diferentes tipos de terreno

6
Diferentes tipos de terreno 4, 5. Resuma la parábola de Jesús del sembrador que esparce semillas. 4 En el pasaje de Marcos 4:1-9, Jesús habla de un sembrador que esparce semillas, las cuales van cayendo en diferentes lugares. Allí leemos: “¡Miren! El sembrador salió a sembrar. Y al ir sembrando, parte de la semilla cayó a lo largo del camino, y las aves vinieron y se la comieron. Y otra parte cayó sobre el pedregal, donde, por supuesto, no tenía mucha tierra, y brotó inmediatamente por no tener profundidad de tierra. Mas cuando salió el sol, se chamuscó, y, por no tener raíz, se marchitó. Y otra parte cayó entre los espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. Mas otras cayeron sobre la tierra excelente, y, creciendo y aumentando, empezaron a dar fruto, y llevaban de a treinta y de a sesenta y de a ciento por uno”. 5 En tiempos bíblicos, el sembrador normalmente llevaba las semillas en un pliegue de la ropa o en una bolsa, y las sembraba a voleo, es decir, arrojándolas al aire con la mano. De modo que si en esta parábola la semilla termina en diferentes tipos de terreno no es porque esa sea la intención del sembrador, sino porque, al ser esparcida en el aire, cae por casualidad en diversos lugares. 6. ¿Cómo explicó Jesús la parábola del sembrador? 6 No hace falta adivinar el significado de esta parábola, pues Jesús mismo pasó a explicarla, como leemos en Marcos 4:14-20: “El sembrador siembra la palabra. Estos, pues, son aquellos a lo largo del camino donde se siembra la palabra; mas luego que la han oído viene Satanás y se lleva la palabra que ha sido sembrada en ellos. Y, así mismo, estos son los que han sido sembrados sobre los pedregales: luego que han oído la palabra, la aceptan con gozo. Sin embargo, no tienen raíz en sí mismos, sino que continúan por un tiempo; entonces, luego que surge tribulación o persecución a causa de la palabra, se les hace tropezar. Y hay otros que son sembrados entre los espinos; estos son los que han oído la palabra, pero las inquietudes de este sistema de cosas y el poder engañoso de las riquezas y los deseos de las demás cosas van entrando y ahogan la palabra, y esta se hace infructífera. Finalmente, los que han sido sembrados en la tierra excelente son los que escuchan la palabra y la reciben favorablemente y llevan fruto de a treinta y a sesenta y a ciento por uno”. 7. ¿Qué representan la semilla y los diferentes tipos de terreno? 7 Notemos que Jesús no dice que el sembrador use distintos tipos de semilla. Lo que dice es que esta cae en diferentes tipos de terreno; eso es lo que hace que los resultados varíen. El primer tipo de terreno es duro, el segundo es poco profundo y el tercero está lleno de espinos. El cuarto, en cambio, es tierra buena que produce fruto (Luc. 8:8). ¿Qué representa la semilla? El mensaje del Reino que encontramos en la Palabra de Dios (Mat. 13:19). ¿Y los diferentes tipos de terreno? Las diferentes actitudes del corazón (léase Lucas 8:12, 15). 8. a) ¿A quiénes representa el sembrador? b) ¿Por qué no todo el mundo responde igual al mensaje del Reino? 8 ¿A quiénes representa el sembrador? A los colaboradores de Dios, quienes proclaman las buenas nuevas del Reino. Al igual que Pablo y Apolos, ellos plantan y riegan; pero por mucho que se esfuercen, no todos logran los mismos resultados. ¿Por qué? Porque no todos los que escuchan el mensaje tienen la misma actitud de corazón. Recordemos que el sembrador de la parábola no puede controlar los resultados. Saber esto consuela a todos los cristianos y en particular a los que llevan muchos años, incluso décadas, predicando fielmente sin muchos resultados aparentes.* ¿Por qué los consuela ese hecho? 9. ¿Qué verdad consoladora destacaron el apóstol Pablo y Jesús? 9 La fidelidad del sembrador no se mide por los resultados de su trabajo. Así lo confirmó Pablo cuando dijo: “Cada persona recibirá su propio galardón según su propia labor” (1 Cor. 3:8). Lo que se recompensa es la labor, no los resultados. Jesús les recalcó eso a sus discípulos en una ocasión en la que estos acababan de regresar de una gira de predicación. Los discípulos estaban muy contentos porque, al usar el nombre de Jesús, los demonios quedaban sometidos a ellos. Aunque eso era motivo de alegría, él les dijo: “No se regocijen a causa de esto, de que los espíritus queden sujetos a ustedes, sino regocíjense porque sus nombres hayan sido inscritos en los cielos” (Luc. 10:17-20). Puede que un sembrador de la palabra no vea que su labor esté rindiendo mucho fruto; sin embargo, eso no significa que haya sido menos diligente o fiel que otros. Los resultados dependen en buena medida de la actitud de corazón de quienes le escuchan. Y, después de todo, es Dios quien hace crecer la semilla.+ LEA UN TEXTO BÍBLICO BIEN SELECCIONADO 8. ¿Qué dijo sobre los nuevos tratados un superintendente de servicio? 8 Todos los nuevos tratados tienen el mismo formato, así que si aprendemos a usar uno de ellos, sabremos usarlos todos. Un superintendente de servicio de Hawái (Estados Unidos) escribió: “No nos imaginábamos lo

