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DON JUAN EN LOS
INFIERNOS
Gonzalo Suárez
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SEC. 1: CAMPO
EXT. ATARDECER
TRAS UNA DUNA, BAJO EL CIELO ROJO, EMERGE LA CON CA VID AD RESONANTE DE UNA ENORME CARACOLA.
SEC. 2: FIESTA CORTESANA
INT. ATARDECER
UNA DAMA DESPLIEGA SU ABANICO. OTRA RECLINA SU CABEZA. AMBAS LLEVAN SUTILES ANTIFACES DE SEDA. EL ABANICO ASCIENDE Y OCULTAN SUS ROSTROS. SUSURRAN UN NOMBRE: «DON JUAN».
SEC. 3: APOSENTO REAL
INT. ATARDECER
EL REY SE INCORPORA EN EL LECHO. SUS OJOS TIENEN EL ESTUPOR DE LA MUERTE Y SU TEZ LA
TENSA LIVIDEZ DE LA AGONIA. SU MANO SE ALZA EN LA PENUMBRA. LHERMITE, EL AYUDA DE
CAMARA, ABRE LA VENTANA. LA LUZ IRRUMPE EN LA ESTANCIA. EN EL UMBRAL, AGUARDA UN OBISPO DEL SANTO OFICIO.
SEC. 4: TABERNA
INT. ATARDECER
TRAS UNA JARRA DE CRISTAL, MEDIO LLENA DE VINO, LOS ROSTROS ABOTARGADOS DE DOS BEO
DOS, DEFORMADOS POR EL VIDRIO Y ENROJECIDOS POR EL ROJO REFLEJO, PRONUNCIAN, COMO RONCO EXABRUPTO, UN NOMBRE: «DON JUAN».
SEC. 5: PASILLO
INT. ATARDECER
PRECEDIDO POR LHERMITE, Y SEGUIDO POR EL OBISPO, LLEVADO EN ANGARILLAS POR DOS ESCUALIDOS PORTEADORES, EL REY RECORRE EL ANGOSTO PASADIZO DE PIEDRA. EL HAZ DE LUZ
ROJIZA DE UN VENTANUCO ENCIENDE LAS MOVILES PARTICULAS DEL AIRE Y CONFIERE VIDA A
LAS FACCIONES DEL MONARCA.
SEC. 6: IGLESIA
INT. ATARDECER
LA BOCA SECA DE UN AMA VIEJA SE APROXIMA AL orno DE UNA DONCELLA, MIENTRAS VOCES EUNUCOIDES INVADEN LOS AMBITOS DE LA CATEDRAL. UNA NUBE HA PASADO TRAS LAS VIDRIERAS Y, AL RETIRARSE, LA LUZ COLOREA LAS MEJILLAS DE LA DONCELLA, MIENTRAS SE ESCUCHA UN NOMBRE CUCHICHEADO: «DON JUAN».
SEC. 7: ESCALINATA
INT. ATARDECER
DOS HIERATICOS ALABARDEROS PRESENTAN ARMAS CUANDO EL REY HACE SU APARICION EN LO ALTO DE LA ESCALERA. LOS DESTELLOS DE LAS ALABARDAS SE ENCUENTRAN EN EL AIRE FORMANDO UNA CRUZ LUMINOSA. AJENOS AL MILAGROSO EFECTO, LOS PORTEADORES SE LAS VEN Y SE LAS DESEAN PARA BAJAR LA ESCALINATA CON EL MONARCA YACENTE EN LAS ANGA-
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RILLAS. LHERMITE LES ECHA UNA MANO Y EL OBISPO SIGUE CON INQUIETUD LA PERIPECIA. UN BUFON CORRETEA ESCALERAS ARRIBA, ESCALERAS ABAJO, MERODEANDO EN TORNO A SU AMO. DE PRONTO, SE ARRODILLA EN UN PELDAÑO Y DICE, A MODO DE SALUDO: «iSEÑOR DE TODO!».
SEC. 8: PROSTIBULO INT. ATARDECER
UNA COTORRA APLICA EL PICO A LA OREJA DE UNA PUTA REPINTADA, Y PRONUNCIA, CON VOZ GANGOSA Y ESTRIDENTE, UN NOMBRE: «DON JUAN».
SEC. 9: PATIO EXT. ATARDECER
SOBRE UN DESVENCIJADO CARROMATO, LA ENORME CARACOLA, MANIPULADA POR UN GORDO BUHONERO Y SUS DOS HIJOS, GIRA PEREZOSA, ALZANDO SU DILATADA BOCA HACIA EL CIELO, POR ENCIMA DE LOS MUROS DEL RECINTO, EN UN INCONMENSURABLE BOSTEZO. SOLDADOS EN FORMACION CONTEMPLAN BOQUIABIERTOS EL EXTRAORDINARIO ARTILUGIO. DESDE LAS ANGARILLAS, INCORPORANDOSE, EL REY APLICA EL orno A LA BOCA ENTREABIERTA DE UNA MASCARA DE PLATA QUE REMATA EL VERTICE DE LA CARACOLA, A MODO DE ARCAICO AURICULAR. ES LA MASCARA DE LA MUERTE AZUL. EL OBISPO DEL SANTO OFICIO OBSERVA SUSPICAZ.
BUFON
Poco entorno para un Imperio donde no se pone el sol.
OBISPO
¿y qué utilidad pueden tener simples rumores y vanas palabras?
BUHONERO (Sudoroso)
Que lo que en el mundo se dice, en palacio se oiga y el sol del Imperio conozca su propia sombra.
LHERMITE IMPONE SILENCIO, MIENTRAS EL REY, CON EVIDENTE INCOMODIDAD, INTENTA ESCUCHAR.
SEC. 10: DORMITORIO MANSION SEÑORIAL INT. ATARDECER
UNOS HUMEDOS LABIOS DE MUJER PRONUNCIAN, EN RONCO ESTERTOR, UN NOMBRE, SUSURRADO, SUPLICADO: «DON JUAN».
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SEC. 11: PATIO INT. ATARDECER
EL REY DESPEGA LA OREJA, IMPASIBLE Y EXHAUSTO. SE LIMITA A ESBOZAR UN ADEMAN DESDEÑOSO, ANTES DE RECOSTARSE EN LAS ANGARILLAS QUE LOS PORTADORES, POR INICIATIVA DE LHERMITE, LEVANTAN PARA VOLVER A PALACIO. EL OBISPO, MOMENTANEAMENTE REZAGADO, MIRA CEÑUDO AL DESENCAJADO BUHONERO.
OBISPO
lHas construido tú este artilugio?
BUHONERO (Mintiendo)
No, Excelencia Reverendísima, lo encontré en el mar.
EL OBISPO DA MEDIA VUELTA Y REGRESA A PALACIO, SEGUIDO POR EL BUFON.
SEC. 12: ESCALINATA INT. ATARDECER
BAJO EL SIGNO LUMINOSO DE LA CRUZ FLOTANTE, LAS ANGARILLAS INICIAN SU ASCENSION.
OBISPO
Si no es invento del diablo, tampoco resulta grato a los ojos de Dios.
REY
Procédase como corresponde y haga la justicia que acostumbra el Santo Oficio.
A PESAR DEL BAMBOLEO Y SU DEPAUPERADO ESTADO, EL REY HA PRONUNCIADO ESTAS PALABRAS CON FIRMEZA.
SEC. 13: PATIO EXT. ATARDECER
EL BUHONERO Y SUS DOS HIJOS ARRASTRAN Y . EMPUJAN EL CARROMATO DE LA CARACOLA QUE RUEDA RUIDOSO SOBRE EL EMPEDRADO, ENTRE LOS SOLDADOS DE LA GUARDIA REAL, EN DIRECCION AL PORTON DE SALIDA.
SEC. 14: ESCALINATA INT. ATARDECER
CULMINADA LA ASCENSION, LOS PORTADORES DEPOSITAN LAS ANGARILLAS EN LO ALTO DE LA ESCALINATA Y COBRAN RESUELLO. EL REY INDICA AL BUFON QUE SE APROXIME.
REY
lQuién es Don Juan?
SEC. 15: DORMITORIO MANSION INT. NOCHE
UNA PRENDA DE MUJER PENDE DE LA PUNTA DE UNA ESPADA.
VOZ DE SGANAREL
Mi amo es un salvaje, un cerdo, un hereje ...
LA PRENDA DE MUJER CAE AL SUELO Y LA PUNTA
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DE LA ESPADA JUGUETEA COSQUILLEANTE CON LOS PECHOS DESNUDOS DE UNA DAMA, CUYO CUERPO DESMADEJADO DESTACA SOBRE LA ROJA COLCHA ARRUGADA, ENTRE NEGROS ALMOHADONES DE TERCIOPELO.
SEC. 16: PASILLO ESCALERA
MANSION INT. NOCHE
DOS CRIADOS SENTADOS EN LOS PELDAÑOS DE LA ESCALERA QUE CONDUCE HASTA EL PASILLO DONDE, A LA P ALIDA LUMINOSIDAD NOCTURNA DE UN VENTANAL, SE VISLUMBRA LA PUERTA DEL DORMITORIO. UNO DE LOS CRIADOS ES SGANAREL, EL OTRO ES SIRVIENTE DE LA DAMA. AMBOS MONTAN GUARDIA MIENTRAS CHARLAN.
SGANAREL
No hay ley divina ni humana que le detenga, no cree en el cielo, ni en el infierno, y tiene por tonterías las cosas que los demás tontamente creemos.
SIRVIENTE (Contrito)
Que tu amo haga lo que hace, iLo comprendo! Pero que mi Señora haga lo que está haciendo, es algo que me entristece el corazón.
