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#DoréEnCasa es una iniciativa de Filmoteca Española que permite acceder durante un tiempo limitado a los materiales recuperados y restaurados recientemente Sesión día del TRABAJO: EL ANDAMIO (Rogelio Amigo, 1958) Del 1 al 5 de mayo a las 12:00 El andamio se podrá ver online desde el 1 hasta el 5 de mayo a las 12:00. Pulsa sobre el enlace para verla: VER EL ANDAMIO ONLINE E STRECHAMENTE VINCULADO A LA CORRIENTE DE CINE AMATEUR que desde la Cataluña de comienzos de los años cincuenta se cuestiona la vulgar superficialidad y el generalizado alejamiento de cualquier preocupación artística, cultural y social por parte del movimiento amateurista “tradicional”, El andamio supone la temprana y aislada pero decisiva aportación gallega a una renovación que, nacida de las Conversaciones de Salamanca de 1955 y del (estrechamente ligado a aquellas) “Manifiesto en Pro de un Auténtico Cine Amateur” del año siguiente, reivindica dicho cinema como frente de actividad cultural (y política) de similar relevancia a la del comercial, aun obviamente difundido por medios alternativos y minoritarios. Es en este peculiar contexto histórico donde la película de Rogelio Amigo se alza como modesta pero resplandeciente y singular pieza de la respuesta práctica de estos jóvenes “rupturistas”, que toma forma en films de ficción de nítido contenido social y cierta pero muy compleja proximidad con el neorrealismo italiano. Si por un lado parece indudable que El andamio parte (de la mano) del eficaz y personalísimo eclecticismo formal, espectacular y didáctico del Juan Antonio Bardem de los grandes títulos disidentes de mediados de los años cincuenta (Muerte de un ciclista, 1955; Calle Mayor, 1956), más llamativo resulta comprobar que lo hace desde la comprensión profunda del estilo bardemiano, tan ligado en primera instancia al compromiso político de Cesare Zavattini como alejado en fin de los dispositivos fílmicos constitutivos de su “estética”, basados en una voluntad desespectaculizadora que el realizador español aseguraba repeler , apelando a su filiación hollywoodiense y definiendo su trabajo de cineasta —que aprendiera en buena medida de su maestro Carlos Serrano de Osma, a su vez de fuerte filiación wellesiana— como el de un demiúrgico ordenador, “según su criterio”, de “ese caos de la realidad situada ante la cámara”. Sin necesidad ni posibilidad de eliminar ciertos aspectos tradicionalmente considerados consustanciales tanto al neorrealismo italiano como al cinema amateur en general (el rodaje en exteriores e interiores naturales; el trabajo con actores no profesionales), Amigo busca y logra amalgamar en El andamio la bien aprendida lección del montaje soviético con una trama argumental de raíces hollywoodiense-bardemianas (y, a través de Bardem y en última instancia, de inequívoca influencia del Miguel Mihura guionista de los célebres melodramas policíacos y urbanos de la segunda mitad de los años cuarenta como Siempre vuelven de madrugada [Jerónimo Mihura, 1947] o Una mujer cualquiera [Rafael Gil, 1949]) y crear, a partir y gracias a aquel, un metafórico y encendido discurso político sobre la trágica situación del obrero en la España franquista y sus motivaciones y consecuencias últimas. Un discurso, en fin, tan nítido como elaborado y férreo, un auténtico story-board —la construcción de una imagen concreta para aproximarse a una “realidad” determinada— sobre la clase obrera y el “desarrollismo” franquista capaz de combinar una irrenunciable voluntad realista con un sentido de la puesta en forma de herencia soviética y, a su modo, también hollywoodiense. Así, y si el texto se inicia con una tan sentida como triste “sinfonía urbana”, una breve pero fascinante set piece del despertar de la ciudad de clara ascendencia en el cine mudo europeo —y que se basta por sí sola para hacer del cortometraje la más densa y sutil utilización fílmica hasta la fecha del paisaje urbano coruñés junto con la estrictamente contemporánea Camarote de lujo (Rafael Gil, 1958), a la vez que documento de incalculable valor sobre la ciudad herculina a finales de los años cincuenta del pasado siglo—, los primeros ruidos diegéticos (el trabajo de los obreros en las viviendas en construcción) dan paso a la caída (de más que solvente resolución cnica) del hombre desde el andamio y al violento montaje “eisensteiniano” que le Forma ( y) política en El andamio continúa en la página siguiente F ILMOTECA ESPAÑOLA CELEBRA el Día Internacional de los Trabajadores ofreciendo El andamio, la película amateur de 1958 dirigida por Rogelio Amigo, dentro de su canal online, “Doré en casa”. Se trata de un film pionero que entronca con las inquietudes y las formas del neorrealismo italiano así como el cine negro estadounidense, acercándose al trabajo que en aquella época estaban haciendo grandes nombres como Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem. El andamio fue restaurado en 2008 por el Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI) y Filmoteca Española y presentado de nuevo al público en diciembre de ese mismo año como parte de la celebración del cincuenta aniversario de la película. Otra pieza fundamental de esas celebraciones, el documental 50 años en el andamio, dirigido por Ángel Rueda, se ofrece también para redondear esta sesión imprescindible.

