donde había dicho decía, diría después diego · 2017-02-03 · explícitamente indicaciones...

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Donde había dicho decía, diría después Diego Nieves Arribas Esteras Università degli Studi dell’Insubria Hace tiempo que venimos interesándonos por cuestiones fraseológicas y en esta ocasión, por ser el metalenguaje el nudo que liga los estudios aquí presentados, nuestro trabajo esbozará una serie de reflexiones sobre las relaciones entre los siguientes tipos de discurso: metalingüístico, repetido, referido y reproducido centrándonos en un tipo de unidades fraseológicas que podríamos denominar ‘doblemente metalingüísticas’ pues lo son en dos sentidos: por tener como núcleo ‘palabras del decir’ y por ser su función principal hablar del lenguaje mismo, estructurar el discurso, orientar los intercambios concretos y/o, en definitiva, organizar la conversación regulándola y dando implícita o explícitamente indicaciones pragmáticas de lo que se pretende realizar a nivel locutivo, elocutivo y los efectos perlocutivos que algunos actos de habla pueden conllevar. Se ha hecho una, a nuestro juicio, muy feliz comparación entre textos y lugares (no tanto paisajes naturales como entramados urbanos o recorridos) 1 : todo texto es un espacio semiótico y en él, como si de una ciudad se tratara, hay elementos para orientar al transeúnte, son de diversa índole (suprasegmentales, sintácticos, léxicos, estilísticos, extralingüísticos, kinésicos, etc.); un barrio o una plaza por ejemplo toleran un cierto nivel de entropía, de desorden relativo, pero un buen urbanista sabe crear un edificio capaz de ‘dialogar intertextualmente’ con los de su entorno. Los conectores y marcadores discursivos desempeñan una función parecida a la de las señales de circulación (información conceptual, pero sobre todo procesual o procedimental, computacional e interactiva, esto es, pensada para guiar la trayectoria interpretativa del oyente o lector y la compositiva del enunciador) más que a la contenida, pongamos por caso, en un cartel que anunciara un restaurante (información referencial). Entendemos que es obligatorio circular en un sentido u otro al ver una flecha que reconocemos como signo codificado de esa manera y análogamente, al escuchar (o leer) las palabras mejor dicho o el conector sin embargo comprendemos en pocos milisegundos que está por hacerse, respectivamente, una reestructuración y una contraargumentación de lo enunciado. Nos parece especialmente claro dicho símil por pertenecer al grupo metafórico el texto es una urdimbre espacial, que es extremadamente productivo 2 : tenemos multitud de expresiones fraseológicas referentes al hablar que parecen querer recordarnos que estamos moviéndonos, paseando, ‘recorriendo un espacio’ ( Por ahí le anda; Por ahí va la cosa; ¡Ahí queda eso!; Vuelve al tema; No te vayas por las ramas; 1 Véase por ejemplo el epígrafe “qué es un texto, o cristalización versus urbanismo”, en el estudio preliminar de Sebastián Bonilla a la edición española (1997: 8-32) de Introducción a la lingüística del texto (De Beaugrande y Dressler, 1981). Según Bonilla, la metáfora del urbanismo es mejor que la del texto como mineral cristalizado, pues esta última subraya un fenómeno natural y la primera un proceso intencionado, a la mayoría de los enunciadores interesa sobremanera que se perciba su intención. 2 Concordamos con Carmen Bobes (2004: 14) en que la metáforas no literarias sino lingüísticas o del habla cotidiana, una vez codificadas constituyen un proceso que genera nueva acepciones en los términos convirtiéndose así en una fuente de creación léxica.

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Donde había dicho decía, diría después Diego

Nieves Arribas Esteras

Università degli Studi dell’Insubria

Hace tiempo que venimos interesándonos por cuestiones fraseológicas y en esta

ocasión, por ser el metalenguaje el nudo que liga los estudios aquí presentados, nuestro

trabajo esbozará una serie de reflexiones sobre las relaciones entre los siguientes tipos

de discurso: metalingüístico, repetido, referido y reproducido centrándonos en un tipo

de unidades fraseológicas que podríamos denominar ‘doblemente metalingüísticas’ pues

lo son en dos sentidos: por tener como núcleo ‘palabras del decir’ y por ser su función

principal hablar del lenguaje mismo, estructurar el discurso, orientar los intercambios

concretos y/o, en definitiva, organizar la conversación regulándola y dando implícita o

explícitamente indicaciones pragmáticas de lo que se pretende realizar a nivel locutivo,

elocutivo y los efectos perlocutivos que algunos actos de habla pueden conllevar.

Se ha hecho una, a nuestro juicio, muy feliz comparación entre textos y lugares

(no tanto paisajes naturales como entramados urbanos o recorridos)1: todo texto es un

espacio semiótico y en él, como si de una ciudad se tratara, hay elementos para orientar

al transeúnte, son de diversa índole (suprasegmentales, sintácticos, léxicos, estilísticos,

extralingüísticos, kinésicos, etc.); un barrio o una plaza por ejemplo toleran un cierto

nivel de entropía, de desorden relativo, pero un buen urbanista sabe crear un edificio

capaz de ‘dialogar intertextualmente’ con los de su entorno. Los conectores y

marcadores discursivos desempeñan una función parecida a la de las señales de

circulación (información conceptual, pero sobre todo procesual o procedimental,

computacional e interactiva, esto es, pensada para guiar la trayectoria interpretativa del

oyente o lector y la compositiva del enunciador) más que a la contenida, pongamos por

caso, en un cartel que anunciara un restaurante (información referencial). Entendemos

que es obligatorio circular en un sentido u otro al ver una flecha que reconocemos como

signo codificado de esa manera y análogamente, al escuchar (o leer) las palabras mejor

dicho o el conector sin embargo comprendemos en pocos milisegundos que está por

hacerse, respectivamente, una reestructuración y una contraargumentación de lo

enunciado.

Nos parece especialmente claro dicho símil por pertenecer al grupo metafórico

‘el texto es una urdimbre espacial’, que es extremadamente productivo2: tenemos

multitud de expresiones fraseológicas referentes al hablar que parecen querer

recordarnos que estamos moviéndonos, paseando, ‘recorriendo un espacio’ (Por ahí le

anda; Por ahí va la cosa; ¡Ahí queda eso!; Vuelve al tema; No te vayas por las ramas;

1 Véase por ejemplo el epígrafe “qué es un texto, o cristalización versus urbanismo”, en el estudio

preliminar de Sebastián Bonilla a la edición española (1997: 8-32) de Introducción a la lingüística del

texto (De Beaugrande y Dressler, 1981). Según Bonilla, la metáfora del urbanismo es mejor que la del

‘texto como mineral cristalizado’, pues esta última subraya un fenómeno natural y la primera un proceso

intencionado, a la mayoría de los enunciadores interesa sobremanera que se perciba su intención. 2 Concordamos con Carmen Bobes (2004: 14) en que la metáforas no literarias sino lingüísticas o del

habla cotidiana, una vez codificadas constituyen un proceso que genera nueva acepciones en los términos convirtiéndose así en una fuente de creación léxica.

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Metalinguaggi e metatesti. Lingua, letteratura e traduzione, XXIV Congresso AISPI (Padova, 23-26 maggio 2007),

a cura di A. Cassol, A. Guarino, G. Mapelli, F. Matte Bon, P. Taravacci, Roma, AISPI Edizioni, 2012, pp. 65-91.

Mira tú por dónde; A eso voy; ¿Dónde quieres ir a parar?; Todo se andará), tejiendo

una trama (Perder el hilo; Atar cabos, Enhebrar frases) y otras metáforas (Lakoff y

Johnson, 1980). Los estudios de lingüística textual han elaborado repertorios,

explicaciones y clasificaciones cada vez más exhaustivas de conectores y marcadores

textuales (la bibliografía es amplísima3) pero quizá son menos los que se han

aventurado a hacer lo propio incluyendo unidades fraseologías más marcadamente

idiosincrásicas, es decir, fórmulas que, además del rasgo de fijación y de tener

funciones procesuales, presentan carácter idiomático entendiendo por tal la ausencia de

composicionalidad semántica (Arribas 2003, 2006, 2007).

