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    MEDICINA NATURISTA, 2014; Vol. 8 - N. 2: 73-78I.S.S.N.: 1576-3080

    Nios y Naturaleza, de la teora a la prcticaClemente Calvo-MuozFarmacutico. Posgrado en Medicina Naturista

    Presentado: 4/4/2014 Aceptado: 5/5/2014

    RESumENSe combina una somera revisin bibliogrfica sobre la inmersin en la naturaleza como mtodo teraputico en pediatra y un trabajo de campo realizado con un grupo de 16 nios de 11 a 14 aos, generando varias ideas aplicables en la prctica como preventivas del trastorno por dficit de naturaleza (Louv 2008).

    Palabras clave: Nios, pediatra, naturaleza, adolescencia, infancia, educacin, biofilia, sndrome de dficit de atencin e hiperactividad, trastorno por dficit de naturaleza.

    Children and nature: from theory to practice

    aBSTRaCTA brief literature review about the inmersion in the nature as a therapeutical method in pediatrics is combined with a field-work made with a group of 16 children from 11 to 14 years, generating several ideas which are applicable in the prevention of the nature deficit disorder (Louv 2008).

    Key-words: Children, pediatrics, nature, adolescence, childhood, education, biophilia, attention deficit hyperactivity disorder, nature deficit syndrome.

    INTRODUCCIN

    Es un hecho que el contacto de los nios con la naturaleza est disminuyendo. Los juegos son hoy en su mayora electrnicos y el acceso a lugares natura-les o naturalizados donde al nio le resulte agradable el juego es cada vez mas difcil. Esta situacin est relacionada con lo que se ha dado en llamar Trastor-no por dficit de naturaleza (Louv, 2008). Ese mismo autor acu el trmino vitamina N, (de Naturaleza), para referirse al beneficio que supone pasar tiempo en ambientes naturales. El referido trastorno se ha rela-cionado con casos de estrs infantil y TADH. Se hace necesario y urgente pasar del anlisis terico al ensa-yo y divulgacin de medidas prcticas eficaces que lo-gren atajar un problema de salud an poco estudiado y que va en aumento.

    METODOLOGA

    Se ha realizado una bsqueda de bibliografa en PubMed y Google Acadmico, seleccionando estudios realizados en la ltima dcada.

    Por otra parte, se ha diseado y realizado una ex-periencia con nios de entre 11 y 14 aos recorriendo una senda cercana a su entorno urbano para la identi-ficacin de un conjunto de plantas medicinales previa-mente seleccionadas (11-15).

    RESULTADOS

    Segn se deduce de la revisin ms completa so-bre evidencia cientfica en esta materia realizada has-ta la fecha (8), la inmersin en la naturaleza como m-todo teraputico en pediatra ha dado, en el peor de

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    los casos, resultados nulos y ha mostrado sin embargo eficacia en el control del estrs y el TADH, encontrn-dose tambin correlacin con la mejora del aprendiza-je y la mejora de parmetros medibles de salud en la infancia.

    El Dr. Eduardo Alfonso (9), remarca la importancia de proporcionar al nio exposicin suficiente al sol y la luz natural, proporcionndole ropa amplia, de colores claros y de fibras naturales.

    El Dr. Pablo Saz habla del contacto con los ele-mentos naturales como uno de los hbitos saludables clave para mantener el equilibrio interno, la capacidad de autoregulacin de nuestro cuerpo y nuestra capaci-dad de responder ante la enfermedad (7).

    Ambos autores coinciden en lo especialmente conveniente para los nios que es el caminar descalzo sobre sustratos naturales de tierra, arena, hierba, etc. Esta prctica permite equilibrar la carga energtica de nuestro cuerpo, que entra en contacto directo con la tierra y las energas telricas (7).

    La actividad en entornos naturales, permite ade-ms al nio captar fitoncidas, sustancias generadas por las plantas que se han demostrado eficaces en la prevencin del cncer y como antibiticos naturales (5,10).

    As como existe evidencia cientfica suficiente so-bre el beneficio para los nios de la inmersin en en-tornos naturales saludables, existe tambin eviden-cia del perjuicio que supone su desenvolvimiento en ambientes excesivamente artificiales. Hay evidencia cientfica suficiente respecto a la influencia negativa de las radiaciones electromagnticas de las pantallas de ordenador y las redes Wifi, tanto en nios como en adultos. En algunos pases como Alemania, las redes Wifi ya se estn retirando de las escuelas, siendo sus-tituidas por accesos con cable (1-2).

