SEMINARIO CONCILIAR DE CIUDAD JUÁREZ
LA PERSONA EN LA COMUNIDAD
TESINA FILOSÓFICA
POR: JOSÉ FERNANDO DE SANTIAGO SÁNCHEZ
ASESOR: Pbro. Istibal Valenzuela Olivas
Cd. Juárez, Chih., México Mayo, 2011
1
Dedicatoria
A mi familia, compañeros y amigos
2
AGRADECIMIENTO
A Dios por el don de la vida y por permitirme experimentar este camino filosófico, en el
cual lo encuentro presente en el actuar humano.
A mis papas por el apoyo que me han dado a lo largo de mi vida y acompañarme en éste
camino del Seminario.
A mis hermanas y hermanos por las atenciones que han tenido y permanecer pendientes
de mi caminar.
Al Padre Daniel Sierra Cabrera por guiarme en el camino vocacional al encuentro de
Jesucristo.
A ustedes padres formadores por la exigencia que en su momento nos piden y que al
final se ve recompensada al ver los frutos.
A mi grupo, ustedes hermanos en la vocación por acompañarme en esta etapa en la que
hemos convivido y fortaleciendo los lazos de hermandad.
A los amigos que siempre están pendientes y expectantes de cómo voy avanzando en
ésta etapa de la vida.
3
INDICE
Capítulo I Persona
I. DEFINICIÓN DE PERSONA HUMANA a) ¿Quién es la persona?..................................................3
b) Composición de persona…………………….……....7 Cuerpo y alma……………………………….…..….7
c) ¿Muere el individuo o la persona?..............................9
Capítulo II Individuo
II. DEFINICIÓN DE INDIVIDUO a. ¿Quién es el individuo o yo individual?..................13
b. La persona en la singularidad…………………….16
c. Manifestaciones de la singularidad……………….19
a) El incomparable ……………………….…….19
b) El insustituible ………………………………19
Capítulo III La Persona en la comunidad
III. LA PERSONA EN COMUNIDAD a. Conociendo al otro como persona…………..…22
b. Relación de amistad en Aristóteles…………….25
c. La Solidaridad………………………………….30
Conclusión………………………………………………..33
Bibliografía………………………………………….……34
4
Resumen
En el presente trabajo se expresa la diferencia entre persona e individuos términos que
nos son familiares y utilizamos constantemente en nuestra vida cotidiana.
Iniciando con el termino persona se hace una exposición de cómo ha sido el término a lo
largo de la historia y la forma como ha sido utilizado, y que concluye refiriéndose a la
persona como la que está presente en medio de un tiempo y espacio concretos
relacionada con otras semejantes.
También el termino individuo se explica como aquel que tiene sus capacidades y que lo
distinguen de los otros, conteniendo en este la personalidad y que con sus características
únicas lo hacen no exista nadie igual a él, por ello es importante su relación con los
demás permitiéndose conocer y ser conocido.
En el tercer apartado encontramos que al ser personas llamadas a vivir en comunidad no
podemos permanecer centradas en nosotros, sino que salimos al encuentro desde
nuestras circunstancias a la convivencia y que por ello las amistades son importantes ya
que dan razón de nosotros y nos acompañan a lo largo de la vida para ayudarnos a ser
personas integras llamadas a ser solidarios.
5
Introducción
En el trascurso de este tema daré a conocer cómo la palabra persona e individuo
son para la mayoría de las personas conceptos iguales que comúnmente utilizamos y que
tomamos para dirigirnos a algo específico, pero que no tenemos en cuenta las
características que están alrededor para tomar este concepto y aplicarlo de una forma
concreta y directa en la situación.
Si bien para algunos la palabra persona designa a alguien en general sin
distinción, es preciso pensar que llamamos a todos los seres individuales así, porque
algunos tienen la noción de entender que es muy extensa la parte de persona y que
conlleva un conjunto.
En otro aspecto, tenemos individuo, el cual se entiende es invidualidad, de igual
forma se utiliza como algo muy común, es el caso de relacionarlo con persona, pero que
sobrelleva un gran diferencia, la cual se constituye en forma individual y hace una
característica de sí misma. Son palabras por tanto distintas pero que tomamos por
igual; en este tema expondré cómo se relaciona una con la otra sin mezclarse, sino
dándole a cada una su momento.
Concluiré que al estar dentro de la comunidad no perdemos estos constitutivos
que nos hacen únicos; estar inmersos en el ambiente de los demás me permite
comprender que soy único y a su vez los demás son necesarios en mi camino para
fomentar un bien en comunidad que me permite la relación social.
6
Persona
En esta sección comprenderemos que a lo largo de la historia, este concepto ha
tomado diferentes aclaraciones, las cuales nos permiten comprender que se utiliza para
las situaciones inapropiadas, pues no se le llama persona a todo aquello que vemos sino
a alguien especifico, aquello que es y constituye todo un conjunto y que realiza
determinadas cosas racionalmente, sabiendo que puede y debe realizarlas según su
capacidad y apertura a la comunidad.
7
III. DEFINICIÓN DE PERSONA HUMANA
d) ¿Quién es la persona?
Encontramos a lo largo de la historia que al hablar de persona se dan diferentes
y múltiples formas o significados hacia este concepto, ya que es mucho más amplio y
conciso para reducirlo a una definición como la que encontramos en cualquier
diccionario, es decir, abarca más allá de nuestro entendimiento, de nuestra realidad.
Iniciaré mencionando a la filosofía griega la cual no tuvo un concepto de
persona preciso, pero que tuvo elementos definidamente claros, como el conocimiento
de lo que es unidad, libertad y responsabilidad, características del hombre, que ayudan a
distinguirlo de los demás seres y que sólo por medio de estos tres aspectos visualizamos
lo especifico de persona.
Siguiendo con el análisis de esta palabra, persona viene del latín, equivalente
del griego prósopon, máscara del actor en el teatro griego clásico, entendido como aquél
papel que interpretarían para actuar, manifestando una realidad, a la persona ocultanso
todo aquello que eran, dando paso alguien ficticio, siendo lo que soñaba ser o pretendía
ser, que por circunstancias de la propia vida no le favorecieron.
Entre los presocráticos prósopon, que quiere decir "cara", "rostro", e incluso se
dice de la faz de Helios, (antiguo dios del sol). En tanto para Platón significa "rostro".
