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CAPÍTULO II
MARCO REFERENCIAL
En este capítulo se realizará una revisión de los programas de formación y
capacitación previos realizados en el área de educación ambiental que sirven de
referencia para el desarrollo de este proyecto; igualmente se discuten distintos
aspectos teóricos, legales, enfoques y constructos sobre los cuales se sustenta la
investigación desarrollada.
Antecedentes
La UNESCO (2010) señala que “el agua es fundamental para la vida en la
Tierra; para que los grupos humanos y los ecosistemas puedan prosperar, esa
agua debe ser limpia, permanecer limpia y, más importante aún, debe estar al
alcance de todos”.
Para celebrar el Día Mundial del Agua, la UNESCO (2010) realizo un
comunicado en el que expuso los siguientes hechos:
Más de 2.500 millones de seres humanos carecen hoy de sistemas sanitarios adecuados. Se calcula que 884 millones de personas, no tienen acceso al agua potable. Alrededor de 1,5 millones de niños menores de cinco años mueren anualmente a causa de enfermedades transmitidas por el agua. El deterioro de la calidad de las aguas en ríos, arroyos, lagos y mantos freáticos tiene consecuencias directas sobre los ecosistemas y la salud humana. Esta situación constituye una tragedia humana indescriptible y un obstáculo importante para el desarrollo.
De allí que los diversos proyectos y/o programas educativos tengan como
objetivo promover una cultura ambiental con enfoque de cuenca para el desarrollo
sustentable, en el que se articulen los diferentes sectores de la sociedad para
hacer más efectivo el trabajo de gobiernos locales, regionales, estatales,
instituciones académicas, instituciones educativas en todos los niveles y grupos
comunitarios, entre otros; con el propósito de desarrollar estrategias y acciones
que permitan modificar actitudes y generar destrezas, para superar las practicas
inadecuadas en el uso del agua, lo que les permitirá a los pobladores mejorar su
calidad de vida y avanzar hacia la sustentabilidad de la región, del estado y del
país.
En América Latina, y particularmente en la Región Centroamericana, se han
realizado grandes esfuerzos para lograr el manejo de las cuencas hidrográficas;
no obstante, similar a lo que ocurre con otros abordajes en recursos naturales
como reforestación, conservación de suelos y desarrollo rural; se han invertido
muchos recursos económicos y se ha logrado poco, esto motiva una seria
reflexión sobre la temática. También hay que considerar la evolución de enfoques
que ha pasado desde los años 80 donde el manejo de cuencas se refería al
ordenamiento de los recursos con una visión de corto plazo y modalidades de
proyectos con horizontes no mayores a 5 años. Continuaron en la década de los
90, donde se empieza a considerar a la familia, las personas o las comunidades
como el centro de las acciones, en quienes recaen las decisiones de contaminar,
conservar, proteger o utilizar apropiadamente un recurso natural. Finalmente, se
llega a la época actual, donde se encuentran “programas” en lugar de proyectos
que empiezan a considerar fases múltiples para horizontes de 12 años en general
o más.
A nivel internacional existen numerosos proyectos referidos al manejo integral
de cuencas hidrográficas así como profusas experiencias en el desarrollo de
materiales educativos en materia de conservación del agua y cuencas
hidrográficas desarrollados en Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Perú, Ecuador,
Colombia, México, entre otros.
Uno de estos importante modelos de capacitación para el manejo integral de
cuencas (MIC) dirigido a la comunidad, que incluye la participación de las
escuelas, es el proyecto de Orihuela (sf) titulado “Capacitación para comunidades
indígenas en dos cuencas hidrológicas del estado de Chiapas” el cual surge como
respuesta a las necesidades y a las demandas de la comunidad indígena de la
región de Chiapas, México, para incorporar en una única finalidad, mejoras
económicas y sociales asociadas con el cambio en la concepción y valoración de
la cuenca hidrográfica. La autora señala que una de las acciones más importantes
del MIC, además del desarrollo de modelos de producción sustentable, es la
promoción del liderazgo local, ya que como señala su autora las cuencas deben
ser manejadas desde la misma comunidad; es decir, para el MIC es necesario
integrar la visión de los pobladores, técnicos, profesionales, actores sociales,
gestores y/o políticos que intervienen en las decisiones, resaltando el hecho de
que la responsabilidad de la conservación de los recursos es compartida, y por
tanto cada uno de estos grupos debe participar activamente en el diagnóstico, la
planificación, seguimiento y en la evaluación local de sus propios recursos
naturales.
