doming luz

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Luz del Doming Y O M E C U I D O La primera lectura nos presenta el deseo del escritor sagrado, obtener el tesoro más pre- ciado, «la sabiduría», que la compara con la luz, porque su resplandor no tiene fin. Quien la posee, lo tiene todo. «Supliqué, y se me conce- dió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza». El salmista, en el Salmo 89, pide la virtud que es la verdaderamente necesaria para lle- var una vida en plenitud: «la sabiduría»: «En- séñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato». Para el autor de la Carta a los hebreos, la Palabra de Dios es realmente la fuente de la verdadera sabiduría: «Es viva y eficaz, más ta- jante que espada de doble filo, penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, juzga los deseos e intenciones del corazón». Toda nues- tra vida queda al descubierto cuando la confron- tamos con la Palabra de Dios. En el Evangelio según San Marcos (10, 17-30) se formula una pregunta, aunque no se espe- cifica de quién se trata, simplemente se usa el artículo «uno». En el paralelo de San Mateo (Mt 19, 16-30), se dice que era «un joven» y en la versión de San Lucas (Lc 18, 18-30), se dice que era un «hombre principal». Siempre el in- terrogante es el mismo: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?». La respuesta inicial del Señor es que hay que «cumplir los mandamientos». Al parecer este hombre era una persona de una conduc- ta irreprochable, porque le contesta a Jesús: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pe- queño». Seguramente hubiera sido el candidato perfecto para convertirse en discípulo, y quizás hasta formar parte del grupo de los apóstoles, sin embargo, esta persona tenía un pequeño defecto, su apego al dinero y a las cosas mate- riales. Al escuchar las palabras de Jesús: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme»; él se enojó y se marchó apesadumbrado, porque era «muy rico». Como en otras ocasiones, el Señor aprove- cha para dejar una enseñanza a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!». Y, a continuación, añade: «Hi- jos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios». Ilustración: CSPP «¡Qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino!». 10 de octubre de 2021 XXVIII TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Semanario Litúrgico • Director: P. Luis Ricchiardi, sdb. • N.º 3050 •Tiraje: 350 000 Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617 correo-e: [email protected] Impresión: Editorial Don Bosco-Centro Gráfico Salesiano. Cuenca La verdadera sabiduría P. Marco Antonio Acosta

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Page 1: Doming Luz

Luz del

Doming

Y

O ME CUIDO

La primera lectura nos presenta el deseo del escritor sagrado, obtener el tesoro más pre-ciado, «la sabiduría», que la compara con la luz, porque su resplandor no tiene fin. Quien la posee, lo tiene todo. «Supliqué, y se me conce-dió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza».

El salmista, en el Salmo 89, pide la virtud que es la verdaderamente necesaria para lle-var una vida en plenitud: «la sabiduría»: «En-séñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato».

Para el autor de la Carta a los hebreos, la Palabra de Dios es realmente la fuente de la verdadera sabiduría: «Es viva y eficaz, más ta-jante que espada de doble filo, penetra hasta

lo más profundo del alma y del espíritu, juzga los deseos e intenciones del corazón». Toda nues-tra vida queda al descubierto cuando la confron-tamos con la Palabra de Dios.

En el Evangelio según San Marcos (10, 17-30) se formula una pregunta, aunque no se espe-cifica de quién se trata, simplemente se usa el artículo «uno». En el paralelo de San Mateo (Mt 19, 16-30), se dice que era «un joven» y en la versión de San Lucas (Lc 18, 18-30), se dice que era un «hombre principal». Siempre el in-terrogante es el mismo: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».

La respuesta inicial del Señor es que hay que «cumplir los mandamientos». Al parecer este hombre era una persona de una conduc-ta irreprochable, porque le contesta a Jesús: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pe-queño». Seguramente hubiera sido el candidato perfecto para convertirse en discípulo, y quizás hasta formar parte del grupo de los apóstoles, sin embargo, esta persona tenía un pequeño defecto, su apego al dinero y a las cosas mate-riales. Al escuchar las palabras de Jesús: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme»; él se enojó y se marchó apesadumbrado, porque era «muy rico».

