre que daban los forestales a la
zona. En ella se contratara ms tarde a una familia del poblado como
guardeses y, posteriormente, a hijos y nietos del guarda, junto con
ms jvenes del poblado para trabajos no cualificados, en principio,
adquiriendo algunos posteriormente cualificaciones en ramas
mecnicas y electrnicas.
Al lanzamiento de un cohete el 19 de octubre, acudi casi todo el
poblado forestal, escondindose en un barranco aledao a la rampa
de despegue. Ese da la prensa estaba al completo para cubrir el
evento y el cohete sali rastrero haciendo incluso con su estrpito
que un caballo desmontase con el susto a un Guardia Civil. Pas
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mucho tiempo hasta que alguien quiso volver de nuevo a presenciar
un despegue.
Nos explica como construan los chozos. Llevaban un travesao
central en lo alto y a todo lo largo, despus clavaban estacas de pinos
o eucaliptos cada tres metros que sobresalan sobre un metro y
medio y entre ellos ponan caas que cubran con barro, creando una
especie de muro, desde el travesao hasta ste caa lo que sera el
techo cubierto de retamas para evitar el paso del agua. La estancia
se divida en dormitorios, cocina y comedor; el conjunto tendra unos
quince metros de longitud por, al menos, cinco de ancho.
Era muy normal que las mujeres encontrasen culebras dentro de
los habitculos y, o bien el miedo o los antiguos relatos de que beban
la leche de las que amamantaban, que en este caso solan ser todas,
hacan que no quisieran dormir dentro, as que los hombres
dedicaban todo su esmero a capturarlas aunque era muy difcil
localizarlas una vez en el interior.
Vivan cerca de un Cuartel de la Guardia Civil y los nmeros les
quitaban los pepinos que llevaban desde su huerto, diciendo que los
haban robado, lo mismo suceda con los pjaros y las coquinas. Al
final iban delante dos chavales y los dems detrs, por si aparecan,
salir corriendo al avisarlos los primeros.
Haba unas redes que se calaban en la mar durante la noche y se
recogan por la maana y en las que nunca pescaban corvinas en la
parte ms prxima a la playa, en todas las dems s, hasta que
apareci ahogado y enganchado a ella un Guardia Civil en calzoncillos
largos; era el que las haba estado saqueando.
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La ubicacin de destacamentos de la Guardia Civil en las
inmediaciones tuvo una desconocida pero destacada implicacin en el
futuro desarrollo de Mazagn, de hecho fue una de las razones
fundamentales de que se decidiese que era el lugar idneo para el
INTA y el Parador de Mazagn, tendra una magnfica cobertura en
medidas de seguridad debido al apoyo de las fuerzas benemritas.
Aunque hizo la comunin a los once, hasta pasados varios aos no
fue con su madre a hacerse la foto para entregar las estampitas a la
familia; comenta que las mangas le quedaban cortas y los pantalones
del traje le llegaban ya por la rodilla. El Corpus era una fiesta tambin
muy sealada.
Rememorando las travesuras que hacan de cros, una vez fueron
varios chiquillos con una cuerda a los acantilados, la ataron a un pino
y descendan con ella para coger nidos de abejarucos. Aquella cuerda
era de amarrar a un burro. Su padre clavaba una estaca y dejaba al
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animal varios das solo, cuando volva, de dar tantas vueltas, tena un
crculo en el que no quedaba ni una mata, le pareca que haba
aterrizado all un helicptero ya que el asno se entretena en morder
la cuerda, con lo cual al buscar los nidos, con lo deteriorado que
estaba el cabo, se podan haber matado. Los pill el padre de uno de
ellos y con un trozo de manguera de un metro les dio una tunda a
todos.
Recuerda que cogan carburo, le echaban agua, ponan una lata
encima con un agujero en la parte superior, le acercaban fuego y
explotaba subiendo por el aire casi veinte metros. Lo malo era cuando
sala de lado.
