CANTORAL
ORANTE ___________
LETRAS DE LAS
OBRAS MUSICALES
DEL AUTOR
(CON INDICACIÓN DE ACORDES PARA EL ACOMPAÑAMIENTO CON GUITARRA)
Ex libris 8 [2ª edición] de
Ỹ HUMBERTO VELÁZQUEZ MUÑOZ
2
ÍNDICE GENERAL de contenidos
Introducción. 003 Villancicos para voces y rondalla, Opus 7. 005 Oratorio Mariano, para coro a cuatro voces, Op. 11. 017 Misa Juvenil (en honor y gloria de la Santísima Trinidad), Op. 13. 023 Canciones para la animación infantil, Op. 14. 065 La llamada de un tal Yosoy, Op. 15. (Referencia) 103 Plegarias para la oración juvenil, Op. 16. 107 Deprecaciones para la oración juvenil, Op. 17. 145 Vía Crucis tradicional (reflexiones para la oración). 171 Vía Crucis evangélico (reflexiones para la oración). 181
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INTRODUCCIÓN
En este cantoral se recogen las letras de carácter religioso de las obras musicales compuestas por el autor, especialmente las que pretenden ser una oración cantada.
La música a la que dan cauce, sí es propia del autor, pero no así una parte muy señalada de los textos, que pertenecen al acervo cultural de la liturgia católica. En los índices particulares de cada obra concreta, se indica con detalle el origen de los textos que la componen.
Entonces… ¿por qué recopilar en una obra de texto todas las letras, incluidas las que no son del autor?
Por lo que ya indica la segunda parte del título de la presente obra: Por la parte “orante” de la misma. Por esa que señala directamente la comunicación con Dios, que se haya facilitada por dichos textos. Ése es el motivo fundamental de esta compilación.
También hay un motivo secundario, y es el facilitar las partichelas para las obras acompañadas por guitarra, según el estilo, la costumbre y los modos empleados por los coros juveniles para sus ejecuciones y participaciones en la liturgia. Y por eso se indican las notaciones de cada acorde, colocadas sobre la sílaba que acompañan en el canto. (Para el detalle concreto de las melodías y las ejecuciones musicales, habría que mirar las partituras.)
Pues si el objetivo fundamental de la presente obra es la oración, y una oración de alabanza elevada a Dios como música que brota de la armonía del corazón (aunque sea para expresar sentimientos dolorosos): Esa música no tiene por qué ser audible ni estar manifestada de tal manera, sino que basta con que surja, espontánea, de nuestro interior, a medida que se van saboreando los textos, envolviéndolos como un suave perfume. Y, por eso, figura el texto íntegro de la misa, y no sólo los números musicales. O se añaden, para esta segunda edición, los dos Vía Crucis finales (estos sí, propios del autor), que tienden a provocar ese canto reflexivo del alma.
En cuanto al único número musical de la zarzuela «La llamada de un tal Yosoy» (ex libris 5) incluido aquí, a pesar de que los veinticuatro restantes también son de contenido espiritual y trascendente, y todos están presentes en dicha obra original: se debe, exclusivamente, a que dicho número, a su vez, también es una cita del Salmo 23 (22) «El Señor es mi pastor» y del poema de Santa Teresa de Jesús «Nada te turbe», que bien figurarían en este cantoral, integrando cualquiera de las otras obras, si no fuera porque ya están presentes en aquella.
En conclusión: La presente obra recopilatoria, no está pensada para ser leída de corrido, como quien lee un cuentecito o una historieta, sino para ser saboreada, degustada, reflexionada y disfrutada, como quien se baña en ella; aunque a veces parezca que el suelo deja de apreciarse bajo los pies, y el miedo a la incertidumbre amenace con venir a robarnos nuestras seguridades.
4
En definitiva: es un libro de poemas o de inspiración poética, pero que incluye textos de una acendrada y reconocida profundidad y valía espiritual, a modo de un sentido devocionario de oraciones.
(6 de febrero de 2020)
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VILLANCICOS PARA VOCES Y RONDALLA
Op. 7 Nº Título Duración Página
Op. 07-1 Nieves navideñas. 7’ 20” 007 (13-XII-1978 a 9-II-1979)
Op. 07-2 Al fin llegó Navidad. 3’ 54” 008 (25-XII-1977 a 1-VI-1980)
Op. 07-3 Nochebuena del Señor. 4’ 43” 010 (28-V a 19-VI-1980)
Op. 07-4 Estrella del oriente. 4’ 15” 012 (23-VI a 1-VII-1980)
Op. 07-5 En Belén hay un establo. 5’ 20” 013 (23-VI a 6-VII-1980) ________ 25’ 32”
—Textos del autor—
(25 de diciembre de 1977 a 6 de julio de 1980)
6
NIEVES NAVIDEÑAS
Caen las nieves navideñas con su acento singular,
(Dim, dom, dim, dam.)
cubriendo todo de blanco con su alegre resonar,
(Dim, dom, dim, dam.)
y al mundo, con su blancura, limpiarán de todo mal,
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
y los aires de la tierra para poder respirar.
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
Caen los copos que, en el aire, parecen tararear
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
una suave melodía, un canto de Navidad.
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
[:Navidad, Navidad, es un niño en un portal.:]
[:(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.):]
Y la nieve trae recuerdos de unos tiempos y un lugar,
(Dim, dom, dim, dam.)
y de un niño en un pesebre y de una noche invernal,
(Dim, dom, dim, dam.)
de una madre que le mira con un amor sin igual,
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
y de un padre que le guarda, todo lleno de bondad,
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
y de humildes pastorcillos que le vienen a adorar,
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
y de voces que proclaman, a los aires, gloria y paz.
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
[:Navidad, Navidad, es un niño en un portal.:]
[:(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.):]
7
Si en el mundo, estas nieves, pudieran siempre quedar,
(Dim, dom, dim, dam.)
y el amor que simbolizan hasta los huesos calar,
(Dim, dom, dim, dam.)
si los hombres de la tierra se pudieran enterar,
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
que las cosas de la vida son cosas de amor y paz:
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
¡Fuera guerras y maldades y sea siempre Navidad!
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
(Son gritos en el vacío, son nieves de Navidad.)
(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.)
[:Navidad, Navidad, es un niño en un portal.:]
[:(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.):]
[:Navidad, Navidad, es un niño en un portal.:]
[:(Dim, dom, dim, dam, dim, dom, dim, dam.):]
(Dim, dam, dim, dam, dim, dam, dim, dam.)
(Dim, dam, dim, dam.)
AL FIN LLEGÓ NAVIDAD
([:Laralala la, lalá lalá lalá.:]
[:Laralala larara la, larara la, larara lalá.:]
Al fin llegó Navidad,
el tiempo de luz,
de amor y de paz;
y, al corazón palpitar,
se anuncia el final
de tanto esperar.
8
El alma salta del pecho
con alegría sin par,
El alma salta del pecho
con alegría sin par.
[:Belén, que ha nacido un niño;
Belén, de paz y de amores;
Belén, que ha nacido un niño
de paz y de amores, de paz y de amores.:]
Cantad ángeles del cielo.
Cantad hombres de la tierra.
Cantad toda criatura,
porque se ha hecho hombre
el Hijo de Dios.
Gloria a Dios, gloria a Dios,
gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Dios.
Al fin llegó Navidad,
el tiempo de luz,
de amor y de paz;
y, al corazón palpitar,
se anuncia el final
de tanto esperar.
El alma salta del pecho
con alegría sin par,
El alma salta del pecho
con alegría sin par.
[:Belén, que ha nacido un niño;
Belén, de paz y de amores;
Belén, que ha nacido un niño
de paz y de amores, de paz y de amores.:]
El alma salta del pecho
con alegría si par.
9
El niño que sobre paja,
en un pesebre, tendido está,
el salvador es del mundo,
el Redentor universal.
Y gritarán las naciones:
Venid todos a adorar.
Y gritarán las naciones:
Venid todos a adorar.
[:Belén, que ha nacido un niño;
Belén, de paz y de amores;
Belén, que ha nacido un niño
de paz y de amores, de paz y de amores.:]
Cantad ángeles del cielo.
Cantad hombres de la tierra.
Cantad toda criatura,
porque se ha hecho hombre
el Hijo de Dios.
El Hijo de Dios.
Gloria a Dios, gloria a Dios, gloria a Dios.
NOCHEBUENA DEL SEÑOR
Es la Nochebuena del Señor,
Cristo, de María, ya nació,
y su madre ya le arrulla con dulce candor,
y a un montón de pastorcillos muestra su esplendor,
y aquella fecha sin igual
señalada fue en eternidad.
Tanta es la alegría del nacimiento feliz
que, al recordarlo, las gentes dicen así:
10
[:Felices, felices Pascuas
deseo de corazón.
Felices, felices Pascuas
y un próspero año de amor.:]
Y un próspero año de amor,
deseo de corazón.
Felices, felices Pascuas
y un próspero año de amor.
Unos Magos van hacia Belén
a ver a Jesús, María y José.
Siguiendo a una estrella, que es su guía conductor,
llévanle regalos al pequeño Hijo de Dios:
Oro, como rey, le trae Melchor,
incienso, de Dios, lleva Gaspar;
y la mirra, para el hombre, ofrece Baltasar;
y los tres, en esta forma, quieren adorar.
[:Felices, felices Pascuas
deseo de corazón.
Felices, felices Pascuas
y un próspero año de amor.:]
Y un próspero año de amor,
deseo de corazón.
Felices, felices Pascuas
y un próspero año de amor.
Navidad que al mundo surgió,
fiesta de la paz y comprensión;
flor que cada año, en el invierno, brotará;
ilusión que todo el tiempo quiere perdurar.
Es la Nochebuena del Señor,
Dios que en una virgen se engendró;
y los cantos y alegrías hacen recordar
que un día, Cristo, naciera en un portal.
11
[:Felices, felices Pascuas
deseo de corazón.
Felices, felices Pascuas
y un próspero año de amor.:]
Y un próspero año de amor,
deseo de corazón.
Felices, felices Pascuas
y un próspero año de amor.
[:Felices, felices Pascuas
deseo de corazón.
Felices, felices Pascuas
y un próspero año de amor.:]
Y un próspero año de amor.
Y un próspero año de amor.
ESTRELLA DEL ORIENTE
Una estrella del oriente a Belén llegó,
para dar al mundo entero la feliz canción:
la noticia buena y nueva de la redención,
y anunciar con sus destellos que Jesús nació.
[:Cantad angelitos, cantad sin cesar.
Cantad angelitos porque es Navidad.:]
Porque es Navidad, cantad sin cesar,
cantad angelitos, cantad sin cesar.
Porque es Navidad, porque es Navidad;
cantad angelitos porque es Navidad.
Y la estrella del oriente que a Belén llegó,
a unos magos extranjeros hasta allí guió;
12
a adorar, dijeron que iban, al Hijo de Dios;
e Israel, al enterarse, se conmocionó.
[:Cantad angelitos, cantad sin cesar.
Cantad angelitos porque es Navidad.:]
Porque es Navidad, cantad sin cesar,
cantad angelitos, cantad sin cesar.
Porque es Navidad, porque es Navidad;
cantad angelitos porque es Navidad.
Como a ellos, quiero estrella, guíes mi corazón
hacia el niño Jesucristo, que en Belén nació;
que ilumines mi camino a la Salvación,
para vivir, algún día, en tu resplandor.
[:Cantad angelitos, cantad sin cesar.
Cantad angelitos porque es Navidad.:]
Porque es Navidad, cantad sin cesar,
cantad angelitos, cantad sin cesar.
Porque es Navidad, porque es Navidad;
cantad angelitos porque es Navidad.
Navidad. Es Navidad. La Navidad. Es Navidad.
EN BELÉN HAY UN ESTABLO
En Belén hay un establo,
y en el establo un pesebre.
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
13
En el pesebre hay un niño
pequeñito y excelente.
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
Y su madre le protege,
y en pañales ya le envuelve.
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
Y su padre ya le atiende,
le contempla y le defiende.
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
A…
A…
[:Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.:]
Unos ángeles del cielo
en Belén se aparecieron.
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
14
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
A pastores y muleros
cuidadores y monteros.
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
Y a todos les advirtieron
del nacimiento señero.
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
Del que adulto conocieron
por Jesús el Nazareno.
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
A…
A…
[:Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.:]
En Belén hay un establo,
y en el establo un pesebre.
15
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
Y en el pesebre hay un niño
que es el lucero celeste.
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
Y los pastores le alaban,
y los ángeles le cantan.
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
Y el alma entera se exalta
como un nudo en la garganta.
Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.
A…
A…
[:Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.:]
16
[:Canta alto, canta fuerte
que es Jesús quien viene a verte.
Canta alto, canta fuerte
para que el mundo despierte.:]
[:A…:]
A…
(25 de diciembre de 1977 a 6 de julio de 1980)
17
ORATORIO MARIANO PARA CORO A CUATRO VOCES
Op. 11 Nº Título Duración Página
Op. 11-1 Ave María. (Entrada) 3’ 24” 018 (19-I a 15-V-1987 y 4, 5 y 24-VI-1988)
Op. 11-2 Bendita sea tu pureza. (Ofertorio) 3’ 42” 019 (28-VI a 20-VII-1987)
Op. 11-3 Magníficat. (Comunión) 6’ 12” 020 (5-VIII-1987 a 29-II-1988)
Op. 11-4 Salve. (Postcomunión) 6’ 38” 021 (2-III a 13-V-1988)
Op. 11-5 Amén. (Despedida) 1’ 19” 022 (19 a 31-I-1987) Texto del autor. ________ 21’ 15”
—Textos tomados de la piedad popular, salvo el nº 5—
(19 de enero de 1987 a 24 de junio de 1988)
18
AVE MARÍA
(U…)
Dios te salve, María;
llena eres de gracia;
el Señor es contigo;
y bendita tú eres
entre todas las mujeres,
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
[:Santa María, Madre de Dios:]
Santa María, María, [:Madre,:]
Santa María, [:Madre de Dios,:]
[:Santa María, Madre de...:]
Madre de Dios; [:ruega:]
[:Madre de Dios ruega por nos,:]
Santa María
ruega por nosotros,
pecadores, pecadores, pecadores;
ahora y en la hora, ahora y en la hora,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
19
BENDITA SEA TU PUREZA
Bendita sea tu pureza,
tu pureza,
y eternamente lo sea,
lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza,
belleza,
a ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
María,
te ofrezco en este día,
[:alma, vida y corazón;:]
[:alma, vida y corazón;:]
[:mírame con compasión::]
mírame con compasión:
no me dejes Madre mía.
Ave María purísima,
sin pecado concebida.
20
MAGNÍFICAT
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador,
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me llamaran bienaventurada
todas las generaciones,
porque el poderoso ha hecho obras grandes por mí,
[:ha hecho obras grandes por mí.:]
Su nombre es Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo, Santo, Santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos colma de bienes
y a los ricos despide vacíos,
vacíos.
Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo, Santo, Santo.
Auxilia a Israel su siervo.
Auxilia, auxilia, auxilia a Israel.
Santo, Santo, Santo, Santo.
Auxilia, auxilia a su siervo Israel
acordándose de la misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres
en favor de de Abrahán y su descendencia
por siempre.
21
[:Santo, Santo por siempre.:]…
[:Por siempre, por siempre, por siempre.:]…
[:Santo, Santo, Santo por siempre.:]…
[:Santo, Santo, Santo.:]…
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve, Dios te salve, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
[:fruto bendito de tu vientre.:]
¡Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce siempre Virgen María,
María!
[:Ruega por nos , Madre de Dios.:]
Ruega por nos, Madre de Dios.
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios,
[:Santa Madre de Dios,:]
Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos
de alcanzar las promesas
de nuestro Señor,
nuestros Señor Jesucristo,
Jesucristo.
Amén.
22
AMÉN
[:Amén, amén, amén, amén.:]
Marchad con alegría, y dad gracias a Dios,
que sepa todo el mundo que Cristo es el Señor.
[:Amén, amén, amén, amén.:]
Vivid, en vuestra vida, el signo del amor;
abrid lo más profundo de vuestro corazón.
[:Amén, amén, amén, amén.:]
Haced como María que acepta al Señor,
trayéndonos, al punto, la luz de salvación.
[:Amén, amén, amén, amén.:]
Tomadla como guía, mirad su condición:
Esclava cual ninguno, Señora del Señor.
[:Amén, amén, amén, amén.:]
(19 de enero de 1987 a 24 de junio de 1988)
23
MISA JUVENIL (EN HONOR Y GLORIA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD)
PARA VOCES Y GUITARRA
Op. 13 Nº Título Duración Página 1 (Op.13.00).- Llamada a la celebración (Campanas de Kyrie). 1’ 47’’ 26 (versión para campanas y percusión del Op.13.03) 2 (Op.13.01).- Por la señal de la Santa Cruz. 4’ 16’’ 26 (texto: La señal de la cruz, salmos 95(94), 100(99) y 67(66), y gloria al Padre) 3.- Salutación inicial. (texto litúrgico sin música) 0’ 24’’ 29 4 (Op.13.02).- Confesión general (Confíteor). (texto litúrgico) 1’ 23’’ 29 5 (Op.13.03).- Invocaciones (Kyrie). (texto litúrgico) 0’ 43’’ 30 6 (Op.13.04).- Canto del Gloria (Gloria). (texto litúrgico) 3’ 25’’ 30 7 (Op.13.05).- Oración colecta. 0’ 47’’ 32 (texto litúrgico recitado sobre vocalización) 8.- Primera lectura. (texto litúrgico sin música) 1’ 50’’ 33 9 (Op.13.06-I).- Te alabamos, Señor. (texto litúrgico) 0’ 22’’ 33 10.- Salmo. (texto litúrgico sin música) 1’ 30’’ 33 11.- Segunda lectura. (texto litúrgico sin música) 0’ 56’’ 34 12 (Op.13.06-II).- Te alabamos, Señor. (texto litúrgico) 0’ 22’’ 34 13 (Op.13.07).- Aleluya: No sólo de pan vive el hombre. 2’ 34’’ 35 (recopilación de textos litúrgicos) 14.- Evangelio. (texto litúrgico sin música) 1’ 11’’ 36 15 (Op.13.08).- Gloria a ti, Señor Jesús. 1’ 35’’ 36 (recopilación de textos litúrgicos) 16.- Homilía. (Ad libitum del Oficiante) (3’) 37 17 (Op.13.09).- Credo Apostólico. (texto litúrgico) 3’ 23’’ 37 18 (Op.13.10).- Oración de los fieles. 3’ 33’’ 40 (textos litúrgicos con adaptaciones del autor) 19 (Op.13.11).- Ofrenda de los niños. (texto del autor) 1’ 26’’ 42 20 (Op.13.12).- Bendito seas, por siempre, Señor. 2’ 05’’ 43 (texto litúrgico y vocalización)
24
21 (Op.13.13).- Oración sobre las ofrendas. 1’ 32’’ 44 (texto litúrgico y vocalización) 22.- Plegaria eucarística (Prefacio). (texto litúrgico sin música) 1’ 20’’ 45 23 (Op.13.14).- Santo de las campanas (Sanctus). (texto litúrgico) 0’ 54’’ 45 24.- Plegaria eucarística (Canon-III). (texto litúrgico sin música) 2’ 32’’ 46 25 (Op.13.15).- Aclamaciones. 2’ 35’’ 47 (recopilación de los tres textos litúrgicos) 26.- Plegaria eucarística (Conclusión-III). 2’ 27’’ 49 (texto litúrgico sin música) 27 (Op.13.16).- Elevación mayor. 0’ 37’’ 50 (texto litúrgico recitado sobre vocalización) 28.- Monición al Padrenuestro. (texto litúrgico sin música) 0’ 08’’ 50 29 (Op.13.17).- Oración del Señor (Pater Noster). 2’ 20’’ 50 (texto litúrgico con recitado sobre vocalización que se prolonga hasta el “amén” del rito de la paz, pero puede acortarse.) 30.- Salutación de la paz. (texto litúrgico sin música) 0’ 09’’ 51 31 (Op.13.18).- Señor, llena de paz. (texto del autor) 0’ 56’’ 52 32 (Op.13.19).- Cordero de Dios (Agnus Dei). (texto litúrgico) 1’ 08’’ 52 33.- Elevación menor. (texto litúrgico sin música) 0’ 12’’ 53 34 (Op.13.20).- Señor, no soy digno. (texto litúrgico) 0’ 58’’ 53 35 (Op.13.21).- Cuerpo y Sangre de Cristo. (texto del autor) 1’ 30’’ 53 36 (Op.13.22).- Credo Nicenoconstantinopolitano. (texto litúrgico) 4’ 57’’ 54 37 (Op.13.23).- Grandes y maravillosas son tus obras. 4’ 08’’ 56 (texto: Cánticos de Vísperas [Ap 15,3 y Flp 2,6-11]) 38.- Salutación final. (texto litúrgico sin música) 0’ 06’’ 60 39 (Op.13.24).- Amén: Demos gracias a Dios. 3’ 50’’ 60 (texto: litúrgico, Nunc dimitis [Lc 2,29-32] y síntesis de indicaciones evangélicas) 40 (Op.13.25).- El ángelus. 4’ 49’’ 61 (texto común precedido de la declamación: “María, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad”) _______ 73’ 40”
(1 de marzo de 1999 a 26 de mayo de 2001)
25
Advertencias y notas para la partitura.-
Obra ideada para un conjunto integrado por solista o solistas, coro (a dos o tres voces) y guitarra (o conjunto de las mismas para que puedan irse alternando).
Si la voz solista es masculina: bájese lo escrito para ella a la octava baja. Las distintas piezas pueden transportarse a otro tono si se juzga adecuado. La indicación “Coro general” quiere expresar que esa voz es la adecuada para
todo el pueblo. No se indica una voz específica para la tesitura del bajo, ésta se tomará de las
existentes o se inventará si se cree oportuno.
Sería bueno que alguien, con inspiración y técnica musical, con inventiva y sin miedo, sustituyera la guitarra por la orquesta. Eso sí: Encomendándose previamente a Dios como condición imprescindible.
Los textos se han concretado y fijado para la solemnidad de la Santísima Trinidad, pero de tal manera, que puedan permutarse sin dificultad por los correspondientes a otra misa cualquiera de cualquier momento del año.
En Cuaresma, puede sustituirse, sílaba a sílaba, la palabra “aleluya” por “convertíos”.
También se indica la posición de los acordes de la guitarra según el sistema abreviado común de notación, consistente en denominar al acorde con el nombre de su nota fundamental, escribiendo la inicial en mayúscula si se trata de un acorde mayor, o en minúscula si se refiere a un menor. Aquí, por seguridad, además se añade la letra “m” en los menores. (Do = Do mayor; dom (do-) = do menor; etc.)
Aunque pueda parecer obvio, es bueno recordar que las indicaciones de Lector, Monitor, etc., han de ser tomadas en el sentido epiceno del término, es decir, indistintamente masculino y femenino.
Esta obra es el resultado de sintetizar tres fuentes de inspiración, a saber: El canto gregoriano, la música juvenil de acompañamiento litúrgico (siglo XX), y la música tradicional española.
26
LLAMADA A LA CELEBRACIÓN (Campanas de Kyrie)
(No posee texto)
POR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ
Sol Do Re Sol Do Re
Sol la- Re
Por la señal de la Santa Cruz
mi- Do la- Re
de nuestros enemigos
Sol mi- Do mi- la- Sol
líbranos, Señor, Dios nuestro.
Re Sol
Venid, aclamemos al Señor,
si- la- si- Re
demos vítores a la Roca que nos salva;
la- si-
entremos a su presencia dándole gracias,
mi- si-
aclamándolo con cantos.
la- Do si-
entremos a su presencia dándole gracias,
Re Do si-
aclamándolo con cantos,
Re la- Sol
aclamándolo con cantos.
la- Re Por la señal de la Santa Cruz
mi- Do la- Re
de nuestros enemigos
Sol mi- Do mi- la- Sol
líbranos, Señor, Dios nuestro.
27
Re Sol Aclama al Señor tierra entera,
si- la- si- Re
servid al Señor con alegría,
la- si- entrad en su presencia con vítores.
la- si-
Sabed que el Señor es Dios:
la- Do si- que él nos hizo y somos suyos,
la- Do si-
su pueblo y ovejas de su rebaño,
Re la- Sol su pueblo y ovejas de su rebaño.
la- Re
Por la señal de la Santa Cruz
mi- Do la- Re
de nuestros enemigos
Sol mi- Do mi- la- Sol
líbranos, Señor, Dios nuestro.
Re Sol Entrad por sus puertas con acción de gracias,
si- Re
por sus atrios con himnos,
la- si- dándole gracias y bendiciendo su nombre:
la- Re7 si-
“El Señor es bueno,
la- Do si- su misericordia es eterna,
la- Do mi- si- Re
su fidelidad por todas las edades,
la- Sol por todas las edades.”
la- Re
Por la señal de la Santa Cruz
mi- Do la- Re
de nuestros enemigos
Sol mi- Do mi- la- Sol
líbranos, Señor, Dios nuestro.
28
Re Sol
Oh Dios que te alaben los pueblos,
si- la- si- Re que todos los pueblos te alaben.
la- mi- si-
Que canten de alegría las naciones,
la- Do la- si- porque riges al mundo con justicia,
la- Do si-
riges los pueblos con rectitud
la- Do si- y gobiernas las naciones,
Re la- Sol
las naciones de la tierra.
la- Re Por la señal de la Santa Cruz
mi- Do la- Re
de nuestros enemigos
Sol mi- Do mi- la- Sol
líbranos, Señor, Dios nuestro.
Re Sol mi- Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Sol Do Sol
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Do Sol Como era en el principio ahora y siempre,
Do Sol
por los siglos de los siglos.
Do Sol Como era en el principio ahora y siempre,
Do Sol
por los siglos de los siglos.
Re la- Sol por los siglos de los siglos.
la- Re
Por la señal de la Santa Cruz
mi- Do la- Re
de nuestros enemigos
29
Sol mi- Do mi- la- Sol
líbranos, Señor, Dios nuestro.
la- Re mi- Do la- Re (A…)
Oficiante: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Sol mi- Do mi- la- Sol A----mén, a----mén.
SALUTACIÓN INICIAL
Oficiante: El Señor esté con vosotros.
Pueblo: Y con tu espíritu.
Oficiante: Bendito sea Dios Padre y el Hijo unigénito de Dios y el Espíritu Santo, porque ha tenido misericordia de nosotros.
Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.
CONFESIÓN GENERAL (CONFÍTEOR)
si- Mi do#- La
si- La Re La do#- Yo confieso ante Dios todopoderoso
si- Mi La do#-
y ante vosotros, hermanos,
si- Mi do#- que he pecado mucho de pensamiento,
Mi si- La do#-
palabra, obra y omisión.
si- Re fa#- do#- Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Re si- Re do#- Mi
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
Re do#- Mi a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos,
si- Re Mi do#- Mi
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
30
si- La Re La do#- si- Mi La do#- (A…)
Oficiante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
si- Re Mi do#-
Amén, amén, amén.
Re Mi La Re7 La Amén, amén, amén.
INVOCACIONES (KYRIE)
Fa la- Fa Señor, ten piedad.
Do re-
Señor, ten piedad.
la- Fa Señor, ten piedad.
la- Fa
Cristo, ten piedad.
la- Fa Cristo, ten piedad.
Sib Fa
Cristo, ten piedad.
la- Fa Señor, ten piedad.
Do la-
Señor, ten piedad.
re- Fa Señor, ten piedad.
CANTO DEL GLORIA
Fa la- Sib Do Fa la- Sib Do (Dararara…)
Fa la- Sib Do la- Fa
Gloria, gloria, gloria.
31
la- Sib Do la- Fa Gloria, gloria, gloria.
la-
Gloria a Dios en el cielo,
sol- la- y en la tierra paz a los hombres
Do Fa
que ama el Señor.
la- Sib Do la- Fa Gloria, gloria, gloria.
Sib Do la-
Por tu inmensa gloria te alabamos,
Sib sol- Fa la- te bendecimos, te adoramos,
Do la- Sib Fa
te glorificamos, te damos gracias,
Do la- Do la- Señor Dios, Rey celestial,
Do sol- Fa
Dios Padre todopoderoso.
la- Sib Do la- Fa Gloria, gloria, gloria.
re- sol- Sib sol- Do
Señor, Hijo único, Jesucristo.
la- Sib sol- Do Fa Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre;
la- Fa
tú que quitas el pecado del mundo, Gloria, gloria,
la- Fa Do la-
ten piedad de nosotros; gloria,
Fa la- Fa
tú que quitas el pecado del mundo, gloria, gloria.
Sib Do Sib
atiende nuestra súplica;
sol- Sib Fa Do tú que estás sentado a la derecha del Padre,
32
la- re- Fa ten piedad de nosotros;
la- Sib Do la- Fa
Gloria, gloria, gloria.
