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DIÁLOGO ENTRE ADOLFO SÁNCHEZ VÁZQUEZ Y BOLÍVAR ECHEVERRÍA SOBRE EL CARÁCTER CRÍTICO DEL DISCURSO CIENTÍFICO COMUNISTA DE KARL MARX de Jorge Veraza U. presentado en septiembre de 2015 en el Homenaje a Sánchez Vázquez.

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DILOGO ENTRE ADOLFO SNCHEZ VZQUEZ Y BOLVAR ECHEVERRA SOBRE EL CARCTER CRTICO DEL DISCURSO CIENTFICO COMUNISTA DE KARL MARX

Por Jorge Veraza Urtuzustegui

Hay un tema que es primero entre los que hubiera sido altamente fructfero que discutieran y aclararan entre s ASV y BE. Me refiero al del estatuto del discurso proletario comunista, a su carcter ideolgico y cientfico y, sobre todo, a su carcter crtico. Tres dimensiones que ambos autores le reconocen a este discurso pero que conciben y ponderan de diverso modo. Aunque el tema del discurso crtico no se aborda en la Filosofa de la Praxis de Adolfo Snchez Vzquez, se encuentran en ella las premisas para hacerlo.[footnoteRef:1] As que la reflexin de BE completara en este punto el anlisis de ASV ; por lo que ASV aceptara perfectamente que el discurso filosfico y cientfico proletario comunista (el marxismo ) es un discurso crtico, como lo subraya BE; y an aceptara la exaltacin de esta caracterstica; la de ser, sobre todo, discurso crtico.[footnoteRef:2] Pues meritoriamente es as como BE desde su llegada a Mxico proveniente de Alemania- caracteriz la intervencin de Marx en El Capital, a contracorriente de la lectura positivista de manual que lo asuma como economa marxista y con la que, por entonces, comenz a competir la lectura neostalinsta propugnada por la escuela de Althusser, cientificista por antonomasia. Vemoslos iniciar el dilogo.[footnoteRef:3] [1: Como lo seala atinadamente Diana Fuentes en su "Snchez Vzquez y la esencia crtica de la filosofa de la praxis "; en Vida y Obra. Homenaje a Adolfo Snchez Vzquez; Facultad de Filosofa y letras UNAM; Mxico, 2009. Coordinador Ambrosio Velasco Gmez, p.35 a 50.] [2: Bolvar Echeverra; Definicin del Discurso Crtico, en El discurso crtico de Marx; ERA; Mxico 1986.] [3: Quiz sea de utilidad para el lector el siguiente cuadro: Discurso Cientfico: Expositor de verdades sobre un campo particular de la realidad y del conocimiento en un orden demostrativo. Mientras que el filosfico lo es de verdades acerca de la totalidad de la realidad y el conocimiento. Discurso Ideolgico: Productor de discurso favorable a intereses por ejemplo de clase. En el caso de la burguesa, sera un discurso incoherente con apariencia de coherente pues contiene verdades que encubren la presencia de falsedades que son favorables a esta clase y que constituyen el motivo privilegiado de la produccin de ideologa. Discurso Crtico: Discurso productor de verdades peculiares, pues su presencia denuncia e impugna los intereses de la burguesa y a su discurso ideolgico; aunque sabe retomar las verdades que la ciencia burguesa alcanza a producir. De tal suerte, el discurso crtico vela por la coherencia del discurso cientfico y denuncia la incoherencia y falsedades presentes en el discurso ideolgico dominante. Crtica negativa: Denuncia de las falsedades e incoherencias de la ideologa dominante reponiendo en su lugar las verdades correspondientes y su coherencia. Crtica cientfica o positiva:Evidentemente desarrollando estas verdades generadas por la crtica negativa coherentemente con nuevas correspondientes , el discurso crtico negativo va ms all del estadio en que se encuentra la ciencia burguesa y que le es inaccesible a esta , dados sus lmites de clase . Con lo cual la crtica negativa funda y desarrolla as un discurso crtico positivo: una ciencia superior a la burguesa; una nueva racionalidad ontopraxeolgica, la nombra J. Zeleny para caracterizar a la correspondiente de El Capital de Marx.]

