Capítulo 4
Aprendizaje esperado: comprende los procesos que implican el aprendizaje motor, sus fases y
algunos elementos influyentes para optimizar el proceso de aprendizaje
Aprendizaje Motor
Aprendizaje Motor, como campo del saber, da cuenta de cómo somos capaces de
aprender, incrementar, perfeccionar y automatizar habilidades motrices, que nos
permitan manejarnos con eficiencia en cualquier situación motriz, tanto de la vida
cotidiana como del ámbito de la actividad física.
Por lo tanto, quien tiene que desempeñarse en un rol que implique dirigir procesos de
iniciación deportiva, como aquel que debe propiciar experiencias de aprendizaje para
lograr perfeccionar estas habilidades, debe conocer y manejar estos conocimientos
que avalen intervenciones que apunten al desarrollo, incremento y
perfeccionamiento de las habilidades en el campo de la motricidad humana.
CONCEPTUALIZACIÓN DE APRENDIZAJE MOTOR
Se presentan algunas definiciones que se encuentran en la literatura especializada.
Para Singer (1986) es el proceso de adquisición de nuevas formas de moverse.
Autores como Grosser y Nueimaier (1986), lo definen como el proceso de obtención,
mejora y automatización de habilidades motrices como resultado de la repetición de
una secuencia de movimientos de manera consciente, consiguiéndose una mejora en
la coordinación entre el sistema nervioso central y el sistema muscular.
Cambio relativamente permanente de la conducta motriz como consecuencia de la
práctica es como lo define Lawther (1986).
Proceso que no sólo implica un aprendizaje ejecutivo de respuestas motrices sino
también un aprendizaje discriminativo y toma de decisión (Ruiz, 1994).
Riera (1997) plantea que el aprendizaje es un proceso de logro en el que la esencia
son los cambios en los resultados, por lo que el aprendizaje es una competencia o
habilidad o la disposición para lograr un objetivo predeterminado. En el caso del
deportista, es el grado de adecuación del deportista al entorno deportivo.
Por lo tanto, según esta postura, es importante analizar la funcionalidad del deportista
y las específicas situaciones deportivas a las que éste ha de adaptarse. Por lo que el
aprendizaje deportivo en este caso debe “abordar la habilidad, la competencia y la
aptitud del deportista en la estrategia, táctica y técnica deportivas” (Riera, 1997:78).
Lo que se aprenden son nuevas maneras de utilizar la funcionalidad para adecuarse a
las particularidades técnicas o tácticas del entorno deportivo.
Se puede señalar que el concepto de aprendizaje motor ha variado y su evolución pasa
de una orientación basada en el producto a una basada en el proceso, donde el
aprendizaje de habilidades motrices resalta la importancia de los procesos cognitivos.
Se ha explicado el proceso de aprendizaje a partir del manejo de la información que el
ejecutante requiere para planificar sus acciones y autorregular sus movimientos, por
lo que se plantea la existencia de un sistema SUJETO – MEDIO donde la información,
su captación, procesamiento y emisión de respuestas es lo importante. Esto rescata el
importante rol del sistema nervioso en la codificación, decodificación, análisis,
organización y planificación de las conductas.
Esto plantea la consideración de la incertidumbre, como un factor clave en el proceso
de aprendizaje. Ésta viene dada por la falta de experiencia o conocimiento que el
sujeto presenta cuando se involucra en una situación motriz.
Famose (1987), considera tres tipos de incertidumbre:
a. La que proviene del medio donde se desarrolla la acción.
b. La que está relacionada con la organización de los impulsos nerviosos
requeridos para la realización de la tarea.
c. La que corresponde al feedback o retroalimentación que el ejecutante recibe
al realizar la tarea motora.
Por lo tanto, la incertidumbre será mayor cuanto menos sepa el ejecutante respecto a
la tarea y a su poca experiencia al respecto.
Esto aclara que para tener una buena realización de una tarea motora o para
aprenderla, el ejecutante debe ser capaz de:
Atender los aspectos relevantes del medio.
Seleccionar o planear una respuesta motriz compatible con ese medio.
Ejecutar el movimiento programado correctamente.
Utilizar la información que proviene de la respuesta para evaluarla y modificarla si es necesario.
Esto se puede graficar:
El INPUT corresponde a la información que plantea la situación en la que debe
realizarse la tarea, vale decir, lo que afecta al ejecutante en lo que debe llevar a cabo.
La TOMA DE DECISIÓN tiene que ver con la elección que lleva a cabo el
ejecutante respecto a la consideración de todas las opciones de realización que tiene.
