Don Joaquín De Mier

Don Joaquín de Mier y Benítez, no ha nacido enColombia, súbdito español, se transforma en beligeranteamigo de la causa de la independencia. Y cuando Bolí-var viene herido de muerte a la Costa Atlántica, en buscade la paz de su espíritu y de la posibilidad de retirarse aEuropa, lejos de sus perseguidores, don Joaquín de Mier,en ese 1830 del ocaso y la desintegración, le brinda suquinta de San Pedro Alejandrino, donde Bolívar habráde expirar. Asistió don Joaquín de Mier con su presen-cia a los actos postreros en los que el Libertador confiarasu testamento a don José Catalino Noguera, escribanopúblico de Santa Marta. Cuando en 1842 se repatrian aVenezuela las cenizas de Simón Bolívar, en la comisión-que cumple ese honroso encargo figura don Joaquín deMier. El hombre generoso y discreto, hidalgo y señorial,que había brindado al Libertador moribundo el calor desu acogida, mantenía pura la adhesión de su espíritu enel momento de devolver a Venezuela los restos hechospolvo de quien buscara en la ruta Caribe el calor que nohabía encontrado en el declinar de su gloriosa misión po-lítica. Así se hermanaban para la posteridad la gloria delgrande hombre y el reconocimiento de España a su gran-deza.

Publicación del Departamento de Relaciones PublicasINTERCOR - OPERADOR

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Ramiro De La EspriellaInes MendozaCortesía de Alfredo De la Espriella

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Con la presente publicación, la ~,sociaci~,n .CARBO~OLINTERCOR se une a la celebraclOn pat.no~lcade.1 bIcen-tenario del nacimiento del Libertador Slmon B.o.llvar. Enella se relata el itinerario que va desde los manifiestos deCartagena hasta San Pedro Alejandrino, en Santa Marta,señalando la ruta histórica, el asce~so y la grandeza deltránsito de Bolívar hacia la inmortalidad.

El LibertadorNace Simón Bolívar en Caracas, entonces capital de

la Capitania General de Venezuela, e~ 24 de ~ulio de1783, en el seno de una familia-económica y socl~lmentedestacada. Queda huérfano de padre a los tres anos, y alos nueve de madre. A los trece años es cadete y a lo.squince viaja por vez primera a España. Contrae matn-monio alas diecinueve, y entre 1802 y 1803 se estableceen Caracas con su esposa, y ésta muere a los pocos me-ses. Muere en Santa Marta, en la quinta de San ~e.dro A-lejandrino, a la una de la tarde del d.ía 17 de ~ IClembrede 1830, asistido por el doctor Alejandro Prospero deReverand.

El destino humano y político de Simón Bolívar estáíntimamente ligado al de la Costa Atlántica y el mar Ca-ribe. En Cartagena escribe en 1812 sus célebres memo-rias a los ciudadanos de la Nueva Granada, que es el do-cumento político más importante de su época, y pasa ala historia como la convocatoria a los pueblos del hemis-ferio para emprender la procelosa lucha unitaria pornuestra independencia. Ahí mismo, en Cartagena, recibela ayuda militar y económica que le brinda el gobernadorManuel Rodríguez Torices, casi un adolescente de 24 a-ños, para emprender el ascenso del río Magdalena con los"soldados de Cartagena y de la Unión", hasta llegar a supatria, Venezuela, en una de las más fulgurantes campa-ñas militares de que pueda enorgullecerse el continente.Luego, en 1815, exiliado en Kingston, escribe sus cartasde Jamaica, la primera interpretación socio política delos pueblos del hemisferio, y el análisis más fecundo quese haya escrito sobre la naturaleza de nuestra f,ormacióny el porvenir de nuestros destinos. En esos dos docu-mentos permanece vivo el pensamiento rector del Liber-tador, y se trazan los lineamientos de una de las perma-nentes obsesiones políticas del mismo, tal vez la más per-manente: la unidad del destino de nuestras patrias. Con-juntamente con estos documentos politicos, su discursoante el Congreso de Angostura conforme a la trilogia quesirve de base a su pensamiento filosófico y politico, Laobra de Bolívar se integra, así, a través de la gesta guerre-ra y la dialéctica de las ideas, originalmente en el mar Ca-ribe. Y no es ése un azar del destino. Lo que aparecíaya larvado en los manifiestos de Cartagena y las cartas deJamaica, se estructura sólidamente cuando después de labatalla de Ayacucho el Libertador hace la convocatoriadel Congreso Anfictiónico y señala, precisamente, a Pa-namá como el faro que debe iluminar esta nueva empresade nuestra unidad de destino. Y es por eso mismo, por-que Bolívar es un hombre del Caribe, extrovertido y vi-sionario, que tiene su temperamento abierto hacia elmar, por lo que también después de Ayacucho retorna laidea de libertar a Cuba y Puerto Rico del yugo español yda los pasos iniciales para confiar el ejercito que habrá deobtenerla al Mariscal Sucre.