Sib Do Sib Do Porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor,
sol- Do sol- Sib Do7
sólo tú Altísimo, Jesucristo,
Fa la- Fa la- con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre,
Gloria, gloria,
Sib sol- Sib sol- con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre,
gloria, gloria,
Do la- re- Sib Do con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Fa la- Sib Do la- Fa
Gloria, gloria, gloria.
la- Sib Do la- Fa Amén, amén, amén.
la- Sib Do la- Do Sib Fa
Amén, amén, amén, amén.
ORACIÓN COLECTA
Sol si- la- Re
mi- Do la- si- Sol la- Re si- (A…)
mi- Do la- Re Sol mi- Do Re
(A…)
Oficiante: Oremos: Dios Padre que, al enviar al mundo la Palabra de la verdad y el Espíritu de la santificación, revelaste a los hombres tu admirable misterio, concédenos, al profesar la fe verdadera, reconocer la gloria de la eterna Trinidad y adorar su Unidad en su poder y grandeza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
33
mi- la- Sol
Amén, amén. Amén.
PRIMERA LECTURA Lector: LECTURA DEL LIBRO DEL DEUTERONOMIO
(4, 32-34.39-40)
Moisés habló al pueblo, diciendo: «Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra; pregunta desde un extremo al otro del cielo, ¿sucedió jamás algo tan grande como esto o se oyó cosa semejante? ¿Escuchó algún pueblo, como tú has escuchado, la voz de Dios, hablando desde el fuego, y ha sobrevivido? ¿Intentó jamás algún dios venir a escogerse una nación entre las otras mediante pruebas, signos, prodigios y guerra y con mano fuerte y brazo poderoso, por terribles portentos, como todo lo que hizo el Señor, vuestro Dios, con vosotros en Egipto, ante vuestros ojos? Así pues, reconoce hoy, y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios allá arriba en el cielo y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Observa los mandatos y preceptos que yo te prescribo hoy, para que seas feliz, tú y tus hijos, después de ti, y se prolonguen tus días en el suelo que el Señor, tu Dios, te da para siempre».
TE ALABAMOS, SEÑOR (I)
Re fa#- mi-
Lector: Palabra de Dios.
fa#- Sol fa#- La fa#- Te alabamos, Señor.
Re mi- Re fa#- Re
Te alabamos, Señor.
mi- fa#- Sol Re La Re Te alabamos, te alabamos, Señor.
SALMO (32)
Salmista: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
34
Pueblo: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Salmista: La palabra del Señor es sincera, y todas sus acciones son leales; él ama la justicia y el derecho, y su misericordia llena la tierra.
Pueblo: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Salmista: La palabra del Señor hizo el cielo, el aliento de su boca, sus ejércitos; porque él lo dijo, y existió; él lo mandó y todo fue creado.
Pueblo: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Salmista: Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme, en los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y reanimarlos en tiempo de hambre.
Pueblo: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
Salmista: Nosotros aguardamos al Señor: él es nuestro auxilio y escudo. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Pueblo: Dichoso el pueblo que el Señor se escogió como heredad.
SEGUNDA LECTURA
Lector: LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS ROMANOS (8,14-17)
Hermanos: «Cuantos se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios. Pues no habéis recibido un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino que habéis recibido un Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos: “¡Abba, Padre!”. Ese mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios; y, si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo; de modo que, si sufrimos con él, seremos también glorificados con él».
TE ALABAMOS, SEÑOR (II)
Re fa#- mi-
Lector: Palabra de Dios.
35
fa#- Sol fa#- La fa#- Te alabamos, Señor.
Re mi- Re fa#- Re
Te alabamos, Señor.
mi- fa#- Sol Re La Re Te alabamos, te alabamos, Señor.
ALELUYA: NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE
Re La Re Sol La Re mi- Re Aleluya, aleluya, aleluya.
La Re Sol La Re mi- Re
Aleluya, aleluya, aleluya.
No sólo de pan vive el hombre
Sol La Sol La
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
mi- fa#- mi- fa#- La palabra del Señor permanece para siempre
Re si- fa#- La Re
y esa palabra es el Evangelio que os anunciamos.
La Re Sol La Re mi- Re Aleluya, aleluya, aleluya.
La Re Sol La Re mi- Re
Aleluya, aleluya, aleluya.
La Re Sol La Re mi- Re (A…)
declama: Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo. al Dios que es, al que era y al que ha de venir.
La Re Sol La Re mi- Re
Aleluya, aleluya, aleluya.
La Re Sol La Re mi- Re Aleluya, aleluya, aleluya.
fa#-
Habla, Señor, que tu siervo escucha;
Sol La Sol La Tú tienes palabras de vida eterna.
mi- fa#- mi- fa#-
Señor, enséñame tu camino.
36
Re fa#- Re Guíame, Señor, por la senda llana.
La Re Sol La Re mi- Re
Aleluya, aleluya, aleluya.
La Re Sol La Re mi- Re Aleluya, aleluya, aleluya.
EVANGELIO
Oficiante: El Señor esté con vosotros.
Pueblo: Y con tu espíritu.
Oficiante: LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (28,16-20)
Pueblo: Gloria a ti, Señor.
Oficiante: En aquel tiempo «los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. Acercándose a ellos, Jesús les dijo: “Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos”.»
GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS
la- Fa Sol Do
Oficiante: Palabra del Señor.
la- Sol Do Gloria a ti, Señor Jesús.
mi- Sol mi-
Gloria a ti, Señor Jesús.
Fa Do Fa Do Gloria, gloria,
la- Sol Do
gloria a ti, Señor Jesús.
37
re- Do Tu palabra, Señor, es la verdad,
mi- Do la- Do
y tu ley nuestra libertad.
mi- re- la- Do mi- Tu palabra, Señor, permanece por los siglos.
re- la- Do
Tu palabra, Señor, es lámpara
mi- Sol que alumbra nuestros pasos.
re- Sol re- mi-
Gloria y honor a ti, Señor Jesús.
Sol mi- re- Sol Gloria y honor a ti, Señor Jesús.
Do la- Sol Do
Gloria a ti, Señor Jesús.
mi- Sol mi- Gloria a ti, Señor Jesús.
Fa Do Fa Do
Gloria, gloria,
la- Sol Do gloria a ti, Señor Jesús.
HOMILÍA
Oficiante: (Ad limitum, procurando no sobrepasar los tres minutos)
CREDO APOSTÓLICO
Do re- Fa mi- Do Fa re- Sol (Lalaralalala-lalaralalala-…)
Do re- Sol la-
Creo.
Do la- re- Sol Creo.
Do re- Sol la-
Creo.
Do la- re- Sol Creo.
38
Do Sol la- Sol
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
la- re- Sol Creador del cielo y de la tierra.
Do Fa re- Sol
Creo.
Do re- Sol la- Creo.
Do la- re- Sol
Creo.
Do re- la- re- la- re- la- Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor.
Do re- la- re- la- re- Sol
Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Do Fa re- Sol Creo.
Do re- Sol la-
Creo.
Do la- re- Sol Creo.
re-Sol re- Sol re-Sol
Nació de santa María Virgen,
re-Sol re- Sol re- Sol nació de santa María Virgen.
Do Fa re- Sol
Creo.
Do re- Sol la- Creo.
Do la- re- Sol
Creo.
Fa la- Do la- Do la- Padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
mi- Do la- Do
fue crucificado, muerto y sepultado,
Fa re- Fa Sol descendió a los infiernos,
Fa Sol la- Fa re- Sol
al tercer día resucitó de entre los muertos.
39
Do Fa re- Sol Creo.
Do re- Sol la-
Creo.
Do la- re- Sol Creo.
Do Sol la-
Subió a los cielos
SolDo Sol la- Sol y está sentado a la derecha de Dios,
la- Do
Padre todopoderoso.
re- Sol Desde allí ha de venir
re- Fa Sol
a juzgar a vivos y muertos.
Do Fa re- Sol Creo.
Do re- Sol la-
Creo.
Do la- re- Sol Creo.
Do Fa
Creo en el Espíritu Santo,
Do Fa la santa Iglesia católica,
Do Fa
la comunión de los santos,
re- Fa el perdón de los pecados,
re- Fa Sol
la resurrección de la carne
re-Sol Do y la vida eterna.
Fa re- Sol
Creo.
Do re- Sol la- Creo.
Do la- re- Sol
Creo.
40
Do Fa re- Sol
A-------mén.
Do re- Sol la- A-------mén.
Do la- Fa Do
A-------mén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Do Sol Do Sol Do la- Do la- Fa re- Do Fa mi- la- Fa re- Do (Oh, Señor; oh, Señor, te rogamos, óyenos; te rogamos, óyenos.)
Oficiante: Oremos, hermanos, por los hombres y sus necesidades, a fin de que a nadie le falte la ayuda de nuestra caridad.
Monitor: Por la Iglesia santa de Dios, para que el Señor le dé la paz, la mantenga en la unidad y la proteja por toda la tierra: Roguemos al Señor.
Te rogamos, óyenos. Te rogamos óyenos.
Fa Do Te rogamos, te rogamos, te rogamos, óyenos.
Sol Do Sol Do la-Dola- Fa re- Do Fa mi- la- Fa re- Do
(Oh, Señor; oh, Señor, te rogamos, óyenos; te rogamos, óyenos.)
Monitor: Por el Santo Padre el Papa, por nuestro obispo y todos los obispos, presbíteros y diáconos, y por todos los miembros del pueblo santo de Dios, para que el Señor nos conceda a todos una vida confiada y serena para gloria de Dios Padre: Roguemos al Señor.
Te rogamos, óyenos. Te rogamos óyenos.
Fa Do Te rogamos, te rogamos, te rogamos, óyenos.
Sol Do Sol Do la-Dola- Fa re- Do Fa mi- la- Fa re- Do
(Oh, Señor; oh, Señor, te rogamos, óyenos; te rogamos, óyenos.)
Monitor: Por todos los cristianos que no están en comunión, y por todos aquellos que no creen en Cristo o no creen en Dios, para que iluminados por el Espíritu Santo, encuentren también ellos el camino de la salvación: Roguemos al Señor.
41
Te rogamos, óyenos. Te rogamos óyenos.
Fa Do Te rogamos, te rogamos, te rogamos, óyenos.
Sol Do Sol Do la-Dola- Fa re- Do Fa mi- la- Fa re- Do
(Oh, Señor; oh, Señor, te rogamos, óyenos; te rogamos, óyenos.)
Monitor: Por los responsables del gobierno de todas las naciones, para que Dios nuestro Señor, según sus designios, les guíe en sus pensamientos y decisiones hacia la paz y libertad de todos los hombres: Roguemos al Señor.
Te rogamos, óyenos. Te rogamos óyenos.
Fa Do Te rogamos, te rogamos, te rogamos, óyenos.
Sol Do Sol Do la-Dola- Fa re- Do Fa mi- la- Fa re- Do
(Oh, Señor; oh, Señor, te rogamos, óyenos; te rogamos, óyenos.)
Monitor: Por todos los que en el mundo sufren las consecuencias del pecado: Por los atribulados, por los que padecen hambre o enfermedad o violencia, por los emigrantes, los desterrados y los oprimidos, por los privados de libertad y por todos los que sufren: para que sientan el auxilio y el consuelo de Dios: Roguemos al Señor.
Te rogamos, óyenos. Te rogamos óyenos.
Fa Do Te rogamos, te rogamos, te rogamos, óyenos.
Sol Do Sol Do la-Dola- Fa re- Do Fa mi- la- Fa re- Do
(Oh, Señor; oh, Señor, te rogamos, óyenos; te rogamos, óyenos.)
Monitor: Por todos los que estamos aquí reunidos en el Señor, y por los miembros de nuestra comunidad y parroquia que no están ahora con nosotros, para que Dios nos conceda perseverar en la fe y crecer siempre en la caridad y santidad: Roguemos al Señor.
Te rogamos, óyenos. Te rogamos óyenos.
Fa Do Te rogamos, te rogamos, te rogamos, óyenos.
Sol Do Sol Do la- Do la- Fa re- Do (Oh, Señor; oh, Señor, te rogamos, óyenos.)
42
Oficiante: Dios único y verdadero, omnipotente y misericordioso, tú nos has llamado a compartir tu vida en la comunidad de las tres Personas. Escucha, Padre nuestro, la oración de tu Iglesia, que ora en el Espíritu Santo, en nombre de tu Hijo, Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Do Fa mi- la- Fa re- Do
A-----------------mén.
OFRENDA DE LOS NIÑOS
Sol si- la-Sol si- la-
Sol Traed al Señor todo lo que queráis ofrecerle.
la- si- la- Sol Llegad, al Señor, con todos vuestros ricos presentes.
si- Do Poned a sus pies el signo que mejor lo refleje,
Sol Do Sol porque es amor lo que, en verdad, se le ofrece.
Sol Traed hasta aquí toda vuestra inocencia de niños,
Vamos alegres hacia el altar
la- si- DoSol Llevad al altar el bien, la paz, el don y el cariño,
con nuestros presentes,
la- si- la- Ponedlo a servir, partido por las manos de Cristo,
porque son signo del compartir
Sol Do Sol para que así, a todos llegue el prodigio.
y unidad en la Iglesia.
Traed ya, por fin, el don más grande que tiene el hombre
También dejamos
la- Do Sol que en su libertad, entrega hasta su cuerpo y su sangre.
sobre el altar el pan y el vino,
la- si- la- Que, sobre el altar, el pan y el vino, Él, los transforme,
para que sean fruto de amor
Sol la- Sol por el amor, en puro don de salvación.
que Dios da en oblación.
43
la- Sol la- Sol
Por el amor, en puro don de salvación. Que Dios nos da en oblación.
BENDITO SEAS, POR SIEMPRE, SEÑOR
La do#- si-
do#- La do#- fa#- Re si- Re Mi (A…)
La do#- La Re fa#- si- fa#- do#-
(A…)
Mi do#- Mi si- fa#- La Mi La (A…)
Oficiante: Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros pan de vida.
si- Mi
Bendito seas por siempre, Señor.
La Re si- Mi Bendito seas por siempre, Señor.
La do#- si- La
Bendito seas por siempre, Señor.
do#- La do#- fa#- Re si- Re Mi (A…)
La do#- La Re fa#- si- fa#- do#-
(A…)
Mi do#- Mi si- fa#- La Mi La (A…)
Oficiante: Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este vino, fruto de la vid y del trabajo del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será para nosotros bebida de salvación.
si- Mi
Bendito seas por siempre, Señor.
La Re si- Mi Bendito seas por siempre, Señor.
La do#- si- La
Bendito seas por siempre, Señor.
44
do#- La do#- fa#- Re si- Re Mi
(A…)
La do#- La Re fa#- si- fa#- do#- (A…)
Mi do#- Mi si- Mi Re Mi La
(A…)
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Fa mi- re- Do Fa mi- Sol Do mi- Do
Oficiante: Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
mi- re- Do
El Señor reciba de tus manos,
la- Sol Fa mi- de tus manos este sacrificio,
re- Sol Fa Sol
para alabanza y gloria de su nombre,
Fa mi- re- mi- Do para nuestro bien y el de toda su Santa Iglesia.
Fa mi- re- mi- Do mi- Do
Para nuestro bien y el de toda su Santa Iglesia.
El Oficiante (celebrante) recita la oración propia de cada misa.
mi- re- Do
la- Sol Fa mi-
re- Sol Fa Sol
Fa mi- re- mi- Do
Fa mi- re- mi- Do mi- Do
Oficiante: Por la invocación de tu santo nombre, santifica, Señor y Dios nuestro, estos dones de nuestra docilidad, y transfórmanos, por ellos, en ofrenda permanente. Por Jesucristo, nuestro Señor.
re- mi- Sol mi- Sol mi-
Amén, amén,
re- Do amén.
45
PLEGARIA EUCARÍSTICA (PREFACIO)
Oficiante: El Señor esté con vosotros. Pueblo: Y con tu espíritu. Oficiante: Levantemos el corazón. Pueblo: Lo tenemos levantado hacia el Señor. Oficiante: Demos gracias al Señor, nuestro Dios. Pueblo: Es justo y necesario. Oficiante:
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno.
Que con tu Hijo unigénito y el Espíritu Santo eres un solo Dios, un solo Señor; no en la singularidad de una sola Persona, sino en la Trinidad de una sola naturaleza.
Y lo que creemos de tu gloria, porque tú lo revelaste, lo afirmamos sin diferencia de tu Hijo, y del Espíritu Santo.
De modo que, al proclamar nuestra fe en la verdadera y eterna Divinidad, adoramos tres Personas distintas, de única naturaleza e iguales en su dignidad.
A quien alaban los ángeles y los arcángeles, querubines y serafines, que no cesan de aclamarte, diciendo a una sola voz:
SANTO DE LAS CAMPANAS (SANCTUS)
Fa Do re- la- Fa
Do re- la- re- Do re- Do Fa Do re- la- Santo, Santo, Santo, Santo, Santo, Santo,
Santo, Santo es el Señor, es el Señor. Santo, Santo
sol- la- sol- Do Santo es el Señor, Dios del Universo.
es el Señor, es el Señor.
la- Sib la- Sib La Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
46
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Do Fa Do re- la- re- Do re- Do re- Sib
Hosanna, Hosanna, Hosanna, Hosanna, Hosanna, Hosanna, Santo, Santo. Hosanna, Hosanna, Hosanna, Hosanna,
re- Fa Sib Fa
Hosanna en el cielo. Hosanna en el cielo.
PLEGARIA EUCARÍSTICA (CANON-III )
Oficiante:
Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezcan en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera que se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor, nuestro, que nos mandó celebrar estos misterios. Porque él mismo la noche que iba a ser entregado, tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Tomad y bebed todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados.
Haced esto en conmemoración mía.
47
ACLAMACIONES
Sol si- la- Re Sol mi- si- la- Re Sol
si- la- Sol- si- la- Sol- si- la- Sol-
Oficiante: Éste es el sacramento de nuestra fe.
Re Sol Anunciamos tu muerte,
mi- la- Re Sol
proclamamos tu resurrección.
mi- la- Re Sol ¡Ven, Señor Jesús!
Re Sol
Anunciamos tu muerte,
mi- la- Re Sol proclamamos tu resurrección.
mi- la- Re Sol
¡Ven, Señor Jesús!
si- Do Re si- Sol Cada vez que comemos de este pan
si- Do Re si-
y bebemos de este cáliz,
Sol Do si- anunciamos tu muerte, Señor,
la- si- Re Sol si-
hasta que vuelvas, hasta que vuelvas.
Sol Do si- Anunciamos tu muerte, Señor,
la- si- Re Sol si- Do
hasta que vuelvas, hasta que vuelvas.
si- Do Re Sol Cada vez que comemos de este pan
si- Do Re si-
y bebemos de este cáliz,
Sol Do si- anunciamos tu muerte, Señor,
la- si- Re Sol si-
hasta que vuelvas, hasta que vuelvas.
Sol Do si- Anunciamos tu muerte, Señor,
48
la- si- Re Sol si- Sol hasta que vuelvas, hasta que vuelvas.
Re Sol
Anunciamos tu muerte,
mi- la- Re Sol proclamamos tu resurrección.
mi- la- Re Sol
¡Ven, Señor Jesús!
Re Sol Anunciamos tu muerte,
mi- la- Re Sol
proclamamos tu resurrección.
mi- la- Re Sol ¡Ven, Señor Jesús!
si- Do Re
Por tu cruz y resurrección
mi- Re Sol si- Sol nos has salvado, Señor.
si- mi- Re
Por tu cruz y resurrección
mi- Re Sol si- Sol nos has salvado, Señor.
si- Do Re si- Sol
Cada vez que comemos de este pan
si- Do Re si- y bebemos de este cáliz,
Sol Do si-
anunciamos tu muerte, Señor,
la- si- Re Sol si- hasta que vuelvas, hasta que vuelvas.
Sol Do si-
Anunciamos tu muerte, Señor,
la- si- Re Sol hasta que vuelvas, hasta que vuelvas.
Re Sol
Anunciamos tu muerte,
mi- la- Re Sol proclamamos tu resurrección.
mi- la- Re Sol
¡Ven, Señor Jesús!
49
Re Sol Anunciamos tu muerte,
mi- la- Re Sol proclamamos tu resurrección.
mi- la- Re Sol ¡Ven, Señor Jesús!
Re Sol Anunciamos tu muerte,
mi- la- si- Re proclamamos tu resurrección.
si- la- Sol ¡Ven, Señor Jesús!
PLEGARIA EUCARÍSTICA (CONCLUSIÓN-III )
Oficiante:
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia, y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu.
Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y los mártires, y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.
Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el Papa..., a nuestro Obispo..., al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti. Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia.
Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo.
A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.
50
ELEVACIÓN MAYOR
Sol mi- la-
Re Sol Do la- Re Sol mi- la- (A…)
Re Sol Do la- Re Sol mi- la-
(A…)
Oficiante: Por Cristo, con él y en él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos.
Re Sol Do la- Re Sol mi- la- Sol Amén, amén, amén, amén, amén, amén, amén, amén.
MONICIÓN AL PADRENUESTRO
Oficiante: Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos atrevemos a decir:
ORACIÓN DEL SEÑOR (PATER NOSTER)
Fa re- sol- Fa sol- Sib Do Fa re- sol- Fa sol- Sib Do Fa
sol- Fa Padre nuestro, que estás en el cielo,
re- sol- re-
santificado sea tu Nombre:
sol- Do re- venga a nosotros tu reino;
Do la- Do
hágase tu voluntad
sol- re- Do en la tierra como en el cielo.
Fa sol- Fa
Danos hoy nuestro pan de cada día;
re- sol- re- perdona nuestras ofensas
sol- Do re-
como también nosotros
51
Do la- Do perdonamos a los que nos ofenden;
Fa sol- Fa
no nos dejes caer, no nos dejes
re- sol- re- caer en la tentación,
sol- Do re-
y líbranos del mal,
Do la- Do y líbranos del mal.
Fa sol- Fa re- sol- re- sol- Do re- Do la- Do
Fa sol- Fa re- sol- re- sol- Do re- Do la- Do
Oficiante: Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.
Fa sol- Fa
Tuyo es el reino,
re- sol- re- tuyo el poder y la gloria,
sol- Do re-
por siempre, Señor, por siempre:
Do la- Do tuyo el reino, el poder y la gloria.
Fa sol- Fa re- sol- re- sol- Do re- Do la- Do
Fa sol- Fa re- sol- re- sol- Do re- Do la- Do
Oficiante: Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: “la paz os dejo, mi paz os doy”, no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
sol- Fa re- sol- Fa sol- Sib Do Fa re- sol- Fa sol- Sib Do Fa
A-----------------------------------------------------mén.
SALUTACIÓN DE LA PAZ
Oficiante: La paz del Señor esté siempre con vosotros.
52
Pueblo: Y con tu espíritu.
Oficiante: Daos fraternalmente la paz.
SEÑOR, LLENA DE PAZ
Do mi- Fa Sol Señor, llena de paz mi pobre corazón.
Do mi- Fa Sol
Señor, que tu calor le dé seguridad.
mi- la- Fa Sol Que el mundo sepa de tu presencia
mi- la- Fa Sol
por el amor que brota de mi ser.
Do mi- Fa Do Señor, llena de paz mi corazón.
CORDERO DE DIOS (AGNUS DEI)
Sol Cordero de Dios,
Re si-
que quitas el pecado del mundo,
ten piedad.
mi- Sol mi- Sol
Ten piedad de nosotros, ten piedad.
Cordero de Dios,
la- Do si-
que quitas el pecado del mundo,
mi- si- ten piedad, ten piedad.
mi- Sol mi- Sol
Ten piedad de nosotros, ten piedad.
Cordero de Dios,
Re Re7 mi-
que quitas el pecado del mundo,
53
si- Re danos la paz, danos la paz, danos la paz.
mi- Re Sol
Danos la paz, danos la paz, danos la paz.
Danos la paz.
ELEVACIÓN MENOR
Oficiante: Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.
SEÑOR, NO SOY DIGNO
Fa mi- Sol Do
Fa mi- Señor, no soy digno de que entres en mi casa,
Do mi- la- mi- Do
pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Fa mi- Sol Señor, no soy digno de que entres en mi casa,
mi- Sol Fa Do mi-
pero una palabra tuya bastará para sanarme.
la- mi- Do Señor, no soy digno de que entres en mi casa,
Sol mi- Sol Do re-7 Do
pero una palabra tuya bastará para sanarme.
CUERPO Y SANGRE DE CRISTO
Re fa#- mi- La
Re fa#- si- Re fa#- Cuerpo y Sangre de Cristo: don eterno del Padre.
si- mi- Sol
Cuerpo y Sangre de Cristo: luz de Espíritu Santo.
mi- La fa#- La fa#- Cuerpo y Sangre de Cristo: vida plena de Iglesia.
Re fa#- si- Re fa#-
Cuerpo y Sangre de Cristo: don eterno del Padre.
54
si- mi- Sol
Cuerpo y Sangre de Cristo: luz de Espíritu Santo.
mi- La fa#- La fa#- Cuerpo y Sangre de Cristo: vida plena de Iglesia.
Re fa#- si- Re fa#-
Cuerpo y Sangre de Cristo: don eterno del Padre.
si- mi- Sol Cuerpo y Sangre de Cristo: luz de Espíritu Santo.
mi- La fa#- La fa#- Re
Cuerpo y Sangre de Cristo: vida plena de Iglesia.
CREDO NICENOCONSTANTINOPOLITANO
la- Sol mi- re- Do Sol mi- re- Do Sol mi-re-
Do mi- Fa Sol Do Sol la- Sol la- Sol la- Sol la- Sol Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo.
Do Sol la- re- Do
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Sol la- Sol Do Creador del cielo y de la tierra,
re- mi- Sol la- Do mi- Sol
de todo lo visible y lo invisible.
Do mi- Fa Sol Do Sol la- Sol la- Sol la- Sol la- Sol Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo.
Do Sol Do mi- Do
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Sol la- Hijo único de Dios,
re- mi- Sol Do
nacido del Padre antes de todos los siglos:
Sol Do Sol Do Dios de Dios, Luz de Luz,
Sol Do Sol Do mi-
Dios verdadero de Dios verdadero.
Do mi- Fa Sol Do Sol la- Sol la- Sol la- Sol la- Sol Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo.
re- Do
Engendrado, no creado,
55
re- Do mi-
de la misma naturaleza del Padre,
re- mi- Sol por quien todo fue hecho;
re- Do
que por nosotros, los hombres,
re- mi- Fa mi- Sol y por nuestra salvación bajó del cielo,
re- la- mi- re- mi- Sol
y por obra del Espíritu Santo se encarnó
re- la- Sol re- Sol Do de María, la Virgen y se hizo hombre.
Do mi- Fa Sol Do Sol la- Sol la- Sol la- Sol la- Sol
Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo.
re- Do Fa Sol Y por nuestra causa fue crucificado
re- Do Fa mi-
en tiempos de Poncio Pilato;
re- mi- re- Do padeció y fue sepultado, y resucitó.
Do mi- Fa Sol Do Sol la- Sol la- Sol la- Sol la- Sol
Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo.
Fa la- Fa la- Resucitó al tercer día, según las Escrituras,
Do mi-
y subió al cielo,
Do mi- la- y está sentado a la derecha del Padre;
re- Sol re-
y de nuevo vendrá con gloria
Sol Do mi- para juzgar a vivos y muertos,
re- Sol Do la- Fa
y su reino no tendrá fin.
Do mi- Fa Sol Do Sol la- Sol la- Sol la- Sol la- Sol Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo.
Do Sol la re- Do
Creo en Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
56
Sol Do Sol Do que procede del Padre y del Hijo,
Sol Do Sol Do
que con el Padre y el Hijo
la- Do la- Do la- recibe una misma adoración y gloria,
Fa re- Do la- Fa
y que habló por los profetas.
Do mi- Fa Sol Do Sol la- Sol la- Sol la- Sol la- Sol Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo.
la- Do
Creo en la Iglesia,
la- Do la- Sol que es una, santa, católica y apostólica.
la- Do la-
Confieso que hay un solo bautismo
Do la- Sol para el perdón de los pecados.
mi- la- Do mi- la- mi- Do la-
Espero la resurrección de los muertos
re- Sol re- Sol Do la- Fa y la vida del mundo futu-----ro.
Do mi- Fa Sol Do Sol la- Sol la- Sol la- Sol la- Sol
Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo. Creo.
Do mi- Fa Sol Do Sol la- Sol la- Sol la- Sol la- Sol Do A-----mén. A-----mén. A--mén. A--mén. A--mén. A--mén.
GRANDES Y MARAVILLOSAS SON TUS OBRAS, SEÑOR
Do Fa la- Sol Do Fa la- Sol
Oficiante: Como sois hijos, Dios envió a vuestros corazones al Espíritu de su Hijo, que clama: «Abba, Padre».
