Alicia y Manuel llevan años planeando viajar París, pero en el últimomomentosiempresurgealgoqueloimpide.
Estavezhasidoelconfinamiento,perocuandonoesunacosaesotra…
Yesqueasíeslavida.Impredecible.
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MarisaSicilia
ParíspuedeesperarePubr1.0
Titivillus22.05.2020
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Títulooriginal:ParíspuedeesperarMarisaSicilia,2020Editordigital:TitivillusePubbaser2.1
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Índicedecontenido
Cubierta
Paríspuedeesperar
Dedicatoria
14demarzode2020
15deabrilde1995
25demarzode2020
10defebrerode2002(yseptiembre,noviembre…yunsaltoa1992)
6deabrilde2020
1denoviembrede2016
15deabrilde2020
Otroabrildeotraprimavera
Sobrelaautora
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AErikaFiorucci,quemeenvíasonrisasatravésdeladistancia
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—¿Lohananunciadoya?Manuelseasomaa lapuertaconelmóvilpegadoa laorejay lamirada
puestaeneltelevisorquecuelgaenunángulodelacocina.Alicia niega con la cabeza.No ha dejado de ver las noticias desde que
supo que el consejo de ministros se había reunido de urgencia para tomarmedidasantelapandemiadecoronavirus.
—Aúnnada,siguenreunidos.No hay confirmación, pero ya se da por hecho. Tras el cierre de los
colegios,despuésdelasaltoalossupermercadosyantelaescaladadenuevoscontagios,vieneelconfinamiento.ComoenItalia,comodosmesesantesenChina,cuandoparecíaquelasimágenesdesanitariosenfundadosenequiposdeprotecciónyciudadanosrecluidosensusdomiciliosnoteníannadaqueverconellos.
—Avísamecuandoempiece.—Descuida—asegurafrentealatazavacíadecafé.HapreparadootroparaManuel,peroyasehaquedadofrío.Desdequese
levantó ese sábado lleva todo el día colgado delmóvil. Ha hablado con eldirectordesudepartamento,conlosproveedores,conclientes…Dicenqueelgobiernovaaordenarelcierredelosserviciosnoesenciales.Manueltrabajaenelserviciopostventadeunaempresadeautomoción,¿cómodeesencialesseguir fabricandocoches?¿Quiénvaacomprarlossi todosestánencerradosencasa?
AAlicia el paro forzoso le llegó antes. Junto con Carmen, compañera,socia y amiga —no necesariamente por ese orden— dirige una escuelainfantil y también hace de monitora suplente, limpiadora, administrativa ytelefonista,esloquetienenlasempresaspequeñas.ElluneslaComunidaddeMadrid dio la orden de cerrar los centros educativos y de atención a lainfancia.Contodoeldolordesucorazón—ydeldelasmadresypadresque
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deundíaparaotroseencontraronconquenoteníandóndedejarasushijos—sevieronen laobligacióndesuspenderel servicio.AliciayCarmenhabíanseguidoacudiendoadiarioparaatenderlasllamadasydejarlotodopreparadopara la vuelta. Pero era raro ir por los pasillos y encontrarse con las salasvacías.La tardedel jueves lemandóunmensajeaCarmenparaavisarledequealdíasiguientenoibaydesdeentoncesnosehamovidodecasa.
—¡Manuel!¡Yaempieza!Manuelsedespidedesuinterlocutoryregresaatodaprisaalacocina.No
sesientaalotroladodelamesa—sulado—,sinoquesequedajuntoaAlicia.Yasí,juntosyenvilo,escuchanlasexplicaciones,largas,lasmedidas,duras,ylasprevisiones,pocoonadahalagüeñas.
—¿Atiquéteparece?—preguntaélcuandoterminalaintervención.—Queesloquehay.Sitenemosquequedarnosencasa,nosquedamosy
listo.—¿Sinhacernada?Manosobremano.¿Conlaqueestácayendo?—Sinhacernadano,evitandopropagarelcontagio.—¿Ysiyanoshemoscontagiado?—Puesesperamosigual.—Nosésiyoya tengounpocodefiebre.Llevotodoeldíaconunmal
cuerpo…Aver,tócame.Alicialeponelamanoenlafrente.—Treintayseiscondos.—¿Condos?¿Cómolosabes?—Muchosañosdepráctica.—Nomequieresnada,Ali.—Quéva,tequieromuchísimo.—Yosíquetequiero.Yparaqueveasquenoteguardorencor,voyaira
poreltermómetroparaquenosmiremoslatemperatura.—¡Perosiyoestoybien!—Hayqueprevenir.Porcierto—dicehaciendolapreguntaqueAliciaya
espera—,¿dóndeestáeltermómetro?—Enelsegundocajóndelacómoda.—Losabía,solopreguntabaparaversitútambiénlosabías.Alicia ríe,aunqueManuelyahayausadoesechistemuchasotrasveces.
Va a cumplir los cincuenta en octubre, él los cumplió la semana pasada.Dentrodeunmesharáveinticincoañosquesecasaron.Veinticincoañosdanpara todo, pero nunca, ni en los peoresmomentos, se les ha pasado por lacabeza cortar y tirar cada uno por un lado. Claro que tampoco han pasado
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nuncalasveinticuatrohorasdeldíaylossietedíasdelasemanaconelotrocomoúnicayconstantecompañía.
Vuelveconun termómetrode losde toda laviday se locolocabajoelbrazo.
—¿Cuántotiempolotengoquetener?Sehamedidodocenasdeveceslatemperaturaytodavíalesiguehaciendo
esapregunta.—Unbuenrato.Sequedanensilencio,esperando.—¿Sabesenquéestoypensando?YAlicialoadivinaporqueestápensandolomismo.—EnParís.—EnParís.Meparecequeestaveztampocovaapoderser.—Aúnfaltaunmes—protestaella sinmuchoconvencimiento—.Quizá
paraentoncesyasepuedaviajar.—¿Túcrees?YaunqueAliciaesobstinada,tambiénsabeadmitircuandonoquedaotra
queatenersealarealidad.—Tienesrazón.Serámejorquedevuelvaslosbilletes.—Yairemosmásadelante—diceparaconsolarla.—Sí,encualquierotraocasión.Y,comoseconocenbien, ambos sabenquenoestánnadaconvencidos,
perofingenquesí.—¿Melopuedoquitarya?—Miraaver.¿Cuántomarca?Manuelmiraeltermómetroysonríecomounbendito.—Treintayseiscondos.
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—¡Vivanlosnovios!Unalluviadearrozllegadesdetodaslasdirecciones.AliciayManuelse
refugianelunocontraelotro.Lacabezadeellacontraelhombrodeélyelramodeliriossilvestreshaciendodeescudoprotector.
—¡Ali!¡Unafoto!Carmen,vestidaderojo,agitaelbrazoconlacámaraenalto.Yaporentonces,Manuel,sinqueaúnestuviesendemoda,eraaficionado
alosselfis.Enlugardepedírseloaalguien,élmismotirólafoto.Salieronlostrescon laposeextraviada,unpocoborrosos,peromuyemocionados,muyfelices.
Se casaron en el pueblo de los abuelos de él, en la sierra norte deGuadalajara,unrincóndecuento,muycercadelhayedodeTejeraNegrayyaenesosañoscasidespoblado.Nohacíaniunmesqueacababandeautorizarqueen losayuntamientos,yno soloen los juzgados, seoficiasenbodas.Elalcalde, que estaba como loco por atraer al turismo de la capital y habíaconvertidouncaserónabandonadoenhotelrural,aceptóencantado.
Invitaron solo a la familiamás cercana, a los amigos de verdad y a lascompañeras de trabajo de Alicia. Del trabajo de Manuel no fue nadie. SehabíaincorporadounañoantesaldepartamentodeInvestigaciónyDesarrollodeunagranmultinacional,peroelambientenodabaparaestrecharlazos.Lasórdenesdearribaeranreducircostes,lagenteconmásañosestabaquemadaylosnuevosveníanpisandofuerte.Habíamuchotiburoneo,muchotrepa.