Vuelve Simón Bolívar a la Costa Atlántica en el éxo-do del ocaso politico y la muerte, Ha bajado desde Hon-da por el río Magdalena, acompañado por el General Joa-quín Posada Gutiérrez, oriundo de Cartagena, que escri-be luego las conocidas Memorias Historico Politicas quetanto perduran en el conocimiento de nuestros hombresde estado. Se ha detenido el Libertador en Cartagena, enBarranquilla, en Sabanilla, en Soledad, en Turbaco, y,por fin, ha /legado a Santa Marta, es acogido por el ciu-dadano español don Joaquín de Miel', quien le brinda suberlina para trasladarlo a la quinta de San Pedro Alejan-drino.

Con el Libertador Simón Bolivar, han estado en Car-tagena cuando apenas germinaba su gloria, don ManuelRodríguez Torices, quien, como se dijo, le prestó su con-curso para la campaña de Venezuela, Los hermanos Gu-tiérrez de Piñeres, que hacen de la rebeldía de Cartagena,la independencia total de España, En la lejania y los ava-tares de la alterna fortuna, apoyándolo logísticamentesiempre desde el Caribe los doctores Ignacio Cavero y

Cárdenas e Ignacio Muñoz, el primero nacido en Mérida,México, y el segundo en Corozal, hoy departamento deSucre. Pero lo rondan con su presencia, igualmente, donJuan Garcia del Río, el autor de las conocidas "Medita-ciones Colombianas", don José María del Castillo y Ra-da su ministro de gabinete y su delegatario en la Con-ve~ción de Ocaña; el señor don Joaquín de Mier, ciuda-dano español, que le da albergue en San Pedro Alejandri-no, y, ante todo, el Almirante José Padilla, suojo pene-trante en el mar con cuya intrepidez se sella en el lagode Maracaibo la' independencia de Venezuela. y estántambién el general Mariano Montilla, que viene de Vene-zuela y ha dominado a Santa Marta. Y en su paso porSoledad, don Pedro Juan Visbal y doña María Josefa Pas-cuales de Visbal, .lacinto Rosales y Nicolás Mariano Paz.y de Soledad pasa a Barranquilla, donde se hospeda encasa de don Bartolomé Molinares. Es notorio que a Bolí-var exiliado y maltrecho, que ha sido vilipendiado enBo~otá, se le recibe con alegría, entusiasmo y solidaridadhumana y política en todos los pueblos del río Magdale-na y de la Costa por donde va pasando. Y entre nosotrossigue el Libertador, el hombre de la gloria.

Es en Cartagena dondeel Libertador, en el antiguopalacete del Marqués de Val-dehoyos, que le ha brindadoel General Montilla, recibela noticia del asesinato delMariscal Sucre en Berruecos.y allí exclama: "Han sacri-ficado al Abel de Colom-bia! ". Pasa la noche en vela Castillo de San Felipe

y amanece febricitante. Y es en Cartagena, también, laúnica vez en la historia, o que la historia cuenta, dondeal Libertador se le desprenden dos lágrimas cuando elGeneral Montilla le ruega que no abandone el país."Dios me llama -- ha dicho -, tengo que prepararme adarle cuenta, y una cuenta terrible, como terrible ha sidola .agitación de mi vida, y quiero exhalar mi último suspi-ro en los brazos de mis antiguos compañeros, rodeado desacerdotes cristianos de mi país y con el crucifijo en lasmanos: no me iré".

