diálogo 67 nueva Época / dos miradas sobre la reforma fiscal

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Dos miradas sobre la reforma fiscal Nueva época, No. 67 Guatemala, agosto de 2008 INTRODUCCIÓN L a cuestión fiscal es uno de los temas nacionales cuya sola mención provoca inmediatamente reacciones contradictorias, opuestas, frecuentemente ideologizadas. Similar cuestión ocurre, por ejemplo, con la mención de la problemática agraria. En ambos casos, aunque son temas de diferente nivel y tratamiento, se revela su complejidad, por la trama de intereses económicos y políticos que se ponen en juego. El tema de si los funcionarios recién electos para la nueva gestión gubernamental, tienen o no los fondos suficientes para la inversión en bienes y servicios, es recurrente al inicio de cada ciclo gubernativo. En cada nuevo gobierno nos encontramos con la misma preocupación de los funcionarios de turno, el mismo discurso se repite: la capacidad de disponer recursos públicos para realizar obras depende de la cantidad de ingresos que llegue a recaudar el Estado y esto, a su vez depende de muchos factores como la estructura de los impuestos, las formas de recaudación, la falta de cultura tributaria, la ineficiencia y la corrupción en la administración del gasto público, y otros argumentos que se esgrimen, según el caso y la fuente. En ese orden de cosas, cada nuevo gobierno ensaya diversas propuestas para incrementar la recaudación fiscal. Aunque hay antecedentes, podemos decir que desde los Acuerdos de paz se ha insistido en la necesidad de realizar modificaciones profundas en la estructura tributaria del país, teniendo como referencia la búsqueda de la equidad socioeconómica, la reducción de la pobreza y de la exclusión social. Por ello, en su momento, diversos sectores sociales confluyeron en identificar a las grandes asimetrías económicas y sociales como las responsables

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Dos miradas sobre la reforma fiscal / Publicación mensual de FLACSO-Guatemala

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Page 1: Diálogo 67 Nueva Época / Dos miradas sobre la reforma fiscal

Dos miradas sobre lareforma fiscal

Nueva época, No. 67 Guatemala, agosto de 2008

INTRODUCCIÓN

La cuestión fiscal es uno de los temas nacionales cuya sola menciónprovoca inmediatamente reacciones contradictorias, opuestas,frecuentemente ideologizadas. Similar cuestión ocurre, por ejemplo, con

la mención de la problemática agraria. En ambos casos, aunque son temas dediferente nivel y tratamiento, se revela su complejidad, por la trama de intereseseconómicos y políticos que se ponen en juego. El tema de si los funcionariosrecién electos para la nueva gestión gubernamental, tienen o no los fondossuficientes para la inversión en bienes y servicios, es recurrente al inicio decada ciclo gubernativo. En cada nuevo gobierno nos encontramos con la mismapreocupación de los funcionarios de turno, el mismo discurso se repite: lacapacidad de disponer recursos públicos para realizar obras depende de lacantidad de ingresos que llegue a recaudar el Estado y esto, a su vez depende

de muchos factores como la estructura de los impuestos, las formas derecaudación, la falta de cultura tributaria, la ineficiencia y la corrupción en laadministración del gasto público, y otros argumentos que se esgrimen, segúnel caso y la fuente.

En ese orden de cosas, cada nuevo gobierno ensaya diversas propuestaspara incrementar la recaudación fiscal. Aunque hay antecedentes, podemosdecir que desde los Acuerdos de paz se ha insistido en la necesidad de realizarmodificaciones profundas en la estructura tributaria del país, teniendo comoreferencia la búsqueda de la equidad socioeconómica, la reducción de la pobrezay de la exclusión social.

Por ello, en su momento, diversos sectores sociales confluyeron enidentificar a las grandes asimetrías económicas y sociales como las responsables

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Secretario general de FLACSOFrancisco Rojas Aravena

San José, Costa Rica

CONSEJO ACADÉMICO DE FLACSO-GUATEMALAVirgilio Álvarez Aragón- director

Oscar López / Santiago Bastos/Marcel ArévaloClaudia Donis / Paola Ortiz/ Virgilio Reyes / Simona V. Yagenova

Edgar F. Montúfar

Publicación mensual de FLACSO-Guatemalay elPeriódico

Corrección: Mario MaldonadoCoordinación y diagramación: Hugo de León P.