Como en otras ocasiones, el Señor aprove-cha para dejar una enseñanza a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!». Y, a continuación, añade: «Hi-jos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios».

Ilust

raci

ón: C

SP

P

«¡Qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino!».

10 de octubre de 2021 XXVIII TIEMPO ORDINARIOCiclo B

Semanario Litúrgico • Director: P. Luis Ricchiardi, sdb. • N.º 3050 •Tiraje: 350 000Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617 correo-e: [email protected] Impresión: Editorial Don Bosco-Centro Gráfico Salesiano. Cuenca

Liturgia de la Eucaristía

Despedida

Guía: ¿Cuál es nuestro programa de vida: acaparar o compartir? ¿Compartimos nuestro tiempo, nuestras alegrías y nues-tras penas? Cuando nos damos, crece-mos; cuando compartimos, nos sentimos felices por la felicidad que sembramos.

12. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Con la oblación de estas ofrendas, re-cibe también, Señor, la oración de tus fieles, para que cuanto celebramos con amor, nos conduzca a la gloria del cie-lo. Por Jesucristo, nuestro Señor.Asamblea: Amén.

13. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Suplicamos a tu majestad, Señor, que, así como nos nutres con el alimento del Santísimo Cuerpo y Sangre de tu Hijo, nos hagas participar de su naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.Asamblea: Amén.

Liturgia de las Horas: IV SemanaTiempo Litúrgico: XXVIII del Tiempo Ordinario

L

M

M

J

V

S

D

SANTORAL LECTURA DIARIA PALABRA DE FE11

12

13

14

15

16

17

Cantemos al Señor un canto nuevo.Los cielos proclaman la gloria de Dios.Solo en Dios he puesto mi confianza.Perdónanos, Señor, y viviremos.Perdona, Señor, nuestros pecados.El Señor nunca olvida sus promesas.Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor.

Rom 1,1-7/ Sal 97/ Lc 11,29-32

Rom 1,16-25/ Sal 18/ Lc 11,37-41

Rom 2,1-11/ Sal 61/ Lc 11,42-46

Rom 3,21-30/ Sal 129/ Lc 11,47-54

Rom 4,1-8/ Sal 31/ Lc 12,1-7

Rom 4,13.16-18/ Sal 104/ Lc 12,8-12

Is 53,10-11/ Sal 32/ Heb 4,14-16/ Mc 10,35-45

SAN JUAN XXIII, PAPANTRA. SRA. DEL PILARSAN EDUARDOSAN CALIXTO I, PAPASANTA TERESA DE JESÚSSANTAS EDUVIGES Y MARGARITA MA. A.XXIX TIEMPO ORDINARIO

La verdadera sabiduría

P. Marco Antonio Acosta

Evangelio y Vida

¿Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?

El hombre que le hizo esta pregunta a Je-sús, aunque había cumplido con los man-damientos de Dios «desde muy joven», fue incapaz de abandonar sus bienes —que eran muchos— para seguirlo como discí-pulo, a pesar de la promesa de obtener «un tesoro en los cielos».• Naturalmente que este hombre rico de

todos modos un día tuvo que dejar sus posesiones, cuando terminó su paso por este mundo. ¡Ahí se habrá dado cuenta de todo lo que perdió!

• Este es un llamado que nos hace Dios a pensar acerca de las cosas que de ver-dad valen la pena.

• Cuando Dios nos pide abandonar algo por él y por el Evangelio, siempre está dispuesto a dar «el ciento por uno en esta vida», junto con persecuciones, y al final «la vida eterna».

El Señor nos dé prudenciay sabiduría para elegir bien.

Tomado de Misal de la Obra Nacional de la Buena Prensa - México D. F.

