diego de urbina, pintor de felipe ii · 2017-04-29 · diego de urbina, pintor de felipe ji 145 de...

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Diego de Urbina, pintor de Felipe II Trinidad DE ANTONtO SÁENZ El escaso interés por la personalidad humana y artística del pintor Die- go de Urbina ha sido una constante en los estudios realizados sobre la pin- tura española del siglo XVI hasta estos momentos situación propiciada por la ausencia de datos sobre su vida y el desconocimiento de obras segu- ras de su mano, salvo las conservadas en el monasterio de El Escorial. Aunque, como este trabajo pretende demostrar, Urbina fue un pintor que disfrutó de prestigio en vida, siendo su biografía incluida por Hernan- do de Avila en su Libro del Arte de la Pintura 2 y manteniéndose su memo- ria en los tratadistas de la primera mitad del siglo XVII como Butrón t Carducho y Pacheco ~, que le citan en sus respectivos textos entre los artistas más relevantes del reinado de Felipe II. destacando todos ellos su El estudio de este artista forma parte de mi tesis doctoral, presentada en 1987 en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid. con el título: Pintura española de último tercio del siglo XVI en Madrid’ Juan Fernández de Navarrete. Luis de Co rvajal y Diego de Urbina. Colección Tesis Doctoral nY 77/87, Servicio de Reprografía de la Editorial de la Universidad Complutense de Madrid. Este trabajo será publicado en fecha próxima, y el presente artículo es un pequeño avance de la investigación realizada sobre Urbina. pp. 543-803. 2 SÁNcHEz CANIóN. E. i,: Puentes literarias para la historia del arce español Madrid, 1941. 1. 1. p. 299. BRITrON. 1: Di.>’cursos apo/ogétftvs en que “e defiende la ingenuidad del arte de la pintura. Madrid. 1626, fol. 122. C¡wutx’uo. V: Diálogos de la pintura. Madrid, 1633. p. 86. PAcHeco. E.: Arte de la Pintura, Libro Ii’. cap. VII, p. 125. Anales de listono del Arte. n,” 1-1989 - t4l-i 57. EdiE. Universidad Complutense. Madrid

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Diego de Urbina, pintor de FelipeII

Trinidad DE ANTONtO SÁENZ

El escasointerésporla personalidadhumanay artísticadelpintorDie-go de Urbinaha sido unaconstanteen losestudiosrealizadossobrela pin-tura españoladel siglo XVI hastaestosmomentos situaciónpropiciadapor laausenciadedatossobresuvida y eldesconocimientodeobrassegu-ras de su mano,salvo las conservadasen el monasteriode El Escorial.

Aunque,como este trabajopretendedemostrar,Urbina fue un pintorquedisfrutó deprestigioenvida, siendosubiografíaincluidaporHernan-do deAvila ensuLibro delArte dela Pintura2 y manteniéndosesumemo-ria en los tratadistasde la primeramitad del siglo XVII como Butrón tCarducho y Pacheco~, que le citan en sus respectivostextos entre losartistasmásrelevantesdel reinadode Felipe II. destacandotodosellossu

El estudiode esteartista forma partede mi tesis doctoral,presentadaen 1987 en laFacultadde Geografíae Historia de la Universidad ComplutensedeMadrid. con el título:Pintura española de último tercio del siglo XVI en Madrid’ Juan Fernández de Navarrete. Luis deCorvajal y Diego de Urbina. Colección Tesis Doctoral nY 77/87, Servicio de Reprografíade laEditorial de la UniversidadComplutensede Madrid. Estetrabajoserápublicadoen fechapróxima, y el presente artículo es un pequeñoavancede la investigación realizadasobreUrbina. pp. 543-803.

2 SÁNcHEz CANIóN. E. i,: Puentes literarias para la historia del arce español Madrid, 1941.1. 1. p. 299.

BRITrON. 1: Di.>’cursos apo/ogétftvs en que “e defiende la ingenuidad del arte de la pintura.Madrid. 1626, fol. 122.

C¡wutx’uo. V: Diálogos de la pintura. Madrid, 1633. p. 86.PAcHeco. E.: Arte de la Pintura, Libro Ii’. cap. VII, p. 125.

Anales de listono del Arte. n,” 1-1989 - t4l-i 57. EdiE. UniversidadComplutense. Madrid

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participaciónen la decoraciónde la basílicaescurialense.Sin embargo,sunombrecayócasien el olvido a partirde esosmomentos,a pesardequesuyerno Lope de ‘Vega le mencionóelogiosamenteen algunasde sus obras.como«La hermosuradeAngélica» (1602),«Representaciónmoraldel via-je del alma» (1604) y el «Laurel de Apolo» (1630) 6~ Palomino ya no leincluyó en suParnasoEspañoly. aunquesi lo hizo Ceánen suDicciona-rio t ésteignoraen laslíneasquele dedicasu trabajoen el monasteriodeEl Escorial,pruebainequívocadel profundodesconocimientoqueya porentoncesexistíasobreesteartista.