1. Es en su comentario de las Tesis ad Feuerbach de Marx donde BE es ms cercano a la filosofa de la praxis de ASV; y en ese comentario seala que el pensar la revolucin obliga a realizar una revolucin terica, porque ese pensar debe superar la matriz dual del pensamiento burgus, esto es, al materialismo y al idealismo burgueses, obligadamente reacios a pensar la revolucin.[footnoteRef:4] Superacin que se lleva a cabo al constituir un materialismo prctico cuyo objeto terico es la prctica en general y cuyo objeto especfico es la practica crtico revolucionaria.Y es en este contexto que BE seala que para el comentario de las tesis III y XI - especialmente sta en la que la prctica revolucionaria transformadora es postulada como tema que transforma superadoramente a la filosofa y al filsofo -tuvo "en cuenta, sobre todo, el estudio que de ellas hace Adolfo Snchez Vzquez " en "su libro Filosofa de la Praxis"(1967). A este respecto es de sealarse un matiz interpretativo en el que ambos autores difieren. La actividad revolucionaria "crtico-prctica" (p.32) nombrada por Marx al final de la tesis 1 -y que la once retoma- es entendida por ASV como actividad revolucionaria prctica y "terica ", pues como terica asume lo que Marx nombra crtica (ASV, p126). Mientras que BE seala a la actividad revolucionaria como "actividad material o "prcticamente crtica ", esto es que es una actividad que es crtica no de un modo terico sino que se comporta crticamente ya de un modo prctico (p. 35). Lo que segn yo se explica del siguiente modo: se trata de una actividad humana que niega prcticamente ciertos aspectos de la realidad que con acuerdo a la verdad son criticables; precisamente en tanto que afirma en acuerdo a esa misma verdad otros aspectos que coinciden con ser afirmativos de la convivencia propiamente humana recproca o vivida con justicia. Lo que coincide con ser la forma comunista o socialista o de "humanidad social" o socializada, como seala la tesis X.Es evidente el nfasis en el carcter crtico del pensamiento de Marx que BE pone; incluso, sealando que Marx reconoce como asunto prctico el carcter crtico de dicho discurso, en correlato y en funcin y aun tenindolo como fundamento, el carcter crtico de la prctica revolucionaria. Mientras que ASV pone el nfasis en el carcter terico prctico de la prctica revolucionaria. As lo hace, ciertamente, en la medida en que identifica crtica con teora. En efecto, dice ASV: "la verdadera actividad es revolucionaria, crtico-prctica; es decir, transformadora, y, por tanto, revolucionaria pero crtica y prctica a la vez, o sea, terico-prctica: terica, sin ser mera contemplacin, ya que es teora que gua la accin, y prctica, o accin guiada por la teora. La crtica - la teora, o la verdad que entraa- no existe al margen de la praxis."(Filosofa de la praxis, 1967 p. 127). [4: Bolvar Echeverra; El discurso crtico de Marx; ERA, Mxico, 1986 (primera edicin) p.23.]

2. Y es que la muy intensa confrontacin que ASV despliega en su Filosofa de la Praxis con Louis Althusser le permite posicionar a la praxis en el lugar central que le corresponde pero, a la vez, dialectizar la relacin fundada por esta entre la ideologa y la ciencia, cuando que Althusser las opone mecnicamente introduciendo el concepto estructuralista de corte epistemolgico, forjado por Gastn Bachelard. El caso es que esta fructfera confrontacin y de la que ASV sale siempre triunfante y habiendo cosechado precisin para su teora de la praxis en Marx, ocupa muy intensamente la reflexin de ASV en las pginas de su clebre libro; de suerte que descuida tratar la dimensin crtica del discurso de Marx. Llegando al extremo de que en el apndice titulado "Sobre la Enajenacin ", ASV trata del fetichismo de la mercanca, el del dinero y el del capital - que son, precisamente, los motivos prctico sociales y epistemolgicos para que el discurso revolucionario deba ser un discurso crtico que disuelva la cscara csica de la apariencia de las relaciones sociales mercantiles; pero ASV para nada alude a esta importante cuestin. Sino que salva al concepto de enajenacin de la acusacin althusseriana de ser ideolgico; y establece el carcter cientfico del concepto de fetichismo mercantil etc., como parte del desarrollo de la teora de la enajenacin social de Marx. As que todo hara creer que ASV dio demasiado a Althusser por ocuparse slo de la oposicin ciencia-ideologa, sin poder ya ocuparse del carcter crtico del discurso revolucionario y an crtico cientfico como es el caso de El Capital etc.De hecho, en la ltima edicin (2003) contrasta la exposicin del "A Modo de Eplogo: Balance de la Filosofa de la Praxis" con la exposicin del libro de ASV que este escrito epiloga: Filosofa de la Praxis (1967); pues insiste en el carcter crtico del marxismo y articula este carcter con el tema de la praxis y del conocimiento, as como con el del proyecto emancipatorio que es el marxismo etc. Esto es, en verdad, aborda monogrficamente un tema que no haba tocado el libro escrito por ASV; aunque ciertamente lo involucraba implcita y esencialmente, el tema de la crtica como forma discursiva propia del marxismo. Con lo cual este eplogo llena una laguna ciertamente incmoda.3. La permanencia de esta laguna por aos explica seguramente el que cuando BE habl en homenaje a ASV en 2009[footnoteRef:5] resaltando la necesidad que el marxismo experiment de renovacin hacia la dcada de los 60 del siglo XX ante la detencin y desfiguracin que viviera al quedar sometido a las necesidades de "la recomposicin del Imperio Ruso " que fuera la URSS (p.262) en cuyo contexto el nombre del marxismo qued manchado con la sangre de "crmenes monstruoso " de Stalin. Y precisamente ASV asumi a fondo esa tarea de renovacin, por lo que BE lo reconoce como propugnador de "un marxismo diferente" basado no en la materia sino en la praxis revolucionaria y que asume esencialmente el carcter democrtico del socialismo (p.263). Un marxismo diferente al que, sin embargo, BE no denomina crtico. Ni siquiera usa esa palabra tan recurrente en su lxico en el cuerpo de su ensayo dedicado a "el otro marxismo " al que pertenece el de ASV. Una renuencia en el acto de nominar que no deja de ser significativa. [5: "Adolfo Snchez Vzquez y el otro marxismo "; en Vida y Obra. Homenaje a Adolfo Snchez Vzquez; Facultad de Filosofa y letras UNAM; Mxico, 2009. Coordinador Ambrosio Velasco Gmez, p.261 a 266.]

