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REFLEXIONES TEOLÓGICAS 11 (79-91) ENERO-DICIEMBRE 2013. BOGOTÁ, COLOMBIA - ISSN 2011-1991 VIDA CRISTIANA DESDE LA CARTA A LOS GÁLATAS * Irma Alejandra Rosas Zambrano, F.M.A. ** Fecha de recibo: 17 de julio de 2013 Fecha de evaluación: 18 de septiembre de 2013 Fecha de aprobación: 1º de octubre de 2013 Resumen La comunidad de los gálatas a la que se dirige San Pablo recoge la dinámica de las primeras comunidades cristianas y expresa algunas realidades a las que se veían enfrentados quienes acogían para sí la vida de Jesucristo. Algunos temas, como la conversión, la justificación, el mandamiento del amor y la vivencia del Reino de Dios, centran la atención del Apóstol y de la comunidad de los gálatas. Además, esta Carta ha sido objeto de discusión en cuanto a la justificación por parte de los cristianos católicos y la Reforma luterana. Palabras clave: Conversión, justificación, Reino de Dios, Carta a los Gálatas, comunidad. INTRODUCCIÓN El presente escrito pretende rescatar algunos elementos presentes en la Carta de San Pablo a los gálatas, acerca de la dinámica de las primeras comunidades cristianas, como la conversión y la vivencia de la ley del amor, que se proyectan en la renovación y compromiso por vivir los valores del Reino de Dios. La intención no es evidenciar un acercamiento al texto a partir de los diferentes métodos exegéticos, sino realizarlo con rigor académico y con el aporte de las reflexiones y profundizaciones realizadas a partir de diferentes áreas de la teología. * Escrito presentado como parte de la reflexión del curso de Síntesis teológica, de la Licen- ciatura en Teología, de la Universidad de San Buenaventura, dirigido por el profesor Olvani Fernando Sánchez. ** Estudiante de la Licenciatura en Teología, Universidad de San Buenaventura, Bogotá. Correo electrónico: [email protected]

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  • reflexiones teolgicas 11 (79-91) enero-diciembre 2013. bogot, colombia - issn 2011-1991

    Vida cristiana desde la carta a los Glatas*

    Irma Alejandra Rosas Zambrano, F.M.A.**

    Fecha de recibo: 17 de julio de 2013Fecha de evaluacin: 18 de septiembre de 2013

    Fecha de aprobacin: 1 de octubre de 2013

    Resumen

    La comunidad de los glatas a la que se dirige San Pablo recoge la dinmica de las primeras comunidades cristianas y expresa algunas realidades a las que se vean en frentados quienes acogan para s la vida de Jesucristo. Algunos temas, como la conversin, la justificacin, el mandamiento del amor y la vivencia del Reino de Dios, centran la atencin del Apstol y de la comunidad de los glatas. Adems, esta Carta ha sido objeto de discusin en cuanto a la justificacin por parte de los cris tianos catlicos y la Reforma luterana.

    Palabras clave: Conversin, justificacin, Reino de Dios, Carta a los Glatas, comunidad.

    introduccin

    El presente escrito pretende rescatar algunos elementos presentes en la Carta de San Pablo a los glatas, acerca de la dinmica de las primeras co munidades cristianas, como la conversin y la vivencia de la ley del amor, que se proyectan en la renovacin y compromiso por vivir los valores del Reino de Dios. La intencin no es evidenciar un acercamiento al texto a partir de los diferentes mtodos exegticos, sino realizarlo con rigor aca dmico y con el aporte de las reflexiones y profundizaciones realizadas a par tir de diferentes reas de la teologa.

    * Escrito presentado como parte de la reflexin del curso de Sntesis teolgica, de la Licencia tu ra en Teologa, de la Universidad de San Buenaventura, dirigido por el profesor Olvani Fernan do Snchez.** Estudiante de la Licenciatura en Teologa, Universidad de San Buenaventura, Bogot. Correo electrnico: [email protected]

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    vida cristiana desde la carta a los glatas irma alejandra rosas zambrano

    En la Carta a la comunidad de glatas de San Pablo se puede ver la preo cupacin del Apstol por que los cristianos de ese lugar no se dejaran llevar por falsas predicaciones (Ga 2,4)1 de doctrinas cristianas (Ga 1,611). La Carta fue escrita en un momento de crisis de la comunidad, lo cual queda claro por el tono fuerte que utiliza Pablo al escribirles y recordarles cmo deben obrar los seguidores de Cristo (Ga 3,15).

