domingo 2015/06/28

16
® 28 de junio de 2015 Cultural Las Rutas Sagradas del Imperio Inca La recuperación de un patrimonio de la humanidad. PÁGINAS 10 A 13

Upload: el-manana-reynosa

Post on 22-Jul-2016

227 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

 

TRANSCRIPT

®

28 de junio de 2015

Cultural

Las Rutas Sagradas

del Imperio Inca

la recuperación de un patrimonio de la humanidad. PÁGInaS 10 a 13

Domingo es un magazine semanal. Impreso en los talleres de Editora DEMAR, S.A. de C.V., ubicados en la calle Matías Canales No. 504, Código Postal No. 88620, Col. Ribereña, Apartado Postal No. 14, Cd. Reynosa, Tam. [email protected]

DIRECTOR GENERAL oRLAnDo TomÁS DEÁnDAR mARTÍnEZ

[email protected] Adrián Altamirano Jaime

[email protected]

DISEÑO Mariela Olvera

aPartado Postal 14

Nos interesa saber sus comentarios, por lo que lo invitamos a que nos envíe sus correos electrónicos con sus opiniones de lo ya publicado y sugerencias de temas que le interesen.

Cultural®

Esperamos sus comentarios en los correos electrónicos: [email protected]

2Domingo \ el mañana \ 28 de junio de 2015 pSicoLogÍA

por Xavier guixEL pAÍS

Existe un malentendido cuando nos referimos a la espontaneidad como acto de sinceridad o auten-ticidad. También lo espontáneo puede ser reactivo, desmesurado e irrespetuoso. Algunos ejemplos pueden contextualizar la idea de que lo espontáneo no es igual a lo auténtico. Hay quienes suelen jactarse de decirles a los demás a la cara lo que opinan. Se vana-glorian de no tener inconveniente alguno en soltar sus juicios, como quien arroja presuntas verdades sin atender al contexto, el momen-to y la relación que mantienen con el otro. Lo sueltan y se quedan tan anchos. Preguntas: “¿Acaso tuviste en cuenta a la otra persona?”. Y responden: “Me da igual…, yo soy

así…, digo lo que siento”.Hay otros ejemplos más cotidia-nos: aquellas personas que hacen la broma en el momento inoportu-no; las que insisten cuando se les dice basta; las que hablan sin dejar hablar; las que gesticulan his-triónicamente y no mesuran los prejuicios de sus muecas; las que ríen o se enfadan fuera de tono; las que vuelven a preguntar lo que ya se les dijo; las que quieren dis-cutir en medio de un restaurante; las que no les importa que les oiga todo el mundo; las que no pueden esperar; las que precipitan besos y abrazos embarazosos. En gene-ral, todas aquellas personas que sufren la maldita impulsividad. No saben, o no quieren, aprender a gestionarla.

Demasiada espontaneidadNaturales sí, pero también nobles y empáticos.

Bajo la frase “yo soy así” no cabe todo. Debemos mostrarnos auténticos, pero teniendo

en cuenta a los demás.

Lejos de tales extremos, algunos individuos espontáneos gozan del valor añadido de la nobleza. Son tal cual, sin engaños, ni medias tintas, ni filtros interesados. Son lo que son, un espejo de su alma. Por eso gustan y son queridos, aun-

que suelen aborrecer de sí mismos. Esa excesiva franca naturalidad les acaba metiendo en todo tipo de malentendidos, que les obliga a justificarse muy a menudo. Van tan de cara que son los primeros en recibir las quejas.

“Todas las pasiones son buenas mientras uno es dueño de ellas, y todas son malas

cuando nos esclavizan”. RoUSSeaU

328 de junio de 2015 / el mañana / DomingopSicoLogÍA

“La verdadera libertad consiste

en el dominio absoluto de sí

mismo”. Montaigne

para saber máswLibroNada por obligación, todo con ilusión Oriol Pujol Borotau (Amat Editorial)

Lo curioso del fenómeno es que estas personas creen que cuanto más “naturales”, más auténticas y más sinceras. Añádase, incluso, que la espontaneidad puede ser un aspecto visible del bien, de ser alguien bueno, por no tener filtro alguno, con lo cual no importa el arrebato, sino la honestidad del mismo. No importa ser un salvaje si se entiende como un ser auténtico. Si en un extremo lo protocolario aparenta rigidez y fingimiento, en el otro se encuentra la arrogancia de lo espontáneo como signo de naturalidad, cosa que ahora se lleva mucho. Cuanta más exhibición de lo pro-pio, más autenticidad. Solo que tiene que ser a costa de los demás, que, pacientes, soportan la supues-ta honrosa virtud de lo que por encima de todo es así porque lo es y no puede ser de otra manera.Recuerdo al que fuera mi maestro Oriol Pujol Borotau, un exjesuita residente en India, que solía hablar de las dos columnas de la confianza y la seguridad personal. La primera es darse a conocer tal como uno es. Decir abiertamente lo que se piensa, lo que se siente, mostrarse auténtico.Sin embargo, la segunda colum-na consiste en tener en cuenta a los demás. ¿Son personas dignas de confianza? ¿Quieren escuchar-nos? ¿Es prudente decir lo que queremos decir en este momento? ¿Atendemos al momento por el que pasa la relación? ¿Estamos atrapa-dos en sentimientos que pueden malherir al otro? ¿Muestran interés por lo que podamos decir?Cuando se es muy capaz de soste-ner la primera columna, pero poco o nada la segunda, el edificio de la seguridad se derrumba, actuamos impulsivamente. No ganamos en confianza, sino que la perdemos. Mostramos una espontaneidad que roza la reactividad. No se trata de morderse la lengua, sino de saber encontrar el momento oportuno o, por lo menos, ser capaces de pedir permiso al otro y gestionar juntos la situación. Ahí es donde se pone en juego la seguridad. El que confía “responde”. El inseguro

