do de introducción a “un curso de milagros”...m.m.18.4-6.p.54, “manual para el maestro”...

196
A A m m o o U U n n o o d d o o d d e e i i n n t t r r o o d d u u c c c c i i ó ó n n a a n C C u u r r s s o o d d e e M M i i l l a a g g r r o o s s José Luis S S a a S Souto Paz

Upload: others

Post on 23-Sep-2020

3 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

AA mmoo

““UUnn

ooddoo ddee iinnttrroodduucccciióónn aa

n CCuurrssoo ddee MMiillaaggrrooss””

JJoosséé LLuuiiss SS

aa

SSoouuttoo PPaazz

Page 2: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso
Page 3: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso
Page 4: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso
Page 5: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

Índice Presentación .................................................................................................... 1

Prefacio .............................................................................................................. 3

I. Gráfico-resumen de “Un Curso de Milagros” (UCDM) ....... 7

II. Explicación ......................................................................................... 11

1. El ámbito de Dios ................................................................... 11

2. La percepción. La separación ........................................... 14

3. La Respuesta: El Espíritu Santo....................................... 17

4. Mente-cuerpo .......................................................................... 18

5. La Mente de Cristo................................................................. 19

6. El Cielo ........................................................................................ 19

7. Recordar por el perdón ....................................................... 20

8. La Faz de Cristo....................................................................... 20

9. Fin del aprendizaje. El despertar .................................... 20

Epílogo (provisional)................................................................................ 22

Continuación ................................................................................................ 23

III. Los Pilares de “Un Curso de Milagros” .................................. 24

1. El Espíritu Santo ..................................................................... 25

2. La Unicidad ............................................................................... 43

3. Los Milagros ............................................................................. 49

4. La Expiación ............................................................................. 57

5. El instante santo ..................................................................... 65

6. La relación santa .................................................................... 77

7. Despertar ................................................................................... 89

8. El perdón ................................................................................. 101

9. La Paz ........................................................................................ 115

Page 6: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

10. El Amor ..................................................................................... 133

IV. La Oración ......................................................................................... 167

V. La Navidad ........................................................................................ 179

Epílogo .......................................................................................................... 185

Bibliografía .................................................................................................. 189

Page 7: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

1

Presentación

Hace nueve años escribí un pequeño libro o folleto “Yo Soy”

que en su “introducción” decía:

Esta, para mi <<joya espiritual>>, es recopilación o fruto de

meditación sobre diversos libros sagrados, que he querido guardar

en lo más íntimo de mi corazón y para mi uso personal.

Como en vida espiritual hay que aprender a compartir, con

amor, todas las cosas, me he sentido, dulcemente, “obligado” a

compartir esta <<joya>> contigo. Con ella te invito a caminar en la

vida espiritual y a elaborar tu propia <<joya>>, que te ayudará y te

guiará en el camino de regreso a la casa del Padre.

Y no olvides nunca que:

¡Todo está en ti!

Desde mi <<YO SOY>>, que el Señor te bendiga ahora y siem-

pre.

Ponteareas, Navidad 2003

Hoy termino (provisionalmente) otro pequeño folleto que

expone una síntesis, un breve extracto, de una <<gran joya espi-

ritual>> fruto del estudio y práctica del libro más grande que he

encontrado en mi vida:

“Un curso de milagros (UCDM)”

Lo he denominado <<Cristo>> y es un a modo de introduc-

ción a “Un curso de milagros”, y todas sus palabras son un fiel

reflejo de “UCDM”.

Esta, al igual que la anterior, quiero compartirla contigo,

con los mismos fines y con el deseo que te ayuden en tu Desper-

tar y Regreso al Padre.

Page 8: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

2

“Te bendigo hermano con el amor de Dios el cual quiero

compartir contigo. Pues quiero aprender la gozosa lección de

que no hay otro Amor que el de Dios, el tuyo, el mío y el de to-

dos”. (L.E.L. 127.p.245)

Ponteareas, Navidad 2012

José Luis Souto Paz

01308722-E

669 900 808

Page 9: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

3

Prefacio

La psicóloga americana Helen Schucman recibió, durante

siete años, dictados de una Voz, que transcribió en lo que la

misma Voz designó como: “Un curso de milagros”.

Tomé contacto con “Un curso de milagros” (“UCDM”) en

diciembre de 2007 y durante los últimos cinco años me he dedi-

cado al estudio y práctica del mismo.

Con el fin de ayudar a otros a superar las enormes y casi in-

salvables dificultades que yo me encontré, en un principio, con

“UCDM”, se me ha “pedido” que haga este “a modo de introduc-

ción”, y así ayudar a aquellos que deban y quieran seguir este

camino espiritual, con el deseo que “UCDM” les llegue a resultar

una fuente viva e inagotable de conocimiento y de salvación,

como ahora lo es para mí.

Para facilitar el camino, lo pude concretar (me “llevaron” a

concretarlo), en un “gráfico-resumen” de “UCDM” y más tarde lo

acompañé de una “explicación”.

Llegado a este punto, “vinieron” a mi mente, tres preguntas

que debería desarrollar según los dictados de “UCDM”. Su obje-

tivo es conseguir un primer “centrado” y una llamada de “aten-

ción” sobre aspectos fundamentales de “UCDM”.

Estas preguntas son:

• ¿Qué es el mundo?

• ¿Qué hacer con “UCDM”?

• ¿Cuál es la meta de “UCDM”?

Page 10: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

4

1. ¿Qué es el mundo?

“Nada de lo que el mundo cree es verdad, pues el mundo

es un lugar cuyo propósito es servir de hogar para que aquellos

que dicen no conocerse a sí mismos, puedan venir a cuestionar

lo que son. Y seguirán viniendo hasta que se acepte la Expiación

y aprendan que es imposible dudar de uno mismo y no ser cons-

ciente de lo que se es” (el subrayado es mío). (L.E.L.139.7.p.286)

(nota1)

Por eso, y dándote cuenta de lo frágiles que son las cadenas

que parecen mantener fuera de tu conciencia el conocimiento de

ti mismo, según repites:

“Aceptaré la Expiación para mí mismo,

pues aún soy tal como Dios me creó”.

(L.E.L.139.12-3.12-4.p.282)

Para eso estamos aquí y para eso sirve el mundo. Para que

aceptemos la Expiación, que simplemente es, aceptar que “aún

soy tal como Dios me creó”.

El principio de la Expiación es la respuesta de Dios a la se-

paración y que le fue dada al Espíritu Santo o “Respuesta” para

escapar del sueño en el que el Hijo de Dios, cayó.

“La Expiación es, sencillamente, la corrección o anulación

de los errores”. (M.M.18.4-6p.54)

“El Amor perfecto es la Expiación”. (T.C.Z.VI.7-8.p.33)

“La Expiación es el precio que tenemos que pagar por ser

conscientes de nuestra plenitud, aún así tenemos que invertir en

ello, no con dinero, sino con espíritu, pues el espíritu es voluntad

y la voluntad es el precio del Reino”. (T.C.12.IV.7.p.249)

Page 11: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

5

“La Expiación es la última lección que necesitas aprender,

pues enseña que, puesto que nunca pecó, no tiene necesidad de

salvación”. (T.C.13. introd.46.p.262)

“El Espíritu Santo expía en todos nosotros des-haciendo y

de esta manera te libera de la carga que le has impuesto a tu

mente. Al seguir al Espíritu Santo se te conduce de regreso a

Dios, que es donde te corresponde estar. Mas, ¿cómo podrías

encontrar el camino que conduce a Él sino llevando a tu herma-

no contigo?”. (T.C.5.IV.6.p.90)

“Cuando aceptas la inocencia en tu hermano ves la Expia-

ción en Él. Su inocencia es tu Expiación. La Expiación se vuelve

real y visible para los que la ponen en práctica. Esa es tu única

función en la tierra. Hasta que no la aprendas te sentirás culpa-

ble” (T.C.14.IV.1-1,1-4,3-6,3-7,3-8.p.309)

Así vemos claramente lo que es el mundo y lo que necesi-

tamos para salir de Él: aceptar la Expiación para uno mismo.

2. ¿Qué hacer con “UCDM”?

“Algunas de las ideas que el libro de ejercicios presenta te

resultarán difíciles de creer, mientras que otras tal vez te parez-

can muy sorprendentes. Nada de eso importa. Se te pide sim-

plemente que las apliques tal como se te indique. No se te pide

que las juzgues. Se te pide únicamente que las uses. Es usándolas

como cobrarán sentido para ti. Y lo que te demostrará que son

verdad.

“Recuerda solamente esto: no tienes que creer en las ideas,

no tienes que aceptarlas y ni siquiera tienes que recibirlas con

agrado. Puede que hasta te opongas vehemente a algunas de

ellas. Nada de eso importa, ni disminuye su eficacia. Pero no

hagas excepciones al aplicar las ideas expuestas en el libro de

Page 12: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

6

ejercicios. Sean cuales sean tus reacciones hacia ellas. Úsalas. No

se requiere nada más.” (L.E.introd. 9.p.2)

Úsalas, úsalas, úsalas…

3. ¿Cuál es la meta de “UCDM”?

El cambio de mentalidad

(prefacio.pxi)

NOTA 1: “Un curso de milagros” (“UCDM”) se compone de

tres libros (en uno): el “Texto”, el “Libro de ejercicios” y el “Manual

para el maestro.”

Las citas se refieren a: “Texto” (T), “Libro de ejercicios” (L.E.) y

“Manual para el maestro” (M.M.). Así: L.E.L.139.7.p.286, quiere de-

cir: Libro de ejercicios, lección 139, apartado 7, página 286. Así

T.C.14.IV.1-1,1-4,3-6,3-7,3-8.p.309, quiere decir: “Texto” capítulo 14,

sección IV, párrafo-apartado:1-1,1-4,3-6,3-7,3-8, página 309. Así

M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-

apartado 4-6, página 54.

Page 13: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

7

I. Gráfico-resumen de

“Un Curso de Milagros”

(UCDM)

Page 14: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

8

Page 15: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

DIO

S P

AD

RE

EL E

SPÍR

ITU

SAN

TO

EL H

IJO

DE

DIO

S

LA M

ENTE

LA U

NIC

IDA

D

LA E

XTE

NSI

ÓN

LA C

REA

CIÓ

N

AM

OR

-

PA

Z D

E

DIO

S

ESP

ÍRIT

U S

AN

TO

FUN

CIÓ

N –

MED

IAD

OR

LA R

ESP

UES

TA

EL O

BJE

TIV

O

PER

CEP

CIÓ

N

SUEÑ

O

MU

ND

O D

E SE

PA

RA

CIÓ

N

CU

LPA

, P

ECA

DO

, EG

O,

CU

ERP

O, M

IED

O,

ENFE

RM

EDA

D, M

UER

TE.

ILU

SIO

NES

PR

INC

IPIO

DE

ESC

ASE

Z

MEN

TE -

CU

ERP

O

OJO

S –

OID

OS

CU

ERP

O

ST

EL P

ERD

ÓN

MA

NER

A P

ENSA

R

CO

RR

IGE

ERR

OR

ES

CO

NC

EPTO

NO

SOTR

OS

REC

OR

DA

R

EL C

IELO

ESTA

DO

NA

TUR

AL

CO

NO

CIM

IEN

TO

MEN

TE

DE

CR

ISTO

SU V

OZ

VIS

IÓN

DE

CR

ISTO

LA F

AZ

DE

CR

ISTO

FI

N D

E A

PR

END

IZA

JE

DES

PER

TAR

Page 16: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

10

Page 17: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

11

II. Explicación

“Dios-Padre creo a Su Hijo (el Hijo de Dios) y de acuerdo

con Él, creó al Espíritu Santo”. “Forman la Santísima Trinidad”.

1. El ámbito de Dios

Veamos algunos de los aspectos del ámbito de Dios.

“Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En

esto radica la Paz de Dios”

Así comienza “UCDM” y establece una clara diferencia en-

tre lo real (o ámbito de Dios) y lo irreal (lo que no existe), y entre

el conocimiento y la percepción.

La Paz de Dios

La Paz de Dios es la condición de todo y la condición para

todo.

En la Paz de Dios fuiste creado. La Paz de Dios fue creada

para ti; tu Creador te la dio y la estableció como su propio regalo

eterno.

El perdón es la condición indispensable para hallar la paz.

La Paz de Dios es la condición para que se haga su Volun-

tad. Alcanza su paz, y le recordarás.

“La Paz de Dios no es más que esto: el simple entendimien-

to de que su voluntad no tiene ningún opuesto.”

“La Paz es la condición del Reino.” (T.C.8.I.1-3 p.153)

“La Paz es la motivación para aprender este curso”.

(T.C.8.I.1. p.153)

“La Paz es el requisito previo para alcanzar el conocimien-

to” (T.C.8.I.1-3 p.153)

Page 18: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

12

“Cuando no estás en Paz ello se debe únicamente a que no

crees que estás en Él.” (T.C.8.IV.1-3.p.159)

“La salvación es para la mente, y se alcanza por medio de la

Paz.” (T.C.12.III.5.p.245)

“La Paz es el patrimonio natural del espíritu”.

(T.C.3.VI.10.p.53)

“Tú que quieres la Paz solo la puedes encontrar perdonan-

do completamente”. (T.C.1.VI.1.p.14)

El Amor de Dios

La respuesta a la Paz es el Amor.

Dios es Amor. Y el Amor, que es lo que nos creó, es lo que

somos. Somos Amor.

“La función del Amor es unir todas las cosas en sí misma y

mantenerlas unidas, extendiendo su plenitud”. “La atracción del

amor por el amor sigue siendo irresistible” (T.C.12.VIII.7-11,7-

10.p.260)

“El amor siempre conduce al amor” (T.C.13.VI.10-4.p.279)

“Si amarse uno a sí mismo significa curarse a sí mismo, los

que están enfermos no se aman así mismos”. (T.C.12.II.1-

2.p.241)

“El mensaje de la crucifixión es inequívoco: enseña sola-

mente amor pues eso es lo que eres”. (T.C.6.I.13-1,13-2.p.104)

“Mas ve el amor de Dios en ti y lo verás en todas partes

porque está en todas partes”. “La Paz de Dios radica en entender

esto”. “Al desear sólo esto, tendrás solo esto, y al dar sólo esto,

serás solo esto”. (T.C.7:VII.10-4,10-8,11-3.p.143)

El Amor de Dios está en ti. Búscalo y lo encontrarás.

Page 19: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

13

Espíritu-mente

Dios es Espíritu. La Mente es la forma de expresarse el Espí-

ritu. Representa el principio activo del espíritu, el cual le suminis-

tra a este su energía creativa.

Cuando el término va con mayúsculas, se refiere a Dios o a

Cristo (Mente de Dios o Mente de Cristo).

El Espíritu es el pensamiento de Dios que él creó semejante

a sí mismo.

Nuestra mente puede gozar de rectitud o estar errada, de-

pendiendo de la voz que escuche. La mentalidad recta escucha al

Espíritu Santo. La mentalidad errada escucha al ego. La Mentali-

dad-Uno es la mente de Cristo.

“La mente que tú y yo compartimos la compartimos con

todos nuestros hermanos y a medida que los vemos tal como

verdaderamente son ellos, se curan. Esta es la auténtica comu-

nión con el Espíritu Santo”. (T.C.7.V.11-2,11-6.p.136)

La Unicidad

La unicidad es otro aspecto fundamental de Dios. “UCDM”

la define como: “la calidad, estado o hecho de ser uno”.

Todos somos uno en Dios. Dios es uno. La Santísima Trini-

dad es una. El Hijo de Dios es uno. La Filiación es una. La creación

es una.

Aquellos que saben que son uno con Dios, lo son todo. Y

jamás se les puede negar ningún milagro. Separados de Dios no

somos nada.

“El Nombre de Dios es nuestra salvación y la manera de es-

capar de lo que nosotros mismos hemos hecho. Su Nombre nos

Page 20: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

14

une en la unicidad que es nuestra herencia y nuestra paz.”

(L.E.L.184.15-7-15-8.p.372)

El Conocimiento

El conocimiento es la Verdad. Es la Voluntad de Dios. Y está

regido por una sola ley, la ley del Amor de Dios. La condición del

Conocimiento es una condición en la que los opuestos no exis-

ten.

El Conocimiento es el ámbito de Dios.

“Cuando ya no hay percepción, ni falso ni verdadera.

Cuando ya no hay perdón, pues su tarea ha finalizado.

Cuando ya no hay cuerpos, pues han desaparecido ante la

deslumbrante luz del altar del Hijo de Dios, es cuando el conoci-

miento de Dios, inmutable, absoluto, puro y completamente

comprensible, entra en su Reino”. (M.M.4.7.p.93)

El objetivo de “UCDM” es ponernos a las puertas del cono-

cimiento, no introducirnos en Él.

La extensión. La creación

La extensión, la capacidad de extenderse, es un aspecto

fundamental de Dios, que Él le dio a su Hijo. En la creación, Dios

se extendió a sí mismo a sus creaciones y les infundió su amoro-

sa voluntad de crear.

Esto no se puede perder pero sí usar inadecuadamente al

proyectar. (T.C.2.I.1-1,1-2,1-6.p.18)

2. La percepción. La separación

El uso inadecuado de la extensión – la proyección – da lugar

a la percepción, que tiene lugar cuando crees que existe alguna

Page 21: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

15

carencia o vacuidad, y que crees puedes suplirla con tus propias

ideas, en lugar de con la verdad o conocimiento. Así ocurrió la

separación o “desvío hacia el miedo.” (T.C.2.I.1-7.2.p.18)

En un instante , mas en un paréntesis de vacío “parece”

que ocurrió “algo”, que en la eternidad ni siquiera ocurrió… pero

el Hijo de Dios (la mente separada) cayó en un profundo sueño.

Y en este mundo de sueños, en este mundo de separación

esto se hizo “real”.

El pecado que para “UCDM” es una falta de amor

Y como lo único que existe es el amor, para el Espíritu San-

to el pecado no existe, es un error que necesita corregirse, en

vez de algo perverso que merece castigo.

La culpabilidad o sentimiento de culpa

Sentido de culpa que se puede definir como la experiencia

de haber pecado. El pecado del cual nos sentimos más culpables,

y que es la fuente de toda nuestra culpa, es el pecado de nuestra

creencia en una separación de Dios. Pecado, culpa y separación

se pueden considerar sinónimos.

El Ego es el pensamiento de la mente separada

Es un sueño de lo que en realidad crees que eres. El ego no

es nada. Lo opuesto al ego, desde cualquier punto de vista – ori-

gen, efectos y consecuencias – le llamamos milagro.

El miedo

Cuando nos sentimos culpables es imposible no creer que

seremos castigados. Entonces nos da miedo. “El miedo en sí es

una petición de ayuda y por tanto una petición de amor.”

(T.C.12.I.8-7.8-13.p.240)

Page 22: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

16

El miedo, como todas las ilusiones, es un error.

“El Espíritu Santo reemplaza al miedo por el amor, y trans-

forma el error en verdad. Y de esta manera aprenderás de Él

cómo reemplazar tu sueño de separación por el hecho innegable

de la unidad.” (T.C.12.I.10-4,10-5.p.241)

El cuerpo

El ego para poder percibir, tiene que percibir algo, con algo

y eso es el cuerpo. El hogar que el ego ha elegido para sí.

Junto a estas se hicieron “reales” también: la enfermedad,

la muerte… y todas son ilusiones.

Nuestra sensación de ser inadecuados, débiles y de estar

incompletos, procede del gran valor que le hemos otorgado al

Principio de escasez, el cual rige el mundo de las ilusiones. Así,

ante esta carencia, buscamos en otros lo que creemos que nos

falta. “Amamos” a otros con objeto, a cambio, de ver lo que po-

demos sacar de él. En el mundo de los sueños y de la separación

a eso se le llama amor. Grave error, pues el amor es incapaz de

exigir nada.

El mundo de la percepción es el mundo del tiempo, de los

cambios, de los comienzos y de los finales, se basa en interpreta-

ciones, no en hechos.

Una vez que alguien queda atrapado en el mundo de la

percepción queda atrapado en un sueño.

El mundo que vemos refleja simplemente nuestro marco de

referencia interno (lo proyectamos): la proyección da lugar a la

percepción.

Page 23: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

17

3. La Respuesta: El Espíritu Santo

Cuando la mente separada del Hijo de Dios quedó atrapada

en un sueño, Dios dio, inmediatamente, Su Respuesta, con el

único medio de Escape, el verdadero Ayudante, Su Voz, Su Espíri-

tu Santo. El cual tiene como función ser mediador entre los dos

mundos: el del Conocimiento y el de la percepción.

El Espíritu Santo es, además, el puente entre la mente-

separada y la Mente de Cristo (nuestra mente no separada)

Dios nos dio, además, como respuesta el principio de la Ex-

piación.

El objetivo del Espíritu Santo es ayudarnos a escapar del

mundo de los sueños, enseñándonos como cambiar nuestra ma-

nera de pensar y como corregir nuestros errores.

El perdón es el recurso de aprendizaje excelso que el Espíri-

tu Santo utiliza para llevar a cabo ese cambio en nuestra manera

de pensar.

Por el perdón aprendemos a corregir nuestros errores de

percepción, primeramente reconociéndolos y después a pasarlos

por alto, es decir, a perdonarlos.

Al mismo tiempo nos perdonamos al mirar más allá de los

conceptos distorsionados que tenemos de nosotros mismos y ver

al ser que Dios creó en nosotros como nosotros.

• “Soy espíritu” (L.E.L.97.p.184)

• “Mi mente es parte de la de Dios. Soy muy santo”

(L.E.L.35.p.58)

• "No soy un cuerpo. Soy libre pues aun soy tal como

Dios me creó" (L.E.sexto repaso.introd.3-3,3-4,3-

5.p.419)

Page 24: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

18

4. Mente-cuerpo

En este mundo de separación todo y todos estamos sepa-

rados. Solo las mentes pueden unirse realmente y lo que Dios ha

unido, ningún hombre puede desunir.

Las mentes están unidas, los cuerpos no. Solo al atribuirle a

la mente las propiedades del cuerpo (grave error) parece posible

la separación.

La mente no puede atacar, pero puede forjar fantasías y

ordenarle al cuerpo que las exteriorice. La mente no puede ata-

car pero puede engañarse a sí misma.

Las mentes están unidas, pero tú no te identificas con ellas.

El cuerpo es algo externo a ti, y solo da la impresión de ro-

dearte, de aislarte de los demás y de mantenerte separado de

ellos y a ellos de ti.

El cuerpo, realmente, no existe. Estar consciente del cuerpo

es lo único que hace que el amor parezca limitado, pues el cuer-

po es un límite (una cerca) que se le impone al amor.

Cada cuerpo parece ser el albergue de una mente separada

(y ahí la confusión de esta), de un pensamiento desconectado del

resto, que vive solo y que de ningún modo está unido al pensa-

miento mediante el cual fue creado.

Las mentes están unidas. No obstante, la verdadera unión,

que nunca se perdió, solo es posible (y es posible) en el nivel de

la mente de Cristo.

El cuerpo aparenta ser, en gran medida, auto-motivado e

interdependiente, mas en realidad solo responde a las intencio-

nes de la mente. Si la mente lo utiliza para atacar, sea de la for-

Page 25: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

19

ma que sea, el cuerpo se convierte en la víctima de la enferme-

dad, la vejez y la decrepitud.

La percepción es una función del cuerpo, y, por lo tanto,

supone una limitación de la conciencia.

La percepción ve a través de los ojos del cuerpo y oye

través de sus oídos. Produce las limitadas reacciones que este

tiene. Si la mente, en cambio, acepta el propósito del Espíritu

Santo, el cuerpo se convierte en un medio eficaz de comunica-

ción con otros - invulnerable mientras se le necesite - que luego,

sencillamente, se descarta cuando deja de ser necesario.

5. La Mente de Cristo

Lo opuesto a oír con los oídos del cuerpo es la comunica-

ción a través de la Voz que habla en favor de Dios.

Lo opuesto a ver con los ojos del cuerpo es la Visión de Cris-

to la cual refleja fortaleza en vez de debilidad, unidad en vez de

separación y amor en vez de miedo.

La Visión de Cristo es el don del Espíritu Santo. La alternati-

va que Dios nos ha dado contra la ilusión de la separación y la

creencia en la realidad del pecado, la culpabilidad y la muerte.

La benévola luz de la Visión de Cristo muestra todas las co-

sas desde otro punto de vista, reflejando el sistema de pensa-

miento que resulta del Conocimiento y haciendo que el retorno a

Dios no sólo sea posible, sino inevitable.

6. El Cielo

El Cielo es el estado natural de todos los hijos de Dios tal

como Él los creó. Esa es su realidad eternamente, la cual no ha

cambiado porque nos hayamos olvidado de ella.

Page 26: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

20

7. Recordar por el perdón

Por último el perdón es el medio que nos permitirá recor-

dar. Mediante el perdón cambiamos la manera de pensar del

mundo. El mundo perdonado se convierte en el umbral del cielo,

porque mediante su misericordia podemos finalmente perdo-

narnos a nosotros mismos.

Al no mantener a nadie prisionero de la culpabilidad nos li-

beramos a nosotros mismos. Al reconocer a Cristo en todos

nuestros hermanos, reconocemos su presencia en nosotros

mismos. La salvación enseña que al dar es como reconoces que

has recibido. Aceptas que el perdón se ha consumado en ti,

cuando perdonas, pues esto es lo que has olvidado: percibir la

curación de tu hermano como tu propia curación es, por lo tanto,

la manera de recordar a Dios.

Por el perdón, al olvidar todas nuestras percepciones erró-

neas y al no permitir que nada del pasado nos detenga, podemos

recordar a Dios.

8. La Faz de Cristo

Antes de que el recuerdo de Dios pueda retornar, es nece-

sario ver la Faz de Cristo. La razón es obvia para ver la Faz de

Cristo se requiere percepción. El conocimiento no es algo que se

pueda ver. Pero la Faz de Cristo es el gran símbolo del perdón. Es

la salvación. Es el símbolo del mundo real, que solo lo pueden

percibir los ojos que han sido bendecidos por el perdón.

9. Fin del aprendizaje. El despertar

El aprendizaje no nos puede llevar más allá. Este es el fin

del aprendizaje.

Page 27: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

21

Cuando estemos listos, Dios mismo dará el último paso en

nuestro despertar y nos conducirá de regreso a Él.

Page 28: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

22

Epílogo (provisional)

Para terminar me gustaría deciros como veo ahora a "Un

Curso de Milagros". Lo veo como una gran esfera. Una gran esfe-

ra de conocimiento que nos llevará a recordar el Conocimiento

de Dios.

Esta esfera contiene todo el dictado de la voz que señalé en

el prefacio. Y esa voz es Jesús. Y esa esfera está atravesada por

un eje sobre el cual gira. Ese eje es el Espíritu Santo.

(Continuará ...)

Page 29: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

23

Continuación

Dejamos este trabajo "parado” en el Epílogo (provisional).

Al reanudarlo ahora, quiero resaltar que trato de presentar:

“Cristo” a modo de introducción a “Un Curso de Milagros” en

tres niveles o aproximaciones al Curso.

Después de la “Presentación” y del “Prefacio” hemos ex-

puesto el “Gráfico-resumen de “Un Curso de Milagros” (UCDM)”.

Es pues el primer nivel: “El Gráfico-resumen” en el que he

tratado, con la Guía del Espíritu Santo y Jesús, de resumir al

máximo (en un folio) lo que es el Curso, aunque siempre pude

haber una sola palabra que lo defina: ¿Despertar?, ¿Amor?,

¿Perdón?...

En el segundo nivel: “La Explicación” tratamos de explicar el

“Gráfico-resumen” o ampliarlo.

Ahora en un tercer nivel, pretendemos hablar sobre “Los

pilares” de UCDM”. Y ahí continuamos.

Page 30: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

24

III. Los Pilares de “Un Curso de Milagros”

Denomino “pilares” del Curso, lo que también se podría

llamar aspectos más importantes del mismo.

Son como “puertas” que nos introducen más en el Curso,

para que nos ayuden también a ir comprendiendo mejor lo que

en sí mismo es, y así irte familiarizando con el contenido del Cur-

so y con el fin de que te ayude a superar las dificultades (más o

menos grandes) con que te puedas encontrar y conduzcan a esa

fuente viva e inagotable de conocimiento y de salvación como es

el Curso en sí mismo.

Puede ser más o menos “acertada” la palabra “pilares”

porque el único pilar es el curso en sí. Y puede incluso que sea

“discutible” que estos sean los aspectos más importantes. Yo

simplemente me he “dejado ir” por Quien de Verdad sabe. Mi

mayor o menor “resistencia” han sido los que hayan podido alte-

rar el resultado. Lo que sí deseo y con todo mi amor que te ayu-

den a hundirte en ese océano de conocimiento que es el Curso y

que te llevarán, con toda seguridad, a: tu Despertar y al Regreso

al Padre. El éxito tuyo es Seguro.

Y como te digo en la “Presentación”, me tienes a tu disposi-

ción (así como el medio de comunicación”

Estos “pilares” son:

1. El Espíritu Santo

2. La Unicidad

3. Los milagros

4. La Expiación

5. El instante santo

6. La relación santa

7. El Despertar

8. El Perdón

9. La Paz

10. El Amor

Page 31: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

25

1. El Espíritu Santo

En la “Explicación” decíamos que cuando la mente separa-

da del Hijo de Dios quedó atrapada en un sueño, Dios dio inme-

diatamente su Respuesta con el único medio de escape, el ver-

dadero Ayudante, su Voz, su Espíritu Santo.

El Espíritu Santo comenzó a existir como medio de protec-

ción al producirse la separación, lo cual inspiró simultáneamente

al Principio de la Expiación.

El Espíritu Santo es el Sanador, el Consolador, el Guía, tu

Maestro, el Maestro de la Realidad, el Maestro de la Paz.

Sin la ayuda de Dios, la masiva defensa del ego en contra de

Él – pecado, culpa, miedo y relaciones especiales – serían cierta-

mente invencibles. Sin embargo, Dios no nos dejó sin Él Mismo, y

su extensión dentro del sueño se llama el Espíritu Santo.

Es el puente en tu mente, entre la parte de tu mente – se-

parada (ego) y la parte de tu mente de tu ser.

La idea del Espíritu Santo se refuerza al compartirse y se

expande en ti a medida que se la ofreces a tu hermano, el cual

(tu hermano) no tiene que ser consciente del Espíritu Santo en él

o en ti para que se produzca este milagro.

El Espíritu Santo expía en todos nosotros des-haciendo y de

esta manera te libera de la carga que le has impuesto a tu men-

te.

La Salvación está en manos de Aquel a Quien Dios se la con-

fió para ti.

Dile únicamente al Espíritu Santo: “Decide por mí y está

hecho.”

Page 32: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

26

“La Voz del Espíritu Santo es la llamada a la Expiación, es

decir, a la restitución de la integridad de la mente. El Espíritu

Santo es, pues, la mente de la Expiación.”

“El Espíritu Santo es el puente para la transferencia de la

percepción al conocimiento”

“El Espíritu Santo es la idea de la curación.”

“Al seguir al Espíritu Santo, se te conduce de regreso a Dios,

que es donde te corresponde estar. Entrégale todo al Espíritu

Santo. Él te curará.

Mas ¿cómo podrías encontrar el camino que conduce a Él

sino llevando a tu hermano contigo?

Jesús es la manifestación del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo ha designado a Jesús como el líder para

llevar a cabo Su Plan. El Principio de la Expiación le fue dado al

Espíritu Santo mucho antes de que Jesús lo pusiese en marcha.

Si quieres recordar a tu Padre, deja que el Espíritu Santo

ponga orden en tus pensamientos y te dé la única respuesta con

la que él responde. Todo el mundo anda en busca de amor al

igual que tú, pero no pueden saberlo a menos que se unan a ti

en esa búsqueda.

El milagro es el reconocimiento de que esto es verdad. El

Espíritu Santo – la inspiración que toda la Filiación comparte –

induce a una clase de percepción en la que muchos elementos

son como los del Reino de los Cielos.

Pregúntale todo al Espíritu Santo y no tomes ninguna deci-

sión sin Su Dulce consejo. La Salvación está en manos de Aquel a

Quien Dios se la confió para ti.

Page 33: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

27

En ti y en el Espíritu Santo reside el Santo lugar de encuen-

tro del Padre y del Hijo quienes jamás han estado separados.

Ésta es la invitación al Espíritu Santo.

“Los pensamientos se expanden cuando se comparten.

Cuántos más creen en ellos, más poderosos se tornan .

Todo es una idea.

¿Cómo entonces puede asociarse dar con perder?

En tu hermano reside (dice Jesús) tu salvación. El Espíritu

Santo se extiende desde tu mente a la suya y te contesta. No

puedes oir la Voz que habla por Dios sólo en ti, porque no estás

solo. No puedes rezar solo para ti, de la misma manera en que no

puedes encontrar dicha sólo para ti. La oración es la reafirmación

de la inclusión, dirigida por el Espíritu Santo de acuerdo con las

leyes de Dios.

Nos estamos embarcando (dice Jesús), por lo tanto, en un

programa muy bien organizado, que tiene por objeto aprender a

entregarle al Espíritu Santo todo aquello que no desees. Cual-

quier cosa que se le entregue que no sea de Dios, desaparece.

La erradicación de la culpabilidad es un aspecto esencial de

las enseñanzas del Espíritu Santo.

Libera a otros de la culpabilidad tal como tú quisieras ser li-

berado.

Si quieres ser un alumno feliz tienes que entregarle al Espí-

ritu Santo todo lo que has aprendido para así desaprenderlo. To-

do ello se basa en el Plan del Espíritu Santo para liberarse del pa-

sado y revelarse el camino hacia la libertad pues la verdad es

verdad.

Page 34: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

28

El ego es la elección a favor de la culpabilidad. El Espíritu

Santo, la elección en favor de la inocencia.

La diferencia entre la proyección del ego y la extensión del

Espíritu Santo es muy simple. El ego proyecta para excluir, y por

lo tanto para engañar. El Espíritu Santo extiende al reconocerse a

Sí Mismo en cada mente, y de esta manera las percibe a todas

como una sola. Nada está en conflicto en esta percepción por-

que lo que el Espíritu Santo percibe es todo igual. La Paz de Dios

reside en este mensaje y por consiguiente la Paz de Dios reside

en ti.

“El Espíritu Santo fomenta la curación mirando más allá de

ella hacia lo que los Hijos de Dios eran antes de que la curación

fuese necesaria y hacia lo que serán una vez que hayan sanado.

El Espíritu Santo es la motivación para alcanzar la mentali-

dad milagrosa, la decisión de subsanar la separación renunciando

a ella.

El Espíritu Santo se encuentra en ti en un sentido muy lite-

ral. Suya es la Voz que te llama a retornar a donde antes estabas

y a donde estarás de nuevo. Aún en este mundo es posible oír

sólo esa Voz y ninguna otra. Ello requiere esfuerzo, así como un

gran deseo de aprender. El Espíritu Santo es el resplandor al que

debes permitir que desvanezca la idea de obscuridad.

