discípulos y misioneros

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TABLA DE CONTENIDO Presentación.............................................................................. I. EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO 1.Para que conozcamos el Sacramento del Bautismo................ 2. Para que celebremos el Sacramento del Bautismo................... 3. Para que vivamos las exigencias del Sacramento del Bautismo. 4. El Sacramento del Bautismo nos hace Iglesia en comunión...... 5. El Sacramento del Bautismo nos hace Discípulos y Misioneros de Jesucristo............................................................................... II. EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 1. Unas clarificaciones necesarias sobre el Evangelio según San Mateo............................................................................... 2. El Reino en el Evangelio según san Mateo............................... 3. El discípulo en el Evangelio según san Mateo........................... 4. El misionero en el Evangelio según san Mateo......................... 5. La comunidad de los discípulos misioneros en el Evangelio según San Mateo.............................................................................. III. LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA 1.La persona humana: Imagen y semejanza de Dios.................... 2. Nuestra vocación a la felicidad................................................. 3. La libertad de la persona......................................................... 4. La conciencia moral................................................................ 5. La persona y la sociedad.......................................................... IV. MARÍA DISCÍPULA Y MISIONERA 1. La Vocación de María............................................................... 2. María Discípula....................................................................... 3. María Misionera...................................................................... 4. María Peregrina de la Fe........................................................... 5. María Cercana a todos nosotros............................................... pg

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Discípulos y misioneros

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TABLA DE CONTENIDO

Presentación..............................................................................

I. EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO

1.Para que conozcamos el Sacramento del Bautismo................2. Para que celebremos el Sacramento del Bautismo...................3. Para que vivamos las exigencias del Sacramento del Bautismo.4. El Sacramento del Bautismo nos hace Iglesia en comunión......5. El Sacramento del Bautismo nos hace Discípulos y Misioneros de

Jesucristo...............................................................................

II. EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

1. Unas clarificaciones necesarias sobre el Evangelio según San Mateo...............................................................................2. El Reino en el Evangelio según san Mateo...............................3. El discípulo en el Evangelio según san Mateo...........................4. El misionero en el Evangelio según san Mateo.........................5. La comunidad de los discípulos misioneros en el Evangelio según

San Mateo..............................................................................

III. LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA

1.La persona humana: Imagen y semejanza de Dios....................2. Nuestra vocación a la felicidad.................................................3. La libertad de la persona.........................................................4. La conciencia moral................................................................5. La persona y la sociedad..........................................................

IV. MARÍA DISCÍPULA Y MISIONERA

1. La Vocación de María...............................................................2. María Discípula.......................................................................3. María Misionera......................................................................4. María Peregrina de la Fe...........................................................5. María Cercana a todos nosotros...............................................

pg

V. PEDAGOGÍA MISIONERA

1.Tenemos presente la pedagogía misionera de Jesús................2. Nuestra mística misionera.......................................................3. ¿Quiénes somos los misioneros?............................................4. Decálogo del misionero..........................................................5. ABC del discípulo misionero....................................................6. Los misioneros conocemos el camino misionero de todo el año.7. Las visitas misioneras a las familias.........................................8. Modelo para las visitas misioneras a las familias.......................

VI. ANEXOS

1. País que le corresponde a cada parroquia para orar en la Misión Continental............................................................................

2. Recorrido Misionero del cuadro de Nuestra Señora del Socorro................................................................................

3. Explicación del Logo de la Misión Continental.......................... 4. Explicación del Tríptico de la Misión Continental....................... 5. Oración por la Misión Continental............................................

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Nuestra Iglesia diocesana de Socorro y San Gil asume con alegría la convocación hecha por la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, celebrada en Aparecida, para que unidos y con entusiasmo realicemos la Gran Misión Continental.

“Será un nuevo Pentecostés que nos impulse a ir, de manera especial, en búsqueda de los católicos alejados y de los que poco o nada conocen a Jesucristo, para que formemos con alegría la comunidad de amor de nuestro Padre Dios”. (Aparecida, Mensaje final No. 5).

Para que la Gran Misión Continental cumpla su cometido de llegar a todos, ser permanente y profunda, necesita primero articularse con el Proceso Diocesano de Renovación y Evangelización, sólo así irá más allá de las emociones iniciales, superará cualquier tentación inmediatista, y no caerá en reduccionismos o paralelismos que distraigan nuestra tarea pastoral.La propuesta formativa de los discípulos misioneros en nuestra Diócesis, va de la mano con la tercera etapa de nuestro Proceso Pastoral, y abarca varias dimensiones que se van armonizando en el itinerario formativo:

Dimensión Pastoral, con el tema del año “Sacramento del Bautismo”. Dimensión Bíblica, con el tema “Evangelio según San Mateo”. Dimensión Humana, con el tema de “Dignidad de la Persona Humana”. Dimensión Espiritual, con el tema “María Discípula y Misionera”. Dimensión Misionera, con el tema “Pedagogía Misionera”.

La organización para la formación de discípulos misioneros, de todas las edades, en veredas y sectores urbanos, debe ir acompañada de un vivo ambiente de oración y acción con toda la comunidad de bautizados. Pues todos estamos llamados a renovar nuestra vida cristiana.

El camino misionero del año comienza con la formación de los discípulos misioneros, de tal manera que el presente instrumento está dirigido a todos aquellos que sienten la llamada a servir en

PRESENTACIÓN

nombre de Cristo en la Iglesia y en la sociedad: Sacerdotes, Religiosas (os), Seminaristas, Laicos comprometidos y Laicos que quieren empezar una nueva etapa en sus vidas con un mayor compromiso eclesial y social. Todos necesitamos una formación permanente.

Que el amor de Nuestra Señora del Socorro, protectora de nuestra Diócesis, con su peregrinar misionero por todas nuestras parroquias durante este año, anime y sostenga nuestra alegría de discípulos misioneros de su Hijo Jesucristo el Señor.Con mi bendición

+ CARLOS GERMÁN MESA RUIZ Obispo de Socorro y San Gil

EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO

CONTENIDO DE ESTA UNIDAD

1.Para que conozcamos el Sacramento del Bautismo.

2. Para que celebremos el Sacramento del Bautismo.

3. Para que vivamos las exigencias del Sacramento del Bautismo.

4. El Sacramento del Bautismo nos hace Iglesia en comunión.

5. El Sacramento del Bautismo nos hace Discípulos y Misioneros de Jesucristo.

I

Como busca la cierva Recuerdo otros tiempos, corrientes de agua, y mi alma desfallece de así mi alma te busca tristeza: a ti, Dios mío; cómo marchaba a la cabeza

del grupo, tiene sed de Dios, hacía la casa de Dios, del Dios vivo: entre cantos de júbilo y ¡cuándo entrararé a ver alabanza, el rostro de Dios? en el bullicio de la fiesta.

Las lágrimas son mi pan ¿Por qué te acongojas, alma noche y día, mía, mientras todo el día me repiten: por qué te me turbas?“¿Dónde está tu Dios?”. Espera en Dios, que volverás a

alabarlo:

1. PARA QUE CONOZCAMOS EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO

ORACIÓN

Para que conozcamos el Sacramento del Bautismo, nada mejor que acudir al Catecismo de la Iglesia Católica. Allí encontraremos luces que, nos darán seguridad en nuestra vida y en nuestro apostolado como discípulos misioneros del Señor:

El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu, y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión. "El bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento por el agua y la palabra” (Catecismo No. 1213).

El nombre de este sacramento.

Este sacramento recibe el nombre de Bautismo en razón del carácter del rito central mediante el que se celebra: bautizar (baptizein en griego) significa "sumergir", "introducir dentro del agua"; la "inmersión" en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en

la muerte de Cristo, de donde sale por la resurrección con Él como "nueva criatura" (Catecismo No. 1214).

Este sacramento es llamado también “baño de regeneración y de renovación del Espíritu Santo” (Tito 3,5), porque significa y realiza ese nacimiento del agua y del Espíritu sin el cual "nadie puede entrar en el Reino de Dios" (Juan 3,5). (Catecismo No. 1215).

"Este baño es llamado iluminación porque quienes reciben esta enseñanza (catequética) su espíritu es iluminado". Habiendo recibido en el Bautismo al Verbo, "la luz verdadera que ilumina a todo hombre" (Juan 1,9), el bautizado, "tras haber sido iluminado" (Hebreos 10,32), se convierte en "hijo de la luz" (1 Tesalonicenses 5,5), y en "luz" él mismo (Efesios 5,8): (Catecismo No. 1216).

El Bautismo «es el más bello y magnífico de los dones de Dios. Lo llamamos don, gracia, unción, iluminación, vestidura de incorruptibilidad, baño de regeneración, sello y todo lo más precioso que hay. Don, porque es conferido a los que no aportan nada; gracia, porque es dado incluso a culpables; bautismo, porque el pecado es sepultado en el agua; unción, porque es sagrado y real (tales son los que son ungidos); iluminación, porque es luz resplandeciente; vestidura, porque cubre nuestra vergüenza; baño, porque lava; sello, porque nos guarda y es el signo de la soberanía de Dios».

¿Cómo se prefigura el Bautismo en el Antiguo Testamento?. En la Antigua Alianza se encuentran varias prefiguraciones del Bautismo: el agua, fuente de vida y de muerte; el arca de Noé, que salva por medio del agua; el paso del Mar Rojo, que libera al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto; el paso del Jordán, que hace entrar a Israel en la tierra prometida, imagen de la vida eterna. (Compendio No.253).

¿Quién hace que se cumplan estas prefiguraciones?.

Estas prefiguraciones del bautismo las cumple Jesucristo, el cual, al comienzo de su vida pública, se hace bautizar por Juan Bautista en el Jordán; levantado en la cruz, de su costado abierto brotan sangre y agua, signos del Bautismo y de la Eucaristía, y después de su Resurrección confía a los Apóstoles esta misión: «Id y

haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mateo 28, 19-20). (Compendio No.254).

¿Desde cuándo y a quién administra la Iglesia el Bautismo? Desde el día de Pentecostés, la Iglesia administra el Bautismo al que cree en Jesucristo.

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

ü¿Qué significa la palabra FUNDAMENTO y cómo explicamos que el Bautismo es fundamento de nuestra vida Cristiana? üCon nuestras propias palabras expliquemos la siguiente frase:

“El Bautismo es el pórtico de la vida en el espíritu” y diga qué importancia tiene esto para la vida Cristiana.üSabemos que por el Bautismo hemos sido liberados del

pecado y regenerados como hijos de Dios, ¿Esto qué significa para nuestra vida? üCon el Bautismo nos hacemos partícipes de la misión de la

Iglesia. ¿Cómo hacer realidad en nuestra vida este compromiso misionero? ü¿Qué significa la palabra “bautizar”?ü¿Con qué otros nombres se conoce el sacramento del

Bautismo?ü¿Con el estudio de esta lección, qué elementos nuevos

aprendimos sobre el Bautismo y cómo los vamos a aplicar en nuestra vida personal, familiar y comunitaria?üTomemos el texto de (Romanos 6, 3 – 5) y escribamos lo que

nos llama la atención de los versículos leídos.ü¿Cómo explicaremos este tema a un grupo de padres de

familia que quieren bautizar a un hijo?ü¿A cuál de los aspectos conocidos en esta lección le damos la

mayor importancia?

Bendito sea, Padre clementísimo, porque de la fuente del Bautismohiciste brotar en nosotrosla vida nueva de hijos de Dios.

Bendito seas, Padre Santo, porque del agua del Espíritu Santote dignaste reunir en un solo puebloa todos los bautizadosen tu Hijo Jesucristo.

Bendito seas, Padre nuestro, porque por el Espíritu de Amorque infundes en nuestro corazón, nos das la perfecta libertadpara que podamos disfrutar de tu paz.

Bendito seas, Padre rico en misericordia, porque eliges a los bautizadospara que anuncien con alegríaa todos los pueblos el Evangelio de Cristo.

Muchas veces hemos participado en la celebración del Sacramento del Bautismo, pero ¿sabemos el significado de cada uno de los elementos de esta celebración? El Catecismo de la Iglesia Católica nos ayuda a entender la celebración del Sacramento del Bautismo:

El sentido y la gracia del sacramento del Bautismo aparece claramente en los ritos de su celebración. Cuando se participa atentamente en los gestos y las palabras de esta celebración, los fieles se inician en las riquezas que este sacramento significa y realiza en cada nuevo bautizado. (Catecismo No. 1234).

2. PARA QUÉ CELEBREMOS EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO

ORACIÓN

Signos del Sacramento del Bautismo:

1. La señal de la cruz, al comienzo de la celebración, señala la impronta de Cristo sobre el que le va a pertenecer y significa la gracia de la redención que Cristo nos ha adquirido por su cruz. (Catecismo No. 1235).

2. El anuncio de la Palabra de Dios ilumina con la verdad revelada a los candidatos y a la asamblea y suscita la respuesta de la fe, inseparable del Bautismo. En efecto, el Bautismo es de un modo particular "el sacramento de la fe" por ser la entrada sacramental en la vida de fe. (Catecismo No. 1236).

3. Unción con el Oleo de los catecúmenos: Puesto que el Bautismo significa la liberación del pecado y de su instigador el diablo, se pronuncian uno o varios exorcismos sobre el candidato. Este es ungido con el óleo de los catecúmenos o bien el celebrante le impone la mano y el candidato renuncia explícitamente a Satanás. Así preparado, puede confesar la fe de la Iglesia, a la cual será "confiado" por el Bautismo. (Catecismo No. 1237).

4. El agua bautismal es entonces consagrada mediante una oración (en el momento mismo o en la noche pascual). La Iglesia pide a Dios que, por medio de su Hijo, el poder del Espíritu Santo descienda sobre esta agua, a fin de que los que sean bautizados con ella "nazcan del agua y del Espíritu" (Juan 3,5). (Catecismo No. 1238).

Sigue entonces el rito esencial del sacramento: el Bautismo propiamente dicho, que significa y realiza la muerte al pecado y la entrada en la vida de la Santísima Trinidad a través de la configuración con el misterio pascual de Cristo. El Bautismo es realizado de la manera más significativa mediante la triple inmersión en el agua bautismal. Pero desde la antigüedad puede ser también conferido derramando tres veces agua sobre la cabeza del candidato. (Catecismo No. 1239).

En la Iglesia latina, esta triple infusión va acompañada de las palabras del ministro: "N., yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo". (Catecismo No. 1240).

5. La unción con el santo crisma, óleo perfumado y consagrado por el obispo, significa el don del Espíritu Santo al nuevo bautizado. Ha llegado a ser un cristiano, es decir, "ungido" por el Espíritu Santo, incorporado a Cristo, que es ungido sacerdote, profeta y rey. (Catecismo No. 1241).

En la liturgia, dicha unción anuncia una segunda unción del santo crisma que dará el obispo: el sacramento de la Confirmación que, por así decirlo, "confirma" y da plenitud a la unción bautismal. (Catecismo No. 1242).

6. La vestidura blanca simboliza que el bautizado se ha "revestido de Cristo" (Gálatas 3,27): ha resucitado con Cristo.

7. El cirio que se enciende en el Cirio Pascual, significa que Cristo ha iluminado al neófito. En Cristo, los bautizados son "la luz del mundo" (Mateo 5,14; Filipenses 2,15). (Catecismo No. 1243).

8. La comunidad: La comunidad está representada por los padres, los padrinos, el celebrante, que junto con la comunidad eclesial reunida en el templo acompañan y acogen en la Iglesia al nuevo bautizado. Así el Bautismo tiene una profunda dimensión comunitaria. El nuevo bautizado es ahora hijo de Dios en el Hijo Único. Puede ya decir la oración de los hijos de Dios: el Padre Nuestro.

El Bautismo de niños.

Puesto que nacen con una naturaleza humana caída y manchada por el pecado original, los niños necesitan también el nuevo nacimiento en el Bautismo para ser librados del poder de las tinieblas y ser trasladados al dominio de la libertad de los hijos de Dios (Colosenses 1,12-14), a la que todos los hombres están llamados. La pura gratuidad de la gracia de la salvación se manifiesta particularmente en el bautismo de niños. Por tanto, la Iglesia y los padres privarían al niño de la gracia inestimable de ser hijo de Dios si no le administraran el Bautismo poco después de su nacimiento. (Catecismo No. 1250).

Los padres cristianos deben reconocer que esta práctica corresponde también a su misión de alimentar la vida que Dios les ha confiado. (Catecismo No. 1251).

La práctica de bautizar a los niños pequeños es una tradición inmemorial de la Iglesia. Está atestiguada explícitamente desde el siglo II. Sin embargo, es muy posible que, desde el comienzo de la predicación apostólica, cuando "casas" enteras recibieron el Bautismo (Hechos de los Apóstoles 18,8), se haya bautizado también a los niños. (Catecismo No. 1252).

¿Qué se requiere para ser bautizado?

A todo aquel que va a ser bautizado se le exige la profesión de fe, expresada personalmente, en el caso del adulto, o por medio de sus padres y de la Iglesia, en el caso del niño. El padrino o la madrina y toda la comunidad eclesial tienen también una parte de responsabilidad en la preparación al Bautismo (catecumenado), así como en el desarrollo de la fe y de la gracia bautismal. (Compendio No. 259).

La misión de los padres del niño

Dada la importancia y grandeza del sacramento del bautismo y de las exigencias del mismo se requiere que los padres del niño se preparen responsablemente antes de asumir este gran compromiso y que su vida sea testimonio de una fe autentica que se expresa en el amor que ha sido vendecido por Dios en el sacremento del matrimonio.