Do la- Do la- Do
Grandes y maravillosas son tus obras,
la- Do Señor, Dios omnipotente,
57
re- Fa re- justos y verdaderos tus caminos,
Sol la- Do
¡oh Rey de los siglos!
Fa Sol Do Cristo, a pesar de su condición divina,
la- Fa re- Sol
no hizo alarde de su categoría de Dios;
re- Do Fa Do al contrario, se despojó de su rango
la- Do Fa re-
y tomó la condición de esclavo,
Sol Do pasando por uno de tantos
la- Do la- Do
Grandes y maravillosas son tus obras,
la- Do Señor, Dios omnipotente,
re- Fa re-
justos y verdaderos tus caminos,
Sol la- Do ¡oh Rey de los siglos!
Fa re- Fa Do
Y así, actuando como un hombre cualquiera,
Fa re- se rebajó hasta someterse incluso a la muerte,
Sol
y una muerte de cruz.
Do re- Sol Por eso Dios lo levantó sobre todo
Fa la- Do re- Do
y le concedió el “Nombre-sobre-todo-nombre”.
la- Do la- Do Grandes y maravillosas son tus obras,
la- Do
Señor, Dios omnipotente,
re- Fa re- justos y verdaderos tus caminos,
Sol la- Do
¡oh Rey de los siglos!
58
la- Fa Sol
De modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble
re- Sol en el cielo, en la tierra, en el abismo,
la- Fa la-
y toda lengua proclame:
Sol Fa Sol re- Do Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
la- Do la- Do
Grandes y maravillosas son tus obras,
la- Do Señor, Dios omnipotente,
re- Fa re-
justos y verdaderos tus caminos,
Sol la- Do ¡oh Rey de los siglos!
la- Do la- Do la- Do re- Fa re- Sol la-Do
(A/m…)
Oficiante: Oremos: … Señor y Dios nuestro, que la recepción de este sacramento y la profesión de fe en la santa y eterna Trinidad y en su Unidad indivisible, nos aprovechen para la salvación del alma y del cuerpo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
la- re-Do
Amén, amén.
SALUTACIÓN FINAL
Oficiante: El Señor esté con vosotros.
Pueblo: Y con tu espíritu.
AMÉN: DEMOS GRACIAS A DIOS
Do la- re- Sol Do la- re- Sol Do la- re- Sol Do
Oficiante: El Señor os bendiga y os guarde.
59
Pueblo: Amén.
Oficiante: Haga brillar su rostro sobre vosotros y os conceda su favor.
Pueblo: Amén.
Oficiante: Vuelva su mirada a vosotros y os conceda la paz.
Pueblo: Amén.
Do Fa Do (A…)
Oficiante: Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo, y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros.
Fa Do
Amén, amén, amén, amén.
Do Fa Do (A…)
Oficiante: Podéis ir en paz.
Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios.
Fa Do
A Dios, démosle gracias. Demos gracias a Dios.
Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios.
Fa Do
A Dios, démosle gracias. Demos gracias a Dios.
Sol Do Sol Do Ahora, Señor, según tu promesa
re- mi- re- mi-
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Sol mi- re- mi- Porque mis ojos han visto
Sol mi- Do mi-
a tu Salvador,
re- Sol la- mi- a quien has presentado
re- Sol la- mi-
ante todos los pueblos:
Fa re- Do la- mi Fa mi- luz para alumbrar a las naciones y gloria
Sol7 Do
de tu pueblo Israel.
60
Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios.
Fa Do
A Dios, démosle gracias. Demos gracias a Dios.
Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios.
Fa Do
A Dios, démosle gracias. Demos gracias a Dios.
Sol Do Sol Do Y ahora, Señor, nos dices a todos:
re- mi- re- mi-
Id, y haced discípulos míos
Sol mi- re- mi- a todas las gentes del mundo
Sol mi- Do mi-
para así consagrarlos
re- Sol la- mi- al Padre y al Hijo
re- Sol la- mi-
y al Espíritu Santo;
Fa re- Do la- mi Fa mi- enseñando a guardar todo cuanto os he mandado,
Sol7 Do
porque nunca pasará.
Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios.
Fa Do
A Dios, démosle gracias. Demos gracias a Dios.
Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios.
Fa Do
A Dios, démosle gracias. Demos gracias a Dios.
Sol Do Sol Do Orad sin cesar, vivid la unidad,
re- mi- re- mi-
y sed mis testigos según mi mandato:
Sol mi- re- mi- Amándoos unos a otros
Sol mi- Do mi-
tal como yo os he amado.
61
re- Sol la- mi- Convertid los corazones
re- Sol la- mi-
y creed el Evangelio.
Fa re- Do la- mi- Fa mi- Sin miedo perseverad, que yo estaré con vosotros
Sol7 Do
hasta el momento final.
Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios.
Fa Do
A Dios, démosle gracias. Demos gracias a Dios.
Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios.
Fa Do
A Dios, démosle gracias. Demos gracias a Dios.
EL ÁNGELUS
Fa Sib Do Fa
Monitor: María, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad.
re- sol- Fa El ángel del Señor anunció a María.
sol- Do la- sol- Do
Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Fa sol- Do Dios te salve, María;
la- re- Sib Do
llena eres de gracia;
Fa re- sol- el Señor es contigo;
la- Fa Sib sol-
bendita tú eres
Do7 Do Do7Do entre todas las mujeres,
sol- Do
y bendito es el fruto
Sib la- Do
de tu vientre, Jesús.
62
Fa sol- Do la-re- Sib Do Santa María, Madre de Dios,
Fa re- sol- la- Fa Sib sol-
ruega por nosotros, pecado---res,
Do7 Do Do7 Do sol- Do ahora, y en la hora de nuestra muerte.
Sib la- sol- Fa
A--mén. A--mén.
re- sol- Fa He aquí la esclava del Señor.
sol- Do
Hágase en mí según tu palabra.
Fa sol- Do Dios te salve, María;
la- re- Sib Do
llena eres de gracia;
Fa re- sol- el Señor es contigo;
la- Fa Sib sol-
bendita tú eres
Do7 Do Do7Do entre todas las mujeres,
sol- Do
y bendito es el fruto
Sib la- Do
de tu vientre, Jesús.
Fa sol- Do la-re- Sib Do Santa María, Madre de Dios,
Fa re- sol- la- Fa Sib sol-
ruega por nosotros, pecado---res,
Do7 Do Do7 Do sol- Do ahora, y en la hora de nuestra muerte.
Sib la- sol- Fa
A--mén. A--mén.
re- sol- Fa Y el Verbo se hizo hombre.
sol- Do
Y habitó entre nosotros.
Fa sol- Do Dios te salve, María;
63
la- re- Sib Do
llena eres de gracia;
Fa re- sol- el Señor es contigo;
la- Fa Sib sol-
bendita tú eres
Do7 Do Do7Do entre todas las mujeres,
sol- Do
y bendito es el fruto
Sib la- Do
de tu vientre, Jesús.
Fa sol- Do la-re- Sib Do Santa María, Madre de Dios,
Fa re- sol- la- Fa Sib sol-
ruega por nosotros, pecado---res,
Do7 Do Do7 Do sol- Do ahora, y en la hora de nuestra muerte.
Sib la- sol- Fa
A--mén. A--mén.
re- Fa Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
sol- Do
Para que seamos dignos de alcanzar
Fa las promesas de Cristo,
re- Fa
las promesas de Cristo.
sol- Do Te suplicamos, Señor,
la- re- Sib Do Fa re- sol-
infundas tu gracia en nuestras almas
la- re- sol- para que los que por el anuncio del ángel
Do sol- Do sol- la- sol-
hemos conocido la Encarnación de tu Hijo,
Do sol- Do la- re- por su Pasión y su Cruz
Sib sol- la- sol- Do
seamos llevados a la gloria de la resurrección.
65
CANCIONES para la animación infantil
(PARA VOZ Y GUITARRA)
Op. 14 Nº Título Duración Página 1 (Op.14.0a).- Yo quiero que Cristo crezca. 1’ 13’’ 67 (melodía y letra [retocada], recogidas por transmisión oral a la Hna. Hortensia García [laurita]) 2 (Op.14.0b).- Yo alabo. 1’ 14’’ 68 (melodía y letra adaptadas de lo recogido por transmisión oral a la Hna. María Dolores Sepúlveda [compañía misionera]) 3 (Op.14.0c-[op.13.17]).- Padre nuestro. (texto litúrgico) 0’ 56’’ 69 4 (Op.14.01).- Virgen María, ruega por nosotros. 1’ 43’’ 70 5 (Op.14.02).- Un amigo verdadero. 0’ 54’’ 71 6 (Op.14.03).- Tú y yo somos tres. 1’ 05’’ 72 7 (Op.14.04).- Óyeme, Señor Jesús. 4’ 07’’ 73 8 (Op.14.05).- ¡Oh, Señor, escúchanos! 1’ 52’’ 74 9 (Op.14.06).- Vivamos unidos. 1’ 22’’ 76 10 (Op.14.07).- Muéstrame, Señor Jesús. 2’ 22’’ 77 11 (Op.14.08).- Si digo. 2’ 11’’ 78 12 (Op.14.09).- Gira el mundo. 1’ 14’’ 80 13 (Op.14.10).- Yo quiero ser bueno. 4’ 33’’ 81 14 (Op.14.11).- Gracias, hoy doy. 3’ 28’’ 84 15 (Op.14.12).- Siempre dicen que son doce. 1’ 25’’ 87 16 (Op.14.13).- Si tú quieres, Señor. 1’ 39’’ 88 17 (Op.14.14).- Con mis sentidos. 2’ 18’’ 90 18 (Op.14.15).- Dios te salve, María. (texto litúrgico) 0’ 53’’ 92 19 (Op.14.16).- Gloria, gloria a Dios. 2’ 48’ 93 20 (Op.14.17).- Jesusito de mi vida. 0’ 58’’ 96 (la mitad del texto de origen popular)
66
21 (Op.14.18).- Navegar. 2’ 32’’ 96 22 (Op.14.19).- Cuatro esquinitas. 0’ 56’’ 98 (parte del texto de origen popular) 23 (Op.14.20).- Qué sería. 3’ 13’’ 99 _______ 44’ 56’’
—Textos del autor, salvo las excepciones indicadas—
(19 de enero a 2 de abril de 2003) Advertencias y notas para la partitura.-
Esta obra pretende responder a lo indicado en el título, y ser una ayuda en la animación catequética, educativa y misionera que se realiza con niños. Por ello, a pesar de estar presentada para voz y guitarra, puede y debe adaptarse a las necesidades o requerimientos de cada momento: Suprimir repeticiones, extraer solamente estribillos, acortar, alargar, ejecutar alternadamente frases y fragmentos..., en fin...
La guitarra puede constituir una ayuda, pero no es imprescindible, ni siquiera necesaria; y si se utiliza, los ritmos, así como el tono melódico de base, también pueden variarse según parezca conveniente o adecuado para la habilidad del ejecutante o la situación específica de la ejecución.
Algunas de estas canciones poseen coreografía, pero tanto en éstas como en otras se puede inventar; así como acompañar con palmadas, pateos u otra suerte de golpes, de forma que los niños no se limiten sólo a escuchar o a cantar, sino que también actúen.
67
YO QUIERO QUE CRISTO CREZCA
Mi Yo quiero que Cristo crezca.
Yo quiero que Cristo crezca.
Si Yo quiero que Cristo crezca más y más,
[:y que importe menos yo,
do#- y que importe menos yo,
Si Mi
y que importe menos yo, más y más.:]
Mi Yo quiero que Cristo crezca.
Yo quiero que Cristo crezca.
Si Yo quiero que Cristo crezca más y más,
[:y que aleje de mí el mal,
do#- y que aleje de mí el mal,
Si Mi
y que aleje de mí el mal, más y más.:]
Mi Yo quiero que Cristo crezca.
Yo quiero que Cristo crezca.
Si Yo quiero que Cristo crezca más y más,
[:y que venga, así, la paz,
do#- y que venga, así, la paz,
68
Si Mi y que venga, así, la paz, más y más.:]
Coreografía: Al decir “crezca” se realiza el gesto indicativo de crecer. “Que importe menos yo” se indica agachándose más y más. Al decir “prenda” se realiza el gesto de agarrar en el corazón. “Aleje de mí el mal” se indica adelantándose a dar un pisotón en el suelo. Al decir “reine” se hace el ademán de colocarse una corona. “Que venga, así, la paz” se indica agarrando de la mano a los que están al lado y mostrándolo.
YO ALABO
Re Con un pie, con un pie, yo alabo.
Con un pie, con un pie, yo alabo.
Sol mi- Re Con un pie, yo alabo al Señor.
Con dos pies, con dos pies, yo alabo.
Con dos pies, con dos pies, yo alabo.
Sol mi- Re
Con dos pies, yo alabo al Señor.
Con una mano, con una mano, yo alabo.
Con una mano, con una mano, yo alabo.
Sol mi- Re Con una mano, yo alabo al Señor.
Con dos manos, con dos manos, yo alabo.
Con dos manos, con dos manos, yo alabo.
Sol mi- Re
Con dos manos, yo alabo al Señor.
Con todo el cuerpo, con todo el cuerpo, yo alabo.
69
Con todo el cuerpo, con todo el cuerpo, yo alabo.
Sol mi- Re Con todo el cuerpo, yo alabo al Señor.
Con mis vecinos, con mis vecinos, yo alabo.
Con mis vecinos, con mis vecinos, yo alabo.
Sol mi- Re
Con mis vecinos, yo alabo al Señor.
Con todo el mundo, con todo el mundo, yo alabo.
Con todo el mundo, con todo el mundo, yo alabo.
Sol mi- Re Con todo el mundo, yo alabo al Señor.
Coreografía: Se va moviendo la parte del cuerpo que va indicando la canción, y acumulando los movimientos sucesivamente. “Con todo el cuerpo” puede realizarse con un balanceo o, mejor, girando sobre sí mismo. “Con mis vecinos” puede ejecutarse sustituyendo el giro del cuerpo por el balanceo y agarrando de las manos, simultáneamente, a los que se tiene al lado. “Con todo el mundo” puede realizarse con un movimiento generalizado a modo de corro, partiendo de la posición anterior.
PADRE NUESTRO
Mi fa#- Mi Padre nuestro, que estás en el cielo,
do#- fa#- do#-
santificado sea tu Nombre:
fa#- Si do#- venga a nosotros tu reino;
Si sol#- Si
hágase tu voluntad
fa#- do#- Si en la tierra como en el cielo.
70
Mi fa#- Mi Danos hoy nuestro pan de cada día;
do#- fa#- do#-
perdona nuestras ofensas
fa#- Si do#- como también nosotros
Si sol#- Si
perdonamos a los que nos ofenden;
Mi fa#- Mi no nos dejes caer, no nos dejes
do#- fa#- do#-
caer en la tentación,
fa#- Si do#- y líbranos del mal,
Si sol#- Si
y líbranos del mal.
fa#- Mi A-----mén.
VIRGEN MARÍA, RUEGA POR NOSOTROS
Do Sol mi- Sol mi- [:Virgen María, ruega por nosotros
Do re- Do
y por todos los niños del mundo.:]
re- Sol Una cosa pido al Señor:
Do re- Sol
que me guarde en su corazón,
Do re- Sol que me llene de su intención
Do re- Sol
para amarle mucho mejor.
mi- Do Sol ¡Padre Bueno escucha mi voz,
la- Sol Do
no desoigas lo que hoy pido yo!
71
Sol mi- Sol mi- [:Virgen María, ruega por nosotros
Do re- Do
y por todos los niños del mundo.:]
re- Sol Para el mundo quiero también
Do re- Sol
que lo bueno viertas en él,
Do re- Sol que los niños puedan saber,
Do re- Sol
y las gentes reconocer,
mi- Do Sol que eres Tú su amigo más fiel
la- Sol Do
porque todo lo has hecho bien.
Sol mi- Sol mi- [:Virgen María, ruega por nosotros
Do re- Do
y por todos los niños del mundo.:]
UN AMIGO VERDADERO
Do Fa [:Un amigo verdadero
re-
es mi amigo el que más quiero,
Do Fa es Jesús el nazareno
Do
el que a mí me amó primero.:]
re- mi- Y a María, que es su madre,
re- Sol
como mía me la ha dado,
re- mi- y que al mínimo detalle
re- Sol
no me falte su cuidado.
72
Do Fa
Un amigo verdadero
re- es mi amigo el que más quiero,
Do Fa
es Jesús el nazareno
Do el que a mí me amó primero.
TÚ Y YO SOMOS TRES
Re Sol Re [:Tú y yo somos tres,
Sol La
si es que quiero sumar bien.
Sol Re Tú y yo somos tres,
La Re
cuando cuento a Dios también.:]
La si- [:No es posible estar unidos
La fa#-
sin que Dios en medio esté,
La si- No es posible ser amigos
La Re
sin que sea a su través.:]
Sol Re [:Tú y yo somos tres,
Sol La
si es que quiero sumar bien.
Sol Re Tú y yo somos tres,
La Re
cuando cuento a Dios también.:]
73
ÓYEME, SEÑOR JESÚS
Sol la- Do Sol [:Óyeme, Señor Jesús,
mi- Do Re
que contigo quiero hablar,
la- Re la- que yo sé, que como Tú,
Re la- Sol
nadie escucha y ama más.:]
mi-Sol [:Mis oraciones son para ti,
mi-Sol Re
y mis canciones hablan de ti;
Do Re la- quiero entregarte lo que hay en mí,
Re Do si- Do
para que crezca mi corazón
Re7 Sol y rebose de ti.:]
la- Do Sol
[:Óyeme, Señor Jesús,
mi- Do Re que contigo quiero hablar,
la- Re la-
que yo sé, que como Tú,
Re la- Sol nadie escucha y ama más.:]
mi-Sol
[:Hablar contigo en la oración,
mi-Sol Re y conocerte, es mi intención;
Do Re la-
quiero contarte mi situación,
ReDo si- Do para que veas lo que es mejor
Re7 Sol
para su solución.:]
74
la- Do Sol [:Óyeme, Señor Jesús,
mi- Do Re
que contigo quiero hablar,
la- Re la- que yo sé, que como Tú,
Re la- Sol
nadie escucha y ama más.:]
mi- Sol [:Quiero escuchar lo que dices Tú,
mi-Sol Re
y para hacerlo dame tu luz,
Do Re la- para que vea hoy, mi Jesús,
Re Do
cómo en mi vida
si- Do Re7 Sol Tú intervienes y das rectitud.:]
la- Do Sol
[:Óyeme, Señor Jesús,
mi- Do Re que contigo quiero hablar,
la- Re la-
que yo sé, que como Tú,
Re la- Sol nadie escucha y ama más.:] (tres veces)
¡OH, SEÑOR, ESCÚCHANOS!
Do re- Do re- la- ¡Oh, Señor, escúchanos!
Sol la- Sol
Te rogamos, óyenos.
re- Do re- la- ¡Oh, Señor, escúchanos!
mi- Sol Do
Te rogamos, óyenos.
Por todos los niños de África:
75
Fa Do
¡Oh, Señor, escúchanos!
re- Do Te rogamos, óyenos.
Por todos los niños de América:
Fa Do ¡Oh, Señor, escúchanos!
re- Do
Te rogamos, óyenos.
re- Do re- la- ¡Oh, Señor, escúchanos!
Sol la- Sol
Te rogamos, óyenos.
re- Do re- la- ¡Oh, Señor, escúchanos!
mi- Sol Do
Te rogamos, óyenos.
Por todos los niños de Asia:
Fa Do
¡Oh, Señor, escúchanos!
re- Do Te rogamos, óyenos.
Por todos los niños de Europa:
Fa Do ¡Oh, Señor, escúchanos!
re- Do
Te rogamos, óyenos.
re- Do re- la- ¡Oh, Señor, escúchanos!
Sol la- Sol
Te rogamos, óyenos.
re- Do re- la- ¡Oh, Señor, escúchanos!
mi- Sol Do
Te rogamos, óyenos.
76
Y por los que son de Oceanía:
Fa Do ¡Oh, Señor, escúchanos!
re- Do
Te rogamos, óyenos.
Que todos encuentren a Cristo:
Fa Do
¡Oh, Señor, escúchanos!
re- Do Te rogamos, óyenos.
re- Do re- la-
¡Oh, Señor, escúchanos!
Sol la- Sol Te rogamos, óyenos.
re- Do re- la-
¡Oh, Señor, escúchanos!
mi- Sol Do Te rogamos, óyenos.
VIVAMOS UNIDOS
Mi La- do#- fa#- Si [:Vivamos unidos el reino de amar.
La do#- La Mi
Formemos unidos la nueva ciudad.:]
Si Con la A:
fa#- Mi fa#- Si
yo quiero que Cristo sea mi capitán.
Con la E:
fa#- do#- fa#- Mi
ofrezco lo mío con desinterés.
Si Con la I:
fa#- Mi fa#- Si
yo crezco en talentos para compartir.
77
Con la O:
fa#- do#- fa#- Mi
con todos unidos yo vivo el amor.
Si Con la U:
fa#- Mi fa#- Si
yo tengo unas alas y vuelo a la luz.
Con la A, con la E, con la I, con la O, con la U:
fa#- do#- fa#- Mi
formamos unidos un mundo mejor.
La- do#- fa#- Si
[:Vivamos unidos el reino de amar.
La do#- La Mi Formemos unidos la nueva ciudad.:] (tres veces)
MUÉSTRAME, SEÑOR JESÚS
Do la- mi- Do Muéstrame, Señor Jesús
Do la- mi- Do
qué es lo que debo hacer yo
mi- la- Fa la- para llegar hasta Dios
mi- la- Fa Do
sin error ni confusión.
[:Dominando el ascender,
Sol mi- Do
repartiendo, así, el saber,
la- re- mi camino has de seguir
Sol
fácilmente y sin sentir,
Do solventando sin dudar
re-
la menor contrariedad,
78
Sol mi- la-
si tú quieres llegarás
Sol Do a alcanzar de nuevo a Dios.:] (tres veces)
la- mi- Do
Gracias hoy te doy, Jesús,
Do la- mi- Do por brindarme la ocasión
mi- la- Fa la-
de que aprenda la lección
mi- la- Fa Do que me lleva hasta Dios.
SI DIGO
Mi do#- Si digo “yo”:
fa#-
me refiero a mí mismo cuando hago alguna acción.
Si Si digo “tú”:
Mi
hablo de quien me acompaña en mi vida y mi inquietud.
do#- Si digo “él”:
Si
es que no siento conmigo al que mueve mi interés.
fa#- Si digo “usted”:
Mi
es que pongo mi distancia hasta ver lo que va a ser.
Si
Si digo “nosotros”:
fa#- me refiero a los que estamos compartiendo una intención.
do#-
Si digo “vosotros”:
79
Mi hablo de quienes, conmigo, muestran una relación.
do#-
Si digo “ellos”:
Si es que miro en la distancia a la gente en su quehacer.
fa#-
Si digo “ustedes”:
Mi es que pienso que conmigo, quizás, no tengan que ver.
do#-
Si digo “Dios”:
fa#- lo digo todo
Si
porque está en todos
Mi y cada uno.
do#-
Si digo “Dios”:
fa#- lo digo todo
Si
porque está en todos
Mi y cada uno.
do#-
Si digo “Dios”:
fa#- lo digo todo
Si
porque está en todos
La Si Mi y cada uno.
80
GIRA EL MUNDO
Mi Gira el mundo sin parar,
Si
pasando día tras día;
gira el mundo sin parar,
Mi
y otro día llegará.
Gira el mundo sin parar,
Si
pasando día tras día;
gira el mundo sin parar,
Mi
y otra vez vuelta a empezar.
Se inicia la semana
que empieza con el lunes,
sol#- le sigue, luego, el martes,
y el miércoles después;
Mi el jueves, que está en medio,
al viernes abre paso,
sol#- y al sábado llegamos:
¡domingo casi es!;
do#- domingo para todos,
Mi
que es día para Dios.
81
Gira el mundo sin parar,
Si
pasando día tras día;
gira el mundo sin parar,
Mi
y otro día llegará.
Gira el mundo sin parar,
Si
pasando día tras día;
gira el mundo sin parar,
Mi
y otra vez vuelta a empezar.
YO QUIERO SER BUENO
Re si- Sol Re Yo quiero ser bueno, Señor,
Sol Re
y quiero hacer lo que es mejor.
si- Sol Re Yo quiero amar como amas Tú,
mi- Re
para aplicar tu ley de luz.
El primero es amar a Dios,
La
porque amar es darle todo a Él,
Sol Re que nos ha creado con su amor,
si- Re
y que nos regala hasta su ser.
El segundo: No valerse de Él
La
para fines que no son de amor;
82
Sol Re no aplicar su ley por interés,
si- Re
enturbiando su buena intención.
si- Sol Re Yo quiero ser bueno, Señor,
Sol Re
y quiero hacer lo que es mejor.
si- Sol Re Yo quiero amar como amas Tú,
mi- Re
para aplicar tu ley de luz.
El tercero: Dedicar a Dios
La
lo que está pensado para el bien;
Sol Re consagrarle tiempo al Señor,
si- Re
porque en ello se muestra la fe.
En el cuarto nos dice el Señor
La
que a los padres hay que valorar,
Sol Re que apreciemos todo lo anterior
si- Re
al momento en que lo juzgo yo.
si- Sol Re Yo quiero ser bueno, Señor,
Sol Re
y quiero hacer lo que es mejor.
si- Sol Re Yo quiero amar como amas Tú,
mi- Re
para aplicar tu ley de luz.
En el quinto hay que respetar,
83
La a los otros que son como yo,
Sol Re
como hermanos puestos para amar,
si- Re y también regalo del Señor.
En el sexto no hay que utilizar
La a los otros en nuestro interés,
Sol Re
que hay que hacer también a los demás
si- Re lo que Dios nos pide para Él.
si- Sol Re
Yo quiero ser bueno, Señor,
Sol Re y quiero hacer lo que es mejor.
si- Sol Re
Yo quiero amar como amas Tú,
mi- Re para aplicar tu ley de luz.
En el séptimo quiere el Señor
La que aprendamos lo que es poseer,
Sol Re
que lo que otros tienen: suyo es,
si- Re que lo nuestro ya nos lo da Dios.
El octavo es iluminar
La la verdad del mundo y su intención,
Sol Re
desterrando toda oscuridad
si- Re que produzca engaño o falsedad.
si- Sol Re
Yo quiero ser bueno, Señor,
84
Sol Re
y quiero hacer lo que es mejor.
si- Sol Re Yo quiero amar como amas Tú,
mi- Re
para aplicar tu ley de luz.
El noveno insiste en la intención
La
que nos lleva, luego, a actuar;
Sol Re que de un limpio y puro corazón
si- Re
siempre brota clara la verdad.
Y en el décimo hay que desterrar
La
la envidia que no deja ver
Sol Re el tesoro que tenemos ya,
si- Re
porque Dios regala su querer.
si- Sol Re Yo quiero ser bueno, Señor,
Sol Re
y quiero hacer lo que es mejor.
si- Sol Re Yo quiero amar como amas Tú,
mi- Re
para aplicar tu ley de luz.
GRACIAS, HOY DOY
Do la- Do re- la- Gracias, hoy doy, por todo lo que tengo.
Do re- mi-
Gracias, hoy doy, por todo lo que soy.
85
re- mi- re- Gracias a Dios que me ha dado la vida.
mi- re- la- mi-
Gracias a Dios que me regala el ser.
Fa Sol Gracias a Dios.
la- Do re- la-
Gracias, hoy doy, por todo lo que tengo.
Do re- mi- Gracias, hoy doy, por todo lo que soy.
re- mi- re-
Gracias a mi madre por todos sus cuidados.
mi- re- la- mi- Gracias a mi padre por todo su interés.
Fa Sol Fa Sol Fa Sol
Gracias a Dios, gracias a mi madre, gracias a mi padre.
la- Do re- la- Gracias, hoy doy, por todo lo que tengo.
Do re- mi-
Gracias, hoy doy, por todo lo que soy.
re- mi- re- Gracias a mis abuelos por valorarme tanto.
mi- re- la- mi-
Gracias a mis hermanos por enseñarme bien.
Fa Sol Fa Sol Fa Sol Gracias a Dios, gracias a mi madre, gracias a mi padre,
Fa Sol Fa Sol
gracias a mis abuelos, gracias a mis hermanos.
la- Do re- la- Gracias, hoy doy, por todo lo que tengo.
Do re- mi-
Gracias, hoy doy, por todo lo que soy.
re- mi- re- Gracias a mis familiares por su acompañamiento.
mi- re- la- mi-
Gracias a mis amigos por todo su querer.
Fa Sol Fa Sol Fa Sol Gracias a Dios, gracias a mi madre, gracias a mi padre,
86
Fa Sol Fa Sol gracias a mis abuelos, gracias a mis hermanos.