Elegir al Espíritu Santo es elegir a Dios.

El Espíritu Santo te insta tanto a recordar como a olvidar.

Has elegido estar en un estado de oposición en el que los opues-

tos son posibles. Como resultado de ello, hay ciertas decisiones

que tienes que tomar. Elegir implica que la mente está dividida.

El Espíritu Santo es una de las alternativas que puedes elegir.

Dios no dejó a Sus Hijos desconsolados a pesar de que ellos deci-

Page 35: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

29

dieron abandonarlo. La Voz que ellos pusieron en sus mentes no

era la Voz de su Voluntad, a favor de la cual habla el Espíritu San-

to.

La Voz de Dios (El Espíritu Santo) no da órdenes porque es

incapaz de ser arrogante. No exige nada porque su deseo no es

controlar. No vence porque no ataca. Su Voz es simplemente un

recordatorio. La Voz que habla por Dios es siempre serena por-

que habla de paz. La Paz es más poderosa que la guerra porque

sana. La guerra es división, no expansión. Nadie gana en la bata-

lla. ¿Qué saca un hombre con ganar el mundo entero si con ello

pierde su propia alma? Si le prestas oídos a la Voz que no debes,

pierdes de vista a tu alma. Por lo tanto, te parecerá que la has

“perdido” hasta que elijas correctamente.

El Espíritu Santo es tu Guía a la hora de elegir. Reside en la

parte de tu mente que siempre habla a favor de la elección co-

rrecta porque habla por Dios.

El Espíritu Santo es el último nexo de comunicación que te

queda con Dios, comunicación que puedes interrumpir, pero no

destruir.

El Espíritu Santo es el vehículo mediante el cual la Voluntad

de Dios se cumple así en la tierra como en el Cielo. Tanto el Cielo

como la tierra están en ti porque la llamada de ambos está en tu

mente.

El Espíritu Santo es la llamada a despertar y a regocijarse.

Nuestra jubilosa tarea es la de despertar al mundo a la llamada a

Dios.

Todos responderán a la llamada del Espíritu Santo, ya que,

de lo contrario, la Filiación no sería una.

Page 36: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

30

Te he pedido (dice Jesús) encarecidamente que te compor-

tes tal como yo me comporté, pero para eso tenemos que res-

ponder a la misma Mente. Esa Mente es el Espíritu Santo, Cuya

Voluntad dispone siempre a favor de Dios. El Espíritu Santo te

enseña que tenerme a mí de modelo para tu pensamiento y,

consecuentemente a comportarse como yo.

La manera de reconocer a tu hermano es reconociendo al

Espíritu Santo en él. El Espíritu Santo es el puente para la transfe-

rencia de la percepción al conocimiento, de modo que podemos

usar los términos como si en verdad estuviesen relacionados,

pues en Su Mente lo están.

Existen dos formas diametralmente opuestas de ver a tus

hermanos. Ambas tienen que encontrarse en tu mente porque tú

eres el perceptor. Tienen que encontrarse también en la suya

puesto que lo estás percibiendo a él. Mira a tu hermano a través

del Espíritu Santo en su mente, y reconocerás al Espíritu Santo en

la tuya. Lo que reconoces en tu hermano lo reconoces en ti, y lo

que compartes lo refuerzas.

La Voz del Espíritu Santo en ti es débil. Por eso es por lo que

debes compartirla. Tiene que hacerse más fuerte antes de que

puedas oírla. No es que de por sí sea débil. Sino que está limita-

do por tu renuencia a oírla. Por eso es por lo que debes compar-

tirla.

El Espíritu Santo es la respuesta de Dios al ego. Todo lo que

el Espíritu Santo te recuerda está en directa oposición a las no-

ciones del ego, pues las percepciones verdaderas y las falsas se

oponen entre sí. La tarea del Espíritu Santo es deshacer lo que el

ego ha hecho, y lo hace en el nivel que el ego opera.

Page 37: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

31

Un nivel de la mente no es comprensible para otro. Lo

mismo ocurre con el ego y el Espíritu Santo; con el tiempo y la

eternidad, la eternidad es una idea de Dios, por lo tanto, el Espí-

ritu Santo la comprende perfectamente. El tiempo es una creen-

cia del ego, por lo tanto la mente inferior – el dominio del ego –

la acepta sin reservas. El único aspecto del tiempo que es eterno

es el ahora.

El Espíritu Santo es el mediador entre las interpretaciones

del ego y el conocimiento del espíritu. Su capacidad para utilizar

símbolos le permite actuar con las creencias del ego en el propio

lenguaje de éste. Su capacidad para mirar más allá de los símbo-

los hacia la eternidad le permite entender las leyes de Dios, en

nombre de las cuales habla. Puede, por consiguientes, llevar a

cabo la función de reinterpretar lo que el ego forja, no mediante

la destrucción, sino mediante el entendimiento. El entendimien-

to es luz, y la luz conduce al conocimiento. El Espíritu Santo se

encuentra en la luz porque Él está en ti que eres luz, pero tú des-

conoces esto. La tarea del Espíritu Santo consiste, pues, en rein-

terpretarte a ti, en nombre de Dios.

Tú no puedes comprenderte a ti mismo separado de los

demás, ello se debe a que tú, separado del legítimo lugar que

ocupas en la Filiación, no significas nada y el legítimo lugar de la

Filiación es Dios. Ésa es tu vida, tu eternidad y tu Ser. Esto es lo

que el Espíritu Santo te recuerda.

El ego se hace más fuerte en la lucha. Si crees que hay lu-

cha, reaccionarás con saña porque la idea de peligro se habrá

adentrado en tu mente. Dicha idea es un llamamiento al ego.

El Espíritu Santo está tan pendiente como el ego de cual-

quier señal de peligro, oponiéndose a éste con todas Sus Fuerzas,

de la misma forma en que el ego le da la bienvenida.

Page 38: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

32

El Espíritu Santo contrarresta esta acogida dándole la bien-

venida a la paz. La eternidad y la paz están tan estrechamente

relacionadas como lo están el tiempo y la guerra.

El ego es el símbolo de la separación, tal como el Espíritu

Santo es el símbolo de la paz.

Te recuerdo aquí que: La salvación (de la separación) es pa-

ra la mente, que es lo que hay que sanar, y se obtiene por medio

de la paz. Y el amor es la única respuesta.

El Espíritu Santo es el Maestro perfecto. Se vale únicamen-

te de lo que tu mente ya comprende para enseñarte lo que tú no

comprendes. El Espíritu Santo puede tratar con un alumno reacio

sin oponerse a su mente porque parte de ella está todavía de

parte de Dios. A pesar de los intentos del ego por ocultarla, esa

parte es todavía más poderosa que el ego, si bien éste no la re-

conoce. El Espíritu Santo la reconoce perfectamente porque se

trata de Si Propia morada. El lugar de la mente donde Él se siente

a gusto. Tú también te sientes a gusto ahí porque es un lugar de

paz, y la paz es de Dios.

El ego construyó el mundo tal como lo percibe, pero el

Espíritu Santo – el reintérprete de lo que el ego construyó – ve al

mundo como un recurso de enseñanza para llevarte a tu hogar.

El Espíritu Santo tiene que percibir el tiempo y re-

interpretarlo como eterno. Tiene que llevar a cabo su labor me-

diante el uso de opuestos porque tiene que operar para una

mente y con una mente que está en oposición. Haz todas las co-

rrecciones que tengas que hacer. Procura aprender y mantén

una actitud receptiva con respecto al aprendizaje.

Tú no creaste la verdad, pero la verdad puede hacerte libre.

Contempla todo tal como el Espíritu Santo lo contempla, y en-

Page 39: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

33

tiende todo tal como Él lo entiende. Su entendimiento evoca a

Dios en memoria de Jesús. Recuerda que Jesús es la manifesta-

ción del Espíritu Santo.

Él es tu Guía a la salvación porque recuerda el pasado y lo

que ha de venir, y lo trae al presente. Él mantiene ese regocijo en

tu mente con gran ternura, y solo te pide que lo incrementes

compartiéndolo en Nombre de Dios de modo que Su júbilo se in-

cremente en ti.

Hablábamos en la “Explicación” que: El objetivo del Espíritu

Santo es: Ayudarnos a escapar del mundo de los sueños, en-

señándonos cómo cambiar nuestra manera de pensar y cómo

corregir nuestros errores. El perdón es el recurso de aprendizaje

excelso que el Espíritu Santo utiliza para llevar a cabo ese cambio

en nuestra manera de pensar. Por el perdón aprendemos a co-

rregir nuestros errores de percepción, primeramente recono-

ciéndolos y después a pasarlos por alto, es decir, a perdonarlos.

Al mismo tiempo nos perdonamos al mirar más allá de los con-

ceptos distorsionados que tenemos de nosotros mismos y ver al

ser que Dios creó en nosotros como nosotros.

Aunque dedicaré un “Pilar” exclusivamente al perdón, me

gustaría hablar un poco del “Plan de Perdón del Espíritu Santo”.

La Expiación es la corrección o anulación de los errores. El

medio de la Expiación es el perdón. Y el mecanismo del perdón

son los milagros.

La Expiación es para todos porque es la forma de desvane-

cer la creencia de que algo pueda ser únicamente para ti. Perdo-

nar es pasar por alto. Mira, entonces, más allá del error, y no de-

jes que tu percepción se fije en él, pues, de lo contrario, creerás

lo que tu percepción te muestre. Acepta como verdadero sólo lo

Page 40: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

34

que tu hermano es (lo que realmente es), si quieres conocerte a

ti mismo. Percibe lo que él no es (lo que realmente no es), y no

podrás saber lo que eres porque lo estarás viendo falsamente,

Recuerda siempre que tu Identidad es una identidad compartida,

y que en eso reside Su realidad.

Tienes un papel que desempeñar en la Expiación, pero el

plan de la Expiación en sí está más allá de ti. No sabes cómo pa-

sar por alto los errores, pues, de lo contrario no los cometerías.

Creer que no los cometes, o que lo puedes corregir sin un Guía

cuyo propósito es corregirlos, no sería más que otro error. Y si no

sigues a ese Guía, tus errores no podrán ser corregidos. De la

sensación de limitación es de donde emanan todos los errores.

La forma de deshacerlos, por lo tanto, no procede de ti, sino que

es para ti.

La Expiación es una lección acerca de cómo compartir, que

se te da porque te has olvidado de cómo hacerlo. El Espíritu San-

to simplemente te recuerda el uso natural de tus capacidades. Al

reinterpretar la capacidad de atacar como la capacidad de com-

partir, Él transforma lo que tú inventaste en lo que Dios creó. Si

quieres alcanzar esto por medio de Él, no puedes contemplar tus

capacidades a través de los ojos del ego, o las juzgarás como él lo

hace. El daño que puedan ocasionar reside en el juicio del ego. El

beneficio que puedan aportar reside en el juicio del Espíritu San-

to.

El ego tiene también un Plan de perdón porque estás pi-

diendo uno, aunque no al maestro adecuado. El Plan del ego, por

supuesto, no tiene sentido y nunca será viable.

El perdón que se aprende de mí (dice Jesús) no se vale del

miedo para deshacer el miedo. Ni tampoco otorga realidad a lo

que es irreal para más tarde destruirlo. Perdonar a través del

Page 41: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

35

Espíritu Santo consiste simplemente en mirar más allá del error

desde un principio, haciendo que, de esta manera, nunca sea re-

al para ti. No dejes que ninguna creencia que afirme que el error

es real se infiltre en tu mente, o creerás también que para poder

ser perdonado tienes que deshacer lo que tú mismo has hecho.

Lo que no tiene efectos no existe, y para el Espíritu Santo los

efectos del error son inexistentes. Mediante la cancelación pro-

gresiva y sistemática de los efectos de todos los errores, en todas

partes y con respecto a todo, el Espíritu Santo enseña que el ego

no existe y lo demuestra.

Sigue, pues, las enseñanzas de perdón del Espíritu Santo

porque el perdón es Su función y Él sabe cómo llevarlo a cabo

perfectamente. Esto es (dice Jesús) lo que quise decir cuando di-

je que los milagros son naturales, y que cuando no ocurren es

que algo anda mal. Los milagros son simplemente la señal de que

estás dispuesto a seguir el plan de salvación del Espíritu Santo, y

de que reconoces que no sabes lo que dicho plan es. La función

que a Él le corresponde llevar a cabo no es lo que te corresponde

a ti, y a menos que aceptes esto, no podrás saber cuál es tu fun-

ción.

Criatura de Dios (dice Jesús), ¡mira! La realidad está aquí.

Te pertenece a ti, a mí y a Dios, y nos satisface completamente a

todos. Ser consciente de esto es lo único que sana porque es la

conciencia de la verdad.

Y lo demás son fantasías. ¿Qué podría ser temible si no las

fantasías? ¿Y quién recurre a las fantasías a menos que haya

perdido toda esperanza de poder encontrar satisfacción en la

realidad? Es indudable, no obstante, que jamás encontrarás sa-

tisfacción en fantasías, de manera que tu única esperanza es

cambiar de parecer con respecto a la realidad, más cuando la

Page 42: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

36

realidad alborea, las fantasías desaparecen, y esto es un hecho, y

es la verdad. Y la verdad es.

Veamos ahora otros aspectos del Espíritu Santo.

Si deseas creer en el error, tienes que otorgarle realidad

porque el error en sí no es real. Mas la verdad es real por dere-

cho propio, y para creer en ella no tienes que hacer nada.

Sólo hay una forma sensata de interpretar motivos. Y por

tratarse del juicio del Espíritu Santo, no requiere esfuerzo alguno

por tu parte. Todo pensamiento amoroso es verdadero. Todo lo

demás es una petición de ayuda y de curación, sea cual sea la

forma que adopte. Dejar de reconocer una petición de ayuda es

negarse a recibir ayuda.

No hay sino una sola manera de reaccionar ante la realidad

porque la realidad no suscita conflicto alguno. No hay sino un so-

lo Maestro de la realidad, el Cual entiende lo que ésta es. No in-

tentes “ayudar” a tu hermano a tu manera, pues no puedes ayu-

darte a ti mismo. La única reacción apropiada hacia un hermano

es apreciarlo.

Si deseas contemplar el amor, que es la realidad el mundo,

¿qué mejor cosa podrías hacer que reconocer en toda defensa

contra él la súplica de amor subyacente? ¿y de qué mejor mane-

ra podrías darte cuenta de su realidad que respondiendo a esa

súplica dando amor? De esta manera el Espíritu Santo reemplaza

el miedo por el amor y transforma el error en verdad. Y de esta

manera aprenderás de Él como reemplazar tu sueño de separa-

ción por el hecho innegable de la unidad.

Aunque es verdad que el Curso dice que el Espíritu Santo

siempre “enviará” gente para ayudarnos, el propósito último de

estas personas es guiarnos para que sepamos que la persona que

Page 43: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

37

más nos puede ayudar está dentro. Gracias a Dios que hay per-

sonas que pueden tomar nuestra mano y darnos sostén. Sin em-

bargo, la Fuente fundamental de consuelo siempre emanará de

adentro, pues es allí donde Dios ha puesto la Respuesta. Debo

hacer énfasis nuevamente en que este es un proceso lento. Si

vamos demasiado rápido, el miedo se tornará abrumador antes

de que hayamos desarrollado suficiente confianza en nosotros

mismos o en Dios. La confianza en nosotros está realmente en

saber que el Espíritu Santo está allí para prestarnos su apoyo. A

medida que progresamos y practicamos todas nuestras lecciones

diarias empezamos a reconocer que todos los milagros y cambios

que están ocurriendo no los hacemos nosotros. Ocurren a través

de nosotros, pero no los hacemos nosotros. Hay alguien que nos

está ayudando a lograrlo. Por eso es importantísimo, nos lo dice

el Curso, desarrollar una relación personal con Jesús o con el

Espíritu Santo, ¡o con los dos! pues ambos son nuestros Maes-

tros internos. Jesús es la manifestación del Espíritu Santo y am-

bos son una expresión del Amor de Dios por nosotros.

El Espíritu Santo es el mediador entre las ilusiones y la ver-

dad. El objetivo de las enseñanzas del Espíritu Santo es precisa-

mente acabar con los sueños. Si supieses cuánto anhela tu Padre

que reconozcas tu impecabilidad, no dejarías que Su Voz te lo pi-

diese en vano, ni le darías la espalda a lo que Él te ofrece para

reemplazar a todas las imágenes y sueños atemorizantes que tú

has forjado.

Desde el conocimiento, donde Dios lo ubicó, el Espíritu San-

to te exhorta a dejar que el perdón repose sobre tus sueños para

que puedas recobrar la cordura y la paz interior. Sin el perdón,

tus sueños seguirán aterrorizándote.

Page 44: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

38

Tú eres Su manifestación en este mundo. Tu hermano te

invoca para que seas Su Voz junto con él. Por sí solo no puede ser

el Ayudante del Hijo de Dios, pues por sí solo no tiene ninguna

función. Pero unido a ti es el resplandeciente Salvador del mun-

do, cuyo papel en la redención de éste, tú has completado.

El Espíritu Santo te enseña que: siempre te encuentras con-

tigo mismo y el encuentro es Santo porque tú lo eres.

Veamos final-mente cuatro aspectos que el Curso destaca

de una forma especial:

• Las lecciones del Espíritu Santo

• La invitación al Espíritu Santo

• La decisión a favor de Dios

• La oración final a tu amigo

La primera lección del Espíritu Santo es:

“Para poder tener, da todo a todos”

Así aprendes primero que tener se basa en dar, y no en ob-

tener.

La segunda lección es:

“Para tener paz, enseña paz para así aprender lo que es”

Luego aprendes que aprendes lo que enseñas, y que quie-

res aprender a estar en paz. Esta es la condición necesaria para

identificarte con el Reino, puesto que es la condición del Reino.

La tercera lección es:

“Mantente alerta sólo a favor de Dios y de Su Reino”

El tercer paso es un paso de protección para tu mente,

pues te permite identificarte sólo en el centro, donde Dios erigió

el altar a Si Mismo. Es pues una afirmación de lo que quieres cre-

er y requiere que estés dispuesto a abandonar todo lo demás. Si

Page 45: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

39

sigues al Espíritu Santo, Él te capacitará para que des este paso.

Tu vigilancia es señal de quieres que Él te guíe. Hasta ahora has

realizado enormes esfuerzos por conservar lo que inventaste

porque no es verdad. Por lo tanto, ahora tienes que canalizar to-

dos tus esfuerzos contra ello. Sólo esto puede eliminar la necesi-

dad de tener que esforzarte, e invocar al Ser que tienes y que

eres. Este reconocimiento no requiere ningún esfuerzo por tu

parte, puesto que ya es verdad, ni tampoco necesita protección.

Descansa en la perfecta seguridad de Dios. Por lo tanto, la inclu-

sión es total y la creación no tiene límites.

Decíamos anteriormente que esta es la invitación al Espíritu

Santo:

“Los pensamientos se expanden cuando se comparten”

“Cuántos más creen en ellos, más poderosos se tornan”

“Todo es una idea”

“¿Cómo, entonces, puede asociarse dar con perder?”

Demos comienzo a nuestro proceso de re-despertar con es-

tos conceptos simples.

Veamos ahora la “decisión en favor de Dios”:

Dios te encomendó Su Espíritu, y te pide que tú le enco-

miendes el tuyo. Es obvio que si te percatas de que si no te sien-

tes completamente dichoso es porque tú mismo así lo has deci-

dido. Por lo tanto, el primer paso en el proceso de des-

hacimiento es reconocer que decidiste equivocadamente a sa-

biendas, pero con igual empeño puedes decidir de otra manera.

Sé muy firme contigo mismo con respecto a esto, y mantente

plenamente consciente de que el proceso de des-hacimiento,

que no procede de ti, se encuentra no obstante en ti porque Dios

lo puso ahí.

Page 46: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

40

Tu papel consiste simplemente en hacer que tu pensamien-

to retorne al punto en que se cometió el error, y en entregárselo

allí a la Expiación en paz. Repite para tus adentros lo que sigue a

continuación tan sinceramente como puedas, recordando que el

Espíritu Santo responderá de lleno a tu más leve invitación:

“Debo haber decidido equivocadamente porque no estoy

en paz”

“Yo mismo tomé esa decisión, por lo tanto, puedo tomar

otra”

“Quiero tomar otra decisión porque deseo estar en paz”

“No me siento culpable porque el Espíritu Santo, si se lo

permito, anulará todas las consecuencias de mi decisión equivo-

cada”

“Elijo permitírselo, al dejar que Él decida en favor de Dios

por mí”

Por eso que nuestra oración sea:

“Espíritu Santo decide en favor de Dios por mí”

Y por último, y con esto termino, dedicamos la última ora-

ción del Libro de Ejercicios, a nuestro Amigo el Espíritu Santo.

Como dice el Curso “Este curso es un comienzo, no un final.

Tu amigo te acompaña, no estás solo. Nadie puede llamarlo en

vano. Sean cuales sean tus problemas, ten por seguro que él tie-

ne la solución y que gustosamente te la dará sólo con que te diri-

jas a Él y se lo pidas. Él sabe cómo solventar todos los problemas

y aclarar todas las dudas. Su certeza es tuya. Tan sólo necesitas

pedírsela, para que te sea dada.”

Y dile:

“Te entrego este instante santo.

Page 47: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

41

Sé tú quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, segu-

ro de que tu dirección me brindará paz.”

“Y si necesito una palabra de aliento, Él me la dará. Si nece-

sito un pensamiento, Él me lo dará también. Y si lo que necesito

es quietud y una mente receptiva y serena, ésos serán los regalos

que de Él recibiré. Él está a cargo a petición mía. Y me oirá y con-

testará porque Él habla en Nombre de Dios mi Padre y de Su San-

to Hijo”

Por eso, que nuestra oración constante sea:

“Espíritu Santo, decide en favor de Dios por mí”

Page 48: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

42

Page 49: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

43

2. La Unicidad

Decíamos anteriormente que:

“La unicidad es otro aspecto fundamental de Dios. “UCDM”

la define como: “La calidad, estado o hecho de ser uno.”

Todos somos uno en Dios. Dios es Uno. La Santísima trini-

dad es Una. El Hijo de Dios es Uno. La Filiación es una. La Crea-

ción es Una.

Aquellos que saben que son uno con Dios, lo son todo, y

jamás se les puede negar ningún milagro. Separados de Dios no

somos nada.”

“El Nombre de Dios es nuestra salvación y la manera de es-

capar de lo que nosotros mismos hemos hecho. Su Nombre nos

une en la unicidad que es nuestra herencia y nuestra paz.” (L.E.L.

184. 15-7,15-8.p.372).

“La Unicidad de Dios y la nuestra no están separadas por-

que Su Unicidad incluye la nuestra. Unirte a mí (dice Jesús) es

restituir Su poder en ti toda vez que es algo que compartimos. Te

ofrezco únicamente el reconocimiento de Su poder en ti. Pero en

eso radica toda la verdad. A medida que tú y yo nos unimos, nos

unimos a Él. ¡Gloria a la unión de Dios con Sus santos Hijos! Toda

gloria reside en ellos porque están unidos. La voluntad indivisa

de la Filiación – la Voluntad de Dios – es el creador perfecto, por

ser completamente semejante a Dios. (T.C.8.V.p.162)

“Debe observarse con especial atención que Dios tiene so-

lamente un Hijo. Si todas las creaciones de Dios son Hijos Suyos,

cada una de ellas tiene que ser parte integral de toda la Filiación.

La Filiación, en su unicidad, transciende la suma de sus Partes.

Este hecho, no obstante, queda velado mientras falte una sola de

ellas. Por eso es por lo que, en última instancia, el conflicto no se

Page 50: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

44

puede resolver hasta que todas las partes de la Filiación hayan

retornado. Sólo entonces podrá comprenderse lo que, en el ver-

dadero sentido de la palabra, significa la plenitud. Cualquier par-

te de la Filiación puede creer en el error o en la incompleción si

así lo elige. Sin embargo, si lo hace, estará creyendo en la exis-

tencia de algo que no existe. Lo que corrige este error es la Ex-

piación”. (T.C.2.VII.p.36).

“La unidad es simplemente la idea de que Dios es. Y en Su

Ser, Él abarca todas las cosas. Ninguna mente contiene nada que

no sea Él. Decimos “Dios es”, y luego guardamos silencio, pues

en ese conocimiento las palabras carecen de sentido, pues la

unidad no puede sino encontrarse aquí. No hay necesidad de cla-

rificar más lo que nadie en el mundo puede entender. Cuando la

revelación de tu unidad tenga lugar, lo sabrás y lo comprenderás

plenamente. Y ahora pedimos que se nos conceda la gracia, el

último regalo que la salvación puede otorgar. La experiencia que

la gracia proporciona es temporal, pues la gracia es un preludio

del Cielo, pero sólo reemplaza a la idea de tiempo por un breve

lapso.” (L.E.L.169.p.345)

Repentinamente, surgió de la nada un aparente pensa-

miento en la mente de uno de los Hijos de Dios: ¿Puede haber un

opuesto a aquello que es? Un componente-Hijo, una parte del

Todo, quería tener la experiencia de ser el Todo, la Fuente de to-

do ser, y quería negar y reemplazar a nuestra Fuente. Esta locu-

ra, esta diminuta idea loca se difundió como un rayo láser a

través de toda la Filiación como un virus infeccioso. Incluso en

este vacío, permaneció en la Filiación la conciencia de que no

podíamos hacer esto en realidad, aunque podíamos creer que

estábamos en una dimensión alterna y para “entronizar” todo

esto tuvimos que “abandonar” el reino.

Page 51: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

45

Casi todas las religiones del mundo contienen una historia o

un mito que procura describir el origen del mundo y nuestro

propósito de estar aquí. El Curso también tiene una estructura

mítica, y refleja la historia de cómo una parte del Hijo de Dios se

quedó dormida. Fue nuestro “fracaso” progresivo en despertar

del sueño de rebelión lo que puso en movimiento el “drama”

cósmico que “culminó” en la fabricación del universo físico.

Parece ser que tres grupos de pensamientos-forma opacas

“parecían” estar surgiendo: un grupo de Luz, la manifestación del

Espíritu Santo de Dios, un grupo sombrío que contenía el pensa-

miento original de separación con el cual se identificaba; y final-

mente un grupo intermedio, atrapado entre los dos, y quienes se

encargaron de defender a Dios y derrotar a los sombríos. Luego

comenzaron los sombríos a proyectar hacia el exterior desde sus

mentes el pensamiento de su gran experimento (experimento

del que los sombríos se consideraban “vencedores” porque no

ha habido “reacción” de la Fuente y no podía haberla porque en

lo Real nada aconteció dado que “Nada Real puede ser amena-

zado”) A su vez los intermedios, los supuestos defensores de

Dios, lanzaron un pensamiento de luz para contrarrestar ese

pensamiento de obscuridad. Al “hacerlo” “tuvo” lugar la forma-

ción del cosmos, como una gran explosión. Y así comenzó la “his-

toria”.

Mientras tanto el grupo de Luz manifestaba que no se pod-

ían oponer a nada porque su verdadera naturaleza es el amor, y

el amor ni condena ni se opone.

Una parte de las mentes que habían considerado ese pen-

samiento, estaba experimentando sus efectos ahora. Eso es todo

lo que ha sucedido. Nada más. Aunque ese pensamiento y sus

Page 52: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

46

efectos parecen “muy reales”, tu verdadero estado de ser – espí-

ritu, aunado con Dios – es la única Realidad.

¿Y cuáles han sido los efectos? La conciencia – el nivel de la

percepción – fue la primera división que se introdujo en la mente

después de la separación. La conciencia pertenece al ámbito del

ego. El ego es un intento erróneo de la mente de percibirte tal

como deseas ser, en vez de cómo realmente eres.

La capacidad de percibir hizo que el cuerpo fuese posible,

ya que tienes que percibir algo y percibir con algo. El ego, en sí,

es el pensamiento de la separación.

La mente errada es el ámbito del ego. Igual que la mente

correcta es el hogar del Espíritu Santo. La meta de la mente erra-

da del ego es perpetuar el síndrome original de pecado – culpa –

miedo.

La culpa se puede definir como la experiencia de haber pe-

cado. Tan pronto nos sentimos culpables, es imposible no creer

que seremos castigados por las cosas terribles que creemos

haber hecho, lo cual exigirá castigo. Ante el castigo sentimos

miedo.

Esto no tiene nada que ver con Dios como Él es, puesto que

Dios es solo Amor.

Y aquí comienza un “curioso” proceso. Ante el terror por el

miedo pedimos ayuda al ego, a lo que contesta: “que lo repri-

mamos o neguemos”

Pero como esto no funciona, el terror sigue ahí (debajo de

la “alfombra”). Volvemos a pedir ayuda y la nueva contestación:

“proyéctalo fuera de ti a otra persona”

A su vez, la forma de separarnos de alguien, una vez que le

hemos “adjudicado” nuestros pecados, es atacándolo o ponién-

Page 53: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

47

donos furiosos con él. Esta necesidad de proyectar nuestra culpa

es la causa básica de toda ira. Aunque en realidad es la forma de

aferrarnos más a ella. Al ego le atrae mucho sentirse culpable.

Nos dice: “Busca pero no halles”

Es este ciclo de culpa y ataque lo que hace funcionar este

mundo; no es el amor.

El Amor es el mundo de Dios y es posible reflejar ese Amor

en este mundo.

Un ciclo secundario que se establece es el ciclo de ataque-

defensa: una vez que creo que soy culpable y proyecto mi culpa

hacia ti y te ataco, creeré que mi culpa exigirá castigo. Y que me-

rezco que me ataquen por lo que debo defenderme contra tu

ataque.

Y así estoy reforzando el hecho mismo de que soy culpable.

El propósito de todas las defensas es proteger o defendernos

contra nuestro miedo.

Y todo esto hay que deshacerlo.

Y lo haremos por el medio del perdón, y con la ayuda del

Maestro de la Realidad – el Espíritu Santo – . Entreguémosle to-

do y Él nos sanará con sus milagros.

Por eso Espíritu Santo, perdón y milagros van de la mano.

Y este es todo el proceso de separación-salvación para vol-

ver a la Unicidad de Dios.

Padre, Tu Nombre nos une en la Unicidad que es nuestra

herencia y nuestra paz. Amén.

Page 54: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

48

Page 55: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

49

3. Los Milagros

El milagro es una corrección. El milagro suprime la percep-

ción falsa. Es un cambio de percepción. El milagro es perdón. El

milagro es un medio para la salvación.

El milagro es un cambio interno que puede tener reflejo ex-

terno.

¿Qué es un milagro?

“El más santo de todos los lugares de la Tierra es aquel

donde un viejo odio se ha convertido en un amor presente”. Eso

es un milagro.

Si cambiamos nuestra percepción de odio a una percepción

de amor. Eso es un milagro.

La corrección de la forma como el ego mira a cómo mira el

Espíritu Santo. Eso es un milagro.

No cambiamos al mundo o a otra persona. Cambiamos

nuestros pensamientos sobre el mundo o cambiamos nuestra

forma de mirar a otra persona. Eso es un milagro.

Cada azucena de perdón le ofrece al mundo el silencioso

milagro del amor.

Los milagros ocurren naturalmente como expresiones de

amor. El verdadero milagro es el amor que los inspira. Todo lo

que procede del amor es un milagro.

La oración es el vehículo de los milagros. Por medio de la

oración se recibe amor. Por medio de los milagros se expresa

amor.

Todos los días deberían consagrarse a los milagros. Consa-

gremos cada día a los milagros.

Page 56: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

50

En el proceso de separar lo falso de lo verdadero, el milagro

procede de acuerdo con lo siguiente:

El amor perfecto expulsa al miedo.

Si hay miedo,

es que no hay amor perfecto.

Mas:

Sólo el amor perfecto existe.

Si hay miedo,

este produce un estado que no existe:

Cree esto y serás libre. Sólo Dios puede establecer esta so-

lución, y esta fe es Su Don.

La confusión de los impulsos milagrosos con los impulsos

físicos, es una de las distorsiones básicas de la percepción. Los

impulsos físicos son impulsos milagrosos mal canalizados.

Ofrecérselos al Espíritu Santo y el milagro de realizará.

No hay grados de dificultad en los milagros. No hay ninguno

que sea más “difícil” o más “grande” que otro. Todos son Iguales.

Todas las expresiones de amor son máximas. Y eso es un milagro.

Los milagros – de por sí – no importan. Lo único que impor-

ta es su Origen, el cual está más allá de toda posible evaluación.

Todos los milagros significan vida, y Dios es el Dador de la

vida.

Los milagros son hábitos, y deben ser involuntarios. No de-

ben controlarse conscientemente. Los milagros seleccionados

conscientemente pueden proceder de un falso asesoramiento.

Los milagros son naturales. Cuando no ocurren es que algo

anda mal.

Page 57: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

51

Los milagros curan porque suplen una falta; los obran aque-

llos que temporalmente tienen más para aquellos que tempo-

ralmente tienen menos.

Los milagros son una especie de intercambio. Como toda

expresión de amor, que en el auténtico sentido de la palabra es

siempre milagrosa, dicho intercambio invierte las leyes físicas.

Brindan más amor tanto al que da como al que recibe.

Los milagros son pensamientos. Los pensamientos pueden

representar el nivel inferior o corporal de experiencia, o el nivel

superior o espiritual de experiencia. Uno de ellos da lugar a lo

físico. El otro crea lo espiritual.

Los milagros son recursos de enseñanza para demostrar

que dar es tan bienaventurado como recibir. Aumentan la forta-

leza del que da y simultáneamente le dan fortaleza al que recibe.

Los milagros transcienden al cuerpo. Son cambios súbitos al

dominio de lo invisible, más allá del nivel corporal. Por eso es por

lo que curan.

El milagro es un servicio. Es el máximo servicio que le pue-

des prestar a otro. Es una manera de amar al prójimo como a ti

mismo, en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la

de él.

Los milagros hacen que las mentes sean una con Dios. Se

basan en la cooperación porque la Filiación es la suma de todo lo

que Dios creó. Los milagros reflejan, por lo tanto, las leyes de la

eternidad, no las del tiempo.

Los milagros despiertan nuevamente la conciencia de que

el espíritu, no el cuerpo, es el altar de la verdad. Este reconoci-

miento es lo que confiere al milagro su poder curativo.

Page 58: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

52

Los milagros son expresiones naturales de perdón. Por me-

dio de los milagros aceptas el perdón de Dios al extendérselo a

otros.

El mecanismo del perdón es el milagro, el cual se define

como la corrección de nuestra manera equivocada de pensar y

percibir, al pasar del juicio, la condenación y los resentimientos

al perdón y la unión.

El milagro no hace nada. Lo único que hace es des-hacer y

de este modo, cancela la interferencia a lo que se ha hecho. No

añade nada, sino que simplemente elimina. Y lo que elimina hace

mucho que desapareció, pero puesto que se conserva en la me-

moria, sus efectos parecen estar teniendo lugar ahora.