El OUTPUT equivale al resultado que logra con lo que ejecuta.
El FEEDBACK es la información que recibe el ejecutante y que se genera en la
propia ejecución. Ahora, si la información es demasiada o es redundante puede
provocar bloqueo en el ejecutante e inhibir o entorpecer su adquisición.
El cuadro siguiente, presenta las Fases de la Adquisición de una Habilidad
Motriz (Laucken y Schick. 1977), que considera las siguientes etapas:
ETAPA DE EXPLORACIÓN CONFIRMACIÓN EL PROBLEMA BÚSQUEDA Y CAPTACIÓN DE LA
INFORMACIÓN
ETAPA DE PLANIFICACIÓN Y PROGRAMACIÓN
FORMULACIÓN DE LAS HIPÓTESIS
ELABORACIÓN DEL PLAN DE ACCIÓN
ETAPA DE APRECIACIÓN Y ELECCIÓN APRECIACIÓN DE LAS POSIBILIDADES DE RESPUESTA
TOMA DE DECISIONES
ETAPA DE EJECUCIÓN REALIZACIÓN DEL MOVIMIENTO PROGRAMADO
ETAPA DE VERIFICACIÓN Y REVISIÓN EVALUACIÓN DE LA ACCIÓN REFORMULACIÓN DEL PROBLEMA
En este modelo, que explica cómo se adquiere una habilidad motriz, es posible
entender que inicialmente el niño, niña o joven debe tener posibilidades de explorar,
darse cuenta cómo puede resolver la situación motriz en que se encuentra, ver la
INPUT ----- TOMA DE DECISIÓN------ OUTPUT----- FEEDBACK
forma como resulta lo que hace, una vez que ha decidido qué es lo más adecuado y
luego pueda evaluar su realización de acuerdo a si resolvió exitosamente o no el
problema.
Queda en evidencia la importancia de los procesos cognitivos en estos aprendizajes,
por lo que quien enseña, debe no sólo programar tareas en donde la técnica de
ejecución sea el único aspecto a trabajar, sino que también estos procesos de percibir,
tomar decisiones para llevar a cabo las ejecuciones, son importantes.
En síntesis, el desarrollo de habilidades motrices debe tener en cuenta estos procesos
cognitivos y de ejecución en donde la exploración, la solución de problemas y el
descubrimiento son tan importantes como la automatización que proporciona la
práctica sistemática de las ejecuciones, de acuerdo al tipo de habilidad motriz que se
pretende desarrollar.
Ello hará más eficiente las ejecuciones y permitirán trabajar un bagaje interesante de
habilidades que permitan posteriormente su especialización y evidenciará un nivel
alto de competencia motriz.
FASES DEL APRENDIZAJE MOTOR
Tanto en entrenamientos, como en sesiones de clases, donde se realiza un trabajo
sistemático y planificado, es posible observar que los niños, niñas y jóvenes van
consiguiendo con el paso del tiempo y de la práctica, distintos niveles de habilidad en
sus realizaciones, por lo tanto, es posible preguntarse cómo se da esta mejora en su
capacidad o competencia motriz. Al respecto, se plantea lo que algunos autores
señalan respecto a cómo se da el proceso de aprendizaje en lo motriz.
Famose y Durand (1988), para estos dos autores, este proceso se da en una secuencia
de adquisición que es global:
Percepción de lo que el ejecutante debe realizar y
Captar los elementos importantes de la tarea en la que está involucrado.
Según Rigal (1990), las etapas del aprendizaje motor son:
Etapa cognitiva
Tarea motriz nueva
Comprender la tarea Detección y tratamiento de la información Disminución de la incertidumbre
Etapa Preparatoria
Planificación de la Respuesta
¿Qué hacer?
Elección del tipo de respuesta
Etapa Activa
Ejecución de la respuesta
Realización
Etapa
Evaluativa
Resultado
Exactitud o error de la respuesta
Evaluación
Etapa Mnésica
Reproducción del movimiento
Refuerza nuevos circuitos Interioriza respuesta motriz Crea nuevos engramas Liberación de la conciencia en la ejecución
Otros autores como Laucken y Schick (1977), plantean como fases, las etapas de:
Exploración Se confirma el problema y se busca
captar información.
Planificación y Programación Se formulan hipótesis y se elabora un plan
de acción.
Apreciación y Elección Se aprecian las posibilidades de respuesta
y de toma de decisiones.
Ejecución Se realiza el movimiento programado.