En la ejecución del proyecto, la educación ambiental jugó un papel relevante en
el desarrollo de actitudes y valores de conservación, sensibilidad ambiental y
sustentabilidad, compromiso, colaboración, el respeto, entendimiento y la
participación, atendiendo sus intereses y necesidades, desde un punto de vista
sustentable.
La autora señala que como estrategia para lograr una mayor comprensión de
los problemas ambientales en la comunidad y con el fin de lograr una mayor
sensibilización hacia los mismos, se impartieron conversatorios de educación
ambiental en las escuelas de las comunidades donde además de abordar los
principales aspectos de manera teórica se implementaron prácticas enfocadas a la
restauración forestal de los sitios de interés comunitario con especies nativas de la
región e incluso con especies frutales, con lo que las escuelas se convierten en
multiplicadores de estos conocimientos y en promotores sociales que llevarán los
alcances del programa de capacitación en cuencas a las personas en toda la
comunidad.
El diseño de capacitación realizado por Orihuela (sf) incluyó diversos aspectos
entre los cuales, se destacan como temas centrales: educación ambiental, salud
preventiva, restauración de suelo, restauración forestal, elaboración de abonos
orgánicos, lombricultura, manejo de hortalizas en el traspatio, manejo de gallinas
ponedoras, manejo de conejos, cultivo de setas, manejo de frutales y
enriquecimiento de especies presentes en el traspatio. De igual manera, se
fomentó la participación de las comunidades incorporándolas a diversas
actividades socio-productivas para la fabricación de medicinas y bioplaguicidas
valorando sus conocimientos ancestrales.
Como resultado de la ejecución del programa de capacitación realizado por
Orihuela (ob. cit.) se logró con éxito la producción de alimentos para el
autoconsumo de las comunidades, evitando la dependencia permanente de
insumos externos, ofreciéndoles oportunidades de ingreso e incorporando a las
mujeres de la comunidad al trabajo socio-productivo, haciendo posible un manejo
más sustentable de los recursos de la cuenca por parte de todos. Así las
comunidades pudieron mejorar sus ingresos. Logrando el objetivo social de
mejorar la calidad de vida de éstas comunidades indígenas.
El Programa Internacional The Watercourse de la Universidad de Montana
(EEUU) junto al Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) ha desarrollado
desde el año 1996 un proyecto binacional titulado Descubre una cuenca cuya
misión ha sido “desarrollar una serie de guías didácticas para niños, padres,
educadores y comunidades del mundo entero con el fin de enseñar sobre lo que
es una cuenca, a quién afecta, cómo es afectada por las actividades humanas”.
Igualmente, el programa fue concebido para inspirar a maestros, alumnos y
ciudadanos en general para que se relacionen con su cuenca, tomen conciencia
sobre los problemas ambientales de la cuenca, usen prudentemente sus aguas, se
esfuercen por incrementar su participación en la conservación del río y por
desarrollar soluciones sustentables para la administración del agua. Hasta el
momento se han editado una serie de guías de las Cuencas del río Grande/Bravo,
Colorado, el Missouri, el Columbia y la cuenca del lago Pátzcuaro.
La serie descubre una cuenca está conformada básicamente por tres partes: la
primera es una sección monográfica que narra la historia de la cuenca: sus
lugares especiales, sus aguas, comunidades de plantas y animales, y sus
aspectos culturales; la segunda conformada por una serie de actividades
educativas interdisciplinarias que incluyen estrategias de enseñanza sobre
hidrología, geografía, ecología, entre otros; y el último apartado de la guía está
compuesto por apéndices que incluyen tablas de planificación para correlacionar
las actividades educativas con los programas oficiales.