Sinónimo de la palabra milagro son perdón, Expiación, cu-

ración, salvación y percepción verdadera. Todos estos términos

son virtualmente intercambiables entre sí.

Deshacer el miedo es un aspecto esencial del poder expia-

torio de los milagros.

El Espíritu Santo es el mecanismo de los milagros. Él reco-

noce las creaciones de Dios así como tus ilusiones. Separa lo ver-

dadero de lo falso mediante Su capacidad para percibir total-

mente en vez de selectivamente.

Yo (dice Jesús) inspiro todos los milagros, que en realidad

son intercesiones. Interceden en favor de tu santidad y santifican

tus percepciones. Al ubicarte más allá de las leyes físicas te ele-

van a la esfera del orden celestial. En ese orden tú eres perfecto.

El milagro se une a la Expiación al poner a la mente al servi-

cio del Espíritu Santo.

Y la Expiación – la profesión natural de los Hijos de Dios – es

el propósito de los milagros.

Page 59: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

53

El próposito del milagro es elevar el nivel de comunicación.

Un milagro es el acto de un Hijo de Dios que ha abandona-

do a todos los dioses falsos y exhorta a sus hermanos a que

hagan lo mismo.

Los milagros son simplemente la transformación de la ne-

gación en verdad.

Así como los milagros te unen a tus hermanos en este

mundo, tus creaciones establecen tu paternidad en el cielo.

Los milagros dan testimonio de que eres bendito: si perdo-

nas completamente es porque has abandonado la culpabilidad,

al haber aceptado la Expiación y haber dado cuenta de que eres

inocente.

El milagro es el reconocimiento de que esto es verdad.

Donde hay amor allí lo encuentras. Pero en donde lo que

hay es una petición de amor, tú tienes que darlo en razón de lo

que eres. El milagro es el medio.

Los milagros son los instantes de liberación que ofreces y

que recibirás.

Los milagros te capacitan para curar a los enfermos y resu-

citar a los muertos porque tanto la enfermedad como la muerte

son invenciones tuyas, y, por lo tanto, las puedes abolir. Tú mis-

mo eres un milagro, capaz de crear a semejanza de tu Creador.

Todo lo demás no es más que tu propia pesadilla y no existe.

Sólo las creaciones de luz son reales.

Los milagros son parte de una cadena eslabonada de

perdón que una vez completa, es la Expiación. La Expiación opera

todo el tiempo y en todas las dimensiones del tiempo.

Page 60: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

54

Los milagros representan tu liberación del miedo. “Expiar”

significa “des-hacer”. Deshacer el miedo es un aspecto esencial

del poder expiatorio de los milagros.

Los milagros le devuelven a la mente su llenura. Al expiar su

sensación de carencia, establecen perfecta protección. La forta-

leza del espíritu no da cabida a intromisiones.

El milagro elimina el error porque el Espíritu Santo lo identi-

fica como falso o irreal. Esto es lo mismo que decir que al perci-

birse la luz, la obscuridad desaparece automáticamente.

El contenido perceptual de los milagros es la plenitud. De

ahí que puedan corregir o redimir la errada percepción de caren-

cia.

Los milagros son expresiones de una conciencia interna de

Cristo y de haber aceptado Su Expiación.

Y como final, el milagro es una corrección. No crea, ni cam-

bia realmente nada en absoluto. Simplemente contempla la de-

vastación y le recuerda a la mente que lo que ve es falso. Corrige

el error, mas no intenta ir más allá de la percepción, ni exceder la

función del perdón.

En el milagro reside el don de la gracia, pues se da y se re-

cibe como uno. Y así, nos da un ejemplo de lo que es la ley de la

verdad, que el mundo no acata porque no la entiende.

El perdón es la morada de los milagros. Los ojos de Cristo se

los ofrecen a todos los que Él contempla con misericordia y con

amor. La percepción queda corregida ante Su vista, y aquello cu-

yo propósito era maldecir tiene ahora el de bendecir.

Al principio el milagro se acepta mediante la fe, porque pe-

dirlo implica que la mente está lista para concebir aquello que no

puede ver ni entender. No obstante, la fe convocará a sus testi-

Page 61: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

55

gos para demostrar que aquello en lo que se basa realmente

existe.

Los milagros son como gotas de lluvia regeneradora que

caen del cielo sobre un mundo árido y polvoriento, al cual criatu-

ras hambrientas y sedientas vienen a morir. Ahora el mundo tie-

ne agua y está lleno de verdor. Y brotan por doquier señales de

vida para demostrar que lo que nace jamás puede morir, pues lo

que tiene vida es inmortal.

Page 62: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

56

Page 63: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

57

4. La Expiación

La Expiación es sencillamente la corrección o anulación de

los errores.

Al principio era el amor y la Expiación fue un acto de amor.

Expiar significa “des-hacer”. Des-hacer el miedo es un as-

pecto esencial del poder expiatorio de los milagros.

La Expiación es el precio de ser consciente de tu plenitud.

Aún así tienes que invertir en ello no con dinero sino con espíri-

tu, porque el espíritu es voluntad y la voluntad es el “precio” del

reino.

El Espíritu Santo expía en todos nosotros des-haciendo y de

esta manera te libera de la carga que le has impuesto a tu men-

te.

La Expiación – el último milagro – es un remedio y cualquier

clase de curación es su resultado.

Cuando la mente separada del Hijo de Dios quedó atrapada

en un sueño, Dios dijo: Mi Hijo ha quedado dormido, hay que

despertarlo. Y dio, inmediatamente, Su Respuesta, con el único

medio de Escape, el verdadero Ayudante, Su Voz, Su Espíritu

Santo. El cual es el Protector, el Sanador, el Guía, la Salvación a la

cual se llega con los sueños felices de perdón, así fue el principio

de la Expiación.

El principio de la Expiación le fue dado al Espíritu Santo mu-

cho antes de que Jesús lo pusiese en marcha.

Los milagros son parte de una cadena eslabonada de

perdón que, una vez completa, es la Expiación. La Expiación ope-

ra todo el tiempo y en todas las dimensiones del tiempo.

Page 64: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

58

Jesús está a cargo del proceso de Expiación, que emprendió

para darle comienzo.

Los perdonados son el medio de la Expiación.

Jesús dice: Yo soy la Expiación.

El propósito de la Expiación es devolvértelo todo, o más

bien, devolvérselo a tu conciencia.

Cuando la Expiación se haya completado, todos los Hijos de

Dios compartirán todas las aptitudes.

Solo puedes aceptar la Expiación dentro de ti liberando la

luz interior.

Para que la eficacia de la Expiación sea perfecta, a ésta le

corresponde estar en el centro del altar interior, desde donde

subsana la separación y restituye la plenitud de la mente.

El que todos acepten la Expiación es solo cuestión de tiem-

po.

La Expiación es la única ofrenda digna de ser ofrecida en el

altar de Dios, debido al valor que el altar en sí tiene.

Los Hijos de Dios tienen que aprender a ver el mundo como

un medio para poner fin a la separación. La Expiación es la ga-

rantía de que finalmente lo lograrán.

La única responsabilidad del obrador de milagros es aceptar

la Expiación para sí mismo.

Cuando tienes miedo te has colocado a ti mismo en una po-

sición en la que necesitas la Expiación. Has actuado sin amor, al

haber elegido sin amor. Esta es la situación por la que se insti-

tuyó la Expiación.

Page 65: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

59

La Expiación te enseña como escapar para siempre de todo

lo que te has enseñado a ti mismo en el pasado al mostrarte úni-

camente lo que eres ahora.

El perdón es el medio de la Expiación. El mecanismo del

perdón es el milagro. Expiación, perdón, milagro, curación, salva-

ción y percepción verdadera son sinónimos.

Mi papel (dice Jesús) en la Expiación es cancelar todos los

errores que de otro modo tú no podrías corregir.

Cuando se te haya restituido la conciencia de tu estado ori-

ginal pasarás naturalmente a formar parte de la Expiación.

Yo soy (dice Jesús) el único que puede obrar milagros im-

parcialmente porque yo soy la Expiación. Tú tienes un papel en la

Expiación que yo te dictaré. Pregúntame qué milagros debes lle-

var a cabo. Ello te ahorrará esfuerzos innecesarios porque es-

tarás actuando bajo comunicación directa.

En realidad, sólo el error es vulnerable. Eres libre de esta-

blecer tu reino donde mejor te parezca, pero no puedes sino ele-

gir acertadamente si recuerdas esto:

“El espíritu está eternamente en estado de gracia.

Tu realidad es únicamente espíritu.

Por lo tanto, estás eternamente en estado de gracia”.

Desde este punto de vista, la Expiación deshace todos los

errores, y de esta forma extirpa las raíces del temor. Cada vez

que experimentas las palabras tranquilizadoras de Dios como

una amenaza, es siempre porque estás defendiendo una lealtad

mal situada o desencaminada.

Por lo tanto, ¡acepta la Expiación para ti mismo, pues aún

eres tal como Dios te creó!

Page 66: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

60

La naturaleza impersonal del milagro se debe a que la Ex-

piación en sí es una, lo cual une a todo lo creado con su Creador.

La Expiación es la única defensa que no puede usarse des-

tructivamente porque no es un recurso que tú mismo hayas in-

ventado. El principio de la Expiación estaba en vigor mucho antes

de que ésta comenzara.

La Expiación es la lección final.

La Expiación es el medio a través del cual puedes liberarte

del pasado a medida que avanzas. La Expiación desvanece los

errores que cometiste en el pasado, haciendo de este modo in-

necesario el que sigas volviendo sobre tus pasos sin avanzar

hacia tu retorno.

La Expiación es un compromiso total. Puede que aún aso-

cies esto con perder, equivocación ésta que todos los Hijos de

Dios separados cometen de una u otra forma.

La Expiación es para todos, porque es la forma de desvane-

cer la creencia de que algo pueda ser únicamente para ti. Perdo-

nar es pasar por alto. Mira, entonces, más allá del error, y no de-

jes que tu percepción se fije en él, pues, de lo contrario, creerás

lo que tu percepción te muestre.

La Expiación es una lección acerca de cómo compartir, que

se te da porque te has olvidado de cómo hacerlo.

Todos los sanadores no sanados siguen de una u otra forma

el plan de perdón del ego.

Un terapeuta no cura, sino que deja que la curación ocurra

espontáneamente. El Espíritu Santo es el único terapeuta.

Page 67: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

61

Y tú moras en paz cuando así lo decides. Pero no puedes

morar en paz a menos que aceptes la Expiación porque la Expia-

ción es el camino que conduce a la paz.

Cuando aceptas la inocencia de un hermano ves la Expia-

ción en él. Su inocencia es tu Expiación.

La Expiación se vuelve real y visible para los que la ponen

en práctica. Ésa es tu única función en la Tierra, y debes apren-

der que eso es lo único que te interesa aprender. Hasta que no lo

aprendas te sentirás culpable, pues en última instancia y sea cual

fuere la forma en que tu culpabilidad se manifieste, ésta procede

de no llevar a cabo tu función en la Mente de Dios con toda tu

mente.

La Expiación fue establecida como un medio de restaurar la

inocencia en las mentes que la habían negado, y que, por lo tan-

to, se habían negado el Cielo así mismas. La Expiación te muestra

la verdadera condición del Hijo de Dios.

Todo el mundo tienen un papel especial en la Expiación,

pero el mensaje que se le da a cada uno de ellos es siempre el

mismo: El Hijo de Dios es inocente. Cada uno enseña este mensa-

je de modo diferente, y lo aprende de modo diferente.

Aquí todos estamos unidos en la Expiación, y no hay nada

más en este mundo que pueda unirnos. Así es como desapare-

cerá el mundo de la separación, y como se restablecerá la plena

comunicación entre Padre e Hijo.

Lleva la inocencia a la luz en respuesta a la llamada de la

Expiación. Nunca permitas que la pureza permanezca oculta, sino

que, por el contrario, descorre con tu luz los pesados velos de la

culpabilidad tras los cuales el Hijo de Dios se ha ocultado a sí

mismo de sus propios ojos.

Page 68: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

62

Los maestros de la inocencia, cada uno a su manera, se han

unido para desempeñar el papel que les corresponde en el pro-

grama de estudios unificado de la Expiación.

Todo aquel a quien liberes de la culpabilidad te mostrará tu

inocencia. El círculo de la Expiación es infinito.

¡Que la paz sea, pues, con todos los que se convierten en

maestros de paz! Pues la paz es el reconocimiento de la pureza

perfecta, de la que nadie está excluido. Dentro de su santo círcu-

lo se encuentran todos los que Dios creó como Su Hijo. Mora a

mi lado dentro de él, como maestro de la Expiación y no de la

culpabilidad.

La crucifixión no jugó ningún papel en le Expiación. Sólo la

Resurrección lo hizo y esa fue mi contribución. La resurrección es

el símbolo de la liberación de la culpabilidad por medio de la ino-

cencia. Tú crucificarías a todo aquel a quien percibas como cul-

pable. Mas le devuelves la inocencia a todo a aquel a quien con-

sideras inocente. La crucifixión es siempre la meta del ego, que

considera a todo el mundo culpable, y mediante su condenación

procura matar. El Espíritu Santo sólo ve inocencia, y mediante Su

dulzura Él desea liberarte del miedo y re-establecer el reino del

amor.

A todo aquel que ves, o bien lo ubicas dentro del santo

círculo de la Expiación, o bien lo dejas afuera juzgándolo como

que merece ser crucificado o redimido. Si lo incluyes dentro del

círculo de pureza, descansarás allí con él. Si lo excluyes, te que-

das afuera con él.

La Expiación no te hace santo. Fuiste creado santo. La Ex-

piación lleva simplemente lo que no es santo ante la santidad; o,

en otras palabras, lo que inventaste ante lo que eres. Llevar las

Page 69: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

63

ilusiones ante la verdad, o el ego ante Dios, es la única función

del Espíritu Santo.

Acepto la Expiación para mi mismo. Con esto se acaban to-

das las decisiones, pues con esta lección llegamos a la decisión

de aceptarnos a nosotros mismos tal como Dios nos creó.

La Expiación pone fin a la extraña idea de que es posible

dudar de ti mismo y no estar seguro de lo que realmente eres.

Nada de lo que el mundo cree es verdad, pues el mundo es

un lugar cuyo propósito es servir de hogar para que aquellos que

dicen no conocerse a sí mismos, puedan venir a cuestionar lo

que son, y seguirán viniendo hasta que se acepte la Expiación y

aprendan que es imposible dudar de uno mismo, así como no ser

consciente de lo que se es (vivo por lo que soy y soy por lo que

vivo) (soy lo que soy y no lo que me imagino ser)

Esto es lo que la Expiación enseña, y lo que demuestra que

la unidad del Hijo de Dios no se ve afectada por su creencia de

que no sabe lo que es. Acepta hoy la Expiación, no para cambiar

la realidad sino simplemente para aceptar la verdad de lo que

eres y luego sigue tu camino regocijándote en el infinito Amor de

Dios.

“Acepto la Expiación para mi mismo,

pues aún soy tal como Dios me creó”.

El Espíritu Santo es el principio de la Expiación, la cual cons-

tituye la corrección a nuestra creencia de que la separación de Él

fue real. A través del Espíritu Santo en nuestras mentes, la Expia-

ción espera porque la aceptemos, lo cual se logrará por medio

del perdón.

“Tener plena conciencia de la Expiación es, por lo tanto, re-

conocer que la separación nunca tuvo lugar”.

Page 70: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

64

La curación y la Expiación no están relacionados. Son lo

mismo. No hay grados de dificultad en los milagros porque no

hay grados de Expiación.

Acepta la Expiación y te curarás. La Expiación es la palabra

de Dios. Acepta Su Palabra, y ya no quedará nada que pueda dar

lugar a la enfermedad. Acepta Su Palabra y todo se habrá reali-

zado. Perdonar es curar. El maestro de Dios ha decidido que

aceptar la Expiación para sí mismo es su única función.

Juzgar al Hijo es limitar a su Padre. Sin embargo, esto no se

comprenderá hasta que el maestro de Dios reconozca que juzgar

y limitar no son sino un mismo error. Con esto recibe la Expia-

ción, pues deja de juzgar al Hijo de Dios y lo acepta tal como el

Padre lo creó. Ahora él puede decir con Dios: “Éste es mi Hijo

amado, que fue creado perfecto y que permanecerá así eterna-

mente”

Por eso, que sea mi oración permanente:

“Aceptaré la Expiación para mí mismo,

pues aún soy tal como Dios me creó”.

Page 71: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

65

5. El instante santo

El objetivo del ego es la muerte, que es su propio fin. Mas

el objetivo del Espíritu Santo es la vida, la cual no tiene fin. El

Espíritu Santo quiere desvanecer todo esto ahora. No es el pre-

sente lo que da miedo, sino el pasado y el futuro, mas éstos no

existen.

Cada instante es un nacimiento inmaculado y puro en el

que el Hijo de Dios emerge del pasado al presente, y el presente

(el aquí y ahora) se extiende eternamente.

Es posible aprender el Curso inmediatamente, a no ser que

creas que lo que Dios dispone requiere tiempo. Y esto sólo pue-

de significar que prefieres seguir demorando reconocer el hecho

de que lo que Su voluntad dispone ya se ha cumplido. El instante

santo es este mismo instante y cada instante. El que deseas que

sea santo, lo es. El que no deseas que lo sea, lo desperdicias. En

tus manos está decidir qué instante ha de ser santo.

¿Puedes imaginarte lo que sería no tener inquietudes, pre-

ocupaciones ni ansiedades de ninguna clase, sino simplemente

gozar de perfecta calma y sosiego todo el tiempo? Ése es, no

obstante, el propósito del tiempo: aprender justamente eso y

nada más. El Espíritu Santo usa el tiempo a Su manera, y no está

limitado por él.

Esta lección no requiere tiempo para aprenderse, pues,

¿qué es el tiempo sin pasado ni futuro? El que te hayas desca-

rriado tan completamente ha requerido tiempo, pero ser lo que

eres no requiere tiempo en absoluto. Empieza a usar el tiempo

tal como lo hace el Espíritu Santo: como un instrumento de en-

señanza para alcanzar paz y felicidad.

Page 72: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

66

Elige este preciso instante, ahora mismo, y piensa en él

como si fuese, todo el tiempo que existe. En él nada del pasado

te puede afectar, y es en él donde te encuentras completamente

absuelto, completamente libre y sin condenación alguna. Desde

este instante santo donde tu santidad nace de nuevo, seguirás

adelante en el tiempo libre de todo temor y sin experimentar

ninguna sensación de cambio con el paso del tiempo.

El tiempo es inconcebible sin cambios, mas la santidad no

cambia. Aprende de este instante algo más que el simple hecho

de que el infierno no existe. En este instante redentor reside el

Cielo. Y el Cielo no cambiará, pues nacer al bendito presente es

librarse de los cambios.

Más nunca le podrás dar al Espíritu Santo ese instante san-

to a favor de tu liberación, mientras no estés dispuesto a dárselo

a tus hermanos a favor de la suya.

Si sientes la tentación de desanimarte pensando cuánto

tiempo va a tomar poder cambiar de parecer tan radicalmente,

pregúntate a ti mismo: “¿Es mucho un instante?”. ¿No le ofrecer-

ías al Espíritu Santo un intervalo de tiempo tan corto para tu

propia salvación? Él no te pide más, pues no tiene necesidad de

nada más.

Cuando te sientas tentado de atacar a un hermano, recuer-

da que su instante de liberación es el tuyo. Los milagros son los

instantes de liberación que ofreces y que recibirás. Dan testimo-

nio de que estás dispuesto a ser liberado y a ofrecerle el tiempo

al Espíritu Santo a fin de que Él lo use para sus propósitos.

¿Cuánto dura un instante? Dura tan poco para tu hermano

como para ti. Practica conceder ese bendito instante de libertad

a todos aquellos que están esclavizados por el tiempo, haciendo

Page 73: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

67

así que para ellos éste se convierta en su amigo. Mediante tu da-

ción, el Espíritu Santo te da a ti el bendito instante que tú les das

a tus hermanos. Si ofreces santidad, no puedes sino ser santo.

¿Cuándo dura un instante? Dura el tiempo que sea necesa-

rio para restablecer la perfecta cordura, la perfecta paz y el per-

fecto amor por todo el mundo, por Dios y por ti; el tiempo que se

necesario para recordar la inmortalidad y a tus creaciones inmor-

tales que la comparten contigo; el tiempo que sea necesario pa-

ra intercambiar el infierno por el cielo, dura el tiempo suficiente

para que puedas transcender todo lo que el ego ha hecho y as-

cender hasta tu Padre.

El tiempo es tu amigo si lo pones a la disposición del Espíri-

tu Santo. Él necesita muy poco para restituirte todo el poder de

Dios. Aquel que transciende el tiempo por ti, entiende cuál es el

propósito del tiempo. La santidad no radica en el tiempo, sino en

la eternidad. Jamás hubo un solo instante en el que el Hijo de

Dios pudiese haber perdido su pureza.

En su santidad el tiempo se detiene, y deja de cambiar. Y

así, deja de ser tiempo, pues al estar atrapado en el único instan-

te de la eterna santidad de la creación de Dios, se transforma en

eternidad. Da el instante eterno, para que en ese radiante ins-

tante de perfecta liberación se pueda recordar la eternidad por

ti. Ofrece el milagro del instante santo por medio del Espíritu

Santo, y deja que sea Él Quien se encargue de dártelo a ti.

En el instante que se le ofrece al Espíritu Santo se le ofrece

a Dios, en tu nombre, y en ese instante despiertas dulcemente

en Él. En el instante bendito abandonas todo lo que aprendiste

en el pasado, y el Espíritu Santo te ofrece de inmediato la lección

de la paz en su totalidad.

Page 74: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

68

No permitas que el tiempo sea motivo de preocupación pa-

ra ti, no tengas miedo del instante de santidad que ha de elimi-

nar todo vestigio de miedo, pues el instante de paz es eterno

precisamente porque está desprovisto de miedo. Dicho instante

llegará, ya que es la lección que Dios te da a través del Maestro

que Él ha designado para transformar el tiempo en eternidad.

¿Cuánto tiempo se puede tardar en llegar allí donde Dios

quiere que estés? Pues ya estás donde siempre has estado, y

donde has de estar eternamente. Todo lo que tienes, lo tienes

para siempre.

Tu práctica del instante santo, por lo tanto, debe basarse

en que estés dispuesto a dejar a un lado toda la pequeñez. El ins-

tante en que la grandeza ha de descender sobre ti, se encuentra

tan lejos como tu deseo de ella. Mientras no la desees, y en su

lugar prefieras valorar la pequeñez, ésa será la distancia a la que

se encontrará de ti. En la medida en que la desees, en esa misma

medida harás que se aproxime a ti.

¿Quieres saber cuán perfecto e inmaculado es el santo altar

(recuerda tu mente es la que es Su anfitrión) en el que tu Padre

se ha ubicado a Si Mismo? Te darás cuenta de esto en el instante

santo, en el que gustosamente y de buena voluntad renuncias a

todo plan que no sea el Suyo pues en el instante santo se en-

cuentra la paz, perfectamente diáfana porque has estado dis-

puesto a satisfacer sus condiciones.

Yo (nos dice Jesús) me encuentro dentro del instante santo

tan claramente como tú quieres que lo esté, y el tiempo que tar-

des en aprender a aceptarme, será el mismo tiempo que tar-

darás en hacer tuyo el instante santo.

Page 75: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

69

Podrías vivir en el instante santo para siempre, empezando

desde ahora hasta la eternidad, si no fuera por una razón muy

sencilla. La simple razón, llanamente es esta: el instante santo es

un momento en el que se recibe y se da perfecta comunicación.

Esto quiere decir que es un momento en el que tu mente es re-

ceptiva, tanto para recibir como para dar. El instante santo es el

reconocimiento de que todas las mentes están en comunicación.

Por lo tanto , tu mente no trata de cambiar nada, sino simple-

mente de aceptarlo todo.

¿Cómo puedes hacer esto cuando prefieres abrigar pensa-

mientos privados y no renunciar a ellos? La única manera en que

podrías hacer esto es negando la perfecta comunicación que

hace el instante santo sea lo que es. Crees que puedes abrigar

pensamientos que no quieres compartir con nadie, y que la sal-

vación radica en que te los reserves exclusivamente para ti.

Cada pensamiento que prefieres mantener oculto inte-

rrumpe la comunicación, puesto que eso es lo que quieres.

Pregúntate sinceramente: “¿deseo estar en perfecta comu-

nicación?¿estoy completamente dispuesto a renunciar para

siempre a todo lo que la obstaculiza?” Si la respuesta es no, en-

tonces no importa cuán dispuesto esté el Espíritu Santo a con-

cedértela, ello no será suficiente para que tú puedas disponer de

ella, pues no estás dispuesto a compartirla con Él.

Y la comunicación perfecta no puede tener lugar en una

mente que ha decidido oponerse a ella, pues dar el instante san-

to así como recibirlo, requiere la misma dosis de buena voluntad,

al ser la aceptación de la única Voluntad que gobierna todo pen-

samiento.

Page 76: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

70

La condición necesaria para que el instante santo tenga lu-

gar no requiere que no abrigues pensamientos impuros, pero sí

requiere que no abrigues ninguno que desees conservar. La ino-

cencia no es obra tuya. Se te da en el momento en que la desees.

La Expiación no existiría si no hubiese necesidad de ella. No

serás capaz de aceptar la comunicación perfecta mientras sigas

queriendo ocultártela a ti mismo, pues lo que deseas ocultar se

encuentra oculto para ti.

En tu práctica, por consiguiente, trata solamente de man-

tenerte alerta contra el engaño, y no trates de proteger los pen-

samientos que quieres negarte a compartir, deja que la pureza

del Espíritu Santo los desvanezca con su fulgor, y concéntrate

sólo en estar listo para la pureza que Él te ofrece. De esta mane-

ra, Él te preparará para que reconozcas que eres un anfitrión de

Dios y no un rehén de nada ni de nadie.

El instante santo es el recurso de aprendizaje más útil de

que dispone el Espíritu Santo para enseñarte el significado del

amor, pues su propósito es la suspensión total de todo juicio. Los

juicios se basan siempre en el pasado, pues tus experiencias pa-

sadas constituyen su base. Es imposible juzgar sin el pasado,

pues sin él no entiendes nada. Por lo tanto, no intentarías juzgar

porque te resultaría obvio que no entiendes el significado de na-

da. Esto te da miedo porque crees que sin el ego, todo sería caó-

tico. Mas yo te aseguro (dice Jesús) que sin el ego, todo sería

Amor. El pasado es el principal recurso de aprendizaje del ego.

Aunque pasado y futuro no existen, en este mundo del tiempo lo

único que existe es este instante, aquí y ahora. Por eso la impor-

tancia fundamental del instante santo.

Dios te conoce ahora. Él no recuerda nada, pues siempre te

ha conocido como te conoce ahora. El instante santo refleja Su

Page 77: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

71

conocimiento al desvanecer todas tus percepciones del pasado, y

al eliminar de esta manera el marco de referencia que inventaste

para juzgar a tus hermanos.

Una vez que éste (el marco de referencia) ha desaparecido,

el Espíritu Santo lo substituye con Su propio marco de referencia,

el cual es simplemente Dios. La intemporalidad del Espíritu Santo

radica sólo en esto, pues en el instante santo, el cual está libre

del pasado, ves que el amor se encuentra en ti y que no tienes

necesidad de buscarlo en algo externo y de arrebatarlo culpa-

blemente de donde pensabas que se encontraba.

Todas tus relaciones quedan bendecidas en el instante san-

to porque la bendición es ilimitada. En el instante santo la Filia-

ción se beneficia cual una sola, y al quedar unida en tu bendición,

se vuelve una para ti. El significado del amor es el que Dios le dio.

Mas en el instante santo te unes directamente a Dios, y todos tus

hermanos se unen en Cristo.

En el instante santo no hay conflicto de necesidades, ya que

sólo hay una necesidad, pues el instante santo se extiende hasta

la eternidad y hasta la Mente de Dios, y únicamente ahí tiene

sentido el amor, y únicamente ahí puede ser comprendido.

En el instante santo compartimos la fe que tenemos en el

Hijo de Dios porque juntos reconocemos que él es completamen-

te digno de ella, y en nuestro aprecio de su valía no podemos

dudar de su santidad, y por lo tanto le amamos. Toda separación

desaparece conforme se comparte la santidad.

En el instante santo reconoces que la idea del amor mora

en ti, y unes esta idea a la Mente que la pensó y que jamás podr-

ía abandonarla, puesto que dicha Mente mantiene dentro de sí

la idea del amor, no puede haber pérdida alguna. El instante san-

Page 78: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

72

to se convierte así en una lección acerca de cómo mantener a

todos tus hermanos en tu mente, sin experimentar pérdida algu-

na sino tan solo complección. De esto se deduce que sólo puedes

dar. Y esto es amor, pues únicamente esto es natural de acuerdo

con las leyes de Dios.

En el instante santo prevalecen las leyes de Dios, que son

las únicas que tienen sentido. Las leyes de este mundo, por otra

parte, dejan de tenerlo.

En el instante santo no ocurre nada que no haya estado ahí

siempre. Lo único que sucede es que se descorre el velo que

cubría la realidad. Nada ha cambiado.

Nadie que aún no haya experimentado el descorrimiento

del velo y se haya sentido irresistiblemente atraído hacia la luz

que se encuentra tras él, puede tener fe en el amor sin experi-

mentar miedo alguno, mas el Espíritu Santo te da esa fe porque

me la ofreció a mí y yo la acepté. No tengas miedo de que se te

vaya a negar el instante santo, pues yo no lo negué.

En el instante santo se recuerda a Dios, y con Él se recuerda

el lenguaje con el que te comunicas con todos tus hermanos,

pues la comunicación se recuerda en unión con otro, al igual que

la verdad. No hay exclusión en el instante santo porque el pasa-

do desaparece, y con él desaparece también la base de la exclu-

sión. Sin su fuente la exclusión se desvanece.

A través del instante santo es como se logra lo que parece

ser imposible, haciendo que resulte evidente que no lo es. En el

instante santo la culpabilidad no tiene ninguna atracción, puesto

que se ha reanudado la comunicación.

No hay nada en el instante santo que esté oculto ni hay en

él pensamientos privados. Al estar dispuesto a entablar comuni-

Page 79: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

73

cación atrae a la comunicación y supera la soledad completa-

mente.

El instante santo no es un substitutivo de tu necesidad de

aprender, pues el Espíritu Santo no puede dejar de ser tu Maes-

tro hasta que el instante santo se haya extendido mucho más allá

del tiempo.

Unámonos para hacer que el instante santo sea lo único

que hay, al desear que sea lo único que hay. Escúchale gustosa-

mente, y aprende de Él que no tienes necesidad de relaciones

especiales en absoluto, pues Dios creó la única relación que tiene

significado, y esa relación es la relación que Él tiene contigo.

En el instante santo, en el que los Grandes Rayos reempla-

zan al cuerpo en tu conciencia, se te concede poder reconocer lo

que son las relaciones ilimitadas. En el instante santo no hay

cuerpos, y lo único que se experimenta es la atracción de Dios.

El instante santo es verdaderamente la hora de Cristo, pues

en ese instante liberador, no se culpa al Hijo de Dios por nada y,

de esta manera, se le restituye su poder ilimitado.

En el instante santo se satisface la condición del amor, pues

las mentes se unen sin la interferencia del cuerpo, y allí donde

hay comunicación hay paz. El Príncipe de la paz nació para re-

establecer la condición del amor, enseñando que la comunica-

ción continúa sin interrupción aunque el cuerpo sea destruido,

siempre y cuando no veas al cuerpo como el medio indispensa-

ble para la comunicación. Este instante es el único tiempo que

existe, y en este instante santo llega la salvación. Éste es el ins-

tante santo de mi liberación. El instante santo es como una “ren-

dija” por la que entramos en el Cielo.

Page 80: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

74

El instante santo es la puerta de entrada a la eternidad, al

amor, a la paz, a lo milagros y a la relación santa.

Los milagros son los instantes de liberación que ofreces y

que recibirás.

El instante santo es un momento en el que se recibe y se da

perfecta comunicación.

En el instante santo nadie es especial. En el instante santo

reconoces que la idea de amor reside en ti.

En el instante santo se encuentra Su recordatorio de que Su

Hijo será siempre como fue creado. Busca y encuentra Su mensa-

je en el instante santo, en el que se perdonan todas las ilusiones

y así aceptar nuestra verdadera relación con el Padre.

El instante santo es una miniatura del Cielo. El instante san-

to es una miniatura de la eternidad.

La dificultad que tienes con el instante santo procede de tu

arraigada convicción de que no eres digno de él.

El instante santo es siempre el resultado de combinar tu

buena voluntad con el poder ilimitado de la Voluntad de Dios.

La preparación para el instante santo le corresponde a

aquel que lo da: “Esto es lo que hace que el instante santo sea

algo tan fácil y natural.”

Nunca solicites el instante santo después de haber tratado

de eliminar por tu cuenta todo odio y temor de tu mente. Esa es

Su función.

Nunca intentes pasar por alto tu culpabilidad antes de pe-

dirle ayuda al Espíritu Santo. Esa es su función.

El instante santo es un momento en el que se recibe y se da

perfecta comunicación.

Page 81: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

75

Da el instante santo a tus hermanos por medio del Espíritu

Santo, y Él te dará a ti ese bendito instante.

Te invito a que repitas conmigo:

Espíritu Santo:

Sana mi mente para estar presente aquí en este instante santo

Espíritu Santo:

Te entrego todos mis errores, todos. Tómalos, sáname, cúrame.

Espíritu Santo:

Te entrego este instante santo

Sé tú quien dirige

pues quiero simplemente seguirte

seguro de que Tu dirección

me brindará paz

Espíritu Santo:

Decide en favor de Dios, por mí

Espíritu Santo:

Decide en favor de Dios, por mí

Espíritu Santo:

Decide en favor de Dios, por mí

Amén

Page 82: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

76

Page 83: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

77

6. La relación santa

Todas las relaciones, todas, para el ego son relaciones es-

peciales. Todas las relaciones, todas, bendecidas por el Espíritu

Santo en el instante santo son relaciones santas.

Empecemos por las relaciones especiales.

En el mundo de la separación, en el mundo del ego, tene-

mos la sensación de ser inadecuados, débiles y de estar incom-

pletos. Y procede del gran valor que le hemos otorgado al: Prin-

cipio de escasez. El cual rige el mundo de las ilusiones. Así, ante

esta carencia, buscamos en otros lo que creemos que nos falta.

“Amamos” a otros con objeto, a cambio de ver lo que podemos

sacar de él. En el mundo de los sueños y de la separación a eso

se le llama amor. Grave error, pues el amor es incapaz de exigir

nada.