En nuestrosiglo se ha mantenidoestasituaciónqueha propiciadounno excesivoaprecioporsu pintura,aunquea principios delacenturiaSán-chez CantónLe incluyó en suestudiosobre«Los pintoresde los Austijas»,considerándoleun buendibujantey colorista,sobrecasi toe/avsusCOleg<L9de El Escorial, al analizarsu estiloen el hoy desaparecidoretablode Po-zuelo ~.

Su nombrequedóexclusivamenteunido a la pintura escurialensetrasla publicaciónpor el P. Zarco Cuevasde su libro dedicadoa los pintoresespañolesque trabajaronen el monasterio,el cual ha sido hastaestosmomentoslaúnica fuentede conocimientosobresuactividadpictórica ~.

Estacircunstanciaha perjudicadoeh juicio sobrela calidadde su arteporquesiemprese le ha valoradosólo en comparaciónconel resto de lospintoresde El Escorial,juzgándolepor su capacidadpara expresarlosidealesestéticose ideológicosimperantesen el foco escurialense.Así, An-gulo dice quesusparejasde santosdela basílicafilipenseestánpordebajodel nivel mediode la serie, añadiendoqueen las santas,lo mejor desus tra-bajosparaelmonasterio,utiliza un estilodistinto, deproporcionesy tiposdis-tinguidos,que parecenun tardío eco de la eleganciaa lo Andrea del SanoPeroesaes precisamentela cuestión,porqueen efectoel estilode Urbinaen El Escorial es un tardío eco de las fórmulas estéticasimperantesennuestropaisdurantelos añoscentralesdel siglo, etapaen la queel artista.nacidocomohoy sabemosen la segundadécadadejacenturia “, alcanzóel punto culminantede su arte,llegandoya ancianoa pintaren la funda-ción filipensey, por consiguiente.incapazpor su edadde hacerevolucio-nar su pintura,ni en la forma ni en el contenido,en la nueva dirección.marcadapor las necesidadesexpresivasde la Contrarreforma.

SÁNCREZ CANTóN. F. J.: Ob. cii,. tv. PP. 401. 408. 418-419.CeÁN BLRM UDC].. .1. A,: Diccionario histórico de los anis ibmrespro/tso,vs de la BelIa~’ Arces

en España. Madrid. 1800 t. y. p. 91-93,SÁNCHEZ CANTóN, F. 1.: Los pintores de los Austrias, Boletin de la Sociedad Española de

Excursiones.1914. p. 228.ZARCO CL~EVA& Y.: Pintores e.spoñoíes en Son Lcrenw el Real dc El Escorial (l566-1613).

Madrid. 931. p. 173-187.Avsc;ui.o IÑiGuez. D,: Pintura erpañola dcl vigío XVI Ars Hispaniae. Madrid. 955.

t. Xii. p. 290.véaseen los párrafossiguienteslas noticiasdedicadasa su biografía.

Diego de Urbina. pintor de Felipe JI 143

En realidad,fue un hombrede la generaciónde los Becerra,JuanesyMorales,queen El Escorial dio lo mejorde su arte,como en el casodealgunasparejasdesantas,cuandopermaneciófiel a los valoresdebellezay armonía en los quehabíaformado su estilo, resultandosin embargoacartonadoy falso enla mayoríade susrestantesobrasescurialenses,por-queen ellastrató,sin conseguirlo,de incorporarseal incipienteinterésporla realidadya lacontenidaemociónexpresivaimperantesen la pinturadelas últimas décadasde la centuria,cualidadeséstasimpulsadaspor losidealestrentinos.

El erroral valorarcomo poco relevantesel arte de Urbina y su papeldentrodel panoramapictóricoespañoldelsiglo XVI. ha sido motivadoportomar la partepor el todo, es decir, por sólojuzgarleen relacióncon suparticipaciónen la decoracióndel monasteriode El Escorial,quedandosiemprerelegadoa un último planotraslos nombresde los pintoresitalia-nos, la calidadde Navarrete,el prestigiode SánchezCoello y los avancesestilísticosde la pintura de Luis de Carvajal.

Sin embargo,Urbina no es sóloel pintor de El Escorial,sino un artistadedilatadavida e importanteobra,llevadaa cabofundamentalmentea lolargo del reinadode Felipe U, siendoademásunode los iniciadoresde laactividadpictórica en Madrid desdelos añosanterioresa la capitalidad.como se demuestraen el estudiorealizadoa continuaciónsobresu trayec-tora vital y artística.