Aristóteles habla largamente del "prósopon" (cara) y sus partes (nariz, orejas, etc.);
también se refiere con el mismo término a la cara de la luna; y en algún lugar advierte -
al margen del uso común de la palabra- que "prósopon" se debe decir sólo del hombre; el
8
pez o el buey no tienen "prosopón" (rostro), sino lo que nosotros podríamos denominar,
por ejemplo, "jeta".
Entre nosotros suele decirse que "el rostro es el espejo del alma".1 Pues por
medio de éste encuentro podemos ver al Otro; en él, por consiguiente, tendremos un
encuentro sin palabras, pero que nos envolverá con su presencia quedando en nosotros la
impresión de alguien más allá, que me habla y en el cual contemplo su interior.
Mientras que para los romanos en el derecho romano llamaban persona al sujeto
de derechos, en oposición al esclavo, es decir a aquel que poseía determinadas
territorios, e incluso mejor instrucción educativa o sustento que le dieran reconocimiento
en medio de la sociedad, dejando a los esclavos como un objeto más de su propiedad, sin
tenerles en cuenta para nada, solo para explotarlos, manteniéndolos en la ignorancia, sin
conocimiento o instrucción.
Lo anterior implicaba la determinación tajante de estar aislado de aquello que le
debiera tocar o pudiese tocar como parte de la sociedad, pues eran trabajos que no tenían
horario. Ahora bien unamos el aspecto de la sociedad en la que no tenían un status
digno, sino que solo eran parte de aquella humanidad sobrante.
Durante los siglos IV y V d.c, el pensamiento cristiano, puso de manifiesto que
el concepto de persona es primero divino2, (se tiene una relación materia-espíritu, es
decir pertenece al orden espiritual, que en cuanto alma es principio vital del cuerpo), al
declararse que Jesucristo posee la persona, o substancia así como la naturaleza (o
1 Orozco, Antonio, “¿Qué es la persona y cuál su dignidad?”. Revista Arbil no. 26. [En línea]. [Fecha de consulta:12 de septiembre de 2010].Disponible en: http://www.arbil.org/(26)oroz.htm2 Coreth, Emerich, ¿Qué es el hombre?, esquema de una antropología filosófica, Edic. 6ta Edit. HERDER, Barcelona, 1991. pág. 53
9
substancia) divina y humana. Para el año 553 el concilio constantinopolitano decreto que
a las tres subsistencias o personas Padre, Hijo, y Espíritu Santo son posesores
esencialmente iguales de la única naturaleza de Dios, es decir, del ser absoluto e
infinito. Con ello queda definida la distinción entre naturaleza y persona. Cuando en la
edad media se interpretó persona como per se unum, o se la derivo del verbo personare
(soñar por medio de), persistía aun la imagen teatral de la máscara.
Ahora bien por persona se entiende en la filosofía medieval una hypóstasis o
suppositum, que como tal no se distingue de las demás sustancias, pero cuya naturaleza
es racional. De esta manera entendemos, lo que distingue a la persona de otros seres es
precisamente su racionalidad siendo exclusiva SOLO3 del hombre tener ésta capacidad.
La racionalidad se entiende como una cualificación de la sustancia,
desarrollándose con el paso del tiempo, elevando a la persona por encima de todas las
demás y que le prestará una excelencia que merece un "miramiento" particular.4
La más célebre definición de persona es la formulada por Boecio: "Rationalis
naturae individua substancia", que quiere decir, "Sustancia individual de naturaleza
racional".5
Todos los conceptos integrados en esta fórmula son de origen Aristotélico. Por
sustancia individual se entiende aquí lo que Aristóteles llama la sustancia primera: una
realidad indivisa en sí misma y separada de las demás realidades. Pero, por ser sustancia,
3 Destaco esta palabra SOLO, para que comprendamos que el hombre por ser una persona que tiene en si todo lo constitutivo es la única en la que encontramos una racionalidad espiritual.
4 Op. Cit., Orozco, Antonio5 Fernández, C. Los filósofos medievales, Selección de textos. vol.1. Edit. BAC, p. 545 Madrid 1979.
10
su individualidad es, digámoslo así, más radical que la del accidente, dado que éste no se
individua por sí mismo, sino por la sustancia.
Santo Tomás asume la definición propuesta por Boecio, profundizando en su
significado y matizándolo:
(...) se dice de la persona que es sustancia individual con el fin de designar lo singular en el género de la sustancia, y se agrega que es de naturaleza racional para mostrar que se trata de una substancia individual del orden de las substancias racionales.6
En esta definición comprendemos, que ninguna otra substancia será igual a la
que tú o yo poseemos, pues son particulares de cada uno; yo no puedo poseer tus
expectativas, puesto que tú tienes las tuyas y ni de forma inversa, porque tu razón da
cuenta de ti mismo y la vez la mía de mí.
Si lo vemos del modo contrario, seriamos como en determinados trabajos,
modelos iguales que no tendríamos raciocinio propio, sino que seriamos una pieza más,
pero no personas, como lo dicho respecto a los esclavos romanos; por ello es que cada
uno siendo persona es una realidad dinámica, y no todo dinamismo es idéntico.7
En tanto que para unos filósofos italo-germanico, «Persona significa que en mi
ser mismo no puedo, en último término, ser poseído por ninguna otra y que por nadie
puedo ser utilizado, sino que soy fin en mí mismo; por tanto no me pueden representar
recuérdese el per se sonans romano], sino que yo mismo estoy por mí, es decir yo
respondo de mis actos, por ser única instancia, »8.
6 Santo Tomás de Aquino, De Potentia, q. 9, a. 4, in c7 Aranguren, Luis A., El reto de ser persona, una aproximación a la antropología de Jean Lacroix. Edit.
Estudios y ensayos BAC, filosofía y ciencias. Madrid España. Págs. 77-78.8 Melendo Granados, Tomás, “Cada persona única e incomparable”. Revista Arbil, no. 112. [En línea]. [Fecha de consulta: 25 de septiembre de 2010]. Disponible en: http://www.arbil.org/112mele.htm
11
Entendemos por tanto a la persona como aquello que nadie más posee, y que
solo está en mí, siendo pues característica de todo lo que es mí ser constitutivo.
Para entenderlo mejor, cuando se busca la interacción con otras personas,
estamos buscando a aquellas que pueden tener alguna afinidad con mi persona, las
cuales sin darse cuenta están siendo parte de una comunidad, que comparte un bien
común, que dará crecimiento a la sociedad.
