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DIRECCIÓN GENERAL DE OBRAS HIDRÁULICAS Y CALIDAD DE LAS AGUAS MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Q 5017001 H CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL EBRO OFICINA DE PLANIFICACION HIDROLOGICA TRABAJOS DE CONSULTORIA Y ASISTENCIA CLAVE: REF. CRONOLOGICA : PRESUPUESTO DEL ORGANISMO 2003-PH-22-I 12/2003 TIPO: ESTUDIO TITULO: APLICACIÓN DE LA CLASIFICACIÓN DE ROSGEN AL RÍO GÁLLEGO Y PROTOCOLO PARA SU APLICACIÓN A LOS RÍOS DE LA CUENCA DEL EBRO PRESUPUESTO DE CONTRATA: 10.083,82 euros PRESUPUESTO DE ADJUDICACION: 10.083,82 euros SERVICIO: ORDENACIÓN E INFORMES DIRECTOR: VICTOR M. ARQUED ESQUÍA CONSULTOR: OTRI-UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA (JOSÉ A. SÁNCHEZ Y ALFREDO OLLERO) TOMO: ÚNICO EJEMPLAR: ÚNICO, COPIA EN CD CONTENIDO: MEMORIA, ANEJOS Y COPIA EN CD NUMERO ARCHIVO O P H:

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DIRECCIÓN GENERAL DE OBRAS HIDRÁULICAS Y CALIDADDE LAS AGUAS

MINISTERIO DEMEDIO AMBIENTE Q 5017001 H

CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL EBRO

OFICINA DE PLANIFICACION HIDROLOGICA

TRABAJOS DE CONSULTORIA Y ASISTENCIA

CLAVE: REF. CRONOLOGICA :PRESUPUESTO DEL

ORGANISMO2003-PH-22-I 12/2003

TIPO:

ESTUDIO

TITULO:

APLICACIÓN DE LA CLASIFICACIÓN DE ROSGEN AL RÍO GÁLLEGO YPROTOCOLO PARA SU APLICACIÓN A LOS RÍOS DE LA CUENCA DEL EBRO

PRESUPUESTO DE CONTRATA:

10.083,82 eurosPRESUPUESTO DE ADJUDICACION:

10.083,82 euros

SERVICIO:

ORDENACIÓN E INFORMESDIRECTOR:

VICTOR M. ARQUED ESQUÍACONSULTOR:

OTRI-UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA (JOSÉ A. SÁNCHEZ YALFREDO OLLERO)

TOMO: ÚNICO EJEMPLAR: ÚNICO, COPIA EN CD

CONTENIDO:

MEMORIA, ANEJOS Y COPIA EN CD

NUMERO ARCHIVO O P H:

OFICINA DE PLANIFICACION HIDROLOGICA

TRABAJOS DE CONSULTORIA Y ASISTENCIA

CLAVE: 2003-PH-22-I

TITULO: APLICACIÓN DE LA CLASIFICACIÓN DE ROSGEN AL RÍO GÁLLEGO YPROTOCOLO PARA SU APLICACIÓN A LOS RÍOS DE LA CUENCA DELEBRO

Zaragoza, 12 de abril de 2004

El Director de los trabajos

Fdo.: Víctor M. Arqued Esquía

El Consultor:

Fdo.: Alfredo Ollero Ojeda

Examinado:El Jefe de la O P H

Fdo.: Antonio Coch Flotats

R E S U M E N

Los ríos de la cuenca del Ebro fueron tramificados y tipificados mediante unatécnica multimétrica de regionalización ecológica que se desarrolló en la Oficina dePlanificación Hidrológica con el apoyo de la Universidad de Barcelona en el año 2000.Aquel trabajo, pionero en la aplicación en España de la Directiva Marco del Agua,permitió tantear distintas condiciones de referencia para diferentes zonas de la redfluvial atendiendo a su variedad biogeográfica. Sin embargo, no estudiaba directamentelas características morfológicas de los ríos.

En el trabajo que aquí se presenta, se investiga una metodología que analiza lared fluvial con otro punto de vista hasta ahora no adecuadamente considerado ennuestros estudios, el geomorfológico. Así, dentro de los ríos catalogados dentro de untipo según la regionalización ecológica realizada, nos interesará distinguir diferentestramos morfológicos: encajados, entrelazados, meandriformes..., que tienen distintarespuesta a las perturbaciones y distinto potencial de regeneración ante presiones físicascomo encauzamientos, extracciones de áridos y otras.

Las clasificaciones que existen para este propósito de tipificación morfológicapor tramos son numerosas y variadas. Aquí se ha escogido la que propone Rosgen(1994), por considerarse que es suficiente y que está siendo ampliamente aplicada en elmundo, con lo que se tendría la posibilidad de valorar nuestra cuenca comparativamentecon otras e importar aquí la experiencia que existe en la utilización de la propiaclasificación para fines específicos de gestión.

El trabajo realizado ha abordado, a modo de experiencia piloto, la clasificacióndel eje fluvial del Gállego y alguno de sus principales afluentes (Aguas Limpias yAurín), al objeto de poner a punto un método de análisis que resulte aplicable a los ríosde toda la cuenca del Ebro. El resultado ha sido la diferenciación de 26 tramos condistintas características, que van desde los rectilíneos con fuerte pendiente de lascabeceras hasta los meandriformes o trenzados de curso bajo. También se ha preparadoun protocolo de aplicación a toda la cuenca que espera poderse desarrollar durante elaño 2004, al objeto de apoyar la caracterización de los ríos requerida por la DirectivaMarco.

Una vez que se tenga el mapa de tipos de río para toda la cuenca, se tendrá unpunto de apoyo sobre el que esperamos ser capaces de establecer medidas de gestiónpara conservar aquellos tramos que resultan más sensibles o interesantes e igualmente sedispondrá de nuevos criterios para condicionar otros tipos de actuaciones, tales comoextracciones de áridos, construcción de defensas, “limpiezas” de cauce y demás.

UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA

APLICACIÓN DE LA CLASIFICACIÓN DE ROSGEN AL RIO GALLEGO

REALIZADO POR: SÁNCHEZ NAVARRO, José Ángel OLLERO OJEDA, Alfredo

Diciembre 2003

APLICACIÓN DE LA CLASIFICACIÓN DE ROSGEN AL RÍO GÁLLEGO

Equipo de trabajo

SÁNCHEZ NAVARRO, José Ángel Profesor Titular de Hidrogeología. Dirección del trabajo. Desarrollo conceptual y de aplicación.

OLLERO OJEDA, Alfredo Profesor Titular de Geografía Física. Desarrollo metodológico. Coordinación del trabajo de campo.

BALLARÍN FERRER, Daniel MORA MUR, Daniel Geógrafos. Trabajo de campo y gabinete.

MONTORIO LLOVERÍA, Raquel ZÚÑIGA ANTÓN, Maria Geógrafas. Trabajo de gabinete.

BEGUERÍA PORTUGUÉS, Santiago Dr. en Geografía. Investigador del Instituto Pirenaico de Ecología. Apoyo puntual en el trabajo de gabinete.

JIMÉNEZ TORRECILLA, Néstor Geólogo. Apoyo de campo con piragua

FUENTES RETAMAR, Javier Geólogo. Traducción previa del manual de Rosgen (1996)

GALVE ARNEDO, Jorge Pedro Geólogo. Trabajo de gabinete.

ACÍN NAVERAC, Vanesa GRANADO GARCÍA, David Geógrafos. Apoyo puntual en el trabajo de gabinete.

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ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN: CLASIFICACIONES HIDROMORFOLÓGICAS 3 2. LA CLASIFICACIÓN DE ROSGEN 6

2.1. Introducción 6 2.2. El caudal bankfull: caracterización y medición 6 2.3. Variables utilizadas en la clasificación de Rosgen (niveles 1 y 2) 12

2.3.1. Introducción 12 2.3.1.1. Variables en sección transversal 12 2.3.1.2. Variables en el perfil longitudinal 13 2.3.1.3. Variables en planta 13

2.3.2. Descripción y medición de las variables 13 2.3.2.1. Encajamiento (entrechment ratio) 13 2.3.2.2. Relación anchura/profundidad (W/D ratio) 16 2.3.2.3. Sinuosidad 18 2.3.2.4. Materiales del canal 19 2.3.2.5. Pendiente 21

2.4. Descripción de los principales tipos de ríos 22 2.4.1. Ríos tipo “Aa+” 25 2.4.2. Ríos tipo “A” 25 2.4.3. Ríos tipo “B” 26 2.4.4. Ríos tipo “C” 26 2.4.5. Ríos tipo “D” 27 2.4.6. Ríos tipo “DA” 28 2.4.7. Ríos tipo “E” 29 2.4.8. Ríos tipo “F” 30 2.4.9. Ríos tipo “G” 30

2.5. Descripción de los principales tipos de valles y los ríos relacionados 31 2.5.1. Valle fluvial de tipo 1 31 2.5.2. Valle fluvial de tipo 2 32 2.5.3. Valle fluvial de tipo 3 32 2.5.4. Valle fluvial de tipo 4 32 2.5.5. Valle fluvial de tipo 5 33 2.5.6. Valle fluvial de tipo 6 33 2.5.7. Valle fluvial de tipo 7 34 2.5.8. Valle fluvial de tipo 8 35 2.5.9. Valle fluvial de tipo 9 36 2.5.10. Valle fluvial de tipo 10 36 2.5.11. Valle fluvial de tipo 11 37

3. APLICACIÓN DE LOS CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE ROSGEN AL RÍO GÁLLEGO 38

3.1. Metodología de aplicación 38 3.1.1. Parámetros de clasificación y sistema de trabajo 39 3.1.2. Sectores funcionales homogéneos 41 3.1.3. Pendiente y sinuosidad del cauce 43 3.1.4. Trabajo de campo 45

3.1.4.1. Elección de puntos de muestreo 45 3.1.4.2. La ficha de campo 46 3.1.4.3. Anexos a la ficha 54

3.1.5. Presentación de resultados 54

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3.2. Resultados 54 Sector funcional Gállego 1: del nacimiento a la cola del embalse de Formigal 60 Sector funcional Gállego 2: embalse de Formigal 67 Sector funcional Gállego 3: presa de Formigal – cola del embalse de Lanuza 68 Sector funcional Gállego 4: embalse de Lanuza 74 Sector funcional Gállego 5: desfiladero de Escarrilla 75 Sector funcional Gállego 6: embalse de Búbal 77 Sector funcional Gállego 7: presa de Búbal – fuente de Santa Elena 78 Sector funcional Gállego 8: Santa Elena - Cuchiecho 85 Sector funcional Gállego 9: Ribera de Biescas hasta la morrena de Senegüé 92 Sector funcional Gállego 10: morrena de Senegüé – confluencia del Aurín 101 Sector funcional Gállego 11: embalse de Sabiñánigo 103 Sector funcional Gállego 12: Sabiñánigo – Hostal de Ipiés 104 Sector funcional Gállego 13: Hostal de Ipiés – Central Eléctrica de Jabarrella 111 Sector funcional Gállego 14: riberas de Caldearenas y Javierrelatre 117 Sector funcional Gállego 15: estrecho de Astaún 124 Sector funcional Gállego 16: meandros de Anzánigo y Yeste 126 Sector funcional Gállego 17: embalse de La Peña 133 Sector funcional Gállego 18: La Peña - Riglos 134 Sector funcional Gállego 19: Siglos – Santa Eulalia 141 Sector funcional Gállego 20: Santa Eulalia - Ardisa 147 Sector funcional Gállego 21: embalse de Ardisa 153 Sector funcional Gállego 22: presa de Ardisa – Gurrea de Gállego 154 Sector funcional Gállego 23: Gurrea – Ontinar del Salz 156 Sector funcional Gállego 24: Ontinar - Zuera 158 Sector funcional Gállego 25: Zuera - Peñaflor 166 Sector funcional Gállego 26: Peñaflor – desembocadura en el Ebro 172 Sector funcional Aguas Limpias 3: Tornadizas 173 Sector funcional Aurín 3: Acumuer – desembocadura en el Gállego 179

-REFERENCIAS CITADAS Y BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA 187 -ANEXO: DATOS DEL PERFIL LONGITUDINAL EMPLEADO PARA EL CONJUNTO DEL GÁLLEGO 197

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Introducción: clasificaciones hidromorfológicas

Los ríos son sistemas naturales enormemente dinámicos y complejos. Su

principal función es el transporte de agua, sedimentos y nutrientes, pero además conforman espacios lineales de gran valor ecológico, paisajístico y territorial, auténticos corredores que enlazan montañas y tierras bajas. Por tanto, la red fluvial, los ríos o sistemas fluviales, constituye un elemento clave en la dinámica ambiental y en la planificación territorial. En un espacio como la cuenca del Ebro, de interior y con notables contrastes climáticos y altitudinales, la trascendencia de los sistemas fluviales es mayor si cabe, más aún si consideramos también la complejidad de la gestión del agua en este territorio.

La tradición en el estudio de los sistemas fluviales es larga y fructífera, constituyendo uno de los temas más tratados por las ciencias ambientales. La Geomorfología Fluvial, compartida fundamentalmente por geógrafos y geólogos, se ha ido convirtiendo en las últimas décadas en una de las ramas más potentes de la Geomorfología, con un desarrollo continuo, alcanzando en algunos países el liderazgo entre los distintos temas de interés abordados por la ciencia geomorfológico, por el número de publicaciones y de aportaciones a congresos. Pero si el interés y el desarrollo científico de la Geomorfología Fluvial son innegables, aún es más destacable la enorme aplicabilidad que en los últimos años ha adquirido esta disciplina. Ello se debe fundamentalmente al creciente interés por conservar los ríos como ecosistemas y por su integración en la ordenación del territorio, de manera que han surgido en la mayor parte de los países desarrollados iniciativas desde la administración tendentes a la clasificación y evaluación del estado de los ríos. En la mayor parte de los casos, aunque se mantiene una clara preponderancia de los elementos bióticos del sistema natural como objetivo de conservación, se ha despertado un notable interés por los abióticos, denominados generalmente elementos, procesos o indicadores “hidromorfológicos”. Es lógico este interés, teniendo en cuenta que para la correcta conservación o mejora de las biocenosis y para el objetivo del mantenimiento o incremento de la biodivesidad, son imprescindibles unas condiciones hidrológicas y geomorfológicos adecuadas, de la mayor naturalidad posible.

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Así pues, en las últimas décadas hemos ido asistiendo, a mayor o menor velocidad según los territorios, a un paso desde una concepción y tratamiento ingenieril de los ríos o sistemas fluviales, como meros problemas técnicos que resolver, aunque se degradaran o destruyeran en aras del progreso, a una necesaria y urgente perspectiva conservacionista y de planificación del espacio fluvial, un territorio en el que convergen múltiples intereses y riesgos. En esta nueva perspectiva llevan las riendas los enfoques biológicos o, a lo sumo, ecológicos, durante unos años, hasta que también se introduce con fuerza, aunque al principio desde los propios ecólogos fluviales, la perspectiva hidromorfológica. Ante esta posibilidad de gran futuro científico y técnico, geólogos y geógrafos se incorporan y van enriqueciendo en los últimos años métodos de trabajo y sistemas de evaluación. Hoy no se han terminado aún de definir éstos, y existe una gran diversidad de enfoques, lo cual es positivo, pero se van observando algunas tendencias muy claras y se van imponiendo algunos sistemas de trabajo, el menos en Europa, donde numerosos profesionales y científicos se autodenominan ya “hidromorfólogos fluviales”.

En Europa ha sido clave la aprobación a finales de 2000 de la Directiva Marco de Aguas (2000/60/CE) para el relanzamiento de los trabajos hidromorfológicos en los ríos. Dicha Directiva exige a los países miembros clasificar o tipificar y evaluar el estado ecológico de sus masas de agua antes del 31 de diciembre de 2004, y alcanzar un buen estado ecológico para todas las masas de agua no modificadas antes del 31 de diciembre de 2015.

Así pues, lo más urgente es clasificar los ríos por tipos, y la tradición en cuanto a la clasificación de cursos fluviales desde criterios geomorfológicos es muy importante. Así, son clásicas la clasificación de Leopold y Wolman (1957) -cauces rectos, trenzados y meandriformes- y la tipificación de Schumm (1963, 1977), basada en la estabilidad del canal (estables, que erosionan o que depositan), la carga sedimentaria (de fondo, en suspensión o mixta) y las dimensiones del canal. Complejas pero muy interesantes y aplicables clasificaciones a partir de fotografía aérea se llevaron a cabo en Canadá por Kellerhals et al. (1972, 1976), Galay et al. (1973) y Mollard (1973). Otras clasificaciones descriptivas más recientes son las de Brice & Blodgett (1978), Church & Rood (1983), Mosley (1987), Nanson & Croke (1992), Downs (1995), Montgomery & Buffington (1993, 1997, 1998) o Bernot et Creuzé des Châteliers (1998). Pero una de las clasificaciones más completas y aplicables a la ordenación es sin duda la que propone Rosgen (1994, 1996), que combina criterios hidrológicos, geomorfológicos y ecológicos. Es sin lugar a dudas la clasificación más citada en la bibliografía internacional y ha sido aplicada a numerosos ríos de todo el planeta.

En los últimos años, el interés por tipificar y clasificar ha dado un salto desde el ámbito científico al técnico, ya que en la mayoría de los países desarrollados

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han aparecido, como se ha señalado, planes de ordenación, programas de conservación o normativas diversas que afectan a cauces y riberas. Como los sistemas fluviales son enormemente diversos entre sí, era necesario simplificar esta realidad estableciendo tipos, para posteriormente aplicar a cada tipo un modelo de gestión o de actuación.

Entre las numerosas iniciativas científico-técnicas que han tratado de tipificar y clasificar cursos fluviales podemos destacar la norteamericana “Rapid Stream Assessment Technique” (RSAT), las inglesas “River Habitat Survey” (RHS) (Raven et al., 1998), versión sencilla del “System for Evaluating Rivers for Conservation” (SERCON), o “Stream Reconnaissance” (Thorne, 1998), la francesa “SEQ-Physique” (Système d’Evaluation de la Qualité Physique des Cours d’Eau), propugnada por las Agences d’Eau pero con resultados muy discutidos (Tartar, 2000), la alemana Länderarbeitsgemeinschaft Wasser (LAWA-vor-Ort) (LAWA, 2000) o la italiana “Indice de Funcionalita Fluviale” (IFF) (Siligardi, coord, 2003). Una de las más interesantes es la iniciativa australiana del “River Styles Framework” (Brierley & Fryirs, 2000; Fryirs & Brierley, 2001; Brierley et al., 2002), herramienta con base geomorfológica que cuenta con el “Index of Stream Condition” (ISC) y que se integra en el programa AUSRIVAS (Australian River Assessment System) (Parsons et al., 2002). Cabe destacar también en esta línea por su notable valor metodológico la tesis doctoral de Schmitt (2001) aplicada a los ríos de Alsacia. Igualmente se ha trabajado en la clasificación de ríos de Sudáfrica (Heritage et al., 1997).

En el excelente y reciente manual de Kondolf y Piégay (2003) se dedica un interesante capítulo (Kondolf et al., 2003) a las clasificaciones geomórficas en el que se recogen algunas de las citadas y se hace referencia al especial desarrollo de esta línea de trabajo en los últimos años.

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2 La clasificación de Rosgen

2.1. INTRODUCCIÓN

En este apartado se describen las variables que este autor considera en los

niveles 1 y 2 de su ordenada clasificación jerárquica para definir la tipologías de los diferentes ríos.

Rosgen establece 9 tipos de ríos que denomina: Aa+, B, C, D, DA, E, F, G.

Posteriormente, considerando la naturaleza del sustrato del río, los subdivide hasta un total de 41 tipos distintos.

Las variables que considera son siempre relativas al cauce del río y son

marcadamente hidromorfólogicas. Como se señala anteriormente, todas las variables utilizadas tienen como referencia de medida la geometría que corresponde a una situación hidrológica concreta que es la del CAUDAL BANKFULL expresada en anchura bankfull.

Por todo ello, en este capítulo se hace una breve descripción de esa situación

de bankfull y de su medición, para después describir las variables de la clasificación y los métodos de medida de las mismas. 2.2. EL CAUDAL BANKFULL: CARACTERIZACIÓN Y MEDICIÓN

La situación bankfull corresponde al caudal del río correspondiente a la máxima sección húmeda del cauce. Originalmente, el término bankfull fue usado para describir la altura del agua en el cauce fluvial en el momento en que comienza a producirse la inundación.

En muchos sistemas fluviales, la situación de bankfull está asociada al

momento en el que la corriente llena el canal hasta su capacidad máxima y, por tanto, inmediatamente antes de producirse la invasión de la llanura de inundación (hydrologic floodplain). La Figura 2.1 muestra en una sección de cauce la situación de bankfull.

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Figura 2.1.-Situación de bankfull en una sección transversal de un río. (Stream Corridor Restoration: Principles, Proceses, and Practices, 2001)

La situación de bankfull y, con ello, el caudal asociado, justifica las dimensiones y morfología del río (canal stream), de manera que esas dimensiones (anchura, profundidades), sus relaciones y las formas de lecho asociadas al perfil longitudinal del río, son descritas como función de la anchura del cauce medida en situación bankfull.

Para ríos en condiciones naturales, todas las medidas de campo son referidas a la situación bankfull. Esto es especialmente útil en ríos que tienen llanura de inundación. Los ríos que están profundamente encajados no muestran cambios significativos de anchura en las crecidas, por lo que la situación bankfull puede ser determinada mediante indicadores que posteriormente se relacionan.

Destacar que la situación bankfull corresponde al caudal para el cual la conservación del canal es más efectiva. Es, por tanto, cuando más eficientes son los movimientos de sedimentos (formando y destruyendo barras, cambiando la banda activa de los meandros...). Como puede verse en la Figura 2.2, es el caudal que más importancia tiene en la generación de las morfologías fluviales.

Según Dunne y Leopold (1978), el caudal bankfull tiene un periodo de retorno de 1.5 años, y señalan que, aunque eventos de mayor periodo de retorno pueden dar lugar a grandes procesos erosivos y sedimentarios, el caudal bankfull es el que más cantidad de sedimentos moviliza, al estar asociado a una mayor frecuencia de ocurrencia.

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Figura 2.2. Determinación de la descarga efectiva de sedimentos en relación con

el caudal del río y su frecuencia de ocurrencia.

Diferentes autores señalan para el caudal de bankfull un periodo de retorno de 1.4 a 1.6 años. Rosgen considera valores ligaremente inferiores, en torno a 1.2 años.

La más consistente de las determinaciones de bankfull es la que se obtiene a partir de la llanura de inundación. La altura bankfull corresponde a la altura del agua en el cauce tal que el río empieza a extenderse por la citada llanura de inundación.

Muchas de las llanuras de inundación están construidas por movimientos laterales del río. En esos casos la cota el techo del “point bar” es una buena referencia de la situación bankfull. Es importante para el observador de campo reconocer las diferencias físicas y morfológicas entre una terraza joven y la llanura de inundación.

Cuando las llanuras de inundación no están bien desarrolladas o no existen, la identificación de la situación bankfull debe ser hecha mediante indicadores. El uso apropiado de estos indicadores del bankfull requiere 4 principios básicos:

-Buscar los indicadores apropiados para la localización de la situación bankfull que a cada tipo de río corresponde.

-Conocer recientes episodios de inundación y/o sequías históricas. Por ejemplo la colonización de especies vegetales de ribera en el canal durante el periodo de sequía o las acumulaciones de sedimentos durante periodos de inundación.

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-Uso de indicadores múltiples donde sea posible, para reforzar la determinación del bankfull.

-Donde sea posible, realizar calibraciones en el campo que determinen las elevaciones del sistema bankfull y sus correspondientes dimensiones de bankfull de canal para conocer tiempos de retorno a partir de caudales obtenidos en estaciones de aforo próximas. Estos procedimientos pueden servir para verificar la diferencia entre la llanura de inundación de un río y las terrazas inferiores.

Los indicadores de bankfull varían en su importancia y en el poder

discriminatorio para los diferentes tipos de río. Algunos son los siguientes: -La presencia de una llanura de inundación a una cota de inundación

incipiente. -La cota asociada al techo de las formas de sedimentación (point bar,

barras centrales en el centro del canal activo). Estas formas sedimentarias / deposicionales son especialmente buenos indicadores para canales en presencia de terrazas.

-Una rotura en la pendiente de los márgenes y/o un cambio en la distribución de tamaños de partículas; los más finos se asocian a la sedimentación en la llanura de inundación, en cambio la sedimentación del material más grosero tiene lugar en el canal activo.

-La evidencia de unas formas propias de inundaciones, como por ejemplo pequeños cordones sedimentarios.

-Manchas en las rocas, debidas a las crecidas. -Raíces de árboles y arbustos expuestas bajo una capa de suelo alterado, lo

que indica la exposición a un flujo erosivo. -Líquenes en algunas zonas de determinados ríos, así como ciertos tipos de

especies vegetales de ribera.

Antes de la selección del tramo en el que se situará la sección donde se tomarán los datos, se debe considerar un perfil longitudinal de al menos 20 anchuras de bankfull, aguas arriba y aguas abajo, al objeto de reconocer el mayor numero posible de indicadores bankfull. Sólo cuando se corroboren las formas y/o indicadores bankfull, se puede pasar a la medición de la anchura de bankfull en el río.

