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    12 EL MUNDO, SAN JUAN, P. R. - LUNES 4 DE JULIO DE 1938.

    PAGINA DEL I

    1—,

    TrUlKcLa J&iaAía HYDE PARK — Como ItS había dicho, ayer por la mañana fui en

    avión hoita Arthurdolt. Lo Asociación Editorial Nocional había as- tado realizando uno excursión por Virginia dal Oeste, y un grupo pensó que paro terminar ol viajo ogradablomtnto debían colobrar un almuer- zo on ol auditorium de la escuela. So mo dijo que mi presencia ora esencial y ol doctor Adams, joto de la Corporación do Aviónos Tri-State, so ofreció o ir a buscarme on su aeroplano pora llevarme allí y traeme el mismo día. Yo quería regresar in- mediatamente paro posar lo velada del sobado junto a Ana y John, quienes salen esto semana pa- ra Seattle. Al mismo tiempo deseaba estar en

    l n rúenlo breve

    Femeninamente Por Francisco Monlerde

    SU SILUETA, SEÑORA Por IDA JEAN K.4IN

    Lela con lentitud, arqueado el Hyde Pork poro recibir o varios omigos invitados a °jlfl|f fl—. ■ooteihaMo las hojas comer.

    Hace algún tiempo me habían pedido que vi- sitara un proyecto de alfarería en Blacksville, Virginia del Oeste, y decidimos que saliendo tem-

    prano en la mañana podría efectuar esta visita y también asistir ol .almuerzo.

    Intervalos, esto es, en determina- dos periodos, pero su menú balan-

    i ceado de 1,200 calorías puede »e- ~Jil¿ ' P*ltbT* " comP*At- eulrlo siempre o por lo menos has-

    ra Menac*. 'te que su peso tea normal. Hay La compañera Méndez se Irgulu, buenu razones por las cuales *•-

    y tras una leve Inclinación de ca- beza, dedicada a la seflora, gorda y zrave, que ocupaba —por com- pleto— le presidencia del congre- go femenino, comenzó a leer el tra- bajo que "respetuosamente", dijo, se permitía someter a le conside- ración de la "honorable asamblea."

    Usted puede ponerse a dieta ai usted necesita exactamente esa cantidad de tales alimentos mien- tras reduce más que efe periodos normales. Se ha asegurado quei -, _ ~j\~e*~ nuestro cuerpo necesita de 10 a1 mirto Uraúo tiel Con-

    Caballeros de Colón de

    Mr*. Fmnklln D. RooMV*lt

    escritas a máquina —;y con qué cuidado, con cuánta escrupulosa corrección, en el fondo y en la for- ma!— con las dos manos, que se- cudian el papel, de cuando en cuan- ; do, para acentuar la intención de ' las frases.

    A cada pausa, al pasar de un asunto a otro, la compaAera Man- ! dez consultaba al auditorio, lan- zándple una mirada exploradora ' por encima de sus lentes, para dar-1 se cuenta del efecto qu producían

    El doctor Adoms y su piloto posaron la noche del sábado con nosotros. Nos desayunamos a los siete de la mañana y partíamos en avión o las siete y cuarenta y cinco. A causa da la dirección del viento, sin embargo, tuvimos algún retraso, llegando a Arthurdale o los once. Me acompañaba una amiga que nunca había estado en {sus frases, otto porta del país, y afortunadamente a pesar dal cielo gris hito Le interesaba, sobre todo, la opi- buen tiempo duronte todo el día. ",rtn rte In compañera Téliez y ha-

    .«,,,,. Ha •"" ,,,r,*•,*• fon mayor frecuen- No obstante nuestra tardanza, visité el proyecto de Blacksville, r> sus miradas. Le compañera Té-

    interesándome la ingenuidad con que han comenzado este trabajo.!,,#r —'« cabeza metida en el cue- Un* dieta bien balanceada Incluye Lo maquinaria esto construido con partes de outomóviles viejos y "" d? "ar0, ca" m"0,'l,n° como todo sSjl i ± mmui,. wmm Pro- móquina, de lavar. Todo lo que podían hacer ellos mismos, lo hall !'n.a tortM» "-« ™*' -*+1 TW tWn* 7 Ylt",dtd< I

    15 por ciento del número normal de calorías en forma de proteínas, y si se eliminan estas comidas del menú, puede ser que perjudique su salud.