Entre el año 2005 y 2006, el mismo Instituto Mexicano de Tecnología del Agua
y la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable del Estado de Sonora
(CEDES) impartieron en San Luis Río Colorado (México) 8 talleres para capacitar
a un total de 130 maestros de educación primaria y secundaria en el uso de la
guía. Igualmente se realizaron 10 talleres para un total de 300 niños de primaria y
secundaria. Actualmente, la guía se ha convertido en una gran herramienta para el
componente de educación ambiental promoviendo una cultura conservacionista de
la cuenca que incluye el sitio Ramsar Humedales del Delta del Rio Colorado
(Descubre una cuenca: el río Colorado, 2005).
En cuanto a los proyectos desarrollados en Venezuela para el manejo integral
de cuencas, se puede mencionar que para el año 2008 Sánchez-Torres, Vessuri, y
Rosales, realizaron un proyecto titulado Una revisión del plan de manejo de la
cuenca del rio Caroní, Venezuela, desde una perspectiva de la valoración del
recurso hídrico, cuyo objetivo principal fue diagnosticar la situación actual del rio
Caroní, en el estado Bolívar, a través de una revisión descriptiva del plan actual
de manejo de la cuenca, el cual según los autores, fue diseñado
unidimensionalmente. Como resultados de la investigación se contextualizó la
cuenca, se identificaron los agentes sociales, se describieron los usos del recurso
hídrico y se analizó su plan de manejo actual. Concluyendo que la cuenca
representa un sistema socioecológico estratégico para el país; que el actual plan
de manejo de la cuenca no incluye una visión de gestión multisectorial y que no
responde a los requerimientos de sus dinámicas naturales, sociales y económicas;
por lo que concluyen que es necesario rediseñar el plan de manejo para la cuenca
involucrando a todos los actores sociales y con una visión integral de manejo.
En cuanto a las experiencias de capacitación en esta área de estudio, durante
el período 2003-2005, se desarrolló un programa de capacitación sobre
humedales dirigido a estudiantes de la Universidad Pedagógica Experimental
Libertador, Universidad de Carabobo y Universidad Simón Bolívar, y docentes de
Educación Básica de las unidades educativas relacionadas con la cuenca del Lago
de Valencia, la Laguna de Unare, el Refugio de Fauna Silvestre Cuare y el Parque
Nacional Laguna de Tacarigua. Este proyecto fue financiado por el Fondo de
Humedales para el Futuro de la Convención Ramsar de humedales de importancia
internacional y se elaboró en conjunto con el Instituto Nacional de Parques
(INPARQUES) bajo la coordinación de la Fundación Laboratorio de Ecología
Humana (EcoHumana). En total se capacitaron 49 estudiantes universitarios, 96
docentes de aula y se desarrollaron 21 Proyectos Pedagógicos de Aula sobre el
tema de humedales. Los resultados y descripción de este proceso se describen en
el libro Educación para la Sustentabilidad de los Humedales de Venezuela. Una
experiencia de capacitación a docentes de Educación Básica y estudiantes
universitarios (Aranguren, Moncada, Díaz y Pellegrini, 2006).
Igualmente, en el año 2005, Aranguren, Moncada, Pellegrini, Bentti, y Nieto
desarrollaron un estudio cuyo objetivo fue determinar las actitudes de un grupo de
docentes y estudiantes hacia los humedales altoandinos del Parque Nacional
Páramos Batallón y La Negra, en el estado Táchira, con el fin de proponer
orientaciones para el desarrollo de programas educativos ambientales dirigidos a
promover la sustentabilidad del área. Este trabajo formó parte del proyecto
Capacitación de docentes y estudiantes de educación superior en Educación
Ambiental para la sustentabilidad de humedales altoandinos de Venezuela:
Parque Nacional Páramos Batallón y La Negra (Estado Táchira), y fue ejecutado
por la UPEL, en sus Institutos Pedagógicos de Caracas y Rubio, la Universidad
Simón Bolívar, el Instituto Nacional de Parques, el Ministerio del Poder Popular
para el Ambiente (MinAmb) y la Fundación EcoHumana financiado por el Fondo
de Humedales para el Futuro (F.H.F.) de la Secretaría de la Convención Ramsar.
