dios le conoce a usted, pero ¿conoce usted a dios? le conoce a... · quizá usted al igual que...

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INTRODUCCIÓN: Se había leído la Biblia siete veces y podía recitar de memoria, extensos pasajes. Era parte de su ejercicio diario de estudio de la Biblia. Sin duda tenía mucho conocimiento. También ejercía un cargo en la iglesia. "Humberto es un hombre consagrado", solían repetir el pastor y la gente de la iglesia. No es de extrañar, entonces, que no dudaron en lo más mínimo darle el liderazgo de un ministerio. En cierta ocasión alguien le cerró el paso con su vehículo. Afortunadamente frenó a tiempo, de lo contrario el choque habría sido inevitable. Le embargó una tremenda ira. ¡No podía concebir algo así! Aceleró el auto y alcanzó al protagonista del incidente. --¿No te das cuenta de por dónde andas?—le dijo, sacando la cabeza por la ventanilla del automotor. Para enfatizar su disgusto, acompañó su airado reclamo con unas cuantas palabras groseras. Su sorpresa fue grande cuando desde el otro auto emergió una sonrisa amable. Era la esposa de un pastor de la misma iglesia. --Discúlpeme, hermano Humberto. No fue mi intención. Voy camino a la clínica donde internaron por urgencias a mi señora madre. Le pido de nuevo disculpas--, y reemprendió la marcha. No es una historia real, pero podría serlo seguramente con sus variantes. DESARROLLO 1) ¿Conoce usted a Dios?: Es evidente que Dios le conoce a usted, pero ¿conoce usted a Dios? Es probable que a pesar de muchos conocimientos e incluso, de hablar la jerga cristiana que acompaña muchas de nuestras expresiones, usted no conozca a Dios. El evangelio de Juan relata que en cierta ocasión fue hasta el Señor Jesús un hombre ampliamente reconocido en el mundo religioso de su época. Dios lo conocía a él, pero él no conocía a Dios, aunque hablaba del Creador a toda hora. El diálogo fue sencillo pero a la vez profundo en su contenido. "Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? (Jn 3:3-4) Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la Biblia unas cuantas veces y es reconocido en su congregación como alguien entregado a Dios. 01 Dios le Conoce a Usted, pero ¿Conoce Usted a Dios?

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Page 1: Dios le Conoce a Usted, pero ¿Conoce Usted a Dios? le Conoce a... · Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la Biblia

Versículo clave: Lucas 9:1

“INTRODUCCIÓN: Se había leído la Biblia siete veces y podía recitar de memoria, extensos

pasajes. Era parte de su ejercicio diario de estudio de la Biblia. Sin duda tenía mucho

conocimiento.

También ejercía un cargo en la iglesia. "Humberto es un hombre consagrado", solían repetir el

pastor y la gente de la iglesia. No es de extrañar, entonces, que no dudaron en lo más mínimo

darle el liderazgo de un ministerio.

En cierta ocasión alguien le cerró el paso con su vehículo. Afortunadamente frenó a tiempo, de lo

contrario el choque habría sido inevitable.

Le embargó una tremenda ira. ¡No podía concebir algo así! Aceleró el auto y alcanzó al

protagonista del incidente.

--¿No te das cuenta de por dónde andas?—le dijo, sacando la cabeza por la ventanilla del

automotor. Para enfatizar su disgusto, acompañó su airado reclamo con unas cuantas palabras

groseras.

Su sorpresa fue grande cuando desde el otro auto emergió una sonrisa amable. Era la esposa de

un pastor de la misma iglesia.

--Discúlpeme, hermano Humberto. No fue mi intención. Voy camino a la clínica donde internaron

por urgencias a mi señora madre. Le pido de nuevo disculpas--, y reemprendió la marcha. No es

una historia real, pero podría serlo seguramente con sus variantes.

DESARROLLO

1) ¿Conoce usted a Dios?: Es evidente que Dios le conoce a usted, pero ¿conoce usted a Dios?

Es probable que a pesar de muchos conocimientos e incluso, de hablar la jerga cristiana que

acompaña muchas de nuestras expresiones, usted no conozca a Dios.

El evangelio de Juan relata que en cierta ocasión fue hasta el Señor Jesús un hombre

ampliamente reconocido en el mundo religioso de su época. Dios lo conocía a él, pero él no

conocía a Dios, aunque hablaba del Creador a toda hora.