Tel. PBX (502) 24147444 Fax: (502) 24147440Correo electrónico: [email protected]

Página web: http://www.flacso.edu.gt

Esta publicación es posible gracias al apoyofinanciero deASDI/SAREC

LAS IDEAS EXPRESADAS EN ESTA PUBLICACIÓN NO NECESARIAMENTE SON COMPARTIDAS POR

FLACSO-GUATEMALA Y SU PATROCINADOR

30,000 ejemplares

Más democracia, mejor política fiscal

Fernando Carrera Castro*

La democracia es la necesidad de inclinarsede cuando en cuando

ante la opinión de los demás.Winston Churchill

La Comisión de Seguimiento de los Acuerdos de Paz y el gobierno delpresidente Álvaro Colom han propuesto una iniciativa denominada

“Modernización Fiscal”, cuya arista más visible y debatida ha sido un proyectode cambios en las reglas de tributación. En la base de la justificación de lapropuesta, se encuentra la necesidad de alcanzar una meta de carga tributariade 13% del PIB, correspondiente a los objetivos trazados en los Acuerdos dePaz (ratificados posteriormente en el proceso del Pacto Fiscal) así comogarantizar el financiamiento para los temas prioritarios en la agenda delGobierno.

1 Tomado de “Difunden iniciativa del Pacto Fiscal”, PrensaLibre, 10 de junio de 2008.

* Director ejecutivo del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI). Licenciadoen ciencias económicas por la Universidad Nacional de Costa Rica. Tiene una maestría eneconomía y políticas de desarrollo de la Universidad de Cambridge, Inglaterra.

de la situación de pobreza y del alarmante rezago en el desarrollo humano ysocial del país. Esta confluencia de ideas hizo posible el esfuerzo societarioque se cristalizó en el Pacto Fiscal durante el gobierno de Alfonso Portillo.Éste, a pesar del esfuerzo de construcción social realizado por los diferentesactores y sectores sociales, no pudo aplicarse, quedó simplemente como unreferente.

Posteriormente se recurrió a las tradicionales medidas de pequeñas einsustanciales reformas o ajustes a la legislación tributaria, tal el caso de ponero de quitar algunos impuestos. La administración Colom/Espada ha planteadouna Reforma Fiscal que trasciende esos parches, a partir de tomar en cuentaa los Acuerdos de Paz y el espíritu del Pacto Fiscal.

El Gobierno ha acogido la propuesta elaborada por la Comisión Nacionalde los Acuerdos de Paz la que, en síntesis, plantea entre otras las siguientesacciones.1 Sustituir en su totalidad a la Ley del Impuestos Sobre la Renta(ISR), cambios a la Ley del Impuesto Sobre el Valor Agregado (IVA) y la de losde vehículos, entre otros. Se afectará los ingresos de las empresas, rentas decapital y los dividendos de empresas y personas. En los próximos cuatro añosse eliminará la deducción del IVA de los empleados en relación de dependencia,que ganen más de Q3 mil al mes. Siempre quedarán exentos el bono 14 y elaguinaldo.

El ISR para empresas disminuirá del 31% al 25%, y de forma paralela se gravará la distribución dedividendos, con tasas de 5% a 10% en los próximosaños. Se eliminarán los aranceles a la importación devehículos. En su lugar se pagará un derecho amatrícula nueva, por lo que se pagará el impuesto, sintomar en cuenta el precio del automóvil importado.

FLACSO-Guatemala, con el propósito de contribuiral conocimiento, difusión y debate sobre esta nuevapropuesta de Reforma Fiscal, consideró importantededicar este número de diálogo al tema. Para ello,invitó a colaborar a dos distinguidos especialistas,Fernando Carrera Castro, director Ejecutivo delInstituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI)quien presenta una colaboración titulada “ Másdemocracia, mejor Política Fiscal”, y Wilson Romero,director del Instituto de investigaciones Económicasy Sociales de la Universidad Rafael Landívar (IDIES-URL) quien nos ofrece el artículo titulado “ De losAcuerdos de Paz a la Reforma Fiscal”. Como loslectores y lectoras notarán, las perspectivas analíticasson diferentes, pero después de leer y discutirlas lavisión global sobre tan delicado tema se enriquece.

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Frente a esta propuesta, ha salido una oposición que articula tres vocesde un mismo cuerpo: las expresiones organizadas del empresariado, laopinión editorial de los medios de comunicación y el criterio de analistaseconómicos cercanos a los intereses corporativos. Por tanto, la oposiciónestá representada principalmente por el empresariado e intelectuales cercanosa sus intereses. Y el resto de ciudadanos ¿qué pensamos?