Por tanto aunque en la Iglesia se bautiza a los hijos de padres que viven en “unión libre” sabemos que esto no va con la lógica del Evangelio puesto que la formación en la fe empieza con el testimonio de vida de los padres de familia.

La misión de los padrinos

Para el cumplimiento de la misión de los padrinos se requiere, que sean personas de testimonio cristiano, por esta razón quienes viven en “unión libre”, sin el sacramento del Matrimonio, no pueden ser padrinos de Bautismo.

Se recomienda un acompañamiento cercano a las parejas no casadas para que en ambiente de oración y reflexión puedan responder con alegría y libertad al llamado que Dios les hace a servirle desde el sacramento del matrimonio.

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üSegún lo aprendido en esta lección, ¿Por qué es importante participar atentamente en los signos y palabras, cuando el Ministro de la Iglesia celebra el sacramento del Bautismo? ü¿Qué cosas externas pueden distraer la atención a la hora de la

celebración del sacramento del Bautismo y cuáles serían las consecuencias de esas distracciones?üEscribamos cuáles son los signos usados en el sacramento del

Bautismo y expliquemos con nuestras propias palabras la importancia de cada uno de ellos.ü¿Cuál de esos signos consideramos que es necesario conocer

más? Hagamos una profundización sobre el mismo.ü¿Qué se requiere para que el Bautismo sea un verdadero

encuentro con Cristo?üSabiendo que el Bautismo de Jesús fue el inicio de su vida

pública, expliquemos por qué la Iglesia recomienda que el Bautismo debe administrarse a los niños.ü¿En cuál parroquia y en qué fecha fuimos bautizados?ü¿Cómo explicaremos este tema a un grupo de padres de

familia que quieren bautizar a un hijo? ü¿La comunidad es también un signo importante en la

celebración del Bautismo? ¿Por qué?

¿Quién puede bautizar?

Los ministros ordinarios del Bautismo son el obispo y el presbítero; también el diácono. En caso de necesidad, cualquiera puede bautizar, siempre que tenga la intención de hacer lo que hace la Iglesia. Éste derrama agua sobre la cabeza del candidato y pronuncia la fórmula trinitaria bautismal: «Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». (Compendio No. 260).

El agua pura, don de la mañana, da los ojos el brillo de la vida, y el alma se despierta cuando escuchaque el ángel dice: “¡Cristo resucita!”.

¡Cómo quieren las venas de mi cuerposer música, ser cuerdas de la lira, y cantar, salmodiar como los pájaros, en esta Pascua santa la alegría!

Mirad cuál surge Cristo transparente: en medio de los hombres se perfilasu cuerpo humano, cuerpo del amigodeseado, serena compañía.

El que quiera palparlo, aquí se acerque, entre con su fe en el Hombre que humaniza, derrame su dolor y su quebranto, dé riendas al amor, su gozo diga.

A ti, Jesús ungido, te ensalzamos, a ti, nuestro Señor, que depositastu santo y bello cuerpo en este mundo, como en el campo se echa la semilla. Amén.

Por el Bautismo entramos a formar parte del Pueblo de Dios, que es un Pueblo: Sacerdotal, Profético y Real. Aquí vamos a ver de manera específica, las exigencias que el Bautismo le confiere a los fieles laicos, en la Iglesia y en la sociedad, en las tres misiones de la vida de Cristo: Sacerdotal, Profética y Real.

3. PARA QUE VIVAMOS LAS EXIGENCIAS

DEL SACRAMENTODEL BAUTISMO

ORACIÓN

Exigencias del Sacramento del Bautismo como participación en la Misión Sacerdotal de Cristo:

üCristo Jesús, Supremo y eterno sacerdote desea continuar su testimonio y su servicio por medio de los laicos, los vivifica con su Espíritu y los impulsa a toda obra buena y perfecta.

üLos laicos, en cuanto consagrados a Cristo y ungidos por el Espíritu Santo, tienen una vocación admirable y son instruidos para que en ellos se produzcan siempre los más abundantes frutos del Espíritu.

üTodas las obras de los laicos, si se realizan en el Espíritu, las oraciones y proyectos apostólicos, la vida conyugal y familiar, el trabajo cotidiano, el descanso del alma y de cuerpo, incluso las molestias de la vida si se sufren pacientemente, se convierten en "hostias espirituales, aceptables a Dios por Jesucristo" (1 Pedro 2,5).

üAsí también los laicos, como adoradores en todo lugar y obrando santamente, consagran a Dios el mundo mismo. (Tomado del Concilio Vaticano II, “Luz de los pueblos” No. 34).

üAquí podemos preguntarnos: ¿Estamos dejando que el Espíritu Santo actúe en nuestra vida, para que con nuestras obras se santifique el mundo? Porque el mundo se santificará si nuestra forma de pensar, de hablar, de trabajar de vivir, está conducida por el Espíritu Santo.

Exigencias del Sacramento del Bautismo como participación en la Misión Profética de Cristo:

ü“En la fuerza de la consagración mesiánica del Bautismo, el Pueblo de Dios es enviado a servir al crecimiento del Reino en los demás pueblos.

üSe le envía como pueblo profético que anuncia el Evangelio o discierne las voces del Señor en la historia.

üAnuncia dónde se manifiesta la presencia de su Espíritu.

üDenuncia dónde opera el misterio de iniquidad, mediante hechos y estructuras que impiden una participación más fraternal en la construcción de la sociedad y en el goce de los bienes que Dios creó para todos”. (Tomado de Puebla No. 267).

Como bautizados ¿estamos cumpliendo nuestra misión profética, anunciando la presencia del Reino de Dios entre nosotros, y denunciando toda forma de pecado y de injusticia?

Exigencias del Sacramento del Bautismo como participación en la Misión Real (o de servicio) de Cristo:

üEl Pueblo de Dios participa, en la función regia de Cristo. üCristo ejerce su realeza atrayendo a sí a todos los hombres por su

muerte y su resurrección.üCristo, Rey y Señor del universo, se hizo el servidor de todos, no

habiendo "venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos" (Mateo 20, 28).üPara el cristiano, "servir es reinar", particularmente "en los pobres y

en los que sufren" donde descubre "la imagen de su Fundador pobre y sufriente. üEl pueblo de Dios realiza su "dignidad regia" viviendo conforme a

esta vocación de servir con Cristo.(Tomado del Catecismo de la Iglesia Católica No. 786).

En otras palabras para cumplir la misión real que tenemos como bautizados, estamos llamados a ser servidores al estilo de Cristo, en la familia, en el luga, trabajo o estudio, en la sociedad.

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üExpliquemos con nuestras propias palabras el significado de las tres misiones en la vida de Cristo (Profética, sacerdotal y real)

ü¿Cómo podemos cumplir nuestra misión profética en la sociedad?

ü¿Cómo realizar nuestra misión sacerdotal en la familia?ü¿Cómo podemos realizar nuestra misión real (de servicio)

en nuestro lugar de trabajo?ü¿En cuál de estas tres misiones: Sacerdotal, Profética o Real,

nos falta más compromiso, para que nuestro Bautismo se realice y proyecte cada día?

ü¿Qué consecuencias trae para una persona bautizada el no vivir su triple misión: Sacerdotal, Profética y Real?

ü¿Cómo explicaremos este tema a un grupo de padres de familia que quieren bautizar a un hijo?

4. EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO NOS LLEVA A VIVIR LA COMUNIÓN EN LA IGLESIA

ORACIÓN

Te damos gracias, Señor, Y sacaremos con gozo porque has depuesto la ira del manantial de la viday has detenido ante el pueblo las aguas que dan al hombrela mano que lo castiga. la fuerza que resucita.

Tú eres el Dios que nos salva, Entonces proclamaremos: la luz que nos ilumina, “¡Cantadle con alegría!la mano que nos sostiene ¡El nombre de Dios es grande!y el techo que nos cobija. ¡Su caridad infinita!

¡Que alabe al Señor la tierra¡Cantemos sus maravillas. ¡Qué grande en medio del puebloel Dios que nos justifica!”. Amén.

Es muy importante entender que por el Sacramento del Bautismo entramos a formar parte de la única familia de los hijos de Dios Padre, de esta manera se supera el egoísmo, el individualismo y toda división, el Bautismo es fuente de la verdadera comunión. Así nos lo enseña el Catecismo de la Iglesia Católica:

El Bautismo hace de nosotros miembros del Cuerpo de Cristo. "Por tanto...somos miembros los unos de los otros" (Efesios 4,25). El Bautismo incorpora a la Iglesia. De las fuentes bautismales nace el único pueblo de Dios de la Nueva Alianza que trasciende todos los límites naturales o humanos de las naciones, las culturas, las razas y los sexos: "Porque en un solo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no formar más que un cuerpo" (1 Corintios 12,13). (Catecismo No.1267).

Los bautizados vienen a ser "piedras vivas" para "edificación de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo" (1 Pedro 2,5). Por el Bautismo participan del sacerdocio de Cristo, de su misión profética y real, son "linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su admirable luz" (1 Pedro 2,9). El Bautismo hace participar en el sacerdocio común de los fieles. (Catecismo No.1268).

Hecho miembro de la Iglesia, el bautizado ya no se pertenece a sí mismo (1 Corintios 6,19), sino al que murió y resucitó por nosotros (2 Corintios 5,15). Por tanto, está llamado a someterse a los demás (Efesios 5,21), a servirles (Juan 13,12-15) en la comunión de la Iglesia, y a ser "obediente y dócil" a los pastores de la Iglesia (Hebreos 13,17) y a considerarlos con respeto y afecto (1 Tesalonicenses 5,12-13). Del mismo modo que el Bautismo es la fuente de responsabilidades y deberes, el bautizado goza también de derechos en el seno de la Iglesia: recibir los sacramentos, ser alimentado con la palabra de Dios y ser sostenido por los otros auxilios espirituales de la Iglesia. (Catecismo No.1269).

Nos enseña Aparecida: “Al recibir la fe y el bautismo, los cristianos acogemos la acción del Espíritu Santo que lleva a confesar a Jesús como Hijo de Dios y a llamar a Dios “Abbá”. Todos los bautizados y bautizadas de América Latina y el Caribe, a través del sacerdocio común del Pueblo de Dios, estamos llamados a vivir y a transmitir la comunión con la Trinidad, pues la evangelización es un llamado a la participación de la comunión trinitaria” (Aparecida No. 157).

La comunión que nace en el Bautismo, nos hace recordar el signo de la cruz, puesto que, para que sea una comunión plena se requiere que vivamos con madurez cuatro relaciones fundamentales: Con Dios, con las demás personas, con la creación y con nosotros mismos.

üComunión con Dios: Nos permite reconocer y sentir la ternura y amor de Dios nuestro Padre, creados a su imagen y semejanza.

üComunión con las demás personas: Si somos hijos del mismo Padre, somos hermanos los unos de los otros y estamos llamados a tratar a los demás como queremos que se nos trate.

üComunión con la creación: Somos administradores, no dueños de todo lo que Dios ha creado, por lo tanto nuestra relación con la naturaleza es de conservación y de desarrollo para bien de todos.

üComunión con nosotros mismos: Conocernos a nosotros mismos, aceptarnos como somos, descubrir que somos templo del Espíritu Santo, no lleva a tener una relación responsable y serena con nuestro propio ser.

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

ü¿Qué compromisos adquirimos los bautizados al convertirnos en miembros del cuerpo de Cristo que es la Iglesia?

üEl Catecismo nos enseña que “el bautizado ya no se pertenece a sí mismo” ¿Pertenecer a Cristo qué exigencias tiene para nuestra vida?

üComo bautizados ¿Qué derechos tememos en la Iglesia?ü¿Qué significa ser “piedras vivas en la Iglesia” y que se

puede hacer en nuestra parroquia para que los bautizados asumamos esta realidad?

üComo bautizados ¿cómo podemos contribuir para fortalecer la unidad de la Iglesia, de manera concreta la de nuestra familia y la de nuestra parroquia?

üCon la gracia del Bautismo, ¿cómo podemos ayudar a construir una sociedad reconciliada, solidaria y en paz?

üTomemos el pasaje de la carta de San Pablo a los Efesios 4, 25 – 32, y hagamos una revisión de nuestra vida de bautizados a la luz de la Palabra de Dios.

ü¿Qué fortalezas y qué debilidades encontramos en nuestra relación con Dios, con las otras personas, con la creación y con nosotros mismos?

ü¿Cómo explicaremos este tema a un grupo de padres de familia que quieren bautizar a un hijo?

¡Qué hermosos son los piesdel que anuncia la paz a sus hermanos!¡Y qué hermosas las manosmaduras en el surco y en la mies!

Grita lleno de gozo, pregonero, que traes noticias buenas: se rompen las cadenas, y el sol de Cristo brilla esplendoroso.

Grita sin miedo, grita, y denuncia a mi pueblo sus pecados; vivimos engañados, pues la belleza humana se marchita.

Toda yerba es fugaz, la flor del campo pierde sus colores; levanta sin temores, pregonero, tu voz dulce y tenaz.

Si dejas los pedazosde tu alma enamorada en el sendero, ¡qué dulces, mensajero, qué hermosos, qué divinos son tus pasos! Amén.

Miremos ahora, cómo el Sacramento del Bautismo nos convierte en Discípulos y Misioneros de Jesucristo:

El Bautismo no sólo purifica de los pecados. Hace renacer al bautizado, confiriéndole la vida nueva en Cristo, que lo incorpora a la comunidad de los discípulos y misioneros de Cristo, a la

5. EL SACRAMENTO DEL BAUTISMO

NOS HACE DISCÍPULOS Y MISIONEROS DE JESUCRISTO

ORACIÓN

Iglesia, y hace hijo de Dios, le permite reconocer a Cristo como Primogénito y Cabeza de toda la humanidad. Ser hermanos implica vivir fraternalmente y siempre atentos a las necesidades de los más débiles. (Tomado de Aparecida No. 349).

üEl Papa Benedicto XVI nos recuerda que: “El discípulo, fundamentado así en la roca de la Palabra de Dios, se siente impulsado a llevar la Buena Nueva de la salvación a sus hermanos. Discipulado y misión son como las dos caras de una misma medalla: cuando el discípulo está enamorado de Cristo, no puede dejar de anunciar al mundo que sólo Él nos salva (Hechos de los Apóstoles 4,12). En efecto, el discípulo sabe que sin Cristo no hay luz, no hay esperanza, no hay amor, no hay futuro”. (Tomado de Aparecida No. 146).

üEn el encuentro con Cristo queremos expresar la alegría de ser discípulos del Señor y de haber sido enviados con el tesoro del Evangelio. Ser cristiano no es una carga sino un don: Dios Padre nos ha bendecido en Jesucristo su Hijo, Salvador del mundo. (Tomado de Aparecida No. 28).

üConocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo. (Tomado de Aparecida No. 29).

üLa fuerza de este anuncio de vida será fecunda si lo hacemos con el estilo adecuado, con las actitudes del Maestro, teniendo siempre a la Eucaristía como fuente y cumbre de toda actividad misionera. Invocamos al Espíritu Santo para poder dar un testimonio de proximidad que entraña cercanía afectuosa, escucha, humildad, solidaridad, compasión, diálogo, reconciliación, compromiso con la justicia social y capacidad de compartir, como Jesús lo hizo. (Tomado de Aparecida No. 363).

üÉl sigue convocando, sigue invitando, sigue ofreciendo incesantemente una vida digna y plena para todos. Nosotros somos ahora, en América Latina y El Caribe, sus discípulos y discípulas, llamados a navegar mar adentro para una pesca abundante. Se trata de salir de nuestra conciencia aislada y de lanzarnos, con valentía y confianza, a la misión de toda la Iglesia. (Tomado de Aparecida No. 363).

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

ü¿Qué enseñanzas prácticas para nuestra vida adquirimos con el estudio de este tema?

üEl Bautismo nos ha incorporado en la comunidad de discípulos misioneros de Cristo, que es la Iglesia ¿cómo se refleja en nuestra vida que somos discípulos de Jesucristo? Y ¿cómo se manifiesta que somos sus misioneros?

ü¿Con nuestras propias palabras escribamos lo qué nos dice el Papa Benedicto XVI acerca del Discípulo?

ü¿Cuál es la fuente de nuestra alegría como discípulos y misioneros del Señor?

üLa Eucaristía es la fuente y cumbre de toda actividad misionera ¿Esto qué implicaciones tiene para nuestra vida de bautizados?

ü¿Por qué es importante que invoquemos al Espíritu Santo en toda actividad misionera?

ü¿De los mensajes de Aparecida que hemos tomado en esta lección cuál es el que más nos gusta y por qué?

ü¿Además de ser bautizados qué se requiere para ser discípulos y misioneros de Jesucristo?

EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

CONTENIDO DE ESTA UNIDAD

1. Unas clarificaciones necesarias sobre el Evangelio según San Mateo.

2. El Reino en el Evangelio según San Mateo.3. El discípulo en el Evangelio según San Mateo.4. El misionero en el Evangelio según San Mateo.5. La comunidad de los discípulos misioneros en el

Evangelio según San Mateo.

San teo Ma

II

¡Espada de dos filos Espada de dos filoses, Señor tu palabra! que me cercena el alma, Penetra como fuego que hiere a sangre y fuegoy divide la entraña. esta carne mimada,

que mata los ardores¡Nada como tu voz, para encender la gracia. es terrible tu espada!es dulce tu palabra! Vivir de tus incendios,

luchar por tus batallas, Tenemos que vivir dejar por los caminosencendida la lámpara, rumor de tus sandalias. que para virgen necia ¡Espada de dos filosno es posible la entrada. es, Señor, tu palabra! Amén. No basta con gritar sólo palabras vanas, ni tocar a la puertacuando ya está cerrada.