DATOS BIOGRAFICOS

AunqueyaJuanLópez deHoyosensu texto escritoen 1572 sobreelRe-al apparaoy sumptuosorecibimientocon queMadrid res~ibió a la SerenisimaReynadoña Ana deAustria afirmó queUrbina era naturalde Madrid 12,

noticiarepetidaposteriormentepor CeánBermudez t hoy tenemoscerte-za documentalde ella puesha sido halladaen la parroquiamadrileñadeSanGinésla partidadebautismodel pintor, en la quefigura como bauti-zadojunto a su hermanoFranciscoeh día 26 de febrerode 1516. hijosambos del también pintor Pedrode Ampuero y de su esposaTeresaDiaz ‘~. El documentohacereferenciasin lugar a dudasa nuestroartista,puesel nombrede suspadresya eraconocido ‘~, así comoel de su herma-

‘~ Fol. 63.‘> CLÁN BERMÉDE.].. .1. A.: Ob. tú. 1/Vp. 91.‘4 Libro de Bautismos, nY 1, fol. 91r,‘~ Publicado por ALONSO CORTÉS. N.: Datos para la biografía artística de los siglos XVIv

XVII Boletín de la Real Academiade la Historia. 1922, p. 531. Esteautor da a la madree1apellidoMontealbány no el de Díaz que apareceen el actabautismal del pintor, cambiodebidoprobablementea la costumbre de la épocade utilizar en primerlugarcualquieradclos apellidosfamiliaresal no existir normatija. Montealbánesapellido relacionadocon lafamilia,pues un PedrodeMontealbánfueel padrinode bautismodels-abeldeUrbina.hija

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no, Franciscode Ampuero, graciasal repertorio documentalpublicadopor PérezPastor‘Q

Esta fechade bautismoconfirma ha suposicióndeAngulo Iñiguez dequeeraun hombreviejo cuandotrabajóparaFelipeII en El Escorialenladécadade los ochenta12 yjustifica ha existenciade noticiassobresu activi-dadpictórica desdelos añoscuarenta½Sin embargo,el propioAngulo 19

y antesZarco Cuevas20 creyeronposiblela existenciade dos Diego deUrbina,extrañadosantesu dilatadacarrera.Perohoy podemosnegarconseguridadestaidea,puesen la investigaciónrealizadaen diversosarchivoshemospodidoconstatarla identidadde las firmas del pintor en lodoslosdocumentosrelacionadoscon éla lo largo de másdecuarentaaños,a tra-vésde los cualesse puedeseguirademássin ninguna dudala trayectoriavital y artisticade un único pintor llamadoDiego de Urbina 21

Supadre.PedrodeAmpuero.naturalde Cantabria22, fue tambiénpin-tor, desarrollandosu actividad fundamentalmenteen Madrid durantehasprimerasdécadasdel siglo XVI, segúnconstaen las noticiasdocumentalesquede él sc conocen,ya que al parecerno se hanconservadoningunadesus obras23 Su dedicaciónal arte de la pintura influyó en sus hijos,puesentreelloshayvariospintores.AdemásdeDiego de Urbina.sabemosde laexistenciade Franciscode Ampuero.probablementehermanogemelodeDiegocomopareceindicarcl hecho,ya comentado.de habersido bautiza-dos el mismo día. Su condiciónde pintor aparecerecogidaen los docu-mentosexistentessobreél. aunqueen ellosno se hacereferenciaconcretaa ningunaobra 24 Tambiénsededicóal artede la pinturaotro hermanodenuestroartista,Garcíade Ampuero. quien en 1540 firmó las condicionesparaagrandarel retablodeSantoDomingoel Realde Madrid 25 Cristóbal

de nuestro artista y esposa de Lope de Vega <Archivo parroquial (le San Ginés, libro dcBautismo.n/ 4. fol. 33r).

PÉ~zPASIoR, U,: Noticias y’ documentos relativos a la historio y literatura es~’oñolas. Ma-drid. 1914. t. Xl de las «Memorias <le la Real Academia Española», pp. 2 y 6.

AIsc;t:Lo IÑiGUEz. D,: Ob. cii., p. 290.‘< POn.! PASlOR. U..’ Ob. cii.. p. 2.‘~ Asouí.0 11<¡rasrz. D.: Ob. cii.. p. 29<>.

ZAR(’O CUEVAS. J,: Ob. cii,. p. 174.En las láminasCXLI y CXLII (le nuestratesis doctoral, citada más arriba, aparecen

recogidasdiversashrmas del pi ¡flor desde los anos cuarenta a los ochenta. pudiendose com-probar la similitud de rasgosentretodasellas.