Tomando en consideración la nula expresión de las universidades, lasIglesias, los centros de investigación no articulados al empresariado, los gruposde derechos humanos, los movimientos comunitarios, los sindicatos del sectorpúblico, y las expresiones organizadas de los campesinos y los indígenas,podemos decir con certeza que nuestra opinión es desconocida tanto por elGobierno como por el empresariado. Esto es lamentable, ya que, en la práctica,el silencio ciudadano ha provocado que el diálogo fiscal vuelva al punto dóndese encontraba hace diez años, antes del fallido proceso del Pacto Fiscal: unaconversación de élites de gobierno y empresarios.

En esa conversación de élites, la política fiscal ha perdido mucho. Paraempezar, nuevamente se discute la fiscalidad sin una perspectiva integral quearticule los desafíos de la tributación con la compleja tarea de asegurar equidad,efectividad y transparencia del gasto público. Si bien algunos sectoresempresariales han procurado retomar el tema de la calidad del gasto, parecieraque esto es sólo una cortina de humo para evadir el tema de la necesariareforma tributaria, particularmente en relación con el Impuesto sobre la Renta.

Sin integralidad, es difícil responder para qué se desea incrementar larecaudación tributaria, cómo podemos hacer más transparente y efectivo elgasto o qué mecanismos de financiamiento complementario vamos a buscarpara poder alcanzar metas estratégicas de inversión pública como, por lomenos, 5% del PIB para educación, o 3% para salud y nutrición (metasinalcanzables con sólo incrementar la carga tributaria a 13%).

Además, se ha perdido visión de largo plazo. Tal parece que las medidastributarias demuestran su bondad o perjuicio en razón de sus implicaciones decorto plazo. Esto es particularmente cierto para el sector privado, que hademandado el retiro de la propuesta dado el posible impacto recesivo queconllevaría aplicarla en el contexto actual de alta inflación y desaceleracióneconómica. El Gobierno ha presentado una contrapropuesta que plantea unaentrada gradual de las medidas a partir de 2009, pero la coyuntura económicaparece continuar siendo la manzana de la discordia.

Los ciudadanos, sin embargo, deberíamos hacernos algunas preguntasestratégicas: ¿cómo podemos garantizar un financiamiento adecuado ysostenible para prioridades fundamentales de desarrollo en el siglo XXI, talescomo acceso universal a una educación pública de calidad hasta los 18 añosde edad; seguridad ciudadana suficiente para, como mínimo, garantizar elderecho a la vida; eliminación del hambre y la desnutrición crónica; o laconstrucción de un sistema de salud universal basado en un enfoque preventivo?¿Y, cómo debemos hacerlo en un contexto de alta inflación y desaceleracióneconómica que empobrece aún más a los ya excluidos, incrementando losriesgos nutricionales, de salud y de abandono temprano del sistema educativo?

También: la política fiscal ha perdido su fundamento democrático. LaDemocracia orienta las finanzas públicas hacia el bien común, pero los diálogoselitistas lo hacen hacia los intereses creados de grupos (muchas vecesminoritarios). Un debate a puertas cerradas, sin participación ciudadana, esun debate limitado, en el que las preocupaciones del ciudadano común seencuentran pobremente representadas (preocupaciones tales como lainseguridad en la colonia y en los buses; alimentos caros y nutrición inadecuada;mala calidad de los servicios de transporte; escuelas inseguras y muy limitadasen recursos; servicios de salud caros y de mala calidad; y dificultad paraasegurar la propiedad de los pocos bienes que se tienen).

Los bueyes adelante, la carreta atrás

¿Cómo hacer para recuperar el sentido integral, estratégico y democráticoque debe tener el diálogo fiscal? Para empezar, es importante colocar losbueyes adelante y la carreta atrás. Es decir, se necesita primero discutir losqués y porqués de una política fiscal, para luego discutir los cómos. Lamodernización fiscal no puede ser sólo una propuesta de cambio en las reglastributarias, ya que eso en sí mismo no moderniza ni hace más efectivas lasfinanzas públicas.

La modernización fiscal debe ser, por el contrario, un programa integralque:

(i) establezca prioridades de gasto para los siguientes cuatro años de gobierno;(ii) organice una estricta disciplina presupuestaria en torno de esas

prioridades;(iii) defina mecanismos para asegurar una mayor transparencia, evaluación

y efectividad en las finanzas públicas; y(iv) discuta mecanismos de financiamiento más equitativos y más costo-

efectivos (tales como la reforma integral al Impuesto sobre la Renta; oestrategias de financiamiento externo de bajo costo como Petrocaribe)que permitan un manejo sostenible y responsable de las finanzas públicas.