Fa Sol Fa Sol
gracias a mis familiares, gracias a mis amigos.
la- Do re- la- Gracias, hoy doy, por todo lo que tengo.
Do re- mi-
Gracias, hoy doy, por todo lo que soy.
re- mi- re- Gracias a mis profesores por brindarme su esfuerzo.
mi- re- la- mi-
Gracias a mis catequistas por llevarme a la fe.
Fa Sol Fa Sol Fa Sol Gracias a Dios, gracias a mi madre, gracias a mi padre,
Fa Sol Fa Sol
gracias a mis abuelos, gracias a mis hermanos.
Fa Sol Fa Sol gracias a mi familiares, gracias a mis amigos,
Fa Sol Fa Sol
gracias a mis profesores, gracias a mis catequistas.
la- Do re- la- Gracias, hoy doy, por todo lo que tengo.
Do re- mi-
Gracias, hoy doy, por todo lo que soy.
re- mi- re- Gracias a todo el mundo por lo que bien me ayudan.
mi- re- la- mi-
Gracias a Dios por darme a todos Él.
Fa Sol Fa Sol Fa Sol Gracias a Dios, gracias a mi madre, gracias a mi padre,
Fa Sol Fa Sol
gracias a mis abuelos, gracias a mis hermanos.
Fa Sol Fa Sol gracias a mi familiares, gracias a mis amigos,
Fa Sol Fa Sol
gracias a mis profesores, gracias a mis catequistas.
Fa Sol Fa Sol gracias a todo el mundo, gracias a Dios.
87
la- Do re- la- Gracias, hoy doy, por todo lo que tengo.
Do re- mi-
Gracias, hoy doy, por todo lo que soy.
la- Do re- la- Gracias, hoy doy, por todo lo que tengo.
Fa Do
Gracias, hoy doy, por todo lo que soy.
SIEMPRE DICEN QUE SON DOCE
Re [:Siempre dicen que son doce
La
los meses que tiene el año,
Re siempre dicen que son doce
La Re
de tamaño desigual,
y yo siempre cuento trece
La
si los miro como hermanos,
Re y yo siempre cuento trece
La Re
si reparto por igual.
Febrero es el menor.
mi- La
Enero tiene más.
si- Sol ¿Por qué no puede ser
mi- Re
que todos sean igual?
si todos dan de sí
mi- La
lo que tienen de más,
88
si- Sol de sobra para un mes
mi- Re
por fin, resultará.:]
Siempre dicen que son doce
La
los meses que tiene el año,
Re siempre dicen que son doce
La Re
de tamaño desigual,
y yo siempre cuento trece
La
si los miro como hermanos,
Re y yo siempre cuento trece
La Re
si reparto por igual.
SI TÚ QUIERES, SEÑOR
La Mi Re Por verle contento y feliz a mi Dios
Mi Re La
todo lo que tengo daría al Señor.
Mi Re De agradecimiento haría por ti
Mi Re La
aquello que Tú dispusieras en mí.
Re Si Tú quieres, Señor, por ti bailo.
Mi La
Si Tú quieres, Señor, yo te alabo.
Re Si Tú quieres, Señor, por ti canto.
Mi La
Si Tú quieres, y por mis hermanos.
89
Re La Por ti bailo, yo te alabo.
Re La
Por ti canto y mis hermanos.
Mi Re Haciéndote niño, te fijas en mí:
Mi Re La
como un chiquitito yo cuido de ti.
Mi Re Jugando conmigo me enseñas a ver
Mi Re La
lo que hay en la vida que debo aprender.
Re Si Tú quieres, Señor, por ti bailo.
Mi La
Si Tú quieres, Señor, yo te alabo.
Re Si Tú quieres, Señor, por ti canto.
Mi La
Si Tú quieres, y por mis hermanos.
Re La Por ti bailo, yo te alabo.
Re La
Por ti canto y mis hermanos.
Mi Re Como un pajarito al que hay que abrigar
Mi Re La
todo lo que tienes me vienes a dar.
Mi Re María, que es madre, me lleva a esa luz
Mi Re La
que aclara y despierta y me muestra a Jesús.
Re Si Tú quieres, Señor, por ti bailo.
Mi La
Si Tú quieres, Señor, yo te alabo.
Re Si Tú quieres, Señor, por ti canto.
Mi La
Si Tú quieres, y por mis hermanos.
90
Re La
Por ti bailo, yo te alabo.
Re La Por ti canto y mis hermanos.
Coreografía: En las estrofas, las cuatro últimas sílabas de cada verso se acompañan con golpes. (Los versos 1º y 3º de cada estrofa, con palmadas, y los 2º y 4º con pateos.) El estribillo se baila con los brazos en alto y elevando, alternativamente, el pie hacia delante en cada compás, a la vez que se salta un poco, a semejanza de como se hace en la jota castellana.
CON MIS SENTIDOS
Mi La Mi [:Con mis sentidos yo veo el mundo
Si Mi
y lo valoro, ¡gracias a Dios!
La Mi Con mis sentidos yo te conozco
Si Mi
y caminamos en el Señor.:]
Si Yo con los ojos veo, (Ah, ah, ah)
Mi
con los oídos oigo, (Eh, eh, eh)
Si con la nariz yo huelo (Ih, ih, ih)
Mi
y con las manos toco, (Oh, oh, oh)
Si y el gusto de la lengua (Uh, uh, uh)
Mi
de todo da el sabor.
La Mi [:Con mis sentidos yo veo el mundo
Si Mi
y lo valoro, ¡gracias a Dios!
91
La Mi Con mis sentidos yo te conozco
Si Mi
y caminamos en el Señor.:]
Si Con la cabeza pienso (Ah, ah, ah)
Mi
y otorgo su sentido (Eh, eh, eh)
Si a todo lo que siento, (Ih, ih, ih)
Mi
a todo lo que miro, (Oh, oh, oh)
Si y esto es a lo que llaman (Uh, uh, uh)
Mi
el sentido común.
La Mi [:Con mis sentidos yo veo el mundo
Si Mi
y lo valoro, ¡gracias a Dios!
La Mi Con mis sentidos yo te conozco
Si Mi
y caminamos en el Señor.:]
Si Un séptimo sentido (Ah, ah, ah)
Mi
es el que me permite (Eh, eh, eh)
Si mirar en lo escondido (Ih, ih, ih)
Mi
de todo lo que existe, (Oh, oh, oh)
Si y en ello a Dios descubre, (Uh, uh, uh)
Mi
que es al que ve la fe.
La Mi [:Con mis sentidos yo veo el mundo
Si Mi
y lo valoro, ¡gracias a Dios!
92
La Mi
Con mis sentidos yo te conozco
Si Mi y caminamos en el Señor.:]
DIOS TE SALVE, MARÍA
Re si- Sol Dios te salve, María;
La fa#-
llena eres de gracia;
si- Sol el Señor es contigo;
La fa#-
bendita tú eres
La fa#- entre todas las mujeres,
mi- La
y bendito es el fruto
Sol La de tu vientre, Jesús.
si- Sol
Santa María,
La fa#- Madre de Dios,
si- Sol
ruega por nosotros,
La fa#- pecadores,
si- Sol
ahora, y en la hora
La fa#- de nuestra muerte.
si- Sol
A---mén.
La Re A---mén.
93
GLORIA, GLORIA A DIOS
Mi La Gloria, gloria a Dios en las alturas
fa#-
y, en la tierra, paz a los hombres
Si que gozan de su amor.
Mi fa#- La
Gloria, gloria a Dios en las alturas
fa#- y, en la tierra, paz a los hombres
Si
que gozan de su amor.
Mi La La mano no puede ser mano
Mi
si se pelea con la otra.
Si La El ojo no puede ser ojo
Si
si se pelea con el otro.
fa# El pie no puede ser pie
do#- fa#-
si se pelea con el otro.
La boca no puede ser boca
do#- Si
si se pelea con la nariz.
Mi Las piernas no pueden ser piernas
Si Mi
si se pelean con los brazos.
La Gloria, gloria a Dios en las alturas
fa#-
y, en la tierra, paz a los hombres
94
Si que gozan de su amor.
Mi fa#- La
Gloria, gloria a Dios en las alturas
fa#- y, en la tierra, paz a los hombres
Si
que gozan de su amor.
Mi La El hombre no puede ser hombre
Mi
si se pelea con el otro.
Si La Los pueblos no pueden ser pueblos
Si
si se pelean con los otros.
fa# La fe no puede ser fe
do#- fa#-
si se pelea con la vida.
La vida no puede ser vida
do#- Si
si se pelea con el vivir.
Mi El día no puede ser día
Si Mi
si se pelea con la noche.
La Gloria, gloria a Dios en las alturas
fa#-
y, en la tierra, paz a los hombres
Si que gozan de su amor.
Mi fa#- La
Gloria, gloria a Dios en las alturas
fa#- y, en la tierra, paz a los hombres
95
Si que gozan de su amor.
Mi La
El bien no puede reinar
Mi si se dedica a pelearse.
Si La
La luz no puede alumbrar
Si si se dedica a pelearse.
fa#
La llave no puede ser llave
do#- fa#- si no hace lo que debe.
Las cosas pierden su esencia
do#- Si si no cumplen su función.
Mi
Los hombres tiran la vida
Si Mi si no dan el corazón.
La
Gloria, gloria a Dios en las alturas
fa#- y, en la tierra, paz a los hombres
Si
que gozan de su amor.
Mi fa#- La Gloria, gloria a Dios en las alturas
fa#-
y, en la tierra, paz a los hombres
Si que gozan de su amor.
fa#- Mi
Que gozan de su amor.
96
JESUSITO DE MI VIDA
Do la- Do la- Jesusito de mi vida,
Sol mi-
eres niño como yo,
Do Fa por eso te quiero tanto
re- Sol
y te doy mi corazón;
mi- tómalo,
la-
tuyo es,
Do mío no.
la- Do la-
Jesusito de mi vida
Sol mi- guárdame de todo mal,
Do Fa
para que viva a tu lado
re- Sol por toda la eternidad;
mi-
guíame,
la- llévame,
Do
cuídame.
NAVEGAR
Do Sol Do [:Navegar,
Sol Do
dejándose llevar
la- Do del viento y el amar
97
mi- Do
que Dios a todos da.
Sol Do Navegar,
Sol Do
en ese mar de luz,
la- Do en pos de la verdad,
mi- Do
siguiendo a Jesús.
Rema, rema en el mar marinero,
Sol tú que buscas el bien y el amor,
mi-
cada vez más adentro en lo inmenso:
Sol Do en el mar de las manos de Dios.
Deja, deja tus males en tierra,
Sol tú que buscas la felicidad,
mi-
cada vez más metido en sus manos,
Sol Do en el mar vivo de Libertad.:]
Sol Do
[:Navegar,
Sol Do dejándose llevar
la- Do
del viento y el amar
mi- Do que Dios a todos da.
Sol Do
Navegar,
Sol Do en ese mar de luz,
98
la- Do en pos de la verdad,
mi- Do
siguiendo a Jesús.
CUATRO ESQUINITAS
Mi Si Cuatro esquinitas
do#-
tiene mi cama,
Mi Si cuatro angelitos
do#-
siempre me acompañan;
Mi Si uno dice “ama”,
do#-
otro dice “reza”,
Mi Si otro alegra el alma,
Mi
y otro, paz me deja.
Si La Virgen María,
do#-
que está aquí, conmigo,
Mi Si a Dios me confía,
do#-
que es uno y es trino,
Mi Si que es Padre y es Hijo
do#-
y Espíritu Santo:
Mi Si mi vida y mi cielo,
Mi
mi paz y descanso.
99
QUÉ SERÍA
Re fa#- Qué sería del mundo sin aire.
si- La
Qué sería del mundo sin luz.
si- La Qué sería del mundo sin agua.
mi- fa#- La
Qué sería si no amas tú.
Re fa#- Qué sería si yo no comienzo
si- La
la grandiosa tarea de amar:
si- La si- La qué sería del mundo sin aire, sin luz,
mi- fa#-
sin agua, sin vida, sin ti;
mi- fa#- sin aire, sin luz,
mi- fa#-
sin agua, sin vida, sin ti.
mi- Re Qué sería de mí sin amar.
fa#-
Si se viera por un agujero
si- La lo que mueve este mundo en verdad:
si- La
no son fuerzas de mar y de tierra
mi- fa#- La sino solamente es el amar.
Re fa#-
Qué sería si yo no comienzo
si- La la gozosa tarea de amar:
si- La si- La
qué sería del mundo sin aire, sin luz,
100
mi- fa#- sin agua, sin vida, sin ti;
mi- fa#-
sin aire, sin luz,
mi- fa#- sin agua, sin vida, sin ti.
mi- Re
Qué sería de mí sin amar.
fa#- Cuando Dios hizo el mundo y sus cosas,
si- La
con el bien y el amor lo creó.
si- La Cuando Dios lo sostiene y mantiene
mi- fa#- La
solicita del que pongo yo.
Re fa#- Qué sería si yo no comienzo
si- La
la preciosa tarea de amar:
si- La si- La qué sería del mundo sin aire, sin luz,
mi- fa#-
sin agua, sin vida, sin ti;
mi- fa#- sin aire, sin luz,
mi- fa#-
sin agua, sin vida, sin ti.
mi- Re Qué sería de mí sin amar.
...
Qué sería del mundo sin aire.
La
Qué sería del mundo sin luz.
Re Qué sería del mundo sin agua.
Sol La
Qué sería si no amas tú.
101
Re
Qué sería si yo no comienzo
La la grandiosa tarea de amar:
Re Sol
qué sería del mundo sin aire, sin luz,
mi- fa#- sin agua, sin vida, sin ti;
La
sin aire, sin luz,
mi- sin agua, sin vida, sin ti.
La mi- Re
Qué sería de mí sin amar.
Si se viera por un agujero
La
lo que mueve este mundo en verdad,
Re no son fuerzas de mar y de tierra
Sol La
sino solamente es el amar.
Re Qué sería si yo no comienzo
La
la gozosa tarea de amar:
Re Sol qué sería del mundo sin aire, sin luz,
mi- fa#-
sin agua, sin vida, sin ti;
La sin aire, sin luz,
mi-
sin agua, sin vida, sin ti.
La mi- Re Qué sería de mí sin amar.
Cuando Dios hizo el mundo y sus cosas,
102
La con el bien y el amor lo creó.
Re
Cuando Dios lo sostiene y mantiene
Sol La solicita del que pongo yo.
Re
Qué sería si yo no comienzo
La la preciosa tarea de amar:
Re Sol
qué sería del mundo sin aire, sin luz,
mi- fa#- sin agua, sin vida, sin ti;
La
sin aire, sin luz,
mi- sin agua, sin vida, sin ti.
La mi- Re
Qué sería de mí sin amar.
(19 de enero a 2 de abril de 2003)
103
LA LLAMADA DE UN TAL YOSOY (ZARZUELA EN CINCO ACTOS O JORNADAS)
Op. 15
Texto íntegro recogido en obra aparte (ex libris 5). Aquí solamente se selecciona el texto de uno de los veinticinco números musicales, porque recoge una adaptación del Salmo 23(22), que no se incluyó en las «Plegarias, Op. 16», precisamente por figurar en dicha obra. Texto del número musical que, además, incluye el poema de Santa Teresa «Nada te turbe». Nº Título Duración Página 12 (Op.15.12).- Ronda de la serenidad. 6’ 32’’ 103 (texto del Salmo 23(22), levemente adaptado, con un colofón propio del autor, que concluye con el «Nada te turbe» de Santa Teresa de Jesús)
RONDA DE LA SERENIDAD
TENOR y
BAJO. El Señor es mi pastor nada me puede faltar. El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
CORO. El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
Todos
(CORO). El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
TENOR. El Señor es mi pastor nada me falta; en praderas de fresca hierba me apacienta, me conduce hacia fuentes tranquilas y recrea mi alma; Él me guía por el sendero recto, por el amor de su nombre.
TENOR y
BAJO. El Señor es mi pastor nada me puede faltar. El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
CORO. El Señor es mi pastor
104
nada me puede faltar.
Todos
(CORO). El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
BAJO. Aunque camine por cañadas oscuras nada temo porque tú vas conmigo, tu vara y tu cayado me sosiegan. Tu vara y tu cayado me sosiegan.
TENOR y
BAJO. El Señor es mi pastor nada me puede faltar. El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
CORO. El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
Todos
(CORO). El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
TENOR. Me preparas una mesa delante de mi enemigo, y me unges la cabeza con perfume, llenando mi copa a “rebose”.
TENOR y
BAJO. El Señor es mi pastor nada me puede faltar. El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
CORO. El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
Todos
(CORO). El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
BAJO. Me rodeas de gracia y dicha todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término. Y habitaré en la casa del Señor por años sin término.
TENOR y
BAJO. El Señor es mi pastor nada me puede faltar. El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
105
CORO. El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
Todos
(CORO). El Señor es mi pastor nada me puede faltar.
BARÍTONO. Él es mi consuelo. Él es mi alegría. Él es mi regazo de amor, es mi plena felicidad, es mi bien y mi libertad. Él es mi remanso de paz. Él es mi regazo de amor. Él es mi remanso de paz.
TENOR y
BAJO. Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda; la paciencia todo lo alcanza;
BARÍTONO. quien a Dios tiene nada le falta:
TENOR y
BAJO. sólo Dios basta.
TENOR, BAJO y
BARÍTONO. El Señor es mi pastor nada me falta.
(20 a 25-III y 1-VI-1995)
107
PLEGARIAS para la oración juvenil
(PARA SOLISTA, CORO A CUATRO VOCES, Y GUITARRA)
Op. 16 Nº Título Duración Página 1 (Op.16.01).- Ven, Espíritu Creador. (Veni Creator) 4’ 17’’ 109 (texto traducido del original latino, incluyendo la secuencia y oración finales) 2 (Op.16.02).- Señor mío, Jesucristo. (Acto de contrición) 3’ 27’’ 112 (texto litúrgico) 3 (Op.16.03).- Desde lo hondo a ti grito, Señor. (De Profundis) 4’ 56’’ 114 (Texto litúrgico de los salmos 130[129]; 127[126], 1-2; 131[130], 1-2) 4 (Op.16.04).- Canta, lengua, este misterio. 3’ 18’’ 116 (Pange lingua – Tantum ergo) (texto traducido del original latino de Sto. Tomás de Aquino, excluyendo la segunda, tercera y cuarta estrofas) 5 (Op.16.05).- Creo, adoro, espero y te amo. 5’ 17’’ 118 (Oración del ángel) (texto original de la traducción del autógrafo de Sor Lucía de Fátima, con el añadido de la frase de la medalla de la Virgen Milagrosa) 6 (Op.16.06).- Bendito sea el Señor. (Benedictus) 4’ 23’’ 121 (texto litúrgico [Lc 1, 68-79]) 7 (Op.16.07).- Toma, Señor, y recibe. 3’ 00’’ 123 (Oración de san Ignacio) (texto original de San Ignacio de Loyola, adaptado) 8 (Op.16.08).- A ti, oh Dios, te alabamos. (Te Deum) 8’ 34’’ 125 (texto litúrgico) 9 (Op.16.09).- Una alianza nueva. (Cántico de los profetas) 8’ 53’’ 130 (texto bíblico constituido por: Jer 31, 33; Ez 36, 28; Jer 31, 34; Ez 36, 24-28.35.36) 10 (Op.16.10).- Te doy gracias, Señor. (Salmo 138[137]) 6’ 57’’ 134 (texto litúrgico) 11 (Op.16.11).- Todas mis fuentes están en ti. 8’ 33’’ 136 (Cántico de la consolación viva) (texto bíblico constituido por: Is 65, 17-19; Is 66, 11-12; Is 62, 2-3; Tb 13, 13; Ap 21, 22-27. Estribillo libre, inspirado en el salmo 87[86]) 12 (Op.16.12).- Proclama mi alma. (Magníficat) 3’ 14’’ 140 (texto litúrgico [Lc 1, 46-55])
108
13 (Op.16.13).- Salve, Reina. (Salve) 2’ 47’’ 142 (texto litúrgico) _______ 67’ 36’’
(18 de octubre de 2001 a 21 de octubre de 2003) Advertencias y notas para la partitura.-
Obra pensada para un conjunto integrado por solista o solistas, coro (a cuatro voces si fuera factible) y guitarra (o conjunto de las mismas para que puedan irse alternando).
La melodía principal está ideada para que pueda ser interpretada por cualquier tesitura de la voz humana, por lo que, en consecuencia, si la voz solista es masculina: bájese lo escrito para ella a la octava baja.
La indicación “Coro general” quiere expresar que esa voz es la adecuada para todo el pueblo, y es la que se utilizará en caso de que no se disponga del coro requerido.
También se indica la posición de los acordes de la guitarra según el sistema abreviado común de notación, consistente en denominar al acorde con el nombre de su nota fundamental, escribiendo la inicial en mayúscula si se trata de un acorde mayor, o en minúscula si se refiere a un menor. Aquí, por seguridad, además se añade el guión (-) o signo “menos” en los menores (Si = Si mayor; si- = si menor; etc.), como se suele hacer en las partichelas manuscritas.
La guitarra o guitarras pueden acompañarse o sustituirse por un sintetizador o equivalente que ejecute los acordes, que por su efecto más amplio y envolvente, resulta más adecuado para masas corales.
Sería bueno que alguien, con inspiración y técnica musical, con inventiva y sin miedo, sustituyera la guitarra por la orquesta. Eso sí: Encomendándose previamente a Dios como condición imprescindible.
Todo lo dicho, así como la inspiración de esta obra, constituye un “a modo de” complemento de la Misa Juvenil, opus 13.
109
VEN, ESPÍRITU CREADOR (Veni Creator)
sol#- do#- sol#- Si sol#- Mi
Si Mi
Ven, Espíritu Creador;
sol#- visita nuestras almas
Si sol#-
y, pues tú las creaste,
fa#- Mi llénalas de tu gracia.
fa#- Mi sol#-
Oh, Don de Dios altísimo,
fa#- Mi sol#- abogado te llaman;
fa#- sol#- Si
fuego, amor, fuente viva,
do#- fa#- sol#- Si suave unción del alma.
fa#- Si sol#-
Tú, dedo de Dios Padre,
La Si7 do#- sol#- tus siete dones regalas;
fa#- La Si sol#-
tú, fiel promesa de Dios,
Si sol#- Mi nos inspiras las palabras.
Si Mi
Ven, Espíritu Creador;
sol#- visita nuestras almas
Si sol#-
y, pues tú las creaste,
fa#- Mi llénalas de tu gracia.
110
fa#- Mi sol#- Tú, nuestra mente alumbra,
fa#- Mi sol#-
tú, nuestro amor inflama,
fa#- sol#- Si y con tu fuerza anima
do#- fa#- sol#- Si
a nuestra carne flaca.
fa#- Si sol#- Ahuyenta al enemigo,
La Si7 do#- sol#-
infúndenos tu calma,
fa#- La Si sol#- dirige nuestros pasos
Si sol#- Mi
y nuestro mal aparta.
Si Mi Ven, Espíritu Creador;
sol#-
visita nuestras almas
Si sol#- y, pues tú las creaste,
fa#- Mi
llénalas de tu gracia.
fa#- Mi sol#- Por ti se nos muestra el Padre
fa#- Mi sol#-
y el Hijo se nos declara
fa#- sol#- Si y en ti, por ambos, Espíritu,
do#- fa#- sol#- Si
cree nuestra fe santa.
fa#- Si sol#- Gloria al Padre y al Hijo,
La Si7 do#- sol#-
que de la muerte se alza;
fa#- La Si sol#- con el divino Espíritu
Si sol#-Mi
que siempre reina y manda.
111
Si Mi Ven, Espíritu Creador;
sol#-
visita nuestras almas
Si sol#- y, pues tú las creaste,
fa#- Mi
llénalas de tu gracia.
fa#- Mi sol#- Ven, Espíritu Santo,
fa#- Mi sol#-
llena los corazones
fa#- sol#- Si de tus fieles y enciende
do#- fa#- Mi sol#- Si
en ellos el fuego de tu amor.
fa#- Si sol#- Envía, Señor, tu Espíritu
La Si7 do#- sol#-
para darnos nueva vida:
fa#-La Si sol#- Y renovarás
Si sol#-Mi
la faz de la tierra
Si Mi Oh Dios, que iluminas
sol#- La sol#-
los corazones de tus fieles
Si sol#- con la luz del Espíritu Santo,
fa#- Si fa#- Si
concédenos saber lo que está bien
según el mismo Espíritu Santo
fa#- Mi
y gozar siempre de sus consuelos.
fa#- Si Por Jesucristo nuestro Señor.
sol#- Mi
A---mén.
112
SEÑOR MÍO, JESUCRISTO (Acto de contrición)
sol#- do#- fa#- Si Mi
La Re
Señor mío Jesucristo.
fa#- Dios y Hombre verdadero,
Si
Creador, Padre
sol#- y Redentor mío,
Mi La
por ser Vos quien sois,
Mi La bondad infinita;
Mi sol#-
y porque os amo
Mi sol#- sobre todas las cosas,
Si La fa#-
me pesa de todo corazón
Si haberos ofendido.
Mi La
Señor mío Jesucristo.
Mi La Dios y Hombre verdadero,
sol#-
Creador, Padre
Si y Redentor mío,
fa#- Si
por ser Vos quien sois,
fa#- Si7 bondad infinita;
Mi sol#-
y porque os amo
113
Mi sol#- sobre todas las cosas,
La sol#-
me pesa de todo corazón
Si sol#- Mi haberos ofendido.
La Re
También me pesa
fa#- porque podéis castigarme
Si sol#-
con las penas del infierno,
La Mi ayudado de vuestra divina gracia
fa#- Si
propongo firmemente nunca más pecar,
fa#- sol#- confesarme, y cumplir la penitencia
Si
que me fuera impuesta.
Mi La Señor mío Jesucristo.
Mi La
Dios y Hombre verdadero,
sol#- Creador, Padre
Si
y Redentor mío,
fa#- Si por ser Vos quien sois,
fa#- Si7
bondad infinita;
Mi sol#- y porque os amo
Mi sol#-
sobre todas las cosas,
La sol#- me pesa de todo corazón
Si Mi
haberos ofendido.
114
Mi La
Amén, amén,
Mi La Amén, amén,
Mi
Amén, amén,
Amén.
DESDE LO HONDO A TI GRITO, SEÑOR (De Profundis)
Re si- mi- Re La
Desde los hondo a ti grito, Señor;
fa#- si- La Señor, escucha mi voz;
si- mi- La mi-
estén tus oídos atentos
La a la voz de mi súplica.
si- mi- Re La
Desde los hondo a ti grito, Señor;
fa#- si- La Señor, escucha mi voz;
si- mi- La mi-
estén tus oídos atentos
La a la voz de mi súplica.
Re
Si llevas cuenta de los delitos, Señor,
mi- La ¿quién podrá resistir?
Re
Pero de ti procede el perdón,
mi- La y así infundes respeto.
Re fa#- mi- fa#-
Mi alma espera en el Señor,
115
Refa#- mi- fa#- espera en su palabra;
La si- fa#-
mi alma aguarda al Señor,
mi- fa#- La más que el centinela a la aurora.
Re fa#- mi- fa#-
Aguarde Israel al Señor,
Re fa#- mi- fa#- como el centinela a la aurora;
mi- fa#-
porque del Señor viene la misericordia,
La fa#- la redención copiosa;
mi- Sol fa#-
y él redimirá a Israel
La Re de todos sus delitos.
si- mi- Re La
Desde los hondo a ti grito, Señor;
fa#- si- La Señor, escucha mi voz;
si- mi- La mi-
estén tus oídos atentos
La a la voz de mi súplica.
Re
Si el Señor no construye la casa,
mi- La en vano se cansan los albañiles;
Re
si el Señor no guarda la ciudad,
mi- La en vano vigilan los centinelas.
Re fa#- si-
Es inútil que madruguéis,
Re fa#- si- que veléis hasta muy tarde,
mi- fa#-
que comáis el pan de vuestros sudores:
116
La mi- La
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
Re fa#- si- Señor, mi corazón no es ambicioso,
Re fa#- si- mi-
ni mis ojos altaneros;
La si- fa#- no pretendo grandezas
mi- fa#-
que superan mi capacidad;
mi- fa#- sino acallo y modero mis deseos,
La Re
como un niño en brazos de su madre.
si- mi- Re La Desde los hondo a ti grito, Señor;
fa#- si- La
Señor, escucha mi voz;
si- mi- La mi- estén tus oídos atentos
La fa#-
a la voz de mi súplica.
La Re A la voz de mi súplica.
CANTA, LENGUA, ESTE MISTERIO (Pange lingua – Tantum ergo)
si- Re
Sol
Canta, lengua, este misterio
Do Sol del pan, que es glorioso Cuerpo,
Do si-
y del vino, preciosa Sangre,
Do la- Do si- que como precio del mundo,
117
Re si- el Hijo de noble Madre,
la- Sol
Rey de las gentes, pagó.
