“dios mío, díos mío, por qué me has abandonado”

11

Upload: others

Post on 25-Jun-2022

8 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: “Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”
Page 2: “Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”

3

EDITA:PasionistasSantuario de Angosto01426 Villanañe (Alava)Tfno.: 945.35.30.21

Correo electrónico:[email protected]

SUSCRIPCIÓN ANUAL:10 Euros

Cuenta KUTXABANK2095-3212-69-1090122689

IMPRIME:GRAFILUR, Arte GráficoAvda. Cervantes, 51 Edif. 21 48970 BASAURI (Bizkaia)

DEPÓSITO LEGAL:VI-39-1958

NÚMERO:823

“Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”

NA PREGUNTA, que la podemos prolongaren dos variantes que refuerzan nuestra ló-gica humana, para reclamar al cielo unarespuesta:

Dios mío, Dios mío, - ¿Por qué te has abandonado?- ¿Por qué nos hemos abandonado?

Es la pregunta del Hijo del Hombre queen su crucifixión recoge el grito de todoslos crucificados de la tierra. Antes o des-pués llegará al hombre esta noche oscurade la fe: pero si la noche es el fin del día,también presagia un nuevo amanecer.

Trágica sería la belleza del atardecer,si el sol que se nos oculta tras los monteso el lejano horizonte de la llanura, no vol-viera a lucir al alba de un nuevo día.

EL SILENCIO DE DIOS se hace más densoporque apunta razonablemente (aunqueno tanto) al primer artículo de nuestro cre-do: Creo en Dios Padre todopoderoso,Creador de cielo y tierra.

- ¿Dónde está el Todopoderoso y Pa-dre de misericordia entrañable, que guar-da un silencio impasible ante las lágrimasde los confinados en su soledad y en susmiedos por un próximo futuro presagiadotan incierto? El silencio del Viernes Santo

U

CRUCIFIXIÓN Y MUERTE DE JESÚS.Del evangelio de S. Marcos 15,31-41.

Dios, en esta infernal pandemia

Del sepulcro, la vida.De las sombras, tu rostro.De nuestra noche, tu día.De las tinieblas, la luz.Del crimen, un hombre nuevo.Del pecado, la gracia.Del hundimiento, la exaltación.Del lamento, el aleluya jubiloso.Del desencanto, la esperanza.Del rechazo, el abrazo.

.Todo puede convertirse en vida. Nada está defini-tivamente perdido. En la muerte hay semillas devida, porque al principio y al final del mundo hayuna palabra de amor. Aunque los hombres niegueno crucifiquen el Amor..La última palabra de la historia la tiene Dios: hijomío, vivirás. Porque Dios no sabe otra cosa queamar y dar vida. Nosotros lo hemos visto en lanoche pascual.

Page 3: “Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”

4 5

lo advirtió Jesús desde su arresto en el Huerto de losOlivos, como el poder de las tinieblas que silenció aDios y la misión salvadora de su Mesías.

Luego (post factum) a la luz de la resurrecciónde Jesús, descubrimos que en aquel silencio de Dios,“locura para lógica mundana y escándalo para los ju-díos”, nos ha revelado la grandeza de su amor inefablede ese Dios expresado en el Misterio Pascual: en aquelHijo del Hombre crucificado, Jesu-Cristo, estaba crucifi-cado Dios. Pero la última palabra sobre la vida y lamuerte del hombre y de Dios -que el orgullo humano seatreve a pronunciar- se la reserva Dios: es una palabrade vida y resurrección.

La muerte ha sido vencida. El cristiano ya no la ve enel espectro de un esqueleto humano con la guadaña apunto de segarnos la vida, sino como una puerta de sa-lida, un nuevo nacimiento divino.

Con el título “La puerta abierta” traemos a ANGOSTO(pág.8) un apunte de José Antonio Pagola para curar-nos del fatalismo supersticioso que considera la “muer-te” como un tabú maldito del que mejor no hablar. Pero,como revancha de lo reprimido, la muerte ha multiplica-do su presencia rondando por nuestras casas al aire dela pandemia. El apunte de Pagola desde la antropolo-gía creyente es como una vacuna, desde la fe, para su-perar el miedo, fortalecer la esperanza, y dar sentido ala vida.

El papa Francisco nos ofrece su meditación pascual so-bre la presencia activa del Resucitado en miles y milesde hombres y mujeres de toda clase y condición en elmundo, entregados heroicamente a salvar vidas huma-nas en este tenebroso Covid19. Porque, sépase o no,donde hay amor allí está Dios (pág.9) (ANGOSTO)

Jesús es portador de sorpresas enor-mes y agradables. Todas las revelacio-nes del reino de Dios lo son. Quisieraentrar en las entrañas de las emocio-nes que provoca una sorpresa muyagradable, para considerar sus dimen-siones de altura y profundidad, de lati-tud y sus horizontes. Podría entoncescomenzar a comprender de cuál felici-dad le atraviesa y disfruta quien esagraciado por una buena sorpresa.

