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DOMINICAL LA C R Ó N I C A 16 DE L E Ó N DOMINGO 11 DE ENERO DE 1998 RELIEGOS RECUERDA María Natividad Rafael, que presenció la caída del meteorito cuando tenía 31 años, junto al lugar donde cayó la roca espacial. Provocó un hoyo de 35 centímetros al lado de un carro, pintado con tiza en el suelo ELMETEORITODE

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Page 1: DOMINGO 11 DE ENERO DE 1998 RELIEGOS RECUERDA€¦ · Reportaje Domingo 11 de enero de 1998 La Crónica 16 UNA BROMA DEL María Natividad Rafael señala con su bastón el lugar exacto

D O M I N I C A L L A C R Ó N I C A 1 6 D E L E Ó N

D O M I N G O 11 DE ENERO DE 1998

RELIEGOS RECUERDA

María Natividad Rafael, que presenció la caída del meteorito cuando tenía 31 años, junto al lugar donde cayó la roca espacial. Provocó un hoyo de 35 centímetros al lado de un carro, pintado con tiza en el suelo

EL METEORITO DE 1947

Page 2: DOMINGO 11 DE ENERO DE 1998 RELIEGOS RECUERDA€¦ · Reportaje Domingo 11 de enero de 1998 La Crónica 16 UNA BROMA DEL María Natividad Rafael señala con su bastón el lugar exacto

2 DOMINICAL R e p o r t a j e

D o m i n g o 11 d e e n e r o d e 1998 La C r ó n i c a 16

UNA BROMA DEL

María Natividad Rafael señala con su bastón el lugar exacto donde impactó la roca espacial, los dueños de la casa de la fotografía salieron asustados por el ruido y no daban crédito a lo que veían

El último meteorito catalogado en España

cayó en el pueblo leonés La roca de Reliegos, que está en el Museo Nacional de

Ciencias Naturales de Madrid, es una condrita de 9 kilos

JESÚS Mª RODRÍGUEZ

El día de los inocentes de 1947 sigue grabado en la me­moria de los vecinos mayo­res de Reliegos, un pequeño pueblo del municipio de Santas Martas enclavado en el Camino de Santiago, porque aquella jornada co­menzó con una broma nada común. Y es que entre las 7,30 y las 8 de la mañana un meteorito impactó en plena calle Real, a sólo dos metros de una vivienda de tapial habi tada por Gregorio Agúndez y Ramira Santa Marta (ya fallecidos), y pro­vocó un hoyo de 35 centíme­tros. El meteorito provocó la consiguiente alarma en el pueblo y durante días no se habló de otra cosa. Fue un acontecimiento similar al de la década de los años 30 cuando se resquebrajó la viga de madera del coro de la iglesia vieja, el símbolo de la localidad, mientras había muchos vecinos den­tro. Un milagro hizo que to­dos salieran fuera antes de que el templo sé viniera abajo. La prensa de la época

no publicó la noticia hasta el 11 de enero -fue el caso de Proa- que lo hizo con sólo una veintena de lineas sin fotos y sin alardes tipográfi­cos. La crónica relataba que el meteorito pesaba 17,50 ki­los y tenía una densidad de 3,5, con la costra caracterís­tica negruzca de un milíme­tro de espesor y partículas de brillo metálico. Tras ser

llevado de Reliegos fue estu­diado en un primer momen­to por el ingeniero jefe de Minas de entonces. Y a par-tir de aquí, aunque todos re­cuerdan aquella roca que les envió el cielo sin causar heridos, se perdió su rastro.

El meteorito de Reliegos, que actualmente se encuen­tra en el sótano del Museo Nacional de Ciencias Natu­

rales de Madrid, es el últi­mo catalogado en España. Así lo sostiene Jesús Martí­nez Frías, experto en geolo­gía espacial del citado mu­seo, quien añade con cierto pesar que "se encuentra in­suficientemente estudia­do".