SEC. 17: DORMITORIO MANSION
INT. NOCHE
UN BRAZO DESMAYADO CAE SOBRE LA ALMOHADA, UNA PALIDA MANO SE TENSA, LOS OJOS SE ENTORNAN ...
VOZ DE SGANAREL
Mi Señor, Don Juan, nos hace hacer lo que nunca haríamos. Y o mismo he hecho cosas que no volvería a hacer, salvo que él volviera a pedirme que las hiciese ... iMás me valiera servir al Diablo!
DON JUAN DEPOSITA LA ESPADA SOBRE EL SILLON DONDE HA DEJADO LA ROPA.
SEC. 18: PASILLO ESCALERA
INT. NOCHE
SIRVIENTE (Añorante)
Dios ha reservado a los ricos pecados por los que merece la pena condenarse ... Y a los pobres nos ha dejado virtudes por las que no merece la pena vivir. .. Yo, Sganarel, me cambiaba por tu Señor, porque él puede condenarse con sus actos y yo sólo con mis pensamientos ...
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SGANAREL SACA DE LA FALTRIQUERA UNA TABAQUERA, Y LA OFRECE A SU ATRIBULADO COMPAÑERO.
SIRVIENTE
iDios Santo! iMi señor!
SGANAREL SE GUARDA LA FALTRIQUERA Y SE DIRIGE PRESUROSO A LA PUERTA DEL DORMITORIO, QUE GOLPEA POR TRES VECES.
SEC. 19: DORMITORIO
INT. NOCHE
LOS CUERPOS SE SEPARAN. LA DAMA, EXHAUSTA, FRUSTRADA Y ASUSTADA, EXCLAMA EL CONSABIDO: «iMI MARIDO!». DON JUAN, PARSIMONIOSO, SE DIRIGE AL SILLON DONDE HA DEPOSITADO SU ROPA Y ... SU ESPADA. EMPUÑA LA ESPADA. SE VUELVE HACIA LA DAMA.
DON JUAN
Tira mi ropa por la ventana, y dí que soñaste que estabas con él. Que tú eras su caballo y él era tu jinete y que su espada entraba en tu carne haciéndote sudar de placer... Dí eso o cualquier otra cosa. iAdiós!
DON JUAN SALE DESNUDO, MIENTRAS ELLA, TRANSIDA, MURMURA: «DON JUAN ... »
SEC. 20: PASILLO
INT. NOCHE
DON JUAN, ESPADA EN MANO, SALTA POR EL VENTANAL. SGANAREL SE PERSIGNA Y SALTA TRAS EL.
SEC. 21: ENTRADA PATIO
INT. EXT. NOCHE
EL SIRVIENTE ACUDE DESPAVORIDO A LOS GOLPES DE ALDABON. DESCORRE UN CERROJO. EL PORTON CHIRRIANTE SE ABRE. APARECE EL MARIDO. AL FONDO, EN EL PATIO, UN MOZO DE CUADRAS CONDUCE POR LA BRIDA UN CABALLO BLANCO. EL SIRVIENTE SE DOBLA EN UNA REVERENCIA, MUSITANDO TREMULO: «SEÑOR. .. »
SEC. 22: DORMITORIO
INT. NOCHE
LA DAMA DESNUDA LANZA LA ROPA DE DON JUAN POR LA VENTANA.
SEC. 23: MANSION
EXT. NOCHE
DON JUAN Y SGANAREL CORREN EN TORNO A LAS PAREDES DE PIEDRA DE LA CASA, HASTA EL PIE DE LA VENTANA. UNA BOTA TARDIA GOLPEA EN LA CABEZA A SGANAREL
SEC. 24: ESCALERA-PASILLO
INT. NOCHE
EL MARIDO SUBE LAS ESCALERAS, RECORRE EL PASILLO Y ABRE LA PUERTA DEL DORMITORIO.
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SEC. 25: DORMITORIO-PASILLO INT. NOCHE
DESDE EL UMBRAL, EL MARIDO RECORRE CON LA MIRADA LA ESTANCIA. LA DAMA, MEDIO CUBIERTA POR LA COLCHA ROJA, SE ENDEREZA, FINGIENDO SORPRESA Y ALEGRIA, Y SALTA EN BRAZOS DEL MARIDO. SU VEHEMENCIA RESULTA SOSPECHOSA. EL MARIDO SE DESEMBARAZA DE ELLA Y SE ASOMA, SUSPICAZ, AL VENTANAL DEL PASILLO, SECUNDADO POR EL AZORADO SIRVIENTE.
SEC. 26: MANSION EXT. NOCHE
(PUNTO DE VISTA DEL MARIDO)
A LA LUZ DE LA LUNA, TODO EN CALMA.
SEC. 27: PASILLO-DORMITORIO INT. NOCHE
EL MARIDO VUELVE AL DORMITORIO Y CIERRA LA PUERTA EN LAS NARICES DEL SIRVIENTE.
LA DAMA COMPONE SU MAS ANGELICAL SONRISA, MIENTRAS EL MARIDO HUSMEA EL VESTIDO CAIDO A LOS PIES DE LA CAMA.
DAMA
Soñé contigo.
EL MARIDO LA APARTA Y SE DIRIGE A LA VENTANA. SE ASOMA.
SEC. 28: MANSION EXT. NOCHE
(PUNTO DE VISTA DEL MARIDO)
A LA LUZ DE LA LUNA, TODO EN CALMA.
SEC. 29: DORMITORIO INT. NOCHE
EL MARIDO SE VUELVE Y ESCRUTA CON GESTO OBTUSO EL ROSTRO DE LA DAMA.
DAMA
lAirado?
MARIDO
Rumores ...
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DAMA
lRumores? ilnfamias! iüh, si supieras! Cabalgabas en mi cuerpo, abriendo mis carnes con tus espuelas, ieras mi jinete y yo tu caballo! Mira, estoy sudando ...
SEC. 30: PASILLO INT. NOCHE
EL SIRVIENTE ESCUCHA TRAS LA PUERTA. TAMBIEN ESTA SUDANDO. AL OTRO LADO SE OYEN
PALABRAS SOFOCADAS, FORCEJEOS, JADEOS, SUPLI
CAS, SUSPIROS, RONCOS ESTERTORES ... Y, DE PRONTO,
SILENCIO.
LA PUERTA SE ABRE DE SOPETON Y, CON LA ROPA DESCABALADA, Y EL ROSTRO CONGESTIONADO, APARECE EL MARIDO. PEGA UN PUNTAPIE AL SIRVIENTE FISGON, HACIENDOLE RODAR ...
MARIDO (Furibundo)
iSu nombre! iQuiero su nombre!
EL SIRVIENTE SE RETUERCE EN EL SUELO, INCAPAZ DE EMITIR PALABRA. EL MARIDO PONE LA BOTA SOBRE LA CARA DEL SIRVIENTE, APLASTANDOLA CONTRA EL SUELO. LA ESPUELA REFULGE JUNTO AL ROSTRO DESORBITADO POR EL TERROR.
MARIDO
iQuiero el nombre de ese hombre!
LA SANGRE BROTA DE UNA CEJA ROTA Y RESBALA POR LA MEJILLA, CEGANDO EL OJO DEL SIRVIENTE.
SIRVIENTE
Don ... Juan ...
MARIDO
lQué Don Juan?
SIRVIENTE
Don ... Juan ... Don Juan Durante, Señor.
EL MARIDO RETIRA LA BOTA. EL SIRVIENTE SE INCORPORA, Y QUEDA DE RODILLAS, SUMISO Y ENSANGRENTADO.
MARIDO
Dirás que ese Don Juan llegó de noche y con engaño y, no pudiendo vencer la resistencia de la Señora, ila estranguló!
EL SIRVIENTE, DESDE EL SUELO, ASIENTE.
SIRVIENTE
Así fue, Señor.
EL MARIDO RECOMPONE SU VESTIMENTA.
MARIDO
Pondré el crimen en conocimiento del Rey.
SEC. 31: CAMINO PALACIO EXT. AMANECER
UN CABALLO BLANCO GALOPA EN DIRECCION A PALACIO.
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SEC. 32: DORMITORIO
INT. AMANECER
EL SIRVIENTE VELA EL CUERPO DE LA DAMA, QUE YACE SIN VIDA SOBRE LA CAMA.
SEC. 33: SALA DE AUDIENCIAS
INT. DIA
LOS MIEMBROS DEL CONSEJO DE LA CORONA EST AN SENTADOS Y LLEVAN PUESTO UN BIRRETE. EL MARIDO, CON LA CABEZA DESCUBIERTA, AGUARDA. DEBAJO DEL BALDAQUIN ADORNADO POR EL GIGANTESCO ESCUDO DE LOS REINOS DE ESPAÑA, EL REY SE MANTIENE SENTADO, ENHIESTO.
REY
Doy orden de caza y muerte, dondequiera que se encuentre, sin darle tiempo a mayor pecado ni oportunidad de arrepentimiento.
LA ASAMBLEA SE PONE EN PIE, DOBLA UNA RODILLA Y SE QUITA EL BIRRETE.
SEC. 34: PATIO PALACIO
EXT. DIA
UN REGIMIENTO DE GUARDIAS DE A CABALLO, ENTRE RELINCHOS Y RUIDO DE ARMAS, Y REPIQUETEO DE CASCOS, SALEN DEL PATIO.
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SEC. 35: RIO EXT. DIA
DON JUAN Y SGANAREL, CON EL AGUA HASTA LA CINTURA, CONVERSAN.