El diálogo fue sencillo pero a la vez profundo en su contenido. "Respondió Jesús y le dijo: De

cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo

le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el

vientre de su madre, y nacer? (Jn 3:3-4)

Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la

Biblia unas cuantas veces y es reconocido en su congregación como alguien entregado a Dios.

01

La pregunta es, ¿hasta dónde ha logrado conocer a Dios?

Por supuesto, conocer a Dios jamás podremos lograrlo en su plenitud; sin embargo cuando

mantenemos una estrecha relación con Él, y abrimos el corazón para que obre conforme

disponga, empezamos a ver el reflejo de su amor, poder y mover en cada uno de nosotros.

2) Hacia nuevos niveles: La vida cristiana no puede estancarse. Si ocurre, no solamente

estaremos impedidos para dar nuevos pasos sino que corremos el peligro de retroceder.

Conforme crecemos en Cristo, llegamos a nuevos niveles en los planos personal y espiritual.

"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no

puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del

Espíritu, espíritu es." (Vs. 5 - 6).

También el crecimiento hacia nuevos niveles debe incluir nuestro comportamiento. Si no se

produce un cambio en nuestro actuar, es necesario revisar nuestro testimonio cristiano. Una vida

cristiana sin frutos es una vida que necesita ser examinada por el Señor.

3) Movidos por el Espíritu Santo: Para Nicodemo, aquellas palabras del Señor Jesús eran

nuevas. Tal vez para usted como cristiano, aquello de dejarse mover por el Espíritu Santo también

sea algo que reviste cierta novedad.

El Señor Jesús le dijo: "No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento

sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo

aquel que es nacido del Espíritu." (v. 8).

Al Espíritu Santo hay que dejarlo actuar y moverse como el quiere. No presionar ni darle órdenes

como "Muévete ahora..." como si se tratara de un empleado que responde a nuestras

indicaciones. Dios se mueve conforme quiere y lo que necesita es que estemos abiertos a Él.

APLICACIÓN: Formúlese unas preguntas sencillas: ¿Cómo anda su testimonio de vida cristiana?

¿Ha crecido en los niveles personal y espiritual? ¿Está abierto al mover del Espíritu Santo o sus

esfuerzos están encaminados a ejercer cierta manipulación sobre Él? A los tripulantes nuevos

explíqueles en forma concisa que significan las palabras de Jesús: “Os es necesario nacer de

nuevo” (v. 8) y llévelos a tomar una decisión por el Señor.

Las respuestas solamente las tiene usted. Y si halla algún fallo, debe encaminarse a corregirla.

Con ayuda de Dios, si lo involucra en su ser y le permite obrar, es posible...

Dios le Conoce a Usted, pero ¿Conoce Usted a Dios?

Page 2: Dios le Conoce a Usted, pero ¿Conoce Usted a Dios? le Conoce a... · Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la Biblia

Versículo clave: Lucas 9:1

“INTRODUCCIÓN: Se había leído la Biblia siete veces y podía recitar de memoria, extensos

pasajes. Era parte de su ejercicio diario de estudio de la Biblia. Sin duda tenía mucho

conocimiento.

También ejercía un cargo en la iglesia. "Humberto es un hombre consagrado", solían repetir el

pastor y la gente de la iglesia. No es de extrañar, entonces, que no dudaron en lo más mínimo

darle el liderazgo de un ministerio.

En cierta ocasión alguien le cerró el paso con su vehículo. Afortunadamente frenó a tiempo, de lo

contrario el choque habría sido inevitable.

Le embargó una tremenda ira. ¡No podía concebir algo así! Aceleró el auto y alcanzó al

protagonista del incidente.

--¿No te das cuenta de por dónde andas?—le dijo, sacando la cabeza por la ventanilla del

automotor. Para enfatizar su disgusto, acompañó su airado reclamo con unas cuantas palabras

groseras.

Su sorpresa fue grande cuando desde el otro auto emergió una sonrisa amable. Era la esposa de

un pastor de la misma iglesia.

--Discúlpeme, hermano Humberto. No fue mi intención. Voy camino a la clínica donde internaron

por urgencias a mi señora madre. Le pido de nuevo disculpas--, y reemprendió la marcha. No es

una historia real, pero podría serlo seguramente con sus variantes.