Pero profundicemos la cuestin. Pues el caso es que la forma muy particular en que BE concibe al discurso crtico no podra ser aceptada por ASV, toda vez que niega la posibilidad misma de asumir al marxismo- y con ms precisin al discurso crtico comunista de Marx- como una filosofa y, en especial, como una filosofa de la praxis. 4. He aqu el problema; aunque tambin para BE la praxis sea categora central del marxismo. De tal manera que nuestro dilogo entre ASV y BE sobre el carcter crtico del discurso comunista cientfico de Marx est en relacin con otro dilogo entre ambos al que aqu no podremos sino aludir, el referente al concepto de praxis- que BE le crtica a ASV a pregunta expresa de Stephan Gandler[footnoteRef:6]; pero desafortunadamente este entrevistador no pregunt en correspondencia a ASV ni respecto de la teora de BE ni sobre la idea de este acerca del concepto de praxis de ASV o el de Marx. No obstante, en la presentacin del ya clebre libro de BE, El discurso crtico de Marx, que hiciera ASV en la feria del libro del Palacio de Minera en 1987 y a la que titulara Critica y Marxismo, con la intensin de defender su idea de filosofa de la praxis, este cuestiona a BE- a mi modo de ver, aguda y correctamente- respecto a concebir al marxismo de manera positiva y unitaria al contrario de la multiplicidad que ha mostrado histricamente y en la actualidad: Cabe entonces preguntar si no hay identidad[interna del marxismo], cmo puede haber una sustancia [el marxismo] que cambia de forma?

5. Ms all de la descuidada respuesta de BE a Gandler- que en otro lugar cabr comentar- la discusin de BE con Gyorgy Markus nos orienta en cuanto al posible posicionamiento de fondo de BE respecto de la praxis segn la concibe ASV. Pues GM considera que la contradiccin fundamental del capitalismo, segn Marx, es la de las fuerzas productivas (fp) con las relaciones de produccin (rp), esto es, entre el contenido y la forma de organizarse el trabajo en la sociedad; si bien la idea de trabajo productivo estara siendo dialectizada por ASV con la de praxis, pues incluye a dicho trabajo pero no se reduce al mismo; aun as , tenemos que BE piensa que esa no es la contradiccin fundamental del capitalismo para el Marx de El Capital sino slo para el de la Zur Kritick de 1859. Para el Marx de El Capital, la contradiccin no slo es productiva: entre las fp y las rp, sino productiva y consuntiva, es una contradiccin total, reproductiva; es la contradiccin de la FN de la reproduccin social y la FVk de la misma. Por lo que la solucin a dicha contradiccin no sera una sociedad del trabajo productivo liberado sino una sociedad plena de despliegue de capacidades - entre ellas las laborales - y de goces, entre los que la satisfaccin de las necesidades de todos los individuos en su plural singularidad se incluira vertebralmente.[footnoteRef:7]6. Para retornar a nuestro problema especfico, recordemos que en su Karl Marx, Karl Korsch (KK) trata acerca del discurso crtico de Marx precisamente subrayando su carcter crtico. [6: Stephan Gandler; El marxismo crtico en Mxico: Adolfo Snchez Vsquez y Bolvar Echeverra; F.C.E; Mxico, 2007.] [7: Ciertamente, el consumo y la reproduccin de la sociedad son temas casi ausentes en el libro de ASV y no trata el muy importante tema de las prcticas humanas de consumo y goce, desde las comidas colectivas y festivas y las competiciones deportivas hasta las formas de consumo y produccin de placer sexual amatorio y procreativas en general. Ahora bien, el que los humanos no devoremos o manduquemos sino que nuestro consumo alimentario- y en acuerdo a este el resto de consumos - sea un evento prctico teleolgico, simplemente demuestra la centralidad de la categora de praxis para la existencia social e individual humana. Y si el pensar es una actividad pero no una prctica, segn demuestra brillantemente ASV en su crtica a la idea de "prctica terica" de Louis Althusser, la escritura de ensayos, cuentos, poemas y libros en general o las conferencias, mesas redondas y el impartir clases etc., s constituyen prcticas especficas en cuyo contexto la actividad del pensamiento ocupa un lugar central, no siendo por si sola una prctica; como tampoco lo es - por las mismas razones de suceder en el mbito inmaterial de la conciencia -la "praxis divirtete", ironizada por ASV en este contexto crtico; mientras que s lo es la prctica muchas veces cooperativa del juego - que Plejanov pretendi asumir como origen de la prctica artstica - o de la fiesta y el carnaval etc., con medios materiales y fines precisos en su ocurrencia, as como con resultados materiales precisos y an en muchos casos contrafinalsticos, como sucede en otras prcticas , desde el trabajo hasta la prctica artstica y la revolucionaria.]