    SI una dielisia Inspeccionara y supervisara su dieta en una clin- ca, le darla un mínimo de 75 gra- mos, o sea 300 calorías de proteina diariamente para mantenerla fuer 1e y proteger su salud. Probable- mente se ocupará de que usted tu- viera un promedio de carne o pes- cado de un tercio de libra, y con-

    sejo número 1543 de San Juan

    El lunes de la semana pasada f-fué electa la directiva que ha de

    regir los destinos de los Caballeros de Colón de Cuarto Grado, del Consejo Núm. 1543 de San Juan, durante el año 1938-39. El siguiente fu* el resultado de la elección: Fiel Navegante, Ángel Rengel Dávila (reelecto): Fiel Capitán, Dr. José Justo; Fiel Almirante. Ledo. Ra- fael Díaz Cintrón; Fiel Piloto. Luis

    teniendo aproximadamente €5 gra- Rodríguez Boneta; Fiel Contralor.

    hecho. El señor Tennont, bajo cuya dirección se realiza la labor, es ciertamente una inspiración. Me regalaron un juego da te hecho

    baba, a veces. Jiaclendo más per- ceptible al bajar la cabeza, la pa- pada que la madurez habla puesto g'".'*.'"*» "-jsr.Slin 1S*S3¿ »"\TZT..

    especialmente para mí, el cual tendré mucho gusto en usar siempre.] b*J° «u barba, para acentuar su tenga deficiencia

    Luego viojomos o través de las montañas relativamente a nM ». —Jr1*—. ._—1 . íqu« necesite pan ■ ' . i, ■■ i J-I *•" aeree expiraciones. la com-1 ,«IM»H so, pero conseguimos llegar a Arthurdale primero que los editores, panera Méndez no perdía el hiío P¡ra'reducir d El señor Boruch, quien se unió o nosotros o nuestra llegada, expresó de su discurso. tomar menos cal

    que le permiten reducir sin que en los alimentos

    pera conservar sil vi-

    mos de proteina; un huevo. 6 gra mog y medio; dos vasos de leche desnatada, 16 gramos de proteina; un trozo de queso, 16 gramos.

    También le darla raciones varia- das pero sustanciales de'protelnas. en forma de cereales, pan, habi- chuelas, y lentejas. SI usted per- sonalmente prefiere la carne, me- dia libra diaria no es demasiado. Añada a esto un huevo y un vaso de lecbe desnatada para suplir los requisitos de proteina.

    Además de hacer sustanciosa su dieta de reducción, las comidas ri- cas en proteínas ejercen una ac- ción dinámica especifica que se traduce en ventajas para la per- sone que treta dt reducir. Estas comidas ayudan a consumir mayor cantidad de calorías.

    También usted necesita la mls-

    El señor Boruch, quien se unió o nosotros o nuestra llegada, expresó lo que desde hacía tiempo estaba sintiendo yo. Es decir, que hay mayor solidaridad y seguridad que nunca entre las personas que ha- bitan los proyectos. Sólo tengo la esperanza de que el trabajo rea- lizado en Arthurdale, o pesor de los errores cometidos, brinde a esas 200 familias una verdadera seguridad y más valor a los habitantes de otros proyectos de la nación.

    Nuestro viaje de regreso fué bastante movido. Tuvimos mal tiempo, teniendo que viajar bajo algunas nubes negros y finalmente aterrizamos en Lancaster, donde se nos dijo que podríamos conti- nuar. Así* pues, cuatro de nosotros fuimos enviados en el coche del coronal Stinemon hostq Filadelfia, bajo un aguacaro torrancial y lo que parecía como una pequeña inundación en varios tugaras.

    de su discurso (omar menos palorl„ que ,„ ne. Volvía a atrapar, a através de ce,itadas por su cuerpo. Esas ca-

    sus lentes ovales, la mayúscula me- lorlas d# menos qu« Mled provw canograflada que habla abandona- | a su organismo, hacen que el mis- do momentáneamente, después de | mo comience a reducir la grasa

    ma cantidad de fruta fresca y ve- getales que en una dieta normal, brindándole a la vez una oportunl-

    de peso debe usled dad de reducir en lo que respecta a comidas grasosas, que contienen el doble más de calorías que tas proteínas o carbohidratos. Debe hacer alguna restricción también en los carbohidratos, desde luego.

    un punto y aparte, para pasear su ¡ balanceando la diferencia. Mientras I pero las grasas principalmente son m


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