Canta, lengua, este misterio
Do Sol
del pan, que es glorioso Cuerpo,
Do si- y del vino, preciosa Sangre,
Do la- Do si-
que como precio del mundo,
Re si- el Hijo de noble Madre,
la- Sol
Rey de las gentes, pagó.
Tan augusto sacramento
Do Sol
honremos postrados ya,
Do y el Antiguo Testamento
si-
ceda al Nuevo su lugar.
Do la- Do si- Supla la fe el argumento
Re si-
que nuestros sentidos dan,
la- Sol que nuestros sentidos dan.
Canta, lengua, este misterio
Do Sol del pan, que es glorioso Cuerpo,
Do si-
y del vino, preciosa Sangre,
Do la- Do si- que como precio del mundo,
Re si-
el Hijo de noble Madre,
118
la- Sol
Rey de las gentes, pagó.
Al Padre y al Engendrado
Do Sol
demos gloria y afecto,
Do honor y alabanza,
si-
entrega y canto,
Do la- Do si- homenaje y bendición;
Re si-
y al que procede de ambos,
la- Sol de igual forma, adoración.
Canta, lengua, este misterio
Do Sol del pan, que es glorioso Cuerpo,
Do si-
y del vino, preciosa Sangre,
Do la- Do si- que como precio del mundo,
Re si-
el Hijo de noble Madre,
la- Sol Rey de las gentes, pagó.
CREO, ADORO, ESPERO Y TE AMO (Oración del ángel)
Do Sol Fa
Dios mío, yo creo,
Do re- Sol adoro, espero y te amo.
mi- Fa
Te pido perdón
119
mi- Fa por los que no creen,
Sol la- Sol mi-
no adoran, no esperan y no te aman.
Do Fa Dios mío, yo creo,
Do re- Sol
adoro, espero y te amo.
mi- Fa Te pido perdón
mi- Fa
por los que no creen,
Sol la- Sol no adoran, no esperan y no te aman.
Do la- mi-
Santísima Trinidad:
re- Fa la- Padre, Hijo y Espíritu Santo;
Do Sol mi-
te adoro profundamente
la- Do mi- Fa y te ofrezco el preciosísimo Cuerpo,
Sol mi- Do
Sangre, Alma y Divinidad
Fa re- Sol de Nuestro Señor Jesucristo,
Do Sol mi- Fa re- Sol
presente en todos los sagrarios del mundo;
re- Sol mi- re- en reparación por los ultrajes,
Sol la- Do
sacrilegios e indiferencias
Fa re- mi Sol con que Él mismo es ofendido.
Fa
Dios mío, yo creo,
Do re- Sol adoro, espero y te amo.
mi- Fa
Te pido perdón
120
mi- Fa
por los que no creen,
Sol la- Sol mi- no adoran, no esperan y no te aman.
la- mi- re- Fa
Y por lo méritos infinitos
la- Do Sol de su Sagrado Corazón
Do mi- Do Fa re-mi- re-
y del Corazón Inmaculado de María
Sol mi- Do te pido la conversión
re- la- Sol
de los pobres pecadores.
Do mi- Do Oh, María,
Fa re- Sol mi-
sin pecado concebida,
Sol Do ruega por nosotros
mi- la- Do
que recurrimos a ti.
Do Fa Dios mío, yo creo,
Do re- Sol
adoro, espero y te amo.
mi- Fa Te pido perdón
mi- Fa
por los que no creen,
Sol la- Sol mi- no adoran, no esperan y no te aman.
Sol Fa
Dios mío, yo creo,
Do re- Sol adoro, espero y te amo.
mi- Fa
Te pido perdón
121
mi- Fa por los que no creen,
Sol la- Sol re- Do
no adoran, no esperan y no te aman.
BENDITO SEA EL SEÑOR (Benedictus)
Sol la- Re Sol
Re mi-
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
Re Do si- Sol porque ha visitado y redimido a su pueblo.
Re mi-
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
Re Do si- Sol porque ha visitado y redimido a su pueblo.
si- Re si-
Suscitándonos una fuerza de salvación
la- Re en la casa de David, su siervo,
Do fa#-
según lo había predicho desde antiguo
mi- la- Sol por boca de sus santos profetas.
Re mi-
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
Re Do si- Sol porque ha visitado y redimido a su pueblo.
mi- Do Sol Do Sol
Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos
mi- si- mi- Sol y de la mano de todos los que nos odian;
la- Re
realizando la misericordia
la- si- que tuvo con nuestros padres,
122
Re la- Re recordando su santa alianza
la- Re si- la- Sol
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Re mi- Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
Re Do si- Sol
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
mi- Do mi- Sol Para concedernos que, libres de temor,
si- mi- si- mi-
arrancados de la mano de los enemigos,
Re la- Re le sirvamos con santidad y justicia,
si- la- ReSol
en su presencia, todos nuestros días.
Re mi- Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
Re Do si- Sol
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
Re mi- si- mi- Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
Re mi- si- Re
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
Sol la-Sol el perdón de sus pecados.
Re mi-
Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
Re Do si- Sol porque ha visitado y redimido a su pueblo.
Do Sol
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
mi- si- nos visitará el sol que nace de lo alto,
123
mi- Re para iluminar a los que viven en tinieblas
la-
y en sombra de muerte,
Do la- si- mi- para guiar nuestros pasos
Re Sol
por el camino de la paz.
Re mi- Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
Re Do si- Sol
porque ha visitado y redimido a su pueblo.
TOMA, SEÑOR, Y RECIBE (Oración de San Ignacio)
Re do#- si- Mi fa#- Mi do#- La
Re
Toma, Señor, y recibe
Mi toda mi libertad,
La Re
mi memoria, mi entendimiento
si- MiLa y toda mi voluntad.
Re
Toma, Señor, y recibe
Mi toda mi libertad,
La Re
mi memoria, mi entendimiento
si- MiLa y toda mi voluntad.
Re fa#-La Re
Todo mi haber y poseer
fa#- si- fa#- Tú me lo diste,
Re si- Mi do#-
a ti, Señor, lo vuelvo:
124
Mi La
todo es tuyo.
Re fa#-LaRe Dame tu amor y gracia
Mi La
que esto me basta.
Re Toma, Señor, y recibe
Mi
toda mi libertad,
La Re mi memoria, mi entendimiento
si- MiLa
y toda mi voluntad.
Re Toma, Señor, y recibe
Mi
toda mi libertad,
La Re mi memoria, mi entendimiento
si- Mi
y toda mi voluntad.
Re fa#-La Re Todo mi haber y poseer
fa#- si- fa#-
Tú me lo diste,
Re si- Mi do#- a ti, Señor, lo vuelvo:
Mi La
todo es tuyo.
Re fa#-LaRe Dame tu amor y gracia
Mi La
que esto me basta.
Re Toma, Señor, y recibe
Mi
toda mi libertad,
125
La Re mi memoria, mi entendimiento
si- MiLa
y toda mi voluntad.
Re Toma, Señor, y recibe
Mi
toda mi libertad,
La Re mi memoria, mi entendimiento
si- Mi
y toda mi voluntad.
do#- La y toda mi volun--tad.
A TI, OH DIOS, TE ALABAMOS (Te Deum)
fa#- Mi do#- La
A ti, oh Dios, te alabamos,
si- Mi a ti, Señor, te reconocemos;
La Re
porque tuyo es el poder,
si- Mi el honor la gloria y la alabanza;
La
por que tuyo es el saber,
si- Mi si- La la fuerza, la vida el amor y la gracia.
A ti, oh Dios, te alabamos,
si- Mi a ti, Señor, te reconocemos;
La Re
porque tuyo es el poder,
si- Mi el honor la gloria y la alabanza;
126
La
por que tuyo es el saber,
si- Mi si- La la fuerza, la vida el amor y la gracia.
si- do#-
A ti, eterno Padre,
si- Mi te venera toda la creación.
Re do#- si-
Los ángeles todos, los cielos
Mi si- do#- y todas las potestades te honran.
Re Mi si-
Los querubines y serafines
Mi do#-La te cantan sin cesar:
do#- fa#- Mi
Santo, Santo, Santo es el Señor,
si- Re Mi La Dios del universo.
do#- fa#-
Los cielos y la tierra
do#- Re do#- Mi están llenos de la majestad de tu gloria.
si- Mi
Los cielos y la tierra
Re fa#- Mi La están llenos de la majestad de tu gloria.
A ti, oh Dios, te alabamos,
si- Mi a ti, Señor, te reconocemos;
La Re
porque tuyo es el poder,
si- Mi el honor la gloria y la alabanza;
La
por que tuyo es el saber,
si- Mi si- La la fuerza, la vida el amor y la gracia.
127
si-
A ti te ensalza
Mi7 Re el glorioso coro de los apóstoles,
si- do#-
la multitud admirable de los profetas,
Re si- do#- el blanco ejército de los mártires.
si- Mi
A ti la Iglesia santa,
do#- si- extendida por toda la tierra,
do#-
te proclama:
La do#- Mi Padre de inmensa majestad,
(Reb) (Sib) (Reb) (Reb) (Sib) Do# La# Do# fa#-ReDo# La# fa#-Re
Hijo único y verdadero, digno de adoración,
si- fa#- La Espíritu Santo, Defensor.
A ti, oh Dios, te alabamos,
si- Mi a ti, Señor, te reconocemos;
La Re
porque tuyo es el poder,
si- Mi el honor la gloria y la alabanza;
La
por que tuyo es el saber,
si- Mi si- La la fuerza, la vida el amor y la gracia.
Mi La si-
Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.
La Mi Re si- Mi Tú eres el Hijo único del Padre.
si- Mi7 do#-La
Tú, para liberar al hombre,
128
si- Mi si- Mi7 do#- aceptaste la condición humana
si- fa#- do#-
sin desdeñar el seno de la Virgen.
si- Mi do#- Mi Tú, rotas las cadenas de la muerte,
do#- si- Re Mi La Re
abriste a los creyentes el reino del cielo.
si- do#- Tú te sientas a la derecha de Dios
Mi La
en la gloria del Padre.
A ti, oh Dios, te alabamos,
si- Mi
a ti, Señor, te reconocemos; La Re
porque tuyo es el poder,
si- Mi el honor la gloria y la alabanza;
La
por que tuyo es el saber,
si- Mi si- La la fuerza, la vida el amor y la gracia.
Re Mi
Creemos que un día
Re Mi has de venir como juez.
Re Mi
Te rogamos, pues,
Re Mi que vengas en ayuda de tus siervos,
La do#-Mi La do#- Mi do#-
a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
La do#- fa#- Mi do#- Haz que en la gloria eterna
La do#- fa#- Mi do#-
nos asociemos a tus santos.
Re si- Mi Salva a tu pueblo, Señor,
129
Re fa#- Mi y bendice tu heredad.
fa#- Re
Sé su pastor
si- Mi7si- La y ensálzalo eternamente.
A ti, oh Dios, te alabamos,
si- Mi a ti, Señor, te reconocemos;
La Re
porque tuyo es el poder,
si- Mi el honor la gloria y la alabanza;
La
por que tuyo es el saber,
si- Mi si- La la fuerza, la vida el amor y la gracia.
Re do#- Mi
Día tras día te bendecimos
Re do#- Mi si- Mi y alabamos tu nombre para siempre,
Re Mi
por eternidad de eternidades.
Re Mi si- Dígnate, Señor, en este día
Re Mi si-
guardarnos del pecado.
Mi Ten piedad de nosotros, Señor,
si- Mi
ten piedad de nosotros.
Re fa#- do#- Que tu misericordia, Señor,
Re si- do#-
venga sobre nosotros,
Re do#- Refa#- como lo esperamos de ti.
si- Mi
En ti, Señor, confié,
130
do#- fa#- si- Mi si- La no me veré defraudado para siempre.
A ti, oh Dios, te alabamos,
si- Mi a ti, Señor, te reconocemos;
La Re
porque tuyo es el poder,
si- Mi el honor la gloria y la alabanza;
La
por que tuyo es el saber,
si- Mi si- La la fuerza, la vida el amor y la gracia.
Re
porque tuyo es el poder,
si- Mi el honor, la gloria y la alabanza;
La
por que tuyo es el saber,
si- Mi si- La la fuerza, la vida el amor y la gracia.
UNA ALIANZA NUEVA (Cántico de los profetas)
do#- Mi si- Mi La
fa#- Re si- La
He aquí que hago una alianza nueva,
dice el Señor:
Re Mi do#-
Pondré mi ley en vuestro interior,
Re si- Mi do#- la escribiré en vuestro corazón,
Re do#-
vosotros seréis mi pueblo
Re si- La y Yo seré vuestro Dios.
131
fa#- Re si- La
He aquí que hago una alianza nueva,
dice el Señor:
Re Mi do#-
Pondré mi ley en vuestro interior,
Re si- Mi do#- la escribiré en vuestro corazón,
Re do#-
vosotros seréis mi pueblo
Re si- La y Yo seré vuestro Dios.
Re La
No necesitaréis, para instruiros,
Re si- animaros unos a otros diciendo:
do#-
“¡Conoced al Señor!”,
Re Mi do#- si- porque me conoceréis todos
Re Mi do#- si-
desde el más pequeño hasta el mayor.
Re Mi si- Mi si- Mi Yo perdonaré vuestra maldad
Re Mi si-do#-si- do#- Mi La
y no me acordaré más de vuestros pecados.
fa#- Re si- La He aquí que hago una alianza nueva,
dice el Señor:
Re Mi do#- Pondré mi ley en vuestro interior,
Re si- Mi do#-
la escribiré en vuestro corazón,
Re do#- vosotros seréis mi pueblo
Re si- La
y Yo seré vuestro Dios.
132
Re Mi La Os recogeré de entre las naciones,
Mi Re si- do#-Mi
os reuniré de todos los países,
si- Re Mi do#- y os llevaré a vuestra tierra.
fa#- Mi fa#-
Derramaré sobre vosotros un agua pura
Re Mi si- que os purificará:
do#- si- Re Mi do#-
de todas vuestras inmundicias e idolatrías
si- Re La os he de purificar.
fa#- Re si- La
He aquí que hago una alianza nueva,
dice el Señor:
Re Mi do#-
Pondré mi ley en vuestro interior,
Re si- Mi do#- la escribiré en vuestro corazón,
Re do#-
vosotros seréis mi pueblo
Re si- La y Yo seré vuestro Dios.
fa#- Re Mi
Os daré un corazón nuevo,
Re Mi y os infundiré un espíritu nuevo;
Re do#-
arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
Re do#- si- Re y os daré un corazón de carne.
La Re Mi
Os infundiré mi Espíritu,
si- Re do#-si-Mi si- Re do#- y haré que caminéis según mis preceptos,
si- Re do#-si-Mi
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.
133
La fa#- Re si- La
He aquí que hago una alianza nueva,
dice el Señor:
Re Mi do#-
Pondré mi ley en vuestro interior,
Re si- Mi do#- la escribiré en vuestro corazón,
Re do#-
vosotros seréis mi pueblo
Re si- La y Yo seré vuestro Dios.
Re Mi Re Mi
Habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.
do#- Re si- La “La tierra que estaba devastada
Re Mi
se ha convertido en un jardín de Edén,
do#- Re si-La y las ciudades destruidas y arruinadas
si- Mi
han sido fortificadas y habitadas.”
La fa#- Re Mi La Yo, el Señor, lo digo y lo hago.
fa#- Re si- La
He aquí que hago una alianza nueva,
dice el Señor:
Re Mi do#-
Pondré mi ley en vuestro interior,
Re si- Mi do#- la escribiré en vuestro corazón,
Re do#-
vosotros seréis mi pueblo
Re si- La y Yo seré vuestro Dios.
Re si- Mi La
Y Yo seré vuestro Dios.
134
TE DOY GRACIAS, SEÑOR (Salmo 138[137])
la- Sol Re Sol
Do Re
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
si- Re Do si- Sol delante de los ángeles tañeré para ti,
la- si-
me postraré hacia tu santuario,
la- Re Sol daré gracias a tu nombre:
Do Re
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
si- Re Do si- Sol delante de los ángeles tañeré para ti,
la- si-
me postraré hacia tu santuario,
la- Re Sol daré gracias a tu nombre:
la- Do si- Do
Por tu misericordia y tu lealtad,
la- Do si- la- porque tu promesa supera a tu fama;
Re Sol si-
cuando te invoqué, me escuchaste,
Do Sol acreciste el valor en mi alma.
Do Re
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
si- Re Do si- Sol delante de los ángeles tañeré para ti,
la- si-
me postraré hacia tu santuario,
la- Re Sol daré gracias a tu nombre:
Do la- Re Sol mi- Sol
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
135
la- Do la- Re Sol si- al escuchar el oráculo de tu boca;
la- Re
canten los caminos del Señor,
Sol mi- si- mi- Do porque la gloria del Señor es grande.
la- Sol Do la-
El Señor es sublime, se fija en el humilde,
Do Re7Do si- Re y de lejos conoce al soberbio.
Sol Do Re
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
si- Re Do si- Sol delante de los ángeles tañeré para ti,
la- si-
me postraré hacia tu santuario,
la- Re Sol daré gracias a tu nombre:
Re Do la-
Cuando camino entre peligros,
Sol me conservas la vida;
Re mi- Do la- Do la- Do
extiendes tu brazo contra la ira de mi enemigo,
la- Do Re la- y tu derecha me salva.
Re si- Sol si- mi- si-
El Señor completará sus favores conmigo:
Do la- Re si- Sol mi- Señor, tu misericordia es eterna,
la- Re si- la- si- Si mi-
no abandones la obra de tus manos.
Sol Do Re Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
si- Re Do si- Sol
delante de los ángeles tañeré para ti,
la- si- me postraré hacia tu santuario,
la- Re Sol
daré gracias a tu nombre:
136
Do Re
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
si- Re Do si- Sol delante de los ángeles tañeré para ti,
la- si-
me postraré hacia tu santuario,
la- Re Sol daré gracias a tu nombre:
TODAS MIS FUENTES ESTÁN EN TI (Cántico de la consolación viva)
mi- Sol si- Re Sol
Todas mis fuentes están en ti;
si- Re la- en ti, Ciudad viva de Dios;
mi- Do si-
en ti, Tierra fecunda del Altísimo;
mi- Do la- Sol en ti, Tesoro de todas las gracias.
Todas mis fuentes están en ti;
si- Re la- en ti, Ciudad viva de Dios;
mi- Do si-
en ti, Tierra fecunda del Altísimo;
mi- Do la- Sol en ti, Tesoro de todas las gracias.
la- Do Re si- mi-
He aquí que creo un cielo nuevo
si- Sol mi- si- y una tierra nueva;
la- Do si-
lo pasado no se recordará
mi- si- ni se volverá a pensar en ello,
137
Do Re si- sino que habrá alegría
Re mi-
y gozo perpetuo
Re la-7 Sol por lo que voy a crear.
Todas mis fuentes están en ti;
si- Re la- en ti, Ciudad viva de Dios;
mi- Do si-
en ti, Tierra fecunda del Altísimo;
mi- Do la- Sol en ti, Tesoro de todas las gracias.
la-
Pues convertiré a Jerusalén
Do si- mi- y a sus habitantes en alegría,
Do Re si-
me gozaré por Jerusalén
Do y me alegraré por mi pueblo,
mi- si- Re
y ya no se oirán en ella
la- si- Re ni gritos ni lamentos;
Sol
porque mamaréis hasta saciaros
la- si- la- de sus pechos consoladores,
si-
y saborearéis el deleite
Do la-si-mi- de sus ubres generosas.
Do si-
Porque así dice el Señor:
Sol Do la- “Yo haré correr hacia ella
Do Re
como un río la paz;
138
si- la-
como un torrente desbordado
Do si- Re Sol las riquezas de las naciones.
Todas mis fuentes están en ti;
si- Re la- en ti, Ciudad viva de Dios;
mi- Do si-
en ti, Tierra fecunda del Altísimo;
mi- Do la- Sol en ti, Tesoro de todas las gracias.
la- Do Re si-
Los pueblos verán tu liberación
Do si- y los reyes tu gloria.
la- Do
Te pondrán un nombre nuevo
la- Do mi- si- pronunciado por la boca del Señor.
Do Re
Serás corona espléndida
la- en manos del Señor,
si- mi- la-
corona real en la palma de tu Dios.
Re la- Do si- Por generaciones y generaciones
Do
se alegrarán en ti,
Re Do la- y permanecerás
Re si- Do Sol
como elegida para siempre.
Todas mis fuentes están en ti;
si- Re la-
en ti, Ciudad viva de Dios;
139
mi- Do si- en ti, Tierra fecunda del Altísimo;
mi- Do la- Sol
en ti, Tesoro de todas las gracias.
No vi templo alguno en la ciudad
pues el Señor Dios todopoderoso
la- Re y el Cordero son su templo.
la-
Tampoco necesita sol ni luna
Do que la alumbren;
la- Do Re
la ilumina la gloria de Dios
Do mi- si- y su antorcha es el Cordero.
la- Re si-
A su luz caminarán las naciones,
la- Re la- y los reyes de la tierra vendrán
mi- si-
a rendirle vasallaje.
Do mi- Re si- No se cerrarán sus puertas
mi- si-
al declinar el día,
Do mi- Re si- puesto que allí no habrá noche.
Sol Do la-
A ella afluirán
Do la- Re el poderío y las riquezas
la- Sol
de las naciones.
Todas mis fuentes están en ti;
si- Re la-
en ti, Ciudad viva de Dios;
140
mi- Do si- en ti, Tierra fecunda del Altísimo;
mi- Do la- Sol
en ti, Tesoro de todas las gracias.
Nada manchado
entrará en ti,
mi- Do nadie que practique
la- Re la-
la mentira y la maldad,
Do mi- Do si- tan solo los inscritos
la- mi-Re la-
en el libro de la vida
Sol que tiene el Cordero.
Re
¡Todas mis fuentes
si- Re Sol están en ti!
PROCLAMA MI ALMA (Magníficat)
Sol Do Re
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
Sol se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.
Do Re
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
Sol se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.
la- Re la- Re
Porque ha mirado la humillación de su esclava.
141
la- mi- Do si-
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
la- Do si- porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
la-
su nombre es santo,
Do la- si- y su misericordia llega a sus fieles
Do la- Sol
de generación en generación.
Do Re Proclama mi alma la grandeza del Señor,
Sol
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.
Do Re Proclama mi alma la grandeza del Señor,
Sol
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.
la- Re la- Él hace proezas con su brazo:
Do si-
dispersa a los soberbios de corazón,
Re si- derriba del trono a los poderosos
la- Do si-
y enaltece a los humildes,
la- Do si- a los hambrientos los colma de bienes
Do la- Re si-Re Sol
y a los ricos los despide vacíos.
Do Re Proclama mi alma la grandeza del Señor,
Sol
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.
Do Re Proclama mi alma la grandeza del Señor,
Sol
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.
142
la- Re la- Re Auxilia a Israel, su siervo,
la- mi- si-
acordándose de la misericordia
la- Do si- – como lo había prometido a nuestros padres –
la- Do si- Do la- Sol
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Do Re Proclama mi alma la grandeza del Señor,
Sol
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.
Do Re Proclama mi alma la grandeza del Señor,
Sol
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.
SALVE, REINA (Salve)
Re si- Re Sol mi- La
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
fa#-mi-si- Sol mi- fa#- vida, dulzura y esperanza nuestra;
La Re
Dios te salve.
fa#- Re mi- Si mi- fa#-Solmi- A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
Sol mi-fa#-si- Si Do fa#- Sol
a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
si- La7 Re en este valle de lágrimas.
si- fa#-mi-La Sol si- Si
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
mi- La mi- Sol si-mi- Lafa#- vuelve a nosotros esos tus ojos
La Sol mi- Refa#-si-
misericordiosos.
143
fa#-mi-fa#- mi-Si Y, después de este destierro,
mi- Sol La fa#-
muéstranos a Jesús,
La Sol mi- Refa#-si- fruto bendito de tu vientre.
Re fa#- La La7 Lami- La7si-Si
¡Oh clementísima, oh piadosa,
(mib-) re#-do#- fa#-Sol La La7
oh dulce Virgen María!
Re si-Re Sol si- La Ruega por nosotros, santa Madre de Dios,
Sol mi- Sol La7
para que seamos dignos
si- fa#-Lami- Sol mi- de alcanzar las promesas
La mi- La Sol Re Sol
de nuestro Señor Jesucristo.
Re Amén. Amén.
(18 de octubre de 2001 a 21 de octubre de 2003)
145
DEPRECACIONES para la oración juvenil
(PARA SOLISTA, CORO A CUATRO VOCES, Y GUITARRA)
Op. 17 Nº Título Duración Página 1 (Op.17.1).- Estaba la Madre dolorosa. (Stabat Mater) 9’ 03’’ 147 (texto en la versión de D. Félix Lope de Vega y Carpio) 2 (Op.17.2).- Misericordia, Dios mío. 10’ 21’’ 151 (Miserere [Salmo 51(50)]) (texto litúrgico) 3 (Op.17.3).- A Cristo crucificado. (Indulgencia plenaria) 4’ 00’’ 155 (reunión de dos textos devocionales, ambos enriquecidos con la indulgencia plenaria) 4 (Op.17.4).- ¡Qué deseables son tus moradas! 5’ 06’’ 156 (Quam dilecta [Salmo 84(83)]) (texto litúrgico) 5 (Op.17.5).- Esperamos lo que no vemos. 6’ 56’’ 159 (A los Romanos 8, 18-27) (texto bíblico de San Pablo [Rom 8,18-27]) 6 (Op.17.6).- Señor, dueño nuestro. (Salmo 8) 3’ 51’’ 163 (texto litúrgico) 7 (Op.17.7).- A la Virgen María. (Bajo tu amparo) 8’ 54’’ 165 (texto devocional constituido por las oraciones: “Bajo tu amparo” [Sub tuum presidium], como estribillo; “Acordaos” (atribuida a San Bernardo) y “Bendita sea tu pureza” (de fray Antonio de Panes), como estrofas) _______ 48’ 11’’
(30 de julio a 28 de agosto de 2004)
146
Advertencias y notas para la partitura.-
Obra pensada para un conjunto integrado por solista o solistas, coro (a cuatro voces si fuera factible) y guitarra (o conjunto de las mismas para que puedan irse alternando).
La melodía principal está ideada para que pueda ser interpretada por cualquier tesitura de la voz humana, por lo que, en consecuencia, si la voz solista es masculina: bájese lo escrito para ella a la octava baja.
La indicación “Coro general” quiere expresar que esa voz es la adecuada para todo el pueblo, y es la que se utilizará en caso de que no se disponga del coro requerido.
También se indica la posición de los acordes de la guitarra según el sistema abreviado común de notación, consistente en denominar al acorde con el nombre de su nota fundamental, escribiendo la inicial en mayúscula si se trata de un acorde mayor, o en minúscula si se refiere a un menor. Aquí, por seguridad, además se añade el guión (-) o signo “menos” en los menores (Si = Si mayor; si- = si menor; etc.), como se suele hacer en las partichelas manuscritas.
La guitarra o guitarras pueden acompañarse o sustituirse por un sintetizador o equivalente que ejecute los acordes, que por su efecto más amplio y envolvente, resulta más adecuado para masas corales.
Sería bueno que alguien, con inspiración y técnica musical, con inventiva y sin miedo, sustituyera la guitarra por la orquesta. Eso sí: Encomendándose previamente a Dios como condición imprescindible.
Todo lo dicho, así como la inspiración de esta obra, viene a ser una “continuación” o “ampliación” de las Plegarias para la Oración Juvenil, opus 16; pero, en este caso, bajo la perspectiva de la conversión vehemente, lo que introduce un especial dramatismo en la interpretación, que complica la ejecución del solista, por lo que tal extremo se debe cuidar.
147
ESTABA LA MADRE DOLOROSA (Stabat Mater)
Sol si- mi- si- Re mi- si- Do Re mi-
Estaba la Madre dolorosa
Do junto a la cruz,
Re
donde moría,
Do mi- por los pecados del mundo, Jesús.
Estaba la Madre dolorosa
Do junto a la cruz,
Re
donde moría,
Do mi- por los pecados del mundo, Jesús.
La Madre piadosa estaba
Simi- junto a la cruz y lloraba
la-
mientras el Hijo pendía,
si- cuya alma, triste y llorosa,
la- si-
traspasada y dolorosa,
la- mi- fiero cuchillo tenía.
¡Oh cuán triste y cuán aflicta
la- Sol se vio la Madre bendita,
148
la- Do de tantos tormentos llena!
la- si- la-
Cuando triste contemplaba
si- y dolorosa miraba
la- mi-
del Hijo amado la pena.
Estaba la Madre dolorosa
Do
junto a la cruz,
Re donde moría,
Do mi-
por los pecados del mundo, Jesús.