1. UNAS CLARIFICACIONES NECESARIAS SOBRE

EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

ORACIÓN

En la exhortación apostólica post-sinodal "Verbum Domini" (Palabra del Señor), del Papa Benedicto XVI, el Santo Padre recogió las conclusiones del Sínodo de los Obispos del mundo, celebrado en el Vaticano en Octubre de 2008, sobre "La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia". Tomamos de este documento algunas clarificaciones muy importantes.

Religión de la Palabra, no del libro: "La fe cristiana no es una 'religión del Libro': el cristianismo es la 'religión de la Palabra de Dios', no de 'una palabra escrita y muda, sino del Verbo encarnado y vivo" (Tomado de Palabra del Señor No. 7).

Tradición y Escritura: "Es la Tradición viva de la Iglesia la que nos hace comprender de modo adecuado la Sagrada Escritura como Palabra de Dios”. (Tomado de Palabra del Señor No. 17).

Sagrada Escritura, inspiración y verdad:

"La Sagrada Escritura es la Palabra de Dios, en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo. De ese modo, se reconoce toda la importancia del autor humano, que ha escrito los textos inspirados y, al mismo tiempo, a Dios como el verdadero autor” (Tomado de Palabra del Señor No. 19).

Dios escucha al hombre:

"Es decisivo desde el punto de vista pastoral mostrar la capacidad que tiene la Palabra de Dios para dialogar con los problemas que el hombre ha de afrontar en la vida cotidiana [...] La pastoral de la Iglesia debe saber mostrar que Dios escucha la necesidad del hombre y su clamor” (Tomado de Palabra del Señor No.23).

Compromiso por la justicia:

"La Palabra de Dios impulsa al hombre a entablar relaciones animadas por la rectitud y la justicia; da fe del valor precioso ante Dios de todos los esfuerzos del hombre por construir un mundo más justo y más habitable" (Tomado de Palabra del Señor No. 100).

Origen de la palabra “Evangelio”.En griego, la palabra Evangelio significa buena noticia. Esta palabra no fue inventada por los cristianos, pues mucho antes que ellos, griegos, romanos y judíos la utilizaban para referirse a los acontecimientos que eran para ellos una buena noticia.

Para los cristianos la palabra Evangelio puede tener tres significados: üJesús es la Buena Noticia (Marcos 1,1: “comienzo del Evangelio de

Jesucristo, Hijo de Dios”).üEl contenido de la predicación de Jesús, lo que Él proclamó con sus

palabras y con su vida (Mateo 4,23).üBuena Noticia acerca Jesús (Romanos 15,19).

¿Qué son los Evangelios?

Los Evangelios son relatos escritos que conservan la buena noticia en forma de narración escrita. Fueron compuestos en los primeros siglos de la Iglesia. Cuatro de ellos fueron integrados en el canon o lista de los libros sagrados del Nuevo Testamento y se conocen con el nombre de evangelios canónicos. Otros muchos que no fueron recogidos en dicho canon, reciben el nombre de evangelios apócrifos.

Los Evangelios a primera vista parecen biografías. De hecho son relatos ordenados que nos hablan de Jesús: de su vida oculta en Nazaret, de su predicación, de su vida pública, de su pasión, muerte y resurrección.

La intención de los Evangelios no es la de contarnos todo sobre la vida de Jesús. Aunque pretenden narrar con fidelidad lo sucedido, no son crónicas periodísticas ni tampoco historia en el sentido actual de la palabra.

El criterio que siguieron los evangelistas al componer sus obras fue claramente pastoral, con el fin de transmitirnos las enseñanzas de Jesús referentes a su Padre, el Dios de los cielos y tierra y el amor que tiene para todas sus criaturas.

La redacción de los Evangelios.

Jesús comenzó su ministerio alrededor del año 27, pero los Evangelios empezaron a escribirse después de 40 años. ¿Qué ocurrió en estos 40 años? ¿Cómo se transmitieron las palabras y los recuerdos sobre Jesús durante aquel tiempo? ¿Podemos fiarnos de lo que nos cuentan los Evangelios? Para responder a estas preguntas es necesario conocer cómo nacieron y se trasmitieron los recuerdos sobre Jesús en las comunidades cristianas.

Los Evangelios se formaron en tres etapas:

1. El hecho: La vida de Jesús: el origen de los Evangelios se encuentra en el mismo Jesús y en los discípulos que le acompañan. La raíz de la tradición evangélica está en las palabras y signos de Jesús, de las que fueron testigos los discípulos congregados por Jesús para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar.

En tiempos de Jesús la instrucción o enseñanza tenía tres ámbitos: la sinagoga, la casa y la escuela, y en las tres el medio de transmisión de la enseñanza era la memoria. En este contexto es muy fácil entender que los discípulos guardaran muy bien en su memoria las palabras y enseñanzas del Maestro.

2. La memoria: Los recuerdos de Jesús: luego de la muerte de Jesús sus discípulos lo vieron resucitado. Este hecho marcó tan fuertemente sus vidas, que los signos y las palabras de Jesús fueron adquiriendo un sentido profundo y nuevo, pues eran las palabras y los signos del resucitado, del hijo de Dios. Por eso los primeros cristianos se empeñaron mucho más en conservar sus recuerdos sobre Jesús, para comentarlos y transmitirlos con la predicación, la catequesis y la celebración.

Al principio los dichos de Jesús, se conservaron y transmitieron aisladamente, sin ningún orden. Poco después los primeros cristianos los fueron agrupando y ordenando según su estilo o tema (parábolas, versos, refranes, proverbios, anécdotas ejemplares) así se consolidó una colección que para las comunidades cristianas eran una tradición sagrada, que les servía para iluminar su propia vida y enfrentar sus problemas.

También comenzó la tradición de los hechos de Jesús. Los que le habían conocido y habían sido testigos de ellos, se los contaban a los que no le habían conocido. Así nacieron los relatos de milagros, controversias, y pequeñas unidades narrativas, como el relato de la pasión.

3. La escritura: la redacción: después de la muerte de los apóstoles y testigos oculares de Jesús ya nadie podía decir, “yo lo vi”. Por eso, se hacía más urgente conservar de forma fidedigna las tradiciones recibidas. Nacen así diversas tradiciones vinculadas a los principales apóstoles de la primera generación (Pedro, Santiago, Juan).

Los evangelistas, inspirados por el Espíritu Santo, reunieron y unificaron estas tradiciones, algunas de las cuales existían por escrito, dándoles la forma de narración ordenada para iluminar las nuevas circunstancias que vivían sus comunidades.

¿Quién es Mateo?

El autor del Evangelio de Mateo será un escriba judío convertido al cristianismo, que conocía muy bien la biblia hebrea y todas las tradiciones judías, pero también la lengua y cultura griega. El nombre de Mateo es un recurso literario, que pone toda la obra bajo la autoría histórica de un discípulo directo de Cristo, el apóstol Mateo, publicano, cobrador de impuestos.

Es probable que este Evangelio haya sido escrito en la ciudad de Antioquía entre los años 80 y 90 después de Cristo. Tiene 28 capítulos.

Mensaje central de Mateo.

El mensaje central de Mateo es el Reino. Se preocupa por demostrar que Jesús es el Mesías descendiente de Abraham y de David. En Él se cumplen las Escrituras, se renueva Israel y se inaugura el Reino de Dios.

La estructura del Evangelio según San Mateo.

El Evangelio está muy bien ordenado formando una estructura de siete elementos:

1. Introducción (Mateo 1-2): Jesús es descendiente de Abraham y de David. Es el cumplimiento de la antigua alianza.

2. Primera Parte (Mateo 3-7): Jesús anuncia su misión: en el sermón del monte anuncia el programa de sus actividades y propone una nueva ley.

3. Segunda parte (Mateo 8-10): Jesús forma, prepara y envía los misioneros del Reino, predica en Galilea, cura a los enfermos y endemoniados y enseña las exigencias de la vocación apostólica.

4. Tercera parte (Mateo 11-13): mediante parábolas, Jesús habla del origen, destinatarios, crecimiento y cumplimiento final del Reino de Dios.5. Cuarta parte (Mateo 14-18): Jesús enseña que el Reino debe empezar a construirse a partir de la comunidad unida por la ley del amor.

6. Quinta parte (Mateo 19-25): Jesús actúa como profeta y enseña que el amor debe practicarse por medio de la misericordia y la justicia.

7. Conclusión (Mateo 26-28) el Reino se inaugura en la última cena, como signo de la ley del servicio y de la entrega de sí mismo y se realiza con la pasión muerte y resurrección de Jesús.

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

ü¿Qué elementos nuevos para nuestra vida cristiana encontramos en el estudio de este tema sobre el Evangelio según san Mateo?

ü¿Las clarificaciones hechas en este tema eran necesarias para nosotros, por qué?

üEscribamos las tres etapas en que se formaron los Evangelios

ü¿La formación de los Evangelios en tres etapas qué nos aclara para nuestravida de fe?

ü¿Cómo explicaremos este tema a otras personas?üConociendo la estructura del Evangelio según san Mateo,

leamos sus siete partes y escribamos en cada una de ellas las frases que más nos llamen la atención.

¡Qué hermoso el Rey en la Rey que desarmas las campaña! conciencias, iba vestido de verdad, rey vencedor de Satanás, y era su espada de conquista sobre las ruinas del pecadoel fuerte amor que vence al mal. tú solo creas vida y paz.

¡qué hermosa aquella estirpe Oh Jesucristo, mi Señor, suya, rey poderoso que vendrás, desde el divino manantial! a tus hermanos pecadoresEs rey de la casa de David, mira con rostro familiar. nacido en cuna virginal.

¡Bendito el Rey crucificado, Murió en la cruz ajusticiado el Rey de reyes inmortal, por rey del pueblo de Abraham. desde la altura de tu Padre¡Este es el Rey del universo!; reina con centro de piedad! si Dios lo ha escrito, escrito Amén. está.

2. EL REINO EN EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

ORACIÓN

1. El Reino es el mensaje central:

El Evangelio según San Mateo tiene un mensaje central: El Reino. Por esta razón, basados en el libro del P. Álvaro Santamaría Díaz, titulado “Conozcamos la Biblia”, vamos a profundizar este tema tan importante para los discípulos misioneros de Jesucristo en nuestros tiempos.

2. Jesús proclama el Reino:

La misión de Jesús es la proclamación del Evangelio del Reino, y vemos que las primeras palabras de la predicación de Jesús son las siguientes: “Conviértanse, porque el Reino de los cielos está cerca” (Mateo 4, 17).

3. El Reino ahora y después:

Jesús hace presente el Reino, por eso le dice a Pedro “yo te daré las llaves del Reino de los cielos” (Mateo 16, 19); pero el Reino es también una realidad futura, como se ve claramente en (Mateo 25, 34). Así, el Reino ya está presente entre nosotros “Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (Mateo 28, 20), y nos corresponde reconocer esa presencia del Reino en nuestra vida y nuestra historia, pero además, el Reino es la meta a donde aspiramos llegar, es el motivo de nuestra esperanza, la casa del Padre celestial.

4. ¿Qué es el Reino?

Mateo menciona 33 veces la expresión “Reino de los cielos”, los otros evangelistas usan la expresión “Reino de Dios”, pero las dos expresiones tienen el mismo significado: es el señorío de Dios entendido como acción salvadora, que se manifiesta y actúa en el mundo de una manera silenciosa.

5. Sermón del monte, sermón del Reino:

En el sermón del monte que se encuentra en Mateo 5,1 hasta 7,29, Jesús enseña el programa de vida para sus discípulos, es el estilo de vida nuevo y radical de los discípulos del Reino. En el sermón del monte se tratan cinco temas básicos, leamos todos los textos que a continuación se indican, y escribamos lo que más nos llama la atención de cada texto leído:

üEl espíritu o mentalidad nueva que debe animar a los hijos del Reino (Mateo 5,3 – 48).

üEl espíritu o mentalidad con que deben cumplir las orientaciones de la ley del Antiguo Testamento (Mateo 6, 1 – 18).

üLa actitud nueva de los seguidores del Reino, frente a las riquezas: Desprendimiento y abandono en Dios (Mateo 6,1 – 18).

üLas relaciones con el prójimo basadas en el amor (Mateo 7, 1 – 12).üLa condición para entrar al Reino: vivir en la práctica las palabras

de Jesús (Mateo 7, 13 – 27).

6. Las parábolas del Reino:

En el capítulo 13 san Mateo recogió siete parábolas, con las cuales Jesús da a conocer los secretos del Reino, de su misma persona, de la Iglesia, de la Palabra, de la salvación.

Leamos todos los textos que a continuación se indican, y escribamos lo que más nos llama la atención de cada texto leído:

Parábola del sembrador (13, 3 – 9) y su interpretación (13, 18 – 23).

üParábola de la cizaña (13, 24 – 30).üParábola del grano de mostaza (13, 31 – 32).üParábolas del tesoro y la perla (13, 44 – 46).üParábola de la red (13, 47 – 50).üParábola del discípulo sabio (13, 51 – 52).

7. Enseñanza de la Iglesia sobre el Reino:

Recordemos ahora una parte de lo que nos enseña el Concilio Vaticano II sobre el Reino: “… cuando Cristo entregue al Padre el reino eterno y universal: "reino de verdad y de vida; reino de santidad y gracia; reino de justicia, de amor y de paz". El Reino está ya misteriosamente presente en nuestra tierra; cuando venga el Señor, se consumará su perfección”. (Tomado de gozos y esperanzas No. 39).

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üEl Reino de los cielos o Reino de Dios es algo para después de la muerte o para que lo vivamos desde ya ¿Por qué?

ü¿Qué nos enseñó Jesús, a nosotros como discípulos misioneros, en el sermón del monte (Mateo 5,1 – 7,29)?

üA nosotros como discípulos misioneros ¿Cuál es la parábola que más nos puede ayudar y por qué?

üEscribamos unas características del Reino de los cielos a la luz de los textos leídos.

Mateo 5, 1-12 “Jesús, al ver toda aquella muchedumbre, subió al monte. Se sentó y sus discípulos se reunieron a su alrededor. Entonces comenzó a hablar y les enseñaba diciendo: "Felices los que tienen el espíritu del pobre, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Felices los que lloran, porque recibirán consuelo.Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.Felices los compasivos, porque obtendrán misericordia.Felices los de corazón limpio, porque verán a Dios.Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios.Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos.Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias.

Alégrense y muéstrense contentos, porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo. Pues bien saben que así persiguieron a los profetas que vivieron antes de ustedes”. En el Evangelio según san Mateo se percibe una preocupación por el discipulado, el cual se realiza mediante un proceso que lleva quien es llamado a hacerse auténtico discípulo de Jesús, para luego ser enviado a formar nuevos discípulos para Jesús. El auténtico discípulo experimenta en su vida los siguientes momentos:

1. Vive un cambio radical en su vida, saliendo de en medio del “pueblo que yace en tinieblas” (Mateo 4,15) camina ahora iluminado por la luz del Reino de los cielos (Mateo 4,17): y entonces se le confía una misión “Id… a todas las gentes” (Mateo 28,19).

3. EL DISCÍPULO EN EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

ORACIÓN

2. Es sumergido (=Bautismo) e iniciado en el estilo de vida de la familia trinitaria: “…Bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo…” (Mateo 28,19). Este estilo de vida es descrito por Jesús a lo largo de sus enseñanzas.

3. Está formado para poner en práctica todas las enseñanzas de Jesús. Lo importante no es tanto el “saber” sino el “ser” y el “hacer”: “Enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado” (Mateo 28,20).

Puesto que el “discípulo” es el que aprende a poner en práctica los mandatos de Jesús (Mateo 28,20ª), lo primero que tiene que hacer una persona llamada por el Maestro es tomar contacto con las grandes enseñanzas de Jesús. Esa parece ser la razón por la cual el evangelista Mateo agrupa todas las enseñanzas fundamentales de Jesús en cinco grandes discursos:

(1) Discurso sobre la identidad del discípulo, mejor conocido como “Sermón de la Montaña” (Mateo 5-7).

(2) Discurso sobre el ejercicio de la Misión (Mateo 10). (3) Discurso sobre el discernimiento cristiano, también conocido

como “de las Parábolas” (Mateo 13,1-53). (4) Discurso sobre la vida en comunidad, llamado igualmente

“Discurso eclesiástico” (Mateo 18).(5) Discurso sobre el fin de los tiempos o “Discurso escatológico”

(Mateo 24-25).

Todos estos discursos corresponden a un programa que bien podría llamarse “el aprendizaje vital de la Palabra de Jesús”. Se caracterizan porque además da dar los grandes principios de vida, enseñan a ponerlos en práctica. De hecho, el problema no es solamente saber lo que Jesús quiere que “haga” sino el “cómo hacerlo”.

El Sermón de la Montaña (Mateo 5-7).

El Sermón de la montaña responde a la pregunta: ¿Cuál es el “hacer” distintivo de un discípulo del Reino? Esta pregunta podría especificarse todavía más así: ¿Qué sucede en el corazón de aquel que se hace discípulo de Jesús? ¿En qué consiste la novedad de vida? ¿Cuáles son los puntos distintivos? Jesús responde con

enseñanza bien organizada y concreta, que diseña el “mapa” de la vida cristiana desde sus ángulos fundamentales. El eje de todo está en la frase: “Buscad primero el Reino y su Justicia” (Mateo 6,33).