No abordar de manera integral la política fiscal genera dudas sobre laefectividad global de las finanzas públicas en un contexto en que necesitamosaprovechar de la mejor manera posible tanto el gasto como el financiamientodisponible. Debemos actuar responsablemente como país y enfrentar losdesafíos históricos de la política fiscal con la profundidad y complejidad quese requiere.

Es estratégico priorizar

Un diálogo fiscal estratégico debe significar un diálogo para priorizar los quésy los cómos de las finanzas públicas para los siguientes cuatro años.

En relación con los qués, no cabe duda que ninguna propuesta estratégicapuede ignorar la necesidad de invertir decididamente en seguridad, educacióny nutrición, sobretodo en tiempos de dificultades económicas y crecientesamenazas a la vida para las familias guatemaltecas. En cuanto a laseguridad, debemos dirigir los recursos públicos a un resultadomuy concreto: acabar con laimpunidad en homicidios y

(

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amenazas de muerte. Dispersar nuestros recursos en perseguir toda clase decrímenes, pero sin poder garantizar plenamente el derecho a la vida, es undespilfarro injustificable.

Por otra parte, no debemos olvidar que sólo con una mejor educación yuna mejor nutrición lograremos construir las ventajas competitivas de largoplazo, que necesitamos para enfrentar la economía de la información y elconocimiento del siglo XXI, cuando tendremos que competir crecientementeen razón de la calidad de los bienes y servicios que produzcamos (calidad quedepende críticamente de las inversiones hechas en el capital humano). Elevarla productividad en el largo plazo es la principal responsabilidad económica decualquier sociedad, y los bajos niveles de educación y los deplorables índicesde desnutrición son el principal lastre que nos impide cumplir con dicharesponsabilidad.

Igualmente, del lado de los ingresos, debemos priorizar algunosmecanismos de financiamiento, a fin de asegurar sostenibilidad y efectividaden el largo plazo para nuestras finanzas públicas, eliminando diversos tributosde difícil monitoreo y baja efectividad. En este marco, la propuesta del Gobiernode revisar el Impuesto sobre la Renta debe ser analizada responsablemente,procurando evitar que el diálogo se vea contaminado por aquellos sectoresque tienen intereses creados en continuar evadiendo susresponsabilidades tributarias, aprovechándose de las imprecisionesy vacíos de nuestra legislación.

Desde una perspectiva estratégica, el Impuesto sobre laRenta debe convertirse en un firme pilar de nuestro sistematributario, que compense la menor recaudación por motivo de (i) laapertura comercial y (ii) la eliminación de pequeñas cargas quesólo encarecen el costo de cobrar tributos.

Un diálogo democrático, un diálogo desde el Congreso

El Gobierno debe promover un debate amplio de sus propuestas,enviándolas al foro democrático por excelencia: el Congreso. Desdeel Congreso, es posible organizar un diálogo más amplio en el quese consulte a diversos sectores de la sociedad su opinión sobre lamodernización fiscal. Los diputados deben actuar como garantesdel interés público, estableciendo un delicado balance entre aquellossectores que ostentan el poder económico y aquellos que poseenúnicamente el poder ciudadano de la voz y el voto.

Un diálogo democrático desde el Congreso debe, además, garantizaruna propuesta de modernización fiscal integral y estratégica. Los diputadosdeben reflexionar junto a la ciudadanía organizada sobre los qués y los cómosde las finanzas públicas en los siguientes cuatro años, así como sobre lasprioridades estratégicas que deben orientar el gasto y los ingresos del Estadoen el mediano plazo.

Los empresarios y el Poder Ejecutivo deben ser parte activa en estediálogo. Pero las reglas de la democracia también los deben afectar a ambos.No debe crearse la expectativa de que la democracia puede obviarse cuandose trata el tema de las finanzas públicas; y que, de alguna manera, la sociedadpolítica representada en los diputados y la sociedad civil organizada estamossólo para refrendar los acuerdos alcanzados por la cúpula empresarial junto algobierno.

