COMITÉ CENTRAL DEL PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO

23 Y 24 DE FEBRERO DE 2002

Informe sobre la situación política nacional

El argentinazo

La práctica demostró que el Argentinazo contra la política de hambre y entrega del delarruismo era el instrumento que podía abrir un cauce revolucionario en nuestro país. Y que las elecciones y el parlamentarismo eran incapaces para eso. Ese fue un debate de años de nuestro partido con la izquierda pequeño burguesa reformista y trotzquista o trotzquizante.Es el debate que hoy esta izquierda oculta. La polémica comenzó con el santiagueñazo a partir del cual –teniendo en cuenta la situación nacional y continental- planteamos que en la Argentina se iniciaba un período de auge de masas. Esas fuerzas decían que ese era un “delirio” del PCR porque vivíamos un momento de retroceso, nacional e internacional, no teníamos “retaguardia” (en referencia a que había colapsado la URSS a la que ellos consideraban un país socialista y no, como en realidad era, una superpotencia imperialista) y la única táctica posible para el movimiento obrero y popular, decían, era la de la “resistencia” y la utilización del “espacio” electoral y parlamentario. Llegaron a decir que el santiagueñazo había cerrado y no abierto un auge de masa, porque posteriormente al mismo Juárez, ganó las elecciones. Y evaluaron que las Marchas Federales y las puebladas de Cutral-Co, Tartagal-Mosconi, y Libertador sólo habían servido para el avance electoral del Frepaso. Toda esta argumentación tenía como finalidad llevar a la izquierda de elección en elección, tras una mítica “alternativa de izquierda”, parlamentaria y reformista en lo sindical y lo social. Es decir: una táctica de una de las dos fuerzas imperialistas en disputa por la hegemonía en la Argentina (la fuerza que expresa a los monopolios ligados anteriormente a la URSS socialimperialista y ahora al imperialismo ruso, del tipo del holding Clarín, el grupo Bulgheroni, el grupo Massuh-Nadra, el monopolio del aluminio (Aluar), el grupo IRSA, entre otros, aliado a algunos monopolios europeos como Techint o Soldati) que utiliza a la izquierda que influencia como cuzcos garroneros de sus proyectos políticos centrales, como hizo cuando montó el Frepaso, luego cuando trató de organizar un partido “Transversal” con dirigentes autodenominados progresistas, de origen radical, peronista y del Frente Grande y posteriormente cuando se acordó la Alianza. Esa “alternativa” que propugnan es una propuesta electoral, no revolucionaria, divisionista, contrapuesta a la necesidad de unir a las grandes masas populares, con la dirección de la clase obrera, en la lucha por la revolución agraria y antiimperialista, de liberación nacional y social.

Buscamos abrir el camino del Argentinazo a través de la Mesa de Enlace de la CCC con el CTA y el MTA, hasta el paro nacional activo del 14 de agosto de 1997. Una semana antes de ese paro se constituyó la Alianza que se propuso como salida electoral a la política del menemismo. Entonces el CTA y el MTA frenaron las luchas y dieron tregua al menemismo, ilusionados con las posibilidades electorales que entendían que abría la constitución de la Alianza (“vamos a abrir una hendija” dijeron algunos en relación con la pugna con los yanquis). Buscamos, entonces, múltiples caminos para voltear, primero, al gobierno menemista y luego al de De la Rúa, con la finalidad de terminar con sus políticas de hambre y entrega. Desde las movilizaciones contra la ley de flexibilización laboral del gobierno aliancista, el Partido impulsó innumerables luchas de los obreros ocupados y desocupados, de los productores agropecuarios, de las mujeres, de los jóvenes, de la intelectualidad, contra el gobierno de De la Rúa que aplicaba la misma política que aplicó antes el menemismo.

Con posterioridad al amplio movimiento que derribó a López Murphy y a los numerosos cortes

de ruta de Mayo-Junio del año pasado, que tuvieron su epicentro en el corte de ruta triunfante de La Matanza, y conmovieron al país, especialmente con el corte de Mosconi en Salta, los cortes en la provincia de Jujuy, y otros en el Gran Buenos Aires, Mar del Plata y otras ciudades del interior, se desencadenó una dura represión sobre el movimiento de desocupados y sobre el movimiento obrero. Entonces se rompió la unidad con el MTA que había participado desde inicios del 2000 en las luchas obreras y populares contra De la Rúa y que llegó a plantear, a través de Moyano, la necesidad de un Argentinazo. A partir de junio-julio del 2001 el MTA se replegó y dio tregua al gobierno. Por otro lado la CTA, aunque participó en la organización de las manifestaciones contra la represión en Salta y en solidaridad con el Perro Santillán y los trabajadores jujeños y mantuvo el frente único en La Matanza y otros lugares, planteó hasta el mismo 20 de Diciembre, a través de su secretario general, que ellos “no querían voltear a De la Rúa”.

Fue necesario buscar nuevos caminos para empujar un argentinazo. Luego del 3 de Diciembre (con las medidas económicas de Domingo Cavallo y De la Rúa) con la movilización de la Asamblea Piquetera del 12 de Diciembre y el gran paro nacional activo del 13 de Diciembre se creó nuevamente una situación favorable para el Argentinazo que finalmente se produjo el 20 de Diciembre, por un camino inédito, original, impensado, como sucede al inicio de todos los procesos revolucionarios.

El “porteñazo”

La pueblada del 20 de Diciembre fue nacional. Pero su epicentro estuvo en la ciudad de Buenos Aires. Esto ha abierto un gran debate, dentro y fuera del Partido. Fuera del Partido hay una aguda discusión con el peronismo, que identifica a la mayoría de las masas de clases medias que se movilizan en los cacerolazos como “gorilas” y subraya que se mueven “por el bolsillo”. Y, dentro del Partido, porque nuestra línea estratégica nacional fue entendida por muchos compañeros, incluso en la propia Capital Federal, en contradicción antagónica con el desarrollo del movimiento revolucionario en el interior. Durante mucho tiempo estuvo en debate el papel de las clases medias en la lucha revolucionaria, como expresión, en el interior del Partido, del debate con fuerzas de la izquierda pequeño burguesa sobre el carácter de la revolución argentina. En la práctica hubo camaradas que subestimaron el trabajo del Partido en las capas medias y otros que estimaban que vendrían de “arrastre” en el curso de la lucha. También, antes del IX Congreso del Partido, muchos compañeros negaron la existencia masiva de pobres y desocupados en la ciudad de Buenos Aires. Luego del IX Congreso se dio batalla contra estas ideas, se mejoró en nuestro trabajo entre los desocupados de la Capital y se avanzó en sectores de las capas medias.

Las masas de Buenos Aires acumulan viejas tradiciones democráticas y de protagonismo popular que vienen de la Revolución de Mayo de 1810, de la Revolución del Parque de 1890, del 17 de Octubre de 1945, entre otras. Y atesora viejas tradiciones socialistas que vienen del origen del movimiento obrero en la Argentina. Durante toda la segunda mitad del siglo pasado Buenos Aires fue escenario de grandes combates obreros y populares, como los que se produjeron contra la política antinacional del gobierno de Frondizi (la huelga bancaria, la gran lucha del Frigorífico Lisandro De la Torre, ocupado por sus 7 mil obreros, desalojados por el ejército con la ayuda de tanques y la posterior huelga general nacional en solidaridad desde el 18 hasta el 22 de enero de 1959, la lucha en defensa de la enseñanza laica que movilizó a miles de estudiantes y a grandes contingentes populares) y de triunfos de la izquierda como la elección de Alfredo Palacios como Senador en 1961, levantando la bandera de la solidaridad con la Revolución Cubana; las grandes luchas obreras, estudiantiles y populares contra la dictadura de Onganía y Lanusse para citar sólo algunas. En los hechos, el 25 de mayo de 1973, hubo un Porteñazo, cuando se arrancó de las cárceles a los presos de la dictadura y el pueblo fue dueño de las calles de la ciudad.

En el período previo al Argentinazo, junto con los grandes actos obreros y populares que tuvieron como escenario la Plaza de Mayo y el Congreso, hay que subrayar la importancia del gran acto del 24 de marzo del 2001, en el que participaron cerca de 100 mil personas, el derrumbe de la hegemonía de Franja Morada en la Universidad de Buenos Aires, las manifestaciones de comerciantes contra la política económica, el avance en la organización de los desocupados de la Capital y el resultado electoral del 14 de octubre en el que los votos nulos, en blanco e impugnados fueron la primera fuerza electoral con el 28% del padrón y, con las abstenciones, se acercaron al 60% de los ciudadanos inscriptos. Las medidas económicas que aprobó el gobierno de De la Rúa el 3 de Diciembre provocaron un tremendo impacto en la conciencia de enormes sectores de las capas medias de todo el país y de la Capital Federal que se sintieron directamente agredidas por un gobierno al que muchos de ellos habían votado. Y el establecimiento del Estado de Sitio, el 19 de Diciembre, colmó el vaso de la paciencia popular.

La cuestión de la participación de las masas del Gran Buenos Aires y de la Capital Federal en las grandes luchas sociales y políticas estuvo en debate durante todo el período posterior al auge de los ´70. Nuestro Partido, en la reunión del Comité Central de enero de 1979, realizado en plena dictadura militar, CC que sintetizó la experiencia del Partido en sus pocos más de diez años de vida, balanceando la experiencia del auge de los 70 dijo: “El auge de 1969 creció primero en el interior y luego llegó a Buenos Aires. Como previó nuestro I Congreso fue un hecho político –el regreso del general Perón, en 1972- el detonante del gran ascenso de luchas en el Gran Buenos Aires. Es posible, si las fuerzas del Partido crecen en el Gran Buenos Aires, que el camino de un próximo ascenso de luchas parta simultáneamente desde Buenos Aires y otros centros industriales del país. En todo caso es útil recordar la mencionada experiencia”. También en el período de auge iniciado en diciembre de 1993, con el santiagueñazo, el auge creció primero en el interior. El auge recorrió todo el país, desde Ushuaia a la Quiaca, conmovió al Gran Buenos Aires con los paros generales, los cortes de ruta y, muy especialmente, los dos grandes cortes de ruta de La Matanza en noviembre del 2000 y en mayo del 2001. Las inundaciones fueron el motivo de cortes de ruta y puebladas en el corazón de la pampa húmeda. Con el desarrollo de la crisis, el auge de luchas fue tensando la situación en el centro político del país, que es la Capital Federal. Y también fue un hecho político, la declaración del Estado de Sitio el 19 de Diciembre, el que operó como detonante del “porteñazo”. Esto no tiene nada de casual. Sus razones están en las características propias, históricas, económicas y sociales, de la Argentina.

Las medidas económicas del gobierno de De la Rúa y Cavallo del 3/12, medidas que no hay que olvidar que tuvieron como vocero y apasionado defensor al “banquero rojo” Carlos Heller, como planteamos en el informe del CC del 29-30 de Diciembre de 2001, perjudicaron al 93% de la población. Desde marzo del 2001, cuando vieron que la convertibilidad se derrumbaba, miles de millones de dólares (más de 25 mil) habían sido sacados del país por los bancos y grupos imperialistas, la burguesía intermediaria, la gran burguesía nacional y los terratenientes. Las reservas verdaderas del Banco Central se habían evaporado. Para cubrir semejante vaciamiento, y mantener la apariencia del 1= 1 entre el peso y dólar, el gobierno nacional se apropió de los ahorros de los pequeños y medianos rentistas e incluso de una parte de los salarios y jubilaciones depositados en los bancos, a través del “corralito”. Como ya había sucedido en febrero de 1989, con el llamado “dolarazo”, los vivos de siempre, amigos de De la Rúa, Alfonsín, Franja Morada, Cavallo y los banqueros, en los días previos al 3 de Diciembre 2001, produjeron una corrida bancaria poniendo a salvo sus ahorros. Durante décadas la burguesía asustó al pueblo con el cuco de las expropiaciones comunistas. Pero, a la hora de la verdad, fueron ellos, fue su Estado y los economistas que operan como sacerdotes de la libertad de mercado, los que realizaron, por un decreto, la más grande expropiación de capitales de la historia argentina. Semejante a la que realizó el gobierno de Berisha, en Albania, provocando la insurrección armada que lo volteó. Las consecuencias políticas e ideológicas de este hecho son difíciles de evaluar.