DON JUAN
Según tú, yo tendría que vivir encadenado a Doña Elvira, por el hecho de que ella es mi esposa ... iQué injusto me parece! ¿cómo puedo cerrar los ojos a las demás mujeres y no ceder a los impulsos de mi naturaleza?
SGANAREL
Doña Elvira, Señor, sigue siéndole fiel, a pesar de haber sido abandonada.
DON JUAN
Puede que su naturaleza no le impulse a otra cosa. La fidelidad es la tumba de la pasión. La pasión es la llave del instante. El instante es la puerta de la vida y la vida no se acuesta dos veces en la misma cama ...
SGANAREL
Pero dejará de ser vida, si sigue saltando por las mismas ventanas ... iYo casi me rompo el espinazo!
DON JUAN
Te lo he dicho. Debes flexionar las piernas al caer ...
SGANAREL
El miedo me lo impide, Señor.
DON JUAN
Haz como yo. Cuando saltes, no pienses en la caída.
DON JUAN SE ZAMBULLE EN EL AGUA. SGANAREL VE ENTONCES, COMO DOS DESARRAPADOS SE APODERAN DE LA ROPA DEJADA EN LA ORILLA. SGANAREL, DESNUDO, SALE GRITANDO TRAS ELLOS. LOS DESARRAPADOS HUYEN ENTRE LOS ARBOLES. SGANAREL, RESIGNADO, VUELVE AL RIO. DON JUAN EMERGE CHORREANTE.
SGANAREL
iQué desgracia, Señor! iNos han robado la ropa!
DON JUAN SALE DEL RIO Y SE DIRIGE A UN ARBOL, EN CUYO TRONCO HA CLAVADO SU ESPADA.
DON JUAN
Vamos.
SGANAREL
¿Así?
DON JUAN
No creo que encontremos en este bosque un buen sastre.
AMBOS ECHAN A ANDAR.
SGANAREL
Si hubiéramos traído los caballos, podríamos darles alcance.
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DON JUAN
En las aventuras del amor, el caballo es difícil de ocultar y las huellas de sus cascos, fáciles de seguir. Además, Sganarel, si hubiéramos traído caballos, también nos los hubieran robado.
SEC. 36: PAISAJE ROCOSO EXT. DIA
LA GRAN CARACOLA, SOBRE EL CHIRRIANTE CARROMATO DESVENCIJADO, APARECE ENTRE LAS GRISES ROCAS, ARRASTRADA POR EL BUHONERO Y SUS DOS HIJOS. DE UNA PROFUNDA HENDIDURA DEL TERRENO, BAJO LAS RAICES DESNUDAS DE UN ROBLE, TRES MUJERES, CUATRO PERROS Y CINCO NIÑOS QUE VAN AL ENCUENTRO DE LA COMITIVA, SE DETIENEN AL COMPROBAR EL MELANCOLICO TALANTE DE LOS RECIEN LLEGADOS.
BUHONERO
El Rey se muere, no tiene dinero, no quiere inventos, habrá que volver a Portugal...
TODOS ESCUCHAN, DESALENTADOS Y CABIZBAJOS, MAS GRISES QUE LAS TRISTES ROCAS.
SEC. 37: BOSQUE EXT. DIA
TRAS UN ARBUSTO, DON JUAN Y SGANAREL VEN PASAR AL GALOPE EL REGIMIENTO DE LA GUARDIA REAL. CUANDO TODAVIA RESUENAN LOS CASCOS DE LOS CABALLOS, DON JUAN Y SGANAREL SALEN DE SU ESCONDITE. PERO ... VUELVEN A OCULTARSE PRESUROSOS. UN JINETE REZAGADO HACE SU APARICION. ES EL MARIDO. DETIENE LA MONTURA Y PONE PIE EN TIERRA, DIRIGIENDOSE AL ARBUSTO DONDE SE AGAZAPAN LOS DOS HOMBRES DESNUDOS. DON JUAN AFERRA LA ESPADA Y SE APRESTA A COMBATIR. EL MARIDO, DESAVISADO, SE ACERCA AL ARBUSTO Y SE PONE A MEAR. A TRA VES DEL FOLLAJE, SGANAREL AGUANTA ESTOICO LAS SALPICADURAS. DON JUAN RETIENE LA RISA. LA MEADA NO ES LARGA. MAS DENOTA PRETEXTO QUE NECESIDAD. EL MARIDO, REMOLON, VUELVE A MONTAR Y, EN LUGAR DE PROSEGUIR LA PERSECUCION, REGRESA POR DONDE HA VENIDO.
DON JUAN, ANTE UN SGANAREL MALHUMORADO, ROMPE A REIR.
SGANAREL
Este mundo es cruel. Siempre pagamos justos por pecadores.
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DON JUAN
Ya ves, Sganarel, la justicia es ciega ...
SGANAREL
La humana sí.
DON JUAN
lQué sabes tú de la Divina?
SGANAREL
Tengo fe, Señor, en que atina cuando mea.
DON JUAN
No lo dirás por la lluvia del cielo, que moja a justos y pecadores.
SGANAREL
Mi Señor razona bien, se mojan más los humildes sin techo que los grandes en palacio, pero eso prueba que Dios reserva su justicia para más tarde y deja que las cosas aquí sean lo que son.
DON JUAN
Pues dejemos que así sean, puesto que el cielo lo quiere.
LOS DOS SE PIERDEN ENTRE LOS ARBOLES.
SEC. 38: APOSENTO REAL INT. DIA
LHERMITE AYUDA AL REY A RECOSTARSE EN EL LECHO.
LHERMITE
No estoy seguro, majestad, de que ese Don Juan sea culpable del crimen que se le imputa.
REY
Tanto da, Lhermite. No se le castiga por el crimen, sino por el pecado.
SEC. 39: BOSQUE EXT. DIA
DON JUAN Y SGANAREL, DESNUDOS Y PASMADOS, CONTEMPLAN DOS CUERPOS COLGADOS DE SENDAS RAMAS DE UN ARBOL. SE TRATA DE LOS LADRONES DESARRAPADOS, VESTIDOS CON EL ROPAJE ROBADO. SUS CUERPOS PENDEN PLUMBEOS, EN PESO Y COLOR, CON LA LENGUA HINCHADA Y VIOLACEA.
DON JUAN
Como dijo el poeta, su cuello ya sabe lo que su culo pesa. lPor qué tiemblas, Sganarel?
SGANAREL
Porque no sólo nos han robado la ropa, sino el destino. Los han tomado por nosotros, señor. Esas cuerdas nos estaban reservadas.
DON JUAN
Pues dejémosles la ropa y la cuerda que han ganado con su trabajo ...
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MIENTRAS HABLA, DON JUAN SE ALEJA, CAUTELOSO, ESPADA EN MANO. SGANAREL LE OBSERVA CON CRECIENTE INQUIETUD. DON JUAN REMUEVE CON SU ESPADA LOS RESCOLDOS DE UNA HOGUERA. DE REPENTE, GIRA SOBRE SI MISMO, ESCUCHA ATENTO Y SE ENCAMINA HACIA UNA ZANJA, DE DONDE PROCEDE UN GEMIDO INTERMITENTE. EN LA ZANJA, DON JUAN DESCUBRE EL MONTON DE HARAPOS QUE VESTIAN LOS COLGADOS. BAJO LOS HARAPOS, SE DEJA OIR EL GEMIDO. CON LA PUNTA DE LA ESPADA, DON JUAN RETIRA LOS ROPAJES, DESGARRADOS Y POLVORIENTOS. DEBAJO, PLEGADA SOBRE SI MISMA Y TEMBLOROSA, HA Y UNA CHIQUILLA DE UNOS ONCE AÑOS. SU RESPIRACION ES AGITADA, SUS OJOS NEGROS, DE PENETRANTE Y ESTRABICA MIRADA, Y SU PIEL OSCURA, DE INDIA O DE GITANA. DON JUAN, CON DISIMULADO PUDOR, CUBRE SU ENTREPIERNA CON LOS ANDRAJOS QUE PENDEN DE LA ESPADA.
DON JUAN
lQuién eres, princesa?
POR TODA RESPUESTA, LA CHIQUILLA EMITE UN CHILLIDO ANIMAL Y SALE CORRIENDO. TIENE EL VIENTRE ABULTADO. EN SU ATURDIMIENTO, VA A TOPARSE CON SGANAREL QUE LA INMOVILIZA, RETORCIENDOLE UN BRAZO.
SGANAREL
Esta es una salvaje de Indias y además está embarazada. Será mejor dejarla marchar. ..
DICHO Y HECHO, SGANAREL SUELTA PRESA Y LA CHIQUILLA SE PIERDE ENTRE LOS ARBOLES.
DON JUAN
No le hemos gustado, Sganarel. Y no me extraña. Parecemos pollos desplumados, y ella es una princesa. iVístete! iMás vale miserables que desnudos!
DON JUAN LANZA LOS ROPAJES ENSARTADOS EN LA ESPADA A LOS PIES DE SGANAREL.
SEC. 40: PLAZA EXT. DIA
UN PUBLICO NUTRIDO Y V ARIO PINTO CONTEMPLA EL ESPECTACULO QUE DOS ACTORES REPRESENTAN SOBRE UN IMPROVISADO ESTRADO. (SE TRATA DE UNA MOJIGANGA, BULULU O ÑAQUE, SEGUN ESTA DESCRITO EN PAGS. 248 y 249 DEL ESTEBANILLO GONZALEZ. LA COMEDIA REPRESENTADA ES «LA LOCURA POR LA HONRA», DE LOPE DE VEGA. CFR. J. ALENDA «CATALOGO DE AUTOS SACRAMENTALES». BRAE V 1918 PAGS. 379, 380).