Fueundía—casi—perfecto.Alicia, que siempre sequejabadequenosalíabienenlasfotos,aparecíaradianteentodas.Conelpelosueltoformandoesas ondas tan naturales que costó tres pruebas en la peluquería conseguir,conunvestidomuy sencillo ymuy romántico, de inspiración ibicenca, conManuelyellasindejardemirarseytocarse.Solosetorcióalfinal.Cuando
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los primos de Manuel, a pesar de todas las advertencias de Alicia y lasnegativasdeManuel,soltaronunavaquilla.
AAlicianolefaltónadaquellamarlos—incluyendobestias,anormales,paletosy salvajes—.A losprimos lesentróporunaorejay les saliópor laotray,comoeranmásyteníanmásfuerza,sellevaronaManuelenvolandasylodejaronsoloanteelpeligro,esdecir,conlavaquilla.
Erapocomásqueun ternero.Aliciaestaba indignadaporeseabusodelpobre animal, pero cuando la vaquilla revolcó a Manuel por el suelo a laprimeradecambio,sevioreciéncasadayviuda.
—¡Ay, Carmen, que me lo matan! —gritó aferrándose al brazo de sudamadehonor.LuegoCarmenleenseñóelmoretón.
Manuelsaliódeltrancecojeando,peroaparentementesinmásdañosqueel destrozo en las costuras del chaqué. Ahí se volvió a liar. Alicia mandópararlamúsicaycerrólabarralibre.Manuel,pasadoelsusto,asegurabaestarencondicionesdevolveralruedo.
Fue su primera discusión de casados y la solucionaron negociando. Lafiestasiguió,peroconlacondicióndequelavaquillavolviesealcercadodedondehabíasalido.
Lareconciliacióncompletallegóenelhotel.Paraalgunascosas,Aliciaespragmáticademásyesolepasóconlanochedebodas.Entreelcansancio,elsusto, la discusión y que al día siguiente tenían quemadrugar—se iban aParísdelunademiel,allísíquepensabaserromántica—,estabaporapagarlaluzyyamañanaseríaotrodía.PerocuandosaliódelbañoseencontróconqueManuelhabía traídoun radiocasete—todavíanohabía iPodsnimuchomenossmartphones—,yestabasonandoElsitiodemirecreo,comoaquellaotraprimeravez.
«Dondenosllevólaimaginación…».La imaginación los llevó amuchos sitios, esa noche y otras, pero no a
París.A las diez salía el vuelo deBarajas, a las ocho ya habían facturado las
maletas,alasochoymediarecorríanlospasillosdelaterminal,peroManuelibaarastrasconunapierna.
—¿Teduele?—Aver…Unpocosí.Siencontrásemosunafarmaciaabierta…—¿Aquí?—Tiene que haber farmacias en el aeropuerto. Con toda la gente que
pasa…—Peroasaberdónde.
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Preguntaron.Lesdieronmal las indicaciones.Volvieronapreguntar.Laencontraron.
—Queremosuncalmante.—¿Quétipodecalmante?—Paraeldolor.Lafarmacéuticalosmirósinpestañear.—Un relajante muscular —especificó Manuel—. Un Valium o algo
parecido.—Huy,hijo,esonotelopuedodarsinreceta.—EntoncesunEspidifen.—¿Ibuprofeno? Pero a ti ¿qué es lo que te pasa?—preguntó la señora
mirándoleporencimadelasgafasdecerca.—Leharevolcadoporelsuelounavaquilla—saltóAliciaconelrencor
aúnreciente.—Metorcíeltobillo—dijoManuelmenoscomprometedor.—Aver,arremángateelpantalón,queveacómolotienes.Manuel obedeció.Se subió la perneradel vaqueroy sebajó el calcetín.
Todocongrandesmuestrasdesufrimientoyairedecorderodegollado.—Perobueno,hijo,ahítienesunesguincecomouncastillo.Esonotelo
va arreglar un antiinflamatorio. Para eso tienes que ir a Urgencias ahoramismo.
Teníaeltobillocomounabota,todohinchadoyamoratado.—Pero¿cómonomehasdichonada?—gimióAlicia.—Notequeríapreocupary,además,tenemosquecogerelavión.—Vosotrosveréis,peroyonoviajaríaenesascondiciones—sentencióla
farmacéutica—. Y aunque os vayáis de cabeza a un hospital nada másaterrizar,nosésiconlasmuletasvaisatenermuchasganasdehacerturismo.
Aliciatardóunossegundosenasimilarlaidea.Noerasoloelvuelo,eraelviaje, la semana de hotel, el Louvre, Notre Dame, la torre Eiffel. Todoperdido.
—Venga,vámonos.Aúnestamosatiempodecogerelavión.Seguroquemañanaestoymuchomejor—dijoManuelestoico,aladvertirsudesilusión.
Peroellaserehízoenseguida.—Noimporta.Paríspuedeesperar.—¿Estássegura?—preguntóélconcaradepena.Alicianosupobiensi
eraporlalunademielarruinadaoporeldoloreneltobillo.—Seguradeltodo.Vamosacasa.¿Puedesandar?Apóyateenmihombro.
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Y así regresaron, sin maletas, sin viaje y cojeando. Y sin París. Perojuntos.
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Ya ha limpiado la casa de arriba abajo, ha hecho pilates y zumbasiguiendolostutorialesdedistintoscanalesdeYouTube.UndíahastaManuelse le unió, uno solo porque al día siguiente tenía agujetas, tortícolis ycalambrescervicalesyyanorepitió.HaordenadolosarmariosconelmétododeMarieKondoyluegoloshavueltoadejarigualqueantes,porquelavisióndelascamisetasenrolladasladesestabilizaenlugardeequilibrarla.
Tambiénhahabladoconelgestorquelesllevalaasesoríafiscalylaboral,conlasmamásylospapás,conlasmonitoras,conlaempresaqueseencargade la limpieza, con la del catering, con la que les alquila el local y conCarmen,claro.Muchasfamiliashanrenunciadoaquelesdevuelvanlacuotade marzo—y Alicia se lo agradece en el alma—, pero no tendría sentidopasarladeabril.Nisiquieraestáclaroquepuedanreabrirenmayo.
—¿Túquépiensas?—Yoloveochungo—diceCarmen—.Perohabráquemirarloporellado
bueno,Ali.Todoelmundoestáigual.—¿Eseeselladobueno?—Quéquieresquetediga,sinosotrasestuviéramosjodidasyalosdemás
lesfueradeputamadre,mefastidiaría.Perodeestamanera,meconsuelo.Así esCarmen: directa.Y un pedazo de pan, de las que ladranmucho,
pero luego haces con ella lo que quieres. Se conocieron cuando estudiabanEducaciónInfantilyempezaronatrabajarcasialmismotiempo.Lasdosconveinteaños.Lasdosmalpagadas,conmuchosmásniñosdelosquepodíanatenderrazonablementebienyunascondicionesde trabajomuymejorables.Sacar adelante su propia escuela infantil —el término «guardería» no lesgustanadaniaCarmenniaAlicia—fueunsueñohechorealidad,peronosinsacrificiosnimuchosmomentos en losqueestuvieronapuntode arrojar latoalla.Tambiénesmalapataque,despuésdetantosañosenlacuerdafloja,justoahoraquelascuentascomienzanacuadrar,todoamenaceconirseporla
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borda. Han formado un buen equipo: educadoras, personal externo, lasfamilias, los niños… Es a ellos a los que más echa de menos. Añora susvoces,lasrisas,lascanciones,laspalmas.
Alicianosabecómoselasvanaarreglar,peroencuantolesdenpermisoreabrirán.Siesparamediadocenadeniños,puesparamediadocena.