5 Por los católicos, para que desde los valores del Evangelio, seamos testigos creíbles de Jesucristo. Oremos al Señor.

Presidente: Escucha, Padre, nuestras súplicas, por Jesucristo, nuestro Señor. Asamblea: Amén.

Una entrega total de amor a Jesúsy a los más pobres. Facebook: savhpss

Contáctenos: [email protected].: (593-02)3161389 | Cel.: (593)992849657

Mi Dios, mi todo.

HIJAS DE LA POBREZA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Page 2: Doming Luz

º Ritos iniciales

Guía: La Palabra de Dios, viva y eficaz, nos quiere ayudar a revisar nuestra óptica en relación a la riqueza. Dejémonos cuestionar. 5

mente, les dijo: «Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible».

Entonces Pedro le dijo a Jesús: «Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte». Jesús le respondió: «Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecu-ciones, y en el otro mundo, la vida eterna». Pa la bra del Señor. Asam blea: Gloria a ti, Se ñor Je sús.

10. PROFESIÓN DE FE

11. ORACIÓN UNIVERSAL Presidente: Pidamos al Padre, llenos de confianza, por la Iglesia, por el mundo y por nuestra comunidad, diciendo: Padre, escúchanos.Asamblea: Padre, escúchanos.

1 Por el Papa y los obispos, para que en-cuentren en nosotros docilidad a sus orientaciones pastorales. Oremos al Señor.

2 Por los que tienen el poder del dinero y el poder de decisión, para que progra-men el orden económico en función de todos, y dando preferencia a los pobres. Oremos al Señor.

3 Por los países latinoamericanos, para que proyecten su futuro como continente siendo fieles tanto a sus valores autóc-tonos, como a los valores del Evangelio. Oremos al Señor.

4 Por los jóvenes, esperanza del mundo del mañana, para que se preparen a construir un mundo mejor, más solida-rio, justo y fraterno. Oremos al Señor.

5. PRIMERA LECTURA Sab 7, 7-11Lector: Lectura del libro de la Sabiduría.

Supliqué y se me concedió la pruden-cia; invoqué y vino sobre mí el espíritu de sabiduría. La preferí a los cetros y a los tronos, y en comparación con ella tuve en nada la riqueza. No se puede comparar con la piedra más preciosa, porque todo el oro, junto a ella, es un poco de arena y la plata es como lodo en su presencia.

La tuve en más que la salud y la belle-za; la preferí a la luz, porque su resplan-dor nunca se apaga. Todos los bienes me vinieron con ella; sus manos me trajeron riquezas incontables. Pa la bra de Dios.Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.

6. SALMO DE RESPUESTA Sal 89Sal mis ta: Sácianos, Señor, de tu misericordia.Asam blea: Sácianos, Señor, de tu misericordia.

Enséñanos a ver lo que es la vida, y seremos sensatos. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a tenercompasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo? R.

Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Alégranos ahora por los días y los años de males y congojas. R.

Haz, Señor, que tus siervos y sus hijos puedan mirar tus obras y tu gloria. Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras obras. R.

7. SEGUNDA LECTURA Heb 4, 12-13Lector: Lectura de la segunda carta a los hebreos.

Hermanos: La Palabra de Dios es viva, eficaz y más penetrante que una espada de dos filos. Llega hasta lo más íntimo del alma, hasta la médula de los huesos y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. Toda creatura es transparente para ella. Todo queda al desnudo y al descubierto ante los ojos de aquel a quien debemos rendir cuentas.

Pa la bra de Dios.Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.8. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOAsam blea (can tan do): Ale lu ya, ale lu ya.Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Asam blea: Ale lu ya, aleluya. 9. EVANGELIO Mc 10, 17-30† Lectura del Santo Evangelio según san Marcos.Asam blea: Gloria a ti, Se ñor.

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?». Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo Dios. Ya sabes los mandamien-tos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre».