Como persona, cada ser humano es alguien que existe en sí mismo y para sí
mismo. Desde su interioridad se relaciona consigo mismo hacia los demás, con el
entorno y con el Fundamento de todo. Es verdad y presencia para sí y para los demás,
tiene autonomía y libertad creadora para sí y para los demás.
e) Composición de persona
Cuerpo y alma
Para poder entrar en estos términos lo que dice Coreth con respecto a estos: el
hombre se compone de cuerpo y alma. Siendo una unión que esta una en la otra y
viceversa dependientes; en esto nos damos cuenta no es fácil entrar en el contexto de los
términos pues van más allá de lo que nosotros o nuestra capacidad puede llegar a
comprender al no ser sólo palabras que se deban pasar por alto, sobre todo porque
estamos hablando de una persona humana como ya he dicho.
Ahora bien, lo que nos presenta es una clarificación de estos conceptos siendo
su pronunciación muy fácil y rápida, pero que a lo largo de la historia el concepto alma
ha pasado por varias modalidades. Este uso lingüístico (alma) oculta lo real de la
12
pregunta, pues alma no es directamente una realidad espiritual sino que señala algo más
vasto: el principio vital del ser viviente.9 Comprendamos que no significa alma humana
espiritual, sino que se refería al principio vital de todos los seres vivientes: animal,
vegetal y mineral.
Alma significa aquí el principio interno de la vida corporal. Espíritu indica
esencialmente algo más: un principio de ser y de obrar superior e inmaterial, que por
consiguiente está por encima de lo corporal y material. Pero con respecto al hombre,
Coreth dice: “espíritu y alma son simultáneos, que anima y vivifica al cuerpo humano,
puede hablarse de un alma espiritual (anima spiritualis o intellectualis) siendo principio
de vida espiritual y corporal” 10.
Mientras tanto Platón dice sobre el cuerpo: pertenece al mundo aparente e irreal
de la materia, mientras que el alma como ser espiritual pertenece al mundo eterno de las
ideas. Pero para Aristóteles, el alma es el principio informante y determinante que
conviene a toda realidad humana justamente en el hombre, es decir, conforma la materia
en un cuerpo vivo y humano, lo vivifica y anima.
En la unidad de cuerpo y alma, el hombre por su misma condición corporal, es
una síntesis del universo material, el cual alcanza por medio del hombre su más alta
cima y alza la voz para la libre alabanza del Creador. No se debe, por tanto, despreciar la
vida corporal, sino que, por el contrario, debe tener por bueno su cuerpo y honrarlo,
como criatura de Dios que ha preservada cuando resucite el último día.
9 Coreth, Emerich. Op. Cit. Pág.187.10 ibíd. Pág. 188
13
La constitución de la persona humana, está formada por un cuerpo físico sujeto
a las leyes biológicas de todos los seres vivos (nacimiento, nutrición, crecimiento,
reproducción y muerte). Y un alma, principio de movimiento de todo ser vivo, qué es
diferente al de los demás seres vivos ya que está dotado de inteligencia y voluntad. La
inteligencia, es la potencia espiritual del hombre de conocer la verdad, la voluntad, la
potencia espiritual del hombre de buscar o tender al bien. La unión es tal que no se
puede entender la una sin la otra, es decir el alma no se entiende sin el cuerpo humano y
el cuerpo no se entiende sin el alma humana11
Llamamos persona a la unidad esencial humana de cuerpo y espíritu como ser
individual autónomo que se realiza en la posesión consciente y en la libre disposición de
sí mismo.12
f) ¿Muere el individuo o la persona?
Este inciso reflexiono cómo cada individuo se está perdiendo la oportunidad de
entrar en contacto con el otro, pues cada uno en nuestro propio interior, tenemos la
iniciativa de relacionarnos con las demás personas una vez que me conozco y entendido
que no estoy solo sino que parte de mí está en el contacto con otros.
“Solo el hombre esta abiertamente orientado hacia el entorno humano. De su
comunidad surge el individuo y en ella crece de forma humana”13. Por ello todos
nosotros hemos de reconocer que el hombre nace y se desarrolla con los de su alrededor,
11 Lucas Lucas, Ramón. Bioética para todos. Edit. Trillas Edic.3ra México. Pág. 1912 Coreth, Emerich. Op. Cit. Pág. 21113 Coreth, Emerich. Op.Cit. Pág. 85
14
no replegándose sobre sí mismo, sino expectante con los que convive, trabaja, discute,
festeja, etc., es decir, abierto con los hermanos, y por consecuencia de no hacerlo estaría
muerto el ser individual, esto no significa quedarse sin ser partícipe de lo que ocurre en
torno suyo, sino de unirse desde su propio ser para no quedar y pasar como muerto ante
lo que puedo haber aportado, este tema se ampliara en el capítulo tercero.
Ahora bien, a la persona le podemos aplicar esto mismo, pues al ser parte de
determinado grupo, (y más aun dentro de su relación familiar) está llamado a participar
de aquello que se vive, de lo cual no puede ser ajeno ya que está formándose como
persona íntegra, no siendo ya solo individual sino configurándose con aquellos que lo
rodeando para sociabilizar y de igual forma participar, de no hacerlo estará aislado,
muerto, sin querer compartir nada, lo cual influirá para que sea o no una persona íntegra
en todos sus aspectos.
Y en este tema ya Tomás de Aquino afirmaba tajante que en sentido estricto,
singularidad equivale a personalidad:
“Con el nombre de persona queremos significar formalmente [de manera clara y
directa] la incomunicabilidad o la individualidad» de determinadas substancias;
el nombre de persona designa «la condición por la que algo es distinto e
incomunicable”14.
Deducimos pues, que existe un nexo estrechísimo entre singularidad y personalidad. Lo
cual nos sitúa ante otra especie de tautología15. Expresiones como «singularidad de la
14 Melendo Granados. Op. Cit.15 Tautología, repetición de una misma idea o pensamiento en formas diferentes, que no añade nada al
conocimiento y lo único que expresa es una identidad vacía. Es una explicación o definición aparente que emplea términos diferentes para decir lo mismo.
15
persona», «persona individual», «persona única e irrepetible», constituyen cierto
pleonasmo o redundancia: con ellas no quiere afirmarse sino la individualidad de lo
(muy) individual, la singularidad de lo (en extremo) singular o la unicidad de lo
(absolutamente) único e irrepetible.