DON JUAN Y SGANAREL, VESTIDOS CON HARAPOS,
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PASAN. ENTRE EL PUBLICO, UN ESCUDERO ADVIERTE, BAJO LOS HARAPOS, LA ESPADA DE DON JUAN Y, DE LA ESPADA, SU MIRADA ASCIENDA AL ROSTRO, MEDIO CUBIERTO. SU EXPRESION SE TRASTOCA. SIN DUDA RECONOCE TANTO AL CABALLERO COMO A SGANAREL. SE DISPONE A SEGUIRLES. UN REBAÑO DE OVEJAS SE INTERPONE. EL ESCUDERO A V ANZA A TRA VES DE LA MAREA DE LANA Y DE BALIDOS. SGANAREL LE VE Y LLAMA LA ATENCION DE SU AMO SOBRE LA PRESENCIA DEL TRASTABILLANTE ESCUDERO ENTRE LAS OVEJAS. DON JUAN DA LA ORDEN A SGANAREL DE IR AL ENCUENTRO DEL HOMBRE. EL ESCUDERO, AL VERSE DESCUBIERTO, INTENTA EVADIRSE, PERO SGANAREL, CON EVIDENTE DESAGRADO, SE ABRE PASO ENTRE EL REBAÑO Y LE DA ALCANCE. LOS GRITOS DE LOS ACTORES PUGNAN CON LOS BALIDOS DE LAS OVEJAS Y SE TRANSFORMAN, INOPINADAMENTE, EN VOCES ANGELICALES.
SEC. 41: IGLESIA INT. DIA
NIÑOS FLACOS, ORONDOS, CHATOS Y NARIGUDOS, MANTIENEN SUS BOCAS ABIERTAS EN DO SOSTENIDO.
LA SOLEMNIDAD DE LA MISA NO IMPIDE QUE AQUI Y ALLA, MIRADAS SUBREPTICIAS SE DIRIJAN HACIA EL LUGAR OCUPADO POR UNA DAMA DE EXTRAORDINARIA BELLEZA Y RUBIA CABELLERA RECOGIDA BAJO UN NEGRO VELO. ES DOÑA ELVIRA, ESPOSA DE DON JUAN.
EL ESCUDERO ENTRA EN LA IGLESIA Y, TORPE E INTIMIDADO, SE ACERCA A DOÑA EL VIRA. LE DICE ALGO AL orno.
SEC. 42: HABITACION MESON
INT. DIA
POR EL SUELO, LOS HARAPOS. MAS ALLA, UN BARREÑO HUMEANTE, UN BAUL ABIERTO, UNAS BOTAS RECIEN LUSTRADAS. LA CAMARA ASCIENDE EN UN RECORRIDO Y NOS MUESTRA A DON JUAN QUE MIRA POR LA VENTANA MIENTRAS, A YUD.ADO POR SGANAREL, ACABA DE VESTIRSE.
SEC. 43: PLAZA EXT. DIA
DOS GAÑANES SE PELEAN A PALOS, MIENTRAS LA GENTE SE AGOLPA A SU ALREDEDOR Y LOS NIÑOS DEL CORO CORRETEAN, GRITAN Y PALMOTEAN. DE PRONTO, SE HACE UN SUBITO SILENCIO Y TODAS LAS MIRADAS CONFLUYEN EN ...
LA GRAN CARACOLA PENOSAMENTE ARRASTRADA POR LA COMITIVA QUE ENCABEZA EL GORDO BUHONERO.
LA EXTRAORDINARIA AP ARICION DEJA INMOVILES Y BOQUIABIERTOS A LOS NIÑOS DEL CORO, MIENTRAS LOS CINCO NIÑOS QUE ACOMPAÑAN AL BUHONERO PASAN MEDITABUNDOS.
LOS GAÑANES HAN DETENIDO LA PELEA. UN RUMOR DE MAR INVADE LA PLAZA, MIENTRAS LA IMAGEN ENCADENA CON ...
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SEC. 44: CAMPO
EXT. AMANECER
LA COMITIVA CON LA GRAN CARACOLA A V ANZA
POR UNA PLANICIE DORADA. LAS SILUETAS DE
LAS CASAS DEL PUEBLO, RECORTADAS EN EL
CIELO ROJIZO, QUEDAN ATRAS. DE PRONTO,
COMO POR ENSALMO, APARECEN GUARDIAS REA
LES A CABALLO, POR LOS CUATRO PUNTOS CARDI
NALES, Y CARGAN, CON LAS ESPADAS DESENVAI
NADAS, SOBRE EL BUHONERO Y SU FAMILIA.
SEC. 45: MESON INT. NOCHE
RETUMBA UN TRUENO. FUERA, CAE LA LLUVIA.
DON JUAN Y SGANAREL ESTAN SENTADOS AL
FONDO DEL MESON YACIO.
SGANAREL
Sabía que no vendría... Está reciente la ofensa y este no es lugar para citar a una señora ...
DON JUAN, ABATIDO, NO RESPONDE. SE LIMITA A
BEBER UN TRAGO DE LA JARRA DE BARRO.
SGANAREL
Con perdón, Señor, si yo tuviera permiso para decir lo que pienso, diría que no me parece bien lo que habéis hecho con Doña Elvira. Ella es vuestra esposa y es la mejor que hemos tenido ...
DON JUAN
La mejor, Sganarel, la mejor...
SGANAREL
Además, el matrimonio es un sacramento ...
DON JUAN
Esa es otra cuestión. Y o diría que el matrimonio es un negocio entre dos. No creo que en los archivos del cielo quede registrado. Ni que Dios se ocupe y preocupe sobre si Don Juan y Doña Elvira están juntos o separados.
SGANAREL
Vuestra merced sabe lo que hace y, si no cree en nada, es porque tiene sus razones. Pero hay otros amos descreídos que sin razón alguna se burlan del Cielo y, si yo tuviera un amo así, le diría: lQuién sois, gusano, para reíros de las cosas sagradas? lCreéis que os basta con ser noble para que vuestra mala vida no traiga una mala muerte?
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DON JUAN
Pues, si yo fuera ese amo del que hablas, te diría que, para solucionar mis asuntos con el cielo, no te necesito a tí.
SGANAREL
Yo dije lo que diría a mi amo si fuera otro y me diera permiso para hablar, pero sin permiso y siendo el que es, no diría nada de lo que he dicho.
DON JUAN
Dilo, tienes permiso.
SGANAREL (Desconfiado)
Mi amo es como el guerrero sin campo de batalla, que inventa la guerra para dar batalla ...
DON JUAN
Tratas de halagarme. Pero no me conoces. Me juzgas, pero no aciertas. Utilizas el cielo para condenarme. Y la metáfora para ocultar tus pensamientos. Todo es más sencillo. Sganarel. Y o nací con una herida que sólo encuentra consuelo en los ojos de una mujer.
SGANAREL (Escéptico)
lEn los ojos? lSólo en los ojos?
DON JUAN
Sólo en los ojos. Y sólo en el instante de la mirada. Busco el brillo fugaz de la espada, no el dolor de la herida que produce. Y no tomo en ello ningún placer que no sea compartido. Por eso no me arrepiento de las consecuencias de mis actos, ni acepto ningún compromiso.
SGANAREL
Entiendo, aunque no comprendo. Y sospecho que esa herida y ese brillo y todo eso, es para el consuelo de uno y dolor de muchos y ahí está el pecado.
DON JUAN
Dices bien. Mi pecado son los demás.
SE ABRE LA PUERTA Y ENTRA, AMPARADO POR LA
LLUVIA, EL ESCUDERO.
ESCUDERO
Mi Señora Doña Elvira me envía. Mi Señora, Señor, le espera.
SEC. 46: CAMINO EXT. NOCHE
UN CABALLO NEGRO GALOPA EN LAS SOMBRAS,
BAJO LA LLUVIA. EL JINETE ES DON JUAN.
SEC. 47: ERMITA EN LA NOCHE
EXT. NOCHE
DON JUAN DESCABALGA Y, MONTURA POR LA
BRIDA, CIRCUNDA LA CAPILLA HASTA UNA
PUERTA LATERAL. ATA EL CABALLO. SE ABRE LA
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PUERTA. UN FRAILE, DESDE EL UMBRAL, LE INVITA A PASAR.
SEC. 48: SACRISTIA INT. NOCHE
EL FRAILE ES BAJITO Y PUEBLERINO.
FRAILE Está empapado, Señor. Es necesario que cambie de ropa, y beba un trago de vino.
DON JUAN SE SACUDE, COMO UN PERRO SALIDO DEL RIO.
DON JUAN No importa la ropa. Deme el vino.
EL FRAILE, SOLICITO, LE SIRVE.
FRAILE Debemos cambiar de ropa, Señor, las circunstancias lo requieren.
DON JUAN BEBE Y SE QUEDA MIRANDO AL FRAILE PEQUEÑITO.
FRAILE Compréndalo.
DON JUAN ASIENTE DE MALA GANA.
EL FRAILE EMPIEZA A DESNUDARSE.
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SEC. 49: CAPILLA EXT. DIA
UN RELAMPAGO ILUMINA LA CAPILLA. EL CABALLO NEGRO DE DON JUAN, ATADO A LA PUERTA DE LA SACRISTIA, SE ALZA DE PATAS. LA LLUVIA CAE, APAGANDO EL RESPLANDOR, Y LA NOCHE ENVUELVE EN DENSAS SOMBRAS LA CAPILLA.