DESARROLLO

1) ¿Conoce usted a Dios?: Es evidente que Dios le conoce a usted, pero ¿conoce usted a Dios?

Es probable que a pesar de muchos conocimientos e incluso, de hablar la jerga cristiana que

acompaña muchas de nuestras expresiones, usted no conozca a Dios.

El evangelio de Juan relata que en cierta ocasión fue hasta el Señor Jesús un hombre

ampliamente reconocido en el mundo religioso de su época. Dios lo conocía a él, pero él no

conocía a Dios, aunque hablaba del Creador a toda hora.

El diálogo fue sencillo pero a la vez profundo en su contenido. "Respondió Jesús y le dijo: De

cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo

le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el

vientre de su madre, y nacer? (Jn 3:3-4)

Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la

Biblia unas cuantas veces y es reconocido en su congregación como alguien entregado a Dios.

La pregunta es, ¿hasta dónde ha logrado conocer a Dios?

Por supuesto, conocer a Dios jamás podremos lograrlo en su plenitud; sin embargo cuando

mantenemos una estrecha relación con Él, y abrimos el corazón para que obre conforme

disponga, empezamos a ver el reflejo de su amor, poder y mover en cada uno de nosotros.

2) Hacia nuevos niveles: La vida cristiana no puede estancarse. Si ocurre, no solamente

estaremos impedidos para dar nuevos pasos sino que corremos el peligro de retroceder.

Conforme crecemos en Cristo, llegamos a nuevos niveles en los planos personal y espiritual.

"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no

puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del

Espíritu, espíritu es." (Vs. 5 - 6).

También el crecimiento hacia nuevos niveles debe incluir nuestro comportamiento. Si no se

produce un cambio en nuestro actuar, es necesario revisar nuestro testimonio cristiano. Una vida

cristiana sin frutos es una vida que necesita ser examinada por el Señor.

3) Movidos por el Espíritu Santo: Para Nicodemo, aquellas palabras del Señor Jesús eran

nuevas. Tal vez para usted como cristiano, aquello de dejarse mover por el Espíritu Santo también

sea algo que reviste cierta novedad.

El Señor Jesús le dijo: "No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento

sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo

aquel que es nacido del Espíritu." (v. 8).

Al Espíritu Santo hay que dejarlo actuar y moverse como el quiere. No presionar ni darle órdenes

como "Muévete ahora..." como si se tratara de un empleado que responde a nuestras

indicaciones. Dios se mueve conforme quiere y lo que necesita es que estemos abiertos a Él.

APLICACIÓN: Formúlese unas preguntas sencillas: ¿Cómo anda su testimonio de vida cristiana?

¿Ha crecido en los niveles personal y espiritual? ¿Está abierto al mover del Espíritu Santo o sus

esfuerzos están encaminados a ejercer cierta manipulación sobre Él? A los tripulantes nuevos

explíqueles en forma concisa que significan las palabras de Jesús: “Os es necesario nacer de

nuevo” (v. 8) y llévelos a tomar una decisión por el Señor.

Las respuestas solamente las tiene usted. Y si halla algún fallo, debe encaminarse a corregirla.

Con ayuda de Dios, si lo involucra en su ser y le permite obrar, es posible...

02

Dios le Conoce a Usted, pero ¿Conoce Usted a Dios?

Page 3: Dios le Conoce a Usted, pero ¿Conoce Usted a Dios? le Conoce a... · Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la Biblia

“INTRODUCCIÓN: Se había leído la Biblia siete veces y podía recitar de memoria, extensos

pasajes. Era parte de su ejercicio diario de estudio de la Biblia. Sin duda tenía mucho

conocimiento.

También ejercía un cargo en la iglesia. "Humberto es un hombre consagrado", solían repetir el

pastor y la gente de la iglesia. No es de extrañar, entonces, que no dudaron en lo más mínimo

darle el liderazgo de un ministerio.

En cierta ocasión alguien le cerró el paso con su vehículo. Afortunadamente frenó a tiempo, de lo

contrario el choque habría sido inevitable.

Le embargó una tremenda ira. ¡No podía concebir algo así! Aceleró el auto y alcanzó al

protagonista del incidente.

--¿No te das cuenta de por dónde andas?—le dijo, sacando la cabeza por la ventanilla del

automotor. Para enfatizar su disgusto, acompañó su airado reclamo con unas cuantas palabras

groseras.