La localización apropiada para la determinación de la anchura bankfull del río, depende del tipo de río. En las Figuras 2.3 y 3.4 se muestran la secciones más adecuadas para río con morfología de lecho rápido-poza “riffle-pool” y salto-poza “step-pool”.

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Figura 2.3. Lugar más adecuado para la medición de la anchura bankfull en un sistema riffle-pool.

Figura 2.4. Lugar más adecuado para la medición de la anchura bankfull en un sistema step-pool.

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La sección idónea para la determinación de las dimensiones de bankfull de

canal se encuentran en la zona riffle para corrientes de tipo C, E y F, en mitad del rápido para corrientes de tipo B y para zonas donde la anchura es mínima en la zona de transición que se extiende desde el “step” hacia la zona de cabecera del “pool” para corrientes de tipo Aa+, A y G.

En general, para todo tipo de cauces, el mejor punto para la medida de la anchura de bankfull es el segmento más estrecho de la zona del río seleccionada, ya que es ahí donde el canal puede libremente ajustarse a sus límites laterales bajo las condiciones de flujo de corriente existentes.

En la selección de secciones deben evitarse las zonas de ríos donde existan deflectores de corriente, como pueden ser grandes rocas, troncos de árbol o construcciones inusuales que hagan especialmente estrecho el cauce.

La cota del bankfull con frecuencia se subestima cuando se determina solamente en base a la vegetación, y estas determinaciones unilaterales deberían ser evitadas. De ninguna forma determinadas especies comunes de ribera pueden ser realmente utilizadas como indicadores de bankfull, como ciertas especies maduras de abedules (Betula sp.), cornejos (Cornus sp.) y alisos (Alnus sp), las cuales tienden a colonizar y establecerse en zonas muy cercanas al bankfull.

Las pequeñas plantas leñosas, hierbas y forbas pueden colonizar las áreas con substrato disponible en el bankfull, especialmente durante los periodos de sequía o bajo régimen de corriente, como se ve con ciertas especies y clases de sauces (Salix sp). Estas especies no deberían ser utilizadas como indicadores de bankfull.

Con un adecuado conocimiento de los parámetros que conforman la ecuación de Manning es posible determinar el caudal del río para diferentes alturas de la lámina de agua del mismo, de manera que puede hacerse una estimación del valor del caudal considerando la altura de bankfull.

Generalmente, como puede verse en la figura 2.5, esa altura representa un

brusco cambio de pendiente en la relación altura-caudal.

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Figura 2.5. Relación caudal-altura en un río a partir de la ecuación de Manning. Determinación gráfica del caudal de bankfull y dos situaciones por debajo y por

encima del caudal bankfull. 2.3. VARIABLES UTILIZADAS EN LA CLASIFICACION DE ROSGEN (NIVELES 1 y 2) 2.3.1. Introducción

Las variables que Rosgen considera en su clasificación de los ríos se basan en características del cauce fluvial, tanto en su sección transversal, como en su perfil longitudinal, y en su morfología en planta. Son todas ellas características hidromorfológicas. 2.3.1.1. Variables en sección transversal

La sección transversal es importante para determinar el grado de encajamiento, la relación anchura/profundidad (W/D) y los materiales dominantes de canal (D50) Encajamiento (entrenchment ratio): Es una relación que se usa para describir el grado de incisión vertical del canal fluvial. Es la proporción entre la anchura del “flood-prone” (anchura del cauce obtenida a una elevación de 2 veces la profundidad del bankfull máximo) y la anchura de bankfull.

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Relación anchura/profundidad (width/depth ratio): Es una relación que indica la forma de la sección del canal: anchura bankfull / profundidad media del bankfull. Materiales dominantes de canal (D50): Tamaño de diámetro de partículas correspondiente a una frecuencia acumulada del 50 % (D50 en mm significa que el 50% de las partículas medidas por el pebble-count tienen un ∅ medio igual a ese valor en mm). 2.3.1.2. Variables en el perfil longitudinal Pendiente: corresponde a la pendiente media de la superficie del agua a lo largo de una longitud de 20 a 30 anchuras bankfull de canal. Formas de lecho: es un criterio de clasificación secundario, describe la conFiguración del canal en términos de rápidos-pozas (riffle-pool), tramos muy pendientes (steep), saltos-pozas (step-pool), cascadas, formas de convergencia y divergencia de corrientes. Son morfologías que dependen de la pendiente y de la forma del canal. 2.3.1.3. Variables en planta Sinuosidad: se define como la relación entre la longitud de cauce y la longitud del valle, o también, como la relación entre la pendiente del valle y la pendiente del canal. Meander Width Ratio: Es la relación entre la anchura de la banda activa de los meandros (meander belt width) y la anchura de bankfull; este criterio describe el grado de divagación lateral del canal. 2.3.2. Descripción y medición de las variables 2.3.2.1. Encajamiento (entrenchment ratio)

Se define como la relación que tiene un río con las características morfológicas de su valle. Cualitativamente se corresponde con el grado de incisión el fondo del valle. Fue Rosgen en 1994 el primero que definió este término cuantitativamente como la relación entre la anchura del flood-prone y la anchura de bankfull, tal y como puede verse en la figura 2.6. El flood-prone es

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la anchura del cauce obtenida a una elevación de 2 veces la profundidad del bankfull máximo. El término no tiene plasmación geomorfológica, normalmente si socioeconómica, y espacialmente puede cubrir tanto la llanura de inundación activa como la zona de terrazas más jóvenes.

Figura 3.6. Pasos necesarios para la determinación del encajamiento (entrenchment ratio)

Los pasos necesarios para la determinación del encajamiento son los siguientes:

-Localizar la máxima profundidad del cauce y medir el valor en relación con la altura del estado de bankfull.

-Multiplicar esa profundidad por dos y situar a esa altura las regletas de medida a ambos lados del cauce.

-Medir la anchura entre la regletas, ésta es la anchura flood-prone. -Dividir la anchura del flood-prone entre la anchura de bankfull.

El valor del encajamiento (entrenchment ratio) para los diferentes tipos de

ríos se expone en la figura 2.7.

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Figura 2.7. Ratios de encajamiento para diferentes secciones en distintos tipos de ríos

Los valores de encajamiento que aparacen en los distintos tipos de ríos, se basan en relaciones obtenidas empíricamente a partir de las mediciones de las anchuras de flood-prone y bankfull de cientos de ríos. A modo de descripción se puede decir (tabla 1):

Tabla 1. Grados de encajamiento TIPO DE CAUCE VALOR DE ENCAJAMIENTO Canales encajados 1 a 1.4

Canales moderadamente encajados 1.41 a 2.2 Canales ligeramente encajados y conllanura de inundación desarrollada

Mayor de 2.2

Las observaciones de campo muestran que para muchos tipos fluviales esta altura (2 veces la profundidad máxima del agua en situación bankfull) corresponde a tiempos de retorno de avenidas de menos de 50 años.

La verificación de campo de cientos de secciones transversales ha sido la base para el uso de 2 veces la profundidad máxima de la situación bankfull para estimar la altura y extensión de la zona de inundación. El valor medio 2.0 es el

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más frecuentemente utilizado (existen autores que utilizan valores desde 1.3 a 2.7).

Por otra parte, otros autores en vez de utilizar la profundidad máxima de la sección bankfull, utilizan el valor medio de la sección. Los resultados muestran que, utilizando valores medios, la altura de las terrazas más jóvenes -en ríos de tipo C- no queda incluida en el área flood-prone, contrariamente a lo que muestran los indicadores de inundaciones. Basado en estas observaciones, la profundidad de 2 veces el máximo de la profundidad bankfull fue seleccionada como un índice para representar una estimación de las alturas representativas de la zona flood-prone.

El encajamiento es un criterio básico de clasificación, tal y como puede verse en las claves de clasificación de Rosgen más adelante (figuras 2.13 y 2.14).

Para tipos fluviales ligeramente encajados (C, D, DA y E) los flujos mayores que los de bankfull, desbordan los márgenes del canal y se extienden en su llanura de inundación. Este fenómeno natural no se produce en canales profundamente encajados (A, F y G) donde la altura de los márgenes fluviales es mucho más elevada que la situación bankfull. Para canales encajados, la zona flood-prone aumenta solo marginalmente la anchura del cauce. 2.3.2.2. Relación anchura / profundidad (W/D ratio)

La ratio anchura/profundidad (W/D) se define como la relación entre la anchura de la superficie bankfull respecto la profundidad media del canal en estado bankfull. La proporción W/D es la llave para la comprensión de la distribución de energía en un canal y con ello la capacidad para movilizar sedimento.

Destacar que la anchura de un cauce puede ser estable aunque éste migre lateralmente, ya que la erosión en una margen es compensada con la sedimentación en la otra margen.

La determinación de esta ratio W/D proporciona una rápida y visual valoración de la inestabilidad del canal que debe ser verificada en el campo. De entre los criterios, la relación W/D es la más sensible como indicador de tendencia a la inestabilidad de un canal.

La figura 2.13 (claves de clasificación) muestra que para todos los tipos de ríos, a excepción de aquellos con canales de tipo múltiple, la relación W/D está

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en torno a un valor de 12. En los ríos de tipo A, G y E es menor de 12, mientras que en los de tipo B, C y F es mayor que ese valor.

A continuación (figura 2.8) se muestran varios ejemplos de secciones de cauces con su relación anchura/profundidad, representativos de distintos tipos de ríos.

Figura 2.8. Ejemplos de relaciones anchura/profundidad para diferentes tipos de

ríos

Los análisis de los datos de campo muestran un continuo en la relación W/D donde el valor 12 fue elegido como el valor más frecuente. La relación W/D = 12 fue empíricamente obtenida, pero está relacionada con los procesos físicos que gobiernan la distribución de la energía y la erosión y transporte de los sedimentos.

La dimensión del canal, el modelo fluvial, el perfil y los correspondientes tipos de ríos cambian cuando la relación W/D se altera significativamente.

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Ahora bien, variaciones de ± 2 unidades no necesariamente indican un cambio en la morfología o el tipo de curso fluvial.

La relación W/D sólo puede determinarse en el campo siguiendo la metodología que aparece en la figura 2.6. De la misma manera, el criterio de selección de los tramos y secciones aparece en las figuras 2.3 y 3.4. antes expuestas.

Es interesante establecer una o más secciones transversales permanentes que permitieran medir los cambios morfológicos y con ello el estado de estabilidad del cauce fluvial. 2.3.2.3. Sinuosidad

La sinuosidad es la relación entre la longitud del río y la longitud del valle. También puede ser descrita como la relación entre la pendiente del valle y la pendiente del canal. Las características geométricas de un río están directamente relacionadas a la sinuosidad por un principio básico: el principio del mínimo gasto de energía.

El grado de sinuosidad depende de: -las dimensiones del canal -la carga sedimentaria -el caudal -los materiales tanto del lecho como de la orilla

La sinuosidad es un buen indicador de clasificación, sobre todo en llanuras de

inundación; no obstante, su valor se modifica fácilmente por afloramiento del sustrato rocoso, por la presencia de la vegetación, pero especialmente por acción antrópica: construcción de caminos, defensas que confinan el cauce...

Cuando la pendiente del canal y el tamaño de las partículas sedimentarias dominantes decrecen, se produce generalmente un incremento en la sinuosidad.

En la figura 2.9 se muestra en planta la sinuosidad característica de los distintos tipos de ríos de Rosgen. Los valores de esta sinuosidad se acompañan en las claves de clasificación (figuras 2.13 y 3.14). Como se puede observar, excepto en tipologías determinadas como la “A” o la “E”, los valores no son determinantes en la clasificación.

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Figura 2.9. Pendiente longitudinal y aspecto en sección y planta de diferentes tipos de ríos.

2.3.2.4. Materiales del canal

El lecho fluvial y los materiales de las márgenes condicionan la forma de la sección transversal, la vista en planta y el perfil longitudinal de los ríos; también determinan el transporte sedimentario y proporcionan resistencia a los esfuerzos hidráulicos.

Una valoración de la naturaleza y la distribución de materiales que forman el cauce es fundamental para la interpretación de las funciones biológicas y la estabilidad de los ríos, de manera que el conocimiento de los materiales de canal es esencial en la clasificación.

Para los propósitos de clasificación, los materiales que se investigan son las partículas superficiales que constituyen tanto el lecho como las márgenes situadas dentro del cauce para una situación bankfull.

La figura 2.10 muestra las partículas superficiales que se consideran para la clasificación y cómo debajo suelen existir otras más finas que denominaremos “subsuperficiales”. Las partículas subsuperficiales son indicativas de un rango

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de tamaño de sedimento que es susceptible de ser movilizado cuando el caudal se aproxima o es el correspondiente al Q bankfull.

Figura 2.10. Categorías generales de los materiales de lecho superficial y subsuperficial

Para la medición de las partículas Wolman (1954) desarrolló el sistema de contaje “pebble count”, sistema para la determinación de la distribución de tamaños de las partículas en los materiales del canal.

El método de Wolman fue modificado por Rosgen ajustando la localización del material muestreado a la presencia de estructura riffle-pool o step-pool. Considera que sobre 100 muestras tomadas, un mínimo de 70 muestras deberían ser tomadas en riffles y las 30 restantes en zonas de pool (ver figura 2.11). Además, las partículas deberían ser muestreadas a intervalos sistemáticos a lo largo de una ruta o trayecto predefinido. Para evitar potenciales errores, las partículas escogidas debe ser seleccionadas sin verlas previamente. Un muestreo representativo es esencial, ya que las zonas profundas (pool) contienen

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partículas de sedimento fino mientras que en las zonas riffle, steep y step predominan las partículas más groseras.

Figura 2.11. Procedimiento de muestreo de materiales del cauce, representativo

para un sistema pool-riffle. 2.3.2.5. Pendiente

La pendiente de la superficie del agua tiene una gran importancia en la morfología del canal fluvial, del sedimento, de la hidráulica y de las funciones biológicas. Con un suficiente número de salidas al campo se pueden hacer perfiles longitudinales donde queden indicadas las zonas de riffles, las de rápidos, pools, etc.... Es útil describir las dimensiones de riffle y pool en términos de pendiente media y el tamaño de las partículas que alberga el canal.

La pendiente del agua superficial se determina a lo largo del perfil longitudinal del canal midiendo la diferencia de cotas de la superficie del agua por unidad de longitud de canal, (figura 2.12).

Las medidas de pendiente deberían ser tomadas a través del canal a estudio, tomando tramos de al menos 20 anchuras de canal en longitud lineal o para distancias iguales a 2 longitudes de onda de meandro.

La pendiente de la superficie de agua se debería medir tomando la diferencia de cota entre una morfología de lecho hasta la siguiente morfología del mismo tipo aguas arriba o aguas debajo de la misma.

Los instrumentos que deben usarse para las medidas de cota apropiados deben precisar al menos 0,1 pie = 0,03 m en 100 pies = 30,48 m de distancia. El uso de clinómetros debería ser desaconsejado para medir pendientes, excepto para tramos muy abruptos y poco accesibles, sobre el 10% de pendiente. En tramos fluviales de baja pendiente, los clinómetros tienden a sobreestimar la pendiente

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de la superficie de agua. Los niveles láser son óptimos, ya que una persona es capaz de obtener todos los datos de campo de forma apropiada.

Figura 2.12. Medida de la pendiente de cauce a lo largo de una secuencia riffle/pool.

La pendiente es un criterio muy resolutivo en la clasificación de los tipos de ríos de Rosgen. En la figura 2.9 se han mostrado los perfiles longitudinales de los distintos tipos de ríos y los intervalos de pendiente que les corresponden.

2.4. DESCRIPCIÓN DE LOS PRINCIPALES TIPOS DE RIOS

Las figuras 2.13 y 2.14 son la clave para la clasificación de los tipos de ríos según Rosgen. En ellas aparecen los intervalos de valor de cada variable correspondientes a los distintos tipos de ríos. Son como puede verse un total de 8 tipos principales (serían 9 si consideramos el tipo Aa+ que aparece descrito por Rosgen en su libro de 1996). Considerando la naturaleza de los materiales del cauce (su tamaño) los ocho tipos de ríos se subdividen hasta definir un total de 41 tipos de ríos distintos. A continuación se hace una detallada descripción de los tipos de ríos principales.

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Figura 2.13. Clave de clasificación

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Figura 2.14. Clave de clasificación

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2.4.1. Ríos tipo “Aa+”

Son cursos fluviales con pendiente muy elevada (>10 %) y bien encajados (entrenchment ratio menor de 1.4), con un ratio anchura/profundidad bajo y totalmente confinados, es decir, lateralmente constreñidos. Las formas del lecho son típicamente step-pool con chutes (largos tramos de forma convexa en los que el agua se mueve a gran velocidad), debris flow y cascadas o saltos de agua. La sección transversal del canal es estrecha y profunda.

Este tipo de corriente suele darse en terrenos donde son frecuentes las

avalanchas y los procesos de debris en las vertientes. Son zonas con potentes sedimentos, como tills glaciales, terrazas o morfologías que son controladas estructuralmente o influenciadas por fallas o contactos estructurales. Los caudales circulantes en la situación bankfull son torrenciales.

Los cauces de tipo Aa+ pueden estar asociados tanto con el basamento de la roca (sustrato), como con zonas de potentes sedimentos o de suelos residuales donde el río realiza una profunda incisión. Además de en las cabeceras, estos cauces pueden generarse por un aumento de la energía del río, siempre en una situación de pendiente abrupta, por ejemplo por cambio en el nivel de base del canal principal, o cuando un cauce principal erosiona lateralmente un abanico aluvial, modificando el nivel de base de los barrancos afluentes. 2.4.2. Ríos tipo “A”

Es un tipo de río similar al anterior en términos de formas de relieve y de características del canal, pero las pendientes del cauce varían de un 4 a un 10% y el caudal en estado bankfull circula mediante típicas estructuras step-pool con caídas limpias o pulidas (scour plunges) asociadas. Normalmente un río de tipo A se encuentra en valles de gran pendiente, y tiene un elevado potencial de transporte de materiales y por tanto una baja sedimentación.

Aunque un gran número de corrientes de tipo A se dan en ríos de bajo orden1 en zonas altas de ladera, el orden de los ríos de este tipo puede variar de 1 hasta 5, e incluso mayores. La presencia de troncos de árbol (debris orgánicos) puede jugar un papel importante en la forma de lecho y sobre todo en la estabilidad de canal.

Los tipos de valle asociados a corrientes de tipo A son 1, 3 y 7.

1 Orden de corriente. Nos referimos al orden de corriente aportado por Strahler en 1952, donde la incipiente crenulación de un drenaje en el terreno es de primer orden y la confluencia de dos drenes de primer orden da como resultado uno de segundo orden.

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2.4.3. Ríos tipo “B”

Este tipo de ríos es característico de pendientes moderadas a ligeramente moderadas (2-4%). Son típicos en valles estrechos de laderas controladas estructuralmente que limitan el desarrollo de la llanura de inundación. Muchos son el resultado de la influencia de zonas de límites estructurales, fallas, juntas de estratificación, depósitos de aluvio-coluviones.

Los ríos de tipo B están moderadamente encajados (entrenchment ratio 1.4 a 2.2), la sección transversal de cauce tiene una relación anchura/profundidad mayor de 12, y muestran una sinuosidad superior a 1.2. La morfología de lecho típica corresponde a la presencia de rápidos, con frecuencia influenciados por constricciones de debris y a estrechamientos locales, dando lugar a pozas pulidas y rápidos. Las tasas de erosión de las márgenes son normalmente bajas al igual que los procesos de agradación y degradación de canal.

El espaciado característico entre poza (pool) y poza es de 4 a 5 anchuras de bankfull, disminuyendo esta distancia con el incremento de la pendiente de río. Otro dato morfológico de interés es que la relación anchura de meandro/anchura de bankfull es generalmente baja, lo cual indica una escasa tasa de expansión o divagación lateral de este tipo de ríos.

Los ríos de tipo B se encuentran en valles de tipo 2, 3 y 6. 2.4.4. Ríos tipo “C”

Son ríos generados en valles desarrollados sobre depósitos aluviales, de manera que tienen una llanura de inundación bien desarrollada y ligeramente encajada (entrenchment ratio mayor de 2.2). Son ríos relativamente sinuosos (sinuosidad mayor de 1.2) y poseen pendientes por debajo del 2%. La secuencia longitudinal característica del lecho es la riffle-pool. Los ríos de tipo C se reconocen también por la elevada ratio anchura/profundidad de su canal (W/D>12). La secuencia de riffles y pools enlaza con la geometría de los meandros, de manera que el espaciado riffle-pool es una media de 1.5 veces la longitud de onda del meandro, lo que aproximadamente supone de 5 a 7 anchuras de bankfull.

Las características morfológicas esenciales de los ríos tipo C son la sinuosidad, el bajo relieve del canal, las llanuras de inundación bien desarrolladas y los característicos point-bar en el canal activo. La agradación /degradación y los procesos de divagación lateral suelen ser notablemente activos aunque dependen de la estabilidad de las márgenes, de las condiciones

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de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de flujo como de sedimentos. Los ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente desestabilizados por inestabilidad de las márgenes o por cambios en los flujos de caudal y/o sedimento.

Pueden observarse en valles de tipo 4, 5, 6, 8, 9 y 10. Pueden también encontrarse en valles tipo 3 en zonas de topografía deprimida y baja pendiente. 2.4.5. Ríos tipo “D”

Corresponden a ríos con un sistema de canales múltiples que exhiben un modelo braided o bar-braided con una elevada relación anchura/profundidad (W/D mayor de 40) y una pendiente de canal generalmente similar a la del valle.

Estos canales se encuentran en relieves y valles relacionados con abanicos deposicionales de elevadas pendientes, valles de salida de glaciares, valles montañosos con carga aluvional grosera y también en zonas deltaicas.

Estos ríos tienen tasas de erosión de las márgenes elevadas y, como puede verse en la figura 2.15, la relación entre la anchura de la banda activa de meandros y la anchura del bankfull es muy baja (valores de entre 1 y 2), siendo el valor más bajo de todos los tipos de ríos.

Figura 3.15. Ratio de la anchura de banda de los meandros (anchura de la banda de los meandros activos/anchura bankfull) para los diferentes tipos de ríos. La

banda activa del meandro aparece a trazos en la representación en planta.

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Las características de los canales múltiples se despliegan como series de

barras e islas sin cobertera vegetal que cambian de posición frecuentemente durante los eventos de escorrentía por deshielo y drenajes. Los ajustes en los modelos de canal pueden ser iniciados de forma natural o impuesta por cambios en las condiciones de las formas de relieve que rodean el área de la cuenca de contribución o del sistema de canal existente.

El aporte sedimentario es en la práctica ilimitado y las características del lecho fluvial son el resultado de procesos de convergencia/divergencia del local barrido de barras y de la sedimentación.

La agradación y la divagación son dominantes en los procesos de reajuste de canal en una serie de paisajes completamente diversos que van desde el desierto a las llanuras glaciares de lavado. Típicamente, el régimen de escorrentía es intermitente, especialmente en zonas áridas con variaciones extremas en cuanto al régimen anual de caudales, lo cual genera una gran cantidad de sedimentos. El modelo de canal braided se puede encontrar desarrollándose en materiales groseros situados en valles de pendientes moderadamente abruptas hacia valles más anchos y planos o en valles de bajo gradiente que contengan materiales finos. Así pues, las corrientes de tipo D se desarrollan en valles de tipo 3, 5, 8, 9, 10 y 11. 2.4.6. Ríos tipo “DA” (ríos anastomosados)

Los tipos de río DA se componen por un sistema de canales múltiples en los que el agua circula a baja velocidad. La anchura bankfull para cada canal individual es muy variable. Las pendientes de los canales son muy suaves y normalmente se sitúan entre valores de 0 a 0,0001 (Smith, 1986).

Las orillas están constituidas por materiales de tipo granular fino-cohesivo, que tienen una densa vegetación que las hace muy estables; como consecuencia, la divagación de los canales es muy baja.

En relación con los ríos de tipo “D”, los ríos tipo “DA” se consideran como sistemas estables compuestos por canales múltiples.

La proporción W/D del canal y las sinuosidades podrían variar en este tipo de ríos desde valores muy bajos a valores elevados. La morfología de valle relacionada se ve como asociada a una gran serie de ambientes con características de humedad y pendiente suave desarrolladas en depósitos de tipo lacustre, deltas fluviales y depósitos aluviales de tipo granular fino.

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Los procesos geológicos responsables del desarrollo de los ríos

anastomosados incluyen la subsidencia de cuencas sedimentarias en zonas activas tectónicamente, incrementos del nivel base de los ríos en la salida del valle... En la cuenca del Ebro son ejemplos de estos ríos las características “aguas tuertas” pirenaicas, sobre rellenos de cubetas glaciares.

En cuanto a las formas del lecho, en los ríos de tipo DA predominan las formas riffle-pool similares a las de los ríos de tipo E y C. Las márgenes y las superficies de islas y barras existentes entre los canales individuales se encuentran colonizadas densamente por la vegetación.

Destacar que la carga sedimentaria de estos ríos, en situación de estabilidad, es muy baja.

Los ríos de tipo DA se desarrollan en valles de tipo 10 y 11. 2.4.7. Ríos tipo “E”

Este tipo de ríos se considera, en términos de procesos fluviales y morfológicos, como evolucionado, de manera que representan el punto final de los procesos fluviales en una llanura aluvial.