“reacciona”. La pura espontaneidad pertenece a la niñez. Los estadios infantiles son particularmente espontáneos tanto para dar mues-tras positivas (proactividad) como desafiantes y negativistas, véanse las clásicas rabietas (reactividad). Se supone así que los procesos de educación, aprendizaje y madu-ración conllevan la capacidad de dominar la impulsividad, es decir, procurar comportamientos proac-tivos, ser capaces de negociar y expresar el desacuerdo e incluso el enfado de forma asertiva, sin reactividad. Mostrarse indignado, por ejemplo, no tiene por qué significar mostrar-se agresivo. No hay que confundir firmeza con atropello.No obstante, todo cae en saco roto si, además de no haber madurado lo suficiente, se convive en una cultura que aplaude a las perso-nas arrojadas, pasionales o impú-dicas, mientras se menosprecia a las cívicas, templadas o asertivas. Esas resultan “estiradas”; les falta sangre en las venas o son aburridas. Para colmo, todo queda justifica-do por nuestros orígenes sureños o latinos, por ser de sangre “calien-te”. Rasgos o vestigios de unos tiempos en los que lo honroso se asociaba con la capacidad de “mar-car paquete”.Otro ejemplo de los nuevos usos de la espontaneidad son los correos electrónicos y, sobre todo, los mensajes vía Twitter. Asistimos atónitos a la capacidad de soltar sandeces, primeras impresiones, prejuicios de género, racistas o intolerantes, sin mediar un mínimo razonamiento de los efectos que pueden causar una palabras que, por mucho que se borren posterior-mente, son la llama que ya no puede evitar la devastación emocional de personas muchas veces –incluso la mayoría de ellas– inocentes. De nuevo la impulsividad se convier-te en gobernadora de conciencias atrapadas bajo la incontinencia de pulsiones básicas.Si la pasión, si la locura no pasa-ran alguna vez por las almas… ¿Qué valdría la vida?, decía Jacinto Benavente. En efecto, a menudo desearíamos soltar amarras y vivir

espontáneamente. Sin filtros, sin miedos, sin vergüenza, sin tener en cuenta nada ni a nadie. Como dice el dramaturgo, alguna vez…, pero no a todas horas. Otro ilustre de mi oficio, Carl Jung, sostenía que el hombre que no ha pasado a través del infierno de sus pasiones, no las ha superado nunca. Por ahí se puede entrever cómo la esponta-neidad, a menudo, es la presencia de nuestra niñez en sus múltiples manifestaciones tanto proactivas como reactivas. Y nadie supera en deseo a los niños.Sin embargo, pretendemos con-quistar la mayor libertad inte-rior posible. Somos seres para la libertad, solo que caemos en el espejismo de una libertad que lo deja de ser condicionada por sus propios deseos. No hay liber-tad sin responsabilidad. No hay

responsabilidad sin compromi-so. Y el primer compromiso

hacia nosotros mismos es hacernos auténticos, que no

es lo mismo que naturales. Algunas personas han logrado

un aire disfrazadamente natural a costa de perder su autenticidad.Ser auténtico es ser uno mismo, desde su sinceridad interior. No precisar del fingimiento, ni de la mentira, ni de la manipulación, ni de la instrumentalización de los demás. Cierto que siempre hay cierta máscara o papel. Cierto que no se va por la vida a corazón abierto. No obstante, a veces hay que quitarse la coraza y mostrarse tal como se es. Ser auténtico es ser confiable. Es la espontaneidad del que no tiene nada que ocultar ni nada de lo que defenderse. Es hacerse cargo, responsablemen-te, de las consecuencias de las franquezas propias. No es que no deban existir. Es simplemente res-ponder con confianza ante ellas. Esa es la nobleza.No hay tarea tan comprometida como conquistarse a uno mismo. El primer paso podría consistir en aprender a gestionar una desmedi-da espontaneidad. De no ser así, se acaba viviendo en una esclavitud sin fin. Mejor vivir en una espontá-nea felicidad fruto de abrazar con libertad nuestro espacio interior.

4Domingo \ el mañana \ 28 de junio de 2015 ArtE

Agencias

Dos exposiciones sin precedente en México, las más ricas e importantes que ha cobijado el Museo del Palacio de Bellas Artes (MPBA) desde que fue declarado inaugurado el 29 de noviembre de 1934, se abrieron el pasado viernes 26 de junio, reportó el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).Se trata de “Leonardo Da Vinci y la idea de la belleza” y “Miguel Ángel Buonarroti. Un artista entre dos mundos”. Sobre ésta última, se informó que el público verá, por primera vez en este país, dibujos, óleos, documentos, bocetos y otros materiales que pertenecieron, utili-zó o creó Michelangelo Buonarroti, mejor conocido como Miguel Ángel.Miguel Ángel (1475-1564) está con-siderado como un innovador y ade-lantado a su época, uno de los más influyentes artistas renacentistas, y

de la historia, quien lo mismo cultivó el arte que la ciencia, destacando en materia de arquitectura, pintura y escultura.Por eso, en la muestra se exponen sus bocetos pictóricos para decorar la célebre Capilla Sixtina.El espacioso Museo del Palacio de Bellas Artes ya luce en todo su esplendor estético y valor histórico y artístico, esculturas como el Cristo Giustiniani, una espléndida obra que, de acuerdo con las croniqui-llas de la época, el exigente virtuoso abandonó a medio hacer debido a que halló un defecto en el mármol y que, al parecer, concluyó Bernini.“Miguel Ángel Buonarroti: Un artis-ta entre dos mundos”, cuenta con alrededor de 75 obras entre dibujos y tres esculturas, entre ellas la últi-ma en que se reconoce su autoría. Además de las 30 obras extraídas entre la producción de Buonarroti, estarán presentes otras 45 que

denotan su influencia en México, de acuerdo con las autoridades del INBA.Durante un recorrido realizado por la muestra, se conoció de cerca el extraordinario cuadro del Papa Julio II, quien patrocinó a Miguel Ángel las obras en la Capilla Sixtina.Y lo más importante, vienen también obras originales entre dibujos, pin-turas y esculturas que por primera vez viajan a América y, consecuen-temente, México tiene esa primicia.En su momento, Rafael Tovar y de Teresa, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), señaló que es una expo-sición, producto de muchos años de negociación, que permitirá a cien-tos de miles de visitantes tener un acercamiento pleno a uno de los momentos más geniales que ha teni-do la historia de la humanidad: el Renacimiento. La muestra se podrá ver hasta el 27 de septiembre.

Miguel Ángel, listo para ser

admirado en Bellas Artes

MigueL ÁngeL y Leonardo da Vinci,

Las exhibiciones MÁs iMportantes en La historia de

beLLas artes

EL MotivoNo me importa mi tristeza,

no me importa el sufrimientoque en diversas experienciasme ha producido el tiempo,el tiempo que no he perdidoporque un amor he ganado;

y aunque ayer se me haya idoel motivo entre las manos,hoy confieso que fue bello,lo más bello que he vivido

desde que yo me recuerdo,desde mis tiempos de niño.

El amor que Dios me trajo,porque yo no lo buscaba;el amor que Dios me trajocuando ya no quería nada,

hoy se ha quedado conmigo.Tanto tiempo que le quise

y hoy se me escapa el motivodejándome solo y triste...Pero ese amor de los añosen mi corazón se queda.