Su sorpresa fue grande cuando desde el otro auto emergió una sonrisa amable. Era la esposa de

un pastor de la misma iglesia.

--Discúlpeme, hermano Humberto. No fue mi intención. Voy camino a la clínica donde internaron

por urgencias a mi señora madre. Le pido de nuevo disculpas--, y reemprendió la marcha. No es

una historia real, pero podría serlo seguramente con sus variantes.

DESARROLLO

1) ¿Conoce usted a Dios?: Es evidente que Dios le conoce a usted, pero ¿conoce usted a Dios?

Es probable que a pesar de muchos conocimientos e incluso, de hablar la jerga cristiana que

acompaña muchas de nuestras expresiones, usted no conozca a Dios.

El evangelio de Juan relata que en cierta ocasión fue hasta el Señor Jesús un hombre

ampliamente reconocido en el mundo religioso de su época. Dios lo conocía a él, pero él no

conocía a Dios, aunque hablaba del Creador a toda hora.

El diálogo fue sencillo pero a la vez profundo en su contenido. "Respondió Jesús y le dijo: De

cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo

le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el

vientre de su madre, y nacer? (Jn 3:3-4)

Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la

Biblia unas cuantas veces y es reconocido en su congregación como alguien entregado a Dios.

La pregunta es, ¿hasta dónde ha logrado conocer a Dios?

Por supuesto, conocer a Dios jamás podremos lograrlo en su plenitud; sin embargo cuando

mantenemos una estrecha relación con Él, y abrimos el corazón para que obre conforme

disponga, empezamos a ver el reflejo de su amor, poder y mover en cada uno de nosotros.

2) Hacia nuevos niveles: La vida cristiana no puede estancarse. Si ocurre, no solamente

estaremos impedidos para dar nuevos pasos sino que corremos el peligro de retroceder.

Conforme crecemos en Cristo, llegamos a nuevos niveles en los planos personal y espiritual.

"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no

puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del

Espíritu, espíritu es." (Vs. 5 - 6).

También el crecimiento hacia nuevos niveles debe incluir nuestro comportamiento. Si no se

produce un cambio en nuestro actuar, es necesario revisar nuestro testimonio cristiano. Una vida

cristiana sin frutos es una vida que necesita ser examinada por el Señor.

3) Movidos por el Espíritu Santo: Para Nicodemo, aquellas palabras del Señor Jesús eran

nuevas. Tal vez para usted como cristiano, aquello de dejarse mover por el Espíritu Santo también

sea algo que reviste cierta novedad.

El Señor Jesús le dijo: "No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento

sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo

aquel que es nacido del Espíritu." (v. 8).

Al Espíritu Santo hay que dejarlo actuar y moverse como el quiere. No presionar ni darle órdenes

como "Muévete ahora..." como si se tratara de un empleado que responde a nuestras

indicaciones. Dios se mueve conforme quiere y lo que necesita es que estemos abiertos a Él.

APLICACIÓN: Formúlese unas preguntas sencillas: ¿Cómo anda su testimonio de vida cristiana?

¿Ha crecido en los niveles personal y espiritual? ¿Está abierto al mover del Espíritu Santo o sus

esfuerzos están encaminados a ejercer cierta manipulación sobre Él? A los tripulantes nuevos

explíqueles en forma concisa que significan las palabras de Jesús: “Os es necesario nacer de

nuevo” (v. 8) y llévelos a tomar una decisión por el Señor.

Las respuestas solamente las tiene usted. Y si halla algún fallo, debe encaminarse a corregirla.

Con ayuda de Dios, si lo involucra en su ser y le permite obrar, es posible...

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Versículo clave: Lucas 2:10-11

¿Tiene lugar la celebración de Navidad?

Page 4: Dios le Conoce a Usted, pero ¿Conoce Usted a Dios? le Conoce a... · Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la Biblia

“INTRODUCCIÓN: Se había leído la Biblia siete veces y podía recitar de memoria, extensos

pasajes. Era parte de su ejercicio diario de estudio de la Biblia. Sin duda tenía mucho

conocimiento.

También ejercía un cargo en la iglesia. "Humberto es un hombre consagrado", solían repetir el

pastor y la gente de la iglesia. No es de extrañar, entonces, que no dudaron en lo más mínimo

darle el liderazgo de un ministerio.