    Adems, para Pablo es claro que la dinmica propia de los segui dores de Cristo debe ser la conversin.2 Todos han de llegar a la identi ficacin plena con Cristo, y para esto, es preciso cambiar la forma de percibir las realidades religiosas y culturales de la poca. Hay que com prender que con Cristo ha cambiado la forma de comunicarse y relacionarse con Dios y con los dems. Los glatas le reprochan a Pablo porque piensan que viene a contradecir la Ley de Moiss sin ninguna autoridad, pues no vivi con Cristo ni hace parte del grupo de los doce Apstoles, y es aqu cuando Pablo recure a su experiencia vocacional, comprendida como un camino de conversinrevelacin de Dios en su vida (Ga 1,1124).

    La Carta a los Glatas narra un enfrentamiento entre Pedro y Pablo (Ga 2,111). Pablo le reprochaba a Pedro su conducta frente a las co munidades paganascristianas, ya que no era acorde a la verdad de la Buena Noticia (Ga 2,14). Esta problemtica entre los dos puede ser consecuencia de la forma como experimentaron la conversin, pues sta se produjo de maneras muy diferentes.

    Pedro tard un poco ms de tres aos en comprender que Jess era el Mesas y que con l ya se haba hecho presente el Reino de Dios; en cambio, Pablo vivi una conversinrevelacin y su respuesta fue inme diata. Por tanto, la radicalidad en el ministerio de la evangelizacin de cada uno de ellos fue muy diferente, as como la forma de concebir el nuevo estilo de vida propuesto por Cristo.3

    Es importante reconocer que esta Carta a los Glatas, aproxi madamente del ao 56 d.C., ha sido motivo de revisin de la propia vida y

    1 Las falsas predicaciones segn Pablo son aquellas que creaban divisin en las comunidades. 2 Conversin cristiana, desde la perspectiva de Pablo, es una actitud y un quehacer permanente en la vida de todo cristiano.3 Barbaglio, Jess de Nazaret y Pablo de Tarso, 102.

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    de la vida de la comunidad, tanto, que Marn Lutero se vale de ella (as como de la Carta a los Romanos) para proponer la reforma de la Iglesia4. El tema clave para Lutero es la justificacin del ser humano que la Carta com prende desde la fe de cada persona, y no desde las obras de la Ley que puedan realizar el ser humano u otras instituciones. Es Dios quien jus tifica y salva a sus hijos por el Hijo.

    contexto y realidad de la carta

    La Carta a los Glatas es reconocida como una de las ms revolucionarias y atrevidas en cuanto a las diferentes paradojas que contiene. De igual ma nera, brinda datos autobiogrficos que no se encuentran en otras cartas de Pablo. Sus destinatarios son miembros de las comunidades de Galacia, ubi cada en el centro de Asia Menor, donde existan asentamientos de pueblos celtas.5

    As como las dems comunidades a las que Pablo escribi sus cartas, las de Galacia tambin ya estaban evangelizadas antes que el Apstol les escribiera. Una razn que lleva a afirmar esto consiste en que ah se hace una peticin a la comunidad de hacer una colecta para los santos de Jeru saln (1Co 16,1); y como es sabido, Pablo no hace esta peticin a una comunidad que apenas est conociendo y evangelizando.6

    Al poco tiempo de haber sido evangelizada, la comunidad de los glatas dio un fuerte disgusto al apstol: algunos de sus miembros se circun cidaron para recibir la salvacin segn la Ley de Moiss (Ga 1,624), lo cual motiva el tono fuerte y seco de la Carta; sin embargo, esto da el aporte propio y teolgico a la carta, pues el Apstol aprovecha la situacin para escribir acerca de la justificacin que no es dada por la Ley, sino por

    4 La Reforma luterana surge a mediados del siglo XVI, por Martn Lutero, en Wittenberg, Alemania. Expone 95 tesis, algunas de ellas sobre las indulgencias. De esta forma pretenda refor mar la Iglesia debido a su prdida de credibilidad y autonoma. 5 Snchez Bosch, Introduccin al estudio de la Biblia, 254. 6 Otra razn para afirmar que esta comunidad ya haba tenido una evangelizacin previa est en Ga 4,1315. All el Apstol menciona que ya la ha visitado en dos ocasiones anteriores. Menciona su primera visita y les agradece porque en esa ocasin lo recibieron como a un ngel y escucharon el mensaje de Cristo Jess; esto, a pesar de su enfermedad, entendida no en sentido de salud, sino de presentacin fsica, pues haba estado antes en otros lugares donde sufri fuertes azotes.