ALONSO CoRTÉS, N,: Oh, <‘ir, p. 531. t)ice: «Natural del val le de ese t,omb re en la mon-maña»,

23 Sobrela actividad de Pedrocíe Ampuero véase.LSl’iit.L.A. M,: Lo iglesia parroquial dcPinto y ‘<u pálpito: datos documentales sobre lo,s aristas de su ‘onstrw-ción eornato en el siglo XVIAnalesdel Institulo deEstudios Madrileños <AlEM>. 1979. p. 18 i : A~tiw, M.: Noticias sobrepintores madrileños de los siglo.s’XVIv XVII Gíanada.978. p. 17: MAnILA ‘i’AS(’óN. N.y MAR-

1 IN OR it ox. A,: Referencias de otorgantes (siglos XVIv XVII). Archivo Flisiórico (le Protocolosde Madrid <AHPM). manuscrito. 1983. p. 23.

24 Véase lo dicho en not. lb.23 Es’¡ULLA, M,: Los artistas de lo,s obras realizadas en Santo Domingo el Real í•’ otros monu-

nientos madrileños en la primera mitad del siglo XV! Al EM. 1980. p. 61.

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deUrbina,chantredel obispodeBurgo de Osma26 Jerónimode Urbina 27

y PedrodeAmpuero25 completanel númerodehermanosdel pintorescu-nalense.

Estecontrajomatrimoniocon Isabelde Alderete29 hacia los añoscin-cuenta,yaqueen 1576 el pintorconcedióla emancipacióna suhijo mayorDiegodeUrbina deAmpuero.quienen estafechadeclaratenerveintey unañospocomáso menosde edad30 Del matrimonionacieronseishijos, cin-code los cuales.Diego. Pedro.Cristóbal.Jerónimoy Ama Maria, soncita-dospor sumadreentresusherederosen el testamentootorgadopor éstaeh25 de septiembredc 1564 ~<. Una sexta,y al parecerúltima hija, nació en1567 32, se llamó Isabel y fue esposade Lope de Vega.

La familia debióde residir siempreen Madrid. A partir de 1560.sabe-mosquelo hizo en unascasassituadasenla calleMayor, quefueroncom-pradaspor el pintor en dicha fechaal capitánDiego Meléndez~ En lavecinaparroquiade SanGinésse conservannumerososdocumentosrela-tivos a la familia a lo largo de variasgeneracionesW Entreellos destacanlas partidasbautismalesde algunosde los hijos de Diegode Urbina,con-cretamentelade Isabel.ya citadamásarriba,y la deJerónimoquefue bau-tizadoen 1564 ~.

En 1586 hablafallecido la esposadel pintor, asícomosushijos Jeróni-mo y Cristóbal,puessusnombresaparecencitadosenla escrituradeventade unascasasefectuadaen eseañoporel pintor y el restode sus hijos 3Ó~

2> PÉREz PASTOR,U.: Ob. ciÉ. p. 2. n.0 9 y 12.

27 MATILLA TASÉON, A., y MARTÍN ORTEGA, A.: Ob. cit.. p. 23.

Estosautorescitanunaescrituraen laqueapareceun JerónimodeUrbina, hermanodeDiego de Urbina, queno ha podido ser localizadopornosotrosen el Archivo HistóricodeProtocolosde Madrid,

2> No hemosencontradomás noticias sobre la existencia deeste PedrodeAmpueroquela confirmación de un hijo suyo en la parroquia de San Ginés en 1544 (Libro de Bautismo.n.” 2. fol, 34v>. Por lasfechas creemosque debetratarsedeun hermanodenuestroartista,

29 Así consta en diversos documentos, como las partidas parroquiales de la familia oc1testamento otorgado por Isabel de Alderete. AHPM. P> 324. fol. 419r-420r,

30 AHPM, p/ 173. fol, 272r-273v, Suponemos que Diego de tJrbina deAmpuero era elprimogénitodel matrimonio, pues después de su mayoría de edad representó a su padre endiversasescrituras(véase.PÉREZ PASTOR. U.: Oh. ch.. p. 122. así como el apéndice documen-Ial de mi tesis doctoral). Asi parecen también confirmarlo las fechas conocidas dc nacím,en-to de sus hermanos.

~‘ AHPM. p/> 324. fol, 4i9r-420r.32 Archivo de SanGinés. Libro de Bautismos, nY 4. fol, 33r.“ En mayo deeseaño Urbina, ausentede la capital,otorgóun poder en favor desu her-

manoFranciscode Ampuero para que éste en su nombre tomara posesión de dichas casas,PÉREZ PASroR. U,: Oh <‘it, p. 6. nY 20.