¨Tomás de Aquino define individuo como «lo que en sí no está dividido, pero
que se distingue o divide de todo lo demás»¨16
Lo dicho nos introduce a nuestro siguiente apartado, en el trataremos de lo
individual, que si bien, cada uno es en sí alguien y concreto, es también conocimiento
interno para ser compartido con los demás.
Individuo16 Melendo Granados. Op.Cit.
16
En esta sección expondré el término de individuo, el cual de primera instancia es aquello
que es único e individual, cada ser concreto, indivisible en sí y separado de los demás. El
individuo es el ser único en la particularidad de su existir. En lo que podemos
comprender aquel que sí está en contacto con los demás, pero que necesita, estar consigo
mismo en toda la integridad de su persona individual para aportar e incorporarse al
grupo social.
IV. DEFINICIÓN DE INDIVIDUO
a. ¿Quién es el individuo o yo individual?
Coreth dice: en el mundo soy uno aun y cuando comparto con los demás las
diferentes actividades17, (como en el hogar, en el trabajo, en la comunidad, o cualquier
grupo) se refiere a la parte de donación que de mi personalidad se estará relacionado con
17 Cfr. Coreth, Emerich. Pág. 113
17
los otros, siendo una conducta específicamente humana, lo que me esta permitiendo ser
diferente de ellos, porque cada uno lleva su ritmo que le exige a su tiempo las
necesidades acordes a su etapa; es pues un individuo con características propias que lo
hacen ser único, puesto que nadie será igual que él, o que tu o que yo. Lo que Coreth ha
llamado lingüísticamente con la palabra YO18.
Lo que nos lleva a pensar que el ser individual es aquel que empieza por uno
mismo y, porque soy yo mismo, sin llegar a caer en el egocentrismo, sino por el
contrario ser y experimentar las situaciones por las que pasaré y que no le tocarán a otro
individuo vivirlas, ya que primero debo ser un individuo pleno en todos los sentidos para
llegar a relacionarme con los demás, los cuales estarán en camino de ser mejores
individuos. Así pues, al tomar el yo, me enfoco a algo estrictamente determinado,
concreto, único y singular. Anteriormente exponía como el individuo se distingue de los
otros; ahora bien, inmerso en estas convivencias, no dejo de ser yo, sigo siendo ese yo
peculiar y único frente a todo lo que es no yo, (dice Fichte, en “gesamien
Wissenschaftslebre”), todo lo que está fuera de mí, todo con lo que me relaciono.
Entendemos por “individuo” (del latín individuum, indiviso) el ser singular y
concreto, que posee una naturaleza o esencia y una existencia espacio-temporal propia.
A diferencia de los conceptos que son universales y existen en la mente, cada cosa,
animal o humano existe de modo concreto e individual. La individualidad es lo que lo
separa, identifica y distingue de los demás seres de su especie.
18 Ibíd.
18
Aristóteles consideró al individuo como “sustancia primera”, se entiende aquí
una realidad sin división en sí misma y separada, a diferencia del género o especie, a los
que denominó “sustancia segunda”. Enuncia también que cada individuo cuenta con un
patrón o modelo innato, es decir nadie es semejante a nosotros.
Para Santo Tomás de Aquino es «lo que en sí no está dividido, pero que se
distingue o divide de todo lo demás». La individualidad de los seres en el mundo tiene
su raíz y razón en la materia, pues no es lo mismo un ladrillo a una piedra; son materia y
tiene características propias tamaño, textura, peso, color, etc., pero están en el espacio-
tiempo siendo cada una diferentes.
Por otro lado, el ser humano individuo, es alguien que existe concreta e
indivisamente en el grupo humano que llamamos “sociedad”. Es decir, es un ser humano
que vive en la familia, la comunidad, la ciudad, el país y el mundo.
De igual manera en cuanto a la sociedad, posee derechos personales y por lógica
una capacidad individual que reconoce al otro que también tiene derechos propios19,
llevándolos a ser diferente; si bien siguen una misma norma, cada uno la realiza con
estilo propio (con esto no quiero decir que se deja a libre albedrío, sino que al ser
singular, la realiza con sus propios constitutivos y no con los de los demás), por lo que
los individuos, como lo expresa Santo Tomas, son los que forman la sociedad, pues cada
uno digámoslo así, pone su individualidad para unirse a otra persona que lo puede
complementar, poniendo su toque especial el cual nadie más tiene.
19 Coreth, Emerich. Op. Cit. Pág. 226
19
De manera similar, con el término persona se especificaba una grandiosa e
incomparable individualidad o suprema singularidad; por lo que concluyo que no es algo
que se me antoje tener o que se tenga que pasar inadvertidamente, ya que se
generalizaría que todos son iguales. Sin embargo considero que cada uno tiene su propia
personalidad cuya afirmación individual le permite distinguirse del otro:
“La persona en el hombre, expresaría la individualidad espiritual o substancial del alma, que se manifiesta en sus facultades incorpóreas, el entendimiento y la voluntad, y también la individualidad del cuerpo. La persona sería lo más individual, lo más propio que es cada hombre, lo más incomunicable, o lo menos común, lo más singular.
Una individualidad única, que no se transmite por generación, porque no pertenece a la naturaleza humana ni a ciertos accidentes suyos, a los que esta predispuesta la misma naturaleza, que es transmitida con ellos de los padres a los hijos”.20
Este aspecto me pone a pensar qué sería si todos fuésemos iguales, si bien en
ocasiones decimos que determinadas personas, por ejemplo los gemelos, llegan a tener
las mismas características corporales, no son idénticos ya que los genes no son iguales,
puesto que cada cadena de ADN (Ácido Desoxirribonucleico) es única e irrepetible,
puesto que está inscrita la programación que dirige el desarrollo de todo nuestro
cuerpo21, lo que hace que cada persona tenga rasgos singulares los cuales son propios de
ella; podemos dar un juicio y decir que no son iguales, pero solo después de un análisis,
aún y cuando a simple vista nos parecen semejantes y no solo físicamente, sino
interiormente pues piensan y se relacionan según se sientan en su yo individual como lo
menciona el autor en líneas arriba.
20 Forment, Edualdo Dr., “Primacía de la incomunicación de la persona”. Revista Arbil. no. 61. [En línea].[Fecha de consulta: 14 de octubre de 2010]. Disponible en: http://www.arbil.org/(61)form.htm21 Lucas Lucas, Ramón. Bioética… Op. Cit. Pág. 78
20
b. La persona en la singularidad
Ya Tomás de Aquino afirmaba que en sentido estricto, singularidad equivale a
personalidad: «Con el nombre de persona queremos significar formalmente [de manera
clara y directa] la incomunicabilidad o la individualidad» de determinadas
substancias…22.