Pero el Buenos Aires del siglo 21 no es sólo la ciudad donde viven y operan los sectores

principales de las clases dominantes y las fuerzas reaccionarias y en donde existe una enorme concentración de capas medias. Es una ciudad donde trabajan centenares de miles de empleados públicos, bancarios, docentes, del comercio y miles de trabajadores empobrecidos por las políticas de los últimos 25 años. En Buenos Aires trabajan miles de obreros del transporte, portuarios, gráficos, de la alimentación, de la construcción, municipales, del vestido, textiles y metalúrgicos, de la sanidad, entre otros. Es la principal concentración nacional de estudiantes universitarios y secundarios y tiene una gran masa de profesionales e intelectuales democráticos y antiimperialistas. Una ciudad que en mayo del 2000 tenía 160 mil desocupados permanentes y 174 mil subocupados. Medio millón de personas, el 30 % de su población económicamente activa, tenía problemas de empleo. Con las medidas económicas de De la Rúa y Cavallo, los subocupados y muchos de los trabajadores que trabajan en negro fueron arrojados a la desocupación absoluta. Basta recorrer el centro de Buenos Aires para ver las colas de hambrientos en las puertas de restaurantes y pizerías o buscando comida entre los desperdicios, la enorme cantidad de mendigos y la de los “sin techo” durmiendo en las calles, estaciones y plazas de la ciudad.

Junto a esto existe una enorme cantidad de jóvenes clasificados en las encuestas como NENT (“no estudia no trabaja”). Hay centenares de miles de NENT en el Gran Buenos Aires. Los jóvenes, en general y estos en particular, fueron los grandes protagonistas de la jornada del 20 de Diciembre en la ciudad de Buenos Aires. Corresponde una mención especial para los “motoqueros” que tuvieron un papel destacado en el Argentinazo.

El eslabón débil

El Argentinazo no contradijo la tesis estratégica de nuestro Programa sobre “la región donde se tensan todas las contradicciones, el eslabón débil, de la dominación oligárquico imperialista donde, sin esquematismos y sin rechazar ninguna forma de lucha, trabajamos también con una línea insurreccional”. (Programa del PCR, pág. 62). Todo el proceso previo al 20 de Diciembre y el posterior sigue confirmando ese análisis. Más aún cuando con la instalación del gobierno de Duhalde gracias a un nuevo Pacto de Olivos entre el PJ y la UCR bonaerenses y con las medidas que ha tomado, se agravan al extremo las condiciones de vida y trabajo de las grandes masas explotadas del interior. El NOA y crecientemente el NEA han sido centros del auge de masas que sacude al país. Su importancia se acrecienta porque no concebimos a la lucha revolucionaria en la Argentina como una lucha corta. Es directamente contrarrevolucionario pensar que podremos destruir el poder oligárquico-imperialista por la vía pacífica, sea ésta del tipo de la que intentó realizar el revisionismo con el gobierno de Salvador Allende en Chile, la que intentó Perón en 1973 aquí, o la que pretende seguir –por lo que parece- Chávez en Venezuela. En el mejor de los casos una insurreccional nacional triunfante abrirá un proceso prolongado de guerra civil. El interior del país y en particular la región del NOA concentran las contradicciones que generan la dependencia al imperialismo y la subsistencia del latifundio y son el eslabón débil del dominio oligárquico-imperialista en el país. En torno a la Capital Federal se concentra una enorme masa proletaria, ocupada y desocupada, que será fundamental en la instancia decisiva de la lucha. Pero aquí, en torno al puerto y a la City financiera, también se concentra la fuerza principal del enemigo.

¿La pueblada del 20/12/ 01 fue una revolución?

Organizaciones trotzquistas han calificado a la pueblada del 20 de Diciembre pasado como una Revolución. Curiosamente son las mismas fuerzas que plantean “elecciones ya”. Pero en la Argentina, para los marxistas, no ha habido una revolución. Como enseñó Lenin : “El paso del poder del Estado de manos de una clase a las de otra clase es el primer síntoma, el

síntoma principal, el síntoma más importante de la revolución tanto en el sentido estrictamente científico de este concepto, como en sentido político práctico” (V. I. Lenin, Obras Completas, T.24, pág. 35) Con el Argentinazo se han creado condiciones excepcionalmente favorables para el triunfo de la revolución de liberación nacional y social en la Argentina. En el país existe una situación revolucionaria que puede desembocar en una situación revolucionaria directa. Pero la Revolución todavía debe ser realizada. El Argentinazo no sólo abrió el rumbo que nos llevó a esta situación. También bocetó el camino que puede llevar al triunfo a la revolución argentina.

El gobierno de Duhalde

En el CC del 5 de enero planteamos que no había que tener ninguna ilusión en el gobierno de Duhalde. No es un gobierno de burguesía nacional, entendiendo por ésta a aquel sector de la burguesía en el que predominan sus contradicciones con el imperialismo y los terratenientes y enfrenta –en forma revolucionaria o en forma reformista- al imperialismo y a los terratenientes. Esto no sucede con el gobierno de Duhalde. Este expresa desde el punto de vista económico a sectores de burguesía intermediaria de un grupo de grandes monopolios, bancos y terratenientes. Es el mismo grupo que se benefició con la política de la dictadura desde 1976 en adelante. Fue el grupo hegemónico en el gobierno de Alfonsín y, pese a que las privatizaciones del gobierno de Menem lo afectaron particularmente, algunos de sus monopolios obtuvieron grandes privilegios con el menemismo. Ese grupo volvió a hegemonizar el gobierno con De la Rúa. Nos referimos al grupo de monopolios históricamente pertenecientes o asociados con el imperialismo ruso: holding Clarín, monopolio del aluminio (Aluar), grupo Cresud e IRSA de Elstain y Mindlin, grupo petrolero de Bulgheroni, grupo Werthein, grupo Massuh-Nadra, grupo Cartellone, grupos de la construcción como el que representa el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Gregorio Chodos, bancos: Credicoop, Banco Macro, Banco Hipotecario. Ese grupo está, asociado, históricamente, con monopolios y terratenientes como el grupo Benito Roggio, Amalia Lacroze, grupo Blaquier, grupo Macri, Pérez Companc , Banco Galicia, directivos de la Sociedad Rural como Alchouron, etc. Tiene fuertes lazos de entrelazamiento de intereses y de unidad con algunos grupos europeos como Techint (con la que dirige desde hace años la Unión Industrial Argentina) con Soldati y, relaciones de unidad y lucha -que en oportunidades se tensa- con las empresas españolas y europeas privatizadas (Telefónica, Telecom, Repsol, Aguas Argentinas, Edenor, Camuzzi, entre otras) y los bancos españoles (Río y Francés). Este sector del bloque dominante controla desde hace años la Unión Industrial Argentina (clave en los acuerdos que llevaron a Duhalde a la presidencia de la Nación), la organización de terratenientes y burguesía agraria CRA, la CGE, las APYME, la Cámara Argentina de la Construcción y el sector financiero agrupado en ABAPPRA. Este sector del bloque de clases dominantes, ha sido el beneficiario principal de la política económica de la dictadura, y posteriormente de la del alfonsinismo, de las privatizaciones menemistas y del delarruismo. Este grupo ha ido tejiendo una red de intereses entrelazados con grupos monopolistas que operan en Brasil y los países del Mercosur. Se le opone, dentro del bloque dominante, el grupo de empresas y bancos del imperialismo yanqui en el país y el sector de burguesía intermediaria y terratenientes asociado con el imperialismo yanqui, grupo que tiene peso en la Asociación de Bancos (ABA), el Consejo Empresario Argentino y que opera políticamente con el menemismo y López Murphy. También se le oponen monopolios alemanes, como la Siemens, y grupos ingleses.

Políticamente el gobierno de Duhalde es el producto de fuerzas afines a esos grupos económicos. Es el resultado de un acuerdo del duhaldismo con el alfonsinismo y el Frepaso. Acuerdo monitoreado, por lo que ha trascendido, desde junio de 2001, por Raúl Alfonsín, y en el que tuvieron un papel destacado los dos armadores del Pacto de Olivos: Coty Nosiglia y Luis Barrionuevo. Raúl Alfonsín ya fue el que armó la estructura de la Alianza antes de las elecciones de 1999. Alfonsín y Duhalde, ante la evidencia que el gobierno de De la Rúa se

derrumbaba, venían tejiendo laboriosamente, como informó el semanario HOY, la transición post-De la Rúa. En Diciembre del 2001, cuando se iniciaron las negociaciones para una concertación o acuerdo nacional, no fue descartada la posibilidad de mantener como un títere a De la Rúa en la presidencia de la Nación, con Duhalde como Ministro Coordinador con superpoderes. Para asegurar la transición, con o sin De la Rúa, se designó a Raúl Puerta como presidente del Senado y se buscó el apoyo de la embajada yanqui para el proyecto. El Argentinazo del 20 de Diciembre y el surgimiento de un bloque de gobernadores del interior se cruzó en estos planes. El Argentinazo porque derribó al gobierno de De la Rúa-Cavallo y abrió un curso revolucionario al movimiento popular y el Frente Federal de gobernadores porque impuso la presidencia de Adolfo Rodríguez Saá, y éste aplicó un programa no consensuado con el grupo hegemónico.

El programa de Duhalde es muy sencillo: a cambio del salvataje de las empresas, bancos e inversiones del grupo que representa y de asistencia financiera urgente, se ofrece a los yanquis para hacer el ajuste que estos exigen. ¿Qué exigen los yanquis? : un presupuesto y un programa “sustentables”. Es decir: un presupuesto que alcance para pagar los intereses de la deuda externa (a la que están de acuerdo en reestructurar e incluso en realizar una quita sustancial porque saben que es impagable) y que no sea deficitario, para lo cual plantean que el ajuste vaya a fondo en las provincias y se pongan algunas barreras a la corrupción que no los beneficia a ellos directamente (como es el llamado “gasto político”) que se flexibilicen a fondo las normas laborales; que se licuen los salarios hasta un mínimo de 70-80 dólares (cosa que se está haciendo por el camino de la devaluación del peso); que se les entregue a ellos (no que simplemente se privaticen) los bancos estatales (Nación, Provincia, Ciudad y Córdoba) a los que Duhalde quiere concentrar en el llamado Banco Federal; se ha mencionado también la exigencia de que se les entregue la “acción oro” que tiene el Estado nacional en Repsol-YPF; que se vote condenando a Cuba en las Naciones Unidas, se apoye el Plan Colombia y exigen bases en la Patagonia para el proyecto de Defensa Antimisilística de los EE.UU. Todo esto, como se diría vulgarmente, “llave en mano”, por lo que no concederán un solo dólar de préstamo sin medidas concretas y aclarando que ellos no van a dar “ayuda” para que ese dinero se use para salvar al grupo Clarín o a los bancos españoles, por lo que en caso de ser concedida, quedaría depositada fuera del país. Por eso exigieron la anulación y luego el veto de la ley de Quiebras, llamada “ley Clarín”, porque fue redactada para salvar de la bancarrota al mencionado holding de medios.

Los yanquis, pese a las repercusiones económicas, financieras y políticas de la crisis argentina, incluso en Wall Street en donde grupos norteamericanos han sufrido las consecuencias de nuestra bancarrota, tensan la cuerda hasta lograr la rendición nacional. “En Washington fui muy bien recibido, pero la verdad es que de plata ni se habló”, así resumió al presidente Eduardo Duhalde los resultados de su viaje a los EE.UU. Jorge Remes Lenicov (La Nueva Provincia, 17/ 2/2 ) Por lo pronto, hasta que el gobierno no defina algunos puntos centrales sobre el rumbo económico, no desembarcará la misión técnica del FMI en el país. Los bancos extranjeros están disgustados por el veto parcial a la Ley de Quiebras porque reclamaban un veto total de la misma. El FMI considera que todavía son pocas “las pruebas de amor” concedidas por el gobierno de Duhalde-Alfonsín-Ibarra. La visita del canciller alemán Schroeder mostró que los monopolios alemanes tienen posiciones cercanas a las de los EE.UU. Schroeder, de quien no hay la más mínima duda “de que no habla sólo en nombre de Alemania sino en el del Grupo de los Siete” (La Nueva Provincia, 17/2/02) dijo claramente que la Argentina, primero, deberá hacer los ajustes que se le reclaman para después, y “paso a paso”, ir en búsqueda de la ayuda financiera que necesita.