~ Resultamuy complejoelestudiodeestafamilia por loscambiosdeapellidosy la simi-litud de nombres existentes entre sus componentes. En mi tesis doctoral, después de unamplio estudio documentalsobreella, incluyo un supuestoárbol genealógicodesdePedrode Ampuero,padrede Diego de tJrbina. hasta los nietos de éste último>. pp. 547-558.

“ Libro de Bautismo. 0,0 3. fol, 65r» Se trata de una venta realizadapor todo el grupo tamiliar. haciéndoseconstaren la

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Entre éstoscabedestacarla figura de Diego de Urbina.quien fue regidorde Madrid y rey de armasde Felipe II y Felipe III r~

No ha sido halladahastael momentola partidade defuncióndel pin-tor La última fechaen ha queserelacionaconel monasteriode El Escoriales la del 23 dejulio de 1593,cuandotasaunoscuadrosdeTibaldi ~. Mesesantes,a principios de febrerodelmismoaño,se obligó junto al vallisoleta-no GregorioMartíneza pintary dorarel retablode la capilla mayorde lacatedralde Burgos a’>. trabajoqueprobablementefue el último desu vidayquedebiócomenzaral pocotiempo. El 13 deabril de 1594 rechazóen Bur-gos las reformasqueel pintor zamoranoAlonsode Remesalhabíareco-mendadoquedebíanhacerseen el retablo ~<‘. y el 28 de mayosiguientefuedictadasentenciaen sucontray en lade Martínezen un pleito queambossosteníancontrael pintor Pedrode Sobremazas,por no estaramboscon-formesconel trabajode ésteen dicho retablo 4<, En documentaciónposte-rior relativaa estemismopleito se dicequeSobremazasmurió el 4 deabrilde 1595, y quepor entoncestambién habíaflhllecido Urbina en la calle de laSombrereriade Burgos, sin citar la fecha exacta42 Estosdatos permitensituarsumuerteentremayo de 1594y abril de 1595,siendoprobablementecorrectala afirmaciónde Martínezy Sanzde queDiego de Urbina habíafallecido antesdel 12 de agostode 1594½contandoentoncesel artistasetentay ochoañosde edad.El archivode la catedraldeBurgossólocon-servalibros de defuncionesa partir de 1626, y en la parroquiade SanLorenzo,a la quedebíaperteneceren aquellaépocala callede la Sombre-reria no existeningunanoticia sobrela muertedel pintor ~

FORMACION. ESTILO Y OBRA

La ignoranciasobrela fechade nacimientode Urbina ha propiciadoque en ocasionesse le considerediscípulo de SánchezCoello ~ hechotmposiblepuesel retratistanacióvariosañosdespuésqueel pintormadri-leño segúnhoy sabemos.

escritura que Ana Maria e Isabel son menores dc edad y actuan con autorización del padre.AHPM. p/ 294. fol, 923v-928r,

~ ALVAREZ Y BAENA. ]. A: Diccionario Histórico de los Hijos deMadrid, Madrid. 1791. t. 1.

p. 309.~ ZARCO CtJEVAS. 3.: Ob. cii., p. 187.~ MARTÍNEZ Y SANZ. M,: Historio del retnplo catedral de Burgos. Burgos. 1866. pp. 47-48:

MARTÍ Y MONSO. J.: Estudios históric’o-artistic’os, valladolid. 901. pp. 521-522.~<‘ ALONSO CoRI ES. N,: Ob. cit,. p. 532.~‘ Jbídem. pp. 536-537.42 Ibídem, p. 538.~ MARTÍNEZ Y SANZ. M,: Ols eL. pp. 49-50,~ Es información que agradezco al archivero dc la catedral don Mafias vicario.~‘ Así io afirman ST<RLING-MAXWELL. W:Annalsofíbelrtisíscifspain. Londres. 1891. t. 1.

p. 322: y CAMON AZNAR. 3.: La pintura españolo del siglo XV! Summa Artis. 5. XXIV. Madrid.979 (2.a cd.). PP. 453-454.

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Estedebió de inícíar su aprendizajeen el circulo familiar junto a supadre,de quien recibiría probablementeunas enseñanzasvinculadasalestiloimperanteporentoncesen Toledo.principal foco artísticodela épo-caen la zonacastellana.Todavíavivía Juande BorgoñacuandoUrbina. alos doceañosaproximadamentesegúneracostumbreenaquellostiempos,debió de iniciar su aprendizaje,dandosus primerospasosen el conoct-mientode la pinturarenacentistaderaíz florentinaqueBorgoñaintrodujoen Castilla.La nitidezdel dibujo y la eleganciadela figura soncualidadesdel estilode Urbina quebienpudierontenersu origenen elarte deBorgo-ña.