Finalmente, el diálogo democrático en torno de la política fiscal debearrojar un resultado muy concreto para los próximos cuatro años: que los quemenos tienen en la sociedad sean los principales beneficiarios de lasfinanzas públicas. Ya es hora de comprender que el bienestar de Guatemaladepende de las oportunidades que ofrezcamos a nuestros compatriotas menosfavorecidos económicamente. Sólo comprendiendo esta verdad, podremosconstruir verdaderamente una Guatemala con menos pobreza, más educación,más nutrición y mayor seguridad.

La crisis como oportunidad para renovar espacios de diálogo yconcertación

Las altas tasas de inflación y la desaceleración económica, producto dedesbalances en la economía global, deben servirnos como acicate para buscarel diálogo y no para evadirlo. En tiempos de dificultad es cuando se torna másimportante mantener el espíritu de cuerpo como país, a fin de enfrentar demanera conjunta los desafíos que traen las épocas de vacas flacas.

Desconocer el valor del diálogo fiscal es malo para todos: para losempresarios, que se arriesgan a reglas del juego menos estables; para elGobierno, que puede perder legitimidad y distanciarse de la ciudadanía; paralos partidos políticos representados en el Congreso, cuya función legislativaparece convertirse en un simple trámite administrativo; y para la ciudadaníaen general, que cargará los costos de las propuestas sin haber asumido laresponsabilidad de expresar su opinión.

Hagamos del diálogo fiscal un espacio para fortalecer nuestra incipientedemocracia. Actuar con este nivel de responsabilidad histórica nos seráprofundamente agradecido tanto por los guatemaltecos de hoy, como por losque vendrán en el siglo que recién inicia.

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De los Acuerdos de Paz a la propuesta demodernización tributaria

Wilson Romero Alvarado*

Guatemala se encuentra ante el grave riesgo de incrementar la pobreza y laextrema pobreza y con ello llegar a situaciones de hambruna con mayoramplitud que las que se produjeron en Jocotán, Camotán y Olopa, donde, en2001, murieron de hambre 125 personas.1 Según las nuevas cuentas nacionales,la economía nacional tuvo un crecimiento promedio del 3.3% anual en elperíodo de 2000 a 2006;2 sin embargo, en el oriente del país y en el mismoperiodo, la pobreza extrema creció 11%.3 Se podría continuar con el listado deindicadores de altas tasas de mortalidad infantil, analfabetismo, etcétera, quereflejan el drama de la pobreza y el abandono en que se encuentra un altoporcentaje de la población guatemalteca.

Las razones de un empeoramiento de la situación social de las y losguatemaltecos se fundamenta, entre otras razones, por ladesaceleración del crecimiento económico, el incremento de lasdeportaciones de los compatriotas que laboran en EstadosUnidos, la reducción de las remesas que han constituidoun alivio para los precarios ingresos de los hogarespobres, el impacto del incremento de los preciosde los combustibles en los hogares pobres yla enorme debilidad institucional y financieradel Estado.

Al hablar de debilidad financiera nosestamos refiriendo a los bajos niveles derecaudación tributaria y, como consecuenciade ello, la raquítica inversión y gasto ensalud, educación, vivienda, promoción delempleo y, en general, la incapacidad de lapolítica fiscal como instrumento depromoción del desarrollo, la expansión delas capacidades humanas y la reducciónde las inequidades sociales.

No es un hecho nuevo la necesidadde que el Estado cuente con recursosmínimos para el cumplimiento de lasfunciones que le asigna la Constituciónde la República en materia de promocióndel desarrollo. En la historia reciente, fue uno de los principales tema de losAcuerdos de Paz, en los que se enfatizan principios de política fiscal, talescomo la creación de un sistema globalmente progresivo, así como ladescentralización y desconcentración de la política fiscal; se establecenprioridades para el gasto social, financiamiento de los servicios públicos,infraestructura básica, y se definen líneas de acción para combatir la evasión,elusión y defraudación fiscal; también: la necesidad de evaluar y regular laexcensiones tributarias, programas especiales para los grandes contribuyentec,etcétera.4

En resumen, los Acuerdos de Paz definieron una política fiscal para lademocratización, el desarrollo social participativo, la educación y capacitación,la salud, la seguridad social, la vivienda, el trabajo, la situación agraria y eldesarrollo rural, en la que la recaudación tributaria no es el fin sino uninstrumento de desarrollo.