—Cómolosabes,Ali,deseandoestoy.Deseando.Oyelapuertadelgarajeysedespide.—Tedejo,Carmen,queyahavueltoManuel.Haidoarecogerlasmedicinasparasuspadres,peroaparececargadocon
unmontóndebolsas.—¡Servicioadomicilio!—Pero¿porquénomehasdichoqueibasalsupermercado?—Porquemehabríasdichoqueno,igualqueayer,yqueanteayeryque
antesdeantesdeayer.—¡Perotedijequequeríairyo!—Peroesquenohasido.—¡Porquetodavíapodíamosaguantar!—Con dos zanahorias, un yogur y media barra de salchichón. Mira,
Alicia,yoasínopuedovivir.Siyanoquedabachocolateyestabanapuntodeacabarselasgalletas.
—¿Yporquéhascompradoarrozsihabíatreskilos?—Puesahoratenemoscinco.¿Algúnproblema?—¿Ylafruta?—Hecompradofresas.—¿Yquéhacemosconunacajitadefresasparatodalasemana?—Puesmañanavasycomprasloquetedélagana…—Peroesquelaideaesevitarsalir.Asíestándíasíyotrotambién.Despuésdelaanimaciónartificialdelas
primerasjornadas—delagimnasia,delalimpieza,deladietasanaycreativa—,elgoteoomásbienelchaparróndemalasnoticiashacedifícilmantenerelánimo.Seríamásfácilsiestuvieranocupados.EsointentahacerAlicia,peroaManuel le cuesta encontrar con qué llenar tantas horas. En teoría estáteletrabajando,perodespuésdelnoparardecorreosyllamadasdelaprimerasemana todo se ha ralentizado.Apenas hay actividad. Los talleres están enserviciosmínimosylosconcesionarioscerrados.
Esa es otra razón por la que aManuel le cuesta concentrarse y todo eltiempoestábuscandoalgonuevoquehacer.
—¿Quépasa?¿NotehallamadoNúñez?
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—Llamóaprimerahora.Hapropuestoatodoslosdelegadosquecojamosahoralasvacaciones.
—Puesnoestanmalaidea,¿no?—¿Yluegoqué,Ali?Cuandoseacabeelmesdevacaciones,¿quévaa
pasar?Aliciasuspira.—Nadiesabeloquevaapasar.Manuel coge un pulverizador y empieza a rociar con agua clorada los
envasesdelosproductosquehadejadosobrelaencimera.Sí,parecedelocosyesloquepensóAlicialaprimeravezquelovio,peroyanoleparecetantalocura,yhastasequedamástranquilaporqueseatanpuntilloso,inclusounpuntoobsesivoparasuscosas.
—¿Y si vuelvo a quedarme en la calle? ¿Quién va a contratarme amiedad?Conloquemecostóencontrartrabajolaotravezyentoncesteníadiezañosmenos.
En el 2010 y después de quince años con contrato fijo en la mismaempresa,Manuel se vio en el paro. Fue unmalmomento—si es que hayalgunobueno—porquetresañosanteshabíanvendidoelpisodeTorrejóndeArdozysehabíancompradoelchaletenLoeches.Lahipotecalessalióporun pico, pero Manuel entonces ganaba bien y Alicia y Carmen ya habíanpuestoenmarchalaescuelayteníanlistadeesperaparaconseguirplaza.
Hastaque llegó lacrisis.Lasmatrículasbajarona lamitadyManuel sevioafectadoporunexpedientederegulacióndeempleo.
Alprincipiolollevórazonablementebien.Seinscribióenunmontóndecursos, buscó libros sobre reciclaje profesional y participó en seminariossobre desaprender lo aprendido. Pero cuando se acabó el paro, cuando sedesesperódemandarcurrículumsyescucharqueya le llamarían,cuandoseagotaron los ahorros y tuvieron que pedir dinero a los padres de Manuelporquesinolesembargabanelchalet—losdeellatampocoandabanmuyallá—, entonces Alicia, que también tenía sus propios problemas y hacíamalabaresenlaescuela,síqueseviosuperada.LlegabaacasaalassietedelatardeyencontrabaaManuelaúnenpijama,conlosrestosdelacomidaquele había dejado en un túper sin recoger sobre la mesa, apático e inmóvil,viendoGranHermanodesdeelsofá…Sí,superadaera lapalabra.Nosabíacómogestionarlasituación,cómodespertarle.
Solodepensarenaquellosmeses,selerevolvíaelestómago.—Sitedespiden,peorparaellos.Seteocurriráotracosa.Algomejor.O
puedequetecontrateyo.
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—Puesmira,noesmalaidea.Podríallevaroslascuentas.Paraloqueoshaceesegestorquenotecogenuncaelteléfono…¿Cuántomepagarías?
—Yohabíapensadoenalgodistinto.Podríassermipersonalshopper.—Ahorayasíquequieresquetehagalacompra,¿eh?Yasabíayoquete
hacíasladura,peroqueenelfondotegustaba.—Cómo lo sabes.Me ponen cantidad las latas de berberechos.Ay, has
compradotres…—Tú sí queme pones. Espera queme quite los guantes y te hago una
demostración.Lacogeporlacinturaylaacercaaél,perosoloconlosbrazosmientras
mantiene lasmanos enguantadas retiradas del cuerpoy es todo tan absurdoquesetienenquereír.
Ydespuésdereír,tienenquebesarse.—Anda, ¿preparamos la cena? —pregunta ella, aún pegada a él,
meciéndosecomosibailasen,aunquenohayamúsica—.¿Quéteapetece?—Hecompradojamón.Podemospartirunostomatesypicamosalgo.—¿Sabesquétedigo?Quenolovoyapensarmásytevoyacontratar.—Antes tenemos que hablar de las condiciones —dice él meloso,
estrechándolamáscontrasí.Y, por primera vez después de dos semanas de confinamiento —dos
semanasconlalibidoalmismonivelqueelIBEXoelíndiceDowJones,esdecir,bajomínimos—,sebuscanelunoalotroy,cómono,seencuentran.
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10defebrerode2002(yseptiembre,noviembre…yunsaltoa1992)
—Ahhh,ah,ah,ah…¡ah!—¿Ya?Dateprisa,Manu,apártate.—Voy—se apresura él voluntarioso, pero un poco torpe, precisamente
porquequierehacerlobien.Seapoyadondenodebeyleespachurraunateta.—¡Ay!—¡Perdona,amor!,¿estásbien?—¡Sí,peroaparta!AlfinledejaespaciolibreyAliciasecolocaconlaspiernasflexionadas
contraelvientreparaquenoseescapeniunsoloespermatozoide.Llevantresañosdetrásdeserpadres.Ellatieneovariospoliquísticos—lareglalevienecuandoledalagana,lomismodosvecesenunmesquesesaltatres—yéltienebajamovilidadespermática.Noesimposiblequesequedeembarazada,perosídifícil.Sabequelomejoresnoobsesionarse.Lasamigas,lafamilia,inclusolosdesconocidosalosquenadieleshapedidoopinión,ledicenqueserelajeyqueyallegarácuandotengaquellegar.PeroAliciahainiciadouncaminodeno retornoynopuedeevitarpasar losdíashaciendocálculosdeperiodos fértiles, midiendo la temperatura basal y la densidad del flujovaginal, y contando cada día de retraso como si fuese un palmo de terrenoganadoalenemigoparadespuésperdertodoloavanzadocuando,alhacereltestdeembarazo,apareceunaúnicaraya.
Recuerda con ironía los años que estuvo tomando anticonceptivos, lomuchoquesepreocupabacuandosedabacuentadequesehabíasaltadoundía.Yaentoncesteníaclaroquequeríatenerhijos,loúnicoquepretendíaeraescogerelmejormomento.Legustabanmucholosniños,nopornadahabíahechodecuidarlossuprofesión.Eradelasque,yadesdechiquitita,selecaíalababacon losbebés.Leshacíamuecasparaquesonrieran, siemprequería
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cogerlosenbrazos,aunqueellamismanopasasedelmetrodealtura.Cuandotuvo que decidir qué estudiar, escogió Educación Infantil, aunque todos leaconsejaban que mejor hiciese Magisterio, que tendría más salidas, queInfantilestabamalpagadoymenosreconocido.