Allí está porque allí ha estado,aunque el motivo no vuelva.

Motivos no ando buscando,ya me cansé de veredas;voy a seguir esperandopor si el motivo regresa,

para ofrecerle en charolasde oro, plata y de diamantes,

los pétalos de las rosasque producen los amantes.Como le quise y le quiero,le voy a seguir queriendo.Y si no hubiera un regreso,

su amor se quedó aquí dentro.

FLAVIO HINOJOSA GUTIÉRREZ.

528 de junio de 2015 / el mañana / DomingoLA iMAgEn

por Juan José MillásEL pAÍS

La luz es invisible. Vemos gracias a ella, pero no la vemos a ella. Con esta materia invisible ha de traba-jar el fotógrafo como el ceramista trabaja con el barro. Significa que tiene que moldearla, aunque no siempre se deja. La luz, al contrario que la arcilla, está por todas partes y a todas horas. Funciona por la mañana y por la tarde, de día y de noche, los festivos y los laborables. Ahora bien, que abunde no quiere decir nada. También abundan las palabras y escasean las obras maestras. Fotografía, etimológicamente hablando, significa “escritura de la luz”. La fotografía debe de tener, pues, un alfabeto propio, quizá haya un Diccionario de la luz, al que el artista recurre cuando desea expre-sar una idea. Todo ello implica la existencia también de una semán-tica. Entonces, las fotografías sig-nifican, de acuerdo, pero qué.Observen la de arriba, donde la modelo cubana Nidia Ríos posa para Alberto Díaz Gutiérrez, Korda, en 1956. Una obra de arte que parece una lección. Como si el fotógrafo nos hubiera querido mostrar su materia prima, porque en esta imagen, milagrosamente, se ve la luz. Lo mismo que la literatura sirve para hablar de una cosa fingiendo que hablas de otra, Korda ha fingido que fotografiaba a una modelo para fotografiar la luz. Podemos seguirla con la yema del dedo índice, como el que señala el renglón que lee. A diferencia de un texto, que se ordena de izquierda a derecha y de arriba abajo, aquí la lectura es más errática. De ahí también la dificultad para averiguar qué nos ha querido decir y a qué parte de cada uno de nosotros.

Problemas de lecturala luz funciona de día y de noche, los festivos y los laborables, y la fotografía encuentra

en ella la materia invisible con la que trabajar

6Domingo \ el mañana \ 28 de junio de 2015 LibroS

por Winston Manrique SabogalEL pAÍS

“… y llegado el determinado punto, entraron en la ciudad, donde les sucedió cosas que a cosas llegan”. Y 410 años después esa orden de Don Quijote salta a la vida real para que se descubra su propia obra: acaba de ver la luz un Quijote para todo el mundo, con más de 150 miradas, puertas y rutas que se abren para entrar en el universo del más ilustre caballero andante.Atolladeros, tuertos, escollos, embustes y malentendidos son sal-vados y esclarecidos en la nueva edición de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de

Cervantes Saavedra, como nunca se ha visto. Más, más de medio centenar de especialistas, eruditos y escritores amantes de este clásico universal han caído bajo su hechizo, dirigidos por el filólogo y académico Francisco Rico. Han creado una obra que ilumina y analiza cada frase de Cervantes y estudia cada paso del Caballero de la Triste Figura con el objetivo de fijar la obra, “aunque nunca podrá existir una versión definitiva”.Es una puesta al día con las técni-cas más modernas cuyo resultado es la revisión de casi un centenar de pasajes más próximos al original o a lo que quería decir Cervantes y el cambio de docenas de palabras que dan un nuevo sentido o visión de esos

Vuelve El Quijote, 400 años después

- se Publica la edición del don quijote mÁs comPleta en sus 400 años

- aParece una edición crítica que fija la novela de cervantes que abre mil Puertas a esta obra

maestra. dos volÚmenes en los que han ParticiPa-do mÁs de medio centenar de exPertos y escritores

aparece una edición crítica que fija ‘El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha’. Esta publicación de la novela de Cervantes abre mil puertas a esta obra maestra.

La inFanta Micomicona solicita el auxilio de don Quijote (1738), de John Vanderbank.

7LibroS 28 de junio de 2015 / el mañana / Domingo

don Quijote, en uno de los grabados de Gustave Doré.

presentación de la edición crítica de El Quijote, en el Salón de Plenos de la RAE, coordinada por el filólogo y académico Francisco Rico.

episodios. Es el homenaje que la Real Academia Española (RAE), junto con el Instituto Cervantes y la Obra Social La Caixa, rinden a esta obra maestra en los 400 años de la publicación de la segunda parte en otoño de 1615 (edita-da por Espasa y Círculo de Lectores). Se trata de una aventura fascinante en dos tomos: a la lectura de la historia del caballero y su escudero ininte-rrumpida la acompañan las notas a pie de página, cuyo territorio se ensancha, completa y complementa con la mirada que expertos y escrito-res ofrecen de los 129 capítulos y pró-logos. Es un Quijote de 1.345 páginas con anotaciones, y 1.967 de estudios, anexos, mapas y grabados.Es un Quijote poliédrico para el Siglo XXI, para todos los tiempos y edades.El texto cervantino como tal, asegura el profesor Rico, está bajo la edición rigurosa de todos los instrumentos de la filología moderna que han facilita-do un acceso lo más cercano posible al original. Se han analizado la cali-grafía de Cervantes, los mecanismos de la imprenta en la publicación y futuras correcciones y añadiduras del propio autor y siguientes impre-siones contrastadas con el original.Decenas y decenas de correcciones y aclaraciones que ofrecen nuevas y reales lecturas. Cambios pequeños y grandes que hacen realidad el dicho de que Dios y el diablo se esconden en los detalles. Desde la frase cono-cida que dice: “Suelen hacer el amor con ímpetu”, cuando lo correcto es: “Suele nacer el amor con ímpetu”. O “La tempestad de palos que sobre él vía”, cuando lo correcto es: “La tem-pestad de palos que sobre él llovía”.Su presentación ha sido en el salón de actos de la RAE con asistencia de público donde se imbricaron la vida de Cervantes, la historia e impor-tancia de la novela y la edición críti-ca. Darío Villanueva, director de la Academia: “Es una edición monu-mental con todos los elementos necesarios para comprender esta obra universal”.Jaume Giró, director gerente de la fundación bancaria ‘la Caixa’, entidad impulsora de la colección Biblioteca Clásica de la RAE: “El Quijote es una obra audaz y moderna, popular y eru-dita. De ella dijo Borges que era el libro infinito porque todos lo estamos