En la comunidad de Angosto somos be-neficiarios de buenas sorpresas desdeel 16 de enero. Ahí estuvimos citadoslos cuatro religiosos de la comunidadpara ver el punto al que estaban llegan-do las obras de rehabilitación del Cen-tro de Espiritualidad. Paseamos los dis-tintos espacios acompañados de cuatroarquitectos, al mando del arquitecto je-fe y del Padre Responsable de la Obra.

Comenzó el recorrido en una habitaciónmodelo, preparado para el momento.Pudimos ver sus dimensiones y equipa-miento, y a través de una ventanilla“ad hoc” pudimos observar también elgrueso del sistema de las numerosasconducciones de agua, luz, calefacción,etc. que integraba. Ello nos llevó al si-lencio contemplativo ante los sobrioscomentarios del arquitecto. Mientrastanto se estaba formulando en nuestrointerior, a cada avance de espacio con-templado, una pregunta: ¿cómo ha sidoposible en tan reducido espacio detiempo haber llegado hasta este avancede la obra?

Teniendo presente nuestra ignoranciafrente a los secretos de construcciónde una obra hoy en día, tras la pregun-ta secreta surgía una sensación de ad-miración: ¡qué buen equipo de ingenie-

DE SORPRESA EN SORPRESA

OBRAS

Page 4: “Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”

6 7

ros constructores debe ser esteque nos acompaña! Más todavíacon este su silencio que corea alas explicaciones del ArquitectoJefe, teniendo entendido que desabios es la precisión y sobriedadde palabras y los silencios que lasacompañan.

Escribimos esto para nuestrosamigos lectores. La Casa de Es-piritualidad se está remodelandoefectivamente. Nos vemos forza-dos a entender que se vislumbraun cambio de etapa entre lo quese ha vivido hasta ahora en An-gosto y su futuro inmediato y leja-no. Va surgiendo un nuevo An-gosto, renovado y potenciado, enbien de la evangelización a favorde la Iglesia y de nuestra Congre-gación. Lo digo para la alegría yesperanza de tantísimos que handisfrutado de los gozos del Espíri-tu en esta Casa de Angosto yestán suspirando iniciarse en laespiritualidad pasionista. Recojounas palabras del papa JuanPablo II: “¡Vosotros no solo tenéisuna historia gloriosa para recordary contar, sino una gran historiaque construir! Poned los ojos enel futuro, hacia el que el Espírituos impulsa para seguir haciendocon vosotros grandes cosas” (V.C.n.110). Vale, para más contento, un ju-

biloso ¡Aleluya! (P. Dositeo) cp.

Cuando algo se renueva, genera nueva ilu-sión, y en esas andamos, queridos amigos yamigas del Valle. Angosto va adelante, la obrava adelante, ¿quién puede dudarlo? Y, ade-más, con buen ritmo, y eso es lo mejor.Estos días vengo escuchando, cuando no le-yendo, algunas noticias del lugar, y lo cierto esque con el solo enunciado de estas letras quepongo y que son buenas noticias, sería sufi-ciente no esperar más, dado que cuando lafuente es buena, es entonces cuando la infor-mación cobra auténtico valor y va donde debede ir.Cuando algo va encaminando, lentamente pe-ro seguro, solamente quieres que continúe,porque es la mejor forma de asegurar la llega-da a la meta, de modo que, queridos conveci-nos, no se trata de llegar como dice el refrán“tarde, mal y nunca” sino tener la certeza de lameta, ordenar las fuerzas y saber llegar.Me gusta el tiempo “sin noticias”, ¿sabéis?Ahora hay un despilfarro de medios que ha-cen que tengamos una borrachera de pro-puestas cada vez que algo nuevo sucede. Alfinal tener tanta información hace de hecho elno estar informado, a falta de filtros conve-nientes que, sobre todo, den veracidad a loque se dice y al por qué se dice, teniendo pre-sente siempre el cómo de aquello que hayque decir.Tenemos, os estaba diciendo, mil de cada co-