Ypartederazóntenían,porqueenlaguarderíadeTorrejónganabapocomás del salario mínimo y eso con un montón de horas no remuneradas ymuchosmásniñosdelosqueaconsejabanlasratios.
Por eso prefería esperar un poco, porque incluso con dos sueldos ibanjustos y porque, aunque no era más que un pensamiento vago, algo nodecidido, en el fondo alimentaba la idea de dejar de trabajar. Nodefinitivamente,pero sídurantealgún tiempo, losdosprimerosaños, tresocuatrosiibanaporlaparejita.Ynoporquenoconfiaseenlasguarderías—bueno,sí,enparteeraporeso,porquesabíaloquehabía,noentodas,perosíenbastantes—,sinoporquenoparecíatenermuchosentidoquecuidasealoshijosdeotrosydejaseenmanosdeextrañosalsuyo.
Por eso ahorraban todo lo que podían. Se iban una única semana devacaciones y solo a destinos nacionales:Asturias,Castellón,Almería. Parísestabaenelhorizonte,perocomo todobuenhorizonte, siemprequedabaunpocomáslejos.
Tenían ya un colchón de seguridad bastante razonable cuandoAlicia secansódelrelajamiento,lasdietasprobióticas,lasvelas,lascenasrománticasylasnochesdehotel—poresodedarlecoloryquenotodofueramedicinaymecánica—ydecidióiraportodas.
—Pero…¿estássegura?Manuelacabadeojeareldossierdelaclínicadereproducciónasistiday
noestámuyconvencido.Sonsesionesysesionescontécnicasmuyinvasivasytratamientoshormonales.Todoacompañadocongráficasdeposibilidadesymárgenesdeerroryacierto.Tambiénincluyelascifrasyasciendenavariosmilesdeeuros.EldineroquehabíanahorradoyqueestabadestinadoaqueAliciapudieraquedarseencasaconelbebé,serviráparapagareltratamientodereproduccióninvitro.
—Nosé,Ali.¿Ysinofunciona?Noesloquequiereescuchar.Alicianecesitaqueestécienporciendesu
ladoenesto.Esperaqueledigaquesí,quevaasalirbien.Noquierenioírhablar de otras posibilidades —procesos internacionales de adopción,convertirseenpadresdeacogida—.Hubountiempoenquesí,enqueestabaabierta a todo, pero ahora en su cabeza solo hay espacio para una idea:
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quedarse embarazada cueste lo que cueste. Y en esta clínica en concretocuestadiezmilseiscientosveintidóseuros.
—¿Esquenoquieresintentarlo?De los dos, él es elmás partidario de planificarlo todo, ella tiene cierta
tendencia a dejarse guiar por impulsos, pero con la convivencia hanexperimentadounasuertedetransferenciadepersonalidadesyporesoAlicianoentiendequeseresistaadarelsiguientepaso.Estánjuntos,¿no?Enestoyentodo.
—Claroquequiero,esquemepreocupaquenodéresultado.Nopuedengarantizárnoslo, Ali. Y si no ocurre, ¿qué haremos después? ¿Qué será losiguiente?
¿Dóndevanaparar?¿Cómosobrellevaríanuno,dos,tresintentosfallidos,que es el máximo de intentos que recomienda el tratamiento? ¿Cómogestionar ese aluvióndeenormeesperanzaalquepodría seguiruna terribledecepción?PeroAliciasoloveuncamino.
—No quiero pensar en lo siguiente. Quiero pensar en esto. Quierohacerlo.
—Estábien.Hagámoslo.—¿Sí?YestátanentusiasmadaqueManuelsecontagiayacabanlosdosdando
saltosencimadelacama.—¡Sí!¡Sí!¡Sí!Rompieron las láminas del somier, pero como estaban eufóricos no les
importó.Serieronmásfuerte.Esamismasemanapidieroncitaenlaclínica.Sesometieronalosanálisis,
tomaroncomplementosvitamínicos,hormonales,Aliciaaprendióapincharseellasolalamedicación.Todoporlaestimulaciónovárica.Manueltambiénseinvolucróporcompleto.Estabanconcienciados,motivados,positivos.
En noviembre tenían cita con el supervisor médico, la última antes deproceder a la fecundación in vitro y justo antesde la punciónovárica.Alláfueronsonrientes,consumejoractitudde jóvenesprofesionalesurbanos—total,teníantreintaydosaños,claroqueeranjóvenes—,dispuestosatriunfartambiénenesto.
EldoctorGarrigueseraunhombreserio.Semostróuntantofrío.Alicialonotó nada más entrar, aunque no dejó que le afectara. Les explicó que eltratamiento había ido muy bien y que no existía ningún obstáculo pararealizarlaextraccióndelosovocitos.Poresolecostóseguirsurazonamiento.
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—No quiero transmitir una impresión equivocada ni alarmarlosinnecesariamente, pero es importante que comprenda que debe acudir a sumédico y someterse a más pruebas. Tenemos que descartar cualquieranomalía. Como ya les he explicado, esto no afecta al procedimiento.Podemos seguir con la agenda sin ningún problema, pero tampoco hayinconvenienteenaplazarlodosotresmeses,cuandotengamoslaseguridaddequetodoestábien.Elestrésesunfactordedifícilcuantificación,peropodríaperjudicarelarraigodelembrión,yyatenemosbastantedeeso,¿verdad?—dicedejandoporuninstantelacorazaprofesionalparamostrarsemáscercano—.Enresumen,loquequeremosesquetodosalgabien.
ElcerebrodeAliciareaccionaconincreíbletorpeza.¿Quéclasedeexcusaesesa?¿QuétienequeverqueenlosanálisisdeManuelhayaalgunosvaloresfueraderangoconquehayaqueretrasar laextracciónde losóvulos?Sehaestadopreparandodurantemesesparaesaextracción.¿Vanapararahoraporuna desviación coyuntural? Porque tiene que ser eso, una anomalíamomentánea,undesequilibriofrutodelestrés,comodiceeldoctor.Esloquetiene andar de médicos, aunque estés bien, si te miran, seguro que teencuentranalgo.EsloquediceelpadredeAliciaquenovaaunaconsultaniaunqueleaten.
—Pero que el recuento de leucocitos esté tan bajo, ¿no puede ser poralgunainfecciónpuntual?Tuvelagripeaprincipiosdelotoñoyporesopenséqueeranormalencontrarmemáscansado.
Alicialomirayescomosilovieraporprimeravezenmuchassemanas.Es cierto, parece cansado, la chaqueta lequedaunpocogrande, haperdidopeso.Vivenjuntos,selevantanauntiempo,cadatarde,alavueltadeltrabajo,secuentancómohaidoeldía.Y,sinembargo,hastaesemomentonohabíanotadonadadistintoenManuel.Solohabíaestadopendientedeltratamiento,delosciclos.
—Podría ser. Pero ya le digo que no esmi campo y prefiero no hacervaloraciones prematuras. Si les parece, concertamos una nueva cita paradespuésdeNavidadesy,yacontodalainformación,tomamosunadecisión.No se preocupe, Alicia. Solo será un retraso de un par de meses —dicededicándolesuatenciónque,hastaentonces,sehabíaconcentradoporenteroenManuel.
Fue eso, la rapidez con la que se desmontaron los planes largamenteacariciados,loquelehizodarsecuentadehastaquépuntoaquelloeragrave.