Entonces él le contestó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven». Jesús lo miró con amor y le dijo: «Solo una cosa te falta: Ve y vende todo lo que tie-nes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme». Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadum-brado, porque tenía muchos bienes.

Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!». Los discípulos quedaron sorprendi-dos ante estas palabras; pero Jesús insis-tió: «Hijitos, ¡qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios».

Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús, mirándolos fija-

Liturgia de la Palabra

Guía: Bienvenidos al encuentro con el Se-ñor. Él nos invita a abrir nuestro corazón a su Palabra para sintonizar nuestra vida con su proyecto de amor y servicio comu-nitario. Cantemos con entusiasmo.

1. RITO DE ENTRADA Pre si den te: El Señor, que dirige nuestros corazones para que amemos a Dios, esté con todos ustedes. Asam blea: Y con tu es pí ri tu.

2. RITO PENITENCIAL Pre si den te: El Señor Jesús, que nos lla-ma a la mesa de la Palabra y de la Eu-caristía, nos invita ahora a la conversión. Reconozcamos que somos pecadores e invoquemos con esperanza la misericor-dia de Dios. (Un momento de silencio). Yo confieso... Pre si den te: Dios todopoderoso, tenga mi-sericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.Asamblea: Amén.

3. GLORIA

4. ORACIÓN COLECTA Presidente: Te pedimos, Señor, que tu gracia nos preceda y acompañe siem-pre, de manera que estemos dispuestos a obrar constantemente el bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.Asamblea: Amén.

10 de octubre de 2021 XXVIII del Tiempo Ordinario - Ciclo B

Page 3: Doming Luz

º Ritos iniciales

Guía: La Palabra de Dios, viva y eficaz, nos quiere ayudar a revisar nuestra óptica en relación a la riqueza. Dejémonos cuestionar. 5

mente, les dijo: «Es imposible para los hombres, mas no para Dios. Para Dios todo es posible».

Entonces Pedro le dijo a Jesús: «Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte». Jesús le respondió: «Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecu-ciones, y en el otro mundo, la vida eterna». Pa la bra del Señor. Asam blea: Gloria a ti, Se ñor Je sús.

10. PROFESIÓN DE FE

11. ORACIÓN UNIVERSAL Presidente: Pidamos al Padre, llenos de confianza, por la Iglesia, por el mundo y por nuestra comunidad, diciendo: Padre, escúchanos.Asamblea: Padre, escúchanos.

1 Por el Papa y los obispos, para que en-cuentren en nosotros docilidad a sus orientaciones pastorales. Oremos al Señor.

2 Por los que tienen el poder del dinero y el poder de decisión, para que progra-men el orden económico en función de todos, y dando preferencia a los pobres. Oremos al Señor.

3 Por los países latinoamericanos, para que proyecten su futuro como continente siendo fieles tanto a sus valores autóc-tonos, como a los valores del Evangelio. Oremos al Señor.

4 Por los jóvenes, esperanza del mundo del mañana, para que se preparen a construir un mundo mejor, más solida-rio, justo y fraterno. Oremos al Señor.

5. PRIMERA LECTURA Sab 7, 7-11Lector: Lectura del libro de la Sabiduría.

Supliqué y se me concedió la pruden-cia; invoqué y vino sobre mí el espíritu de sabiduría. La preferí a los cetros y a los tronos, y en comparación con ella tuve en nada la riqueza. No se puede comparar con la piedra más preciosa, porque todo el oro, junto a ella, es un poco de arena y la plata es como lodo en su presencia.

La tuve en más que la salud y la belle-za; la preferí a la luz, porque su resplan-dor nunca se apaga. Todos los bienes me vinieron con ella; sus manos me trajeron riquezas incontables. Pa la bra de Dios.Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.

6. SALMO DE RESPUESTA Sal 89Sal mis ta: Sácianos, Señor, de tu misericordia.Asam blea: Sácianos, Señor, de tu misericordia.