SEC. SO: SACRISTIA INT. NOCHE
EL FRAILE PEQUEÑITO PARECE MAS PEQUEÑITO, DIMINUTO Y PERDIDO, EN LAS ROPAS DE DON JUAN. Y ESTE, POR SU PARTE, RESULTA RIDICULO EN EL HABITO CORTO Y ESTRECHO DEL FRAILE. AMBOS SE MIRAN CON ESTUPOR.
FRAILE
Doña Elvira ha dispuesto que todo se haga con urgencia y discreción.
AL FRAILE LE ENTRA LA RISA, Y DON JUAN SUELTA UNA ESTENTOREA CARCAJADA.
FRAILE
Y ahora me voy. Métase en el confesionario y espere. Ella vendrá.· iAdiós!
EL FRAILE SALE PRECIPITADAMENTE, DEJANDO LA PUERTA ABIERTA, Y LLEVANDOSE EL TRAJE Y LA BOLSA DE DON JUAN QUE, EN V ANO, SALE TRAS EL.
SEC. 51: ERMITA EXT. NOCHE
EL FRAILE SE PIERDE CORRIENDO BAJO LA LLUVIA. DON JUAN SIENTE UN ESCALOFRIO Y SU MALDICION SE CONFUNDE CON UN ESTORNUDO: EL ANGOSTO HABITO SE DESGARRA POR LA ESPALDA. RIENDO Y REFUNFUÑANDO, DON JUAN VUELVE A LA SACRISTIA. LA PUERTA SE CIERRA TRAS EL.
SEC. 52: MESON INT. NOCHE
EL ESCUDERO Y SGANAREL BEBEN, MIRANDOSE POR ENCIMA DE SENDAS JARRAS DE BARRO. EN SILENCIO, DESAZONADOR. EL ESCUDERO, ERUCTA. SGANAREL ERUCTA. EL ESCUDERO TOSE. SGANAREL TOSE.
SE ABRE LA PUERTA, APARECE DOÑA EL VIRA, CON LA CARA CUBIERTA. EL ESCUDERO SE LEVANTA, CEDIENDO EL SITIO Y RETIRANDOSE. SGANAREL SE LEVANTA AL RECONOCER A DOÑA ELVIRA, QUE LE ORDENA SENTARSE. SGANAREL OBEDECE PERPLEJO. DOÑA ELVIRA MIRA A DIESTRA Y SINIESTRA, PARA CERCIORARSE DE QUE NO HAY TESTIGOS, Y DEJA CAER EL VELO QUE LE CUBRE EL ROSTRO. SU EXPRESION SERENA CONTRASTA CON LA AGIT ACION Y DESCONCIERTO DE SGANAREL. APOSTADO EN LA PUERTA, EL ESCUDERO VIGILA. DOÑA ELVIRA SE SIENTA.
SGANAREL
Mi Señor la esperaba, Señora, pero le dijeron que vos le esperábais en otro lugar, y allá fue.
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DOÑA ELVIRA Quiero que digas a tu Señor que el Rey ha dado orden de ahorcarle dondequiera que se encuentre.
SGANAREL He de decir, Señora, que ya han colgado a otro en su lugar. Y, lo que es peor, Señora, alguien pagó también por mí con su vida mi única culpa: ser fiel criado de mi Señor.
DOÑA ELVIRA Quiero que le digas que debe irse lejos y para siempre.
SGANAREL «Siempre» no es palabra que mi Señor conozca. La inconstancia sería su mayor virtud, si no fuera la causa de todos sus pecados, y la razón, Señora, de su condena eterna.
DOÑA ELVIRA No he venido para salvar su alma, sino su vida.
SGANAREL Querrá decir nuestra vida, Señora, inuestra vida! Por lo que tengo visto, mi vida y la de mi Señor penden de la misma cuerda.
DOÑA ELVIRA Es mi deseo que le digas que no quiero volverle a ver.
SGANAREL Se lo diré.
I DOÑA ELVIRA'· Y dile que le perdono, a pesar del dolor que me ha causado. Porque sé que él no buscaba mi dolor, sino su libertad.
SGANAREL Espero que no me falle la memoria.
DOÑA ELVIRA Nada más.
DOÑA EL VIRA SE PONE EN PIE, PERO NO SE V A.
DOÑA ELVIRA Dime, Sganarel, lcómo era ella?
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SGANAREL lElla? No lo sé. Pero tanto da, Señora. Porque mi amo es como los conquistadores que tienen una herida que sólo se les cura cuando se miran en los ojos de una mujer, cualquiera que sea, con tal de que no sea la que debe ser, y nunca por dos veces ...
DOÑA ELVIRA Difícilmente podrá mirarse dos veces en los ojos de esa dama. Porque está muerta.
SGANAREL (Sobresaltado) lMuerta?
DOÑA ELVIRA Entrangulada.
SGANAREL iDios Santo!
DOÑA ELVIRA Por eso quieren ahorcarlo, y a ti con él, por cómplice de asesinato.
SGANAREL (Tembloroso) iEstrangulada! Mi Señor y yo nunca hemos tenido que llegar a esos extremos ...
DOÑA ELVIRA Lo sé, Sganarel. Y ahora, adiós.
DOÑA EL VIRA VUELVE A CUBRIRSE EL ROSTRO, Y SALE, SEGUIDA POR EL ESCUDERO, ANTE EL PASMO Y DESALIENTO DE SGANAREL QUE EMPINA LA JARRA PARA AHOGAR SU DESESPERACION.
SEC. 53: ERMITA INT. NOCHE
BAJO EL RIDICULO DISFRAZ DE FRAILE, DON JUAN PASEA IMPACIENTE, MANO EN LA ESPADA, ATENTO EL orno y ACECHANTE LA MIRADA.
SEC. 54: ERMITA EXT. NOCHE
OREJAS TIESAS DEL CABALLO Y MIRADA EXTRAVIADA. EL CABALLO SE REVUELVE INQUIETO, Y RELINCHA.
SEC. SS: ERMITA INT. NOCHE
DON JUAN, ALERTADO, SE DIRIGE HACIA EL CONFESIONARIO.
SEC. 56: ERMITA EXT. NOCHE
UN RUIDO DE RUEDAS Y CASCOS PRECEDE A LA APARICION DE UN CARRUAJE, ESCOLTADO POR CINCO GUARDIAS DE A CABALLO, CUYOS DESDIBUJADOS CONTORNOS VAN PERFILANDOSE BAJO LA CORTINA DE LLUVIA.
SEC. 57: ERMITA INT. NOCHE
EN EL INTERIOR DEL CONFESIONARIO, DON JUAN AGUARDA.
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SEC. 58: ERMITA EXT. NOCHE
LOS GUARDIAS DESCABALGAN Y UN PALAFRENERO SALTA DEL PESCANTE PARA ABRIR LA PUERTA DEL CARRUAJE. UNA DAMA HACE SU APARICION. SU ROSTRO ESTA OCULTO, PARA PROTEGERSE DEL FRIO Y DE LA LLUVIA.
SEC. 59: ERMITA INT. NOCHE
LOS GUARDIAS IRRUMPEN EN EL INTERIOR DE LA ERMITA, Y DON JUAN AFERRA EL POMO DE SU ESPADA. CUANDO LA DAMA SE APROXIMA AL CONFESIONARIO, EL ROSTRO DE DON JUAN SE PROTEGE EN LAS SOMBRAS. LA DAMA SE ARRODILLA ANTE LA REJILLA DE MADERA, Y DEJA CAER EL VELO QUE LE CUBRE EL ROSTRO, AL TIEMPO QUE MUSITA LAS PALABRAS DE RIGOR: «A VE MARIA PURISIMA». DON JUAN NO RESPONDE. A TRA VES DE LA REJILLA, CONTEMPLA CON SORPRESA LOS RASGOS LIVIDOS Y EMPOLVADOS DE UNA ANCIANA DECREPITA, CUYOS OJOS LE BUSCAN CON AVIDEZ.
DAMA
lFray Durán ... ?
DON JUAN LANZA UNA OJEADA Y COMPRUEBA QUE LOS GUARDIAS TOMAN POSICIONES: UNO JUNTO A LA ENTRADA, OTRO ARRODILLADO EN EL BANQUILLO, UN TERCERO HUSMEA Y MERODEA, PERSIGNANDOSE AL PASAR ANTE EL ALTAR, LOS DOS RESTANTES SE DIRIGEN, PRECAVIDOS, A LA SACRISTIA. TODOS SE DESPLAZAN CON CAUTELA PARA MITIGAR EL RUIDO METALICO DE LAS ARMAS.
LA DAMA ESCUDRIÑA A TRA VES DE LA REJILLA.
DON JUAN
No soy Fray Durán ...
DAMA
Lo sé.
DON JUAN
Pero, si lo desea, puedo ir a buscarle.
DAMA
No hay tiempo para ello. Voy de camino hacia mi último encierro, y quiero confesión, lcuál es vuestro nombre, padre?
DON JUAN
Fray Juan.
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DAMA
Me llevan al castillo donde nací, y allí moriré emparedada. Esa es mi voluntad y esa será mi penitencia, Fray Juan. Porque estoy en pecado mortal.
DON JUAN
Si el pecado es mortal, morirá contigo. Más grave sería morir con pecados inmortales.
LA DAMA TENSA LOS LABIOS, FRUNCE LAS CEJAS. ADOPTA UNA ADUSTA EXPRESION.
DAMA
No quiero palabrería, sino confesión.
DON JUAN
Iré a buscar a Fray Durán ...
DAMA
iNada de Fray Durán! iConfiéseme!