Lo que nos permite entender que no hay personas iguales y que cada uno tiene
sus características que le pertenecen y su estilo propio de vida, además de que está
comunitariamente con los otros, pues ésta individualidad se encuentra en expresión
máxima, no dándose a otros, ya que me pertenece y solo por ser mía me pone de
condición individual abrirme a los demás.
La de la persona es, en efecto, una singularidad superior o incluso suprema23, en
el sentido de poseer lo que por excelencia es propia de ella y está relacionada con lo
divino, porque la persona es creación a imagen y semejanza de Dios lo cual lleva a que
cada una esté relacionada íntimamente en su forma particular con Él. También está por
encima de todos los demás seres, pues su racionalidad y voluntad dignifican a los
individuos; tienen esa capacidad de razonar y entender lo que está sucediendo a su
alrededor y unida a la voluntad, nos da la iniciativa para saber lo bueno y lo malo de las
situaciones.
22 Melendo Granados. Op. Cit.23 Ibíd.
21
Por ello el individuo, por excelencia, es extremadamente singular; tiene en sí, la
toma de decisiones que le afectarán como persona: ésto le distingue de los demás seres
vivos, como lo expresa el artículo de la revista Arbil:
¨La singularidad de las realidades infra personales —de los animales y las plantas— es muy leve, muy poco discriminadora: en definitiva, cada una de ellas se limita a ser un puro exponente de la perfección propia de su especie: como un fragmento, una porción o un «número» dentro de ella. De ahí que se las pueda tratar genéricamente, casi a bulto, sin atender a lo que las diferencia… justo porque semejante desigualdad es tan tenue que apenas si cuenta ni puede advertirse24.
Estas palabras me permiten concretizar este apartado, ya que el individuo está
por encima de las otras realidades que no son en especie igual que él; éstas se limitan a
demostrar lo que en sí es su especie, sin tener en cuenta si debe o no relacionarse, tal
como en los animales opera el instinto y en la flora los ciclos de las estaciones del año.
Esto deja de manifiesto cómo el individuo es el que hace mucho más de lo que
la naturaleza le presenta, por ésta singularidad única en la persona, que por lo
distinguirse de los demás seres.
Kierkegaard, al proponer las tres categorías básicas, entre ellas la de individuo
en la cual nos detendremos, no para quitar merito a los otras dos, ni mucho menos para
salir del esquema presentado en sus categorías, sino para entender lo que quiero expresar
con individuo.
El termino individuo designa en Kierkegaard al hombre concreto en toda la
dignidad de su ser persona, de sujeto responsable de sus actos, de persona dotada de un
24 Ibíd.
22
destino intransferible e irrepetible, que le distingue de todas las demás personas y
confiere a su existencia el sello de lo absoluto25.
En esto comprendemos que individuo involucra aquella relación hacia otros la
cual parte del interior para llevar a cabo los actos, es decir, corresponde a él entrar en la
dinámica comunitaria para que su responsabilidad no sea coartada y que además solo el
dará a los otros.
Al proponerse el camino individual se inicia la experiencia de encontrarse con
el absoluto, que se manifiesta en los que están a su alrededor. Por ello la comunidad, en
la medida que sea sostenida en los valores necesarios, siempre se mantendrá en
templanza, como lo dirá más adelante Aristóteles al referirse a la amistad en la que cada
uno aporta lo más propio para conocimiento de los otros.
Es por ello que a cada individuo le tocara vivir precisamente éstos valores
constitutivos de su personalidad, pues no se pueden trasferir… Nadie puede ponerle la
particularidad propia como lo hace cada individuo al compartir en la comunidad.
c. Manifestaciones de la singularidad
c) El incomparable
25 Colomer, Eusebi. El pensamiento Alemán de Kant a Heidegger. Sören Kierkegaard. Edit. Herder, Edic. 2da Barcelona 2002, pág. 59
23
Esta palabra nos remonta al primer concepto dado, al no tener comparación los
individuos entre sí, ya que no tiene forma de ser comparado y no tiene rivalidad, pues la
persona es extremadamente incomparable a otra, es decir: «…el nombre de persona
designa «la condición por la que algo es distinto e incomunicable»26, distinto en el
sentido, de que se tiene esa capacidad de comprender las cosas en forma personal e
íntima; es lo que hace a cada uno ser un individuo capaz en sí mismo, distinguiendo sus
expresiones, que lo diferencian de los otros.
Con esto podemos decir que incomparable, es lo mismo que individual, pues
ambas palabras denotan que nunca jamás habrá personas iguales, por consiguiente cada
una es distinta, ninguna es comparable a otra. Decir más seria estar repitiendo lo
expuesto al inicio de este apartado.
d) El insustituible
Con este término comunicamos de igual forma la singularidad de las personas, en
el sentido que al ser individual y volverse a sí misma y teniendo su personalidad que la
distinguen de las demás, la hacen insustituible, ya que nadie será igual a ella, ni jamás
podrá sustituirla en ninguno de sus roles, como pueden ser el familiar (madre, padre,
hijo, etc.), trabajo, escuela, etc., en ello tiene sus peculiares aspectos de ella misma,
ninguna otra persona podrá realizarlos de igual forma como ella los hace y precisamente
por eso jamás se podrá sustituir. Me refiero que al ser insustituible aporta algo
particular a la comunidad, grupo u sociedad, y a la vez en todo el mundo nadie dará esa
manifestación concreta.26 Melendo Granados. Op. Cit.
24
Concluyendo podemos decir: persona individual, singular, incomparable e
insustituible son términos correctos que están íntimamente unidos al enlazar una misma
palabra persona, pues la vuelven hacia sí misma y no existe otra que tenga lo mismo que
ésta. Soy quien soy y no soy otra.
Con palabras de Coreth…por insertos y trabados que estemos en el mundo, lo
cierto es que nos destacamos y separamos de éste conjunto como un yo singular y
único27.
Una vez reconocido como diferente a los demás se me invita a no quedar
encerrado en mí, sino a salir al encuentro comunitario de los que me están esperando
para que junto con su singularidad seamos complementados en conocimiento,
actividades, etc.