KK concibe la crtica de la economa poltica (CEP) de Marx como una crtica cientfica y como la nueva ciencia del proletariado, no como una mera crtica negativa.[footnoteRef:8] Sin embargo, en el siguiente captulo (Dos Fases de la Economa Marxista) KK asume que el Marx joven es activista mientras que el maduro es cientfico, en concordancia a lo que el mismo KK ya haba escrito en su ensayo de 1931 El Joven Marx filsofo y activista. Acusa de cierta relativa renuncia revolucionaria al Marx cientfico para, finalmente - y esto es lo decisivo para nuestro anlisis - decir que el desarrollo cientfico positivo que lleva a cabo Marx en su crtica cientfica de la economa burguesa, tanto de su teora como de su realidad, involucra efectos negativos para la revolucin. Como si a esta slo le fuera adecuado el ejercicio de una crtica negativa. Tesis implcita en Korsch, y que es la que encontraremos explcita en BE. Es decir, BE simplemente ha desarrollado este legado de KK acrticamente y que ste basa en una contraposicin analgica entre un Marx Jacobino joven y un Marx de la Convencin viejo. Y en confundir lo positivo con lo objetivo, natural y fatalista en contraposicin con el entusiasmo y la energa revolucionarias propiamente histricas y humanas. Pero tal identificacin korscheana de lo positivo con tales categoras lo subcodifican y deforman en clave burguesa romntica e irracionalista. BE en correspondencia dice en su Definicin del Discurso Crtico: que la sociologa inspirada en Augusto Comte y en su filosofa denominada por l positiva, es ciencia "constructiva, respetuosa de lo dado , aquiescente con el orden establecido" etc., con lo que BE nos entrega la clave de Korsch para interpretar el concepto de positivo tan despreciativa y negativamente como lo hace; y la clave para que el propio BE huya de eso positivo que es, ms bien, positivista como Comte; pero nada positiva sino perfectamente alienada y por ende prisionera de lo dado.Mientras que para Marx es forzoso reconocer el fundamento positivo de la historia para desplegar exitosamente la crtica de la economa poltica y la crtica a Hegel y a Feuerbach - al idealismo y al anterior materialismo - as como a la sociedad burguesa realmente existente que esas teoras refiguran a nivel ideal. Y ese fundamento positivo de la historia es nada menos que la comunidad de hombres libres ligados entre s y con la naturaleza de manera armnica o metablica adecuada o no enajenada. Propuesta de los Manuscritos de 1844 que reaparece precisada en El Capital como supuesto de la crtica a la forma valor de las relaciones en las que se reproduce la sociedad burguesa; supuesto que Marx pone del lado del valor de uso y que denomina y tematiza y desglosa como FN del producto, o del proceso de trabajo y, en fin, de la reproduccin de la sociedad. Y al que B E ha dedicado un clebre y luminoso ensayo titulado: La Forma Natural de la Reproduccin Social. [8: Vase Karl Korsch; Karl Marx (1936) la parte II Economa Poltica captulos 3 y 4 titulados respectivamente: Crtica de la Economa poltica; y Crtica Filosfica y Crtica Cientfica.]

Con lo dicho hasta aqu se hace evidente que El Capital. CEP de Marx inaugura un discurso crtico cientfico y por tanto positivo y no slo negativo, segn lo considera ASV y en parte BE - aunque con renuencia, observada agudamente por ASV[footnoteRef:9]-, y que ello es consistente con considerar al marxismo unitariamente como una nueva prctica de la filosofa en tanto que es filosofa de la praxis revolucionaria. Y, en fin, lo que tenemos es una paradoja, pues la reflexin de ASV cojeaba de origen de una insuficiente reflexin acerca del estatuto crtico del discurso de Marx pero que pudo superar dicha insuficiencia con base en las premisas de su misma reflexin sobre este; mientras que BE, enarbolando una muy potente consideracin del carcter crtico de dicho discurso, no alcanz a concebirlo en su especificidad crtico cientfica positiva debido a que la aludida consideracin obtena parte de su potencia de cierta unilatelalidad negativista, desafortunadamente equvoca; aunque fructfera, si nos quedamos en la superficie de la cuestin terica y real en juego. Y es que, en realidad, la crtica positiva primero es no explcita; mientras que la crtica negativa es explcita y subrayada; pero conforme aquella se desarrolla, logra devenir en crtica positiva explcita cientfica y bien fundamentada; es decir, desarrolla en toda su radicalidad su impulso crtico revolucionario. [9: ]