La falta de medios para desplazarse al mdico hizo que algn
hombre mordido por una vbora muriese en el camino y que algn
nio al que tambin pic, llegase con el pie como una bota en los
brazos de su madre, tuvo que andar un largo camino hasta llegar a
Mazagn, desde donde lo desplazaron en coche consiguiendo salvarle
la vida.
l, cuando era pequeo, estuvo un da completo perdido, se fue a
la huerta, se hinch de pepinos hasta tener una buena panza y
despus se qued dormido durante horas debajo de un pino.
Por la escasez de alimentos su abuela se pasaba horas batiendo un
nico huevo y consegua que diera de s para todos. A veces se les
sacaba a las gallinas del interior si era necesario. Su padre cortaba las
manzanas como los melones para sacar una tajada para cada uno.
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Cercano al poblado creca, y an lo hace, un rbol, un algarrobo,
del que sobre el mes de agosto recolectaban de sus vainas hasta
unos cien kilos. Su consumo produca estreimiento y el padre en
varias ocasiones les comentaba que gracias a l haba tirado en la
guerra mucha gente. No precisaba riego ni ningn cuidado especial.
Su fruta se coma o bien cruda o se fabricaba harina con ella.
Los hombres iban con los nios en las bicicletas para preparar
cisco y volvan con l metido en sacos an calientes. Nos comenta
que una vez vena l sentado encima del saco, cuando lleg al poblado
traa los pantalones quemados y una ampolla en el culo.
Era normal que hubiese muchos accidentes con las bicicletas, los
nios metan los pies entre los radios de las ruedas y algunos llegaron
a partrselos provocndoles lesiones serias y algunas de por vida.
Cuando los neumticos tenan rajas, su padre les meta cuero para
que no se saliese la cmara y no pinchase. Si estaban muy
resquebrajadas salan tomates por todos lados. Al igual que el da en
que se quem el culo con el cisco, venan una tarde con mucha carga
e hizo tal ruido la rueda al explotar que pronto lleg la Guardia Civil y
los tuvieron largo rato dando explicaciones, hasta que se aclar que
no haban dado un tiro con una escopeta.
Su padre, que era un manitas, arreglaba los zapatos, de manera
que si a las nias les quedaban pequeos, de un hachazo les quitaba
el tacn, tambin los lazos de adorno y un corte en la puntera, canfor
azul y para el nio que le segua en edad, o al revs, zapato de nio,
le pone uno de tantos lazos que su madre guardaba en una lata de
los americanos, un tacn y para la nia siguiente. Eso era reciclar y lo
de ahora son tonteras.
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En tiempos ms avanzados se sembraron las calles de moreras,
rboles que al tiempo de facilitar moras muy nutritivas, servan para
alimentar los gusanos de seda de los chavales. A da de hoy continan
all.
Compraron el primer televisor en el ao 74, para ubicarnos en este
aspecto, recuerdo que el hombre lleg a la luna (o al menos eso dicen)
en 1969, y estuvieron vindolo veinticuatro horas, hasta las rayas
solas del fin de emisin, el padre no fue a trabajar. La antena, cuando
haca viento, la tenan que sostener los chiquillos en lo alto de un pino,
haciendo turno.
Tenan un solo interruptor, grandsimo, que encenda y apagaba
todas las luces a la vez, si se levantaba alguien a media noche
iluminaba todas las habitaciones.
Segn lo que nos cuenta Jos Manuel exista un fuerte espritu
solidario. Una sola candela en el centro de la plaza que se mantena
encendida todo el invierno a fin de que quien necesitase candela
para calentar su casa pudiera cogerla en cualquier momento, de igual
manera con una parrilla, disponible para todos, se podan asar los
distintos alimentos. Recuerda especialmente que su padre utilizaba
una pala para calentar las almejas y coquinas para que se abriesen
con el carbn.
Este carbn lo obtenan mediante el carboneo, utilizando antiguas
tcnicas formando boliches, pilas de lea, cubiertas por arena de las
que lograban este combustible vegetal.