Verificación y Revisión Se evalúa la acción realizada y se reformula
el problema.
Fitts y Posner (1969): plantean tres etapas: cognitiva, asociativa y automática
Ruiz (1994), plantea tres fases para analizar cómo aprendemos habilidades
motrices, lo que implica ciertas características para cada una de ellas:
Fase inicial, llamada también cognitiva, porque es el momento en que el
aprendiz capta la idea del movimiento, su coordinación global, por lo tanto, se
reconoce que enfrenta un problema motor que exige el despliegue de recursos
perceptivo motrices (Ruiz, 1994). Lo que se puede observar en un sujeto que está en
esta fase es que:
Es el momento de la comprensión, de entender lo que se debe hacer.
Los errores en esta etapa son numerosos.
Es la fase en que se organiza y reorganiza el patrón motor para solucionar el
problema motor, de acuerdo a las ejecuciones vivenciadas.
El ejecutante forma la estructura básica del movimiento.
Selecciona e identifica condiciones del medio, para mejorar coordinación
(inicio del desarrollo de la atención selectiva).
Elabora la imagen de la acción.
Los niños y niñas crean su mapa cognitivo o plan de acción. Mejora en el “cómo hacer”, porque va especificando parámetros de fuerza, amplitud de gestos,
intensidad de la acción, masas musculares involucradas en la acción motriz.
En esta fase, las limitaciones son de índole morfológicas, biomecánicas y
también de tipo ambiental, porque tiene problemas para identificar las condiciones del
medio que influyen en la coordinación de sus movimientos.
Fase Intermedia: En esta fase, si bien el ejecutante ya tiene un cierto nivel de
experiencia en las tareas, no ha llegado al dominio de las mismas, por lo tanto, en sus
ejecuciones es posible apreciar que:
Es denominada como la fase asociativa, porque el ejecutante va ajustando la tarea de los valores requeridos a los deseados.
Es el momento en que se va fortaleciendo el trazo perceptivo.
Se presenta menos variabilidad en su realización y en los errores.
La ejecución de la habilidad es ya consistente.
Supera los errores más perniciosos.
El movimiento se hace más adaptable a situaciones diversas.
Refina y consolida la imagen de la habilidad por la práctica (repeticiones).
Automatiza progresivamente los gestos.
Muestra un progresivo control kinestésico.
Se mueve en forma disociada y sincronizada.
Desaparecen las sincinecias.
La duración de esta fase está condicionada por factores biológicos, psicológicos
y ambientales, siendo su duración variable.
Fase Final: esta es la fase en la que el ejecutante logra el dominio de la forma
de movimiento involucrado en la tarea, por lo que su ejecución muestra:
Dominio y automatización en la ejecución.
No requiere de una atención consciente en la realización de la tarea, hay una liberación cortical.
Ejecuta en forma integrada fluida y coordinada.
Se evidencia economía operacional, vale decir, hay una ejecución eficaz con
un mínimo de gasto energético y cognitivo.
El dominio de la habilidad es casi total.
Los errores que presenta son específicos y concretos.
Es la etapa donde logra la fijación de los movimientos y la diversificación
requerida en la ejecución.
Manifiesta diferenciación e independencia de los diferentes segmentos en la realización de la tarea.
Evidencia control y coordinación en la ejecución.
Se destacan los procesos de anticipación en las ejecuciones que realiza y su
empleo estratégico lo que le permite ejecutar la respuesta en el momento
oportuno, por lo que muestra ejecuciones estables y consistentes.
Esta etapa también es variable y puede durar años en algunos deportes.
Nos parece interesante el aporte de este autor, ya que presenta características
de estas fases que son posibles de observar en forma clara en los ejecutantes y, por lo
tanto, brinda un apoyo para saber cómo apoyar sus aprendizajes.
Es posible darse cuenta que los niños, niñas y jóvenes pasan por estas etapas
cuando adquieren, consolidan y dominan las habilidades y desarrollan competencia
motriz. El desafío para el técnico es cómo hacer más eficaz, eficiente y colaborar para
que estos procesos se den en forma más rápida.
Es necesario tener en consideración que el técnico tiene que ser capaz de
diagnosticar en qué nivel de aprendizaje se encuentran los niños, niñas y jóvenes que
tiene a su cargo y a partir de este conocimiento elaborar sus intervenciones, que
programe qué hará para apoyar y que puedan superar las dificultades que vayan
teniendo en el proceso de aprendizaje. Por lo tanto, ser capaz de observar las
realizaciones de los niños, niñas y jóvenes cuando realizan las diversas tareas motoras
que implica la práctica de un deporte es una capacidad que debe desarrollar el técnico
si quiere tener información sobre las dificultades en la ejecución, que afectan el
aprendizaje de sus dirigidos.