8Domingo \ el mañana \ 28 de junio de 2015 LibroS

bataLLa con el vizcaíno y aventuras de los molinos (1662), de Frederik Boutatts.

reescribiendo y nadie termina de escribirlo”.Soledad Puértolas, escritora y acadé-mica: “Es una novela que nunca deja de ser nueva y enriquece con todos”.Santiago Muñoz Machado, secre-tario de la Academia: “Los tres momentos clave de las ediciones del Quijote en la RAE son las de 1780, 1863 y ésta con un texto depurado y una edición enciclopédica”.Y Víctor García de la Concha, direc-tor del Instituto Cervantes y hono-rario de la RAE: “El Cervantes está feliz de que este Quijote encuentre acomodo en la Biblioteca Clásica de la Academia”.Se refería García de la Concha que ésta es una edición que empe-zó su andadura en 1994 cuando el Cervantes encargó a la Academia un Quijote indicado para su público en todos los lugares del mundo donde iban a estar sus sedes. Un Quijote más informativo que interpretativo sin ofender a los conocedores de la novela. Desde entonces, el coordina-dor ha sido el profesor Rico. La pri-mera edición apareció en 1998 bajo el sello de Crítica. La segunda en 2005 con motivo del cuarto centenario de la publicación de la primera parte y ahora ésta, ampliada y renovada en un estuche con dos volúmenes: en el primero la novela cervantina con una serie de instrucciones y en el segundo estudios complemen-tarios que incluyen los análisis de los expertos y escritores sobre cada capítulo, desde los fallecidos Martín de Riquer y Claudio Guillén, hasta Javier Marías, Alberto Manguel y Javier Cercas, pasando por Roger Chartier o Jean Canavaggio. El segundo volumen se cierra con una serie de mapas y planos de la obra y una galería de ilustraciones de una treintena de artistas de todos los tiempos.La suma de esos comentarios, en la sección Lecturas el Quijote, asegu-ra Rico en el libro, “constituye una antología única de la mejor críti-ca cervantina de nuestros días y, al correr paralela a una anotación asentada en el sentido literal, da una óptima idea de la inagotable rique-za del libro y de la multiplicidad de enfoques a que se presta”.Uno de los malentendidos más

928 de junio de 2015 / el mañana / DomingoLibroS

Lo que dijo el censor en 1604La nueva edición se abre con la publicación de un hallazgo de 2008 que nunca se había impreso porque desde su primera edición se refundió: la aprobación por la censura. “Poco más o menos, dice que le perdonan la vida y se puede imprimir”, cuenta Francisco Rico. El dictamen es: “Porque será del gusto y entretenimiento al pueblo, a lo cual en regla de buen gobierno se debe de tener atención. Allende de que no hallo en él cosa contra policía

y buenas costumbres”.Uno de los malentendidos más universales lo aclara Rico en el prólogo de esta edición: “¿Es plausible que el Quijote naciera en la mente del autor como ‘invectiva contra los libros de caballerías’? Más razonable parece entender que la novela ‘se engendró’ cuando Cervantes, ‘en una cárcel’, entrevió las características esenciales del protagonista, un hidalgo trastornado por la lectura de las fábulas caballerescas y dispuesto a remedarlas en la España de Felipe II, y no porque el escritor se propusiera en primer término desacreditarlas y a tal fin forjara luego el personaje de Don Quijote”. La clave de la fascinación que despiertan El Quijote y Sancho estaría en su

singular humanidad.

eL retabLo de marionetas (1863), de Gustave Doré.

universales lo aclara Rico en el pró-logo de esta edición: “¿Es plausible que el Quijote naciera en la mente del autor como ‘invectiva contra los libros de caballerías’? Más razona-ble parece entender que la novela ‘se engendró’ cuando Cervantes, ‘en una cárcel’, entrevió las característi-cas esenciales del protagonista, un hidalgo trastornado por la lectura de las fábulas caballerescas y dispuesto a remedarlas, y no porque el escritor se propusiera en primer término des-acreditarlas y a tal fin forjara luego el personaje de Don Quijote”.Es parte de la riqueza de una obra, que cobra vida por sí misma. Pasados cua-tro siglos la pregunta sigue siendo la misma: ¿Qué tiene el Quijote que fas-cina a toda clase de lectores y críticos? “El punto de partida decisivo”, dice Rico, “tuvo que ser aquel en que el autor vislumbró la imagen del héroe, y el éxito inigualado del Quijote viene de la fascinación que desde siempre ha ejercido su singular humanidad. Don Quijote “es un entreverado loco, lleno de lúcidos intervalos” (II, 18), “que, fuera de las simplicidades que dice tocantes a su locura, si le tratan de otras cosas discurre con bonísimas razones y muestra tener un entendimiento claro y apacible en todo; de manera que como no le toquen en sus caballerías, no habrá nadie que le juzgue sino por de muy buen entendimiento. Pero nadie deja tampoco de encandilarse por igual con el Don Quijote loco, desaforado, grotesco, y con el Don Quijote inteli-gente, sensato e irreprochable. Uno y otro despiertan pareja simpatía, y el deleite que produce la obra consiste principalmente en el ir y venir del uno al otro, entre las acciones nacidas de la locura y las palabras inspiradas por la lucidez”.Los expertos explican lo que explican y los lectores piensan lo que piensan, pero pareciera que el propio Miguel de Cervantes ya daba la clave de esta edición, cuando en el capítulo VIII de la segunda parte, dice: “Finalmente, ordenó don Quijote entrar en la ciu-dad entrada la noche, y en tanto que la hora se llegaba se quedaron entre unas encinas que cerca del Toboso estaban, y llegado el determinado punto, entraron en la ciudad, donde les sucedió cosas que a cosas llegan”.