El principio de escasez dice que dentro de nosotros falta al-

go. Hay algo que no está lleno, que está incompleto. Debido a

esta carencia tenemos ciertas necesidades. Y esto es parte im-

portante de toda experiencia de culpa. Así que nuevamente re-

currimos al ego y decimos, ¡socorro! Desde luego que el ego no

nos dice que lo que nos hace falta es Dios, porque si nos dijera

eso, escogeríamos a Dios y el ego dejaría de existir.

El ego nos dice que falta algo en nosotros y que lo que po-

demos es buscar fuera de nosotros a alguien o algo que pueda

compensar lo que nos falta.

El ego, a su vez nos dice, que hay relaciones especiales de

odio y relaciones de amor especial.

Es esencial para el plan de salvación del ego que haya ene-

migos sobre quienes podamos proyectar nuestro odio y poste-

riormente atacarlos. Sin ellos nos veríamos obligados a enfrentar

Page 84: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

78

el odio de nosotros mismos, sobre lo cual el ego ya nos ha con-

vencido de que significaría una aniquilación segura. Para poder

sobrevivir, por lo tanto, el ego nos dice que tenemos que tener

un enemigo, alguien a quien podamos culpar de la desgracia e

infelicidad que en última instancia es nuestra propia responsabi-

lidad. Esto inevitablemente origina una percepción de un mundo

“nosotros-ellos”, “chicos buenos” y “chicos malos”, “víctimas” y

“victimarios”. Continuamente nos identificamos con las víctimas

inocentes del mundo quienes sufren injustificadamente a manos

de fuerzas “malvadas y sombrías” que están más allá de su con-

trol. Mientras tanto, toda nuestra culpa – “malvada y sombría” –

permanece escondida en las “bóvedas ocultas” de nuestro in-

consciente, protegidas para siempre por nuestra “justificada” ira

contra el mundo externo.

Esta división, falta de unidad, este odio y ataque no reflejan

sino la mentalidad original del grupo intermedio que hizo real al

pecado de la separación y que dividió a la Filiación en “buena” y

“mala”, “luz” y “sombra”, “santo” e “impía” y “salvada” y “con-

denada”. En contraste, el grupo de luz quería que mirásemos

más allá del error tanto de los miembros del grupo sombrío co-

mo de los miembros del grupo intermedio. Lamentablemente

estas son las “relaciones” más “evidentes”.

Sin embargo las relaciones más insidiosas y excluyentes,

son las relaciones de amor especial, pues aparentan ser lo que

no son.

Las relaciones de amor especial – desde la más casual hasta

la más íntima – son intentos de mantener alejados de nuestra

conciencia a la culpa y al odio de nosotros mismos, y evitar de

ese modo el agudo dolor que dicha conciencia ocasionaría.

Page 85: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

79

Las relaciones de amor especial son aquellas en las cuales

nos permitimos hacernos dependientes – otro principio el de

“dependencia” – de otras personas como una forma de substituir

nuestra dependencia de Dios. En lugar de volvernos hacia Dios, o

hacia el Espíritu Santo, en busca de solución para nuestro perci-

bido problema de carencia, de culpa y de odio de nosotros mis-

mos, tratamos de rodearnos de relaciones de amor especial que

nos “protegerán” de tener que hacer frente a esta culpa. El amor

especial cambia, rápidamente, a su odio subyacente, no obstan-

te, cuando ya no se satisfacen nuestras necesidades.

En conclusión, nuestras relaciones especiales son mini-

guerras en las cuales creemos que estamos luchando en contra

del enemigo externo para protegernos del enemigo interno. En

todas ellas, “no hace sino revivir” ese instante en el que la hora

del terror ocupó el lugar del amor”

En síntesis, en estas “relaciones especiales”, en la medida

en que tú satisfagas mis necesidades especiales, tal como yo las

he organizado, en esa misma medida yo te amaré. Y entonces,

cuando tú tengas ciertas necesidades especiales que yo pueda

llenar, tú me amarás, por lo tanto, lo que este mundo llama

amor, es realmente especialismo, una burda distorsión del amor,

desde el punto de vista del Espíritu Santo.

Existe una cualidad que es muy importante y la cual siem-

pre nos indica si estamos envueltos en una relación especial o en

una relación santa. Siempre podemos darnos cuenta por nuestra

actitud hacia otras personas. Si estamos envueltos en una rela-

ción especial, esa relación será exclusiva. No habrá cabida en ella

para nadie más.

Esto significa que si no tengo el 100%, la tapa de mi bote

empezará a aflojarse. Esta es la fuente de todos los celos. La

Page 86: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

80

razón por la cual la gente es celosa es porque siente que sus ne-

cesidades especiales, ya no son atendidas como se supone que

deben serlo.

Por lo tanto, si tu amas a alguna otra persona además de

mí, eso significa que voy a recibir menos amor. Para el ego el

amor es cuantitativo. Sólo existe determinada cantidad disponi-

ble así que si amo a éste no puedo amar a aquel otro en la mis-

ma medida.

Para el Espíritu Santo el amor es cualitativo y abarca a to-

dos. Esto no significa que amemos a todo el mundo de la misma

manera; esto no es posible en este mundo. Lo que significa, sin

embargo, es que la fuente de amor es la misma; el amor es el

mismo, pero los medios de expresión serán distintos.

Una relación santa significa que cuando amas a alguien no

excluye el que ames a alguien más; no se hace a expensas de

otro. El amor especial siempre será a expensas de otro. Siempre

será un amor comparativo donde comparas a ciertas personas

con otras; encuentras a algunas deficientes y otras aceptables. Es

así, repito, como puedes determinar cuándo una relación es es-

pecial o santa, según el grado en que excluyes a otras personas.

Así que lo que el mundo llama amor es especialismo y se

caracteriza por la dependencia.

Las relaciones especiales al entregarse en el instante santo

al Espíritu Santo pueden convertirse en lo más sagrado de la Tie-

rra que señalan el camino de retorno al Cielo, eso es la relación

santa.

Una relación santa significa que cuando amas a alguien no

excluye el que ames a alguien más; no se hace a expensas de

otro.

Page 87: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

81

Llegado aquí, es interesante señalar dos apuntes que el

Curso hace sobre el amor.

“Mas ve el Amor de Dios en ti y lo verás en todas partes

porque está en todas partes”. “La paz de Dios radica en entender

esto”. “Al desear solo esto, tendrás solo esto, y al dar sólo esto

serás solo esto”.

“Mas no excluyas a nadie de tu amor, o, de lo contrario, es-

tarás ocultando un tenebroso lugar de tu mente donde se le nie-

ga la bienvenida al Espíritu Santo”.

Creer que las relaciones especiales, con un amor especial,

pueden ofrecerte la salvación, es creer que la separación es la

salvación, pues la salvación radica en la perfecta igualdad de la

Expiación.

El Espíritu Santo sabe que nadie es especial. Él percibe que

has entablado relaciones especiales, que Él desea purificar, y no

dejar que destruyas. Ofrécesela y Él puede transformarlas en

santidad.

La relación santa es la expresión del instante santo mien-

tras uno viva en este mundo (T.C.17.V.1.P.402)

Es la relación no santa de antes, pero transformada y vista

con otros ojos.

Esa es la función de tu relación santa, pues lo que uno de

vosotros piense, el otro lo experimentará con él. ¿Qué puede

querer decir esto, sino que tu mente y la mente de tu hermano

son una?

Como dice Jesús en el Curso: “la mente que tú y yo compar-

timos, la compartimos con todos nuestros hermanos, y a medida

que los vemos tal como verdaderamente son, ellos se curan: esto

es la auténtica comunión con el Espíritu Santo.”

Page 88: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

82

Las relaciones especiales, repito, al entregárselas al Espíritu

Santo, pueden convertirse en lo más sagrado de la Tierra: en los

milagros que señalan el camino de retorno al Cielo.

Toda relación que el ego entabla es siempre especial. No

está enamorado del otro en absoluto, siempre cree estar enamo-

rado del sacrificio (T.C15.VII.1-7.P-351)

La única relación que tiene significado, es la que Dios creó,

y esa es la que Él tiene contigo.

El instante santo es el recurso que dispone el Espíritu Santo

para protegerte de la culpabilidad que es el verdadero señuelo

de la relación especial.

Es imposible abandonar el pasado sin renunciar a la rela-

ción especial.

Santo hermano mío (nos dice Jesús), quiero formar parte

de todas tus relaciones e interponerme entre tus fantasías y tú.

A través de tu relación santa renacida y bendecida en cada

instante que tú no planees, miles de seres ascenderán hasta el

Cielo junto contigo.

Los sueños felices se vuelven reales, no porque sean sue-

ños, sino únicamente porque son felices y por lo tanto amorosos.

Tu relación se convertirá en el sueño feliz a través del cual

el Espíritu Santo podrá derramar Su Alegría sobre miles y miles

de personas para los que el amor es miedo y no felicidad.

Cuando sientas que la santidad de tu relación se vea ame-

nazada por algo, detente de inmediato y, a pesar del temor que

puedas sentir, ofrécela al Espíritu Santo, tu consentimiento para

que Él cambie ese instante por el instante santo que preferirías

tener. Él jamás dejará de complacer tu ruego.

Page 89: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

83

Ante cualquier amenaza en tu relación di:

“Deseo que éste sea un instante para mí, a fin de compar-

tirlo con mi hermano, a quien amo:

Es imposible que se me pueda conceder a mí sin él o a él sin

mí.

Pero nos es totalmente posible compartirlo ahora.

“Elijo por lo tanto, ofrecerle este instante al Espíritu Santo,

para que Su Bendición pueda descender sobre nosotros y man-

tenernos a los dos en paz”

(T.C.18.V.7-2.P.427)

Aunque todo lo que relato es transquición del texto del

Curso, esta, en particular he puesto la “referencia” por si deseas

convertirla en una oración para ti.

En este mundo, el Hijo de Dios, se acerca al máximo a sí

mismo en una relación santa.

Todas las relaciones especiales contienen elementos de

miedo en ellas debido a la culpabilidad. Por eso es por lo que

están sujetas a cambios y variaciones. No se basan exclusivamen-

te en el amor inmutable. Y allí donde el miedo ha hecho acto de

presencia no se puede contar con el amor, pues ha dejado de ser

perfecto.

Ofrece amor, y el amor vendrá a ti porque se siente atraído

por sí mismo. Mas ofrece ataque, y el amor permanecerá oculto,

pues solo puede vivir en paz. Mas yo te aseguro que sin el ego,

todo sería amor.

Siguiendo Sus enseñanzas, todas las relaciones se convier-

ten en lecciones de amor.

Page 90: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

84

Todas tus relaciones quedan bendecidas en el instante san-

to porque la bendición es ilimitada.

Es imposible usar una relación a expensas de otra sin sentir

culpabilidad, y es igualmente imposible condenar parte de una

relación y encontrar paz en ella. De acuerdo con las enseñanzas

del Espíritu Santo, todas las relaciones son compromisos totales,

no hay conflicto alguno entre ellas.

La razón de que tengas tan poca fe en ti mismo es que no

estás dispuesto a aceptar el hecho de que dentro de ti se en-

cuentra el amor perfecto. Y así, buscas afuera lo que no se puede

encontrar afuera.

Toda separación desaparece conforme se comparte la san-

tidad, pues la santidad es poder, y cuando se comparte, su fuerza

aumenta.

Cada vez que te enfadas, puedes estar seguro de que has

entablado una relación especial que el ego ha “bendecido”, pues

la ira es su bendición.

La culpabilidad es la única necesidad del ego, y mientras te

sigas identificando con él, la culpabilidad te seguirá atrayendo.

Mas recuerda esto: estar con un cuerpo no es estar en comuni-

cación. Y si crees que lo es, te sentirás culpable con respecto a la

comunicación, y tendrás miedo de oír al Espíritu Santo, al reco-

nocer en Su Voz tu propia necesidad de comunicación. La unión

de los cuerpos se convierte, por lo tanto, en la forma de mante-

ner la separación de las mentes, pues los cuerpos son incapaces

de perdonar. Sólo pueden hacer lo que la mente les ordena.

La función docente del Espíritu Santo consiste en enseñar

que la comunicación es la salvación a aquellos que creen que es

Page 91: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

85

condenación. El perdón radica en la comunicación tan inexora-

blemente como la condenación radica en la culpabilidad.

A través del instante santo, es como se logra lo que parece

ser imposible, haciendo que resulte evidente que no lo es. En el

instante santo la culpabilidad no ejerce ninguna atracción, pues-

to que se ha reanudado la comunicación. Y la culpabilidad, cuyo

único propósito es interrumpir la comunicación, no tiene ningún

propósito en él. No hay nada en el instante santo que esté oculto

ni hay en él pensamientos privados. Al estar dispuesto a entablar

comunicación atrae a la comunicación y supera la soledad com-

pletamente.

Escucha gustosamente al Espíritu Santo, y aprende de Él

que no tienes necesidad de relaciones especiales en absoluto. Lo

único que buscas en ellas es aquello que desechaste. Unámonos

para hacer que el instante santo sea lo único que hay, al desear

que sea lo único que hay.

El cuerpo es el símbolo del ego, tal como el ego es el símbo-

lo de la separación. Y ambos no son más que intentos de entor-

pecer la comunicación y, por lo tanto, de imposibilitarla, pues la

comunicación tiene que ser ilimitada para que tenga significado,

ya que si no tuviese significado, te dejaría insatisfecho. La comu-

nicación sigue siendo, sin embargo, el único medio por el que

puedes entablar auténticas relaciones, que al haber sido estable-

cidas por Dios, son ilimitadas.

La relación santa es en todos sus aspectos – comienzo, de-

sarrollo y consumación – lo opuesto a la relación no santa. Con-

suélate con esto: la única fase que es difícil es el comienzo.

Cristo acude a lo que es semejante a Él; a lo que es lo mis-

mo, no a lo que es diferente, pues siempre se siente atraído

Page 92: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

86

hacia Sí Mismo. ¿Qué se asemeja más Él que una relación santa?

Y lo que hace que tú te sientas atraído hacia tu hermano, es lo

que hace que Él se sienta atraído hacia ti. Ahí Su dulzura y Su

benévola inocencia están a salvo del ataque.

Y el que se siente atraído hacia Cristo se siente atraído

hacia Dios tan irremediablemente como Cristo y Dios se sienten

atraídos hacia toda relación santa: la morada que ha sido prepa-

rada para Ellos a medida que la Tierra se convierte en Cielo.

Así que resumamos:

Todas las relaciones, todas, para el ego son relaciones es-

peciales. Todas las relaciones, todas, bendecidas por el Espíritu

Santo, en el instante santo, son relaciones santas.

Para el ego hay relaciones especiales de odio y relaciones

de amor especial.

Las relaciones de amor especial – desde la más casual hasta

la más íntima – son intentos de mantener alejados de nuestra

conciencia a la culpa y al odio de nosotros mismos, y evitar de

este modo el agudo dolor que dicha conciencia ocasionaría.

Lo que el mundo llama amor es especialismo y se caracteri-

za por la dependencia.

Para el ego el amor es cuantitativo. Sólo existe determinada

cantidad disponible, así que si amo a éste no puedo amar a aquel

otro en la misma medida.

Para el Espíritu Santo el amor es cualitativo, abarca a todos

y es ilimitado.

Las relaciones especiales al entregarse en el instante santo

al Espíritu Santo, pueden convertirse en lo más sagrado de la Tie-

Page 93: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

87

rra, que señalan el camino de retorno al Cielo. Eso es la relación

santa.

Una relación santa significa que cuando amas a alguien no

excluye el que ames a otros, no se hace a expensas de otro.

El Espíritu Santo sabe que nadie es especial. Él percibe que

has entablado relaciones especiales, que, Él desea purificar, y no

dejar que destruyas. Ofréceselas y Él puede transformarlas en

santidad.

En este mundo, el Hijo de Dios, se acerca al máximo a sí

mismo en una relación santa.

La razón de que tengas tan poca fe en ti mismo es que no

estás dispuesto a aceptar el hecho de que dentro de ti se en-

cuentra el amor perfecto. Y así, buscas afuera lo que no se puede

encontrar afuera.

La función docente del Espíritu Santo consiste en enseñar

que la comunicación es la salvación a aquellos que creen que es

condenación. El perdón radica en la comunicación tan inexora-

blemente como la condenación radica en la culpabilidad.

A través del instante santo se reanuda la comunicación y la

culpabilidad no tiene ninguna atracción.

La comunicación sigue siendo, sin embargo, el único medio

por el que puedes entablar auténticas relaciones, que al haber

sido establecidas por Dios, son ilimitadas.

El que se siente atraído hacia Cristo se siente atraído hacia

Dios, tan irremediablemente como Cristo y Dios se sienten atraí-

dos hacia toda relación santa.

La relación santa es la expresión del instante santo mien-

tras uno viva en este mundo.

Page 94: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

88

La única relación que tiene significado, es la que Dios creó,

y esa es la que Él tiene contigo.

Page 95: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

89

7. Despertar

En un instante, mas en un paréntesis de vacío “parece” que

ocurrió “algo”, que en la eternidad ni siquiera ocurrió, pero el

Hijo de Dios (la mente separada) cayó en un profundo sueño. En-

tonces Dios dijo: “Mi Hijo se ha dormido, hay que despertarlo”…

Y así cuando la mente separada del Hijo de Dios quedó

atrapada en un sueño, Dios nos dio, inmediatamente, Su res-

puesta, con el único medio de Escape, el verdadero Ayudante, Su

Voz, Su Espíritu Santo. Su objetivo es: ayudarnos a escapar del

mundo de los sueños.

Si vivo en ti (dice Jesús), tú estás despierto.

El Hijo de Dios no necesita ser perdonado, sino despertado.

Tomar conciencia de estar despierto.

El sueño del despertar se vuelve fácilmente en realidad,

pues ese sueño refleja tu voluntad unida a la Voluntad de Dios. Y

lo que esta Voluntad dispone es que se haga lo que jamás ha de-

jado de hacerse.

El Espíritu Santo es la llamada a despertar y a regocijarse.

Nuestra jubilosa tarea es la de despertar al mundo a la llamada

de Dios.

En la mente que Dios creó, perfecta como Él Mismo se

adentró un sueño de juicios. Y en ese sueño el Cielo se trocó en

infierno y Dios se convirtió en el enemigo de Su Hijo.

¿Cómo puede despertar el Hijo de Dios de este sueño? Es

un sueño de juicios. Para despertar, por lo tanto, tiene que dejar

de juzgar.

Y tener los sueños felices de perdón del Espíritu Santo. El

cual da paso al mundo real el cual sigue siendo un sueño.

Page 96: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

90

Estás despierto, pero no lo recuerdas.

Recuerda simplemente que tu mente no existió jamás se-

parada de la Mente de Dios. Acepta totalmente el pensamiento

de que tu mente forma parte de la Mente de Dios, y que ella ex-

presa la totalidad de la mente de Dios. No tienes necesidad de

preocuparte de otra cosa. Y todas las mentes son una en la Men-

te de Dios. La unión y la comunicación es total.

Tú nunca has cambiado. Eres tal como el Padre te ha crea-

do, simplemente no te permites recordarlo.

¿Y a qué se le parece el despertar? Es cuando ves única-

mente a Dios como la Causa y te ves a ti mismo como el efecto

que lo expresa totalmente. Tú ya no sientes más la necesidad de

ver a tu mente como una identidad separada en el interior de la

Mente Global.

Toda clase de miedo se vuelve desconocida. Todo pensa-

miento va acompañado de una alegría desbordante cuando el

Amor viene de nuevo a tu memoria. La conexión que se produce,

y que soli-difica a la mente como una totalidad, es este Amor

mismo. Esta no es la expresión del amor exclusivo que experi-

mentas en tu estado de limitación. Es aquí que Dios Se expresa. Y

Su Amor no hace ninguna distinción.

Tú no tienes que hacer conscientemente nada más que una

sola elección: reconocer tu ser, “despertarte” a la plenitud de tu

mente total. Mientras pareces estar en un estado de ensoñación,

piensas que tienes dos cosas que hacer para poder alcanzar la

plena realización de lo que eres: primero, permitirte pasar más

allá de los límites que te presenta tu ego, y luego, expresar el Ser

que tú eres, el Cristo que eres tú. Pero te digo que no tienes que

Page 97: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

91

hacer nada más que lo primero, porque lo segundo se producirá

por si solo mientras esté pasando la primera experiencia.

Permíteme repetirte que tienes sólo una cosa que recordar:

tú ya estás despierto… simplemente rechazas creerlo.

La primera cosa, repito, que hay que reconocer, es que ya

estás Despierto. Pareces no estarlo. La experiencia de sueño de-

ntro de la cual te percibes, te hace creer que no estás Despierto.

Comienza por aceptar totalmente que eres el pensamiento

perfecto de Dios. Puedes decir intelectualmente que compren-

des esto, pero no lo crees. ¿Cómo podrías decir que crees y al

mismo tiempo decir: “lucho para estar despierto”? se trata de

aceptar lo que ya es, y esto no exige ninguna lucha. Esto exige

rendirte, sabiendo firmemente que te abandonas a tu Ser, a la

totalidad del Cristo.

Rendición y resistencia dos términos muy importantes a los

que volveré.

Cuan necesario para todo ello es la eliminación de toda lu-

cha suplementaria.

No puedes ser víctima de nada. Más allá de lo que reconoz-

cas en este momento, tú tienes dentro de ti conciencia clara de

lo que es un sentimiento de paz. Cree en la verdad de esto y to-

marás conciencia. En tu interior, reconoces ya claramente que

tienes el poder de traer la paz a tu experiencia y lo haces. Llama

a este poder y tenle confianza. Tú no eres víctima de ninguna co-

sa. Y no te sugeriría algo que esté fuera de tu alcance. Elige la paz

y permite que así sea.

Recuerda: la paz es todo y es la condición para todo.

Recuerda que tú ya eres un Maestro de Enseñanza, plena-

mente divino, como lo serás siempre. Nadie te enseñará a des-

Page 98: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

92

pertarte a esto en el futuro porque no hay más que un solo

tiempo – ahora –, y un solo lugar – aquí – donde tú estás presen-

te. El despertar en el futuro es imposible, porque el futuro per-

manece siempre como algo que se encuentra delante de ti.

Solo existe: aquí y ahora.

La evolución por etapas es la perfecta descripción del éxito

supremo del ego. Esto te mantiene dentro de un estado perma-

nente donde tú llegas a creer que hay un objetivo en alguna par-

te, en cambio, si reconoces que eres la creación perfecta del Pa-

dre, no hay hacia donde evolucionar, sino solo acordarte. Y este

recuerdo es instantáneo.

¿Y cuánto tiempo se necesita para alcanzar esto? Eso de-

pende enteramente de ti. Comprende bien que, cuando tú eliges

totalmente la paz, la experiencia de esta paz es instantánea. El

proceso de crear la forma de pensar que elija la paz en toda si-

tuación, continuamente y sin equívoco, tomará tanto tiempo

como tú elijas que tome. La razón para elegir la paz es que la paz

no forma parte de la ilusión. Ella es un reflejo de la Realidad.

Lo que puedo sugerirte es que dejes ir los pensamientos

que no son pacíficos. Eso es todo, sólo déjalos ir. Tú los dejas ir

cuando no los juzgas. Les dejas ir al no resistirlos.

Vosotros estáis despiertos en este momento. La totalidad

de tu ser tiene plena conciencia de quién es ella.

Estamos juntos en este instante, y nos compartimos. Este

compartir no tiene ningún límite.

Tú tienes (nos sigue diciendo Jesús) sólo una responsabili-

dad y esta es ser tu propio Ser y expresar el amor, la paz y la

alegría que son la definición de tu Ser. No hay nadie a tu alrede-

dor ahora, ni lo habrá jamás que acepte algo menos que esto, sin

Page 99: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

93

importar cuál sea la expresión consciente o aparente de sus de-

seos.

La naturaleza de Dios, el esquema Real de toda la Creación,

es algo que es armonía, amor y perfección. Pero ese esquema

permanece sólo como una idea mientras no sea experimentado.

Y es a través de ti que esta experiencia se produce. Es cuando tú

estás en el estado donde comprendes quién eres, que todo el

significado de la Creación se expresa. Él se expresa porque es ex-

perimentado. Esta es la razón por la cual te digo que sólo tienes

una sola cosa que hacer: conoce tu Ser. Es en este conocimiento

que harías las experiencias. Es haciendo estas experiencias como

te expresarás. Y lo que expresarás será Dios. Y lo que Dios es, es

Amor.

Puesto que no puedes dejar de enseñar, tu salvación radica

en enseñar exactamente lo opuesto a lo que el ego cree. Así es

como aprenderás la verdad que te hará libre y que te mantendrá

libre a medida que otros la aprendan de ti. La única manera de

tener paz es enseñando paz. Aprendes todo lo que enseñas. Al

enseñarla, no puedes sino aprenderla, pues no puedes enseñar

aquello de lo que todavía te disocias. Sólo así podrás recobrar el

conocimiento que desechaste. Para compartir una idea tienes

primero que disponer de ella. Dicha idea despierta en tu mente

mediante la convicción que nace de enseñarla. Enseña solamen-

te amor, y aprende que el amor es tuyo y que tú eres amor.

Muchas veces has escuchado en tu mente: “Ríndete a

Dios”. Este es el significado de esta frase: ríndete a la identifica-

ción que Dios hace de ti. Conoce tu Ser, y expresarás a Dios.

Mientras más pongas la energía de tu atención y emoción

sobre un punto, más fuerte éste se vuelve.

Page 100: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

94

No te sugiero que ignores ni resistas un problema que sien-

tes que tienes. Se trata más bien de seguir un proceso que con-

siste en mirar al problema, permitirle que te hable y pasar a otra

cosa. Puedes comenzar a dejarlo ir si recuerdas quién eres y

abandonas todo el valor que habías dado al miedo subyacente

en él. Tanto la resistencia a un problema como el trabajo que

haces sobre él, aumentan el poder que le das sobre ti. Cuando

eres capaz de mirarlo y dejarlo ir, eso desvanece la ilusión de ser

tu propia víctima y es el reconocimiento de tu Divinidad.

No te resistas a ningún pensamiento ni ningún sentimiento

que venga a ti. Toda resistencia se basa en un juicio pasado don-

de tu decretaste que algo podía causarte daño o temor. Así que

resistirte significa que tú áun tienes esa creencia de que ese te-

mor es real y justificable y merece ser conservado…

Esos pensamientos y sentimientos aparecen para darles

ocasión de hacer nuevas elecciones, de hacer un cambio de pro-

grama en el que se sueltan las ataduras para recuperar la liber-

tad. Recíbelos a todos, simplemente viendo su origen. Los que

vienen de Dios no te hablarán más que de Amor, ya que, como

está claramente dicho en el Curso: “Dios es sólo Amor, por lo

tanto, eso eres tú. Cualquier otro pensamiento sólo esconderá

esta verdad…”

No guardes ni remordimientos, ni culpas por haber tenido

algún día esos temores. Reconoce simplemente que ellos ya no

tienen ningún valor en tu camino actual. No exageres las cosas

cuando los dejes ir, porque eso también les daría una importan-

cia que ellos no merecen. Déjalos simplemente desaparecer.

Déjalos atravesar la luz plena del amor que tú eres verdadera-

mente. Tú puedes hacer esto porque yo (repito, dice Jesús) estoy

siempre allí para ayudar…

Page 101: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

95

Precisemos las cosas: si la paz es la base de todo lo que

existe en la realidad, ¿cómo puedes sentirte conectado a tu

fuente si no sientes paz? Esta paz no es más que una palabra si

no la dejas pasar a través de ti…

Y como eres la expresión de la Creación, todo debe pasar

por ti para ser real. Tu experiencia de la Creación permanece

bloqueada, mientras no estés dispuesto a dejar que se exprese a

través de ti. ¿Qué es el Amor sino una palabra, a menos que sea

expresado?, ¿y cómo puede ser él expresado, si no es a través de

ti?

La Creación es. Dios es. Tú eres. Pero la conexión de todo lo

que es, permanece bloqueada si tú no reconoces que eres su ca-

nal. Es como el sistema eléctrico de tu casa. Él existe y te rodea,

pero si el interruptor está “apagado”, la corriente no pasa, hay

una resistencia ¿qué puede ser Dios si no es expresado? Y, como

Su Creación perfecta ¿qué puedes ser tú, si te resistes a expre-

sarlo permaneciendo como un circuito apagado? Aquí yace el

proceso de la separación. Es un proceso de resistencia que con-

siste en instalar un corto circuito que resiste a la corriente natu-

ral de Dios.

Es la ilusión de creer que uno ha puesto un interruptor del

circuito entre la Verdad de Dios y lo que pareces experimentar.

Para salir de la ilusión sigues esperando poder irte a alguna parte

de otro mundo. Tú no tienes otro lugar a donde ir. Tú no tienes

que ser diferente. Y no te volverás alguien diferente. Tú recono-

cerás simplemente a la persona que siempre has sido en reali-

dad, y el proceso de regreso a esta realidad se pone en marcha

cuando quitas el interruptor del circuito, y permites a la corriente

que es Dios que se exprese naturalmente y sin interrupción, ya

que tú eres la expresión natural de Su corriente.

Page 102: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

96

Por esta razón todo se te presenta bajo el término “Rendi-

ción”. Es tu Ser el que te alienta a dejar que se rinda toda resis-

tencia. Actualmente la mejor manera de que veas esto es rin-

diendo cualquier resistencia a cualquier cosa. Yo te ruego que

me escuches bien cuando te digo que si permites que este pro-

ceso ocurra, abandonando toda resistencia a los pensamientos y

actividades que pasan en ti y a tu alrededor, todas las cosas que

parecen producirse empezarán a tomar una apariencia diferente.

Su apariencia cambiará porque constatarás que al no resistirlas

más, dejarás de juzgarlas. Al hacer esto, te animarás a abrirte

también para que la corriente de el mundo Real se vuelva visible.

Con la desaparición de tus juicios, tus miedos se desvanecerán.

Verás donde se encuentra tu total seguridad.

Esta es la razón (sigue diciendo Jesús) por la que te digo

que sólo tienes una sola cosa que hacer: conoce Tu Ser. Es con

este conocimiento que harás las experiencias. Es haciendo estas

experiencias como te expresarás. Y lo que expresarás será Dios. Y

lo que Dios es, es Amor.

Despiértate para comprender que siempre has sido la ex-

presión de Dios, que siempre has vivido dentro de un estado de

perfecta armonía. No trates de utilizar tu intelecto para com-

prender cómo eso puede parecerte tan real, y sin embargo yo

digo simplemente que es un sueño. No lo entenderás. No te re-

sistas a ello. No trates de escapar a eso. No pienses que pasarás

de un plano al otro muriendo. No existe lugar donde puedas ir.

Estás ahora en Tu hogar. Siempre has estado en tu hogar, y so-

lamente cuando permitas que este reconocimiento amanezca en

tu mente, podrás ver que así es. Verás la gloria de Dios que

siempre ha estado alrededor de ti. Verás el estado de Amor de-

ntro del cual siempre has estado. Pero no lo verás si te resistes a

Page 103: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

97

ello o si tratas de hacerlo lo que él es. Simplemente abandona tu

creencia de que no es así.

No hay nada más que hacer.

Te daré (dice Jesús) una pequeña pista: cuando despiertes,

descubrirás que jamás dejaste de ser totalmente amor, y que

jamás has visto que la expresión de un solo aspecto de la Crea-

ción de Dios te diera un mensaje que no estuviera lleno de Amor.

También, cuando buscas lo que tú vas a dejar ir, yo te sugiero es-

to: deja ir lo que viene a tu percepción sin estar lleno de amor,

sin ser representativo de lo que tú eres, sin ser coherente con

quien tú eres. Añado que todas estas cosas son sentimientos de

miedo. Y te digo categóricamente: deja de creer en el miedo, y

no quedará nada que parezca contradecir al Amor.

La expresión de la paz y del amor es la expresión de la

Creación.

El Curso afirma que “el conocimiento no es la motivación

para aprender este curso. La paz lo es.” En otras palabras, la me-

ta del Curso no es el estado del Cielo, donde sólo lo habita el co-

nocimiento. Más bien su meta es lograr que vivamos en este

mundo con nuestras mentes transformadas en un estado de pu-

ro perdón el cual se traduce en un experiencia de paz total.

Esta transformación es lograr lo que el Curso llama “el

mundo real”.

El mundo real es verdaderamente la aceptación de los sue-

ños felices del Espíritu Santo en lugar de las pesadillas del ego.

Acepta el sueño que Él te dio en lugar del tuyo… descansa

en el Espíritu Santo, y permite que Sus dulces sueños reemplacen

a los que soñaste aterrorizado, temiéndole a la muerte.

Page 104: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

98

El mundo real también es ilusorio, pues corrige lo que

jamás sucedió. Mas es la ilusión que conduce más allá de todas

las ilusiones. Es la señal de que ha llegado el perdón total.

Pero ni siquiera el perdón es el final. El perdón hace que

todo sea bello, pero no puede crear. Es la fuente de la curación:

el emisario del amor, pero no su Fuente. Se te conduce ahí para

que Dios Mismo pueda dar el paso final sin impedimentos, pues

ahí nada se opone al amor, sino que le permite ser lo que es. Un

paso más allá de este santo lugar de perdón, ahí reside la Fuente

de la luz, ahí nada se percibe, se perdona o se transforma, sino

que simplemente se conoce.

Dentro del mundo de la percepción y antes de que el re-

cuerdo de Dios pueda retornar, es necesario ver la Faz de Cristo.

La razón es obvia. Para ver la Faz de Cristo se requiere percep-

ción. La Faz de Cristo es el gran símbolo de perdón. Es la salva-

ción. Es el símbolo del mundo real. El que la ve, deja de ver el

mundo.

El primer advenimiento de Cristo no es más que otro nom-

bre para la creación, pues Cristo es el Hijo de Dios, el segundo

advenimiento de Cristo no significa otra cosa que el fin del domi-

nio del ego y la curación de la mente.

Por lo general, se considera al juicio final como un proceso

que Dios emprendió. Pero en realidad son mis (de Jesús) herma-

nos quienes lo emprenderán como mi ayuda. El juicio final es la

última curación, en vez de un reparto de castigos…

Es esta aceptación de la Realidad, tal como es, lo que des-

hace al error original. Con este reconocimiento, el Hijo despierta

del sueño con estas santas palabras sobre sus labios:

Page 105: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

99

“Soy el Hijo de Dios, pleno, sano e íntegro, resplandeciente

en el reflejo de Su Amor. En mi Su creación se santifica y se le ga-

rantiza vida eterna. En mí el amor alcanza la perfección, el miedo

es imposible y la dicha se establece sin opuestos. Soy el santo

hogar de Dios Mismo. Soy el Cielo donde Su Amor reside. Soy Su

Santa Impecabilidad Misma, pues en mi pureza reside la Suya

Propia”. (Eso es lo que soy) (LE.P.II.14.1.P.513)

Page 106: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

100

Page 107: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

101

8. El perdón

Veamos ahora las que denomino las tres “perlas” del Cur-

so: el perdón, la paz y el amor. Son, para mí, las “perlas” de la

gran “Perla” que es en sí el Curso.