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    el bautismo del mismo Cristo, porque no son las obras del ser humano lo que salvan, sino la gracia de Dios (Ga 2,1521).

    La estructura interna de la Carta no est bien definida7, pero se puede identificar su contenido narrativo, doctrinal, polmico y exhortativo. En la narracin, Pablo quiere dejar bien claro que ellos fueron evan gelizados por la gracia de Dios, y no por humanos, porque el Evangelio es del mismo Dios revelado en su Hijo. Es decir, que aun cuando el mensaje fue transmitido por hombres y en palabras humanas, es superior a ellos, porque lo que han escuchado, visto y testimoniado es Dios revelado por Jesucristo.

    El mensaje doctrinal que Pablo da a los glatas, a partir de la Ley y la fe, parte de su insensatez en cuanto al judasmo. Les recuerda la vida de Abrahn y la justificacin que le fue dada por la fe, y hace mencin de la ley renovada con Cristo. La polmica la centra en el hecho que ellos re chazaron la verdadera salvacin que viene por Jesucristo y se esclavizaron a otras costumbres. Al final, les recuerda cmo la vivencia del amor lleva al cumplimiento de la Ley.

    conVersin

    Pablo no utiliza el trmino conversin en ninguno de sus escritos, sino que se interpreta como una eleccin o vocacin.8 En Glatas (1,1117), Pablo narra su vocacin, o mejor, su experiencia de encuentro con Cristo gracias a la revelacin de Dios. Este encuentro no es una aparicin de re conocimiento9, ya que el Apstol no conoci personalmente a Jess; por tanto, aconteci cuando iba camino a Damasco (Hch 9,123) que el mismo Padre le revel a Jesucristo y l lo conoci y reconoci como el Seor que muri crucificado en Jerusaln, pero que resucit y fue exaltado de entre los muertos. De esta forma Pablo justifica su accin evangelizadora y se presenta como ejemplo de conversin radical por el hecho de haber dado respuesta inmediata y decidida a este llamado de Dios.

    7 Snchez Bosch, Introduccin al estudio de la Biblia, 159.8 Baena, Fenomenologa de la revelacin, 584.9 Al afirmar que no es una aparicin de reconocimiento, se quiere decir que Pablo no conoci personalmente a Jess, ni sus obras o predicaciones; por tanto, no poda reconocerlo cuando iba camino a Damasco.

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    Cuando dice a la comunidad que Cristo nos ha liberado para ser libres: mantnganse firmes y no se dejen atrapar de nuevo en el yugo de la esclavitud (Ga 5,1), les est recordando que la vida de los seguidores de Cristo debe estar enmarcada por la conversin continua, para no quedarse estticos en su seguimiento. Cristo ya nos ha liberado, pero no por esto quedamos exentos de hacer uso de la libertad que l mismo nos ha dado, y remite a la imagen del actuar como esclavos.

    Por esto, Pablo enumera algunas de las obras de la carne (Ga 5,1321) y concluye que quien se somete a ellas no heredar el Reino de los Cie los inaugurado por Cristo. Aqu se evidencia la necesidad de vivir con tinua men te bajo la dinmica de la conversin, pues solo se heredar en Reino de los Cielos si hay un cambio en las acciones personales que re percutirn en los dems.10

    Las palabras de conclusin y despedida que usa el Apstol en su Carta, acerca de estar o no circuncidado, no tiene ninguna importancia; lo que importa es ser una nueva criatura (Ga 6,15), y puede considerarse que aqu se est sintetizando su doctrina expuesta en la Carta. Es fundamental la radicalidad en el seguimiento de Jesucristo, pues de esta forma se llegar a ser criatura nueva, y no mediante actos o prcticas caducas; porque con Cristo ya han cambiado las relaciones y los valores de toda la creacin, de forma que nuevamente reina el amor y la bondad; con l somos nuevas criaturas.