Analizaremos algunos de ellos y esbozaremos un apéndice contrastivo (por

fuerza incompleto) entre las lenguas española e italiana por dar una idea de la dificultad

que puede entrañar encontrar equivalentes en este tipo de unidades. Dejaremos fuera de

este trabajo una gran cantidad de unidades que pueden eventualmente desarrollar una

función textual o metalingüística aun no siendo específicamente la suya sino habiéndola

adquirido igual podría hacerlo cualquier enfatizador:

- Eso es una tontería ‘de agárrate y no te menees’ / ‘de padre y muy señor mío’ /

‘como la copa de un pino’…)

o disminuirlo:

- ¡Pues vaya una declaración ‘ de tres al cuarto’ / ‘de pacotilla’…)

así como en principio cualquier palabra, sintagma o frase podría usarse

metalingüísticamente:

- No me vas a comparar un ‘te quiero’ con un ‘te aprecio’ o un ‘te estimo’

- No me molestó aquel ‘déjame en paz’ tanto como su consabido ‘no tienes ni idea’ - ‘La nieve es blanca’ es un enunciado, pero “el enunciado ‘la nieve es blanca’ es

verdadero” es una proposición de un metalenguaje4.

Unidades que suelen usarse con fines discursivos y secuencias conectivas

psicosociales que funcionan como claves interpretativas pueden serlo fórmulas casi de

todo tipo5: desde los gambits de Keller (Keller y Warner, 1989), que han sido traducidos

al español por gambitos6 (Gallardo Paúls, 1993) aunque no sea uno de los términos más

corrientes, hasta colocaciones lexicalizadas de las que solemos servirnos para comentar

lo enunciado (Craso error; Mal asunto), frases hechas (Menos da una piedra; Por algo

se empieza), frases famosas lexicalizadas (Más se perdió en Cuba y volvieron cantando;

Entre bobos anda el juego7) o verdaderas paremias: Dime de qué presumes y te diré de

3 Véase Loureda et alii, La investigación sobre marcadores del discurso en español, Medir, Arco Libros

(en prensa). 4 Ejemplo de José Martínez de Sousa (2004: 397). Véase sobre todo: Castillo Peña, Carmen, 2006 en

Casado Velarde, Manuel, Ramón González Ruiz y Oscar Loureda Lamas (eds.), Lo metalingüístico en

español, Francfort, Meter Lang. 5 A veces ni siquiera son fórmulas, pueden constar de una sola palabra (¡Acabáramos!; Ecco!). 6 En la parte final de este artículo hay una selección de gambitos. 7 Frase hecha o cita famosa tomada del título de una obra de Francisco de Rojas que nos sirve para expresarle a nuestro interlocutor que las personas de quienes se está hablando nos parecen estúpidas

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qué careces; Arrieritos ‘semos’ y en el camino nos encontraremos8.

La nota en común de todas las unidades mencionadas sería la posibilidad de ser

usadas con funciones prevalentemente discursivas, fáticas, de regulación conversacional

(como los marcadores discursivos) y por estar constituidas por alguna unidad autónima

o elemento metalingüístico propiamente dicho, por ejemplo palabras diacríticas (o casi)

que provienen de otras fórmulas más o menos obsoletas, onomatopeyas que imitan el

hablar, nombres de letras, elementos de la interacción, de la escritura, a órganos de la

fonación, etc. o por referirse al hablar mismo, a la potencia perlocutiva de nuestras

palabras o a la actitud, la intención y al modo de decir en sus múltiples variedades:

narrar, describir, convencer, exagerar, mentir, etc.:

Se armó la de ‘Dios es Cristo9’

Allí hubo mucho ‘bla, bla, bla’ Aquello fue el ‘acabóse’

No me pongas ‘peros’

Por ‘hache’ o por ‘be’ Me lo dijo ‘con toda su boca’ / ‘con la boca chica’ / ‘por lo bajinis’ / ‘medio en

broma medio en serio

Y así ‘burla burlando’ / ‘entre bromas y veras’ pasaron la tarde sin darse ni cuenta

Se le ‘llena la boca’ cuando habla de eso

No concedieron ni ‘el beneficio de la duda’

Es un novato y no sabe nada pero tú ‘concédele beligerancia’ Habla ‘por boca de ganso’

También hay unidades que explicitan lo que ‘se hace’ concretamente con el acto

de habla en el discurso:

No digas eso que te estás ‘metiendo en un jardín’ y vas a ‘meter la pata’

Esa es una declaración de intenciones muy justa pero que no pasa de ser ‘un

brindis al sol’ Siempre está ‘contando batallitas’

Se podría objetar que expresiones como dime de qué presumes y te diré de qué

careces no tienen por qué referirse a discurso alguno, pero lo cierto es que como no solo

se puede ‘presumir’ con gestos o acciones sino que una de sus acepciones es hacerlo

con palabras, usamos muy a menudo la expresión para comentar un enunciado. Desde

hace unos años se está estudiando con mucho esmero tanto la fraseología en general

como las secuencias estrictamente composicionales y discursivas. En el ámbito de la

lingüística textual también se ha profundizado en el análisis de marcadores y conectores

con gran exhaustividad. Pero habría quizá una zona gris entre los elementos

prototípicamente procesuales, como sin embargo y los elementos prototípicamente

idiosincrásicos, como ya empieza Cristo a padecer10

. Hay unidades pluriverbales de

8 Esta última sería una fórmula psicosocial paremiológica que usamos como amenaza cuando

escuchamos, captamos o referimos un comportamiento ajeno que nos parece incorrecto. 9 “¡Dios es Cristo!” sería una exclamación referente a una antigua diatriba sobre la Santísima Trinidad

usada de forma autónima o metalingüística y que ha dado origen a la expresión ya lexicalizada. 10 Expresión a nuestro modo de ver metalingüística pues suele ser usada para criticar el enunciado

anterior o el referente de los que se acaba de decir: - Ha dicho el jefe que nos hemos pasado - ¡Vaya por Dios, ya empieza cristo a padecer!

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variado tipo cuyas funciones pragmáticas y comunicativas que planifican el discurso, la

construcción y organización de la interacción, procesan y dosifican la carga informativa,

rectifican, reformulan (como los conectores: dicho de otro modo; en otras palabras…).

Muchas de ellas tienen un deíctico –frecuentemente un adverbio de lugar y/o un

demostrativo11

- pues su función es topicalizar lo apenas enunciado (Ahí está el busilis;

Ahí le duele; Esa es la madre del cordero). Por ejemplo una unidad como dicho sea de

paso advierte que se va a -o que se acaba de- hacer una observación secundaria pero

pertinente, como aprovechando la ocasión. Una secuencia como eso se lo cuentas a tu

abuela prevé al interlocutor de la propia actitud de incredulidad y su idiomaticiad es

mayor que el marcador mejor dicho pues de la suma de sus partes es menos fácil

obtener el contenido semántico total. Si me apuras tendría valor de adición en aquellos

casos en los que pudiera equivaler al marcador discursivo ‘incluso’. Sin añadir ni quitar

una coma expresaría el deseo del hablante de hacer creer a su interlocutor que está

reproduciendo un discurso muy al pie de la letra. En todas ellas estamos usando piezas

léxicas cuyo referente no es extradiscursivo sino que se refieren al hablar mismo y lo

estructuran, su función puede ser transoracional (como los conectores), textual

(cohesionar y dar coherencia al todo) y/o pragmática (explicitar la intencionalidad,

recuperar elementos relevantes, implicaturas, etc.)

Unidades fraseológicas discursivas por su función

Un estudio importante sobre la fraseología en torno al verbo ‘decir’ es el de Cristina

Fernández Bernárdez (2002). Nosotros, sin pretender ser exhaustivos, como funciones

discursivas recurrentes de las unidades fraseológicas que no llegan a estar en los

repertorios al uso de marcadores y conectores discursivos podríamos señalar que:

- esconden, velan, descubren o enfatizan responsabilidades e intenciones

comunicativas:

o Como dijo aquél / el poeta / un castizo

o Como se suele decir

- describen el decir:

o Hablando en plata

o Miente más que habla / que parpadea

- lo descalifican o enumeran referencias no específicas:

o Que si patatín y patatán12

o Ya empezamos con que si la abuela fuma

- introducen cambios de nivel, de registro:

o Hablando en plata o Hablando mal y pronto

- pueden servir para introducir un ejemplo: o Y como muestra baste un botón

11 Frecuentísimos en marcadores: con todo y con eso; eso es; esto es; tanto es así… 12 Sobre este y otros marcadores coloquiales de enumeración, véase: Loureda Lamas, Oscar, 2002, “Polifonía y enumeración en el español coloquial” en Oralia, 5 (2002), 133-152.