Upload: ulicer-martinez

Post on 14-Apr-2016

6 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

topografia

TRANSCRIPT

Page 1: Diferentes Tipos de Terreno

Diferentes tipos de terreno

4, 5. Resuma la parábola de Jesús del sembrador que esparce semillas.

4 En el pasaje de Marcos 4:1-9, Jesús habla de un sembrador que esparce semillas, las cuales van cayendo en diferentes lugares. Allí leemos: “¡Miren! El sembrador salió a sembrar. Y al ir sembrando, parte de la semilla cayó a lo largo del camino, y las aves vinieron y se la comieron. Y otra parte cayó sobre el pedregal, donde, por supuesto, no tenía mucha tierra, y brotó inmediatamente por no tener profundidad de tierra. Mas cuando salió el sol, se chamuscó, y, por no tener raíz, se marchitó. Y otra parte cayó entre los espinos, y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. Mas otras cayeron sobre la tierra excelente, y, creciendo y aumentando, empezaron a dar fruto, y llevaban de a treinta y de a sesenta y de a ciento por uno”.

5 En tiempos bíblicos, el sembrador normalmente llevaba las semillas en un pliegue de la ropa o en una bolsa, y las sembraba a voleo, es decir, arrojándolas al aire con la mano. De modo que si en esta parábola la semilla termina en diferentes tipos de terreno no es porque esa sea la intención del sembrador, sino porque, al ser esparcida en el aire, cae por casualidad en diversos lugares.

6. ¿Cómo explicó Jesús la parábola del sembrador?

6 No hace falta adivinar el significado de esta parábola, pues Jesús mismo pasó a explicarla, como leemos en Marcos 4:14-20: “El sembrador siembra la palabra. Estos, pues, son aquellos a lo largo del camino donde se siembra la palabra; mas luego que la han oído viene Satanás y se lleva la palabra que ha sido sembrada en ellos. Y, así mismo, estos son los que han sido sembrados sobre los pedregales: luego que han oído la palabra, la aceptan con gozo. Sin embargo, no tienen raíz en sí mismos, sino que continúan por un tiempo; entonces, luego que surge tribulación o persecución a causa de la palabra, se les hace tropezar. Y hay otros que son sembrados entre los espinos; estos son los que han oído la palabra, pero las inquietudes de este sistema de cosas y el poder engañoso de las riquezas y los deseos de las demás cosas van entrando y ahogan la palabra, y esta se hace infructífera. Finalmente, los que han sido sembrados en la tierra excelente son los que escuchan la palabra y la reciben favorablemente y llevan fruto de a treinta y a sesenta y a ciento por uno”.