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#DoréEnCasa es una iniciativa de Filmoteca Española que permite acceder durante un tiempo limitado a los materiales recuperados y restaurados recientemente

Sesión día del TRABAJO: EL ANDAMIO (Rogelio Amigo, 1958)

Del 1 al 5 de mayo a las 12:00

El andamio se podrá ver online desde el 1 hasta el 5 de mayo a las 12:00. Pulsa sobre el enlace para verla:

VER EL ANDAMIO ONLINE

ESTRECHAMENTE VINCULADO A LA CORRIENTE DE CINE AMATEUR que desde la Cataluña de comienzos de los años cincuenta se cuestiona la vulgar superficialidad

y el generalizado alejamiento de cualquier preocupación artística, cultural y social por parte del movimiento amateurista “tradicional”, El andamio supone la temprana y aislada pero decisiva aportación gallega a una renovación que, nacida de las Conversaciones de Salamanca de 1955 y del (estrechamente ligado a aquellas) “ Manifiesto en Pro de un Auténtico Cine Amateur” del año siguiente, reivindica dicho cinema como frente de actividad cultural (y política) de similar relevancia a la del comercial, aun obviamente difundido por medios alternativos y minoritarios. Es en este peculiar contexto histórico donde la película de Rogelio Amigo se alza como modesta pero resplandeciente y singular pieza de la respuesta práctica de estos jóvenes “rupturistas”, que toma forma en films de ficción de nítido contenido social y cierta pero muy compleja proximidad con el neorrealismo italiano. Si por un lado parece indudable que El andamio parte (de la mano) del eficaz y personalísimo eclecticismo formal, espectacular y didáctico del Juan Antonio Bardem de los grandes títulos disidentes de mediados de los años cincuenta (Muerte de un ciclista, 1955; Calle Mayor, 1956), más llamativo resulta comprobar que lo hace desde la comprensión profunda del estilo bardemiano, tan ligado en primera instancia al compromiso político de Cesare Zavattini como alejado en fin de los dispositivos fílmicos constitutivos de su “estética”, basados en una voluntad desespectaculizadora que el realizador español aseguraba repeler, apelando a su filiación hollywoodiense y definiendo su trabajo de cineasta —que aprendiera en buena medida de su maestro Carlos Serrano de Osma, a su vez de fuerte filiación wellesiana— como el de un demiúrgico ordenador, “según su criterio”, de “ese caos de la realidad situada ante la cámara”.Sin necesidad ni posibilidad de eliminar ciertos aspectos tradicionalmente considerados consustanciales tanto al neorrealismo italiano como al cinema amateur en general (el rodaje en exteriores e interiores naturales; el trabajo con actores no profesionales), Amigo busca y logra amalgamar en El andamio la bien aprendida lección del montaje soviético con una trama argumental de raíces hollywoodiense-bardemianas (y, a través de Bardem y en última instancia, de inequívoca influencia del Miguel Mihura guionista de los célebres melodramas policíacos y urbanos de la segunda mitad de los años cuarenta como Siempre vuelven de madrugada [Jerónimo Mihura, 1947] o Una mujer cualquiera [Rafael Gil, 1949]) y crear, a partir y gracias a aquel, un metafórico y encendido discurso político sobre la trágica situación del obrero en la España franquista y sus motivaciones y consecuencias últimas. Un discurso, en fin, tan nítido como elaborado y férreo, un

auténtico story-board —la construcción de una imagen concreta para aproximarse a una “realidad” determinada— sobre la clase obrera y el “desarrollismo” franquista capaz de combinar una irrenunciable voluntad realista con un sentido de la puesta en forma de herencia soviética y, a su modo, también hollywoodiense.Así, y si el texto se inicia con una tan sentida como triste “sinfonía urbana”, una breve pero fascinante set piece del despertar de la ciudad de clara ascendencia en el cine mudo europeo —y que se basta por sí sola para hacer del cortometraje la más densa y sutil utilización fílmica hasta la fecha del paisaje urbano coruñés junto con la estrictamente contemporánea Camarote de lujo (Rafael Gil, 1958), a la vez que documento de incalculable valor sobre la ciudad herculina a finales de los años cincuenta del pasado siglo—, los primeros ruidos diegéticos (el trabajo de los obreros en las viviendas en construcción) dan paso a la caída (de más que solvente resolución técnica) del hombre desde el andamio y al violento montaje “eisensteiniano” que le