    Ahora bien, el tema de la libertad, para Pablo, est ligado a las obras que realiza el ser humano. Cada uno elige ser esclavo o ser libre (Ga 3,2329; 4,111). Pero quines son libres? Y de qu nos ha liberado Je sucristo? Al responder a estos interrogantes desde la misma Carta a los G latas, se puede afirmar que son libres todos los que as se consideran gra cias a Jesucristo y cambian su vida para orientarla desde la gracia y la fe en l. De esta forma, se hacen libres de someterse a la ley sin humanizar las relaciones.11

    En la misma Carta, el apstol est dando la clave para vivir la conversin. Es el Espritu quien los hace hijos de la promesa, de la alianza

    10 Vergs, La conversin cristiana, 53.11 Para Pablo es importante hablar de esclavitud y libertad a los glatas, porque ellos eran esclavos del Imperio Romano desde el siglo III a.C.

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    que Dios mismo ha establecido en el Sina con Abrahn (Ga 4,2131). Y con el recuerdo de esta alianza Pablo fundamenta la necesidad de cam biar la forma de comprender a Dios mismo y a toda la creacin. An tiguamente prevaleca su recuerdo, pero ahora es la fe la que libera: Antes de que llegara la fe, ramos prisioneros custodiados por la Ley hasta que se revelase la fe futura (Ga 3,23). Sin embargo Pablo dice a la comunidad de los glatas que ahora hay algo ms grande que aquella alianza, y se refiere a la fe. Por la fe en Cristo, todos ahora son hijos, jus ti ficados y consagrados a l.

    Por tanto, gracias a la fe en Jesucristo, surge un cambio de mentalidad en cuanto a la igualdad y justicia, ya que la circuncisin no es ne cesaria para llegar a la justificacin, pues toda la humanidad ha sido li be rada en igualdad de condiciones, de modo que todos alcanzan el ser nuevas criaturas libres de toda esclavitud humana (Ga 6,15). Puede que para Pablo fuera fcil recordar esto a la comunidad, pero fue con el tes timonio y las marcas en su vida con las que se atrevi a exhortar fuertemente a la comunidad, ya que quin ms que l para dar testimonio de ello con su vida?

    reino de dios en el crucificado

    El Apstol comprende que con la venida de Jess se ha cumplido la plenitud de los tiempos y a partir de all entiende el Reino de Dios12 (Ga 5,21). Por eso presenta una muy breve sntesis de la encarnacin de Jess, su vida en el mundo y cmo con l somos hijos adoptivos de Dios (Ga 4,111). As, para Pablo, es el mismo misterio de Cristo y su venida lo que marcar la historia de manera decisiva, y presenta la ley de Cristo como una ley de amor y liberacin del ser humano del pecado (Ga 6,2).

    Pablo le recalca a la comunidad de los Glatas la importancia y novedad de ser nuevas criaturas gracias a Cristo: Lo que importa es ser nueva criatura (Ga 6,15). Hablar del Reino de Dios a partir del mismo misterio de Cristo presente en la historia, y al reconocerlo como el Seor y el Mesas, da por hecho que con l se hace presente el Reino de Dios anunciado por los profetas.

    12 Ruiz de la Pea, Juan Luis, La pascua de la creacin. Escatologa, 228.

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    Por eso les recuerda que, con Cristo, todos son uno: Los que se han bautizado consagrndose a Cristo se han revestido de Cristo. Ya no se distinguen judo, y griego, esclavo y libre, hombre y mujer, porque to dos ustedes son uno en Cristo (Ga 3,2728).

    Ahora bien, el mismo Seor que nos hace criaturas nuevas muri cru cificado, y de esta forma se presenta desde la cruz como el camino de sal vacin para quienes no estn sujetos a la ley:

    Por medio de la ley he muerto a la ley para vivir para Dios. He quedado cruci ficado con Cristo,y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en m. Y mientras vivo en carne mortal, vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me am y se entreg por m. No anulo la gracia de Dios: porque si la justicia se alcanzara por la ley, Cristo habra muerto intilmente. (Ga 2,1921).

    Pablo no narra cmo sucedi la pasin y muerte de Jesucristo, sino presenta la cruz de Cristo como una propuesta vlida de vivencia del cristianismo primitivo. De esta forma, le reprocha a la comunidad de los glatas que, temerosa de la persecucin que le puede acarrear haber adop tado el estilo de vida de Jesucristo, sus hombres se estn haciendo circuncidar para no afrontar el rechazo, la burla y a persecucin. Este es el contexto en el cual el Apstol escribe a los glatas, enfatizando en que la Ley los est es cla vizando, pues su vivencia no es fruto de una ver dadera conviccin re ligiosa, sino una forma de proteger su vida de quie nes perseguan a los seguidores de Jesucristo.