7. ¿Qué representan la semilla y los diferentes tipos de terreno?

7 Notemos que Jesús no dice que el sembrador use distintos tipos de semilla. Lo que dice es que esta cae en diferentes tipos de terreno; eso es lo que hace que los resultados varíen. El primer tipo de terreno es duro, el segundo es poco profundo y el tercero está lleno de espinos. El cuarto, en cambio, es tierra buena que produce fruto (Luc. 8:8). ¿Qué representa la semilla? El mensaje del Reino que encontramos en la Palabra de Dios (Mat. 13:19). ¿Y los diferentes tipos de terreno? Las diferentes actitudes del corazón (léase Lucas 8:12, 15).

8. a) ¿A quiénes representa el sembrador? b) ¿Por qué no todo el mundo responde igual al mensaje del Reino?

8 ¿A quiénes representa el sembrador? A los colaboradores de Dios, quienes proclaman las buenas nuevas del Reino. Al igual que Pablo y Apolos, ellos plantan y riegan; pero por mucho que se esfuercen, no todos logran los mismos resultados. ¿Por qué? Porque no todos los que escuchan el mensaje tienen la misma actitud de corazón. Recordemos que el sembrador de la parábola no puede controlar los resultados. Saber esto consuela a todos los cristianos y en particular a los que llevan muchos años, incluso décadas, predicando fielmente sin muchos resultados aparentes.* ¿Por qué los consuela ese hecho?

9. ¿Qué verdad consoladora destacaron el apóstol Pablo y Jesús?

9 La fidelidad del sembrador no se mide por los resultados de su trabajo. Así lo confirmó Pablo cuando dijo: “Cada persona recibirá su propio galardón según su propia labor” (1 Cor. 3:8). Lo que se recompensa es la labor, no los resultados. Jesús les recalcó eso a sus discípulos en una ocasión en la que estos acababan de regresar de una gira de predicación. Los discípulos estaban muy contentos porque, al usar el nombre de Jesús, los demonios quedaban sometidos a ellos. Aunque eso era motivo de alegría, él les dijo: “No se regocijen a causa de esto, de que los espíritus queden sujetos a ustedes, sino regocíjense porque sus nombres hayan sido inscritos en los cielos” (Luc. 10:17-20). Puede que un sembrador de la palabra no vea que su labor esté rindiendo mucho fruto; sin embargo, eso no significa que haya sido menos diligente o fiel que otros. Los resultados dependen en buena medida de la actitud de corazón de quienes le escuchan. Y, después de todo, es Dios quien hace crecer la semilla.+

LEA UN TEXTO BÍBLICO BIEN SELECCIONADO

8. ¿Qué dijo sobre los nuevos tratados un superintendente de servicio?

8 Todos los nuevos tratados tienen el mismo formato, así que si aprendemos a usar uno de ellos, sabremos usarlos todos. Un superintendente de servicio de Hawái (Estados Unidos) escribió: “No nos imaginábamos lo eficaces que serían estos nuevos tratados tanto de casa en casa como en la predicación pública”. ¿Por qué son tan eficaces y fáciles de usar? Él ha comprobado que la manera como están escritos invita a las personas a expresarse con mucha más facilidad, y eso a menudo lleva a buenas conversaciones. Le parece que es por la pregunta y las varias opciones de respuesta que aparecen en la primera página, pues así la persona no tiene que preocuparse de que su respuesta sea incorrecta.

9, 10. a) ¿Cómo nos ayudan los tratados a utilizar la Biblia? b) ¿Qué tratados le han dado mejores resultados, y por qué?

9 Cada tratado nos invita a leer un texto bíblico bien seleccionado. Fijémonos, por ejemplo, en el tratado ¿Dejaremos de sufrir algún día? Sin importar que la persona elija “sí”, “no” o “tal vez” como respuesta a la pregunta, vaya a la página siguiente y, sin añadir nada más, dígale: “Esto es lo que dice la Biblia”. Entonces lea Revelación 21:3, 4.