Duhalde prometió todo tipo de concesiones a los yanquis, tanto en las entrevistas que realizaron Ruckauf y Remes Lenicov en los EE.UU, como en la carta a Bush que llevó el canciller en su viaje a los EE.UU. Está convencido, como le dijo a los principales dirigentes del peronismo, el radicalismo y el Frepaso el 19 de febrero, que “salir de esta situación extrema sin el auxilio del Fondo no es posible” (Clarín, 20/2/2). Por eso envía señales de amor a los yanquis y a el FMI, aunque haya dicho a los dirigentes de los desocupados que si no viene

dinero va a romper con el FMI. Entre esas “señales de amor” a los yanquis es muy importante la carta de Duhalde al presidente de Colombia Andrés Pastrana dándole el apoyo del gobierno argentino a la guerra que el gobierno colombiano –con la ayuda militar yanqui- acaba de iniciar contra las FARC. Y será muy importante la posición argentina en la Naciones Unidas frente al intento de los EE.UU de condenar a Cuba por violación de los derechos humanos. Ese es uno de los principales gestos de amor a los EE.UU que puede hacer el gobierno duhaldista. Porque si quisiese verdaderamente romper con el FMI, o tener una actitud al menos digna frente al mismo, no debería arrodillarse ante la exigencia yanqui y no debería apoyar la posición imperialista, fascista, de Bush, frente a Cuba. Enviaría así una señal clara a los que resisten al imperialismo yanqui en América Latina y demostraría que no sigue la política “lamebotas” de De la Rúa. Pero Duhalde sigue al pie de la letra la política delarruista. El mismo perro con diferente collar. La suma que quiere el gobierno argentino para paliar por unos meses la crisis es muy grande para las cifras habituales de préstamos internacionales. El gobierno habla de 23 a 25 mil millones de dólares y confiaba, inicialmente, en conseguir 18 mil millones, concediendo lo exigido por los yanquis. 20 mil millones de dólares es la suma total que la banca mundial prestó a Africa en años. El gobierno yanqui de Bush tiene en todo esto una posición que privilegia los intereses de la línea belicista que sigue el imperialismo yanqui desde el triunfo republicano y muy especialmente luego del 11 de septiembre y mantiene mano dura hacia el sector especulativo de las finanzas norteamericanas. Para que se tenga una idea de lo que significa la suma que pide el gobierno argentino basta decir que el gobierno de Bush, realizando un gigantesco esfuerzo financiero, ha presentado un presupuesto de guerra que aumenta en 48 mil millones de dólares los gastos de defensa para el período 2002-2003.

En tanto el gobierno de Duhalde ha licuado la deuda de los grandes grupos económicos que defiende mientras sigue confiscando los depósitos realizados por pequeños y medianos ahorristas en el sistema financiero. Con la licuación de pasivos (uno a uno) Duhalde les regaló 30 mil millones de dólares a los grandes grupos financieros. Ahora estos le exigen un seguro de cambio que les permita licuar los 40 mil millones que deben en el exterior, semejante a la que hizo la dictadura militar y aseguró luego el alfonsinismo (Cavallo y Machinea mediante). Además le regalará a los bancos más de 20 mil millones de dólares con el bono compensatorio que va a emitir para resarcirlos de las diferencias producidas con las últimas medidas entre deudores y acreedores, con lo que el déficit real, no el dibujado del presupuesto presentado al Congreso para el 2002, será de más de 30 mil millones de dólares. A Duhalde el parlamento banelquizado le ha otorgado superpoderes inconstitucionales con los que pretende ahora no pagar sueldos a los empleados estatales y realizar actos semejantes contra los asalariados. Con la devaluación, Duhalde, ha realizado la más impresionante transferencia de fondos de la historia argentina, beneficiando a los grandes grupos económicos, a los bancos, a los exportadores, a los terratenientes de la Sociedad Rural, entre otros, y ha expropiado masivamente a todos los que tienen ingresos fijos, en primer lugar a los asalariados y jubilados y pensionados, a los que les redujo a la mitad —por ahora— sus ingresos. El gobierno pretende imponer un régimen de coparticipación federal de impuestos inadmisible para las provincias, puesto que se les adjudicaría un 38% de la distribución. De concretarse las provincias entrarían en verdadera cesación de pagos a los empleados públicos provinciales y municipales y de liquidación de los servicios básicos como salud, educación, vivienda, etc. con lo cual la contradicción entre el interior y la política de Duhalde se pondría al rojo vivo.

Una crisis estructural

La crisis argentina no es, simplemente, una crisis de coyuntura o una crisis producto del “modelo” que se aplicó en los últimos años. Nuestra crisis económica y social es expresión de la profunda crisis de la estructura dependiente del imperialismo y de la subsistencia del latifundio que sigue reinando soberano en la Argentina moderna. Las políticas aplicadas desde marzo de 1976 a la fecha han agravado la dependencia, convirtiendo a la Argentina en el mayor deudor de los llamados “países emergentes” (la deuda externa pública asciende a

170 mil millones de dólares y a 40 mil millones la privada), con el 40% de su industria, la mayoría de sus servicios públicos y el 90% de sus bancos en manos extranjeras y han fortalecido el poder de los terratenientes y sociedades anónimas que controlan las mejores tierras del país. Según los datos oficiales, en la Argentina casi la mitad de la población (el 46,7% de la población urbana) es pobre (se considera pobre a un adulto que gana menos de 154 $ por mes, por lo que un desocupado que gana 200$ con un plan de trabajo escapa a esa categoría). Más de seis millones de personas adultas, en las zonas urbanas, son indigentes, ganan menos de 64 pesos por mes. 2.400.000 personas, en el Gran Buenos Aires, son pobres y 830. 000 son indigentes. La desocupación oficialmente admitida de la población urbana es superior al 22% de la población económicamente activa y se ha agravado en los últimos meses: en Diciembre hubo 25 mil nuevos desocupados y en enero-febrero se producen, promedio, mil despidos por día. Entre 50 y 100 niños mueren por día por causas evitables. La modernización del agro producto de los avances tecnológicos de las últimas décadas, al subsistir el latifundio y profundizarse la dependencia del país, ha agravado al máximo la situación de las grandes masas de campesinos pobres y medios arrojándolos del campo y una masa importante de productores ricos se ha fundido. Manteniendo esta estructura no hay ninguna posibilidad de progreso y toda tentativa de solución orientada a proteger los intereses imperialistas en el país y los de la burguesía intermediaria de los monopolios imperialistas y los de los terratenientes - beneficiados históricamente con esta política- solo servirá para acumular más y más factores que potencian la crisis. No se puede luchar contra los efectos de la política económica de los gobiernos que defienden esa estructura económica sin luchar contra sus causas. Porque a la larga salen siempre ganando esas clases explotadoras. Por eso sin una revolución de liberación nacional y social que termine con el dominio imperialista sobre el país y con el latifundio no hay salida para el drama nacional. El Argentinazo ha puesto en el orden del día la necesidad de la revolución democrático-popular, agraria y antiimperialista, en marcha ininterrumpida al socialismo.

Curso sinuoso

El Argentinazo ha abierto un proceso revolucionario aún inconcluso. Se ha acelerado el proceso de desenlace del auge abierto en 1993. El desemboque comenzó con la renuncia de Chacho Alvarez a la vicepresidencia de la Nación y se aceleró con el Argentinazo. La debilidad de las fuerzas revolucionarias no permitió lograr, en el primer round, un gobierno de unidad popular. El movimiento que volteó al gobierno de De la Rúa sigue en su fase de ascenso. No ha podido ser frenado. Las Asambleas Populares y el desarrollo de un poderoso y múltiple movimiento de protesta y de lucha se profundiza y extiende a todo el país. Localidad por localidad y pueblo por pueblo, como demuestran hechos sobresalientes como el Casildazo o las movilizaciones en La Quiaca, Norte de Salta, Jachal, Entre Ríos, General Pico o Río Colorado en Río Negro. El proceso será sinuoso porque el enemigo, asombrado, asustado y enloquecido de odio por la movilización popular, silenciosamente, afila sus cuchillos para contragolpear.

La salida

En el movimiento de lucha se da un amplio debate. Tanto en el movimiento obrero, como en el movimiento piquetero y en las asambleas populares, multisectoriales y comités de crisis. El centro del debate es sobre la salida. El duhaldismo y sus aliados se dan un plazo de 180 días para poner en vereda la protesta popular y estabilizarse en el gobierno. Van a emitir moneda en grandes cantidades. Es el único camino que imaginan para impedir el derrumbe total del aparato peronista, con vistas al 2003. Ya Ruckauf, De la Sota e incluso Reuteman, figuran con índices mínimos de apoyo en las encuesta que encarga el poder. Caminan por la cuerda floja a elevada altura y sin red de salvataje. Están acosados por muchos enemigos, amenazados

por la recesión que no logran frenar y por la hiperinflación. Por eso preparan planes represivos apoyándose en los grupos de choque del peronismo bonaerense y buscan apoyos militares. Ante la resistencia de las Fuerzas Armadas a participar en la represión contra el pueblo pretenden enviar al Ejército a custodiar las fronteras y dedicar el 100% de las fuerzas de Gendarmería y Prefectura a la represión. Cada día con mayor tibieza amenazan a los yanquis con aliarse a Brasil (en donde puede triunfar en el ballotage de las próximas elecciones una posible alianza del PT y el partido de Cardozo) y a Venezuela. Pero los yanquis no dejan de apretar el cerco sobre el gobierno.de Duhalde. Este espera llegar al 2003 y que sus candidatos ganen esa elección. Si eso no es posible adelantarían el llamado a elecciones. Por eso se preparan planes alternativos, electorales, con Chiche Duhalde como candidata a presidente por el PJ. Como todavía una gran masa de los trabajadores peronista tiene una cuota de expectativa con Duhalde y entiende el ataque al mismo como un ataque al peronismo, sin conciliar en la caracterización del gobierno, y sin abrir expectativas en el mismo, debemos ser cuidadosos en los adjetivos que le aplicamos y explicar, pacientemente a esas masas, a quién beneficia la política duhaldista y cómo es más de lo mismo en relación a la de De la Rúa. Un enorme sector del peronismo se opone a este rumbo y a estos planes y prepara los suyos. La contradicción del gobierno nacional, un gobierno bonaerense, con el peronismo del interior, se agudiza día a día. Adolfo Rodríguez Saá lanzaría próximamente su candidatura a presidente de la Nación levantando las banderas del federalismo popular. Puede ir por dentro o por fuera del PJ. También Felipe Solá ha buscado diferenciarse de Duhalde.

La derecha neoliberal, que estuvo representada por Cavallo y por Alsogaray, se va agrupando tras la figura de Ricardo López Murphy. Tanto para una salida electoral (representa un 10% aproximadamente de los votos) o cívico-militar. López Murphy –que muy probablemente deba ir por fuera de la UCR- negocia con De la Sota (muy disminuido por su creciente desprestigio en la Provincia de Córdoba), con Mauricio Macri, con Reuteman y con Menem. Este ha anunciado que de volver al gobierno llevaría a López Murphy de ministro de economía, dejando ver lo avanzado que están los proyectos políticos de la derecha proyanqui puesto que Menem sigue planteando las propuestas políticas y económicas más cercanas a los yanquis. Se habla, incluso, para el caso de que la situación política del país se agrave para las clases dominantes, de un gobierno de fideicomiso, apoyado en un golpe militar, presidido por un civil y con la participación de un delegado de las Naciones Unidas. Como se hizo en Chipre y en otros países.

Se ha agudizado la lucha por la conducción de las FF.AA. y, como hace 15 años, comienzan a circular nombres de generales para dirigir el Ejército y se realizan campañas de desinformación para ocultar sus verdaderas afinidades.