Pese a su enfermedad y mal estado, el Libertador noha permanecido inactivo en su tránsito hacia la muerte.El 26 de Mayo, desde Turbaco, ha escrito al Mariscal Su-cre, y le dice entre otras cosas: "Yo me olvidaré de Ud.cuando los amantes de la gloria se olviden de Pichincha yAyacucho", y más adelante: "Ud. se complacerá en sa-ber que desde Bogotá hasta aquí he recibido mil testimo-nios de parte de los pueblos. Este departamento se hadistinguido muy particularmente. El General Montilla¡seha portado como un caballero completo". Y el 2 de Ju-lio de 1830, desde Cartagena, envía su condolencia a do-ña Mariana Carcelén de Sucre, la viuda del Mariscal, encuya despedida dice: "Dispenseme Ud., señora, que dejede continuar esta carta, porque no se cómo expresarle loque mi ternura siente por Ud. y por mí". Considerabatan suyo el dolor por la Muerte del Mariscal Sucre, quesólo ternura hacia sí mismo le producía.

Desde Soledad le escribía a don Joaquín de Mier, el17 de Octubre de 1830, dos meses antes de su muerte, a-gradeciéndole la hospitalidad que le ofrece en su casa decampo en Mamatoco, en las cercanías de Santa Marta.Desde Barranquilla se dirige al general Juan José Flores,el 9 de Noviembre de 1830, para comentar la situaciónpolítica del momento. Le ha dicho: "Los pueblos soncomo los niños que luego tiran aquello por que han llora-do". Y desolado en su soledad política afirma más ade-lante: "La súbita reacción de la idoelogía exagerada va aIlenarnos de cuantos males nos faltaban o más bién lo vaa completar. Ud. verá que todo el mundo va a entregarseal torrente de la demagogia y i desgraciados los pueblos!i y desgraciados los gobiernos !". También desde Ba-rranquilla escribe al general Daniel Florencia O'Leary, el25 de Noviembre de 1830, y le comunica: "Pienso irmede aqu í en cuanto llegue a Sabanilla en un buque que hepedido; no se que rumbo tomaré, pero donde quiera quellegue será en el más triste estado de postración, porque

ni aún en la casa, con todas las comodidades que se en-cuentran, puedo estar una hora aliviado. En estos últi-mos días he tenido una tos que me atormenta día y no-che".

Finalmente, en Salita Marta, ellO de Diciembre de1830, en la hacienda de San Pedro Alejandrino, lanza suúltima proclama.

Aquel documento final de su grandeza dice así: "SI-MON BOLlVAR, LIBERTADOR DE COLOMBIA Alos pueblos de Colombia. Colombianos: Habéis pre~en~ciado mis esfuerzos por plantear la libertad donde reina-ba la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonandomi fortuna y aún mi tranquilidad. Me separé del mandocuando me persuadí que desconfiabais de mi desprendi-miento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad yhollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi a-mor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidoresque me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo losperdono.

Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariñodice que debo hacer manifestación de mis últimos de-seos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación deColombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimablede la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobiernopara libertarse de la anarquía; los ministros del santuariodirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares emplean-do su espada en defender las garantías sociales.

Colombianos! Mis últimos votos son por la felici-dad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesenlos partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquiloal sepulcro.

Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de Di-ciembre de 1830.

El mismo día dicta su testamento, ante el escribanopúblico José Catalino Noguera, y teniendo por testigosdel acto a los señores general Mariano Montilla, generalJosé María Carreño, coronel Belford Hinton Wilson co-ronel José de la Cruz Paredes, coronel Joaquín de Mier,primer comandante Juan Glen y doctor Manuel PérezRecuerdo.

En el Boletín numero 33, el doctor Alejandro Prós-pero Reveland, escribió: "Desde las ocho hasta la unadel día que ha fallecido su Exelencia el Libertador, todoslos síntomas han señalado más y más la proximidad desu muerte. Respiración anhelosa, pulso apenas sensiblecara hipocrática, suspención total de orines, etc. A la~doce empezó el ronquido, y a la una en punto expiró elExelentísimo Señor Libertador, después de una agoníalarga, pero tranquila. San Pedro. Diciembre 17, a la unadel día. REVERAND".

De allí pasa el Libertador Simón Bolívar a la eterni-dad, hoy todavía después de 200 años de su nacimiento.