"Que nosotros sepamos es el último meteorito de grandes dimensiones caído

en España y recibido en el museo, a excepción del de Getafe, que aún no está ca­talogado como tal", conti­núa el geólogo. Está dividi­do, según el- estudioso de este museo que cuenta con la mejor colección de me­teoritos de España, en dos fragmentos de 8,6 kilos y 476 gramos, con un peso total de más de 9 kilogramos. El

peso no coincide con el pu­blicado por la prensa de la época y algunas de las reac­ciones expuestas por los tes­tigos presenciales de la caí­da son poco creíbles según este experto en geología es­pacial. "No creo que estu­viese incandescente en el suelo como dicen los veci­nos". Se trata de una con-drita rica en olivino e hi-perstena (silicatos de mag­nesio y hierro). Estas son, esencialmente, las princi­pales características de la roca de Reliegos, que toda­vía tendrá que ser muy es­tudiada, "aunque no hay un programa específico de me­teoritos", se lamenta Jesús Martínez.

Cincuenta años después causa sorpresa que el de Re­liegos sea el último meteori­to registrado en la Comi­sión Internacional de Me­teoritos. "Después de 1947 no se tiene constancia de otro caído en España y para nosotros, si no se ha regis­trado no existe", añade Martínez, quien subraya que es un meteorito de "ta­maño mediano".

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La C r ó n i c a l6, D o m i n g o 11 d e e n e r o d e 1998 DOMINICAL 3 R e p o r t a j e

ESPACIO EN RELIEGOS Domínguez

Lombas: "Fue una gran suerte que

no pillara a nadie"

Fuentes del Observatorio Astronómico Nacional ma­nifestaron que no es habi­tual la caída de meteoritos. "Si caen sobre la Tierra en todo momento minimeteo-ritos, partículas, atrapadas por la capa terrestre. Tam­bién es común con la entra­da de una estrella fugaz". Al Observatorio, que no tiene constancia de este aerolito, hoy día no se le hubiese pa­sado por alto esta broma del espacio.

José Domínguez Lombas, profesor de Mineralogía de la Escuela de Minas de León, asegura que "fue una gran suerte que no pillara a nadie porque por pequeños que sean pueden provocar una desgracia". Este vete­rano profesor, que no tiene constancia del meteorito de Reliegos, argumenta que "la caída de meteoritos sí es frecuente, aunque algunos no llegan a la Tierra porque sus componentes químicos no soportan el choque con la atmósfera".

Domínguez Lombas sig­nificó que Minas cuenta con una roca que pudiera tratarse de un meteorito. La entregó, afirma, Antonio del Valle, el presidente de la «Hullera Vasco Leonesa», poco antes de abandonar su cargo como presidente de la Diputación a principios de los años 70.

En la Base Aérea de La Virgen del Camino tampo­co tienen ningún rastro del aerolito de Reliegos. En caso de que fuera traslada­do de Reliegos a la Base Aé­rea, no hay constancia de documento gráfico alguno. Solo el parte meteorológico de aquel 28 de diciembre de 1947. Nieblas y lloviznas hasta las 18 horas. Viento en calma. La temperatura osciló entre los 0,4 grados bajo cero y 1,6.

Pero aunque en Reliegos pocos son los que no han oído alguna vez un comen­tario sobre la caída de aque­lla roca en la calle Real, muy cerca de la plaza, otros veci­nos como el alcalde de San­tas Martas, Manuel Jesús. González, no tenían hasta ahora ni idea del suceso "y eso que mi mujer es de Re­liegos", comentó. Lo cierto es que el meteorito está en el citado museo de Madrid, de­pendiente de Consejo Supe­rior de Investigaciones Científicas, y aunque en la actualidad no está expues­to, no debería haber proble­mas para volver a contem­plarlo 50 años después.

