Download - Campos Garrido Cultura2015
La Conformación de los Perfiles de Instagram, Estudiados desde
el Circuito de la Cultura.
Estudiantes : Pablo Campos
Catalina Garrido
Profesor : Ronald Cancino
Asignatura : Seminario Cultura y Sociedad
Fecha : 4 de Diciembre de 2015
La expansión tecnológica del último tiempo y la influencia que ha logrado alcanzar la
tecnología en las relaciones sociales es innegable. Se puede ver constantemente cómo
ésta ha logrado penetrar en la vida de los sujetos, de manera tal que se reorganiza la
manera de trabajar, de relacionarse con otros, de relajarse, e incluso de cómo se ven a sí
mismos. Esto, se evidencia con mayor fuerza en las nuevas generaciones de jóvenes, los
que se encuentran constantemente conectados a algún sitio de red social
(PewResearchCenter, 2010).
A esta nueva generación, identificada en la literatura como nativos digitales o millenials
(Prensky, M. 2001) es posible encontrarla cotidianamente, y por extensos periodos de
tiempo, en los Sitios de Redes Sociales comunicándose a través de mensajería
instantánea o mensajes de audio, como muestra el reporte de Tanya Gazdik en
Mediapost (2014), y cuyos principales resultados se grafican en la ilustración 1.
Asimismo, estos sujetos publican constantemente en sus SNS –por sus siglas en inglés
Social Networking Sites- fotografías, estados de ánimo y actividades que realizan, entre
otros, conformando así un espacio donde se proyectan hacia sus pares, otorgándole
relevancia de sobremanera la imagen y la autopromoción, como indican Almanasa,
Fonseca y Esparcia (2013).
La masividad de la tecnología en la vida diaria es algo que se observa hace ya unas
décadas, por lo que sus efectos han llegado no sólo a la población más joven, sino
también a grupos de personas que ya son profesionales, madres, padres y trabajadores,
Ilustración 1: Millenials, la generación más conectada.
que han sufrido un proceso de adaptación a este proceso, a diferencia de haber nacido en
el marco de este escenario, como ha ocurrido con las nuevas generaciones.
Gracias a la masividad del fenómeno, dicho acontecimiento se ha ido representado en los
medios de comunicación y en la cultura popular en reiteradas ocasiones, más bien
mostrando desde un punto de vista irreal o fantástico las capacidades que posee la
tecnología, como es el caso de Blade Runner en el año 1982, que presentaba un futuro
oscuro donde el conocimiento en robótica permitía la existencia de seres mecánicos que
se veían idénticos a un humano. De igual manera ocurre con el caso de Artificial
Intelligence AI del año 2001, película en la cual la trama gira en torno a un niño robótico
que busca convertirse en humano para revivir el amor de su madre humana. Incluso un
caso más actual, como es la película Chappie del año 2015, muestra la creación de un
robot con inteligencia artificial y los problemas que conlleva esto. En los tres casos, se
muestra cómo la gente ha ido visualizando la tecnología y el avance de esta, otorgándole
características misteriosas o con una esencia humana dentro de sí, como si fuera un
objeto con capacidades similares a las que poseen los seres humanos, como si en algún
momento pudieran ser equiparables.
Dedican 14,5 horas semanales
enviando mensajes de
texto o hablando por celular
Los smartphones se presentan
como el principal recurso de acceso
a las redes sociales.
Jóvenes entre 18 y 34
años.
50% de ellos afirma que acceden a internet más
seguido desde sus celulares que desde sus computadores.
Dedican 35 horas semanales accediendo a medios de comunicación
digital v/s las 32 horas que dedican a hablar mediante
vías de comunicación tradicional.
La “magia” de la tecnología, es observable de igual manera desde otro continente. En
Japón, las representaciones en los medios y la cultura popular no se quedan atrás. Ya
sea en animaciones o películas, esta vinculación con la tecnología se puede ver en series
animadas como Serial Experiments Lain del año 1998, donde una joven escolar que no se
siente cercana a los aparatos tecnológicos, termina por introducir su mente en estos,
destruyendo los límites de lo cibernético con la realidad, su conciencia se expande, su
identidad se dispersa y su presencia se vuelve casi algo omnipresente.
Algo similar ocurre con la película Paprika, estrenada el año 2006, en la cual se inventa
un aparato para entrar en el subconsciente de las personas, logrando desmantelar la
identidad de éstas, haciendo un viaje entre sus sueños y deseos, con una estética
surrealista.