Los hermanosGutiérrez De Piñeres

Los hermanos Gutiérrez de Piñeres fueron VicenteCeledonio (Jr.), Germán, Gabriel y Juan Antonio. For-maron con Pedro Romero, cubano de nacimiento y líderpopular, la avanzada del movimiento de independenciaen Cartagena. Fué su solar y punto de partida ellegen-dario barrio de Getsemaní, desde cuya plaza, bajo elalero de la iglesia de la Trinidad, al son de los tamt-ores,se hizo sentir la presión popular sobre la voluntad de lospróceres que proclamaban la independencia de España.Sin este concurso deliberante y beligerante, acaso habríasido imposible tomar la determinación que se to-mó. Notodos los próceres ardían con la misma pasión arrebata-da, y fueron los Gutiérrez de Piñeres, con Pedro Romeroy el "Tuerto" Muñoz, entre otros intrépidos patriotas,quienes volcaron su entusiasmo y decisión en la junta re-volucionaria. .

EI7 de Abril de 1817, en el Fuerte de Barcelona, enVenezuela, en el que se considera el genocidio más cruelde la guerra de la independencia, Vicente Celedonio yGabriel Gutiérrez de Piñeres, doña María Ignacia Vás·quez de Mondragón, esposa del primero, y su hijo Ma-nuel Gutiérrez de Piñeres y Vásquez, perecen a manos dela represión española, dejando así testimonio fehacientede su intrepidez y heroísmo. Bolívar es el amigo cons-tante de los Gutiérrez de Piñeres, a quienes ha llamado"fundadores y patriarcas de la independencia". La fami-lia se prolonga, altiva, hasta la república, y se enlaza im-p..erecedera en la memoria de la historia. La amistad delLibertador con los Gutiérrez de Piñeres se pone de pre-sente en múltiples episodios de nuestra gesta emancipa-dora. Pero, sobre todo, es un imponderable de la inde-pendencia cuando Bolívar, apenas emergiendo hacia sugloria, buscaba en el área del Caribe el apoyo indispen-sable para proseguir el duro recomenzar de su heroicaempresa.

Ignacio Cavero y Cárdenas

Llegó a Cartagena con el Arzobispo Antonio Caba-llero y Góngora el 29 de Junio de 1778. Había nacidoen Mérida el 29 de Junio de 1757, hijo de don Diego Ca-vero y Castro y doña Juana de O ios Cárdenas y O íaz. Elprimer empleo desempeñado por Cavero en la NuevaGranada fué el de O ficial Segundo de la Secretaría delVirreinato. Otros cargos: Administrador General de laRenta de Tabaco, Oficial Real interino de Cartagena, Ad-ministrador de la Aduana del mismo puerto por casi 20años. Pero donde don Ignacio Cavero y Cárdenas tomasu estatura de prócer colombiano, porque en verdad lofué, pese a su nacimiento mexicano, fué como vocal dela primera Junta de la independencia de Cartagena en1811, donde se distinguió por su ponderación y sentidodel equilibrio revolOcionario al evitar el derramamientode sangre durante una gesta enardecida por el volcánicodespertar de los sentimientos populares. Ha viajado a Ja-maica, con don Pablo Murillo a las puértas de Cartagenaen 1815, acompañado del súbdito inglés y general JohnRobertson con la intención de armar una flotilla que de-bería ser puesta al servicio de la causa de la independen-cia, y compromete en su empresa no sólo su propio pa-trimonio, sino las joyas de las familias cartageneras y desus templos. De Cavero afirma el erudito historiador 00-naldo Bossa Herazo, que "aunque es un elemento de laderecha", "tiene un ideal, la república; una mira, la pa-tria; un programa, una oportunidad igual para todos".Fué compañero y activo participante en la lucha por laindependencia de Juan de Dios Amador, de los hermanosG utiérrez de Piñeres, signados éstos por la intrepidez re-volucionaria, y, además, de los primeros pasos del Liber-tador Simón Bolívar durante su deambular por el Caribe,y principalmente en Cartagena.