En cuanto a su alcance, el mismo se considera un estudio piloto, dado que sólo
se abordó una unidad educativa, aunque se logró validar el instrumento con miras
a ampliar el tamaño de la muestra y tener una mayor representatividad del área en
próximos estudios. La información fue recolectada en la Escuela Básica
Bolivariana Regina de Velásquez, ubicada en San José de Bolívar, estado
Táchira. En total se entrevistaron 5 docentes y 39 escolares (entre 9 y 12 años)
con dos instrumentos estructurados de tipo mixto. El análisis indicó que los
docentes y los alumnos parecen tener una alta valoración, tanto por el parque
nacional, como por las lagunas altoandinas. Valoran el sitio por su producción de
agua, por su buen estado de conservación y le ven un potencial turístico, no
obstante, desconocen factores que están afectando al área y en particular a los
humedales.
Molina, en 2006, desarrolló un Programa de Educación Ambiental para la
cuenca del río Mucujún, en el área de Extensión y Participación Comunitaria, de la
Facultad de Ciencia Forestales y Ambientales de la Universidad de Los Andes,
con el apoyo financiero de la empresa Aguas de Mérida. Los facilitadores del
programa fueron 27 estudiantes universitarios de 4to año de la carrera de
Ingeniería Forestal. El programa estuvo dirigido a 155 estudiantes de 7 escuelas
ubicadas en la cuenca. Se ejecutaron 9 proyectos en función de las problemáticas
ambientales que deterioran los recursos de la cuenca y de acuerdo a las
posibilidades e intereses manifestados por los docentes y coordinadores de las
escuelas. Los resultados indicaron que el trabajo a través de proyectos, permitió
hacer una educación dinámica e interactiva que promovió la adquisición de
conocimientos, comprensión de nuevos conceptos, desarrollo de actitudes
favorables para la conservación del ambiente, y habilidades y destrezas, al
permitir usar el área de la cuenca como un aula abierta para la enseñanza y la
aplicación de la extensión rural. La ejecución del programa se convirtió en una
actividad de extensión que permitió la interacción entre la academia universitaria y
la comunidad escolar.
En el año 2008, García y Carrero proponen un Programa Educativo Ambiental
(PREA) para los pobladores de la Zona Costera del estado Miranda, partiendo del
diagnóstico participativo socioambiental y de las necesidades de formación
detectadas en las comunidades, a través de un taller de necesidades de formación
ambiental, con la participación consensuada de 12 maestros, 15 miembros de
organizaciones civiles, 5 representantes de organismos gubernamentales, 6
empresarios y 8 especialistas e investigadores. Para el diagnóstico de las
necesidades de formación, los participantes fueron divididos en tres mesas de
trabajo, consideradas urgentes:
1. Mesa de Educación Ambiental No Escolarizada, en la cual priorizaron la
carencia de programas educativo ambientales como problemática.
2. Mesa de Desarrollo Sostenible, cuyo problema prioritario seleccionado fue la
carencia de capacitación para el DS en las comunidades.
3. Mesa de Participación Ciudadana, identificaron como problema prioritario el
poco conocimiento en materia ambiental y normativa legal que promueva la
participación crítica y reflexiva de sus ciudadanos.
El Programa diseñado por las autoras, está orientado a promover la
participación ciudadana para el desarrollo sostenible, mediante la formación
ambiental de diversos grupos de la población de la zona costera del estado
Miranda, en nociones básicas de educación ambiental y en aspectos teóricos y
metodológicos relativos al desarrollo sostenible.