dades y pueblos. No es momento del“menos” de algo, pues cuando creemosen ello, cuando lo que sucede en el lu-gar nos interesa, cuando forma parte denuestras vidas, siempre va a más. Es-pero que esto sea el Angosto, del cadavez, más próximo futuro.Un lugar sencillo, pero con MÁS VIDA,la que tantos que lo visiten y ocupenquieran darle con las suyas propias; deMÁS ENCUENTRO, la naturaleza nospide a todos estar más atentos a la ne-cesidad de escuchar su lenguaje; MÁSCOMUNITARIA, este lugar es centro, yespero lo siga siendo, de vivenciascomunes que aglutinan sentimientoscomunitarios que te hacen ser de algocon otros que son el “alguien” que to-dos necesitamos si queremos ser veci-nos y sentirnos así, y desde luego,MÁS ESPIRITUAL, sobra decir quecuando un lugar emotivo que fue deDios pierde sus armonías, a veces sequeda en piedras para visitar, en luga-res que recuerdan otros tiempos o ensitios bonitos, decimos, y Angosto, tienevocación de resonar en el futuro nuevasmelodías divinas, que no son de otrotiempo, porque a Dios gracias, nuncamejor dicho, la historia continua.De modo que queridos lectores, no ten-go especiales noticias, porque la mejorde las noticias está por llegar, mientrasserenamente todas las cosas se vanhaciendo, para que un día las veamoshechas. Recuerda…”se hace camino alandar”. P. Pablo Gonzalo (pasionista)

sa, publicaciones, comentarios, resolu-ciones, ideas, programas, voluntades,intereses y otro tanto de lo que queráis;y lo más interesante es que Angosto ca-mina bien, así de sencillo, y esta es lagran noticia que por sencilla, cierta yclara, merece ser celebrada en cadamomento hasta donde toca alegrarseque algo camine bien.Y además, sé que las siguientes infor-maciones irán unidas a esta, porqueuna imagen vale más que mil palabrasy la imagen esclarece tanto o más, demodo que estemos atentos al progreso,dado que en la medida que algo nos in-teresa es cuando de verdad cobra im-portancia y es entonces cuando debe-mos, sí, lo digo bien, DEBEMOS estarbien informados.Caminando por Angosto me doy cuentaestos días qué importante es que el Va-lle tenga este “lugar”, ya no porque todoparece que se marchita y apaga, ¿ver-dad?; cada vez menos gente en lospueblos, o menos frailes en los conven-tos, o menos niños correteando en ciu-

Obras de Angosto (3)

LAS BUENAS NOTICIAS

Page 5: “Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”

98

INVITAR A LA ALEGRÍA pudiera pareceruna provocación e, incluso, una bromade mal gusto ante las graves conse-cuencias que estamos sufriendo por elCOVID-19. Como las primeras discípu-las que iban al sepulcro, vivimos rodea-dos por una atmósfera de dolor e incer-tidumbre que nos hace preguntarnos:“¿Quién nos correrá la piedra del sepul-cro?” (Mc 16, 3). ¿Cómo haremos parallevar adelante esta situación que nos

sobrepasó completamente? El impactode todo lo que sucede, las graves con-secuencias que ya se reportan y vis-lumbran, el dolor y el luto por nuestrosseres queridos nos desorientan, acon-gojan y paralizan. Es la pesantez de lapiedra del sepulcro que se impone anteel futuro y que amenaza, con su realis-mo, sepultar toda esperanza. Es la pe-santez de la angustia de personas vul-nerables y ancianas que atraviesan lacuarentena en la más absoluta sole-dad. Es la pesantez de las familias queno saben ya cómo arrimar un plato decomida a sus mesas. Es la pesantezdel personal sanitario y servidores pú-blicos al sentirse exhaustos y desborda-dos…, esa pesantez que parece tenerla última palabra.

Sin embargo, resulta conmovedordestacar la actitud de las mujeres delEvangelio. Frente a las dudas, el sufri-miento, la perplejidad ante la situacióne incluso el miedo a la persecución y atodo lo que les podría pasar, fueron ca-paces de ponerse en movimiento y no

“De pronto, Jesús salió a su encuen-tro y las saludó, diciendo: “Ale-graos” (Mt 28, 9). Es la primera pala-bra del Resucitado después de queMaría Magdalena y la otra María des-cubrieran el sepulcro vacío y setoparan con el ángel. El Señor sale asu encuentro para transformar suduelo en alegría y consolarlas enmedio de la aflicción (cfr. Jr 31, 13).Es el Resucitado que quiere resuci-tar a una vida nueva a las mujeres y,con ellas, a la humanidad entera.Quiere hacernos empezar ya a par-ticipar de la condición de resucita-dos que nos espera.

La presencia activa del Resucitado en la PandemiaEstamos demasiado atrapados por el“más acá” para preocuparnos del “másallá»”. Sometidos a un ritmo de vida quenos aturde y esclaviza, abrumados poruna información asfixiante de noticias yacontecimientos diarios, fascinados pormil atractivos que el desarrollo técnicopone en nuestras manos, no parece quenecesitemos un horizonte más amplioque “esta vida” en la que nos movemos.