Lo interesante de hacer la revisión sobre la tecnología en los medios, es que permite
observar cómo la sociedad va representando el desarrollo de dicho fenómeno, cómo este
se posiciona en la discusión social y cómo es apreciado. En esta línea, la investigadora
Sherry Turkle, en su libro The Second Self: Computers and the Human Spirit (2005),
muestra cómo los más pequeños asumen la tecnología como algo “vivo”, fundamentando
su afirmación en ciertas características que poseían juguetes o computadores, como el
hecho de que pudieran “recordar”, “saber”, “hablar” o incluso “hacer trampa”. La autora
justifica este hecho con la relación que poseen los niños con los objetos tecnológicos, es
decir, mientras más tiempo se relacionaban con ellos, más elaborado era el lenguaje que
utilizaban para describirlos –avanzaban a un lenguaje psicológico- es decir, los niños
otorgan una connotación más compleja a las máquinas, dotándolas de habilidades
humanas.
Las investigaciones de Turkle (2005, 2011) explican cómo se organizan las nuevas
generaciones con la tecnología, cómo estas van formando parte de la cotidianeidad y
cómo se configuran nuevas dinámicas humanas, como el hecho de que los usuarios se
acostumbren a interactuar con simulaciones de otros a través de las Redes Sociales
(Turkle, 2011), o que se comienza a considerar a los aparatos tecnológicos como “vivos”.
De este modo, es evidente la importancia que obtiene la tecnología en la sociedad.
Este fenómeno no ha pasado desapercibido para el mundo científico, ya que la relación
con la tecnología y cómo estos objetos afectan y configuran el día a día se ha estudiado
anteriormente, creando posturas novedosas en cuanto a la observación y análisis del
fenómeno ya mencionado. La Teoría Actor-Red (o ANT por sus siglas en inglés), entrega
una propuesta epistemológica distinta a la existente, otorgándole –a modo de resumir-
igual importancia al rol que ejercen tanto los artefactos tecnológicos como las personas en
la construcción de la sociedad (Matthewman, 2011), dado a que estos poseen la facultad
de mantener a la sociedad unida, principalmente porque aquella no es construida
exclusivamente de manera social, sino que también los sujetos se unen por vías
materiales, o como es el caso actualmente, a través de lo virtual.
Retomando el tema de lo cibernético o lo virtual, es que surge la interrogante sobre el uso
de las SNS: ¿Cómo ocurren estos procesos de conformación en los Servicios de Redes
Sociales? ¿a qué responden los usuarios? El uso de las SNS es fundamentalmente más
complejo a lo que se había visualizado en el pasado, en el sentido de que se articulan
estos sitios de una forma en la cual generan funciones impensadas en herramientas
usadas anteriormente, como la radio, la televisión o el periódico –si consideramos a los
medios de mayor masividad en los últimos tiempos-. Con esto se pretende orientar su
análisis a las dinámicas internas y sociales que se encuentran dentro, pensando en el
sitio como un punto de encuentro virtual, de reuniones con amigos, familia y cercanos e
incluso con figuras públicas que los usuarios no conocen directamente. Así también,
es posible expresarse de manera similar a la vida real, con el uso de fotografías,
compartiendo gustos musicales, de películas, series de televisión y toda clase de
producción literaria o artística.
El hecho de que los sujetos se integren a estos sitios y compartan con otras personas es
algo interesante ya que en distintas ocasiones se ha dicho que el ser humano es un
animal social, y estos espacios han logrado comunicar a millones de personas
instantáneamente (Noyes, 2015), forjando y/o manteniendo lazos afectivos, permitiendo
conocer a otros, compartir intereses, informarse, entre otros. Así, gracias al hecho de que
las SNS permiten interactuar y generar relaciones sociales, se da pie a que se conformen
instancias de desarrollo identitario, como explica Mundaca, Manzano, Mella y Montero
(2010), quienes afirman que en las redes sociales se configura la identidad, se consolida y
valida frente a los pares, transformando la red en una plataforma de autoexpresión.
Aquellas son las ideas que proporcionan los fundamentos en el interés por Instagram.
Instagram es una red social creada en el año 2010, utilizada para compartir
exclusivamente imágenes y videos breves de no más de 15 segundos. Aquí, el usuario
puede jugar con los diversos efectos, filtros y marcos disponibles para aplicar a las
fotografías y videos. La aceptación de esta red social y aplicación ha sido tan buena que
en 5 años ha alcanzado casi 500 millones de usuarios activos que comparten y comentan
el material audiovisual que se incorpora a esta red social.