Forma ( y) política en El andamio

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FILMOTECA ESPAÑOLA CELEBRA el Día Internacional de los Trabajadores ofreciendo El andamio, la película amateur de 1958

dirigida por Rogelio Amigo, dentro de su canal online, “Doré en casa”. Se trata de un film pionero que entronca con las inquietudes y las formas del neorrealismo italiano así como el cine negro estadounidense, acercándose al trabajo que en aquella época estaban haciendo grandes nombres como Luis García Berlanga y Juan Antonio Bardem. El andamio fue restaurado en 2008 por el Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI) y Filmoteca Española y presentado de nuevo al público en diciembre de ese mismo año como parte de la celebración del cincuenta aniversario de la película. Otra pieza fundamental de esas celebraciones, el documental 50 años en el andamio, dirigido por Ángel Rueda, se ofrece también para redondear esta sesión imprescindible.

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#DoréEnCasa es una iniciativa de Filmoteca Española que permite acceder durante un tiempo limitado a los materiales recuperados y restaurados recientemente

Sesión día del TRABAJO: EL ANDAMIO (Rogelio Amigo, 1958)

Del 1 al 5 de mayo a las 12:00

El andamio se podrá ver online desde el 1 hasta el 5 de mayo a las 12:00. Pulsa sobre el enlace para verla:

VER EL ANDAMIO ONLINEsigue y que, gracias a los rápidos desplazamientos del tomavistas y a los movimientos de los rostros y de los cuerpos de los obreros que giran brusca pero “rítmicamente” en direcciones opuestas como reacción ante el trágico y solo en apariencia fortuito accidente, crean (con la colaboración de la brillantemente medida inclusión musical de fragmentos de La forza del destino) una tupida red de conflictos gráficos y colisiones espaciales —tanto entre planos como en lo que se refiere al montaje interno a cada uno de ellos—, de inusual capacidad expresiva y significante y en la que no falta, incluso, una sugerente cita buñuelesca (el encadenado que une dos planos picados sobre el cadáver de Juan, prácticamente idénticos en su formalización y ensamblaje a los de la andrógina figura que mueve la mano seccionada con el bastón en Un perro andaluz [1928], buscando con probabilidad activar didácticamente los hallazgos surrealistas). Con inusitada audacia semántica (que a la postre motivaría la prohibición del film por el Gobernador Civil de La Coruña, pese a los vanos intentos del realizador en la prensa local de la época por explicar el film como un caso de “conciencia individual”), un largo fundido a negro de potencia metafórica sobrecogedora —el humilde tejido que cubre el cadáver da paso a la oscuridad total y a la repentina y atosigante presencia en pantalla de la cifra última y causa oculta de la muerte (del obrero) y de la negritud (del encuadre): la sublevación militar franquista de “1936”— nos sitúa, por medio del flash-back que constituye el núcleo central del texto, en una de las noches posteriores al “alzamiento” y en el inicio de un devenir diegético necesariamente más mesurado y convencional. Con todo, y aun plegándose a las lógicas necesidades narrativas, Amigo (y sus colaboradores, los hermanos Docampo) no cesa(n) en su decidida y vigorosa voluntad discursiva y formal, haciendo, por ejemplo, que la posición de la cámara (oblicua en los dos

planos iniciales pero en relación inversa en cada uno a los edificios que vemos) y la dirección de los huidizos republicanos (hacia el fondo en el primero, hacia la cámara en el segundo) que se encaminan al humilde domicilio de Juan García para abandonar el tesoro del régimen legal y democrático en las manos callosas del desamparado obrero, creen diagonales opuestas que constriñen el espacio, geométricas “figuras formales” en todo caso dolorosa y definitivamente rotas por el paso marcial (horizontal y de izquierda a derecha) de los militares, con la cámara frontal en este caso al muro que ocupa la parte izquierda del encuadre.Los mecanismos del film de misterio y suspense —pasados también por el tamiz bardemiano y junto al melodrama y al cine negro, otro de los resortes genéricos del film— comienzan a tejerse nada más llamar los dos hombres a la puerta. La puesta en escena conjuga entonces, en el interior de la casa, el plano largo y el movimiento de la cámara con el recurso sutil al punto de vista subjetivo, bien a través de llamativos planos vacíos y estáticos (como el que marca la angustiada espera de la mujer que precede a la entrada de su cuñado y el otro hombre), bien por medio de travellings subjetivos de nítida ascendencia hitchcockiana (la mirada de Juan aproximándose a la caja con las joyas sobre el periódico abierto por las páginas de las esquelas). Juan acepta el “encargo”, pero, mientras la esconde, un plano subjetivo desde su punto de vista y de muy cuidada elaboración plástica, sitúa a su esposa como único centro lumínico en un espacio radicalmente negro. El posterior fundido ratifica el tono premonitoriamente mortuorio del relato,