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- o la conclusión de nuestro discurso:

o En resumidas cuentas y por no cansarte

- o marcar un tránsito:

o El caso es que

- explicitar la intención:

o Por usar un eufemismo

o Por decirlo suavemente

- o la actividad:

o Borrón y cuenta nueva

- para autorizar un cambio de turno:

o ¿O no?;

o ¿A que sí / no…?

- o apropiarse de él13

:

o Permítame discrepar o Sí / bueno, pero

- para introducir el deseo de concluir la conversación:

o Ha sido un placer hablar con usted

- para pedir aclaraciones sobre un determinado comportamiento:

o ¿Te parece bonito?

- reprobarlo:

o ¡Te parecerá bonito!

- rechazar, reprobar o exigir explicaciones sobre la actitud del interlocutor:

o Pero a ti ¿qué bicho te ha picado?

- para desaconsejar una determinada intervención o acción:

o Déjalo estar, no lo remuevas que después huele

- valorar, desaprobar, comentar un silencio o una ausencia de respuesta:

o Quien calla otorga14

- esconder una orden o disfrazarla de cortesía: o Tenga la bondad

15

- para preparar hacer comprender a los interlocutores que no les concedemos credibilidad:

13 Esta función la cumplen también pausa y silencios como explica, entre otros, Beatriz Gallardo Paúls. 14 Esto es así muchas veces pero no siempre es verdad. Según Davidson (1979) después de una invitación

o propuesta, el silencio puede ser índice de respuesta prioritaria (dispreferred) porque la invitación será

rechazada. Las intervenciones no prioritarias tienden a una maximalización de los huecos entre

intervenciones (Levinson, 1983). 15 O ser simplemente cortés, la diferencia entre dos enunciados, uno atenuado y otro neutro en muchas ocasiones solo las obtenemos del tono, contexto, expresión del rostro y demás implicaturas.

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o Te conozco bacalao aunque vengas difraza’o (es decir, disfrazado)

o Ya te veo, besugo, que tienes el ojo claro

o Anda, que te veo venir

- para advertir al interlocutor de un cambio de actitud:

o Bromas aparte / Ahora ya fuera de bromas / Ahora en serio

o A mí no me vengas con ésas o ¡Toma ya! / ¡Ahí queda eso!

- resignarse: o Menos da una piedra

o Algo es algo

- aceptar, expresar acuerdo total: o ¡Y que lo digas!

o ¡Sí, señor, así se habla!

- acuerdo parcial:

o Por ahí le anda / Cerca le anda

- desacuerdo:

o ¡Para nada!

- o para rechazar lo dicho marcando actitudes diversas, desde las más neutras hasta las más enfáticas:

o ¿En qué cabeza cabe?

o ¡Anda ya! / ¡Vamos, anda! o ¡Apaga y vámonos!

o ¡Lo dijo Blas, punto final!

- o incluso descalificadoras, agresivas, insultantes:

o ¡Tus muertos! / ¡Tu abuela! / ¡Tu tía la gorda!

o ¡Y un jamón!

- y vulgares:

o ¡Y una eme!

o ¡Y una polla como una olla!

- amenazar:

o Tú te vas a acordar

- dar ánimos:

o Venga / vamos / ánimo

o ¡A por ellos! / ¡Duro con él! o ¿Quién dijo miedo?

- para asegurarnos un control fático de la comunicación más o menos agresivamente:

o ¿Me sigues? / ¿me entiendes? / ¿Comprendes?

o ¿Ves tú? /¿Te enteras?

o ¡Que no te enteras, Contreras!

- para marcar cortesía, responder a una precedente fórmula social:

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o Y usted que lo vea

o Que sea para bien y por muchos años

o Que aproveche

- o descortesía:

o ¡Anda y que te den / te zurzan / te ondulen16

(y otras variantes)

- señalar relaciones sociales, de poder, de jerarquía:

o El gusto es mío

o Póngame a los pies de su señora

- para matizar, relativizar o diluir la propia seguridad sobre lo dicho:

o Que yo me acuerde / Si mal no recuerdo

o No quisiera estar equivocándome

- suavizar una refutación:

o Dicho sea sin ánimo de ofender

- para ironizar, por ejemplo para dar a entender a alguien que exagera con el

tono autoritario: o Sí, buana / bwana

o ¡Arrr, a sus órdenes mi primero!

- para incitar a una determinada acción, verbal o no: o Calladito estás más guapo / ¡Chitón!

o ¡Al agua, patos!

o ¡Y no se hable más!

- para describir comportamientos verbales:

o Me quitó la palabra de la boca

- para abrir, hacer progresar, detener o cerrar una determinada tipología textual:

o Adivina, adivinaza

o Érase una vez / érase que se era o Y colorín colorado, este cuento se ha acabado / Y fueron felices y comieron

perdices

- pueden incluso tener una función no solo perlocutiva:

o ¡Manos arriba!

o ¡La bolsa o la vida!)

- sino totémica, como por ejemplo podría ser la de conjurar la mala suerte:

o ¡Lagarto, lagarto!

o ¡No mientes la bicha! o No seas gafe / cenizo / pájaro de mal agüero

- desear fortuna: o ¡Suerte! / (en ámbito teatral: ¡Mucha mierda!

17)

16 Durante el periodo de la II Repùblica, debido a la presencia de tres mujeres en las Cortes y a la

intertextualidad creada por un famoso chotis, se usaba la variante, hoy desusada: ¡anda y que te ondulen

con la ‘permanent’ y te desondule la Victoria Kent! 17 Por la cantidad de excrementos que presumiblemente habría fuera, alrededor de los coches de caballos,

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… y en definitiva, para muchos fines pragmáticos diversos (Corpas: 1986).

Unidades fraseológicas compuestas por ‘palabras del decir’

Hay, por otra parte, muchísimas unidades fraseológicas en las que lo metalingüístico no

está tanto en su función como en sus elementos pues están constituidas por piezas

léxicas autónimas o que proceden de palabras con las que describimos la lengua, de

palabras con las que hablamos del lenguaje mismo,

- de verba dicendi:

Ya te digo

Diga lo que diga Te lo digo como lo siento

- o de verbos epistémicos, de percepción: Como lo oyes

- locuciones temporales:

En menos que se dice En menos que se tarda en decirlo

- fórmulas que tienen dentro otras fórmulas, pre-textos, clichés u otros discursos lexicalizados:

Entre dimes y diretes

Hasta decir basta

En un santiamén / En un decir amén / Jesús El qué dirán

De tente mientras cobro18

- o de categorías gramaticales, palabras gramaticales, no léxicas:

Que es gerundio

Por activa y por pasiva / Por activa, por pasiva y por perifrástica! En un verbo

Por un sí o por un no

- interjecciones: Más vale un olé que un ay

(Ser) de aúpa

- números, numerales, ordinales:

Hablar con segundas

En un dos por tres Decir cuatro cosas / cuatro frescas

Ni a la de tres

Como dos y dos son cuatro / como dos y tres son cinco

en el caso de que la obra tuviera éxito. 18 Con esta locución aludimos a algo tan mal hecho que resiste en pie mientras el eventual responsable

cobra el servicio y apenas se va, cae: El electricista ese me hizo una chapuza de tente mientras cobro que se estropeó a los dos días.