Pero el episodio que lo ensalza definitivamente conla vida y la obra revolucionaria de Simón Bolívar, ante-rior, desde luego, a sus pasos finales hasta llegar a SantaMarta, es aquel que rem~mora el mismo historiador Bo-ssa Herazo en un folleto revelador. La evocación dice a-sí: " ... como Agente Principal del Gobierno en Jamai-ca, hizo a la causa en Diciembre 15, oponiéndose a queel Libertador viniese en el bergatín Doyle, que' llegócuando la plaza estaba ya rendida y se puso bajo el ba-luarte de Santo Domingo, en que los enemigos conserva-ban el Pabellón Independiente, con cuyo artificio lo apri-sionaron con todos los auxilios que en él vinieron; masCavero con su firme oposición a su compañero de comi-sión, consiguió libertar al Libertador". Ese gesto evitóen 1815 que Bol ívar cayera en manos del Pacificadordon Pablo Morilla.

Bibliografía.- APUNTES BIBLIOGRAFICOS DELDOCTOR IGNACIO CAVERO, LIBER-TADOR DEL LIBERTADOR, DonaldoBossa H erazo, Cartagena, 1980.

Ignacio Muñoz,"El Tuerto"

Nació en Corozal (hoy Departamento de Sucre), el31 de Julio de 1786, hijo de don Juan Bernardo MuñozFonceca y de doña María Lucía Jaraba Gutiérrez de Pi-ñeres. Compañero activísimo de los hermanos Vicente,Celedonio, Germán y Gabriel Gutiérrez de Piñeres, aquienes Simón Boli'var llamara "fundadores y patriarcasde la independencia". Estuvo enfrentado a García deToledo en los días del 11 de Noviembre de 1811, en ra-zón de la actitud apaciguadora de este último, y cercanoal hálito popular que insuflaban los mismos hermanos

sidente del Estado Soberano de Cartagena, cuando ape-nas contaba 24 años de edad. El Congreso de las Provin-cias Unidas, en 1815, lo escoge para integrar el Triunvira-to que debe ejercer el poder ejecutivo. El 5 de Octubrede 1816, el Pacificador Don Pablo Morilla ordena su sa-crificio a la edad de 28 años.

Gutiérrez de Piñeres y el cubano Pedro Romero desde lasplazas y calles del barrio de Getsemaní. Declarada la in-dependencia, el doctor Muñoz fué diputado por San Be-nito de Abad a la "Serenísima Convención General queexpidió la Constitución Política de Cartagena el 14 deJunio de 1812.- Fiscal de Guerra y Asesor de los CuerposFacultativos, enfrentó valerosamente la expedición paci-ficadora de Morilla. Emigró a los Cayos de San Luis, endonde Romero fallece apenas desembarca. Luegocae Germán G utiérrezde Piñeres en Puerto Príncipe. Ar-ma, de sus ahorros el bergatín "Atrevido Duende" y ha-ce su segundo al coronel José Padilla. Embarcó en la flo-tilla que hizo posible la reconquista de la Guayana Vene-zolana y se dedica a abastecer el sitio de Angostura, don-de después se reune el célebre Congreso al que asiste Bo-livar. Asiste a sus deliberaciones como diputado suplen-te por Casanare, y es elegido segundo secretario. Bolívarlo hace en el Socorro, Teniente Gobernador y Juez Ase-sor, con el encargo, que rescata para la historia Bossa He-raza, por "si sufría alguna derrota tener el paso seguropor esa vía para Venezuela, donde contaba con recursosa tiempo". F ué de los primeros en proclamar la indepen-dencia total de Cartagena, y la constitución de ese estado"atesta también que fué uno de los Diputados de la Con-vención que la sancionaron". El general Juan AntonioGutiérrez de Piñeres hizo su elogio fúnebre el 23 de No-viembre de 1860, y dijo finalmente: "Ha muerto en lamiseria, así mueren todos los patriotas que sólo pensaronen la Patria!, legando a su desconsolada esposa y a susbuenos hijos por único patrimonio, la virtud y el patrio-tismo". Forma el "Tuerto" Muñoz, que así se le llama-ba en su época, junto con el doctor Ignacio Cavero y loshermanos Gutiérrez de Piñeres y Pedro Romero, la avan·zada beligerante que en los arbores de la gloria del Liber-tador Simón Bolívar contribuyeran con su esfuerzo y he-roísmo a la epopeya de la Libertad.