Los invitamos a leer desde ya todo el Sermón completo (Mateo 5-7), para sentir la fuerza de las enseñanzas y también la lógica que las une. Este es uno de esos discursos que sabe hablar al corazón de forma contundente, pero también encantadora. El perfil del discípulo está ahí y dan ganas de encarnarlo. En buena parte suena como norma, si bien lo más importante es que se trata del mismo latir del corazón de Jesús que se impregna en el del discípulo.

Al ir leyendo con calma el sermón del Señor, se nota cómo el corazón nuevo del discípulo se distingue por su manera de entablar las relaciones. Se trata del aprendizaje de las relaciones típicas del “Reino”, en sus cuatro dimensiones así:

(1) Consigo mismo (Mateo 5, 13 – 14). (2) Con los hermanos (Mateo 5,17-48). (3) Con Dios Padre (Mateo 6,1-18).(4) En el justo uso de los bienes de la tierra (Mateo 6,19-34).

El sermón de la montaña que responde a la pregunta sobre cuál es el hacer distintivo de un discípulo del Reino, empieza con el pasaje de las bienaventuranzas, allí viendo la muchedumbre Jesús da dos pasos iniciales:

(1) “Subió a la montaña” (Mateo 5,1) En el evangelio de Mateo el “subir a la montaña” también está relacionado con la oración: Jesús subía muchas veces a la montaña para encontrarse con su Padre (Mateo 14,23; 17,1), por eso, “subir a la montaña es el permanecer constante de Jesús en el corazón del Padre, de donde saca el maravilloso don de las bienaventuranzas”.(2) “Se sentó” (Mateo 5,1c), actitud propia de un Maestro que da instrucciones u órdenes.

Ambos términos nos muestran la autoridad con la que Jesús va a hablar y nos invitan a atender y acoger la revelación como discípulos “y sus discípulos se le acercaron”, (Mateo 5,1d). (Tomado de los comentarios del P. Fidel Oñoro).

Con estas cortas orientaciones buscamos que todos aquellos que en nuestra Diócesis están respondiendo al llamado que el Señor les hace a ser sus discípulos y misioneros sean fortalecidos en el seguimiento del Señor y convertidos en sus auténticos discípulos, entreguen sus vidas a una misión que el mismo Jesús a todos nos ha confiado. Acojamos en espíritu de fe y oración la Palabra del Señor en el Evangelio de Mateo, leamos todas las referencias que aquí aparecen, vayamos a los textos, siempre con calma y serenidad, buscando escuchar la voz de Dios que nos renueva y anima en la misión.

Ejercicios de Profundización y Compromiso Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üEnumeremos y expliquemos los diferentes momentos por los que ha de pasar el auténtico discípulo de Jesús.

üLeamos el Sermón de la Montaña (Mateo 5 – 7) y con las orientaciones anteriores busquemos las características del discípulo de Jesús, que estamos llamados a asumir en nuestra vida.

4. EL MISIONERO EN EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

ORACIÓNSeñor, tú me llamaste que el Amor está vivo, para ser instrumento de tu gracia, para sacar del sueño a los que para anunciar la Buena Nueva, duermen y liberar al cautivo. para sanar las almas. Soy cera blanda entre tus dedos,

haz lo que quieras conmigo.Instrumento de paz y de justicia, pregonero de todas tus palabras, Señor tu me llamasteagua para calmar la sed hiriente, para salvar al mundo ya cansado, mano que bendice y que ama. para amar a los hombresSeñor, tú me llamaste que tú, Padre, me diste como para curar los corazones heridos, hermanos. para gritar, en medio de las plazas, Señor, me quieres para abolir las

guerras y aliviar la miseria y el pecado;hacer temblar las piedrasy ahuyentar a los lobos del rebaño. Amén.

Nos adentramos en este tema tan profundo y tan hermoso, tomando al P. Álvaro Santamaría Díaz en su libro “Conozcamos la Biblia”, y tomando la riqueza del Magisterio de la Iglesia en el documento de Aparecida.

1. La actitud fraterna:

La actitud fraterna libera a los discípulos de Jesús de pretensiones de dominio, de autosuficiencia, de arrogancia, de discriminación, ellos deben recordar siempre que, “uno sólo es su Maestro y Señor, Cristo” (Mateo 23, 8 – 10). “Todo discípulo es misionero, pues Jesús lo hace partícipe de su misión, al mismo tiempo que lo vincula a Él como amigo y hermano” (Aparecida No. 144).

2. Misioneros humildes:

Los servidores de la comunidad de discípulos de Jesús son servidores humildes y generosos que tienen como meta y tarea parecerse a Jesús en la manera de ser, de pensar, de comportarse, de donarse plenamente, así se va anunciando el Reino de los cielos (Mateo 20, 26 – 28).

“En el seguimiento de Jesucristo, aprendemos y practicamos las bienaventuranzas del Reino, el estilo de vida del mismo Jesucristo: Su amor y obediencia filial al Padre, su compasión entrañable ante el dolor humano, su cercanía a los pobres y a los pequeños, su fidelidad a la misión encomendada, su amor servicial hasta el don de su vida” (Aparecida No. 139).

3. La esperanza del misionero:

La comunidad de los discípulos de Jesús, es ante todo una comunidad de hermanos, unidos en el amor, que quieren perseverar hasta el final como siervos fieles, responsables y activos, con sabiduría y vigilancia, con la esperanza puesta en el regreso de su Señor, (Mateo 24, 45 – 51).

4. La dimensión interna de la misión:

La misión de los discípulos de Jesús, que es la misión de la Iglesia, tiene un dimensión interna: Realizando obras de amor que lleven al crecimiento mutuo, de tal manera que la vida de ellos vaya siendo testimonio del seguimiento de Jesucristo, y por tanto de la presencia del Reino de Dios (Mateo 18, 2 – 5).

“La misión no se limita a un programa o proyecto, sino que es compartir la experiencia del acontecimiento del encuentro con Cristo, testimoniarlo y anunciarlo de persona a persona, de comunidad a comunidad” (Aparecida No. 145)

5. La dimensión externa de la misión:

La misión de los discípulos de Jesús, es decir de su Iglesia, tiene además una dimensión externa: Es la misión de anunciar permanentemente el Evangelio del Reino a todos los pueblos para hacerlos discípulos de Jesús, (Mateo 28, 19 – 20), es la actitud permanente de salir en busca del alejado, del indiferente, del que no se siente tenido en cuenta, de los que son rechazados por su estilo de vida, para que no se pierda ninguno (Mateo 18, 12 – 14).

“Al participar de esta misión, el discípulo camina hacia la santidad. Vivirla en la misión lo lleva al corazón del mundo. Por eso la santidad no es una fuga hacia el intimismo o hacia el individualismo” (Aparecida No.148).

6. El misionero y la cruz:

Esta misión de la Iglesia, es prolongación de la obra de Jesús, y se realiza siempre en medio de tribulaciones y adversidades de toda clase como le ocurrió al mismo Jesús (Mateo 10, 24 – 25).

Pero la coherencia de vida del misionero, es decir, la fidelidad a las instrucciones recibidas del Maestro será la garantía de la eficacia de la misión. El discípulo misionero corre la misma suerte del Señor, incluso hasta la cruz (Mateo 10, 38 – 39).

Ejercicios de Profundización y Compromiso Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üLeamos Mateo 9, 35 – 10, 16 en ambiente de oración, sin correr, tomando la Palabra para nuestra vida. Descubramos en este pasaje ¿Cuáles son las actitudes y métodos que Jesús nos recomienda como discípulos misioneros?

ü¿Cuáles son los riesgos que debemos asumir como misionero del Reino, escribámoslos pensando en las experiencias misioneras que hemos tenido?

üEl tema nos ha señalado que existe una misión interna y una misión externa, ¿cómo podemos vivir estas dos clases de misión?

5. LA COMUNIDAD DE DISCÍPULOS

MISIONEROS EN SAN MATEOORACIÓN

A caminar sin ti, Señor, no atino; Yo contigo, Señor, herido y tu palabra de fuego es mi ciego; sendero; tú conmigo, Señor enfebrecido, me encontraste cansado y al aire quieto, el corazón en prisionero fuego.del desierto, del cardo y del espino. Y en diálogo sediento y

torturadoDescansa aquí conmigo del se encontrarán en un solo camino, latido, que en Emaús hay trigo en el cara a cara, tu amor y mi granero, pecado. Amén. hay un poco de vino y un aleroque cobije tu sueño, Peregrino.

1. El discipulado misionero en comunión:

El discipulado misionero se vive en comunión, en la comunión de la Iglesia, así nos enseña el documento de Aparecida: “La vocación al discipulado misionero es convocación a la comunión en su Iglesia. No hay discipulado sin comunión. Ante la tentación, muy presente en la cultura actual, de ser cristianos sin Iglesia y las nuevas búsquedas espirituales individualistas, afirmamos que la fe en Jesucristo nos llegó a través de la comunidad eclesial y ella nos da una familia, la familia universal de Dios en la Iglesia católica. La fe nos libera del aislamiento del yo, porque nos lleva a la comunión” (Aparecida No. 156).

2. La Iglesia Nuevo Pueblo de Dios:

En el Antiguo Testamento encontramos que, el pueblo de Israel se formó al recibir la ley de Dios, en el monte Sinaí, por medio de Moisés, como podemos leer en (Éxodo 20). En el Nuevo Testamento encontramos que Jesús entrega la Nueva Ley en el Sermón del Monte, que podemos leer en los capítulos 5 a 7 de San Mateo.

3. La Iglesia: una pequeña grey:

Miremos una parte de lo que nos dice el Concilio Vaticano II sobre la Iglesia: “… aunque de momento no contenga a todos los hombres, y muchas veces aparezca como una pequeña grey es, sin embargo, el germen firmísimo de unidad, de esperanza y de salvación para todo el género humano. Constituido por Cristo en orden a la comunión de vida, de caridad y de verdad, es empleado también por El como instrumento de la redención universal y es enviado a todo el mundo como luz del mundo y sal de la tierra (Mateo 5,13-16)”.

4. Profesión de fe y primado de Pedro:

San Mateo (16, 13 – 20) nos presenta la constitución de la comunidad de los seguidores de Jesús, si leemos despacio este pasaje, podremos encontrar mucha riqueza para nuestra vida. Miremos algunos puntos que se pueden resaltar:

üHay muchas personas que ven a Jesús como un ser especial, sublime, pero no logran llegar a lo esencial de Jesús.

üLa fe del grupo grande de personas es bien diferente de la de los discípulos.üLa respuesta de Pedro, es en nombre de todos los Apóstoles, y allí se

manifiesta que ellos sí han descubierto lo esencial de Jesús: Él es el Mesías, el Hijo de Dios.üJesús llama a Pedro “Bienaventurado” porque ha recibido esa

revelación de Dios.üLa confesión de fe de Pedro es la confesión de fe de los discípulo, la

confesión de fe de la Iglesia.üA esta confesión de fe, Jesús responde confiándole una misión y una

investidura:üLa misión: “Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”

(Mateo 16, 18).üSimón es un hombre débil como todos, pero ha sido transformado

en “Roca” de la Iglesia; es “piedra fundamental” gracias a la fe que profesa, la cual no viene de sí mismo sino de Dios.üPedro no reemplaza a Jesucristo, como “única piedra angular”, se

trata de una misteriosa asociación de Pedro a la persona y misión de Jesucristo.ü“Iglesia” asamblea santa de Dios, es el Nuevo Pueblo construido por

Jesucristo, que encuentra en Pedro el elemento humano como signo de unidad y solidez.üLa garantía está en la misma palabra y persona de Cristo que

sostiene la fe de Pedro, para que “las puertas del infierno”, es decir, los poderes del mal, no la puedan vencer.üLa investidura: “Te daré las llaves del Reino…” Quien está encargado

de las llaves de una casa está constituido en su administrador responsable.üLos poderes de Pedro tienen respaldo en el cielo; cuanto haga a favor

de la Iglesia y en nombre de Cristo, de acuerdo con su santa voluntad, tiene confirmación en Dios.üCristo fundamento de la Iglesia y Pedro, asociado misteriosamente a

Él, como centro y signo de unidad, primer administrador responsable de la Iglesia.

(Tomado de “Conozcamos la Biblia” del P. Álvaro Santamaría Díaz).

Ejercicios de Profundización y Compromiso Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üDel pasaje de San Mateo 16, 13 – 20, ¿qué fue lo que más nos llamó la atención y qué luces encontramos para mejorar nuestro compromiso en la Iglesia?

üAparecida nos enseña que no hay discipulado sin comunión ¿podemos ser discípulos misioneros de Jesucristo viviendo separados de la Iglesia? ¿Por qué?

üLa Iglesia es enviada por el Señor como luz del mundo y sal de la tierra ¿Qué podemos hacer en nuestras comunidades para que el amor e identidad como Iglesia de Cristo crezca?

üTomemos nuevamente el número 156 de Aparecida y analicemos las exigencias que tiene para nuestra comunidad la vivencia del discipulado misionero en comunión.

LA DIGNIDAD DE LA

PERSONA HUMANA

CONTENIDO DE ESTA UNIDAD

1.La persona humana: Imagen y semejanza de Dios.2. Nuestra vocación a la felicidad.3. La libertad de la persona.4. La conciencia moral.5. La persona y la sociedad.

3

Señor, dueño nuestro, Lo hiciste inferior a los ¡qué admirable estu nombre ángeles, en toda la tierra! lo coronaste de gloria y

dignidad, Ensalzaste tu majestad sobre los le diste el mando sobre las cielos. obras de tus manos, De la boca de los niños de pecho todo lo sometiste bajo sus has sacado una alabanza contra pies: tus enemigos, para reprimir al adversario y al Rebaño de ovejas y toros, rebelde. y hasta las bestias del campo,

las aves del cielo, los peces del Cuando contemplo el cielo, obra mar, de tus manos; que trazan sendas por las la luna y las estrellas que has aguas. creado, ¿qué es el hombre, para que te Señor, dueño nuestro, acuerdes de él; ¡qué admirable es tu nombreel ser humano, para darle poder? en toda la tierra!

1. LA PERSONA HUMANA: IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS

ORACIÓN

Comencemos recordando que es Cristo quien manifiesta a la persona humana su valor, su vocación y su dignidad; así nos lo enseña el Catecismo de la Iglesia:

En Cristo, “imagen del Dios invisible” (Colosenses 1,15), el hombre ha sido creado “a imagen y semejanza” del Creador. (Catecismo No. 1701).

La imagen divina está presente en todo hombre. Resplandece en la comunión de las personas a semejanza de la unidad de las personas divinas entre sí. (Catecismo No. 1702).

Dotada de un alma “espiritual e inmortal”, la persona humana es la “única criatura en la tierra a la que Dios ha amado por sí misma”. Desde su concepción está destinada a la bienaventuranza eterna. (Catecismo No. 1703).

La persona humana participa de la luz y la fuerza del Espíritu divino. Por la razón es capaz de comprender el orden de las cosas establecido por el Creador. Por su voluntad es capaz de dirigirse por sí misma a su bien verdadero. Encuentra su perfección en la búsqueda y el amor de la verdad y del bien. (Catecismo No. 1704).

En virtud de su alma y de sus potencias espirituales de entendimiento y de voluntad, el hombre está dotado de libertad, “signo eminente de la imagen divina”. (Catecismo No. 1705).

Mediante su razón, el hombre conoce la voz de Dios que le impulsa “a hacer el bien y a evitar el mal”. Todo hombre debe seguir esta ley que resuena en la conciencia y que se realiza en el amor de Dios y del prójimo. El ejercicio de la vida moral proclama la dignidad de la persona humana. (Catecismo No. 1706).

“El hombre, persuadido por el Maligno, abusó de su libertad, desde el comienzo de la historia”. Sucumbió a la tentación y cometió el mal. Conserva el deseo del bien, pero su naturaleza lleva la herida del pecado original. Ha quedado inclinado al mal y sujeto al error.

«De ahí que el hombre esté dividido en su interior. Por esto, toda vida humana, singular o colectiva, aparece como una lucha, ciertamente dramática, entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas». (Catecismo No. 1707).

Por su pasión, Cristo nos libró de Satán y del pecado. Nos mereció la vida nueva en el Espíritu Santo. Su gracia restaura en nosotros lo que el pecado había deteriorado. (Catecismo No. 1708).

“El que cree en Cristo es hecho hijo de Dios. Esta adopción filial lo transforma dándole la posibilidad de seguir el ejemplo de Cristo. Le hace capaz de obrar rectamente y de practicar el bien. En la unión con su Salvador, el discípulo alcanza la perfección de la caridad, la santidad. La vida moral, madurada en la gracia, culmina en vida eterna, en la gloria del cielo. (Catecismo No. 1709).

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üLeamos Génesis 1, 27 , para responder la siguiente pregunta ¿Cuál es el fundamento de la dignidad de la persona humana?

üA la luz del numeral 1703 del Catecismo ¿Cuándo empieza la dignidad de la persona humana: Desde el momento de la concepción, desde el nacimiento o desde el momento en que la persona tiene uso de razón? ¿Por qué?

üEl Catecismo en el número 1707 nos hace ver que la persona humana está dividida interiormente ¿Qué consecuencias de esta división encontramos en la vida familiar y social? ¿Qué podemos hacer para reconocer, asumir y manejar esta realidad?