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(Decir al alguien) cuántas son cinco

(Darle a alguien) Lo mismo ocho que ochenta

(Seguir) En sus trece Cien por cien / ciento por ciento

- signos de puntuación, latines y latinajos, tipos de texto, de actos de habla,

tipos de textos, subcódigos o lenguajes de especialidad (la matemática, la música, etc.), del ámbito de la escritura, del alfabeto, del textos religiosos o

pseudo-religiosos, bíblicos, rituales:

Entre paréntesis Sin faltar una jota / sin faltar una coma

Amén de

De bóbilis bóbilis19

Perder el oremus Para más inri

Como el padrenuestro

A cuento de qué Capítulo aparte

A título de

De fábula / De mentirijillas Palabra de honor

A la letra / la pie de la letra / letra por letra

Con todas las letras / con todas sus letras

(Ser) letra muerta Saber como el abecé / no saber ni un abecé / no saber las cuatro letras

Por hache o por be

Llámalo equis / llámalo hache Erre que erre

No saber ni jota

No saber hacer la ‘o’ con un canuto Be por be / ce por be

Sin decir ni chus ni mus / Sin decir esta boca es mía;

Poner los puntos sobre las íes

A renglón seguido Entre líneas

Andar hecho un etcétera

A grandes rasgos ¡Cruz y raya (para toda la vida)!

¡Y punto!

- palabras que vienen de otras lenguas: A posteriori

Avant la lettre

- incluso inventadas:

Por arte de birlibirloque

Ni tuye ni mulle

- de discursos sobre la forma de hablar:

A voz en grito / A grito pelado

19 Esta expresión quiere decir ‘de balde, sin esfuerzo’; tal vez por corrupción del latín (de vobis, vobis).

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- de onomatopeyas:

En un tris / un plis-plás / un pis-pás;

Al buen tun tun; Ni pío / ni mu

Hacer tilín / que si patatín (y) patatán

- del propio decir o sobre el idioma mismo y aquí la lista se hace numerosísima y cada unidad tiene un valor específico, aunque puedan agruparse (Aznárez,

2000):

A mí qué me cuentas / dices A quién se lo vas a contar / A mí me lo vas a contar / Dímelo a mí

¿Me lo dices o me lo cuentas?

Ya me dirás / ya me contarás

A mí que no me digan Es un decir / es un suponer

Como quien dice /Como si dijéramos

Como aquel que dice Como dijo aquel / Como dijo el otro / Como dijo un castizo

Como se dice vulgarmente / Como se suele decir

Dicho en otras palabras A decir verdad

Dicho con el debido respeto / sin ánimo de ofender

No sé cómo decirte / Cómo te lo diría yo

Por así decirlo / Por decirlo de alguna manera Como su propio nombre indica

Como te lo digo (yo) / (Así) como lo oyes

Como te lo cuento / te lo estoy contando Como / Lo mismo te digo una cosa, te digo la otra

Con decirte que

Ni que decir tiene Decir por decir / hablar por hablar / hablar por no callar

Hablar por boca de ganso

No hablamos el mismo idioma / Habla en chino / ¡Háblame en

cristiano! Hablando en plata

¡Ni hablar! / ¡Ni hablar del peluquín!

Mira quién fue a hablar / Quién habló que la casa honró / Habló el buey y dijo mu

Eso se lo dirás a todas

¡Di que sí! / ¡Di que no!

¡Bien dicho! / ¡Así se habla! Es el cuento de nunca acabar

Jurar (y perjurar) en hebreo

- A veces no se trata de verbos dicendi propiamente dichos sino de verbos

epistémicos con los que solemos ‘decir’: Conforme a su (mi, tu…) buen saber y entender

A mi (buen) entender

A fe mía

A ver si me entiendes Bien entendido

No te lo crees ni tú

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¡Cómo lo sabe!

¿Sabes qué?

Ni por pienso

No se nos escapa que los pacientes lectores que hayan llegado hasta aquí estarán

preguntándose si no podrían tales expresiones considerarse simplemente una parte de

los ‘conectores’ o de los ‘marcadores’ del discurso con los que comparten el rasgo de la

fijación (aunque en aquéllos sea mucho más evidente), ya que el otro rasgo definitorio,

el de la idiomaticidad, parece escurridizo y poco nítido. Para responder a esta cuestión

debemos analizar la relación entre el discurso repetido y el reproducido.

Discurso repetido: pre-textos cliché y pre-textos ocasionales

Recordemos brevísimamente qué es el discurso repetido. Observamos que en

muchísimas de estas unidades hay un componente metafórico muy potente. En otras

ocasiones hemos razonado sobre la importancia de tal característica en muchísimos de

estos elementos lexicalizados y sobre la utilidad de los mismos (Arribas, 2003, 2006,

2007). Rememorando a Humboldt y Croce a través de Eugenio Coseriu repetiremos

que:

no solo se aprende, simplemente, un idioma; se aprende a ser creativo en ese

idioma, es decir, a superar lo materialmente aprendido. Uno domina efectivamente

un idioma cuando está en condiciones de crear algo nuevo, de decir o entender algo

nunca dicho antes. También entender es creativo. (Coseriu, 1991: 76)

Para comunicar plenamente con los demás es importantísimo tener un dominio

sólido de lo que podríamos llamar “competencia metafórica”: tenemos metáforas

lexicalizadas en los cimientos de la mayor parte de los patrones léxicos combinatorios

fijos, construimos nuestros discursos libremente pero salpicándolos constantemente de

clichés, pinceladas de humorismo, fórmulas automatizadas a veces de forma

inconsciente, otras voluntariamente.

Dice Aristóteles:

También los proverbios son metáforas que van de especie en especie; por

ejemplo, si alguien lleva a otro a su casa con las esperanza de conseguir un bien y

luego recibe daño, se dice ‘como el de Cárpatos a la liebre’, pues al uno y al otro

les ocurrió lo expresado (Retórica, 1413ª 15)

Hay en cualquier discurso una enorme cantidad de bloques prefabricados cuya

definición y límites dista de quedar libre de controversia ya que, como ha sido

demostrado, se trata de unidades que no son lexemas ni sintagmas libres, sino sintagmas

fijos con comportamiento de lexemas. De esta forma, muchas de las combinaciones más

o menos fijas pueden, a su vez, emplearse como componentes de combinaciones libres

más extensas, tal como sucede con los marcadores discursivos, ello quiere decir, por lo

tanto, que las unidades de discurso repetido son también elementos de la técnica del

discurso. Este fenómeno no es exclusivo de la fraseología lexicalizada, también en la

gramaticalización de algunos marcadores discursivos ha habido frecuentemente una

previa lexicalización metafórica, Mar Garrachana nos lo muestra con diferentes

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ejemplos como el caso de sin embargo donde se habría lexicalizado la primitiva

expresión ‘sin impedimento’, es decir, que antiguamente ‘sin embargo’ quería decir

literalmente ‘sin obstáculo, sin impedimento’ (Garrachana, 1999: 166), sema que se

deja intuir sin problemas en el significado actual del sustantivo:

Declararon un ‘embargo’ a ese país

No le produjo ‘embargo’ alguno la situación

y deja de percibirse a gramaticalización completada:

Quiere, ‘sin embargo’ no puede

La relación entre discurso repetido (compuesto por pre-textos) y discurso reproducido,

citación o transposición de textos o discursos de otras personas es muy significativa. El

discurso repetido es aquel que está constituido por elementos que se repiten

diacrónicamente, es decir, por pre-textos, siendo éstos todos los textos cuya existencia

previa permite el re-uso (literal o referencial) por parte de los hablantes. Siguiendo a

Vigara (1992: 86) incluimos pues bajo tal denominación tanto las diferentes unidades de

“discurso repetido” (Coseriu, 1977) o formalmente fijado (lexicalizadas), como esas

otras más variables e imprevisibles que pueden funcionar de hecho como referencia en

un momento dado de la conversación. Podemos, así, distinguir entre dos tipos distintos

de pre-textos:

a) El pre-texto cliché, constituido por todas esas expresiones fijas, memorizadas,

que brotan de una sola vez en la mente del hablante y son interpretadas en

bloque por su interlocutor. Son equivalentes a oraciones, partes de la oración o

incluso textos completos (siempre breves), se memorizan en bloque y tienen

sentido unitario, que precisan puntual y contextualmente en el momento de ser

actualizadas, pero está siempre semánticamente “orientado”. Funcionan, pues,

como “trozos de discurso ya hecho”, “introducidos como tales en nuevos

discursos” (Coseriu, 1977: 113 y 118), que el hablante puede extender

analógicamente o por contraste a muchas situaciones distintas.

b) El que podemos llamar, en oposición, pre-texto ocasional, que nace

imprevisiblemente, al hilo de la conversión momentánea de ciertas expresiones

libres en asunto-referencia de la conversación, y obligan a emisor y receptor a un

esfuerzo individual de creación e interpretación (respectivamente) adaptadas a la

situación comunicativa. Podemos encontrarlo, por ejemplo, en ciertos juegos

verbales por asociación semántica o fónica: locuciones, giros, modismos,

idiotismos, redundancias y tópicos-cliché (persona humana; sobran las

presentaciones), retruécanos (¿Cómo que cómo como? pues como como como) y

trabalenguas, ciertos chistes muy breves que no permiten grandes variaciones

formales (Esto van dos en una moto, y se cae el del medio porque tenía la puerta

abierta20

, metáforas, metonimias, hipérboles y/o comparaciones fosilizadas,

paremias (refranes, proverbios, máximas, sentencias, chascarrillos...), citas

literales:

—¿Nunca te has llegado a cabrear en una cola, del instituto o de cualquier

20 Ejemplos de Vigara Tauste.

Donde había dicho decía, diría después Diego 77

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cosa?