10 Igualmente, cuando use el tratado ¿Qué es para usted la Biblia?, dará lo mismo cuál de las tres respuestas elija la persona. Solo dígale: “Fíjese en lo que la Biblia misma dice”. Entonces abra el tratado y lea el texto citado: “Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios”. A continuación podría añadir: “En realidad, este pasaje dice mucho más”. Luego abra la Biblia y lea 2 Timoteo 3:16, 17.

11, 12. a) ¿Qué satisfacción podrá tener si utiliza bien los nuevos tratados? b) ¿Cómo pueden ayudarle los tratados a prepararse para volver a visitar a las personas?

11 Según cómo reaccione la persona, quizás pueda leer y analizar más del tratado. En cualquier caso, además de darle el tratado, tendrá la satisfacción de haberle leído algo de la Palabra de Dios, aunque sea uno o dos versículos en la primera visita. En otro momento podrá volver y seguir la conversación.

12 En la última página de cada tratado está el encabezamiento “Pregúntese”. Debajo hay una pregunta y textos bíblicos que puede analizar cuando vuelva a visitar a la persona. En el tratado ¿Cómo ve el futuro?, la pregunta es “¿Cómo hará Dios de este mundo un lugar mejor?”, y los textos son Mateo 6:9, 10 y Daniel

Page 2: Diferentes Tipos de Terreno

2:44. Por su parte, en el tratado ¿Será posible que los muertos vuelvan a vivir?, la pregunta es “¿Por qué envejecemos y morimos?”, y los textos son Génesis 3:17-19 y Romanos 5:12.

13. ¿Cómo podemos usar los tratados para comenzar cursos bíblicos?

13 Utilice los nuevos tratados como trampolín para comenzar estudios bíblicos. En su parte de atrás hay un código QR (código de respuesta rápida).* Cuando se escanea con un dispositivo móvil, se abre una página de nuestro sitio de Internet con un video que invita a las personas a estudiar la Biblia. Los tratados también anuncian el folleto Buenas noticias de parte de Dios y animan a leer alguna de sus lecciones. Por ejemplo, el tratado ¿Quién controla realmente el mundo? invita a leer la lección 5, y el tratado ¿Qué hace falta para ser una familia feliz? nos dirige a la lección 9. Si empleamos los tratados como se espera que lo hagamos, podremos usar la Biblia cuando hablemos con las personas por primera vez y al volver a visitarlas. Y eso nos puede llevar a comenzar más cursos bíblicos. ¿Qué más puede hacer para utilizar la Palabra de Dios eficazmente en la predicación?

1, 2. ¿Qué misión le encargó Jehová a Moisés, y qué le prometió?

¿SE IMAGINA cómo se sentiría si tuviera que presentarse ante el gobernante más poderoso de la Tierra y hablar a favor del pueblo de Jehová? Posiblemente no se sentiría a la altura. Quizás estaría nervioso o asustado y no sabría qué decir. ¿Cómo se prepararía? ¿Qué podría hacer para añadir fuerza a sus palabras como mensajero del Todopoderoso?

2 Moisés se encontró en esa situación. Jehová le había dicho a él, “el más manso de todos los hombres que había sobre la superficie del suelo”, que iba a enviarlo al faraón para rescatar a su pueblo de la esclavitud y la opresión que sufría en Egipto (Núm. 12:3). El faraón era un hombre grosero y orgulloso. A pesar de eso, Jehová quería que Moisés le diera una orden: ¡dejar que varios millones de esclavos salieran del país! (Éx. 5:1, 2.) Es natural que Moisés le preguntara a Jehová: “¿Quién soy yo para que vaya a Faraón y para que tenga que sacar a los hijos de Israel de Egipto?”. Moisés debió de sentirse incapaz de cumplir aquella misión. Pero Dios le prometió que no estaría solo. Le dijo: “Yo resultaré estar contigo” (Éx. 3:9-12).