Enséñanos a ver lo que es la vida, y seremos sensatos. ¿Hasta cuándo, Señor, vas a tenercompasión de tus siervos? ¿Hasta cuándo? R.

Llénanos de tu amor por la mañana y júbilo será la vida toda. Alégranos ahora por los días y los años de males y congojas. R.

Haz, Señor, que tus siervos y sus hijos puedan mirar tus obras y tu gloria. Que el Señor bondadoso nos ayude y dé prosperidad a nuestras obras. R.

7. SEGUNDA LECTURA Heb 4, 12-13Lector: Lectura de la segunda carta a los hebreos.

Hermanos: La Palabra de Dios es viva, eficaz y más penetrante que una espada de dos filos. Llega hasta lo más íntimo del alma, hasta la médula de los huesos y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. Toda creatura es transparente para ella. Todo queda al desnudo y al descubierto ante los ojos de aquel a quien debemos rendir cuentas.

Pa la bra de Dios.Asam blea: Te ala ba mos, Se ñor.8. ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIOAsam blea (can tan do): Ale lu ya, ale lu ya.Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. Asam blea: Ale lu ya, aleluya. 9. EVANGELIO Mc 10, 17-30† Lectura del Santo Evangelio según san Marcos.Asam blea: Gloria a ti, Se ñor.

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó corriendo un hombre, se arrodilló ante él y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?». Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo Dios. Ya sabes los mandamien-tos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, no cometerás fraudes, honrarás a tu padre y a tu madre».

Entonces él le contestó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde muy joven». Jesús lo miró con amor y le dijo: «Solo una cosa te falta: Ve y vende todo lo que tie-nes, da el dinero a los pobres y así tendrás un tesoro en los cielos. Después, ven y sígueme». Pero al oír estas palabras, el hombre se entristeció y se fue apesadum-brado, porque tenía muchos bienes.

Jesús, mirando a su alrededor, dijo entonces a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!». Los discípulos quedaron sorprendi-dos ante estas palabras; pero Jesús insis-tió: «Hijitos, ¡qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino de Dios! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios».

Ellos se asombraron todavía más y comentaban entre sí: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús, mirándolos fija-

Liturgia de la Palabra

Guía: Bienvenidos al encuentro con el Se-ñor. Él nos invita a abrir nuestro corazón a su Palabra para sintonizar nuestra vida con su proyecto de amor y servicio comu-nitario. Cantemos con entusiasmo.

1. RITO DE ENTRADA Pre si den te: El Señor, que dirige nuestros corazones para que amemos a Dios, esté con todos ustedes. Asam blea: Y con tu es pí ri tu.

2. RITO PENITENCIAL Pre si den te: El Señor Jesús, que nos lla-ma a la mesa de la Palabra y de la Eu-caristía, nos invita ahora a la conversión. Reconozcamos que somos pecadores e invoquemos con esperanza la misericor-dia de Dios. (Un momento de silencio). Yo confieso... Pre si den te: Dios todopoderoso, tenga mi-sericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.Asamblea: Amén.

3. GLORIA

4. ORACIÓN COLECTA Presidente: Te pedimos, Señor, que tu gracia nos preceda y acompañe siem-pre, de manera que estemos dispuestos a obrar constantemente el bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.Asamblea: Amén.

10 de octubre de 2021 XXVIII del Tiempo Ordinario - Ciclo B

Page 4: Doming Luz

Luz del

Doming

Y

O ME CUIDO

La primera lectura nos presenta el deseo del escritor sagrado, obtener el tesoro más pre-ciado, «la sabiduría», que la compara con la luz, porque su resplandor no tiene fin. Quien la posee, lo tiene todo. «Supliqué, y se me conce-dió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza».

El salmista, en el Salmo 89, pide la virtud que es la verdaderamente necesaria para lle-var una vida en plenitud: «la sabiduría»: «En-séñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato».