Y ¿cuál hombre no llorara,
si a la Madre contemplara
la- Si
de Cristo, en tanto dolor?
si- Do ¿Y quién no se entristeciera,
Sol
Madre piadosa, si os viera
la- Si sujeta a tanto rigor?
Do
Por los pecados del mundo,
vio a Jesús en tan profundo
Si
tormento la dulce Madre.
mi- Vio morir al Hijo amado,
que rindió desamparado
Si mi- el espíritu a su Padre.
149
Estaba la Madre dolorosa
Do junto a la cruz,
Re
donde moría,
Do mi-Do por los pecados del mundo, Jesús.
Re Do
¡Oh dulce fuente de amor!,
Re si- hazme sentir tu dolor
mi-
para que llore contigo.
Do si- Y que, por mi Cristo amado,
la- DoSi
mi corazón abrasado
Do la- Si más viva en él que conmigo.
Sol la-
Y, porque a amarle me anime
si- en mi corazón imprime
la- Si
las llagas que tuvo en sí.
la- mi- Y de tu Hijo, Señora,
la- Do si-
divide conmigo ahora
Do mi- las que padeció por mí.
Estaba la Madre dolorosa
Do junto a la cruz,
Re
donde moría,
150
Do mi- por los pecados del mundo, Jesús.
Do
Hazme contigo llorar
Re y de veras lastimar
si-
de sus penas mientras vivo;
Do porque acompañar deseo
la- mi-
en la cruz, donde le veo,
si- tu corazón compasivo.
Sol la-
¿Virgen de vírgenes santas!,
si- llore ya con ansias tantas,
Re mi-
que el llanto dulce me sea;
la- Do porque su pasión y muerte
la- mi-
tenga en mi alma, de suerte
la- Do si- mi- que siempre sus penas vea.
Estaba la Madre dolorosa
Do junto a la cruz,
Re
donde moría,
Do mi- por los pecados del mundo, Jesús.
Re mi-
Haz que su cruz me enamore
Sol Re la- y que en ella viva y more
Si
de mi fe y amor indicio;
151
Re Si
porque me inflame y encienda,
la- Si y contigo me defienda
la- Do Si
en el día del juicio.
Re si- Haz que me ampare la muerte
Do
de Cristo, cuando en tan fuerte
si- trance vida y alma estén;
Do si-
porque, cuando quede en calma
Do si- el cuerpo, vaya mi alma
la- mi-
a su eterna gloria. Amén.
Estaba la Madre dolorosa
Do
junto a la cruz,
Re donde moría,
Do mi-
por los pecados del mundo, Jesús.
MISERICORDIA, DIOS MÍO (Miserere [Salmo 51(50)])
mi- Sol la- re- la- re- mi-
Mila- re-
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
Mi por tu inmensa compasión, borra mi culpa.
la- re-
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
152
Mi por tu inmensa compasión, borra mi culpa.
la- re- Fa
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
re- Fa Do por tu inmensa compasión borra mi culpa;
Sol la-
lava del todo mi delito,
Do la- limpia mi pecado.
Fa Mi Do Fa
Pues yo reconozco mi culpa,
re- la- tengo siempre presente mi pecado:
Fa la- re-
contra ti, contra ti solo pequé,
Fa re- la- Fa DoMi cometí la maldad que aborreces.
la- re-
Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
Mi por tu inmensa compasión, borra mi culpa.
la- Fa re-
En la sentencia tendrás razón,
Sol Do en el juicio resultarás inocente.
la-Fare- MiFa
Mira, en la culpa nací,
mi- Fa re- Do la- pecador me concibió mi madre.
re- Sol Fa Do
Te gusta un corazón sincero,
re- Do la- Do y en mi interior me inculcas sabiduría.
la- mi- re- mi-
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
re- la- re- SolDo Mi lávame: quedaré más blanco que la nieve.
153
la- re- Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
Mi
por tu inmensa compasión, borra mi culpa.
la- re- mi- la- mi- Hazme oír el gozo y la alegría,
la- re- mi- la- mi-
que se alegren los huesos quebrantados.
la- re- Fa mi- Aparta de mi pecado tu vista,
la- mi-
borra en mi toda culpa.
Fa re- Fa re- Mi Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
Fa re- la- re-
renuévame por dentro con espíritu firme;
Fa mi-re- Mi no me arrojes lejos de tu rostro,
Fa re- Fa mi- Mi
no me quites tu santo espíritu.
la- re- Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
Mi
por tu inmensa compasión, borra mi culpa.
Fa mi- Sol mi- Devuélveme la alegría de tu salvación,
Fa re- mi- Sol
afiánzame con espíritu generoso:
re- Fa mi- Sol enseñaré a los malvados tus caminos,
re- Fa mi-
los pecadores volverán a ti.
Fa mi- Líbrame de la sangre, oh Dios,
Dios, Salvador mío,
re- y cantará mi lengua tu justicia.
154
Fa re- Fa Señor me abrirás los labios,
mi- Sol Do
y boca proclamará tu alabanza.
Mi la- re- Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
Mi
por tu inmensa compasión, borra mi culpa.
Fa Sol7 Mi Los sacrificios no te satisfacen:
Sol7 re- Mi
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
mi- re- FaDo Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
Sol mi- Fa re- Fa la-
un corazón, corazón quebrantado y humillado,
Do tú no lo desprecias.
la- Mi la- Fa Sol mi-
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
Fa mi- la- reconstruye las murallas de Jerusalén:
Fa re- mi- Do Fa re- Fa
entonces aceptarás los sacrificios rituales,
re- Fa ofrendas y holocaustos,
re- mi- re- mi-la-
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Mi la- re- Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
Mi
por tu inmensa compasión, borra mi culpa.
la- Misericordia.
155
A CRISTO CRUCIFICADO (Indulgencia plenaria)
re- sol- la- Sib Do Fa re- Do la-
re- Fa la- re- la-
Mírame. ¡Oh mi amado y buen Jesús!,
Sib sol- Sib la- postrado ante tu santísima presencia.
La re- Fa la- re- la-
Mírame. ¡Oh mi amado y buen Jesús!,
Sib sol- Sib la- re- postrado ante tu santísima presencia.
Sib la- Fa la-
Te ruego, con el mayor fervor,
Do la- Fa re- que imprimas en mi corazón
Sib Do re-
vivos sentimientos de fe,
Sib sol- Sib Fa re- la- esperanza y caridad,
Do Fa la- re-
verdadero dolor de mis pecados
sol- Sib Do La y firme propósito de enmendarme.
re- Fa la- re- la-
Mírame. ¡Oh mi amado y buen Jesús!,
Sib sol- Sib la- re- postrado ante tu santísima presencia.
la- Fa la-
Mientras yo, con todo el amor,
sol- Sib sol- Sib la- y con toda la compasión de mi alma,
Do sol- Sib Do
voy considerando tus cinco llagas,
Sib sol- la- Sib teniendo presente lo que dijo de Ti,
Do Fa re-
¡oh buen Jesús!, el santo profeta David:
156
Sib Do la- “han taladrado mis manos y mis pies,
Do La re-
y se pueden contar todos mis huesos”.
Fa la- re- la- Mírame. ¡Oh mi amado y buen Jesús!,
Sib sol- Sib la- re-
postrado ante tu santísima presencia.
Fa Sib Do Sib ¡Señor, y Dios mío!
sol- Do re- la-
desde ahora acepto de tu mano
re- Do sol- Do con ánimo conforme y gustoso,
Sib la- re- Sib sol-
cualquier género de muerte
Do re- la- que quieras darme,
SibDo la-Sib re-
con todas sus amarguras,
Do la- re- penas y dolores,
Fa la- re- la-
Mírame. ¡Oh mi amado y buen Jesús!,
Sib sol- Sib la- re- postrado ante tu santísima presencia.
¡QUÉ DESEABLES SON TUS MORADAS! (Quam dilecta [Salmo 84(83)])
Re Sol La Re Sol La Re Sol La Re
Sol La
¡Qué deseables son tus moradas,
Re Señor de los ejércitos!
Sol La Sol Re
¡Dichoso el hombre que confía en ti!
157
Sol La ¡Qué deseables son tus moradas,
Re
Señor de los ejércitos!
Sol La Sol Re si- ¡Dichoso el hombre que confía en ti!
Re La
Mi alma se consume y anhela
Re La los atrios del Señor,
si-
mi corazón y mi carne
mi- fa#- La retozan por el Dios vivo.
Sol mi- fa#-
Hasta el gorrión ha encontrado una casa;
si- mi- la golondrina, un nido
fa#- La fa#-si- fa#- si-
donde colocar sus polluelos:
Sol mi- La7 Re fa#- Re tus altares, Señor de los ejércitos,
si- mi- La Re
Rey mío y Dios mío.
Sol La ¡Qué deseables son tus moradas,
Re
Señor de los ejércitos!
Sol La Sol Re ¡Dichoso el hombre que confía en ti!
Sol La si- SolLafa#-
Dichosos los que viven en tu casa,
Re alabándote siempre.
Sol si- La Sol mi- fa#-
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza
mi- fa#- La al preparar su peregrinación:
Re mi-La
cuando atraviesan áridos valles,
158
mi- La mi- La fa#-Re
los convierten en oasis,
si- La mi-si- como si la lluvia temprana
mi- Re La
los cubriera de bendiciones;
mi-Resi- La fa#- Re fa#- caminan de baluarte en baluarte
Sol si- La Re
hasta ver a Dios en Sión.
Sol La ¡Qué deseables son tus moradas,
Re
Señor de los ejércitos!
Sol La Sol Re ¡Dichoso el hombre que confía en ti!
si- Re La mi- Re fa#-
Señor de los ejércitos, escucha mi súplica;
si- Re mi- fa#-si- atiéndeme, Dios de Jacob.
Sol mi- si- fa#-
Fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo,
Sol mi- Sol La mira el rostro de tu Ungido.
mi- fa#- Sol La
Vale más un día en tus atrios
Sol La que mil en mi casa,
Re mi- Sol La
y prefiero el umbral de la casa de Dios
mi- Sol LaRe a vivir con los malvados.
Sol La
¡Qué deseables son tus moradas,
Re Señor de los ejércitos!
Sol La Sol Re
¡Dichoso el hombre que confía en ti!
159
Sol mi- Re Porque el Señor es sol y escudo,
Sol La
él da la gracia y la gloria;
Sol mi- si- fa#- el Señor no niega sus bienes
mi- La Sol La Re
a los de conducta intachable.
mi- si- fa#- Sol La ¡Señor de los ejércitos, dichoso el hombre
Sol Re
que confía en ti!
Sol La ¡Qué deseables son tus moradas,
Re
Señor de los ejércitos!
Sol La Sol Re ¡Dichoso el hombre que confía en ti!
ESPERAMOS LO QUE NO VEMOS (A los Romanos 8, 18-27)
sol- Re sol- Re sol- do- Re Mib sol-
Re
Los padecimientos
sol- Re del tiempo presente
do- Re
no pueden compararse
Mib do- con la gloria que un día
sol-
se nos revelará.
Re Los padecimientos
sol- Re
del tiempo presente
do- Re no pueden compararse
160
Mib do-
con la gloria que un día
sol- se nos revelará.
Fa
Porque la creación misma
re- espera, anhelante,
sol- Mib sol- re- Fa
que se manifieste lo que serán
re- Re los hijos de Dios.
Mib
Condenados al fracaso,
do- si- Re no por voluntad propia,
Do Mib Fa Re si-
sino por aquel que así lo dispuso;
Mi re- la-MiSol do- la creación vive en la esperanza
Mib
de ser también ella liberada
mib- de la servidumbre de la corrupción,
Re do-
y participar así
Mib sol- Mib Re en la gloriosa libertad
sol-
de los hijos de Dios.
Re Los padecimientos
sol- Re
del tiempo presente
do- Re no pueden compararse
Mib do-
con la gloria que un día
sol- se nos revelará.
161
Re sol-
Sabemos, en efecto,
Re sol- Mib sol- que la creación entera,
Re
hasta el presente,
sol- Re está gimiendo
Mib do- sol-
con dolores de parto.
Re do- Do Sib Pero, no sólo ella;
do- re-
también nosotros,
Mib los que poseemos
Re
las primicias del Espíritu,
Fa Re Fa Re gemimos en nuestro interior
Mib
suspirando porque Dios
do- sol- nos haga sus hijos
Re sol-
y libere nuestro cuerpo.
Re Los padecimientos
sol- Re
del tiempo presente
do- Re no pueden compararse
Mib do-
con la gloria que un día
sol- se nos revelará.
re- do- Re
Porque ya estamos salvados,
162
mi- Mib Re aunque sólo en esperanza;
sol- Mib do- Sib re-
y es claro que la esperanza que se ve
sol- Fa re- no es propiamente esperanza,
Mib do- Re do- Mib Re
pues ¿quién espera lo que tiene ante los ojos?
si- re- Mi Sol re- la- Pero si esperamos lo que no vemos,
Re sol- Mib Re mi- Re sol-
estamos aguardando con perseverancia.
Re Los padecimientos
sol- Re
del tiempo presente
do- Re no pueden compararse
Mib do-
con la gloria que un día
sol- se nos revelará.
Re sol- do- Mib
Asimismo el Espíritu
Fa sol- do- Mib Re do- Re viene en ayuda de nuestra flaqueza,
do- Mib
pues nosotros no sabemos
Re do-Re orar como es debido,
Fa do-
y es el mismo Espíritu
Sib do- sol- Mib el que intercede por nosotros
sol- Re sol-Re
con gemidos inefables.
do- Mib Por su parte, Dios,
163
Fa que examina los corazones,
Re
conoce el sentir de ese Espíritu,
que intercede por los creyentes
sol-
según su voluntad.
Re Los padecimientos
sol- Re
del tiempo presente
do- Re no pueden compararse
Mib do-
con la gloria que un día
sol- se nos revelará.
Re sol- Re sol- do- Re Mib sol-
SEÑOR, DUEÑO NUESTRO (Salmo 8)
Fa re-
Señor, dueño nuestro,
Sib ¡qué admirable es tu nombre
sol- Do la-
en toda la tierra!
Fa re- Señor, dueño nuestro,
Sib
¡qué admirable es tu nombre
sol- Do en toda la tierra!
sol- la- sol-Do
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.
Sib sol- re- De la boca de los niños de pecho
164
Sib Do re- la-
has sacado una alabanza contra tus enemigos,
sol- Sib la-Fa para reprimir al adversario y al rebelde.
re-
Señor, dueño nuestro,
Sib ¡qué admirable es tu nombre
sol- Do
en toda la tierra!
Sib sol- Fa Cuando contemplo el cielo, obra de tus dedos,
Sib sol- re- Fa
la luna y las estrellas que has creado,
sol- Do la- ¿qué es el hombre, para que te acuerdes de él,
Sib Fa Sib la-
el ser humano, para darle poder?
Fa re- Señor, dueño nuestro,
Sib
¡qué admirable es tu nombre
sol- Do la- en toda la tierra!
sol- Do sol- la-
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,
sol- Do la- Do lo coronaste de gloria y dignidad,
re- Sib sol- la- Do
le diste el mando sobre las obras de tus manos,
sol- Do la- todo lo sometiste bajo sus pies:
Fa re-
Señor, dueño nuestro,
Sib ¡qué admirable es tu nombre
sol- Do
en toda la tierra!
165
Sib Do Rebaños de ovejas y toros,
Sib Do
y hasta las bestias del campo,
las aves del cielo, los peces del mar,
que trazan sendas por el mar:
Sib la- Do Fa Todo lo sometiste bajo sus pies.
re-
Señor, dueño nuestro,
Sib ¡qué admirable es tu nombre
sol- Do la-
en toda la tierra!
Fa re- Señor, dueño nuestro,
Sib
¡qué admirable es tu nombre
sol- Do en toda la tierra!
sol-
¡Qué admirable es tu nombre
Fa en toda la tierra!
A LA VIRGEN MARÍA (Bajo tu amparo)
Do Sol la- mi- re- Fa la- Sol Do
Sol Do
Bajo tu amparo nos acogemos,
Fa la- re- Sol Santa Madre de Dios;
re- Sol
no desoigas las súplicas
re- Sol que te dirigimos
166
re- la- re- Sol
en nuestras necesidades;
Fa Do Fa antes bien, líbranos siempre
Sol
de todo peligro,
Fa mi- Fa mi- oh Virgen gloriosa y bendita,
Fa mi- Fa mi- Do
gloriosa y bendita, gloriosa y bendita.
Sol Do Bajo tu amparo nos acogemos,
Fa la- re- Sol
Santa Madre de Dios;
re- Sol no desoigas las súplicas
re- Sol
que te dirigimos
re- la- re- Sol en nuestras necesidades;
Fa Do Fa
antes bien, líbranos siempre
Sol de todo peligro,
Fa mi- Fa mi-
oh Virgen gloriosa y bendita,
Fa mi- Fa mi- Sol gloriosa y bendita, gloriosa y bendita.
re- Sol re- Do
Acuérdate, oh piadosísima Virgen María,
Fa Do que jamás se ha oído decir
Fa re- Sol7
que ninguno que haya acudido a ti,
re- Fa implorado tu asistencia
mi- la- mi-
y reclamado tu socorro,
Fa Sol Do haya sido, por ti, abandonado.
167
Sol Do
Bajo tu amparo nos acogemos,
Fa la- re- Sol Santa Madre de Dios;
re- Sol
no desoigas las súplicas
re- Sol que te dirigimos
re- la- re- Sol
en nuestras necesidades;
Fa Do Fa antes bien, líbranos siempre
Sol
de todo peligro,
Fa mi- Fa mi- oh Virgen gloriosa y bendita,
Fa mi- Fa mi- Sol
gloriosa y bendita, gloriosa y bendita.
Fa Animado con esta confianza,
re- Fa mi-
a ti también acudo,
re- Fa mi- re- Fa mi- oh Virgen Madre de las vírgenes,
re- mi- Sol Fa
y aunque gimiendo
re-mi- la-mi-Fa mi- la- bajo el peso de mis pecados,
re- mi-la-re-Fa Sol
me atrevo a comparecer
re- Sol Fa Do ante tu presencia soberana.
Fa re- Do
No deseches, oh purísima Madre de Dios,
Fa re- Sol mis humildes súplicas;
Fa Do Fa mi- Sol7 Sol Do
antes bien, escúchalas favorablemente.
168
Sol Do Bajo tu amparo nos acogemos,
Fa la- re- Sol
Santa Madre de Dios;
re- Sol no desoigas las súplicas
re- Sol
que te dirigimos
re- la- re- Sol en nuestras necesidades;
Fa Do Fa
antes bien, líbranos siempre
Sol de todo peligro,
Fa mi- Fa mi-
oh Virgen gloriosa y bendita,
Fa mi- Fa mi- Do gloriosa y bendita, gloriosa y bendita.
Sol Do
Bendita sea tu pureza
Fa Sol7 mi- re-Sol7 y eternamente lo sea
Fa mi- re- Sol7
pues todo un Dios se recrea
Fa mi- Fa Sol en tan graciosa belleza,
re- Sol
a ti, celestial princesa,
Fa re- la-Do Virgen sagrada, María,
Fa la- Sol
te ofrezco en este día:
Sol7 re- Fa mi- alma, vida y corazón;
re- Sol Fa
mírame con compasión,
mi- re- Sol re-Do no me dejes, Madre mía.
Sol Do
Bajo tu amparo nos acogemos,
169
Fa la- re- Sol Santa Madre de Dios;
re- Sol
no desoigas las súplicas
re- Sol que te dirigimos
re- la- re- Sol
en nuestras necesidades;
Fa Do Fa antes bien, líbranos siempre
Sol
de todo peligro,
Fa mi- Fa mi- oh Virgen gloriosa y bendita,
Fa mi- Fa mi-
gloriosa y bendita, gloriosa y bendita.
Fa re- Ave María, purísima;
Fa re- Fa re-Do
sin pecado concebida.
re-Do Amén.
(30 de julio a 28 de agosto de 2004)
171
VÍA CRUCIS TRADICIONAL (REFLEXIONES PARA LA ORACIÓN: CANTO DEL ALMA)
(Con la XV Estación añadida por San Juan Pablo II)
INTRODUCCIÓN
En este Vía Crucis, reflexionamos sobre los trascendentes misterios del pecado del hombre, y de la entrega de Jesús en su rescate salvador.
Por la señal de la Santa Cruz… // Señor mío, Jesucristo…
PRIMERA ESTACIÓN
Jesús es condenado a muerte
(19 y 23 de marzo de 2019, e inspirada en la vivencia de María Luisa Guirado)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Pero… Jesús… ¿por qué eres condenado a muerte? ¿Qué has hecho para merecerlo? ¿Acaso es que has obrado mal… haciendo lo que Dios reprueba, ignorando su voluntad?
Ah, no… que lo que has hecho ha sido justo al revés… y, por mantenerte fiel a la Voluntad del Padre, has denunciado, con tu vida, el mal que hacemos los que te condenamos; y por eso te expulsamos de mala manera de nuestras propias vidas, diciéndote: ¡Fuera de aquí! ¡No te metas en mi vida! ¡No te necesito para nada!
(¡Como si Él nos necesitase a nosotros para algo!)
Y tú callas, y te sometes a nuestra voluntad rebosante de injusticia, aceptando que dejemos de percibirte presente en nuestra vida: ¡en la de todos y cada uno de nosotros! Ya no te podremos sentir ni ver ni escuchar… Ése es el fruto del pecado: la ignorancia de Dios, su aparente silencio.
Te hemos condenado porque nos molestas… y, en ti, lo hacemos con todos los que nos molestan, no se someten a nuestros caprichos o no se ajustan a nuestro parecer. Es decir: a todos los que odiamos, rechazamos o, simplemente, ignoramos intencionadamente. ¿Cómo, entonces, podremos verte presente en nuestros enemigos, y en todos aquellos que nos desean mal?
Ayúdanos, Jesús, a comprender, perdonar y amar como Tú lo haces.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
172
SEGUNDA ESTACIÓN
Jesús carga con la cruz
(19 y 23 de marzo de 2019)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«¿Te gusta, Jesús, la cruz que hemos elegido para ti? ¿Se te ajusta bien? Tienes que llevarla durante todo el camino, hasta que quedes cosido a ella para que entregues así tu vida. Tú has aceptado someterte a nuestra voluntad, para que hagamos contigo lo que queramos: pues ése es nuestro regalo.
Ése es el regalo del rencor, de la venganza, del “sufre tanto como yo sufro, y si puede ser más, mejor”. Porque yo sufro, sabes Jesús, y por eso me vengo y desahogo mi rabia en ti, que no me facilitas que se realicen mis mezquinos deseos. Y, en ti, lo hago con todos los que se comportan como tú, y no se someten a mis dictados.
Pero tú no me devuelves mi regalo y lo aceptas… y te lo quedas… y lo asumes, agrazándote a él… ¿por qué? ¿Por qué no me rechazas como yo a ti? Yo quiero aliviar algo mi sufrimiento viendo el tuyo, tu rebeldía, tu odio hacia mí que me muestre que eres tan ruin como yo, y que he hecho bien en condenarte; que está justificada mi venganza.
Apiádate de mí, Jesús. Apiádate de nosotros, que guiados por nuestro inmenso dolor no sabemos lo que hacemos, para que no nos dejemos abrumar y engañar por la cruz, sino que te sigamos a ti (y no a ella) en todos los momentos de tu vida, y también en éste de aceptar la cruz. Y a que a nadie más “obsequiemos” con tal “regalo”.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
TERCERA ESTACIÓN
Jesús cae por primera vez
(21 de marzo de 2019, ante el Santísimo expuesto)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Es demasiado peso, cargado sobre todas las afrentas previas, como para que no desequilibre y venza el cuerpo, y lo haga caer por tierra, sumiéndolo en un nuevo dolor. Como decimos en el refrán: “Al perro flaco, todo se le vuelven pulgas”. Todos los agobios que hemos cargado sobre tu humanidad, Jesús, la hacen todavía más vulnerable y frágil; mostrándonos, así, que eso mismo es lo que ocurre en la nuestra: Cuanto más nos golpea la vida, más golpes recibimos, y cuanto más sufrimos, más sufrimiento nos cae. Somos débiles, muy débiles, tremendamente débiles. ¿Dónde queda, entonces, nuestra altanería y nuestra soberbia, nuestra suficiencia y desprecio de los que consideramos más débiles?
173
Dios se hizo carne para poder sufrir nuestra pobreza, nuestra debilidad y todas nuestras miserias, y mostrar así que puede compadecerse de cualquiera. ¿Qué deberemos hacer nosotros entonces?»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
CUARTA ESTACIÓN
Jesús encuentra a su madre
(Para el 1 de abril de 1994. Retocada el 19 de marzo de 2019, para recoger la vivencia de Trinidad Gómez)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste
al mundo.
«Una mirada. No son necesarias las palabras para los que aman. Todo va dicho en una mirada.
—Hijo, cuanto lo siento, no sé qué hacer, se me desgarra el alma. Quisiera llevar la cruz por ti, pasar este trance en tu lugar.
—No es posible madre, tú ya tienes tus espadas, esas que te atraviesan el alma y que he deseado tanto evitarte; pero la cruz es para mí. Para eso nací, para aceptar y llevar esta cruz. De que yo me agarre a ella y no la suelte, de que yo muestre el amor incondicional que supera todo dolor, depende la Salvación.
—No entiendo nada, hijo; pero si debe ser así: Hágase siempre la voluntad de Dios. Yo estaré contigo hasta el final. Hasta tu último aliento.
Y es que el Señor, como una madre, también estará siempre a nuestro lado, sin dejarnos jamás; pero cada uno de nosotros deberemos llevar nuestra cruz. Esa cruz que ¡con Cristo! se convierte en trampolín de salvación para todos y cada uno. Esa cruz que, por el amor, se transforma en sanadora y liberadora de las ataduras y corrupción de este mundo.
Señora y Madre nuestra, como a tu hijo querido, no nos desampares durante la travesía de este mundo; y ayúdanos a ser fuente de consuelo, y a dejarnos ser consolados.»
Padrenuestro… // Avemaría… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
QUINTA ESTACIÓN
Jesús es ayudado por Simón de Cirene a llevar la cruz
(18 y 23 de marzo de 2019, e inspirada en la vivencia de Julia González)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Señor, ya no te quedan fuerzas para llevar tú solo la cruz. O te ayudan, o no llegas al Calvario para cumplir el destino que te hemos adjudicado todos
174
los hombres: Morir clavado en la cruz que nosotros te hemos asignado. Tú has aceptado nuestra voluntad, nuestra condena, pero la cruz te la hemos impuesto nosotros; lo mismo que hacemos con todos aquellos de nuestros semejantes que no se avienen a nuestros deseos y caprichos, a los que cargamos con su correspondiente “sambenito”, afrenta, prejuicio y culpa. Entonces… ¡Qué menos que te ayudemos, en ellos, aunque sea a regañadientes, a llevar esa cruz tan injusta! Y que, cuando tú te acerques a mí para ayudarme a llevar la mía, no sea como esos perros que muerden la mano de quien pretende acariciarles.
Señor, concédenos la gracia de saber ayudar, y que siempre lo hagamos con amor.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
SEXTA ESTACIÓN
La Verónica enjuga el rostro de Jesús
(19 de marzo de 2019, e inspirada en la vivencia de Paquita Peinador)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Entre el sudor del esfuerzo y la sangre que resbala a causa de las espinas con las que te hemos coronado, no se te reconoce el rostro; ese rostro tan tuyo y único que te identifica, porque transmite lo que viene de la profundidad de tu ser. Ya… puedes ser… cualquiera: Un sufrimiento sin nombre. Por eso, un alma piadosa que quiere volverte a contemplar en tu ser, sale del anonimato para limpiarte el rostro con un lienzo.
Y, como siempre, las miradas lo dicen todo. Y mientras la mujer te limpia el rostro para que ella pueda reconocerte, Tú le limpias a ella el alma, para que se te pueda reconocer en ella.
Porque resulta que es el pecado el que deforma la imagen de Dios que cada uno llevamos impresa: ésa que nos hace reconocernos como hijos de Dios; y si no nos dejamos lavar, como pretendía San Pedro en el lavatorio de pies, pues no tendremos nada que ver contigo, Jesús, porque no se podrá reconocer en nosotros dicha imagen de hijo de Dios que eres tú.
Señor Jesús, somos pecadores, límpianos el alma con el lienzo de tu mirada y el agua que mana de tu corazón, para que así también nosotros lo hagamos con nuestros semejantes, y podamos devolverles tu imagen (ésa que había deformado el pecado) a través de la ayuda y la corrección fraterna.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
175
SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús cae por segunda vez
(21 de marzo de 2019, ante el Santísimo expuesto)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Y, a pesar de contar ya con ayuda, es tanto el agotamiento sufrido, que no se puede evitar la nueva caída. Otra vez un nuevo dolor añadido, otra nueva humillación a sumar a la lista. Ya ni siquiera se puede mantener una imagen de dignidad en el sufrimiento. Ni siquiera puede (ni podemos con él) decir: “Mira qué ejemplo…” y… “cómo doy la talla en tan duros momentos, y me mantengo con la cabeza alta”.