En el cuadro siguiente es posible apreciar los elementos que debe considerar
el técnico (Bertsch, 1987):
Esto requiere que el técnico explique y presente la información que le permita
a los ejecutantes comprender los objetivos de la tarea y saber cuál es el problema que
debe solucionar, darle opciones de explorar respuesta y observar su desempeño, para
dar los apoyos requeridos.
En estos procesos, lo que se plantea es que quien enseña debe:
Establecer las condiciones adecuadas para aprender.
Establecer y mantener un estado de motivación que facilite estos aprendizajes.
Enseñar supone para quien asume esta tarea una toma de decisiones constante
respecto a qué presentar, cómo presentarlo, qué hacer y cómo y qué decir respecto a
lo que realiza el ejecutante en proceso de aprender.
Es importante en las etapas iniciales del aprendizaje reforzar lo que el aprendiz
hace bien, no sólo centrarse en los errores, ya que tiene un gran desgaste energético
y cognitivo en esta fase. Tampoco es conveniente entregar gran cantidad de
información que puede provocar bloqueos en el aprendiz. Es importante conceder el
tiempo necesario y que requiere el ejecutante para ir comprendiendo la tarea e ir
ajustando sus ejecuciones a lo requerido.
Al inicio, el ejecutante puede presentar problemas de atención, de comprensión
de lo que le demanda la tarea y para retener la información que le afecta en la
respuesta, como así mismo puede tener dificultades para evaluar su ejecución, de
acuerdo a lo exigido. Por ello es importante el contexto motivacional que se plantea
para la realización de estos aprendizajes, que se utilice material que facilite las
referencias espaciales y que otorgue una clara retroalimentación al ejecutante.
Cuando avanza en su aprendizaje, la práctica y la experiencia permite que el
ejecutante utilice su atención selectiva, por lo que se podrá concentrar en los
elementos clave de la habilidad que está tratando de lograr.
En la fase final, el objetivo del técnico será el que el ejecutante logre
perfeccionar al máximo la imagen del movimiento y su consecuente realización, y que
lo aplique en situación, competencia, juego, evaluación.
Transferencia en el aprendizaje de habilidades motrices La transferencia en el aprendizaje es definido por Díaz (1999) como “el fenómeno mediante el cual un aprendizaje realizado de forma significativa tiene un especial incidencia positiva en el aprendizaje posteriores del mismo ámbito facilitando el proceso de adquisición de éstos”. La transferencia puede ser positiva o negativa, esto dependerá del tipo de experiencia previa, por ejemplo, en el caso de haber realizado una ejecución que haya causado dolor o miedo, repercutirá de forma negativa sobre el desempeño en otras tareas. Existen dos tipos de transferencias, lateral y vertical, la primera ocurre cuando el individuo es capaz de ejecutar una tarea o habilidad similar y de igual nivel de dificultad. Por otra parte, la vertical hace referencia a cuando los aprendizajes realizados en el pasado poseen una aplicación útil a nuevos aprendizajes, pero de mayor dificultad o complejidad.
Complejo es algo que está compuesto por varias partes.
Difícil es algo que requiere de mucho esfuerzo para aprender o realizar. Además, también es difícil todo lo que desconocemos (dile a un niño/a de 4 años que multiplique dos por dos, por ejemplo)
MOTIVACIÓN Y ADQUISICIÓN DE HABILIDADES MOTRICES
En el éxito del proceso de aprendizaje de habilidades motrices está claramente presente
el tema de la motivación. Es el mecanismo interno o externo que dirige o activa la
conducta o estado de atención para que el alumno logre el aprendizaje.
La motivación estimula, dirige, activa y canaliza las acciones del sujeto, pero no
todas las motivaciones poseen el mismo efecto en el aprendizaje.
La motivación es un proceso general por el cual se inicia y dirige una conducta
hacia el logro de una meta. Este proceso involucra variables tanto cognitivas como
afectivas: cognitivas en cuanto a las habilidades de pensamiento y conductas
instrumentales para alcanzar las metas propuestas; afectivas, en tanto que comprende
elementos como la autovaloración y auto concepto. Ambas variables actúan en
interacción a fin de complementarse y hacer eficiente la motivación, proceso que va de
la mano de otro, esencial dentro del ámbito escolar: el aprendizaje (Vallerand y Reid,
1984).