Para darle continuidad a los Acuerdos de Paz, el 25 de mayo de 2000 sefirmó el Pacto Fiscal. Fue un esfuerzo que difícilmente se podrá repetir, porsus antecedentes inmediatos del proceso de negociación y firma de losAcuerdos de Paz, así como la articulación de la sociedad civil, el papel de laComisión de Acompañamiento de los Acuerdos de Paz, la ComisiónPreparatoria del Facto Fiscal y la Misión de Verificación de las NacionesUnidad en Guatemala, MINUGUA.

Para efectos de comparación con la actual reforma tributaria propuestapor el Gobierno, es importante recordar que en el Pacto Fiscal hay una visiónintegral que parte de una visión de Estado que se funda en el principio dejusticia social y que “permite al Estado promover, orientar y proteger laproducción nacional, propiciar una equitativa distribución del ingreso y contribuir,por medio del gasto social, a aliviar la situación de los sectores másempobrecidos.”5

Para ello se plantearon ocho grandes áreas de acción con sus respectivosprincipios y compromisos:

1) Balance fiscal, en el que el equilibrio entre ingresos y gastos se da,principalmente, como resultado de un aumento de la recaudación tributaria

y no de una disminución del gasto público.2) Respecto de los ingresos del Estado, el fin es obtener recursos

para el cumplimiento de las funciones asignadas por laConstitución de la República y los Acuerdos de Paz, limitando

el otorgamiento de exenciones y exoneraciones quedistorsionan la asignación eficiente de los recursos delEstado, la progresividad, estabilidad, certeza y simplicidad.3) La administración financiera, para el buencumplimiento de las obligaciones tributarias, la eficiencia yeficacia del cobro, el ataque a la economía subterránea, laevasión fiscal y la transparencia.4) En el Pacto Fiscal, se consigna el amplio debate sobre laimportancia de la calidad, transparencia y equidad del gastopúblico, para lo cual se requiere de prioridades claras dentrode una visión de largo plazo, progresividad de gasto público,6

en la que la inversión no puede ser inferior a 4% del PIB,transparencia e indicadores de gestión para evaluar la

calidad del gasto público.5) También en el Pacto Fiscal se abordaron

las áreas de la deuda pública, la cualno debe ser sustituta de los ingresoscorrientes del Estado y debe

manejarse con transparencia.6) El patrimonio púlbico referido a los derechos de la propiedad del público,

el uso de los bienes del Estado en función del interés social y el adecuadoregistro del patrimonio nacional.

7) Un capítulo especial fue la evaluación y el control de la gestión públicadentro de una concepción de desempeño ético del funcionario, orientaciónde servicio a la ciudadanía, rendición de cuentas, transparencia y combatea la corrupción y a la impunidad.

8) Finalmente, se tomó en cuenta la descentralización fiscal.

A partir de estos criterios que han logrado un amplio consenso, es comodebe evaluarse la actual reforma presentada por el Gobierno a través delMinisterio de Finanzas.

Una primera aproximación, a la luz de lo expuesto arriba y la informaciónproporcionada por el Ministerio de Finanzas, permite afirmar que, a diferenciade los Acuerdos de Paz y el Pacto Fiscal, no puede hablarse con propiedad deuna reforma de la política fiscal si no se hace, esencialmente, de una reformatributaria. En ese sentido, la propuesta, aunque pertinente y necesaria como lo

*Wilson Romero, Administrador de Empresas por la Universidad de San Carlos deGuatemala (USAC). Tiene una maestría y estudios de doctorado en Desarrollo Económico porla Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director del Instituto de InvestigacionesEconómicas y Sociales de la Universidad Rafael Landívar (IDIES).

1 Ver “Revista Domingo”, No. 1099, Prensa Libre, 23 de junio 2002.2 Banco de Guatemala. 14 de julio de 2008. www.banguat.gob.gt3 INE, 2006. Según estimaciones propias con base en la ENCOVI 2006, la región tuvo un

crecimiento del ingreso global de 8.2% entre 2000 y 2006.4 Gobierno de la República y Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca, URNG.,

Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación agraria. México, mayo 1966.

5 Pacto Fiscal para un Futuro con Paz y Desarrollo. Guatemala, mayo de 2000.6 “Esto significa que al tramo más bajo del nivel de ingreso, le corresponderá una mayor

proporción del gasto”. Pacto Fiscal para un Futuro con Paz y Desarrollo. Guatemala, mayo de2000.

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6/ No. 67, agosto de 2008

veremos más adelante, es incompleta e insuficiente y, por lo tanto,tendrá un limitado impacto en la recaudación, en la promoción deldesarrollo y como medio para la redistribución del ingreso, y, porende, para la reducción de la pobreza. Aunque sí puede detener lacaída de la carga tributaria y aliviar la deuda pública y el déficitfiscal.