También se ha agudizado la lucha dentro de la Iglesia. El sector de obispos relacionado desde muchos años con el grupo de monopolios y terratenientes que están hoy en el gobierno, grupo encabezado por figuras como el obispo Casaretto y el obispo Laguna, que apoyaron en su momento al alfonsinismo y trabajaron desde hace dos años por un “gobierno de unidad nacional”, con el apoyo del obispo Karlic, motorizaron las conversaciones de la “mesa del diálogo nacional”. Esta, en los hechos, se transformó en un apoyo de la Iglesia y algunas fuerzas políticas, sindicales y patronales al gobierno de Duhalde. Este aplicó las principales medidas de gobierno al margen de ese diálogo (devaluación, medidas para el “corralito”, licuación de pasivos, etc) y utilizó las conversaciones presididas por la Iglesia para ganar tiempo. Inicialmente monseñor Bergoglio apoyó la “mesa de diálogo” pero a poco andar, presionado por el descontento que esto originó en la Iglesia, fue tomando distancia de la maniobra de concertación obrero-patronal.

El centroizquierda ha ido tejiendo su red con Lilita Carrió a la cabeza. Se ha organizado el Interbloque de Diputados que une al ARI, el Frente Grande encabezado por Vitar, a “Barba” Gutierrez, ex Polo Social, el PSP, otros socialistas y sectores de izquierda radical. La corriente radical de Storani, Moreau, y Rodríguez, o algunos de sus dirigentes, podría confluir con la Carrió al igual que dirigentes peronistas que se diferencian de Duhalde por izquierda. Se ha

hablado de una posible fórmula Carrió-De Genaro. Algunos piensan que ese frente puede incluir a Zamora, con lo que descuentan un triunfo aplastante del centro izquierda en una elección en la Capital Federal y el triunfo a escala nacional si arman bien sus propuestas y candidaturas.

Todo esto con la amenaza de una impresionante masa de ciudadanos que anularía el voto, votaría en blanco o se abstendría, masa que en las encuestas actuales supera el 50% de los entrevistados.

Alicia Castro y un sector del ex Polo Social (Moisés Fontela, D´Elía, entre otros) no han entrado al frente organizado por la Carrió.

La “izquierda” reformista, electoral, a partir del Argentinazo y de la profundización revolucionaria del movimiento obrero y popular, se cubre con vocabulario izquierdista mientras trabaja para un frente electoral de izquierda. Tanto para elecciones generales como para la constituyente que anunció Duhalde Este será un frente funcional a los planes generales de las fuerzas prorrusas y socialdemócratas y, como sucedió en su momento con el APR de Alende-Sueldo, con el PI de Alende, y con diferentes frentes de izquierda (por ejemplo cuando el holding Clarín y los prorrusos “mejicanearon” con Chacho Alvarez el Frente del Sur) será inflado o desinflado de acuerdo con el plan maestro principal de los prorrusos y los socialdemócratas. Han constituido la Mesa de Izquierda y se reúnen regularmente: Izquierda Unida, PO, MAS, Convergencia Socialista, el movimiento de Castells (que ha lanzado la candidatura de Castells a presidente) , otros grupos trotsquistas, Patria Libre y el Socialismo Auténtico. Rompieron la unidad del movimiento piquetero con la finalidad de copar la tercera Asamblea Piquetera y llevar a ésta a servir de apoyo a esa propuesta política y ahora pretenden dividir a las asamblea populares para crear, junto al Bloque Piquetero, un centro de dirección que trabaje con esa orientación. El centro izquierda y la izquierda reformista están unidas en el reclamo de una salida electoral. Tanto Carrió, como Verbitzky, Kirchner y el Bloque de Izquierda, exigen elecciones y eluden el problema de quién las convoca y controla, ya sean elecciones generales como reclama el centroizquierda o a constituyente como plantea la mayoría del Bloque de Izquierda.

Nuestro Partido, representante del proletariado revolucionario, trabaja para radicalizar el movimiento obrero y popular y, con blanco en el gobierno duhaldista que continúa con la política de hambre y entrega del menemismo y el delarruismo, apoyándose en la democracia directa de las masas, imponer, por el camino del Argentinazo, un gobierno de unidad popular. Nosotros lucharemos para que este gobierno esté hegemonizado por el proletariado, termine con esta política aplicando las diez medidas de nuestra plataforma inmediata, convoque a una Asamblea Constituyente verdaderamente soberana y avance hacia la Revolución de Liberación Nacional y Social barriendo este Estado oligárquico-imperialista.

Es necesario que el Partido divulgue masivamente nuestro programa, el programa del IX Congreso y explique pacientemente a las masas que esta democracia “representativa” no sirve para salir del pozo profundo de la crisis, el hambre, la miseria y la entrega nacional a la que ha sido llevada la Argentina. Terminar el movimiento que derribó a De la Rúa en una variante recauchutada de la democracia representativa modelo 1994, sería la derrota de ese movimiento que comenzó con el Argentinazo y permitió desplegar, posteriormente, un impresionante movimiento popular de democracia directa. El rasgo más notable de lo sucedido luego del 20 de Diciembre es la práctica de la democracia directa, la “democracia grande” que siempre postulamos los maoístas y el repudio al artículo clave de la Constitución oligárquica de 1853 ratificado por la Reforma Constitucional de 1994 . El art. 22 que dice: “El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición” . El debate entre la izquierda revolucionaria y el centroizquierda y la izquierda reformista está focalizado en el tema del poder, del tipo de Estado que se necesita para resolver a favor de la clase obrera y el

pueblo la terrible crisis actual. Hay que barrer este Estado oligárquico-imperialista. Los funcionarios deben ser elegibles (todos) y revocables (todos). Deben crearse tribunales populares y todos los jueces y fiscales, desde la Corte Suprema para abajo, deben ser electos y revocables. Deben ser simples mandatarios del pueblo y no deben ganar más que un obrero especializado (metalúrgico o del automotor). El debate sobre una Asamblea Constituyente, con el PC revisionista y las organizaciones trotsquistas, gira en torno a quién la convoca para que pueda ser, verdaderamente, libre y soberana (es decir: ejerza los tres poderes a más del constituyente). Trotsquistas y revisionistas eluden el problema del poder. Han planteado, hasta ahora, en la práctica, que De la Rúa y el Senado y la Cámara de Diputados corruptos la convocasen. eludiendo que en tal caso sería imposible que fuese soberana, como sucedió con la de 1994. Esto no significa que, tácticamente, no hagamos en el futuro las vueltas y revueltas tácticas que exija la situación, dado que el desarrollo de los acontecimientos será sinuoso, con idas y vueltas, y, lo más probable, violento. No somos ni antielectoralistas ni antiparlamentarios. Y aunque no luchamos por una salida electoral no está descartado que en el futuro pueda ser necesario participar en elecciones, tanto generales como a constituyentes. La experiencia de la revolución española, entre otras, es instructiva al respecto. Pero, tácticamente, partimos de la realidad a la luz de nuestra línea revolucionaria y apuntamos, siempre, a crear las mejores condiciones para que pueda triunfar la revolución democrático-popular, agraria y antiimperialista.

Las tareas en el movimiento obrero y popular.

La mayor debilidad del movimiento popular, que impidió que el Argentinazo coronase en un gobierno de unidad popular, es la debilidad del movimiento obrero debido a las direcciones propatronales y progubernamentales del movimiento sindical. Estas controlan lo fundamental de las organizaciones sindicales del proletariado industrial y rural. Esto explica que la clase obrera argentina, una de las más combativas del mundo, que le hizo 7 paros generales en dos años al gobierno de De la Rúa, no haya reaccionado ante el brutal hachazo a sus salarios que implicó la devaluación duhaldista. La experiencia de la Comisión de Lucha del Ingenio La Esperanza, la de Renacer en Tierra del Fuego,.de Mocoví en Santa Fe, entre otras, y las direcciones clasistas como la de Terrabussi y las de Río Turbio, Zanón, SEOM Jujuy, interna de AG3 en Bahía Blanca, la de los pescadores marplatense, la de la seccional Haedo de ferroviarios, la interna de EMFER, muestran el camino para romper, desde abajo, el control que esas direcciones ejercen sobre el movimiento obrero. La situación abierta en la UOM muestra, por otro lado, que pueden producirse profundas resquebrajaduras en el aparato propatronal y proestatal de los sindicatos. Por eso tiene una gran importancia la iniciativa de la interna de Terrabussi de convocar a otras internas, delegados y organizaciones sindicales clasistas a un encuentro para debatir esta situación del movimiento obrero y acordar propuestas de lucha. Esta pasa a ser la tarea central que encararemos en el período inmediato.

En el actual momento político es fundamental que las direcciones sindicales clasistas y combativas del movimiento obrero tomen en sus manos la lucha por la asistencia alimentaria y el millón de puestos de trabajo para los desocupados.

En este marco tiene una gran importancia el triunfo de las fuerzas clasistas en las elecciones del SEOM de Jujuy, gremio que estuvo a la cabeza, desde su inicio, de la Corriente Clasista y Combativa.

Es posible, dada la situación política y económica, que a corto plazo se produzcan grandes luchas obreras. Tiene mucha importancia el reinicio del plan de lucha de la UOM. Un conjunto de seccionales (alrededor de 20 de todo el país incluidas las principales seccionales sidero-metalúrgicas) hizo un plenario en la Matanza y luego marcharon al abrazo al Congreso el 13 de Febrero. Participaron en la jornada de lucha del 20 de febrero y realizarán un nuevo

plenario nacional y una Marcha por la Producción y el Trabajo que arranca el 5 de marzo de Villa Constitución. Este reagrupamiento, en el que participan “Barba” Gutiérrez, Recúpero, Brunelli, Piccinini, entre otros, se lanza a la disputa de la dirección de la UOM. Son críticos de Daer y de Moyano.

La consigna de paro nacional activo de 36 horas en lucha contra la política del duhaldismo y su tremendas consecuencias para los trabajadores tiene que ser la consigna central de lucha de todo el movimiento popular.

El Movimiento de Desocupados y el MIJP: desde el 20 de Diciembre a la fecha, el movimiento de desocupados organizado en la CCC nacional ha triplicado sus fuerzas. Las fuerzas organizadas por la CCC han crecido en una forma tal que en muchos lugares es imposible poder mantener el movimiento si éste no da un salto muy grande en su organización y si no crece rápidamente el número de afiliados y la celularización del Partido. La experiencia de La Matanza nos sirve como modelo de cómo asegurar la práctica de la más amplia democracia de masas en el movimiento y su elevación política, indispensables para consolidar la organización. La experiencia matancera nos ayudó además a avanzar en la organización de la propia CCC, de la seguridad y de todos los aspectos básicos de lo que se ha constituido en una poderosa organización combativa de masas. Tenemos que avanzar en la relación entre el movimiento de trabajadores desocupados y el de los trabajadores ocupados, porque ésta es la debilidad principal del actual movimiento de masas. Ha habido algunas experiencias importantes como las de los desocupados y los obreros en lucha en EMFER (San Martín), en Renacer en Ushuaia, en Terrabussi en el Gran Buenos Aires, en La Esperanza en Jujuy, en Alpargatas y con los trabajadores azucareros en Tucumán. Pero todavía son experiencias aisladas. La importancia de mejorar nuestro trabajo entre los desocupados es enorme porque todavía la masa organizada es mínima en relación a la enorme masa de desocupados. Y en la lucha entre las fuerzas revolucionarias y las reaccionarias es fundamental quién va a dirigir a esa enorme masa de trabajadores condenada al hambre por el sistema.

Se pudo derrotar la maniobra fraccionista y de copamiento de Raúl Castells y se ha logrado recuperar el MIJP que realizó recientemente su Plenario Nacional en Mar del Plata. La política reformista de las organizaciones dirigidas por el PC, y el abandono por Castells de las luchas de los jubilados y pensionados, impide la lucha de estos por sus numerosas reivindicaciones. Hay más de dos millones de trabajadores de más de 60 años privados de toda jubilación o subsidio. Hace cuatro meses que no se cumple con el plan ASOMA ni con el plan alimentario del PAMI. Este ha colapsado, se arroja a los ancianos de los ancianatos y no hay médicos ni ayuda para comprar sus remedios. La experiencia del MIJP ha demostrado que esta masa es uno de los destacamentos más combativos del movimiento obrero si se la organiza con una línea clasista.

- - - - - ooo - - - - -

Se han comenzado a producir las primeras luchas agrarias bajo el duhaldismo. Los yerbateros de Misiones salieron a la lucha por la aprobación de la ley yerbatera. Los productores tabacaleros de Jujuy y otras provincias han decidido no entregar tabaco hasta tanto las empresas no mejoren el precio. Los tamberos cordobeses exigen precio mínimo sostén. Los medieros de La Plata, productores de Río Negro, productores entrerrianos, están en movimiento. El Movimiento de las Mujeres en Lucha ha continuado desarrollándose. Hay un momento de espera porque no se conocen bien, aún, las consecuencias que tendrá la devaluación para cada sector de la producción agropecuaria.