Los usuarios, sobre todo los más jóvenes, utilizan las SNS como un medio a través del
cual van probando distintas identidades, adecuándose a las regulaciones que permite el
sitio, tal y como afirma Danah Boyd en su libro It’s Complicated (2014). Ellos van
amoldando sus necesidades a la red, cambiando de nombre dependiendo del sitio,
publicando contendidos diferentes o actuando de manera variada. En este sentido, se van
“adaptando a distintas audiencias”, dependiendo de quienes son sus seguidores y por lo
mismo, poseen cierto control sobre su propia representación. Siguiendo la misma lógica,
en Instagram son capaces de representar sus actividades, sus gustos e intereses, los
objetos que consumen, una estética que los identifica, y un sin fin de posibilidades,
presentando así un perfil visual de sus vidas –o intereses-, y exactamente gracias a eso
es que surgen interrogantes: ¿qué los llevó a actuar dentro de este sitio y no en otro?
¿por qué suben esas fotografías? ¿bajo qué criterios escogen cuáles harán públicas?
¿hay alguna razón para mostrar algo en particular? ¿qué motivación existe detrás de esos
perfiles? ¿Es acaso un proceso consciente como afirma Boyd? (2014), ¿pretenden
representarse a partir de su perfil? O simplemente algo casual. En relación a este último
punto, se considerará que no es casual, sino que los usuarios son conscientes de la
conformación de su perfil.
El perfil de Instagram condensa un conjunto de acciones y simbolismos que no son
aleatorios, sino formulados y trabajados, por lo que se entenderá a este como un
Artefacto Cultural (Cole, M, Hollan, D. 2009) el cual posee un aspecto de manufactura, en
el sentido de que son producidos con un fin humano, pero de la misma manera, poseen
un ámbito simbólico moldeado a partir de su participación e interacción.
Es entonces que a partir de la posición teórica de considerar el perfil de Instagram como
un Artefacto Cultural, se propone su estudio desde el circuito de la cultura utilizado en los
estudios de Sony Walkman por Paul du Gay, Stuart Hall, Linda Jones, Hugh Mackay y
Keith Negus (2013). Esta forma de hacer análisis, está sostenida en cinco elementos que
conforman el circuito: Representación, identidad, producción, consumo y regulación. Lo
que entregaría una visión global del fenómeno, estudiando así cada uno de los procesos
que levantan al artefacto, dado a como explica se explica en el libro (du Gay, Et al. 2013)
los elementos del circuito, cuando son analizados simultáneamente, puede ser útil para
entender el estudio de cualquier artefacto cultural.
Ilustración 2: Circuito de la cultura (Du Gay, 2013)
Al preferir un análisis desde el circuito de la cultura, es más factible explorar el fenómeno
desde todas sus aristas, dado a eso fue utilizado para estudiar el Walkman de Sony (du
Gay, Et al. 2013) logrando explicar así cómo ocurre el proceso de producción de un
objeto: pasando tanto por ideas creativas a la manufactura; el consumo de los
compradores: entendiendo las motivaciones de estos y que se veían potenciadas por
procesos de representación; la regulación que se generaba con el objeto: formal en
cuanto a reglas y leyes e informal generada por normas sociales; representación: del
objeto por parte de quien lo produjo, otorgándole connotaciones para que personas lo
quieran consumir; e identidad: siendo este el elemento que analiza a quién le interesa el
producto, quién lo consume y cómo lo llegan a adoptar dentro de la percepción que
poseen de sí mismos.
Los sujetos, desde la postura teórica que se presenta en la investigación, desarrollan sus
vidas vinculados constantemente con objetos. Como explica Vannini en su compilación de
ensayos: Material Culture and Technology in Every Day Life (2009) estos son parte de la
cultura y a la vez hacen trabajo cultural, en el sentido de que son categorías culturales
materializadas. Ejemplifica esto con el uso de iPods, los cuales “[...]simbolizan lo móvil,
estética aural, placer trascendental, un tótem precioso en espacios urbanos [...]” (p. 59).
En este sentido, los objetos obtienen un simbolismo otorgado por los mismos usuarios,
por sus productores, y por cualquier sujeto que interactúe con el producto, otorgándole así
poder a través de narrativas. Aquello no es un proceso lineal ni simple, responde a la
apreciación de cada sujeto, de sus costumbres, valores y moral, resultando en que
terminen por poseer significado cultural (Vannini, 2009). La narrativa de los objetos
pueden ser variadas, proviniendo por parte de los sujetos o grupos, como el significado
que posee un adorno en un hogar; por otro lado puede surgir a través de narrativas
culturales que los dotarían de cierto nivel mítico, como ocurre con la Torre Eiffel o el
vestido blanco de Marilyn Monroe; y finalmente la narrativa aparece desde el mismo
objeto, como un GPS (Vannini, 2009). Con esto se pretende explicar las historias y
narrativas dotan al objeto de significado, y estas provienen de la apreciación que posean
los sujetos, lo cual está influenciado por la misma cultura. En consecuencia, la
importancia de lo material en la sociedad implica que sean parte de cómo uno se presenta
frente a otros; es parte de la definición personal, gracias a la connotación que posee cada
objeto. Es decir, el objeto al condensar simbolismos y categorías sociales, quien utilice el
objeto o interactúe con él estará proyectando parte de sí en lo material, ya que la
narración es el espacio donde los individuos articulan sus creencias y valores (Vannini,
2009).