üEn el número 1709 del Catecismo se nos enseña que la persona humana es capaz de obrar rectamente ¿Qué es lo que nos hace capaces de obrar rectamente?

üA la luz de este tema ¿Qué elementos prácticos nos pueden ayudar para acompañar, orientar y motivar a una persona que ha perdido el sentido de su vida?

2. NUESTRA VOCACIÓN A LA FELICIDAD

ORACIÓN

Gracias, Señor por el día, de tu esperanza divina; por tu mensaje de amor gracias, por ser compañero. que nos das en cada flor;por esta luz de alegría, Gracias, Señor, porque dejaste doy gracias, Señor. que abrase tu amor mi ser,

porque haces aparecerGracias, Señor, por la espina tus flores a mis abejas, que encontraré en el sendero, tan sedientas de beber. donde marcho pregonero

Gracias por este camino, Gracias, Señor, por la luzdonde caigo y me levanto, que ilumina mi existir; donde te entrego mi canto por este dulce dormirmientras marcho peregrino, que me devuelve a tu cruz. Señor, a tu monte santo. ¡Gracias, Señor, por vivir!

Amén.

¿Dónde busca el ser humano la felicidad? Todos sabemos en teoría que la felicidad no la pueden dar las cosas materiales: dinero, fama, poder, placer; pero en la práctica nos encontramos con muchas personas que han puesto su corazón, su vida, todo su ser en la conquista de la felicidad representada en las cosas materiales y no alcanzan la felicidad plena. Pero también encontramos personas que carecen de todo lo necesario y se sienten infelices. Los dos extremos conducen al mismo fin: seres humanos que no colman la felicidad.

En el Catecismo de la Iglesia encontramos que las personas por ser creadas a imagen y semejanza de Dios, buscamos siempre la felicidad verdadera, es decir, buscamos a Dios.

La felicidad en Dios, nos ofrece serenidad, paz, gozo, sabiduría, armonía, aun en medio de dificultades, y pruebas de toda clase; porque la felicidad que Dios nos da, no hace desaparecer los problemas en nuestra vida, pero sí nos da la capacidad para afrontarlos y asumirlos sin llegar a la desesperación y al abatimiento.

Las bienaventuranzas están en el centro de la predicación de Jesús. Con ellas Jesús recoge las promesas hechas al pueblo elegido desde Abraham; pero las perfecciona ordenándolas no sólo a la posesión de una tierra, sino al Reino de los cielos: (Mateo 5,3-12) (Catecismo No. 1716)

Las bienaventuranzas dibujan el rostro de Jesucristo y describen su caridad; expresan la vocación de los fieles asociados a la gloria de su Pasión y de su Resurrección; iluminan las acciones y las actitudes características de la vida cristiana; son promesas paradójicas que sostienen la esperanza en las tribulaciones; anuncian a los discípulos las bendiciones y las recompensas ya presentes; quedan inauguradas en la vida de la Virgen María y de todos los santos. (Catecismo No. 1717).

Las bienaventuranzas responden al deseo natural de felicidad. Este deseo es de origen divino: Dios lo ha puesto en el corazón del hombre a fin de atraerlo hacia Él, el único que lo puede satisfacer:

“¿Cómo es, Señor, que yo te busco? Porque al buscarte, Dios mío, busco la vida feliz, haz que te busque para que viva mi alma, porque mi cuerpo vive de mi alma y mi alma vive de ti” (San Agustín, Confesiones). (Catecismo No. 1718).

Las bienaventuranzas descubren la meta de la existencia humana, el fin último de los actos humanos: Dios nos llama a su propia bienaventuranza. Esta vocación se dirige a cada uno personalmente, pero también al conjunto de la Iglesia, pueblo nuevo de los que han acogido la promesa y viven de ella en la fe. (Catecismo No. 1719).

Porque Dios nos ha puesto en el mundo para conocerle, servirle y amarle, y así ir al cielo. La bienaventuranza nos hace participar de la naturaleza divina (2 Pedro 1, 4) y de la Vida eterna. (Catecismo No. 1721).

Ejercicios de Profundización y Compromiso Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco. üToda persona humana tiene vocación a la felicidad verdadera ¿Qué signos

manifiestan que una persona es verdaderamente feliz?üAnte el sufrimiento de tantas personas buenas, algunos se preguntan

dónde está Dios, que deja sufrir a los inocentes ¿Desde nuestra experiencia de vida cristiana cómo podemos responder a esta inquietud?

üLeamos con mucha atención el pasaje de “las bienaventuranzas” en Mateo 5, 1 – 12 ¿Las bienaventuranzas animan nuestra vida cristiana? ¿por qué?

üEl Catecismo nos dice que las bienaventuranzas, dibujan el rostro de Jesucristo, tomemos cada una de las bienaventuranzas y descubramos allí las características de la vida de Jesús, que son también las características de nuestra vida.

ü¿Los discípulos misioneros cómo podemos ser anunciadores de la felicidad verdadera en nuestra familia y en nuestra comunidad?

ü¿Cómo podemos iluminar, acompañar y motivar a la luz de este tema a una persona que ha perdido la alegría de vivir?

Señor, tú eres mi paz y mi consueloal acabar el día su jornada,

y, libres ya mis manos del trabajo, a hacerte ofrenda del trabajo vengo.

Señor, tú eres mi paz y mi consuelocuando las luces de este día acaban,

y, ante las sombras de la noche oscura, mirarte a ti, mi luz, mirarte puedo.

Señor, tú eres mi paz y mi consuelo, y aunque me abruma el peso del pecado,

movido por tu amor y por tu gracia, mi salvación ponerla en ti yo quiero.

Señor, tú eres mi paz y mi consuelo, muy dentro de mi alma tu esperanza

sostenga mi vivir de cada día, mi lucha por el bien que tanto espero.

Señor, tú eres mi paz y mi consuelo; por el amor de tu Hijo, tan amado, por el Espíritu de ambos espirado,

conduce nuestra senda hacia tu encuentro. Amén.

La libertad de la persona es manifestación de su dignidad humana, la verdadera libertad está al servicio del bien y de la justicia. Leamos lo que nos enseña el Catecismo de la Iglesia Católica.

Dios ha creado al hombre racional confiriéndole la dignidad de una persona dotada de la iniciativa y del dominio de sus actos. “Quiso Dios dejar al hombre en manos de su propia decisión, de modo que busque a su Creador sin coacciones y, adhiriéndose a Él, llegue libremente a la plena y feliz perfección”: «El hombre es racional, y por ello semejante a Dios; fue creado libre y dueño de sus actos» (San Ireneo). (Catecismo No. 1730).

3. LA LIBERTAD DE LA PERSONA

ORACIÓN

La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo acciones deliberadas. Por el libre arbitrio cada uno dispone de sí mismo. La libertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduración en la verdad y la bondad. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios. (Catecismo No. 1731).

Hasta que no llega a encontrarse definitivamente con su bien último que es Dios, la libertad implica la posibilidad de elegir entre el bien y el mal, y por tanto, de crecer en perfección o de flaquear y pecar. La libertad caracteriza los actos propiamente humanos. Se convierte en fuente de alabanza o de reproche, de mérito o de demérito. (Catecismo No. 1732).

En la medida en que el hombre hace más el bien, se va haciendo también más libre. No hay verdadera libertad sino en el servicio del bien y de la justicia. La elección de la desobediencia y del mal es un abuso de la libertad y conduce a la esclavitud del pecado (Romanos 6, 17). (Catecismo No. 1733).

La libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida en que estos son voluntarios. El progreso en la virtud, el conocimiento del bien, y la ascesis acrecientan el dominio de la voluntad sobre los propios actos. (Catecismo No. 1734).

La imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden quedar disminuidas e incluso suprimidas a causa de la ignorancia, la inadvertencia, la violencia, el temor, los hábitos, los afectos desordenados y otros factores psíquicos o sociales. (Catecismo No. 1735).

Todo acto directamente querido es imputable a su autor:

Así el Señor pregunta a Adán tras el pecado en el paraíso: “¿Qué has hecho?” (Génesis 3,13). Igualmente a Caín (Génesis 4, 10). Así también el profeta Natán al rey David, tras el adulterio con la mujer de Urías y la muerte de éste (2 Samuel 12, 7-15).Una acción puede ser indirectamente voluntaria cuando resulta de una negligencia respecto a lo que se habría debido conocer o hacer, por ejemplo, un accidente provocado por la ignorancia del código de la circulación. (Catecismo No. 1736).

Un efecto puede ser tolerado sin ser querido por el que actúa, por ejemplo, el agotamiento de una madre a la cabecera de su hijo enfermo. El efecto malo no es imputable si no ha sido querido ni como fin ni como medio de la acción, como la muerte acontecida al auxiliar a una persona en peligro. Para que el efecto malo sea imputable, es preciso que sea previsible y que el que actúa tenga la posibilidad de evitarlo, por ejemplo, en el caso de un homicidio cometido por un conductor en estado de embriaguez. (Catecismo No. 1737).

La libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. Toda persona humana, creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural de ser reconocida como un ser libre y responsable. Todo hombre debe prestar a cada cual el respeto al que éste tiene derecho. El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana, especialmente en materia moral y religiosa. (Catecismo No. 1738).

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

ü“Quiso Dios dejar al hombre en manos de su propia decisión” ¿Esto qué exigencias conlleva a nuestra vida cristiana?

üMuchos consideran que la libertad les da facultad para hacer lo que quieran, aún a costa del sufrimiento de otros ¿Qué luces nos da el tema estudiado para responder a personas que piensan de esta manera?

ü¿Qué relación encontramos entre libertad y responsabilidad?ü¿Nos consideramos personas libres y responsables, por qué?

Alabemos a Dios que, en su Caminemos los días de esta Palabra, vidanos revela el designio salvador, como tiempo de Dios y de y digamos en súplica confiada: oración; “Renuévame por dentro, mi él es fiel a la alianza Señor”. prometida:

“Si eres mi pueblo, yo seré tu No cerremos el alma a su Dios”. llamadani dejemos que arraigue el Tu dijiste, Jesús, que eras desamor; caminoaunque dura en la lucha, su para llegar al Padre sin temor; palabra concédenos la gracia de tu será bálsamo suave en el dolor. Espíritu

que nos lleve al encuentro del Señor. Amén.

4. LA CONCIENCIA MORAL

ORACIÓN

Leamos con atención este tema, porque hablar de la conciencia moral, es hablar de la dignidad de la persona humana, tomamos como base el Catecismo de la Iglesia Católica y el Compendio:

“En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal. El hombre tiene una ley inscrita por Dios en su corazón. La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella”. (Catecismo No. 1776).

¿Qué es la conciencia moral?

La conciencia moral, presente en lo íntimo de la persona, es un juicio de la razón, que en el momento oportuno, impulsa al hombre a hacer el bien y a evitar el mal. Gracias a ella, la persona humana percibe la cualidad moral de un acto a realizar o ya realizado, permitiéndole asumir la responsabilidad del mismo. Cuando escucha la conciencia moral, el hombre prudente puede sentir la voz de Dios que le habla. (Compendio No. 372).

¿Qué supone la dignidad de la persona en relación con la conciencia moral?

La dignidad de la persona humana supone la rectitud de la conciencia moral, es decir que ésta se halle de acuerdo con lo que es justo y bueno según la razón y la ley de Dios. A causa de la misma dignidad personal, el hombre no debe ser forzado a obrar contra su conciencia, ni se le debe impedir obrar de acuerdo con ella, sobre todo en el campo religioso, dentro de los límites del bien común. (Compendio No. 373).

¿Cómo se forma la conciencia moral para que sea recta y veraz?

La conciencia recta y veraz se forma con la educación, con la asimilación de la Palabra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia. Se ve asistida por los dones del Espíritu Santo y ayudada con los consejos de personas prudentes. Además, favorecen mucho la formación moral tanto la oración como el examen de conciencia. (Compendio No. 374)¿Qué normas debe seguir siempre la conciencia?.

Tres son las normas más generales que debe seguir siempre la conciencia:

1) Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien. 2) La llamada Regla de oro: «Todo cuanto quieran que les hagan los

hombres, háganlo también ustedes a ellos» (Mateo 7, 12). 3) La caridad supone siempre el respeto del prójimo y de su

conciencia, aunque esto no significa aceptar como bueno lo que objetivamente es malo. (Compendio No. 375).

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üLa situación actual nos muestra que en muchas personas hay un adormecimiento de la conciencia moral, es decir todo le parece normal, todo está permitido, nada es pecado ¿Cuáles pueden ser las causas de esta situación?

üEn cada persona la conciencia es la voz de Dios que le invita a obrar el bien y a evitar el mal ¿Qué podemos hacer para que nuestras decisiones estén siempre orientadas por una conciencia recta?

üNunca está permitido hacer un mal para obtener un bien, escribamos un caso de la realidad en el cual no se ha tenido en cuenta esta norma.

üTodo cuanto quieran que les hagan los hombres, háganlo también ustedes a ellos, escribamos algunos casos de la realidad en los cuales no se ha tenido en cuenta esta norma.

üEl respeto del prójimo y de su conciencia, no significa aceptar como bueno lo que objetivamente es malo, escribamos un caso de la realidad en el cual por respetar al prójimo se acepta lo que es malo.

ü¿Qué podemos hacer para ayudar a formar la conciencia recta y veraz de otras personas?

¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz! Que allí donde haya odio, ponga yo amor;

donde haya ofensa, ponga yo perdón; donde haya discordia, ponga yo unión;

donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda, ponga yo fe;

donde haya desesperación, ponga yo esperanza; donde haya tinieblas, ponga yo luz;

donde haya tristeza, ponga yo alegría.

¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto ser consolado como consolar;

ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar.

Porque dando es como se recibe; olvidando, como se encuentra;

perdonando, como se es perdonado; muriendo a si mismo, como se resucita a la vida eterna. Amén.

Este tema busca mostrar algunas enseñanzas de la Iglesia que nos ayudan a ver la importantísima relación entre la persona y la sociedad, tomamos del Catecismo de la Iglesia:

La persona humana necesita la vida social. Esta no constituye para ella algo sobreañadido sino una exigencia de su naturaleza. Por el intercambio con otros, la reciprocidad de servicios y el diálogo con sus hermanos, el hombre desarrolla sus capacidades; así responde a su vocación. (Catecismo No. 1879).

Una sociedad es un conjunto de personas ligadas de manera orgánica por un principio de unidad que supera a cada una de ellas. En verdad, se debe afirmar que cada uno tiene deberes para con las comunidades de que forma parte y está obligado a respetar a las autoridades encargadas del bien común de las mismas. (Catecismo No. 1880).

5. LA PERSONA Y LA SOCIEDAD

ORACIÓN

Toda comunidad humana necesita una autoridad para mantenerse y desarrollarse. (Catecismo No. 1919).

“Es notorio que la comunidad política y la autoridad pública se fundan en la naturaleza humana y por ello pertenecen al orden querido por Dios”. (Catecismo No. 1920).

La autoridad se ejerce de manera legítima si se aplica a la consecución del bien común de la sociedad. Para alcanzarlo debe emplear medios moralmente aceptables. (Catecismo No. 1921).

El bien común comprende “el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección”. (Catecismo No. 1924).

El bien común comporta tres elementos esenciales: el respeto y la promoción de los derechos fundamentales de la persona; la prosperidad o el desarrollo de los bienes espirituales y temporales de la sociedad; la paz y la seguridad del grupo y de sus miembros. (Catecismo No. 1925).

La dignidad de la persona humana implica la búsqueda del bien común. Cada cual debe preocuparse por suscitar y sostener instituciones que mejoren las condiciones de la vida humana. (Catecismo No. 1926).

Corresponde al Estado defender y promover el bien común de la sociedad civil. El bien común de toda la familia humana requiere una organización de la sociedad internacional. (Catecismo No. 1927).

El respeto de la persona humana considera al prójimo como "otro yo". Supone el respeto de los derechos fundamentales que se derivan de la dignidad intrínseca de la persona. (Catecismo No. 1944).

La igual dignidad de las personas humanas exige el esfuerzo para reducir las desigualdades sociales y económicas excesivas. Mueve a la desaparición de las desigualdades injustas. (Catecismo No. 1947).

La buena nueva de la dignidad humana.

Bendecimos a Dios por la dignidad de la persona humana, creada a su imagen y semejanza. Nos ha creado libres y nos ha hecho sujetos de derechos y deberes en medio de la creación.

Le agradecemos por asociarnos al perfeccionamiento del mundo, dándonos inteligencia y capacidad para amar; por la dignidad, que recibimos también como tarea que debemos proteger, cultivar y promover.

Lo bendecimos por el don de la fe que nos permite vivir en alianza con Él hasta compartir la vida eterna.

Lo bendecimos por hacernos hijas e hijos suyos en Cristo, por habernos redimido con el precio de su sangre y por la relación permanente que establece con nosotros, que es fuente de nuestra dignidad absoluta, innegociable e inviolable.

Si el pecado ha deteriorado la imagen de Dios en el hombre y ha herido su condición, la buena nueva, que es Cristo, lo ha redimido y restablecido en la gracia (Romanos 5,12-21).

Alabamos a Dios por los hombres y mujeres de América Latina y El Caribe que, movidos por su fe, han trabajado incansablemente en defensa de la dignidad de la persona humana, especialmente de los pobres y marginados. En su testimonio, llevado hasta la entrega total, resplandece la dignidad del ser humano. (Tomado de Aparecida No. 104 – 105).