En esto encontramos un fundamento importante no se puede trabajar solo sin el
contacto o aportación de otras personas; ello nos limita a no darnos a conocer, sin
comprender la riqueza que tenemos. Es importante que una vez encontrados como
individuos, salgamos a compartir con los demás insustituibles lo que poseemos de
nuestra personalidad.
27 Coreth, Emerich. Op. Cit. Pág. 115
25
La Persona en la comunidad
En este capítulo desarrollare la profunda relación que se da al reconocer a las demás
personas como parte de mí en la convivencia comunitaria, en la que nos involucramos
unos a otros en la relación de amistad para la buena convivencia hacia un bien común,
dándome cuenta que es con los otros cuando se desarrolla mi persona formándose en
comunidad.
Para ello Aristóteles nos ayudara a comprender un poco esta convivencia de
amistad y lo importante que es para nosotros como base de una sociedad, en la que nos
damos cuenta, que en el estrechísimo vinculo de la relación persona-persona es como
estamos comprometidos solidariamente e íntimamente dentro de compromiso para la
relación persona-comunidad.
IV. LA PERSONA EN COMUNIDAD
d. Conociendo al otro como persona
26
Una vez que hemos estudiado quién es la persona y el individuo no podemos negar la
existencia de ambos términos, los cuales están inmersos en el ambiente personal
comunitario. Como veremos a continuación no convivimos solos, estamos con otros:
Lucas Lucas lo dice: el hombre es un ser-en-el-mundo que se relaciona con los
otros hombres y convive con ellos28. Así la persona encuentra su plenitud en la
convivencia con los que lo rodean, no evadiendo su existencia, sino viviendo a
conciencia y haciéndolos presentes, no aislándose de los demás sino compartiendo con
ellos, llegando a formar una sociedad.
El fundamento de toda relación intersubjetiva se encuentra en la apertura
constitutiva hacia el otro29, pues no puede ir en contra de su propia individualidad al
estar llamado a darse a conocer para su integración y ayudándole a encontrar su
personalidad, dándose cuenta de ésto es como ha estado en presencia de aquellos con los
que convive; punto importante en el que al estar en comunidad está formándose en
integralmente, no para sí mismo, sino para los demás, y a su vez esta al pendiente unos a
otros para crecimiento individual, aquí es donde encuentra la apertura, el sabserse
inmerso en una sociedad comunitaria.
Siguiendo a Levinas, Lucas dice: el otro irrumpe en mi existencia, se impone con
fuerza propia30… Es decir está presente y no lo puedo negar ni mucho menos puedo
pasar por encima de él al asumir la responsabilidad que le ha tocado vivir; es una de las
realidades actuales al tener dirigentes que solo ven a las personas como simple obra de
28 Lucas Lucas, Ramón. Horizonte… Op. Cit. Pág. 25729 Ibíd. Pág. 25830 Ibíd. Pág. 259
27
trabajo y responder a las necesidades urgentes, pero no involucrándose en la
trascendencia que implica la persona que tienen frente a ellos y que por tanto es otro yo;
en ella se manifiesta una realidad aquí y ahora, por eso el aspecto comunitario está más
allá de un simple compartir, va más allá de nuestra propia individualidad.
Conociendo a la persona es como me voy comprometiendo buscando a los otros
y viendo sus necesidades en las que me involucrare, con respecto a esto dice Lucas: el
hombre es intrínsecamente social quiere decir que el hombre es social por naturaleza31,
dándole el carácter de que en el hombre está la solidaridad de promover con recta
intención el bienestar de las demás personas. Así mismo la realización propia de la
persona, de no hacerlo se está quedando sin crecimiento, limitando a los demás para que
la conozcan.
En tanto para Zubiri: la esencia de todo hombre supera la propia individualidad
porque <<en mí mismo, en cierto modo, están ya los demás>>32. Nos podemos dar
cuenta que en estas relaciones comunitarias no se quedan solo en el aspecto humano sino
que lo sobrepasan, van más allá de sus capacidades, es decir a su inteligibilidad.
El espíritu humano tiene capacidades superiores a la materia o sea: entiende la
verdad y el valor, descubre las leyes del cosmos y se aprovecha de ellas para
hacerse una cultura, tiende hacia lo Absoluto por el dinamismo interno de la
inteligencia y la voluntad33.
31 Ibíd. Pág. 26032 Ibíd. Pág. 26033 Ibíd. Pág. 263
28
Teniendo esta concepción comprendemos que no es solo la relación entre
individuos lo que los constituye, sino que es lo más profundo de su singularidad,
permitiéndole estar presente con todas sus facultades ante los otros individuos
estableciendo la concordia entre ellos llevando la realización de las normas para el
establecimiento de convivencia sana y que de fondo está el reconocimiento del Absoluto
en el que encuentra una comunión que le da el sustento necesario para solidarizarse e ir
al encuentro con las demás personas.
Así, para que el hombre pueda alcanzar los fines intrínsecos comunes a su
esencia tiene necesidad de la colaboración de los demás hombres, ofreciendo su
individualidad34, ésta está relacionada con las facultades y quedan de manifiesto cuando
las pone frente a los otros individuos y a partir de ahí se da el conocimiento y entrega
hasta compenetrar en la amistad, cuidándose y buscando el bien el uno para el otro y no
por conveniencias, dice Aristóteles.
A esto dice Ramón Lucas que el individuo no pude alcanzar los fines generales
comunes individualmente… es decir he dicho que es una individualidad y por ello tiene
mucho que compartir con los otros una riqueza que contiene y que al mantenerse en
pasividad, está privando a otros de su mucho que dar; por tanto necesita de la
colaboración de los demás individuos para que enriquecido y con su ayuda pueda
superar los propios límites y alcanzar la perfección humana35. Esta perfección humana,
dice Coreth, la llega a realizar al momento de interactuar en la debida convivencia
comunitaria, a partir de que cada individuo entrega su disposición, escucha, observa,
34 Ibíd. Pág. 26335 Ibíd. Pág. 264
29
etc., al otro, se está dando una relación de fraternidad permitiéndole estar en igual nivel
persona a persona.
e. Relación de amistad en Aristóteles
La amistad, Aristóteles la presenta como aquello natural que existe entre los
hombres36, es decir está inserta en ellos como parte de su individualidad, permitiéndole
siempre tener relación con los demás. Partiendo de esto encontramos la relación que
cada uno tiene y en el avance de la misma no se limita sólo el conocer y estar en un
mismo sitio, sino que nos lleva a reconocer la importancia de las relaciones
interpersonales, no solo compartir algo de él a la comunidad, sino involucrándolo como
un todo, de no hacerlo, se limita la amistad a una conveniencia alejándole tanto interior
como exteriormente para relacionarse.