El estudio del significado y de la representación, es parte de lo que realizan los estudios
culturales (Barker, 2012), dando paso a que sea adecuada la utilización teórica que
proponen para el estudio de lo material, o en este caso virtual. Este trabajo busca realizar
una reflexión luego de indagar en la conformación de los perfiles en la red social
Instagram.
Según Hall (citado en Barker, 2012), “Cultural studies is a discursive formation, that is, a
‘cluster’ (or formation) of ideas, images and practices, which provide ways of talking about,
forms of knowledge and conduct associated with, a particular topic, social activity or
institutional site in society” (p. 5). En otras palabras, los estudios culturales se constituyen
por la forma en la que se habla de los objetos, hay una cierta regulación en la manera de
hablar de ellos, hay ideas y conceptos. El lenguaje sería quien otorga el significado, es el
medio a través del cual se genera, y sería parte de los enfoques de los estudios culturales
(Barker, 2012). Aquello es pertinente gracias a que se preocupan de entender acerca de
la representación y del sentido. Como aparece en el compilado de Vannini (2009) los
estudios culturales se encargarían de analizar la interacción cultural diaria, analizando la
forma en que los objetos son integrados en prácticas materiales y simbólicas, obteniendo
así significado histórico y cultural.
No hay que olvidar, que en este escenario, al igual que la importancia que se le otorga a
los objetos materiales, lo visual encuentra su nicho y logra perpetuarse como un modelo
de comunicación, expresión y difusión. Existen autores que trabajan el tema de cómo las
imágenes han sido plasmadas como un referente o como algo primordial en nuestra
sociedad, llegando a ser lo visual igualado con el conocimiento y la comprensión (Jenks,
1995). En este sentido, la visión es sinónimo de entender y de saber, por ejemplo, el decir
¿ves a lo que me refiero? O ¿entiendes mi visión? Son pruebas de esto. El lenguaje ha
cambiado para plasmar la importancia que posee este sentido en occidente. De esta
manera, no es de extrañar la importancia que poseen las SNS que promueven la
generación o el compartir contenido audiovisual, dado a como han dicho autores, en la
sociedad de la cultura visual, el día a día ha sido fuertemente transformado estéticamente,
a través del diseño y marcas, que son consumidas masivamente (Heywood, I. Sandywell,
B, 2012).
Martin Hand trabaja este tema, en su capítulo del libro The handbook of Visual Culture
(Hand, 2012), la publicidad y la masificación de imágenes se mueven hacia una
personalización, apuntando al narcicismo: los productos son personalizados, con un final
que busca emularse; y al totemismo: los productos son emblemas de un consumo
colectivo. El autor explica esto para dar pie a la asociación simbólica que se le otorgan,
todo esto dentro de un marco social que de igual manera hace más simple la asimilación
de estos contenidos culturales al ser atractivo visualmente, además de que da más
espacio para integrar narrativas dentro de ellas. Es decir, en las imágenes los sujetos
pueden interpretar explícitamente su relación con el mundo y los productos que consume,
esperando repuestas de admiración social, orgullo, entre otros (Hand, 2012).
A partir de la importancia otorgada a lo material, los objetos y lo visual, se propone un
estudio exhaustivo en la conformación de los perfiles virtuales, en este caso de Instagram,
ya que en él se condensaría una forma narrativa que cada sujeto propone, otorgándole a
su perfil, o a su persona, un mensaje que espera ser consumido. Como explia
Matthewman (2011) en su revisión sobre el estudio de los computadores personales de
Turkle (2005), estos objetos son un elemento constitutivo de la existencia psico-social de
los sujetos. Son objetos que evocan un reflejo del ser, una parte de nuestra mente y del
mundo material. Sherry Turkle (2005), en su entrevista con los adolescentes y los
infantes, se percató de que los menores entendían a los computadores como un espejo
de ellos, es decir, podían proyectarse a través de ellos. Para este trabajo, se intuye que
ocurre algo similar con Instagram, o las redes sociales en general.