Contodo,seesforzaronpornodarledemasiadaimportancia.Seenfadaronconlaclínica,coneldoctor,sospecharonque,comolasfiestasnavideñasse
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lesechabanencima,queríanpostergarlotodoaenero.Perocuandoempezaron laspruebas, llegaron losresultadosy, juntoa la
palabramaldita,seespecificabalinfoma.Sehabíanpreparadoparauncambio,ylohubo,vayasilohubo,aunque
noelqueesperaban,elembarazo,losmesesdeespera,inclusolaposibilidaddequetodosefrustrara:unaborto,unfracasorepetido.Aquellofuedistinto.
La percepción deAlicia cambió. Empezó a vivir al día. A preocuparsesolo por el presente más inmediato: por los efectos de la sesión dequimioterapia,porlosmarcadoresdelúltimoanálisis.QueManueltoleraseeldesayunoerauntriunfo.
Comoenotrascosas,tambiénconlaenfermedadserepartíanlospapeles.Alicia—igualquesupadre—era ladespreocupadayManuel,elaprensivo.Sinnecesidaddehablarlo,hicieronunpactotácito,evitarontantoponerseenlopeorcomoalimentaresperanzasinfundadas.Sinembargo,porprimeravezen su vida, ella supo lo que era el terror, el verdadero pánico. Pánico aperderlo. Y él resistió sesiones de quimio, contrastes y recuentos sindesfallecernidarseporvencidonisiquieraenlosmomentosmásbajos.
Cuando piensa en aquellos meses, Alicia no puede sacar nada bueno,apartedequepasó.Hasta talpuntoque,aunqueensumomentolocreyeronimposible, llegaronaolvidarloo,sinoaolvidarlo,adejarlorelegadoenuncajón,muy,muyalfondo.Perosítuvoefectos,AliciatomóconcienciadeloimportantequeeraManuelparaella.
Noesqueantesno lo supiera, lohabía sabidodesdeelprincipio,desdeque se conocieron en un bar de Malasaña y Manuel y otro chico que sellamabaMiguel—unapiezaeltalMiguel—,lesentraronaCarmenyaella.
—Entonces,¿osvenísatomarlaúltima?—Qué dices, yo ya me he pasado dos de la última. Pero si queréis
repetimosotrodía,¿eh,Ali?Carmensiempredijoquelohizoporella,queyahabíanotadoquetenían
unfeelingespecial,quelosojosleshacíanchiribitasyqueaellaMiguelnifuni fa y que las putadas que le hizo el muy cabrón el año y medio queestuvieron cortando y volviendo a enrollarse eran todas por habersesacrificadoporAlicia.
—Pormínohayproblema,peroaquídondeveisalcolegamañanasepiraa París, ¿verdad, Manu? Y lo mismo ya no lo volvéis a ver —diceestrechándoloporelhombro,comosipregonaralamercancía.
—¿Enserio?Nosotrasqueríamosiresteverano.
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Lohabíanhablado,aunqueCarmenpreferíaIbiza,peroIbizaoParísdabaigual. Acababan de empezar a trabajar, tenían un contrato de prácticas atiempoparcial.Elsueldolesdabaparapagarelabonotransporteypocomás.Comoparapensarenviajes.
—Es por trabajo. Me han ofrecido un contrato de tres años. HabríapreferidoquedarmeenEspaña,perohasalidoestoycomoaquínohayapenasofertas…
—Manuelestodounpartido,unseñoringeniero—levacilaMiguel,queestuvotresañosrepitiendoprimerodeDerecho.
Elcasoesquesedejaronenredaryfueronaotrobar.CarmenyMigueldesaparecierondelavistayellosestuvieronhablandodeloquelesgustaba,se hicieron confidencias, bromearon, rieron. Y cuando el bar ya estaba apuntodecerrar—ymientrasde fondoAntonioVegacantabaElsitiodemirecreo—,AliciaseacercóaManuelylobesó.
—Nodigasnada—dijoponiéndole losdedos en los labios—.Esmejorasí.Sindespedidas.
Y lo dejó en el bar y semarchó caminando sola con aquel sentimientoextrañoygrandeenelcorazón,inexplicable,comosinocogieraytiraratantoqueamenazaraconromperlo.
PeronadacomparableacuandoalasemanasiguientevolvióconCarmenalbardeMalasañayseencontraronconMiguelyManuel.
—Nosehaido.Harenunciadoalempleo.Ahoravaaresultarquenoerestanformalcomocreía.Mehasfallado,tío.Yoqueteteníacomomifiguradereferencia…SiManuhacealgo,tú,Miguel,hazlocontrario.
AliciayManuelsoloteníanojoselunoparaelotro.Ydesdeentonces.DeahílafijaciónporParís.AunqueManueldijesequeeralamejordecisiónquehabíatomadoensuvida,Aliciasiempresesintióresponsable.Sentíaqueselo debía. Y no era solo él. También ella se merecía París. Los dos se lomerecían.
Cuandoempezaronasalirdeltúnel,enmuchasconversaciones,evocaronunayotravezaquellanoche,elbesoenlapenumbradelbar.Fueunaépocaespecialmente buena, un remanso de placidez tras los años de búsquedaangustiosadelembarazoylosmesesdedesgastefísicoyemocionalquetrajoconsigolaenfermedad.
Y junto con las conversaciones recuperaron el gustopor el sexo.Noyaparaprocrear,nicomoconsuelo,niporinercia—conocíantodaslasvariantes—.Volvieronotravezajugar,abordearlímites.TodoempezócuandoAliciale regaló aManuel una cámara digital—lo último de lo último, el regalo
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perfectoparaunnerdcomoél—, jamáshabríasospechadoelpartidoque lesacarían.
—¿Así?Posadesnudaentrelassábanas.Manuelregistrafragmentosdesupiel,la
curvadeunseno,sumanojuntoalpubis.Denosentirsecómodadeltodo—noconlasituación,confíaporcompletoenManuel,másbienelproblemaeracon sucuerpo, esaabsurdacomparacióncon losestándaresdebelleza—hapasadoadisfrutardelmomento.SevereflejadaenlasfotosdeManuely legustaloqueve.Segusta.
Yaéllegusta.—Asíestásperfecta.Eresperfecta.Yoye,quéserá,queAliciaselocree.Fueunadeesasnochescuandotuvieronlaconversación.Despuésdeque
aManuel se le escapase cuántomás estupendo era «ahora» comparado con«antes».
—Aver,quenoesqueantesestuviesemal,peroahora…yasabes.Eratanobvioque«ahora»eramuchomejorque«antes»,quenisiquiera
semolestó.—Nolohemoshablado—continuóManuel—,perosigoestandocontigo
alcienporcien.Lodigoenserio,podemosvolveralaclínicaycontinuarconeltratamiento.
Alicia lohabíapensado.Muchasvecesdesde laentrevistaconeldoctorGarriguesyconbastantemenosfrecuenciaapartirdequeManuelcomenzasea recuperarse. Para su propia sorpresa, la ansiedad —la fijación— habíadesaparecido.Nosinhuella,habíadejadotrasdesíunhuecolimpio,comoelquedejaunaheridaprofunda.Lapielsana,peroquedaunacicatriz.
Se lo explicó a Manuel. Le dijo que no quería volver a subirse a esamontañarusadeilusionesydecepciones,quepreferíaquedarsecomoestaban.Manuelrespiró.Dijoqueéltambiénloprefería.
—Perosíhayalgoquemegustaríahacer.Loheestadopensandoycreoqueeselmomento,aprovechandoqueaúntenemoseldinerodeltratamientoyquetúyatehasreincorporado.
—¿Yes?Sesentósobrelacama,desnudacomoestaba,yselocontó.—¿TeacuerdasdelaescuelaesatanchulaquevimosenLoeches?Allado
de donde vivemi hermana. ¿Recuerdas que te dije quemedaban ganas dellevarlesmicurrículumporsinecesitabanpersonal?Mehacontadoquehancerrado.TienepuestoelcarteldeSealquila.