Los objetivos no dejan duda de que la prioridad es la reformatributaria:

• Contribuir a lograr la reducción de la carga tributaria a 13.2%.• Nueva legislación, aumentando la claridad, certeza y

generalidad.• Reducir tasas y ampliar bases, estimulando el ahorro y la

inversión.• Hacer que paguen quienes evaden o eluden impuestos.7

Dentro del marco de la reforma tributaria, es acertado ampliarel número de contribuyentes y el volumen de la renta imponible sinafectar a los asalariados y pequeños contribuyentes. Sin entrar aldetalle de las distintas formas que adopta el impuesto sobre la renta,es correcto el conjunto de medidas para reducir la elusión fiscal ycombatir los diversos mecanismos fraudulentos y de corrupción en que incurrenalgunas empresas. Mencionamos algunas medidas que son adecuadas: limitary regular deducciones, tales como aceptar solamente 50% de las inversionesen vivienda, regular las depreciaciones y amortizaciones y deducir solamentelos sueldos y salarios de trabajadores inscritos en el IGSS.

Para la equidad y la transparencia, son correctos gravar la distribuciónde dividendos, las disposiciones para el control del incremento del capital nojustificado y el apoyo a la detección y control de lavado de dinero y narcotráfico,así como las medidas relacionadas con el Código tributario en materia defiscalización (permitir a la SAT obtener información necesaria para la fiscalización,la exigencia que los notarios informen el pago del IVA y timbre, y papel selladopara protocolos en contratos de sus clientes, etcétera); además: la eliminaciónde la planilla del IVA, ya que como está actualmente es regresiva al favorecerprincipalmente a las personas de altos ingresos.

La reducción de la tasa impositiva del ISR de 31% a 25% es una concesióninjustificada ante la insuficiencia de medidas para ampliar la renta imponiblede las grandes contribuyentes. Según el Ministerio de Finanzas y el estudiopreparado para el grupo promotor del diálogo sobre el Pacto Fiscal,8 enGuatemala las empresas en promedio tienen un margen de utilidades dealrededor de 26%, por lo que la propuesta del MINFIN de ajustar el límite decostos y gastos de 97 a 95% significa, sencillamente, adecuarse a la información

que declararon las empresas sobre sus costos y gastos que restados de susingresos brutos dan una utilidad promedio de 4.2% (ver consecuencias entabla 1).

Asimismo, mantener el régimen optativo para las rentas de las actividadeslucrativas con una tasa de 7% sobre ingresos brutos o 25% sobre renta netapermite un amplio margen de maniobra. En la tabla siguiente se puede observarque una empresa que declare 95% de costos y gastos optará por el régimendel pago del ISR sobre utilidadades de 25%. Por ejemplo: suponiendo quedicha empresa obtenga Q100.00 de ingresos brutos, su ganancia será de Q5.00que, multiplicados por 25% de impuesto sobre utilidades, da un impuestoequivalente a 1.25% de impuesto sobre ingresos brutos.

Es decir, que aquellas empresas que declaren ganancias inferiores a28% optarán por el régimen del pago del ISR sobre utilidades, y sobre esepequeño margen de ganancia –que el promedio se situará alrededor de 5%–pagarán 25% y no 31% como está previsto actualmente.

Aún considerando que es una reforma moderada, se están escuchandovoces en su contra. Los argumentos, más ideológicos que reales o verdades amedias, son los mismos: que la situación económica no es la propicia; quedesestimula la inversión; que afecta el empleo y a los trabajadores; que propiciala economía informal; etcétera. A la luz de la historia económica y másconcretamente fiscal, dichos planteamientos son insostenibles.

En el caso de Guatemala, la tasa de inversión, la proliferación de laeconomía informal, el desempleo, los bajos salarios y otros problemas quepadece la economía, tienen otros factores, entre de ellos los bajos niveles detributación, que no permiten una adecuada inversión social en educación, salud,seguridad social y, en general, limitan el pleno desarrollo del país y el bienestarde las y los guatemaltecos.