—No... Yo qué sé... 'Resignación, hermanos...', ¡qué se le va a hacer!

Son elementos de la intertextualidad que compartimos, muestra de la gran

variedad de recursos y fenómenos que permiten el uso “repetido” de las

unidades fosilizadas en la interacción verbal.

Discurso referido y discurso reproducido

Retomemos ahora las definiciones y clasificaciones más aceptadas de discurso referido

y de discurso reproducido con una serie de ejemplos. La posibilidad de reproducir un

discurso en un universal lingüístico (Coulmas, 1986) y puede realizarse de muchísimas

formas en una gradación que puede ir desde la mención de un suceso de habla sin

especificación de lo dicho (1) hasta el monólogo interior, en primera persona por

ejemplo (5), pasando por la descripción general de los discursos realizados (2); el

resumen del contenido de un discurso con mayor o menor fidelidad (3) o la cita literal

de las palabras ajenas (4). Podemos tener también citas encubiertas, ecos (si en una

conversación una persona pronunciara, tal vez impostando la voz de cierta forma,

palabras que la comunidad asocia a determinados personajes famosos sus interlocutores

no tendrán dificultad en reconocer los ecos por la intertextualidad en la que estamos

inmersos.

1. He estado charlando / discutiendo / conversando con Ana. 2. Le pidió el número de teléfono / Le preguntó la dirección / Le reprochó su actitud /

Lo felicitó.

3. Me dijo que lo perdonara, que me quería mucho, que yo era lo que más le

importaba en el mundo, etcétera, etcétera . 4. Me dijo muy satisfecha: “lo he conseguido”.

5. Menos mal que me pidió perdón, y de una forma bastante sincera, creo yo, porque,

en el fondo, estaba agobiado por lo que había hecho, seguro, vamos, lo conozco como si lo hubiera parido.

Revisemos ahora las diferencias entre discurso reproducido y discurso referido.

El discurso referido tan sólo describe una acción realizada verbalmente (gritó), mientras

que el discurso reproducido reproduce una situación de enunciación (gritó que me

marchara). Reproducir es siempre referir pero no al contrario.

Elegimos la tipología propuesta por Concepción Maldonado (1999: 3549-95)

cuyos ejemplo reproducimos:

Discurso directo (DD):

1. Le dije: “Te lo agradezco” y me contestó: “No tienes por qué”.

Discurso indirecto (DI):

2. Le dije que se lo agradecía y me contestó que no tenía por qué.

Discurso indirecto Libre (DIL):

3. Nerviosa se dijo: “¿Dónde habré puesto la carta?” La había dejado

allí encima, estaba segura. Quizá él la había descubierto y había leído lo que allí estaba escrito. ¡Con lo comprometedoras que eran aquellas palabras…! ¿Qué iba a

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hacer ahora?

Discurso directo libre o discurso directo sin marco explícito (DDL): 4. Estuvimos discutiendo hasta las tantas. Yo: “Me apetece el blanco”. Y

ella: “Pues a mí, el negro”. Y yo: “¿Pero por qué?”. Y ella: “Pues por incordiar, ¿por

qué va a ser?”

5. Estuvimos discutiendo hasta las tantas:

- Me apetece el blanco - Pues a mí el negro

- ¿Pero por qué?

- Pues por incordiar ¿por qué va a ser?

Discurso pseudo-directo (resumen con citas):

6. La actriz declaró que “la película será un éxito”

Discurso indirecto mimético (DDM):

7. Estupefacta exclamó que ay, que madre, que qué alegría

Oratio quasi oblicua (OQO):

8. Se convocaría la huelga

Relación entre discurso repetido y discurso reproducido vs. Referido

La transposición del discurso repetido (pre-textos: refranes, frases hechas, fórmulas y

otras unidades pluriverbales) dentro del discurso reproducido (DI) es gramaticalmente

posible pero sólo resulta apropiada cuando dichos enunciados o pre-textos no

experimentan ningún cambio formal al ser traspuestos de la cita directa a la cita

indirecta. Dicho en otras palabras: la literalidad de la cita directa del discurso repetido

debe conservarse íntegra en la cita indirecta de discurso reproducido, fenómeno sólo

posible si el hablante posee la suficiente competencia (también metafórica y

fraseológica) como para poder interpreta de forma transparente el discurso reproducido.

En caso contrario, el hablante que los reproduce no habrá captado su carácter de

mensajes literales y, al citarlos en DI, viola el principio pragmático que exige respetar

siempre la forma de estos:

9. Ana: Sí, claro, claro que ya no funciona, si no la cuidabais, después os

quejaréis, pero…

Pepe: Pero entre todos la mataron y ella sola se murió

a. Pepe dijo: “Entre todos la mataron y ella sola se murió” b. *Pepe dijo que entre todos la mataron y ella sola se había muerto

(sólo a. es posible)

10. Elsa: - No nos han incluido como autores

Alba: - Y eso que hemos hecho casi todo el libro

E: - Ya, es por ahorrar

A: - Ahí, ahí le duele *Elsa dijo que no las habían incluido como autoras del libro, entonces Alba

Donde había dicho decía, diría después Diego 79

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replicó que ‘y eso que’ lo habían hecho ellas casi todo, a lo que Elsa apuntó que sería

por ahorrar y Aurora contestó que ‘allí, allí le dolía’

11. – Primero estuvo de acuerdo pero luego, ya se sabe, donde dije digo

digo Diego y se echó para atrás

a. *Dijo que alguien estuvo en un primer momento de acuerdo

pero que, ya se sabía, donde había dicho decía diría después Diego y se había echado para atrás

12. E: - Estás celosa…

A: - Mira, déjame en paz, anda, no me, no me… que te, que te21

* Elsa le insinuó a Alba que estaba celosa y entonces Alba replicó que ‘mirara’, que la dejara en paz y que ‘no le, no le, que le, que le’

El escollo que la fraseología muy idiosincrásica puede ser para un aprendiente

extranjero es menor o no lo presenta la mayor parte de los marcadores discursivos ya

que los reconoce con mayor facilidad, sería extraño que un estudiante de L2 hiciera una

operación del tipo que ejemplificamos en 17b:

13. – Me cuidan bien, con todo y con eso, no puedo quedarme.

*Dijo que lo cuidaban bien, que ‘con todo y con aquello’, no podía quedarse

Esto es así porque una oración que incluya un enunciado de discurso repetido en

la cita directa no reproduce el significado de este –sólo lo nombra–, con lo que la

expresión citada se convierte en un ‘nombre’ que significa la expresión en cuestión. En

la cita se usa la lengua; en la expresión metalingüística se menciona, en ambas

desaparece la función referencial del lenguaje, pero por diversos motivos: en el

metalenguaje porque nombrar una expresión lingüística supone no hacer referencia a

nada que no sea la propia expresión; en la cita directa, en cambio, porque, si bien las

palabras se usan, no son realmente del hablante que las reproduce sino mera imitación

del uso que otro hizo de ellas. Es importante notar el valor comunicativo del discurso

directo que está no tanto en que el hablante logre hacerlo de modo realmente mimético,

literal o histriónico, sino en que el receptor lo reconozca como tal y capte esa

‘intención’ de literalidad, es decir, el hablante reproduce fielmente porque en ello radica

la razón de ser de la cita, pensemos en el caso de traducciones, dictados y todos aquellos

mensajes en los que al hablante le importa tanto o más el significante que el significado,

veámoslo en el ejemplo de Maldonado (1999: 3568) siguiente:

En inglés no se dice: ‘tengo hambre’. Se dice siempre: ‘estoy hambriento’

??En inglés la oración ‘tengo hambre’ es incorrecta.