El perdón es la condición indispensable para hallar la paz.

El perdón es el recurso de aprendizaje excelso que el Espíri-

tu Santo utiliza para llevar a cabo el cambio en nuestra manera

de pensar. Por el perdón aprendemos a corregir nuestros errores

de percepción, primeramente reconociéndolos y después a pa-

sarlos por alto, es decir, a perdonarlos.

Al mismo tiempo nos perdonamos al mirar más allá de los

conceptos distorsionados que tenemos de nosotros mismos y ver

al ser que Dios creó en nosotros como nosotros.

El perdón es el medio que nos permitirá recordar. Median-

te el perdón cambiamos la manera de pensar del mundo. El

mundo perdonado se convierte en el umbral del Cielo, porque

mediante su misericordia podemos finalmente perdonarnos a

nosotros mismos.

Por el perdón, al olvidar todas nuestras percepciones erró-

neas y al no permitir que nada del pasado nos detenga, podemos

recordar a Dios.

El perdón reconoce que lo que pensaste que tu hermano te

había hecho en realidad nunca ocurrió. El perdón no perdona

pecados, otorgándoles así realidad. Simplemente ve que no hubo

pecado. Y desde este punto de vista todos tus pecados quedan

perdonados. ¿Qué es el pecado sino una idea falsa acerca del

Hijo de Dios? El perdón ve simplemente la falsedad de dicha idea

y, por lo tanto, la descarta. Lo que entonces queda libre para

ocupar su lugar es la Voluntad de Dios.

Page 108: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

102

Un pensamiento que no perdona es aquel que emite un jui-

cio que no pone en duda a pesar de que es falso. La mente se ha

cerrado y no puede liberarse.

Un pensamiento que no perdona, hace muchas cosas. Per-

sigue su objetivo frenéticamente, retorciendo y volcando todo

aquello que cree que se interpone en su camino. Su propósito es

distorsionar, lo cual es también el medio por el que procura al-

canzar ese propósito.

El perdón, en cambio, es tranquilo y sosegado, y no hace

nada, no ofende ningún aspecto de la realidad ni busca tergiver-

sarla para que adquiera apariencias que él le gusten.

Simplemente observa, espera y no juzga. El que no perdona

se ve obligado a juzgar, pues tiene que justificar el no haber per-

donado. Pero aquel que ha de perdonarse a sí mismo, debe

aprender darle la bienvenida a la verdad exactamente como ésta

es.

No hagas nada, pues, y deja que el perdón te muestre lo

que debes hacer a través de Aquel que es tu Guía, tu Salvador y

Protector, Quien, lleno de esperanza, está seguro de que final-

mente triunfarás. Él ya te ha personado, pues ésta es la función

que Dios le encomendó. Ahora, tú debes compartir Su función, y

perdonar a aquel que Él ha salvado, cuya inocencia Él ve y a

quien honra como el Hijo de Dios.

Tu perdón es lo que lleva a este mundo de tinieblas a la luz.

Tu perdón es lo que permite reconocer la luz en la que ves. El

perdón es la demostración de que tú eres la luz del mundo. Me-

diante tu perdón vuelves a recordar la verdad acerca de ti. En tu

perdón, por lo tanto, reside tu salvación.

Page 109: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

103

“Perdonar es mi función por ser la luz del mundo, cumpliré

mi función para así poder ser feliz”.

“El perdón es la llave de la felicidad”. He aquí la respuesta a

tu búsqueda de paz. La mente que no perdona vive atemorizada.

La mente que no perdona vive atormentada por la duda. La men-

te que no perdona no ve errores, sino pecados. La mente que no

perdona vive desesperada, sin la menor esperanza de que el fu-

turo pueda ofrecerle nada que no sea desesperación.

El perdón es algo que se adquiere, no es algo inherente a la

mente, la cual no puede pecar. Del mismo modo en que el peca-

do es una idea que te enseñaste a ti mismo, así el perdón es algo

que tienes que aprender, no de ti mismo, sino del Maestro que

representa a tu otro ser. A través de Él aprendes a perdonar al

ser que crees haber hecho, y dejas que desaparezca. Así es como

le devuelves tu mente en su totalidad a Aquel que es tu Ser y que

jamás pudo pecar.

La mente que no perdona tiene que aprender, mediante tu

perdón, que se ha salvado del infierno. Y a medida que enseñes

salvación, aprenderás lo que es.

Permite entonces que tu hermano te ofrezca la luz que ves

en él, y deja que tu “enemigo” y tu amigo se unan para bendecir-

te con lo que tú les diste. Ahora eres uno con ellos, tal como ellos

son uno contigo. Ahora te has perdonado a ti mismo.

“El perdón es la llave de la felicidad. Despertaré del sueño

de que soy mortal, falible y lleno de pecado, y sabré que soy el

perfecto Hijo de Dios.”

¿Qué podrías desear que el perdón no pudiese ofrecer-

te?¿Deseas paz? El perdón te la ofrece. ¿Deseas ser feliz, tener

una mente serena, certeza de propósito y una sensación de be-

Page 110: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

104

lleza y de ser valioso que transciende el mundo?¿Deseas cuida-

dos y seguridad, y disponer siempre del calor de una protección

segura?¿Deseas una quietud que no pueda ser perturbada?

El perdón te ofrece todo eso y más. El perdón pone un des-

tello de luz en tus ojos al despertar, y te infunde júbilo con el que

hacer frente al día. Acaricia tu frente mientras duermes, y reposa

sobre tus párpados para que no tengas sueños de miedo o de

maldad, de malicia o de ataque. Y cuando despiertas de nuevo,

te ofrece otro día de felicidad y de paz. El perdón te ofrece todo

esto y más.

“El perdón me ofrece todo lo que quiero.

Hoy he aceptado que esto es verdad.

Hoy he recibido los regalos de Dios”.

Repasemos ahora lo que significa “perdonar”, ya que es al-

go que puede tergiversarse muy fácilmente y percibirse como

que entraña un sacrificio de la justa indignación, como una dádi-

va injustificada e inmerecida y como una total negación de la

verdad. Desde esta perspectiva, perdonar no puede sino verse

como una extravagancia.

Esta perspectiva distorsionada de lo que significa perdonar

puede corregirse fácilmente, si puedes aceptar el hecho de que

no se te está pidiendo que perdones lo que es verdad. El perdón

se limita únicamente a lo que es falso. Es irrelevante con respec-

to a todo, excepto con respecto a las ilusiones. La verdad es la

creación de Dios, y perdonar eso no tiene sentido. Todo lo que es

verdad le pertenece a Él, refleja Sus leyes e irradia Su Amor.

¿Puede esto acaso requerir perdón?¿Cómo vas a poder perdonar

lo que es incapaz de pecar y es eternamente bondadoso?

Page 111: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

105

La irrealidad del pecado es lo que hace que el perdón sea

algo completamente natural y sano. Un profundo consuelo para

todos aquellos que lo conceden y una silenciosa bendición allí

donde se recibe. Así es, perdona y serás perdonado.

Y el pecado es una irrealidad porque no procede de una

Creación de Dios. El pecado es una ilusión fabricada por la ilusión

que somos en este mundo ilusorio.

El perdón es lo único que representa a la verdad en medio

de las ilusiones del mundo. El perdón ve su insubstancialidad, y

mira más allá de las miles de formas en que pueden presentarse.

Ve las mentiras, pero no se deja engañar por ellas. No hace caso

de los alaridos autoacusadores de los pecadores enloquedidos

por la culpabilidad. Los mira con ojos serenos, y simplemente les

dice: “Hermano mío, lo que crees no es verdad.”

La fuerza del perdón estriba en su honestidad, la cual es tan

incorruptible que ve las ilusiones como ilusiones, y no como la

verdad. Por eso, en presencia de las mentiras, el perdón se con-

vierte en aquello que desengaña; en el gran restaurador de la

simple verdad. Mediante su capacidad de pasar por alto lo que

no existe, le allana el camino a la verdad, la cual había estado

bloqueada por sueños de culpabilidad. Ahora eres libre para re-

correr el camino que al perdonar de verdad se despliega ante ti,

pues si un hermano ha recibido este regalo de tu parte, la puerta

queda abierta para ti.

Hay una manera muy sencilla de encontrar la puerta que

conduce al verdadero perdón y de percibir que está abierta de

par en par en señal de bienvenida. Cuando te sientas tentado de

acusar a alguien de algún pecado, no permitas que tu mente se

detenga a pensar en lo que esa persona hizo, pues eso es enga-

Page 112: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

106

ñarse uno a sí mismo. Pregúntate, en cambio: “¿Me acusaría a mí

mismo de eso?”.

Escoge entonces un hermano tal como Él, tu Guía, te indi-

que, y cataloga sus “pecados” uno a uno a medida que crucen tu

mente. Asegúrate de no concentrarte en ninguno de ellos en

particular, antes bien, date cuenta de que estás valiendo de sus

“ofensas” para salvar al mundo de toda idea de pecado. Examina

brevemente todas las cosas negativas que hayas pensado acerca

de él y pregúntate en cada caso: “¿Me condenaría a mí mismo

por haber hecho eso?”

Cuando esto ocurra, permite que tu mente vea más allá de

esa ilusión según repites para tus adentros:

Permítaseme poder percibir el perdón tal como es. ¿Me

acusaría a mí mismo de eso? No me voy a encadenar a mí mismo

de esta manera”.

“Nadie es crucificado solo. Mas, por otra parte, nadie pue-

de entrar en el Cielo solo”.

El perdón es algo que tiene que practicarse, pues el mundo

no puede percibir su significado ni proveer un guía que muestre

su beneficencia. El perdón es algo tan ajeno al mundo como lo es

tu propia realidad. Sin embargo es lo que une a tu mente con la

realidad que mora en ti.

Así ve las ilusiones en tu hermano, y pregúntate a ti mismo:

¿me condenaría a mí mismo por haber hecho esto?

El pecado es el símbolo del ataque. Si lo veo en alguna par-

te, sufriré, pues el perdón es el único medio por el que puedo al-

canzar la Visión de Cristo. Tu impecabilidad, es la mía propia. Has

sido perdonado, y yo junto contigo.

“Sin el perdón aún estaría ciego”.

Page 113: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

107

El perdón nos ofrece un cuadro de un mundo en el que ya

no hay sufrimiento, es imposible perder y la ira no tiene sentido.

El ataque ha desaparecido y a la locura le ha llegado su fin.

“El perdón pone fin a todo sufrimiento y a toda sensación

de pérdida”.

El Plan de Dios para tu salvación no puede cambiar ni fraca-

sar.

¡He aquí la respuesta! ¿Preferirías quedarte afuera cuando

el Cielo en su totalidad te espera adentro? Perdona y serás per-

donado. Tal como des, así recibirás. No hay más plan que éste

para la salvación del Hijo de Dios. Regocijémonos hoy de que así

sea pues la respuesta que aquí se nos da es clara y explícita y su

sencillez hace que sea inmune al engaño. Abre hoy los ojos y

contempla un mundo feliz, donde reinan la paz y la seguridad. El

perdón es el medio por el que este mundo feliz viene a ocupar el

lugar del infierno.

“Perdona y serás perdonado. No hay más plan que este pa-

ra la salvación del Hijo de Dios”.

“Perdona lo que inventaste y te habrás salvado”.

“Tú que quieres la paz, sólo la puedes encontrar perdonan-

do completamente”.

El perdón es el único regalo que doy, ya que es el único re-

galo que deseo. Y todo lo que doy, es a mí mismo a quien se lo

doy. Ésta es la sencilla fórmula de la salvación. Y yo, que quiero

salvarme, la adoptaré para regir mi vida por ella en un mundo

que tiene necesidad de salvación y que se salvará al aceptar yo la

Expiación para mí mismo.

“El perdón es el único regalo que doy”.

Page 114: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

108

El conflicto debe ser resuelto. Si se quiere escapar de él, no

debe evadirse, ignorarse, negarse, encubrirse, verse en otra par-

te, llamarse por otro nombre u ocultarse mediante cualquier cla-

se de engaños. Tiene que verse exactamente como es, allí donde

se cree que está. Padre, el perdón es la luz que Tú elegiste para

que desvaneciese todo conflicto y toda duda, y para que alum-

brase el camino que nos lleva de regreso a Ti.

“El perdón pone fin al sueño de conflicto”.

No esperaré ni un solo día más para encontrar los tesoros

que mi Padre me ofrece. Todas las ilusiones son vanas, y los sue-

ños desaparecen incluso a medida que se van tejiendo con pen-

samientos basados en percepciones falsas. No dejes que hoy

vuelva a aceptar regalos tan míseros.

“Hoy reclamo los regalos que el perdón otorga”.

El perdón es el medio a través del cual a la percepción le

llega su fin. El conocimiento es restituido una vez que la percep-

ción ha sido transformada y ha dado paso enteramente a lo que

por siempre ha de estar más allá de su más elevado alcance,

pues las imágenes y los sonidos tan solo pueden servir, en el me-

jor de los casos, para evocar el recuerdo que yace tras todos

ellos. El perdón elimina las distorsiones y revela el altar a la ver-

dad que se hallaba oculto. Sus blancas azucenas refulgen en la

mente, pues ahí, y solo ahí, se restaura la paz interior, al ser la

morada de Dios Mismo.

“El perdón me enseña que todas las mentes están unidas”.

“Dejo que el perdón descanse sobre todas las cosas, pues

de este modo es como se me concederá a mí”.

El perdón es el medio que nos lleva a Dios y que nos permi-

te alcanzarle, mas es algo ajeno a Él. Es imposible concebir que

Page 115: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

109

algo creado por Él necesita perdón. El perdón, entonces es una

ilusión, pero debido a su propósito, que es el del Espíritu Santo,

hay algo en ella que hace que sea diferente. A diferencia de las

demás ilusiones, nos aleja del error en vez de acercarnos a Él.

Al perdón podría considerársele una clase de ficción feliz:

una manera en la que los que no saben pueden salvar la brecha

entre su percepción y la verdad. No pueden pasar directamente

de la percepción al conocimiento porque no creen que ésa sea su

voluntad. Esto hace que Dios parezca ser un enemigo en lugar de

lo que realmente es. Y es precisamente esta percepción demente

la que hace que no estén dispuestos a simplemente ascender y

retornar a Él en paz.

Y de este modo, necesitan una ilusión de ayuda porque se

encuentran desvalidos; un Pensamiento de paz porque están en

conflicto. Dios sabe lo que Su Hijo necesita antes de que él se lo

pida. Dios no se ocupa en absoluto de la forma, pero al haber

otorgado el contenido, Su Voluntad es que se comprenda. Y eso

basta. Las formas se adaptan a las necesidades, pero el conteni-

do es inmutable, tan eterno como su Creador.

Elegir el perdón – esta “otra manera de percibir” – es el

medio que el Espíritu Santo utiliza para despertarnos de nuestros

sueños de juicio y de angustia. El perdón también es un sueño

pero un “sueño feliz” que dulcemente salva el abismo entre las

pesadillas del ego y el despertar a la Realidad.

Pues antes del perdón ese sueño es tan temible y tan real

en apariencia que él (el Hijo de Dios) no podría despertar a la

realidad sin verse inundado por el frío sudor del terror y sin dar

gritos de pánico, a menos que un sueño más dulce precediese su

despertar y permitiese que su mente se calmara para poder aco-

ger – no temer – la Voz que con amor lo llama a despertar; un

Page 116: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

110

sueño más dulce, en el que su sufrimiento cesa y en el que su

hermano es su amigo. Dios dispuso que su despertar fuese dulce

y jubiloso, y le proporcionó los medios para que pudiese desper-

tar sin miedo.

El objetivo de las enseñanzas del Espíritu Santo es precisa-

mente acabar con los sueños, pues todo sonido e imagen tiene

que transformarse de testigo del miedo en testigo del amor…

Desde el conocimiento, donde Dios lo ubicó, el Espíritu San-

to te exhorta a dejar que el perdón repose sobre tus sueños para

que puedas recobrar la cordura y la paz interior. Sin el perdón,

tus sueños seguirán aterrorizándote, y el recuerdo de todo el

Amor de tu Padre no podrá retornar a tu mente para proclamar

que a los sueños le ha llegado su fin.

Puedes aplazar lo que tienes que hacer y eres capaz de

enormes dilaciones, pero no puedes desvincularte completa-

mente de tu Creador, Quien fija los límites de tu capacidad para

crear falsamente. El Espíritu Santo es este “límite”, pues su pre-

sencia en nuestras mentes asegura que jamás podemos estar to-

talmente locos. La presencia amorosa de Dios asegura que al lle-

gar a cierto punto todo el mundo oirá Su llamada y despertará en

Él. El resultado “es tan seguro como Dios”.

El mecanismo del perdón es el milagro, el cual se define

como la corrección de nuestra manera equivocada de pensar y

percibir; al pasar del juicio, la condenación y los resentimientos

al perdón y a la unión. El milagro no hace nada. Lo único que

hace es deshacer. Y de este modo, cancela la interferencia a lo

que se ha hecho. No añade nada, sino que simplemente elimina.

Y lo que elimina hace mucho que desapareció, pero puesto que

se conserva en la memoria, sus efectos parecen estar teniendo

lugar ahora.

Page 117: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

111

Así que el milagro es un cambio de percepción de la mente

errada del ego a la mente correcta del Espíritu Santo, un cambio

que deshace las barreras que nos mantienen separados a unos

de otros y en última instancia de nuestro Creador y Fuente.

El perdón puede ser resumido en tres pasos básicos. El pri-

mer paso deshace la ira proyectada al admitir que el problema

no está fuera de mí; el problema está dentro de mí. El segundo

paso dice que el problema que está dentro de mí es uno que yo

forjé y que ya no quiero. El tercer paso se toma cuando se lo en-

tregamos al Espíritu Santo y Él se hace cargo del mismo.

El perdón es mirar más allá de la oscuridad de tu ataque y

verlo como un pedido de luz. Esta es la visión de Cristo. El rostro

de Cristo es el rostro de la inocencia que vemos en cada uno en

este mundo. Es como una oportunidad que puede utilizar el Espí-

ritu Santo para ayudarnos a vernos sin culpa. La forma cómo mi-

ramos a las personas en nuestras vidas es la forma cómo nos mi-

ramos a nosotros mismos.

Y esta será siempre nuestra eterna elección, como dice el

Curso: “Hermano mío, elige de nuevo”, y la elección siempre es si

perdonamos o no perdonamos.

El perdón a los demás realmente constituye el perdón a no-

sotros mismos, pues es nuestra propia culpa la que vemos en

ellos. Verdaderamente, no perdonamos a los demás por lo que

han pensado o han hecho; nos perdonamos a nosotros mismos

por lo que nosotros hemos pensado o hemos hecho, por eso:

perdona y serás perdonado.

Perdonar a través del Espíritu Santo, consiste simplemente

en mirar más allá del error desde un principio, haciendo que, de

esta manera nunca sea real para ti. Sigue, pues, las enseñanzas

Page 118: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

112

de perdón del Espíritu Santo porque el perdón es Su función. Él

sabe cómo llevarlo a cabo perfectamente.

Sea nuestra oración al Padre:

“Perdónanos nuestras ilusiones, Padre, y ayúdanos a acep-

tar nuestra verdadera relación Contigo. En la que no hay ilusio-

nes y en la que jamás puede infiltrarse ninguna. Nuestra Santi-

dad es la Tuya. ¿Qué puede haber en nosotros que necesite

perdón si Tu perdón es perfecto? El sueño del olvido no es más

que nuestra renuencia a recordar Tu perdón y Tu amor. No nos

dejes caer en la tentación, pues la tentación del Hijo de Dios no

es Tu Voluntad. Y déjanos recibir únicamente lo que Tú has dado,

y aceptar sólo eso en las mentes que Tú creaste y que amas.

Amén”.

Tratemos de resumir lo dicho:

El perdón es la condición indispensable para hallar la paz.

El perdón es el recurso de aprendizaje excelso que el Espíri-

tu Santo utiliza para llevar a cabo el cambio en nuestra manera

de pensar.

Por el perdón, al olvidar todas nuestras percepciones erró-

neas y al no permitir que nada del pasado nos detenga, podemos

recordar a Dios.

No hagas nada, pues, y deja que el perdón te muestre lo

que debes hacer a través de Aquel que es tu Guía.

Tu perdón es lo que lleva a este mundo de tinieblas a la

luz.

El perdón es algo que se adquiere. No es algo inherente a la

mente. Es algo que tienes que aprender, no de ti mismo, sino del

Maestro que representa a tu otro Ser.

Page 119: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

113

El perdón me ofrece todo lo que quiero. Hoy acepto que es-

to es verdad. Y recibo los regalos de Dios.

Ante la percepción de ver al acto de “perdonar” como algo

tergiversado, como una dádiva injustificada e inmerecida y como

una negación de la verdad, contéstate que se perdona lo que es

falso, no la verdad.

El perdón es lo único que representa a la verdad en medio

de las ilusiones del mundo.

Hay una manera muy sencilla de encontrar la puerta que

conduce al verdadero perdón. Cuando te sientas tentado de acu-

sar… Repite: Permítaseme poder percibir el perdón tal como es.

¿Me acusaría a mí mismo de eso? No me voy a encadenar a mí

mismo de esta manera.

El perdón es algo que tiene que practicarse.

Perdona y serás perdonado. Tal como des, así recibirás. No

hay más plan que éste para la salvación del Hijo de Dios.

El perdón es el único regalo que doy, ya que es el único que

deseo.

El perdón es el medio a través del cual a la percepción le

llega a su fin.

Dejo que el perdón descanse sobre todas las cosas, pues de

este modo es como se me concederá a mí.

El perdón es el medio que nos lleva a Dios.

El Espíritu Santo te exhorta a dejar que el perdón repose

sobre tus sueños para que puedas recobrar la cordura y la paz

interior.

El mecanismo del perdón es el milagro.

Page 120: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

114

Hermano mío, elige de nuevo. Y la elección siempre es si

perdonamos o no.

El perdón a los demás constituye el perdón a nosotros

mismos.

Perdonar a través del Espíritu Santo, consiste simplemente

en mirar más allá del error desde un principio, haciendo que, de

esta manera nunca sea real para ti.

Recuerda que esta sea nuestra oración de perdón al Padre:

“Perdónanos nuestras ilusiones Padre, y ayúdanos a acep-tar nuestra verdadera relación contigo. En la que no hay

ilusiones y en la que jamás puede infiltrarse ninguna…

No nos dejes caer en la tentación, pues la tentación del Hijo de Dios no es Tu Voluntad. Y déjanos recibir única-

mente lo que Tú has dado, y aceptar sólo eso en las mentes que Tú creaste y que amas”. “Amén”.

Page 121: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

115

9. La Paz

La Paz de Dios es la condición de todo y la condición para

todo.

En la Paz de Dios fuiste creado. La Paz de Dios fue creada

para ti; tu Creador te la dio y la estableció como su propio regalo

eterno.

El perdón es la condición indispensable para hallar la paz.

La Paz de Dios es la condición para que se haga Su Volun-

tad. Alcanza Su Paz, y le recordarás.

La Paz de Dios no es más que esto: el simple entendimiento

de que Su Voluntad no tiene ningún opuesto.

“La Paz de Dios es la condición del Reino”.

“La Paz es la motivación para aprender este Curso”.

“La Paz es el requisito previo para alcanzar el conocimien-

to”.

“Cuando no estás en Paz ello se debe únicamente a que no

crees que estás en Él.”

“La salvación es para la mente, y se alcanza por medio de la

Paz”.

“La Paz es el patrimonio natural del espíritu”.

“Tú que quieres la Paz sólo la puedes encontrar perdonan-

do completamente”.

“Nada real puede ser amenazado. Nada irreal existe. En es-

to radica la Paz de Dios”.

¿Qué es la Paz de Dios?

Page 122: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

116

Se ha dicho que hay una paz que no es de este mundo.

¿Cómo se puede reconocer?¿Cómo se puede encontrar? Y una

vez que se encuentra, ¿cómo se puede conservar?

¿Cómo se puede reconocer la Paz de Dios? La Paz de Dios

se reconoce al principio sólo por una cosa: desde cualquier punto

de vista es una experiencia radicalmente distinta de cualquier

experiencia previa. No trae a la mente nada que haya sucedido

antes. No evoca nada que se pueda asociar con el pasado. Es al-

go completamente nuevo. Existe ciertamente un contraste entre

esta experiencia y cualquier experiencia del pasado. Pero curio-

samente, no es éste un contraste que esté basado en diferencias

reales.

El pasado sencillamente se desvanece, y la quietud eterna

pasa a ocupar su lugar. Eso es todo. El contraste que se había

percibido al principio sencillamente desaparece. La quietud se ha

extendido para cubrirlo todo.

¿Cómo se encuentra esta quietud? Nadie que busque úni-

camente sus condiciones puede dejar de encontrarla. La Paz de

Dios no puede hacer acto de presencia allí donde hay ira, pues la

ira niega forzosamente la existencia de la paz. Todo aquel que de

alguna manera o en cualquier circunstancia considere que la ira

está justificada, proclama que la paz es una insensatez, y no

podrá por menos que creer que no existe. En esas condiciones

no se puede hallar la Paz de Dios. El perdón es, por lo tanto, la

condición indispensable para hallarla. Lo que es más, donde hay

perdón tiene que haber paz, pues ¿qué otra cosa sino el ataque

conduce a la guerra?¿y qué otra cosa sino la paz es lo opuesto a

la guerra? Aquí el contraste inicial resalta de una manera clara y

evidente. Cuando se halla la paz, no obstante, la guerra deja de

Page 123: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

117

tener sentido. Y ahora es el conflicto el que se percibe como in-

existente e irreal.

¿Cómo se conserva la Paz de Dios una vez que se ha encon-

trado? Si la ira retorna, en la forma que sea, el pesado telón vol-

verá a caer una vez más y la creencia de que no es posible que

haya paz inevitablemente regresará. La guerra se volverá a acep-

tar una vez más como la única realidad. Y ahora tendrás que de-

poner tu espada nuevamente, aunque no te hayas dado cuenta

de que la habías vuelto a blandir. Pero al recordar, aunque sólo

sea vagamente, cuán feliz eras sin ella, te darás cuenta de que

debiste haberla vuelto a blandir para defenderte. Detente en-

tonces por un momento y piensa en lo siguiente: ¿prefieres el

conflicto o sería la Paz de Dios una opción mejor? ¿Cuál te aporta

más? Una mente tranquila no es un regalo baladí. ¿No es prefe-

rible vivir a elegir la muerte?

Vivir es júbilo, pero la muerte no es sino llanto. Ves en la

muerte tu escapatoria de lo que has hecho, pero lo que no ves es

que tú mismo inventaste la muerte, la cual no es más que la ilu-

sión de un final. La muerte no puede ser una escapatoria porque

el problema no radica en la vida. La vida no tiene opuesto, pues

es Dios. La vida parece ser lo opuesto a la muerte porque tú has

decidido que la muerte acaba con la vida. Perdona al mundo y

comprenderás que nada que Dios creó puede tener fin, y que

nada que Él no haya creado es real. Con esta frase se resume el

Curso. Con esta frase se le da a las prácticas del mismo el único

objetivo que tienen. Con esta frase se describe el programa de

estudios del Espíritu Santo exactamente como es.

¿Qué es la Paz de Dios? La Paz de Dios no es más que esto:

el simple entendimiento de que Su Voluntad no tiene ningún

opuesto. Ningún pensamiento que contradiga Su Voluntad pue-

Page 124: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

118

de ser verdadero. El contraste entre Su Voluntad y la tuya tan

sólo daba la impresión de ser real. En realidad no había conflicto

pues Su Voluntad es la tuya. Ahora la poderosa Voluntad de Dios

Mismo es Su regalo para ti. Él no desea quedarse con Ella sólo

para Sí. ¿Por qué querrías mantener tus insignificantes y frágiles

alucinaciones ocultas de Él? La Voluntad de Dios es una y es lo

único que existe. Ese es tu patrimonio. Todo el universo que se

encuentra más allá del Sol y las estrellas, así como de todos los

pensamientos que puedas concebir, te pertenece. La Paz de Dios

es la condición para que se haga Su Voluntad. Alcanza Su Paz, y le

recordarás.

La Paz de Dios radica en entender esto:

“Mas ve el amor de Dios en ti y lo verás en todas partes

porque está en todas partes”.

“Y tu moras en Paz cuando así lo decides”. “Pero no puedes

morar en paz a menos que aceptes la Expiación, porque la Expia-

ción es el camino que conduce a la paz”.

Cuando un hermano está enfermo es porque no está pi-

diendo paz, y, por lo tanto, no sabe que ya dispone de ella. Acep-

tar la paz es negar lo ilusorio, y la enfermedad es una ilusión”.

“La salvación es para la mente (que es lo que hay que sal-

var), y se alcanza por medio de la paz. Y el amor es la única res-

puesta”.

“El amor brinda paz”.

“La paz es la condición que te permite ser consciente de tu

relación con Dios”.

La paz llegará a través de nosotros. Únete a mí (dice Jesús)

en la idea de la paz, pues las mentes se comunican por medio de

las ideas. Si te entregases tal como tu Padre entrega Su Ser, en-

Page 125: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

119

tenderás lo que es la Conciencia de Ser. Y con ello entenderías el

significado del amor.

Para tener paz, enseña paz para así aprender lo que es.

Aprendes lo que enseñas.

Tu nombre nos une en la unicidad que es nuestra herencia

y nuestra paz. Amén.

La decisión de Juzgar en vez de conocer es lo que nos hace

perder la paz. Juzgar es el proceso en el que se basa la percep-

ción, pero no el conocimiento.

No tienes idea del tremendo alivio y de la profunda paz que

resultan de estar con tus hermanos o contigo mismo sin emitir

juicios de ninguna clase.

Cuando hayas aceptado tu misión de extender paz, hallarás

paz.

¿No sabías que caminé (dice Jesús) con Él en paz? ¿y no

significa eso que la paz nos acompaña durante toda la jornada?

Primero soñarás con la paz, y luego despertarás a ella. Es el

intercambio de las pesadillas por los sueños felices de amor. Los

sueños de amor conducen al conocimiento.

Siempre que crees que sabes, la paz se aleja de ti porque

has abandonado al Maestro de la Paz. Si quieres paz tienes que

abandonar al maestro del ataque. El Maestro de la Paz nunca te

abandonará.

Cuando se está en paz no es necesario estar alerta. El esta-

do de alerta es necesario contra las creencias que no son ciertas,

y el Espíritu Santo nunca lo habría solicitado si tú no hubieses

creído lo falso.

Page 126: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

120

Si tuvieras presente lo que el Espíritu Santo te ofrece, no

podrías mantenerte alerta excepto en favor de Dios y de Su Re-

ino. Por eso déjalo todo en manos del Espíritu Santo.

Si la verdad es total, lo que no es verdad no existe. Tu com-

promiso con cualquiera de esas dos posibilidades tiene que ser

total. La verdad y lo falso no pueden coexistir en tu mente sin di-

vidirla. Si no pueden coexistir en paz, y si lo que quieres es estar

en paz, tienes que abandonar por completo y para siempre la

idea de conflicto.

El instante santo es una situación de perfecta paz, debido

simplemente a que la has dejado ser lo que es.

Esta simple cortesía es todo lo que el Espíritu Santo te pide:

Que dejes que la verdad sea lo que es. No intervengas, no la ata-

ques, ni interrumpas su llegada. Deja que envuelva cada situa-

ción y que te brinde paz. Ni siquiera se te pide que tengas fe,

pues la verdad no pide nada. Déjala entrar, y ella invocará la fe

que necesitas para gozar de paz, y se asegurará de que dispongas

de ella. Pero no te alces contra ella, pues no puede hacer acto de

presencia si te opones a ella.

Cuando aceptaste la verdad como el objetivo de tu rela-

ción, te convertiste en un dador de paz tan irremediablemente

como que tu Padre te dio paz, pues el objetivo de la paz no se

puede aceptar sin sus condiciones, y tú tuviste que haber tenido

fe en dicho objetivo, pues nadie acepta lo que no cree que es

real. Tu propósito no ha cambiado ni cambiará jamás, pues acep-

taste lo que nunca puede cambiar. Y ahora no le puedes negar

nada que necesite para ser eternamente inmutable. Y demuestra

que te has elevado muy por encima de cualquier situación que

pudiese detenerte y mantenerte separado de Aquel Cuya llama-

da contestaste.

Page 127: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

121

Cuando una situación se ha dedicado completamente a la

verdad, la paz es inevitable. La consecución de ésta es el criterio

por medio del cual se puede determinar con seguridad si dicha

dedicación fue total. Es imposible alcanzar la paz sin tener fe,

pues lo que se le entrega a la verdad para que ésta sea su único

objetivo, se lleva a la verdad mediante la fe.

Si los ataques a tu paz mental se manifiestan en forma de

emociones adversas más generalizadas, tales como depresión,

ansiedad o preocupación, repite esta idea u oración: “Puedo

substituir mis sentimientos de depresión, ansiedad o preocupa-

ción por paz”. Y en forma más generalizada: “Podría ver paz en

lugar de esto”.

Crees ser la morada del mal, de las tinieblas y del pecado.

Piensas que si alguien pudiese ver la verdad acerca de ti, sentiría

tal repulsión que se alejaría de ti como si de una serpiente vene-

nosa se tratase. Estas creencias están tan arraigadas, tan firme-

mente arraigadas en ti que resulta difícil hacerte entender que

no tienen fundamento alguno. Que has cometido errores es ob-

vio. Estos pensamientos no concuerdan con la Voluntad de Dios.

Él no comparte contigo estas extrañas creencias. Esto es suficien-

te para probarte que son erróneas, pero tú no te das cuenta de

ello.

El ser que tú fabricas no es el Hijo de Dios, por lo tanto, no

existe en absoluto. Y todo lo que aparentemente hace o piensa,

carece de significado. No es bueno ni malo. Es simplemente irre-

al, nada más. No batalla con el Hijo de Dios. No le hace daño ni

ataca su paz.

Tu impecabilidad está garantizada por Dios. Esto tiene que

repetirse una y otra vez, hasta que se acepte. Es la verdad. La

salvación requiere que aceptes un solo pensamiento: que eres

Page 128: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

122

tal como Dios te creó, y no lo que has hecho de ti mismo. La luz,

la dicha y la paz moran en ti porque ahí las puso Dios.

Por eso repite esta idea u oración:

“La luz, la dicha y la paz moran en mi.

Mi impecabilidad está garantizada por Dios”.

La paz y la dicha de Dios te pertenecen.“Mías son la paz y la

dicha de Dios”. Las aceptamos sabiendo que son nuestras. Y tra-

taremos de entender que estos regalos se multiplican a medida

que los recibimos. No son como los regalos que el mundo da, en

los que el que hace el regalo pierde al darlo, y el que lo recibe se

enriquece a costa de la pérdida del que se lo dio. Esos no son los

regalos, sino regateos que se hacen con la culpabilidad.