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—¿Y?—Y he pensado que podía llamar a la inmobiliaria y, si no piden un
disparate, abrirlonosotras.Carmen también estádeseandopedir la cuentayyoyanoaguantomás.HoylahevueltoatenerconAurora.Nopuedeserquetefalleunamonitoraytetengasquehacercargodediezniñosdeunoadosañosydeochobebés.NiquedejeaSandraacargodelospequescuandosabequeselimitaadarleselbibeyqueledaigualquellorenhastadesgañitarse.Mesupera,Manuel,deverdadquenolopuedoentender,sinolegustanlosniños,¿porquésededicaaesto?
Es superior a ella. Le pasaba entonces y le sigue pasando ahora. Ladescomponequesedejelloraraunniño,especialmentesiesunbebé.Seleponeunnudoenelestómagoquenoladejarespirar.
—Yyoquecreíaqueme ibasadecirqueesteeraelmomentoperfectoparairaParís.
Lahacereír.Peroenseguidaseponedenuevoseria.—Séquepareceunalocura.Quesiaellosnoleshaidobiendespuésde
invertir tanto dinero, es que no es ningún chollo. Pero me he estadoinformando, lo llevaba una empresa con escuelas por toda España y eldirector era un gestor con experiencia como administrador, pero no en elsector. Carmen y yo llevamos trabajando con niños más de doce años,sacaríamoslaescuelaadelante,sabemoscómohacerlo.Séquepodemos.
—Eh…Queyoestoyconvencido.Séquevaisatriunfar.Aliciavuelveareír.—¿Ycómoestástanseguro?—Desdequemebesasteenaquelbarmedicuentadequeeraslaclasede
persona que tenía claro lo que quería y sabía cómo ir a por ello. Y mepregunté,¿ytú,Manuel?¿Túquéquieres?Yluegoyasabesloquepasó.
—LlamasteaParísyrenunciastealaplaza.—Perdílaplazayteganéati.Y así con todo. Perdías unas cosas, ganabas otras. Nunca llegaron a
retomarel tratamientoen laclínicadefertilidad,peroAliciaseconvirtióencodirectoradelaescuelainfantilNubesdecolores.
Y el nudo en el estómago y los bebés que lloraban sin que nadie losatendiera,yajamásvolvieron.
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6deabrilde2020
—Mira,chica,yoasínopuedoseguir.ElunotodoeldíaenganchadoalaPlayStation,laotrasinsalirdesucuartohaciéndosefotosparaelInstagram,yPacoayerseventilólatemporadaenteradeLacasadepapel.¿Yyoqué,Ali?¿Yoqué?Metienenharta,telodigoenserio,comoestoduremuchomásmevoypara la escuelayme confino allí y que les cociney les limpie suputamadre, que soy yo, pero hasta ahí podíamos llegar.Yome planto,Ali.Meplanto.Selohedicho,perolesdaigual.Lesdae-xac-ta-men-te-i-gual.
Cuandolasmadreslescuentanloagobiadasquesesientenconlacrianzadelospeques,losllantosamedianochedelosbebés,lasrabietasdelosdosaños, la desesperación cuando dicen que no comen y no comen, Carmensiempre replica que eso no es nada, que se preparen para cuando seanadolescentes.Lasmadresseríen—hayquereírseconCarmen—,peroellalodicecompletamenteenserio.
—Lostienesmuymalacostumbrados.—Puessevanajoderquehoynopiensohacernada.Cuandomevengan
conlode¿yquéhayparacomer?Lesvoyadecir:esoquerríasaberyo.Mevoyasentaryvoyaesperaraquemeponganlamesaymelodentodohecho,igualquehacenellos.
—Mucho hablar, pero luego te rajas. Que ya te conocemos y eres unablanda—diceManuelasomándosea lapantalladelportátildesdedetrásdelhombrodeAlicia.
—Pero, bueno, pero si no te conocía. ¿Tú te has mirado en el espejo?¿Cómodejasquesehagaeso,Alicia?
—Perosiestáencantada,¿aquemequedabien?¿Aqueestoypotenteyatractivo?
—Perocómotevaaquedarbien,¡siparecesunindigente!¿Yyocómonotehabíavistoantes?Alicia,deverdadtelodigo,convénceleparaquesequiteesasbarbas.
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Lunes, tercera semana de confinamiento. Día a día han ido creandonuevasrutinasylacharlamañaneraconCarmenesunadeellas.Lascifras—porfin—parecendarsignosdetreguayserespiraunpocomejor.Yesque,de tanto racionarlo y estirarlo todo, de tantas noticias negras y tantapesadumbre,avecesparecequeescaseahastaelaire.
También es verdad que, dentro de lo malo, han surgido oportunidadesinesperadas.Manuel,porejemplo:unantiguocompañerodelafacultadsehapuesto en contacto con él.Han creado un grupo de trabajo para desarrollarrespiradores con impresoras 3D. Ingenieros, informáticos, médicos yprofesionales de otros sectores comparten necesidades y aportanconocimiento. Se plantean problemas y entre todos buscan posiblessoluciones.Cadacualponesugranitodearena.Manuelhavueltoapasarlosdías consultando el correo y localizando stocks y proveedores.Ha vuelto aentusiasmarse. Tiene razón Carmen, la barba le hace parecer un indigente,peroestátanabstraídoporelproyectoquehadejadodeafeitarse.
—Bueno,osdejo,que tengo tarea.E imponte,Carmen, imponte.Sacaarelucir ese sargento de marines que llevas ahí dentro y no dejes que se tesubanalachepa.
—Dentrosí,peroeldíaquelosaquefuera…Sevanaenterar.—Escucha una cosa, Carmen —cuenta Alicia—. Anoche me llamó la
mamádeNuria,¿sabesquéNuriatedigo?LaqueestáenelgrupodeMarian.—¿Unamorenitamuysaladaquehablaporloscodos?—Esa.Sumamálepusoelvídeoquegrabamoslasemanapasada.—Ay,elvídeo.Québienlopasamos,¿porquénohacemosotro?Yome
agobio aquí metida. Tenía que haber hecho como tú e irme a un chalet.Acógeme,Ali.
—Yoteacojo.Venga,vente—diceasabiendasdequenohablaenserio.ACarmenlodevivirenlasafuerasnoleva.Aellalegustairdetiendas,elbulliciodelcentro, lacalle.Alicia,encambio,aunqueechademenosa susniñosy loscafésconsuhermana, los flanesde losdomingosencasadesumadre, los paseos por el pueblo con sus suegros —siempre evitando losprados en los que pastan las vacas—, por lo demás se ha adaptado sinproblemasalanuevarutinayhaymomentosenlosquesesientelareinadelarepública independiente de su casa. Y Manuel de rey, claro—. Lo que tedecía,quelamadredeNuriamecontóquelehabíapuestoelvídeoyqueenquéhora.Queempezóallorarquequeríairalcole,aseñalarlapantallayacogerla de lamanoparaque la llevara.Me la puso en la cámaradelmóvilparaquehablaraconellayleexplicaraporquénopodíasalir.
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—Ay,pobre…—Si vieras qué lagrimones, pero se le pasó. Le prometí que íbamos a
volvermuypronto.—Claro que sí, Ali. Ya mismo estamos allí. Esto no va a poder con
nosotras.Enotraspeoresnoshemosvistoymíranos.—Peoresdice…—Quesí,nena,quelashemospasadomuyputas.Loquepasaesqueya
nonosacordamos.—Esqueparaquévasaacordartedelomalocuandohaytantobueno.—Ahí le has dado. Bueno, chica, te dejo, que voy a poner firme a mi
tropa.¡Raúl!—gritadesdeelotroladodelapantalla—.¡¿Tequiereslevantarya?!¡Quellevasdiezdíasconlasmismassábanasyteestoyesperandoparaponerlalavadora!Negrametenéis,¡negra!