10Domingo \ el mañana \ 28 de junio de 2015 rEportAJE

por Lola parra craviottoEL pAÍS

Bajo el efecto del calor, el corazón de un cordero recién sacrificado explota con un ruido sordo. El fuego de un brasero encendido por el chamán devora las ofrendas depositadas en el suelo, sobre una terraza natural, a lo largo de un cañón polvoriento de

EL RENACER DE LAS RUTAS SAGRADAS DEL IMPERIO INCA

antes de la llegada de los esPañoles a américa, los incas levantaron un inmenso imPerio, unido gracias a una vasta red de caminos.

gran Parte fue cubierta y olvidada. hoy, los Países andinos, con PerÚ a la cabeza, tratan de recuPerar su trazado, Patrimonio de la humanidad, rePleto de tradiciones ancestrales.

tonos rojizos, en los Andes peruanos. Maíz, granos de coca, vino y dulces que el sacerdote andino (paqo en que-chua) ofrece a la Madre Tierra duran-te una ceremonia con cinco siglos de antigüedad: la reconstrucción anual de Q´eswachaka, el último puente de cuerda inca en el mundo. “Desde la fabricación de esta obra, mucho antes de la llegada de los españoles, en 1532,

nuestras divinidades nos han empu-jado a deshacerla y rehacerla una vez al año bajo pena de castigos como el granizo y el rayo”, explica con voz lastimera Cayetano Ccanahuire, un sexagenario de pequeña talla y rostro curtido. Inclinado sobre las llamas, a más de 3,700 metros de altitud, este paqo reza día y noche para evitar accidentes durante los tres días de la

reconstrucción. A su alrededor, los campesinos quechua se reúnen antes de tensar sobre el río Apurímac, cuyo cauce desemboca en el Amazonas, seis gruesas cuerdas de paja. A con-tinuación las atan a unas viejas bases de piedra, creando así la estructura de este puente de 28 metros de largo.En lo alto del cañón, un grupo de muje-res vestidas con telas multicolores y

eL ÚLtiMo puente. Recibe el nombre de Q´eswachaka: un puente de cuerda hecha de paja sobre el río Apurimac, en los Andes.

1128 de junio de 2015 / el mañana / DomingorEportAJE

“Cuando los incas pusieron bajo su dominio otras poblaciones, se apropiaron de sus rutas”.

tres dÍas sagrados. Durante tres jornadas, los campesinos quechuas de la provincia de Canas recolectan y fabrican a mano las cuerdas del puente con fibras vegetales de la zona.

coronadas con un sombrero de estilo bombín conversan arrodilladas, retor-ciendo las cuerdas de paja que servi-rán para el tejido de las estructuras laterales del puente. Obsoleto hoy día tras la edificación hace medio siglo de una obra cercana más moderna, el evento continúa reuniendo, cada mes de junio, a cerca de un millar de herederos del imperio inca obligados a tomar el relevo para poder escapar de las penas divinas.“Hace una década, el puente no pudo ser renovado por el desgaste de las bases de piedra. Ya sea por una acción divina o no, estos campe-sinos sufrieron a continuación una granizada”, cuenta la antropóloga Ingrid Huamaní, quien participa en el Proyecto Qhapaq Ñan. Se trata de una iniciativa del Gobierno peruano cuya ambición es exhumar la antigua red vial de los incas, de la cual forma parte el puente. el Qhapaq Ñan (camino real

en quechua) peinaba el imperio inca (Tahuantinsuyu), dividido en aque-lla época en cuatro grandes regiones -Chinchaysuyu, Cuntisuyu, Collasuyu y Antisuyu-, y se adentra actualmen-te en seis países: Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. Un entramado de caminos de más de 23,000 kilómetros, según cálculos del arqueólogo estadounidense John Hyslop en 1992, aunque hallazgos recientes lo estiman en mucho más: solo en Perú, unos 25,000 kilómetros de vías. Varios tramos ya han sido res-taurados. El trabajo conjunto de los seis países propició en junio de 2014 el reconocimiento de algunos tramos como patrimonio de la humanidad por la Unesco: 5,200 kilómetros (1,200 de

ellos en Perú).Ninguna de las naciones ha lanzado una iniciativa tan ambiciosa como la peruana, con el Proyecto Qhapaq Ñan. Financiado con un tercio de los ingre-sos generados por el Machu Picchu (ocho millones de dólares), los fondos han ayudado a restaurar las bases y las escaleras de piedra que descienden al puente Q´eswachaka desde lo alto del cañón, permitiendo a los campesinos mantener viva su tradición, igualmen-te inscrita desde 2013 en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la Unesco.Si bien hace cinco siglos era necesa-rio marchar un centenar de kilóme-tros desde Cuzco, la antigua capital imperial, para llegar al puente, en la

actualidad se toma una ruta asfalta-da, parcialmente construida sobre la red inca. “Varias vías modernas están superpuestas sobre los cami-nos precolombinos, ya que la mayoría de las veces no han sido apreciados en el pasado como tesoros arqueo-lógicos”, explica Marcelino Soto. Desde el jeep se observa un sendero bordeado por muros de piedra que serpentea la ladera de la montaña. “Ahora, cuando se traza una ruta nueva, se verifica minuciosamente que ninguna porción del Qhapaq Ñan esté amenazada, y tanto el Ministerio de Transporte como el de Cultura tie-nen que aprobar las obras”, precisa el arqueólogo, cuyo acento en español revela que el quechua -10 millones de habitantes- es su lengua materna.Un idioma milenario que usaban los comerciantes de la costa y que sería adoptado por los incas, quienes hablaban el puquina, explica Pablo

12Domingo \ el mañana \ 28 de junio de 2015 rEportAJE

eL Viejo traZado. Una de las zonas mejor conservadas del llamado Camino del Inca; al fondo, Machu Picchu.

La iniciativa del Gobierno peruano persigue exhumar la antigua red vial de los incas.

del Valle, antropólogo de la Unesco. “Esta lengua les resulta muy práctica cuando Pachacútec (el reformador del mundo, en quechua), noveno soberano inca, comienza la expansión del imperio, en el Siglo XV. Gracias al juego de alianzas con tribus a menudo quechuahablantes, este pue-blo, que ignoraba la existencia de la rueda, la escritura y la moneda, pudo levantar en menos de un siglo uno de los imperios más grandes conocidos en aquella época. Un territorio con 12 millones de habitantes”, continúa este cuzqueño, en el interior de uno de los restaurantes de estilo colonial de la plaza de Armas, en Cuzco. Como la mayoría de las construcciones del casco antiguo, este edificio de arca-das y grandes balcones de madera ha conservado los muros de piedra de una antigua edificación inca. Desde esta plaza, punto kilométrico cero del Qhapaq Ñan, partían las cuatro rutas principales en dirección a las cuatro grandes provincias (suyus).En la antigua región del Chinchaysuyu, 350 kilómetros al norte de Lima, capi-tal del país, los arqueólogos Guido Casaverde y Alfredo Bar recorren el mar de arena del desierto en el valle de Casma en busca de tramos de vie-jas vías que conduzcan hasta la sierra.