La motivación está relacionada con:
La activación, que es el grado de excitación o de intensidad con que se lleva a cabo una tarea, por lo tanto, da cuenta del modo como los motivos afectan al sujeto.
Un motivo es la razón que dirige la conducta.
El refuerzo es todo lo que puede fortalecer la probabilidad de que exista la conducta que lo precedió.
Para el técnico es interesante conocer qué mueve y cómo afectan las
situaciones que ocurren en el entrenamiento o en el entorno al deportista.
La motivación extrínseca hace referencia a la participación en una actividad
con un fin instrumental, se da una regulación externa que busca una recompensa o bien
evitar una sanción.
Cuando los sujetos están implicados al ego juzgan su habilidad en función de
los otros, y cuando adoptan juicios de habilidad basados en el dominio de la tarea que
están desempeñando, ejercen gran esfuerzo en mejorar su ejecución, el sujeto se
encuentra implicado a la tarea.
Las conductas intrínsecamente motivadas son aquellas que presenta una
persona cuando hace algo para sentirse competente. En este caso, controla su conducta,
persiste en la tarea, aún en condiciones no tan favorables, pero se sobrepone a esto, ya
que encuentra placer en la realización de la tarea y no en los resultados necesariamente
(Ruiz, 2001).
Por ello que resulta importante conocer este tema y tratar de distinguir qué
tipo de motivación evidencian los niños, niñas y jóvenes con quienes interactuamos en
estos procesos de aprendizaje deportivo.
Relacionado con este aspecto de la motivación, está el de la retroalimentación
de los aprendizajes de las habilidades motrices.
EL FEEDBACK O RETROALIMENTACIÓN EN EL APRENDIZAJE DE HABILIDADES
MOTRICES
El feedback es la información que se proporciona a un ejecutante a partir de la
ejecución que este realiza y tiene como propósito ayudarle a mejorar lo que hace.
Para el aprendizaje de habilidades motrices resulta esencial el proceso que
vivencia el aprendiz, por lo que la práctica y la información que recibe el ejecutante
tanto de su propia ejecución, como del entorno, pasan a ser factores claves para
conformar patrones de movimiento o esquemas motores que le permitan alcanzar
niveles de automatización (Oña, 1999).
La información que emana de la propia acción (feedback) es útil en el control
del movimiento. Permite comparar con los objetivos que originan la tarea y
reprogramar ejecuciones posteriores, por lo que su efecto en el aprendizaje es
notorio, especialmente en ejecutantes motivados.
Pero, por otra parte, si quiere progresar, la información que obtiene de su
propia ejecución, feedback interno o intrínseco será insuficiente y requerirá
información del profesor para aprender cómo hacerlo mejor; vale decir hay además
un feedback extrínseco, cuya fuente es externa o como señala Schmidt (1992) un
feedback aumentado. Aquí se consideran formas verbales de comunicación,
demostraciones de modelos visuales como ejecuciones de compañeros, del profesor,
videos, texto, lámina o bien una referencia que le permite al ejecutante imaginarse el
propio gesto (Ruiz, 1993).
Ruiz LM y Sánchez F, (1997) también coinciden en señalar que las
informaciones que el aprendiz o deportista debe procesar y que provienen de su
interior, feedback intrínseco, no siempre conllevan a interpretaciones eficientes, por
lo que el feedback aumentado, extrínseco, proporcionado por el profesor o
entrenador se justifica para facilitar el aprendizaje. La información en este caso puede
estar relacionada con la propia realización, por lo que se denomina conocimiento de
la ejecución; o con el resultado obtenido, denominado por ello, conocimiento de los
resultados.
De acuerdo a planteamientos de Famose (1992) cuando la cantidad, la calidad,
la pertinencia y la precisión del feedback disminuyen, la complejidad de la tarea
motora aumenta, ya que se relaciona con la incertidumbre desde la cual debe actuar
el aprendiz.
El feedback suplementario, para que sea un factor de motivación y de refuerzo
debe ser expresado de forma constructiva, dado en situación oportuna, de modo que
sea aceptado afectivamente por el ejecutante aprendiz (Ruiz y Sánchez, 1997).
De acuerdo a Oña (1999), la información que se considera en los aprendizajes
motores es de dos tipos: la que se genera antes de la acción y la que se produce
como resultado de la propia acción.