Uno de los principales objetivos de aprendizaje del Curso es

invertir tu concepto de lo que es dar, de modo que puedas reci-

bir. Acepta la paz y la dicha de Dios, y aprenderás a ver lo que es

un regalo de otra manera. Los regalos de Dios no disminuyen

cuando se dan. Por el contrario se multiplican. Dar verdadera-

mente equivale a crear.

Acepta Su regalo de dicha y de paz, y Él te dará gracias por

el regalo que le haces.

Piensa en aquellos hermanos a quienes les has negado la

paz y la dicha a las que tienen derecho de acuerdo con las equi-

tativas leyes de Dios. Al negárselas a ellos, fue cuando te las ne-

gaste a ti mismo.

Piensa en tus “enemigos” por un rato y diles:

“Hermano, te ofrezco paz y dicha

para que la paz y la dicha de Dios sean mías”

Page 129: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

123

“Deseo la paz de Dios”. Decir estas palabras no es nada. Pe-

ro decirlas de corazón lo es todo. Si pudieras decirlas de corazón,

aunque sólo fuera por un instante, jamás volverías a sentir pesar

alguno, en ningún lugar o momento. Recobrarías plena concien-

cia del Cielo, el recuerdo de Dios quedaría completamente reins-

taurado y la resurrección de toda la creación plenamente reco-

nocida.

No hay nadie que pueda decir estas palabras de todo co-

razón y no curarse. Ya no podría entretenerse con sueños o creer

que él mismo es un sueño. No podría inventar un infierno y creer

que es real. Desea la Paz de Dios, y se le concede. Eso es todo lo

que desea y todo lo que recibirá. Son muchos los que han dicho

estas palabras, pero ciertamente son muy pocos los que las han

dicho de todo corazón.

La mente que desea la paz de todo corazón debe unirse a

otras mentes, pues así es como se alcanza la paz.

Nadie que realmente busque la Paz de Dios puede dejar de

hallarla, pues lo único que pide es dejar de engañarse a sí mismo,

al negarse lo que la Voluntad de Dios dispone.

La paz fue creada para ti; tu Creador te la dio y la estableció

como Su propio regalo eterno. ¿Cómo ibas a poder fracasar

cuando tan sólo estás pidiendo lo que Él dispone para ti?

“Deseo la Paz de Dios”

Tu paz me rodea, Padre. Dondequiera que voy, tu paz me

acompaña y derrama su luz sobre todo aquel con quien me en-

cuentro. Se la llevo al que se encuentra desolado, al que se sien-

te solo y al que tiene miedo. Se la ofrezco a los que sufren, a los

que se lamentan de una pérdida, así como a los que creen ser

infelices y haber perdido toda esperanza, pues quiero salvar a Tu

Page 130: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

124

Hijo, tal como dispone Tu Voluntad, para poder llegar a recono-

cer mi Ser.

Y así caminamos en paz, transmitiendo al mundo entero el

mensaje que hemos recibido.

“Tu paz está conmigo, Padre. Estoy a salvo”.

No me parece que pueda elegir experimentar únicamente

paz hoy. Sin embargo, mi Dios asegura que Su Hijo es como Él.

Que pueda hoy tener fe en Aquel que afirma que soy el Hijo de

Dios. Y que la paz que hoy elijo experimentar dé fe de la verdad

de Sus Palabras. El Hijo de Dios no puede sino estar libre de pre-

ocupaciones y morar eternamente en la Paz del Cielo.

“Elijo pasar este día en perfecta Paz”.

“La Paz de Dios refulge en mi ahora”. ¿Por qué esperar al

Cielo? Los que buscan la luz están simplemente cubriendo los

ojos. La luz está en ellos. La iluminación es simplemente un reco-

nocimiento, no un cambio.

Esta luz no se puede perder. No es difícil mirar en nuestro

interior, pues ahí nace toda visión. Ahí comienza la percepción y

ahí termina. No tiene otra fuente que ésta.

La Paz de Dios refulge en ti ahora, y desde tu corazón se ex-

tiende por todo el mundo.

Siéntate en silencio y cierra los ojos. La luz en tu interior es

suficiente. Sólo ella puede concederte el don de la visión. Ciérra-

te al mundo exterior, y dale alas a tus pensamientos para que

lleguen hasta la paz que yace dentro de ti. Ellos conocen el cami-

no.

“La Paz de Dios refulge en mí ahora. Que todas las cosas

refuljan sobre mí en esa paz, y que yo las bendiga con

Page 131: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

125

la luz que mora en mí”.

“No hay más paz que la Paz de Dios”. Deja de buscar. No

hallarás otra paz, que la Paz de Dios. Acepta este hecho y te evi-

tarás la agonía de sufrir aún más amargos desengaños.

No obstante, con la misma facilidad puedes pedir amor, fe-

licidad y vida eterna en una paz que no tiene fin. pide esto, y solo

puedes ganar. Pedir lo que ya tienes te lleva al éxito.

¿Qué función tiene el perdón? En realidad no tienen ningu-

na, ni hace nada, pues es desconocido en el Cielo. Es sólo en el

infierno donde se le necesita y donde tiene una formidable fun-

ción que desempeñar. ¿No es acaso un propósito loable ayudar

al bienamado Hijo de Dios a escapar de los sueños de maldad,

que aunque son sólo fabricaciones suyas, él cree que son reales?

No hay más paz que la paz de Dios porque Él solo tiene un

Hijo, que no puede construir un mundo en oposición a la Volun-

tad de Su padre o a la suya propia, la cual es la misma que la de

Él.

La paz es el puente que todos habrán de cruzar para dejar

atrás este mundo. Pero se empieza a tener paz en él cuando se

le percibe de otra manera, y esta nueva percepción nos conduce

hasta las puertas del Cielo y lo que yace tras ellas.

Nos encontramos muy cerca de nuestro hogar, y nos acer-

camos aún más a él cada vez que decimos:

“No hay más paz que la Paz de Dios,

y estoy contento y agradecido de que así sea”.

“Mi corazón late en la Paz de Dios”. Lo que me rodea es la

vida que Dios creó en Su Amor. Me llama con cada latido, con

cada acción y con cada pensamiento. La paz llena mi corazón e

Page 132: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

126

inunda mi cuerpo con el propósito del perdón. Ahora mi mente

ha sanado, y se me concede todo lo que necesito para salvar al

mundo. Cada latido de mi corazón me inunda de paz; cada alien-

to me infunde fuerza. Soy un mensajero de Dios, guiado por Su

Voz, apoyado por Su Amor y amparado eternamente en la quie-

tud y en la paz de Sus amorosos Brazos.

“Mi corazón late en la Paz de Dios”.

Padre, al despertar los milagros corrigen mi percepción de

todas las cosas. Y así comienza el día que voy a compartir Conti-

go tal como compartiré la eternidad, pues el tiempo se ha hecho

a un lado hoy. Quiero olvidarme de todo excepto de Tu Amor.

Quiero morar en Ti y no saber nada de ninguna otra ley que no

sea Tu Ley del Amor. Y al llegar la noche, recordaremos única-

mente la Paz de Dios, pues hoy veremos qué clase de paz es la

nuestra, cuando nos olvidamos de todo excepto del Amor de

Dios.

“Hoy me envuelve la Paz de Dios,

y me olvido de todo excepto de Su Amor”.

¿Quién es mi hermano sino Tu santo Hijo. Mas si veo peca-

do en él, proclamo que soy un pecador, en vez de un Hijo de

Dios, y que me encuentro solo y sin amigos en un mundo ate-

rrante. Mas percibirme de esa manera es una decisión que yo

mismo he tomado y puedo, por consiguiente, volverme atrás.

Puedo asimismo ver a mi hermano exento de pecado, y como Tu

Santo Hijo. Y si ésta es la alternativa por la que me decido, veo

mi impecabilidad, a mi eterno Consolador y Amigo junto a mí, y

el camino libre y despejado. Elige, pues, por mí, Padre mío, a

través de Aquel que habla por Ti, pues sólo Él juzga en Tu Nom-

bre.

Page 133: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

127

“Mi hermano impecable es mi guía a la paz.

Mi hermano pecador es mi guía al dolor.

Y el que elija ver será el que contemplaré”.

El perdón ve solo impecabilidad, y no juzga. Ésta es la ma-

nera de llegar a Ti. Los juicios me vendan los ojos y me ciegan. El

amor, que aquí se refleja en forma de perdón, me recuerda, por

otra parte, que Tú me has proporcionado un camino para volver

a encontrar Tu paz. Soy redimido cuando elijo seguir ese camino.

Tu no me has dejado desamparado. Dentro de mi yace Tu re-

cuerdo, así como Uno que me conduce hasta él. Padre, hoy quie-

ro oír Tu Voz y encontrar Tu Paz. Pues quiero amar mi propia

Identidad y encontrar en Ella el recuerdo de Ti.

“Los juicios son lo opuesto al amor. De los

juicios procede todo el dolor del mundo,

y del amor, la Paz de Dios”.

Mi unidad con el Cristo me establece como Tu Hijo, más

allá del alcance del tiempo y libre de toda ley, salvo de la Tuya.

No tengo otro ser que el Cristo que vive en mí. No tengo otro

propósito que el Suyo. Y Él es como Su Padre. Por lo tanto, no

puedo sino ser uno contigo, así como con Él. Pues, ¿quién es el

Cristo sino Tu Hijo tal como Tú lo creaste?¿y qué soy yo sino el

Cristo en mí?

“Cristo y yo nos encontramos unidos en paz y seguros

de nuestro propósito. Su Creador reside en Él,

tal como Él reside en mí”.

¿Por qué debo esperar, Padre mío, para recibir la dicha que

Tú me prometiste? Pues tú mantendrás Tu palabra, que le diste a

Tu Hijo en el exilio. Estoy seguro de que mi tesoro me aguarda y

Page 134: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

128

de que sólo tengo que extender la mano para encontrarlo. Inclu-

so ahora mismo mis dedos ya lo están tocando. Está muy cerca.

No es necesario que espere ni un instante más para estar en paz

para siempre. Es a Ti a Quien elijo, y a mi Identidad junto Conti-

go. Tu Hijo quiere ser él mismo, y reconocerte como Su Padre y

Creador, así como su Amor.

“La paz, la dicha y los milagros que otorgaré

cuando acepte la Palabra de Dios son ilimitados.

¿Por qué no aceptarla hoy?”.

Padre, hoy vamos a perdonar Tu mundo y a dejar que la

creación sea Tuya. Hemos entendido todas las cosas errónea-

mente. Pero no hemos podido convertir a los santos Hijos de

Dios en pecadores. Lo que Tú creaste, libre de pecado ha de

permanecer así por siempre jamás. Esa es nuestra condición. Y

nos regocijamos al darnos cuenta de que los errores que hemos

cometido no tienen efectos reales sobre nosotros. El pecado es

imposible, y en este hecho descansa el perdón sobre una base

mucho más sólida que el mundo de sombras que vemos. Ayúda-

nos a perdonar, pues queremos ser redimidos. Ayúdanos a per-

donar, pues queremos estar en paz.

“La respuesta de Dios es alguna forma de paz. Todo dolor sana;

toda aflicción queda reemplazada por la dicha. Las puertas de la

prisión se abren. Y se comprende que todo pecado no es más

que un simple error”.

Padre, Tu Paz es lo que quiero dar, al haberla recibido de Ti.

Yo soy Tu Hijo, eternamente como Tú me creaste, pues los Gran-

des Rayos permanecen en mí por siempre serenos e imperturba-

bles. Quiero llegar a ellos en silencio y con certeza, pues en nin-

guna otra parte se puede hallar certeza. Que la paz sea conmigo,

Page 135: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

129

así como con el mundo. En la santidad fuimos creados y en la

santidad seguimos. En Tu Hijo, al igual que en Ti, no hay mancha

alguna de pecado. Y con este pensamiento decimos felizmente,

“Amén”.

“Que la paz sea conmigo, el santo Hijo de Dios.

Que la paz sea con mi hermano, que es uno conmigo.

Y que a través nuestro, el mundo sea bendecido con paz”.

Hagamos algunas reflexiones sobre la paz con Jesús.

La razón para elegir la paz es que ella no es ilusión. Es un

reflejo de la Realidad. Las elecciones que no te dan paz confir-

man la ilusión y mantienen tu atención sobre ella.

Lo que en realidad estás tratando de lograr es un senti-

miento de paz. Te sugiero hacer esto: cuando estés atravesando

cualquier proceso, reconoce que lo atraviesas para llegar a un

estado de paz.

Elige la paz mientras te estás cepillando los dientes. Elige la

paz al contemplar una bella flor. Elige la paz cuando sientas que

alguien mastica en tu nuca.

Hago esto para darme paz. Entonces tendrás consciente-

mente la oportunidad de elegir de nuevo. No tienes que hacer

nada que no te dé paz.

Si tú te permites continuar haciendo lo que no te aporta la

paz, y lo haces con un estado de espíritu sin juzgar, tomarás con-

ciencia del hecho de que la paz se encontraba allí a pesar de to-

do.

En todo lo que hagas, elige la paz.

Comprende bien que, cuando tú eliges totalmente la paz, la

experiencia de esta paz es instantánea. El proceso de crear la

Page 136: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

130

forma de pensar que elija la paz en toda situación, continuamen-

te y sin equívoco tomará tanto tiempo como tú elijas que tome.

La razón para elegir la paz es que la paz no forma parte de la ilu-

sión. Ella es un reflejo de la realidad.

El pensamiento se ha vuelto un proceso al cual se ve equi-

vocadamente como sinónimo de conocimiento. Yo insisto en que

se trata de una creencia falsa. El conocimiento no existe más que

por un estado de sentir. Puedes muy fácilmente alcanzar este es-

tado de sentir por el amor en lo que haces. Tienes acceso al sen-

tir. A causa del amor generado por lo que haces.

Así que mi sugerencia simplemente es que se abandonen a

su sentimiento, cualquiera que este sea, abandónense a él, por-

que esa será su comunicación más profunda con el Ser de su Yo.

Los sentimientos que parecen generar temor son abando-

nados más fácilmente si te permites compararlos con los senti-

mientos de paz.

Lo que puedo sugerirte es que dejes ir los pensamientos

que no son pacíficos. Eso es todo. Sólo déjalos ir. Tú los dejas ir

cuando no los juzgas. Los dejas ir al no resistirlos.

Permítete estar en un estado de alegría y sabe que, cuando

estás en este estado, te encuentras dentro de un estado que per-

tenece a Dios. El resto lo seguirá.

Es tu elección de estar en alegría y paz lo que creará un

modo de pensamiento que reflejará alegría y paz. Cuando tu

espíritu esté en un estado de paz perpetua y perfecta, te será

imposible vivir experiencias que no reflejen la paz, la alegría y el

amor. Si cambias el escenario interior cambias el juego externo.

Te voy a dar una pequeña indicación. Te preguntarás con

frecuencia si has recibido bien la respuesta. Formularás la cues-

Page 137: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

131

tión preguntándote: “¿Es esta la respuesta que debo oír?” y te

preguntarás si no ha sido dictada por tu ego, o si es más bien la

voz de tu ser unificado. Para saber lo que es, hazte la siguiente

pregunta: “Con esta respuesta ¿estoy más lleno de amor?¿tengo

más paz?¿encontré en ella la alegría? Y así sabrás de donde viene

la respuesta.

Tú tienes sólo una responsabilidad y esta es ser tu propio

ser y expresar el amor, la paz y la alegría que son la definición de

tu Ser.

La culpa y el juicio son como guardias que impiden pasar

por la entrada hacia la paz. Por eso: “Busca tu paz, busca primero

la expresión de tu ser”.

Si la paz es la base de todo lo que existe en la realidad

¿cómo puedes sentirte conectado a tu Fuente si no sientes paz?

Esta paz no es más que una palabra si no la dejas pasar a través

de ti.

Y que sea nuestra oración final de paz:

Espíritu Santo

Te entrego este instante santo.

Sé tú quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, se-guro de que

Tu dirección me brindará paz.

Page 138: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

132

Page 139: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

133

10. El Amor

La respuesta a la paz es el Amor.

Dios es Amor. Y el Amor que es lo que nos creó es lo que

somos. Somos amor.

“la función del amor es unir todas las cosas en sí misma y

mantenerlas unidas, extendiendo su plenitud.” “La atracción del

amor por el amor sigue siendo irresistible”.

“El amor siempre conduce al amor”.

“Si amarse uno a sí mismo significa curarse a sí mismo, los

que están enfermos no se aman a sí mismos”.

“El mensaje de la crucifixión en inequívoco: enseña sola-

mente amor pues eso es lo que eres”.

“Mas ve el amor de Dios en ti y lo verás en todas partes

porque está en todas partes.” “La Paz de Dios radica en entender

esto”. “Al desear sólo esto, tendrás solo esto, y al dar sólo esto,

serás solo esto”.

El Amor de Dios está en ti. Búscalo y lo encontrarás. En el

Cielo el Amor es lo mismo que la unión.

Aquí, donde en lugar del Amor se acepta la ilusión del

amor, el amor se percibe como separación y exclusión.

La única emoción en que la substitución es imposible es el

Amor.

El Amor aflorará de inmediato en cualquier mente que de

verdad lo desee, pero tiene que desearlo de verdad.

El único estado de plenitud posible es el de amor.

Siempre que no te sientes completamente dichoso es por-

que has reaccionado sin amor ante una de las creaciones de

Page 140: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

134

Dios, no estoy en paz, debo haber decidido equivocadamente. Yo

mismo tomé esa decisión, por lo tanto, puedo tomar otra. Quiero

tomar otra porque deseo estar en paz. No me siento culpable

porque el Espíritu Santo, si se lo permito, anulará todas las con-

secuencias de mi decisión equivocada.

Elijo permitírselo, al dejar que Él decida en favor de Dios

por mí. Espíritu Santo decide en favor de Dios por mí.

Y allí llega la paz. Y donde hay paz allí está el amor.

Crear es amar. El hecho de que Dios es Amor no requiere

que se cree en ello pero si requiere aceptación.

Cuando lo único que desees sea amor no verás nada más.

Ofrece amor, y el amor vendrá a ti porque se siente atraído

por sí mismo. Mas ofrece ataque y el amor permanecerá oculto,

pues solo puede vivir en paz. Y allí donde no hay sacrificio allí

está el amor.

El amor no es una ilusión es un hecho.

El Espíritu Santo es el puente que conduce hasta Él.

Los milagros ocurren naturalmente como expresiones de

amor. El verdadero milagro es el amor que los inspira. En este

sentido todo lo que procede del amor es un milagro.

La oración es el vehículo de los milagros. Es el medio de

comunicación entre lo creado y el Creador. Por medio de la ora-

ción se recibe amor, y por medio de los milagros se expresa

amor.

El milagro es un servicio. Es el máximo servicio que le pue-

des prestar a otro. Es una manera de amar al prójimo como a ti

mismo, en la que reconoces simultáneamente tu propia valía y la

de él.

Page 141: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

135

Los milagros te honran porque eres digno de ser amado.

Desvanecen las ilusiones que albergas acerca de ti mismo y per-

ciben la luz en ti. De esta forma, al liberarte de tus pesadillas, ex-

pían tus errores. Al liberar a tu mente de la prisión de tus ilusio-

nes, te restaura la cordura.

Los milagros son expresiones de amor, pero puede que no

siempre tengan efectos observables.

Si una mente percibe sin amor, percibe tan sólo un ar-

mazón vacío y no se da cuenta del espíritu que mora adentro.

En el proceso de separar lo falso de lo verdadero, el milagro

procede de acuerdo con lo siguiente:

“El amor perfecto expulsa el miedo.

Si hay miedo,

es que no hay amor perfecto.

Mas:

Sólo el amor perfecto existe.

Si hay miedo,

éste produce un estado que no existe”.

Cree esto y serás libre. Sólo Dios puede establecer esta so-

lución y esta fe es Su don.

Criatura de Dios, fuiste creado para crear lo bueno, lo her-

moso y lo santo. No te olvides de eso. El Amor de Dios, por un

breve periodo de tiempo, todavía tiene que expresarse de un

cuerpo a otro, ya que la visión es aún muy tenue. El mejor uso

que puedes hacer del cuerpo es utilizarlo para que te ayude a

ampliar tu percepción, de forma que puedas alcanzar la verdade-

ra visión de la que el ojo físico es incapaz. Aprender a hacer esto

es la única utilidad real del cuerpo.

Page 142: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

136

El principio era el amor y la Expiación fue un acto de amor.

Es esencial recordar que sólo la mente puede crear, y que la

corrección sólo puede tener lugar en el nivel de pensamiento. El

espíritu ya es perfecto, y, por lo tanto, no requiere corrección. El

cuerpo no existe, excepto como un recurso de aprendizaje al

servicio de la mente. Este recurso de aprendizaje, de por sí, no

comete errores porque no puede crear. Es obvio, pues, que in-

ducir a la mente a que renuncie a sus creaciones falsas es la úni-

ca aplicación de la capacidad creativa que realmente tiene senti-

do.

Sólo la mente es capaz de iluminación. El espíritu ya está

iluminado, y el cuerpo, de por sí, es demasiado denso.

“Reconoce en primer lugar que lo que estás experimentan-

do es miedo.

El miedo procede de una falta de amor.

El único remedio para la falta de amor es el amor perfecto.

El amor perfecto es la Expiación”.

El primer paso correctivo para deshacer el error es darse

cuenta, antes de nada, de que todo conflicto es siempre una ex-

presión de miedo. A partir de ahí, todo el proceso correctivo se

reduce a una serie de pasos pragmáticos, que acabamos de des-

arrollar, dentro del proceso más amplio de aceptar que la Expia-

ción es el remedio.

El conflicto es, por lo tanto, entre el amor y el miedo. Todo

intento de resolver el error tratando de dominar el miedo es in-

útil. La verdadera solución descansa enteramente en alcanzar el

dominio por medio del amor. El miedo no es nada realmente y el

amor lo es todo.

Page 143: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

137

La creación falsa hizo que esto fuese necesario como recur-

so de corrección. La aseveración: “Porque tanto amó Dios al

mundo que le dio Su unigénito Hijo, para que todo el que crea en

Él no perezca, mas tenga vida eterna”. Necesita (nos dice Jesús)

solamente una leve corrección para que tenga sentido en este

contexto: “se lo dio a Su unigénito Hijo”. Debe observarse con

especial atención que Dios tiene solamente un Hijo. Si todas las

creaciones de Dios son Hijos Suyos, cada una de ellas tiene que

ser parte integral de toda la Filiación. La Filiación, en su Unicidad,

transciende la suma de sus partes.

El conflicto no se puede resolver hasta que todas las partes

de la Filiación hayan retornado. Solo entonces podrá compren-

derse lo que, en el verdadero sentido de la palabra, significa la

plenitud.

Llegados a este punto, es necesario volver a lo que habla-

mos, en su momento, sobre la separación y hacer unas cuantas

reflexiones sobre: espíritu, mente y cuerpo.

Somos espíritu, somos mente, y estamos en un cuerpo,

aunque el cuerpo realmente no existe, excepto como un recurso

de aprendizaje al servicio de la mente.

La mente es muy activa. Cuando elige estar separada, elige

percibir. Hasta ese momento su voluntad es únicamente gozar

de conocimiento. La mente elige dividirse a sí misma cuando eli-

ge inventar sus propios niveles. Pero no puede separarse com-

pletamente del espíritu, ya que de éste es de donde deriva su

poder para fabricar o para crear. La capacidad de percibir hizo

que el cuerpo fuese posible, ya que tienes que percibir algo y

percibirlo con algo.

Page 144: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

138

El espíritu, que goza de absoluto conocimiento, no pudo

avenirse a esta pérdida de poder ya que es incapaz de albergar

obscuridad. Esto hizo que el espíritu fuese casi inaccesible a la

mente y completamente inaccesible al cuerpo. A partir de ahí, se

percibió al espíritu como una amenaza, puesto que la luz disipa

la obscuridad al mostrarle simplemente que ésta no se encuen-

tra ahí. La verdad siempre prevalecería sobre el error de este

modo. No puede ser éste un proceso activo de corrección por-

que, el conocimiento no hace nada. Puede ser percibido como un

agresor, pero no puede atacar. Lo que tú percibes como un ata-

que es tu propio vago reconocimiento de que el conocimiento

siempre se puede recordar, al no haber sido jamás destruido.

Dios y Sus creaciones permanecen a salvo, y saben, por lo

tanto, que no existe ninguna creación falsa. La verdad no puede

lidiar con los errores que tú deseas conservar. Yo (nos dice Jesús)

fui un hombre que recordó al espíritu y su conocimiento. Como

hombre no traté de contrarrestar los errores con el conocimien-

to sino de corregir el error de raíz. Demostré tanto la impotencia

del cuerpo como el poder de la mente. Al unir mi voluntad con la

de mi Creador recordé naturalmente al espíritu y su verdadero

propósito.

Yo no puedo unir tu voluntad a la de Dios por ti, pero pue-

do borrar todas las percepciones falsas de tu mente si las pones

bajo mi tutela. Solo tus percepciones falsas se interponen en tu

camino. Sin ellas, no hay duda de la alternativa que elegirías,

pues una percepción sana induce a una elección sana. No puedo

elegir por ti, pero puedo ayudarte a que elijas correctamente.

“Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos” de-

bería rezar: “Todos son llamados pero son pocos los que eligen

escuchar”. Por lo tanto, no eligen correctamente. Los “escogi-

Page 145: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

139

dos” son sencillamente los que eligen correctamente más pron-

to.

Las mentes sanas pueden hacer esto ahora, y al hacerlo

hallarán descanso para sus almas. Dios, te conoce sólo en paz, y

ésa es tu única realidad.

Él (Jesús) dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, por

haber hecho esa elección durante su vida. A Él debemos gratitud

eterna, porque de ese modo nos marcó el camino y además nos

confirma que siempre está a nuestro lado.

¿Cuántas veces le hemos dicho no o miramos para otro la-

do?¿Volveremos a hacerlo? Gracias amado Jesús.

Y así nos enseñó: enseña solamente amor pues eso es lo

que eres.

Tú que te identificas con el ego no puedes creer que Dios te

ame. No amas lo que hiciste y lo que hiciste no te ama a ti.

Proyectas sobre el ego tu decisión de estar separado, y esto

entra en conflicto con el amor que, por ser su hacedor, sientes

por él. No hay amor en este mundo que esté exento de esta am-

bivalencia, y puesto que ningún ego ha experimentado amor sin

ambivalencia, el amor es un concepto que está más allá de su en-

tendimiento. El amor aflorará de inmediato en cualquier mente

que de verdad lo desee, pero tiene que desearlo de verdad.

Ninguna fuerza excepto tu propia voluntad es lo suficien-

temente fuerte o digna como para guiarte. En esto eres tan libre

como Dios, y así será eternamente. Pidámosle al Padre en mi

nombre que te mantenga consciente de Su Amor por ti y del tuyo

por Él.

En el lenguaje del ego “tener” y “ser” significan dos cosas

distintas, si bien para el Espíritu Santo son exactamente lo mis-

Page 146: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

140

mo. El Espíritu Santo sabe que lo “tienes” todo y que lo “eres”

todo. Por eso es por lo que no hacemos ninguna distinción entre

tener el Reino y ser el Reino de Dios.

A medida que te acercas a un hermano te acercas a mí, y a

medida que te alejas de él, la distancia entre tú y yo aumenta. Y

la salvación es una empresa de colaboración. No la pueden em-

prender con éxito aquellos que se desvinculan de la Filiación

porque al hacer eso se desvinculan de mí. Dios acudirá a ti en la

medida en que se Lo ofrezcas a tus hermanos. Aprende primero

de ellos, y estarás listo para oír a Dios. Eso se debe a que el Amor

sólo tiene una función.

Dios te ofrece a cambio la continuidad de la eternidad

cuando te decidas a hacer este intercambio, reemplazarás, la

crueldad por el amor y el dolor por la paz.

El verdadero significado de la crucifixión radica en la apa-

rente intensidad de la agresión cometida por algunos de los Hijos

Dios contra otro. Esto, por supuesto, es imposible, y se tiene que

entender cabalmente que es imposible. De lo contrario, yo no

puedo servir de modelo para el aprendizaje.

El mensaje de la crucifixión es inequívoco:

“Enseña solamente amor, pues eso es lo que eres”.

El Espíritu Santo comienza percibiendo tu perfección. Como

sabe que esa perfección es algo que todos comparten, la recono-

ce en otros, y así la refuerza tanto en ti como en ellos. En vez de

ira, esto suscita amor tanto en ellos como en ti porque establece

el estado de inclusión.

Por eso es por lo que debes enseñar solamente una lección.

Si has de verte libre de conflictos, tienes que aprender única-

mente del Espíritu Santo y enseñar únicamente con Él. Tú eres

Page 147: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

141

únicamente amor, mas cuando lo niegas, haces de lo que eres

algo que tienes que aprender a recordar. Por eso: “enseña sola-

mente amor, pues eso es lo que eres”.

Puesto que no puedes dejar de enseñar, tu salvación radica

en enseñar lo opuesto a lo que el ego cree. Para poder compartir

una idea tienes primero que disponer de ella. Dicha idea despier-

ta en tu mente mediante la convicción que nace de enseñarla.

Aprendes todo lo que enseñas. Enseña solamente amor, y

aprende que el amor es tuyo y que tú eres amor.

Cuando Dios te creó te hizo parte de Él por eso por lo que

el ataque no tiene cabida dentro del Reino hiciste al ego sin

amor, y, por consiguiente, él no te ama. No puedes permanecer

dentro del Reino sin amor, y puesto que el Reino es amor, crees

estar privado de él.

A tus creaciones les corresponde estar en ti del mismo mo-

do en que a ti te corresponde estar en Dios. Tú eres parte de

Dios, tal como tus hijos son parte de Sus Hijos. Crear es amar. El

amor se extiende hacia afuera simplemente porque no puede ser

contenido.

Yo le di al Reino únicamente amor porque creí que eso era

lo que yo era. Lo que tú crees ser determina los regalos que

haces, y si Dios te creó extendiéndose a Sí Mismo hasta dar lugar

a lo que eres, sólo puedes extenderte a ti mismo tal como Él lo

hizo.

El amor llega libremente a toda la Filiación, al ser lo que la

Filiación es. Cuando despiertas al amor, estás simplemente olvi-

dando lo que no eres, lo cual te capacita para recordar lo que sí

eres.

Page 148: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

142

El sanador que no ha sanado desea la gratitud de sus her-

manos, pero él no les está agradecido. Ello se debe a que cree

que les está dando algo y que no está recibiendo algo igualmente

a cambio.

El miedo y el amor fabrican o crean, dependiendo de si es

el ego o el Espíritu Santo el que los engendra o inspira, pero en

cualquier caso retornan a la mente del pensador y afectan la to-

talidad de su percepción. Eso incluye el concepto que tiene de

Dios, de Sus creaciones y de sí mismo. Dicho pensador no apre-

ciará ni a unos ni a otros si los contempla con miedo. Pero los

apreciará a todos si los contempla con amor.

La mente que acepta el ataque es incapaz de amar. Ello se

debe a que cree que puede destruir el amor, lo cual requiere de-

cir, por lo tanto, que no comprende lo que éste es. Si no com-

prende lo que es el amor, no se puede percibir a sí misma como

amorosa.

La mente siempre se reproduce tal como fue producida. El

ego, que es el producto del miedo, reproduce miedo. Le es leal a

éste, y esa lealtad le hace traicionar al amor porque tú eres

amor. El amor es tu poder, que el ego tiene que negar.

Percibe cualquier parte del sistema de pensamiento del ego

como completamente demente, completamente ilusoria y com-

pletamente indeseable, y habrás evaluado correctamente todo el

sistema. Esta corrección te permite percibir cualquier parte de la

creación como completamente perfecta, completamente real y

completamente deseable. Al desear sólo esto, tendrás sólo esto,

y al dar sólo eso, serás solo esto. Las ofrendas que le haces al ego

siempre se experimentan como sacrificios pero las que le haces

al Reino son ofrendas que te haces a ti mismo. Dios siempre las

estimará porque les pertenecen a Sus Hijos amados, y Sus Hijos

Page 149: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

143

le pertenecen a Él. Todo poder y gloria son tuyos porque el Reino

es Suyo.

Sin proyección no puede haber ira, pero también es verdad

que sin extensión no puede haber amor. Todo ello refleja una ley

fundamental de la mente y, por consiguiente, una ley que siem-

pre está en vigor. Es la ley mediante la cual creas y mediante la

cual fuiste creado. Es la ley que unifica al Reino y lo conserva en

la Mente de Dios.

Si eres la Voluntad de Dios, y no aceptas Su Voluntad estás

negando la dicha. El milagro es, por lo tanto, una lección acerca

de lo que es la dicha. Por tratarse de una lección acerca de cómo

compartir es una lección de amor, que es a su vez dicha. Todo

milagro es, pues una lección acerca de lo que es la verdad, y al

ofrecer lo que es la verdad estás aprendiendo a distinguir entre

la dicha y el dolor.

El plan de perdón del ego se utiliza mucho más que el de

Dios. Esto se debe a que lo ponen en práctica sanadores que no

han sanado, y pertenece, por lo tanto, al ámbito del ego. Consi-

deremos ahora con más detenimiento al sanador no sanado. Por

definición, está tratando de dar lo que no ha recibido. Si un sa-

nador no sanado es un teólogo, por ejemplo, puede que parta de

la premisa: “soy un miserable pecador, y eso es lo que eres tú

también”. Si es un psicoterapeuta, es más probable que parta de

la creencia igualmente absurda de que el ataque es real tanto

para él como para su paciente, aunque eso es algo que a ninguno

de los dos debiera importar.

Todos los sanadores no sanados siguen de una u otra forma

el plan de perdón del ego.

Page 150: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

144

Si la manera de contrarrestar el miedo es reduciendo la im-

portancia de la mente, ¿de qué manera puede esto fortalecer al

ego? Tales obvias incongruencias explican por qué nadie ha sido

capaz todavía de explicar lo que ocurre realmente en la psicote-

rapia. En realidad no ocurre nada.

¿Qué se debe hacer entonces? Cuando Dios dijo: “Que haya

luz”, hubo luz. ¿Puedes acaso encontrar luz analizando la obscu-

ridad, tal como hace el psicoterapeuta, o reconociendo la obscu-

ridad en ti mismo – tal como hace el teólogo – y buscando una

luz distante que la disipe al mismo tiempo que enfatizas lo lejos

que está? La curación no es un misterio. Nada puede cambiar a

menos que se entienda, ya que la luz es entendimiento.

Un terapeuta no cura, sino que deja que la curación ocurra

espontáneamente. Puede señalar la obscuridad, pero no puede

traer luz por su cuenta, pues la luz no es de él. No obstante, al

ser para él, tiene que ser también para su paciente. El Espíritu

Santo es el único Terapeuta. Él hace que la curación sea evidente

en cualquier situación en la que Él es el Guía. Lo único que pue-

des hacer es dejar que Él desempeñe Su función.