3, 4. a) ¿De qué tenía miedo Moisés? b) ¿Qué sentimientos parecidos a los de Moisés podríamos tener?

3 ¿De qué tenía miedo Moisés? De que el faraón no recibiera o no escuchara a un mensajero de Jehová. Y también tenía miedo de que sus propios hermanos israelitas no creyeran que Jehová lo había elegido a él para sacarlos de Egipto. Por eso le dijo a Jehová: “Supongamos que no me crean y no escuchen mi voz, porque van a decir: ‘No se te apareció Jehová’” (Éx. 3:15-18; 4:1).

4 Lo más seguro es que usted nunca tenga que presentarse ante un poderoso gobernante. Pero ¿alguna vez se le ha hecho difícil hablarles de Dios y del Reino incluso a personas comunes y corrientes? La respuesta de Jehová a Moisés y lo que ocurrió después nos enseñan a todos una impactante lección.

“¿QUÉ TIENES EN LA MANO?”

5. a) ¿Qué puso Jehová en manos de Moisés? (Vea la ilustración del principio.) b) ¿Cómo fortaleció eso la confianza de Moisés?

5 Cuando Moisés expresó su temor de que nadie tomara en serio sus palabras, Dios lo preparó para lo que le esperaba. En el relato de Éxodo leemos: “Entonces le dijo Jehová: ‘¿Qué tienes en la mano?’, a lo cual él dijo: ‘Una vara’. En seguida dijo: ‘Arrójala a tierra’. De modo que él la arrojó a tierra, y esta se convirtió en una serpiente; y Moisés empezó a huir de ella. Jehová ahora dijo a Moisés: ‘Alarga la mano y agárrala por la cola’. De modo que él alargó la mano y la agarró, y esta se convirtió en una vara en la palma de su mano. ‘Para que —según dijo él— crean que se te ha aparecido Jehová’” (Éx. 4:2-5). Por el poder de Dios, ¡una simple vara cobraba vida! Con ese milagro, Moisés podría demostrar que Jehová lo había enviado y que lo apoyaba. Jehová le dijo: “Esta vara la tomarás en tu mano para que ejecutes con ella las señales” (Éx. 4:17). Teniendo esa prueba en sus manos, Moisés pudo pasar a la acción y representar con plena confianza al Dios verdadero ante su pueblo y ante el faraón (Éx. 4:29-31; 7:8-13).

6. a) ¿Qué debemos tener a mano cuando predicamos, y por qué? b) ¿Por qué dijo Pablo que “la palabra de Dios es viva, y ejerce poder”?

6 Cuando nosotros pasamos a la acción y llevamos el mensaje bíblico al prójimo, se nos podría hacer la misma pregunta: “¿Qué tienes en la mano?”. En muchos casos tendremos la Biblia en la mano y estaremos listos para usarla. Aunque hay quienes ven la Biblia como un simple libro, es mucho más que eso: es la Palabra escrita de Jehová, mediante la cual él nos habla (2 Ped. 1:21). En ella se encuentran las promesas de Dios sobre lo que su Reino hará. Por eso el apóstol Pablo escribió: “La palabra de Dios es viva, y ejerce poder” (lea Hebreos 4:12). ¿Por qué dijo que “la palabra de Dios es viva”? Porque las promesas de Dios no son palabras muertas, ya que él siempre se está encargando de que se cumplan (Is. 46:10; 55:11). Cuando una persona comprende este hecho, lo que lee en la Biblia “ejerce poder” en su vida, es decir, tiene un profundo efecto en ella.

7. ¿Cómo podemos utilizar “la palabra de la verdad correctamente”?