Para el autor de la Carta a los hebreos, la Palabra de Dios es realmente la fuente de la verdadera sabiduría: «Es viva y eficaz, más ta-jante que espada de doble filo, penetra hasta

lo más profundo del alma y del espíritu, juzga los deseos e intenciones del corazón». Toda nues-tra vida queda al descubierto cuando la confron-tamos con la Palabra de Dios.

En el Evangelio según San Marcos (10, 17-30) se formula una pregunta, aunque no se espe-cifica de quién se trata, simplemente se usa el artículo «uno». En el paralelo de San Mateo (Mt 19, 16-30), se dice que era «un joven» y en la versión de San Lucas (Lc 18, 18-30), se dice que era un «hombre principal». Siempre el in-terrogante es el mismo: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».

La respuesta inicial del Señor es que hay que «cumplir los mandamientos». Al parecer este hombre era una persona de una conduc-ta irreprochable, porque le contesta a Jesús: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pe-queño». Seguramente hubiera sido el candidato perfecto para convertirse en discípulo, y quizás hasta formar parte del grupo de los apóstoles, sin embargo, esta persona tenía un pequeño defecto, su apego al dinero y a las cosas mate-riales. Al escuchar las palabras de Jesús: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme»; él se enojó y se marchó apesadumbrado, porque era «muy rico».

Como en otras ocasiones, el Señor aprove-cha para dejar una enseñanza a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el Reino de Dios!». Y, a continuación, añade: «Hi-jos, ¡qué difícil les es entrar en el Reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el Reino de Dios».

Ilust

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ón: C

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«¡Qué difícil es para los que confían en las riquezas, entrar en el Reino!».

10 de octubre de 2021 XXVIII TIEMPO ORDINARIOCiclo B

Semanario Litúrgico • Director: P. Luis Ricchiardi, sdb. • N.º 3050 •Tiraje: 350 000Edita: Centro Salesiano de Publicaciones Pastorales José Ruaro Telf.: 02-250-6248 opción 3 o ext. 30151 / 22201 / 22202 / 02-250-6251 Cel.: 098 351 6617 correo-e: [email protected] Impresión: Editorial Don Bosco-Centro Gráfico Salesiano. Cuenca

Liturgia de la Eucaristía

Despedida

Guía: ¿Cuál es nuestro programa de vida: acaparar o compartir? ¿Compartimos nuestro tiempo, nuestras alegrías y nues-tras penas? Cuando nos damos, crece-mos; cuando compartimos, nos sentimos felices por la felicidad que sembramos.

12. ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS Con la oblación de estas ofrendas, re-cibe también, Señor, la oración de tus fieles, para que cuanto celebramos con amor, nos conduzca a la gloria del cie-lo. Por Jesucristo, nuestro Señor.Asamblea: Amén.

13. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN Suplicamos a tu majestad, Señor, que, así como nos nutres con el alimento del Santísimo Cuerpo y Sangre de tu Hijo, nos hagas participar de su naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor.Asamblea: Amén.

Liturgia de las Horas: IV SemanaTiempo Litúrgico: XXVIII del Tiempo Ordinario

L

M

M

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V

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SANTORAL LECTURA DIARIA PALABRA DE FE11

12

13

14

15

16

17

Cantemos al Señor un canto nuevo.Los cielos proclaman la gloria de Dios.Solo en Dios he puesto mi confianza.Perdónanos, Señor, y viviremos.Perdona, Señor, nuestros pecados.El Señor nunca olvida sus promesas.Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor.