Los canales de tipo “E” se encuentran ligeramente encajados (ratio entrenchment mayor de 2.2), tienen una muy baja relación anchura/profundidad (ratio W/D menor de 12) y elevados valores de sinuosidad (mayor de 1.5). Son los que mayor anchura de banda activa o de desplazamiento de meandros tienen en relación a la anchura de bankfull (valores entre 20 y 40, ver figura 2.15).

La morfología característica de lecho para estos ríos es predominantemente una serie de riffle-pool; el número de pools que se generan por unidad de distancia de canal es muy elevado en comparación con otros tipos de ríos que tienen esta morfología de lecho (ríos C, D A y F).

Generalmente los ríos de tipo “E” se dan en valles aluviales que muestran escasas elevaciones de relieve y en paisajes que van desde praderas alpinas hasta llanuras costeras.

Los ríos de tipo “E” se consideran altamente estables ya que poseen llanuras de inundación muy desarrolladas y relaciones W/D bajas para los canales; no obstante, son sensibles a perturbaciones y pueden dar procesos de reajuste rápidos y convertirse en otros tipos de ríos en periodos relativamente cortos.

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Los ríos de tipo E se desarrollan en tipos de valle 8, 10 y 11.

2.4.8. Ríos tipo “F”

Los ríos de tipos “F” son los que tradicionalmente los geomorfologos denominan “meandriforme-encajados”. Estos cursos fluviales tienen, en situación bankfull, una relación anchura/profundidad elevada (ratio W/D mayor de 12) y un notable encajamiento (ratio menor de 1,4). Las formas del lecho fluvial son la típicas secuencias riffle-pool.

Estos ríos dan funcionalidad a la llanura de inundación y con sus desplazamientos tienden a aumentar la anchura del valle aluvial. En ocasiones pueden llegar a incidir profundamente en los valles de escaso relieve, incluso conteniendo roca consolidada, pero especialmente si se trata de materiales erosionables.

En ocasiones los ríos tipo “F” pueden presentar elevadas tasas de erosión en sus márgenes, con importante divagación, dando lugar a sedimentos de barra. Simultáneamente mientras se produce una agradación acelerada de los canales, la erosión proporciona un gran aporte de material.

Se dan en valles de escaso relieve de tipo 3, 4, 5, 6, 8, 9 y 10. 2.4.9. Ríos tipo “G”

Los ríos de tipo “G”, también denominados “gully” son encajados (entrenchment menor de 1.4), estrechos y profundos (ratio W/D menor de 12) y con morfologías de lecho fluvial de tipo step-pool. Las pendientes de canal son generalmente abruptas con valores entre 2 y 3,9%, los de mayor pendiente después de los de tipo A.

Se encuentran en diferentes tipos de terrenos, pero especialmente se ubican en abanicos aluviales, conos de debris-flow, en cuyas cabeceras se encuentran profundamente incididos. Los ríos de tipo G tienen una elevadísima tasa de erosión de márgenes y por ello un elevado aporte sedimentario; sólo cuando inciden sobre sustrato rocoso o sobre grandes bloques, la erosión es notablemente inferior. Se dan en valles fluviales de tipo 1, 3, 5, 6, 7, 8, 10 y también en valles de tipo 2, 6, 8, 10 bajo condiciones de inestabilidad o desequilibrio impuestas por cambios en la cuenca y/o por impactos directos sobre el canal.

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2.5. DESCRIPCIÓN DE LOS PRINCIPALES TIPOS DE VALLES Y LOS RIOS RELACIONADOS

Los procesos erosivos y deposicionales que generan las distintas formas de valles están correlacionadas con la tipologías de ríos antes descrita. Por ello, la identificación de los tipos de valle pueden proporcionar las bases para una identificación inicial de los tipos de río. A continuación se describen diferentes morfologías de valle y los tipos de ríos que les son característicos. 2.5.1. Valle fluvial de tipo 1

Tiene forma de “V”, es claramente confinado y normalmente controlado estructuralmente y/o asociado a fallas (figura 2.16). Los relieves son elevados y las pendientes de fondo de valle superan el 2%; son morfologías muy pendientes, frecuentes en terrenos de procedencia glaciar. Los materiales que forman estos valles fluviales varían desde afloramiento del sustrato hasta suelos residuales (como coluviones, deslizamientos, depósitos de till glacial y otros materiales). Comúnmente los tipos de río que se asocian a este tipo de valles son los tipos A y G, es decir, típicamente canales con morfologías de lecho de tipo step-pool, con pendientes de canal abruptas.

Los procesos erosivos de canal varían desde muy bajos y estables (rocas duras) hasta muy erosionables, dando lugar a torrentes, debris y avalanchas. Los ríos de tipo A, en determinadas zonas, son los denominados “corredores de aludes”.

Figura 2.16. Valles tipo 1 Figura 2.17. Valles tipo 2

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2.5.2. Valle fluvial de tipo 2

Se dan en relieves moderados, relativamente estables, con pendientes de ladera moderada y pendientes del fondo del valle inferiores al 4% (figura 2.17). Los materiales más frecuentes son aluviones y coluviones.

El tipo de río más frecuente en este tipo de valles es el “B”, que generalmente es estable y cuenta con escaso aporte sedimentario, aunque con morfologías de lecho descritas como rápidos. Menos común es todavía el tipo de río G observado generalmente en condiciones de desequilibrio. 2.5.3. Valle fluvial de tipo 3

Son valles caracterizados por la presencia de potentes depósitos detríticos actuales (abanicos aluviales y coluviones), mientras las pendientes del fondo del valle son moderadamente abruptas, mayores del 2% (figura 2.18).

Los tipos de río característicos en estos valles son los A, B, G y D. Los ríos de tipo B se dan con frecuencia en abanicos aluviales estables donde la vegetación de ribera está bien desarrollada. Por el contrario los ríos de tipo G predominan en abanicos aluviales activos, donde la vegetación está en fase de colonización y la carga de fondo de los cauces es importante.

Figura 2.18. Valles tipo 3 Figura 2.19. Valles tipo 4

2.5.4. Valle fluvial de tipo 4

Este tipo de valle se caracteriza por presentar un cauce fluvial meandriforme encajado o profundamente incidido, con presencia de formas de relieve confinadas como son cañones, gargantas y estrechos. La pendiente del fondo del valle no suele exceder del 2% (figura 2.19). Los valles de tipo 4 se encuentran

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controlados estructuralmente y se encajan en materiales de fácil incisión (kársticos, por ejemplo). Estos tipos de río también están asociados con levantamientos tectónicos de estos valles.

Los ríos más frecuentemente asociados son los de tipo F (donde la anchura del valle se acomoda al canal y su llanura de inundación) y los de tipo C. Dependiendo de los materiales existentes en las márgenes del río, el aporte sedimentario será de moderado a alto. 2.5.5. Valle fluvial de tipo 5

Los valles de tipo 5 son el producto de un proceso de erosión glacial donde el resultado es un canal ancho en forma de U con la pendiente de fondo de valle generalmente inferior al 4% (figura 2.20).

Los materiales predominantes son los de tipo morrénico, mezclados con otros aluviones mas recientes. Las formas de relieve incluyen morrenas laterales y terminales, terrazas aluviales y llanuras de inundación. Los tipos fluviales que se encuentran normalmente en este tipo de valles son C, D y G.

Figura 2.20. Valles tipo 5 2.5.6. Valle fluvial de tipo 6

Estos valles se conocen por el nombre de valles de falla o fractura. Están controlados por factores estructurales y en sus laderas predominan los coluviones. La pendiente del fondo de valle es moderada, inferior al 4% (figura 2.21). En tramos de estos valles pueden existir zonas de abundantes depósitos

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aluviales ó aluvio-coluviales, pero en general los valles tienen siempre un confinamiento lateral estructural, y el aporte sedimentario suele ser escaso.

Los tipos de río mas frecuentes para este tipo de valles son el B y raramente

los de tipo C y F (sobre todo en zonas de valle ancho y plano). Bajo condiciones de desequilibrio, también se llegan a observarse ríos de tipo G.

Figura 2.21. Valles tipo 6 2.5.7. Valle fluvial de tipo 7

Estos valles se caracterizan por formas de relieve abruptas a moderadas, con laderas fuertemente disectadas por una densa red de drenaje y con un aporte de sedimentos muy elevado (figura 2.22). Se encuentran profundamente incididos tanto en materiales coluviales y aluvionales como en suelos residuales. Este tipo de valle se puede observar en una gran variedad de zonas y dan lugar a parajes singulares como los badlands.

Los tipos de ríos más frecuentes en estos valles son los A y G, los cuales se

componen de canales con gradientes de pendiente moderados, encajados, confinados e inestables debido a los procesos acrecionales tanto verticales como laterales.

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Figura 2.22. Valles tipo 7 2.5.8. Valle fluvial de tipo 8

Son fácilmente identificables por la presencia de terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario (figura 2.23).

Las terrazas glaciares también pueden darse en este tipo de valles pero descansan a mayores alturas sobre el río actual que las terrazas del Holoceno.

Los ríos de tipo C y E, con un encajamiento ligero, canales meandriformes con formas de lecho riffle-pool, son los más frecuentes en estos valles. Los ríos de tipo D, F,y G también pueden ser posibles en estos valles, según la zonas y las caracteristicas de la ribera.

Figura 2.23. Valles tipo 8

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2.5.9. Valle fluvial de tipo 9

Estos tipos de valle se dan en llanura de fusión glacial y/o en dunas donde los suelos se derivan de depósitos de tipo glacial, aluvial y/o eólico. Debido a la naturaleza de los depósitos, el aporte sedimentario es elevado y normalmente se desarrollan tipos de río C y D asociados a grandes tasas de divagación (figura 2.24).

Figura 2.24. Valles tipo 9 2.5.10. Valle fluvial de tipo 10

Son valles anchos de relieves suaves y formados en materiales de tipo aluvial, tanto por procesos de sedimentación fluvial como lacustre (figura 2.25). Los suelos son mayoritariamente aluviales mientras que, menos comúnmente, también podrían darse suelos de sedimentación eólica.

Las formas de relieve comúnmente observadas son llanuras de influencia marina, extensas llanuras lacustres y/o llanos aluviales que pueden exhibir humedales de gran extensión. Los tipos fluviales C, E y DA son los más observados aunque en muchas ocasiones, donde el río ha sido canalizado o el nivel de base modificado, se pueden observar ríos de tipo G y F.

Figura 2.25. Valles tipo 10

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2.5.11. Valle fluvial de tipo 11

Es el único valle definido caracterizado por situarse en grandes deltas fluviales y/o llanuras mareales. Los materiales que se encuentran son aluviones de origen fluvial y depósitos de estuario. Estos valles o zonas deltaicas son frecuentemente zonas pantanosas, saladas o de agua dulce.

Existen morfológicamente 4 tipos de formaciones deltaicas diferentes,

descritas inicialmente por Fischer et al. en 1969, las cuales producen diversos tipos fluviales o modelos fluviales que incluyen alargados, lobulados, con dominancia de oleaje y con dominancia de la marea. Los dos primeros son constructivos y los otros dos destructivos.

Además de las formas de relieve deltaicas se presentan como representativas grandes extensiones de humedales y sedimentos cohesivos con múltiples canales estables, típicos del tipo de río DA (ríos anastomosados).

Los tipos de ríos encontrados en zonas de deltas son principalmente los canales de distribución de tipo DA o canales múltiples propios de ríos de tipo D, con ocasionales ríos de tipo C y E. El tipo de río DA es el más común para este tipo de valles.

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3 Aplicación de los criterios de clasificación

de Rosgen al río Gállego

3.1. METODOLOGÍA DE APLICACIÓN A la hora de establecer una metodología de trabajo en sistemas fluviales es

preciso tener en cuenta en primer lugar algunas premisas y dificultades que derivan de la enorme complejidad y diversidad de los cursos de agua (Ollero, 2000, 2002), lo cual implica,

-que son difíciles de abordar metodológicamente, especialmente en el campo,

-que para clasificarlos y caracterizarlos es necesario siempre un proceso de simplificación que hará que nunca estemos del todo satisfechos con nuestro análisis y nivel de detalle,

-que, por tanto, es fundamental la elección previa de una escala o escalas de trabajo,

-que habremos de ajustar los métodos a las características y objetivos del trabajo (área de estudio, presupuesto, experiencia, equipamiento técnico...)

El éxito de la clasificación de Rosgen, aplicada en numerosos sistemas fluviales de todo el mundo, estriba precisamente en su adaptabilidad a cualquier curso de agua, pero también hay que tener en cuenta que no es una clasificación perfecta, fundamentalmente porque presenta dudas para algunos tipos de cauces y no soluciona las situaciones de transición entre tramos homogéneos, por lo que obliga a romper la continuidad del sistema. Por experiencia podemos asegurar que estos problemas aparecen en cualquier clasificación que queramos aplicar, incluso si la creamos nosotros mismos para un trabajo específico (Ollero, 2000). Pero también consideramos que la de Rosgen, como cualquier otra, es preciso adaptarla al área de estudio y a los objetivos del trabajo en curso.

En el presente trabajo, dado que su objetivo final es precisamente demostrar la utilidad de la clasificación de Rosgen para tipificar los cursos de agua de la cuenca del Ebro, se va a tratar de ser fieles al máximo a la clasificación, aplicándola con rigor y dejando para la fase final del trabajo (protocolo) la

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propuesta de modificaciones o adaptaciones. Así pues, para la aplicación estricta de esta clasificación es preciso establecer una metodología que inevitablemente requiere trabajo de campo y obliga a fragmentar los cursos fluviales en sectores homogéneos.

La metodología desarrollada está conformada por cinco procesos que vienen a coincidir con otras tantas fases de trabajo, y será explicada con detalle a continuación:

Fase 1) Aprendizaje de la metodología de Rosgen (1994, 1996), con especial atención a sus parámetros de clasificación, y elaboración de un sistema de trabajo.

Fase 2) Reconocimiento de los cursos fluviales a estudio y subdivisión de los mismos en sectores funcionales (Amoros et Petts, 1993) internamente homogéneos pero diferenciados entre sí por criterios hidro-geomorfológicos (Ollero, 2003)

Fase 3) Obtención en gabinete de los parámetros pendiente y sinuosidad Fase 4) Elección de puntos de muestreo y trabajo de campo Fase 5) Presentación de los resultados

3.1.1. Parámetros de clasificación y sistema de trabajo

La metodología de Rosgen hasta el nivel II emplea 5 grandes parámetros para la clasificación de cursos fluviales: pendiente, sinuosidad, ratio de encajamiento, relación anchura/profundidad y materiales del cauce. Por tanto, el trabajo básico debe encaminarse a caracterizar esos cinco parámetros para el conjunto de la red fluvial a estudio. Es preciso diseñar un sistema de trabajo para la obtención de esos parámetros, tal como se explica a continuación. Puede observarse en la tabla 3.1 que los dos primeros parámetros se pueden obtener en gabinete, pero los tres restantes requieren necesariamente trabajo de campo, en concreto transectos, secciones o perfiles transversales al cauce.

Al tratarse de transectos no son continuos, por lo que cuantos más se realicen mejor dentro de cada tramo o sector funcional. Los valores a emplear en la clasificación pueden ser la media de todos ellos.

Además de estos 5 parámetros imprescindibles para la clasificación de Rosgen, hay otros que aportan información muy interesante con poco esfuerzo adicional, información que en algunos casos puede utilizarse para los niveles superiores de análisis establecidos por Rosgen. Unos y otros datos se integran en una ficha de trabajo que es explicada en el apartado 3.1.4.2.

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Tabla 3.1. Metodología parámetro sistema de trabajo en el caso del Gállego… pendiente Empleo de un Modelo Digital del

Terreno con cotas en el cauce, superponiéndolo al trazado del cauce.

Se ha generado con ArcInfo a partir de un MDT a 20 m aplicado a la planimetría del río procedente del SIG de la CHE. El comando realiza un muestreo sistemático a lo largo de la línea del río e interpola los valores de elevación del MDT en cada punto. Se fijó una distancia entre puntos de 25 m.

sinuosidad Medición sobre cartografía del mayor detalle posible de la longitud del cauce, previa subdivisión en tramos equivalentes a líneas rectas de la red fluvial. El índice de sinuosidad se obtiene en cursos no encajados dividiendo la longitud del cauce entre la del valle, y en los cursos encajados dividiendo longitud del cauce entre longitud de la línea recta del tramo.

Se ha realizado sobre cartografía 1:50.000 a dos niveles de detalle: para cada sector funcional y para cada subtramo limitado por los puntos de corte de las curvas de nivel (equidistancia 20 m) en el cauce. En ambos casos se ha empleado un planímetro digital para medir la longitud del cauce.

ratio de encaja-miento (anchura bankfull / anchura flood-prone)

Trabajo de campo imprescindible. Perfil transversal abarcando el cauce y el llano de inundación. Es preciso obtener previamente la profundidad máxima de bankfull, ya que el flood-prone es el doble de la misma, y a continuación se mide la anchura del flood-prone sobre la topografía transversal.

El mismo procedimiento de campo descrito en el recuadro de la izquierda

anchura/ profundi-dad

Trabajo de campo imprescindible. Medición de anchura del cauce bankfull y de la profundidad media del mismo en cada uno de los puntos de muestreo.

Sobre el transecto cálculo de la profundidad media, que se obtiene dividiendo sección entre anchura bankfull. A continuación se divide anchura entre profundidad media.

materiales cauce

Trabajo de campo imprescindible. Medición del lado mayor o diámetro (o anotación del sustrato rocoso, en su caso) del mayor número de muestras posible tomadas aleatoriamente sobre el cauce bankfull

Medición de 25 muestras tomadas aleatoriamente en el transecto o bien en el perfil longitudinal del cauce bankfull

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3.1.2. Sectores funcionales homogéneos

Dado que el transecto o perfil transversal del cauce es el sistema de trabajo necesario para obtener parámetros básicos en la clasificación como la anchura y profundidad de bankfull y flood-prone, o para el análisis de los materiales del cauce, no queda otro remedio que fragmentar la red fluvial a estudio en tramos, ya que es imposible lograr una medición continua, en la longitud de todo el curso final, de los citados parámetros. Por tanto, se aplicará la clasificación de Rosgen a cada tramo, a partir de lo medido en gabinete y en uno o más transectos de campo.

Este hecho implica que hay que realizar una tramificación previa correcta y precisa, ya que será clave en la aplicación de la clasificación. Desde nuestro punto de vista, las variaciones espaciales significativas en la geomorfología del valle y/o del cauce deben ser las que marquen los límites entre tramos. La clasificación de Rosgen define tipos por su morfología, por lo que está de acuerdo también con nuestra propuesta. Así pues, la tramificación del Gállego y sus afluentes se ha realizado con base en un criterio fundamental: la geomorfología de valle y cauce, es decir, lo que Bravard y Petit (1997) denominan el “estilo fluvial”. Amoros y Petts (1993) proponen el término “sector funcional” en lugar de tramo para suavizar la idea de ruptura del continuo fluvial, ya que dichos sectores se insertan en el sistema influyendo unos en otros sin solución de continuidad en la mayor parte de sus funciones.

La tramificación debe ser previa a la clasificación, ya que debe ser previa al trabajo de campo, puesto que los puntos de muestreo han de elegirse y seleccionarse en función de los tramos o sectores funcionales. Sin embargo, la tramificación requiere en cierta medida una “preclasificación” provisional o una estimación de los tipos esperables. Porque se entiende que cada sector funcional es lo suficientemente diferente de sus vecinos superior e inferior como para que le corresponda un tipo diferente en la clasificación de Rosgen. Si al aplicar de forma definitiva la clasificación resultaran dos sectores consecutivos con el mismo tipo habría que unirlos en un solo sector. Ello no tiene ninguna importancia de cara a los objetivos de la aplicación de la clasificación, pero nos habrá hecho trabajar más de la cuenta, ya que si hemos fragmentado excesivamente el curso fluvial habremos hecho más mediciones y más trabajo de campo que lo estrictamente necesario.

Para desarrollar una buena tramificación es preciso un meticuloso trabajo con fotografía aérea, recorriendo visualmente el curso fluvial y anotando sobre el mapa todos los cambios claros en el estilo fluvial que puedan constituir límites entre sectores funcionales. Igualmente es conveniente consultar el perfil longitudinal para observar cambios de pendiente significativos. Los embalses

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son tramos en sí mismos y quedarán fuera de clasificación por cuanto no funcionan como cursos fluviales.

La tramificación realizada de acuerdo con los citados criterios y metodología ha dado lugar a 26 sectores homogéneos para el curso del Gállego. En la tabla 3.2 se especifican los sectores funcionales analizados, su estilo fluvial o caracterización geomorfológica básica del valle y del cauce, el tipo correspondiente a la clasificación de Ollero (2000) y el tipo que se les estima en la clasificación de Rosgen antes de aplicarla.

Tabla 3.2. Tramificación y clasificación previa

sector funcional

estilo fluvial clasificación Ollero (2000)

tipo valle Rosgen

previsión Rosgen

Gállego 1 alta montaña, cauce inicial, mal definido, con escalones, progresivamente pierde pendiente y se hace suavemente sinuoso

Poco sinuoso pendiente

1 Aa+

Gállego 2 embalse prácticamente colmatado por lo que se superpone un cauce trenzado

no clasificable

Gállego 3 valle encajado, cauce en escalones prácticamente recto

Recto pendiente

1 A

Gállego 4 embalse no clasificable Gállego 5 valle encajado alternando en V y

paredes verticales, cauce sinuoso Poco sinuoso

encajado 4 A

Gállego 6 embalse no clasificable Gállego 7 valle encajado en V, cauce

sinuoso con algunas barras de sedimentos

Poco sinuoso encajado

4 F

Gállego 8 valle encajado que se abre progresivamente, cauce con meandros

Meandriforme encajado

2 Cb

Gállego 9 cauce trenzado en artesa glaciar, de trazado alterado por antropización

Trenzado de curso bajo

5 D

Gállego 10 cauce meandriforme con barras en valle abierto al pie de morrena frontal

Meandriforme amplio

8 C

Gállego 11 embalse no clasificable Gállego 12 cauce poco sinuoso en valle

semiencajado Poco sinuoso de curso bajo

6 B

Gállego 13 cauce meandriforme con barras en valle más abierto

Meandriforme amplio

8 C

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sector funcional

estilo fluvial clasificación Ollero (2000)

tipo valle Rosgen

previsión Rosgen

Gállego 14 cauce sinuoso en valle semiencajado

Poco sinuoso de curso bajo

6 B

Gállego 15 cauce de meandros poco pronunciados en valle encajado

Meandriforme encajado

2 F

Gállego 16 cauce de meandros de gran amplitud de onda en valle semiencajado

Meandriforme amplio

8 C

Gállego 17 embalse no clasificable Gállego 18 valle encajado en calizas con

amplias curvas, cauce pendiente Meandriforme

encajado 4 F

Gállego 19 fondo de valle encajado en terrazas, cauce meandriforme de menor pendiente

Meandriforme encajado

8 Bc

Gállego 20 cauce poco sinuoso semiencajado en terrazas

Poco sinuoso de curso bajo

8 Bc

Gállego 21 embalse muy colmatado, se está renaturalizando como meandriforme libre

no clasificable

Gállego 22 cauce meandriforme semiencajado en los niveles de terraza

Meandriforme amplio

8 C

Gállego 23 cauce meandriforme con barras de sedimentos y subdivisión en brazos

Meandriforme libre

8 C

Gállego 24 cauce de transición trenzado-meandriforme en valle abierto

Trenzado de curso bajo

8 D

Gállego 25 Cauce meandriforme divagante sobre extenso llano de inundación

Meandriforme libre

8 C

Gállego 26 cauce de transición trenzado-meandriforme alterado y con tramos canalizados

Trenzado de curso bajo

8 C

3.1.3. Pendiente y sinuosidad del cauce

Para la obtención de estos dos parámetros se trabajó en primer lugar en gabinete sobre cartografía topográfica a 1:50.000. Con apoyo en las curvas de nivel, que son las que informan de las cotas de altitud en los puntos en los que cortan el cauce, se ha medido la longitud de cauce entre cotas consecutivas, obteniéndose así con facilidad y continuidad tanto la pendiente como la sinuosidad. La primera se logra dividiendo el desnivel de 20 m entre curvas

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entre la longitud del cauce. La sinuosidad se calcula dividiendo la longitud del cauce entre dos curvas de nivel consecutivas entre la línea recta, siempre que ésta no se salga del valle. Si el valle presenta cambios de dirección hay que quebrar la recta siguiendo los mismos.

Para el tratamiento de la pendiente del cauce se ha probado otra metodología consistente en la generación con ArcInfo a partir de un MDT a 20 m, aplicado a la planimetría del río procedente del SIG de la CHE, aunque este último no se adecua demasiado bien a la resolución del MDT, mucho mayor. El comando realiza un muestreo sistemático a lo largo de la línea del río e interpola los valores de elevación del MDT en cada punto concreto. En este caso se fijó una distancia entre puntos de 25 m. Las Figuras 3.1 y 3.2 representan la variación de la altitud y de la pendiente con respecto a la distancia desde el nacimiento del río.