El otro gran contingente que entrará en lucha en las próximas semanas es el de los estudiantes universitarios y secundarios y el de los docentes. Su entrada masiva en combate,

en las presentes circunstancias, tonificará poderosamente al movimiento popular.

Tendrá también un gran importancia la lucha del movimiento de mujeres contra la carestía de la vida y por las reivindicaciones específicas. La lucha contra los aumentos de tarifas puede tornarse explosiva si el partido la organiza. El Partido debe discutir, en todas las instancias, como ayuda a desarrollar a Amas de Casa del País que ha crecido entre las mujeres del movimiento de desocupados y puede crecer aún más y es el gran instrumento para luchar contra los aumentos de precio y contra la carestía. Se deben acelerar, también, las tareas para el próximo Encuentro de Mujeres puesto que requerirá un gran esfuerzo el envío de las delegaciones.

El 2 de abril se cumplen veinte años de la gesta patriótica de Malvinas. Empujaremos en todo el país distinto tipo de actividades para conmemorar esa lucha y levantar las reivindicaciones de los Ex Combatientes.

La situación internacional y las tareas del Partido

Con posterioridad al atentado contra las Torres Gemelas el imperialismo yanqui ha desplegado una amplísima campaña internacional y demostrado sus ambiciones expansionistas. Quieren ser la superpotencia dominante a escala mundial del siglo XXI. Luego de la Guerra del Golfo se establecieron militarmente en forma dominante en Kuwait, Arabia Saudita y el Golfo Pérsico. Han alentado la política fascista de Sharon en Israel. Han fortalecido sus posiciones en Turquía. Con la invasión a Afganistán metieron sus fuerzas armadas en ese país y en Uzbequistán y en Kirguistán, ex repúblicas soviéticas, y reforzaron sus posiciones en Paquistán y en el Océano Indico. Así han completado su cerco militar sobre el petróleo del Medio Oriente y del Mar Caspio. Han desembarcado en Filipinas y amenazan a Corea del Norte con lo que van estableciendo un cerco a la República Popular China. Ahora amenazan con agredir a Irak, a Irán y Corea del Norte, lo que ha levantado una oleada de repudio de parte de los países árabes y del Tercer Mundo y de los países imperialistas europeos, Rusia y China.

La crisis económica azota a los EE.UU como se ha mostrado con la quiebra fraudulenta de la Enron, el séptimo grupo monopolista yanqui, y ya nadie niega que es mundial al detenerse el crecimiento europeo, sobretodo alemán, bambolearse al borde de la quiebra el grupo FIAT en Italia, y mantenerse el estancamiento japonés y del sudeste asiático. Para zafar de la crisis, el imperialismo yanqui, como ha hecho desde la segunda guerra mundial, se lanza a un rumbo abiertamente belicista. Los EE.UU en pie de guerra aumentarán este año sus gastos bélicos en 48 mil millones de dólares. Este aumento equivale al presupuesto de guerra de un año y medio del ejército francés. Los 379 mil millones de dólares presupuestados este año para gastos de guerra en los EE.UU. suponen el 40% del gasto mundial en ese rubro y es 10 veces superior a lo que gastan Rusia y China juntas. Una buena parte de ese gasto es puro derroche pero se están diseñando armas que parecen de ciencia ficción. Así espera el imperialismo zafar de la crisis económica y asegurarse el dominio mundial.

Hasta ahora tuvo un guiño complaciente de los imperialistas europeos (particularmente de Gran Bretaña) y de Rusia. El presidente ruso Vladimir Putin, protestó tímidamente el 13 de diciembre por la denuncia yanqui del Tratado Antimisilístico de 1972, pero dejó hacer a Bush. Ahora el ministro ruso de defensa ha protestado, el 3 de febrero, por la denuncia yanqui del llamado “eje del mal” (Irak, Irán y Corea del Norte). La próxima reunión de G. W. Bush con Putin podrá despejar si Rusia se orienta a privilegiar su política europea sobre su política asiática y a una alianza estratégica con los EE.UU o si endurece su política con el imperialismo yanqui. Francia e Italia han tomado distancia de la política antiiraquí de Bush. Pero éste sigue sus preparativos para atacar a Bagdad. China reaccionó sin demasiado alboroto, pero con

firmeza, ante las declaraciones de Bush contra los países “enemigos”.

Simultáneamente el gobierno yanqui estimuló una política de guerra en Colombia. Aquí se ha abierto una situación de consecuencias impredecibles porque la guerrilla colombiana enfrentará, como lo ha hecho hasta ahora, la agresión de las fuerzas de Pastrana apoyadas por los EE.UU. Se está desplegando el Plan Colombia del imperialismo yanqui y esto arrastrará a otros países sudamericanos. La posición claudicante del gobierno de Duhalde frente a las exigencias de los EE.UU. crea graves peligros para nuestro país y la solidaridad con el heroico pueblo hermano de Colombia es una tarea de honor de la clase obrera y el pueblo argentino. Además los yanquis están tras las maniobras para desestabilizar al gobierno de Chávez en Venezuela, complotan en Brasil con vistas a las próximas elecciones y estimulan la represión, so pretexto de la lucha antinarcótico, en Ecuador, Perú y Bolivia. En este último país hermano se mantiene una activa insurgencia popular pese a la dura represión gubernanmental.

La situación internacional se ha preñado de amenazas de guerra y es en ese marco que deben analizarse las relaciones argentino-yanquis en relación con la cesación de pagos de la deuda externa argentina y a los pedidos de ayuda financiera de nuestro país. Se ha agudizado la disputa interimperialista por el control de la Argentina. No es cierto que a los yanquis no les interesa la crisis argentina. Esta afectó las ganancias de importantes grupos norteamericanos radicados en el país y benefició con el “corralito” a algunos de sus bancos. Los yanquis utilizan la crisis argentina para tratar de darle un golpe mortal a las inversiones españolas, italianas y de otros países aquí. Los grandes grupos económicos españoles, que ganaron sumas fabulosas en los últimos años en la Argentina, ahora arriesgan perder, también, sumas enormes. Al mismo tiempo miles de ahorristas quedaron atrapados con la devaluación de los bonos argentinos. Sólo en Italia se calcula que hay 200 mil ahorristas que han perdido 15 mil millones de euros por la devaluación de los títulos argentinos de la deuda externa. Uruguay, Paraguay y Brasil sufrirán duramente por nuestra crisis que también afectó a México. Tampoco es cierto que no les interesa el rumbo de la Argentina, puesto que la base que quieren instalar en Chubut para su sistema de defensa antimisilística es fundamental para el éxito del mismo y tiemblan ante la perspectiva que abriría en América del Sur un estallido revolucionario en nuestro país.

Solidaridad internacional

Con posterioridad al 20 de Diciembre se ha desarrollado un amplísimo movimiento internacional de solidaridad con la clase obrera y el pueblo argentino. Nuestro Partido ha recibido el apoyo solidario de los partidos hermanos, marxistas-leninistas y la invitación para participar en iniciativas internacionales. Agradecemos el apoyo de las fuerzas hermanas y amigas conscientes que, sin ella, será imposible el triunfo de la revolución argentina.

El Partido

La situación argentina marcha, aceleradamente, a un desemboque. Esta abierta la posibilidad de un desemboque revolucionario porque la situación es revolucionaria. Cada día que pasa es más difícil para las grandes masas seguir viviendo como viven y es más difícil para los de arriba seguir gobernando como antes. Para que esta situación se transforme en una situación revolucionaria directa será fundamental el papel del Partido. El Partido es hoy una fuerza nacionalmente reconocida por grandes masas. Con el Partido que tenemos pudimos ser el motor del argentinazo. Pero es insuficiente para dirigir las luchas revolucionarias que se avecinan.

El Partido y la JCR jugaron un rol destacado en las luchas que llevaron al Argentinazo, en el Argentinazo y en las luchas actuales. El Partido ha avanzado y, en momentos muy difíciles, ha mantenido su unidad. Pero en el Partido y en la Juventud es evidente la diferencia entre los militantes que comprenden la magnitud de los cambios que se han producido en el país luego del 20 de Diciembre y la de aquellos que no los comprenden. Los primeros están saturados de optimismo revolucionario y se esfuerzan por ponerse a tono con el momento. Los otros siguen al ritmo cansino de las épocas prerrevolucionarias. Para que el Partido pueda acerarse y cumplir su papel de vanguardia tenemos que barrer los fuertes resabios socialdemócratas producidos por veinte años de curso pacífico y electoral. Resabios que se manifiestan en el terreno de las cotizaciones y el trabajo financiero, en el trabajo con la prensa y los materiales del Partido, en las concepciones movimientistas sobre la preparación del Partido para dominar todas las formas de lucha y en el internismo pequeño burgués que analiza la política alrededor de los intereses de la “quintita” o de los amigos y compadres.

Han entrado al Partido y a la Juventud muchos militantes que son dirigentes del movimiento de desocupados, de las empresas en lucha, de movimientos de jubilados, del movimiento juvenil. Se han incorporado muchas compañeras, llenas de empuje, dirigentes de masa. Se han afiliado algunos intelectuales prestigiosos. Hay que aprender de esos nuevos afiliados, del empuje que tienen, de lo que traen del movimiento de masas, para poder ayudarlos, en especial a los nuevos secretarios de célula, a adquirir los elementos fundamentales de nuestra línea y de la teoría marxista-leninista para que puedan dirigir a las grandes masas. Tenemos que caminar con las dos piernas: la del continuo fortalecimiento de los movimientos de frente único revolucionario y la de la afiliación permanente al Partido y la organización de nuevas células. Tenemos, en lo inmediato, que garantizar la planificación del Mes de la Prensa, que este año haremos en el mes de Abril y dar cumplimiento a las resoluciones del último Pleno del Comité Central sobre el trabajo financiero del Partido. Las actividades educativas pasan a ser vitales para todo esto. Hay condiciones, como se ha comprobado en algunos regionales, para el crecimiento a saltos del Partido y la Juventud.

Informe del Comité Central del PCR.

La política de Duhalde-Alfonsín provoca la hambruna popular y pone en peligro a la patria. No hay salida con elecciones que mantendrán todo el andamiaje estatal podrido. Hay amenazas represivas. La respuesta es unir al movimiento obrero y el pueblo en un paro nacional activo de 36 horas, avanzando por el camino del Argentinazo para

Imponer un gobierno de unidad popular El Comité Central del Partido Comunista Revolucionario se reunió el 18 y 19 de mayo, y aprobó un informe sobre la situación política, la línea y las tareas. Publicamos el texto completo de dicho informe. La edición es de Hoy (títulos, subtítulos, fotos y textos de síntesis con los que se inicia cada capítulo).

1. La crisis económica y socialFoto: Niños con hambre.Epígrafe: La política de Duhalde agravó los padecimientos del pueblo, generalizando la hambruna popular.

Estamos viviendo la crisis económica y social más grave de la historia argentina. La situación real de las masas se ha agravado extremadamente desde enero de este año. Hay una situación de hambruna generalizada. Se ha desatado una veloz carrera inflacionaria que puede desembocar en hiperinflación. Los especuladores y los monopolios extranjeros quieren quedarse con las empresas argentinas a precio de remate, y con las mejores tierras. La crisis sirve también a los poderosos para jugosos negocios que el pueblo paga con hambre, como es el caso de las empresas privatizadas, los monopolios exportadores, los bancos y los terratenientes.

Estamos viviendo la crisis económica y social más grave de la historia argentina. La situación de pobreza afecta a más del 50% de la población y, según datos del Ministerio de Desarrollo Social, más de 6 millones de personas se encuentran en estado de indigencia. La situación real de las masas es aún peor que la que muestran las encuestas, porque se ha agravado extremadamente en los últimos meses. Desde enero de este año a marzo se han producido 250 mil despidos más. Hay una situación de hambruna generalizada.