Esta información inicial (feedforward), que puede derivar de fuentes externas
o internas es importante, porque va a establecer los objetivos de la propia acción y
permite al aprendiz orientarse a la tarea en forma adecuada.
En etapas avanzadas de aprendizaje, le permitirá referencias para el grado de
logro de sus objetivos, es por lo tanto una fuente de información para el ajuste al
patrón deseado, y cuando se ha logrado la automatización, y se presentan
modificaciones, ajustar los sistemas a las nuevas condiciones.
En síntesis, la información que recibe como feedback el ejecutante debe
ajustarse a las etapas o fases del aprendizaje en la cual se encuentra y debe hacer
consideración del tipo de motivación que presenta el aprendiz, para que se conjugue
en el esfuerzo que despliega para aprender, y detectar sus errores y corregirlos.
Presenta, además, una función motivadora (Riera, 1994) o de refuerzo, lo que es un
factor decisivo en la actividad pedagógica, constituyendo una variable importante en
ésta.
Respecto de la motivación como proceso que interactúa en las ejecuciones
motoras se señala que aumenta en forma lineal conforme se avanza en el nivel de
rendimiento deportivo (López, J. 2002).
4.6.- MODELOS APLICADOS A LA ENSEÑANZA DE LAS HABILIDADES
MOTRICES
El modelo de Gentile (1972), que es un modelo aplicado a la enseñanza,
comprende dos procesos:
Captar idea del movimiento y del objetivo a conseguir.
Fijar y diversificar la respuesta motriz.
(Gentile, 1972)
Por lo tanto, considera el feedback informativo sobre la propia respuesta y
todas las decisiones sobre qué hacer después, por lo que la práctica es lo que le
permitirá fijar y retener lo aprendido, además de una aplicación en situaciones
diversas.
De acuerdo a este modelo, el profesor o entrenador debe:
comunicarse con el ejecutante
darle información suplementaria
guiarle en su práctica
establecer las condiciones del ambiente para que aprenda
La autora señala que lo que puede ser beneficioso para el aprendizaje de una
habilidad deportiva, puede no serlo para otras, lo que demanda hacer un análisis de
las habilidades que se quieren enseñar.
El modelo de Marteniuk (1976), sobre la forma de resolver de manera exitosa una
tarea motora, considera tres mecanismos que intervienen en la resolución exitosa de
las tareas motoras y dos tipos de feedback, el que proviene de la ejecución y el que
deriva del resultado de la ejecución. La información que proviene de la propia
ejecución y la que proporciona el conocimiento de los resultados, más la que aporta
el profesor quien debe informar y retroalimentar adecuadamente, permite que se
mejore la atención selectiva, que el ejecutante desarrolle las habilidades y por lo tanto,
se posibilita la modificación del plan de acción.
Este modelo plantea que los estímulos que nos afectan para las ejecuciones
motrices son captados por el mecanismo perceptivo, por lo que los sentidos,
especialmente la vista es esencial en las ejecuciones motrices, pero no el único sentido
que es estimulado, también informan el oído y el tacto. Por ello es que cuando se
pretende enseñar una forma particular de ejecución, se recurre a la demostración,
pero también se acompaña de una explicación.
Mecanismo perceptivo: implica que el ejecutante desarrolle su atención
selectiva, vale decir que centre su atención en los elementos que le resultan claves para
la ejecución de la tarea motora. El profesor apoya esto cuando da indicaciones
concretas respecto a lo que tiene que tener presente el ejecutante cuando realice la
tarea: “fíjense como deben tomar el balón, las manos se colocan así…”
A medida que el ejecutante va dominando la tarea, va superando los controles
voluntarios sobre la misma y comienza a evidenciar automatización de gesto, lo que
le permite captar de mejor forma los estímulos que pueden afectar su ejecución. Esto
evidencia que está desarrollando la capacidad de anticipación, lo que le va a permitir
un mejor desempeño, dado que puede evaluar más rápidamente las condiciones en las
que se presenta la situación y puede anticipar acciones. Ruiz (1994: 66), define la
anticipación como la acción propia originada en una interpretación perceptiva correcta
de los estímulos ocasionados en el entorno antes de que el resultado de estos se
materialice.
Mecanismo de decisión: este mecanismo, según el modelo, es el encargado de
que las tareas en las que hay que considerar una gran gama de respuestas y seleccionar
la que resuelva la misma de forma exitosa. Por lo tanto, esto implica que:
afecta el número se decisiones diferentes que es necesario tomar para la ejecución eficiente de la tarea,
el número de respuestas alternativas con que se encuentra el ejecutante,
para la realización de la tarea, por ejemplo, en el pillarse, donde debe orientar y reorientar la dirección de sus desplazamientos.