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Otro acto que reflejaba la cohesin del grupo social era las pescas
que se realizaban con una red comn, con unas medidas de unos
cincuenta metros de largo por uno y medio de altura. En los dos
extremos tena un palo al que estaba atada, en la parte inferior,
plomadas para que arrastrase y en la superior, boyas para que se
mantuviese a flote en vertical. Mientras uno de los extremos se
mantena en la orilla, con el otro se introducan los hombres hasta el
pecho en el agua, formando una especie de ele, tumbada ambas
puntas, avanzaban intentando que se introdujese en el arte el
mximo de capturas posibles. Rpidamente el extremo del agua se
llevaba hasta la orilla y ambas puntas tiraban en paralelo hacia la
playa, quedando atrapado el pescado en el copo final. Muchos eran
los peces que conseguan escapar saltando por encima de la hilera de
boyas. Las capturas se dividan en tantos nmeros de montones
como familias habitaban el poblado y si algn hombre estaba
enfermo y no poda acudir a la pesca tambin se le asignaba su parte.
Para evitar cualquier tipo de favoritismo un hombre colocado de
espaldas a las capturas deca para quin sera el montn que se
marcaba en ese momento.
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Este sentimiento solidario se produce en pocas de escasez
cuando los que componen los grupos sociales se necesitan unos a
otros, debido a la extrema pobreza y falta de alimentos y
enfermedad. Aquello s que eran verdaderas redes sociales y no las de
hoy en da.
Contaba como broma nuestro amigo que acudan dos veces al da
a misa para poder comer algo ms.
En ese periodo abundaban los burros en la zona (ms que
gorriones, comenta Jos Manuel) debido a que si un hombre ganaba,
por ejemplo, dos pesetas al da, por aportar el burro para las labores
de transporte le daban cinco, de manera que intentaba hacerse del
mximo de burros a los que darle de comer. Normalmente se
alimentaban con los hierbajos de la playa.
Las excursiones o desplazamientos se realizaban en estas bestias,
yendo a veces hasta El Roco con toda la chiquillera colocada sobre
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los serones, a la vuelta no eran pocas las veces en que venan algunas
cabras y gallinas encontradas por el camino.
Los nios fueron instruidos por el primer y nico maestro que
tuvo el poblado, Francisco Daz Torres y gracias a aquella educacin
consiguieron introducirse en mundos laborales muy distintos a los
que tuvieron que sobrellevar sus padres.
Aproximadamente habitaban el poblado 60 jornaleros y se
encontraban escolarizados el mismo nmero de nios en el ao 1960,
rezan datos de que en 1965 unas cien personas habitaban el poblado
y otras tantas vivan en chozas construidas en los barrancos y la
playa.
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No era raro que apareciesen por las maanas cientos de cajetillas
de tabaco o fardos de hachs. Jos Manuel encontr en una ocasin
una pelota de tenis flotando en el agua, la cogi desde su barca y
viendo que estaba atada a un sedal de pescar, tiro de l hasta sacar
un cabo ms grueso al que venan atados fardos de droga como
racimos de uvas. Dio parte del suceso a la Guardia Civil e incautaron
un gran alijo.
Fue testigo de los muertos en la playa de los Barritos, sepultados
en una especie de cueva cuando al darse baos de lodo se les vino el
techo encima.
Exista un fuerte sentido de la autoridad. Los jornaleros se
quitaban el sombrero y se inclinaban ante los jefes. En una ocasin se
pusieron de huelga, vinieron muchos Guardias Civiles a caballo y uno
de los huelguistas le dijo al sargento que su suegro era del cuerpo,
llevndose a pesar de ello una tremenda bofetada que lo tir al suelo.
Me ha sorprendido el conocer que los gallineros eran los pinos. Se
adaptaba una escalera de madera y al llegar la noche las gallinas
suban en busca de tranquilidad. Segn nos cuenta Jos Manuel, su
padre le relat que los violos, nombre que se les daba all a los zorros,
a veces se ponan debajo y conseguan hipnotizarlas hasta que caan
y solo quedaban plumas al da siguiente (ms bien seran infartos por
el miedo). Tambin algunas desaparecan durante un mes, en el que
anidaban por los acantilados y despus regresaban con una prole de
pollitos.
