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BRICS o los cimientos del nuevo orden econmico internacional
24 ago 2014
Ivn H. Ayala
Investigador asociado al ICEI y miembro de econoNuestra
(http://blogs.publico.es/econonuestra/2014/08/24/brics-o-los-cimientos-del-nuevo-orden-
economico-internacional/)
BRICS, PIIGS, MINT los acrnimos no solo tienen como objetivo abreviar el contenido del
mismo, sino que pretenden tambin crear una sensacin de unidad entre los elementos que los
componen. Cumplen adems la funcin de permitir un fcil consumo de esa imagen
conglomerada. Es el caso de los BRICS, que en los ltimos tiempos han acaparado numerosos
focos mediticos. En principio Brasil, Rusia, India, China y Sudfrica no tienen demasiados
elementos en comn, sus estructuras productivas son diferentes, su evolucin histrica
tambin, sus races culturales no tienen demasiados elementos en comn Lo que les uni fue
Goldman Sachs que fue quien invent en 2003 el famoso BRIC para designar a grandes pases
cuya emergencia econmica empezaba a despuntar. La S de Sudfrica fue aadida tiempo
despus. Como deca en estas mismas pginas el profesor de la UCM y compaero de
econoNuestra Jos Antonio Nieto Sols, antes fueron los NPI, ahora son los BRICS.
Las previsiones no han defraudado, y si bien en 2002 el PIB combinado de India y China exceda
el de los pases ricos del G7, en 2011 el PIB de China e India sobrepasaba la mayor parte de los
pases de alto ingreso. Mientras que en 2009, nueve de las 10 economas ms grandes eran
naciones de alto ingreso, hoy solo son siete y se prev que en no mucho tiempo ese nmero se
reduzca a cuatro (EEUU, Japn, Alemania y Reino Unido). Sin duda estos cambios estn teniendo
un impacto sobre el orden econmico internacional, pero los grandes movimientos todava
estn por llegar. El orden hoy renqueante, pero todava vigente, se estableci por EEUU tras la
Segunda Guerra Mundial en los llamados acuerdos de Bretton Woods, donde se crearon el FMI,
el Banco Mundial y una OMC (aunque esta ltima tard varias dcadas en concretarse en su
forma actual). Hoy los BRICS como bloque paradigmtico lo estn desafiando sin tapujos.
China es la que concentra ms miradas, pues en trminos de PIB y poblacin supera con mucho
a cualquiera de sus compaeros de viaje. Con ms de 120 campeones nacionales (esas
empresas pblicas de las que Occidente se ha deshecho como muebles viejos), controles de
capitales y toneladas de inversin pblica canalizadas por bancos controlados por el Estado,
China parece haber capeado el temporal de la crisis aplicando esos elementos del liberalismo
que los pases ricos se han negado a utilizar. Eso ha generado unos problemas internos como la
burbuja inmobiliaria o la enorme deuda pblica, pero con tasas de crecimiento por encima del
6%, con socios comerciales estratgicamente repartidos a lo largo del mundo y con un gran peso
del Estado en la economa, parece que eso no es un peligro a corto plazo. Al menos no tan grande
como la depresin deflacionaria en la que est sumida la zona euro.
Algunos vaticinan que China reemplazar a EEUU en la hegemona mundial, estableciendo un
paralelo con el mundo unipolar en el que hemos vivido desde la cada del muro de Berln, pero
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con un nuevo protagonista. La metfora es errnea, pues la cada de la hegemona
estadounidense no dejar un sitio vaco para que sea ocupado por otra potencia, sino que
conllevar el derrumbe del orden econmico internacional en su conjunto, de forma que la
emergencia de uno nuevo necesitar de cambios incluso en lo que entendemos como
potencia.
EEUU y Rusia forjaron su fuerza en una belicosa guerra fra, con un gran protagonismo militar
que tiraba en buena medida de ambas economas. Eran potencias agresivas, con momentos al
borde de una guerra nuclear. La potencia econmica China, sin embargo, no se ha forjado en un
contexto militarizado, sino en acuerdos comerciales, inversiones en el extranjero y
negociaciones en las organizaciones multilaterales. De hecho, China es un firme defensor de las
Naciones Unidas y de las resoluciones multilaterales, antes que de las intervenciones militares.
Razones no le faltan para esgrimir esos argumentos.
China ha tenido una poltica de, por un lado, encontrar nuevos mercados potenciales, y, por
otro, asegurarse un abastecimiento suficiente para aplacar su voracidad energtica. Por
ejemplo, China est condenada, por la llamada maldicin de Malaca, a que su abastecimiento
energtico y comercial pase por el estrecho de Malaca, un angosto pasaje que limita mucho su
expansin comercial. Para superar esta limitacin China ha hecho innumerables esfuerzos entre
los que se encuentra su activa participacin en la construccin de un nuevo canal que conectar
el Atlntico con el ndico en Nicaragua. Esto tiene importantsimas implicaciones para EEUU que,
hasta ahora, haba controlado, mediante la colaboracin de Panam, el histrico canal. Sin
embargo, la empresa concesionaria para los prximos 100 aos del nuevo canal en Nicaragua, y
la que har la mayor parte de la inversin, ser china. La misma lgica sigue la construccin de
puertos de ltima generacin en Gwadar, Pakistn, o las inversiones energticas en Nigeria y el
resto de frica.