    Adems, para Pablo, la cruz es una realidad viva y sinnimo de li bertad, pero al tiempo es muy exigente, porque Cristo nos ha liberado para ser libres: mantnganse firmes y no se dejen atrapar de nuevo en el yugo de la esclavitud (Ga 5,1). Con esta expresin fuerte, el Apstol desea recordar a la comunidad que, a partir de la cruz de Cristo, todos pue den ser guiados por el Espritu para vivir como hijos libres de un mis mo Padre.

    Sin embargo, es necesario que cada uno est vigilante de las obras que realiza, y debe mantener una actitud de continua apertura al Espritu, para evaluar si su conducta es acorde a su bautismo, o si al contrario se est dejando llevar por las obras de la carne, esclavizndose as y es clavizando a sus hermanos de fe.

    Pablo habla a la comunidad de los glatas desde su propia experien cia de vida y desde la cruz que ha llevado desde que inici su camino

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    de conversin, a la luz de la revelacin. Esto hace que sean ms vlidas, crebles y convincentes las exhortaciones a asumir la cruz, pero no como sinnimo de esclavitud, desigualdad, castigo o rechazo, sino como una rea lidad propia de quienes asumen el estilo de vida de Jesucristo, en el cual se reconocen las falencias propias con humildad y se deja guiar la vida por el Espritu, para dar paso a la accin de Dios que transforma toda realidad humana en frutos de la verdad y del Espritu.

    Gracias a que Dios se encarn y muri crucificado, se hace pre sente el Reino de Dios en medio de todas las criaturas. Por esto, Pablo ve, en la predicacin de Cristo y en este crucificado y resucitado, la plenitud del Reino, ya que ella lleva consigo una gran variedad de re nun cias y conversiones, las cuales, se puede afirmar son necesarias para hacerse partcipes de aquel Reino inaugurado por el mismo Cristo, en donde su predicacin y accin evangelizadora ya hablan de un cambio, de igualdad y justicia.

    MandaMiento del aMor

    El fruto de la libertad que nos da el Hijo de Dios es amar a los dems, tal como l lo hizo. Pablo exhorta a la comunidad diciendo:

    Ustedes, hermanos, han sido llamados para vivir en libertad; pero no esta liber tad para dar rienda suelta a los bajos instintos; ms bien, hganse servidores unos de otros por medio del amor. Porque toda la ley se cumple con un precepto: amars a tu prjimo como a ti mismo. (Ga 5,1314).

    Cristo nos ha liberado con el nico propsito de que podamos amar a Dios y a todos nuestros hermanos, para ser autnticamente hijos su yos. Ade ms, quien es libre ama y quien ama sirve a los dems. De es ta forma, el amor se convierte en la ley de los cristianos, en cuanto fun damento de toda su vida.

    Pablo tambin recuerda que la forma como debe manifestarse ese amor entre la comunidad no es otro que mediante los frutos que se obtie nen al dejarse guiar por el Espritu. Si se vive en apertura al Espritu, esta remos en su dinmica, que es la conversin, pues continuamente ha br que revisar si la vida est al servicio de Dios en los dems, y de ser as, se estar viviendo realmente en la libertad que nos da el Hijo de Dios.

    El amor a Dios y a los dems es la muestra ms clara de la libertad que recibimos por Jesucristo, gracias a la fe, porque lo que cuenta es

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    la fe que obra por medio del amor (Ga 5,6). Si la fe se ve reflejada en el amor fraterno y en la vivencia del mandamiento del amor, entonces per mite renunciar a la esclavitud de todo lo que el mundo propone y aleja del Reino de Dios. Y as como Pablo, se podr afirmar que esta es la ver dadera doctrina enseada por l y por los dems apstoles de Cristo. Ade ms, la vivencia del amor ha de encaminar a la comunidad hacia la perfeccin cristiana, precisamente porque su fundamento es el amor.

    Pablo tiene claro que el mandato del amor fraterno se vive por medio del servicio: Aydense mutuamente a llevar las cargas y as cumpli rn la Ley de Cristo (Ga 6,2). Esta corta pero exigente exhortacin es la clave para vivir de acuerdo con las enseanzas de Cristo.