La salvación es para la mente, y se alcanza por medio de la

paz. La mente es lo único que se puede salvar, y sólo se puede

salvar a través de la paz. Cualquier otra respuesta que no sea

amor, surge como resultado de una confusión con respecto a

“qué” es la salvación y a “cómo” se alcanza, y el amor es la única

repuesta.

El amor del Espíritu Santo es tu fortaleza, pues el tuyo está

dividido, y, por lo tanto, no es real. No puedes confiar en tu pro-

pio amor cuando lo atacas. No puedes aprender lo que es el

amor perfecto con una mente dividida porque una mente dividi-

da se ha convertido a sí misma en un mal estudiante.

Page 151: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

145

Ofrece amor, y el amor vendrá a ti porque se siente atraído

por sí mismo. Mas ofrece ataque, y el amor permanecerá oculto,

pues sólo puede vivir en paz.

El Hijo de Dios se encuentra tan a salvo como Su Padre,

pues el Hijo sabe que su Padre lo protege, y, por lo tanto, no

puede temer. El amor de Su Padre lo mantiene en perfecta paz y,

al no necesitar nada, no pide nada.

Por razón del Amor que tu Padre te profesa, nunca podrás

olvidarte de Él, pues nadie puede olvidar lo que Dios Mismo puso

en su memoria. Puedes negarlo, pero no puedes perderlo.

El mundo irreal es desesperante, pues nunca podrá ser real.

Y tú que compartes el Ser de Dios con Él, nunca podrás sentirte

satisfecho sin la realidad. Lo que Dios no te dio no tiene poder

sobre ti, y la atracción del amor por el amor sigue siendo irresis-

tible. La función del amor es unir todas las cosas en sí mismo, y

mantenerlas unidas extendiendo su plenitud.

Dios te dio el mundo real en amoroso intercambio por el

mundo que tú construiste y que ves. Recíbelo simplemente de la

mano de Cristo y contémplalo. Su realidad hará que todo lo de-

más sea invisible, pues contemplarlo es una percepción total.

Una percepción redimida se convierte fácilmente en conocimien-

to, pues sólo la percepción puede equivocarse y la percepción

nunca existió. Al ser corregido da paso al conocimiento, que es la

única realidad eternamente. La Expiación no es sino el camino de

regreso a lo que nunca se había perdido. El Padre nunca pudo

haber dejado de amar a Su Hijo.

Este mundo es la imagen de la crucifixión del Hijo de Dios. Y

hasta que no te des cuenta de que el Hijo de Dios no puede ser

crucificado, éste sería el mundo que verás. No podrás compren-

Page 152: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

146

der esto, no obstante, hasta que aceptes el hecho eterno de que

el Hijo de Dios no es culpable. Él sólo merece amor porque sólo

ha dado amor. No se le puede condenar porque él nunca ha con-

denado. La Expiación es la última elección que necesita aprender

pues le enseña que, puesto que nunca pecó, no tiene necesidad

de salvación.

Libera a otros de la culpabilidad tal como tú quisieras ser li-

berado. Esa es la única manera de mirar en tu interior y ver la luz

del amor refulgiendo con la misma constancia y certeza con la

que Dios Mismo ha amado siempre a Su Hijo. Y con la que Su Hijo

lo ama a Él. En el amor no hay cabida para el miedo, pues el

amor es inocente.

No puedes entablar ninguna relación real con ninguno de

los Hijos de Dios a menos que los ames a todos y que los ames

por igual. El amor no hace excepciones.

Si otorgas tu amor a una sola parte de la Filiación exclusi-

vamente, estarás sembrando culpabilidad en todas tus relaciones

y haciendo que sean irreales. Sólo puedes amar tal como Dios

ama. No intentes amar de forma diferente de cómo Él lo hace,

pues no hay amor aparte del Suyo. Hasta que no reconozcas que

esto es verdad, no tendrás idea de lo que es el amor.

Alabado seas tú que haces que el Padre sea uno con Su

Propio Hijo. Por separado, no somos nada, pero unidos brillamos

con un fulgor tan intenso que ninguno de nosotros por sí solo

podría ni siquiera concebir. Ante el glorioso esplendor del Reino,

la culpabilidad desvanece, y habiéndose transformado en bon-

dad ya nunca volverá a ser lo que antes fue.

El amor siempre producirá expansión. El ego es lo que exige

límites, y éstos presentan sus exigencias de querer empequeñe-

Page 153: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

147

cer e incapacitar. Si te limitas a ver a tu hermano como un cuer-

po, que es lo que harás mientras no quieras liberarlo del mismo,

habrás rechazado el regalo que él te puede hacer.

Cuando te parezca ver alguna forma distorsionada del

error original tratando de atemorizarte, di únicamente: “Dios es

Amor y el miedo no forma parte de Él”, y desaparecerá.

El Espíritu Santo no puede castigar el pecado. Reconoce los

errores, y Su deseo es corregirlos tal como Dios le encargó que

hiciese. Pero no conoce el pecado, ni tampoco puede ver errores

que no puedan ser corregidos, pues la idea de un error incorre-

gible no tiene sentido para Él. Lo único que el error pide es co-

rrección, y eso es todo. Lo que pide castigo no está realmente

pidiendo nada. Todo error es necesariamente una petición de

amor. ¿Qué es, entonces, el pecado? ¿Qué otra cosa podría ser

sino una equivocación que quieres mantener oculta, una petición

de ayuda que no quieres que sea oída, y que por lo tanto, se

queda sin contestar?

La única creencia que se mantiene celosamente oculta y

que se defiende aunque no se reconoce, es la fe de ser especial.

Sólo los que creen ser especiales pueden tener enemigos, pues

creen ser diferentes y no iguales. Los que se creen especiales se

ven obligados a defender las ilusiones contra la verdad, pues,

¿qué otra cosa es el deseo de ser especial sino un ataque contra

la Voluntad de Dios? No amas a tu hermano mientras sea eso lo

que defiendes en contra suya. Aquí él no puede sino ser tu ene-

migo, no tu amigo. Jamás podrá haber paz entre los que son dife-

rentes. Mas él es tu amigo precisamente porque sois lo mismo.

El más santo de todos los lugares de la Tierra es aquel don-

de un viejo odio se ha convertido en un amor presente. No hay

lugar en el Cielo que sea más santo.

Page 154: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

148

“Dios es el Amor en el que perdono”. Dios no perdona por-

que nunca ha condenado. Y primero tiene que haber condena-

ción para que el perdón sea necesario. El perdón es la mayor ne-

cesidad de este mundo, y esto se debe a que es un mundo de ilu-

siones. Aquellos que perdonan se liberan a sí mismos de las ilu-

siones, mientras que los que se niegan a hacerlo se atan a ellas.

De la misma manera en que sólo te condenas a ti mismo, de igual

modo, sólo te perdonas a ti mismo.

Pero si bien Dios no perdona, Su Amor es, no obstante, la

base del perdón. El miedo condena y el amor perdona. El perdón,

pues, deshace lo que el miedo ha producido, y lleva de nuevo a la

mente a la conciencia de Dios. Por esta razón, al perdón puede

llamársele verdaderamente salvación. Es el medio a través del

cual desaparecen las ilusiones.

“No puedo ser culpable, porque soy un Hijo de Dios.

Ya he sido perdonado. El miedo no tiene cabida en

una mente que Dios ama. No tengo necesidad de atacar

porque el amor me ha perdonado”.

“Dios es el Amor en el que (te perdono, me perdono) perdono”.

“El Amor de Dios es mi sustento”. He aquí la respuesta a

cualquier problema que se te presente, hoy, mañana o a lo largo

del tiempo. Crees que lo que te sustenta en este mundo es todo

menos Dios. Has depositado tu fe en los símbolos más triviales y

absurdos. Son himnos de alabanza al ego. Sólo el Amor de Dios

te protegerá en toda circunstancia.

No deposites tu fe en ilusiones. Te fallarán. Deposita toda

tu fe en el Amor de Dios en ti: eterno, inmutable y por siempre

indefectible. Tal es el Reino de los Cielos.

Page 155: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

149

“El Amor de Dios es mi sustento”.

“El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo”. La idea de hoy

es una afirmación exacta y cabal de lo que eres.

Podríamos añadir algunos pensamientos afines: “la Santi-

dad me creó santo”. “La Bondad me creó bondadoso”. “la Asis-

tencia me creó servicial”. “la Perfección me creó perfecto”.

Así estamos tratando de enmendar tu definición de Dios y

de reemplazarla por la Suya.

“El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo”.

“El Amor no abriga resentimientos”. Tú, que fuiste creado

por el Amor a semejanza de Sí Mismo, no puedes abrigar resen-

timientos y conocer tu ser. Abrigar resentimientos es olvidarse

de quién eres. Abrigar resentimientos es permitir que el ego go-

bierne tu mente y condenar el cuerpo a morir.

Escindido de tu Ser, el Cual sigue consciente de Su seme-

janza con Su Creador, tu Ser parece dormir, mientras que la par-

te de tu mente que teje ilusiones mientras, duerme, parece estar

despierta. ¿Podría ser todo esto el resultado de abrigar resenti-

mientos? ¡Desde luego que sí! Pues aquel que abriga resenti-

mientos niega haber sido creado por el Amor, y en su sueño de

odio, su Creador se ha vuelto algo temible. ¿Quién podría tener

sueños de odio y no temer a Dios?

Es tan cierto que aquellos que abrigan resentimientos sen-

tirán culpabilidad, como que los que perdonan hallarán la paz. Y

es igualmente cierto que aquellos que abrigan resentimientos se

olvidarán de quienes son, como que los que perdonan lo recor-

darán.

Page 156: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

150

“El Amor no abriga resentimientos. Quiere despertar a la

verdad de mi Ser dejando a un lado todos mis resentimientos y

despertando en Él”.

“El amor no abriga resentimientos”.

“Dios, al ser Amor, es también felicidad”. La felicidad es un

atributo del Amor. No se puede separar de él ni experimentarse

donde no está. El amor no tiene límites, al estar en todas partes.

La dicha, por consiguiente, está así mismo en todas partes.

“Dios, al ser Amor, es también felicidad. Tener miedo de Él

es tener miedo de la dicha. Y la felicidad es lo que busco hoy. No

puedo fracasar, pues lo que busco es la verdad”.

“Dios al ser Amor, es también felicidad”.

“No hay otro amor que el de Dios”. Tal vez creas que hay di-

ferentes clases de amor. El amor es uno. No tienes partes sepa-

radas ni grados; no hay diferentes clases de amor ni tampoco di-

ferentes niveles; en él no hay divergencias ni distinciones. Es

igual a sí mismo, sin ningún cambio en ninguna parte de él. Nin-

guna persona o circunstancia puede hacer que cambie. Es el co-

razón de Dios y también el de Su Hijo.

El amor no puede juzgar. No hay otro amor que el de Dios,

y todo amor es de Él. Ningún otro principio puede gobernar allí

donde no hay amor. El amor es una ley que no tiene opuestos.

Invoca a tu Padre con la certeza de que Su Voz te respon-

derá. Él Mismo lo ha prometido, y Él Mismo pondrá una chispa

de verdad en tu mente cada vez que renuncies a una creencia

falsa o a una tenebrosa ilusión de tu realidad y de lo que significa

el amor.

Nos acordaremos de nuestros hermanos en el transcurso

del día, ya que no podemos excluir de nuestro amor a ninguna

Page 157: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

151

parte de nosotros si queremos conocer a nuestro Ser. Y cuando

te venga a la mente un hermano, comunícale este mensaje de

parte de tu Ser:

“Te bendigo, hermano, con el Amor de Dios, el cual

quiero compartir contigo, pues quiero aprender

la gozosa lección de que no hay otro amor que

el de Dios, el tuyo, el mío y el de todos”.

“No hay otro amor que el de Dios”.

“Siento el Amor de Dios dentro de mí ahora”. Hay una luz

en ti que el mundo no puede percibir. Y con sus ojos no la podrás

ver, pues estás cegado por Él. No obstante, tienes ojos con los

que poder verla. Está ahí para que la contemples. No se puso en

ti para que se mantuviese oculta de tu vista. Esta luz es un reflejo

del pensamiento con el que practicamos ahora: “Siento el Amor

de Dios dentro de mí ahora: sentir el Amor de Dios dentro de ti

es ver el mundo renovado, radiante de inocencia, lleno de espe-

ranza y bendecido con perfecta caridad y amor.

¿Quién podría sentir temor en un mundo así? Dicho mundo

te da la bienvenida. Te ofrece un hogar cálido y tranquilo. Te

bendice a lo largo del día, y te cuida durante la noche, cual silen-

cioso guardián de tu sueño santo. Éste es el mundo que el Amor

de Dios revela.

Sin embargo, el mundo del odio es igualmente invisible e

inconcebible para aquellos que sienten dentro de sí el Amor de

Dios.

¿Cuál de ellos quieres ver? Eres libre de elegir. Mas debes

conocer la ley que rige toda visión y no dejar que tu mente se ol-

vide de ella: contemplarás aquello que sientas en tu interior. Si el

Page 158: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

152

odio encuentra acogida en tu corazón, percibirás un mundo te-

mible, atenazado cruelmente por las huesudas y afiladas garras

de la muerte. Mas si sientes el Amor de Dios dentro de ti, con-

templarás un mundo de misericordia y de Amor.

Hoy pasamos de largo las ilusiones, según intentamos llegar

hasta lo que es verdad en nosotros. Haz simplemente esto: per-

manece muy quedo y deja a un lado todos los pensamientos

acerca de lo que tú eres y de lo que Dios es; todos los conceptos

acerca del mundo y de ti mismo. Vacía tu mente de todo lo que

ella piensa que es verdadero o falso, bueno o malo; de todo pen-

samiento que considere digno, así como de todas las ideas de las

que se siente avergonzado. No conserves nada. No traigas conti-

go ni un solo pensamiento que el pasado te haya enseñado, ni

ninguna creencia que, sea cual sea su procedencia, hayas apren-

dido con anterioridad. Olvídate de este mundo, olvídate de este

Curso, y con las manos completamente vacías, ve a tu Dios.

¿No es acaso Él Quien sabe cómo llegar a ti? Tú no necesi-

tas saber cómo llegar a Él. Tu papel consiste simplemente en

permitir que todos los obstáculos que has interpuesto entre el

Hijo y Dios el Padre sean eliminados silenciosamente para siem-

pre. Dios hará lo que le corresponde hacer en gozosa e inmediata

respuesta. Pide y recibirás. Mas no vengas con exigencias, ni le

señales el camino por donde Él debe aparecer ante ti. La manera

de llegar a Él es simplemente dejando que Él sea lo que es, pues

de esa forma se proclama también tu realidad.

Así pues, hoy no elegiremos el camino, por el que vamos a

Él. Pero sí elegimos dejar que Él venga a nosotros. Y con esta de-

cisión descansamos. Su amor se abrirá paso por su cuenta en

nuestros corazones serenos y en nuestras mentes abiertas. Es

indudable que lo que no ha sido negado se encuentra ahí, si es

Page 159: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

153

que es verdad y puede alcanzarse. Dios conoce a Su Hijo y sabe

cómo llegar a Él. No necesita que Su Hijo le muestre el camino. A

través de cada puerta abierta Su amor refulge hacia afuera desde

su hogar interno e ilumina al mundo con inocencia.

“Padre, no sabemos cómo llegar a Ti. Pero te hemos llama-

do y Tú nos has contestado. No interferimos. Los caminos de la

salvación no son nuestros, pues te pertenecen a Ti. Y es a Ti a

donde vamos para encontrarlos. Nuestras manos están abiertas

para recibir tus dones. No tenemos ningún pensamiento que no

pensemos contigo, ni abrigamos creencia alguna con respecto a

lo que somos o a Quien nos creó. Tuyo es el camino que quere-

mos hallar y seguir. Y sólo pedimos que Tu Voluntad, que tam-

bién es la nuestra, se haga en nosotros y en el mundo, para que

éste pase a formar parte del Cielo. Amén.

“Siento el Amor de Dios dentro de mí ahora”.

“El amor es el camino que recorro con gratitud. Para aque-

llos que contemplan el mundo desde una perspectiva errónea, la

gratitud es una es una lección muy difícil de aprender”.

Es absurdo dar gracias por el sufrimiento. Mas es igualmen-

te absurdo no estarle agradecido a uno que te ofrece los medios

por los cuales todo dolor se cura y todo sufrimiento queda re-

emplazado por la risa y la felicidad.

Tu hermano es tu “enemigo” porque lo ves como el rival

de tu paz.

El amor no hace comparaciones. Y la gratitud sólo puede

ser sincera si va acompañada de amor.

Da gracias, por lo tanto, pero con sinceridad. Y deja que en

tu gratitud haya cabida para todos los que han de escapar conti-

go: los enfermos, los débiles, los necesitados y los temerosos, así

Page 160: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

154

como los que se lamentan de lo que parece ser una pérdida, los

que sienten un aparente dolor y los que pasan frío o hambre y

caminan por el camino del odio y la senda de la muerte. Todos

ellos te acompañan.

Le damos las gracias a nuestro Padre sólo por una cosa: que

no estamos separados de ninguna cosa viviente, y, por lo tanto,

somos uno con Él.

Permitamos, entonces, que nuestros hermanos reclinen su

fatigada cabeza sobre nuestros hombros y que descansen por un

rato. Damos gracias por ellos.

Recorre, pues, con gratitud el camino del amor. Hoy apren-

demos a pensar en la gratitud en vez de la ira, la malicia y la ven-

ganza.

Nuestra gratitud allanará el camino que nos conduce a Él y

acortará la duración de nuestro aprendizaje mucho más de lo

que jamás podrías haber soñado. La gratitud y el amor van de la

mano, y allí donde uno de ellos se encuentra, el otro no puede

sino estar, pues la gratitud no es sino un aspecto del amor, que

es la Fuente de toda la creación. Dios te da las gracias a ti, Su

Hijo, por ser lo que eres: Su Propia complección y la Fuente del

amor junto con Él. Tu gratitud hacia Él es la misma que la Suya

hacia ti, pues el amor no puede recorrer, ningún camino que no

sea el de la gratitud, y ése es el camino que recorreremos los que

nos encaminamos hacia Dios.

“El amor es el camino que recorro con gratitud”

“Amar a mi Padre es amar a Su Hijo”, que no piense que

puedo encontrar el camino a Dios si abrigo odio en mi corazón.

Que no piense que puedo conocer a mi Padre o a mi Ser, si trato

de hacerle daño al Hijo de Dios. Que no deje de reconocerme a

Page 161: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

155

mí mismo, y siga creyendo que mi conciencia puede abarcar lo

que mi Padre es, o que mi mente puede concebir todo el amor

que Él me profesa y el que yo le profeso a Él.

“Amar a mi Padre es amar a Su Hijo”

“El Amor de Dios me rodea”. Padre, estás delante y detrás

de mí, a mi lado, allí donde me veo a mí mismo y dondequiera

que voy. Estás en todo lo que contemplo, en los sonidos que oigo

y en cada mano que busca la mía. En Ti el tiempo desaparece, y

la idea del espacio se vuelve una creencia absurda, pues lo que

rodea a Tu Hijo y lo mantiene a la salvo es el Amor Mismo. No

hay otra fuente que ésa, y no hay nada que no comparta Su San-

tidad, nada que se encuentre aparte de Tu única creación o que

carezca del Amor que envuelve a todas las cosas dentro de Sí.

“El Amor de Dios me rodea”

“Este día le pertenece al Amor. Hoy no tendré miedo de

nada”. Padre, hoy quiero que todas las cosas sean como Tú las

creaste y ofrecerle a Tu Hijo el honor que se merece por su im-

pecabilidad; el amor de un hermano hacia su hermano y amigo.

Hoy nos llega una bendición especial de Aquel que es nues-

tro Padre. Dedícale a Él este día, y no tendrás miedo de nada

hoy, pues el día habrá sido consagrado al Amor.

“Este día le pertenece al Amor. Hoy no tendrá miedo de

nada”

“Hoy no tendré miedo del amor”. Sólo con que pudiese

comprender esto hoy, el mundo se salvaría, pues es la decisión

de abandonar la locura y aceptarme tal como Dios Mismo, mi

Padre y mi Fuente, me creó. Es la resolución de no seguir dormi-

do en sueños de muerte, mientras la verdad sigue viviendo eter-

namente en el júbilo del amor.

Page 162: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

156

Padre, Tu nombre, al igual que el mío, es Amor. Esa es la

verdad.

“Hoy no tendré miedo del amor”

“El miedo ya se acabó y lo único que hay aquí es amor”. El

miedo ya se acabó porque su fuente ha desaparecido, y con ella,

todos sus pensamientos desaparecieron también. El amor sigue

siendo el único estado presente, cuya Fuente está aquí para

siempre.

“El miedo ya se acabó y lo único que hay aquí es amor”

“Te amo, Padre, y amo también a Tu Hijo”. Mi gratitud hace

posible que mi amor sea aceptado sin miedo. Y, de esta manera,

se me restituye por fin mi realidad. El perdón elimina todo cuan-

to se interponía en mi santa visión. Y me aproximo al final de to-

das las jornadas absurdas, las carreras locas y los valores artificia-

les. En su lugar, acepto lo que Dios establece como mío, seguro

de que sólo mediante ello me puedo salvar, y de que atravieso el

miedo para encontrarme con mi amor. Padre, hoy vengo a Ti

porque no quiero seguir otro camino que no sea el Tuyo. Tú

estás a mi lado. Tu camino es seguro.

“Te amo, Padre, y amo también a Tu Hijo”

“Paso este día sin miedo y lleno de amor”. Quiero pasar es-

te día contigo, Padre mío, tal como Tú has dispuesto que deben

ser todos mis días.

Este día lo pasaremos juntos, tú y yo. Y todo el mundo unirá

sus voces a nuestro himno de alegría y gratitud hacia Aquel que

nos brindó la salvación y nos liberó. Hoy el miedo no tiene cabida

en nosotros, pues le hemos dado la bienvenida al amor en nues-

tros corazones.

“Paso este día sin miedo y lleno de amor”

Page 163: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

157

“Hoy aprendo la ley del amor: que lo que le doy a mi her-

mano es el regalo que me hago a mí mismo”.

Esta es Tu Ley, Padre mío, no la mía. Al no comprender lo

que significaba dar, procuré quedarme con lo que deseaba sólo

para mí. Y cuando contemplé el tesoro que creía tener, encontré

un lugar vacío en el que nunca hubo nada, en el que no hay nada

ahora y en el que nada habrá jamás. ¿Quién puede compartir un

sueño? ¿Y qué puede ofrecerme una ilusión? Pero aquel a quien

perdone me agasajará con regalos mucho más valiosos que cual-

quier cosa que haya en la Tierra. Permite que mis hermanos re-

dimidos llenen mis arcas con los tesoros del Cielo, que son los

únicos que son reales. Así se cumple la ley del amor. Y así es co-

mo Tu Hijo se eleva y regresa a Ti.

“Hoy aprendo la ley del amor: lo que le doy a mi hermano

es el regalo que me hago a mí mismo”.

“Hoy me envuelve la paz de Dios, y me olvido de todo ex-

cepto de Su Amor”. Padre, al despertar hoy los milagros corrigen

mi percepción de todas las cosas. Quiero olvidarme de todo ex-

cepto de Tu amor. Quiero morar en Ti y no saber nada de ningu-

na otra ley que no sea Tu ley del amor.

Y al llegar la noche, recordaremos únicamente la paz de

Dios, pues hoy veremos qué clase de paz es la nuestra, cuando

nos olvidamos de todo excepto del Amor de Dios.

“Hoy me envuelve la paz de Dios, y me olvido de todo ex-

cepto de Su Amor”.

“Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas

por mí, y que, en lugar de juzgarlas, les conceda a cada una un

milagro de amor”. Así quiero liberar las cosas que veo, conce-

diéndoles la libertad que busco. De esta manera, obedezco la ley

Page 164: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

158

del amor, dando lo que quiero encontrar y hacer mío. Ello se me

dará, porque lo he elegido como el regalo que quiero dar. Padre,

Tus regalos son míos. Cada regalo que acepto me concede un mi-

lagro, que puedo dar. Y al dar tal como quiero recibir, compren-

do que Tus milagros de curación me pertenecen.

“Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas

por mí, y que, en lugar de juzgarlas, les concedo a cada una un

milagro de amor.”

“Los milagros son un reflejo del eterno Amor de Dios. Ofre-

cerlos es recordarlo a Él, y mediante Su recuerdo, salvar al mun-

do”.

Lo que perdonamos se vuelve parte de nosotros, tal como

nos percibimos a nosotros mismos. Tal como Tú creaste a Tu

Hijo, él encierra dentro de sí todas las cosas. El que yo Te pueda

recordar depende de que lo perdone a él. Lo que él es, no se ve

afectado por sus pensamientos. Pero lo que contempla es el re-

sultado directo de ellos. Así pues, Padre mío, quiero ampararme

en Ti: Sólo tu recuerdo me liberará. Y sólo perdonando puedo

aprender a dejar que tu recuerdo vuelva a mí, y a ofrecérselo al

mundo con agradecimiento.

Y a medida que hagamos acopio de Sus milagros, estare-

mos en verdad agradecidos, pues conforme lo recordemos, Su

Hijo nos será restituido en la realidad del Amor.

“Los milagros son un reflejo del eterno Amor de Dios. Ofre-

cerlos es recordarlo a Él, y mediante Su recuerdo, salvar al mun-

do”.

“Los juicios son lo opuesto al amor. De los juicios procede

todo el dolor del mundo, y del amor, la paz de Dios.” El perdón

ve sólo impecabilidad, y no juzga. Ésta es la manera de llegar a Ti.

Page 165: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

159

Los juicios me vendan los ojos y me ciegan. El amor, que aquí se

refleja en forma de perdón, me recuerda, por otra parte, que Tú

me has proporcionado un camino para volver a encontrar Tu paz.

Soy redimido cuando elijo seguir ese camino. Tú no me has deja-

do desamparado. Dentro de mí yace Tu recuerdo, así como Uno

que me conduce hasta Él. Padre, hoy quiero oír Tu Voz y encon-

trar Tu paz, pues quiero amar mi propia Identidad y encontrar en

Ella el recuerdo de Ti.

“Los juicios son lo opuesto al amor. De los juicios procede

todo el dolor del mundo, y del amor, la paz de Dios.”

Todo pensamiento va acompañado de una alegría desbor-

dante cuando el Amor viene de nuevo a tu memoria. La conexión

que se produce, y que solidifica a la mente como una totalidad,

de este Amor mismo. Esta no es la expresión del amor exclusivo

que experimentas en tu estado de limitación. Es aquí que Dios se

expresa y Su Amor no hace ninguna distinción.

La Voluntad de Dios para ti en este instante y desde siem-

pre, es que experimentes lo que es, que experimentes el Amor y

que seas el Amor, con el conocimiento seguro de estar siendo tú

una extensión de Su perfección. Tú no has hecho estrictamente

nada para cumplir esto que es tu estado de ser natural.

Entre los sentimientos que tienes y que están dentro de la

gama de las emociones, hay uno que no es para nada una emo-

ción. Es el sentimiento del amor. El amor está clasificado muy

erróneamente como una emoción. Las emociones sirven al ego

de manera eficaz. Ellas no sirven al espíritu. Las emociones sur-

gieron como expresiones de las actividades del ego. Hay senti-

mientos que percibes como producidos por tu ego, y los senti-

mientos que percibes como reflejo de tu estado de Ser.

Page 166: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

160

Te recuerdo que tú tienes sólo una responsabilidad y esta

es ser tu propio Ser y expresar el amor, la paz y la alegría que son

la definición de tu Ser.

Permítete vivir tu vida simplemente para ser coherente con

la expresión de tu ser, es decir, con la expresión y la encarnación

del amor con el que sabes que te ha creado tu Padre. Es dentro

de este marco de amor que conocerás la paz. Por lo tanto, busca

la paz para comprender el amor. No se trata aquí de una manera

hipotética o intelectual de abordar la cuestión. Es la única mane-

ra que tienes de comprender y de reconocer la respuesta a la

pregunta: “¿Quién soy yo?”.

Permíteme decirte que, básicamente, el Tú que Dios creó

existe única y totalmente en forma de amor. Lo que tú decides

con el poder de este amor constituye tu elección de tener cierta

experiencia. Y cuando esa experiencia te pone en un estado

mental que te lleva a creer que estás separado de Dios, que eres

menos que lo que Dios ha creado, desarrollas un sentimiento de

necesidad. Comienzas entonces a buscar algo para llenar esa ne-

cesidad. Es tu elección. Pero Tú eres Amor, y ahí lo tienes todo.

El mundo que te rodea no es más que un lugar que espera

que proyectes en él tus manifestaciones. Cuando tú le proyectas

los miedos y las dudas, es esto lo que experimentarás. Pero si

permites que la experiencia del Amor se desarrolle en ti, el mun-

do reflejará esta experiencia de Amor.

Nuestro camino intenta sanar la separación. No nos base-

mos en ningún aspecto de la verdad o de la percepción que pue-

dan sernos comunicados en formas que parezcan favorecer cier-

tos juicios y crear sentimientos de separación. Ama a tu hermano

sea lo que sea que él diga. Honra el sentimiento de amor que

está dentro de ti y se expande hacia afuera. Reconoce y abraza el

Page 167: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

161

sentimiento de amor que está en él y que va más allá de las fron-

teras y de los límites estrechos que representa la comunicación a

través de palabras.

Las palabras son herramientas de intelecto. Los sentimien-

tos son expresiones de tu espíritu. Permite que las palabras co-

muniquen lo más claramente posible los sentimientos tal como

tú lo sientes. Pero por favor no te ates ni separes por palabras

que tengan un significado diferente para aquellos a quienes ellas

son dirigidas al de quien ellas son ofrecidas.

Si permaneces en su presencia expandiendo el amor de tu

Ser sin que sea necesaria ninguna palabra, es imposible que la

comunicación sea alterada.

No busques los sentidos fundados en la ilusión del miedo

que el mundo parece presentar. Acepta (nos dice Jesús) simple-

mente que mi objetivo consistió, y consiste siempre en expresar

la Verdad de Dios, es decir, que Él es solo amor, y tú también lo

eres (que ese sea siempre nuestro objetivo también).

Permite que el sentimiento del abrazo, del Amor que com-

partimos sea eso con lo que te identificas. Te ruego que no ma-

linterpretes más el mensaje que te ha sido dado, siguiendo los

sentimientos de los demás, basándose en sus imágenes y sus in-

terpretaciones, según lo cual parece que yo fui enviado a la

muerte, para sufrir y liberarte de tus pecados. Estas son percep-

ciones falsas. Comprende el Amor que te tengo. Comprende el

amor que te tengo. Comprende igualmente que yo no podría te-

nerte ese amor si no lo sintiera venir de ti y si yo no supiera que

el Amor es la esencia de tu Ser.

Te preguntas qué es lo que ocurrió con mi cuerpo. Ante to-

do misterio te diré y explicaré lo siguiente. Tu cuerpo y el mío no

Page 168: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

162

son nada más que la manifestación de la noción que tiene de él

nuestro espíritu. Llegará un momento en el que este misterio no

existirá más para ti. Cuando tú desees manifestar un cuerpo o

dejarlo que regrese a algo no físico, esto se producirá simple-

mente porque comprenderás que esa es su naturaleza.

Jamás identifiques tu Estado de Ser, con la expresión física.

Verdaderamente, lo que más te ayuda es focalizar tu atención en

experimentar el amor y la alegría que te has negado. Simplemen-

te esto. Ante todo eres amor, paz y alegría.

El amor que está presente en ti es algo maravilloso para

compartir. Compartir este amor es la cosa más significativa que

puedes hacer. Una vez más, se trata de concentrarte en permitir

tu sentimiento. Las palabras pueden ser percibidas de manera

correcta o errónea, pero ellas están siempre en el campo de la

percepción. Cuando te permites estar inmerso plenamente en el

sentimiento de tu Ser, en el sentimiento de amor, ahí es cuando

comunicas a los demás Quién es Dios. Cuando trates de explicar

racionalmente lo que sientes necesidad de hacer, ello es preci-

samente esto: comunicar el Amor de Dios. Esto no se producirá a

través de palabras.

Esto no se produce a través de lo que llamas comprensión o

conocimiento. Esto ocurre sólo cuando te permites ser la expre-

sión de lo que eres, y esto no llega más que a través del senti-

miento. Esto no llega más que cuando reconoces lo que Tú Eres y

cuando tienes plenamente confianza en que tu visión de quién

Tú Eres, es el único medio que puede reavivar la memoria de

cualquiera, sin importar quién sea. Y así puedan ver y sentir que

son Amor, eso es lo que Tú Eres.

Se honran las elecciones que haces dentro de la ilusión por

el valor que tienen para ayudarte a salir de la ilusión. No se trata

Page 169: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

163

de un acto de indiferencia o de desinterés. Se trata más de algo

que reconoce lo que es la ilusión por oposición a lo que se sabe

que es Realidad. Yo veo a la Realidad como la extensión de la

Mente y del Amor de Dios. Dentro de esta extensión veo paz,

perfección y armonía.

La “forma” que toma Dios es la forma del Amor. Donde sea

que percibas amor expresado de cierta manera, te reconocerás a

ti mismo como expresión de este Amor de Dios y lo verás mani-

festarse. La forma que ves no tiene ninguna importancia. Sola-

mente lo que sientes en relación a la forma es lo que tiene senti-

do, la extensión del sentimiento en el cual tú te reconoces como

el Amor de Dios.

Precisemos las cosas: si la paz es la base de todo lo que

existe en la realidad, ¿cómo puedes sentirte conectado a tu

Fuente si no sientes paz? Esta paz no es más que una palabra si

no la dejas pasar a través de ti. Tú eres la expresión de la Crea-

ción. Y allí donde está la Paz está el Amor.

Y como eres la expresión de la Creación, todo debe pasar

por ti para ser real. Tu experiencia de la creación permanece

bloqueada, mientras no estés dispuesto a dejar que se exprese a

través de ti. ¿Qué es el Amor, sino una palabra, a menos que sea

expresado? ¿y cómo puede ser él expresado, si no es a través de

ti?

La expresión de la paz y del amor, que es la expresión de la

Creación, tiene numerosas posibilidades, tanto como la expre-

sión de una ilusión. Cuando estás en un estado mental de Reali-

zación, tus elecciones constituyen el movimiento de la creación.

Aquí está el movimiento de la Creación. Consiste en permitirte

entrar en un marco que exprese a Dios. Allí reconocerás tu Ser

como expresión de Dios, y reconocerás que lo que actualmente

Page 170: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

164

llamas elecciones son la expresión de la Creación, que se llama

Voluntad de Dios.

Dios no tiene sentido si no es expresado. Tú eres su expre-

sión ahora. Esto ocurre ahora. Si te permites no resistir a ningún

sentimiento, no te resistirás tampoco a éste. Esto es lo que quie-

ro decir cuando te pido que sientas que estás dentro de la co-

rriente, y que reconozcas que la corriente eres tú. Tú eres Amor.