Sí,estasemanahacomenzadobastantemejor.Másdespuésdelsustodelapasadacuandosupadreempezóconlatosyasegurabaquenolesabíaanadala comidayquenonotaba losolores.No tuvo fiebre, sumadre también seencuentrabienyahoraelproblemaesquesupadreestáconvencidodequeyaestáinmunizadoyquierehacervidanormal.
—Quenopuedesestarsegurosinotehanhechoeltest.—Puesquemelohagan,ysi tengoquedonarsangreparacuraraotros,
yoladono,quelohevistoenlasnoticias.—Que eso es un tratamiento experimental, papá, que solo van a probar
conunoscuantospacientesescogidos.—Túquetemanejasmejorconinternet,miradóndehayqueapuntarsey
meapuntas.—Alicia,dileatupadrequecomosalgaporesapuertaaquíyanoentra.
Élveráloquehace—amenazasumadreporelteléfono.—Bueno,mujer,bueno.Tampocohayqueponerseasí.Y en cuanto se quiere dar cuenta, se ha pasado la mañana. A la una
Manuelcierraelportátil,aparcalasbúsquedasysebajaconellaalacocina.Entrelosdosdecidenelmenúyserepartenlastareas.Esotranovedad.Antesnuncaalmorzabanjuntos,ellalohacíaenlaescuelayélconloscompañerosoconloscomerciales,avecesconalgúncliente.Esotradeesascosasalasquelehancogidoelgusto.
—Pruebalaensalada,¿estábienosemehaidolamanoconelvinagre?—Estábien.¿Vasaquererlapastaconsalsadetomateoladejotalcual?
Rehogadasoloconaceiteyajo.
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Lascosascomoson,nosecomplicanmucholavida.Pero,quéserá,quetodolessabeestupendo.
Están a punto de empezar a comer cuando en la televisión suenan unasnotasque,pormuchasvecesque lashayanescuchado,siempre lesponenlapielchinita.
Es una promode la cadena conunmensaje de aliento para los tiemposquecorren.
Denieve,huracányabismosElsitiodemirecreo
—Mira,Ali,hanescogidonuestracanción.Porque,aunqueseasucanción,noessolosuya,claro.Estáahíparatodos.
Como las mejores cosas de la vida. Y no es más que una pequeñacoincidencia—AlicianocreeeneldestinoyManuelaúnmenos—,peroesque el azar es así y a veces trae consigo consecuencias inesperadas.Inesperadasymuyafortunadas.
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1denoviembrede2016
—Venga,Manuel.—Voy,voy…Esquemeestádandoundolor…—diceapoyandolamano
izquierdaenelabdomen.—¿Quédolor?—preguntaalarmadaponiéndoseyaenlopeor.—Es flato, un poco de flato —explica sin aliento—, enseguida se me
pasa.Vetú.—Queno,cómotevoyadejaraquí.Aguanta,queyafaltapoco.Elembarquedesuvuelosecierraalasdosymediaysonlasdosyveinte.
Hanllegadocontiempodesobraalaeropuerto,tanprontoqueestabansolosenlasalaqueindicabaenelbillete.Sehanempezadoaextrañarcuandohanpasadolosminutosyseguíasinhaberapenaspasajeros.
—Oye,Ali,quesonlasdosydiezyaquínovienenadie.—Quéraro,¿no?—Aquípasaalgo.Habían cambiado la sala por otra en el extremoopuestodel aeropuerto.
Tuvieron que atravesar Barajas al trote, con las maletas a rastras porquehabían pensado que, para cuatro días que iban a pasar en París, podíanllevarlotodoenunpardemaletasdecabina.
Cuandollegaronvieronalosúltimospasajerospasandoelcontrol.—Yaestamos,Manu.Llegaronjadeando,peroaliviados.Alguienllamólaatencióndelauxiliar.
Apenasechóunvistazoalosbilletesylespermitióelpaso.Eranlosúltimosyse encontraron con que sus asientos estaban ocupados por una pareja dejaponeses.Sonrieronamableseinclinaronlacabezacuandoellossequedaronparadossujetandolasasasdelasmaletas.
—Daigual,ahíhaydoslibres.Asíquesesentaronunpocomásadelante.
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—Ahorasí—dijoManuelcuandoelavióndespegó—.Tejuroqueporunmomentohepensadoquenoloconseguíamos.
—¡Yyo!—ríoAlicia—.Decía,verás…verásquécaradeidiotassenosvaaquedar.
Yaeraunabromarecurrenteentrelosdos.Cuandodejabanalgoparamásadelante:pedirhoraaldentista,colgarloscuadrosquellevabanaños—desdequehicieronlamudanza—guardadosenunacaja,bienAliciaobienManueldecían:encuantovolvamosdeParís.
Dehecho,yaenotraocasión,estuvieronapuntodefracasarenelintento.Fijaronlafecha—elpuentedelaConstitución—,miraronhotelesybuscaronofertasdevuelos,perose fuerondesinflando—fuecuandoManuelacababadeperderelempleo—ylodejaroncorrer.Cuandoelcuatrodediciembrelahuelgadecontroladoresprovocóelcierredelespacioaéreo,niellaniéldabancrédito.
—Hassidotú,Ali.Estáclarísimo.PlaneasiraParísyelgobiernodecretaelestadodealarma.
—¿Yporquéyoynotú?Túereselquedominalasmatemáticas.Seguroquehayalgunaecuaciónque loexplica: la teoríadelcaosoelexperimentoesedelgato,¿cómosellama?
—ElgatodeSchrödinger.—Eso.AlomejorestamosynoestamosenParísy,comonosomoslos
queestamos,nonosdamoscuenta.—¿Vescomotengorazón?Enel fondo lesgusta tentara lasuerte.Poreso,cuandocomoregalode
cumpleaños Manuel se presentó con los billetes, Alicia se sintió tanaventureracomosieldestinofueseNairobioNepal.
Ninguno de los dos prestó atención al saludo de bienvenida del piloto.SolocuandoyaestabanllegandoAliciasepercató.
—Oye,Manuel,acabandedecirquelatemperaturaenPragaesdeochogrados.
—¿Qué?HabrádichoquelatemperaturaenParísesdeochogrados.—PeroesquevamosaaterrizarenelaeropuertoVáclavHavelynoenel
CharlesdeGaulle,¿nolohasoído?Manuel estaba aún un poco adormilado y no oía ni entendía. Alicia se
levantó.—Oiga,oiga,porfavor.—Vamosaaterrizar.Nadiepuedelevantarse.Yabrócheseelcinturón.—Pero,¡escuche!
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La auxiliar se fue pasillo adelante y ellos se quedaron con la sospechacreciendopormomentos.
—Manuel,¿túveslatorreEiffel?Elaviónhizoundescensobruscoyelestómagoselespusoalaalturade
lagarganta.—Meestoyponiendomuymalo,Alicia.Elpicadoduróunossegundosmás,luegoelaviónseestabilizóyseoyóal
piloto.—Señorespasajeros, hemos sufridouna turbulencia severa, les rogamos
que conserven la calma y permanezcan en sus asientos con el cinturón deseguridadabrochado.EnapenasunosminutosaterrizaremosenPraga.
—Praga,Manuel,Praga.NoParís.Hemoscogidoelvueloquenoera.—Medaigual,París,PragaoPekín,peroqueaterriceya.Debieronconfundirsedepuerta,nuncalosupieronporqueentreelmareo
deManuelyqueAliciasesentíacomosihubierancometidoundelitograve—como cuando temías haberte incorporado a la autopista en direccióncontrariaocuandorecibesunacartacertificadadelaAgenciaTributaria—,elcasoesquebajarondelaviónynodijeron«estabocaesmía».
Luego, ya conManuelmás recuperado y después de que aAlicia se lepasaseelataquederisatonta—nopodíaparar,nopodía—,decidieronquedeperdidosalrío—delSenaalMoldava—.Buscaronunhotelconlaaplicaciónesaque siempre temeteprisa,«treintaydospersonasquieren reservar estahabitación»,ydieronconunopequeñoymuybonitoenMalaStrana,mucho,muchomásbonitoqueeldeParís.