Continúa diciendo: la amistad no es algo necesario, sino algo hermoso. Y como
no va a hacer algo hermoso, si al conocérseme, estoy dando razón de ser una buena
persona, pero al no tener la capacidad de relacionarme pierdo ésta característica propia,
estoy privando mi apertura, por obvia razón no conoceré a los que me rodean. Por lo que
la amistad es necesaria para que se dé este conocimiento mutuo, por ello es bien visto a
aquellos que tienen en abundancia amigos con quienes estar compartiendo las
circunstancias de diario; por ello alabamos a los que aman a sus amigos, y contar con
muchos se considera como una de las cosas más bellas37.
36 Aristóteles. Sobre la Amistad. Editorial Tomo. Edición 1ra. México 2009. Pág. 1037 Ibíd. Pág. 11
30
Decimos que debe desearse el bien del amigo por el mismo amigo. En esto
comprendemos la grandeza de la persona: estamos hablando de la persona humana y no
de otra especie; pero debemos entender: es el bien en todos sus sentidos, al estar en
convivencia lo menos que se desea es la violencia, la indiferencia, reclamos, etc.; estos y
otros no hacen el encuentro de convivencia, sino de dispersión, pone barreras y no se
comprende dónde está el bien, es decir, éste queda comprendido cuando se preocupan
por las cosas del otro, estando al pendiente de lo que lo aflige, no existiendo distancias,
sino que esta próximo buscando su bien en todo momento y no le deja sólo, sino que lo
acompaña para brindarle su plenitud individual siendo base importante para su
convivencia; comprendemos por tanto los lazos tan profundos que llegan a existir en
cada comunidad.
A los que desean así el bien del otro los llamamos benévolos, ya que se ha
encontrado una buena relación con los demás individuos, implicando una concordancia
de actitudes, las cuales aumentarán en la medida que se establezcan las debidas normas
para la convivencia; es en la benevolencia que se entrega y da sin reservas, estando la
esencia del amor personal, manteniéndose en todas las formas de auténtico amor
humano de persona a persona38.
Esta amistad que surge se va entrelazando constantemente en el ámbito favorable
dentro de la comunidad siendo la persona comunicación, no permaneciendo aislado, por
ello cuando la benevolencia es correspondida decimos que es amistad39.
38 Op. Cit. Coreth. Pág. 22339Aristóteles. Op. Cit. Pág. 13
31
Durante el desenvolvimiento de la persona saldrán a relucir las capacidades que
lo hacen distinto de otras y en determinado momento tendrá que poner en práctica, pero
que de fondo tendrá un encuentro, es decir, la relación de conocimiento, es necesaria
para que se den las amistades, de benevolencia recíproca entre los individuos y,
deseando el bien del otro sin que lo desconozca…40.
Así se comprende que acudamos al encuentro de aquellos amigos que están
pasando por una dificultad y que han sido significativos en nuestra vida, con los que
hemos estado compartiendo varios años de amistad, palpándose que al ser individuos
estamos siendo parte de una comunidad la cual no ha sido fundada en seco, sino en tierra
fértil que ha de regarse día a día para fortalecer este vínculo en el que se desarrolla la
persona como parte de una sociedad.
Algunas las amistades lo son por accidente ni tampoco se ama al amigo por lo
que es, sino porque proporciona de algún modo beneficio… - dice el texto. Pareciera
que no ha pasado el tiempo, pues Aristóteles nos hace una descripción de su época; para
nosotros parece no ha cambiado, podemos encontrar este tipo de tendencias actualmente,
las cuales presentando un bien aparente lo toman como verdadero, hacen un gancho de
tener la felicidad y la persona se deja llevar, pero que en realidad la supuesta felicidad
resulta ser pasajera, ocasionando amarguras que en un primer momento no se
presentaron ante el individuo, es decir no se han encontrado amigos, sino verdugos que
oprimen… Así mismo solo se está buscan beneficios personales o de determinados
40Aristóteles. Op. Cit. Pág. 14
32
grupos, más no el bien común, en el que se realiza y compromete la sociedad, siendo
este el segundo momento.
Las personas parece que hemos olvidado lo importante del convivir y sobre todo
lo que cada uno como individuo aportamos a los demás, en este sentido las comunidades
se han perdido, con ello los jóvenes buscan sobre todo lo que les agrada y lo presente41,
siendo un mundo en que no hay compromisos a largo plazo centrándose sólo en el
momento y sin dejar que el verdadero compromiso, que cada uno traer impreso en el
alma, se deje penetrar por Aquel que le propone una verdadera amistad de experiencia
personal y después comunitaria.
Continúa diciendo Aristóteles: la amistad perfecta es la de los hombres buenos y
semejantes en virtud; porque éstos desean el bien el uno del otro por ser buenos en sí
mismos. Reconocemos en el amigo a aquel que nos llama a conocer no solo el exterior
sino el interior de nuestra verdadera individualidad que hace en él, el crecimiento
comunitario, no dejando que muera solo, sino acompañándolo en cada momento por el
que esté pasando, uniéndolo a la comunidad.
El bien que se desea es siempre el mejor y es correspondido en la medida en que
se comience una sincera comunicación, no teniendo dudas ni miedos, no evadiendo, sino
haciéndose consciente para dar cuenta de la persona con la que estoy iniciando la
convivencia y por consiguiente entablando la amistad;
Únicamente la amistad entre hombres buenos está lejos de la calumnia, porque es
difícil creer lo que alguien diga acerca de un amigo a quien uno mismo ha
41Aristóteles. Op. Cit. Pág. 15
33
probado por mucho tiempo. Así mismo, en los hombres buenos hay confianza
mutua, y la seguridad de no agraviarse nunca, y todas las otras cosas que requiere
la verdadera amistad42.
En la medida en que nos distanciamos de las amistades, estamos dejando de lado
el trato que habíamos adquirido con la persona… Lo cual dentro de la comunidad no
sería bien visto, ya que son hombres virtuosos que han entrelazado una amistad en donde
las rivalidades no existen, sino por el contrario están tan unidas que el objetivo que
persiguen las debe unir profundamente; además desde su persona no puede existir algo
más noble que el bien comunitario de las demás personas.