En Noviembre de 1812 por primera vez llega SimónBolívar a Cartagena. Viene derrotado de Venezuela, des:pués de la entrega de Puerto Cabello. Lo acompañan Jo-sé Felix Rivas y algunos soldados de exilio. RodríguezTorices ejerce la presidencia del Estado Soberano de Car-tagena" y Ródríguez Torices, visionario y generoso, loincorpora al ejército de la ciudad con el grado de Coro-nel. De allí arranca la llamada "Campaña Admirable",que se inicia en el Bajo Magdalena. Después de Tenerife,Guamal, El Banco, Tamalameque, Ocaña, Chiriguaná,Cúcuta y tantos otros sitios memorables, conquista a Ca-racas el 6 de Agosto de 1813.

Después de esta triunfal campaña, Rodriguez Tori-ces le ha dicho al Libertador: "La República tiene el or-gullode llamar su Hijo Benemérito al Libertador de Ve-nezuela". Y Bolívar le ha contestado: "No puedo hacermás por el virtuoso pueblo de Cartagena, que dar mi vidaen su defensa cuando no la necesite m i patria. Ojalá quepueda él, después de haber contribuido tanto a la liberotad de Venezuela, disfrutaresta gloria inmortal, en lapaz y en la unión con Ve-nezuela y los demás pue-b los de la Nueva Granadaformando una nación dehermanos! "

Así se inscribe, en eldescubrimiento de la gran-deza del Libertador, elnombre de Manuel Rodrí-guez Torices en la historiade Colombia, frente al marCaribe y en los pasos ini-ciales y febricitantes delLibertador por nuestrascostas.

Bibliografía.- LA VIDA NOVELESCA E INFORTU-NADA DEL DOCTOR IGNACIO MU-ÑOZ, PALADIN o-E LA LIBERTAD,Donaldo Bossa Herazo, Impresora Mari-na, Cartagena de Indias, 1961.

Manuel Rodríguez Torices

Dr. Manuel RodríQuelTorices

El Almirante José PadillaDon Manuel Rodríguez Torices nació en Cartagenael 7 de Mayo de 1788, hijo de Don Matías RodríguezTorices Dorzal y de Doña María Trinidad Quiróz y Nava-rro de Acevedo. Obtuvo el título de Doctor en Derechoy Ciencias Políticas en el Colegio del Rosario. Destacadojefe del movimiento de independencia proclamado el 11de Noviembre de 1811, firma como coautor el Acta leí-da en la Plaza de la Proclamación de Cartagena. Habíafundado ya con José Fernández de Madrid el periódico"Argos", que sirviera como motor ideológico a la causapatriótica. La Convención popular de 1812 lo elige Pre·

A los 14 años, en la última década del Siglo XV 111,José Padilla, cruce de negro e indígena, aborda el navíode guerra español "San Juan Nepomuceno", en su cali-dad de grumete En ese momento comienza la simbiosisdel héroe con el mar. Se intercambian sus secretos y na-ce su absoluta identificación. En medio de los átavaresdel tiempo y el siniestro discurrir de las grandes poten-rius por los mares del mundo, el joven Padilla cae prisio-

nero de Inglaterra en la batalla de Trafalgar, y soporta 3años de rudo cautiverio .. Cuando regresa a España, yatiene 23 años y puede otear el horiLOnte marino con ojozahorí. A fines de 1809 llega a Cartagena con el cargode Contramaestre del Arsenal de dicho puerto. Está enSanta Fé en 1810 en'¡osalbores del 20 de Julio. Y enCartagena el 11 de N·oviembre para proclamar la "ind~-pendencia absoluta'}, en la Plaza de la Trinidad del barriode Getsernaní, al lado del cubano Pedro Romero, de loshermanos Gutiérrez de Piñeres y del Tuerto Muñol. En1814 abate la corbeta del Mariscal de Campo AlejandroHore, que lleva tropas y municiones de España a Panamáy hace en la maniobra 160 prisioneros, que lleva a Carta-gena. Ha recorrido las islas del Caribe como ave de rapi-ña. Se ha acercado y separado de Luis Brión. Ha tenidoa su lado al Libertador en su errabundo transitar de exi-liado. En el Orinoco ha participado en la toma de Ocu-mare y en el asalto a Angostura. Sabanilla y Laguna Sa-lada le dan el título de Coronel. Se interna en el ríoMagdalena y llega hasta Sitio Nuevo. Se encuentra conHermógenes Maza, pasa por La Barra y Pueblo Viejo, in-surreciona a Lorica, atraviesa el río Sinú y se propone li-berar a Cartagena. Maza y Padilla andan juntos y tienenel mismo ardor sangriento en las venas.

a un jabalí herido. Y cuando el Libertador había procla-mado ya la clemencia con sus detractores, el llamadoConsejo de Estado consigue que la invalide. El Almiran-te Padilla, que nada ha tenido que ver en el asunto, es sa-

.cado de la cárcel, conducido con doble escolta a la PlazaMayor y sin dejarse vendar es fusilado.