¿Para qué pensar en “otra vida”?- ¿No es mejor gastar todas nuestrasfuerzas en organizar lo mejor posiblenuestra existencia en este mundo? - ¿No deberíamos esforzarnos al máxi-mo en vivir esta vida de ahora y callar-nos respecto a todo lo demás? - ¿No es mejor aceptar la vida con suoscuridad y sus enigmas, y dejar “elmás allá” como un misterio del que nadasabemos?

Sin embargo, el hombre contemporá-neo, como el de todas las épocas, sa-be que en el fondo de su ser está la-tente siempre la pregunta más seria ydifícil de responder: ¿qué va a ser detodos y cada uno de nosotros?

Cualquiera que sea nuestra ideología onuestra fe, el problema al que estamosenfrentados todos es nuestro futuro.

¿Qué final nos espera?Peter Berger nos ha recordado conprofundo realismo que «toda sociedadhumana es, en última instancia, unacongregación de hombres frente a lamuerte». Por ello, es ante la muerteprecisamente donde aparece con másclaridad «la verdad» de la civilizacióncontemporánea que, curiosamente, nosabe qué hacer con ella si no es ocul-tarla y eludir al máximo su trágico de-safío.

Más honrada parece la postura depersonas como Eduardo Chillida, queen alguna ocasión se expresó en estostérminos: «De la muerte, la razón medice que es definitiva. De la razón, larazón me dice que es limitada».

Es aquí donde hemos de situar la pos-tura del creyente, que sabe enfrentarsecon realismo y modestia al hecho inelu-dible de la muerte, pero que lo hacedesde una confianza radical en Cristoresucitado. Una confianza que difícil-mente puede ser entendida «desdefuera» y que solo puede ser vivida porquien ha escuchado, alguna vez, en elfondo de su ser, las palabras de Jesús:«Yo soy la resurrección y la vida».¿Crees esto?

Publicado en “Reflexión y Liberación” (28 de marzo 2020 (primera ola de la Pandemia).José Antonio Pagola.

Una puerta abierta

MEDITACIÓN PASCUAL Papa Francisco

Page 6: “Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”

10 11

arde débilmente. Es el soplo del Es-píritu que abre horizontes, despierta lacreatividad y nos renueva en frater-nidad para decir presente (aquí estoy)ante la enorme e impostergable tareaque nos espera.

Éste es el tiempo favorable delSeñor, que nos pide no contentarnos, ymenos justificarnos, con lógicas sustitu-tivas o paliativas que impiden asumir elimpacto y las consecuencias de lo queestamos viviendo. Éste es el tiempo deanimarnos a una nueva imaginación delo posible con el realismo que solo elEvangelio nos puede proporcionar.

En este tiempo vemos la importanciade “unir a toda la familia humana en labúsqueda de un desarrollo sostenible eintegral”. Cada acción individual no esuna acción aislada; para bien o paramal, tiene consecuencias para losdemás, porque todo está conectado ennuestra Casa común; y si las autorida-des sanitarias ordenan el confinamien-to, es el pueblo quien lo hace posible,consciente de su corresponsabilidadpara frenar la pandemia.

“Una emergencia como la del COVID-19 es derrotada en primer lugar con losanticuerpos de la solidaridad”. Lecciónque romperá todo fatalismo en el quenos habíamos inmerso y permitirá res-ponder mancomunadamente a tantosmales que aquejan a millones de her-

manos alrededor del mundo. No pode-mos permitirnos escribir la historia pre-sente y futura de espaldas al sufrimien-to de tantos. Ojalá se revele el alma delos pueblos, ese reservorio de esperan-za, fe y caridad en la que fuimos engen-drados y que por tanto tiempo hemosanestesiado o silenciado.

Si actuamos como un solo pueblo,incluso ante las otras epidemias quenos acechan, podemos lograr un im-pacto real. ¿Seguiremos mirando paraotro lado con un silencio cómplice anteesas guerras alimentadas por deseosde dominio y de poder? ¿Estaremosdispuestos a cambiar estilos de vidaque sumergen en la pobreza, promo-viendo y animándonos a llevar una vidamás austera y humana que posibilite unreparto equitativo de los recursos?

La globalización de la indiferencia se-guirá amenazando nuestro caminar…Ojalá nos encuentre con los anticuerposnecesarios de la justicia, la caridad y lasolidaridad. No tengamos miedo a vivirla civilización del amor, que es “civiliza-ción de la esperanza”: contra la angus-tia y el miedo, la tristeza y el desaliento,la pasividad y el cansancio.

En este tiempo de tribulación es mideseo que, allí donde estés, puedas ha-cer la experiencia de Jesús, que sale atu encuentro, te saluda y te dice: “Alé-grate”.

está aquí, ha resucitado”. Ésta es lafuente de nuestra alegría y esperanza,que transforma nuestras unciones, en-tregas…

Cada vez que tomamos parte de laPasión del Señor y acompañamos lapasión de nuestros hermanos, nuestrosoídos escucharán la novedad de la Re-surrección: el Señor nos precede ennuestro caminar, removiendo las pie-dras que nos paralizan.