En esta zona costera, la temperatura, la temperatura alcanza niveles cani-culares a pesar del invierno austral. El cielo luce tonalidades amarillentas, y la arena fina, levantada por una ligera brisa, golpea el rostro. Guiados por fotografías aéreas con más de 30 años e imágenes de satélite actuales, los expertos descubren repentinamente una ruta de unos 10 metros de ancho. Tras una duna colosal, la vía cente-naria se muestra intacta, delimitada por unos pequeños muros de piedra de apenas una decena de centímetros de altura.A diferencia de la mayoría de los senderos de montaña, este no está empedrado; en el litoral, los incas se limitaban a aplanar el suelo are-noso. “Para identificar nuevos cami-nos, estudiamos la cartografía de los siglos XIX y XX, así como las obras de época. Tal es el caso de la Ordenanza de Tambos, que nos ha permitido descubrir esta nueva ruta costera. En este documento de 1543, Cristóbal Vaca de Castro, gobernador de Perú, exigía a los hacendados el

buen mantenimiento de los caminos y albergues de época imperial”, explica el arqueólogo limeño Alfredo Bar. “En este texto, el español informa de la pre-sencia de tambos (albergues) en los valles de Huaramey, Casma y Nepeña. Tres emplazamientos que siguen una proyección de sur a norte y que nos hacen suponer la existencia de una camino que conecta”, ánade, al tiempo que extrae un pequeño GPS plateado de su chaleco polvoriento para regis-trar la localización precisa de la vía.A sus pies, grupos de piedras dis-puestas en círculos trazan una línea de cerca de un kilómetro y continúan el camino hacia el tambo de Manchán, hoy sitio arqueológico, según las imá-genes de satélite que muestra Guido Casaverde. “Estas rocas, abandonadas en el sendero, servían a la formación de los laterales de granito que bordean la ruta. Cada kilómetro habría sido cons-truido en menos de una jornada por una treintena de obreros. En cambio, las secciones más complejas, como las de la sierra, con muros de contención de varios metros, sistemas de drenaje

pluviales y empedrados, necesitarían hasta dos semanas para una misma porción”, detalla mientras recoge una piedra rosada y desgastada. Pulida por el agua de un río, esta era empleada como un martillo para fragmentar el granito. Según el arqueólogo, tal ruta sería, pues, uno de los últimos ejes trazados por los incas en tiempos del desembarco de Francisco Pizarro en Perú, en 1532. La llegada del explora-dor detiene la expansión del imperio y de la red de carreteras, que resultó útil en la colonización. Gracias a estas vías, los conquistadores llegaron rápi-damente a las montañas y destronaron a Atahualpa, último soberano inca.Bajo el Virreinato de Perú (1542-1821), los colonos continúan explotando el Qhapaq Ñan. Así lo revelan los ves-tigios de alfarería colonial hallados sobre el sendero. A los pies de unas colinas anaranjadas, Guido Casaverde colecta numerosos piezas perdidas por los jinetes españoles cuando galo-paban sobre estas rutas. Acariciando los bordes de una de las cerámicas, muestra las huellas de un torno de alfarero. Y descubre las jarras de época precolonial cerca de un peque-ño campamento inca. Una suerte de área de reposo constituida por un cubrimiento de piedra semicircular

1328 de junio de 2015 / el mañana / Domingo rEportAJE

Los pasos deL iMperio. Segmento del Camino del Inca, también situado cerca de Machu Picchu.

Desde la época imperial, los campesinos quechua no han cesado de cuidar los caminos en algunas zonas.

donde unos transeúntes dejaron en otra época los restos de un banquete de maíz y marisco.Rápidamente, la red de carreteras fue perdiendo su sentido comunitario. “En tanto que los paisanos incas lim-piaban y reparaban ellos mismos las secciones del camino cercanas a sus hogares, los hacendados dieron prio-ridad al cuidado de sus terrenos priva-dos, distribuidos por la corona”, expli-ca Alfredo Bar, quien lamenta que los senderos precolombinos hayan caído en el abandono. Cuando la Ordenanza de Tambos se establece, como un pri-mer intento de preservar el Qhapaq Ñan, los terratenientes delegan en los autóctonos tal mantenimiento a cam-bio de una retribución.Desafotunadamente, los nativos fue-ron explotados en semejantes traba-jos, igual que la extracción de oro. “Un mineral considerado por los incas como una lágrima del Sol, divinidad suprema de su panteón. Pero que toma otro valor con la llegada de los espa-ñoles”, recuerda Bar, inclinado sobre un foso cavado a menos de 100 metros de la ruta recién hallada, de camino al Cerro del Antival, a 10 kilómetros del océano Pacífico. La búsqueda de oro, cinco siglos más tarde, sigue haciendo estragos: este pozo se revela como una de las numerosas prospecciones ile-gales de Perú. La nueva fiebre dorada amenaza el Qhapaq Ñan: los mineros destruyen las huellas de los senderos precolombinos. “El hallazgo de una simple pepita compromete nuestro trabajo y nuestra seguridad”, dice el arqueólogo. “Los buscadores de oro nos perciben como una amenaza dispuesta a arrebatarles su precia-do El Dorado. ¡Incluso han llegado a hacer retroceder a algunos de nues-tros colegas efectuando disparos de advertencia!”, exclama antes de tomar la Panamericana, ruta que conecta, de Alaska a Argentina, las Américas anglosajona y latina.En la costa, la construcción de este eje moderno ha permitido aliviar los senderos precolombinos, con-tribuyendo a su preservación. Y a su olvido: apartados, es aquí donde los arqueólogos tienen más dificultades para detectar las centenarias vías. En cambio, a más de 3,000 metros de altitud, los caminos ancestrales per-manecen ocupados por rebaños de

llamas y alpacas, camélidos de pelaje espeso. Aparecen, custodiados por sus pastores, cerca de la laguna Puray, al pie de Chinchero. Por el camino que bordea este pueblo, construido sobre restos arqueológicos, el olor a tierra recién removida impregna la atmósfe-ra. A golpe de machete, un puñado de obreros retira la vegetación que crece entre los empedrados. Supervisados por los arqueólogos, otros preparan mortero según la receta de los incas -tierra, arcilla y cactus-, para reem-plazar y fijar las piedras que faltan en este tramo que llega al Machu Picchu. Desde 2001, numeroso cami-nos son regularmente mantenidos por equipos que dependen del gobierno, uniéndose a los campesinos que no han cesado de hacerlo desde la época imperial.El Proyecto Qhapaq Ñan vio la luz, sobre todo, para ayudar a estas comuni-dades, atrayendo el turismo a las zonas quechua, donde la población vive de ingresos muy modestos. No obstante, la iniciativa es a menudo impopular debido a las expropiaciones, cuenta la antropóloga Frecia Escalante: “Varios