Peña (2013), desarrollo en el marco de la investigación “Gestión integral de
cuenca con un enfoque participativo. Casos Río Pao y Unare” un proyecto copn el
propósito de proponer un programa educativo ambiental dirigido a las/los docentes
que laboran en la Escuela Básica “José Desiderio Trías”, para el abordaje del
manejo integral de la cuenca media del río Unare en la población de Onoto del
municipio Juan Manuel Cajigal, estado Anzoátegui. Los resultados arrojaron que
los docentes desconocían el concepto de desarrollo sustentable y que tenían un
concepto simplista de cuenca hidrográfica, lo cual podría explicar el escaso
abordaje de estos temas en la práctica educativa. Los participantes demostraron
conocimiento de las problemáticas existentes en la localidad, ser conscientes del
estado de conservación en que se encuentra la cuenca y valoran la importancia
de la misma, sin embargo no se evidencian acciones desde la práctica docente
para solventar sus problemáticas y contribuir con el mejoramiento de las
condiciones. Igualmente, determinó que existe poca participación en experiencias
de capacitación en educación ambiental o manejo integral de cuencas
hidrográficas. La propuesta de programa educativo ambiental dirigido a docentes
para el manejo sustentable de la cuenca media del río Unare, contribuyó a la
comprensión de la importancia de la cuenca para la vida de la comunidad al
presentar actividades que permiten la conservación y la sustentabilidad de los
elementos naturales y culturales vinculados a la cuenca y que integran los saberes
populares.
Finalmente, se ha venido desarrollando desde el año 2009, un proyecto en el
que participan en red cinco instituciones nacionales: Universidad de Carabobo,
Fundación Lasalle, Universidad Simón Bolívar y la Universidad Pedagógica
Experimental Libertador – Instituto Pedagógico de Caracas, Centro de
Investigaciones en Ciencias Naturales M.A. González Sponga, Laboratorio de
Ecología Humana, titulado Alternativas de aplicación del Manejo Integral de
Cuentas (MIC) con participación de actores y comunidades; como propósito
principal la investigación busca proponer alternativas de desarrollo para la
aplicación del Manejo Integral de la Cuenca del Río Pao y Unare, a través de una
metodología fundamentada en la participación de todos los actores sociales
vinculados a la cuenca para la comprensión de su realidad y la planificación de su
propio desarrollo. Dicho proyecto es de gran relevancia, ya que contempla la
caracterización físico-natural del área así como la descripción detallada de la
situación económica y social actual de las comunidades que se encuentran
localizadas en la cuenca del río Pao, y finalizando con propuestas y expectativas
de desarrollo de sus propios habitantes, para su transformación con criterios de
sustentabilidad.
Bases Teóricas
Educación Ambiental para la Sustentabilidad
En una primera reflexión, hay que considerar que los problemas ambientales se
dan en diferentes niveles, desde la escala global de las grandes ciudades y
poblaciones, hasta los entornos más inmediatos: el hogar, la escuela y la
comunidad, entre otros. Por lo cual es necesario que desde todos los ámbitos se
aborden opciones para generar diferentes soluciones, que lleven a una reflexión
sobre el valor que se le da a las actitudes y los hábitos tales como el consumo, el
uso del agua, del suelo, los sistemas económicos de producción, entre muchos
otros. Todo esto con la finalidad de plantear la búsqueda de alternativas para la
construcción de sociedades sustentables (Castro y Balzarreti, 2004; Gabaldón,
2006).
El desarrollo sustentable se define como aquel desarrollo que permite satisfacer
las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras
generaciones para satisfacer las propias (Informe Brundtland, 1987).
Por lo antes expuesto, el desarrollo sustentable se fundamenta en varios
principios, los cuales se pueden resumir de la siguiente manera:
Impulsa la utilización racional y solidaria de los recursos así como en el disfrute
respetuoso del ambiente.
Asume la existencia de límites físicos que hacen imposible el crecimiento sin
fin.
Enfatiza la necesidad de alcanzar objetivos sociales, en lugar de objetivos
individuales.
Promueve la construcción de un nuevo modelo de sociedad.