Su padre excav la madriguera de una hembra de violo y captur
un cachorro que intentaron domesticar, lo tenan atado con una
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cadena a un pino, el surco circular que realiz de tanto dar vueltas
tena una profundidad que casi impeda verlo. Siempre fue arisco.
Cuando los hombres desbrozaban el terreno para evitar los
incendios, iban hacindolo de manera que al final quedaba una sola
mancha de vegetacin aislada en la que se resguardaban todos los
conejos huyendo de las mquinas. Entonces los cazaban con facilidad,
hasta incluso a la carrera con un palo. De hecho lo he visto hacer en
alguna ocasin a Antonio y Paco Feria. Por supuesto con las
escopetas era ms fcil y menos agotador.
Preguntndole si ha tenido perros, pensando en la defensa de los
zorros, contesta que ms de trescientos, que todas las familias en el
poblado tenan, que cuando las perras paran, se les dejaba uno para
que soltaran la leche sin enfermar y que los dems se mataban con
un golpe en la cabeza y se enterraban en el huerto para abonar la
tierra.
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Muchas cosas estaban ya inventadas entonces. Cuando las
epidemias de piojos pillaban a los nios, las abuelas con lo que ahora
llaman peines de cien pas, entonces ya existentes, se los quitaban a
los cros con toda la paciencia del mundo, los cros se quedaban
medio dormidos con el masaje capilar. Hoy son de aluminio y los
venden en farmacias.
Recuerda de siempre a las abuelas del poblado con un velo negro
colocado sobre su cabeza. Todas sacaban la silla y se sentaban juntas
a coser, imagen que ha quedado plasmada en su retina.
Los higos chumbos en temporada constituan una buena
alimentacin dado que el estreimiento que produca daba sensacin
de saciedad en los nios y pedan menos comida.
La recoleccin de la pia constitua otro aporte econmico
importante para las familias. Al efecto se utilizaban caas largas con
un gancho dentado atado en la punta denominado gorguz que las
desprenda hacindolas caer.
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De chico le compraron unos zapatos de suela de tocino o
posiblemente los heredara. Su madre lo llev a Moguer y lo dej en la
plaza, al lado de una estatuilla de una virgen. Le dijo: No te muevas
de aqu. Cuando volvi a las dos horas intent moverlo y estaba
pegado al suelo, las suelas se le haban derretido e incluso alguna
mujer habl hasta de milagro. Con estas suelas se haca la liria para
cazar pjaros, se impregnaba en unas ramitas y estas se pegaban a
las plumas, hacindolos caer al suelo al intentar volar.
En una ocasin realizaron un viaje a Sanlcar de Barrameda en
Cdiz y una vez ms acoplados en los serones de los burros les dieron
de comer a mitad del camino unas sandas calientes que les
produjeron unas tremendas diarreas. De broma comenta que ni se
conoca el color del burro.
Menciona Jos Manuel el puesto de Mata Difuntos de la Guardia
Civil al que iban ms o menos los castigados y donde pasaban todo
tipo de necesidades los miembros del cuerpo all exiliados.
Personalmente pude hablar con muchos de los que estuvieron all
destinados y conocer la precariedad en la que vivan.
Cuando por fin consiguieron comprar una olla a presin y la pesa
empez a pitar, todos corran hacia afuera como locos, pensando que
estallara.
Su padre y l construan chozas en la zona de las Casas de Bonares
para que la gente veranease, consiguiendo tambin unos curiosos
ingresos gracias a este trabajo preestival.
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En la poca que lleg la televisin tuvieron que matar una cabra,
ya que era una adicta a los programas y se suba reiteradamente a la
mesa camilla para verlos, haciendo imposible el desarrollo de la vida
familiar.
Sobre los diecisiete aos, tanto Jos Manuel como algunos amigos
del poblado competan en carreras pedestres organizadas por los
ayuntamientos de la provincia. Los premios eran suculentos, desde
mil pesetas hasta las cinco mil que consiguieron en Rociana.