Posteriormentedebióde ampliarsu formaciónconel estudiodelestilorafaelescoque,a partir delosañostreinta.configuróunanuevaetapaenlapintura toledana,representadapor la obrade Comontesy Correa.El des-interésporlaprofundidadespacialy el protagonismoabsolutodela figurahumana,la bellezay la armoníacompositivason cualidadesquese apre-cian en la pinturadeUrbina y quese desarrollaronenla escuelaespañolaapartir de esosmomentos.

Hemosvinculadolaeducaciónartísticadenuestropintorconsupadrey despuéscon el círculo toledano,porqueéstaseranlas dos fuentesdeaprendizajemáscercanasqueel artistatuvo durantelos primerosañosdesuvida. Sin embargo.no descartamosla posibilidadde queviajaraa Italiaparacompletarsu formación,usono extrañoentrelos pintoresespañolesdel siglo XVI, puesvisitarondichopaísYañezde laAlmedina,Berruguete,Machuca,Becerra.Navarretey Carvajal, entre otros. Las noticiasdocu-mentalesqueconocemosde Urbina se inician en la décadade los cuaren-ta. salvoel datode su bautismo,por lo queel viaje quizá pudoproducirseen tomoa los añostreinta,cuandoel joven artistaestabafinalizando superiodode aprendizaje,y prolongarseinclusodurantecierto tiempo. Estaes una hipótesisquecomo tal la expresamos,esperandoha aparicióndealgunapruebadocumentalquepudieraconfirmarla.

Su estilodefinitivo debióde configurarsea partir de los añoscuarenta.cuandolas formasdel clasicismose impusieronen la pintura española.paradespuésevolucionaren la direccióndeun suavemanierismovincula-do a la herenciade Rafaelen el elegantey flexible tratamientode las for-mas. Urbina demuestraun intensoconocimientodel arte italiano de laépocaque. en nuestraopinión, superael rafaelismode caráctertoledanoqueélpudoconocerentoncesdesdeMadrid, reflejandounainfluencia,enocasionestan directay precisa,quenoshacedudarde que se relacionaseconesaescuelasóloa travésdelas obrasllegadasa nuestropaís,deestam-pas.o del ecoquepudierahallaren el estilodeotrosartistasespañolesquetrabajaronen Italia.

Desgraciadamente,porel momentosólo conocemosobrassuyasreali-zadasa partir delos años1565-1570.En estaetapadebiópintarel retablodel Abrazoen la Puerta Dorada (fig. 1) y el Salvadorbendiciendo(fig. 2).ambosparala capilla Sarmientodela catedralde Burgode Osma,las sar-

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gasdelmonasteriodeSantaCruz de Segovia,hoy enel Parral,y probable-menteel cuadrodeLa Virgen y SanJosécontemplandoal Cruel/frado en lacuna (fig. 3). Todasestaspinturasposeenel alargamientoy la inestabilidadformalpropiasdel manterismo.conun elegantedibujo y gransuavidadenel movimiento.

El Salvadorbendiciendode la catedralde Burgo de Osmaes una tablaquehoy se encuentraen el archivocapitular,pero que adornabahastahacepocosañosla sacristíadela capilla dedicadaal apóstolSantiago.quefue fundadapor el prior don PedroSarmientoen 1551. En dicha sacristíaes citadaen el inventariodela capilla efectuadoen 1568. Hastael momen-to, ha sidoconsideradacomode autordesconocido46, Sin embargo,ahorasabemosque fue pintadapor Diegode Urbina.quienel 21 de octubrede1569otorgóun podera un vecinode Burgo de Osmaparaque.en su nom-bre cobrasede los testamentariosdel prior Sarmientolo establecidoporlostasadoressobreelvalordeun quadrograndedepinveldela figuradeCris-to... de mediocuerpoarriba, santiguandocon la mano derechay en la otra unmundo,queyo hizeparael dichodonpedrosarmientoel qualestáen la sacristiadesu capilla ~

En estaobra,realizadaantesde 1568.el pintor madrileñoseinspira enTiziano.al quesigueconbastantefidelidad enla concepciónmonumentaly serenadel modelo,que recuerdalos utilizadospor el maestrovenecianoen ha décadade los cuarenta,como por ejemplo el Jesúsde la CenadeEmaúsdel Louvrey el de la Tentaciónde Cristo del Institute of Arts deMinneapolis. También se asemejaal Cristo bendiciendodel Ermitage.pintado por Tiziano hacia 1560. Por lo tempranode la fecha.Urbina nopudo recibir la influenciadel venecianoa través de El Escorial.Quizátomócomomodeloalgunaestampao conocióel estilodel pintorde Cado-re eneseposibleviaje aItalia. ya apuntadomásarriba,o enlas coleccionesreales.