Figura 3.1. Perfil longitudinal

Río Gállego

Distancia (Km)

0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200

Elev

ació

n (m

)

0

500

1000

1500

2000

2500

45

Figura 3.2 Pendientes parciales

Río Gállego

Distancia (Km)

0 20 40 60 80 100 120 140 160 180 200

Pend

ient

e (m

ilési

mas

)

0

200

400

600

800

3.1.4. Trabajo de campo

El trabajo de campo en cursos fluviales es enormemente complejo y, en general, poco agradecido, ya que se requiere un tiempo considerable para obtener pocos resultados. Además, los datos obtenidos siempre son insuficientes, ya que cada metro de un curso fluvial es diferente del anterior y del siguiente. Así, nunca estaremos del todo satisfechos con la ubicación elegida para nuestras mediciones, y nunca podremos hacer todas las mediciones deseables para la caracterización de un tramo o sector funcional en toda su complejidad.

3.1.4.1. Elección de puntos de muestreo

Lo ideal para caracterizar un sector funcional y para aplicar lo más correctamente posible la clasificación de Rosgen habría sido establecer varios puntos de muestreo o de trabajo de campo en cada uno de los sectores. Sin embargo, por cuestiones presupuestarias y de tiempo no se han podido plantear para el presente trabajo más de 20 puntos de muestreo, por lo que tan sólo se ha

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podido establecer un punto de muestreo por sector funcional, e incluso algún sector ha quedado sin punto de muestreo.

Lo normal es que en trabajos aplicados haya que adaptarse siempre a situaciones similares, por lo que es difícil poder disponer de más de un punto de muestreo por sector funcional, salvo en trabajos que exijan precisamente un gran detalle en un área de estudio muy pequeña. Si sólo se puede trabajar en un punto de muestreo es tan difícil como arriesgado elegirlo, ya que debe ser representativo del sector funcional, de su normalidad o caracteres más generales. Ha de procederse, por tanto, a un meticuloso reconocimiento previo en fotografía aérea de todo el sector funcional, junto a una corroboración de campo, para elegir correctamente el punto. De la correcta elección depende buena parte del éxito del trabajo, por lo que la responsabilidad de la misma debe recaer en la persona o personas de mayor experiencia en el equipo.

Y, además, el punto de muestreo debe ser accesible por las personas que van a realizar las mediciones, tanto en un medio de transporte que las deje, junto con el instrumental necesario, lo más cerca posible del cauce (cuanto más lejos más tiempo y esfuerzo se empleará) como en el acceso físico directo al cauce, que no debería requerir de medios especiales, como por ejemplo técnicas de escalada. Hay que tener en cuenta, además, que si el río es caudaloso es necesario realizar las mediciones desde una embarcación, que habrá que transportar hasta la misma orilla o bien hacerla descender o remontar sobre la propia corriente hídrica. En el Gállego ha sido necesario emplear piragua en 5 puntos de muestreo.

3.1.4.2. La ficha de campo

Para el presente trabajo de aplicación al Gállego de la clasificación de Rosgen se ha diseñado una ficha de campo que reúne tanto parámetros necesarios para definir el tipo correspondiente dentro de dicha clasificación como otros campos de información que consideramos básicos para definir y caracterizar un tramo de la red fluvial. Por otro lado, se ha hecho un esfuerzo para que la ficha sea visualmente unitaria, de manera que se trabaje con facilidad posteriormente a la hora de comparar fichas o realizar tratamientos de datos más globales.

Como se puede observar, la ficha cuenta con cinco grandes apartados: -El sector funcional para el que se realiza, señalado en el ángulo superior

derecho, definido por el nombre del río y el número de sector contado desde el nacimiento u origen del sistema fluvial.

-Una columna izquierda destinada a la caracterización del sector funcional, cuya información se completa en gabinete desde cartografía y fotointerpretación.

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-Una columna derecha dedicada al punto de muestreo representativo en el que se han realizado las mediciones de campo.

-La fecha de toma de datos en el campo, para la que se especifica el día exacto, lo cual puede ser interesante, por ejemplo, para consultar los caudales registrados en estaciones de aforo en la misma fecha.

-Por último, el tipo resultante de acuerdo con la clasificación de Rosgen, ubicado en el extremo inferior derecho de la ficha.

En la caracterización del sector funcional se incluyen los siguientes campos, distribuidos en tres grandes bloques. El primer bloque reúne informaciones básicas para las que es preciso aportar los datos del inicio del sector y del final del sector. Ello es fundamental para observar e interpretar las diferencias entre sectores y el incremento o decremento de algunas variables en función del progresivo descenso del curso fluvial y del correspondiente aumento de la superficie de cuenca.

Latitud, longitud y altitud, es decir, coordenadas (UTM) fundamentales del punto de inicio y del punto final de cada sector.

Distancia desde nacimiento (km), que señala la longitud total del curso fluvial hasta el tramo.

Superficie de cuenca en km2, que ha sido medida sobre cartografía topográfica con un planímetro digital y confirmada con un modelo digital del terreno y otros datos preexistentes (C.H.E., bibliografía, anuarios hidrológicos...).

A continuación se desarrolla un bloque de parámetros que se aplican al conjunto del sector. Son, por tanto, valores totales o medios.

Geología, breve referencia a las formaciones atravesadas por el curso fluvial en el sector funcional.

Relación del cauce con el acuífero, breve referencia a los caracteres del acuífero relacionado con el curso fluvial y a la conexión entre ambos.

Longitud del cauce (km): medida con curvímetro digital sobre cartografía 1:50.000.

Pendiente del cauce (m/m), valor medio obtenido de dividir el desnivel del cauce en el sector entre su longitud.

Índice de sinuosidad, que en los cursos no encajados se obtiene dividiendo la longitud del cauce entre la del valle, mientras en los cursos encajados se ha obtenido dividiendo la longitud del cauce entre la longitud de una línea recta ideal que sólo se quiebra en puntos de cambio de dirección estructural del valle.

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El tercer bloque es descriptivo de los principales caracteres del valle y del cauce:

Tipo de valle, para el que se ha aplicado la propia clasificación de valles desarrollada por Rosgen en 11 tipos. Se comentan también algunos caracteres litológicos y geomorfológicos relevantes.

Tipo de cauce: se han simplificado de forma básica en tipos habituales como poco sinuoso, meandriforme, meandriforme libre, meandriforme con barras, transición al trenzado, trenzado.

Anomalías en valle y en cauce: se anotan en este apartado, si las hay, referencias a los subtramos que no responden al estilo general del sector, sino que presentan caracteres diferentes provocados por afloramientos litológicos, fracturas, rupturas de pendiente, llegadas de afluentes, situaciones de transición hacia otros sectores, impactos que alteran la morfología del cauce (presas, defensas, extracciones de áridos…), etc.

Perfil longitudinal: que se ha llevado a cabo a partir de los datos de altitud, distancia y pendiente (tabla Excel), exagerando gráficamente la escala vertical.

Los campos correspondientes al punto de muestreo representativo se refieren fundamentalmente a la morfología del cauce, a su competencia geomorfológica y a su dinámica, y son los siguientes:

Latitud, longitud y altitud: coordenadas de localización exacta del punto de muestro, obtenidas con GPS y ratificadas en cartografía topográfica.

Estructura longitudinal: las secuencias más habituales son sucesiones de escalones o cascadas y pozas (step-pool), o bien de rápidos y remansos (riffle-pool). Puede ser también muy irregular y, por tanto, difícil de calificar, o bien encontrarnos un cauce muy homogéneo, sin alternancias.

Pendiente local (en m/m): se mide sobre la lámina de agua del curso fluvial y se obtiene a partir de una medida de desnivel de cota a 25 m aguas arriba y otra a 25 m aguas abajo respecto del punto de muestreo. En cursos con curvas en los que no son visibles esos puntos a 25 m de distancia se ha procedido a medir el desnivel entre distancias más cortas. En cauces con escalones o rápidos irregulares se ha medido el desnivel entre distancias mayores de 25 m para obtener un dato de pendiente más fiable y representativo del tramo.

Anchura y profundidad en bankfull (en m): son las dimensiones básicas del cauce y se obtienen realizando un transecto o perfil transversal en el punto de muestreo, transecto que constituye la parte más laboriosa del trabajo de campo. Dependiendo de las características del fondo del lecho se han realizado medidas topográficas en intervalos fijos (cada metro,

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por ejemplo) o bien de forma concreta en cambios bruscos de pendiente o para marcar la ubicación de grandes bloques. Generalmente se han combinado las dos posibilidades a lo largo del mismo transecto. El bankfull, bien marcado generalmente por un cambio en la pendiente de cada orilla, ha sido modelado o labrado por las crecidas más frecuentes del sistema fluvial. La determinación del bankfull ha sido problemática en algunos casos, pero se han seguido los criterios y métodos recogidos en la literatura internacional o por el propio Rosgen, como la observación de la antigüedad de los sedimentos depositados o la presencia de vegetación permanente, además de los cambios en la pendiente. En suma, se ha medido la anchura en bankfull que registra el transecto de muestreo y la profundidad, en este caso tanto la media como la máxima.

Anchura/profundidad: es un índice clásico en la morfometría fluvial, con un valor comparativo y de indicador de la estructura transversal del cauce. Se ha optado por aplicar la profundidad media, que se obtiene dividiendo la sección entre la anchura en bankfull. Esta ratio es indicadora de la energía del cauce, de la capacidad de mover sedimentos y, en cierta medida, del grado de inestabilidad lateral o vertical del cauce, pero no indica la asimetría de la sección.

Anchura en flood-prone (en m): viene a representar el nivel de las crecidas extraordinarias y es estimado por Rosgen (1996) como el doble de la profundidad máxima del bankfull. Es preciso calcular su anchura –que en algunos casos puede coincidir con la totalidad del llano de inundación– en el mismo transecto, de cara a la obtención de la ratio de encajamiento. Schmitt (2001) sólo usa el método de Rosgen cuando el perfil del cauce es en V. Cuando el fondo del valle es aluvial calcula su anchura en el mapa topográfico 1:25.000.

Ratio de encajamiento: indicador de la estructura cauce-ribera, de fácil obtención: la anchura en flood-prone entre la anchura en bankfull. Es la relación del cauce con su valle, el grado en el que el primero está encajado o incidido en el segundo (Kellerhalls et al., 1976: Rosgen, 1996), por lo que indica las posibilidades de desplazamientos laterales del cauce menor en el fondo del valle (Schmitt, 2001). Según los valores de ratio de encajamiento, Rosgen (1996) distingue 3 tipos de cauce: muy encajado (1 a 1,4), moderadamente encajado (1,41 a 2,2) y débilmente encajado o con llanura de inundación bien desarrollada (>2,2).

Sección bankfull (en m2): medida fundamental de la capacidad de desagüe del cauce y paso previo para la estimación del caudal.

Radio hidráulico: valor necesario para la aplicación de la fórmula de Manning, se obtiene dividiendo la sección entre el perímetro de mojado

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(siempre en bankfull). Dicho perímetro se ha obtenido en cada caso desde el dibujo de la sección transversal.

Mapa de localización reducido del sector funcional en el contexto del río. Sección transversal: se incluye reducido y simplificado el transecto

realizado, que aparecerá a mayor tamaño en anexo. La margen izquierda se representa a la izquierda de la imagen.

Imagen del punto de muestreo: Rosgen suele desarrollar un dibujo a mano alzada, no a escala, del punto de muestreo y su contexto, con especial referencia a la morfología del cauce y del corredor ribereño. En nuestro caso hemos optado por ubicar en este campo una fotografía o montaje fotográfico del punto de muestreo en su contexto local.

Sustrato: comentario sencillo de los materiales aflorantes en la sección transversal, en referencia directa al perímetro mojado.

Zona hiporreica: comentario sobre los materiales que aparecen debajo del sustrato, en una segunda capa de sedimentos, o bien se confirma la persistencia en profundidad de los caracteres del sustrato.

Caudal bankfull: indicador hidrológico fundamental (Williams, 1978) que resume el funcionamiento del sistema y el grado de peligrosidad del mismo. Es considerado el caudal “morfogénico” por excelencia, es decir, el caudal que forma el cauce y el capaz de transportar más material (Schumm, 1977). Se ha obtenido mediante la fórmula de Manning: Q = A [(R2/3

S1/2) / n], siendo A el área de la sección (m2), R el radio hidráulico (m), S la pendiente local del cauce (m/m) y n el coeficiente de rugosidad. Este último se ha obtenido en el presente trabajo estimándolo con ayuda de las tablas de Cowan a partir de la observación directa en el punto de muestreo.

Fuerza de tracción: parámetro sencillo e independiente del caudal que informa de la energía potencial del sistema fluvial y se obtiene (newtons/m2) a partir de la fórmula τ = ρ g Rh S, siendo ρ la masa volumétrica del agua (1.000 kg/m3), g la aceleración de la gravedad (9,8 m/s2), Rh el radio hidráulico y S la pendiente local (m/m).

Potencia específica en bankfull, que se obtiene (en watios/m2) de acuerdo con la siguiente fórmula: ς = ρ g Qb S / w, siendo ρ la masa volumétrica del agua (1.000 kg/m3), g la aceleración de la gravedad (9,8 m/s2), Qb el caudal bankfull (m3/s), S la pendiente local (m/m) de la lámina de agua y w la anchura bankfull (m). Es un indicador del equilibrio del cauce y de su competencia, permitiendo comparar la energía de cauces de tamaños diferentes (Ferguson, 1981; Gilvear et Bravard, 1993; Petit, 1995). Schmitt (2001) recoge varias clasificaciones según los resultados

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obtenidos. Nanson & Crooke (1992) diferencian tres grandes tipos de llanuras de inundación en función de la potencia específica: de gran energía (> 300 w/m2) en llanos encajados, de energía media (de 10 a 300 w/m2) en llanos de notable acreción lateral con cursos meandriformes o trenzados, de poca energía (< 10 w/m2) en llanuras de inundación cohesivas (arcillas, limos), asociadas a un cauce lateralmente estable o a cauces anastomosados. Brookes et al. (1983) establecen el umbral de 35 w/m2, por debajo del cual un cauce canalizado no es física y naturalmente reversible. Hay que tener en cuenta que en nuestro caso el caudal empleado en la fórmula no es el medio, sino el obtenido a partir de la fórmula de Manning como caudal bankfull. Así pues, hemos obtenido la potencia específica en momentos de aguas altas o crecidas, por lo que los valores son más altos y no son aplicables las clasificaciones de Nanson & Croke (1992) y Brookes et al. (1983).

Centilo: se trata de la longitud del lado mayor del bloque de mayor tamaño encontrado en el cauce que haya sido transportado por el río (con síntomas de rodamiento, por tanto) y constituye un indicador de la competencia o energía de la corriente fluvial.

Granulometría: Clasificación de los materiales del lecho en dos grandes posibilidades: sustrato rocoso (bedrock) o sustrato aluvial, y en el segundo caso en varios grupos en función del tamaño y siguiendo la taxonomía anglosajona (Wolman, 1954): bloques (boulders, más de 25 cm de lado mayor, por lo que englobamos tanto los grandes como los pequeños, tal como los agrupa Rosgen), cantos (cobble, de 6 a 25 cm), gravas (gravel, de 2 mm a 6 cm), arenas (sand, de 0,062 mm a 2 mm) y finos (silt/clay, menos de 0,062 mm). Para ello se han muestreado aleatoriamente 25 observaciones en la transversal del punto de muestreo y se obtienen los porcentajes de cada uno de los grupos. El grupo dominante será un dato clave a introducir en la clasificación de Rosgen. Si el sustrato es exclusivamente aluvial, no aflorando la roca, Rosgen aconseja que se tome como característico el valor del D50, es decir, del diámetro de la muestra de tamaño medio. En nuestro caso, al realizar 25 observaciones, será el tamaño de la muestra 13, una vez ordenadas de mayor a menor. Sólo se toman muestras por debajo del nivel de bankfull. Si el cauce bankfull cuenta con más de 12 m de anchura se lanza la cinta métrica transversalmente al cauce y se mide una muestra cada 50 cm. Si el cauce bankfull es estrecho se toman las muestras en el perfil longitudinal, colocando la cinta métrica y midiendo una muestra cada 50 ó 100 cm. En este segundo caso hay que tratar de no medir ni muy cerca de las orillas ni sobre el talweg o línea de máxima profundidad, sino buscar una posición intermedia.

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Dinámica vertical, que puede resolverse en tres posibilidades: incisión más o menos intensa, acreción o elevación del cauce por procesos sedimentarios, o bien estabilidad y, por tanto, ausencia de dinámica. Sería observable tras un lapso de tiempo, por ejemplo en puentes, donde conviene establecer algún tipo de marcaje de cara a futuras observaciones. También puede estimarse observando las orillas por debajo de bankfull, ayudando generalmente la vegetación (las raíces al descubierto son síntoma de incisión, mientras plantas semienterradas por sedimentos hablan de un proceso reciente de acreción). Si se observa una correcta distribución en las secuencias longitudinales (step-pools, riffle-pools...) y una pendiente local acorde con el perfil longitudinal y con el perfil de equilibrio del tramo, podemos considerar que la dinámica longitudinal-vertical es correcta o relativamente estable. En caso contrario, si observamos en el punto de muestreo irregularidades en la estructura longitudinal o una pendiente local muy diferente de la pendiente del tramo hay que interpretarlo como situación inestable y se entiende que el sistema fluvial está ejerciendo una dinámica en su búsqueda de equilibrio (bien procesos de incisión lineal y retroceso remontante, bien procesos de agradación).

Dinámica lateral: resultado de procesos de erosión y sedimentación en las orillas del cauce, pudiendo desembocar incluso en migraciones y cambios de trazado. En cursos anchos puede evaluarse con facilidad comparando fotografías aéreas verticales de diferentes fechas (método geomorfológico-diacrónico), o bien mapas de distintas fechas. Localmente puede observarse en el campo fijándonos en la antigüedad de los depósitos o en síntomas de erosión reciente. Schmitt (2001) propone un índice de movilidad ponderada = S (3B / 4L), siendo S la longitud de orilla zapada, B la longitud de depósitos y L la longitud del enclave observado. Muy empleado por ecólogos es el índice de movilidad de Pfankuch (Collier, 1992; Gourdin, 1997). En nuestro caso no ha habido posibilidad de aplicar estos índices que hubieran requerido una más prolongada y detenida observación en trabajo de campo.

Observaciones: se anotan, por último, aspectos interesantes para los observadores, como fundamentalmente impactos en el punto de muestreo o sus proximidades, alguna problemática local en el área de muestreo, huellas de crecidas recientes, o bien elementos o procesos que puedan suscitar dudas o futuras consideraciones. También pueden incluirse singularidades conocidas a partir de bibliografía o de experiencia previa de los observadores.

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Figura 3.3. Leyenda empleada en los transectos o secciones transversales

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3.1.4.3. Anexos a la ficha

En el dossier de cada uno de los sectores funcionales en los que se ha llevado a cabo muestreo se incluyen varios anexos que por sus dimensiones no podían aparecer en la ficha de trabajo, o bien lo hacen a un tamaño muy reducido:

- Un comentario de texto sobre los caracteres más relevantes del sector funcional y de los datos obtenidos.

- El mapa de localización del sector funcional y del punto de muestreo - El perfil longitudinal a mayor tamaño que el incluido en la ficha - Una tabla de datos con las mediciones topográficas del transecto,

empleadas en el trazado del mismo. - El transecto o sección transversal en tamaño DIN A4, elaborado en

Adobe Illustrator, cuya leyenda se presenta en la página anterior. La margen izquierda se representa a la izquierda de la imagen, es decir, el transecto se representa como si se observara desde aguas arriba.

- Foto del punto de muestreo.

3.1.5. Presentación de los resultados

Los resultados del trabajo realizado se presentan en primer lugar de forma global para el conjunto del río y en segundo lugar por tramos o sectores funcionales, ofreciéndose para cada sector el citado dossier o memoria descriptiva.

Hay que recordar que no todos los sectores funcionales se han podido trabajar con punto de muestreo en el presente trabajo, por lo que hay dos niveles de tratamiento, uno completo y otro más simple que incluye únicamente un breve comentario sobre el sector funcional, incluyendo la estimación de su clasficación, y el perfil longitudinal. En tramos embalsados no se ha incluido el perfil.

En el planteamiento global se aporta una síntesis clasificatoria y de funcionamiento del Gállego acompañada de un mapa de la red fluvial en la que se representa la clasificación obtenida. 3.2. RESULTADOS

Como se ha señalado anteriormente, se ofrecen los resultados para cada uno de los sectores funcionales del curso del Gállego a dos niveles de detalle en función de si se ha podido realizar o no trabajo de campo sobre puntos de

55

muestreo. Los sectores en los que sí se han realizado todas las mediciones y, por tanto, en los que se cuenta con todos los criterios, han podido ser clasificados de forma definitiva y son los siguientes:

Tabla 3.3. Valores de los principales parámetros necesarios para la clasificación de Rosgen

Sector funcional

Pendiente Sinuosidad Ratio en-cajamiento

Anchura / profundidad

Material dominante

Tipo Rosgen

Gállego 1 0,1037 1,047 2,55 11,67 bloques A2a+ Gállego 3 0,0895 1,014 1,442 23,66 bloques A2 Gállego 7 0,0301 1,086 1,121 46,15 bloques F2b Gállego 8 0,0229 1,313 1,318 49,11 cantos F3b Gállego 9 0,0160 1,220 4,319 47,92 cantos D3 Gállego 12 0,0041 1,144 2,377 25,69 bloques C2 Gállego 13 0,0031 1,362 3,141 27,25 bloques C2 Gállego 14 0,0059 1,204 1,287 11,32 cantos G3c Gállego 16 0,0023 1,452 1,361 63,84 bloques F2 Gállego 18 0,0076 1,447 1,220 40,34 bloques F2 Gállego 19 0,0033 1,218 1,106 23,05 cantos F3 Gállego 20 0,0018 1,028 1,512 43,12 cantos B3c Gállego 24 0,0028 1,232 3,477 30,24 cantos C3 Gállego 25 0,0021 1,555 1,479 33,54 cantos B3c A.Limpias 3 0,0359 1,060 1,787 13,92 bloques B2a Aurín 3 0,0262 1,047 2,834 123,52 cantos D3b

Se observa que los 16 sectores muestreados pertenecen a 12 tipos diferentes de Rosgen, lo cual señala una amplia diversidad en el sistema fluvial estudiado. La aplicación de la clasificación ha sido clara en la mayor parte de los casos, pero en algunos ha sido necesario discriminar uno de los criterios para poder lograr el tipo. En esa discriminación se han tenido en cuenta las propias instrucciones de Rosgen.

Los resultados obtenidos son valorados como correctos y en su mayor parte esperables. Hay un problema metodológico difícil de solventar, ya que así como pendiente y sinuosidad se obtienen como valores medios de cada sector funcional, los otros tres parámetros clasificatorios se obtienen en el punto de muestreo de campo y, como ya se ha señalado, la elección de ese punto de muestreo es clave, y no siempre resulta del todo representativa. Es imposible, por ejemplo, localizar un punto en el que la pendiente local coincida exactamente con la del sector funcional, y hasta que no se mide dentro del propio cauce la pendiente local no hay manera de conocer el dato que va a salir. Habría que haber realizado múltiples transectos y luego sacar la media o bien

56

seleccionar el más próximo a las condiciones medias del sector funcional. Esta labor es temporal y presupuestariamente inviable, como ya se ha explicado.

Figura 3.4. Mapa de la clasificación de Rosgen en el Gállego (sectores superiores), Aguas Limpias y Aurín.

0 7,5

N

15

kilómetros

A2

A2a+

F2

B3c

F3

F2

F2b

F3b

D3

C2

C2G3c

D3b

B2a

Río Aguas Limpias

Sin clasificarB2a

Río Aurín

Sin clasificarD3b

Río Gállego

Sin clasificarA2A2a+B3cC2C3D3F2F2bF3F3bG3c

Base mapa:CHE. Elaboración propia

57

Figura 3.5. Mapa de la clasificación de Rosgen en los sectores bajos del Gállego.

0 7,5

N

kilómetros

15

B3c

C3

B3c

Río Gállego

Sin clasificarA2A2a+B3cC2C3D3F2F2bF3F3bG3c

Base mapa:CHE. Elaboración propia

58

Hay un caso de dos sectores funcionales consecutivos en los que se ha obtenido el mismo tipo de Rosgen (Gállego 12 y Gállego 13, tipo C2). Ello implica que habría que unir los dos sectores funcionales en uno, puesto que, de acuerdo con Rosgen, son homogéneos y no habría que haberlos diferenciado.

Los datos recogidos en la siguiente tabla demuestran la calidad de las mediciones realizadas, salvo algún caso muy concreto.