También de nuestra autoimagen de superhéroes nos tenemos que desprender a imagen de Jesucristo. La cura de humildad, si no la queremos aprender por las buenas, tendremos que aceptarla a base de caídas.
Señor, ayúdanos a aprender la suprema virtud de la humildad de la mejor manera posible, y cuantas menos caídas requiera ese aprendizaje… mejor.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
OCTAVA ESTACIÓN
Jesús consuela a las piadosas mujeres
(Para el 14 de abril de 1995. Retocada el 19 de marzo de 2019, Solemnidad de San José)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«“Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad, más bien, por vosotras y por vuestros hijos.”
¡Qué lástima! ¡Pobrecillo! ¿Por qué Dios consentirá estas cosas? ¿Por qué permitirá el sufrimiento y la desgracia sin mover un dedo?
¡Cómo nos lamentamos ante el sufrimiento, especialmente si es el propio! ¡Qué gratuitamente nos quejamos y pedimos cuentas a Dios!
Pero Dios no mitigó el sufrimiento de su Hijo único, el único justo, y así quedó al descubierto, ante los ojos de todos, la injusticia del mundo; por fin se pudo desenmascarar a ese mundo injusto al que nosotros servimos fielmente, y que no tuvo misericordia del justo entre los justos. Pues si así actúa con el leño verde, con el justo por excelencia, con aquel que está libre de su influjo, ¿qué no hará con el seco?, ¿con todos los que somos injustos, con todos los que estamos atrapados entre sus redes y a quienes nos chupa la sangre hasta dejarnos secos y estériles?
Nosotros somos los dignos de lástima: los que estamos sometidos a la esclavitud del mundo, a sus mezquindades. Nosotros, los que preferimos el cocido o el plato de lentejas al reino de Dios. Los que nos lamentamos del mal,
176
pero que no movemos un dedo para salir de esa situación y liberarnos de su tiranía. Nosotros, que podemos hasta llorar por las penas del que tenemos al lado, pero que no cambiamos de criterio. ¿O es que alguien puede estar en la verdad y seguir los patrones del mundo? ¿Acaso se puede servir a dos señores?
Bienaventurados los que lloran lágrimas de arrepentimiento y cambian, porque, si lo hacen, habrán encontrado su consuelo.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
NOVENA ESTACIÓN
Jesús cae por tercera vez
(21 de marzo de 2019, ante el Santísimo expuesto)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Es tal el agotamiento, que, como dure más el camino, no llega Jesús (y con él, cada uno de nosotros) a cumplir su destino de entrega total en manos del pecado de los hombres, de nuestro propio y personal pecado, ése que cometemos contra la imagen de hijo de Dios, de Cristo en nosotros, con la que fuimos soñados y creados por el Padre Dios. Pero el hecho de ser cristos con Cristo, nuestro ser de cristianos, nos impele a levantarnos de nuevo y proseguir hasta el final. Porque lo propio del cristiano no es no caer, sino levantarnos siempre del suelo de nuestras miserias y agobios del mundo, y cumplir nuestro destino de salvación en Dios.
Señor Jesús, danos tu fuerza perseverante para que podamos siempre volver a ti, recuperando en nuestra vida esa imagen tuya de fidelidad al Padre.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es despojado de sus vestiduras
(23 de marzo de 2019)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Ahora, en el proceso de humillación tras humillación, ha llegado el turno de arrancarte tu dignidad, de despojarte de lo que cubre tu desnudez, para que la intimidad de tu carne quede expuesta ante todo aquel que quiera contemplarla, para escarnio público. ¡Cómo nos gusta eso de sacar a la luz todas las miserias humanas para desacreditar y humillar a los otros! Y ¡cómo escondemos nuestras mezquindades para que no se vea nuestra desnudez y poder aparentar lo que no somos!
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Y, sin embargo, tú nos amas, a cada uno, despojados de todas nuestras apariencias, tal y como somos, en nuestra desnudez, y a pesar de todo nuestro pecado. Tú nos amas afrentados, humillados, desnudos, heridos y completamente llagados.
Y tú quieres ser amado así: sin nada. Sin tu gloria, sin tu divinidad, sin tu dignidad humana, con tu carne llagada y tu alma sufriente; despojado de todo, por ti mismo, y sólo por ti mismo. Sin el beneficio de tus gracias, de tus dádivas y dones, de tus atributos divinos, sin nada de lo que podamos sacar beneficio y que suscite nuestro interés. En la noche oscura. En la experiencia de Job. Para que, así, vayamos aprendiendo a parecernos a ti que amas a fondo perdido, porque nos amas con tu ser y no con tus cosas.
Concédenos esa gracia, Señor, de amar a nuestros semejantes por lo que son, y no por lo que parecen; tal como tú nos amas y quieres ser amado. Y que, así, podamos decir con el poema:
“No me tienes que dar porque te quiera; pues, aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.”»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es crucificado
(19 de marzo de 2019, e inspirada en la vivencia de María Victoria Laguna)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Ya se acerca el momento decisivo, la antesala del final; y en ese momento te sientes solo, abandonado en ese trance sublime. No percibes la presencia consoladora del Padre, ni te llega el alivio de la de tu madre y del discípulo amado, aunque estén allí. Todo se te desgarra por dentro, a la vez que te clavan por fuera para identificarte con tu cruz, como se hace al enfermo con su enfermedad. Tú eres tu cruz, el enfermo su enfermedad y el sufriente su sufrimiento. Con lo que te han despojado también de tu humanidad, de tu ser persona, así como de tus relaciones afectivas, enfrentándote a la soledad y al despojamiento más completo.
Y, aun así, perdonas. Perdonas a quienes te condenamos y te crucificamos. (Porque, verdaderamente, no sabemos lo que hacemos. No sabemos que, en ti, estamos afrentando, clavando y destruyendo la imagen de hijo en el Hijo que cada uno llevamos en nuestro interior como Don inmenso de Dios.) Y te clavamos (ironías de la vida) con los brazos abiertos, para que no puedas dejar de acogernos en ellos con tu amor: Para que quede claro que nos perdonas si volvemos a ti. Y estás con los pies clavados, precisamente para que seamos nosotros lo que tengamos que volver a ti, como el hijo perdido de la parábola, ya que tu amor (el amor de Dios) es el único que salva.
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Señor Jesús, muéveme a volver a ti, a no separarme jamás de ti, y a hacer como tú (según tu imagen) con mis semejantes.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
DUODÉCIMA ESTACIÓN
Jesús muere en la cruz
(10 de marzo de 2017)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«La última entrega: Hasta la última gota, no sólo de tu sangre, sino también de tu espíritu. Todo está cumplido. Todo entregado. Puesto en manos del Padre como pago de nuestro rescate.
Era yo quien tenía que estar ahí, era mi deuda la que tenía que saldar, devolviendo al Padre lo que Él me había donado para su administración: el talento de la vida para el bien, multiplicado. Pero yo, que sólo sé malgastarlo, desperdiciarlo, ya no tenía con qué corresponder, y lo has hecho tú por mí. Y no sólo eso, además me has regalado, con tu último aliento, tu Espíritu Santo; y eso ya no lo puedo pagar aunque quisiera. Tu generosidad no tiene medida. Sólo puedo aprender de ti a amar a fondo perdido y hasta la última gota, sin reservarme nada. A amar sin apropiarme de lo amado, sin aferrarme a la vida ni a la salud ni al mundo ni al tiempo ni a la historia. A amar como tú nos has amado a todos y cada uno, y a cada uno con su nombre y peculiaridad, individualizadamente. Gracias, gracias, gracias.
Ahora…, también dame la capacidad para que yo sepa aprender de ti, y pueda mostrar que también yo soy hijo, al parecerme a mi Padre del cielo. Para que, cuando me vean, adviertan que soy de tu familia porque me parezco a ti.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
DECIMOTERCERA ESTACIÓN
Jesús es bajado de la cruz y puesto en brazos de su Madre
(Para el 10 de abril de 1998)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«La madre, por última vez antes de que se lo lleve la tierra, acoge entre sus brazos al hijo muerto. Todo el dolor ya se ha consumado, y su corazón roto grita.
—¿Por qué?, ¿por qué? No entiendo nada. Aquí tienes todo lo mío, lo mejor que tengo, a mi hijo, a tu Hijo. ¿Me lo diste para esto? He guardado en
179
mi corazón todos esos maravillosos acontecimientos de su vida aguardando otro final, pero este desenlace me desborda, y mi grito no lo puedo reprimir. Pero es que no sólo es mi hijo, es el tuyo, ¡el tuyo!; por eso mi desconcierto es aún mayor, y mi grito se ahoga nada más brotar.
—Esposa mía, mi Iglesia querida, mi Templo, ten paciencia, que tu esperanza no decaiga, porque lo prometido se cumplirá a su tiempo. Todo está bien así. Que los ojos de la carne, eso que llaman realismo, no engañen tu fe. Ahí tienes que yo he venido sobre ti y he obrado en ti, ¡y nada vuelve a mí vacío!, porque nada me es imposible.
—He aquí la esclava del Señor; hágase según tu palabra.
Cuando todo lo que Dios nos ha dado parece inútil, cuando lo mejor que tenemos parece baldío, cuando todo parece perdido y sólo nos responde el silencio, volvamos nuestra mirada a las maravillosas obras que Dios ha obrado en nosotros, y confiemos…, confiemos contra toda esperanza: Él sabe.»
Padrenuestro… // Avemaría… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
DECIMOCUARTA ESTACIÓN
Jesús es sepultado
(Para el 28 de marzo de 1997. Retocada el 19 de marzo de 2019, Solemnidad de San José.)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Y Jesús, según los ojos del mundo, alcanza el punto culminante de su fracaso siendo devuelto a la tierra de donde salió.
Fracaso tras fracaso… pierde su divinidad para hacerse hombre… para, ahora, perder su humanidad y acabar siendo polvo… ¡Qué pena! No hay solución.
Pero como la semilla es puesta bajo la tierra para que pueda transformarse y manifestar todo ese contenido de vida nueva que llevaba oculto, así Jesús es puesto bajo la tierra para que, a su vez, transforme toda esa tierra en vida nueva.
La semilla ha de morir a sí misma para poder abrirse hacia afuera y, absorbiendo los minerales de la tierra, transformarlos en materia viva; de forma que, lo que estaba muerto, pasa a constituir un cuerpo vivo, nuevo, que brota, crece y se desarrolla.
Y así Jesús, que muriendo a sí mismo puede rescatar todo lo que estaba muerto y transformarlo en vida, en vida imperecedera, en cuerpo del Cristo Universal que brota, crece y se desarrolla: En Iglesia-Cuerpo Místico. Sin esa transformación de lo muerto en vida, la planta no puede crecer, y sin la conversión de los hombres, la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, tampoco.
Pues igualmente nosotros, a su imagen y ejemplo, debemos poner vida donde reina la muerte, y, como la semilla, enterrarnos en nuestra propia
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increencia, y muriendo a nuestro egoísmo, transformarlo en creencia, en confianza entregada, en vida verdadera que nos renueva, y anuncia esta Buena Noticia a toda criatura.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
DECIMOQUINTA ESTACIÓN
Jesús resucita al tercer día
(14 de marzo de 2019, ante el Santísimo expuesto.)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Todo está cumplido. Tú me los diste… a Ti, Señor, lo torno. Te entregué mi dolor, mis ratos de alegría y mis tiempos felices. Te di mi salud, mis capacidades, mis deseos e historia personal, y el bien y el mal que hice. Te di mi no saber, mi ignorancia, mis rebeldías y desganas; mi pequeñez y mis pobrezas. Mis triunfos, desprecios, fracasos y sufrimientos. Mis suficiencias y ansias de dominio. Mis seres queridos y todas mis cosas. Hasta del don de la vida me he desprendido para ti. Ya no me queda nada… Nada… nada. No me he quedado ni con mi propio pecado. ¡No me queda nada!
Pero… ¡oh, Dios!, mi Señor… bien mirado… ¡me quedas Tú!, ¡sólo me quedas Tú! ¡Tú, que has hecho eso mismo conmigo! ¡Y todo lo que me diste está en Ti, que lo eres todo y has hecho todo, y lo eres todo en todos!
¡¡Ahora es cuando puedo ser en Ti y Tú en mí!! ¡Ahora es cuando, verdaderamente, puedo ser y vivir en Ti, sin engaños, tal y como Tú me soñaste!
Ahora, todo se me hace luz y lo entiendo todo. ¡Todo! Y sólo puedo decir y repetir: Gracias, gracias, gracias. Porque sólo, quien te entrega la vida, puede recobrarla en Ti.»
Padrenuestro… // Avemaría… // Gloria… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
***
Oremos por la persona e intenciones del Santo Padre y el bien de la
Iglesia.
Padrenuestro… // Avemaría… // Gloria…
181
VÍA CRUCIS EVANGÉLICO (REFLEXIONES PARA LA ORACIÓN: CANTO DEL ALMA)
(También con la última estación añadida por San Juan Pablo II, y la XI añadida por el autor)
INTRODUCCIÓN
Este Vía Crucis (Camino de la Cruz) pretende recoger el sufrimiento de toda la humanidad, herida por el pecado y sus consecuencias, y representada en la
Sacratísima Humanidad de Cristo sufriente en su Pasión, según nos lo transmite el Evangelio en sus cuatro perspectivas.
Por la señal de la Santa Cruz… // Señor mío, Jesucristo…
PRIMERA ESTACIÓN
Jesús en el huerto de Getsemaní (Lc 22, 39-46)
(23 de enero de 2020, ante el Santísimo expuesto)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Jesús se enfrenta, solo, sin la comprensión y apoyo emocional de sus amigos y seres queridos, al atisbo premonitorio de su inminente Pasión, en la que va a ser escarnecido, tirado por tierra, y despreciado hasta la aniquilación; y, en él, todo por lo que ha luchado y empeñado su vida; y lo peor: todo lo que él mismo es: su ser más profundo, que es Dios hecho Don. Sólo él sabe que el desenlace es inmediato, que solamente cuenta con el consuelo del Padre.
Y, con Jesús, la humanidad entera, cada uno de nosotros, intuimos que la realidad de pecado, de rechazo a Dios en su amor entregado, en la que vivimos inmersos, tanto por dentro de nosotros, como en nuestro ambiente exterior, nos pasará factura, destruyendo todos aquellos “tesoros” o valores que hemos considerado dignos de empeñar nuestra vida en conseguirlos. La amenaza de la enfermedad y de la muerte, por la que todos, sin dejar uno, hemos de pasar (consecuencia de la corrupción innata del pecado, que todo lo convierte en caduco y vano), nos estremece y hace tambalearse todos los pilares de nuestro ser más profundo. Y… bien, podemos salir huyendo e ignorar el planteamiento, como el avestruz que rechaza mirar el peligro… O responder como Jesús: “Padre, si es posible, aleja de mí este cáliz de amargura; pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (cf. Lc 22, 42)»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
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SEGUNDA ESTACIÓN
Jesús, traicionado por Judas, es arrestado (Mt 26, 47-56)
(23 de enero de 2020, ante el Santísimo expuesto)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«La primera pérdida, el amigo, el elegido para estar con él en lo bueno y en lo malo, pero que rechaza ese don de Dios aconsejado por su egoísmo. A Judas sólo le preocupa su propio beneficio, y, además, en una mirada a muy corto plazo. Toda esa aparente generosidad de Judas que le hace depositario de la bolsa de los donativos, va a demostrar ahora su cara oculta de búsqueda de su propio beneficio, lo que le lleva a la incomprensión del otro y del hecho de la alteridad de Jesús. El “otro” es semejante, pero no igual, y no está sujeto a nuestro dominio y control; puede tener una perspectiva del mundo semejante a la propia, pero nunca idéntica, puesto que las experiencias de vida son diferentes; por lo que toda relación de amistad, para que sea auténtica, ha de mostrar amor, afecto, comprensión… que lleva a ponerse en el lugar del otro; por lo que siempre es una relación entre semejantes (podemos decir “iguales”); razón por la cual Dios se hace semejante a nosotros en Jesucristo. Por eso dice Jesús: “Ya no os llamo siervos, sino amigos” (Jn 15, 15). En caso contrario, la relación de amistad es imposible (aunque la podamos llamar así). Una relación de superioridad (de engreimiento) por una de las partes, hace imposible el auténtico beneficio de la amistad. Por eso, Judas, no entiende a Jesús y acaba por entregarlo a disposición de sus enemigos, de aquellos que odian a Jesús porque desvela los planes éstos, contrarios a la voluntad de Dios.
Todos y cada uno, tarde o temprano, experimentamos estas pérdidas; pérdidas nunca definitivas mientras que haya una voluntad de diálogo entre amigos que reconocen sus fallos para procurar enmendarlos; pero irrecuperables cuando una de las partes decide ahorcarse con la soga de su propio egoísmo egolátrico, de su perfeccionismo incapaz de reconocer sus errores e imperfecciones. (Y ésa es la treta de la que se vale el demonio para atraparnos en su red.) La suficiencia interior tiene este dramático desenlace. Porque, como el hijo perdido de la parábola, éste ha de reconocer, en un arranque de humildad, su paupérrima condición y decidir regresar a su casa, junto a su padre, aunque le trate como a uno de sus jornaleros. Y sólo cuando se ponga en marcha (más allá de un pensamiento pasajero), en ese camino de vuelta, encontrará a su padre que le sale al paso para devolverle su condición de hijo. Porque el Padre está en el camino, pero el camino hay que emprenderlo resueltamente. (cf. Lc 15, 11 y ss.)»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
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TERCERA ESTACIÓN
Jesús es condenado a muerte por el Sanedrín (Mt 26, 57-68)
(27 de enero de 2020, ante Jesús Eucaristía en el sagrario)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Y los mismos a los que Jesús viene a liberar de la opresión del pecado, son ahora los que le condenan a muerte: Una rotunda manera de expulsarlo definitivamente de sus vidas y actividades. Es como decirle, de la forma más tajante y despreciativa posible: “Pero tú… ¿de qué vas? ¡No te metas en mi vida! ¿Quién eres tú para decirme a mí lo que está bien y está mal, lo que debo o no debo hacer?” Precisamente ellos, que son los que hacen eso mismo con el pueblo. Y como lo hacen en su propio nombre, pero disimulándolo bajo una capa de autoridad divina que se atribuyen, al hacer a Dios responsable de sus propias decisiones: como dice el refrán: “cree el ladrón que todos son de su condición”. Por eso, y en ese sentido, ya les había advertido Jesús: “¿Por qué quebrantáis vosotros el mandato de Dios en nombre de vuestra tradición?” (Mt 15, 3) O los había llamado “sepulcros blanqueados”, porque “por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crueldad”. (Mt 23, 28)
Y, además, es una condena “colegiada”, de común acuerdo (aunque ignorando las opiniones en contra), para así apoyar su autoridad en el número: en la apariencia de poder, y no en la razón y la verdad, es decir, en el Espíritu Santo o Espíritu de la Verdad. Lo que se convertiría en el pecado contra el Espíritu Santo, si verdaderamente fueran conscientes de lo que estaban haciendo, al rechazar conscientemente el bien que les puede salvar o liberar de su propio pecado.
Pero esto mismo que le ocurre a Jesús, condenado por sus propios semejantes, connacionales y correligionarios, le ocurre a la humanidad entera representada en la Sacratísima Humanidad de Jesucristo, y, con ella, a cada uno de nosotros, en nuestra particular experiencia vital.
Todos los seres humanos estamos condenados, por el pecado de tan sólo uno, a la debilidad, enfermedad, sufrimiento, carencia y muerte. Porque el pecado de sólo uno, coloca, a todos los demás seres relativos, ante la disyuntiva de la prueba: o con Dios, o contra Dios. Prueba que se desarrolla en el tiempo histórico, dado que tiene un principio y un final, un “nacimiento” y una “muerte”, y un tiempo de elección o “vida histórica”.
Así pues, somos cada uno de nosotros, con nuestros pecados personales, los que condenamos a todos los demás a la relatividad y parcialidad de una elección crucial, y a una muerte sufriente que demuestre cual es la decisión última elegida: Mantenerse fieles a Dios, a pesar de los pesares; o rechazarlo premeditadamente. Es por esto que la verdadera justicia nunca se puede alcanzar plenamente en este mundo. Porque este mundo, surgido del pecado, dada su propia naturaleza, siempre será injusto. Y lo será tanto menos, cuanto más renovado esté (menos pecado haya); ya que el ser humano ha sido creado libre, a imagen y semejanza de Dios, por lo que no está sometido a la
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obediencia servil; por eso, quien acata una ley injusta, se hace cómplice de la injusticia de la ley (y de ahí la arraigada injusticia de este mundo corruptible).»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
CUARTA ESTACIÓN
Jesús es negado por Pedro (Mt 26, 69-75)
(27 a 29 de enero de 2020)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Y una nueva pérdida: Ahora la del amigo en el que había depositado toda su esperanza. De aquél a quien le había dicho: “Tú eres Pedro” (Roca), “y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”. (Mt 16, 18) A lo que había añadido: “y el poder del infierno no la derrotará”. Pero… ¿cómo es posible? ¡El “poder del infierno” había derrotado a esa “piedra” a la primera de cambio!
Pero… la derrota no es definitiva, porque Simón, ahora llamado Pedro por Jesús, no es Judas; y sólo necesitaba madurar en su fe, en su compromiso, en su entrega; y sacar de lo profundo de sí la verdad de su ser: su elección por Dios manifestada en Jesús. Había negado conocerle…, sí, pero eso era mentira. Una mentira desencadenada por el miedo, ese mal consejero del que nadie debería fiarse; porque esa circunstancia originada por el miedo es la idónea para que Satanás la aproveche y utilice para manipular las conciencias; lo que consigue a través de alimentar la soberbia, para que ésta impida reconocer su error al incauto perfeccionista que no soporta verse imperfecto y necesitado. Y lo que empezó como un engaño, ahora sí, voluntariamente, se transforma en un flagrante pecado al frustrar el arrepentimiento y la conversión.
Afortunadamente Simón Pedro era humilde (la virtud contraria a la soberbia), y fue capaz de reconocer su fallo y arrepentirse. Y, en la prueba, pudo aumentar la calidad y autenticidad de su amor hacia Jesús. Aunque, justo en el momento en que Jesús más necesitaba de su apoyo, no le sirviera de ayuda.
Así también, la humanidad entera, y, en ella, cada uno de nosotros, pasamos por este tipo de prueba: Por la de negar (cuando nos apartamos de Jesús), y por la de ser negado (cuando nos abrazamos a él). Por lo que nos vamos a encontrar en nuestra vida seres queridos y expectativas personales que no estarán a la altura de las circunstancias ni darán la talla esperada. Ante eso, sólo cabe estar preparados comprensivamente, sabiendo que “antes de que cante el gallo”… Y estar atentos para salir al encuentro, como el padre de la parábola, al ver que el hijo perdido emprende el camino de vuelta a casa; circunstancia que la experiencia nos dice puede demorarse mucho tiempo, porque “los orgullos” son muy difíciles de vencer, y la humildad se vende muy cara; pero es que… para quien no ha puesto su confianza en el Señor, si le quitan el orgullo… ¿qué le quedará?»
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Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
QUINTA ESTACIÓN
Jesús es juzgado por Pilato (Mt 27, 11-26)
(30 de enero de 2020, ante el Santísimo expuesto)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«No había en toda Judea nadie que ofreciera ciertas garantías de imparcialidad en el juicio, sino un extranjero, que apenas sabía nada de las leyes y costumbres judías, y ni siquiera compartía una parecida experiencia de fe: Todo un pagano encargado de dilucidar una cuestión religiosa, disfrazada de política. Y, en este sentido, recrimina San Pablo a los cristianos de su tiempo: “¿No os da vergüenza? ¿Es que no hay entre vosotros ningún entendido que sea capaz de arbitrar entre dos hermanos? No señor, un hermano tiene que estar en pleito con otro y además entre gentiles.” (1 Co 6, 5-6) Y eso es porque tal comportamiento lo considera una humillación más, añadida al ya presente pecado de discordia, que muestra la debilidad de la fe de quien lo secunda; carencia expuesta, además, a escarnio público como ejemplo de mal testimonio.
Pero Jesús comprende la situación de Pilato, de… “alguien que pasaba por allí y se encuentra con el embrollo”, y le habla, y le da razones; lo que no había hecho hasta entonces, viendo la malicia de sus interlocutores. Sin embargo, con Pilato, aun siendo una autoridad, digamos… “distante”, puede dialogar, porque se abre a entender y quiere saber qué está pasando. Pero el diálogo acaba con la escéptica respuesta de Pilato: “¿Y qué es la verdad?” (Jn 18, 38) Respuesta que pone en cuestión su propia autoridad, sin que él sea plenamente consciente de ello. Ya que viene a afirmar que la verdad depende del capricho de quien la diga y de quien tenga poder para imponerla. Como cuando Luis XIV de Francia, llamado el Rey Sol, afirmó: “El Estado soy yo”. Lo que remite al pecado primigenio del hombre, engañado por la serpiente: “Seréis como dioses, conocedores del bien y del mal”. (Gn 3, 5)
Y la verdad de Pilato es quitarse de problemas, y preferir, el acuerdo con los poderosos, a la verdad de los humildes y el amparo a los débiles.
Y aquí tenemos la opresión de la humanidad dolorida, humilde y desprotegida por parte de los poderosos de este mundo: de los que afirman ser el estado, la verdad, el saber, la autoridad, la democracia, etc., etc., etc., incluso dios mismo… para así imponer su capricho a los demás, a quienes desprecian (y por eso lo imponen). Aquí, el “seréis como dioses” de la serpiente, muestra sus afiladas garras y sus desgarradores dientes. Pero nosotros no nos podemos dejar engañar ni arrastrar por toda esta falsa apariencia de poder de quienes han sido seducidos por la serpiente y actúan como ella. Contemplemos y aprendamos del ejemplo de Jesús.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
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SEXTA ESTACIÓN
Jesús es azotado y coronado de espinas (Jn 19, 1; Mt 27, 27-31)
(30 de enero de 2020, ante el Santísimo expuesto)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Ésta es la verdad arbitraria de Pilato: someter a Jesús a un capricho injusto y desalmado, y a un “escarmiento” inmerecido, tanto por parte de Pilato, como por parte de sus soldados o servidores. Todo aquel que pueda contravenir el voluble capricho del “dios” humano, ha de ser oportunamente escarmentado y advertido de que no puede contravenir esa autoridad usurpada; y, por eso, ha de ser marcado en su cuerpo (como las reses) para que sepa a quien pertenece: a quien se debe. Como dice el Libro del Apocalipsis: “Y hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les ponga una marca en la mano derecha o en la frente, de modo que nadie pueda comprar ni vender si no tiene la marca o el nombre de la bestia”. (Ap 13, 16-17) Pues… quien no lleve la marca en su alma y esté sometido: al menos ha de llevarla en su carne, en forma de sufrimiento externo (que todos puedan ver), como testimonio de su rebeldía. Y así lo muestra Pilato al pueblo, para que quede constancia del hecho: “Ecce homo”: “He aquí al hombre”. (Jn 19, 5) Y, efectivamente, Pilato estaba en lo cierto, sin llegar a darse cuenta de la trascendencia de lo que decía; porque eso, precisamente, es lo que hace el pecado con el alma del hombre, de todo ser humano que no acepta las benéficas recomendaciones de Dios. Daño que, quien lo sufre, acaba por mostrarlo en la carne de los otros, a quienes ofende llevado por su resentimiento y dolor, al proyectar su propio problema en ellos; puesto que una persona en equilibrio y en paz no necesita liberar sus frustraciones con los otros, y sólo puede proyectar equilibrio y paz, ya que sólo puede dar de lo que tiene, y no de lo que no tiene. Y nadie puede dar de lo que no tiene.
“He aquí el hombre”: Ése que no se deja sanar por Dios, y que es capaz de toda suerte de tropelías. Ese hombre maltratado por la vida, llagado, dolorido, sufriente, coronado por una corona de punzadas que le atormentan en su alma; desfigurado, apenas reconocible en su humanidad, despojado de la dignidad con la que fue concebido y nació, convertido en caricatura, risión y burla, y centro de la crueldad de todos los otros, que, como él, sufren del mismo mal.