El tiempo requerido para la toma de decisiones, donde se distingue el
tiempo de percepción, que es el tiempo que necesita el individuo para percibir
e integrar los estímulos en un patrón significativo, del tiempo de ejecución, que
depende de la capacidad de velocidad de ejecución por parte del sujeto, que es
el tiempo que transcurre desde que da la orden para el inicio de la respuesta
hasta la terminación de la misma. Ejemplo, en deportes de combate.
Nivel de incertidumbre con el que se toma la decisión, tiene relación con
las tareas en las que las condiciones del entorno afectan la realización de la
tarea. Ejemplo, abrir ruta, o en las que se tiene que enfrentar una oposición
inteligente. En este aspecto surgen dos conceptos: el de “lógica motriz” y el de
“táctica individual” en que características técnicas y tácticas afectan por la
incertidumbre que ocasionan. De esto surge la opción de elaborar tablas de
contingencia, donde se consideren variables, posibilidades y su valoración
para diseñar estrategias de decisión.
Nivel de riesgo que implica la decisión, sensación de riesgo que siente el
sujeto, por la capacidad de ejecución que tiene. Esto lo puede manejar el
técnico con el diseño de progresiones para el aprendizaje.
Orden secuencial de las decisiones, en los que afecta el propósito de la tarea
y la normativa en la que se encuadra. Esto establece que pueden distinguirse
tareas de baja organización, como el fútbol, donde no hay una secuencia fija en
la ejecución de elementos, sino que deben acomodarse en cada circunstancia a
los dos factores señalados. Tareas de alta organización, cuya secuencia es fija,
como el salto largo en atletismo.
Número de elementos que es necesario recordar para tomar decisiones,
que cuando son variables, implican un nivel mayor de dificultad, sobre todo en
niveles iniciales del aprendizaje, por ejemplo, jugar básquetbol.
Respecto de este mecanismo es posible señalar que las tareas que consideran
un modelo técnico de ejecución que debe ser reproducido, tienen una baja
complejidad en la toma de decisiones, como es el caso del gimnasta que ejecuta una
serie, pero en tareas que implican situaciones de problema motriz, donde no existe un
modelo de ejecución fijo, que implica la adaptación a la situación la toma de decisiones
hace que sea una tarea altamente compleja.
Esto afecta la enseñanza, donde las situaciones de práctica en las que la lógica
del movimiento, la lógica motriz, se aborde de manera progresiva, para prepararlo a
enfrentar situaciones problema con éxito, pero sin descuidar la enseñanza de los
elementos básicos, que progresivamente deben irse integrando en la globalidad de la
tarea, como es la enseñanza de los deportes de colaboración y oposición.
Mecanismo de ejecución, es el encargado de la realización del movimiento,
por lo que de él depende que el resultado del proceso esté de acuerdo con el propósito
de la tarea. Los circuitos de feedback permiten que la información recibida respecto
del movimiento produzca las modificaciones o correcciones oportunas, como también
las del resultado del mismo.
Las exigencias que se plantean respecto de este mecanismo, tienen dos
vertientes: los aspectos cualitativos de ejecución, que se refiere a la coordinación
neuromuscular requerida y los cuantitativos, que se relacionan con el nivel de
condición física requerido.
Mientras mayor sea el grado de coordinación de una tarea, más compleja
resulta en su aprendizaje y ejecución. Por lo que afecta:
El número de grupos musculares implicados,
La estructura del movimiento,
Velocidad de ejecución requerida,
Precisión requerida en la ejecución.
Desde lo cuantitativo Ruiz (1994), señala que hay dos tipos de características
físicas que se pueden destacar:
Características que vienen dadas por la herencia y que inciden en la práctica
Características modificables por la práctica, que suponen adaptación al esfuerzo que requiere la tarea.
Kerr (1982) plantea un modelo psicomotor para la enseñanza, en el que a
partir de la presentación de problemas que el ejecutante, en este caso un deportista
debe resolver y en donde como resultado de la acción, se establecen una serie de
circuitos reguladores, que conforman un mecanismo detector de errores, que procesa
la información que surge del conocimiento de los resultados y del conocimiento de las
ejecuciones.
Por lo tanto, plantear tareas que impliquen problemas en las situaciones
motrices que vivencia el ejecutante, donde tenga que hacer uso de sus capacidades
cognitivas que le permitan explorar, plantearse posibles soluciones, probarlas e ir
resolviendo en la práctica, para que pueda mantener la motivación, el desafío y evita
la rutina en el proceso de aprender.