anunciando la enfermedad del hijo, de la que Juan, en paro, se entera por medio de su hija mayor mientras juega una con probabilidad cotidiana partida de cartas al aire libre. El espectador intuye el contenido de la conversación paterno-filial, pero escucha únicamente la narración (en la voz de Enrique Mariñas) de la final de la Copa de fútbol del

Generalísimo, lo que no solo nos habla de la popular presencia de la radio años antes de la llegada a España de la televisión, sino, y sobre todo, de un trabajo sobre el sonido off que, aquí, señala subrepticia y sutilmente de qué manera el balompié quiso ser utilizado por el Régimen franquista como eficaz silenciador de los trabajadores. La progresiva gravedad del hijo (motivada por la falta de medicinas y de los medios económicos para adquirirlas) lleva a Juan a vender alguna de las joyas bajo su custodia. La decisión de traicionar su promesa, desesperada y tomada en última (y a la postre inútil) instancia, es escrita fílmicamente por medio del más sorprendente recurso formal del film, cuya enunciación hace gala en dicho pasaje de incuestionable altura estética y honda solidaridad con su protagonista. De hecho, y junto a momentos de envaramiento y énfasis excesivo —como le reprochaba Jorge Feliú tras su estreno en el XXI Certamen Nacional de Cine Amateur de 1958, elogiándola no obstante como el film más relevante del mismo—, Amigo da muestras de la más inequívoca capacidad discursiva cuando una serie de primeros planos estáticos del hombre desde diferentes

Forma ( y) política en El andamio

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Ficha original de la película

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Sesión día del TRABAJO: EL ANDAMIO (Rogelio Amigo, 1958)

Del 1 al 5 de mayo a las 12:00

El andamio se podrá ver online desde el 1 hasta el 5 de mayo a las 12:00. Pulsa sobre el enlace para verla:

VER EL ANDAMIO ONLINE

Título: El andamioAño: 1958País: España Dirección: Rogelio AmigoGuion: Rogelio Amigo

Producción: Carballal FilmsInt.: Marisa Naya, José María Pujalte, Juan R. Guisán, Carmen Bermúdez, Francisco Cajigas Duración: 35 minutos

FICHA TÉCNICA Y SINOPSIS

La aventura familiar de un hermano que deja a otro en custodia, en plena Guerra Civil, una caja blindada con joyas de dudosa procedencia. La caja queda enterrada y olvidada hasta que causa un accidente laboral.

ángulos y posiciones —puntuados por otros de una vela consumiéndose, de la madre junto a la cama del niño o del destartalado fregadero con los platos sin lavar y el grifo goteando (cuyo sonido, otras veces off, siempre rítmico e hiriente, martillea el cerebro de Juan y actúa, a la vez, como recordatorio del frágil latido infantil)— dan paso a dos primeros planos de su rostro. El segundo de ellos, descentrado y desenmarcado, punto máximo de la angustia, es repentinamente deshecho por un rápido movimiento del aparato que desciende, vertiginoso y emocional, de la cabeza (descompuesta) al corazón. Entonces, un cambio de plano nos lo muestra, decidido, levantándose y cogiendo un valioso rosario de entre las joyas. La venta de lo sustraído, en infructuoso intento de salvar al pequeño, nos introduce en un patético submundo urbano, de ilegalidad y trapicheo, de tonalidad muy próxima al que Nieves Conde describiera con extrema veracidad en la excepcional y conflictiva Surcos (1951). Pero el dinero llega tarde, y la muerte del hijo aboca al film a un nuevo fundido a negro y a los protagonistas a un lastimoso retorno al campo, tras un plano vacío en verdad inolvidable en el que el colchón enrollado e inútil solo tapa parcialmente un triste cuadro religioso, mientras un barquito de juguete boca abajo y una humilde pelota de plástico completan el postrero bodegón de la dolorosa ausencia infantil. El retorno al rural constituye, desde luego, referencia explícita al citado film del desencantado falangista “hedillista” Nieves Conde y parece dibujar un modesto futuro