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

ü¿Por qué las personas necesitamos la vida social?üEn el ambiente donde vivimos ¿Qué dificulta la búsqueda del bien

común?üConociendo los tres elementos esenciales que comporta el bien

común (Catecismo No. 1925) ¿Qué podemos hacer para que cada uno de ellos sea aplicado en el ambiente en el que vivimos?

üComo discípulos y misioneros ¿cómo podemos participar más activamente en la vida social?

üA una persona que mira con pesimismo o con indiferencia la vida social, ¿Qué orientaciones podemos darle para que asuma su puesto dentro de la sociedad?

MARÍA DISCIPULA Y MISIONERA

CONTENIDO DE ESTA UNIDAD

1. La Vocación de María.2. María Discípula. 3. María Misionera.4. María Peregrina de la Fe.5. María Cercana a todos nosotros.

4

Eres tú mujer llena de gloria, alzada por encima de los astros;

con tu sagrado pecho das la lecheal que en su providencia te ha creado.

Lo que Eva nos perdió tan tristemente, tú lo devuelves por tu fruto santo;

para que al cielo ingresen los que lloran, eres tú ventana del costado.

Tú eres la puerta altísima del Reyy la entrada fulgente de la luz;

la vida que esta Virgen nos devuelveaplauda el pueblo que alcanzó salud.

Sea la gloria a ti, Señor Jesús, que de María Virgen ha nacido,

gloria contigo al Padre y al Paráclito, por sempiternos y gozosos siglos. Amén.

El Catecismos de la Iglesia Católica en el No. 484 nos dice: “La anunciación a María inaugura "la plenitud de los tiempos" (Gálatas 4, 4), es decir, el cumplimiento de las promesas y de los preparativos. María es invitada a concebir a aquel en quien habitará "corporalmente la plenitud de la divinidad" (Colosenses 2, 9). La respuesta divina a su "¿cómo será esto, puesto que no conozco varón?" (Lucas 1, 34) se dio mediante el poder del Espíritu: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti" (Lucas 1, 35).

El relato de la visita del Ángel a María Santísima (Lucas 1,26-38) se concentra en la narración del llamado que Dios, por medio del Ángel Gabriel, le hace a María para que entregue su vida a una misión y coopere así en su plan de salvación.

1. LA VOCACIÓN DE MARÍA

ORACIÓN

Es importante resaltar que en este llamado las expresiones: “Alégrate”, “¡Llena eres de gracia!”, “¡El Señor está contigo!”, reflejan con claridad que Dios ama entrañablemente a María, Ella es la plenamente amada y agraciada por Dios, quien se ha fijado en su pequeñez y su debilidad, pero la ha engrandecido por la misión que le entrega al servicio de la obra de la salvación.

En este relato se anuncia la venida de Jesucristo, Señor y salvador, pero se llama a María para que entregue su vida al servicio de la misión de su hijo. La vocación no se entiende sino en función de una misión y ésta no es propia, es la misión de Jesucristo, el centro y la plenitud de la historia.

María es llamada para colocarse completamente al servicio de Jesús dándole existencia humana a partir de su capacidad natural como mujer: “Vas a concebir y dar a luz un hijo” (Lucas 1,31). Pero su misión no se limita sólo a esto, Dios le pide también que le dé un “nombre” al niño, “y le pondrás por nombre Jesús”. En esta frase Dios le está solicitando que se ocupe del desarrollo plenamente humano del Hijo de Dios, que lo eduque, que asuma plenamente su formación integral, así, el servicio de María implica entrega total es el don de todo su ser, de todo su tiempo, de su feminidad, de sus intereses, de todas sus capacidades, de su proyecto de vida al servicio de Dios.

La respuesta de María Santísima al llamado de Dios la encontramos en Lucas 1, 38: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” Esta respuesta de María es el fruto maduro de un proceso que se viene desarrollando a lo largo del diálogo con el ángel Gabriel: Dios por medio del Ángel le ha ofrecido tres apoyos muy importantes para su vocación: “alegría”, “amor”, “seguridad” María escucha y medita, confronta la palabra con su vida y aunque no todo está plenamente claro, a través de su reflexión el Señor le permite comprender aunque no en su plenitud, la grandeza de su obra en ella .

Finalmente María dice “SI”. Y por esta respuesta María se comprende a sí misma como sierva y confiesa a Dios como su Señor. Ella se abandona completamente al servicio de su plan de salvación. En esta respuesta encontramos el rostro de una virgen que ha sabido nutrir su vida en la escucha de la Palabra, pues su respuesta a Dios es una respuesta orante que brota del corazón que arde con la Palabra de Dios.

Con la respuesta que María Santísima ha dado al llamado de Dios, nos está invitando a tomar conciencia de quiénes somos ante Dios, pues también a nosotros Él un día nos llamó a servir y hacer realidad su plan de salvación en una comunidad concreta y particularmente en nuestra familia.

Como a Ella, Dios hoy nos llama a ser servidores alegres en un mundo envuelto en la tristeza, servidores cercanos en un mundo dividido por las enemistades y discordias, servidores fieles, en un mundo rodeado de infidelidades, servidores que aman en un mundo donde reina el desamor y la injusticia, en fin, servidores felices que quieren arrojarse con confianza en los brazos del Padre para cooperar en la obra de la salvación.

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üLas expresiones: “Alégrate”, “¡Llena eres de gracia!”, “¡El Señor está contigo!”, dirigidas por Dios a María ¿Qué significan y qué frutos producen cuando son acogidas con fe por una familia que sufre?

üMaría es llamada para colocarse completamente al servicio de Jesús, en todas las etapas de su vida, nosotros como discípulos misioneros, ¿Qué dificultades encontramos en nuestra vocación y qué necesitamos aprender de la vocación de María?

üMaría se comprende a sí misma como servidora del Señor, ¿Qué servicios podemos ofrecerle al Señor en nuestra vida familiar y social?

Virgen de la esperanzaMadre de los pobres,

Señora de los que peregrinan: Oyenos!

Hoy te pedimos por América Latina, el continente que tú visitas

con los pies descalzos, ofreciéndole la riqueza,

del Niño que aprietas en tus brazos: un Niño frágil, que nos hace fuertes: un Niño pobre, que nos hace ricos:

un Niño esclavo, que nos hace libres.

Virgen de la esperanza: América despierta

Sobre sus cerros depunta la luzde una mañana nueva.

Es el día de la salvación que se acerca. Sobre los pueblos

ha brillado una gran luz. Esa luz es el Señor que tú nos diste,

hace mucho, en Belén, a medianoche. Queremos caminar en la esperanza.

Madre de los pobres:hay mucha miseria entre nosotros.

Falta el pan material en muchas casas. Falta el pan de la verdad en muchas mentes, falta el pan del amor en muchos hombres. Falta el pan del Señor en muchos pueblos.

Tú conoces la pobreza y la viviste. Danos alma de pobres para ser felices.

Pero alivia la miseria de los cuerposy arranca del corazón de tantos hombres

el egoísmo que empobrece.

Señora de los que peregrinan: somos el pueblo de Dios,

en América Latina. Somos la Iglesia

que peregrina hacia la pascua.

2. MARÍA DISCÍPULA

ORACIÓN

El documento de la Conferencia Episcopal de Aparecida en el No. 266 nos presenta a María como la discípula más perfecta del Señor. Podremos preguntarnos: ¿Y por qué María es considerada como la discípula más perfecta del Señor? Y la respuesta la encontramos en las siguientes actitudes de María:

1- Por su fe, (Lucas. 1,45). 2- Por su obediencia a la voluntad de Dios (Lucas 1,38). 3- Por su constante meditación de la Palabra de Dios y de las acciones de Jesús (Lucas 2,19).

1. Por su fe:

“Dichosa por haber creído que de cualquier manera se cumplirán las promesas del Señor” (Lucas. 1,45) ¿Qué quiere decir Isabel sobre María? Quiere decir que María “creyó” en el cumplimiento de la Palabra, es decir, la tomó en serio, se abandonó a su poder creador, confió en la fidelidad de Dios a su promesa. Por tal razón, la alegría de María proviene de la fuente inagotable de su fe siempre viva, porque ella como ninguna está siempre disponible para Dios.

En las bodas de Caná de Galilea podemos contemplar la profundidad de la fe de María. Ante la falta de vino, María podría buscar alguna solución humana para el problema que se había planteado, pero no duda en dirigirse inmediatamente a Jesús: «No tienen vino» (Juan 2, 3). Sabe que Jesús no tiene vino a su disposición; por tanto, indirectamente parece estar pidiendo un milagro. Sin embargo la respuesta de Jesús a la petición de su Madre parece muy poco alentadora: «Mujer, ¿por qué me dices esto? Mi hora no ha llegado todavía» (Juan. 2,4.) Sin embargo, María no renuncia a su petición, hasta el punto de implicar a los sirvientes en la realización del milagro esperado: «Haced lo que él os diga» (Juan 2, 5). Con la docilidad y la profundidad de su fe, lee las palabras de Cristo más allá de su sentido inmediato. No duda de la respuesta de amor de su Hijo. El milagro responde a la perseverancia de su fe.

En el drama del Calvario, la fe de María permanece intacta. Al decir que María estaba de pie junto a la cruz, (Juan 19, 25) el evangelista nos da a entender que María se mantuvo llena de valentía en ese momento dramático. Ciertamente, fue la fase más dura de su peregrinación de fe. Pero ella pudo estar de pie porque su fe se

conservó firme. En la prueba, María siguió creyendo que Jesús era el Hijo de Dios y que, con su sacrificio, transformaría el destino de la humanidad. Finalmente, la resurrección fue la confirmación definitiva de la fe de María. Más que en cualquier otro, la fe en Cristo resucitado transformó su corazón en el más auténtico y completo rostro de la fe, que es el rostro de la alegría.

2. Por su obediencia a la voluntad de Dios:

Aunque en la Sagrada Escritura hay muchos modelos de obediencia en l a f e , hay dos que des tacan pa r t i cu la r mente :Abraham, que sometido a prueba, "tuvo fe en Dios" (Romanos, 4,3) y siempre obedeció a su llamada; por esto se convirtió en "padre de todos los creyentes" (Romanos, 4, 11.18). Y la Virgen María, quien ha realizado del modo más perfecto, durante toda su vida, la obediencia en la fe.

El pasaje bíblico que por excelencia nos muestra la obediencia de María es Lucas 1, 38: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra” aquí encontramos el SÍ con el que María obedece plenamente el mandato de Dios y manifiesta su disponibilidad y entrega total.

3. Por su constante meditación de la Palabra Dios y de las acciones de Jesús:

El SÍ de María manifiesta el gozo y la seguridad con que ella acoge la Palabra y aunque hay varios pasajes bíblicos que tienen relación con esto, nos vamos a detener un poco en los siguientes: “Le anunciaron a Jesús: Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte. Pero él les respondió: mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios y la cumplen (Lucas 8,21).

Bien sabemos que en la manera de hablar de aquel tiempo, a los parientes cercanos también se les llamaba “hermanos” (ver Levítico 10,4), por esa razón no habría que buscar aquí motivos para poner en discusión si la Virgen María tuvo más hijos. De otra parte daría la impresión de que Jesús como que quisiera distanciarse de su familia, pero en realidad los está poniendo de modelo de la correcta escucha (la que le cambia a uno el comportamiento), ellos son “los que oyen la Palabra de Dios y la cumplen” y María Santísima está allí como el

modelo primordial, porque ella es la que ha escuchado la Palabra y la ha cumplido. He aquí el camino que ha de recorrer todo cristiano, el camino escuchar la palabra y vivirla.

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üLa fase más dura de la peregrinación en la fe de María fue el Calvario, Pero ella pudo estar de pie porque su fe se conservó firme ¿Cómo discípulos misioneros qué momentos de prueba en nuestra fe hemos tenido, y cómo nos hemos mantenido firmes?

üLa obediencia a la voluntad de Dios, se encuentra con diversos obstáculos en la vida personal, familiar y social ¿Cuáles son los mayores obstáculos con los que tenemos que enfrentarnos como discípulos misioneros para obedecer a Dios?

üMaría acogió la Palabra de Dios en su vida, y así pudo ser la discípula perfecta del Señor ¿Qué medios tenemos a nuestro alcance para acoger, vivir y orar la Palabra de Dios?

3. MARÍA MISIONERA

ORACIÓN

/Todos los pueblos de Virgen de GuadalupeMadre querida, América a tu pueblo que sufre, te aclaman, Madre,consuela y guía. con cantos de amor./Como a Juan Diego un día, /Eres consuelo del triste,Virgen Morena, riqueza del pobre,/en rosas de alegría, caricia de Dios/.rueca su pena/.

Virgen de Guadalupe, Virgen de Guadalupe,Niña tan tierna, dulce Señora,libra de esclavitudes y con tu ternura nutresde cadenas, a tus hijos al que te implora.que sueñan ser liberados, Como Juan Diego otrora,que en abundancia tengan haz que tengamos paz y amor,pan como hermanos. cual mil rosas.

El No.489 del Catecismo de la Iglesia Católica dice: “A lo largo de toda la Antigua Alianza, la misión de María fue preparada por la misión de algunas santas mujeres. Al principio de todo está Eva: a pesar de su desobediencia, recibe la promesa de una descendencia que será vencedora del Maligno y la de ser la Madre de todos los vivientes. En virtud de esta promesa, Sara concibe un hijo a pesar de su edad avanzada. Contra toda expectativa humana, Dios escoge lo que era tenido por impotente y débil para mostrar la fidelidad a su promesa: Ana, la madre de Samuel, Débora, Rut, Judit y Ester, y muchas otras mujeres. María "sobresale entre los humildes y los pobres del Señor, que esperan de él con confianza la salvación y la acogen. Finalmente, con ella, excelsa Hija de Sión, después de la larga espera de la promesa, se cumple el plazo y se inaugura el nuevo plan de salvación".

Toda vida humana es una llamada no solamente a la existencia, sino que encierra en sí misma una misión determinada, aunque a veces escondida para nosotros. María es el ejemplo más noble de una creatura que recibe una misión de Dios y la lleva a término de modo acabado y perfecto. Ella, como todos nosotros, fue elegida antes de la creación del mundo para ser santa en el amor. Pero María tiene una misión muy particular y única: La de hacer posible la presencia del Verbo entre nosotros. Gracias a que María aceptó la misión de ser Madre del Salvador, pudo realizarse la redención del género humano.

El documento de la Conferencia Episcopal de Aparecida nos dice en el No. 267: “La Virgen Nazarena tuvo una misión única en la historia de salvación, concibiendo, educando y acompañando a su hijo hasta su sacrificio definitivo”.

Esto nos permite percibir que la primera y más grande Misión de Nuestra madre celestial tuvo como destinatario a su propio hijo, Jesucristo Nuestro Señor. Esta misión se inicia desde el momento en

que el mismo Dios se la confía a través del Ángel Gabriel. Desde entonces María se entrega totalmente al servicio de su hijo, junto al que permaneció durante toda su vida, hasta el sacrificio de la cruz, según nos lo cuentan las Sagradas Escrituras.

“Desde la cruz, Jesucristo confió a sus discípulos, representados por Juan, el don de la maternidad de María, y desde aquel momento el discípulo la recibió como suya (Juan 19,27) (Aparecida No. 267) Con el episodio doloroso de la cruz, María ha concluido una etapa muy importante en la misión que Dios le ha confiado, como ha sido la de traer a su hijo Jesús al mundo, darlo a conocer, estar a su lado y a su servicio, entregar a Él todo su amor y todos sus desvelos; pero también es desde la cruz donde Ella empieza la nueva misión que su hijo le confía, ahora estará muy cerca de los discípulos de su hijo, animándolos y acompañándolos en la misión que a ellos se les ha encomendado.

“Perseverando junto a los apóstoles a la espera del Espíritu (Hechos de los Apóstoles 1,13-14.) cooperó con el nacimiento de la Iglesia misionera imprimiéndole un sello mariano que la identifica hondamente.” (Aparecido No. 267).

Como sabemos, en Pentecostés el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles y la Virgen María, Ella era una mujer conducida por el Espíritu Santo, en su vida ha habido varias intervenciones del Espíritu Santo: El fue quien la cubrió con su sombra y obró en ella la Encarnación del Hijo de Dios. El Espíritu Santo santificó a Juan Bautista en el seno de su madre Isabel, y María e Isabel se llenaron de gozo en el Espíritu. El Espíritu reveló al anciano Simeón la misión de Jesús y profetizó a María la espada de dolor. Por tanto toda la vida de María se desarrolla en la fuerza del Espíritu Santo.

María al recibir una vez más al Espíritu Santo en Pentecostés, recibe la fuerza para cumplir la misión que de ahora en adelante tiene en la historia de la salvación. Todo su amor y todos sus desvelos son ahora para los apóstoles y discípulos de su Hijo, para su Iglesia que es la continuación de la obra de Jesús. Ella acompaña la difusión de la Palabra, goza con los avances del Reino, sigue sufriendo con los dolores de la persecución y las dificultades apostólicas.

María así como participó en la formación de Cristo en Nazaret, participa ahora con su presencia orante en el nacimiento y expansión de la Iglesia y en su misión evangelizadora. “María es la gran misionera, continuadora de la misión de su hijo y formadora de misioneros. Ella, así como dio a luz al salvador del mundo, trajo el evangelio a nuestra América. En el acontecimiento guadalupano, presidió, junto al humilde Juan Diego, el pentecostés que nos abrió a los dones del Espíritu. Desde entonces, son incontables las comunidades que han encontrado en ella la inspiración más cercana para aprender cómo ser discípulos y misioneros de Jesús.” (Aparecida No.269).