Y sobre el ao 1975, el gran trauma familiar, el nio mayor se tiene
que ir a la mili, la Guardia Civil lo avisa dos das antes y lo llevan a la
Comandancia de Marina. Esto, inicialmente iba a suponer dos
problemas para la familia, el primero el chico jams ha salido tan lejos
solo y el segundo era un brazo ms trabajando para ayudar
econmicamente, ahora sera al contrario. Segn la costumbre, lo
llevan casa por casa de la familia para despedirse y conseguir algo
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ms de dinero, igual que en la comunin ms o menos, su madre y las
tas horas hablando y a otra casa. Al final, la despedida, arranca el
autobs, todos llorando y su broma es que una de las hermanas fue
corriendo detrs por lo menos hasta Niebla.
Al contrario de lo que caba esperar, Jos Manuel se adapta
perfectamente. Inicialmente, destinado a Cartagena, despus pas
por la isla de Alborn, donde no haba un alma, se dedicaban a pescar
y a jugar al ftbol, cayendo la pelota al mar una vez tras otra, debido
a la pequea extensin de la isla. Despus al Cuervo, all ejerce de
cocinero y camarero. Pronto hace amistades en el pueblo y la duea
de una mercera le pregunta que siendo redero si sera capaz de tejer
tocas para las seoras y que ella las vendera. l le pregunta cmo se
hacen y prepara un tringulo invertido de madera al que clava cientos
de puntillas, pide lana y comienza haciendo el primero, le sobra
material, pero sigue pidiendo la misma cantidad, a las mujeres les
gustan. Comienza a ganar dinero pero no da a bastos, prepara ms
tringulos y pone a trabajar a otros soldados a los que da unos duros
por prenda, dinero que vuelve a l en los cubalibres que sirve por la
noche, consigue excedentes de lana y muchos beneficios. Manda
dinero y tocas para sus hermanas.
Comienza a comprar la ropa a los soldados que se van y venderla
ms cara en el pueblo, las pellizas y las botas lo que ms, comenta que
casi todos los del pueblo parecan militares ya que llevaban la ropa
que l les venda.
Encargado de alimentar con las sobras del cuartel a los perros de
un destacamento especial de entrenamiento de canes expertos en
buscar explosivos y droga. Cuando las perras paran se haca de algn
cachorro de magnifico pedigr y tambin lo venda. Imposible no
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recordar una biografa de Rockefeller, que le en mi juventud. Ese
Poblado Forestal de Mazagn cre en sus habitantes un espritu de
supervivencia, desarroll la imaginacin y una capacidad de trabajo
admirables. Yo, al menos, durante la ma (mili) no conoc a nadie que
tuviese tantas ganas de trabajar, nicamente intentar divertirse
durante el tiempo libre.
En los restos de este monolito cercano al poblado al parecer
rezaba:
5 DIVISIN HIDROLGICO FORESTAL
SE INICIARON LAS REPOBLACIONES EN EL AO MCMXLI
Jean-Jacques Rousseau, suizo, precursor de la Revolucin
Francesa, escritor, filsofo y msico, definido como un ilustrado, en
sus dos ms clebres frases, una contenida en El contrato social: El
hombre nace libre, pero en todos lados est encadenado, y la otra,
contenida en su Emilio, El hombre es bueno por naturaleza,
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pretende expresar su idea de que La educacin debe tener su lugar
dentro de la naturaleza para que el potencial del nio pueda
desarrollarse segn el ritmo de la naturaleza y no al tiempo de la
sociedad. Personalmente creo y con este relato me reafirmo an
ms, que cuando esto sucede as, los hombres y las mujeres fijan una
especial concepcin del mundo, de los valores, adquiriendo un
concepto de solidaridad muy diferente de los que obtienen sus
conocimientos imbuidos en la sociedad, al margen de lo natural,
siendo los primeros ms positivos a la postre para la comunidad,
especialmente de cara a su crecimiento tanto espiritual como
econmico. Esta apreciacin se deduce claramente de las
declaraciones de Jos Manuel.