Ésta es nuestra esperanza, la que nonos podrá ser robada, silenciada o con-taminada. Toda la vida de servicio yamor que ustedes han entregado eneste tiempo volverá a latir de nuevo.Basta con abrir una rendija para que launción del Señor se expanda con fuer-za imparable y nos permita contemplarla realidad con una mirada renovadora.

Si algo hemos podido aprender entodo este tiempo es que nadie sesalva solo. Las fronteras caen, losmuros se derrumban y todos los dis-cursos integristas se disuelven anteuna presencia casi imperceptibleque manifiesta la fragilidad de la queestamos hechos.

La Pascua nos convoca e invita ahacer memoria de esa otra presenciadiscreta y respetuosa, generosa y re-conciliadora capaz de no romper lacaña quebrada ni apagar la mecha que

dejarse paralizar por lo que estabaaconteciendo. Por amor al Maestro, ycon ese típico, insustituible y benditogenio femenino, fueron capaces de asu-mir la vida como venía, sortear astuta-mente los obstáculos para estar cercade su Señor. A diferencia de muchos delos Apóstoles que huyeron presos delmiedo y la inseguridad, que negaron alSeñor y escaparon, ellas, sin evadirseni ignorar lo que sucedía, sin huir ni es-capar…, supieron simplemente estar yacompañar.

A diferencia de los que huyeron conla ilusión de salvarse a sí mismos,fuimos testigos de cómo vecinos y fa-miliares se pusieron en marcha con es-fuerzo y sacrificio para permanecer ensus casas y así frenar la difusión. Pudi-mos descubrir cómo muchas personasque ya vivían y tenían que sufrir la pan-demia de la exclusión y la indiferenciasiguieron esforzándose, acompañán-dose y sosteniéndose para que estasituación sea (o bien, fuese) menos do-lorosa. Vimos la unción derramada pormédicos, enfermeros, limpiadores,cuidadores, transportistas, fuerzas deseguridad, voluntarios..., y tantos que seentregaron para aportar un poco de cu-ra, de calma y alma a la situación.

Y fue precisamente ahí, en medio desus ocupaciones y preocupaciones,donde las discípulas fueron sorprendi-das por un anuncio desbordante: “No

Page 7: “Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”

12 13

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA Reducidas al mínimo las celebracio-nes presenciales religiosas, descubri-mos el valor inestimable de los mediosde comunicación al servicio del hom-bre en una sociedad descreída y conmuchas soledades en el alma. Menos lamentos plañideros por lo queperdemos, ya que el pan y la salud seaprecian y se desean más cuando nosfalta o escasea. En las ausencias seaviva la nostalgia del deseo: el abrazoapretado de los cuerpos y las almas,las caricias, en tiempo negadas u olvi-dadas a la abuela. El detalle de unwhatsapp y otro de una vídeo-confe-rencia han aliviado el cruel aislamientoen esta pandemía. Los medios decomunicación, gracias a Dios y altrabajo del hombre, hacen milagros.Tomamos la misa como referenciapara educarnos en la mirada sacra-mental de las transmisiones radiofóni-cas y televisadas. La mirada sacra-mental nos lleva más allá de lo que

captan los sentidos: amplía realmentela asamblea celebrante y favorece lapersonalización de algunos valorespercibidos en aislamiento religioso, in-dividual o familiar. Y abre sus puertas ala Misión.

POR UNA COMUNIDAD DE TELEVIDENTESTodos unidos formando un solo cuerpo,unidos en la fe y el amor. La asambleapresencial y la de televidentes.No olvidemos que la asamblea de laeucaristía televisada la constituyenenfermos, ancianos y personas aisla-das o impedidas para acudir a la igle-sia. Esa asamblea es más o menos fi-ja y no hace espectáculo. Es unaasamblea dispersa en el espacio, perounida en la misma fe y en la mismaexperiencia celebrativa.

POR UNA VIVENCIA SACRAMENTALUnidos al rezar, unidos en una canción,viviremos nuestra fe con la ayuda del Señor.

A través de la pantalla se establece unvínculo real con las personas enfermaso aisladas y se entra en una comunióncon el sacramento que se celebra. Elhecho televisivo vuelve a presentarnosuna forma de comunicación con el mis-terio eucarístico, que en la tradicióncristiana se llamó la comunión espiri-tual. No se trata aquí de un mero deseointerior. Hay una comunicación visualreal con el misterio que se celebra. Algunos primeros planos pueden cum-plir una función importante. Acciones ri-tuales como las manos extendidas so-bre el pan y el vino durante la primeraepíclesis, descubren su fuerza expresi-va a través de un primer plano. Lo mis-mo se puede decir del pan y del vinoen el momento de la consagración. Unaacción central, como la fracción delpan, recupera toda su fuerza en un pri-mer plano. Este momento, que pasacasi desapercibido en la mayoría denuestras celebraciones, y tantos otros,adquieren todo su relieve en una tomaen primer plano.