Tabla 3.4. Otros valores de referencia e indicadores de la calidad en la toma de datos

Sector funcional

Caudal bankfull

Fuerza de tracción

Potencia específica

Centilo

Gállego 1 4,03 168,88 363,5 34 Gállego 3 11,59 232,40 510,4 35 Gállego 7 8,57 152,54 281,8 115 Gállego 8 34,26 52,08 64,1 200 Gállego 9 38,19 29,73 43,7 53 Gállego 12 52,84 49,75 158,5 72 Gállego 13 56,03 132,76 334,4 135 Gállego 14 73,94 350,51 2594,8 74 Gállego 16 91,15 35,06 51,6 49 Gállego 18 103,55 76,23 159,3 90 Gállego 19 120,72 116,65 296,4 27 Gállego 20 128,80 60,67 100,5 32 Gállego 24 106,10 27,94 51,1 78 Gállego 25 117,68 42,24 76,2 41 A.Limpias 3 15,07 118,99 262,06 109 Aurín 3 39,09 117,39 122,5 62

El caudal bankfull se incrementa progresivamente en líneas generales y es acorde con las dimensiones de la cuenca y con los caudales medios, situándose en unas 4 veces el caudal medio anual, lo cual es también bastante coherente con el concepto de bankfull. Es preciso explicar algunas anomalías. En Gállego 7 se ha obtenido un caudal excesivamente bajo ya que hubo problemas para distinguir en campo marcas del nivel bankfull. Una vez obtenidos los cálculos en gabinete es evidente que se aplicó un nivel excesivamente bajo y que habría que volver al campo para buscar un nivel más alto que aportara un caudal bankfull más lógico, en torno a los 20 ó 25 m3/s. Por otro lado, el caudal bankfull del sector funcional Gállego 9 es un poco más bajo de lo esperado, quizás por la anchura del acuífero aluvial y la circulación de parte de la corriente bajo el lecho

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trenzado. Las mismas causas, junto con la propia derivación de caudales hacia Sotonera y diversas acequias, así como por la regulación en La Peña y Ardisa que ha ido disminuyendo el número y volumen de crecidas, pueden ser responsables del decremento del caudal bankfull aguas debajo de Santa Eulalia, que es donde se registra el valor más alto del parámetro. También las crecidas del Gállego suelen mostrar un decremento de caudal punta desde dicho aforo.

Los valores de fuerza de tracción y potencia específica no muestran ninguna tendencia clara, ya que dependen en gran medida de caracteres locales. Podrían analizarse con más detalle si hubiera posibilidades de emplearlos como indicadores para comprobar la buena ubicación local de cada punto de muestreo. Destaca, por ejemplo, la enorme potencia especifica registrada en Gállego 14, donde se ha medido en un punto de más pendiente (notablemente), menor anchura y mayor profundidad que los valores medios de su sector funcional.

El parámetro centilo no ha resultado útil, ya que depende también de factores externos como aportes laterales (barrancos, afluentes). Por otro lado, al tratarse de una observación visual puntual, puede haber casos camuflados o próximos no vistos que aumentaran el valor. Lo lógico habría sido un decremento de tamaños aguas abajo, pero con una sola muestra, aunque sea la mayor observada, es muy difícil obtener un resultado coherente. Es un parámetro que podría ser obviado de cara al protocolo.

En conclusión, el Gállego se ha comportado, una vez aplicada la clasificación, como un río complejo y variado, que cambia continuamente de estilo fluvial. Presenta la tendencia general de todos los ríos a evolucionar desde tipos de montaña (Aa+, A) hasta tipos de llanura (Bc, C), pero esa tendencia se ve rota en algunos sectores funcionales a causa del corte transversal de alineaciones montañosas, que provocan incrementos de la pendiente o del encajamiento.

Por otro lado, la gradación granulométrica no es tan clara como podría esperarse, prolongándose aguas abajo la presencia de materiales de buen tamaño. Ello implica herencias de torrencialidad, aunque el papel de los embalses irá reduciéndolas. Está claro que la sucesión de presas es la principal alteración hidromorfológica del Gállego, siendo muy difícil estimar hasta dónde alcanza la influencia de cada una de ellas; al menos la aplicación de la clasificación de Rosgen no ha sido útil en este sentido.

Se procede a continuación a la descripción, aportación de datos obtenidos y clasificación de cada uno de los sectores funcionales.

60

61

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 1: DEL NACIMIENTO A LA COLA DEL EMBALSE DE FORMIGAL

El valle es de tipo 1. Tiene forma de “V”, es claramente confinado y normalmente controlado estructuralmente y/o asociado a fallas (figura 2.16). Los relieves son elevados y las pendientes de fondo de valle superan el 2%; son morfologías muy pendientes, frecuentes en terrenos de procedencia glaciar. Los materiales que forman estos valles fluviales varían desde afloramiento del sustrato hasta suelos residuales (como coluviones, deslizamientos, depósitos de till glacial y otros materiales).

El cauce se clasifica como A2a+. Son cursos fluviales con pendiente muy

elevada (>10 %) y bien encajados (entrenchment ratio menor de 1.4), con un ratio anchura/profundidad bajo y totalmente confinados, es decir, lateralmente constreñidos. Las formas del lecho son típicamente step-pool con chutes (largos tramos de forma convexa en los que el agua se mueve a gran velocidad), debris flow y cascadas o saltos de agua. La sección transversal del canal es estrecha y profunda. Este tipo de corriente suele darse en terrenos donde son frecuentes las avalanchas y los procesos de debris en las vertientes. Son zonas con potentes sedimentos, como tills glaciales, terrazas o morfologías que son controladas estructuralmente o influenciadas por fallas o contactos estructurales. El número 2 del tipo corresponde al predominio de bloques.

El Gállego nace a 2.200 m de altitud en el collado de Canal Roya y es en sus primeros metros una corriente mal definida que desciende con rapidez por terrenos modelados por los hielos cuaternarios, de manera que se suceden los encajamientos y escalones en los resaltes rocosos con cortos fondos de valle más llanos en los que el cauce incipiente dibuja sinuosidades entre los pastos alpinos. Como cualquier curso de alta montaña, su torrencialidad es evidente, siendo capaz de arrastrar grandes bloques a raíz de precipitaciones intensas, aunque también recibe importantes aportes desde las vertientes, incluyendo bloques rocosos que es incapaz de arrastrar, y que se convierten en obstáculos que determinan su propia dinámica fluvial. Es especialmente activa la ladera izquierda, más pendiente, que culmina en la divisoria de aguas coronada por la muga con Francia. En el perfil longitudinal se observan los sucesivos escalones y rellanos, propios de la acción del hielo con el retoque posterior de los procesos fluviales y de vertiente. No obstante, hay que advertir que dicho perfil, construido sobre un M.D.T., inicia el fluir del Gállego en la cota 2.077 m y no en la real (2.200 m).

Pocos metros por encima de alcanzar la carretera del Portalet, a la altura de unas antiguas minas de espatoflúor, el perfil longitudinal de suaviza y el cauce se ensancha, dibujando sinuosidades más marcadas entre los prados que tapizan los depósitos morrénicos. El río, que traía una dirección WSW-ENE, gira

62

bruscamente hacia el SE para discurrir de forma continua próximo a la carretera. Salvo algún corto encajamiento, como el del Corral de las Mulas, en los que el cauce incrementa su pendiente, el valle se muestra amplio, respondiendo a su origen glaciar, aunque no alcanza en ningún momento la característica estampa transversal en U o artesa. Los barrancos del Arrigal (margen izquierda) y de los Campos de Troya (derecha), especialmente el segundo, aportan gran cantidad de sedimentos al Gállego, de manera que provocan un cambio de estilo, originando un cauce trenzado extenso que se mantiene sin solución de continuidad hasta el colmatado embalse que constituye el sector funcional Gállego 2.

La superficie de cuenca se incrementa a lo largo del sector funcional en 31,14 km2. El cauce alcanza una longitud de 6,75 km y una pendiente media ligeramente superior al 10%. El índice de sinuosidad es muy bajo: 1,047.

Sustrato rocoso: pizarras y grauvacas del Devónico medio

Hidrogeología: materiales poco permeables que constituyen el acuitardo general de los acuíferos carbonatados del Devónico

Cauce de reducidas dimensiones con poca capacidad de arrastre de materiales, predomina el aporte lateral de materiales al cauce, con riego de obstrucción por deslizamientos, abundantes coladas de bloques en algunos casos de rocas volcánicas.

Deslizamientos y desprendimientos potencialmente activos. Es una zona deforestada, por lo que apenas existen debris orgánicos. Los afloramientos rocosos en el cauce son poco frecuentes al igual que sucede en las orillas, por la abundancia de coluviones y eluvio-coluviones.

El punto de muestreo representativo se estableció en un subsector de valle relativamente abierto, por lo que la ratio de encajamiento ha alcanzado un valor de 2,55. La pendiente local es del 4,6%, inferior a la media del sector, pero en la secuencia longitudinal se combina la sucesión de riffles-pools con la de steps-pools.

La anchura en bankfull es pequeña, 5,02 m, como corresponde a una cabecera. En los materiales abundan los coluviones caídos sobre el cauce, y en el muestreo realizado sobre el material aluvial dominan con claridad los elementos de tamaño bloque. Resulta curiosa la escasez de cantos frente a la relativa abundancia de gravas. Sin duda se debe a la presencia de dos dinámcas superpuestas, una de mayor torrencialidad activada por las crecidas y otra más frecuente movilizada en aguas altas. El Gállego inicial no tiene aún una capacidad clara de clasificación de los materiales que transporta. Hay huellas evidentes y continuas de procesos de erosión tanto lateral como en el fondo del

63

lecho, que marcan una tendencia hacia la regularización longitudinal, tendencia dificultada por la abundancia de obstáculos procedentes de las laderas.

La vegetación que acompaña al cauce no puede definirse como de ribera. En ambas márgenes se desarrolla una pradera alpina de herbáceas, con aparición puntual de genciana (Gentiana nivalis), narciso (Narcissus pseudonarcissus), ranúnculo (Ranunculus repens) y orquídea (Orchis morio). Del estrato arbustivo o matorral, destacar el rododendro (Rhododrendron ferrugineum). El tapiz herbáceo es muy denso y se ve favorecido por la presencia de suelos ricos en materia orgánica. Como se ha señalado en la ficha, la proximidad de la carretera y la abundancia de enclaves con usos mineros ya abandonados han dejado esporádicas pero numerosas huellas en forma de construcciones que constituyen impactos en el cauce y en el paisaje.

N

1,50

kilómetros

3

Frontera delPortalet

Sallent de Gállego

Formigal

TRAMO 1

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL

Y PUNTO DE MUESTREO GÁLLEGO 1

Fuente: CHE. Elaboración propia

64

PERFIL LONGITUDINAL

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)

DE LA SECCIÓN TRANSVERSALhorizontal vertical

0 0,0000,5 -0,105

1 -0,4501,5 -0,760

2 -0,9502,5 -0,240

3 -0,5503,5 -0,520

4 -0,5604,5 -0,220

5 0,000

1400

1500

1600

1700

1800

1900

2000

2100

0 450 900 1350 1800 2250 2700 3150 3600 4050 4500 4950 5400 5850 6300 6750

65

66

67

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 2: EMBALSE DE FORMIGAL

Está constituido por el embalse del Gállego o de Formigal (0,16 hm3), que entró en servicio en 1955, por lo que las características fluviales han desaparecido y no se ha llevado a cabo muestreo ni es un sector clasificable. No obstante, el grado de colmatación es tan elevado que en aguas bajas se observa un cauce trenzado sobre los sedimentos que aterran el embalse.

Geología: pizarras y grauvacas del Devónico medio, depósitos morrénicos y coluviones

Hidrogeología: materiales poco permeables, si bien en los coluviones son posible pequeños acuíferos favorecidos por la importante precipitación de la zona (más de 1500 mm/año).

Cauce más amplio cubierto de aluviones, raramente aflora el sustrato rocoso en el cauce pero si en sus márgenes. A veces grandes bloques de rocas desprendidas o morrénicas pueden confundirse con el sustrato.

Laderas con potentes eluvio-coluviones e intensa actividad periglaciar (lóbulos de solifluxión...).

68

69

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 3: PRESA DE FORMIGAL - COLA DEL EMBALSE DE LANUZA

El valle es de tipo 1. Tiene forma de “V”, es claramente confinado y normalmente controlado estructuralmente y/o asociado a fallas (figura 2.16). Los relieves son elevados y las pendientes de fondo de valle superan el 2%; son morfologías muy pendientes, frecuentes en terrenos de procedencia glaciar. Los materiales que forman estos valles fluviales varían desde afloramiento del sustrato hasta suelos residuales (como coluviones, deslizamientos, depósitos de till glacial y otros materiales).

El tipo del curso fluvial es A2. Las pendientes del cauce varían de un 4 a un 10% y el caudal en estado bankfull circula mediante típicas estructuras step-pool con caídas limpias o pulidas (scour plunges) asociadas. Normalmente un río de tipo A se encuentra en valles de gran pendiente, y tiene un elevado potencial de transporte de materiales y por tanto una baja sedimentación. En el ejemplo concreto de este sector funcional no hay troncos de árbol (debris orgánicos) que influyan en la dinámica del canal, pero sí abundantes aportes desde las laderas. El número 2 del tipo corresponde al predominio de bloques.

Geología: el sustrato geológico siguen siendo principalmente pizarra, pero el río está encajado en materiales morrénicos de abundante matriz fina que engloba grandes bloques predominantemente de dolomías del Devónico.

Hidrogeología, similar a la de los anteriores tramos, si bien los materiales morrénicos constituyen un acuífero poroso de baja permeabilidad en general.

Cauce encajado en laderas muy inestables y erosionables, con numerosos desprendimientos y deslizamientos potenciales. Zona con riesgo de obstrucción del cauce.

El sector funcional, de tan sólo 2,2 km de longitud, es un corto y pendiente desfiladero entre dos embalses consecutivos. Se inicia en la presa del embalse del Gállego, punto en el que se registra un importante incremento de pendiente, iniciándose un notable encajamiento del valle. El cauce, muy rectilíneo (sinuosidad mínima de 1,014), adquiere en el sector una pendiente media muy próxima al 9%. Las vertientes están regularizadas en algunos casos por repoblaciones forestales y taludes de protección, pero abundan los procesos y la caida de bloques morrénicos. Esta actividad influye en la dinámica fluvial, provocando irregularidades. De hecho, la estructura longitudinal es muy irregular, con abundantes obstáculos y continuos cambios locales de pendiente, sucediéndose los modelos step-pool y riffle-pool, con predominio del primero. El sector concluye en la cola del embalse de Lanuza, donde el valle se abre considerablemente y el Gállego recibe a su primer afluente importante, el río Aguas Limpias.

70

Para escoger el punto de muestreo hubo notables dificultades de acceso, pero los valores obtenidos son representativos del tipo estimado, si bien la pendiente local ha resultado más baja que la media del sector (5,37% frente a 8,95%). Tanto las dimensiones del cauce como el caudal bankfull prácticamente se han triplicado con respecto a las medidas en el sector funcional 1. Los procesos de incisión lineal y erosión lateral son importantes, aunque muy influidos por los aportes de vertientes. En cuanto a la granulometría, destaca la presencia casi exclusiva de bloques (un 84%), correspondiendo el resto a cantos, no existiendo ningún material aflorante más pequeño. Sin embargo, el centilo sólo alcanza 35 cm, por lo que dominan los bloques pequeños, que contrastan con grandes bloques caidos de las laderas que pueden ser movilizados por la corriente.

En margen izquierda se extiende un pequeño bosquete de ribera bastante denso en el que la especie dominante es el sauce (Salix purpurea y Salix eleagnos), con presencia de algún chopo (Populus nigra). Como especie destacable aparece también el enebro (Juniperus communis). La aparición de pino (Pinus sylvestris) en la ladera favorece la apertura de claros y la consiguiente pérdida de espesura. El pinar de la margen derecha, de menor espesura, altura y continuidad, queda colgado unos 7 m sobre el cauce debido a la presencia de un importante talud artificial.

0 1,5

kilómetros

3

N

Frontera delPortalet

Sallent de Gállego

Formigal

TRAMO 3

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL

Y PUNTO DE MUESTREO GÁLLEGO 3

Fuente: CHE. Elaboración propia

71

PERFIL LONGITUDINAL

1250

1260

1270

1280

1290

1300

1310

1320

1330

1340

1350

8000 8275 8550 8825 9100 9375 9650 9925 10200 10475 10750

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)

DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 1,005 0,006 -0,467 -0,378 -0,739 -0,46

10 -0,4811 -0,4112 -0,0913 -0,7814 -0,8315 -0,5916 -0,3617 0,0020 1,00

72

73

74

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 4: EMBALSE DE LANUZA

Está constituido por el embalse de Lanuza (25 hm3), que entró en servicio en 1978, por lo que las características fluviales han desaparecido y no se ha llevado a cabo muestreo ni es un sector clasificable.

Geología: actualmente cubierto por el agua del embalse, el río circulaba por un potente y extenso aluvial con morfologías de terrazas y conos de deyección de barrancos laterales. El sustrato es pizarroso al norte y carbonatado al sur, coincidiendo con la ubicación de la presa.

Hidrogeología: el aluvial debía conformar un acuífero de excelentes condiciones hidráulicas conectado en la parte más meridional con el acuífero cárstico de las calizas que afloran en la parte meridional del tramo.

75

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 5: DESFILADERO DE ESCARRILLA

El tipo de valle es el 4. Este tipo se caracteriza por presentar un cauce fluvial

meandriforme encajado o profundamente incidido, con presencia de formas de relieve confinadas como son cañones, gargantas y estrechos. La pendiente del fondo del valle no suele exceder del 2% (figura 2.19). Los valles de tipo 4 se encuentran controlados estructuralmente y se encajan en materiales de fácil incisión (kársticos, por ejemplo). Estos tipos de río también están asociados con levantamientos tectónicos de estos valles.

El curso fluvial no puede ser clasificado, ya que no se han podido llevar a

cabo mediciones en punto de muestreo. No obstante, por el encajamiento del valle y la fuerte pendiente que se conserva creemos que se clasificaría como de tipo A2. También estimamos que el material dominante, teniendo en cuenta el de los sectores funcionales medidos aguas arriba y abajo, debe ser bloques, de ahí el número 2 en el tipo.

Se trata de un corto desfiladero o cañón kárstico de 2,5 km de longitud entre

los embalses de Lanuza y Búbal, en el que el Gállego recibe por la derecha al río Escarra. La pendiente media del cauce supera el 5% y la sinuosidad es muy baja. El cauce circula directamente sobre la roca entre grandes bloques desprendidos. La proximidad de la carretera y del núcleo urbano de Escarrilla introducen numerosos impactos ambientales en el espacio fluvial y ribereño.

Geología: el río atraviesa materiales del Devónico que forman un anticlinal tumbado. El núcleo está formado por materiales carbonatados y pizarrosos, mientran que sus flancos corresponden a calizas negras del Ensiense (Devónico inferior).

Hidrogeología: los materiales carbonatados, en especial las calizas negras forman un excelente acuífero cárstico s.s.

76

PERFIL LONGITUDINAL

1050

1075

1100

1125

1150

1175

1200

1225

1250

1275

12275 13350 14425 15500 16575 17650

77

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 6: EMBALSE DE BÚBAL

Está constituido por el embalse de Búbal (64,26 hm3), que entró en servicio en 1971, por lo que las características fluviales han desaparecido y no se ha llevado a cabo muestreo ni es un sector clasificable.

Geología: el río circulaba por un extenso y potente depósito aluvial dispuesto en terrazas, que daban lugar a las mejores tierras de cultivo del valle. La cerrada de la presa se ubica en calizas negras del Emsiense.

78

79

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 7: PRESA DE BÚBAL - FUENTE DE SANTA ELENA

El tipo de valle es el 4. Este tipo se caracteriza por presentar un cauce fluvial

meandriforme encajado o profundamente incidido, con presencia de formas de relieve confinadas como son cañones, gargantas y estrechos. La pendiente del fondo del valle no suele exceder del 2% (figura 2.19). Los valles de tipo 4 se encuentran controlados estructuralmente y se encajan en materiales de fácil incisión (kársticos, por ejemplo). Estos tipos de río también están asociados con levantamientos tectónicos de estos valles.

El tipo de curso fluvial es F2b. El tipo F es “meandriforme-encajado”. Son

cursos fluviales que tienen, en situación bankfull, una relación anchura/profundidad elevada (ratio W/D mayor de 12) y un notable encajamiento (ratio menor de 1,4). Las formas del lecho fluvial son la típicas secuencias riffle-pool. La fuerte pendiente es la que introduce la letra “b” en el tipo, y el predominio de materiales de tamaño bloque el que introduce el número 2.

Geología: Tramo entre calizas del Devónico, ya que por efecto de la tectónica se repite la serie carbonatada. Pequeño aluvial en las proximidades del pueblo abandonado de Polituara. Aguas debajo de esta población el río atraviesa el cabalgamiento que limita la Zona Axial pireniaca con las Sierras Interiores, los materiales al sur de este cabalgamiento son principalmente calizas del Cretácico superior.

Hidrogeología: en este tramo el río atraviesa importantes formaciones carbonatadas acuíferas. Especial relevancia tiene la zona más meridional, donde el acuífero de las calizas del cretácico superior tiene su principal descarga (manantial de Santa Elena).

Al pie de la presa de Búbal el Gállego recorre un estrecho valle en el que

corta a modo de cluse las Sierras Interiores Pirenaicas, en este caso las de Telera (margen derecha) y Tendeñera (izquierda). Las calizas han sido cortadas, adquiriendo el valle un perfil transversal en V que enlaza dos tramos de valle (Búbal y Biescas) de marcado perfil glaciar. Pese al corto recorrido del desfiladero, 2,66 km, ni cauce ni valle son homogéneos. Hay dos subsectores de mayor estrechez a la entrada y la salida del tramo, correspondiendo a la ubicación de la presa de Búbal y al congosto de Santa Elena respectivamente. En el subsector central y más largo, sin embargo, el valle es más abierto y el cauce se permite desarrollar mayor anchura y algunas barras laterales de sedimentos. La zona más amplia es la que corresponde al caserío abandonado de Polituara, donde hay presencia incluso de un cauce secundario. Ante esta heterogeneidad

80

fue complicado escoger un punto de muestreo representativo, optándose por la zona inferior, al pie del puente de Santa Elena, ligeramente aguas arriba de una pequeña presa para minicentral hidroeléctrica que altera localmente la dinámica del cauce. La pendiente local de este punto de muestreo, ligeramente superior al 5%, es más alta que la media del sector funcional (3%).

La elección del punto de muestreo se hizo en busca de un encajamiento más

representativo de la generalidad del sector, pero de su heterogeneidad habla el hecho de que si se hubiera elegido un transecto 20 ó 30 m aguas arriba se extiende una importante superficie de gravas a modo de point-bar en orilla convexa de meandro, lo cual habría modificado todas las medidas. Por otro lado, en el punto elegido los observadores tuvieron problemas para delimitar el nivel bankfull, ya que no había ninguna huella (ni de cambios microtopográficos, ni de crecidas recientes, ni de vegetación característica) en las paredes calizas enmarcantes, así que establecieron como bankfull la cresta o punto más elevado de la isla de sedimentos central, pese a su escasa elevación, debido a la presencia de algunas plantas colonizadoras que parecían indicar una escasa frecuencia de inundación en esos materiales más altos. Probablemente esta situación se deba en buena medida a la proximidad aguas arriba de la presa de Búbal y a la alteración de caudales que la gestión del embalse supone.

Sin embargo, los valores obtenidos para el caudal bankfull a partir de la

fórmula de Manning, han resultado extrañamente bajos, lo cual indica que la elección del nivel bankfull no fue correcta. Ha sido imposible por presupuesto, tiempo disponible y caudal repetir las medidas, así que se advierte a los usuarios del presente estudio que los datos obtenidos para este punto de muestreo no han de tomarse como definitivos sino que deberían ser revisados. Creemos que la profundidad media de bankfull debería situarse en torno a los 65 cm, aproximadamente el doble de la medida. Ello implicaría una anchura bankfull que subiría hasta los 17 m, una anchura/profundidad de 26,15, bastante inferior a la obtenida (46,15), una sección bankfull de 11,05 m2, muy superior a la obtenida (5 m2), un radio hidráulico de 0,58 y, por consiguiente, un caudal bankfull de 28,95 m3/s, mucho más acorde con la correlación a lo largo del curso del Gállego. La anchura de flood-prone apenas variaría ante la verticalidad de las paredes, por lo que la ratio de encajamiento seguiría siendo muy baja.

En cualquier caso, el error de medida no haría variar el tipo alcanzado F2b.

Justo en el punto de medida no existe ribera porque se trata de una zona muy encajada, delimitada por dos paredes calcáreas. Aguas arriba se puede apreciar una ribera no muy densa por ambas orillas constituida principalmente por sauce (Salix eleagnos), arce (Acer campestre), álamo temblón o tremolín (Populus tremula) y en su sotobosque especies como el avellano (Corylus avellana) y el

81

agracejo (Berberis vulgaris). Los árboles de mayor porte son los tremolines, mientras que el sotobosque presenta una escasa densidad.

PERFIL LONGITUDINAL

960

970

980

990

1000

1010

1020

1030

1040

1050

1060

20750 21070 21390 21710 22030 22350 22670 22990 23310 23630 23950

0 0,5

N

1

kilómetros

Polituara

Poblado de Bubal

TRAMO 7

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL

Y PUNTO DE MUESTREO GÁLLEGO 7

Fuente: CHE. Elaboración propia

82

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)

DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 2

0,5 01,5 -0,712,5 -0,653,5 -0,664,5 -0,45,5 -0,366,5 -0,27,5 -0,148,5 09,5 -0,1

10,5 -0,2211,5 -0,3112,5 -0,2813,5 -0,2114,5 -0,1115,5 0

16 2

83

84

85

86

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 8: SANTA ELENA - CUCHIECHO El valle es de tipo 2. Se dan en relieves moderados, relativamente estables,

con pendientes de ladera moderada y pendientes del fondo del valle inferiores al 4% (figura 2.17). Los materiales más frecuentes son aluviones y coluviones.