En cualquier caso, también hay que decir que muchos gambitos y otras fórmulas

estarían en una zona gris o fronteriza entre lo libre y lo fijo (Perdona que te / os / les

interrumpa; Excuso decirte/le/os/les…), desde que se formuló la teoría de los prototipos

21 Esta expresión (escuchada por nosotros a un salamantino) para que pueda entenderse necesita ser dicha

con los tonemas adecuados (ascendentes hasta la mirad de la frase y descendentes al final) que serían

similares a los que empleamos al amenazar con frases del tipo: No me calientes, no me calientes…; Tú me estás buscando… y me vas a encontrar.

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parece que cuesta menos admitir que no hay categorización sin elementos prototípicos y

elementos periféricos. Marta Higueras siguiendo los criterios de Gloria Corpas (1996:

14-30) ha esquematizado en su monografía sobre la didáctica de las colocaciones en

ELE (Higueras, 2006: 54 y 66-69) una gradación desde lo prototípico a lo periférico de

diversas unidades fraseológicas (fundamentalmente compuestos léxicos, compuestos

sintagmáticos, colocaciones, locuciones, expresiones institucionalizadas e idiomáticas).

Cuando se trata de gambitos, exquisitamente discursivos, es más difícil que puedan

adaptarse sobre todo si están compuestos de deícticos y verbos en tiempos que

normalmente (fuera de la fórmula) van ligados a una acción (no así el gerundio, el

infinitivo, muchos usos del imperfecto), en cambio, a medida que dejan de hablar del

propio discurso y se van haciendo referenciales puede ser más simple una adaptación.

a. Pepe: ¿Mañana lo preparas tú?

b. Ana: ¡Sí, hombre, claro, sólo me faltaba! Anda, quita, te conozco bacalao

aunque vengas disfraza’o i. *Pepe le preguntó a Ana que si al día siguiente lo preparaba ella y ésta

contestó que sólo le faltaba, que se quitara, que lo conocía aunque

hubiese ido disfraza’o

14. Pero ¿vosotros habéis perdido el oremus?

a. Preguntó que si habíamos perdido el oremus

15. Pasamos la tarde entre bromas y veras

a. Dijo que habían pasado la tarde entre bromas y veras

16. ¡Corta el rollo!

a. Me dijo que cortara el rollo

17. La palabra ‘mesa’ tiene dos sílabas a. Dijo que la palabra ‘mesa’ tenía dos sílabas

La teoría autonímica (o metalingüística) del discurso directo

Frege (1982: 40-45) definió el DD como un tipo de metalenguaje. Para Josette Rey-

Devobe (1978: 210-50), esta característica podría aplicarse también al discurso referido

(DI). Analicemos estos ejemplos y veremos cómo:

16. Dijo: “muchas cosas” (uso citativo)

22

17. Dijo ‘muchas cosas’ (uso metalingüístico).

En DD la sustitución pronominal se efectúa siempre con el representante neutro,

fenómeno común al DD y al metalenguaje y que nos sirve para distinguir a los usos

citativos y metalingüísticos del uso referencial. Observémoslo mediante las siguientes

pruebas para los ejemplos 16 y 17:

a. ‘Muchas cosas’ es plural (no sería posible: *son plurales)

b. *Las dijo / lo dijo

22 Por ejemplo en un contexto del tipo: No dijo “muchas costas”, lo que dijo fue “muchas cosas”.

Donde había dicho decía, diría después Diego 81

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18. Dijo muchas cosas (uso referencial)23

En cambio, con 18: a. Las dijo /*lo dijo b. Muchas cosas fueron las que allí se dijeron, entre otras que…

Volviendo a nuestro gambitos:

19. Podrías haberme llamado, ‘digo yo’.

a. * Dijo que podías habarlo llamado, que ‘decía él’

20. Edipo dijo que mamá era hermosa.

(Esta frase sólo podría ser dicha por la hermana de alguien que se llame Edipo, pues la

extensión de la palabra mamá implica que sea dicha por las personas de quien alguien es

madre24

).

A veces, el hablante elimina parte del discurso original en el citado para

obligar así a su interlocutor a rescatar las implicaturas contextuales no explicitadas en la

cita y resultar así su enunciado de mayor carga informativa25

.

21. Me aseguró que nunca.

22. Preguntaron que desde dónde. 23. Opinó que una birria

Según la teoría de la transparencia y la opacidad (Quine, 1969), contextos

referencialmente opacos son aquellos en los que no es posible sustituir dos términos

correferenciales sin cambiar el valor de verdad. Todas las construcciones opacas tienen

una interpretación de dicto. Toda cita directa es un contexto opaco. Contextos

transparentes, en cambio, son aquellos en que dos expresiones distintas que se refieren

a una misma entidad son intercambiables, sin que por ello se altere el valor de verdad

del enunciado en su totalidad. A los contextos que pueden interpretarse de modo

transparente les suele corresponder una interpretación de re. Toda cita indirecta es un

contexto transparente.

Existen expresiones cuyo referente sólo puede determinarse a partir de

coordenadas ego-hic-nunc. Para poder atribuir un referente a un elemento deíctico es

necesario conocer algunos elementos de la situación de enunciación en que fue emitido:

el hablante y el oyente (deixis personal), el lugar (deixis espacial) y el tiempo (deixis

temporal). El fenómeno de la transparencia afecta a todos aquellos aspectos del

enunciado de la cita indirecta que representan actos verbales que corresponden al

23 Por ejemplo: No fueron pocas ni banales las cosas que dijo sobre ese tema, en realidad dijo muchas

cosas. 24 Otros nombres de parentesco autónimo o que funcionan como nombres propios y, por tanto, sin

necesidad del posesivo, son: papá, yaya, tata. 25 Según la teoría de la Relevancia (Sperber & Wilson) requerir un cierto esfuerzo de procesamiento

puede aumentar el grado de informatividad, el ejemplo típico es el de las instrucciones de la tripulación

sobre qué hacer en caso de accidente aéreo, que nadie escucha (a menos que se tenga miedo o se sea un fatalista) por predecibles y archiconocidas.

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hablante de la situación de enunciación reproductora y no al hablante de la situación de

enunciación reproducida. La transposición de enunciados a discurso indirecto está

estrechamente relacionada con el fenómeno de la literalidad del mensaje. Así por

ejemplo, la transposición a discurso indirecto de las interrogaciones retóricas

(enunciados que, bajo forma interrogativa, encierran una aserción) conlleva la

eliminación de elementos suprasegmentales significativos, en consecuencia, esas

construcciones pierden el valor figurado o retórico y conservan sólo el significado

literal.

24. ¿A que me queda mejor el pelo así?

a. *Le preguntó que si le quedaba mejor el pelo de aquella manera

(¿fue eso lo que ‘realmente hizo’ con su acto de habla?)

b. Buscó, a través de una pregunta retórica, el consenso del interlocutor sobre su nuevo corte de pelo

c. *Le preguntó que si le parecía que le quedaba mejor el pelo de

aquella manera (¿?) d. Le pregunto si estaba de acuerdo en que estaba mejor de

aquella manera

25. ¿¡Cómo quieres que haga eso!? a. Le dijo: “¿cómo quieres que haga es?”

b. *Le preguntó que cómo quería que hiciera aquello

(¿fue preguntar eso lo que realmente hizo el primer hablante o más bien protestó por no parecerle bien tener que hacer algo? sólo conociendo el

contexto original podríamos saberlo).

c. Le dijo que cómo pretendía que hiciera una cosa que por

alguna razón incomodaba al hablante.

En un mismo acto lingüístico podemos tener una cita de re y otra de dicto:

26. Ha venido Pepe y ha preguntado si vas a ir a cenar a su casa. ha dicho

exactamente: ¿va a venir Ana a cenar a casa?