La devaluación del peso ha recortado a un tercio los salarios, jubilaciones y subsidios. La Argentina ha pasado a ser uno de los países del mundo con el precio de la mano de obra más barata. El sistema de salud ha colapsado. La mayoría de las provincias está quebrada. El gobierno nacional no cumple con sus compromisos de coparticipación y los sueldos provinciales se pagan con bonos que se emiten sin ninguna garantía. En los últimos seis meses cerraron 200 mil comercios. Se ha desatado una veloz carrera inflacionaria. De continuar a este ritmo es previsible que el dólar se dispare aún más (como quieren los especuladores y los monopolios extranjeros que quieren quedarse con las empresas argentinas a precio de remate) y estemos en la hiperinflación en junio-julio.

Hay más de 20 millones de hectáreas de tierras hipotecadas por los bancos. Sólo en el Banco Nación hay más de 12 millones. Una de las principales exigencias del imperialismo yanqui es la constitución y la posterior privatización del Banco Federal agrupando al Nación, Provincia, Córdoba y Ciudad, para quedarse con las tierras hipotecadas. Así como en los 90 presionaron para cambiar deuda por empresas estatales ahora quieren quedarse con las mejores tierras argentinas.

Grandes grupos económicos, nacionales y extranjeros, que durante la última década tuvieron ganancias impresionantes, ganancias que sacaron del país, se han declarado en cesación de pagos. Este es el caso, entre otros, de Acindar, Aguas Argentinas (franco-belga), Telecom (franco-italiana) y Metrogas (anglo-española). El caso de Telecom es emblemático: entre 1992 y el 2000 declaró ganancias por 3500 millones de dólares. Pero ganó el doble por sobrefacturación de sus compras a proveedores relacionados. Sacaron sus ganancias al exterior. Ahora dicen deber 3200 millones de dólares y presionan para que se les otorgue un seguro de cambio y se les estatice esa deuda.

Otros monopolios se endeudaron con préstamos a bajo interés en el extranjero por miles de millones de dólares con los que hicieron inversiones dentro y fuera del país y ahora quieren que el Estado, como hizo la dictadura militar, estatice esa deuda.

Ganan con la crisis

La crisis sirve también a los poderosos para jugosos negocios, que el pueblo paga con hambre. La pesificación de las deudas en dólares transfirió 30 mil millones de dólares a los grandes monopolios. Los grupos exportadores ganaron sumas impresionantes con la devaluación: 44 firmas (Repsol, Techint, Pérez Companc, Cargill, Aceitera Deheza, Dreyfus, Bunge, Nidera, Volkswagen, Fate, etc., etc.) con el dólar a 2 pesos, tuvieron un beneficio extra de 16. 842,3 millones de pesos. Con el dólar a 3 pesos el beneficio es aún mayor.

Descontadas las retenciones, el beneficio sigue siendo fabuloso (además las exportadoras de granos falsearon la fecha de sus exportaciones para eludir el pago de una gran parte de esas retenciones). Estas ganancias explican que el grupo ruso Fate-Aluar pueda invertir 25 millones de dólares para ampliar su fábrica de neumáticos y presione para conseguir la interconexión del sistema eléctrico patagónico con el nacional como condición para invertir 700 millones en la ampliación de la planta de Aluar. Esta empresa, que exporta el 87% de su producción, facturó 750 millones de dólares en el 2001 y espera facturar aún más en el 2002.

La mayoría de los bancos, estatales y privados, simula estar al borde de la quiebra. Estos bancos, en su momento, recibieron miles de millones de dólares con los que crearon, en el país y en el extranjero, empresas “truchas”, que usaron para autoprestarse ese dinero. Cuando advirtieron que, pese al blindaje y al megacanje cavallista, la convertibilidad se desmoronaba, sacaron del país -con la complicidad del gobierno de De la Rúa-Cavallo- miles de millones de dólares (el diputado Mario Cafiero estableció que sacaron unos 60 mil millones entre febrero y diciembre del 2001) y precipitaron la situación actual con el “corralito” en el que quedaron atrapados los ahorros de miles de pequeños y medianos ahorristas y la bancarización forzosa de los sueldos. Durante años, esos bancos, con acceso al crédito externo, consiguieron préstamos a bajas tasas y los prestaron al Estado, a tasas escandalosamente usurarias (aprovechando la corrupción de varios gobiernos provinciales, llegaron a prestarles dinero a tasas entre el 35 y 48%). Luego, convirtieron sus ganancias en dólares y las sacaron del país. Ahora dicen estar en quiebra y no poder devolver el dinero del “corralito”.

2. Raíces de la crisis. Situación revolucionaria y contagioFoto: George Bush.Epígrafe: El presidente yanqui, George Bush. La dependencia y el latifundio son dos lápidas que nos oprimen La brutal crisis que vivimos es consecuencia del agravamiento de la opresión del imperialismo y la concentración de la tierra en manos de grandes terratenientes. La Argentina vive una situación revolucionaria que se aproxima a un desenlace. A los imperialistas les preocupa que esa situación avance hacia una situación revolucionaria directa, y que ésta contagie a América del Sur.

La crisis argentina es el producto de la estructura económica dependiente y latifundista del país. La dependencia se agravó al máximo en la década del 90. Las empresas estatales y el mercado cautivo que tenían fueron rematadas a grupos piratas que vinieron a saquear nuestra economía. La industria nacional fue barrida. El latifundio se extendió y la renta de la tierra, que es uno de sus frutos, recarga enormemente el llamado “costo nacional”. En esta situación, cualquier resfrío de la economía capitalista mundial aquí se transforma en gripe virulenta. Así pasó con el “tequila” en 1995 y luego con las crisis rusa y brasileña. Desde entonces la economía argentina está en recesión. Y la actual crisis mundial, que estremece desde hace cinco años al sistema imperialista, nos ha golpeado mucho más que a ningún otro país latinoamericano.

No es cierto que la crisis económica argentina no preocupe a las metrópolis imperialistas. En primer lugar, les preocupa por las pérdidas que ocasiona a empresas de esos países, en particular a las europeas. Además, sólo en Italia, hay 200 mil tenedores de títulos argentinos por más de 15 mil millones de euros. En segundo lugar, por temor al contagio, que ya enfermó a Uruguay y amenaza peligrosamente a Brasil, con consecuencias imprevisibles para el sistema capitalista en su conjunto. Por eso Paul O´Neill, secretario del Tesoro yanqui, declaró que “la Argentina es una cuestión clave” y un diario europeo pudo afirmar que si bien hay esperanzas en los países imperialistas de que la situación económica mundial mejore y se produzca una cierta reactivación “hay seria preocupación por el caso argentino y por el precio del petróleo” (Corriere della Sera, 21/4/02). El mismo sentido han tenido las declaraciones de Laurent Fabius, ministro de economía de Francia y de José María Aznar, primer ministro de

España, entre otras.

Pero, sobretodo, les preocupa la crisis de nuestra economía por temor al contagio político. La Argentina vive una situación revolucionaria que se aproxima a un desenlace. Avanza hacia una situación revolucionaria directa y, en la actual situación de América del Sur, una explosión revolucionaria aquí puede extenderse al Continente. El imperialismo yanqui y la reacción colombiana no han logrado aplastar la insurgencia en el país hermano. El fracaso del golpe de estado proyanqui en Venezuela, y un posible triunfo de Lula en Brasil, complican la posibilidad de que los EE.UU puedan imponer el ALCA para el 2005.

3. Duhalde, cuerpo a tierra ante el FondoFoto: Duhalde en España.Epígrafe: Duhalde premiado por los imperialistas por arrodillarse ante sus exigencias. Las potencias imperialistas pusieron cuerpo a tierra al gobierno argentino antes de negociar con el FMI. Duhalde ensilla un tigre enfurecido, por eso, finge forcejear con los yanquis; y utiliza esos forcejeos para negociar y, en definitiva, para acordar con ellos.

Los países que integran el Grupo de los 8 (Grupo de los 7 más Rusia) y la dirección del FMI han presionado, de conjunto, para poner cuerpo a tierra al gobierno argentino antes de comenzar a negociar un nuevo acuerdo con el FMI. Lo han logrado.

Como dijimos en el informe del CC del 23 y 24 de febrero: “El programa de Duhalde es muy sencillo: a cambio del salvataje de las empresas, bancos e inversiones del grupo que representa y de asistencia financiera urgente, se ofrece a los yanquis para hacer el ajuste que estos exigen” (ver pág. 11). Con la ley de quiebras que exigió el FMI se acaba de demostrar lo mismo: apenas aprobada, radicales y peronistas, comandados desvergonzadamente por Raúl Alfonsín, preparan la ley de “defensa de los medios y empresas que difundan contenidos culturales” (sic) para salvar al holding Clarín.

Lo que Duhalde y sus amigos no previeron, o no previeron suficientemente, fue el castigo sin cuartel que le propinaron los yanquis y el FMI que impidieron, hasta ahora, como dijo el diario español El País (22/3/2002) que concretara “su desesperada búsqueda de amor en el lecho del FMI”.

El gobierno yanqui, siguiendo la nueva estrategia internacional de los republicanos, quiere hacer de Argentina “un caso testigo” de lo que le sucederá a cualquier país del Tercer Mundo que se atreva a declarar la cesación de pagos (default) de su deuda externa y tome esto como un triunfo -como sucedió cuando el Parlamento ovacionó la decisión de Rodríguez Sáa- y no como una desgracia. Y el FMI, siguiendo esa línea, ha lanzado contra la Argentina la operación “castigo infinito”(El País, 22/3/2). Mark Weisbrot, codirector de un importante centro de investigaciones económicas y políticas, realizó un viaje de estudio a Buenos Aires y el 5 de marzo declaró ante el Congreso norteamericano: “El FMI quiere dar un escarmiento a la Argentina. Un país que declara una moratoria unilateral es un mal ejemplo. Por tanto, el Tesoro, la Casa Blanca y el Fondo han sentado a la Argentina en el banquillo”. Alberto Ades, economista del fondo de inversión yanqui Goldsman Sachs declaró que el gobierno argentino “ha subvertido las leyes básicas y por ello no merece credibilidad”; y dando apoyo al castigo al que nos somete el FMI declaró que “es la única posibilidad de que surja un gobierno de gente nueva, responsable, que se comprometa a restablecer las reglas del juego”.

Los yanquis y el FMI quieren que la Argentina haga todo lo que ellos le exigen (cada día agregan nuevas exigencias) y que luego vaya a Washington a negociar con el FMI y se coloque cuerpo a tierra. ¿Para qué? En el mejor de los casos para que nos refinancien los 9 mil millones de dólares que tenemos que pagar este año de la deuda externa. La aprobación

de la ley de quiebras, la derogación de la ley de “subversión económica” y el acuerdo con las provincias para reducir el déficit de éstas son nada más que las precondiciones para negociar con el FMI. Luego habrá entre 30 y 40 días para cumplir las condiciones para que se pueda negociar.

Finge forcejear, para acordar

Duhalde ensilla un tigre enfurecido. Conoce bien el estado de ánimo de las masas luego del 20 de Diciembre y las contradicciones que tienen el PJ y la UCR donde sectores importantes repudian la actitud de sometimiento al FMI. Por eso finge forcejear con los yanquis y utiliza esos forcejeos para negociar y en definitiva acordar con los yanquis. Convocó a un economista como Carboneto y estuvo horas escuchándolo, aparentando acordar con su planteo de no pagar la deuda externa por tres años y negociar una quita del 50% de la misma, mientras que, simultáneamente, Emilio Cárdenas (ejecutivo del HSBC, banco chino- inglés) junto con los dirigentes de la Asociación de Bancos Argentinos, preparaban el plan Bonex que Duhalde enviaría al Congreso en las próximas horas. O escuchó durante dos días a dirigentes sindicales y de su partido que fanfarroneaban contra el FMI, mientras 4 gobernadores del PJ acordaban con el embajador yanqui Walsh, según trascendió en la propia embajada, los 14 puntos que Duhalde tomó como su línea directriz.