Resuelta prima facie la cuestin acerca del discurso crtico de Marx en el dilogo entre ASV y BE, cabe comentar el negativismo de BE al abordar este tema, as como el carcter negativo y positivo del discurso crtico de Marx.7. De hecho, los grandes aportes de BE a la teora de la contradiccin entre la FN de la reproduccin social y la FV de la misma, as como a la FN en cuanto, demuestran que afortunadamente- como investigador de un tema especfico- supo desarrollar positiva y cientficamente al marxismo, aunque al intentar cada vez formular epistemolgicamente el carcter general del discurso de Marx, lo hizo prisionero de una unilateralidad negativista alimentada en KK y, luego, muy abonada por la Escuela de Frankfuhrt, Walter Benjamin, incluido. Y en primer lugar y en la cspide, por la opera magna de T.W. Adorno: Dialctica negativa[footnoteRef:10]. Obra que define la necesidad de que la crtica sea unilateralmente negativa con base en un defectuoso diagnstico crtico acerca de la Ciencia de la Lgica de Hegel, pues la entiende como una lgica de la identidad que afirma y confirma a la sociedad existente; mientras que slo una dialctica negativa lo subvierte. Olvidando Adorno que el idealismo hegueliano se identifica con su nihilismo- segn lo denuncia Marx en sus Manuscritos de 1844 junto con su falso o pseudo positivismo[footnoteRef:11]- y que el Ser como presunto punto de partida de la Lgica, Hegel lo identifica con la Nada, as que la afirmacin que ese punto de partida involucrara queda falseada; y olvida, tambin, Adorno que la dialctica hegeliana se caracteriza por la absoluta negatividad del sujeto- lo que le confiere apariencia de radicalidad; pero que esta absoluta negatividad del sujeto- como bien denuncia Istvan Meszaros[footnoteRef:12] - no es sino la otra cara de la absoluta mediatizacin de la realidad, de donde deriva la tendencia conciliadora del sistema hegueliano con la sociedad existente. [10: ] [11: Karl Marx; Manuscritos de 1844, Tercer Manuscrito, Crtica de la dialctica y de la filosofa hegueliana en general] [12: Istvn Mszros; Social Structure and Forms of Consciousness (The Social Determination of Method, volume I); Monthly Review Press, New York, 2010. Reconciliatory Function of Negativity as Self-Trascending Contradiction, Pp. 88-95]

8. En realidad, el discurso revolucionario es, de entrada como insiste BE- un discurso negativo y por ende tericamente dependiente del discurso afirmativo y apologtico de la ciencia burguesa. Pero esto es as slo de entrada y no obstante que el proletariado produzca toda la riqueza burguesa, as que la burguesa depende realmente del trabajo que explota al proletariado. Esto supone que en el mpk la produccin de verdad slo es posible si se niega lo existente en un aspecto esencial del mismo, esto es, la injusticia y la explotacin del trabajo etc., en la que dicho modo de produccin se basa y que la clase dominante burguesa tiene inters en eternizar y por ende en encubrir para protegerlo; es decir en ocultar y en no ver dicho aspecto esencial. Por eso desarrolla esta clase una ideologa encubridora; pero, a la par, necesita de una ciencia acerca de su propio modo de produccin, toda vez que es complejo y cambiante- en modernizacin continua- en acuerdo al desarrollo continuo de la tcnica que el capital debe promover a fin de explotar cada vez ms plusvalor relativo. As qu la administracin estatal o rectora general y gobierno de dicho sociedad es cientfica o racional cuantificante, como seala Max Weber. Pues ciertamente, la subsuncin real del proceso de trabajo al capital (srpt/k) posibilita y obliga a que as sea. Pero la ciencia econmica, poltica, social y antropolgica etc., del k se ve coartada en su fin permanentemente, para decirlo con Freud[footnoteRef:13]; toda vez que la verdad a la que apunta dicha ciencia pone en peligro de muerte a la burguesa; as es que la ciencia moderna descubre verdades pero no la verdad total o la verdad como totalidad, la perspectiva de totalidad le es negada, como dice Georg Lukacs en HCC[footnoteRef:14], con base en La Sagrada Familia de Marx y Engels. Y slo el proletariado interesado en revelar la verdad ltima del mpk, es decir, el secreto de su explotacin y de la ac de k toda que sobre esta explotacin se levanta, slo el proletariado en acuerdo a sus intereses de clase puede acceder a una perspectiva de totalidad y desarrollar una ciencia plena y puede llevar a cabo una sublimacin cognitiva sin coartarla. O en otros trminos, un desarrollo de la crtica hasta lograr que devenga en ciencia superior a la burguesa y ya no dependiente de ella y que revela al mpk tal cual es y, por eso, lo crtica radicalmente y afirma el dictum cientfico crtico de la necesidad de su revolucionamiento prctico.Por su resultado final logrado, podemos entender que no slo al final, el discurso proletario comunista es crtico cientfico o positivo sino que desde la base es crtico positivo o verdadero; pero que para desarrollarse desde el sentido comn debe, primero, depender de los conocimientos cientficos y filosficos desarrollados previamente por la burguesa y negarlos en lo que tienen de ideolgicos o encubridores de la verdad fundamental en toda su articulacin- tal y como El capital la expone y demuestra- una verdad imposible de resistir para dicha clase social; todo lo cual ofrece la apariencia muy consistente de que el discurso crtico comunista slo puede ser negativo; es decir, que slo puede ser crtico y dependiente siempre del discurso afirmativo y apologtico de la burguesa. Pero ciertamente la coherencia y verdad que por propio inters de clase y sexual sublimada- esto es en tanto la verdad constituye una sublimacin de la libido sexual- imbuye al proletariado desde un primer momento en la escena social e histrica; as que la verdad y la coherencia son los factores constantes de su independencia y soberana discursiva, de su superioridad cognitiva emocional y sexual o de personalidad respecto de la burguesa. [13: El malestar en la cultura( 1930).] [14: El Concepto de Cosificacin y la conciencia del Proletariado(1922).]