7 Jehová ha puesto en nuestras manos su Palabra viva, la Biblia. Con ella podemos demostrar que el mensaje que llevamos es verdadero y procede de él. No sorprende que Pablo, después de escribir su carta a los Hebreos, le diera a Timoteo este consejo: “Maneja la palabra de la verdad correctamente” (2 Tim. 2:15). ¿Cómo podemos también nosotros seguir ese consejo? Seleccionando bien los textos bíblicos que vamos a leerles a quienes nos escuchen con el objetivo de llegarles al corazón. Los tratados que se presentaron en el 2013 están pensados precisamente para eso.

La Biblia les cambió la vida

Page 3: Diferentes Tipos de Terreno

¿Qué hizo posible que un joven mexicano se saliera de una banda callejera y se convirtiera en un ciudadano honrado y trabajador? ¿Por qué cambió sus prioridades una exitosa empresaria japonesa, y cómo se siente ahora que ha dejado el dinero en un segundo plano? ¿Qué motivó a un traficante de armas ruso a abandonar su lucrativo negocio? Dejemos que ellos mismos respondan.

DATOS

NOMBRE: ADRIÁN PÉREZ

EDAD: 30 AÑOS

PAÍS: MÉXICO

ANTERIOR ESTILO DE VIDA: MIEMBRO DE UNA BANDA CALLEJERA

MI PASADO: Tendría unos 13 años cuando me mudé con mi familia a la ciudad de Ecatepec (Estado de México). En aquella época, en la zona donde vivíamos había muchos problemas, como delincuencia juvenil, vandalismo y drogadicción. A causa de ese ambiente, en poco tiempo el abuso del alcohol, la violencia y la inmoralidad sexual se convirtieron en parte de mi vida.

Tiempo después nos regresamos a San Vicente, el lugar donde nací. Pero allí las drogas también se habían convertido en un grave problema, hasta el punto de que no era raro ver muchachos tirados en las calles, muertos. Decidí entrar en una banda callejera llamada los Satánicos Junior. Nos pasábamos el día robando y drogándonos, casi siempre con thinner (disolvente) o pegamento. Muchas veces me pasó que no podía recordar cómo había llegado a casa, o incluso amanecía tirado en la calle. A algunos de mis amigos los metieron en la cárcel por robo y asesinato.

Lo más irónico es que, a pesar de todo, yo creía en Dios. Así que trataba de calmar mi conciencia participando en ceremonias religiosas como el Via Crucis de Semana Santa. Pero después de la celebración, todos los que habíamos participado salíamos a emborracharnos, incluido el hombre que había hecho el papel de Cristo.

CÓMO LA BIBLIA CAMBIÓ MI VIDA: Al final de la adolescencia comencé a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Entonces me di cuenta de que había estado desperdiciando mi vida. Si no cambiaba, tarde o temprano acabaría mal. Me caló muy hondo lo que leí en Gálatas 6:8: “El que esté sembrando con miras a su carne, segará de su carne la corrupción; pero el que esté sembrando con miras al espíritu, segará del espíritu vida eterna”. Entonces abrí los ojos a la realidad y comprendí que si quería que me fuera bien, tenía que “sembrar” pensando en el futuro.

Al estudiar la Biblia aprendí que Jehová es un Dios vivo, que se interesa por mí y que está dispuesto a perdonar los pecados que había cometido. También aprendí por experiencia propia que él escucha y contesta las oraciones.

Pero me costó mucho trabajo cambiar. Salir de la banda no fue nada fácil. Como ciertas zonas de la ciudad pertenecían a otras bandas, yo no podía pasar por esos lugares, aunque ya no formara parte de ninguna. A veces mis ex compañeros me buscaban para arrastrarme a los vicios de antes, así que tenía que esconderme de ellos.

Sin embargo, en el Salón del Reino, todo era muy diferente. Los Testigos eran personas amables y cariñosas. Me impresionó ver que estaban muy convencidos de lo que hacían y que realmente vivían lo que predicaban. Desde luego, aquel lugar no tenía nada que ver con el mundo al que yo estaba acostumbrado.