El cauce es de tipo F3b. El tipo F es “meandriforme-encajado”. Son cursos

fluviales que tienen, en situación bankfull, una relación anchura/profundidad elevada (ratio W/D mayor de 12) y un notable encajamiento (ratio menor de 1,4). Las formas del lecho fluvial son la típicas secuencias riffle-pool. La pendiente del sector superior al 2% es la que introduce la letra “b” en el tipo, y el predominio de materiales de tamaño canto el que introduce el número 3. No esperábamos una incisión lineal tan marcada, por lo que en nuestra primera estimación se consideraba que el tipo más probable era el Cb. Sin embargo, la obtención de un ratio de encajamiento inferior a 1,4 ha llevado a la clasificación como F. Es muy probable que la incisión lineal central responda a los cambios en la dinámica derivados de los embalses de aguas arriba. Al reducirse el número y caudal punta de las crecidas, y sobre todo, al limitarse mucho el caudal sólido, se favorece el encajamiento de la corriente central, erosionada linealmente por “aguas limpias” y se dificulta que el río ocupe temporalmente las riberas, que son rápidamente colonizadas por la vegetación, proceso que también ayuda a la incisión central.

Geología: en este tramo el río comienza a atravesar los materiales del flysch eoceno, que corresponden a una serie de miles de metros en los que se alterna repetidamente una secuencia de lutitas y arenicas finamente estratificadas. En el cauce predominan los cantos y bloques arrastrados por el río y también de procedencia lateral, especialmente en relación con depositos morrénicos

Hidrogeología: los materiales turbidíticos (flysh eoceno) son generalmente poco permeables. Por el contrario los depósitos cuaternarios, tanto el aluvial como los depósitos de ladera, mamtienen una zona saturada permanente que da lugar a pequeños pero numerosos manantiales.

Se trata de un sector funcional de transición de 3,5 km de longitud en el que el

valle fluvioglaciar del Gállego se va abriendo hacia la Ribera de Biescas y el curso fluvial va perdiendo pendiente, diseñando un cauce meandriforme (sinuosidad ligeramente superior a 1,3) encajado con barras que dará paso al trenzamiento típico de fin de valle glaciar que se registra en el sector subsiguiente.

87

En margen izquierda la ribera es muy densa pero de poca altura, constituida principalmente por sauce (Salix eleagnos). Las mayores alturas las alcanza el chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica) y algún tremolín (Populus tremula). El sotobosque es muy denso, casi impenetrable, y está compuesto por agracejo (Berberis vulgaris), majuelo (Crataegus monogyna) y zarza (Rubus ulmifolius). El bosque de ribera es muy extenso, alcanzando unos 75 metros.

Las barras presentan una escasa colonización por parte casi exclusivamente de sauce (Salix eleagnus).

La mayor cercanía de una mota defensiva en la margen derecha limita bastante la anchura de esta ribera, que alcanza unos 20 metros. La densidad arbórea y arbustiva es similar a la de la otra margen, si bien destaca la presencia de enredaderas como la clemátide (Clematis vitalba). El resto de especies de la orilla izquierda se ven reflejadas en esta margen.

N

kilómetros

0 0,5 1Biescas

TRAMO 8

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL

Y PUNTO DE MUESTREO GÁLLEGO 8

Fuente: CHE. Elaboración propia

88

PERFIL LONGITUDINAL

870

890

910

930

950

970

23950 24250 24550 24850 25150 25450 25750 26050 26350 26650 26950

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 0,68 0,6

11 0,513 0,3117 0,119 021 -0,0823 -0,225 -0,4227 -0,6629 -0,7831 -0,9833 -1,1835 -1,0137 -0,939 -0,9341 -0,9143 -0,9945 -0,9547 -0,9649 -0,8951 -0,653 0

53,2 0,455 0,5560 0,55

60,2 065 0,05

89

90

91

92

93

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 9: RIBERA DE BIESCAS HASTA LA MORRENA DE SENEGÜÉ

El valle es de tipo 5. Son valles producto de un proceso de erosión glacial

cuyo resultado es un canal ancho en forma de U con la pendiente de fondo de valle generalmente inferior al 4% (figura 2.20). Los materiales predominantes son los de tipo morrénico, mezclados con otros aluviones mas recientes. Las formas de relieve incluyen morrenas laterales y terminales, terrazas aluviales y llanuras de inundación.

La apertura del valle responde fundamentalmente a un cambio litológico: se

abandonan las calizas de las Sierras Interiores y se penetra en el flysch eoceno. Valle y cauce adquieren una fisonomía y un desarrollo muy diferentes a los tramos anteriores. Observamos, por ejemplo, una pendiente muy inferior. El río discurre por materiales aluviales extensos. La lengua glaciar del Gállego descendía hasta el arco morrénico terminal de Senegüé, punto final del sector funcional. Los afluentes de ambas márgenes (Arás, Sía, Orós, Escuer, Oliván) depositan grandes conos de deyección al alcanzar el valle del Gállego. Los materiales cuaternarios constituyen un acuífero aluvial importante.

El tipo de cauce es D3. Corresponde a ríos con un sistema de canales

múltiples que exhiben un modelo braided o bar-braided con una elevada relación anchura/profundiad (W/D mayor de 40) y una pendiente de canal generalmente similar a la del valle. Estos canales se encuentran en relieves y valles relacionados con abanicos deposicionales de elevadas pendientes, valles de salida de glaciares (como el presente caso), valles montañosos con carga aluvional grosera y también en zonas deltaicas. Estos ríos tienen tasas de erosión de las márgenes elevadas, siendo la relación entre la anchura de la banda activa de meandros y la anchura del bankfull la más baja (valores de entre 1 y 2) entre todos los tipos de ríos. Las características típicas de los canales múltiples se despliegan como series de barras e islas sin cobertera vegetal que cambian de posición frecuentemente durante los eventos de escorrentía por deshielo y drenajes. El aporte sedimentario es en la práctica ilimitado y las características del lecho fluvial son el resultado de procesos de convergencia/divergencia del local barrido de barras y de la sedimentación. La agradación y la divagación son dominantes.

Sin embargo, en el ejemplo concreto que nos ocupa el cauce braided ha

asistido a intensas modificaciones por causas antrópicas en las últimas décadas, muy bien observadas en fotografías aéreas de distintas fechas. Los numerosos embalses de cabecera, y en especial Lanuza y Búbal, han introducido importantes modificaciones en volumen, régimen e irregularidad de caudales líquidos y sólidos. La regulación, la reducción del número y volumen de las

94

crecidas y la importante reducción del caudal sólido han favorecido la no renovación de los sedimentos, la colonización vegetal de los mismos y la incisión de un cauce principal, por lo que hay una clara tendencia a abandonar definitivamente el modelo trenzado o braided y convertirse en un modelo de canal único levemente sinuoso. El constreñimiento del cauce con defensas, las extracciones de áridos y la invasión del corredor ribereño favorecen también todo este proceso. Aún se puede clasificar el cauce del Gállego en este sector funcional como D3, pero no puede descartarse una tendencia hacia tipos B ó C o una futura situación de tipo F entre defensas artificiales. Desde una perspectiva natural sólo habrá salido beneficiada la vegetación ribereña, pero se habrá perdido un importante patrimonio geomorfológico fluvial. Hay que tener en cuenta que los cauces trenzados o braided, muy representativos del Pirineo, se están perdiendo en muchos ríos por efecto de embalses, defensas y dragados.

El curso aún funciona hidrológicamente como braided en lo que respecta a la

relación con el extenso y profundo acuífero aluvial. De hecho, la circulación subsuperficial del caudal parece que incluso reduce el caudal bankfull, que ha salido más bajo de lo esperable.

En margen izquierda se desarrolla un bosque muy denso, en algunos lugares impenetrable. Se localiza por encima del nivel del curso fluvial, a 3 m aproximadamente, y se separa del mismo curso por una mota defensiva artificial. La especie dominante es el sauce (Salix eleagnos). Otras especies arbóreas, como el chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica) y el cornejo (Cornus sanguinea) generan la estructura principal del bosque. Las especies del sotobosque son zarza (Rubus ulmifolius), pequeños ejemplares de aliaga (Genista sp.) y enredaderas como la clemátide (Clematis vitalba). Para favorecer también la inaccesibilidad, los árboles muertos se acumulan en las zonas inferiores y son cubiertos rápidamente por las plantas.

La barra central que se extiende en el punto de muestreo presenta una cobertura vegetal poco densa y de porte arbustivo: chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica), sauce (Salix eleagnos), spirea (Spiraea hypericifolia subsp. obovata) y herbáceas son las especies más destacadas.

En la margen derecha, al igual que en la izquierda, el sotobosque es muy denso, llegando a alcanzar niveles de inaccesibildad mayores. La densidad y anchura de este bosque es mayor, especialmente favorecido por la ausencia de una mota defensiva cerca del cauce. Dentro del bosque de ribera se alternan cauces secundarios (de crecida), los cuales presentan una colonización bastante importante.

95

PERFIL LONGITUDINAL

780

790

800

810

820

830

840

850

860

870

880

26950 29250 31550 33850 36150 38450metros

metros

N

30

kilómetros1,5

SenegüéLarrede

Biescas

Orós BajoEscuer

Orós Alto

Oliván

TRAMO 9

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL

Y PUNTO DE MUESTREO GÁLLEGO 9

Fuente: CHE. Elaboración propia

96

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)

DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 3,003 0,005 0,007 -0,649 -0,61

11 -0,6213 -0,9915 -0,3917 -0,1419 -0,3321 -0,6023 -0,8725 -0,8927 -0,9929 -0,9231 -0,9533 -0,9535 -1,0137 -1,0539 -0,9941 0,0050 0,0060 1,0065 1,20

97

98

99

100

101

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 10: MORRENA DE SENEGÜÉ - CONFLUENCIA DEL AURÍN

El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de

terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario (figura 2.23).

Por su escaso encajamiento, sinuosidad superior a 1,2 y baja pendiente, en

torno al 0,5%, estimamos que el curso fluvial se clasificaría como de tipo C, siendo muy difícil afinar entre C2 y C3, en función de si el predominio es de bloques o de cantos. Teniendo en cuenta la escasa pendiente es probable que sea un C3.

Geología: el río discurre sobre depositos aluviales cuaternarios. El sustrato no aflora en el cauce sigue siendo los materiales del flysch eoceno. En su tramo final el sustrato pasa a ser de materiales margosos (formación margas de Arro-Fiscal).

Hidrogeología: el mayor interés hidrogeológico está en los materiales cuaternarios aluviales. Existen también importantes superficies de glacis, pero están hidráulicamente desconectados del río Gállego.

El Gállego cambia de estilo fluvial al atravesar la morrena de Senegüé,

abandonando el trenzamiento hoy muy modificado del sector funcional anterior, para describir meandros amplios de sinuosidad poco pronunciada, con importantes barras laterales de sedimentos. El tramo concluye en la cola del embalse de Sabiñánigo, donde afluye el Aurín por la margen derecha. Buena representación de bosques de ribera naturales, acompañados de plantaciones de chopos.

102

PERFIL LONGITUDINAL

770

772

774

776

778

780

782

784

786

788

790

38450 38710 38970 39230 39490 39750 40010 40270 40530 40790 41050

103

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 11: EMBALSE DE SABIÑÁNIGO

Está constituido por el embalse de Sabiñánigo (1,16 hm3), que entró en servicio en 1965, por lo que las características fluviales han desaparecido y no se ha llevado a cabo muestreo ni es un sector clasificable. El proceso de colmatación es avanzado, de manera que se han desarrollado importantes masas de vegetación de ribera y de plantas helófitas en las orillas del embalse, teniendo en cuenta que éste siempre se encuentra a buen nivel hídrico y no existe banda de desierto ecológico.

Geología: se ubica sobre un sustrato margoso correspondiente a la formación Arro Fiscal. En su tramo final, aparecen los primeros afloramienos rocosos que corresponden a las capas verticales de areniscas correspondientes de la formación “Arenisca de Sabiñanigo”.

Hidrogeología: se trata en general de materiales de baja permeabilidad. No obstante, las areniscas presentan flujos relevantes de agua subterránea a través de las intercapas.

104

105

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 12: SABIÑÁNIGO – HOSTAL DE IPIÉS

El valle es de tipo 6. Son valles de falla o fractura. Están controlados por

factores estructurales y en sus laderas predominan los coluviones. La pendiente del fondo de valle es moderada, inferior al 4% (figura 2.21). En tramos de estos valles pueden existir zonas de abundantes depósitos aluviales ó aluvio-coluviales, pero en general los valles tienen siempre un confinamiento lateral estructural, y el aporte sedimentario suele ser escaso.

El cauce es de tipo C2. Son ríos generados en valles desarrollados sobre

depósitos aluviales, de manera que tienen una llanura de inundación bien desarrollada y ligeramente encajada (entrenchment ratio mayor de 2.2). Son ríos relativamente sinuosos (sinuosidad mayor de 1.2) y poseen pendientes por debajo del 2%. La secuencia longitudinal característica del lecho es la riffle-pool. Los ríos de tipo C se reconocen también por la elevada ratio anchura/profundidad de su canal (W/D>12). La secuencia de riffles y pools enlaza con la geometría de los meandros, de manera que el espaciado riffle-pool es una media de 1.5 veces la longitud de onda del meandro, lo que aproximadamente supone de 5 a 7 anchuras de bankfull. Las características morfológicas esenciales de los ríos tipo C son la sinuosidad, el bajo relieve del canal, las llanuras de inundación bien desarrolladas y los característicos point-bar en el canal activo. La agradación/degradación y los procesos de divagación lateral suelen ser notablemente activos aunque dependen de la estabilidad de las márgenes, de las condiciones de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de flujo como de sedimentos. Los ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente desestabilizados por inestabilidad de las márgenes o por cambios en los flujos de caudal y/o sedimento.

En el presente caso, la reducción de caudal por derivación hacia una central

hidroeléctrica supone una notable reducción de la dinámica hidromorfológica, encontrándose el curso fluvial en una situación de relativa estabilidad con tendencia a la incisión lineal, muy clara en el punto de muestreo. Hay que tener en cuenta que en el interior del tramo y aguas arriba del punto de muestreo se encuentra el embalse de Jabarrella, muy modesto en dimensiones a las que el Gállego adquiere en el sector, de ahí que no se haya separado como sector propio, tal como se ha hecho con otros embalses.

Geología: la mayor parte del tramo corresponde al flanco septentrional del sinclinorio del Guarga. Los materiales aflorantes son principalmente areniscas calcáreas y lutitas, si bien al inicio del tramo existen niveles conglomeráticos dispuestos verticalmente (barras) que son una destacable singularidad. El cauce presenta un débil recubrimiento aluvial, pero el sustrato aflora con frecuencia.

106

Hidrogeología: predominan los materiales poco permeables; el agua subterránea circula preferentemente según la dirección de la estratificación por las zonas de intercapas.

El Gállego mantiene una dirección continua NNE-SSW en este sector

funcional, en el que desarrolla sinuosidades a lo largo de sus casi 10 km. La pendiente media es de tan sólo un 0,4%. El cauce corta perpendicularmente los estratos de areniscas, lutitas y conglomerados. En ocasiones (Rapún, por ejemplo) presentan una notable verticalidad y son capaces de represar puntualmente la corriente, originando anomalías en el perfil longitudinal y transversal. De hecho, en todo el sector apenas hay sucesiones riffle-pool, siendo sustituidas por la alternancia más o menos regular de los estratos duros cortados, que ejercen un papel similar a los riffles.

En el punto de muestreo cabe destacar una pendiente local del 0,68%, superior a la media del sector, y una notable anchura de flood-prone, superior a los 53 m. En la granulometría vuelven a dominar los materiales de tipo bloque pese a la baja pendiente, lo cual podría ser otra anomalía consecuencia de la detracción de caudales.

En el paisaje próximo a la ribera destacan los campos de cultivo abandonados. Diversos canales y acequias son derivados del Gállego en este tramo, y a unos 35 m de distancia del río (en el punto de muestreo) circula el ferrocarril. Hay basuras arrastradas por las crecidas del río y se observa una notable turbidez en las aguas. Parecen existir problemas con el caudal ecológico por la detracción de caudales, siendo evidente la contaminación hídrica aguas abajo de Sabiñánigo.

La ribera izquierda es muy densa y relativamente extensa, alcanzando casi los 100 m, hasta llegar a la carretera. Está formada por chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica), sauce (Salix eleagnus y Salix alba), cornejo (Cornus sanguinea) y un gran número de ejemplares de zarza (Rubus ulmifolius). Los ejemplares arbóreos alcanzan hasta 20 m de altura, mientras el sotobosque arbustivo es bastante impenetrable. El estrato herbáceo es continuo. En la barra la colonización es notable, pero los ejemplares no son demasiado maduros, por lo que no alcanzan alturas muy elevadas. Sauce (Salix eleagnus y Salix alba) y chopo (Populus nigra) constituyen el eje de la barra. La presencia de juncos es notable, especialmente en las zonas más cercanas a la corriente hídrica.

La ribera derecha presenta varios canales secundarios y barras laterales que muestran colonización sólo en la parte más cercana al curso fluvial. Aparece una pequeña y estrecha hilera de sauce (Salix eleagnus y Salix alba) con algún chopo (Populus nigra) y boj (Buxus sempervirens), de espesura poco desarrollada. A

107

continuación, conforme nos alejamos del río, se define un bosque de pino (Pinus nigra) repoblado de unos 15 metros de anchura y poco denso, con un sotobosque formado exclusivamente por aliaga (Genista sp.) o Rubia peregrina. En el borde con la pista que discurre cercana al río se pueden observar ejemplares menos característicos de las riberas, como la encina (Quercus ilex) y el romero (Rosmarinus officinalis). La más cercana al río es poco densa y cuenta con boj (Buxus sempervirens), además de las especies citadas en la otra margen.

1,5 3

kilómetros0

N

Sabiñánigo

Ipiés

Arto

Ibort

Hostal de Ipiés

TRAMO 12

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR

FUNCIONAL Y PUNTO DE

MUESTREO GÁLLEGO 12

Fuente: CHE. Elaboración propia

108

PERFIL LONGITUDINAL

708

716

724

732

740

748

756

764

43550 44450 45350 46250 47150 48050 48950 49850 50750 51650 52550

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 0,20

0,5 0,010,8 0,00

1 0,003 -0,395 -0,857 -0,889 -0,92

11 -0,9613 -1,0815 -1,0117 0,0019 0,0321 -0,4323 0,0027 -0,0530 0,20

109

110

111

112

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 13:

HOSTAL DE IPIÉS – CENTRAL ELÉCTRICA DE JABARRELLA

El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario (figura 2.23).

El cauce es de tipo C2. Son ríos generados en valles desarrollados sobre

depósitos aluviales, de manera que tienen una llanura de inundación bien desarrollada y ligeramente encajada (entrenchment ratio mayor de 2.2). Son ríos relativamente sinuosos (sinuosidad mayor de 1.2) y poseen pendientes por debajo del 2%. La secuencia longitudinal característica del lecho es la riffle-pool. Los ríos de tipo C se reconocen también por la elevada ratio anchura/profundidad de su canal (W/D>12). La secuencia de riffles y pools enlaza con la geometría de los meandros, de manera que el espaciado riffle-pool es una media de 1.5 veces la longitud de onda del meandro, lo que aproximadamente supone de 5 a 7 anchuras de bankfull. Las características morfológicas esenciales de los ríos tipo C son la sinuosidad, el bajo relieve del canal, las llanuras de inundación bien desarrolladas y los característicos point-bar en el canal activo. La agradación/degradación y los procesos de divagación lateral suelen ser notablemente activos aunque dependen de la estabilidad de las márgenes, de las condiciones de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de flujo como de sedimentos. Los ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente desestabilizados por inestabilidad de las márgenes o por cambios en los flujos de caudal y/o sedimento.

Este sector funcional presenta, por tanto, el mismo tipo que el anterior, con el

que podría haberse unido. La razón para diferenciar los dos tramos, previa a la ejecución de la clasificación de Rosgen, fue el incremento notable de la sinuosidad (1,362 frente a 1,144) en el presente sector funcional, así como la mayor apertura del valle, el mayor desarrollo de las terrazas, el cambio de dirección, partiendo de un giro bastante claro al W, y el mucho menor control estructural, que hace que el tipo de valle sea diferente.

Geología: predominan las areniscas calcareas y las lutitas del Eoceno superior-Oligoceno (Formaciones Campodarbe y Belsué). Los depósitos aluviales tienen escasa potencia de manera que con frecuencia aparece el sustrato, especialmente los niveles de arenisca. Existen a ambos márgenes niveles de terrazas y glacis colgados.

113

Hidrogeología: materiales poco permeables en general, pero con zonas de rezume y manantiales en las zonas de intercapas.

El cauce meandriforme con barras no presenta un tren de meandros regular,

sino que alterna curvas más pronunciadas con otras de mayor longitud de onda. Se recupera la estructura riffle-pool y se registra una dinámica lateral típica de cauces meandriformes. El muestreo se pudo realizar en un punto de pendiente bastante superior a la media, por lo que se obtuvo una muy elevada potencia específica. Es probable que el predominio de bloques se deba a este factor, y que en el conjunto del sector dominen los puntos con predominio de canos, en cuyo caso debería haberse clasificado como C3. Es el típico problema derivado de no contar con varios puntos de muestreo en cada sector funcional.

La ribera izquierda no es muy rica en especies. El estrato arbóreo se constituye por chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica) y por sacue (Salix eleagnus y Salix alba) pero con muy poca densidad. El estrato arbustivo se compone de majuelo (Crataegus monogyna) y escaramujo (Rosa sp.).

La margen derecha es más variada y más densa. A las especies citadas en la margen izquierda hay que añadir juncos y carrizo (Phragmites sp). Además, las especies arbóreas presentan un mayor desarrollo vertical, alcanzando los 15 metros de altura.

0 0,5

kilómetros

N

1

Hostal de Ipiés

Layes

Lasieso

Latras

Arto

TRAMO 13

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR

FUNCIONAL Y PUNTO DE

MUESTREO GÁLLEGO 13

Fuente: CHE. Elaboración propia

114

PERFIL LONGITUDINAL

665

670

675

680

685

690

695

700

705

710

52550 53350 54150 54950 55750 56550 57350 58150 58950 59750 60550

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 1,252 0,584 0,466 0,288 0,00

10 -1,1812 -1,4414 -1,3516 -1,2518 -1,2820 -1,0422 -1,0624 -1,1026 -0,7128 -0,5530 -0,3332 -0,1334 0,0040 0,0042 0,0048 1,25

115

116

117

118

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 14: RIBERAS DE CALDEARENAS Y JAVIERRELATRE

El valle es de tipo 6. Está controlados por factores estructurales y en sus

laderas predominan los coluviones. La pendiente del fondo de valle es moderada, inferior al 4% (figura 2.21). En tramos de estos valles pueden existir zonas de abundantes depósitos aluviales ó aluvio-coluviales, pero en general los valles tienen siempre un confinamiento lateral estructural, y el aporte sedimentario suele ser escaso.

El tipo de cauce es G3c. Se trata de un tipo encajado (entrenchment menor

de 1.4), estrecho y profundo (ratio W/D menor de 12), en este caso con la letra “c” por su pendiente inferior al 2%. Presentan una elevadísima tasa de erosión de márgenes y por ello un elevado aporte sedimentario; sólo cuando inciden sobre sustrato rocoso o sobre grandes bloques, la erosión es notablemente inferior. Se dan en valles fluviales de tipo 1, 3, 5, 6, 7, 8, 10 y también en valles de tipo 2, 6, 8, 10 bajo condiciones de inestabilidad o desequilibrio impuestas por cambios en la cuenca y/o por impactos directos sobre el canal.

El resultado de la clasificación en este caso no era el esperado, y

probablemente se deba a un problema de mala elección del punto de muestreo, que por dificultades de accesibilidad en otras zonas se fijo en un subsector muy encajado y muy próximo al pie de una minicentral,es decir, en una situación de desequilibrio local tal como se señala en el párrafo anterior. De hecho, ese encajamiento local es responsable de que las ratios de entrenchment y anchura/profundidad hayan salido bajas. Para el conjunto del sector funcional parece más lógica una clasificación B3c.

Por tanto, en relación con el sector funcional anterior, el valle se ha

estrechado y el confinamiento del cauce es más notable. Hay que destacar la inyección o incremento de caudales hídricos que supone el retorno de la central de Jabarrella y la llegada del río Guarga, que provoca también un muy notable incremento de la cuenca vertiente. Junto con el estrechamiento progresivo del valle se registra un incremento de la pendiente observable en el perfil longitudinal.

Geología: el río se encaja en materiales margosos (formación margas de Arguis). En su cauce existe un recubrimiento de gravas y cantos que presenta gran movilidad.

Hidrogeología: los materiales más permeables corresponden al recubrimiento aluvial, si bien es de escasa potencia y continuidad. Los materiales margosos tienen una muy baja permeabilidad.

119

En la granulometría se observa un empate entre bloques y cantos que lleva la

media al segundo tipo, debido a la presencia de materiales más finos.