Sin embargo, esto que est inscrito en su ser de clase se encuentra fuertemente encadenado y es el propio proletariado el que en el curso de su lucha se libera de cadenas parcialmente; para, luego, pasar a liberar plenamente su discurso antes de poder liberarse plenamente en un plano prctico, pues dicho conocimiento cientfico crtico pleno es condicin de posibilidad de su liberacin clasista e histrica. Ahora bien, el que la burguesa viva represin sexual y deba sublimar su libido, por ejemplo, cognitivamente y a ello la impulse la srpt/k pero, a la vez, deba reprimir esta sublimacin, involucra dos fuerzas contrapuestas que deforman la personalidad burguesa de continuo en todas sus versiones o ethe, como denomina BE los comportamientos bsicos que germinan en la modernidad capitalista. Tratndose de una degradacin personal que encuentra vas de escape sublimado en la filosofa y en el arte o la religin, as como en la renuncia a la verdad cientfica o vas de desublimacin represiva- para decirlo con H. Marcuse[footnoteRef:15]- consumista y de violencia y sexualidad; pero, finalmente, acumulando cada vez mayores dosis de sado masoquismo, siempre renuncia a la verdad. Tendencia que se abri paso cada vez de modo ms amplio masivo y omnilateral bajo la forma de la decadencia ideolgica de la burguesa denunciada por Marx y tematizada por Lukcs[footnoteRef:16] y, luego, investigada por l en la historia de la filosofa bajo el ttulo de El asalto a la razn. Obra en la que analiza el creciente irracionalismo filosfico y cientfico social; y a la que TWA y M Horkheimer complementan con su Dialctia del Iluminismo y con su Crtica de la razn instrumental. El sado masoquismo galopante de la poca actual tanto a nivel individual y social como a nivel del comportamiento gubernamental y presidencial de Bush a Obama y de Carlos Salinas de Gortari a EPN pasando por Fox y Fecal, es prueba de la aludida tendencia doblemente represiva de la condicin moderno capitalista de represin sexual y de represin de la verdad y de la represin de la sublimacin en general. [15: Eros y civilizacin ( 1957).] [16: ]