No ha pasado la sombra del Libertador, en los díasque preceden a su tránsito hacia la Costa Atlántica, cercaal gran navegante del mar. Pero la adivinación de su glo-ria se retrae ante el héroe cuya última herida sangra toda-vía.

DonJosé María Castillo y Rada

AlmiranteJosé PrudenciaPadilla

Nació en Cartagena el 21 de Diciembre de 1776, hi-jo de don Nicolás del Castillo y de doña Manuela de Ra-da y Torre Berrío. Acaudalado y de familia ilustre.Huérfano de padre y madre a los 10 años, llega al Co le-gio del Rosario becado. Obtiene el grado de doctor enDerecho Civil en la Universidad de Santo Tomás. Ejércela abogac ía a parti r de 1802, cuando es ap ro bad o en laReal Audiencia. La carrera política de Castillo y Rada seinicia en las vecindades del 20 de Julio de 1810, que loencuentra en Cartagena. Con Jorge Tadeo Lozano, LuisEduardo Azuola y Miguel Tobar redacta el proyecto deCarta Constitucional. Es el14 de Octubre de 1810. Go-bernador del Estado de Tunja, declara la independenciade esa provincia. Hacendista, aconseja al General San-tander, entonces vicepresidente, la emisión de papel mo·neda. Lo cerca con sus argumentos y su correspondenciadesde Turbaco y Barranquilla. En 1820, en el Congresode Cúcuta, se destaca con caracteres excepcionales du-rante sus deliberaciones. El General Santander le lleva elencargo del Libertador de asumir uno de los ministeriosdel Interior o el de Hacienda. Se inclina por el último.Aliado de Santander, como "organizador de la victoria",está Castillo y Rada vigilante en su concepción tributariade la hacienda pública. En 1821 y después en 1825, la e-lección de vicepresidente de la Gran Colombia divide alos granadinos. Se enfrentan Santander y Castillo y Ra-da. Después de ocho escrutinios el General Santanderreune las dos terceras partes previstas para la elección.Discrepan, se distancian y Castillo y Rada monta defini-tivamente guardia al lado del Libertador. Es su hombrede confianza. Lo es en el gabinete. Y como delegatariosuyo en la Convención de Ocaña donde se debate el temaarduo y contradictorio de la reforma Constitucional de1821 y se escinde definitivamente la posibilidad de unentendimiento que preserve la unidad de la Gran Colom-bia, ya herida de muerte por los generales Páez y Floresen Venezuela y el Ecuador, respectivamente y por los le-vantamientos del Perú y Bolivia.

Desde Santa Marta, el general Montilla ha reveladoya su inquina contra Padilla y Maza. Con 600 hombresPadilla ha llegado a la Plaza del Arsenal de Cartagena.Sufre la variable fortuna de la guerra. Triunfa, lo derro-tan, huye, vuelve, siempre presente en la historia y la pa-tria, hasta después de Carabobo en el Lago de Maracaibodonde sella la libertad definitiva de Venezuela en virtudde su heroismo y dominio del mar. Padilla,;a el Almi-rante Padilla, no le caben en el pecho las medallas de laconsagración y el tributo agradecido del pueblo. Bolívarlo ha llamado "Gran Almirante de Colombia y valienteNelson colombiano". El General Montilla lo ha malquis-tado por debajo de cuerda al Libertador. Enfrentado alos tejemanejes de la intriga, termina rebelándose, y sinsaberse cómo queda de hecho constituído en opositordel Libertador. Padilla se retira a Mompós y se le ordenaa Mantilla "actuar con rigor". Llega a Cartagena y es a-presado y se le envía bajo custodia a Bogotá el 3 de Abrilde 1828. La noche del 25 de Septiembre lo sorprendeen prisión. La cauda que rodea a Bol ívar lo cerca como

Redacta Castillo y Rada el manifiesto de 1828, quesuscriben 20 diputados, donde se exponen las razonesque tuvieron para abandonar la Convención de Ocaña, y

recibe del Libertador el si-guiente comunicado: "Ca-da día tengo que admirarla noble y esforzada con-ducta de usted y cOlTlpaíie-rus en la Gran Convención,en que han tenido que lu-char contra la perfidia másinicua y la intriga más refi-nada, y m i satisfacción seaumenta hasta lo infinitoal ver que usted ha obradoconforme con la voluntaddel pueblo y de acuerdocon sus deseos". Son tiem-pos de rudas controversias,pasiones exaltadas e irre-flexivos ímpetus.