Aborda el desarrollo de una ética ambiental que promueva la protección del
ambiente desde una perspectiva de equidad y solidaridad.
Considera la erradicación de la pobreza como una prioridad.
Promueve el desarrollo de la ciencia y la tecnología, considerando las
realidades sociales y naturales.
Procura hacer realidad una paz permanente.
Por otra parte, la introducción del concepto desarrollo sustentable en el Informe
Brundtland (1987), significó un reto importante con relación a la educación que se
realizaba en ese momento. Además de implicar aspectos prácticos en la búsqueda
de las mejores soluciones, exigía la consideración de dilemas éticos al involucrar
no solamente las generaciones presentes sino también las futuras.
El reto de la educación para la sustentabilidad es promover una nueva relación
de la sociedad humana con su entorno, a fin de procurar a las generaciones
actuales y futuras un desarrollo personal y colectivo más justo, equitativo y
sustentable, que pueda garantizar la conservación del soporte físico y biológico
sobre el que se sustenta (Dieleman y Juárez-Nájera, 2008).
Del mismo modo, las problemáticas derivadas del desarrollo científico y
tecnológico de las últimas décadas, implican una fuerte revisión crítica de cuáles
contenidos hay que seleccionar y enseñar, como una vía a través de la cual los
alumnos puedan aprender a adquirir contenidos, estrategias y capacidades que
les permitan reestructurar conocimientos y experiencias adaptándose a las nuevas
exigencias y necesidades socioculturales del siglo XXI (Rivarosa, Moroni, García,
y Astudillo, 2002).
La UNESCO (2005) establece que la iniciativa de la educación para la
sustentabilidad tiene un carácter ambicioso, complejo y reformador, dado el
alcance global de la situación social, económica y ambiental que afecta al planeta.
Es ambiciosa, porque pretende preparar a todas las personas,
independientemente de su profesión y condición social, para planificar, enfrentar y
resolver las amenazas que pesan sobre la sustentabilidad de nuestro planeta.
La iniciativa es reformadora, porque plantea que la educación para la
sustentabilidad se centre en principios y valores subyacentes, inculcados mediante
la educación. Se preocupa por el contenido y el objeto de la educación y en
términos más generales, por toda clase de aprendizajes; también cuestiona todas
las formas en que se imparte la educación. Por consiguiente, la educación para la
sustentabilidad también aborda los métodos pedagógicos, la validación de los
conocimientos y el funcionamiento de las instituciones educativas (ob. cit).
La Educación Ambiental, según Bethke (1982), Novo (1995) y Castro (2005), es
presentada como un proceso basado en las relaciones armónicas entre el ser
humano y su ambiente, donde los individuos, desarrollan conocimientos,
destrezas, valores, comportamientos, características personales y actitudes
favorables hacia la protección ambiental, con el fin de mejorar la calidad de vida.
Así se tiene que la Educación Ambiental no sólo abarca lo formal, ella está
inmersa y presente en la educación no formal e informal, considerando todos los
momentos, circunstancias, fenómenos y a todos los individuos; sin dejar de lado y
sin ningún orden, lo holístico, constructivista, creativo, humanista, integracionista,
progresista y la universalización; considerando la pobreza, la equidad, el
desarrollo, lo económico, político, cultural, la participación humana y social, entre
otros; es decir, una Educación Ambiental que abarque todas las dimensiones del
desarrollo sustentable, de acuerdo al enfoque sistémico, lo que nos proporciona
una visión holística y compleja de la realidad (Novo, 1995). La interdisciplinariedad
se impone así como una exigencia que parte de la propia naturaleza compleja del
ambiente, de modo que nuestro programa educativo ambiental dirigido a los
docentes tendrá mayor sentido y resultará más rico en matices en la medida en
que podamos realizarlo en el ámbito de equipos interdisciplinarios.