Oliva Baños y su marido. Esta mujer volvió a ver la roca expuesta en Madrid hace años y dice que se emocionó

"Pensé que se había estrellado un avión" Los mayores del pueblo coinciden en que llegó precedido de un ruido

estruendoso y salieron de sus casas creyendo que había caído un "chisme" "Se ha caído un chisme, se ha caído un chisme". María Natividad Ra­fael Reguera, de 81 años de edad, no olvida aquella mañana del domingo 28 de diciembre del 47. Estaba plan­chando y había discutido con su marido. Ambos regentaban enton­ces el bar-baile de Reliegos con dos hijos. "Escuché un estruendo enor­me, tiré la plancha y salí a ver qué había pasado. No pensé nada más que se había caído un avión. Unos años antes ya había oído el ruido de un avión que se estrelló en Reliegos y pensé en lo mismo. Llegué y a poca distancia le vi caer, después salieron los señores de la casa. Gre­gorio Agúndez no hacía más que preguntarse qué será mientras se

sostenía los pantalones con la ma­no", recuerda.

María Natividad Rafael fue una de las primeras personas en verlo, junto con Gregorio Agúndez y Ra-mira Santa Marta, ya fallecidos, que eran los vecinos que vivían en la casa de la calle Real más próxima

-a la caída, junto a la rueda de un carro. "Se vieron mal para cargarlo el lunes o el martes cuando se lo lle­varon, pesaba mucho".

Aquel día no se habló de otra cosa en el pueblo. Después de misa todos hablaron sobre aquel trozo de roca que había llegado del cielo. No hubo escenas de pánico. Los vecinos se acercaban a la roca espacial para to­carla con alguna piedra y recuer­

dan el sonido metálico que emitía. "Estaba incandescente, le aproxi­mé un papel y lo levantó para arri­ba", relata María Natividad Rafael con una frescura asombrosa.

Oliva Baños es otra vecina que presenció también el meteorito y que tuvo la oportunidad, muchos años después de aquel 28 de diciem­bre de 1947, de verlo expuesto, con motivo de una excursión, en el Mu­seo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid con un cartel que hacía referencia a su pueblo. "Hizo un es­truendo tremendo, le dije a mi ma­rido que fuese a mirar, que lo más seguro es que habría caído algún avión. Subió y no vio nada. Después oímos los gritos de los vecinos, que

decían que había caído un chisme. Es como un canto enorme. Cuando lo volví a ver en Madrid me emocio­nó y dije para mí ¡mira dónde está en canto!". Después de llevárselo de Reliegos, pocas veces se volvió a ha­blar de aquel meteorito. "Los mili­tares dijeron que iba a buenas ma­nos, que lo estudiarían en La Vir­gen del Camino. Muchos años des­pués supimos que lo habían llevado a Madrid", concluye María Nativi­dad Rafael. Cándida Castro, de 79 años, o Juvencia Rodríguez tam­bién recuerdan aquel día de los ino­centes. "Ya salía con mi novio y me acuerdo perfectamente. Hizo un ra­dio como si se estrellase un avión", rememora Juvencia Rodríguez.

Condritas, las más habituales J e s ú s M a r t í n e z , e x p e r t o e n g e o l o g í a e s p a c i a l , a s e g u r a q u e e l M u s e o N a c i o n a l d e C i e n c i a s N a t u r a l e s d e M a d r i d c u e n t a c o n 2 1 7 m e t e o r i t o s , 3 2 d e e l l o s ' e s p a ñ o l e s ' . D e l o s r e g i s t r a d o s s o b r e e l t e r r i t o r i o n a c i o n a l 2 2 l o f u e r o n p o r c a í d a s , 3 p o r h a l l a z g o s y 7 d u d o s o s . L o s m e t e o r i t o s s e di ­v i d e n , s e g ú n s u s c a r a c t e r í s t i c a q u í m i c a s , e n t r e s c a t e g o ­r í a s . A l o s r o c o s o s s e l e s c o n o c e c o m o c o n d r i t a s y s o n l o s m a s h a b i t u a l e s ( e s e l c a s o d e l d e R e l i e g o s ) ; h a y o t r o s c o m p u e s t o s d e r o c a y m e t a l y l a ú l t i m a c l a s e s e c o r r e s ­p o n d e c o n l o s m e t á l i c o s a l c i e n p o r c i e n . La ' p i e d r a ' d e R e l i e g o s e s t u v o e x p u e s t a d u r a n t e a l g u n o s a ñ o s p e r o a c ­t u a l m e n t e s e e n c u e n t r a e n l o s s ó t a n o s d e l c i t a d o m u s e o p a r a s e r o b j e t o d e u n m e j o r e s t u d i o . T o d o s l o s e x p e r t o s c o n s u l t a d o s p o r e s t e p e r i ó d i c o l a m e n t a n e l e s c a s o in te ­r é s d e l a s i n s t i t u c i o n e s p o r s u f r a g a r e s t o s e s t u d i o s .