    La comunidad debe distinguirse entre las dems, porque entre sus miem bros hay ayuda mutua, servicio, caridad, solidaridad, humildad y li bertad al asumir sus responsabilidades y favorecer los medios para que sus hermanos de fe, ayudados por su testimonio y entrega generosa, apren dan a llevar adelante las suyas, sin verlas como grandes cargas que los esclavizan. Adems, Pablo les recuerda que, como fruto de ese amor fra terno, est la ayuda material a las personas que sirven como guas en el anuncio de la Palabra.

    Sin duda alguna, el Apstol plantea a la comunidad cristiana de los glatas que la vivencia del amor debe ser la marca caracterstica de toda persona que asuma las enseanzas de Jesucristo. De esta forma, no se dejar llevar por doctrinas contrarias a las que ya han re cibido de l.

    La comunidad cristiana de Galacia se encontraba con un inconveniente serio en el momento de practicar y vivir el mandamiento del amor: los judos seguidores de Jesucristo no aceptaban ni acogan a los paganos en igualdad de condiciones, ya que estos les exigan la circuncisin para que hicieran parte de su grupo religioso y cumplieran las pres cripciones de la Ley juda.

    Ante esta realidad, Pablo les habla a los glatas en tono fuerte y los interroga acerca de en qu o en quin tienen cimentada su fe (Ga 2,1521); los reprende y los llama insensatos porque, al dejarse llevar por actos o ri tos externos, se olvidan del servicio y la humildad que deben practi car pa ra con toda la comunidad.

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    JustificacinEl tema de la justificacin ha sido muy reflexionado a lo largo de la historia de la humanidad y se ha convertido en el punto de partida para la reforma de la Iglesia y para repensar la escatologa cristiana. La Carta a los Glatas, de Pablo, ha servido para repensar la doctrina del cristia nismo en cuanto la justificacin, pues es uno de los temas que desarrolla el Apstol.

    Pablo propone a las comunidades una nueva forma de comprender y vivir la justificacin. Pareciera que deslegitimara la Ley juda vete ro testa mentaria, pero no es as; quiere hacerlos reflexionar sobre las obras de la Ley que realizan, que no pueden estar vacas, o ser motivo de rechazo e in diferencia ante los dems. Para l, lo central es la fe en Cristo:

    Nosotros, judos de nacimiento, no pecadores venidos del paganismo, sabemos que el hombre no es justificado por observar la Ley, sino por creer en Jesucristo; nosotros hemos credo en Cristo Jess para ser justificados por la fe en Cristo y no por cumplir la Ley, porque por cumplir la Ley nadie ser justificado. (Ga 2,1516).

    Esta afirmacin es controversial, pero lo que en realidad quiere el Apstol es mostrar cmo, con Cristo, todos son justificados. Adems, en Ga 4,4 Cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envi a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la Ley, Pablo est reconociendo la procedencia de Jesucristo, no solo ratificando su encarnacin, sino en el hecho de ser judo. Por tanto, es observante de la Ley de Moiss, mas no esclavo de ella. De esta forma, valida el cumplimiento de la Ley. l no est en contra de ello, sino que desea hacerles ver que ya Jess revel la forma de vivirla.

    De gran importancia resulta comprender, segn la lgica paulina, lo que corresponde a la fe y a las obras de la Ley. La fe es la adhesin a Cristo mediante el bautismo, y por ste, en la participacin de su muerte y resurreccin. Adems, la fe acta por el amor (Ga 5,6), por lo que no se puede negar la importancia de las obras de la Ley, ya que todas ellas han de estar motivadas por el mismo amor con que Cristo actu.

    Esta misma fe en Dios justific a Abraham y a sus descendientes (Gn 25,6). Lo que s excluye Pablo son las obras de Ley cuando stas se convierten en elemento de divisin entre Cristo y el ser humano, ya que se pretende cumplirlas sin tenerlo en cuenta a l.13

    13 Moreno, El gran manifiesto de la libertad cristiana. Carta de Pablo a los glatas, 20.

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    Ahora bien, para los judos seguidores de Cristo de la poca, esta afir macin de la justificacin por la fe en Cristo fue motivo de discusin y disgusto, pues contradeca sus tradiciones ms sagradas. Sin embargo, tal no fue la nica ocasin en que la doctrina de la Carta fue motivo de di visin, dado que Martn Lutero14, en siglo XVI, se vali de ella para presentar la Reforma de la Iglesia, sin intencin de causar divisin algu na en tre la misma Iglesia.15 l quera una Iglesia ms fiel a Cristo y a sus enseanzas, pero la consecuencia fue la divisin de la Iglesia y el surgimiento de la Iglesia Luterana.