LOS LARGOS DEDOS DE LA DAMA SE INTRODUCEN POR LOS AGUJEROS DE LA REJILLA, EN UN GESTO DESESPERADO DE SUPLICA. DON JUAN MIDE CON LA MIRADA LA DISTANCIA QUE LE SEPARA DE LA PUERTA Y SOPESA LA PRESENCIA DE LOS GUARDIAS Y LOS OBSTACULOS QUE SE INTERPONEN. OPTA POR QUEDARSE.
DON JUAN
lCuáles son tus pecados, hija?
LOS DEDOS DE LA DAMA SE CRISPAN Y EL ROSTRO SE APROXIMA AUN MAS A LA REJILLA. LA DAMA, TREMULA, EXHALA UN GELIDO ALIENTO, CASI UN GEMIDO.
DAMA
De todos mis pecados, padre, hay uno por el que estoy condenada al fuego eterno ... Porque puedo arrepentirme de haber matado, aunque nunca con mis propias manos. Puedo arrepentirme de haber humillado, aunque siempre de palabra. Puedo arrepentirme de mi soberbia y ambición, de las riquezas acumuladas y del poder que ya de nada me sirve. De todo ello, padre, puedo arrepentirme. Pero ... del pecado de la carne, cuando mi carne es ya pellejo, no puedo ... iTodavía me estremezco con el dulce recuerdo! Sería una hipócrita si dijera que me arrepiento ...
LA MIRADA DE DON JUAN POR LOS INTERSTICIOS DE MADERA, TIENEN DESTELLOS DE ALIMAÑA AGAZAPADA EN LA GUARIDA.
DAMA
lQué debo hacer, Fray Juan, si nada puedo ... ?
DON JUAN (Rotundo)
Te absuelvo.
LOS DEDOS DE LA DAMA COBRAN BLANCURA DE MARFIL.
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DAMA (Temerosa)
Absolución sin arrepentimiento, es sacrilegio ...
DON JUAN
Mío es el sacrilegio. Tuya la absolución.
LAS MANOS DE LA DAMA SE DESPRENDEN DE LA REJILLA Y SU ROSTRO DEMUDADO SE CONTRAE EN UNA MUECA DE HORROR.
DAMA
Estas son palabras del Diablo ...
DON JUAN
lConoce algún fraile que no lo sea?
DAMA
No merezco esta burla, señor.
DON JUAN
No es burla. Si yo te perdono, siendo mi bondad limitada, lpor qué no va a perdonarte Dios, siendo su bondad infinita? Te perdono, te absuelvo. iAdiós!
DON JUAN, ENARBOLANDO LA ESPADA, SALTA FUERA DEL CONFESIONARIO, ANTE EL DESCONCIERTO DE LOS GUARDIAS QUE, EMBARULLADOS Y DESCOLOCADOS, NO ACIERTAN A IMPEDIRLE LA HUIDA. LA DAMA SE DESMAYA.
SEC. 60: SACRISTIA INT. NOCHE
LOS DOS GUARDIAS, SENTADOS A LA MESA, BEBEN VINO. DON JUAN DERRIBA LA MESA DE UNA PATADA, HIERE A UNO DE LOS GUARDIAS Y GANA LA SALIDA. EL OTRO GUARDIA PREFIERE BUSCAR AYUDA A ENTABLAR COMBATE Y SE TOPA CON LOS COMPAÑEROS QUE ENTRAN A TROMPICONES EN LA SACRISTIA ... SIN MOSTRAR EXCESIVO CELO A LA HORA DE EMPRENDER LA PERSECUCION. DOS ASISTEN AL HERIDO, UNO SE ASOMA A LA PUERTA, SIN TRASPASAR EL UMBRAL...
SEC. 61: ERMITA EXT. NOCHE
EL NEGRO CABALLO DE DON JUAN SE PIERDE, BAJO LA LLUVIA, EN LA NOCHE.
SEC. 62: CAMPO
EXT. AMANECER
COMO UN ESQUELETO DE ANIMAL ANTEDILUVIANO, LA GRAN CARACOLA DESTROZADA SIRVE
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DE PERCHA A LOS CUERVOS QUE LEVANTAN EL VUELO CUANDO DON JUAN, A CABALLO SE APROXIMA.
HAY CADAVERES POR TIERRA Y NUBES SONROSADAS EN EL CIELO.
EL BUHONERO, MALHERIDO, A DURAS PENAS SE INCORPORA Y ALZA UN BRAZO PARA LLAMAR LA ATENCION DEL FRAILE. DON JUAN DESCABALGA Y SE ACERCA AL BUHONERO.
,
DON JUAN
Si necesitas un hombre de Dios, no soy un hombre de Dios. Tampoco doctor en medicina, lEn qué puedo servirte?
BUHONERO
No quiero cura ni confesión, quiero tu espada.
DON JUAN
Pídeme otra cosa, cualquier cosa, pero mi espada ... no.
BUHONERO
Sólo quiero que me des muerte. Nunca habrás utilizado mejor tu espada ...
DON JUAN
Ni peor, lpor qué habría de matarte?
BUHONERO
Han matado a mis hijos y a nuestras mujeres, y a los hijos de mis hijos ... Y han roto mi caracola ... Sólo me queda lo que menos me importa: la vida.
DON JUAN REFLEXIONA, LEVANTA LA ESPADA, MIRA AL CIELO, DUDA, DESISTE, CONTEMPLA AL ORONDO BUHONERO, CON LA BARRIGA ENSANGRENTADA SOBRE EL CESPED Y LA VIDRIOSA MIRADA PERDIDA. LOS PAJAROS NEGROS PLANEAN.
BUHONERO
Si no acabas conmigo, ello.s me comerán las tripas vivo.
DON JUAN FINGE NO HABERLE orno y MONTA A CABALLO. UNA RAFAGA DE VIENTO ABATE LA HIERBA. LA OSAMENTA DE NACAR DE LA GRAN CARACOLA FILTRA RESONANTE EL VIENTO RASANTE.
DON JUAN
lQué clase de artilugio es ese?
BUHONERO
Una muestra de mi soberbia que ofendió la soberbia del Rey.
DON JUAN
¿y para qué diablos sirve?
BUHONERO
Se oían voces ... Ahora sólo viento ...
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DON JUAN lQué voces?
BUHONERO Palabras ... lejanas ...
DON JUAN ¿ Tenían algún sentido?
BUHONERO Ninguno ...
DON JUAN Verdaderamente, mereces morir. Pero yo no encuentro razón para matarte. No lo haré por piedad, porque carezco de esa virtud. Ni por cólera, porque sólo me inspiras piedad.
BUHONERO No quiero tu piedad, sino tu espada.
DON JUAN Dame una buena razón para matarte sin cólera ni piedad.
BUHONERO Tengo frío y tienes prisa.
DON JUAN
Te pedí una buena razón, y me das dos. iTe mataré!
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DON JUAN HACE EVOLUCIONAR SU CABALLO, LA
ESPADA CAE FULGURANTE SOBRE EL CUERPO
YACENTE DEL BUHONERO.
SEC. 63: HABITACION REY
INT. DIA
EL REY ESTA EN LA CAMA. INERTE. LHERMITE Y
UN MONJE VELAN SU AGONIA. EL MEDICO RECLI
NADO SOBRE EL LECHO PASA LA PALMA DE LA
MANO SOBRE LA BOCA ENTREABIERTA SIN PERCI
BIR ALIENTO. SE ARRODILLA Y BUSCA, EN V ANO,
EL PULSO. APLICA EL orno AL PECHO INMOVIL. SE
PONE EN PIE Y ESBOZA UN GESTO DE SIGNIFICA
TIVO ABATIMIENTO. LHERMITE ABRE LA VEN
TANA PARA QUE LA LUZ ENTRE EN LA ESTANCIA
EN PENUMBRA.
LHERMITE (Murmurando compungido)
El Rey ha muerto, iViva el Rey!
PERO, ANTE EL ESTUPOR DE LOS PRESENTES, EL
REY SE INCORPORA.
REY
Cerrar esa ventana... Tengo frío, tenéis prisa ...
LHERMITE, BALBUCEANTE Y CONFUSO, SE APRE
SURA A CERRAR LA VENTANA Y ESBOZA UNA
TORPE REVERENCIA.
REY
Modera tu impaciencia, Lhermite, lqué fecha es hoy?
LHERMITE
Trece de Septiembre, Majestad.
REY
Es mi deseo que respondáis a mis preguntas con una simple inclinación de cabeza, sin emitir palabra ni hacer movimiento alguno para no confundir mis pensamientos.
TODOS ASIENTEN.
REY
Decidme, les verdad que he vivido y he reinado?
TODOS ASIENTEN. EL REY LES OBSERVA CON DES
CONFIANZA. INSISTE.
REY
lEs verdad que he reinado?
TODOS ASIENTEN.
REY
lNo ha sido un sueño?
TODOS NIEGAN CON LA CABEZA. PERO EL REY NO
PARECE CONFORMARSE.
REY
Curiosa sensación, lEstáis seguros?
LOS TRES HOMBRES, CADA VEZ MAS DESCONCER
TADOS, ASIENTEN. EL REY DEJA CAER LA CABEZA
SOBRE LA ALMOHADA.
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REY
Me parece que hace buen tiempo y no es cosa de perderlo ... Abre la ventana, Lhermite.
LHERMITE OBEDECE. LA HABITACION, DE NUEVO, SE ILUMINA.
REY
iQué noche tan oscura!
TODOS ASIENTEN. UN SUBITO VIENTO CIERRA DE GOLPE LA VENTANA.