Duhalde en ningún momento enfrentó al FMI. En realidad tampoco forcejea con el FMI. Amaga forcejear. Intenta hacer gambetas y amagues de potrero ante el FMI y los yanquis. Pero este es un juego inoperante y muy peligrosos ante semejantes mafiosos. Nunca termina bien. Porque el palo y la zanahoria la tienen ellos. Ahora aprobada la ley de quiebras, después de innumerables presiones nacionales e internacionales (incluso la del presidente de Brasil, Fernando H. Cardozo), las autoridades del FMI, como un premio por buena conducta, aceptaron postergar por un año el cobro de 130 millones de dólares. Ante lo que Paul O´Neill, secretario del Tesoro de los EE.UU. declaró sobre la conducta del gobierno argentino: “A pesar de ser erráticos, da la impresión de que están progresando, avanzando, y haciendo las cosas que son necesarias para alcanzar las condiciones sustentables” (La Nación, 17/5/2).

El G8 (el grupo de 7 potencias más Rusia) actúa unido, hasta ahora, avalando las exigencias del FMI a la Argentina. Lo que no impide que, simultáneamente, los yanquis maniobren para quedarse con las empresas rusas y europeas que tienen problemas, como Repsol, los bancos españoles que controlan el Banco Río y el Francés, Telefónica de España y sus inversiones en las comunicaciones y los medios, etc.

4. Una situación inestable y frágilFoto: Escrache a bancos.Epígrafe: El escrache a los bancos, a ministros y legisladores, ratifica la exigencia: ¡Que se vayan todos! La crisis económica y social debilitó al gobierno. Este maniobra para llegar a fin de año. Ante la posibilidad de que se dispare la hiperinflación a partir de julio, se preparan planes de elecciones anticipadas, y de gobiernos represivos. La mayoría de la base militar no quiere reprimir al pueblo. Y los de arriba temen, ante el crecimiento de la lucha y la conciencia popular, que sus planes terminen empujando una guerra civil que conmueva a toda América Latina.

El remolino de la crisis económica y social sacudió hasta resquebrajar al gobierno de Duhalde-Alfonsín-Ibarra. El gobierno de Duhalde va y viene, tironeado por los diferentes sectores de las clases dominantes. A veces aparenta tomar libremente decisiones que, en realidad, no son más que imposiciones del FMI o de tal o cual grupo. Como se dice: no son los árboles los que hacen el viento; es éste el que mueve los árboles. Duhalde, poniendo cara de preocupado, dijo que pensó pagar a los acreedores del “corralito” con bienes del Estado. Ahora se conoce que

fueron dirigentes del FMI los que “sugirieron” esa medida que serviría sólo para salvar a los bancos.

La crisis arrastró a Remes Lenicov. El rechazo del Plan Bonex por 21 senadores peronistas produjo una nueva crisis política. El gobierno, de composición mayoritariamente porteño-bonaerense, quedó a merced de los gobernadores peronistas. Estos, previa consulta con la embajada yanqui, según trascendió a los medios, le impusieron a Duhalde los “14 puntos” que, supuestamente, guiarán su accionar en el futuro. Se designó a Lavagna, un peronista amigo de Alfonsín, un hombre del riñón del grupo ruso, en Economía. Posteriormente Duhalde trató de escapar del “abrazo del oso” de los gobernadores recostándose en sectores sindicales y promovió a Atanasov a Ministro Coordinador y a la esposa de Barrionuevo a Ministro de Trabajo. Esto le generó oposición en la UCR e impidió que Alfonsín y Moreau pudiesen forzar a los senadores y diputados de ese partido a votar, junto con la mayoría del PJ, las modificaciones a la ley llamada de “subversión económica” Por esto y por la oposición de un grupo de senadores peronistas el gobierno fracasó, inicialmente, en el intento de aprobar esas modificaciones que exigía el FMI.

Gobierno debilitado

El resultado de todo esto ha sido un gran debilitamiento del gobierno de Duhalde-Alfonsín- Ibarra. Este ha perdido gran parte del apoyo que tenía en el Congreso, se han deteriorado sus relaciones con los gobernadores peronistas y, pese a sus vacilaciones y contradicciones, la CGT de Moyano se vio obligada a tomar distancia del gobierno.

Duhalde viaja a Europa en busca de apoyo político para mejorar su situación interna. Pero sus perspectivas son limitadas. Crece el descontento popular con su política. Crece el sentimiento antiimperialista en las masas. La crisis política continúa. Duhalde y sus sostenedores han quedado escrachados como serviles al FMI y a los yanquis. La actitud valiente de Alicia Castro en la Cámara de Diputados ha recibido el apoyo de la gran mayoría del pueblo. Pese al otorgamiento de los subsidios a los desocupados el gobierno y los imperialistas siguen preocupados por un posible estallido social.

El proceso político se acelera. El objetivo de Duhalde es llegar a diciembre y, recién entonces, adelantar, a marzo del 2003, la convocatoria a elecciones. La fuerza que representa considera que adelantar más las elecciones sería muy peligroso. Los yanquis coinciden en esto. Los asusta una marea de abstenciones, votos en blanco y nulos -que en algunas encuestas llegan a casi el 60% del padrón- lo que dejaría a un gobierno surgido de tales elecciones en una situación de mayor debilidad que el actual.

Elecciones anticipadas y candidaturas

El grupo que sostiene a Duhalde, grupo que se expresa en la alianza política del duhaldismo, el alfonsinismo y los restos del Frepaso, no quiere elecciones anticipadas. Tiene muchos problemas para armar en poco tiempo una fórmula y un equipo de recambio coherente que bloquee un gobierno directamente proyanqui. Prefieren una reforma constitucional previa que, instaurando un gobierno de tipo parlamentario, asegure la hegemonía porteño-bonaerense en un futuro gobierno. Y temen, como ha advertido Alfonsín, que convocadas las elecciones anticipadas se precipite el descontrol de la situación social y tengan que gobernar con estado de sitio y apoyados en las bayonetas. Al mismo tiempo saben que pasado el mes de julio, cuando hayan entrado lo fundamental de las divisas de las exportaciones, podría haber una estampida en el precio del dólar y podría entrarse en una hiperinflación que devore al gobierno, como sucedió con el de Alfonsín.

Para unas futuras elecciones, anticipadas o no, las fuerzas prorusas (principalmente el holding Clarín) y sus aliados socialdemócratas trabajan activamente la candidatura de Lilita Carrió. No descartan un posible empalme con Kirchner y con Zamora.

Los yanquis, para el caso de elecciones, parecen haber optado, por ahora, por el apoyo a Reuteman pese a que éste ha estado históricamente más ligado a sectores proeuropeos. Reuteman ha advertido que si hay elecciones anticipadas él no presentará su candidatura. A los proyanquis les gustaría una fórmula Reuteman- De la Sota, sostenida por el menemismo y con acuerdo con López Murphy. Sectores afines a Duhalde, en previsión de no poder levantar fórmula propia, trabajan un empalme de Reuteman con Chiche Duhalde. Otros sectores peronistas (intendentes del Gran Buenos Aires) trabajan la fórmula Reuteman-Solá. Desde los servicios del gobierno se trabaja para erosionar el prestigio de Reuteman, que tiene muy buena imagen en el interior.

Las fuerzas proyanquis y de derecha (entre otras fuerzas ligadas a imperialismos europeos) también promocionan las figuras de Menem, De la Sota y López Murphy.

Avanza el armado de la fuerza electoral de Adolfo Rodríguez Saa. En algunos lugares del interior (como en el Gran Tucumán) hay encuestas que lo dan como el más votado.

Vueltas y revueltas

En grandes sectores populares hay conciencia que si no se barre a este Estado y no se tiene el control de las palancas económicas claves, las elecciones, sean o no anticipadas, no servirán para nada. Cada día es más firme la convicción que se “tienen que ir todos” y que –como ya piensan muchos peronistas- si no puede haber un 24 de febrero (en relación a las elecciones que ganó Perón en1946) sin un 17 de octubre previo, menos aún puede haber un gobierno revolucionario sin barrer antes a este Estado reaccionario, corrupto hasta la médula y al servicio incondicional de las clases dominantes que son las que lo han conformado.

El gobierno ha discutido con la cúpula de las Fuerzas Armadas la intervención de éstas en caso de conmoción social. Hay acuerdo en la cúpula del Ejército de hacerlo si la situación se desbarranca, “respetando las normas constitucionales”. Los yanquis empujan esta línea. Lo sucedido en Venezuela con el golpe anti-Chávez es claro. Allí los yanquis intervinieron abiertamente. Fracasaron pero no se autocriticaron. En la oficialidad joven y la suboficialidad es mayoritaria la posición de no intervenir para reprimir al pueblo. El 56% de los miembros de las FF.AA. está en situación de pobreza. En las fuerzas represivas también tiene fuerza la posición de no reprimir al pueblo.

Si cae Duhalde es probable que se convoque a elecciones anticipadas y hay propuestas de que se designe presidente de transición al presidente de la Corte Suprema de Justicia. Este gobernaría con el apoyo de las FF.AA.

La situación general es extremadamente inestable y frágil. El combate social crecerá con seguridad por la situación objetiva de las masas, por el acelerado crecimiento de su conciencia política y por la existencia, a nivel nacional de nuestro Partido, de la CCC, la CEPA y otras organizaciones de frente único revolucionario. Cualquier chispa puede incendiar la pradera. Esto aterroriza a las fuerzas reaccionarias que vacilan en desatar la represión porque, si se equivocan, pueden empujar a una guerra civil que estremezca a toda América del Sur.

5. Un período de desenlaceFoto Argentinazo.Epígrafe: La noche del 19 de diciembre, cuando el pueblo decidió acabar con el hambre delarruista. Está abierto el período de desenlace del auge de masas. El Argentinazo abrió una situación revolucionaria. Se despertaron enormes fuerzas revolucionarias, pero el enemigo es muy poderoso, no está escrito el resultado. Para terminar con la crisis a favor del pueblo, el camino es el triunfo de la revolución de

liberación nacional y social. No basta con otro Argentinazo. Es necesario ganar a la mayoría de las masas para que, sobre la base de su propia experiencia, comprendan la necesidad de un gobierno de unidad popular y de barrer con el Estado oligárquico-imperialista. Y ganar a un sector de las Fuerzas Armadas. La situación tendrá vueltas y revueltas. Partir del momento político y de la línea de masas. No está descartado que sea necesario unir a fuerzas muy amplias contra el golpe de Estado y el fascismo. Para un alzamiento popular revolucionario que termine con este gobierno, con esta política y con el poder que los sostiene es necesario colocar en el centro de la lucha de masas a la clase obrera ocupada.

¿Cuál es la característica principal del momento político actual?

Que está abierto el período de desenlace del auge de masas que alcanzó su pico máximo con el Argentinazo de Diciembre. Este abrió una situación revolucionaria. Se han despertado enormes fuerzas revolucionarias. Pero el enemigo es muy poderoso y pese a que existen condiciones favorables para el ascenso revolucionario en América del Sur, la situación internacional global no es favorable, por lo que la lucha será dura, cruel y prolongada. No está escrito el resultado.

No hay otro camino para terminar con esta tremenda crisis económica y social a favor del pueblo, que el triunfo de la revolución de liberación nacional y social.

Para esto no basta con otro Argentinazo. Es necesario un alzamiento popular revolucionario. Y para que esto sea posible es necesario ganar a la mayoría de las masas para que, sobre la base de su propia experiencia, comprendan la necesidad de un gobierno de unidad popular y de barrer con el Estado oligárquico-imperialista. Y es necesario ganar a un sector de las Fuerzas Armadas.

Al mismo tiempo el Partido debe tener gran agilidad táctica para avanzar en una situación de vueltas y revueltas. Partir del momento político y de la línea de masas. No está descartado que, en determinado momento, sea necesario unir a fuerzas muy amplias contra el golpe de estado y el fascismo.