9. En el poco espacio que nos queda, vayamos a la raz del problema involucrado en el dilogo entre ASV y BE. Karl Marx, luego de plasmar sus ideas de crtica de la economa poltica y de crtica filosfica a Hegel y Feuebach, as como de crtica poltica, social y cultural contra los socialistas de entonces y contra la vida cotidiana capitalista realmente existente en el cuerpo principal de sus tres manuscritos de 1844, escribe el prlogo del libro que con base en dichos manuscritos quiere escribir: Para la crtica de la economa nacional (Zur Kritick der National konomie) y aun inicia la redaccin del primer captulo, al que titula: El Dinero, pues piensa que este debe ser el punto de partida para criticar integralmente a la sociedad burguesa. As que teniendo estos materiales de los as llamados Manuscritos de 1844 ante s- y a los que ASV dedicara hondas reflexiones- y ya iniciada en forma la redaccin del libro programado, pudo dedicarse a establecer los lineamientos epistemolgicos y metodolgicos de la nueva crtica cientfica que sabe estar inaugurando; pues esta labor le facilitar la redaccin del resto del libro. Expone dichas conclusiones metodolgicas y epistemolgicas en el captulo 4 de La Sagrada Familia o crtica de la crtica crtica. Contra Bruno Bauer y consortes. Ttulo de la stira de la falsa crtica social idealista de raigambre hegueliana envista de establecer los lineamientos de la autntica crtica revolucionaria y cientfica de la sociedad burguesa, la crtica positiva o real concordante con el humanismo real; as nombrado por Marx y Engels para diferenciarlo del abstracto humanismo feuerbachiano.Marx sustenta en la situacin de vida del proletariado y de la burguesa el tipo de pensamiento que les corresponde a cada uno, fundando una epistemologa socialmente determinada. La enajenacin la vive el proletariado como negacin de su vida- lo que es coherente-; mientras que la burguesa como su afirmacin- lo que es un despropsito-, as que se resistir a la verdad sobre tal situacin, mientras que el proletariado la querr descubrir para emanciparse. Cito un luminoso pasaje de La Sagrada Familia o stira de la falsa crtica social, en el momento en que expone las races de la crtica social recta, revolucionaria: La clase poseedora y la clase del proletariado representan la misma autoenajenacin humana. Pero la primera clase se siente bien y se afirma y confirma en esta autoenajenacin, sabe que la enajenacin es su propio poder y posee en l la apariencia de una existencia humana; la segunda, en cambio, se siente destruida en la enajenacin, ve en ella su impotencia y la realidad de una existencia inhumana. Es, para decirlo con palabras de Hegel, en la reprobacin, la sublevacin [y por ende la crtica negadora] contra la reprobacin, una sublevacin a que se ve empujada necesariamente por la contradiccin entre su naturaleza humana [positiva y existente] y su situacin de vida [enajenada y existente], que es la negacin franca y abierta, resuelta y amplia de esta naturaleza [bsica] misma.Y todava Marx precisa:Dentro de esta anttesis, el propietario privado es, por tanto la parte conservadora y el proletariado la parte destructiva. De aquel, parte la accin del mantenimiento de la anttesis, de ste la accin de su destruccin.El capital es, pues, negativo por esencia o enajenado. Mientras el proletariado es positivo por esencia; pero se ve negado y tiene que negar a su vez lo que lo niega. Por eso es que llega a la crtica como negacin de negacin y en tercer lugar. Pero en la inteligencia de que esa negacin de negacin parte de una positividad bsica que es la que el rgimen burgus niega de inicio. De ah que su crtica inicie siendo negativa, dependiente del orden discursivo burgus pero se desarrolla hasta ser un discurso positivo independiente que se levanta sobre sus propios pies para criticar conforme explica cientficamente a la sociedad burguesa, pues obtiene esta coherencia y potencia de la bsica condicin positiva de existencia humana productiva y consuntiva del proletariado y en metabolismo constante con la naturaleza.Es cierto que la propiedad privada empuja por s misma, en su movimiento econmico, a su propia disolucin, pero slo por medio de un desarrollo independiente de ella, inconsciente, contrario a su voluntad, condicionado por la naturaleza misma de la cosa; slo en cuanto engendra al proletariado como proletariado, a la miseria consciente de su miseria espiritual y fsica, consciente de su deshumanizacin y, por tanto, como deshumanizacin que se supera a s misma. El proletariado [ya que depende de ella para existir, del salario que le paga]ejecuta la sentencia que la propiedad privada pronuncia sobre si misma al crear al proletariado, del mismo modo que ejecuta la sentencia que el trabajo asalariado pronuncia sobre s mismo, al engendrar [este productiva y positivamente] la riqueza ajena y la miseria propia. Al vencer el proletariado, no se convierte con ello, en modo alguno, en el lado absoluto de la sociedad [sino que transforma la sociedad], pues slo vence destruyndose a s mismo y a su parte contraria [se niega como proletario y niega al capital que lo convierte en proletario]. Y, entonces, habrn desaparecido tanto el proletariado como su anttesis condicionante, la propiedad privada.De modo que la enrgica negacin revolucionaria da pie a la existencia positiva plena; y correspondientemente, la crtica negativa da pie a la crtica positiva. He aqu como se fundamenta en el proceso histrico de liberacin clasista del proletariado el humanismo real que caracteriza su accin revolucionaria tanto con base en su premisial existencia como con base en el resultado o meta alcanzada: la efectiva abolicin de las clases sociales. Y en acuerdo a la realidad (humana, valga la redundancia) de dicho humanismo es que la crtica revolucionaria es positiva; pero construye esta positividad con base en la crtica negativa y clasista que caracteriza a su existencia abstracta y enajenada dentro de la sociedad burguesa. 10. As las cosas, echamos de ver que procediendo como lo hace Karl Korsch, este se hizo un truco al asumir el discurso crtico cientfico de KM como positivo pero asumiendo como enajenacin (o negacin) esa cientificidad o positividad desarrollada del discurso. Pues segn KK, el joven Marx es revolucionario y filsofo mientras que el Marx maduro es cientfico y, por eso, degradado, sofrenado en su crtica.Pero asimismo notamos que Georg Lukcs no se hizo ese truco; porque para concebir el discurso cientfico crtico del Marx de El Capital, parte de La Sagrada Familia, ese texto juvenil de Marx, para entender la doble enajenacin capitalista- la del obrero y la del burgus- y la posibilidad del discurso crtico cientfico del proletariado. Efectivamente, el Joven Marx fundamenta el discurso crtico cientfico del de madurez y lo denomina crtica positiva, en correspondencia con el que llama humanismo real y positivo[footnoteRef:17] enarbolado clasista y revolucionariamente por el proletariado. Pues en todo momento de la lucha al hacer justicia como al combatir la injusticia, el proletariado le hace valer a la burguesa la plenitud humana (ese fundamento positivo) que ella o recorta o niega francamente cuando no la trastoca. Tal y como le hace valer los derechos de cada clase- correspondientes y recprocamente negativos- que de continuo la burguesa, que los ha impuesto, transgrede. La crtica negativa es relativa a esta lucha parcial; mientras que la crtica positiva a la lucha estratgica que va a fondo y a la raz. Segn vemos, BE del marxismo occidental sigui en este punto la bifurcacin korscheana; mientras ASV la lukacsiana. [17: ]