“He aquí el hombre”: Ése que presume de serlo, pero que parece pretender desesperadamente dejar de serlo para transformarse en un desecho; y del que Jesús sólo es su espejo.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
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SÉPTIMA ESTACIÓN
Jesús es cargado con la cruz (Jn 19, 14-17)
(30 y 31 de enero de 2020)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«“¡Crucifícale! ¡Crucifícale!” Respondieron a la pregunta de Pilato los que contemplaban la imagen del hombre sufriente convertido en despojo, de ese hombre al que Dios había hecho a su imagen y semejanza, como bien nos cuenta el Libro del Génesis al narrar la Creación, pero que la maldad del pecado ha transformado en eso. Pero los atenazados por el destructivo pecado nunca tienen bastante ni llegan a saciarse con el sufrimiento ajeno, y, a pesar de contemplar el espectáculo, quieren más, deseándole y solicitando su aniquilación, y una aniquilación lenta y sufriente como es la cruz. Por eso insisten en gritar sin compasión: “¡Crucifícale! ¡Crucifícale!”. Y como Pilato no tiene ganas de complicaciones… pues accede sin hacerse mucho problema. Cargándole a Jesús con la misma culpa y condena que se emplea para los asesinos: la muerte en la cruz. Una injusticia flagrante. Pero… es que todo da igual… ya que la verdad, y con ella la justicia, es relativa al capricho de quien la dicta y de la fuerza bruta con la que la imponga.
Y allí va Jesús, la imagen y semejanza de Dios hecha humanidad, cargando con el peso del instrumento de tortura que acabará con su vida: ese aliento vital con el que todo hombre ha sido creado, camino de su destino final. Y tiene que cargarlo un buen trecho, porque el lugar de ejecución no está cerca, y menos para quien lo realiza en esas condiciones de deterioro físico y psicológico.
Pero es la humanidad maltrecha, defectuosa y doliente la que camina con él y en él hacia su último destino. Con la imagen y semejanza de Dios (¡su gran regalo!) destruida y aborrecida, avanzando a duras penas bajo el peso de la cruz: ese ingenio del mal, ideado apara aumentar y prolongar el sufrimiento. Una crueldad más del pecado: de ese rechazo voluntario y consciente del don de Dios.
Pero es la cruz: ese invento humano, esa estratagema del mal, síntesis y símbolo de todas las argucias que, como tela de araña, pretenden enredar y atrapar al ser humano en sus contradicciones, taras y defectos, para convertirlo en su rehén, y anular su libertad como hijo de Dios e impedir su santificación: precisamente la cruz: la que puede hacer consciente a dicho hombre de su auténtica dignidad, don de Dios; justamente al pretender robársela, al modo de una descarga eléctrica que le sobreestimula para sacarle de ese sopor de muerte que es el pecado. Luego la cruz, aun siendo un instrumento de tortura, se puede aprovechar como tabla de salvación, si nos abrazamos decididamente a ella como don salvavidas de Dios. Y por eso lo hace Jesús, para que veamos a Dios, que siente con el hombre, a través de ella.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
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OCTAVA ESTACIÓN
El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz (Lc 23, 26)
(1 de febrero de 2020)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Los romanos, viendo que Jesús no va a aguantar todo el trayecto llevando su cruz, y como pretenden acabar su trabajo correctamente, porque son fieles cumplidores de las órdenes recibidas: obligan a uno que pasaba por allí en ese momento, conocido como Simón de Cirene, a llevar la cruz de Jesús en lugar de éste. Un alivio para Jesús, motivado por las circunstancias, que ni el natural de Cirene ni los soldados romanos buscaban, y que, quien no cree en la implicación de Dios en su creación y en sus criaturas, consideraría fortuito.
Sin embargo, nada en esta vida ocurre por casualidad, aunque nuestra mente de criatura humana contaminada por el pecado no sepa verlo ni dar razones que alcancen a explicarlo. Pero en una naturaleza en la que todo está íntimamente relacionado, y depende del amor creador de Dios, de su aliento vital que todo lo sostiene, y de su fuerza santificadora que todo lo plenifica y lo lleva a su destino último…: No hay casualidad que valga. Y la aparente compasión de los soldados, y la aparente generosidad del cirineo, son promovidas por el Padre para llamar la atención sobre el Hijo, y para que éste recupere las fuerzas que le permitan culminar su trascendente misión; más allá de la malsana voluntad de los hombres.
Y lo que ocurre con la humanidad sacratísima de Jesús, ocurre con toda la humanidad universal, y con cada uno de nosotros en la nuestra. Podremos no encontrar a nadie a quien le importemos de verdad, ni que valore tan siquiera nuestra dignidad de persona. Pero Dios sí lo hace, y nos lo muestra poniendo en nuestro camino profesionales, funcionarios, técnicos, expertos, etc. cuyo trabajo sea ayudarnos, aunque verdaderamente no les importemos nada, incluso tengan la consigna de no implicarse afectiva o emocionalmente con nosotros (siguiendo las leyes de la psicología pagana tan en boga, siempre colocada por encima del Evangelio). Pero a través de esas personas anónimas (incluso con nombre propio, cuando gracias a ese servicio obligado descubren un “más allá” personal, como le ocurrió a Simón de Cirene, y por eso conservamos su nombre): el mismo Dios nos muestra que Él sí quiere implicarse en nuestra vida, que a Él sí le importamos de verdad, y nos recuerda y reconoce la dignidad que Él nos ha regalado. Él no nos da de lo que le sobra, ni de sus cosas o atributos, sino que se da Él mismo en su ser pleno, en su “Yo soy el que soy”.
¿Qué haremos, entonces, nosotros, si queremos ser dignos hijos de nuestro buen Padre? ¿Daremos de nuestras cosas… de lo que nos sobra… de nuestro tiempo, dinero, saberes, atención, cualidades, trabajo, vida…? ¿O nos daremos a nosotros mismos en nuestro ser, como hace el padre en Jesús?
¿Qué valoramos en Dios? ¿Sus gracias, sus dones, atributos, regalos, favores, etc.? ¿O… a Él mismo en su ser? ¿Qué preferimos?
Miremos a Jesucristo, y veamos qué elige él. (Y la Pasión es la prueba incuestionable de su elección.)»
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Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
NOVENA ESTACIÓN
Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén (Lc 23, 27-31)
(1 de febrero de 2020)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Parece ser que la predisposición a lamentarse, y lamentarse, y lamentarse… es una característica propia de todas las épocas, y las mujeres que acompañaban a Jesús en el camino hacia el Gólgota no iban a ser menos. Por eso Jesús acaba por volverse hacia ellas para reconducir su lamentación y darle un sentido más constructivo: “No lloréis por mí”. (Lc 23, 28) Como diciendo: “No os fijéis en lo más superficial de la situación, no os dejéis llevar por las apariencias. Lo importante lo tenéis dentro y en toda vuestra realidad dominada por el mal, y por eso es por lo que os tenéis que preocupar, para cambiarlo. Porque si a mí, que obro el bien y actúo en nombre de Dios, me hacen esto… ¡Imaginaos qué harán, en el día del juicio, con los que obran el mal y reniegan de Dios!”
La lamentación suele ser la reacción natural del ser humano ante unos hechos que le sobrepasan y le muestran su impotencia. Pero la lamentación reiterativa, el instalarnos en la queja o el victimismo, esconde un trasfondo de desconfianza en Dios que muestra el mal que nos amenaza y el pecado que nos ata y paraliza, convirtiendo nuestro llanto en ineficaz y desconsolador. Porque el consuelo sólo nos viene del Señor, ya que el remedio consiste en fiarnos de Él, para lo que nos tendremos que convertir verdaderamente a Él, abandonando nuestra anterior situación de pecado. ¡Ésa sí es de la que nos tenemos que lamentar!: El habernos olvidado del Señor, para seguir nuestros caminos, apartándonos de los suyos; porque eso es lo que genera nuestra desgracia y nuestra ruina, nos quita la dignidad, y nos hace avergonzarnos hasta pedir que las montañas caigan sobre nosotros para ocultarnos de la mirada de Dios. ¡Ésa sí es la lamentación oportuna y eficaz!; la que nos lleva al arrepentimiento y al cambio de vida y actitudes. La otra… más allá de una primera reacción natural, es fruto del pecado; y no se solucionará mientras no solventemos éste.
Y, en cuanto a la actitud de Jesús, no centrado en sí mismo ni en su tribulación, sino abierto a quienes le acompañan: expresa el reconocimiento agradecido al Padre por ese alivio momentáneo de no tener que seguir cargando con la cruz. Situación que el siguiente texto de San Pablo viene a iluminar: “¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos consuela en cualquier tribulación nuestra hasta el punto de poder consolar nosotros a los demás en cualquier lucha, mediante el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios! Porque lo mismo que abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, abunda también nuestro consuelo gracias a Cristo. De
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hecho, si pasamos tribulaciones, es para vuestro consuelo y salvación; si somos consolados, es para vuestro consuelo, que os da la capacidad de aguantar los mismos sufrimientos que padecemos nosotros. Nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que si compartís los sufrimientos, también compartiréis el consuelos”. (2 Co 1, 3-7)»
Padrenuestro… // Avemaría… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
DÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es crucificado (Mc 15, 22-26)
(2 de febrero de 2020)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Y llega el momento más temido, que no por esperado, menos terrible: Después de despojarle… hasta del más elemental pudor: la aplicación de la tortura que le ocasionará la muerte, y de una forma lenta y agónica. Podrían haberle, simplemente, atado con cuerdas a la cruz, y ya estaba (como solía hacerse); pero no…: le clavaron a ella con unos fuertes clavos de hierro, atravesando su carne, su humanidad, con ellos, no fuera a sufrir poco. Porque en el cuerpo, dada su unidad, no sólo sufre la parte dañada, la parte atravesada, sino que todo el cuerpo se ha de adaptar a ello, viéndose afectado todo él; de ahí que esta tortura sea causa de muerte, y no sólo de unas heridas que el propio cuerpo reparará con el tiempo.
Todo el cuerpo es uno, aunque cada parte tenga distintas funciones, puestas todas ellas para el bien común, que es, precisamente, lo que da entidad a dicho cuerpo. Todas y cada una de la partes trabajan para el bien general de la unidad que lo conforma, y por eso, lo que ocurre a cada parte, afecta, inexorablemente, al conjunto total, ya sea para bien o para mal; y viceversa. Y ahí está la tortura: Unir lo que está consciente, vivo y sano, a la dureza de un madero muerto, sujeto al capricho de los hombres. Ése es el castigo expuesto para escarmiento público: Despersonalizar a la persona hasta quitarle todos sus valores y cualidades que la identifican como tal, para, destruyéndola, convertir sus restos en un despojo muerto, susceptible de ser manejado al antojo de los artífices de tal hazaña, como un objeto sin vida más.
Sí. Nosotros también crucificamos cuando despersonalizamos a los otros, convirtiéndolos en objetos manipulables por nuestro capricho; como tantos objetos sin vida que utilizamos para nuestro servicio: Les quitamos y usurpamos el derecho a ser personas, a tener un nombre propio y una vida propia al margen de nuestro control y lo voluble de nuestro antojo. Pero eso es, justamente, un reflejo, una proyección de lo que nosotros mismos somos o nos creemos, al estar sumidos en el pecado y desconectados de Dios. Así nos mata el pecado, y así nos transforma a nosotros en generadores de sufrimiento ajeno y en sembradores de muerte. Y Jesús, en su humanidad visible, sigue siendo ese espejo en el que cada ser humano puede verse reflejado. Porque, eso, lo hacemos cuando lo vemos y sufrimos en nosotros mismos; ya que,
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todos y cada uno, estamos clavados en la tortura a la que unos a otros nos condenamos. Todos somos mordidos de serpiente, y sólo podremos sanarnos cuando lo reconozcamos en Jesús, mostrado en la cruz como estandarte (cf. Nm 21, 4-9). Y es que, el mal, no sólo afecta a aquellos que aparentemente parecen sufrirlo, sino que afecta a todo el cuerpo, que se hace cuerpo sufriente, humanidad herida, y creación de Dios condenada al dolor y la muerte.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
UNDÉCIMA ESTACIÓN
Jesús es objeto de burla (Mt 27, 39-43)
(2 y 3 de febrero de 2020)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Pero no nos basta con condenar a alguien a la muerte, y una muerte torturadora y sufriente; sino que nuestra crueldad parece no tener límite: Necesitamos también destruirle emocionalmente y aniquilar su fama, honor, prestigio o imagen pública, a través de la burla y la ironía: “Si Dios tanto lo quiere, que lo libre ahora”. (cf. Sal 22 [21], 9) “Que baje de la cruz y creeremos en él”. (Mt 27, 42) “Adivina quién te ha pegado”. (Lc 22, 64) “«Salve, rey de los judíos», y le daban bofetadas”. (Jn 19, 3)
Este descrédito, y vejación pública, realizado a través de la ridiculización irrisoria, como se ve, no es cosa de hoy en día (aunque hoy se dé con especial virulencia y se haya sistematizado para manipular las conciencias), sino que está arraigado en la misma naturaleza cruel del pecado, que no se sacia con nada, y necesita destruir, triturar y aniquilar hasta convertir en polvo, todo lo que se oponga a la propia voluntad, y en todos sus aspectos. Pero no olvidemos que las personas critican e ironizan destructivamente porque ellas están así de destruidas, y que la burla, la mofa y el escarnio mordaz, son la muestra del propio resentimiento que muerde el corazón; ya que, quien tiene el alma en paz, no necesita desfogarse en los demás ni vengar en ellos su frustración. No nos dejemos engañar por quien utiliza esos métodos para convencernos de que tiene toda la razón y es el paradigma de la verdad: Suele ser todo lo contrario: El medio preferido de agresión de los hipócritas. ¡Cuántas veces, una invectiva socarrona, presentada como una broma, es el medio disimulado y sibilino, pero real, de expresar lo que verdaderamente piensa quien no se atreve a ser franco!
Miremos bien, entonces, nuestra ironía hiriente y nuestra crítica burlesca hacia los otros (el demonio burlón que nos domina), porque eso sólo expresa la dramática verdad de nuestro corazón; ya que el pecado no se encuentra en la apariencia de los actos, sino en la intención del corazón. Contemplemos, pues, a Cristo crucificado, tanto en su aspecto físico como en el psicológico y vital, porque en él, como en un espejo, nos estaremos viendo en nuestro pecado: y es que, con la medida con que medimos, estamos siendo medidos.»
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Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
DUODÉCIMA ESTACIÓN
Jesús promete su reino al buen ladrón (Mc 15, 27-28; Lc 23, 39-43)
(3 de febrero de 2020)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Y Jesús no sólo consuela a quienes se lamentan por su Pasión, como las mujeres de Jerusalén, sino que también lo hace con quien lo acompaña en la crucifixión, con el llamado buen ladrón. “Buen ladrón” porque, con el reconocimiento de la verdad de su vida y su situación, y la sincera confianza en la realidad de Jesús como enviado del Padre, es capaz de obtener de Jesús la promesa del reino eterno para él, es decir, el perdón de todos sus pecados (y no sólo de los que le han llevado a esa situación de crucificado). Sin embargo, el otro criminal, también crucificado con ellos, y que, aun estando en el mismo suplicio, participa de la burla general hacia Jesús: pierde esa oportunidad de oro que su compañero ha sabido aprovechar de una forma tan admirable.
Verdaderamente nos jugamos la vida a cada instante, desperdiciando oportunidades que pasan ante nosotros sin percatarnos de su trascendencia. Ya nos había advertido Jesús en su oración en el huerto de los olivos: “Velad y orad para no caer en tentación; el espíritu está pronto, pero la carne es débil”. (Mt 26, 41) Porque mantenerse en ese estado de alerta permanente es la única garantía de reconocer la oportunidad cuando llegue: el paso de Jesús a nuestro lado; para, así, decirle como el “buen ladrón”: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu reino”. (Lc 23, 42) Y, en consecuencia, escuchar su respuesta: “Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso”. (Lc 23, 43)
La esperanza y el consuelo están a nuestro mismo lado y en nuestro mismo interior, sufriendo con nosotros; pero, si no estamos atentos y en vela, no la reconoceremos (como le ocurrió al otro malhechor); porque el pecado nos anestesia y ciega el corazón, y nos impide reconocer la liberación y salvación que nos ofrece Jesús. Liberación no demorada para “otro momento”, si llega el caso: “cuando vengas con tu reino”: Sino para ese mismo instante, para el ahora: “hoy estarás conmigo en el paraíso”. Ya que la humildad es la virtud de reconocer la verdad de lo que somos frente a Dios que nos lo da, y su efecto liberador es inmediato, al descubrir su infinita misericordia. No así la soberbia, que realiza el efecto destructivo contrario. Por eso, en el “buen ladrón”, podemos reconocer a Pedro, arrepintiéndose de sus negaciones. Y, en el otro malhechor, a Judas, que no acepta la misericordia de Dios porque todo lo mide con su propia justicia humana. De ahí que sea tan importante estar atentos y en vela para descubrir la ocasión de la presencia de Dios en nuestra vida; y la oración asidua para, así, acostumbrarnos a Él, y saber reconocerle sin ser engañados, cuando tal ocasión se dé. Con lo que podremos descubrir al Señor en su venida para beneficiarnos de ella.»
Padrenuestro… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
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DECIMOTERCERA ESTACIÓN
Jesús colgado en la cruz, su madre y el discípulo (Jn 19, 25-27)
(4 de febrero de 2020)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«¿Y qué puede dar aún… ¡a quien le han quitado todo!?
Le han quitado sus haberes…y hasta sus ropas. Le han arrebatado su salud, su tiempo vital, su dignidad como persona, sus cualidades de ser humano, su honor y su fama, sus relaciones humanas expresadas en sus amigos y conocidos, y hasta el aparente sentido de su vida y misión. Pero aún le queda algo que no le han podido quitar porque no depende directamente de él: Es el amor que su madre le tiene, y el del discípulo que, no pudiendo hacer nada tangible por él, solamente le acompaña, impotente, en sus últimos momentos. Y por eso, ambos, van a ser los receptores, testigos, notarios y albaceas del solemne testamento de Jesús, en el que lega sus bienes más preciados: “Mujer, he ahí a tu hijo”. (Jn 19, 26) “He ahí a tu madre”. (Jn 19, 27) Éste es el legado que recoge su última voluntad, expresada ya en el último mandamiento dado a sus discípulos: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos en los otros. Como yo os he amado, que os améis mutuamente. En esto conocerán todos que sois mis discípulos: en el amor que os tendréis unos a otros”. (Jn 13, 34-35)
Luego su último legado, su testamento, resulta ser algo tan intangible como real y efectivo: el amor. Pero el amor entendido al modo de Jesús, es decir, el amor según Dios: El amor entregado, como el suyo, pero entre su madre y el discípulo al que tanto quería, y que por eso convierte en su hermano, para que, en él, no sólo fuésemos hijos del mismo Padre, sino también hijos de la misma Madre, en ese amor según Dios.
Y ésa es la Iglesia: la familia de Dios: la familia edificada sobre esa piedra angular, que es el vínculo indestructible del amor, con el que toda ella está engarzada, y lo que la convierte en inexpugnable. Pero sólo es inexpugnable lo que está unido por el amor, y no sólo por la apariencia. (Y por eso Judas Iscariote se perdió.) Y por eso Pedro ha de pasar al prueba del amor: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas? (Jn 21, 16) “Señor, tú lo sabes todo, tu sabes que te quiero”. (Jn 21, 17) Luego la Iglesia de Dios es la familia en la que se aprende a amar, y, todo lo que no se fundamenta en el amor, queda fuera de ella aunque se ponga su nombre.
María, la madre de Jesús, es, pues, la Madre de toda la humanidad y de todo lo creado, que recupera en ella su inmaculada perfección; puesto que todo ha sido creado por el amor inmarcesible de Dios; lo que hace que, todo lo que se aleje de ella, abducido por el pecado, quede automáticamente sometido a la corrupción de esta vida mortal.»
Padrenuestro… // Avemaría… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
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DECIMOCUARTA ESTACIÓN
Jesús muere en la cruz (Mc 15, 33-36; Lc 23, 46-48)
(4 de febrero de 2020)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Ya había regalado su madre al discípulo, y el discípulo a su madre. Ya parecía que lo había entregado todo… pero aún le quedaba algo: Algo que le había acompañado de forma permanente, a lo largo de toda su vida, hasta cobrar la conciencia de que era algo consustancial a él: La presencia consoladora e iluminadora del Padre. Pero que, en su agonía, también se oscurece hasta parecer una ilusión fantasmal: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Inicio del Salmo 22 (21), que continúa: “A pesar de mis gritos, mi oración no te alcanza”, para ir describiendo la Pasión que sufre Jesús, anticipándola proféticamente; y afirmar en su transcurso: “Tú eres quien me sacó del vientre, me tenías confiado en los pechos de mi madre; desde el seno pasé a tus manos, desde el vientre materno tú eres mi Dios”. (Sal 22[21] 10-11) Para acabar esperanzadamente: “Porque del Señor es el reino, él gobierna a los pueblos. Ante él se postrarán los que duermen en la tierra, ante él se inclinarán los que bajan al polvo. Me hará vivir para él, mi descendencia lo servirá; hablarán del Señor a la generación futura, contarán su justicia al pueblo que ha de nacer: «Todo lo que hizo el Señor»”. (Sal 22[21], 29-32)
Porque, aunque Jesús no recite el salmo entero en voz alta, lo hace en su interior para recibir, a través de la Escritura, el consuelo del Padre que ahora parece estar ensombrecido y lejano. Para recordar, así, las maravillas que el Señor ha hecho en nuestra vida, y sus inquebrantables promesas. (Y para darnos, con ello, ejemplo a nosotros.)
Pero en la progresión agónica de la crucifixión, el líquido se va acumulando en el pecho, lo que va dificultando más y más la respiración, y produce sed, por falta de líquido en la sangre: “Tengo sed”. (Jn 19, 28) Y lo que ocurrió ya lo había anticipado el Salmo 69 (68), 22b: “para mi sed me dieron vinagre”. Y es que…, ni siquiera la agonía es tiempo de favores.
Y la humanidad agonizante por el mal que la consume, también tiene sed, y se piensa abandonada del Señor, a quien no logra adivinar presente en su tribulación; pero… para su sed… el pecado que le maltrata, sólo le ofrece… vinagre: una burla más. Ni siquiera un último gesto de compasión, un pequeño signo de amor. Pero… es que no se puede dar lo que no se tiene ni sacar de donde no hay: Del pecado sólo se puede sacar destrucción y muerte.
“Todo está cumplido”. (Jn 19, 30) Ya sólo queda entregar el espíritu: “Padre, en tus manos pongo mi espíritu”. (Lc 23, 46) Y Jesús exhaló el Espíritu. Sí, el Espíritu escrito como nombre propio, el Don de Dios para todos, el Espíritu Santo que había venido a las entrañas purísimas de la Virgen María, el Ser de Dios, que es Amor, entregado para la santificación de todo lo creado. Y en ello, Jesús, también entregó su divinidad. ¡Ahora sí que lo había dado todo!
Ya sólo quedaba un cadáver en la cruz: El triunfo del pecado, puesto para nuestra contemplación: El espejo de nuestra propia corrupción interior.
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Pero había que cerciorarse de que Jesús estaba muerto, y… “uno de los soldados le atravesó el costado con su lanza y al instante salió sangre y agua”. (Jn 19, 34) ¡Hasta el cadáver da lo que tiene!»
Padrenuestro… // Avemaría… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
DECIMOQUINTA ESTACIÓN
Jesús es colocado en el sepulcro (Jn 19, 31-37; Mc 15, 42-47)
(6 de febrero de 2020, ante el Santísimo expuesto)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Pues si Jesús había muerto… ¿qué más se podía esperar? Sólo devolverle al polvo de la tierra de donde salió: Dios modeló al hombre del polvo de la tierra (Gn 2, 7), y al polvo de la tierra ha de volver, sin llevarse nada de ella. (Pero sólo… ¡de ella!, de lo creado y sometido a la corrupción del pecado.) Y pues si el hombre es materia, y sólo materia corruptible; y Jesús es tan ser humano como los demás…: ¿cuál será su destino sino la corrupción de lo sometido al pecado, de lo que ha rechazado el don de Dios?
¿No ha sido Jesús, en toda su Pasión, nuestro espejo? Pues ahora, en el destino de volver a la tierra de donde salió, también.
Se pasó el tiempo, y el pecado reconoció, en la humanidad de Jesús, todo lo que era suyo, y lo devoró. Y lo devoró sin compasión, como hace siempre. Pero… y lo que sostenía a la carne… la vida que le daba sentido, ¿también era pecado o consecuencia de él? ¿No habría algo sólido en ella, aunque fuera intangible, que pudiera salvarse de ser arrastrado por la corriente impetuosa de la corrupción? Y si algo podía salvarse… ¿no tiraría de algún modo de todo lo relacionado directamente con ello, para rescatarlo de tal destino destructor? Cuando quieren salvar a alguien que se ahoga… ¿no rescatan, a la par, la ropa que está adherida a su cuerpo, aunque se pierda la que no lo está?
Pues si la ropa que cubre a una persona, se beneficia del rescate, sin mérito propio, sólo por estar bien acoplada a su dueño: ¡Cuánto más los restos carnales podrán beneficiarse de tal efecto sanador!
Así, los judíos, fiados de ese pensamiento esperanzador, respetaban el cadáver de sus fallecidos, colocándolos bajo la tierra, en un sepulcro. Y el cadáver de Jesús, como tantos otros antes que él, fue honrado de la misma manera por sus discípulos; aunque, por las prisas, ya que sobrevenía el sábado, no pudieron ungirlo convenientemente, según sus costumbres, hasta pasado éste, es decir, hasta el primer día de la semana.
“Pues si esto hacen con el leño verde, ¿qué harán con el seco?” (Lc 23, 31): Les había advertido Jesús a las mujeres de Jerusalén que se lamentaban por él.
Y si esto hacen con la humanidad muerta de Jesús… ¿qué no harán con la humanidad universal que no está adherida a Dios como la ropa a la carne, o
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los sarmientos a la vid? ¿Y, en concreto, con la de cada uno de nosotros, si tampoco lo estamos?
Todo, todo, todo lo humano arraigado en el pecado ya tiene su destino marcado desde el origen: la corrupción total.»
Padrenuestro… // Avemaría… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
DECIMOSEXTA ESTACIÓN
Jesús resucita al tercer día (Mc 16, 1-3; Lc 24, 2-9)
(6 de febrero de 2020, ante el Santísimo expuesto)
Te adoramos ¡oh Cristo! y te bendecimos, que por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Pero… ¿y lo que está arraigado en la incorruptibilidad del Ser de Dios que es Amor entregado…? ¿podrá ser afectado por la corrupción del pecado?
Y la respuesta a este interrogante la tuvieron las mujeres que se disponían a ungir el cadáver de Jesús al tercer día de su óbito: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, resucitó.” (Lc 24, 5-6)
¡Cómo va a morir la esencia de la Vida! ¡Todo lo que está construido sobre el Amor imperecedero e inmarcesible de Dios es imposible que se acabe, que se destruya y desaparezca! Porque lo que se corrompe es, justamente, lo que se opone a ello, y por eso es pecado. El bien permanece eternamente, simplemente porque es el rostro del Amor. Y, con él, todo lo bueno que pensarse pueda. ¡Ésa es la imagen y semejanza de Dios que se restablece! Eso sí…, sin que ya albergue aspectos propios del pecado, porque esos se han desprendido durante la prueba de purificación, y el aspecto, apariencia o resultado final ya no es el mismo de cuando se estaba en la prueba de este mundo mortal. Ahora… los ojos que miran sin amor, ya no pueden descubrir el rostro del Amor; puesto que no es una imagen tangible, digamos…: materialmente corpórea, según los cánones del mundo corruptible, sino que sólo es visible a los ojos intangibles del amor según Dios. Así, es posible ver a Dios y, concretamente a Jesús, en tantas cosas, detalles y aspectos de la vida… Y hasta en la extrema sencillez de la Eucaristía: Presencia real y contundente, pero… aparentemente absurda. Presencia que nos acompaña y que también nos llevamos puesta al comulgar. Presencia permanente, constante, alentadora, consoladora, edificante, aunque sólo perceptible a los ojos del amor. De ese amor aprendido de Dios e irradiado con nuestra sola presencia, al igual que ocurre con la Eucaristía. (No en vano nos transformamos en aquello de lo que nos alimentamos.)
“Id, pues, al mundo entero, anunciando el Evangelio a toda criatura” (Mc 16, 15; cf. Mt 28, 19-20), para rescatar todo lo bueno que hay en él, como en arca de Noé (cf. Gn 7, 1-4), y liberarlo así de toda esclavitud y corrupción que le atenaza (cf. Rm 8, 21).»
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Padrenuestro… // Avemaría… // Gloria… // Señor pequé. Tened piedad y misericordia de mí y del mundo entero.
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Oremos por la persona e intenciones del Santo Padre y el bien de la
Iglesia.
Padrenuestro… // Avemaría… // Gloria…
«Bendito sea el Señor, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
y su Santa Madre María Virgen, ahora y por siempre. Amén.»