La importancia de Latinoamrica tambin ha sido puesta de manifiesto con sendos viajes a la
regin del primer ministro chino, Xi Jinping, y ruso, Putin.
Sin embargo, Rusia es una potencia decadente, forjada en sus enfrentamientos con EEUU. Los
objetivos polticos, siendo tambin los econmicos importantes, son su principal inters. Con la
nueva guerra comercial con EEUU y la UE, Rusia necesita buscar apoyos polticos y nuevos socios
comerciales. Los BRICS y su apoyo a la posicin rusa en el conflicto de Ucrania son una buena
muestra de por qu Rusia apuesta por este bloque. Sin embargo, siendo uno de los pases ms
grandes y con ms recursos energticos del bloque de los BRICS, su estructura productiva y el
tipo de capitalismo por el que ha apostado (crony capitalism) no parecen augurar una
importancia como la que tuvo en el siglo XX. Tal vez por eso algunos afirman que los focos se
trasladarn en el siglo XXI desde el Ocano Atlntico al Ocano ndico, reemplazando el antiguo
conflicto de la guerra fra EEUU-Rusia por otro de nueva generacin, menos militarizado y ms
comercial, China-India.
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Y es que uno de los grandes problemas que los BRICS habrn de resolver son los intereses
confrontados de sus miembros. Tomemos como ejemplo la creacin del Nuevo Banco de
Desarrollo (NDB), una institucin que mezcla los objetivos de desarrollo del Banco Mundial y
de estabilizacin monetaria del FMI, con una suscripcin inicial de 100 mil millones de
dlares. En efecto, durante los ltimos aos los BRICS pidieron y negociaron hasta la saciedad
un nuevo acuerdo de cuotas en el FMI que respondiera a la emergencia de la potencia
econmica de esos nuevos pases. Tanto la UE como EEUU solo permitieron concesiones
menores, lo que ha llevado a los BRICS a crear un nuevo banco de desarrollo. Bien es cierto que
el nuevo banco tiene una menor capacidad que las instituciones del FMI, y que no empezar a
realizar sus primeros prstamos hasta el 2016. Pero nadie puede dudar de que es un paso
importante, tanto en trminos geopolticos como en el camino hacia una remodelacin del
orden econmico mundial que hemos conocido desde la Guerra Fra.
No ser un banco que regale el dinero, pero s que relaje las famosas condiciones de los
draconianos ajustes estructurales que han sufrido Amrica Latina o frica y que tanto
sufrimiento y muertes han causado. Igualmente, ser un banco abierto a la entrada de nuevos
pases emergentes como Turqua o Nigeria (que ha superado en capacidad econmica a
Sudfrica), lo que previsiblemente ocurrir en un futuro prximo. Adems, ser un banco que
tambin buscar la independencia de esos pases respecto al dlar, un veneno que durante
mucho tiempo les ha corrido por sus venas abiertas. Pero tambin ser un banco que tenga
que lidiar con los intereses de China e India, diferentes a los rusos o brasileos. La falta de
homogeneidad econmica no es un problema a la hora de crear instituciones multilaterales,
pues se suele suplir con convergencia en los intereses polticos. No obstante, sabiendo que la
sede de dicho banco estar en China, y de que el mayor suscriptor ser tambin el gigante
asitico, surgirn conflictos internos a la hora de conceder crditos para planes de
infraestructura o planes de rescate financiero.
Aun as, pareca evidente la necesidad de nuevas fuentes de recursos multilaterales, no sujetas
a los intereses occidentales de los pases ricos. Ah radica su fuerza, en la voluntad explcita y
endgena de los BRICS de, a pesar de su heterogeneidad, crear un orden alternativo econmico
y poltico multipolar. Ese nuevo orden ms difuso, menos belicoso, ms centrado en relaciones
comerciales multilaterales, con el nuevo epicentro en el Ocano ndico, y con China a la cabeza,
tal vez nos permite atisbar un cambio de poca, ms que una poca de cambios. Bien es cierto
que no ser una revolucin como la toma del Palacio de Invierno, pero s permitir cambios de
un calado que probablemente sea difcil anticipar en estos momentos, aunque sin duda sern
de una magnitud volcnica. Ante eso, las viejas potencias renqueantes, marchando a duras
penas sobre el desfiladero de la crisis, todava pretenden mantener a golpe de sancin y de
bloqueo multilateral cuando no de intervencin militar su antiguo esplendor. No falta
mucho para que tambin veamos cambios en este lado del planeta. Pero eso es algo que
depende de las nuevas formas, partidos y movimientos que se estn gestando. Estaremos
atentos. Y participativos. Sin duda, valdr la pena.