En cierta ocasión alguien le cerró el paso con su vehículo. Afortunadamente frenó a tiempo, de lo

contrario el choque habría sido inevitable.

Le embargó una tremenda ira. ¡No podía concebir algo así! Aceleró el auto y alcanzó al

protagonista del incidente.

--¿No te das cuenta de por dónde andas?—le dijo, sacando la cabeza por la ventanilla del

automotor. Para enfatizar su disgusto, acompañó su airado reclamo con unas cuantas palabras

groseras.

Su sorpresa fue grande cuando desde el otro auto emergió una sonrisa amable. Era la esposa de

un pastor de la misma iglesia.

--Discúlpeme, hermano Humberto. No fue mi intención. Voy camino a la clínica donde internaron

por urgencias a mi señora madre. Le pido de nuevo disculpas--, y reemprendió la marcha. No es

una historia real, pero podría serlo seguramente con sus variantes.

DESARROLLO

1) ¿Conoce usted a Dios?: Es evidente que Dios le conoce a usted, pero ¿conoce usted a Dios?

Es probable que a pesar de muchos conocimientos e incluso, de hablar la jerga cristiana que

acompaña muchas de nuestras expresiones, usted no conozca a Dios.

El evangelio de Juan relata que en cierta ocasión fue hasta el Señor Jesús un hombre

ampliamente reconocido en el mundo religioso de su época. Dios lo conocía a él, pero él no

conocía a Dios, aunque hablaba del Creador a toda hora.

El diálogo fue sencillo pero a la vez profundo en su contenido. "Respondió Jesús y le dijo: De

cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo

le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el

vientre de su madre, y nacer? (Jn 3:3-4)

Quizá usted al igual que este líder religioso del judaísmo, tiene mucho conocimiento. Ha leído la

Biblia unas cuantas veces y es reconocido en su congregación como alguien entregado a Dios.

La pregunta es, ¿hasta dónde ha logrado conocer a Dios?

Por supuesto, conocer a Dios jamás podremos lograrlo en su plenitud; sin embargo cuando

mantenemos una estrecha relación con Él, y abrimos el corazón para que obre conforme

disponga, empezamos a ver el reflejo de su amor, poder y mover en cada uno de nosotros.

2) Hacia nuevos niveles: La vida cristiana no puede estancarse. Si ocurre, no solamente

estaremos impedidos para dar nuevos pasos sino que corremos el peligro de retroceder.

Conforme crecemos en Cristo, llegamos a nuevos niveles en los planos personal y espiritual.

"Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no

puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del

Espíritu, espíritu es." (Vs. 5 - 6).

También el crecimiento hacia nuevos niveles debe incluir nuestro comportamiento. Si no se

produce un cambio en nuestro actuar, es necesario revisar nuestro testimonio cristiano. Una vida

cristiana sin frutos es una vida que necesita ser examinada por el Señor.

3) Movidos por el Espíritu Santo: Para Nicodemo, aquellas palabras del Señor Jesús eran

nuevas. Tal vez para usted como cristiano, aquello de dejarse mover por el Espíritu Santo también

sea algo que reviste cierta novedad.

El Señor Jesús le dijo: "No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento

sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo

aquel que es nacido del Espíritu." (v. 8).

Al Espíritu Santo hay que dejarlo actuar y moverse como el quiere. No presionar ni darle órdenes

como "Muévete ahora..." como si se tratara de un empleado que responde a nuestras

indicaciones. Dios se mueve conforme quiere y lo que necesita es que estemos abiertos a Él.

APLICACIÓN: Formúlese unas preguntas sencillas: ¿Cómo anda su testimonio de vida cristiana?

¿Ha crecido en los niveles personal y espiritual? ¿Está abierto al mover del Espíritu Santo o sus

esfuerzos están encaminados a ejercer cierta manipulación sobre Él? A los tripulantes nuevos

explíqueles en forma concisa que significan las palabras de Jesús: “Os es necesario nacer de

nuevo” (v. 8) y llévelos a tomar una decisión por el Señor.

Las respuestas solamente las tiene usted. Y si halla algún fallo, debe encaminarse a corregirla.

Con ayuda de Dios, si lo involucra en su ser y le permite obrar, es posible...

Versículo clave: Lucas 2:10-11

¿Tiene lugar la celebración de Navidad?

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