Enseguida se hizo de noche. Dieron una vuelta por la ciudad vieja y,aunque era como caminar por el decorado de un cuento, no podían evitarsentirsemuytontos,comosialgooalguienestuvieseburlándosedeellos.Ynoeraunabuenasensación.
Peroalamañanasiguiente,cuandoselevantaron…—¡Mira,Manuel!¡Mira,ven!Éldiounsalto,asustado.Almenoshabíandormidobien,lahabitaciónera
cálida,muyacogedoraysilenciosa.—¿Quépasa?—dijosacudiéndoseelsueño.—Asómate—dijoellahaciéndolesitiojuntoalcristalparaquevieseMala
Strananevada.—Uauhh…Aveceslavidatehaceregalosinesperados.AquellosdíasenPragafueron
unodeellos.
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15deabrilde2020
Aliciaabrelaventanayelairedeprimaverainundaeldormitorio.Hueleahojasverdesyatierramojada.Simiraalcieloesfácilolvidarporuninstanteque,desdehacealgomásdeunmes,lavida,bueno,lavidano,laactividad,losestudios,losproyectossehanquedadoenpausa.
Ynoesesolomalo,haymuchascosasquepuedenesperar,peroestáesaidea en la mente de todos, ese presagio que dice que el mundo ya nuncavolverá a ser el de antes.YAlicia no se atreve a aventurar cómo será esenuevo mundo, pero, se da cuenta, un poco tarde, como nos suele pasar atodos, de cuánto le gustaba el de antes, cuánto le gustaba su particular,pequeñaeimperfectavida.Poresoduermemal,ledesvelapensarquétraeráconsigoesefuturoimprevisto.Siemprelainquietaronloscambiosyasuedadesonovaavariar.Porotraparte,tambiénporlaedad,esmásconscientequenuncadeloafortunadaqueesporpoderhablaradiarioconlossuyos,aunqueseaatravésdeunapantallaoporestarasomadaalaventanaunamañanadeabril.Respirando.
YporManuel.Éltambiénhadespertado.Saledelacamayloprimeroquehaceesbuscar
algoenelmóvil.Avecesestanfácilserfeliz…
DondesecreólaprimeraluzGerminólasemilladeuncieloazulVolveréaeselugardondenací.
—Felizaniversario—diceestrechándoladesdelaespalda.—Felicidadestambiénparati.—Veinticinco años ya, Ali. Veintiocho si contamos desde que nos
conocimosenaquelbar.
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—Mediavida.—Solomedia.Yoquierounaentera.—Yyo.Quieromás.Muchomás,Manu.Estrechanelabrazoyentoncesélselodice.—¿Sabesquealfinalnodevolvíesosbilletes?—Nomelopuedocreer.¿Lodicesenserio?—Claro que lo digo en serio. Entré en la página de la compañía y te
ofrecían la posibilidad de cambiar las fechas. Y eso he hecho. Lo heretrasado.
—Pero¿ysillegalafechayaúnnosepuedeviajar?Estándiciendoqueestopuededurarmeses,mientrasnodenconunavacuna…
—Pues lovolvemosacambiar.¿Quéproblemahay?¿Esqueno tehaceilusión?
—Noeseso.Esque…—Lecuestadecirlo,pero¿porquénopronunciarenvozaltaloquelosdosestánpensando?—.Yaséqueesunatontería,peroa lo mejor no llegamos a ir nunca a París y es absurdo empeñarse enintentarlo.
—Noesabsurdo.FuimosaRoma,estuvimosenVenecia,nosescapamosaGranadaaquelprimerodeaño.¿TeacuerdasdeGranada?
—MeacuerdodeGranada—sonríeAlicia.—YPraga…—YPraga—repiteconunasonrisaaúnmásamplia.—¿Por qué iba a ser diferente?Lo que pasa es que hemos tenidomala
suerteconParís,peroenningúnsitioestáescritoqueesonovayaacambiar.—Esverdad.—Claroqueesverdad—dicemeciéndola.—Manuel…—¿Qué?—¿Túnotienesmiedo?—Mucho. Un miedo atroz —dice completamente serio y ella se
estremece.Allí están. Una pareja que empieza a resbalar por la pendiente de la
mediana edad, frágiles, despeinados, en pijama. Han pasado por tanto…Buenoymalo.
—¿Yquévamosahacer?—¿Quépodemoshacer?SemiranyAliciasabe.Losdossaben.—Seguiradelanteotrodíamás.
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—Seguiradelante—repiteél.Ynodejardehacerplanes.Delassorpresasyaseencargarálavida.
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Otroabrildeotraprimavera
—¡Mírala,Manuel!¡Mira!¡Ahíestá!—¡Espera,quesemehaenganchadolamaleta!EsloprimeroqueteencuentrasalsalirdelabocadelmetrodeTrocadero,
la estructura de hierro más famosa del mundo: la torre Eiffel. Era paradaobligadaantesinclusodepasarporelhotel.
Alicia tenía miedo de que le decepcionase —de todos los miedosestúpidosquesepueden llegara tener…—,peroniporasomo.Esaúnmásespectacular,másinmensadeloqueesperaba.RadianteentrelasnubesgrisesqueesamañanaponenfondoalcielodeParís.
—¡Espera,Ali!Vamos a hacernos una foto.A ver aquí…No, un pocomásallá.
Yacasitienenelencuadrecuandoempiezaallover.Peronounallovizna.Songotasenormes,detormenta.
—Nomelopuedocreer.—Loquenonospaseanosotros…—Nah,estonoesnada.Unpocodeagua.Lagentecorreasualrededor.Todosbuscanrefugio,peroAliciayManuel
nosemuevendelsitio.Alcontrario,seacercanmáselunoalotro.Élestiralamanoquesujetaelmóvilydice:
—Sonríe,Ali.Yallíestán.Porfin.Mojados,perofelices.EllosyParís.
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MARISA SICILIA (Toledo, España). Su nombre completo esMaría LuisaSicilia, cuya niñez transcurrió en Getafe, es licenciada en CienciasEconómicas y en la actualidad compagina la escritura con su trabajo en lagestiónylaadministracióndesupropiaempresa.Enunaentrevistapodemosleer: «Estudié Ciencias Económicas, y escogí esa carrera porque soy muyprácticayteníamássalidasqueotras.Además,siempresemehandadobienlasmatemáticas y era una de las que podía cursarse en la UNED. Dejé elcolegio a los catorce añosy continuéestudiandoa lavezque trabajaba.Encuanto a escribir, no he llegado a hacer ningún curso. En parte por esaconfianzaquemedioacostumbrarmeaapañármelassola.Creoque,teniendolainformación,sonmuchaslascosasquepuedesaprenderoperfeccionarsinnecesidad de más ayuda. En el caso concreto de la escritura, confío en laintuición;peronocomoalgoinnato,sinocomounreflejoaprendidodespuésdetantosañosdelectura».
Vive con su marido y su hijo en la tranquila localidad de Ugena —a 40kilómetros de Toledo y tres cuartos de hora deMadrid—, y su objetivo alescribiresintentarqueellectordisfrutedealgolomásparecidoposiblealoque los libros le han hecho disfrutar a ella. En su blog: «Puedo contar quecomencéaescribirunbuendíadejuliode2010,quenuncaimaginéquesería
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tan absorbente y tan emocionante y que la adicción que desencadenó aquelprimerintentosehatraducidohastaahoraennuevenovelaspublicadas».
HasidofinalistadurantedosañosconsecutivosdelCertamenVergara-Rincónde lanovelaRománticaconsusnovelasLadamadelpasoyEl juegode lainocencia.Estambiénautorade:Túenlasombra;KateBentley;Mentirasysueños;Forajido;Nadina;yElúltimobaile.
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