Implica también que el entrenador modifique las condiciones de las tareas,
para que el niño, niña, joven que está aprendiendo el deporte, pueda practicar, pero no
caer en repeticiones tediosas que no estimulen los procesos perceptivos y cognitivas
del ejecutante.
En síntesis, es importante que el técnico tenga nociones claras del proceso de
aprendizaje motor que se da en quien trata de aprender un deporte, que pueda
comprender lo que ocurre en este proceso, cómo se regulan las acciones motrices para
lograr la coordinación que los aprendizajes requieren y tener claro que el ambiente
que se genera para este aprendizaje es muy importante.
Comprender los procesos de aprendizaje motor es clave para un trabajo en
deporte con niños, niñas y jóvenes, por lo que el técnico debe prepararse con estos
apoyos teóricos, que le ayuden a planificar intervenciones para el aprendizaje del
deporte, que éstas sean adecuadas y pertinentes a cómo se aprende y sea capaz de
identificar las fases por las que pasa el niño, niña, joven que aprende, para que pueda
otorgar los apoyos pertinentes, que mantenga el interés por aprender y perseverar en
la práctica deportiva.
4.6.-PREGUNTAS DE ESTUDIO.
1. ¿Qué es el aprendizaje motor? 2. ¿Cómo afecta la motivación estos aprendizajes? 3. ¿Qué es el feedback y cómo se relaciona con la motivación? 4. ¿Es la enseñanza de la técnica el elemento que nos va a permitir el
desarrollo de las habilidades que el niño(a) o joven requiere para jugar un deporte? 5. ¿Qué diferencia hace en las tareas que el ejecutante trabaje con un
feedback interno, que se genera en su propia ejecución, del que ocupa un feedback extrínseco o externo?
6. ¿En tareas de habilidades abiertas, la automatización del gesto técnico es lo más importante?
7. ¿Qué significa que las tareas motoras que se presentan al niño (a)
deban estar conectadas a las experiencias motrices cotidianas? 8. ¿Cuáles son las fases del aprendizaje motor que rescata? 9. ¿Qué mecanismos intervienen en la resolución de tareas motoras? 10. Sintetice las explicaciones de cómo funcionan los mecanismos en la
realización exitosa de una tarea motora.
4.7.- ACTIVIDAD DE OBSERVACIÓN:
De acuerdo a la importancia que tiene para el técnico darse cuenta de las
dificultades que se presenta en el proceso de enseñanza aprendizaje y apoyar mejor a
los niños, niñas, jóvenes en la práctica de los deportes, realiza las siguientes
observaciones:
¿Qué aspectos del deporte que enseñas presenta mayores dificultades en el
aprendizaje de los niños, niñas o jóvenes con los que trabajas?
¿Las dificultades se relacionan con el aprendizaje de gestos técnicos?
¿Se plantean mayores dificultades en la aplicación de estas técnicas?
¿Superar la acción de los adversarios implica dificultad para el deportista que observas?
¿A quiénes les resultan más difíciles estos aprendizajes?
¿Qué otro aspecto es posible observar y que incide en los aprendizajes de
quienes practican deportes?
¿Qué aspectos son importantes de considerar en la iniciación deportiva?
Revise las fases que se plantean en la iniciación deportiva, de acuerdo a los
objetivos que plantea el modelo presentado en la unidad.
No olvides registrar estas observaciones para compartir y comentar en la
reunión de los talleres.
Referencia bibliográfica
Castañer, M. y Camerino, O. (2006) Manifestaciones Básicas de la Motricidad. Leida: Ediciones de la Universidad de Leida. Gallahue, D. (1982). Movimientos Fundamentales. Ruiz P, Luis M (1994). Desarrollo Motor y Actividades Físicas. Madrid: Gymnos Editorial. Schmidt, R (1988). Motor Control and Learning. Illinois: Human Kinetics Publishers, Inc. Sánchez B., F. (1990). Bases para una Didáctica de la Educación Física y el Deporte. Madrid: Gymnos Editorial. Vergara T, MA. (2007) Efecto del Feedback Según Niveles de Motivación de los Aprendices en el Aprendizaje de Tareas Motrices en Equilibrio Dinámico. Tesis Doctoral. Universidad de Granada. http://www.puc.cl/sw_enferm/ciclo/html/nacido/desarrollo.htm http://www.efdeportes.