SEC. 64: CAMPO EXT. DIA
LA HIERBA ONDULA, EN CONTINUA MAREJADA. EL VIENTO ARRANCA LUGUBRES SONIDOS A LA CARACOLA ROTA. LOS OJOS OSCUROS DE LA CHIQUILLA INDIA CONTEMPLAN CON ESTUPOR EL DESOLADOR PANORAMA. LA FRAGIL FIGURA DE VIENTRE ABULTADO SE MANTIENE INMOVIL.
SEC. 65: MESON INT. DIA
OJOS OMNUBILADOS MIRAN A NINGUNA PARTE, BULTOS HUMANOS PERMANECEN SOMNOLIENTOS EN TORNO A LAS MESAS, UNA RISA PROCAZ ASCIENDE Y CAE COMO UNA FUGAZ SERPENTINA, UNA GORDA PROSTITUTA OBSERVA COMO DON JUAN, YA SIN EL ATUENDO DE FRAILE, V A DEPOSITANDO MONEDAS SOBRE EL MOSTRADOR CON LA AQUIESCENCIA DE LA VENTERA QUE LAS RECOGE TODAS, UNA A UNA, Y MUESTRA LOS CINCO DEDOS DE UNA MANO PARA RECLAMAR CINCO MAS. DON JUAN RESPONDE V A CIANDO LA BOLSA: CINCO ULTIMAS MONEDAS RUEDAN SOBRE EL MOSTRADOR, Y LA VENTERA LAS ATRAPA CON DESTREZA. LA GORDA PROSTITUTA VUELVE A REIR, CON LA OBVIA INTENCION DE LLAMAR LA ATENCION DE DON JUAN, ESTE LE MUESTRA LA BOLSA VACIA, CON UN GESTO DE COMPLICIDAD. LA GORDA PROSTITUTA EMPINA EL DEDO GORDO, INVITANDO A DON JUAN A ACOMPAÑARLE ARRIBA. LLEGA SGANAREL.
SGANAREL
Los caballos están preparados, Señor.
DON JUAN
Los caballos pueden esperar.
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CON AMARGO FATALISMO, SGANAREL VE A SU SEÑOR Y A LA GORDA PROSTITUTA DESAPARECER POR LA ESCALERA DEL FONDO.
SGANAREL (Desalentado)
No entiendo porqué mi amo pierde el tiempo con esa mujer, teniendo como tiene una mejor. Y qué digo una ... imil!
VENTERA
Mil es ninguna.
SEC. 66: CAMPO EXT. DIA
LA CHIQUILLA INDIA MERODEA ANTE LOS CADAVERES Y SE DIRIGE A LA CARACOLA ROTA, RECORRIENDO LA ESPIRAL DE NACAR IRISADO QUE CULMINA EN LA CARATULA DE PLATA DE LA MUERTE AZUL. LA CHIQUILLA ARRANCA LA MASCARA, Y EL VIENTO REDOBLA SU IMPULSO. LA CARACOLA EMITE UN GEMIDO PROLONGADO, QUE SE PIERDE REABSORBIDO POR SU OQUEDAD. CON LA MASCARA DE LA MUERTE, LA CHIQUILLA INDIA ECHA A ANDAR.
SEC. 67: HABITACION MESON
INT. DIA
DON JUAN ACOMODA SU CABEZA ENTRE LOS VOLUMINOSOS SENOS DE LA PROSTITUTA GORDA RECOSTADA EN EL CAMASTRO DESHECHO.
DON JUAN
Sólo quiero dormir, me espera un largo viaje (bostezando), lqué sientes cuando tienes un hombre entre tus brazos?
PROSTITUTA GORDA
Unos huelen a cerdo y otros a cabra, pero me usan de colchón y no de almohada ...
DON JUAN RETORNA LOS OJOS, CEDIENDO A UNA IRRISISTIBLE SOMNOLENCIA Y LA PROSTITUTA GORDA, CON GESTO DE INCONMENSURABLE PACIENCIA, PERMANECE INMOVIL Y SUMISA.
PROSTITUTA GORDA (Murmurando)
No nací reina, no soy señora, y con hombres como éste, ni siquiera valgo para puta.
SEC. 68: CELDA DEL CONVENTO
INT. DIA
LA RUBIA CABELLERA DE DOÑA EL VIRA, A GOLPE DE TIJERA, VA CA YENDO EN MECHONES AL SUELO.
SEC. 69: CAMINOS DE CASTILLA
EXT. DIA
DON JUAN Y SGANAREL CABALGAN JUNTOS.
UNA COHORTE DE CINCO NOBLES A CABALLO Y TRES ESCUDEROS A PIE PROVIENEN DE UN CASTILLO CUYA SILUETA DE PIEDRA SE YERGUE EN UNA PROXIMA COLINA. LOS NOBLES VAN CON MASCARAS Y DISFRACES, Y SUS ACTITUDES EXUBERANTES DESPRENDEN EFLUVIOS ETILICOS.
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LA COMITIVA SE DETIENE, CUANDO VE VENIR, EN SENTIDO CONTRARIO, A LA CHIQUILLA INDIA, BARRIGUDA Y DIMINUTA, CON LA CARA CUBIERTA POR LA MASCARA DE PLATA DE LA MUERTE AZUL. TRATAN DE NO MOSTRARSE IMPRESIONADOS, INTERCAMBIAN RISAS Y CHANZAS. LA CHIQUILLA, POR SU PARTE, HA QUEDADO PARALIZADA. EL VIENTO AGITA SUS HARAPOS. PERMANECE INMOVIL. Y, DE PRONTO, CON CELERIDAD DE ALIMAÑA, ECHA A CORRER. LOS NOBLES AZUZAN LOS CABALLOS PARA DARLE CAZA, COMO SI DE UN ZORRO SE TRATARA. LA CHIQUILLA NO TARDA EN VERSE ACORRALADA. CAE A LOS PIES DE LOS CABALLOS.
DON JUAN Y SGANAREL CONTEMPLAN LA ESCENA A DISTANCIA. DON JUAN ENARBOLA LA ESPADA Y ARREMETE CONTRA LOS NOBLES. LOS DISPERSA AL PRIMER ENVITE, CON GRAN REVUELO, ANTE EL PASMO DE LA CHIQUILLA, CUYOS OJOS DESLUMBRADOS SE DEJAN VER A TRA VES DE LOS ORIFICIOS DE LA MASCARA, Y EL PAVOR DE SGANAREL QUE SE MANTIENE ALEJADO Y DISPUESTO A HUIR'.
REPONIENDOSE DE LA SORPRESA, LOS NOBLES DESENVAINAN SUS ESPADAS Y CARGAN SOBRE DON JUAN, SECUNDADOS POR LOS CAUTOS ESCUDEROS QUE DEAMBULAN DESCOLGADOS A PRUDENCIAL DISTANCIA.
EL CABALLO DE DON JUAN CARACOLEA MIENTRAS EL JINETE, ACOSADO, REPARTE FULGURANTES MANDOBLES.
52
UN NOBLE ENMASCARADO CAE MALHERIDO Y OTROS HUYEN, PARA BUSCAR COBIJO O REFUERZOS EN EL CASTILLO.
DON JUAN LIBRA COMBATE CON LOS DOS RESTANTES, CUYAS ANACRONICAS VESTIDURAS, ROJAS Y DORADAS, CONFIEREN A LA PELEA AIRES DE BALLET. LA ESPADA DE DON JUAN PARTE EN DOS LA MASCARA BUFA DE UNO DE LOS CONTENDIENTES, HACIENDO BROTAR UN CHORRO DE SANGRE. EL CABALLO DEL NOBLE HERIDO EMPRENDE UNA ALOCADA CARRERA, ALEJANDOSE CAMPO A TRAVES, PORTADOR DEL JINETE BAMBOLEANTE QUE ACABA CAYENDO Y SIENDO ARRASTRADO.
EL ULTIMO RIVAL DE DON JUAN INTERCAMBIA CON DESTREZA Y SIN TREGUA, CUANDO UN ESCUDERO, ESPADA EN MANO, CONSIGUE HERIR A DON JUAN EN UNA PIERNA, Y ESTE RESPONDE CORTANDOLE EL BRAZO, LO QUE TIENE POR EFECTO QUE LOS DOS RESTANTES ESCUDEROS, TRAS SOCORRER A SU COMPAÑERO, SE RETIREN HACIA CASTILLO.
SOLO ENTONCES, SGANAREL SE DECIDE A PROXIMARSE AL LUGAR DE LA CONTIENDA. PERO RETROCEDE HORRORIZADO AL VER COMO SU .-AMO ES HERIDO EN EL PECHO Y DERRIBADO DEL CABALLO. EL RIVAL SE APRESTA A ASESTAR EL GOLPE DEFINITIVO Y, DESDE SU MONTURA ESGRIME LA ESPADA. DON JUAN SE HA PUESTO EN PIE Y DETIENE EL GOLPE, AL TIEMPO EN QUE EL CABALLO DEL NOBLE SE ALZA SOBRE SUS PATAS HACIENDO CAER AL JINETE.
SGANAREL VUELVE A HACER EL PARIPE DE VENIR EN AYUDA DE SU AMO, Y NUEVAMENTE SE ABS-TIENE AL COMPROBAR QUE EL NOBLE CAIDO HA RECUPERADO SU ARMA. LOS DOS JINETES REEMPRENDEN LA LUCHA A PIE. DON JUAN SE DEFIENDE, EXHAUSTO, LAS FUERZAS LE ABANDO-NAN. EL NOBLE ARRECIA, DON JUAN RETROCEDE. APENAS PUEDE TENERSE EN PIE, PERO DETIENE CON SU ACERO LOS GOLPES DEL CONTRINCANTE QUE ATACA CADA VEZ MAS DESORDENADAMENTE. UN MANDOBLE SE PIERDE EN EL AIRE OTRO TAMBIEN. Y LA MASCARA QUE CUBRE EL ROSTRO DEL NOBLE SE DESCOLOCA IMPIDIEN-DOLE LA VISION.