Presuposiciones, implicaturas y usos figurados son, entre otros, algunos de los

fenómenos pragmáticos que definen el valor de uso de un enunciado lingüístico. Captar

esa intención del hablante original es imposible cuando el mensaje se reproduce en

discurso directo, puesto que el hablante se compromete a respetar la forma original y

ninguno de esos valores es formalmente reconocible, su valor depende del contexto

lingüístico.

Encontramos un fenómeno parecido en la reproducción en discurso indirecto de

refranes, frases hechas, gambitos y otras fórmulas lingüísticas. Dicha transposición es

gramaticalmente posible pero solo resulta apropiada cuando estos enunciados no

experimentan ningún cambio formal al pasar de cita directa a indirecta. En caso

contrario el hablante no habrá captado su carácter de mensajes literales y al citarlos en

discurso indirecto violará el principio pragmático que exige respetar la forma literal de

los mismos. La literalidad de gran parte del discurso repetido en la cita directa debe

conservarse en la cita indirecta. Esto sólo es posible si el hablante interpreta de forma

transparente el discurso reproducido.

Cuando el hablante reproduce en discurso directo las palabras de otro individuo,

Donde había dicho decía, diría después Diego 83

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este se convierte en sujeto de la expresión introductora. En la cita directa, dado su

carácter de contexto opaco, el contenido es siempre responsabilidad del hablante de la

situación de enunciación original. En la cita indirecta, en cambio, el contenido puede

presentar ambigüedad entre una lectura opaca o transparente según las expresiones que

en él aparezcan sean interpretadas por el oyente como responsabilidad del hablante de la

situación de enunciación reproducida o del hablante de la situación de enunciación

reproductora. Dicha responsabilidad, en la transparencia deíctica, depende del punto de

anclado; en las transparencias elocutiva y atributiva, en cambio, se asocian con el

hablante.

Conclusiones

Hemos tratado de justificar la existencia de un grupo de unidades fraseológicas de

límites colindantes con la esfera de los conectores y marcadores discursivos pero con

mayor grado de idiomaticidad. Las hemos caracterizado como ‘doblemente

metalingüísticas’ por su función y su composición y hemos querido proponer una serie

de pautas definitorias basadas en la relación existente las unidades de discurso repetido

y metalingüístico cuando entran a formar parte de un discurso referido y cómo varía su

comportamiento en contextos opacos y transparentes según si al hablante le sea posible

interpretar dichas expresiones como responsabilidad del enunciador de la cita

reproducida o como responsabilidad del ‘enunciador primitivo’. El objetivo último de

todo ello sería prever las dificultades didácticas de un estudiante extranjero de ELE.

Concluiremos este trabajo con un forzosamente incompleto apunte contrastivo entre las

lenguas italiana y española esbozando una serie de ejemplos que puedan ilustrar la

mayor o menor dificultad en la traducibilidad de algunas de estas unidades. Queda para

un estudio posterior detallado analizar esta cuestión menos someramente.

En la selección de gambitos españoles que a continuación se presentan se ha

intentado buscar un elemento que pudiera presentarse en italiano en situaciones

psicosociales similares, por ello hay indicaciones pragmáticas a la derecha sobre el uso

de cada uno. Gambitos, conectores y marcadores discursivos parecen querer desafiar la

concepción saussuriana de que el signo lingüístico posee un significante y un

significado: un conector relaciona cognitivamente al menos dos elementos informativos

(ya sean textuales y/o contextuales) por lo tanto no sería una buena estrategia

investigativa analizarlos aisladamente de su entorno y de sus condiciones de uso, es

necesario trabajar siempre sobre el corpus. En algunos casos la casilla del elemento

italiano está vacía, la posibles traducciones que hemos encontrado en diccionarios nos

parecen insuficientemente equivalente (por ejemplo por ser de diferente registro), quizá

el lector encuentre equivalentes más certeros.

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Apéndice de gambitos:

Español

Italiano

Valor pragmático:

Mira quién fue a

hablar

Mira quién habla

¡Quién habló que la

casa honró!

Senti chi parla!

VDD (Variedad diamésica y

diafásica): conversación informal

USO: expresión que se usa para

criticar a alguien que a su vez está haciendo una crítica al interlocutor

o a otras personas por un defecto

que él mismo tiene

¡Apaga y vámonos!

(detto con ironia):

Siamo a posto!

Stiamo freschi!

Andiamo bene!

VDD: oral o escrita informal, espec.

conversación informal

USO: expresión que se emplea al

conocer que una cosa toca a su

término o al oír algo absurdo,

disparatado, escandaloso

¡Así se habla! ¡Bien dicho!

¡Eso es!

¡Di / Diga que sí!

Ben detto!

Ecco!

VDD: oral, conversación

USO: expresión que se usa para

manifestar acuerdo total con lo que

acaba de decir el interlocutor,

congratulándose por ello

A eso voy

A eso iba

Ci stavo arrivando

Proprio così

VDD: conversación

USO: expresión con la que la

persona que habla indica su

intención de tratar lo que la otra le

presenta como olvidado

A lo que (te) iba

Per tornare /

arrivare al punto

Arrivando al punto

VDD: conversación

USO: expresión con la que el

hablante indica su intención de

volver a la idea central de su

emisión tras haberse distraído o

haber abierto un paréntesis

Donde había dicho decía, diría después Diego 85

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Para que te enteres

Para que lo sepas

Che ti sia ben

chiaro

(Affinché) ti sia ben

chiaro

VDD: conversación informal

USO: expresión con intención

admonitoria que se usa para

advertir al interlocutor que debe

tener en cuenta (‘tomar nota’) lo

que el hablante dice

Dicho sea de paso

…, sia pur detto, …

VDD: oral y escrita, formal e informal

USO: advierte que se acaba de hacer,

se hace o se va a hacer una

observación secundaria aprovechando

la ocasión, una observación al margen.

¿Sabes lo que te

digo?

Sai una cosa?

Sai cosa ti dico?

VDD: conversación informal

USO: expresión que introduce la

información que se darà a continuación

pensando que, de laguna manera, va a

sorprender al interlocutor

¡Vamos, digo yo!

Para mí [que]…

Penso io

Per me

VDD: conversación informal

USO: indica que introduce una opinión

subjetiva

De mí para ti

Tra noi due

Tra te e me

Che resti tra noi

Inter nos

VDD: conversación informal

USO: suele utilizarse para introducir un

secreto, equivale a ‘confidencialmente’

¿Te ha comido la

lengua el gato?

Ti hanno tagliato

la lingua?

VDD: oral, conversación

USO: invita a hablar a un interlocutor

que guarda silencio

¡Dímelo a mí!

¡A mí me lo vas a

decir!

¡Si lo sabré yo!

A chi lo dici!

VDD: oral, conversación informal

USO: se expresa de forma enfática que

el emisor sabe muy bien de qué se trata

o conoce muy bien el asunto o

problema mencionado

86 NIEVES ARRIBAS ESTERAS

Metalinguaggi e metatesti. Lingua, letteratura e traduzione, XXIV Congresso AISPI (Padova, 23-26 maggio 2007),

a cura di A. Cassol, A. Guarino, G. Mapelli, F. Matte Bon, P. Taravacci, Roma, AISPI Edizioni, 2012, pp. 65-91.

Lo que usted diga

Lo que usted mande

Come dice Lei

Come vuole Lei

VDD: oralidad formal jerarquizada

USO: se emplea para mostrar

aceptación de una orden. Puede tener

un tono jocoso o irónico (sobre todo si

se tutea, con matiz polémico)

¡Vamos, anda!

Ma va!

Ma dai!

Macché!

VDD: oral, conversación informal

USO: negación enfática y enérgica. Se

rechaza lo que acaba de decir el interlocutor

¡Estaríamos buenos!

¡Estaría bueno!

Staremmo freschi!

VDD: oral, conversación informal

USO: negación enfática e irónica con

la que se rechaza lo que acaba de decir

el interlocutor y se anuncia que no se

tolerará algo.

¡Qué ______ ni qué

niño muerto!

¡Qué _____ ni qué

narices! ¡Qué _____ ni qué

ocho cuartos!

Ma che ____ e

_____ ¡

Ma che _____!