Mientras tanto los amigos desean cada uno el bien del otro por el otro mismo, no
en virtud de un efecto, sino de una aptitud de carácter43. En esto consiste considero la
duración de las grandes amistades que a pesar de llegar a confrontarse los amigos saben
cuál y cómo ha sido su relación desde tiempo, es decir siempre buscarán el bien de
manera inminente para la buena conducta personal y comunitaria, así mismo el
individuo fortalecerá su carácter, dándose la particular enseñanza de amigos,
involucrando tanto el conocimiento, el cual ya hemos visto, y a la persona, lo cual entre
más se conozca será capaz de entender y ayudar a los otros.… Los hombres no se hacen
amigos de aquellos que no les agradan y, de igual forma, tampoco los de carácter agrio.
Ahora bien nosotros encontramos que las amistades por conveniencia no están
capacitadas de bien común, sino que solo se limitan a determinados aspectos de la
relación, o sea por intereses pasajeros. Aristóteles lo dice, se complacen en el honor que
42 Aristóteles. Op. Cit. Pág. 1943 Aristóteles. Op. Cit. Pág. 22
34
reciben de los poderosos por las esperanzas que tienen…44 con la ilusión de poder
alcanzar lo prometido para favorecer y estar en continua disposición de ayudar.
Comprendamos que la amistad consiste en amar y exaltamos a los que aman a
sus amigos, amar parece ser virtud de los amigos de tal modo que aquellos en quienes
se da este sentimiento, esos son amigos perdurables y lo es también su amistad45.
En la medida que reconozco a la amistad de la otra persona es como puedo
amarla mientras tanto no; y este don radica en la persona hablándome de una grandeza
que me presenta la parte más íntima de su ser, en la que sus sentimientos entran en
empatía y sus gustos por estar bien el uno por el otro los llevarán a ser y tener una buena
amistad que durara. El proverbio “todo es común entre amigos”, está en lo cierto, pues la
amistad radica en la comunidad46.
f. La Solidaridad
Aunque no podemos hablar estrictamente de solidaridad, sí encontramos un
sentimiento básico y primordial, una filía o/amistad que no sólo une individuos, sino
grupos y ciudades. Cuando nosotros estamos ya vinculados con el otro y decimos que
nuestra amistad se ha dado por varios años, es cuando podemos realmente ver el aspecto
comunitario involucrado en la persona y por lo cual la compromete ante sus compañeros
a la sana relación, para esto, la comunicación es el aspecto importante entre ellos; al no
tenerla no se está siendo solidario ante la necesidad de los demás individuos y, en la
44 Aristóteles. Op. Cit. Pág. 2945 Aristóteles. Op. Cit. Pág. 3046 Aristóteles. Op. Cit. Pág. 31
35
medida en que se ha reconocido se tiene un mucho que dar, es como concretizamos la
comunidad, dándose el camino unos con los otros y su vez con aquellos que están
comprometidos ante la concordia para con los demás individuos.
Hoy podemos ver que la solidaridad parece haberse olvidado, pues al no
visualizar las necesidades de aquellos que aún no están en justicia la misma comunidad
los mira inferiores, sin dar una palabra de aliento, sin salir y conducirle por el camino
correcto, más aun, no somos capaces de brindarnos nosotros mismos. Siendo éste el
momento en que me encuentro con el otro tal cual como persona y que al reconocerlo y
empatizar con él le brindo la solidaridad para que no se quede en este camino, sino que
crezca en su persona y llegue a ser una persona virtuosa como lo dice Aristóteles.
En la medida que me preocupe por el amigo, estaré inmerso en la comunidad,
recordando que el trato entre iguales es mejor, no haciendo menos a los débiles, sino
haciéndolos presentes, de lo contrario los alejamos, matándolos; por ello al ser parte y
mostrándome un hombre solidario estoy colaborando en el bien de toda la comunidad
humana47.
La ayuda recibida tendrá que ponerse sobre la mesa, pues no se le puede llamar
ayuda a determinadas intenciones que dañen al hombre virtuoso, como el matar, esto es
reprobable en cualquiera de los aspectos; ni mucho menos cuando se quiere favorecer
solidariamente a alguien para ganarse la amistad solo por algo efímero que no le causara
ninguno beneficio bueno, sino que a partir de éste, se comprometerá a delinquir
adaptando conductas que no le son propias.
47 Lucas Lucas, Ramón. Horizonte… Op. Cit. Pág. 285
36
Según Aristóteles, este sentimiento connatural de amistad «parece ser el vínculo
que une las ciudades y parece atraer la atención de los legisladores, más incluso que la
justicia»48. Pues al compartir este objetivo se da por entendido que no se dejara solos a
los individuos, sino que al compartir un vínculo de amistad solidaria, el cual está por
encima de aquello que pudiese turbar la relación, reclama correcta contribución humana
para todos y por tanto al decirnos parte de la comunidad ¿estamos siendo solidarios unos
con otros, con nuestras amistades, o solo las buscamos por conveniencia?
Conclusión
48 Moratalla, A. Domingo. “Solidaridad, raíces de un concepto actual”. [En línea]. [Fecha de consulta: 5 de marzo de 2011]. Disponible http://www.mercaba.org/DicPC/S/solidaridad.htm
37
Puedo decir que tanto la persona como el individuo son constitutivos del hombre, por lo
que aunque queramos quitarlos de él no podríamos pues le pertenecen. Por consiguiente
reconozco que en la medida que se tenga más relación dentro la comunidad en la cual se
fomenta la conducta del bien común, encontrare el desarrollo pleno de individuo ya que
al compartir con otras personas entregó lo mejor de mí para el aumento del
fortalecimiento de los lazos comunitarios que indudablemente son apoyo importante en
nuestra actualidad en la que se han perdido los valores hacia la persona.
Precisamente como parte de una sociedad no se puede manipular, sino que se
debe respetar a cada individuo que la conforman y la hacen firme en su tejido social; de
esta manera se solidificará y así podrá reimpulsar la convivencia del bien común a partir
de las amistades comprometidas unas a otras, es decir la apertura a reconocer que no
estamos solos, y que estamos llamados a la relación comunitaria de individuos hacia el
encuentro del otro en su persona.
Hablaremos por tanto de persona cuando se relacione con los otros, y que
buscando un bien común se dona para su crecimiento interno y comunitario; mientras
que al individuo lo encuentro dentro de mí, es decir formando mi personalidad, cosa que
le permite expresarse de una forma muy particular y que aportara su singular valor a los
demás.
Bibliografía
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39