cultivos se sobreponen ahora a ciertos tramos de Caminos del Inca. Podemos recuperar los terrenos no cultivados aplicando la Ley de Patrimonio. En cuanto a las otras parcelas, los pro-pietarios no aceptan cederlas volun-tariamente”, explica, tras sus gafas de sol, esta cuzqueña. Confía en que, en el futuro, los recalcitrantes terminen por aceptar, cuando el turismo se desa-rrolle en las zonas bordeadas por el Qhapaq Ñan.Algunos viajeros visitan ya el tramo que conecta Xauxa y Pachacamac. Una sección costera de 230 kilóme-tros que atraviesa el yacimiento de Huaycán Cieneguilla. En el valle de Lurín, 40 kilómetros al este de Lima, esta antigua ciudad de casas geomé-tricas y pasajes estrechos y polvorien-tos fue pacíficamente ocupada por los incas. Aquí levantaron palacios admi-nistrativos, con muros espesos de más de seis metros e imponentes ventanas. “Este pueblo, el cual constituye una puerta de entrada a los Andes, se reve-la como uno de los centros de control más importantes establecidos por los incas a lo largo de la red vial”, explica

Camila Capriata, una joven arqueólo-ga. “Cuando los incas pusieron bajo su dominio otras poblaciones, se apro-piaron de sus rutas añadiéndolas a ru red de caminos”. Así consiguieron conectar, por primera vez, diferentes centros de producción, administra-tivos y religiosos con más de 2,000 años de antigüedad.Y es este segmento del Qhapaq Ñan, así como otros cinco tramos, además del puente Q´eswachaka y la plaza de Armas de Cuzco, los que han recibido recientemente el reconocimiento de la Unesco en el territorio peruano. “En cuanto a las diferentes secciones de la red vial, cada país ha selecciona-do las mejor conservadas dentro de sus fronteras. Para inscribir un bien cultural, este debe estar circunscri-to geográficamente. Pero el Qhapaq Ñan es una obra de la cual ignoramos su extensión. Nuestra ambición es continuar identificando y restauran-do tramos para inscribirlos sucesi-vamente”.La Gran Ruta inca sigue reuniendo, cinco siglos después, las culturas del antiguo Tahuantinsuyu. Y países como Perú y Chile, quienes se dispu-tan desde hace tiempo sus espacios marítimos, colaboran hoy en la bús-queda de esos caminos que les unen más allá de sus fronteras.

14Domingo \ el mañana \ 28 de junio de 2015 cuLturA

por Alba casasEL pAÍS

El historiador estadounidense Michael Burlingame (Washington, 1942) lleva gran parte de sus 73 años estudiando a Abraham Lincoln. A su biografía Abraham Lincoln: A life, considerada por la crítica estadouni-dense como la más completa hasta ahora, le dedicó 11 años de investiga-ción. Sentado en un salón, junto a su intérprete, Burlingame confiesa que no esperaba poder destapar datos nuevos de la vida de Lincoln cuando

empezó sus investigaciones. El histo-riador se ríe al recordar la cantidad de información desconocida que halló: “Pensé: ‘Alguien debería reunir todo esto y hacer una nueva biografía’. Pero nadie parecía dispuesto y me dije: ‘Pues lo voy a intentar yo”.Gran parte de esa información no es, sin embargo, la que se espera de un héroe. “Hay gran parte de la vida de Lincoln que la gente prefiere no saber”, dice Burlingame. Mary Todd Lincoln, la esposa del presidente, le maltrataba, según los datos recogidos por el biógrafo. “Le pegaba, le tiraba

MICHAEL BURLINGAME / Historiador y biógrafo

el historiador michael burlingame dedicó 11 años de investigación Para escribir la biografía del exPresidente de estados unidos

eL historiador Michael Burlingame, en Casa América.

cosas, le perseguía por la casa con un cuchillo, le gritaba incluso en públi-co”, asegura Burlingame.“Lincoln vivía con miedo de que ella le avergonzara”, afirma. Durante sus años como primera dama (1861-1865) aceptó sobornos y comisiones, infló nóminas, vendió indultos y permi-sos para comerciar el algodón… A Burlingame se le escapa una carca-jada al recordar cómo el director de cine Steven Spielberg, tras pedirle ayuda para realizar el guión de su filme sobre el presidente, le dijo: “No puedo hacer una película en pleno Siglo XXI donde el principal perso-naje femenino sea así”.Internet fue una gran ayuda para su labor bibliográfica, sobre todo, la hemeroteca de los periódicos. “Gran parte de lo escrito sobre Lincoln procedía de fuentes publicadas. Yo investigué fuentes inéditas como car-tas o manuscritos”, explica. También buceó en los registros públicos y rescató artículos de opinión escri-tos por el presidente para la prensa norteamericana. “Es algo que conlle-va mucho trabajo. Y me encanta este trabajo”, sostiene el biógrafo con una sonrisa. Para financiar el proyecto, contó con la ayuda de un filántro-po rico cuya identidad prefiere no desvelar: “Seguro que no quiere que vayan llamando a su puerta así”, ase-gura mientras hace el gesto de pedir. Y se ríe.Además de la pasión por su trabajo, Burlingame irradia una pasión por la moral del personaje. “Lincoln definió la esclavitud como una gran crueldad moral resultado de todas las vilezas”. Al profundizar en el carácter del pre-sidente, ya no se ríe. “Odió la escla-vitud desde su infancia”, en su opi-nión, por similitud a cómo le trataba su padre: “Le alquilaba a los vecinos

para que trabajara, y se quedaba con el dinero”. Lincoln siempre se identificó con los esclavos y a su padre, con los esclavistas.Aunque prefiere no hablar de política, asume que a Lincoln le agradaría ver que los Estados Unidos tienen hoy un presidente negro. Aunque, según Burlingame, no tendría por qué supo-nerle sorpresa alguna. El presidente admiraba a Frederick Douglass, un hombre negro, líder del movimien-to abolicionista: “¡Creo que Lincoln podría imaginar a un hombre como él llegando a la presidencia con el tiempo!”. Al ser preguntado si hoy Lincoln sería demócrata o republica-no, elude responder y bromea: “Creo que sería un Whig”, dice refiriéndose al grupo político al que pertenecía el presidente antes de formar el Partido Republicano.