VDD: oral, conversación informal

USO: expresión enfática para marcar

incredulidad y desacuerdo

Cuéntaselo a tu

abuela / tía (la

gorda)

A otro perro con ese

hueso

Dalla da bere a

un altro!

Valla a

raccontare a un

altro!

VDD: oral, conversación informal

USO: expresión para replicar a quien

propone algo inaceptable, engañoso o

claramente falso

¡Tararí que te vi!

Neanche per sogno!

VDD: oral, conversación informal

USO: negación enfática e irónica con

la que se expresa incredulidad, rechazo,

desconfianza

Bueno está lo bueno

(frecuentemente con

tono enfadado)

¡Hasta ahí

podríamos llegar!

Ora non

esageriamo!

Quando è troppo

è troppo!

Ora basta!

Ne ho

(abbiamo…) già abbastanza!

Questo è troppo!

VDD: oral, conversación formal e

informal

USO: exclamación de protesta ante

algo que se considera un abuso o ante

la excesiva insistencia en algo

Donde había dicho decía, diría después Diego 87

Metalinguaggi e metatesti. Lingua, letteratura e traduzione, XXIV Congresso AISPI (Padova, 23-26 maggio 2007),

a cura di A. Cassol, A. Guarino, G. Mapelli, F. Matte Bon, P. Taravacci, Roma, AISPI Edizioni, 2012, pp. 65-91.

¿Y tú (él, ella…) qué

sabes?

E che ne sai tu?

(che ne sa lui,

lei…)

VDD: oral, conversación informal

USO: expresión para reprochar a

alguien que habla sin fundamento

¡A mí, plin!

Y a mí ¿qué? / ¿Y

qué?

Non me ne può

fregare di meno

VDD: oral, conversación informal

USO: fórmula para expresar

insolidaridad, total desdén, indiferencia

¡Allá tú!

¡Allá él! ¡Allá se las arregle /

componga / gobierne

/ vea!

¡Allá películas!

¡Allá cuidados!

Vedi tu! /

arrangiati!

Veda lui! / si

arrangi lui!

Questo è spañ

tuo/suo

VDD: oral, conversación informal

USO: fórmula para expresar

insolidaridad, total desdén, indiferencia

ante los problemas de alguien que

tendrá que solucionarlos sin la ayuda

del emisor

Con su pan se lo

coma

Meglio per lui!

Buon per lui!

(con tono di

seccatura)

VDD: oral, conversación informal.

USO: fórmula para expresar

insolidaridad e indicar indiferencia ante

la noticia de qua a alguien le ha sucedido algo generalmente bueno o

ante cualquier cosa pueda sucederle a

esa persona

Palabra de honor

Te doy mi palabra

Ti (le, vi…) do la

mia parola

VDD: oralidad y escritura, registro más

bien informal

USO: Fórmula de promesa

¡Te vas a acordar /

enterar!

¡ya te acordarás!

¡Me las pagarás! Ya ajustaremos

cuentas

Nos veremos las

caras

Arrieritos somos (y

variantes)

Questa me la lego

al dito!

La pagherai!

VDD: oral, conversación informal

Fórmula comitiva de amenaza

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Metalinguaggi e metatesti. Lingua, letteratura e traduzione, XXIV Congresso AISPI (Padova, 23-26 maggio 2007),

a cura di A. Cassol, A. Guarino, G. Mapelli, F. Matte Bon, P. Taravacci, Roma, AISPI Edizioni, 2012, pp. 65-91.

¡Al grano!

Andiamo al

dunque!

VDD: oral, conversación informal

Fórmula psico-social directiva para

instar al interlocutor a centrarse en lo

esencial y dejar de dar rodeos

¿En qué quedamos?

VDD: oral, conversación informal.

Fórmula psico-social directiva con la

que se invita a alguien a aclarar una

contradicción o a poner término a una

indecisión

(Pues) tú dirás /

Usted dirá

Dimmi tutto

Mi dica

VDD: oral, conversación formal o

informal.

Fórmula psico-social de apertura con la

que se invita a hablar al interlocutor

Corta el rollo

Sta’ un po’ zitto

Taglia

VDD: oral, conversación informal

Fórmula psico-social con la que el

emisor pide al interlocutor que termine

con una conversación aburrida o asunto fastidioso, que se calle…

¿(Pero) (se puede

saber) qué mosca le

(te, os…) ha picado?

Ma che ti (le,

vi…) prende?

VDD: oral, conversación informal

Fórmula psico-social para expresar

asombro ante un cierto

comportamiento del receptor o de la

persona a quien se refiere el

interlocutor

Ni que decir tiene (que)…

Non bisogna insistere sul fatto

che…

VDD: oralidad formal e informal

Fórmula de aseveración cuya fuerza

ilocucionaria está presente en la propia

denominación (afirmar); el hablante

emplea este tipo de fórmulas para

reforzar la sinceridad de sus propias

afirmaciones

Que me aspen si

(no)…

Que venga Dios y lo

vea

Che io sia

maledetto se (non

è vero che…) Che mi venga un

colpo se (non…)

VDD: oralidad informal

Fórmula de aseveración con la que el hablante expresa enfado ante la

incredulidad del interlocutor o para

afirmar que es cierto lo que él dice y el

interlocutor niega

Donde había dicho decía, diría después Diego 89

Metalinguaggi e metatesti. Lingua, letteratura e traduzione, XXIV Congresso AISPI (Padova, 23-26 maggio 2007),

a cura di A. Cassol, A. Guarino, G. Mapelli, F. Matte Bon, P. Taravacci, Roma, AISPI Edizioni, 2012, pp. 65-91.

Lo dicho…

Restiamo

d’accordo così

VDD: oralidad formal e informal

Fórmula psico-social de aseveración en

la que se refuerza que hay que

mantener lo que se ha dicho

anteriormente

Lo que yo le / te diga

Se / te lo digo yo

Dai / Dia retta a

me

VDD: oralidad formal e informal.

Fórmula psico-social de aseveración

para subrayar enfáticamente que lo que

dice el emisor es cierto aunque pueda

parece extraño

No te digo más

No le digo más

Ti dico solo

questo

Non (ti) dico altro

Dico solo che…

VDD: oralidad más informal que

formal

Fórmula psico-social de aseveración

exclamativa para subrayar

enfáticamente que lo que dice el emisor

es cierto aunque pueda parece extraño,

presenta carácter ponderativo.

Como oyes

Lo que oyes

Como lo oyes

Como (lo) oye (usted)

Como lo está usted

oyendo

(y otras variantes)

Proprio così, hai

sentito bene

VDD: oralidad formal e informal

Fórmula psico-social de aseveración

para subrayar enfáticamente la

autenticidad de lo dicho aun sabiendo

que al interlocutor le parecerá raro

A decir verdad

A dire il vero

VDD: oralidad formal e informal

Fórmula psico-social de aseveración

para matizar, equivaldría a ‘en realidad’, ‘la verdad es que…’

Parece mentira

Non ho parole

Non mi sembra

vero

VDD: oralidad informal

Fórmula psico-social emocional,

frecuentemente exclamativa y enfática,

con la que el hablante expresa su

incredulidad, escándalo, sorpresa.

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a cura di A. Cassol, A. Guarino, G. Mapelli, F. Matte Bon, P. Taravacci, Roma, AISPI Edizioni, 2012, pp. 65-91.

Mira tú por dónde

Guarda caso

Guarda un po’

VDD: oralidad informal

Fórmula psico-social emocional que se

intercala entre dos frase para expresar

que la segunda es una consecuencia

inesperada, significativa, causal o

curiosa de la primera

¿Pero has visto?

Ma hai visto?

Ma ti rendi conto?

VDD: oralidad informal

Fórmula psico-social emocional, exclamativa y enfática, con la que el

hablante expresa sorpresa y enfado.

Lo que son las

cosas…

VDD: oralidad informal

Fórmula pscio-social emocional para

expresar asombro, sorpresa, a veces admiración

¡Habráse visto (cosa

igual) (semejante + ______ )

Non si è mai vista

una cosa simile!

VDD: oralidad informal

Fórmula psico-social emocional para

expresar fastidio, disgusto, enfado,

sorpresa, etc. ante lo dicho o hecho por

otra persona

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