El estudio de la red social Instagram, como se menciona anteriormente, se enfoca en
analizar los cinco niveles del circuito de la cultura (du Gay, Et al. 2013): producción,
consumo, regulación, representación e identidad. La razón de esto se fundamenta en que
este modelo permite obtener un enfoque que explica cómo el valor y el sentido del
fenómeno cultural es creado, mantenido y transformado (Keats, 2012). Como explica la
autora, en su investigación sobre los videos de “haul” en Youtube (2012), el circuito es
clave para comprender un artefacto cultural, sobretodo uno tan masificado en el último
tiempo.
En Instagram ocurren procesos de consumo y producción simultáneamente, procesos de
regulación y representación, de identidad y consumo, y así consecutivamente, por lo que
esta postura analítica entrega un camino para organizar detalladamente el proceso de
conformación del perfil. De esta forma, es posible ver cómo un usuario crea su perfil y por
qué presenta ciertas fotografías, por qué ese mensaje, por qué esa forma de masificar su
perfil, o por qué lo mantiene privado, cómo Instagram se vuelve parte de su día, si
consume a la vez otros perfiles o productos materiales para promocionarlos, entre otros.
Es un fenómeno de constante producción, consumo, regulación, representación e
identidad, donde cada uno de estos elementos se entrelaza generando una dinámica
particular interesante de estudiar.
Bibliografía y Recursos Digitales
Documentos Escritos
Barker, C. (2012). Cultural studies: Theory and practice (4ª edición.). Londres:
SAGE.
Boyd, D. (2014). It’s Complicated The Social Lives of Networked Teens. (1ª
edición.). Cumberland: Yale University Press.
Gazdik, T. (2014, Julio 2). Millennials Most Digitally Connected Generation.
Recuperado el 27 de Octubre de 2015, de
http://www.mediapost.com/publications/article/229241/millennials-most-digitally-
connected-generation.html
Hand, M. (2012). Images and Information in Cultures of Consumption. In The
Handbook of Visual Culture (1ª ed.). Londres y Nueva York: Bloomsbury.
Heywood, I., & Sandwell, B. (2012). Critical Approaches to the Study of Visual
Culture: An Introduction to the Handbook. In The Handbook of Visual Culture (1ª
ed.). Nueva York: Bloomsbury.
Holland, D., & Cole, M. (1995). Between Discourse and Schema: Reformulating a
Cultural-Historical Approach to Culture and Mind. Anthropology & Education
Quarterly, 26(4), 475-489.
Jenks, C. (1995). The centrality of the eye in western culture: An introduction. En
Visual Culture (ed.). Nueva York: Routledger.
Keats, E. (2012) Exploring Haul Videos on Youtube: A Collective Case Study
Approach (Tesis de maestría) Colorado State University, Fort Collins.
Matthewman, S. (2011). Technology and Social Theory (1ª edición). New York,
New York: Palgrave Macmillan.
Noyes, D. (2015, October 18). Top 20 Facebook Statistics. Recuperado en
Octubre 19, 2015, de https://zephoria.com/top-15-valuable-facebook-statistics/
PewResearch Center (2010, Febrero 23). Millennials: Confident. Connected. Open
to Change. Recuperado el 26 de Octubre de 2015 de,
http://www.pewsocialtrends.org/2010/02/24/millennials-confident-connected-open-
to-change/?_ga=1.250908998.1758556315.1445472178
Prensky, M (2001) Digital Natives, Digital Immigrants. On the Horizon, IX (5).
Turkle, S. (2005). The Second Self: Computers and the Human Spirit (Edición
Aniversario 20., 1ª edición de prensa de MIT). Cambridge, Massachusetts, London,
England.: MIT Press.
Turkle, S. (2011). Alone Together: Why We Expect More from Technology and
Less from Each Other (1ª edición). New York, New York: Basic Books.
Vannini, P. (Ed.) (2009). Material Culture and Technology in Everyday Life:
Ethnographic Approaches (1ª edición, Vol. 25). New York: Peter Lang.
Documentos Audiovisual
Blomkamp, N. (Director). (2015). Chappie [Película]. Estados Unidos Sony Pictures
Home Entertainment.
Kon, S. (Director). (2007). Paprika [Película]. Japón: Sony Pictures.
Scott, R. (Director). (1982). Blade Runner [Película]. Estados Unidos: Warner
Home Video.
Nakamura, R. (Director), Ueda, Y., & Abe, S. (Productores), & Konaka, C.
(Escritores). (1998, Julio 7). Serial Experiment Lain [Serie de Televisión]. Tokyo:
TX Network.
Spielberg, S. (Director). (2001). A.I.: [Película]. United States.