POR LA PROPUESTA CRISTIANA AL MUNDO. ¿No podremos formar, en una socie-dad mayoritariamente católica, unaasamblea litúrgica sin fronteras, disper-sa en el espacio, heterogénea y anóni-ma, pero unida espiritualmente por lamisma fe y comunicada electrónica-mente por la misma televisión?

. ¿No se podrá abrir asíla Palabra del Padre amuchos hijos dispersosy suscitar en ellos unarespuesta de fe? . ¿La misa transmitida por televisión esuna oportunidad única para muchos deofrecerse con Cristo, por Cristo y enCristo, como oblación espiritual en launidad del Espíritu Santo, para gloriade Dios? . ¿No podrá ser la eucaristía por televi-sión la ocasión de una auténtica comu-nión espiritual y cuando sea posible, deuna comunión sacramental, ayudandovivir a tantos cristianos el ritmo celebra-tivo de la Iglesia? . ¿No podremos dar a la celebracióntelevisiva el lenguaje propio de la televi-sión? . ¿Cómo debemos celebrar el misteriode Cristo, presente y actuante en la his-toria, aquí y ahora, para la familia glo-bal de nuestros países de mayoría ca-tólica?Bastaría saber que una sola persona(o tal vez muchas) ha encontrado en lamisa de la televisión una luz, una fuer-za, una alegría, una fuente de paz inte-rior para unir sus dolores y su agoníaal sacrificio redentor... Eso justificaríael esfuerzo que hacemos para conti-nuar gritando el mensaje de Jesúsdesde los tejados. (ANGOSTO)

Pasar de un mirar superficial, equiparado al interés con que semiran los demás espacios televisivos, para profundizar y sinto-nizar desde dentro, hasta llegar a crear en el televidente unaverdadera experiencia celebrante «a distancia»

La Misa televisada:.Una vivencia sacramental. .Una presencia comunitaria..La propuesta cristiana al mundo.

Page 8: “Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”

1514

Aldalur Ibarbia

garizuma - pazkoa

Con el poeta cantoAl final de la noche no es la noche: nace un nuevo día.Al final del invierno no es el invierno: brota radiante la primavera.Al final de la muerte no es la muerte: estalla victoriosa la Vida.

Con el filósofo me descubro y escribosoy hombre-caminante,soy hombre con los otros del camino,soy ser y tiempo.

Como caminantesoporto y sueño el camino, los encuentros y la meta.

Como hombreescucho en rumor de mis venas y en las bodegas de mi ser,el grito por la vida, la rebelión contra la muerte.

Como ser con los otros hombrespresiento que alguien me espera al final del camino.

Con el cristiano creoque la vida no se consume: se consuma y, consumada, se transforma;que el viernes santo engendra la Pascua;que la muerte ya no mata.

Con el santo me sube el cielo los deseos:“la muerte es ganacia”;“muero porque no muero”. Mario M.

Con la muerte del sol, muere la tarde.Es la hora del éxtasis: la tierra y el cielo y el mar y las montañas se encienden de oros, para entregarse al misterio de la noche.El atardecer sería trágico, si jamás volvieraa aparecer el sol.

Creo en la resurrección.Creo en la vida eterna.

Pascua y resurrección

arizuma eta Pazkoa ez dira kontraproposamenak. Ez horixe!Garizuma bidea da, Pazko Jai Nagusira garaman bidea. Eta gu bide horretan goazen bidari edo erromesak.

Gizaki modernoa bide berrien bila dabil. Gogoan ditut abesti baten hitzak; “Erromes,nora zoaz nora zoazen ez badakizu?”.

Bidari, ibiltari, erromes, fardela bizkarrean eta makila eskuan. Galderak buruan etanekea gorputzean, oinak zaurituta eta helmuga urruti. Hitz goxoak entzun nahi etaalboan inor ez. Atseden beharra sentitzen duzu eta beldur zara gaueko ilunakharrapatuko zaituen.

Bizitza azeleratu honetan nahitaezkoak dira barruko baretasuna eta gorputzekoatsedena. Beharrezkoak dira Garizuma eta Pazkoa. Eraikuntza zaharkitua eraberritzen den moduan, gizakiaren izaera ere eraberritzeakomeni da.