un diScurSo quE vALE hoy

Otro descubrimiento que “la gente prefiere no saber”, según Burlingame, es que Lincoln no fue el autor de uno de sus más admirados escritos: una carta de condolencia a una viuda que perdió seis hijos durante la Guerra de Secesión. El historiador asegura que la responsable de la epístola fue la elegante pluma de John Hay, su secre-tario privado, y que Lincoln tan solo la firmó.Lo que sí escribió fue el discurso de Gettysburg. Para ello, Lincoln bebió de dos escritores estadounidenses: el teólogo abolicionista Theodore Parker y el destacado miembro del Whig Party Daniel Webster. Y, aun-que la célebre frase “un Gobierno de la gente, por la gente y para la gente”, ya la habían mencionado éstos antes que él, Lincoln reiteró en este documento que el objetivo de la guerra no era solo mantener unida la nación, sino también el demostrar que la democracia podía funcionar más allá del papel. Burlingame no lo duda: “Es un discurso que podría valer hoy”. Hoy cuando, según el escritor, la idea de democracia se ve amenazada por regímenes sin libertad de expre-sión, sin parlamentos… Y concluye: “Por todo esto, las afirmaciones de Lincoln sobre el derecho a progresar del mundo son, hoy, especialmente importantes”.

“Hay parte de la vida de Lincoln que la gente prefiere no saber”

1528 de junio de 2015 / el mañana / DomingoopiniÓn

por Elvira LindoEL pAÍS

La Antonelli era la reina de las tetas caídas hacia arriba. Lo cual le trajo como consecuencia hacer más pelí-culas calentorras que de autor. No sé si fue malo o bueno para ella. Yo sólo constato. Pero esto no es una necroló-gica para dar cuenta de su oficio. Esta es una necrológica puramente carnal. De acuerdo, los artistas mueren pero

nos quedará su obra y bla bla bla, pero cuando quien se marcha es una diosa de la belleza no entiendo por qué no recalcar ese aspecto de la pérdida. Cada vez que se muere una mujerona de la segunda época dorada del cine italiano es obligado exclamar una de esas frasecillas “comodín” de los programas rosas: con ella muere una época. Qué caramba, es muy cierto. Con ella, con ellas, muere una car-nalidad ahora mismo ausente en el

cine: caderas anchas, traseros con movimiento, piernas como columnas dóricas y pechos grandes que, como los de Laura Antonelli, cedían al peso de la gravedad y la experiencia y se volvían incluso más sexys.Parece que hoy en día no se puede hablar de lo puramente físico porque denigra la condición de la mujer. Pero qué hacer, señores del jurado, si se muere un monumento. Está claro que la belleza sin inteligencia se viene

abajo, al menos a mí me ocurre que la guapura sin chispa me irrita y me desintereso, pero cómo negar el imán de una mujer atractiva. Hace tiempo que sé sentarme al lado de una muje-rona sin ponerme nerviosa. Y no es fácil: si hay empalagosos alrededor pueden convertirte a ti en la reina de la invisibilidad. Pero resulta saluda-ble para una mujer saber disfrutar de la belleza de otra. Yo lo recomiendo mucho.

PORQUE LO DIGO YOLaura antoneLLi, en un fotograma de “Sesso e volentieri”, de Dino Risi (1982).

CarnalidadParece que no se Puede hablar de lo Puramente físico Porque denigra la condición de la mujer.

Pero qué hacer, señores del jurado, si se muere un monumento

16Domingo \ el mañana \ 28 de junio de 2015 conciErto

tampico, tam.

Se celebró en el Estado la memoria del profeta del nopal, del 19 al 21 de junio, disfrutando los tamaulipecos de con-ciertos, cine, literatura, exposiciones e intervenciones comunitarias, que el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA), en coordinación con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), organizaron para recordar la obra de este artista tampiqueño.Rodrigo Eduardo González Guzmán (Rockrigo), nació el 25 de diciembre de 1950 en Tampico, Tamaulipas. La gran influencia de su padre y sus her-manos mayores por el huapango, la música clásica y el rock en inglés lo inspiraron a ser músico y compositor. Viajó al Distrito Federal para probar suerte durante los años setenta.Junto a otros artistas importantes formó el Colectivo Rupestre, influen-cia importante para el movimiento del rock mexicano.Dentro de las actividades artísticas en esta celebración, Amandititita y Panteón Rococó lograron reunir a más de cinco mil personas en la Plaza de Armas, en Tampico. Se ofreció un homenaje por parte de las bandas Salev Setra, Mariolee, Río Grande, Draco y Resistent, que se presenta-ron en Reynosa, Matamoros y Ciudad Victoria. Las bandas originarias de Tampico como: Rockpango, Resistent, Sensor, La Marchanga, La Galeana, Andra Altamirano, El Caimán, Sion, Ezkarabajos Tropicales, La Contra, Zayre, también se unieron para cantar las canciones del sacerdote del rock.Como parte de la literatura se presen-tó el libro “Tiempo de híbridos / El sacerdote rupestre”, coordinado por Nora de la Cruz, quien junto a Ulises Brito y Amanda Lelena (Amandititita, hija de Rockdrigo), ofrecieron una charla sobre esta obra especialmente editada para esta ocasión.El documental “No tuvo tiempo” se proyectó en Nuevo Laredo, Reynosa, Ciudad Victoria y Tampico con la participación del director Rafael Montero y el productor Jorge Prior, quienes aclararon las inquietudes de los asistentes en torno a este trabajo.

Estremece la música rupestre de Rockdrigo

Asimismo, el documental junto con el libro “Rupestre”, escrito y dirigido por Jorge Pantoja, fue presentado para el público de Tampico.La Fonoteca Nacional participó con la Sesión de escucha, Ídolos del rock: “Rockdrigo: las revelaciones del pro-feta del nopal”, charla amena que ofrecieron el periodista e investiga-dor especializado en el rock mexicano, Ricardo Bravo; el compositor Fausto Arrellín; y el productor Rodrigo de Oyarzabal.La Red de Colectivos Cultural Comunitarios / Jóvenes de Tamaulipas no quisieron quedarse fuera de esta celebración y ofrecieron presentacio-nes artísticas como murales, concier-tos, exposiciones, creación de videos y lecturas, en varios municipios del Estado.El Gobierno de Tamaulipas, a tra-vés del ITCA, con el apoyo de CONACULTA, por tercera ocasión recrean la memoria y el legado musical de artistas tamaulipecos. Rigo Tovar y Cuco Sánchez fueron recordados en los años anteriores. Esta vez se celebró a Rockdrigo para reafirmar su com-promiso por impulsar y promover las creaciones de artistas tamaulipecos.