QUÉ BENEFICIOS HE OBTENIDO: Ya hace diez años que me bauticé y llegué a ser testigo de Jehová. Ahora me esfuerzo por obedecer lo que dice la Biblia, y, gracias a ello, mi familia me respeta. Saben que me he convertido en un hombre honrado y trabajador, e incluso les he ayudado en sentido económico. Felizmente, mi madre aceptó estudiar la Biblia y ahora es testigo de Jehová. Mi padre, por su parte, también está haciendo cambios en su vida. Es cierto que la mayoría de mis familiares no son Testigos, pero al ver cuánto he cambiado, reconocen que la Biblia tiene el poder de transformar la vida de las personas.

DATOS

NOMBRE: YAYOI NAGATANI

EDAD: 50 AÑOS

PAÍS: JAPÓN

ANTERIOR ESTILO DE VIDA: EXITOSA EMPRESARIA

MI PASADO: Me crié en un pueblo pequeño donde la gente es muy amigable. Mi padre tenía una tienda con diez empleados, y tanto él como mi madre solían pasar mucho tiempo trabajando. Pero como nuestra casa quedaba justo al lado, no me sentía sola.

Soy la mayor de tres hermanas, así que desde pequeña me prepararon para hacerme cargo del negocio familiar. Me casé joven, y mi esposo dejó su empleo en un banco para ayudarme en la tienda. En poco tiempo ya teníamos tres hijos, pero como yo me pasaba el día entero trabajando, era mi madre quien los cuidaba mientras hacía las tareas del hogar. Aun así, solíamos reservar algo de tiempo para pasarlo en familia.

Entonces, nuestro distrito comercial sufrió un revés económico. El negocio comenzó a decaer, por lo que planeamos abrir uno nuevo, dedicado a la remodelación de hogares. Decidimos construir el local junto a una de las carreteras principales. Pero un día antes de la ceremonia de inauguración de las obras, mi padre —el presidente de la empresa— sufrió un infarto cerebral y perdió casi por completo la facultad del habla. Como consecuencia, yo tomé las riendas de la nueva empresa y mi esposo se quedó al frente del antiguo negocio. La verdad es que no parábamos ni un segundo.

La nueva tienda fue todo un éxito. Yo me sentía muy orgullosa, y estaba dispuesta a trabajar el tiempo que fuera necesario, incluso a costa de mi descanso. Por supuesto, amaba a mis hijos, pero en mi cabeza solo había una cosa: trabajo y más trabajo. Apenas tenía tiempo para conversar con mi esposo, y cuando lo hacíamos, siempre acabábamos discutiendo. Para aliviar la tensión de la rutina, casi todas las noches salía a beber con mis amigos y compañeros de trabajo. Mi vida consistía en poco más que trabajar, beber y dormir. Estaba claro que algo no iba bien: si tenía tanto éxito en los negocios, ¿por qué me sentía cada vez más infeliz?

CÓMO LA BIBLIA CAMBIÓ MI VIDA: Cuando comencé a estudiar la Biblia con los testigos de Jehová, hubo tres versículos bíblicos que me llegaron al corazón. Uno de ellos fue Mateo 5:3, que dice: “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos”. Cuando

Page 4: Diferentes Tipos de Terreno

comprendí lo que quería decir, me eché a llorar. Ahora entendía por qué, a pesar del éxito que había alcanzado en el mundo empresarial, seguía sintiéndome vacía. Me di cuenta de que tenía una necesidad espiritual; si quería ser feliz, tendría que satisfacerla.

En aquella época, la economía japonesa dio un gran bajón, y muchos de mis conocidos se vieron afectados. Eso me enseñó que las palabras de 1 Timoteo 6:9 encierran una gran verdad: “Los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina”. Entonces me apliqué a mí misma la advertencia de Jesús en Mateo 6:24: “No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas”. Decidí que ya era tiempo de hacer cambios en mi vida.