El Paradigma Educativo Transformador
En opinión de Sterling (2001), para convertir un futuro caótico en un futuro
sustentable, es necesario transformar el paradigma educativo de un aprendizaje
de “transmisión” a uno de “transformación”. Desde su perspectiva, para que los
educadores puedan cambiar necesitan conocer y asumir un paradigma educativo
emergente que incluya la perspectiva ecológica y cultural, lo cual mejoraría
sustancialmente el paradigma humanista que hasta los momentos se ha
considerado.
Este paradigma manifiesta el papel de la educación y del contenido curricular
dentro de un contexto social más amplio, poniendo énfasis en las necesidades
sociales por encima de las necesidades particulares. Como señala Abarca (2001),
el reconstruccionismo social transformador presenta un enfoque social de la
instrucción, en el cual la educación y el curriculum se consideran en términos de
su relación con las metas sociales, exigiendo de manera imperativa que los
individuos sean mejor capacitados para encarar los cambios, a la vez que
establece que deben ser educados para intervenir activamente en orientar el
cambio, en promoverlo constructivamente.
De igual manera Sterling (2001) señala que existe un sistema social que influye
y da forma al sistema educativo; unido a los medios de comunicación que afectan
a la población e influyen en sus valores con un mayor alcance del que dispone la
educación formal. Desde esta perspectiva es necesario considerar las premisas de
Sterling (ob. cit) que resalta la importancia del pensamiento sistémico como una
manera de comparar la visión ecológica en contraposición a la visión mecanicista.
A su juicio existe una relación entre la respuesta social y la respuesta educativa
para cambiar hacia la sustentabilidad la cual presenta niveles progresivos de
aprendizaje.
En consecuencia, el autor sugiere tres niveles de transformación a partir de la
consideración de la perspectiva mecanicista en contraposición con la perspectiva
ecológica.
El primer nivel de transformación está referido al paradigma educativo, para
ello describe doce aspectos desde la perspectiva mecanicista, para los cuales
propone los cambios respectivos desde la perspectiva ecológica (Cuadro 1).
Cuadro 1.
Nivel 1 de transformación del paradigma educativo.Perspectiva mecanicista Perspectiva ecológica
-Preparación para la vida económica -Participación en todas las dimensiones de la sustentabilidad –social, económica, ambiental y tecnológica-
-Selección o exclusión -Inclusión y valoración de toda la gente-Educación formal -Aprendizaje a través de la vida-Conocimiento como valor instrumental -Transformación como valor intrínseco-Competencia -Cooperación, colaboración-Especialización -Conocimiento integrativo-Socialización -Autonomía en la relación-Desarrollando un perfil institucional -Desarrollando comunidades de aprendizaje-Aprendizaje efectivo -Aprendizaje transformativo-Estandarización -Diversidad con coherencia-Rendir cuentas -Responsabilidad-Confianza en el sistema -Confianza en la genteNota. Datos tomados de Sterling (2001)
De igual manera, para el segundo nivel de transformación, referido a la
organización y manejo del ambiente de aprendizaje, sugiere importantes ajustes
en cuanto al curriculum, la evaluación y la gerencia (Cuadro 2).
Fundamentación Legal
Gestión Integral de Cuencas Hidrográficas en Venezuela
La política ambiental en Venezuela, dentro del marco de la gestión integral de
cuencas hidrográficas, ha registrado un cambio considerable en la última década,
pasando de intentos conservacionistas al uso racional de los recursos naturales
con la participación y corresponsabilidad de la ciudadanía como parte de las
políticas de desarrollo del gobierno.
La base fundamental del ordenamiento jurídico ambiental de Venezuela radica
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, en la que se
incluye un capítulo sobre Derechos Ambientales, destacando los principios
fundamentales para la formulación e implementación de la política ambiental.
Además de esto, la carta magna considera la variable ambiental como eje
transversal; incluye a los recursos naturales como parte integrante de la soberanía
de la nación, declara a todas las aguas como domino publico del Estado; consagra
el derecho al ambiente como un derecho transgeneracional; hay un
reconocimiento de los conocimientos y culturas tradicionales de los pueblos
indígenas y se incluye la obligatoriedad de la educación ambiental en todos los
niveles y modalidades de la educación.