    Sin embargo, Lutero interpreta la justificacin del ser humano ni camente por la fe en Cristo, y desecha as las obras de la ley que pueda realizar. Contradice de esta forma la doctrina de la Iglesia Catlica, ya que rechaza la importancia y validez de la tradicin en el magisterio ecle sial, especialmente en lo referente a las indulgencias y la mediacin de la Iglesia, ya que la justificacin del ser humano no est reservada a sta.16 De tal forma, l plantea su controversial frase de sola escritura, sola fe, sola gracia.

    La propuesta reformista de Lutero sugiere tambin una nueva forma de comprender la escatologa, ya que al aceptar nicamente lo que dice la Sagrada Escritura se niega la existencia del Purgatorio. Adems, Lu tero afirmaba que la salvacin se da nicamente por la fe y no por las obras de la ley: Nadie es justificado ante Dios por cumplir la ley se prueba porque el justo vivir por la fe (Ga 3,11). Para el Reformador, el Pur gatorio equivale a negar la obra salvfica de Cristo.

    Sin embargo, considero pertinente decir algo al respecto, sin ahondar en el tema de la justificacin como motivo de divisin de la Iglesia. Lutero afirma, con base en esta Carta de Pablo a los glatas, que

    14 Martn Lutero naci en Eisleben, el 10 de noviembre de1483. Sus aos de estudio de Derecho y de vida conventual agustina los vivi en Eurfurt. Siempre se sinti polticamente sbdito de Sajonia, donde fue profesor de Teologa e inici su Reforma. Fue ordenado sacerdote en abril de 1507, y en 1509 recibi el grado de Bachiller acadmico. Siempre se distingui por ensear las ver dades del cristianismo a partir de la Sagrada Escritura, y desde ah impuls su Reforma. Contra jo matrimonio en 1525, con Catalina de Bora, y falleci el 18 de febrero de 1546 (Villanova, His toria de la teologa cristiana. II. Prereformas, reformas, contrarreformas, 222244).15 Jeremias, Abba. El mensaje central del Nuevo Testamento, 291300.16 Brown, Introduccin al Nuevo Testamento. II. Cartas y otros escritos, 613.

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    solo basta la fe para ser justificados ante Dios, y que las obras de la ley que pueda realizar el ser humano carecen de validez. La explicacin a esto se encuentra en la misma doctrina luterana, que afirma la existencia de la predestinacin.

    Por tanto, el ser humano no necesita realizar obras externas de la ley que demuestren su amor infinito hacia Dios y hacia la obra creadora. En cambio, la doctrina catlica reconoce la libertad que Dios da a los seres humanos y la accin de su gracia.

    conclusin

    Pablo ya conoca la comunidad de Galacia. Por esto, se atrevi a hablarles en tono fuerte. Para l, era evidente que esa comunidad ya no era la mis ma: sus miembros estaban olvidando el primer anuncio de la Buena No ticia de Jesucristo que haba realizado con anterioridad, ayudado por otros apstoles. Pablo reconoce nuevas doctrinas y costumbres en las co mu nidades de Galacia que desvirtan las enseanzas y la fe en Cristo cru cificado y resucitado.

    Con la venida de Cristo y la instauracin de su Reino, somos criaturas nuevas, libres. Esto afirma el apstol Pablo acontece gracias a la muerte de Cristo (Ga 1,4). Adems, para l es claro que nicamente puede glo riarse de la cruz de Cristo y que, a partir de la muerte y resurreccin de Je sucristo, se muestra el amor inmenso de Dios para toda la humanidad.Por tanto, esto ha de ser lo que fundamente toda relacin de los cristianos.

    Los cristianos de las iglesias de Galacia no haban entendido la nove dad radical de la fe en Jesucristo. Seguan cegados por el cumplimiento de la Ley, que no los dejaba comprender la grandeza de la encarnacin de Jess, el Hijo de Dios, porque se negaban servir y amar a los dems, y por eso seguan siendo esclavos de las leyes humanas. No comprendan que el amor y el servicio son consecuencia de la libertad cristiana.

    Es claro que, para Pablo, Cristo es la plenitud del tiempo (Ga 4,4); y de esta forma hace presente la accin de Dios en la historia.

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    BiBlioGrafa

    Alonso Schokel, Luis. Biblia de nuestro pueblo. Bilbao: Ediciones Mensajero, 2006.

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