En la mismacapillaseencuentraun retablodedicadoal temadelAbra-zo en la Puerta Dorada, que es consideradocomo obra italiana del sigloXVI ~. Sin embargo.nosotrosle atribuimosa Diego de Urbina basándo-nos en suestiloy en la circunstanciade queésterealizóla tablaantescita-da porencargodel prior Sarmientoparadecorarestamismacapilla,por loqueno es extrañoquele fueratambiénencomendadaha ejecuciónde estaobra.La eleganciadc lasfiguras,la firmezadel dibujo y laentonaciónalgofría quepuedenobservarseen la mismasoncualidadespropiasdcl estilode Urbina.existiendoevidentesanalogíasentrelos rasgosde la SantaAnay los de la SantaClara pintadapor el madrileñoparaha basílicaescuria-lense.La pinturaposeeademásun ligero eco de ha mismaescenaejecutada

~‘ ARRANZ APRAN!. J,: LI Renc,c-imienw “cícro en la Diócesiscíe Osn,a-Sori ci, Burgo (le Ostna.1979, p. 398.

~ AHPM. p/ 406. fol, 635r

‘> ARRAN! ARRAN!. J.: Ob. <‘it., p. 394.

Diego de Urbina, pintor de Felipe JJ 149

por Juande Borgoñaparala SalaCapitularde la catedraltoledanahacia1510. Aunqueinvertida, la composiciónes similaT en el tTatamientodelabrazode los protagonistas.asícomoen la figura que,encapuchaday lle-vandoun corderoen susbrazos,apareceen un lateral, lo quepareceindi-car quesu autorfue alguienvinculadoal foco toledano.

A estemismoperiodocorrespondenlassargasdel monasteriodeSantaCruz deSegoviaquehoy seconservanen elParral. Estaspinturashansidoestudiadasy documentadaspor nosotroscomoobrasde Diegode Urbinaejecutadas en torno a 1570 en un trabajo que será publicadopróximamente~‘>. En ellasel artistaaunala estilizaciónformal conun evi-denteinteréspor la anatomíaderivado del arte de Miguel Angel.

En la Virgen y San Josécontemplandoal Crucificado en la cuna de laColecciónGudiol, Angulo vió con acierto la mano de Urbina 50, quiendebiópintaresta obra hacia 1570 a juzgar por las semejanzasestilísticasquepresentaconotros trabajosrealizadosporel artistaen esaépoca.Cabedestacarla identidadexistenteentreelmodelodeSanJoséy el utilizado enla sargadel Monasteriode SantaCruz antescitada.

Tambiénen losañossetentaUrbina trabajójunto a Hernandode Avilay SánchezCoello en la pintura del retablodeColmenarViejo. Es ésteunconjuntode dificil estudiopor los numerososnombresde pintoresqueaparecenrelacionadosdocumentalmenteconél. sinqueen ningunadelasescriturasconocidasse precisequienesejecutaronlas seistablasque for-man la decoraciónpictórica del mismo ~<. En nuestraopinión, sólo latabladelaAnunciaciónes de manode Urbina,basándonosen suscualida-desestilísticasy en laevidentesemejanzaentreel modelo de ha Virgeny elde la SantaMaria Magdalenapintadapor el madrileñoparala basílicaescurialense.

En ha décadade losochentapuedeobservarseunaevolución ensupin-tura, definida fundamentalmentepor una tendenciaa realizarcomposi-cionesmásequilibradas,de figuras monumentalesy másestáticas,renun-ciandoa la estilizaciónen favor de la valoracióndel volumeny de la soli-dezformal. A esteúltimo periodode suproduccióncorrespondenlos cua-tro retablosdelclaustrodel monasteriodelas DescalzasRealesy suspare-jas de santosde los altaresde ha basílicaescuriahense.En estasobrasseapreciaya la influencia del manierismoreformadoque, rechazandoelcarácterartificial de la etapaanterior.impulsó una pintura más clara ymesurada,máslegible y explícita en su contenidopara adecuarsea lasnecesidadesexpresivasde la Contrarreforma.