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üAyudados por los pasajes bíblicos, describamos la misión de las siguientes mujeres del Antiguo Testamento: Eva, Sara, Ana, Débora, Rut, Judit, Ester.

üTomando como base el tema estudiado y con la ayuda de algunos pasajes bíblicos del Nuevo Testamento, describamos la misión que Dios le confió a la Santísima Virgen María.

üEl Espíritu Santo es protagonista de la misión de María desde el comienzo hasta el fin ¿Qué signos de la presencia del Espíritu Santo encontramos en la misión que Dios nos ha confiado?

4. MARÍA PEREGRINA DE LA FE

ORACIÓN

Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;

porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:

su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles

de generación en generación.

El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón,

derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes,

a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia

-como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.

Sabemos que peregrinar es avanzar por un camino hacia una meta, y María Santísima inicia el peregrinar por el camino de la fe, precisamente después de su “SI” definitivo que la ha comprometido con Dios y su plan de salvación para la humanidad. Ella emprende un camino como todos: incierto, con altibajos, con las inclemencias del tiempo, pero con la mirada puesta en una meta que a la larga es la que le permitirá luchar incansablemente.

El Concilio Vaticano II habla de la Iglesia en camino, estableciendo un paralelo con el Israel de la Antigua Alianza en camino a través del desierto. Se trata de una peregrinación a través de la fe, por la fuerza del Señor Resucitado, de una peregrinación en el Espíritu Santo, dado a la Iglesia como invisible Consolador (Juan 14, 26).

La imagen del camino, del peregrinar es muy cercana a la vida y misión de la Iglesia, sabemos y nos sentimos un pueblo que camina en la fe y que tiene como meta la eternidad “Caminando, pues, la Iglesia a través de los peligros y de tribulaciones, de tal forma se ve confortada por la fuerza de la gracia de Dios que el Señor le prometió ... y no deja de renovarse a sí misma bajo la acción del Espíritu Santo hasta que por la cruz llegue a la luz sin ocaso”. (Madre del Redentor No.25).

María está presente, como la que es “feliz porque ha creído”, como la que avanza “en la peregrinación de la fe”, participando como ninguna otra criatura en el misterio de Cristo. “María... habiendo entrado íntimamente en la historia de la salvación, en cierta manera en sí une y refleja las más grandes exigencias de la fe”. Entre todos los creyentes es como un “espejo”, donde se reflejan del modo más profundo y claro “las maravillas de Dios” (Hechos de los Apóstoles 2, 11). (Tomado de Madre del Redentor No.25).

María Santísima es la creyente por excelencia, la que supo fiarse de Dios, creer en su palabra y desde su firmeza en la fe nos enseña a peregrinar por el camino de la vida.

“La Anunciación es el punto de partida de donde inicia todo el camino de María hacia Dios” (Madre del Redentor No. 14). Un camino de fe que pasa por tortuosos senderos: la intervención de Simeón en el episodio de la presentación del niño en el templo, cuando al tomarlo en sus brazos los bendijo y profetizó acerca del niño y de su madre: “y a ti una espada te atravesará el alma” (Lucas 2, 35); la huída a Egipto para librar al niño de las manos de Herodes quien lo buscaba para matarlo; Jesús que se pierde en el templo a los 12 años y María después de buscarlo durante tres días lo encuentra en el templo en medio de los doctores de la ley y las palabras del niño la dejan confundida, no logra entender y así sigue su caminar hasta la cruz, que será la cima de su peregrinación terrena en la fe. María “guardaba todas estas cosas en su corazón” (Lucas 2, 51). En lo secreto de su alma, daba a todos los sucesos y circunstancias de su vida la dimensión de la fe. En ese silencio y recogimiento interior María hallaba su fuerza, su luz y su descanso.

María peregrina a casa de su prima Isabel y este encuentro con ella la llena de gozo en el Señor. Las palabras de Isabel “¡Dichosa tú por haber creído que han de cumplirse las cosas que el Señor ha dicho! (Lucas 1, 45), llevan a María a proclamar a grandes voces el Magníficat, cántico que expresa el gozo pleno en la grandeza del Señor que se ha fijado en la humildad de su esclava. María Santísima manifiesta que su camino, es un camino en la presencia de Dios para hacer su voluntad.

Es necesario tomar conciencia de que la vida es un camino al encuentro con Dios, saber que nuestra realidad concreta es un peregrinar a la casa del Padre, y sentir que somos un proyecto de Dios que se realizará a plenitud en la medida en que con el esfuerzo y sacrificio diario se busque continuamente hacer su voluntad.

María Santísima está presente y camina con nosotros, imitar sus virtudes y entrega nos asegura la verdadera felicidad, si queremos encontrar la paz del alma y alcanzar la realización de nuestros anhelos más íntimos, tendremos que seguir el ejemplo de María Santísima acogiendo y viviendo la Palabra.

Nuestra dicha está en el cumplimiento de la voluntad de Dios, en seguir sus huellas, en aceptar también los días nublados y oscuros, las espinas, los dolores. Quien emprende como María el camino de la fe, avanza con paso firme y seguro a la claridad de la luz eterna. Que María siga guiándonos hacia Cristo y hacia el Padre, también en la noche tenebrosa del mal y en los momentos de duda, crisis, silencio y sufrimiento, que Ella acompañe nuestro peregrinar misionero.

Ejercicios de Profundización y Compromiso

Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üLa Iglesia camina a través de peligros y tribulaciones pero se ve confortada por la fuerza de la gracia del Señor ¿Cuáles han sido los momentos más significativos en el peregrinar de nuestra comunidad parroquial?

üLeamos el pasaje de Lucas 1, 39 – 45 y describamos las actitudes de María que animan nuestro compromiso misionero.

üEs necesario tomar conciencia de que la vida es un camino al encuentro con Dios, ¿Qué pasos hemos dado y podemos dar en este año para avanzar con seguridad en este camino?

üImitando las virtudes de María peregrina de la fe, vayamos al encuentro de una familia y compartamos con ella el gozo de ser bautizados, de ser Iglesia, y de haber sido llamados a una misión.

5. MARÍA CERCANA A TODOS

ORACIÓN

Bajo tu amparo nos acogemos,Santa Madre de Dios,

no desprecies las oracionesque te dirigimos en nuestras necesidades,

antes bien, líbranos de todo peligro,¡Oh Virgen gloriosa y bendita! Amén.

Como bautizados y por tanto miembros de la Iglesia instituida por el Señor, somos testimonio vivo de la presencia y cercanía de la Santísima Virgen María. La sentimos como madre tierna y cercana que sigue dándose por completo para el bien de la humanidad. Signo de ello, son las diferentes manifestaciones de la piedad cristiana propias de un pueblo que se siente honrado por el Señor en la continua presencia de nuestra Madre Celestial.

La devoción a la Virgen María ocupa un lugar muy importante, el que corresponde a su condición de ser Madre de Dios y Madre nuestra. Como aquella mujer del Evangelio lanzó un grito de admiración y bienaventuranza hacia Jesús y su Madre (Lucas 11, 27), así también nosotros, en nuestro afecto y en nuestra devoción solemos unir siempre a María con Jesús. Nosotros como miembros de la Iglesia comprendemos que la Virgen nos conduce a su divino Hijo, y que él escucha siempre las súplicas que le dirige su Madre.

Este amor y cercanía de María a nosotros, pueblo de Dios ha existido desde siempre, tal como lo relata el Catecismo de la Iglesia Católica en el No. 971:

"Todas las generaciones me llamarán bienaventurada" (Lucas 1, 48): "La piedad de la Iglesia hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano". La Santísima Virgen "es honrada con razón por la Iglesia con un culto especial. Y, en efecto, desde los tiempos más antiguos, se venera a la Santísima Virgen con el título de 'Madre de Dios', bajo cuya protección se acogen los fieles suplicantes en todos sus peligros y necesidades...”

“Este culto... aunque del todo singular, es esencialmente diferente del culto de adoración que se da al Verbo encarnado, lo mismo que al Padre y al Espíritu Santo, pero lo favorece muy poderosamente"; encuentra su expresión en las fiestas litúrgicas dedicadas a la Madre de Dios y en la oración mariana, como el Santo Rosario, "síntesis de todo el Evangelio".

Como Iglesia contamos con un sin número de signos propios de un pueblo que experimenta la cercanía de María Santísima. Al respecto el documento de Aparecida en el No 269 nos dice: “las diversas advocaciones y los santuarios esparcidos a lo largo y ancho del continente testimonian la presencia cercana de María a la gente y, al mismo tiempo, manifiestan la fe y la confianza que los devotos sienten por ella. Ella les pertenece y ellos la sienten como madre y hermana”.

Otro signo supremamente importante que refleja a un pueblo que siente la cercanía de María Santísima son las diferentes manifestaciones de piedad popular mariana, que consiste en un conjunto determinado de gestos, como expresiones particulares de búsqueda de Dios y de la fe. Por ejemplo: peregrinaciones, rosarios de aurora, romerías, visita a santuarios, salves, fiestas marianas, procesiones, medallas, escapularios, etc. Ante esto el Papa Pablo VI en una de sus exhortaciones apostólicas (Anuncio del Evangelio) escribió:

“La religiosidad popular, hay que confesarlo, tiene ciertamente sus límites. Está expuesta frecuentemente a muchas deformaciones de la religión, es decir, a las supersticiones. Se queda frecuentemente a un nivel de manifestación cultural, sin llegar a una verdadera adhesión de fe. Pero cuando está bien orientada, sobre todo mediante una pedagogía de evangelización, contiene muchos valores”.

Por esto es importante tener en cuenta algunos principios que nos ayuden a orientar esta piedad mariana y muchas otras manifestaciones de religiosidad:

üQue todas esas manifestaciones estén de acuerdo con la ley de Dios y con el Evangelio. Por tanto, no sería verdadera piedad, si dichas manifestaciones explotaran en borracheras, desenfrenos, inmoralidades, drogas, violencia, vulgaridades.

üQue todas esas manifestaciones tengan como fin dar gloria a Dios, por medio de María. Las peticiones, las promesas en manos de María para que ella las eleve a Dios, que es en definitiva el único Dios que salva, consuela, fortalece, y otorga esas gracias

üQue todas esa manifestaciones promuevan, la participación en los sacramentos y el asumir sus compromisos.

üQue todas esas manifestaciones comprometan a llevar una vida organizada y en comunidad, más honesta, caritativa, justa, y promuevan la solidaridad, la fraternidad y el compromiso comunitario y misionero.

Sólo si hay un verdadero compromiso comunitario y signos constantes de conversión en el diario vivir, será posible hablar de una verdadera piedad mariana y seremos reflejo de la presencia de María que permanece cerca y camina con nosotros.

Ejercicios de Profundización y Compromiso Recomendación: Para una mayor profundización en el tema, este ejercicio debe realizarse por escrito y compartirlo con otros misioneros y si hay dudas consultar a su párroco.

üA la Santísima Virgen María la sentimos como madre tierna y cercana que sigue dándose por completo para el bien de la humanidad ¿Qué manifestaciones de fe expresan la cercanía de María a nuestras vidas?

üLa religiosidad popular que expresa el amor a la Santísima Virgen María, está expuesta a muchas deformaciones e incluso a la superstición ¿Qué deformaciones pueden presentarse en las manifestaciones de la piedad popular mariana?

Pensando en la celebración de la Fiesta de la Virgen del Carmen en nuestra parroquia. Qué podemos hacer para que esta fiesta: Esté de acuerdo con la ley de Dios y con el Evangelio, tenga como fin dar gloria a Dios por medio de María, promueva la participación en los sacramentos, y motive la auténtica vida comunitaria y misionera.

PEDAGOGÍA MISIONERA

CONTENIDO DE ESTA UNIDAD

1.Tenemos presente la pedagogía misionera de Jesús.

2. Nuestra mística misionera.3. ¿Quiénes somos los misioneros?4. Decálogo del misionero.5. ABC del discípulo misionero.6. Los misioneros conocemos el camino misionero

de todo el año.7. Las visitas misioneras a las familias.8. Modelo para las visitas misioneras a las familias.

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1. TENEMOS PRESENTE LA PEDAGOGÍA MISIONERA DE JESÚS

«Toda la vida de Cristo fue una enseñanza continua: sus momentos de silencio, sus milagros, sus gestos, su oración, su amor por el hombre, su predilección por los pequeños y los pobres, la aceptación del sacrificio final en la cruz para la salvación del mundo y su resurrección; todo esto convierte su palabra en real y verdadera, y cumple su revelación. De esta manera el crucifijo se convierte para los cristianos en una de las imágenes más sublimes y populares del Cristo docente» (La catequesis de nuestro tiempo No. 9).

De Jesús tenemos que aprender los misioneros la pedagogía de Dios, el camino, el lenguaje, el dinamismo que posibilita el encuentro del hombre actual con su mensaje, con su persona. De El tenemos que escuchar “las palabras de vida eterna” que responden a las angustias y esperanzas de la humanidad.

Jesús para enseñar a los hombres de su tiempo usó su lenguaje, asumió su cultura, puso en el lenguaje del pueblo sencillo la palabra de Dios. Todo esto lo encontramos en los evangelios. A ellos nos remitimos para deducir los rasgos fundamentales de la pedagogía del Maestro.

üEn su predicación, Jesús hace constante referencia al Antiguo Testamento. Para sus oyentes, en especial para los judíos, estos textos eran familiares; y les permitían establecer la continuidad entre la Antigua y la Nueva Alianza; los que aceptaron el Evangelio, vieron cumplidos en la persona de Jesús las esperanzas de Israel y realizado el Reino de Dios.

üJesús tomó las situaciones de la vida; mediante constantes referencias a la vida familiar, al ambiente social, a los quehaceres agrícolas y pastoriles de los palestinos, presentó las maravillas del Reino. Partió de lo que conocía el pueblo para anunciar luego el misterio de la Palabra de Dios:

üla siembra del trigo para simbolizar el don de la Palabra, üel cuidado del rebaño para hablar de la misericordia divina, üUno de los recursos más utilizados por Jesús fue el de las

parábolas. Enfatizando acontecimientos de la vida humana impactó la sensibilidad de sus oyentes, cautivó su atención y los motivó para la aceptación y vivencia del mensaje.

üJesús tuvo predilección por los niños, pero llegó a toda clase de personas, aun aquellas rechazadas por la sociedad: ladrones, prostitutas, extranjeros.

üSu originalidad, su manera de hablar sencilla y cálida, cautivaba a su auditorio. Recurría a la repetición y a la presentación viva del mensaje para que los oyentes grabaran el mensaje en su mente y en su corazón. Utilizó en su predicación la sabiduría popular, los proverbios, los estribillos para acuñar las frases que han sido a lo largo de los siglos el fundamento de la fe cristiana.

üJesús se dedicó de manera especial a la formación de sus apóstoles. Tuvo con ellos largos momentos de diálogo, los invitó a la meditación, a la oración; los hizo testigos de los signos mesiánicos: los milagros, la última cena, la resurrección. Finalmente, en Pentecostés su espíritu los confirmó como testigos de su mensaje.

üToda la predicación y la actividad de Jesús está impregnada de su designio salvador. Todo lo que hace y dice busca la gloria de Dios y la salvación del hombre.

2. NUESTRA MÍSTICA MISIONERA

No podemos reducir la Misión Continental a una lista de actividades, a veces agitadas y apresuradas. Por eso, tenemos que tomarnos el tiempo necesario en cada etapa, debemos partir de una verdadera espiritualidad de comunión que nos lleva a conocer y compartir la realidad, las situaciones, los anhelos, las preocupaciones y los proyectos de nuestras comunidades.

La Misión Continental es ante todo un espíritu de vida, un estilo de vida, que nos exige a los bautizados tomar conciencia del valor que tenemos como piedras vivas que, edificamos el Pueblo de Dios y renovamos la sociedad, construyendo el Reino de Dios: reino de paz y justicia, Reino de verdad, de vida y de amor.

Debemos estar convencidos de lo que vamos a hacer, y por quién lo hacemos, esa es la mística misionera, la convicción que nos motiva e impulsa a vivir en la Iglesia y en la sociedad como discípulos del Señor. Cuando una persona sabe lo que hace, por qué lo hace, y asume sus consecuencias, está preparada para la misión. Es una persona consciente, que tiene un proyecto de santidad al frente y no lo suelta,

puede caer en fragilidades y desvíos, pero se levanta y sigue adelante, es una persona que sabe dialogar, sin cambiar el rumbo escogido. Posee seguridad y energía suficientes para enfrentar las encrucijadas de la vida.

Mística y misión son dos realidades inseparables. La mística nos lleva al encuentro con Jesucristo en la oración personal, en la lectura constante de la Palabra de Dios, en la vida sacramental, en el estudio, en el trabajo, en el diálogo con las personas, en el descanso, en los compromisos familiares y sociales.

Esa experiencia de vida se convierte en necesidad de ir a compartir con otros, esa es la misión: “lo que oímos, lo que vimos con nuestros ojos, lo que contemplamos y lo que nuestras manos palparon….ahora lo anunciamos… les escribimos estas cosas para que nuestra alegría sea completa (1Juan 1,1-4).

La experiencia de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, se convierte en una fuerza que nos impulsa hacia los otros para amarlos con el mismo amor con el que hemos sido amados. Sólo podemos ser misioneros, si nos hemos sentido amados por Dios.