Cayó sobre un coche en Getafe H a c e t r e s a ñ o s u n m e t e o r i t o f u e a c a e r s o b r e u n B M W e n m a r c h a e n G e t a f e , l o c a l i d a d p r ó x i m a a M a d r i d . L a r o c a , q u e m a c h a c ó u n d e d o a l c o n d u c t o r d e l v e h í c u l o , t o d a v í a n o e s t á s u f i c i e n t e m e n t e e s t u d i a d a y p o r e l l o a ú n n o h a s i d o c a t a l o g a d a c o m o u n m e t e o r i t o . "Toda­v í a n o e s t á v e r i f i c a d a l a n a t u r a l e z a e x t r a t e r r e s t r e d e l a m u e s t r a , t i e n e u n a c o m p o s i c i ó n m u y r a r a " , e x p l i c a M a r t í n e z F r í a s . E l m e t e o r i t o d e m a y o r p e s o c a í d o s o ­b r e E s p a ñ a s e r e c o g i ó e n C o l o m e r a , c e r c a d e G r a n a d a . S e t r a t a d e u n siderito ( m e t á l i c o e n s u m a y o r p a r t e ) q u e p e s a 1 0 0 k i l o s . L a c o n d r i t a d e m a y o r t a m a ñ o r e g i s t r a ­d a e n E s p a ñ a e s l a d e M o l i n a ( M u r c i a ) q u e c a y ó e n 1 8 5 8

y poco xxxxxxxx Estas son algunas de las c u r i o s i d a d e s q u e s e p u e d e n v e r e n e l Museo Nacional DE CIENCIAS N a t u r a l e s d e M a d r i d .

150 veces al año sobre la Tierra U n m e t e o r i t o e s u n fragmento d i s p e r s o d e o r i g e n c o m e t a ­rio o a s t e r i o d a l , c u y a m a g n i t u d p u e d e o s c i l a r de l p o l v o fino a c u e r p o s d e v a r i o s k i l ó m e t r o s d e d i á m e t r o . C u a n d o p e n e t r a h a s t a l a s u p e r f i c i e d e l a T i e r r a , e l r e s t o q u e q u e d a d e él q u e p u e d e s e r u n a e r o l i t o (pétreo) o s i d e r i t o ( m e t á -l i co ) r e c i b e e l n o m b r e d e m e t e o r i t o . E s t o s u c e d e u n a s 150 v e c e s a l a ñ o s o b r e t o d a l a s u p e r f i c i e t e r r e s t r e . La h o r a m á s a n g u s t i o s a p a r a l o s m e t e o r ó f o b o s e s a l a s 3 d e l a tar­de . S e g ú n e l L i b r o d e l o s R é c o r d s d e 1994 l a ú n i c a v í c t i m a c o n o c i d a d e u n m e t e o r i t o f u e A n n H o d g e s , d e S y l a c a u g a , A l a b a m a ( E E UU) . E l 3 0 d e n o v i e m b r e d e 1954, u n a p i e d r a d e 4 k i l o s y a l r e d e d o r d e 18 c e n t í m e t r o s d e l o n g i t u d , atra­v e s ó s u c a s a . E l m á s g r a n d e c o n o c i d o f u e d e s c u b i e r t o e n 1920 e n N a m i b i a , c o n u n p e s o d e 59 t o n e l a d a s .