y un dolor mitigado (gran plano general de la pareja trabajando en el campo), pero solo anticipa en realidad el obligado retorno de Juan a la ciudad cuando, en 1957, una misiva de su hermano, exiliado en Francia, le obligue a regresar en busca de la caja que había enterrado, antes de su partida, en un terreno olvidado y próximo. El tramo final de la película, en fin, habrá de cincelar, definitiva y metafóricamente, el sentido político de la misma. El terreno donde escondiera la caja es ahora febril centro constructivo. Su propietario y empresario, millonario y poderoso tras “encontrar” las joyas (como sabemos por el rosario que su hija lleva en las manos cuando acude a la misa), ha levantado su fortuna (el supuesto desarrollo “franquista” de la ciudad-España) sobre el dolor y el trabajo, sobre la herencia republicana. Y no existe otra posibilidad que el silencio y la explotación o la muerte. La elipsis brutal que desde la valiente llamada telefónica de Juan —y último y definitivo fundido a negro mediante— nos lleva al rostro de su cadáver tras la “caída” no hace sino rimar con el golpe (militar) definitivo que, sin penas ni culpables, terminó con la vida y la dignidad del proletariado. Las pisadas de los obreros sobre el lugar fatídico, la tranquila partida del constructor en su flamante ‘haiga’ y el silencioso pesar de su hermano perdiéndose entre la gente dan paso, como final definitivo, a otro obrero y a otro —el mismo— andamio.

José Luis Castro de PazCatedrático de la Universidad de Santiago de Compostela

Texto aparecido en el folleto de mano que se entregó en el CGAI con motivo del reestreno de El andamio el 16 de diciembre de 2008.

Forma ( y) política en El andamio

Capaz de combinar una irrenunciable voluntad realista con un sentido de la puesta en forma de herencia soviética y, a su modo,

también hollywoodiense

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#DoréEnCasa es una iniciativa de Filmoteca Española que permite acceder durante un tiempo limitado a los materiales recuperados y restaurados recientemente

Del 1 al 5 de mayo a las 12:00

CONTENIDO EXTRA:El documental 50 años en el andamio se podrá ver online del 1 al 5 de mayo a las 12:00. Pulsa sobre el enlace para verlo:

VER EL DOCUMENTAL 50 AÑOS EN EL ANDAMIO ONLINE

Sesión día del TRABAJO: DOCUMENTAL 50 años en eL ANDAMIO (ángel rueda, 2009)

LA DIFÍCIL TAREA DE RECUPERACIÓN DEL CINE es al fin y al cabo la recuperación de nuestra propia historia; en este caso con la película El andamio, esa recuperación

no acababa tras su restauración, sino que nos obligaba a indagar sobre el verdadero origen de este film que, aunque citado muy por encima en algunos libros de historia del cine, había pasado con más pena que gloria.La escasez de información sobre la película y la atracción con la que nos sedujo desde un primer momento, nos planteó una profunda investigación, que tendrá como consecuencia el documental 50 años en el andamio.El primer gran reto fue la búsqueda de sus protagonistas, entre ellos el director Rogelio Amigo, que había desaparecido paralelamente a la película a principios de la década de los 60, sin dejar rastro.El documental refleja esa búsqueda y el encuentro con las personas que hicieron posible una película de denuncia social en plena dictadura franquista y reflexionar con sus protagonistas sobre nuestra situación actual y la vigencia de la película, cincuenta años después, trasladando las mismas reivindicaciones a nuestros días: desempleo, explotación, abusos, precariedad laboral, especulación urbanística.El documental pretende así borrar alguna de las sombras de la historia del cine en nuestro país y desvelar el verdadero contenido de una película oculta durante cincuenta años, El andamio.

Ángel RuedaDirector del documental 50 años en el andamio

Prohibido bajarse del andamio

El documental refleja la búsqueda de sus protagonistas y el encuentro con las personas que hicieron posible una película de denuncia

social en plena dictadura franquista

Título: 50 años en el andamioAño: 2008País: España Dirección: Ángel Rueda

Guion: Ángel RuedaProducción: : eSe8 cinemaDuración: 76 minutos

FICHA TÉCNICA Y SINOPSIS

Documental que se lanza a la búsqueda de los protagonistas de una película amateur de denuncia política y social realizada en España en plena dictadura franquista. A través de esta búsqueda se recupera la figura de su director, Rogelio Amigo, y los testimonios en primera persona de todos los que hicieron posible esta aventura, volviendo a los lugares del rodaje y recreando en ellos algunas de las escenas de la película.