Está Castillo y Rada al lado del Libertador en losdías aciagos, en los decretos escritos de la dictadura, enel éxodo hacia la Costa. Muere el 23 de Febrero de 1835.En el Colegio Mayor del Rosario se le evoca en una placaque dice: "Rigió todas las magistraturas, forma la rique-za nacional, y consultando más la magnanimidad que elagradecim iento la gasta generosamente en la independen-cia del Perú. Colegial, consiliario y Rector de este claus-tro lo gobernó con amor y sabiduría. Murió el 23 de Fe-brero de 1835 y aquí reposa y aún enseña sus altos ejem-plos. Cien años ha falta a este Colegio Mayor ya la Re-pública José María del Castillo y Rada, luz de los funda-dores de la Gran Colombia conservador de la Patria delas Leyes y de la Libertad ~ue le costó el destierro. 'Na-ció en Cartagena el 22 de Diciembre de 1776. Enseñó fi-losofía en estas aulas con doctrinas y fuera de ellas consu vida noble y pura. Bolívar, Santander y el pueblo ledieron amplísimos honores".

Don Juan García Del RíoNació en Cartagena en 1794 y murió en México en

1856. Estudió en Cádiz y concluidos sus estudios de-bió asistir a la lucha que el pueblo español librara co~trala invasión napoleónica. Contribuyó a la defenza de laplaza. Leyó a Robertson y Payne, a Raynal y Rousseau,según su propio testimonio personal escrito en la intro-duc~ión de sus "Meditaciones Colombianas". En 1811mora en La Habana, donde permanece por un año.Muerto su padre, realista integérrimo, abraza la causa dela independencia. Aduce que era difícil la posición delgabinete británico, "a fines de 1814 y a principios de1815, con relación a la independencia del continente a-mericano". Conoce en la Gran Bretaña a hombres tanimportantes como Belgrano y Rivadavia, a López Mén-dez y Bello, a Joaquín y Rafael Mosquera, a Zea y aManuel José Hurtado, impertinentes propagadores de laindependencia en busca de la ayuda de la Corona inglesa.Permanece en Londres hasta 1817.

Habla del siguiente modo de su obra magna, "LasMeditaciones Colombianas": " ... Siguiendo después laMarcha del Estado, hasta el momento en que se disolvióla Convención de Ocaña, he tratado de señalar los moti-vos que llevaron a la patria al borde de su ruina, e influ-yeron en el trastorno de sus instituciones. Sirviéndomeel conocimiento de lo que fué, para comprender lo quees, y conjeturar lo que será, he examinado la situaciónactual de Colombia; y de ahí he pasado a discutir cuál esel sistema político cuya adopción demandan las circuns-tancias del próximo Congreso Constituyente. Deseoso,por último, de ver realizado todo el bien que concibo po-sible, he pensado las reformas saludables, las medidas re-dentoras, que en orden legislativo, no menos que en eljudicial, y en todos los ramos del poder administrativo,juzgo esencialmente -necesarias a nuestra felicidad". Esaes cabalmente, la síntesis del contenido y alcance de sus"Meditaciones", donde su pensamiento político, equili-brado y austero, se enlaza con la concepción que del es-tado y su organización tiene el Libertador. En sus consi-deraciones sobre la marcha de la República de Colombiaen 1928 y luego el exámen de la situación política a fi-nes de 1829, se acentúan estas características entre el Li-bertador y don Juan García del Río. Estamos en la ante-sala del éxodo del primero y si bien, no hay una comuni-cación directa entre las dos personalidades, bien puede a-segurarse la mutua concresión de los dos modos de pen-sar. Por eso parece tan cerca del Libertador, don JuanGarcía del Río en los últimos días del primero y su trase-gar hasta San Pedro Alejandrino.