En nuestros das se aboga por un desarrollo sostenible y
sustentable, lo cual precisa de una formacin que aporte al ser
humano la capacidad de reconocerse como parte de la naturaleza y
de establecer una relacin armnica con ella. Sera necesario crear
una conciencia cvica que permitiese establecer lazos con el resto de
la sociedad, la naturaleza y el conocimiento. Premisas que aparecen
presentes durante el relato de toda esta crnica. A mi entender, se
pretende ahora ir hacia all de donde venimos o mejor dicho, vinieron
ellos.
Desde el ao 2002, los pocos de aquellos vecinos que tienen la
vivienda en propiedad han mantenido varios juicios para evitar la
expropiacin, dndole la Audiencia de Huelva la razn a la Junta de
Andaluca, especficamente a su Consejera de Medio Ambiente, que
quiere reconvertir el espacio en hoteles rurales integrados en la
naturaleza. Sera estpido intentar integrar lo que es y ha sido la
propia naturaleza. Por ltimo, los habitantes han presentado un
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recurso de casacin ante el Tribunal Supremo, que est a la espera de
su tramitacin. Al parecer, ahora aguardan a que los dos ltimos
vecinos se vayan por la avanzada edad o lo que es peor fallezcan. Si
esto hubiese sido El Monte de los Olivos, lo hubiesen hecho Tierra
Santa. Pero esta Espaa que ellos contribuyeron a levantar siempre
adolecer de lo mismo, de familias abnegadas que no se quejan,
rebosando pundonor y de instituciones que no ven ms all de sus
narices.
Jos Manuel Gmez Domnguez y Federico Soubrier
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Afortunadamente la memoria de Jos Manuel Gmez Domnguez,
el amor a sus races y el no importarle lo duras que en su momento
fueron, han hecho que este fragmento de la historia de Mazagn,
Huelva y Espaa no haya quedado en el olvido.
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http://www.sidar.org/recur/desdi/traduc/es/visitable/indagacion/Etno.h
tm
http://www.liceus.com/cgi-bin/aco/ant/mead.asp
h t t p : / / w w w. a b c d e s ev i l l a . e s / h e m e r ote c a / h i s to r i c o - 0 5 - 10 -
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53Crnicas del Poblado Forestal de Mazagn - Federico Soubrier Garca
Bibliografa
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http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/19
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http://www.comunidadandina.org/BDA/docs/VE-EDU-0001.pdf
http://www.dialogos-en-educacion.org/areas-de-trabajo/educacion-y-
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http://www.bing.com/images/search?q=OJO+EMBARCACION+FENICIA&FOR
M=HDRSC2#
http://www.bing.com/images/search?q=antiguas+parador+mazagon&FOR
M=HDRSC2#view=detail&id=1DAB43EC25605238825AEDB0C872D4323E45
A242&selectedIndex=3
v Ropero-Regidor, D. Evolucin de Mazagn (I), Revista Marzagn
2010, Director del Archivo Histrico Municipal y Biblioteca
Iberoamericana de Moguer.
v Ropero-Regidor, D. Evolucin de Mazagn (II), Revista Marzagn
2010, Director del Archivo Histrico Municipal y Biblioteca
Iberoamericana de Moguer.
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v Gmez Gmez, A. Ordenanza municipales de Palos de la Frontera
(1484 1521), Departamento de Historia Medieval Universidad
de Sevilla.
Fotografas: Cedidas por Jos Manuel Gmez Domnguez,
continan expuestas en el Restaurante El Refugio de Mazagn.
Otras, tal y como se resea a pie de fotografa, por Francisco Feria
Fernndez, Ernesto Prez Domnguez Capitn Salitre, Antonio
Lpez Morell y por algunos colaboradores annimos. Algunas se han
recabado de Internet, quedando reseadas las direcciones de
procedencia en esta bibliografa.
Federico Soubrier Garca - Mazagn, 10 de mayo de 2013.
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Otros libros del autor:
Rumbo Alzheimer.La gran aventura.
A hostias con el maltrato.Cara y cruz de la moneda.
Muerte en Rompeculos.
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