Baretasuna, bakea, atsedena, goxotasuna, isiltasuna, izadiaren edertasuna… aurkitunahi badituzu hor daukazu ANGOSTO ingurunea. Zeruak eta lurrak, mendiak etaerrekak, Jainkoak eta gizakiak bat egiten duten altxorra.

Hilabete gutxi barru izango duzu ANGOSTO GOGARTETXEA erabat eraberrituta,egokituta. Eta hor izango duzu erlijiosoen elkartea zure zerbitzura. Ateak zabalik!

G

Page 9: “Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”

José Luis Izar de la Fuente

16 17

de cuarenta días para la admisión de so-licitudes, mediante los cuales y los infor-mes que se tomen, se providenciará conlas formalidades que convenga.

Solicitud para Hospitaleroen Angosto

PEDRO RUIZ DE PINEDO, natural de la villade Fontecha, de ventiseis años de edad,estado soltero y de oficio tejedor, a Vd.en el acatamiento debido expongo: Queestando de residencia en este pueblo deBarrio, dedicado a dicho oficio, ha sabi-do que se halla vacante la plaza de Er-mitaño Hospitalero de Nª Sª de Angosto,sita en la jurisdicción, y creyéndose conla suficiente capacidad para su desem-peño:

A Vd. Suplica se digne conferirle lamencionada plaza de Ermitaño hospitale-ro, pues promete cumplir con las condi-ciones formalizadas al efecto de que es-tá enterado, y de acudir a esta solicitudrecibirá merced. Nuestro Señor guardesu vida de Vd. Muchos años. Barrio de

Valdegovía y Marzo mil ochocientos cin-cuenta y ocho.

El ermitaño cumplirá las obligacio-nes que firma en su contrato.

1) Siempre que hubiere informes en elhospital deberá trasmitirlos.

2) Apuntará en la segunda cocina la leñaque fuere necesaria para pago de su in-ducción, y tanto él como su familia trata-rá con su ayuda y amabilidad con enfer-mos cuidando de que ni delante de estani en otro caso salga de su boca palabraobscena ni malsonante.

3) Lavará la ropa del Hospital y Capilla.Siempre que por el Director o quien hi-ciere sus veces se juzgue conveniente-mente, solo podrá mandar por oficio sinjornal alguno si el punto a donde va nodista más de media hora. Así mismo des-empeñará cualquier encargo o comisiónque por el Director o la Junta se lo de.

4) No consentirá que se envíen al esta-blecimiento ni se coloquen dentro de losmojones de su pertenencia maderas, tie-rra, piedra u otras cosas sin permiso delDirector.

5) Firmará un inventario de todos losefectos de Capilla i Hospital separandode ellos confianzas o hipotecas de susbienes.

6) Cualquiera contravención a los artícu-los anteriores se castigarán por el Direc-tor con una multa de diez reales y dediez a cuarenta por la Junta. Si estimareconveniente por la repetición de la faltao gravedad de la misma se le expulsará.7) Si la Junta lo juzgare oportuno podráentregar a su cuidado por la retribuciónde treinta reales mensuales los depósi-tos que hubiere, los mandará a la es-cuela, alimentará y presentará todos losmeses al Director.8) Las faltas que contra el aseo, mal ali-mento, trato o cualquiera contra los artí-culos del reglamento vigentes seráncastigadas con treinta reales en su gra-do mínimo.9) Se le dará habitación gratuitamente,así como tampoco pagará renta por elhuerto que hay contiguo al horno, ni porla huerta o heredad que está al ladoopuesto del rio, y se le darán anualmen-te cuarenta reales; si se le ocupase porenfermero se le abonará jornal.Con cuyas condiciones expresadas seconformará el que sea Ermitaño Hospi-talero de Nuestra Señora de Angosto.Villanañe trece de Febrero de mil ocho-cientos cincuenta y ocho.

R. Ignacio de Varona Pedro Ruiz de Pinedo Juan de Pinedo

ANGOSTO,ERMITAÑO-HOSPITALERO

Entre los muchos escritos que se encuentran en el ar-chivo de la “casa-castillo de los Varona”, tuve ocasión dever el presente documento, interesante como pequeñaanécdota dentro de la historia de lo que fue Hospital deNuestra Señora de Angosto.

n esta de Villanañe a primeros deMarzo de mil ochocientos cincuenta y

ocho, El Sr. D. Rodrigo Ignacio de Varo-na y Salazar Director del Santuario Hos-pital de Nuestra Señora de Angosto deVillanañe, sita en esta Jurisdicción; porante mí el Secretario de la Junta de Be-neficencia dijo: Que el día de ayer cele-bró reunión de los individuos de la referi-da Junta, y en ella se hizo presente queMaximino de Angulo ermitaño Hospitale-ro de indicado santuario había indicadoquería hacer renuncia de su empleo; loque si se ejecutaba, dispusieron unáni-memente todos los dichos vocales darlas facultades necesarias, como así lo hi-cieron a dicho Sr. Director para que ins-truyera el expediente oportuno para laprovisión de esta plaza; y habiendo he-cho este mismo día la dimisión el citadoAngulo, ordenó su Merced que pongaéste Auto que encabeza las debidas dili-gencias, por el que se señala el término