CUANDO EL NOBLE, TRASTABILLANDO, CONSIGUE QUITARSE LA MASCARA TORCIDA, COMPRUEBA CON GRATITUD QUE DON JUAN SE HA LIMITADO A ESPERAR, EN LUGAR DE APROVECHAR LA OCASION PARA ATRAVESARLE DE PARTE A PARTE. Y SGANAREL, AL APROXIMARSE, DESCUBRE CON ESTUPOR QUE EL NOBLE ES ... EL MARIDO ENGAÑADO. AMBOS CONTRINCANTES MALTRECHOS SE CONTEMPLAN, BAJO LA MIRADA DE LA CHIQUILLA ENMASCARADA Y EL ATERRORIZADO ASOMBRO DE SGANAREL.
NOBLE
S_oy Luis de Moor, Señor de Branton, y qui
siera conocer el nombre del caballero con quien he tenido el honor de pelear y a quien debo la gracia de haber respetado mi vida.
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DON JUAN
Ninguna me debéis, Señor. Si no os he dado muerte, es porque ya no me quedan fuerzas para levantar la espada.
NOBLE
Aprecio vuestra insolencia y admiro vuestro orgulloso talante ... lCómo os llamáis?
DON JUAN
No deseo, Señor, que apestéis mi nombre con vuestro aliento ...
EL NOBLE IRACUNDO ENARBOLA LA ESPADA.
NOBLE
Estáis malherido y deberíais comportaros con más humildad. O me obligaréis a pagaros con la muerte el haberme mantenido en vida ...
SGANAREL
iNo, no! iClemencia! iMi Señor desvaría! Dejadnos seguir nuestro camino ... que poco le queda ...
DON JUAN
iAparta, Sganarel! iNunca clemencia!
DON JUAN CON INSOSPECHADO VIGOR, ARREMETE CONTRA EL NOBLE Y LE ATRAVIESA LA GARGANTA. POR UN INSTANTE, EL NOBLE QUEDA EN PIE, Y UNA ESTUPIDA SONRISA AFLORA A SU ROSTRO, AL TIEMPO EN QUE DON JUAN RETIRA LA ESPADA ENSANGRENTADA.
DON JUAN
Soy Don Juan, Señor de Moor.
UN ROJO SURTIDOR BROTA DE LA GARGANTA DEL NOBLE QUE, LENTAMENTE, CAE DE RODILLAS, SIN DEJAR DE SONREIR, A PESAR DEL TERROR Y DESCONCIERTO REFLEJADOS EN SUS OJOS. LUEGO SE DERRUMBA HACIA ADELANTE, HINCANDO LA CABEZA EN LA HIERBA QUE SE TIÑE DE ROJO, MIENTRAS LA ESPALDA CORVADA Y CONVULSA, SE AGITA EN UN ULTIMO ESTERTOR QUE MAS PARECE UN SOLLOZO. SGANAREL RETROCEDE, SE ACERCA Y RETROCEDE. SE VUELVE A ACERCAR, MANTENIENDO LOS CABALLOS POR LA BRIDA Y LANZANDO ANGUSTIOSAS MIRADAS AL CASTILLO DE LA COLINA, DONDE HAN HECHO SU APARICION ALGUNAS GENTES A CABALLO. DON JUAN, PARSIMONIOSO Y ALGO TAMBALEANTE, SE APROXIMA A LA CHIQUILLA Y LE ARRANCA LA MASCARA DE LA MUERTE, LANZANDOLA LEJOS DE SI.
53
SGANAREL
Sería prudente alejarnos lo más pronto posible, Señor.
DON JUAN
Nadie te aventaja en prudencia, Sganarel.
SGANAREL
Me mantuve apartado para cubrir la retaguardia, Señor. iOh, Dios santo! Ya vienen. iVámonos!
DON JUAN
Coge a la princesa y súbela a tu caballo.
SGANAREL (Reacio)
Si mi Señor me permite ...
DON JUAN
iNo te permito! Haz lo que te digo ...
SGANAREL OBEDECE A REGAÑADIENTES. DON JUAN PONE EL PIE EN EL ESTRIBO, PERO LAS FUERZAS LE FALLAN. LOS DEL CASTILLO SE ACERCAN AL TROTE, SIN DEMASIADA CONVICCION.
DON JUAN
Ahora, ayúdame a montar.
SGANAREL ENTRECRUZA LAS MANOS PARA DAR IMPULSO A DON JUAN QUE, CONTENIENDO UN GESTO DE DOLOR, SUBE A CABALLO. LOS HOMBRES QUE PROCEDEN DEL CASTILLO SE HAN DETENIDO, OBSERVANDO A DISTANCIA COMO DON JUAN Y SGANAREL, CON LA CHIQUILLA, SE ALEJAN.
SEC. 70: INMEDIACIONES DE UN BOSQUE EXT. AMANECER
TRES EN DOS CABALLOS: LA CHIQUILLA INDIA, EL ATRIBULADO SGANAREL Y DON JUAN.
SGANAREL
iQué será de mí si, Dios no lo quiera, mi Señor muriera! Porque yo, por mí mismo, no puedo valerme, no siendo mi oficio cosa de uno, sino de dos.
DON JUAN
Heredarás mi espada.
SGANAREL
De poco puede servirme, ya que soy cobarde y no sé usarla. Nunca debió mi Señor meterse en esta trifulca, viendo que eran más y de noble cuna.
DON JUAN
Lo peor, Sganarel, es que estaban borrachos y el alcohol hace olvidar las reglas del combate. De poco sirve conocer el manejo de la espada, si el enemigo lo desconoce. Pasa como con los idiomas. Cuando el habla es diferente, de poco sirven las palabras.
MIENTRAS HABLAN, SE VAN ADENTRANDO EN EL BOSQUE HASTA PERDERSE DE VISTA.
----------------! M PCOISNIEB LE----------------
VOZ DE SGANAREL
Pero mi Señor no morirá de esa herida y podremos llegar a la otra orilla ...
LA CAMARA SE ALZA SOBRE LOS ARBOLES Y UNA ENORME NUBE PARECE CONFIGURAR EN EL CIELO EL VOLUMEN Y EL CONTORNO DE UNA CARACOLA.
DON JUAN
¿y cómo crees que es la otra orilla, Sganarel?
SGANAREL
Igual que ésta, Señor.
SEC. 71: LAGO EXT. ATARDECER
LAS NUBES SE REFLEJAN EN LAS AGUAS DEL LAGO, DONDE UNA BARCA AGUARDA. SENTADO EN LA BARCA, EL BARQUERO. TIENE LOS BRAZOS CRUZADOS Y LOS PARPADOS ENTORNADOS. SU TEZ ES OCRE, COMO SUS VESTIDURAS, CONTEMPLA CON INDIFERENCIA A DON JUAN, SGANAREL Y LA CHIQUILLA QUE DESCABALGAN.
DON JUAN, EL PECHO ENSANGRENTADO Y LA PIERNA HERIDA, SE OBSTINA EN NO DAR MUESTRAS DE DEBILIDAD Y, DISIMULADAMENTE, PASA UN BRAZO SOBRE LOS HOMBROS DE SGANAREL, COMO GESTO AFECTUOSO Y APOYO NECESARIO. LA CHIQUILLA, SUPLICANTE, SE AGARRA AL FALDON DE LA CHAQUETA. DON JUAN SE DESEMBARAZA DE ELLA.
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DON JUAN
Lo siento, princesa. Donde yo voy, tengo que ir solo. Vete.
LA CHIQUILLA NO REACCIONA. DON JUAN SE IMPACIENTA.
DON JUAN
iVete!
LA CHIQUILLA SE QUEDA REZAGADA, LOS CABALLOS ACUDEN A SU ENCUENTRO. SGANAREL Y EL BARQUERO AYUDAN A DON JUAN. SUBEN A LA BARCA.
LA CHIQUILLA ACARICIA EL MORRO DE UN CABALLO. LOS OJOS DEL CABALLO SON NEGROS COMO LOS DE LA CHIQUILLA. LOS OJOS DE LA CHIQUILLA SE VUELVEN HACIA LA BARCA QUE SE ADENTRA EN EL LAGO, BAJO LOS REFLEJOS IRISADOS DEL SOL.
EL BARQUERO REMA PAUSADAMENTE. DON JUAN, MORIBUNDO, RECLINA SU CABEZA EN EL REGAZO DE SGANAREL.
SGANAREL (Compungido)
Me pregunto, Señor, lcómo un hombre que ha vivido sin fe, puede morir sin fe?
DON JUAN
Te equivocas, Sganarel... Yo tengo fe ...
SGANAREL MIRA A DON JUAN CON DOLOROSA CIRCUNSPECCION.
DON JUAN
Tengo fe ... en que la muerte ... sea mujer...
DON JUAN MUERE, SGANAREL SOLLOZA, MIENTRAS MURMURA: «iOH, MI SEÑOR! PERO ESTE MATRIMONIO VA A DURARLE TODA LA VIDA.»
LA CHIQUILLA INDIA, JUNTO A LOS DOS CABALLOS, VE COMO LA BARCA SE ALEJA HACIA LA OTRA ORILLA.
FIN