4~ En eí Boletin del Museodel Prado.con el titulo DiegodeUrbina y lassargas del monas-teno del Parral,

‘> ANuuto lsíuuy.z,D.: Ob. eh., p. 190.>‘ En nuestra tesis doctoral. pp. 624-635. realizamos un completo estudio documental y

estilistico deesteretablo, recogiendo las atribuciones y los trabajos publicados sobre el mis-mo, Porsu extensióny complejidades imposible efectuar una síntesis para incluirla en estearticulo,

150 Trinidad de Antonio Sáenz

Los cuatroretablossituadosen los ángulosdel claustrode las Descal-zas,en los queaparecenrepresentadoslos temasdel Nacimiento,SagradaFamilia con SanJoaquíny SantaAna (fig. 4). Oración en el Huertoy Gloria,fueron consideradoscomo obra escurialensepor Tormo, aunqueno lasrelacionóconUrbina sino con Carvajal y Barroso52 Trasel estudioesti-lístico de estaspinturasnosotroslas atribuimosah madrileño,opinión quese vio confirmadapor el hallazgode una cédula real, fechadael 14 dediciembrede 1586. en la que Felipe II ordenaque le fueran pagadosaUrbina los cuatro retablosque había hecho para el claustrode dichomonasterio~.

Susúltimasobrasimportantesconocidassonlos cuadrosde parejasdesantosque realizó parael monasteriode El Escorial.Esta serie,destinadaa ornar los altaresde la basílica,fue iniciadapor Navarretesiendoconti-nuadapor SánchezCoello. Carvajal y Urbina trasla muertedel logroñésen 1579 ~. El madrileñopintó sietelienzos,SantaMaría Magdalenay SantaMarta, San Eugenioy San Ildefonso (fig. 5). San Gregorioy San Ambrosio,SantaClara y SantaEscolástica,SantaPaulay Santa Mónica, SantaAguedaySanta Lucía(fig. COy San Fabián ySanSebastián, terminandoademásel SanFelipe y Santiagoel Menor quedejóinconclusoel mudo.En la rotundidezformal de los modelosy en el deseode conseguirunasrepresentacionesmáscercanasa ha realidad, individualizandolos rostros,se advierte haintencióndel artistade adecuarsu estilo al imperanteen los añosfinalesdel siglo.Urbina lograconferira estasfigurasuna intensapresenciafisicautilizando su habitual técnica dibujística. de factura prieta y lisa, con laquealcanzaefectosde granplasticidad.apoyándoseenunosmuy tímidoscontrastesluminosos.Sin embargo,aunqueen los rostrostratade olvidareh carácterarquetípicode sus modelosanteriores,éstosno transmitenelsentimientode intensaespiritualidadni poseenla verosimilitud propia dela pinturade la época.Sin dudalo mejorde estaseriepintadapor Urbinasonlos cuadrosde SantaAgueday SantaLucíay SantaMaria Magdalenay SantaMarta.porqueen ellosplasmala concepciónidealizada,bella y dedulce apariencia,propia de su auténticoestiloformadoen la esenciaqui-nienttsta.

Hoy sabemosqueUrbina llevó a cabouna amplia producción.de laquedesgraciadamente,en gran partede los casos,sólo ha llegado hastanosotrosha noticiadocumental.En el presentetrabajohemoscitado sólolasobrasmásimportantesentrelasconservadas,porla necesariabrevedad

52 IORMO. 1<: En las Descaí zc¡s Rc’ales, Estudios históricos, ic’onogrc4? ‘‘os ,‘ ctrti\’tic’os, M adri cl.

1917. p. 74.~ Archivo del Instituto Valencia de don Juan. Envio 118(2). fol, 188 r y y, Existe un ar-

ticulo escrito por nosotros sobre estas pintitras con eí titulo: Sobre unas obras de Diego deUrbina en el Monasterio de los Dc-scalzas Reales’, Fue presentado a las [II Jornadas de Arteorganizadaspor el Departamento de Arte «Diego Velázquez» dcl (78K’ en diciembre dc1986. cuyasactas aún no han sido publicadas.

‘~ Para el estudio dc esta serie véase el 1 ibro dc 1>. ZxRco Ut 1 uvxsantes cttado,

Diego de Urbina, pintar de FelipéJI 151

del mismo,peroesperamosquesea suficienteparademostrarla importan-cia y la calidadartísticade estecasiolvidadopintor, quesin embargofueunode los másdestacadosduranteel reinadode FelipeII.

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3

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Lám, 1 —Retablo del Abrazo en la Puerto Dorado. Burgo cje O.wnc,. ( ‘otc’d,’ul. 1 alsillo Sarmiento.(.1 ISÓ&

Lám, 2.—El Salvador hendidendo. Burgo de Osma. Catedral. C. 1568.

Lám. 3.—Lcz Virgen y San José contemplando al Crucificado en íd <‘una Barcelona, Colección pri-vada.

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Lán,,4.—Sagrada Familia con Son Joaquín y Santa Ana, Madrid, MonoAterio de las Descalzas Reales, 0 158<).

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Lá m, 6.—Scmntc¿Lucio y S’anrc¡ Agueda. Monasterio de El L?sc’ori cii. 4 Itores de la basílic’c¿, 0 1.184,