11. Todava reconozcamos otra disyuntiva que tuvieron que asumir ambos autores; pues se debe a Herbert Marcuse un clebre ensayo de 1938 en el que reflexiona la relacin entre Filosofa y Teora Crtica[footnoteRef:18]; y, ciertamente, BE en su Presentacin al Discurso crtico de Marx retoma de cerca este escrito, precisamente, a partir de su centro: la barbarie del siglo XX y su relacin con la filosofa y la teora crtica, alias del marxismo en su texto. Aunque para Marcuse a fines de los treinta del siglo XX, la filosofa es un reservorio de verdades que estaran aun por ser realizadas y que la sociedad burguesa niega u obstaculiza y, por eso, la teora crtica las retoma, esta no es, de suyo, filosofa; toda vez que se interesa por la transformacin de la sociedad. HM no conoce la filosofa de la praxis, una filosofa no contemplativa, pues ASV la postul y conform en 1967. Sin embargo, BE conocedor atento del referido posicionamiento de HM, ya poda pronunciarse explcitamente de modo favorable a la filosofa de la praxis; y, precisamente, ante la barbarie del siglo XX que constituye el punto de arranque en su referida Presentacin firmada en 1984 (Orwell como teln de fondo); pero no lo hace. Notoriamente prisionero de la reflexin pre filosofa de la praxis de HM. As que- al igual que Marcuse- slo concibe la filosofa como ejercicio contemplativo. Mientras que ASV ha interpretado las Tesis ad Feuerbach de Marx en el sentido de que se trata de superar la filosofa contemplativa tanto idealista como materialista; pero que no se trata de abolir la filosofa en cuanto tal sino transformndola en una filosofa de la praxis.[footnoteRef:19] Y retoma el sealamiento de Marx de 1843 de que se trata de superar la filosofa pero a travs de realizarla; y que el camino de la realizacin de sus verdades coincide con ser el de su desarrollo como filosofa. Lo que slo es concebible como filosofa de la praxis.[footnoteRef:20] Cuya tematizacin en positivo de las diversas formas de praxis y de esta como concepto general- tal y como ASV la lleva acabo- es correspondiente con la que anhela BE acerca del valor de uso y de la forma natural de la reproduccin social como un todo; y en parte realiza en su teora del cudruple ethos de la modernidad capitalista. Tematizaciones en positivo no pertinentes en una versin unilateralmente negativa del discurso crtico; pero perfectamente posibles como parte de un discurso crtico cientfico como el que Marx desarrollara, cuya negatividad inicial encuentra en su desarrollo la coherencia necesaria para plantarse sobre sus propios pies positivamente, al lograr explicar en su esencia al modo de produccin capitalista denunciando las contradicciones que lo constituyen y revelando la necesidad de la revolucin proletaria inscrita en el desarrollo de dichas contradicciones estructurales. [18: En Herbert Marcuse; Cultura y sociedad; Sur; Buenos Aires, 1970; pp.79a96.] [19: Adolfo Snchez Vsquez; Op. Cit.] [20: Ibid.]

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Al final de nuestro ejercicio de dilogo, no slo cosechamos los resultados positivos recin expuestos sino dos urgencias por satisfacer; la primera, explorar crticamente y de modo puntual la formulacin de BE acerca del discurso crtico y en sus propios trminos y, segundo, hacer lo propio respecto de ASV. Pues aunque de l pudimos entrever mejor su planteamiento, es sobre todo lo que ambos comparten lo que qued aclarado en lo que antecede; es decir, la consistencia necesariamente crtica del discurso comunista revolucionario, el de Marx en particular; su ser no slo crtico negativo (BE y ASV) sino, tambin, crtico positivo (ASV). Pero no agotamos la argumentacin de cada uno para concebir dichos discursos tal como los conciben; en especial, cmo es que BE asume el carcter cientfico del discurso de Marx; esto es, su carcter positivo desarrollado al mximo, pero resistindose a considerarlo crtico positivo y por tanto independiente. De hecho, lo ve siempre dependiente del burgus; y como ilusin la pretensin de que sea un discurso alternativo o independiente; de suerte que BE registra ilusiones fallidas de diversa figura, como el Dia-Mat stalineano y el cientficismo altusseriano; pero, tambin, como el Prolet Cult bogdanoviano, figuras a las que crtica muy atinadamente; o la CRD sartreana y la filosofa de la praxis de ASV, respecto de las que hemos visto que el argumento de BE no se sostiene si lo contrastamos con el discurso de Marx; pero, como digo, no hemos agotado el examen de las razones de BE para resistirse a asumir la crtica positiva de Marx ni cmo es que ASV la entiende en conexin con la crtica negativa.Todo sucede en la intervencin de BE como si para criticar el cientificismo stalineano y el ultra cientificismo neostalineano de Althusser, debiera esgrimir la crtica negativa - lo que es atinado - y para nada reconocer la crtica positiva de Marx por temor a que de ah se agarren sus criticados para afianzarse.[footnoteRef:21] De ah la unilateralidad negativista de BE; incluso al reconocer el carcter cientfico del discurso de Marx. Lo que resulta en una ambigedad; pues se afana en desarrollar la crtica negativa y en nombrarla; pero no deja de, l mismo, aportar investigaciones cientfico positivas como la de su teora del cudruple ethos de la modernidad capitalista o pedir que se desarrolle una tematizacin en positivo de la forma natural de la reproduccin social, toda vez que Marx no la hizo sino slo perfil el valor de uso en contraste del sometimiento que este sufre por la forma valor capitalista etc. [21: Cfr. BE, Definicin del Discurso Crtico; op. Cit.]