Se debe resaltar la importancia que se le da a la protección del ambiente y en la
conservación del equilibrio ecológico como instrumento para impulsar el desarrollo
sustentable de Venezuela dentro de los artículos 127, 128 y 129. Así como en la
educación ambiental, donde en el artículo 107 establece que: “La educación
ambiental es obligatoria en los niveles y modalidades del sistema educativo, así
como en la educación ciudadana no formal (...)”. Este artículo formaliza la
universalidad de la educación ambiental, ya que se especifica como sujeto a ser
educado ambientalmente, no sólo a los participantes del sistema escolarizado,
sino a todos los venezolanos de toda condición y en todas las circunstancias.
Por otra parte, la nueva doctrina constitucional promueve y establece la
participación ciudadana como política de Estado en todos los ámbitos sociales y
en especial en la gestión ambiental.
Otro aspecto de interés en la Constitución es que asume los principios del
desarrollo sustentable descritos por la Agenda 21 (1992) de la cual Venezuela es
signataria. En este respecto los artículos 128 y 326 establecen que las políticas de
ordenamiento del territorio y los principios de seguridad de la nación estarán
orientados por los principios del desarrollo sustentable.
De la Constitución se desprende un cuerpo de leyes y normativas vinculadas a
la protección del ambiente, con énfasis en la conservación de los cuerpos de
agua, las mismas constituyen la fundamentación legal del Programa Educativo
Ambiental que se propone en la presente investigación. Entre ellas se puede
mencionar a:
Ley Orgánica del Ambiente (Gaceta Oficial No. 5.833 Extraordinario del 22
de diciembre de 2006). Esta Ley tiene por objeto establecer las
disposiciones y los principios rectores para la gestión del ambiente, en el
marco del desarrollo sustentable como derecho y deber fundamental del
Estado y de la sociedad, para contribuir a la seguridad y al logro del máximo
bienestar de la población y al sostenimiento del planeta, en interés de la
humanidad.
Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio (Gaceta Oficial N° 3.238
Extraordinario de fecha 11 de agosto de 1983). La presente Ley tiene por
objeto establecer las disposiciones que regirán el proceso de ordenación
del territorio en concordancia con la estrategia de Desarrollo Económico y
Social a largo plazo de la Nación.
Ley Orgánica para la Prestación de los Servicios Públicos y Saneamiento
Ambiental (Gaceta Oficial N° 5.568 Extraordinario de fecha 31 de diciembre
de 2001). La presente Ley tiene por objeto regular la prestación de los
servicios públicos de agua potable y de saneamiento, establecer el régimen
de fiscalización, control y evaluación de tales servicios y promover su
desarrollo, en beneficio general de los ciudadanos, de la salud pública, la
conservación de los recursos hídricos y la protección del ambiente, en
concordancia con la política sanitaria y ambiental que en esta materia dicte
el Poder Ejecutivo Nacional y con los planes de desarrollo económico y
social de la Nación.
Ley de Aguas (Gaceta Oficial Nº 38.595 del 2 de enero de 2007). Esta ley
tiene por objeto establecer las disposiciones que rigen la gestión integral de
las aguas, como elemento indispensable para la vida, el bienestar humano
y el desarrollo sustentable del país, y es de carácter estratégico e interés
del Estado.
Por tanto, el presente Programa Educativo Ambiental cumple con el
Mandato Constitucional de promover un modelo de desarrollo sustentable,
enmarcado dentro del Plan Nacional Simón Bolívar de Educación, junto con las
directrices emanadas del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente: 1) la
suprema felicidad social, como medida para reducir la pobreza, al desarrollar
estrategias socio-productivas de forma sustentable; 2) la democracia
protagónica, ampliando los espacios de participación ciudadana, al integrar a
los docentes y las comunidades en la gestión ambiental y la toma de
decisiones; y 3) dentro del desarrollo de la nueva geopolítica nacional, al
proteger los espacios para conservar el agua y la biodiversidad, así como de la
recuperación de los suelos y cuerpos de agua degradados.