En resumen, la actual reforma, además de moderada, es incompleta aluz de los Acuerdos de Paz y del Pacto Fiscal; pero, lo propuesto en materiatributaria es correcto, especialmente por la posibilidad de aumentar la baseimponible y atacar diversos mecanismos que se han utilizado para evadir elpago de los impuestos y, con ello, cumplir la responsabilidad social que tienenlas empresas. De ahí que la propuesta realizada por el Ministerio de Finanzasconstituye el techo mínimo, a partir del cual debe darse el debate para fortalecerlos mecanismos que impidan que los que deben pagar más evadan suresponsabilidad social de contribuir al desarrollo del país.

Junto a la política tributaria, es necesario y urgente desarrollar la agendade la inversión pública, el gasto social, la transparencia y la evaluación ycontrol del gasto público. Sólo así se podrá evitar que haya más brotes dehambruna en el país y se profundice la exclusión, la pobreza y la extremapobreza. Sólo así, la política fiscal podrá cumplir el mandato constituciónal depromoción del desarrollo y el bienestar social.

7 Presentación realizada por el Ministro de Finanzas a los centros e institutos deinvestigación. Guatemala, junio de 2008.

8 Díaz de Sarralde, Santiago, Propuesta de medidas para incrementar la recaudaciónen impuesto sobre la renta -ISR-, Guatemala, octubre 2007.

Foto Luis Alejandro de León Soto

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No. 67, agosto de 2008/7

El Área de estudios de pobreza dio a conocer cuatro nuevas publicaciones

El 9 y 15 de julio, dentro del marco del Programa de formación de investigadores que ejecutó el Área de estudios de pobreza y con el apoyodel Agencia Sueca de Cooperación Internacional (ASDI), tuvo lugar la presentación de cuatro libros, correspondientes a cuatro de los

mejores trabajos de investigación realizados por los becados durante dicho programa.Los cuatro libros presentados son: Entre mundos ajenos: Encuentro de percepciones de jóvenes pandilleros, ex pandilleros y acompañantes

sobre la sociedad guatemalteca, de Anneliza Tobar, comentado por Mario Alfonso Bravo; La insoportable levedad del empleo: informalidad yprecariedad laboral. El caso del parque “La Parroquia”, de Jorge Alberto Medina, con los comentarios de Santiago Bastos; “La Lupita” y su luchacontra la pobreza. Estudio del proceso de desarrollo socioeconómico de una comunidad de retornados de Santo Domingo Suchitepéquez, deCamlin Fuentes, estudio analizado por Luis Raúl Salvadó; Participación ciudadana y construcción de ciudadanía desde los consejos de desarrollo.El caso de Chichicastenango, de Claudia Barrientos, y que tuvo como comentarista a Luis Fernando Mack.

El pasado 4 de julio dio inicio el Calendario Cultural de FLACSO-GUATEMALA con elconversatorio “La contracultura como consumo”, a cargo del historiador y

antropólogo Mario Palomo. En un animado debate se discutió sobre cómo, hoy en día, lalógica del mercado hace que incluso aquello que era una manera de ser “revolucionario”,es hoy una mercancía más. Aquello que pareció ser una manera “alternativa” y “rebelde”de estar en el mundo, el mercado lo ha enlatado en distintos tamaños y formas paraofrecerlo a nosotros, consumidores.

El jueves 10 de julio, prosiguiendo con el calendario de actividades del CalendarioCultural, se presentó el libro “El Espejo Irreverente”, del escritor y psicólogo Raúl de laHorra. Este libro es producto de la columna sabatina de De la Horra, columna que se titula“follarismos”. En la presentación se habló de cuatro elementos que resaltan en lo que elautor ofrece a los lectores con sus mapas de la realidad sobre Guatemala; primero: eljuego, el humor, la ironía, y la imaginación en esa “selva de palabras”, con la que Raúl seexhibe cada sábado. Dijo Marcela Gereda al presentar el libro: “Este conjunto de ensayosconstituyen una mirada crítica, y a la vez humorística, a la sociedad guatemalteca, a cómonos hemos construido desde lo que guardamos en los conservadurismos y en las ‘buenasconsciencias’, a esa indolencia y colapso de nuestra imaginación en la que vivimos sinconocernos y vernos de frente unos con otros”. El libro de De la Horra está a la venta enla Librería de Ciencias Sociales de esta Facultad.

Calendario cultural de FLACSO-Guatemala

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8/ No. 67, agosto de 2008

Curso “Análisis de la pobreza y la exclusión social”Segunda convocatoria a inscribirse. Último día de inscripción e inicio de clases:

7 de agosto de 2008Más información: Vivian Gil (tel: 24147444; email: [email protected]) www.flacso.edu.gt

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