El movimiento obrero

Para un alzamiento popular revolucionario que termine con este gobierno, con esta política y con el poder que los sostiene es necesario colocar en el centro de la lucha de masas a la clase obrera ocupada, que, como tal, estuvo ausente en las jornadas del 19 y el 20 de Diciembre. La recuperación por el clasismo de los Cuerpos de Delegados y Comisiones Internas de las grandes empresas y lugares de trabajo es una de las claves para incorporar a la clase obrera al combate social y político. Los obreros de las fábricas ocupadas y/o puestas a producir bajo control obrero, como La Esperanza, Arrocera Mocoví, Renacer, Rio Turbio, Zanón, Siam, Gip-Metal, Brukman, Panificación Cinco, Baskonia, Astilleros Río Santiago en la que ha sido electa en Asamblea una comisión fiscalizadora para ejercer el control obrero, entre otras, se han colocado a la cabeza del combate obrero. Los obreros del ingenio azucarero La Esperanza de Jujuy, con la dirección de la CCC, enseñaron el camino que siguieron luego muchas de esas luchas: el camino de lograr la intervención estatal y el control obrero de la producción a las empresas en quiebra o paralizadas. Los obreros de Emfer, los ferroviarios de Haedo y los de Victoria, los obreros del Astillero Río Santiago, han realizado combativas movilizaciones. Los obreros del SEOM de Jujuy han estado a la cabeza del combate de los estatales jujeños que, en este período, junto a los desocupados de la CCC, han protagonizado movilizaciones que conmovieron a la provincia. Las luchas de los docentes y estatales por el cobro de haberes atrasados y otras reivindicaciones ha sido permanente en Entre Ríos, San Juan, Provincia de Buenos Aires, Tucumán, entre otras provincias. Están en lucha los obreros de Rio Turbio. La lucha de los docentes rionegrinos se mantuvo durante meses.

Tenemos que trabajar para incorporar a la lucha al movimiento obrero ocupado. Desde abajo y desde arriba. Y ser los abanderados de la unidad de la clase obrera contra sus enemigos. La lucha por aumento de salarios y por barrer las leyes reaccionarias del menemismo y el delarruísmo (de flexibilización laboral, de accidentes del trabajo, entre otras) pasa a ser tarea central. Se han movilizado por aumento de salarios los obreros del automotor de Ford y Volkswagen, los de la alimentación de Terrabusi, los petroleros y petroquímicos de Bahía Blanca, los rurales del partido de Villarino y en esa lucha ya se han tenido triunfos parciales importantes.

La presión del FMI, el G-8 y las clases dominantes han generado una situación extremadamente grave. La Patria está en peligro. Debemos intensificar el combate contra la política de hambre y entrega de Duhalde. Es necesario un plan de lucha nacional de la clase obrera y de los otros sectores populares. El 20 de mayo la CCC y la CTA realizarán una jornada de lucha para garantizar el cobro de los subsidios a los desocupados mal empadronados y por tarifas sociales. El 22 de mayo se realizará el paro activo y la movilización a Plaza de Mayo de los sindicatos adheridos a la CGT rebelde. El 29 de mayo, aniversario del Cordobazo, en acuerdo con la CTA, la CCC llama a una gran jornada de lucha. Se prepara posteriormente una marcha multisectorial de todo el país a la Capital Federal con la finalidad de crear las condiciones para un paro activo nacional de 36 horas. Por el camino del argentinazo lucharemos para imponer un gobierno de unidad popular. Para eso es necesario lograr la confluencia nacional y la coordinación de los distintos sectores en lucha: obreros, empleados, desocupados, jubilados y pensionados, campesinos, estudiantes, Asambleas Populares y otros sectores populares.

En acuerdo con la CTA la CCC llama a un gran paro y jornada de lucha para el 29 de mayo, aniversario del Cordobazo.

Obreros ocupados

El centro del trabajo del Partido debe girar sobre el movimiento obrero ocupado. Desde el movimiento de desocupados, las asambleas populares, los movimientos de masa, debemos concentrar allí nuestra labor. Un ejemplo fue la marcha de los desocupados de la CCC en solidaridad con los obreros de la Baskonia en la Matanza y el corte de la Panamericana el 14/5 frente a las grandes fábricas de la zona Norte que tuvo gran repercusión adentro de esas empresas. Ha sido muy importante la iniciativa de los centros de estudiantes de ingeniería de Buenos Aires y La Plata, arquitectura de la UBA y Artes de La Plata que reunieron a obreros de Renacer, Río Turbio, Brukman, La Esperanza y Astilleros Río Santiago para discutir cuestiones relacionadas a la defensa de la industria nacional y la producción en esas empresas. También hay que poner al servicio de esta tarea a los instrumentos de propaganda del Partido. Ayudar a publicar periódicos de empresa y a editar propaganda especial. Siempre dijimos que el movimiento de desocupados se había transformado en el detonante de la lucha obrera y popular, pero que el movimiento obrero ocupado constituía el componente principal que debía estallar.

Durante todo este período el movimiento de desocupados, con los desocupados de la CCC a la cabeza, ha realizado innumerables manifestaciones, actos y cortes de ruta. Se destacaron, particularmente, el gran acto y movilización del 2 de abril, en el 20 aniversario de la recuperación de las Malvinas, junto a los excombatientes y veteranos, seccionales de la UOM y la CTA; la jornada del 19 de abril por la dignidad de los pueblos originarios; y el acto del 1° de Mayo de la CCC y la CTA. La CCC realizó nacionalmente la jornada de lucha del 14 de mayo. El movimiento se ha extendido, ha crecido en forma notable y su organización se ha fortalecido. Está planteada la lucha por el aumento de los subsidios a los desocupados (Planes Trabajar, etc.), las tarifas sociales, garantizar la comida para todos los desocupados y en especial para los niños y ancianos, la salud y la educación, el aumento de jubilaciones y pensiones, entre otros puntos. Hay siete millones de jubilados y pensionados. Dos millones de personas de más de 60 años no tienen jubilación, pensión o subsidio alguno. La lucha de este destacamento es fundamental para decidir la suerte del combate popular. La lucha por sus

reivindicaciones y por la defensa del PAMI debe ser bandera nacional del movimiento obrero en su conjunto.

Más destacamentos, asambleas y multisectoriales

El otro gran destacamento de combate deben ser los campesinos. Se marcha al paro agrario del 26 al 29 de mayo decretado por la Federación Agraria. Participaremos levantando las reivindicaciones de los campesinos pobres y medios. Tenemos que trabajar para que los campesinos semiproletarios, pobres y medios hegemonicen esta fuerza. En la región pampeana, Misiones, Chaco, Entre Ríos, Río Negro y Neuquén ha habido movilizaciones campesinas combativas, con paros agrarios, cortes de ruta y marchas de yerbateros, productores leche, de algodón y fruticultores. El Movimiento Mujeres Agrarias en Lucha jugó un papel activo en esas movilizaciones. En todas ellas ha jugado un papel importante la Mesa Federal Agraria, organización unitaria de lucha de productores agropecuarios de varias provincias. Los medianeros de la zona de La Plata agrupados en ASOMA manifestaron combativamente en esa ciudad, con tractores de la organización y consiguieron semillas y otras reivindicaciones. El triunfo en las recientes elecciones de ASOMA de la Lista de Unidad es un importante paso adelante de los campesinos semiproletarios y proletarios de la zona.

Los estudiantes, secundarios y universitarios, tremendamente afectados por la política actual que redujo a una tercera parte los presupuestos educacionales, son el otro destacamento fundamental a incorporar al combate. Tiene una gran importancia para todo el movimiento popular la derrota de Franja Morada por las fuerzas de izquierda en todo el país y el crecimiento nacional de la CEPA. Ha habido una movilización de más de 2500 estudiantes secundarios en Neuquén que logró parar el aumento del boleto de transporte. Hubo una importante movilización estudiantil en la Capital Federal.

Las mujeres, los intelectuales, los distintos destacamentos populares deben sumarse a la lucha y ésta debe coordinarse con los trabajadores ocupados, desocupados y jubilados a través de multisectoriales y coordinadoras a nivel local y nacional. El movimiento de Amas de Casa del País protagonizó combativas movilizaciones contra la carestía en la Capital Federal, Tucumán, Rosario, San Juan y en otras ciudades. Se movilizan las Amas de Casa en la lucha por precios máximos para la canasta familiar, especialmente leche, carne y pan, y para impedir el aumento de las tarifas eléctricas y del gas. La conmemoración del 8 de marzo tuvo este año una clara participación, mayoritaria, de las mujeres trabajadoras. Se hicieron marchas importantes numéricamente y muy combativas, en el Gran Buenos Aires y el interior.

A lo largo y ancho del país se realizan grandes luchas en defensa de los hospitales y la salud pública. Ha sido muy exitoso el Encuentro Nacional de Medicina Social y Salud para la lucha, organizado por la Sala de Salud del Barrio María Elena de La Matanza, con la participación de numerosos profesionales y jóvenes.

Asambleas y multisectoriales

Las Asambleas Populares se han mantenido en los barrios de la Capital y en Provincias. El manijeo y el charlatanismo trotzquista hizo estragos en muchas de ellas, comenzando por la propia asamblea central del Parque Centenario, pero, en la medida en que fueron uniendo a la lucha por las reivindicaciones generales, políticas, sociales y sectoriales, la lucha por los innumerables problemas de salud, educativos, sociales de cada lugar, se unieron con el movimiento obrero y popular y se aseguró un funcionamiento democrático, muchas se han fortalecido. Las Asambleas Populares han permitido la incorporación a la lucha de muchas mujeres preocupadas por el rumbo económico y político del país. Se han multiplicado nacionalmente. Su existencia ha dotado de un importantísimo instrumento organizativo al movimiento popular y están destinadas a jugar un gran papel en el futuro en la lucha patriótica, por las libertades democráticas y por las reivindicaciones sociales del pueblo. El 20 de mayo se realizará un gran cacerolazo nacional en el 5to. mes del 20 de Diciembre. Coincidirá con la jornada de lucha de la CCC y la CTA para garantizar, entre otros puntos, el cobro de los

subsidios a los desocupados mal empadronados.

En este proceso se ha ido demostrando la importancia de las Multisectoriales que unen la lucha de distintos destacamentos populares. En Entre Ríos, Río Negro, La Plata, sur de Santa Fe, Salta, entre otros, juegan un gran papel. Esas Multisectoriales bocetan los contornos de un posible gobierno popular local o provincial en esos lugares.

6. Fortalecer el PartidoFoto PCREpígrafe: PCR, fortalecerlo para garantizar el camino del Argentinazo. Las condiciones para el crecimiento del Partido son excelentes, debemos redoblar los esfuerzos. Confiar en los nuevos afiliados para organizar las células y darles responsabilidades concretas.

La JCR ha conmemorado exitosamente con un combativo acto y festival el treinta aniversario de su fundación.

Hemos tenido la visita de delegaciones extranjeras de partidos hermanos que han traído la solidaridad con la lucha del pueblo argentino del Partido Comunista Marxista-Leninista del Ecuador, el Movimiento Popular Revolucionario Paraguay Piahurá y el Partido Comunista Revolucionario del Uruguay.

Hemos realizado exitosamente el mes de la prensa. Pese a la dificilísima situación económica y a los problemas que nos creó el feriado bancario de mayo la mayoría de las zonas dio un gran paso adelante. Se avanzó en donde se crearon los círculos de lectores y se derrotó la idea de los que bloquean la colocación del periódico en los movimientos de masa so pretexto de respetar leyes del movimiento que, posiblemente, hayan sido correctas en otros tiempos, pero son incorrectas hoy. Aparece una gran debilidad en el trabajo con el Hoy en el movimiento obrero ocupado y en el bloqueo a las grandes empresas. Es débil la colocación del periódico en la Universidad, lo que es una forma de expresión del economismo en el trabajo de masas entre los estudiantes. Se ha demostrado la necesidad de designar responsables de prensa junto con la designación de secretarios en las nuevas células, confiar en los nuevos afiliados y darles responsabilidades concretas en el trabajo con el periódico.

El Nueva Izquierda ha mejorado su presentación y contenido y la JCR tiene ricas experiencias de trabajo con el periódico.

Está en circulación el número 48 de Política y Teoría con un rico material de análisis teórico y político sobre el Argentinazo, muy útil para los militantes del Partido, aliados, amigos y militantes obreros y populares.

En el último período el Partido ha acumulado una rica experiencia de trabajo educativo en todos los niveles que ha sido fundamental para la asimilación de los nuevos afiliados y la formación de los dirigentes de células y de zonas.

Ahora marchamos a la planificación y realización de la Campaña Financiera anual.

Estamos realizando la campaña de reclutamiento en el Partido y en la Juventud. Hay buenas experiencias de reclutamiento y asimilación en células de los nuevos afiliados pero estamos retrasados en el cumplimiento de los planes dadas las excelentes condiciones existentes. En la situación abierta en el país la posibilidad de un desenlace revolucionario de la situación dependerá, fundamentalmente, del crecimiento del Partido y de su preparación para enfrentar en todos los terrenos y formas la lucha por el poder.