La ribera izquierda se encuentra muy limitada por la presencia de prados de cultivo, no superando los 8 metros de ancho. Por ello, la estructura es deficiente y no hay una buena continuidad del corredor. Las especies arbóreas más representativas son el chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica), el sauce (Salix eleagnus) y el quejigo (Quercus faginea subsp. faginea). Las especies arbustivas dominantes son el boj (Buxus sempervirens), cornejo (Cornus sanguinea), majuelo (Crataegus monogyna), zarza (Rubus ulmifolius) y juncos.

La ribera derecha se encuentra limitada de igual manera que la otra. Las especies se representan de forma similar, si bien destaca la presencia de carrizo (Phragmites sp.) en las zonas más húmedas. El estrato herbáceo en ambas márgenes está compuesto por cola de caballo (Equisetum sp.), especie típica de lugares húmedos, como las orillas de los ríos.

N

0 0,5

kilómetros

1

Caldearenas

Javierrelatre

Estallo

Latre

TRAMO 14

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR

FUNCIONAL Y PUNTO DE

MUESTREO GÁLLEGO 14

Fuente: CHE. Elaboración propia

120

PERFIL LONGITUDINAL

625

630

635

640

645

650

655

660

665

670

60550 61550 62550 63550 64550 65550 66550 67550 68550 69550 70550

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)

DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 0,501 0,002 -0,573 -0,594 -0,665 -1,316 -1,347 -1,328 -1,279 -1,24

10 -1,1911 -1,1912 -0,1213 0,00

121

122

123

124

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 15: ESTRECHO DE ASTAÚN El valle es de tipo 2. Se dan en relieves moderados, relativamente estables,

con pendientes de ladera moderada y pendientes del fondo del valle inferiores al 4% (figura 2.17). Los materiales más frecuentes son aluviones y coluviones.

La inaccesibilidad de todo el sector funcional ha hecho imposible que se

realizaran mediciones sobre punto de muestreo.

Geología: el río se encaja en materiales margosos (formación margas de Arguis) y en su cauce existe un recubrimiento de gravas y cantos que presenta gran movilidad. Al sur del cauce del río y paralelo al mismo se encuentran los materiales carbonatados del Eoceno Superior (Formación Calizas de Guara).

Hidrogeología: los materiales más permeables corresponden al recubrimiento aluvial, si bien es de escasa potencia y continuidad. Los materiales margosos tienen una muy baja permeabilidad.

En un recorrido de unos 5,6 km, la pendiente del tramo es del 0,96% y el

índice de sinuosidad se sitúa en torno a 1,15. Como es imposible conocer la ratio de encajamiento, deberíamos movernos entre los tipos B (con un encajamiento medio) y F (con un encajamiento más agudo), con más probabilidad por el segundo, teniendo en cuenta los valores de los sectores funcionales próximos. En cuanto a la granulometría, es probable que domine el tamaño bloque, teniendo igualmente en cuenta lo que ocurre en los tramos adyacentes. El tipo más probable creemos, por tanto, que sería el F2. Sin embargo, de acuerdo con Rosgen, este tipo no correspondería con un tipo de valle 2.

Por el estrecho de Astaún el Gállego circula en dirección E-W por un valle

encajado en un relieve en cuesta. La vertiente derecha presenta mayor pendiente, correspondiendo al frente de cuesta, y se encuentra disectada por varios barrancos de fuerte pendiente y corto recorrido. Como vertiente de solana, su cubierta vegetal es más pobre. La vertiente izquierda es más suave y homogénea, como corresponde a un reverso de cuesta. La ubicación en umbría permite el desarrollo de masas arboladas. Tan sólo hay dos barrancos bien marcados, uno al comienzo y otro al final del tramo. El corredor ribereño del Gállego se desarrolla en algunas orillas convexas de meandro, donde el valle se abre localmente. No obstante, dicho corredor queda constreñido, y sometido a algunos impactos, por dos infraestructuras paralelas, una en cada margen: el canal que abastece a la central eléctrica de Anzánigo en la derecha y la vía del ferrocarril Zaragoza-Canfranc en la izquierda.

125

PERFIL LONGITUDINAL

595

600

605

610

615

620

625

630

70550 71090 71630 72170 72710 73250 73790 74330 74870 75410 75950

126

127

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 16: MEANDROS DE ANZÁNIGO Y YESTE

El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de

terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario (figura 2.23).

El cauce es de tipo F2. Los ríos de tipos “F” son los que tradicionalmente los

geomorfologos denominan “meandriforme-encajados”. Estos cursos fluviales tienen, en situación bankfull, una relación anchura/profundidad elevada (ratio W/D mayor de 12) y un notable encajamiento (ratio menor de 1,4). Las formas del lecho fluvial son la típicas secuencias riffle-pool. El predominio granulométrico de bloques da el valor 2 acompañando al tipo básico.

Geología: el río se encaja en materiales margosos (formación margas de Arguis) y en su cauce existe un recubrimiento de gravas y cantos que presenta gran movilidad.

Hidrogeología: los materiales más permeables corresponden al recubrimiento aluvial, si bien es de escasa potencia y continuidad. Los materiales margosos tienen una muy baja permeabilidad.

El sector funcional destaca por la sucesión de meandros encajados de notable

amplitud de onda y apreciable sinuosidad (1,452). Dichas curvas están impresas en los propios niveles de terraza y glacis. El valle presenta un mayor encajamiento en el sector central, entre Anzánigo y Garoneta Nueva, coincidiendo curiosamente con un más alto índice de sinuosidad.

En el punto de muestreo, a escasos metros de la estación de aforo de Anzánigo, se registra una evidente incisión lineal, a pesar de la importante anchura del cauce. En el sector se siguen sucediendo los aprovechamientos hidroeléctricos que alteran la dinámica hidromorfológica.

La margen izquierda se asienta en barras laterales y en el escarpe rocoso de areniscas. Las barras presentan una colonización bastante desarrollada, si bien los ejemplares de sauce (Salix eleagnus) y chopo (Populus nigra) presentan estados de juventud notable. Conforme se aleja del río, el desarrollo de las especies está más avanzado, alcanzándose alturas mayores y grados de densidad elevados. El estrato arbustivo lo forman especies como el boj (Buxux sempervirens), cornejo (Cornus sanguinea) y zarza (Rubus ulmifolius).

128

En la ribera derecha hay apariciones puntuales y reducidas de hileras de juncos en la zona más cercana al río, que no alcanzan los 5 metros de espesor. La ribera se encuentra limitada por la aparición de prados de cultivo. Las especies representadas son las mismas que en la margen izquierda. Destaca la presencia del olmo (Ulmus minor) dentro del estrato arbóreo de esta margen.

PERFIL LONGITUDINAL

0

kilómetros

N

0,5 1

Anzánigo

Yeste

TRAMO 16

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR

FUNCIONAL Y PUNTO DE

MUESTREO GÁLLEGO 16

Fuente: CHE. Elaboración propia

535

540

545

550

555

560

565

570

575

580

585

590

595

600

75950 78105 80260 82415 84570 86725

129

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 1,5001 0,8002 0,500

10 0,25015 0,15020 0,00022 -0,99524 -1,19526 -1,18528 -1,08530 -0,98532 -0,91534 -0,85536 -0,80538 -0,76540 -0,75542 -0,78544 -0,79546 -0,85548 -0,84550 -1,11552 -1,15554 -1,21556 -1,24558 -1,21560 -1,25562 -1,27564 -1,22566 -1,16568 -0,97570 -1,00572 -1,00574 -0,98576 -1,03578 -0,94580 -0,89582 -0,59584 0,00085 0,15090 0,30099 0,300

100 0,400105 0,500110 0,600119 0,800120 1,500

130

131

132

133

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 17: EMBALSE DE LA PEÑA

Está constituido por el embalse de La Peña (15,45 hm3), que entró en servicio en 1913, por lo que las características fluviales han desaparecido y no se ha llevado a cabo muestreo ni es un sector clasificable. El proceso de colmatación es importante, de manera que en la cola del embalse se ha desarrollado una sauceda y una importante superficie de helófitas.

Geología: la presa se sitúa sobre materiales carbonatados del Eoceno (“Calizas de Guara”) y el vaso corresponde principalmente a la formación “Margas de Arguis”.

Hidrogeología: destaca la contrastada permeabilidad que existe entre las calizas que forman la presa y las margas que forman el vaso del embalse. Los materiales calizos presentan karstificación y su nivel de base es muy inferior a la cota del agua en el embalse. Por el contrario los materiales margosos son de muy baja permeabilidad.

134

135

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 18: LA PEÑA - RIGLOS El tipo de valle es el 4. Este tipo se caracteriza por presentar un cauce fluvial

meandriforme encajado o profundamente incidido, con presencia de formas de relieve confinadas como son cañones, gargantas y estrechos. La pendiente del fondo del valle no suele exceder del 2% (figura 2.19). Los valles de tipo 4 se encuentran controlados estructuralmente y se encajan en materiales de fácil incisión (kársticos, por ejemplo). Estos tipos de río también están asociados con levantamientos tectónicos de estos valles.

El tipo de cauce es F2, ya que el encajamiento está por debajo de 1,4, la

relación anchura/profundidad por encima de 12, la sinuosidad por encima de 1,2, la pendiente por debajo del 2% y el material dominante son bloques. Puede definirse geomorfológicamente como meandriforme encajado.

Geología: el río atraviesa mediante un congosto las estructuras meridionales de la cordillera Pirenaica, cortando en un complejo tectónico la serie mesozoica y terciaria, para terminar atravesando los conglomerado de borde de la cuenca del Ebro, con sus espectaculares morfologías, denominada “mallos”.

Hidrogeología: el río atraviesa formaciones carbonatadas permeables como las del Eoceno, Cretácico superior y Triásico medio, dando lugar a pequeños manantiales que, cuando se producen en el cauce del río, pasan desapercibidos debido al siempre elevado caudal del Gállego.

Al pie de la presa de La Peña el Gállego atraviesa las Sierras Exteriores pirenaicas en forma de cluse. No obstante, a diferencia de los ríos más orientales, que cortan esta alineación formando profundos cañones, en el caso del Gállego la garganta es más abierta y dibuja amplios meandros, en concreto cuatro grandes curvas. Las calizas menos masivas han permitido una erosión mucho más fluvial que kárstica, presentando el valle laderas en V sin paredes verticales, salvo puntualmente en el sector inferior, donde las calizas se adosan a los farallones conglomeráticos de los Mallos de Riglos. Éstos marcan el límite del Pirineo con la Depresión del Ebro y también la frontera entre el presente sector funcional y el siguiente, en el que el Gállego continuará meandriforme y encajado, pero no ya en los pliegues calcáreos sino entre depósitos de terraza.

La superficie de cuenca tan sólo se incrementa en 15 km2 en este sector, alcanzándose los 1730,54 km2 al final del mismo. El Gállego tan sólo recibe modestos barrancos de fuerte pendiente, siendo el más largo el de Tolosana, que afluye por la margen derecha frente a Carcavilla.

El cauce alcanza una longitud de 5,3 km en el sector, con una pendiente media del 0,76%. El trazado meandriforme marca un índice de sinuosidad de

136

1,452. El valor del encajamiento alcanza un índice muy bajo de 1,217, por lo que el cauce puede definirse como muy encajado. Sin embargo, la relación anchura/profundidad marca un valor elevado de 40,457 debido a la notable anchura del fondo del lecho. Los materiales predominantes de acuerdo con el muestreo en la transversal son bloques (68%), seguidos de cantos (16%) y gravas (12%), a lo que hay que añadir una pequeña representación de finos (4%). No llega a aflorar el sustrato rocoso en el punto de muestreo. Si obtenemos el valor del D50 también resulta “bloques” la tipología a aplicar. La presencia de abundante material procedente de las laderas también es responsable del resultado.

El paisaje fluvial es de gran atractivo y espectacularidad en el sector, tanto por las agrestes laderas que enmarcan al río como sobre todo por el cauce rocoso en el que la corriente salva, caudalosa y espumeante, rápidos y grandes bloques. En ella se practican diversas modalidades deportivas y actividades de aventura. El tramo inferior del sector está amenazado de perder su condición fluvial, ya que se integraría en la cola del proyectado embalse de Biscarrués.

El punto de muestreo se localizó aguas abajo del puente de acceso a la central hidroeléctrica de Carcavilla. Precisamente a la altura de dicho puente se constata un cambio en las riberas. Aguas arriba del puente el cauce se encuentra encajado en las calizas, por lo que la vegetación es muy escasa. Aguas abajo el valle se abre ligeramente. Es decir, al tratarse de un tramo de cañón, la ribera se limita a zonas donde el río ha excavado en la horizontal, permitiendo la aparición de barras que son susceptibles de ser colonizadas por vegetación ripícola. El punto de muestreo se localizó en una de estas zonas, por lo que la vegetación está bastante desarrollada.

En la ladera izquierda se desarrolla un bosque mediterráneo poco denso con tomillo (Thymus vulgaris), romero (Rosmarinus officinalis), aliaga (Genista scorpius), boj (Buxus sempervirens) y carrasca (Quercus ilex). La ribera es de unos 5 metros de ancho, pero bastante densa. Las especies de mayor porte son el chopo lombardo (Populus nigra subsp. italica), sauce (Salix eleagnus), serbal de cazadores (Sorbus aucuparia) y alguna higuera (Ficus carica) puntual. El sotobosque es relativamente denso, compuesto por cornejo (Cornus sanguinea) y zarza (Rubus ulmifolius). En la parte más cercana al río se desarrolla una densa banda de carrizo (Phragmites sp.) de unos 3 metros de ancho. En el cauce aparece esporádicamente algún sauce arbustivo que ha conseguido enraizar.

La zona de muestreo cuenta con una relativamente amplia ribera en margen derecha debido a la presencia de una barra colonizada por gran número de especies, no todas de ribera. Además de las especies representadas en la orilla opuesta, aparece también pino (Pinus sylvestris) en ejemplares jóvenes, madroño (Arbutus unedo) y un gran número de especies típicas de un clima más

137

mediterráneo y laderas de solana, como la aliaga (Genista sp.), romero (Rosmarinus officinalis) y tomillo (Thymus vulgaris). Destaca la presencia de gayuba (Arctostaphyllos uva-ursi) cubriendo gran parte del sustrato. La densidad de la ribera en esta margen no es elevada, permitiendo fácilmente el paso.

PERFIL LONGITUDINAL

10

N

2

kilómetros

Murillo deGállego

Riglos

TRAMO 18

Fuente: CHE. Elaboración propia

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR

FUNCIONAL Y PUNTO DE

MUESTREO GÁLLEGO 18

500

505

510

515

520

525

530

535

540

89450 89980 90510 91040 91570 92100 92630 93160 93690 94220 94750

138

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)

DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 1,005 0,007 -0,189 -0,75

11 -1,0213 -0,9515 -1,1717 -0,8219 -1,2321 -1,3923 -1,3825 -1,5527 -1,3029 -1,3731 -1,5433 -1,2435 -1,2337 -1,2739 -1,2741 -1,1843 -1,2145 -1,1647 -1,2849 -1,1051 -0,5753 0,0080 1,00

113 1,30

139

140

141

142

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 19: RIGLOS – SANTA EULALIA El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de

terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario (figura 2.23).

El tipo de cauce es F3. Es un cauce meandriforme encajado pero, a

diferencia del sector funcional anterior, no se encaja en las calizas de las Sierras Exteriores pirenaicas, sino en los propios niveles de terraza del Gállego. Los cursos de tipo F presentan, en situación bankfull, una relación anchura/profundidad elevada (ratio W/D mayor de 12) y un notable encajamiento (ratio menor de 1,4). Las formas del lecho fluvial son la típicas secuencias riffle-pool. En algunos sectores dan funcionalidad a la llanura de inundación y con sus desplazamientos tienden a aumentar la anchura del valle aluvial.

Geología: el río se encuentra ya dentro de la cuenca terciaria del Ebro, aflorando una alternancia de lutitas y areniscas en paleocanales de disposición horizontal, denominada Formación Sariñena. La edad de esta formación es Mioceno.

Existen también depósitos de terrazas que generalmente se encuentra colgadas y desconectadas hidráulicamente del río. En el cauce existe un aluvial discontinuo formado por gravas y cantos, pero el carácter netamente erosivo del río hace que sean frecuentes los afloramientos de roca del sustrato.

Hidrogeología: los materiales de la formación Sariñena son globalmente poco permeables, pero tanto los niveles de areniscas como en las lutitas el agua circula dando lugar a rezumes y manantiales de muy bajo caudal. Las terrazas aluviales cuando son extensas dan lugar a pequeños acuíferos.

El tipo esperado era Bc, similar al del sector siguiente, pero las mediciones de

campo han confirmado una ratio de encajamiento superior a la esperada, responsable de que el sector se asocie por su tipo al anterior (Gállego 18) y no al siguiente (Gállego 20).

El punto de muestreo se ha establecido junto al puente de Murillo, en la mitad

superior del sector, en la que la pendiente local es más alta. El cauce presenta unas notables dimensiones, destacando por su profundidad. El caudal bankfull resulta bastante más elevado que en el tramo anterior. El predominio de material tamaño canto otorga el número 3 a la denominación del tipo.

143

Por lo observado en el punto de muestreo, el sector destaca por su estabilidad

y por un funcionamiento dinámico bastante equilibrado, sólo modificado por las alteraciones de caudal y reducción de sedimentos derivadas del embalse de La Peña, pero éstas parecen ya mucho más atenuadas que en el sector funcional anterior.

En la ribera izquierda hay una alineación de sauces (Salix eleagnus y Salix

alba) y chopos lombardos (Populus nigra subsp. italica) de elevada altura (más de 20 metros los chopos) pero escasa densidad en el sotobosque. Éste se compone de aliaga (Genista sp.), enebro (Juniperus communis) y algún pequeño pino (Pinus sylvestris). La anchura de la ribera no alcanza los 15 metros, limitada por las escarpadas laderas de areniscas colonizadas por matorral mediterráneo.

En la margen derecha hay una importante banda de carrizo (Phragmites sp.)

de unos 8 metros de ancho y más de 2 de altura. Tras esta banda se asientan ejemplares no muy desarrollados de sauce (Salix eleagnus y Salix alba) y chopo (Populus nigra subsp. italica), que forman una ribera poco densa. La zarza (Rubus ulmifolius) es la especie más representada en el sotobosque.

0

N

kilómetros

1 2

Riglos

Concilio

Santa Eulaliade Gállego

Morán

Murillo deGállego

TRAMO 19

Fuente: CHE. Elaboración propia

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR

FUNCIONAL Y PUNTO DE

MUESTREO GÁLLEGO 19

144

PERFIL LONGITUDINAL

435

445

455

465

475

485

495

505

94750 96120 97490 98860 100230 101600 102970 104340 105710 107080 108450

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)

DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 1,503 1,004 0,755 0,507 0,408 0,009 0,00

12,5 -1,0816 -1,22

18,5 -1,1123 -1,4027 -1,7233 -1,9037 -1,9341 -1,6444 0,0045 0,1050 0,2560 0,7562 1,50

145

146

147

148

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 20: SANTA EULALIA - ARDISA El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de

terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario (figura 2.23).

No obstante, se ha dudado en la asignación de valle, ya que existe cierto

control estructural que podría haberse interpretado como de valle de tipo 6, pero al encajarse el Gállego en sus propias terrazas se ha terminado por definir el valle como 8.

El tipo del cauce es B3c. Son típicos en valles de laderas controladas

estructuralmente, con muy limitado desarrollo de la llanura de inundación. Están moderadamente encajados (entrenchment ratio 1.4 a 2.2), la sección transversal de cauce tiene una relación anchura/profundidad mayor de 12, y muestran una sinuosidad superior a 1.2. Las tasas de erosión de las márgenes son normalmente bajas al igual que los procesos de agradación y degradación de canal.

En este ejemplo concreto la sinuosidad es muy baja, no respondiendo al tipo.

Precisamente la singularidad del sector funcional consiste en su carácter rectilíneo en clara dirección N-S, sobre todo en sus dos tercios inferiores. El punto de muestreo, sin embargo, se situó en una leve sinuosidad aguas abajo del puente de Santa Eulalia/Santolaria, en el tercio superior, de ahí que el perfil transversal muestre una fisonomía próxima a la de un meandro. La granulometría presenta un dominio muy claro de los cantos.

Geología. El río se encaja en materiales de la formación Sariñena formados por lutitas y areniscas en paleocanales. Destaca la gran extensión de las terrazas aluviales en la margen izquierda del río, actualmente colgadas respecto al cauce.

Hidrogeología En general los materiales aflorantes son poco permeables y sólo las terrazas permiten la existencia de pequeños acuíferos colgados.

El caudal bankfull alcanza el valor más alto de todo el Gállego, y

probablemente el caudal medio también. Sin embargo, los síntomas de estabilidad son apreciables. Podemos decir, como en el sector anterior, que hay una correcta correlación entre las condiciones hidrológicas y la morfología del cauce. La ribera izquierda está bastante limitada por la ladera escarpada. Tiene unos 10 metros de anchura, pero presenta una densidad de sotobosque elevada

149

favorecida por el escaso desarrollo de ejemplares de sauce (Salix eleagnus y Salix alba) y por la importancia de la zarza (Rubus ulmifolius). También aparece el chopo (Populus nigra subsp. italica), alcanzado las mayores alturas. En la zona más próxima al curso fluvial destaca la presencia de carrizo (Phragmites sp.) que forma densas hileras de 3-5 metros de anchura y 1’5-2 metros de altura. Estas hileras no son continuas, pero se repiten con bastante frecuencia a lo largo del curso fluvial.

La margen derecha presenta una barra colonizada por sauce (Salix eleagnus y Salix alba) y chopo (Populus nigra subsp. italica), pero muy poco densa. No existe sotobosque ni continuidad en la ribera.

kilómetros

0

N

1 2

Erés

Biscarrués

Piedramorrera

TRAMO 20

Fuente: CHE. Elaboración propia

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR

FUNCIONAL Y PUNTO DE

MUESTREO GÁLLEGO 20

150

PERFIL LONGITUDINAL

422

424

426

428

430

432

434

436

108450 109000 109550 110100 110650 111200 111750 112300 112850 113400 113950

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 1,062 1,064 0,876 0,718 0

10 0,0312 0,0314 016 -0,0518 -0,2620 -0,4622 -0,6524 -0,8126 -0,9228 -0,9630 -1,1532 -1,3134 -1,442 -1,9650 -2,2355 -2,8358 -3,1461 -2,164 -0,5665 -0,1580 0,7590 1,06

151

152

153

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 21: EMBALSE DE ARDISA

Está constituido por el embalse de Ardisa (5,24 hm3), que entró en servicio en 1932, por lo que las características fluviales han desaparecido y no se ha llevado a cabo muestreo ni es un sector clasificable. El proceso de colmatación es avanzado, por lo que se han desarrollado importantes masas de vegetación de ribera y de plantas helófitas en las orillas del embalse.

Geología: el río continúa sobre materiales de la formación Sariñena formados por lutitas y areniscas en paleocanales. En esta zona predominan los tramos lutíticos, siendo los paleocanales cada vez menos potentes y extensos.

Hidrogeología: en general los materiales aflorantes son poco permeables

154

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 22: PRESA DE ARDISA – GURREA DE GÁLLEGO

El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de

terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario (figura 2.23).

Geología: En este tramo el río atraviesa materiales característicos del centro de la cuenca terciaria del Ebro. En concreto a la altura del Salto del Lobo, los materiales aflorantes son yesos y margas yesíferas, que prácticamente continúan hasta su desembocadura en Zaragoza.

Hidrogeología: los materiales aflorantes son de baja permeabilidad El cauce estimamos que podría ser de tipo C, por describir amplios

meandros semiencajados en los niveles de terraza. Son ríos generados en valles desarrollados sobre depósitos aluviales, de manera que tienen una llanura de inundación bien desarrollada y ligeramente encajada (entrenchment ratio mayor de 2.2). Son relativamente sinuosos (sinuosidad mayor de 1.2) y poseen pendientes por debajo del 2%. La secuencia longitudinal característica del lecho es la riffle-pool. Se reconocen también por la elevada ratio anchura/profundidad de su canal (W/D>12). La secuencia de riffles y pools enlaza con la geometría de los meandros, de manera que el espaciado riffle-pool es una media de 1.5 veces la longitud de onda del meandro, lo que aproximadamente supone de 5 a 7 anchuras de bankfull. Las características morfológicas esenciales de los ríos tipo C son, por tanto, la sinuosidad, el bajo relieve del canal, las llanuras de inundación bien desarrolladas y los característicos point-bar en el canal activo. La agradación/degradación y los procesos de divagación lateral suelen ser notablemente activos aunque dependen de la estabilidad de las márgenes, de las condiciones de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de flujo como de sedimentos. Los ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente desestabilizados por inestabilidad de las márgenes o por cambios en los flujos de caudal y/o sedimento.

En este caso, aunque no se ha podido confirmar al no llevar a cabo muestreo,

debe haber problemas de desestabilización derivados de la presencia de un embalse aguas arriba, embalse desde el que se derivan importantes caudales hacia Sotonera.

155

En concreto, la clasificación probable seria C3, ya que hay que pensar en que se mantiene el dominio de cantos en todo el curso medio-bajo y bajo del Gállego.

El sector funcional es muy largo, superándose los 28 km. El índice de

sinuosidad alcanza el valor 1,556, mientras la pendiente del cauce es de tan sólo el 0,28%. Se extienden algunos sotos interesantes por su densidad y superficie, sobre todo aguas abajo del Salto del Lobo (Marracos).