El reconocimiento de tu Ser, que es Amor, se produce

cuando reconoces mi Ser, cuando reconoces el Ser de cada uno

de tus hermanos como una extensión de tu Ser. Cuando enfren-

tas una situación que se presenta ante ti creyendo que ésta se

produce en un espacio que está fuera de ti, estás reconociendo

la separación.

El reino de los Cielos no es un lugar. El Reino de los Cielos

es simplemente el estado mental que reconoce la unidad y la

armonía de la Mente de Dios. Y es dentro de este estado mental

que puedes reconocer a tu hermano.

Os invito a reconocer que en el nivel más amplio de tu Ser,

está eso que se llama comunión. Os invito a saber (nos sigue di-

ciendo Jesús) que yo estoy con vosotros ahora, de una manera

tan plena y total como vosotros os experimentáis unos a otros.

Quiero que sepáis esto, que este sentimiento de comunión se os

haga familiar y que os sintáis bien con él.

La Creación no está dividida. La Creación es la Mente de

Dios, y el concepto de división no existe dentro de Su Mente. No-

sotros somos Uno. Simplemente, os veis erróneamente confina-

dos dentro de una serie de experiencias definidas por sus senti-

dos físicos. Yo os pido que sepáis que no es así. Es sólo un estado

mental el que os confina. Nuestra unión es tan real como cuando

Page 171: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

165

extiendo la mano y os toco. ¿Amáis esto que sentís? Sabed que

yo lo amo también.

Vosotros sois tan libres y tan ilimitados como le permitáis

ser a vuestros pensamientos. Vosotros sois esto, mis (sigue, co-

mo siempre, Jesús) maravillosos hermanos. ¡Vosotros y yo, noso-

tros somos uno! No hay que saber nada más allá de lo que voso-

tros sois. Y os recuerdo algo que ya sabéis: vosotros sois el Amor.

Y es el Amor el que terminará por hacer desaparecer sus miedos

y su sentido de límites.

La Mente que mueve Todo lo Que Es, es la fuerza del Amor

incondicional, sin compromiso, que constituye su Ser. Su identi-

dad es inseparable de la vuestra.

¿Qué tan cerca estás de Dios? Estás tan cerca de Dios como

tu deseo de abandonar tu pensamiento erróneo de separación.

Que ésta sea la celebración del nacimiento de Cristo en ti. Expre-

sa tu alegría permitiendo que la naturaleza de tu Ser se vuelva

transparente, expandiendo y experimentando el flujo de Amor

que es Dios y Tú.

Él se expresa porque es experimentado. Esta es la razón por

la cual te digo que sólo tienes una sola cosa que hacer: conoce

Tu Ser. Es con ese conocimiento que harás las experiencias. Es

haciendo estas experiencias como te expresarás. Y lo que expre-

sarás será Dios. Y lo que Dios es, es Amor.

No trates de utilizar tu intelecto para comprender cómo el

mundo puede parecerte tan real, y sin embargo yo digo simple-

mente que es un sueño. No lo entenderás. No te resistas a ello.

No trates de escapar a eso. No existe lugar donde puedas ir.

Estás ahora en Tu hogar. Siempre has estado en Tu hogar, y so-

lamente cuando permitas que este reconocimiento amanezca en

Page 172: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

166

tu mente, podrás ver que así es. Verás la gloria de Dios que

siempre ha estado alrededor de ti. Verás el estado de Amor de-

ntro del cual siempre has estado. Pero no lo verás si te resistes a

ello o si tratas de hacerlo lo que él es. Simplemente abandona tu

creencia de que no es así.

No hay nada más que hacer.

Y que sea nuestra oración final:

“Al Espíritu Santo encomendamos nuestros pasos y deci-mos “Amén”. Continuaremos recorriendo Su camino en

paz, confiándole todas las cosas. Y esperaremos Sus res-puestas llenos de confianza, cuando le preguntemos cuál es la Voluntad de Dios en todo lo que hagamos. Él ama al

Hijo de Dios tal como nosotros queremos amarlo. Y nos enseña cómo contemplarlo a través de Sus ojos y a amarlo tal como Él lo ama. No caminas solo. Los ángeles de Dios

revolotean a tu alrededor, muy cerca de ti. Su Amor te ro-dea. Y de esto puedes estar seguro: Yo (Jesús) nunca te de-

jaré desamparado”. “Amén”.

Page 173: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

167

IV. La Oración

La oración es el medio de comunicación con Dios. La ora-

ción es el mayor regalo con el que Dios bendijo a Su Hijo cuando

lo creó. Ya era entonces aquello en lo que habría de llegar a ser:

la única voz que el Creador y la creación comparten; el canto que

el Hijo entona al Padre, Quien le devuelve las gracias que el can-

to le brinda. La armonía es perpetua, y perpetua es también la

gozosa concordia de amor que eternamente ambos se profesan

el Uno al Otro y de este modo se extiende la creación. Dios da

gracias a Su extensión en Su Hijo. El Hijo da gracias por su crea-

ción en el canto que entona mientras crea en Nombre de su Pa-

dre. El amor que comparten es lo que toda oración habrá de ser

por toda la eternidad, cuando al tiempo le llegue su fin, porque

así era antes de que el tiempo pareciese existir.

Abandona tus sueños, santo Hijo de Dios, y alzándote tal

como Dios te creó, prescinde de los ídolos y acuérdate de Él. La

oración te sustentará ahora y te bendecirá según eleves tu co-

razón a Él en un canto ascendente que se eleva muy alto, y luego

más alto aún, hasta que tanto lo alto como lo bajo desaparecen.

La fe en tu objetivo crecerá y te apoyará a medida que asciendas

por la luminosa escalera que te lleva a las praderas celestiales y

al umbral de la paz. Pues esto es la oración, y ahí se encuentra la

salvación. Éste es el camino. Éste es el regalo que Dios te hace.

“Padre, quiero unirme a toda Tu Creación en

el canto de la oración a Ti. Un canto de

acción de gracias y de amor”.

Page 174: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

168

La oración es un camino que ofrece el Espíritu Santo para

llegar a Dios. No es simplemente una petición o una súplica. No

tendrá éxito hasta que te des cuenta que no pide nada.

Se te ha dicho que le pidas al Espíritu Santo la respuesta a

cualquier problema específico, y que recibirás una respuesta si

tal es tu necesidad. Se te ha dicho también que sólo hay un pro-

blema y sólo una solución. En lo que respecta a la oración, esto

no es contradictorio. Por lo tanto, no es la forma de la petición lo

que importa, ni tampoco cómo se hace. La forma de la respuesta,

si es que procede de Dios, satisfará tu necesidad tal como la per-

cibas. Mas ello es simplemente un eco de la respuesta de Su Voz.

El verdadero sonido es siempre un canto de acción de gracias y

de amor.

No puedes, por lo tanto, pedir el eco. El canto es lo que

constituye el regalo. Con él vienen las resonancias, las armonías,

los ecos, mas todo eso es secundario. En la verdadera oración

sólo escuchas el canto.

El secreto de la verdadera oración es olvidarte de las cosas

que crees que necesitas. Pedir algo específico es igual que ver el

pecado primero y luego perdonarlo. Del mismo modo, al orar pa-

sas por alto tus necesidades específicas tal como las ves, y las de-

jas en Manos de Dios. Ahí se convierten en los regalos que Le

haces, pues Le dicen que no antepondrás otros dioses a Él, ni que

quieres otro amor que el Suyo. ¿Cuál podría ser Su respuesta si-

no tu recuerdo de Él?

Orar es hacerse a un lado; un abandonarse, un momento

de sosegada escucha y amor. No debe confundirse con súplicas

de ninguna clase, ya que es una manera de recordar tu santidad.

¿Por qué habría de suplicar la santidad cuando tiene pleno dere-

cho a todo lo que el Amor ofrece? Y es al Amor a dónde vas

Page 175: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

169

cuando oras. La oración es una ofrenda: un renunciar a ti mismo

para ser uno con el Amor. No hay nada que pedir porque no hay

nada más que desear. Esa nada se convierte en el altar de Dios. Y

desaparece en Él.

Éste no es un nivel de oración que todo el mundo pueda al-

canzar por ahora. Aquellos que aún no lo han conseguido necesi-

tan que los ayudes con tus oraciones, porque su pedir no se basa

todavía en la aceptación. El que alguien ayude con sus oraciones

no significa que otro media entre tú y Dios. Pero significa que

otro está a tu lado y te ayuda a elevarte hasta Él. Quien se ha da-

do cuenta de la bondad de Dios, ora sin temor. Y el que ora sin

temor, no puede sino llegar a Él. Por lo tanto, también Él puede

llegar hasta Su Hijo, dondequiera que éste se encuentre, y cual-

quiera que sea la forma que parezca adoptar.

Orar a Cristo en cualquiera es una verdadera oración, por-

que constituye un regalo de agradecimiento a Su Padre. Pedir

que Cristo no sea sino Él mismo no es una súplica. Es un canto de

gratitud por lo que eres. En esto radica el poder de la oración.

Esta oración puede ser compartida porque recibe por todos. Orar

con alguien que sabe que esto es verdad es haber recibido la

respuesta. Tal vez la forma concreta de la solución a un problema

específico se le ocurra a uno de vosotros, no importa a quien de

los dos sea. Tal vez os llegue a ambos, si estáis en una genuina

armonía el uno con el otro. Mas vendría porque os habéis dado

cuenta de que Cristo habita en los dos. Ésa es su única verdad.

La oración no tiene principio ni fin. Es parte de la vida. Pero

sí cambia de forma y crece a medida que uno va aprendiendo,

hasta que alcanza su estado amorfo, y se funde en una comuni-

cación total con Dios. En su aspecto peticionario no necesita ape-

lar a Dios – que de hecho rara vez hace – y ni siquiera entraña

Page 176: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

170

creencia alguna en Él. En estos niveles la oración es un simple

desear, que surge de un sentido de carencia y escasez.

La oración es un camino a la verdadera humildad. Y aquí se

eleva lentamente una vez más, y crece en fuerza, amor y santi-

dad. Deja que abandone el suelo desde donde comienza a ele-

varse hacia a Dios, y la verdadera humildad vendrá por fin a

agraciar la mente que pensó que se enfrentaba al mundo sola. La

humildad trae paz porque no afirma que tú debas regir al univer-

so ni juzgar las cosas en función de como tú quisieras que fuesen.

Deja a un lado felizmente todos los insignificantes dioses, no con

resentimiento, sino con honestidad y con el reconocimiento de

que no sirven para nada.

Las ilusiones y la humildad tienen metas tan dispares que

no pueden coexistir, ni compartir una morada donde pudieran

encontrarse. Allí donde una llega, la otra desaparece. Los que

son verdaderamente humildes no tienen otra meta que Dios,

porque no necesitan ídolos, y las defensas no tienen objeto.

Ahora la oración se eleva por encima del mundo de las co-

sas, de los cuerpos, y de los dioses de todo tipo, y por fin puedes

descansar en santidad. La humildad ha venido a enseñarte cómo

entender la gloria que es tuya por ser Hijo de Dios y a reconocer

la arrogancia del pecado. Un sueño ocultaba la faz de Cristo de ti.

Mas ahora puedes contemplar Su impecabilidad. La escalera ha

llegado muy alto. Ya casi estás en el cielo. Es muy poco lo que

queda por aprender antes de que la jornada finalice. Ahora pue-

des decir a todo aquel que venga a unirse contigo en oración:

“No puedo ir sin ti, pues eres parte de mí”

Page 177: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

171

Y así es en verdad. Ahora puedes orar sólo por lo que real-

mente compartes con él, pues has comprendido que nunca se

marchó, y que tú, que parecías estar solo, eres uno con él.

Éste es el final de la escalera, pues ya no hay nada más que

aprender. Ahora te encuentras ante el umbral del Cielo, con tu

hermano a tu lado. Los jardines son amplios y serenos, pues ahí

el lugar señalado para el momento en que debías venir ha estado

esperando por ti desde hace mucho. Ahí finaliza el tiempo para

siempre. En ese umbral la eternidad misma se une a ti. La ora-

ción se ha convertido en lo que siempre estuvo destinada a ser,

pues has reconocido al Cristo en ti.

El Curso es enteramente, entre otras cosas, un libro de

Oración, pues ¿no es un medio de comunicación con Dios? El

Curso es un libro lleno de ideas u oraciones para llevar a cabo la

meta del Curso. Meta que no es otra que un cambio de mentali-

dad. Y las ideas del Curso, como decíamos en el Prefacio, son pa-

ra ser usadas, y así cobrarán sentido para ti, y lo que te demos-

trará que son verdad.

Primero perdonas, luego oras y de este modo te curas. El

perdón da alas a la oración para que su ascenso sea fácil y su

progreso veloz.

Testigo del perdón y ayudante en la oración, dadora de la

certeza de que finalmente alcanzarás la meta, eso es la curación.

La oración tiene ayudantes y testigos que hacen más lleva-

dero y seguro el empinado ascenso, aliviando el dolor causado

por el miedo, y ofreciendo consuelo y promesas de esperanza.

El perdón es el aliado de la oración; su hermano en el plan

para tu salvación.

Page 178: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

172

La oración es el vehículo de los milagros. Es el medio de

comunicación entre lo creado y Creador. Por medio de la oración

se recibe amor, y por medio de los milagros se expresa amor.

Así que, hagamos un recorrido por algunas de las oraciones

del curso, y tú encontrarás en el Curso un número ilimitado:

“El espíritu está eternamente en estado de gracia.

Tu realidad es únicamente espíritu.

Por lo tanto, estás eternamente en estado de gracia”.

____________________

En el proceso de separar lo falso de lo verdadero, el milagro

procede de acuerdo con lo siguiente:

“El amor perfecto expulsa el miedo.

Si hay miedo,

es que no ha amor perfecto”.

Mas:

“Sólo el amor perfecto existe.

si hay miedo,

Éste produce un estado que no existe”.

Cree esto y serás libre. Sólo Dios puede establecer esta so-

lución, y esta fe es Su don.

____________________

“Estoy aquí únicamente para ser útil.

Estoy aquí en representación de Aquel que me envió.

Page 179: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

173

No tengo que preocuparme por lo que debo decir ni por lo

que debo hacer, pues Aquel que me envió, me guiará.

Me siento satisfecho de estar dondequiera que Él desee,

porque sé que Él estará allí conmigo.

Sanaré a medida que le permita enseñarme a sanar”.

____________________

“Me puedes confiar tu cuerpo y tu ego (nos dice Jesús) de-

bido únicamente a que esto te permite desentenderte de ellos y

me deja mostrarte que no son importantes”.

Y recuerda lo siguiente:

“En este mundo no hay por qué tener tribulaciones porque

yo he vencido al mundo. Por eso es por lo que debes estar ani-

mado”.

____________________

“El Reino está perfectamente unido y perfectamente pro-

tegido, y el ego no prevalecerá contra él. Amén”.

____________________

“Los pensamientos se expanden cuando se comparten.

Cuantos más creen en ellos, más poderosos se tornan. Todo es

una idea.

¿Cómo entonces, puede asociarse dar con perder?”

“Debo haber decidido equivocadamente porque no estoy

en paz. Yo mismo tomé esa decisión, por lo tanto, puedo tomar

otra. Quiero tomar otra decisión porque deseo estar en paz. No

Page 180: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

174

me siento culpable porque el Espíritu Santo, si se lo permito,

anulará todas las consecuencias de mi decisión equivocada.

Elijo permitírselo, al dejar que Él decida en favor de Dios

por mí”.

Por ello:

“Espíritu Santo, decide en favor de Dios por mí”.

____________________

El mensaje de la crucifixión es inequívoco:

“Enseña solamente amor, pues eso es lo que eres”.

Estas son las lecciones del Espíritu Santo:

“Para poder tener, da todo a todos”.

“Para tener paz, enseña paz, para así aprender lo que es”.

“Mantente alerta sólo en favor de Dios y de Su Reino”.

____________________

“Cristo está en mí, y donde Él está, Dios tiene que estar,

pues Cristo es parte de Él”.

____________________

“Puesto que mi voluntad es conocerme a mí mismo, te veo

a ti como el Hijo de Dios y como mi hermano”.

____________________

Page 181: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

175

“Por sus frutos los conoceréis, y ellos se conocerán a sí

mismos”.

____________________

“Dios Mismo está incompleto sin mí”.

____________________

“Dios está en todo lo que veo porque Dios está en mi men-

te”.

____________________

“Podría ver paz en lugar de esto”.

____________________

“Dios es mi Fuente. No puedo ver separado de Él”.

____________________

“Dios es el Amor en el que perdono”.

____________________

“El Amor de Dios es mi sustento”.

“Yo soy la luz del mundo”.

“El Amor me creó a semejanza de Sí Mismo”.

“El Amor no abriga resentimientos”.

“Dios, al ser Amor, es también felicidad”.

Page 182: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

176

“Descanso en Dios”.

“Por la gracia vivo. Por la gracia soy liberado”.

“El Nombre de Dios es mi herencia”.

“Siento el Amor de Dios dentro de mí ahora”.

“El amor es el camino que recorro con gratitud”.

“No hay más paz que la paz de Dios”.

“El Amor, que es lo que me creó, es lo que soy”.

“El Amor de Dios me rodea”.

“El perdón es el único regalo que doy”.

“Gracias Padre por los regalos que me has concedido”.

“Tú que quieres la paz, solo la puedes encontrar perdonan-

do completamente”.

“Perdona y serás perdonado”. “No hay más plan que éste

para la salvación del Hijo de Dios”.

“La función del Amor es unir todas las cosas en sí misma y

mantenerlas unidas, extendiendo su plenitud”.

“La Fuente de la curación se encuentra en nuestra mente

donde Nuestro Padre la ubicó. Sólo necesitamos buscarla y la

hallaremos”.

“Dios es Amor y el miedo no forma parte de Él”.

“Te bendigo, hermano, con el Amor de Dios el cual quiero

compartir contigo, pues quiero aprender la gloriosa lección de

que no hay otro amor que el de Dios, el tuyo, el mío y el de to-

dos”.

“Sana a tus hermanos aceptando simplemente a Dios por

ellos”.

Page 183: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

177

“Te estoy enseñando que asocies la infelicidad con el ego y

la felicidad con el espíritu”.

“el Amor siempre conduce al Amor”.

“No soy un cuerpo, soy libre, pues aún soy tal como Dios

me creó”.

“Déjame aquietarme y escuchar la verdad. La verdad corre-

girá todos los errores de mi mente, y descansaré en Aquel que es

mi Ser”.

“Más no excluyas a nadie de tu amor, o, de lo contrario, es-

tarás ocultando un tenebroso lugar de tu mente donde se le nie-

ga la bienvenida al Espíritu Santo”.

“El amor crea amor y nada más que amor”.

“Dios es el Amor en el que Perdono”.

“La Voz de Dios me habla durante todo el día”.

“Padre quiero unirme a toda Tu Creación en el canto de la

oración a Ti. Un canto de acción de gracias y de amor”.

“Descanso en Dios”.

“Hoy pedimos descanso, y una quietud que las apariencias

del mundo no puedan perturbar. Pedimos paz y tranquilidad en

medio de todo el torbellino nacido de sueños conflictivos. Pedi-

mos seguridad y felicidad, aunque lo que parece que vemos es

peligro e infortunio. Y disponemos del pensamiento que respon-

derá a nuestra petición con lo que pedimos”.

“Descanso en Dios”.

“Soy tal como Dios me creó”.

“Su Hijo no puede sufrir y yo soy su Hijo”.

“Soy tal como Dios me creó.

Page 184: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

178

Esta idea es suficiente para sanar el pasado y liberar el futu-

ro. Esta idea es suficiente para permitir que el presente se

acepte tal como es”.

“Soy tal como Dios me creó”.

“Soy un solo ser unido a mi Creador”.

“Aceptaré la Expiación para mí mismo, pues aún soy tal

como Dios me creó”.

“Soy Espíritu”.

“Espíritu Santo sana mi mente para estar presente aquí en

este instante santo”.

“Espíritu Santo:

Te entrego este instante santo. Sé Tú Quien dirige, pues

quiero simplemente seguirte, seguro de que Tu dirección me

brindará paz”.

“Espíritu Santo, decide en favor de Dios por mí”.

“Espíritu Santo te entrego todos mis errores. Sáname,

cúrame”.

“Amén”

Page 185: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

179

V. La Navidad

Como decíamos al principio, “Yo Soy” se gestó en la Navi-

dad – 2003 y “Cristo” en la Navidad 2012. Parece que era una

primera llamada a la Navidad.

La Navidad es un renacimiento. La Navidad es la hora de

Cristo que ha llegado. La Navidad es una luz en la obscuridad. En

la Navidad junto a la Paz, se re-establece la condición del amor.

Como dice el Curso en: “La Navidad como símbolo del fin

del sacrificio”.

No temas reconocer que la idea del sacrificio no es sino tu

propia invención, ni trates de protegerte a ti mismo buscando

seguridad donde no la hay. Tus hermanos y tu Padre se han vuel-

to muy temibles para ti. Y estás dispuesto a regatear con ellos

por unas cuantas relaciones especiales, en las que crees ver cier-

tos vestigios de seguridad. No sigas tratando de mantener tus

pensamientos separados del Pensamiento que se te ha dado.

Cuando aquellos se ponen al lado de Éste y se perciben allí don-

de realmente se encuentran, elegir entre ellos no es más que un

dulce despertar, tan simple como abrir los ojos a la luz del día

cuando ya no tienes más sueño.

El símbolo de la Navidad es una estrella: una luz en la obs-

curidad. No la veas como algo que se encuentra fuera de ti, sino

como algo que refulge en el Cielo interno, y acéptala como la se-

ñal de que la hora de Cristo ha llegado. Cristo llega sin exigir na-

da. No le exige a nadie ningún tipo de sacrificio. En su presencia

la idea de sacrificio deja de tener significado, pues Él es el Anfi-

trión de Dios. Y tú no tienes más que invitar a Aquel que ya se

encuentra ahí, al reconocer que Su anfitrión es uno y que ningún

pensamiento ajeno a Su Unicidad, puede residir allí con Él. El

Page 186: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

180

amor tiene que ser total para que se le pueda dar la bienvenida,

pues la presencia de la santidad es lo que crea la santidad que lo

envuelve. Ningún temor puede asaltar al anfitrión que le abre los

brazos a Dios en la hora de Cristo, pues el anfitrión es tan santo

como la Perfecta Inocencia a la que protege, y Cuyo poder a su

vez lo protege Él.

Esta Navidad entrégale al Espíritu Santo todo lo que te hie-

re. Permítete a ti mismo ser sanado completamente para que te

puedas unirte a Él en la curación, y celebremos juntos nuestra

liberación liberando a todo el mundo junto con nosotros. Inclú-

yelo todo, pues la liberación es total, y cuando la hayas aceptado

junto conmigo la darás junto conmigo. Todo dolor, sacrificio, o

pequeñez desaparecerá de nuestra relación, que es tan pura co-

mo la relación que tenemos con nuestro Padre, y tan poderosa.

Todo dolor que se traiga ante nuestra presencia desaparecerá, y

sin dolor no puede haber sacrificio. Y allí donde no hay sacrificio

allí está el amor.

Tú, que crees que el sacrificio es amor, debes aprender que

el sacrificio no hace sino alejarnos del amor, pues el sacrificio

conlleva culpabilidad tan inevitablemente como el amor brinda

paz. La culpabilidad es la condición que da lugar al sacrificio, de

la misma manera en que la paz es la condición que te permite ser

consciente de tu relación con Dios. Mediante la culpabilidad ex-

cluyes a tu Padre y a tus hermanos de ti mismo. Mediante la paz

los invitas de nuevo al darte cuenta de que ellos se encuentran

allí donde tú les pides que estén. Lo que excluyes de ti mismo pa-

rece temible, pues lo imbuyes de temor y tratas de deshacerte, si

bien forma parte de ti ¿Quién puede percibir parte de sí mismo

como despreciable, y al mismo tiempo vivir en paz consigo mis-

mo? ¿Y quién puede tratar de resolver su “conflicto” interno en-

Page 187: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

181

tre el cielo y el infierno expulsando al Cielo y dotándolo de los

atributos del infierno, sin sentirse incompleto y solo?

Mientras percibas el cuerpo como lo que constituye tu rea-

lidad, te percibirás a ti mismo como un ser solitario y desposeído.

Y te percibirás también como una víctima del sacrificio, y creerás

que está justificado sacrificar a otros. Pues, ¿quién podría recha-

zar al Cielo y a Su Creador sin experimentar una sensación de sa-

crificio y de pérdida? ¿Y quién podría ser objeto de sacrificios y

pérdidas sin tratar de rehacerse a sí mismo? No obstante ¿cómo

ibas a poder hacer esto por tu cuenta, cuando la base de tus in-

tentos es que crees en la realidad de la privación? Sentirte priva-

do de algo engendra ataque, al ser la creencia de que el ataque

está justificado. Y mientras prefieras conservar la privación, el

ataque se vuelve salvación y el sacrificio amor.

Y así resulta que, en tu búsqueda de amor, vas en busca de

sacrificio y lo encuentras. Mas no encuentras amor. Es imposible

negar lo que es el amor y al mismo tiempo reconocerlo. El signi-

ficado del amor reside en aquello de lo que te desprendiste, lo

cual no tiene significado aparte de ti. Lo que prefieres conservar

es lo que no tiene significado, mientras que lo que quieres man-

tener alejado de ti encierra todo el significado del universo y lo

conserva intacto dentro de su propio significado. Si el universo

no estuviese unido en ti, estaría separado de Dios, y estar sin Él

es carecer de significado.

En el instante santo se satisface la condición del amor, pues

las mentes se unen sin la interferencia del cuerpo, y allí donde

hay comunicación hay paz. El príncipe de la Paz nació para re-

establecer la condición del amor, enseñando que la comunica-

ción continúa sin interrupción aunque el cuerpo sea destruido,

siempre y cuando no veas al cuerpo como el medio indispensa-

Page 188: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

182

ble para la comunicación. Y si entiendes esta lección, te darás

cuenta de que sacrificar el cuerpo no es sacrificar nada, y que la

comunicación, que es algo que es sólo propio de la mente, no

puede ser sacrificada. ¿Dónde está entonces el sacrificio? Nací

para enseñar la lección de que el sacrificio no está en ninguna

parte y de que el amor está en todas partes, y esta es la lección

que todavía quiero enseñarles a todos mis hermanos, pues la

comunicación lo abarca todo, y en la paz que re-establece, el

amor viene por su propia voluntad.

No permitas que la desesperanza opaque la alegría de la

Navidad, pues la hora de Cristo no tiene sentido si no va acom-

pañada de alegría. Unámonos en la celebración de la paz, no exi-

giéndole a nadie ningún sacrificio, pues de esta manera me ofre-

ces el amor que yo te ofrezco. ¿Qué podría hacernos más felices

que percibir que no carecemos de nada? Ése es el mensaje de la

hora de Cristo, que yo te doy para que tú lo puedas dar y se lo

devuelvas al Padre, que me lo dio a mí, pues en la hora de Cristo

se restablece la comunicación, y Él se une a nosotros para cele-

brar la creación de Su Hijo.

Dios le da las gracias al santo anfitrión que desee recibirle y

le deje entrar y morar, allí donde Él desea estar. Y al tú darle la

bienvenida, Él te acoge en Sí Mismo, pues lo que se encuentra en

ti que le das la bienvenida, se le devuelve a Él. Y nosotros no

haremos sino celebrar Su Plenitud cuando le damos la bienveni-

da dentro de nosotros. Los que reciben al Padre son uno con Él,

al ser anfitriones de Aquel que los creó. Y al abrirle las puertas,

Su recuerdo llega con Él, y así recuerdan la única relación que

jamás tuvieron y que jamás querrán tener.

El nombre de Jesús es el nombre de uno, que, siendo hom-

bre, vio la Faz de Cristo en todos sus hermanos y recordó a Dios.

Page 189: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

183

Al identificarse con Cristo, dejó de ser un hombre y se volvió uno

con Dios. Jesús sigue siendo un Salvador porque vio lo falso y no

lo aceptó como la verdad. Cristo necesitó su forma para poder

presentarse ante los hombres y salvarlos de sus ilusiones. En su

completa identificación con el Cristo – el perfecto Hijo de Dios,

Su única creación y Su felicidad, por siempre como Él y uno con

Él – Jesús se convirtió en lo que todos vosotros no podéis sino

ser. Mostró el camino para que lo siguieras. Él te conduce de re-

greso a Dios porque vio el camino ante sí y lo siguió. Jesús hizo

una clara distinción, todavía velada para ti, entre lo falso y lo

verdadero. ¿Es él Cristo? Por supuesto que sí, junto contigo.

Ésta es la época en la que muy pronto dará comienzo un

nuevo año del calendario cristiano. Tengo absoluta confianza en

que lograrás todo lo que te propongas hacer. Nada te ha de fal-

tar, y tu voluntad será contemplar, no destruir. Dile entonces, a

tu hermano:

“Te entrego al Espíritu Santo como parte de mi mismo. Sé

que te liberarás, a menos que quiera valerme de ti para aprisio-

narme a mi mismo.

En nombre de la libertad, elijo tu liberación porque reco-

nozco que nos hemos de liberar juntos.”

De esta forma damos comienzo al año con alegría y en li-

bertad. Es mucho lo que aún nos queda por hacer, y llevamos

mucho retraso. Acepta el instante santo con el nacimiento de es-

te año, y ocupa tu lugar – por tanto tiempo vacante – en el Gran

Despertar. Haz que este año sea diferente al hacer que todo sea

lo mismo. Y permite que todas tus relaciones te sean santifica-

das. Ésta es nuestra voluntad. Amén.

Page 190: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

184

Page 191: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

185

Epílogo

Recuerda: Dios te creó a Semejanza Suya, Santo y Perfecto.

Ese es tu Ser.

Parece que en un momento, que en la eternidad ni existió,

pasó por una parte de la Mente de uno de los Hijos de Dios un

pensamiento (Y si…), y cayó en un profundo sueño, dando lugar

al mundo de lo ilusorio.

En este mundo de lo ilusorio se fabricó: el pecado, la culpa,

el miedo, el sufrimiento, la enfermedad y la muerte. Igual que se

fabricó, puede ser revocado.

La Respuesta de Dios fue el Espíritu Santo y el Principio de

la Expiación. La Expiación – corrección o anulación de los errores

– y el perdón – o pasar por alto esos errores – son los medios de

respuesta.

El primer paso en el proceso de deshacer lo ilusorio, es

cuestionarlo. El milagro – la respuesta correcta – lo corrige.

Jesús es la Expiación e inspira todos los milagros. El Espíritu

Santo es el mecanismo de los milagros.

Por todo ello deberíamos tomar como nuestros Guías y

Protectores al Espíritu Santo y a Jesús.

Tú ya estás despierto. Toma conciencia de ello.

Como decíamos, anteriormente, desvelada la ilusión, tienes

lo que verdaderamente eres: tu Ser. Y tienes que practicar estar

en tu Ser, experimentar tu Ser, pues tú tienes solo una responsa-

bilidad y esta es: ser tu propio Ser y expresar el Amor, la Paz y la

Alegría que son la definición de tu Ser.

Page 192: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

186

Si la Paz es la base de todo lo que existe en la Realidad,

¿cómo puedes sentirte conectado a tu Fuente, si no sientes Paz?

La Paz es la Base de todo.

Y el Amor lo es todo. la Función del Amor es unir todas las

cosas en sí mismas y mantenerlas unidas extendiendo su pleni-

tud. Unida al Amor está la Alegría, la Dicha, la Felicidad.

Y nunca olvides la Ley del Amor: “que lo que le doy a mi

hermano es el regalo que me hago a mí mismo.”

Y los juicios son lo opuesto al Amor. De los juicios procede

el dolor del mundo; y del Amor, la Paz de Dios.

Deja ir todo lo que viene a tu percepción, sin estar lleno de

Amor, sin ser representativo de lo que Tú eres, sin ser coherente

con quien Tú eres, pues todas esas cosas que dejas ir son senti-

mientos de miedo. Deja de creer en el miedo, y no quedará nada

que parezca contradecir al Amor. Dejando ir tu creencia en el

miedo, y adoptando el significado inherente a un estado no de-

fensivo, reconoces que tu seguridad se encuentra únicamente

dentro de la expresión del Ser lleno de Amor que tú eres.

____________________

No olvides que, una vez que esta jornada ha comenzado, el

final es seguro. Las dudas te asaltarán una y otra vez a lo largo

del camino, y luego se aplacarán sólo para volver a surgir. El final,

no obstante, es indudable. Nadie puede dejar de hacer lo que

Dios le ha encomendado que haga. Cuando te olvides de esto,

recuerda que caminas a Su lado, con Su Palabra impresa en tu

corazón. ¿Quién puede desalentarse teniendo una esperanza

como ésa? Ilusiones de abatimiento parecerán asaltarte pero

aprende a no dejarte engañar por ellas. Detrás de cada ilusión

Page 193: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

187

está la Realidad y está Dios. ¿Por qué querrías seguir esperando

por esto y sustituirlo por ilusiones, cuando Su Amor se encuentra

tan sólo un instante más allá en el camino donde todas ellas aca-

ban? El final es indudable y está garantizado por Dios. ¿Quién se

detendrá ante una imagen inerte, cuando un paso más allá el

más Santo de todos los Santos abre una Puerta inmemorable que

conduce más allá del mundo?

A Él le encomendamos nuestros pasos y decimos “Amén”.

Continuaremos recorriendo Su camino en paz, confiándole todas

las cosas. Y esperaremos Sus respuestas llenos de confianza,

cuando le preguntemos cuál es la Voluntad de Dios en todo lo

que hagamos. Él ama al Hijo de Dios tal como nosotros queremos

amarlo. Y nos enseña cómo contemplarlo a través de Sus ojos y a

amarlo tal como Él lo ama. No caminas solo. Los ángeles de Dios

revolotean a tu alrededor, muy cerca de ti. Su Amor te rodea, y

de esto puedes estar seguro: yo (dice Jesús) nunca te dejaré des-

amparado.

“Amén”

Page 194: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

188

Page 195: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

189

Bibliografía

Casi exclusivamente de:

• “Un Curso de Milagros” de Foundation For Inner Peace

Además:

• “Despierta del sueño” y “Una Introducción básica a Un

Curso de Milagros” de Kenneth Wapnick Ph.D.

• “Diálogo sobre el despertar” de Tom Carpenter

Page 196: do de introducción a “Un Curso de Milagros”...M.M.18.4-6.p.54, “Manual para el maestro” sección 18, párrafo-apartado 4-6, página 54. 7 I. Gráfico-resumen de “Un Curso

Desvelada la ilusión, tienes lo que verdaderamente eres: tu Ser. Y

tienes que practicar estar en tu Ser, experimentar tu Ser, pues tú tienes

solo una responsabilidad y esta es: ser tu propio Ser y expresar el Amor, la

Paz y la Alegría que son la definición de tu Ser.