Había tenido abandonados a mis padres, mi esposo y mis hijos. Por si fuera poco, me había vuelto una persona muy desagradable: era impaciente y arrogante, y me enojaba con facilidad. De hecho, al principio pensaba que jamás lograría estar a la altura de las normas cristianas. Pero yo quería mucho a mis hijos, así que me esforcé por poner en práctica los consejos bíblicos sobre la familia, y ellos reaccionaron muy bien. Además, comencé a pasar más tiempo con mis hijos y a llevarlos a las reuniones.

QUÉ BENEFICIOS HE OBTENIDO: Ahora que sirvo a Dios, mi vida tiene propósito y me siento muy feliz y satisfecha. Tengo claro que mi familia es más importante que el trabajo, y eso me ha devuelto el respeto por mí misma.

Cuando mi madre vio que los principios bíblicos habían mejorado mi personalidad, aceptó estudiar la Biblia, y ahora también es testigo de Jehová. Afortunadamente, ni mi padre ni mi esposo se han opuesto a nuestra decisión. Mis hijos y yo estamos más unidos que nunca, y por fin disfruto de un hogar realmente feliz.

DATOS

NOMBRE: MIKHAIL ZUYEV

EDAD: 51 AÑOS

PAÍS: RUSIA

ANTERIOR ESTILO DE VIDA: TRAFICANTE DE ARMAS

MI PASADO: Nací en Krasnogorsk, una ciudad rodeada de vegetación y atravesada de norte a sur por el río Moscova. Al norte y al oeste, los barrios de la periferia quedan prácticamente escondidos entre los espesos bosques.

De joven pasaba mucho tiempo haciendo ejercicio, y me encantaba participar en violentas peleas y manejar armas. También fabricaba cuchillos, armas de fuego ilegales y municiones. Así que terminé dedicándome a vender armas a los delincuentes. Lo tenía todo muy bien organizado y ganaba mucho dinero.

CÓMO LA BIBLIA CAMBIÓ MI VIDA: Conocí a los testigos de Jehová a principios de los noventa. Pero no confiaba en ellos, pues hacían demasiadas preguntas, para mi gusto.

Cierto día, uno de ellos me leyó Romanos 14:12, que dice: “Cada uno de nosotros rendirá cuenta de sí mismo a Dios”. Entonces pensé: “Cuando Dios me pida Cuentas, ¿qué voy a responderle?”. Decidí que quería aprender lo que Dios esperaba de mí.

Me esforcé por obedecer el consejo bíblico que aparece en Colosenses 3:5-10: “Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo [...] en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría. Por causa de esas cosas viene la ira de Dios. [...] Pero ahora realmente deséchenlas todas de ustedes: ira, cólera, maldad, habla injuriosa y habla obscena de su boca. No estén mintiéndose unos a otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse de la nueva personalidad”.

Pero cambiar no fue nada fácil. Por un lado, mis antiguos clientes seguían pidiéndome armas; y por otro, me costaba controlarme cuando alguien me provocaba. Aun así, destruí todas las armas de mi enorme y costoso arsenal. Continué estudiando la Biblia, y cuanto más aprendía acerca del amor que Dios y Cristo habían mostrado por mí, más crecía mi amor por ellos. Además, no dejé de asistir a las reuniones ni de pedirle a Jehová que siguiera ayudándome.

QUÉ BENEFICIOS HE OBTENIDO: Aunque me ha costado mucho mejorar mi carácter, poco a poco lo he ido logrando. Mis hermanos cristianos me han apoyado mucho. Algo que me hace muy feliz es comprender que Jehová se interesa por todos nosotros, incluso por los que han muerto (Hechos 24:15). Además, valoro mucho las cualidades que he encontrado entre los testigos de Jehová: su sinceridad, su cordialidad y su lealtad a Dios. También agradezco el interés sincero que han mostrado por mí.

Al principio, algunos de mis familiares y amigos se resistieron a aceptar mi decisión. Pero luego se consolaron pensando que, al fin y al cabo, estaría mejor en una religión que en el crimen organizado. Ahora soy muy feliz. Ya no me dedico a vender armas de guerra, sino a ayudar a las personas a conocer al Dios de la paz.