Rom 1,1-7/ Sal 97/ Lc 11,29-32

Rom 1,16-25/ Sal 18/ Lc 11,37-41

Rom 2,1-11/ Sal 61/ Lc 11,42-46

Rom 3,21-30/ Sal 129/ Lc 11,47-54

Rom 4,1-8/ Sal 31/ Lc 12,1-7

Rom 4,13.16-18/ Sal 104/ Lc 12,8-12

Is 53,10-11/ Sal 32/ Heb 4,14-16/ Mc 10,35-45

SAN JUAN XXIII, PAPANTRA. SRA. DEL PILARSAN EDUARDOSAN CALIXTO I, PAPASANTA TERESA DE JESÚSSANTAS EDUVIGES Y MARGARITA MA. A.XXIX TIEMPO ORDINARIO

La verdadera sabiduría

P. Marco Antonio Acosta

Evangelio y Vida

¿Qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?

El hombre que le hizo esta pregunta a Je-sús, aunque había cumplido con los man-damientos de Dios «desde muy joven», fue incapaz de abandonar sus bienes —que eran muchos— para seguirlo como discí-pulo, a pesar de la promesa de obtener «un tesoro en los cielos».• Naturalmente que este hombre rico de

todos modos un día tuvo que dejar sus posesiones, cuando terminó su paso por este mundo. ¡Ahí se habrá dado cuenta de todo lo que perdió!

• Este es un llamado que nos hace Dios a pensar acerca de las cosas que de ver-dad valen la pena.

• Cuando Dios nos pide abandonar algo por él y por el Evangelio, siempre está dispuesto a dar «el ciento por uno en esta vida», junto con persecuciones, y al final «la vida eterna».

El Señor nos dé prudenciay sabiduría para elegir bien.

Tomado de Misal de la Obra Nacional de la Buena Prensa - México D. F.

5 Por los católicos, para que desde los valores del Evangelio, seamos testigos creíbles de Jesucristo. Oremos al Señor.

Presidente: Escucha, Padre, nuestras súplicas, por Jesucristo, nuestro Señor. Asamblea: Amén.

Una entrega total de amor a Jesúsy a los más pobres. Facebook: savhpss

Contáctenos: [email protected].: (593-02)3161389 | Cel.: (593)992849657

Mi Dios, mi todo.

HIJAS DE LA POBREZA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO

Page 5: Doming Luz

D MUND2021

24Octubre

con dinero

de misión

La cooperación económica es otra forma de colaborar activamente con la misión. Con el donativo, también somos misioneros. ¿Cuál es el desti-no? Los Territorios de Misión.

Hay zonas del mundo donde la misión de la Iglesia se en-cuentra con serias dificultades para seguir adelante por falta de medios personales y eco-nómicos. Son los «Territorios de Misión». El Papa cuenta con Obras Misionales Pontificias para sostener esta presencia y labor de la Iglesia a través de la colecta del Domund.

• Existen 1.116 Territorios de Misión.• Representan un tercio de las diócesis

del mundo.• Casi la mitad de la población mun-

dial vive en los Territorios de Misión (44,82%).

• En las misiones se celebra uno de cada tres bautismos del mundo.

• Un sacerdote en un Territorio de Mi-sión atiende a más del doble de habitantes que otro sacerdote de la Iglesia Universal.

• La Iglesia tiene una gran capilaridad: llega a las aldeas más remotas.

• Más de la mitad de las escuelas de la Iglesia Católica están en las misiones: allí hay 119.200 escuelas.

• El 26% del trabajo social de la Iglesia universal se desarrolla en los Territo-rios de Misión: allí hay 26.898 insti-tuciones sociales (hospitales, orfa-natos, residencias de ancianos...).

• En los últimos 30 años, la Iglesia ha abierto en promedio 2 instituciones sociales y 6 instituciones educati-vas al día en las misiones.

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los territorios

Octubre Misionero

«No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído»

(Hch 4, 20)

«Vivir la misión es aventurarse a desarro-llar los mismos sentimientos de Cristo Jesús y creer con Él que quien está a mi lado es también mi hermano y mi hermana. Que su amor de compasión despierte también nues-tro corazón y nos vuelva a todos discípulos misioneros». Francisco. Mensaje Domund 2020

ORACIÓN - COLECTA MISIONERA