3. ¿QUIÉNES SOMOS LOS MISIONEROS? üPersonas que estamos convencidas de la necesidad de la formación

permanenteüPersonas que nos esforzamos por vivir las exigencia del Sacramento

del BautismoüPersonas que acogemos, vivimos y oramos la Palabra de DiosüPersonas que reconocemos y promovemos la dignidad humanaüPersonas que amamos a María y encontramos en ella nuestro

modelo de misioneraüPersonas que queremos vivir la misión en comunión y no

aisladamente. üPersonas de oración que pedimos más obreros para la mies.

Sabemos valorar el trabajo de otros y ver los frutos del Reino en nuestras comunidades.üPersonas positivas, que anunciamos con valentía el Reino de Dios en

medio de una sociedad conflictiva y dividida. Creemos en la organización, en la no violencia, en la participación.

üPersonas que vivimos una vida pobre y despojada; sin ambiciones ni ostentacionesüPersonas de paz, testimonio de un Reino solidario, fraterno y justo.üPersonas que buscamos a los excluidos y alejados, y luchamos por

reintegrarlos a la comunidadüPersonas que en la Iglesia vivimos la alegría del encuentro con

Jesucristo y queremos compartirla.

4. DECÁLOGO DEL MISIONERO

1. Ser humilde (Mateo 20, 25-28). Acoger a todos sin distinción, despojándose de toda actitud altanera o engreída.

2. Estar disponible como servidor del Reino de Dios (Lucas 9,57-62).3. Despojarse para servir a Dios y a los hermanos, confiado en la

providencia de Dios, sin afanes ni pretensiones. (Lucas 9,1-6).4. Vivir en constante oración para tener la fuerza espiritual que

necesita. (Marcos 1, 35).5. Ser valiente, confiando siempre en Dios para anunciar el Evangelio

y denunciar las injusticias que son contrarias. (Mateo10,28-31).6. Buscar siempre la inspiración de Dios para llevar amor, cariño, paz,

perdón y reconciliación (Juan. 14,12-13).7. Tener claridad y sabiduría de Dios al actuar y hablar, recordando

siempre las acciones y palabras de Jesús. (Mateo 5, 13 – 16).8. Vivir la solidaridad y el compañerismo como características para

poder integrarse en un equipo misionero. (Romanos 12, 3-8).9. Buscar la comunión profunda con Dios para que su testimonio sea

verdadero y coherente. (Juan 15, 5 -7).10.Vivir siempre alegres en el Señor, la alegría es misionera.

(Filipenses 4,4).

5 . ABC DEL DISCÍPULO MISIONERO

üAcéptate como eres.üBusca siempre a Dios.üConoce la Palabra de Dios.üDivisa siempre lo bello de la misión.üEntrega siempre lo mejor de ti.üFundamenta tu vida en la fe.üGana amigos para el Señor.üHaz algo bueno por alguien.üImita a Jesús.

üJuega con los niños.üLimítate a hacer el bien.üMentalízate a que todo te saldrá bien.üNunca juzgues.üOra y trabaja.üPerdona tus propios errores…Dios ya lo hizo.üQuiere a tantos como puedas.üRuega a Dios por los demás.üSana los resentimientos de tu corazón.üToma la vida con calma…sé paciente.üUne siempre y en todo lugar fe y vida.üVive buscando la presencia de Dios en tu vida y serás feliz. üY en todo se agradecidoüZarpa mar adentro eres misionero del Señor.

6. LOS MISIONEROS CONOCEMOS EL CAMINO MISIONERO DE

TODO EL AÑO

1. Formación de Discípulos Misioneros en la parroquia:

ÄDe febrero hasta Semana Santa.

2. Envío de los Discípulos Misioneros en la parroquia:

ÄEl Domingo de Pascua, 24 de abril.

3. Visitas de los Misioneros a todas las familias de la parroquia:

ÄDel 24 de abril al 16 de julio.

4. Misión con gremios: Educadores, Administración Municipal, Policía, Servidores de la Salud, etc.

ÄDurante el mes de septiembre.

5. Misión con niños, adolescentes y jóvenes:

ÄDurante el mes de octubre.

6: Misión territorial para fortalecer las CEM:

ÄDurante el mes de diciembre.

¡Participemos Todos!

7. LAS VISITAS MISIONERAS A LAS FAMILIAS

La Misión Continental tiene una bella expresión en las visitas que haremos a las familias desde el domingo de Pascua hasta la fiesta de la Virgen del Carmen, un periodo largo de acción misionera que nos permitirá llegar a todos con la Buena Noticia de Jesucristo.

Son por tanto, parte esencial de esta espiritualidad misionera, no podemos hacerlas a la ligera, ni tampoco suprimirlas, no son una carga sino una gran oportunidad evangelizadora. Aquí proponemos algunas sugerencias prácticas que nos permitirán cumplir mejor este encargo.

üLos misioneros somos presencia viva de Jesús, mensajeros de paz. Paz a esta casa (Lucas 10, 5) No llegamos de sorpresa ni a incomodar. Hasta donde sea posible anunciaremos la visita y programaremos la hora más adecuada para realizarla. No llegaremos en horarios de comidas o a altas horas de la noche.

üNos presentaremos: Al golpear la puerta, sobre todo si no somos conocidos, nos presentaremos de manera sencilla y humilde, como misioneros de la paz y de la vida, del Evangelio de Jesús, enviados por la Iglesia Católica en toda la Diócesis y por medio de la parroquia. No nos apegamos a formulismos, no nos quedamos en la puerta o arrinconados; hay que romper el hielo, derrumbar barreras y conquistar para Cristo.

üPara nuestra presentación personal: Usaremos ropa sencilla y decente, con una identificación bien visible (escarapela, cruz, si es posible camiseta con el logo de la Misión)

üLejos de todo fanatismo: No llevamos la Biblia en las manos o debajo del brazo, sino que la guardamos con respeto en el bolso y no es lo primero que abrimos, sabemos que la misma situación irá mostrándonos el momento oportuno para leerla con más aceptación y provecho para todos.

üSabemos crear un clima agradable y sincero: Establecemos relaciones de simpatía, apertura, búsqueda. Haremos lo posible para que todos se sientan bien.

üPartimos de la vida: de situaciones concretas, sin entrar en chismes, críticas o discusiones inútiles. Valoraremos lo bueno que encontremos en las personas y en las casas. Escucharemos con atención y respeto, inspirando confianza. La familia que visitamos también nos enseña.

ü Somos sembradores de vida y esperanza: y hay que ir poniendo estas semillas en cada situación, con fe y gratitud, sin exigencias ni pretensiones, pero tampoco dando falsas esperanzas, buscando despertar en las personas la inquietud por la realidad de la zona o sector, en situaciones que ameriten la convocación de la comunidad para acciones concretas.

ü No olvidamos nunca que somos enviados por la Iglesia Católica por eso vivimos la visita con responsabilidad, fidelidad a los principios, en comunión eclesial: Tenemos cuidado de no dar consejos improvisados o superficiales con base en la emoción. Cuando los misioneros percibimos que no estamos bien seguros sobre ciertas situaciones o problemas, consultamos con otras personas más capacitadas.

ü Experimentamos y comunicamos la alegría de ser católicos pero respetamos y estimamos otras Iglesias: Podemos encontrar personas que se alejaron de la Iglesia por algún malentendido, por algún mal testimonio o por opiniones diferentes sobre determinados asuntos. Los misioneros reconocemos las fallas, pero tenemos claro que no hay a lo largo de la historia de la humanidad una institución como la Iglesia Católica, que haya generado multitudes de personas tan entregadas, honestas, consagradas y mártires en la lucha por un mundo más justo. Además recordamos que Dios es uno solo y el proceso de conversión es permanente y para todos.

8. MODELO PARA LAS VISITAS MISIONERAS A LAS FAMILIAS

Los misioneros preparamos las visitas misioneras a las familias:

üRecibimos la formación y envío del Párroco.üOrganizamos el equipo misionero: Integrado por un mínimo de dos

y un máximo de cuatro personas. Es muy bueno que incluyamos al menos un joven en nuestro equipo.üOramos por las familias que vamos a visitar y por el éxito de la visita.üSabemos con claridad cuál es el grupo de familias que nos

corresponde visitar, para organizar el recorrido de la visita y evitar que se nos queden familias sin visitar.üNos ponemos de acuerdo como equipo misionero y avisamos, si es

posible, con anterioridad, el día en que vamos a realizar la visita.

üSabemos exactamente cuál es la misión y el mensaje que vamos a llevar a las familias.

Los misioneros conocemos los objetivos de estas visitas misioneras a las familias:

üMotivar para que cada familia, con alegría le abra las puertas a Jesucristo.üAyudarles a redescubrir el Sacramento del Bautismo como la puerta

de entrada a toda la vida cristiana.üMotivarlas para que, en lo posible, ningún domingo se queden sin

Eucaristía. üMotivarlas para la lectura semanal de un capítulo del Santo Evangelio

según San Mateo. Promover la oración del Santo Rosario en familia, al menos una vez a la semana. üMotivarlas para la participación en el encuentro de la CEM una vez al

mes. üInvitarlas a vivir relaciones de paz y solidaridad con los vecinos,

especialmente con los ancianos, enfermos y con las familias más necesitadas.

Por consiguiente sabemos que, en las visitas misioneras a las familias no haremos rifas, ni colectaremos el diezmo, ni mezclaremos la misión con campañas políticas.

¿Cómo realizaremos las visitas misioneras a las familias?

üIniciaremos con un saludo fraterno y cariñoso a la familia:üSi no nos conocen, debemos presentarnos (decir el nombre y dónde

vivimos).üNos presentamos como enviados por el Señor Obispo y por nuestro

Párroco, de quienes llevamos un saludo.

Suscitaremos un diálogo con la familia:

üSobre lo que sabe la familia, lo que ha visto, leído u oído acerca de la Misión Continental.üSobre los objetivos de esta visita misionera a la familia.

üTerminaremos la visita en ambiente de oración.

üHaremos la lectura bíblica: Mateo 5, 13 – 16 y un breve comentario sobre el contenido de la lectura.üEntregaremos el recordatorio, explicaremos la imagen Nuestra

Señora del Socorro patrona de la Diócesis y terminaremos la visita orando juntos por la Misión Continental. üAgradeceremos la acogida y nos despediremos.

Para las visitas misioneras a las familias llevaremos:

üEn una parte visible el carné que nos identifica como discípulos misioneros visitadores de las familias, o la Cruz, o camiseta con el logo de la Misión.üLa Biblia y el compendio del catecismo de la Iglesia.üLa estampa de Nuestra Señora del Socorro con la oración por la

Misión ContinentalüUna hoja guía para tomar apellidos y dirección de cada familia

visitada.

Entregaremos los datos recibidos en las familias a la Comisión de la Misión en la Parroquia, lo más pronto posible.

ANEXOS

1. País que le corresponde a cada parroquia para orar en la Misión Continental.

2. Recorrido Misionero de Nuestra Señora del Socorro.

3. Explicación del Logo de la Misión Continental. 4. Explicación del Tríptico de la Misión Continental. 5. Oración por la Misión Continental.

6

PAÍS QUE LE CORRESPONDE A CADA PARROQUIAVICARIA DE SAN GIL

Nº PARROQUIA PAÍS

1. Santa Cruz (Catedral) - San Gil CHILE

2. María Auxiliadora - San Gil BARBADOS

3. Sagrada Familia - San Gil BELICE

4.

Divino Niño -

San Gil

SAN VICENTE Y LAS

GRANADINAS

5.

Cristo Resucitado -

San Gil

CUBA

6.

San José Obrero

REPÚBLICA DOMINICANA

7.

San Juan de Dios -

San Gil

BOLIVIA

8.

San Martín –

San Gil

GUYANA

9.

San Judas Tadeo

SANTA LUCÍA

10.

Aratoca

HONDURAS

11.

Jordán Sube

ANTILLAS HOLANDESAS

12.

Pinchote

HAITÍ

13.

Valle de San José

URUGUAY

14.

Páramo

GRE NADA

15.

Curití

NICARAGUA

16.

Charalá

REPÚBLICA DOMINICANA

17.

Cincelada

BAHAMAS

18.

Coromoro

ARUBA

19.

Ocamonte

ARGENTINA

20.

Encino

DOMINICA

21.

Riachuelo

BARBADOS

22.

Barichara

BERMUDA

23.

Cabrera

CUBA

24.

Guane

BOLIVIA

25.

Villanueva

ECUADOR

26.

Mogotes

PUERTO RICO

27. Pitiguao MÉXICO

28. San Joaquín TRINIDAD Y TOBAGO

29. Onzaga URUGUAY

PAÍS QUE LE CORRESPONDE A CADA PARROQUIAVICARIA DEL SOCORRO

Nº PARROQUIA

1. Nuestra Señora del Socorro PANAMÁ

2. Nuestra Señora de Chiquinquirá PERÚ

3.

Santa Bárbara -

Socorro

PARAGUAY

4.

Palmas del Socorro

JAMAICA

5.

Confines

COLOMBIA

6.

Zapatoca

BRASIL

7.

La Fuente

COSTA RICA

8.

Galán

CUBA

9.

Hato

VENEZUELA

10.

Palmar

SURINAM

11.

Simacota

CHILE

12.

Chima

ANTILLAS HOLANDESAS

13.

Contratación

BRASIL

14.

El Guacamayo

BÉLICE

15.

Oiba

COSTA RICA

16.

Guapotá

GUATEMALA

17.

Guadalupe

COSTA RICA

18.

Olival

DOMINICA

19.

Suaita

BERMUDA

20.

Vado Real

BAHAMAS

21.

San José de Suaita

ARUBA

22.

Gámbita

BRASIL

23.

La Palma

EL SALVADOR

PAÍS

ØConcatedral: 29 Noviembre ØRiachuelo: 30 de julio- 06 a 29 enero de agosto

ØZapatoca: 29 de enero- 05 ØCoromoro: 06-13 de agostode febrero ØCincelada: 13-20 de agosto

ØLa Fuente: 05 de febrero- ØEncino: 20-27 de agosto12 de febrero ØCharalá: 27 de agosto- 03

ØGalán: 12 de febrero-19 de de septiembrefebrero ØSimacota: 03- 10 de

ØPalmar: 19 de febrero- 26 septiembrede febrero ØChima: 10-17 de

ØHato: 26 de febrero- 05 de septiembremarzo ØGuacamayo: 17-24 de

ØCabrera: 05-12 de marzo septiembreØGuane: 12-19 de marzo ØContratación: 24 de ØBarichara: 19-26 de marzo septiembre a 01 de octubreØVillanueva: 26 de marzo- ØGuadalupe: 01 – 08 de

02 de abril octubre.ØJordán: 02 – 9 de abril. ØSan José de Suaita: 08-15 ØAratoca: 09- 16 de abril de octubreØCuriti: 16- 30 de abril ØSuaita: 15-22 de octubreØValle de San José: 30 de Vado Real: 22-29 de

abril- 07 de mayo octubreØPáramo: 07- 14 de mayo ØLa Palma: 29 de octubre a ØSan Gil: 14-28 de mayo 05 de noviembre.ØPinchote: 28 de mayo-04 ØGámbita: 05-12 de

de junio noviembreØSanta Bárbara: 04-11 de ØOlival: 12-19 de noviembre

junio ØOiba: 19-23 de noviembreØChiquinquirá: 11- 15 de ØGuapotá: 23-26 de

junio NoviembreØConcatedral: 16 de junio ØPalmas: 26-28 de

FIESTA NoviembreØOnzaga:16-25 de junio ØSocorro: 28 de NoviembreØSan Joaquín: 25 de junio-

02 de julioØMogotes: 02-09 de julioØPitiguao: 09-23 de julioØOcamonte: 23-30 de julio

RECORRIDO MISIONERO DEL CUADRO DE NTRA. SRA. DEL SOCORRO

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Señor Jesucristo, Queremos Camino, Verdad y Vida, como discípulos misioneros, rostro humano de Dios colaborar con nuestro

y rostro divino del hombre, testimonio y entrega, haz que experimentemos para que nuestros pueblos

el amor al Padre tengan en Ti y la alegría de ser sus hijos. vida abundante,

y con solidaridad Ven a nuestro encuentro construyamos para conocerte, amarte la fraternidad y la paz.

y seguirteen la comunión de tu Iglesia, Señor Jesús,

celebrando y viviendo ¡Ven y envíanos!el don de la Eucaristía. María, Madre de la Iglesia,

ruega por nosotros.Concédenos, Amén.

unidos a tu Cruz, el don de amar a los

hermanos.

Danos siempre el fuegode tu Santo Espíritu,

que ilumine nuestras mentesy despierte en nosotros

el deseo de contemplarte. Como misioneros enviados

por Ti, danos el valor de anunciar a

todos, en especial a los débiles y

excluidos, tu mensaje de salvación.

ORACIÓN POR LA MISIÓN CONTINENTAL

1590 AMEmisora Diocesana

al Servicio de la Evangelización

E-mail: Teléfono: 7272037

Socorro Santander - Colombia

Escúchanos!

[email protected]

Colaboraron en la elaboración de este material:

* José Antonio Díaz Gómez, Pbro. * Eugenio Pelayo Rueda, Pbro. * Luis Alberto Rivera Hernández, Pbro. * Eduardo Bohórquez Orduz, Pbro.* Luis José Rueda Aparicio, Pbro. * Arnulfo Rueda Quintero, Pbro. * Sonia Fabiola Patiño Ortiz. * Myriam Estupiñan Prada.

Diócesis de Socorro y San Gil

Vicaría de Pastoral

Discípulos y Misioneros