E

Page 10: “Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”

18

Difuntos

AgradecidosBilbao - Jesús Sáenz de Buruaga - Luisa OlábarriVitoria - Juan Pedro Ibarra Landaluce

La Molina-Perú - Jabier Areitioaurtena, pasionistaBilbao - Hilario Piñeiro Yáñez, pasionistaComunión - José Mª Pérez MasOkariz - Luis Ruiz AretxabaletaSalcedo - Matilde Fernández de la Vera Vitoria - Santiago Ortiz González - Mercedes Vicente González -

José Mª Cabañes Plágaro - Blanca Beltrán UnzabalZuazo - Juan José Salaverría Arana

CELEBRACIONES

DOMINGO DE RAMOS

Bendición de Ramos y Eucaristía: 13 horas

MARTES SANTO

Celebración Penitencial: 5 tardeJUEVES SANTO

Celebración de la Cena del Señor: 6 de la tarde

VIERNES SANTO

Vía Crucis de Dios y del HombreHora: 11,30 de la mañana

Celebración Pasión y Muerte del Señor: 5 de la tarde

SÁBADO SANTO

Vigilia Pascual: 9,30 de la nocheDOMINGO DE PASCUA

Eucaristía: 13 horas

semana santa en angostosemana santa en angosto

SUSPENDIDAS LAS PROCESIONESDE SEMANA SANTA EN VITORIA

El Obispo de Vitoria ha anunciado la firmadel decreto donde suspende las salidas pro-cesionales del Jueves y Viernes Santo —porsegundo año consecutivo— por las calles deVitoria y de muchos pueblos de Álava, Trevi-ño y Orduña —canónicamente pertenecientesa la Diócesis de Vitoria— y donde recuerdaque las principales celebraciones de la Sema-na Santa se harán de la manera más acordecon las actualizaciones sanitarias vigentesen ese momento.

“Desde el inicio de esta situación nuestraDiócesis ha estado siempre primando la necesi-dad de salvar vidas y sumar acciones por frenarlos contagios y ser así parte de la solución, algoque seguiremos haciendo con responsabilidad”.

Si alguna persona tiene alguna duda sobre aforo, horarios..., llámenos a Angosto: 945 35 36 49 - 945 35 30 21

SustraianCuento-ParábolaEL ALDEANO SENTADO

19

n día, al atardecer, un campesino se sentó a la puerta de su casa a tomarel fresco. Por delante serpeaba el camino en dirección al cercano pueblo.

Pasó un hombre, que al divisar el campesino sentado, pensó para sí: - «Estehombre es un perezoso. No trabaja y se pasa el día sentado a su puerta sin ha-cer nada». Y siguió de largo.Luego pasó otro caminante en dirección al pueblo, y al ver al campesino senta-do, pensó para sí: - «Este hombre es un mujeriego. Está todo el día sentado jun-to al camino para ver pasar a las muchachas y alternar con ellas». Y siguió delargo.Pasó otro viajero en dirección al pueblo, y al ver al campesino sentado a su puer-ta, pensó para sí: - «Este hombre es muy trabajador. Ha trabajado todo el día, yahora, al caer la tarde, se toma un merecido descanso». Y siguió su camino.MORALEJA: En realidad, no podemos decir mucho del carácter y costumbresdel campesino que se sentó a la puerta de su casa. Pero sí podemos decir algode los tres hombres que pasaron por el camino: del primero podemos decir queera un perezoso; del segundo podemos decir que era un mujeriego; y del terceropodemos decir que era un hombre muy trabajador.

REFLEXIONES PARA LA VIDAA mí la “moraleja” me ayuda mucho a la hora de mirar a mi interior y realizar un“retrato” de tantas situaciones e, incluso, una “especie de fotografía” de mis pro-pias ACTITUDES de VIDA. No sé lo que descubriréis los que leáis y acaso co-mentáis con alguien este cuento-parábola. Sería interesante compartirlo alguien,o en algún grupo del que formáis parte, o en algún grupo de reflexión.

Siento que la Cuaresma es un buen momento para tomar conciencia deestas actitudes y estilos que cada uno vivimos, casi de forma automática. ¿Nosanimaríamos a este ejercicio los Amigos de Angosto?

COMPROMISO DE VIDA¿Me comprometo a realizar un ejercicio de reflexión a compartirlo con otros?

U

Page 11: “Dios mío, Díos mío, por qué me has abandonado”