PERFIL LONGITUDINAL

310

320

330

340

350

360

370

380

390

400

116700 122350 128000 133650 139300 144950

156

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 23: GURREA – ONTINAR DEL SALZ

El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de

terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario (figura 2.23).

El sector presenta una longitud de 12,5 km, una pendiente media del 0,19% y un índice de sinuosidad de 1,327.

Geología: el río cada vez menos encajado atraviesa materiales yesíferos y margo yesíferos. Los glacis y terrazas son cada vez más extensos, especialmente en su margen izquierda.

Hidrogeología: predominan los materiales poco permeables. Las terrazas y glacis se encuentran desconectadas hidráulicamente del río.

No se han realizado mediciones en punto de muestreo pero, por las

características del cauce, meandriforme libre con abundantes barras de sedimentos y subdivisión en brazos en algunos enclaves, se estima que el resultado de la aplicación de la clasificación de Rosgen sea un tipo C3, como el anterior y el siguiente.

Sin embargo, la movilidad del cauce en las últimas décadas es mucho más

clara que en el sector anterior, y la superficie del llano de inundación, ocupado por cultivos de regadío, mucho mayor. La sinuosidad es relativamente baja porque, con una pendiente superior al 0,1% (por baja que parezca) y en un cauce pirenaico con abundantes sedimentos y crecidas (situación anterior a los embalses), las cortas de meandro se debían de producir en el pasado con notable facilidad.

Los ríos de tipo C se ubican en valles desarrollados sobre depósitos aluviales,

de manera que tienen una llanura de inundación bien desarrollada y poco encajada (entrenchment ratio mayor de 2.2). Son relativamente sinuosos (sinuosidad mayor de 1.2) y poseen pendientes por debajo del 2%. La secuencia longitudinal característica del lecho es la riffle-pool. Se reconocen también por la elevada ratio anchura/profundidad de su canal (W/D>12). La secuencia de riffles y pools enlaza con la geometría de los meandros, de manera que el espaciado riffle-pool es una media de 1.5 veces la longitud de onda del meandro, lo que aproximadamente supone de 5 a 7 anchuras de bankfull. Las características morfológicas esenciales de los ríos tipo C son, por tanto, la

157

sinuosidad, el bajo relieve del canal, las llanuras de inundación bien desarrolladas y los característicos point-bar en el canal activo. La agradación/degradación y los procesos de divagación lateral suelen ser notablemente activos aunque dependen de la estabilidad de las márgenes, de las condiciones de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de flujo como de sedimentos. Los ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente desestabilizados por inestabilidad de las márgenes o por cambios en los flujos de caudal y/o sedimento.

PERFIL LONGITUDINAL

280

284

288

292

296

300

304

308

312

316

144950 147455 149960 152465 154970 157475

158

159

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 24: ONTINAR - ZUERA El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de

terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario (figura 2.23).

El tipo de cauce es C3. Los ríos de tipo C se ubican en valles desarrollados

sobre depósitos aluviales, de manera que tienen una llanura de inundación bien desarrollada y poco encajada (entrenchment ratio mayor de 2.2). Son relativamente sinuosos (sinuosidad mayor de 1.2) y poseen pendientes por debajo del 2%. La secuencia longitudinal característica del lecho es la riffle-pool. Se reconocen también por la elevada ratio anchura/profundidad de su canal (W/D>12). La secuencia de riffles y pools enlaza con la geometría de los meandros, de manera que el espaciado riffle-pool es una media de 1.5 veces la longitud de onda del meandro, lo que aproximadamente supone de 5 a 7 anchuras de bankfull. Las características morfológicas esenciales de los ríos tipo C son, por tanto, la sinuosidad, el bajo relieve del canal, las llanuras de inundación bien desarrolladas y los característicos point-bar en el canal activo. La agradación/degradación y los procesos de divagación lateral suelen ser notablemente activos aunque dependen de la estabilidad de las márgenes, de las condiciones de la cuenca aguas arriba y del régimen tanto de flujo como de sedimentos. Los ríos de tipo C pueden ser fácil y rápidamente desestabilizados por inestabilidad de las márgenes o por cambios en los flujos de caudal y/o sedimento.

Se trata de un cauce de transición trenzado-meandriforme en valle abierto,

que en el pasado podría definirse más como trenzado que como meandriforme. Sin embargo, la reducción de sedimentos y crecidas por los embalses y la colonización vegetal hasta la misma orilla del cauce han provocado que éste se haya ido estabilizando y concentrando en un canal único, aunque perviven canales secundarios en aguas altas.

La no clasificación como de tipo D (esperado a priori) se debe a esa reducción

del trenzamiento y también a que la relación anchura-profundidad no alcanza el valor 40, que Rosgen fija como necesario para alcanzar un tipo D. De hecho, la ratio anchura/profundidad se queda en 30,24, valor inferior al del sector siguiente y también al anterior con medidas (Gállego 20).

160

Geología: el río discurre ligeramente encajado, aflorando en sus márgenes el sustrato de yesos y margas. Especialmente en la margen izquierda predominan los materiales cuaternarios dispuestos en glacis y terrazas.

Hidrogeología: los materiales cuaternarios mantienen un extenso acuífero, si bien de escasa potencia y desconectado hidráulicamente del río. Existe también una karstificación en los yesos y sales del sustrato que se evidencia por la formación de dolinas.

La pendiente del cauce es superior a la del sector funcional anterior,

situándose en el 0,28%. Se registran diversos choques del cauce menor con los escarpes de terraza, especialmente en la margen derecha, en los que el socavamiento basal es activo. Las irregularidades de trazado son continuas, con subsectores con claro trenzamiento y otros de meandros mal diseñados, que no mantienen ninguna continuidad. Notable dinámica reciente y huellas claras de que los cambios de trazado de las orillas son activos.

Ribera izquierda muy densa, impenetrable en algunos casos, y con poca variedad de especies: sauce (Salix eleagnus y Salix alba), chopo (Populus nigra), álamo (Populus alba), taray (Tamarix gallica), zarza (Rubus ulmifolius) y carrizo (Phragmites sp.). Los ejemplares no se han desarrollado mucho en altura, encontrándonos ante un bosque joven.

En la margen derecha la variedad de especies se limita prácticamente a dos: taray (Tamarix gallica) y carrizo (Phragmites sp.). Los ejemplares de taray se localizan puntualmente entre el río y una franja muy densa de carrizo que oscila entre 50 y 5 metros de distancia al río. El suelo está cubierto de herbáceas.

161

PERFIL LONGITUDINAL

264

266

268

270

272

274

276

278

280

282

157475 158295 159115 159935 160755 161575 162395 163215 164035 164855 165675

30 1,5

kilómetros

N

Zuera

EstaciónPortazgo

Puilatos

Ontinar de Salz

TRAMO 24

Fuente: CHE. Elaboración propia

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR

FUNCIONAL Y PUNTO DE

MUESTREO GÁLLEGO 24

162

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)

DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 0,07

30 0,0570 0

70,1 -0,6272 -1,3874 -1,8476 -2,0678 -2,180 -282 -1,7784 -1,6886 -1,588 -1,4692 -1,3996 -1,36

100 -1,3104 -1,15108 -0,88110 -0,95111 -0,86119 -0,4121 -0,39125 -0,18128 -0,2129 -0,1130 0138 0,15150 0,2

163

164

165

166

167

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 25: ZUERA - PEÑAFLOR El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de

terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario (figura 2.23).

El cauce es B3c. Son típicos en valles de laderas controladas

estructuralmente, con muy limitado desarrollo de la llanura de inundación. Están moderadamente encajados (entrenchment ratio 1.4 a 2.2), la sección transversal de cauce tiene una relación anchura/profundidad mayor de 12, y muestran una sinuosidad superior a 1.2. Las tasas de erosión de las márgenes son normalmente bajas al igual que los procesos de agradación y degradación de canal.

Como puede observarse, la descripción anterior no corresponde con el

presente sector funcional en cuanto a las características de valle y laderas, en absoluto estructurales. En este caso el llano de inundación alcanza un notable desarrollo, similar al de los sectores adyacentes. Sí que es cierto que el curso fluvial circula más encajado en los escarpes de terraza que en el sector anterior, y de ahí el tipo B, debido a una ratio de encajamiento inferior a 2,2 (en concreto 1,479), cuando a priori se esperaba que el tipo fuera C. De hecho, el cauce puede describirse como meandriforme divagante sobre extenso llano de inundación.

Geología: el río discurre a través de potentes depósitos aluviales, terrazas encajadas, existiendo un último afloramiento de yesos junto a la localidad de Zuera, en la margen derecha del río.

Hidrogeología: el río se encuentra conectado hidráulicamente con un potente y extenso acuífero aluvial.

El punto de muestreo se escogió en un enclave muy estable y quizás de mayor

estrechez en el corredor ribereño que la media del sector, lo cual puede ser una causa del encajamiento encontrado.

A lo largo de algo más de 20 km de recorrido, la pendiente media es del

0,21% y la sinuosidad alcanza el valor más elevado de todo el curso del Gállego: 1,555. Algunas irregularidades de trazado de deben a antiguas cortas de meandro, sobre todo en el subsector inferior, aguas debajo de la presa del Rabal.

En la estructura de la ribera izquierda se diferencian perfectamente dos

bandas paralelas. La más próxima al río está compuesta por carrizo (Phragmites sp.), formando una banda impenetrable de 8 metros de ancho por 2 de alto. A

168

continuación aparece una hilera más o menos limitada por los campos de cultivos adyacentes compuesta por chopo (Populus nigra) y álamo (Populus alba), con un sotobosque denso de zarza (Rubus ulmifolius). De cualquier forma, la ribera no supera los 20 metros de anchura (las dos bandas juntas) debido a la presencia de los campos de cultivo.

En margen derecha en la zona próxima al río la vegetación va colonizando

progresivamente la barra existente. Juncos, chopos de muy poca altura y carrizos colonizan en este orden esta margen. Ejemplares más desarrolladas de chopo y álamo junto con algún sauce (Salix alba) se localizan en el límite con el escarpe que comunica con los prados de cultivo contiguos. La anchura supera los 40 metros en este punto, pero está en función de la proximidad de los cultivos.

0 2

kilómetros

4

N

Peñaflor

Villanueva deGállego

San Mateode Gállego

Urb Las Lomasdel Gállego

Zuera

TRAMO 25

Fuente: CHE. Elaboración propia

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR

FUNCIONAL Y PUNTO DE

MUESTREO GÁLLEGO 25

169

PERFIL LONGITUDINAL

210

215

220

225

230

235

240

245

250

255

260

265

165675 169720 173765 177810 181855 185900

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros)

DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 2,13 1,54 1,16 0,5

10 012 -0,814 -2,0216 -2,0118 -1,9120 -1,7322 -1,5324 -1,5726 -1,67

28,2 -1,5430,2 -1,3432,2 -1,2533,3 -0,7840,3 -0,56

45 -0,548 -0,4550 -0,5555 -0,57

57,2 060 0,5665 1,268 1,970 2,4

170

171

172

SECTOR FUNCIONAL GÁLLEGO 26: PEÑAFLOR – DESEMBOCADURA EN EL EBRO

El valle es de tipo 8. Son fácilmente identificables por la presencia de

terrazas fluviales múltiples localizadas lateralmente a lo largo de amplios valles con relieves suaves y escalonados hacia el fondo del valle. Las terrazas aluviales y las llanuras de inundación son las formas de relieve típicas de un elevado aporte sedimentario (figura 2.23).

Geología: el río discurre a través de potentes depósitos aluviales, terrazas encajadas.

Hidrogeología: el río se encuentra conectado hidráulicamente con un potente y extenso acuífero aluvial.

El sector presenta una longitud de 13 km, una pendiente media del 0,34% y

un índice de sinuosidad de 1,23. El incremento de la pendiente se debe en buena medida a las alteraciones antrópicas registradas. Puede calificarse de cauce de transición trenzado-meandriforme alterado y con tramos canalizados. La tipología trenzada o braided ha ido dando paso al canal único por problemas de incisión derivados de las extracciones de áridos y las defensas muy próximas al cauce. El recorrido fluvial es irregular y heterogéneo, sucediéndose situaciones de inestabilidad que hacen difícil estimar su tendencia futura.

En su situación actual se estima que la clasificación de Rosgen podría ser C3,

sin descartar la B3c por el constreñimiento de la ribera y consiguiente encajamiento. Precisamente la heterogeneidad del sector ha hecho imposible la selección de un punto de muestreo representativo.

PERFIL LONGITUDINAL

185

190

195

200

205

210

215

185900 187790 189680 191570 193460 195350

173

174

SECTOR FUNCIONAL AGUAS LIMPIAS 3: TORNADIZAS

El Aguas Limpias es el primer afluente importante del Gállego. En la divisoria que rodea su cuenca se levantan algunos tresmiles, como Balaitus (3.146 m) o la Gran Facha. En su cabecera es un curso mal definido (barranco de Campoplano) que va enlazando cubetas glaciares con ibones, definiéndose el sector funcional Aguas Limpias 1 hasta la presa de Respomuso. El sector Aguas Limpias 2 se caracteriza por el encajamiento postglaciar del valle, en algunos subsectores muy pronunciado (Paso del Onso), en otros menos (Llano Cheto). En el sector Aguas Limpias 3, que discurre por los Llanos de Tornadizas, la pendiente del cauce ha descendido, pero sigue predominando la erosión lineal sobre el desarrollo lateral. Aguas abajo del punto de muestreo (Puen d’as Fajas) se desarrollan otros dos sectores funcionales: Aguas Limpias 4 (embalse de La Sarra) y Aguas Limpias 5 (desde la presa hasta la confluencia con el Gállego). En este último tramo, de valle más abierto en el que se asienta Sallent, el Aguas Limpias recibe a su principal afluente, el barranco de Pondiellos, que desciende desde los Picos del Infierno.

El tipo de valle puede clasificarse como 2. Se dan en relieves moderados, relativamente estables, con pendientes de ladera moderada y pendientes del fondo del valle inferiores al 4% (figura 2.17). Los materiales más frecuentes son aluviones y coluviones. El tipo de río más frecuente en este tipo de valles es el “B”, que generalmente es estable y cuenta con escaso aporte sedimentario, aunque con morfologías de lecho descritas como rápidos.

El tipo de cauce es B2a, característico de pendientes moderadas a

ligeramente moderadas (2-4%), típico en valles estrechos de laderas controladas estructuralmente que limitan el desarrollo de la llanura de inundación. Muchos son el resultado de la influencia de zonas de límites estructurales, fallas, juntas de estratificación, depósitos de aluvio-coluviones. Los ríos de tipo B están moderadamente encajados (entrenchment ratio 1.4 a 2.2), la sección transversal de cauce tiene una relación anchura/profundidad mayor de 12, y muestran una sinuosidad superior a 1.2. La morfología de lecho típica corresponde a la presencia de rápidos, con frecuencia influenciados por constricciones de debris y a estrechamientos locales, dando lugar a pozas pulidas y rápidos. Las tasas de erosión de las márgenes son normalmente bajas al igual que los procesos de agradación y degradación de canal.

Geología: tras atravesar un congosto abierto en materiales carbonatados del Devónico, el río continúa encajado en areniscas y pizarras de la misma edad. El cauce del río discurre entre bloques y cantos, muchos de ellos de aporte lateral.

175

Hidrogeología: el sustrato es en general poco permeable, pero sobre él se desarrollan eluvio-coluviones extensos y con frecuencia potentes que mantienen una zona saturada permanente.

En el Aguas Limpias 3 la sinuosidad es muy baja (1,06), inferior a la descrita para el tipo por Rosgen. El número 2 del código del tipo se atribuye al dominio de materiales de tamaño bloque.

El curso fluvial adquiere la calidad estética propia de los ríos de montaña. Las

aguas cristalinas dejan ver los materiales transportados por la corriente, y numerosos bloques de mayor tamaño, arrastrados por el río o caídos desde las laderas, afloran por encima de la lámina de agua, a veces reteniendo troncos y restos vegetales.

El punto de muestreo, ubicado por facilidad de acceso en el tramo más

inferior del sector funcional, presenta la mitad de pendiente (1,78%) que la media del sector (3,58%). Ello implica un cauce más ancho que lo habitual en el tramo, y con una secuencia riffle-pool más tendida, pero los datos y valores obtenidos son coherentes y esperados.

En la margen izquierda la ribera se encuentra muy limitada por la ladera, alcanzando unos 5-8 metros de anchura. Las especies presentan un gran desarrollo, especialmente las arbóreas. Entre ellas, destaca el abedul (Betula pendula), el avellano (Corylus avellana) y el pino (Pinus sylvestris). También aparece el boj (Buxus sempervirens) y algún sauce (Salix eleagnus) de bajo porte. La densidad de la ribera es baja, permitiendo el paso sin problemas.

La ribera derecha es un poco más amplia, alcanzando casi 20 metros de anchura, pero de similar densidad. Las especies son idénticas, destacando también el serbal de cazadores (Sorbus aucuparia).

176

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

horizontal vertical0 1,51 1

2,5 0,753 0,55 06 -0,237 -0,768 -0,899 -1,02

10 -0,8710,3 -0,25

10,65 -0,8111 -0,7612 -0,6413 -0,5714 -0,4715 016 0,3817 0,618 0,719 0,8120 1,121 1,15

0

N

1,5

kilómetros

3

Sallent de Gállego

Frontera delPortalet

Formigal

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR FUNCIONAL

Y PUNTO DE MUESTREO

AGUAS LIMPIAS 3

Fuente: CHE. Elaboración propia

177

178

179

180

SECTOR FUNCIONAL AURÍN 3: ACUMUER – DESEMBOCADURA EN EL GÁLLEGO

El Aurín nace en la vertiente SE de la Pala de Alcañiz (2.763 m) y desciende en fuerte vertiente hasta la cubeta glaciar de Bucuesa, desde donde alterna tramos de mayor pendiente y encajamiento con otros de menor pendiente y más clara factura glaciar (Aurín 1). En la cota 1.500 m se inicia el sector funcional Aurín 2, de mucha menor pendiente y más homogéneo que el anterior, en el que el cauce presenta un trazado de baja sinuosidad sobre un valle encajado en V. El desarrollo lateral del cauce es muy débil, con escasos depósitos de sedimentos. Aguas arriba de Acumuer, sobre la cota 1.200 m, se inicia el sector funcional Aurín 3, en el que el cauce se ensancha para hacerse trenzado, morfología que ya no cambiará hasta la desembocadura. A lo largo de este prolongado sector el cauce se va ensanchando, merced a los abundantes aportes sedimentarios laterales, procedentes de barrancos y vertientes que drenan una cuenca deleznable de flysch y margas.

Ya que parece ser que no hay restos glaciares aguas debajo de Acumuer, el valle podría definirse como del tipo 3. Son valles caracterizados por la presencia de potentes depósitos detríticos actuales (abanicos aluviales y coluviones), mientras las pendientes del fondo del valle son moderadamente abruptas, mayores del 2% (figura 2.18).

El cauce es típicamente trenzado y de gran anchura. Se clasifica como D3b. Corresponde a ríos con un sistema de canales múltiples con una elevada relación anchura/profundiad (W/D mayor de 40) y una pendiente de canal generalmente similar a la del valle. Estos canales se encuentran en relieves y valles relacionados con abanicos deposicionales de elevadas pendientes, valles de salida de glaciares, valles montañosos con carga aluvional grosera (como el presente caso) y también en zonas deltaicas. Estos ríos tienen tasas de erosión de las márgenes elevadas, siendo la relación entre la anchura de la banda activa de meandros y la anchura del bankfull la más baja (valores de entre 1 y 2) entre todos los tipos de ríos. Las características típicas de los canales múltiples se despliegan como series de barras e islas sin cobertera vegetal que cambian de posición frecuentemente durante los eventos de escorrentía por deshielo y drenajes. El aporte sedimentario es en la práctica ilimitado y las características del lecho fluvial son el resultado de procesos de convergencia/divergencia del local barrido de barras y de la sedimentación. La agradación y la divagación son dominantes.

En este caso es la fuerte pendiente la que otorga la letra “b” al tipo y el predominio de material tamaño canto el que introduce el número 3.

181

Geología: la mayor parte de este tramo tiene como sustrato los niveles de areniscas y lutitas que constituyen el flysch eoceno. El cauce está cubierto por un aluvial extenso pero en general poco potente de gravas y cantos. Las terrazas y glacis que se desarrollan en ambas márgenes suelen estar desconectados del río.

Hidrogeología: los depósitos aluviales constituyen un acuífero que condiciona los caudales circulantes del río. Existen manantiales de aguas sulfídricas procedentes de los materiales del flysch en el propio cauce.

Afortunadamente en los tipos de canales múltiples como éste no se toma en consideración la ratio de encajamiento. En el caso que nos ocupa hay una anchura flood-prone natural de 195 m por la que resulta una entrenchment ratio de 2,834. Sin embargo, la mota de la margen derecha constriñe el llano de inundación y deja el flood-prone en sólo 106 m, dejando reducida la entrenchment ratio a 1,54.

Otro aspecto a tener en cuenta es la tendencia, observada en el punto de muestreo, a la erosión lineal en la zona izquierda del cauce, en cuyo lecho aflora el sustrato margoso, dando la sensación de que la acumulación de sedimentos en mucho más profunda en la margen derecha. Habría que confirmar la continuidad de este proceso en el sector y buscar sus factores.

Destaca un caudal bankfull elevado, muestra de un curso torrencial, no regulado. La impermeabilidad del sustrato margoso y una capa de sedimentos probablemente menos profunda de lo esperado, hacen que la circulación hídrica subsuperficial sea muy poco importante en relación con la superficial, de ahí un caudal bankfull relativamente elevado para tratarse de un canal braided.

Resulta curioso el hecho de que la corriente secundaria izquierda, que circula directamente sobre el sustrato margoso, no se muestra como lámina de agua horizontal, sino que aparece con un evidente peralte hacia el centro del cauce, visible en el transecto dibujado. Ello se debe a la propia inclinación del sustrato y al diseño de la curva, en la que la parte cóncava es, contrariamente a lo habitual, de lecho más elevado que la convexa. Se realizaron varias comprobaciones con el nivel topográfico antes de confirmar esta situación.

El cauce trenzado del Aurín es uno de los más valiosos del Pirineo. Sin embargo, se encuentra enormemente impactado en numerosos puntos por extracciones de áridos, invasiones laterales y entrada de vehículos. En el punto de muestreo hay huellas de un camino precario dentro del cauce y llega una pista por cada orilla, se manera que es vadeado habitualmente por vehículos todo terreno.

182

Las riberas se encuentran en estado bastante precario. La izquierda es relativamente estrecha al pie del escarpado límite del llano de inundación, en el que crece un bosquete con quejigos y carrascas. Dentro del flood-prone crece un bosquete arbustivo de sauces, chopos y quejigos, denso y bien estructurado, de unos 10 m de anchura. A continuación se desarrolla un depósito fino con un herbazal en el que abundan juncos y zarzas, salpicado de algún sauce arbustivo, alcanzando el cauce secundario que circula sobre el sustrato margoso.

Sobre las distintas islas y barras centrales de sedimentos la vegetación es muy escasa, limitándose a algunos pies de sauce de tamaño enano junto a algunos pies de aliaga y herbáceas ruderales.

La orilla derecha es muy estrecha a causa del constreñimiento del dique. Al pie del talud de éste crecen algunos saucillos y menta. La parte superior de la mota ha sido colonizada por aliagas con muy poco cubrimiento. Por detrás del dique debió de desarrollarse en el pasado un soto, hoy sustituido por cultivos. Quedan algunos ejemplares aislados pero de buen porte de chopo (Populus nigra), principalmente junto al camino de acceso y al dique.

0

N

2,5

kilómetros

5

Borrés

Larrés

Larrede

Acumuer Biescas

Escuer

Senegüé

Aurín

Catirana

Sabiñánigo

LOCALIZACIÓN DEL SECTOR

FUNCIONAL Y PUNTO DE

MUESTREO AURÍN 3

Fuente: CHE. Elaboración propia

183

DATOS TOPOGRÁFICOS (en metros) DE LA SECCIÓN TRANSVERSAL

0 1,4 88,1 -1

1,5 0,85 89,1 -0,89 4 0,3 90,2 -0,67

13 0,1 92,85 -0,55 16 0 93,5 -0,42

18,65 -0,05 95,15 -0,36 19 -0,23 97,7 -0,8 21 -0,51 99,1 -0,97

24,1 -0,85 100,15 -0,98 25,9 -0,66 101,45 -0,91 27,7 -0,84 102,5 -0,89 28,1 -0,75 103,7 -0,9 29,5 -0,75 104,9 -0,8 30,4 -0,81 106,2 -0,36

31,75 -0,89 106,85 0,05 33 -0,69 107,1 0,85

34,2 -0,27 108 2,35 35,5 -0,45 110,5 2,35

37,35 -0,38 111,5 0,6 40,2 -0,32 130 0,6 41,7 -0,03

46,25 -0,26 47 -0,21

47,4 0 48 0,07

51,6 0,01 54,5 0,12

58 0,01 63 -0,06

67,5 0,02 69,45 0,05 71,15 -0,5 73,45 -0,43

74,3 -0,34 79,5 -0,24 83,4 -0,34 84,7 -0,89

86,05 -1,16 87,15 -1,05

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