    La American Academy of Pediatrics (AAP), en su campaa de prevencin del sobrepeso y la obesidad infantiles, recomienda a los pediatras promover hbi-tos diarios de actividad fsica y juego no estructurado. Segn esta entidad, en la que 57.000 pediatras de Norteamrica cooperan para mejorar la salud de los nios, el tiempo mximo que un nio debera perma-necer ante pantallas de ordenador, tablets, televisin o videojuegos es de 2 horas al da, teniendo en cuenta que en la escuela ya ha estado bastante tiempo utili-zando ordenadores (3).

    En el trabajo de campo realizado, se obtienen los siguientes resultados:

    1. El grupo mantiene la cohesin y la atencin durante aproximadamente el primer tercio del itinerario, mostrando en general gran destre-za y agudeza visual para identificar las plantas medicinales que se describen en las fichas.

    2. A partir de la tercera parada, tras caminar unos 30 minutos, la atencin comienza a de-caer y el grupo pierde cohesin, dividindose en tres subgrupos.

    3. Finalmente, tras la reagrupacin, se efecta un descanso para la comida realizando una experiencia prctica que consigue captar de nuevo la atencin de los nios: se prepara una ensalada con partes medicinales comestibles de efecto depurativo recogidas por todos du-rante el trayecto.

    4. Tras la comida y el reposo, se lleva a cabo una ltima experiencia consistente en la recolec-cin de raz de regaliz, limpieza, troceado, di-visin en partes iguales de la droga resultante y confeccin de un cocimiento por grupos. El resultado de esta ltima experiencia resulta ser el ms satisfactorio.

    5. El grupo consigue identificar la totalidad de las 25 plantas medicinales descritas en las fichas.

    DISCUSIN

    De la literatura cientfica analizada se desprende que el beneficio de la exposicin a ambientes natura-les, llamado por Louv Vitamina N, tiene varios pilares:

    1) Permite el desarrollo armnico de los sistemas nervioso, inmunitario y endocrino

    Hay algo esencial que parece olvidado: nuestro cuerpo no es algo externo a la naturaleza, sino que l mismo ES naturaleza. Una demostracin fehaciente de este hecho es que vivimos en simbiosis cada uno de nosotros con ms o menos 2 kg de bacterias. Nues-tro sistema inmune se encarga de mantener este equi-librio y para ello necesita un intercambio constante con el medio natural, una especie de dilogo de sustan-cias, energas sutiles, molculas y microorganismos. Si un nio tiene suficiente tiempo de juego en exterio-res naturales o naturalizados, su sistema inmunitario funcionar bien y no habr que temer infecciones. Una excesiva higiene equivaldra a interrumpir el necesario

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    dilogo e intercambio de su cuerpo con el ambiente y se traducira finalmente en trastorno del citado sis-tema.

    Durante mucho tiempo se crey que el sistema in-munitario funcionaba de manera independiente, pero se ha demostrado que est conectado con los siste-mas nervioso y endocrino. Esto ha dado lugar a la Psi-coneuroinmunologa.

    La inmersin en la naturaleza beneficia a los tres sistemas citados y a su coordinacin, porque en ella hay ritmo, hay armona, hay transiciones suaves, del da a la noche, de la noche al da, del invierno al vera-no, etc.

    2) Optimiza los procesos de aprendizaje

    El nio siente la necesidad de explorar el mundo y esa curiosidad pone en marcha su atencin. La aten-cin es la base del aprendizaje y de la memoria que juntos construyen el conocimiento. Es muy importan-te que el aprendizaje sea directo en la Naturaleza y no en las aulas, sobre todo en los primeros aos. Es mejor sustituir fotos y vdeos por contacto directo con la Naturaleza. Los conceptos abstractos solo pueden construirse sobre elementos sensoriales slidos, con el importante componente emocional que supone la fascinacin por descubrir el mundo. Por eso, un apren-dizaje satisfactorio requiere combinar adecuadamente lo conceptual con la experiencia de tipo sensorial.

    3) facilita el ejercicio fsico, el desarrollo sensorio-motor, el juego no estructurado, la sociabilidad y la puesta a punto de los ciclos biolgicos

    El sedentarismo es siempre perjudicial, pero en los nios lo es mucho ms porque ellos necesitan del movimiento para conseguir que su cuerpo y su mente se vayan desarrollando, para explorar el mundo, caer-se y levantarse, aprender solos gracias al mtodo infa-lible de ensayo y error.

    Si tienen una actividad asidua en medios naturales saludables, los nios ponen y mantienen en hora sus relojes biolgicos.

    En la naturaleza los nios tienen la riqueza y suti-leza de estmulos que necesitan para el desarrollo de sus sentidos. La luz natural y la belleza de los seres y procesos naturales influyen muy positivamente en su

    nimo, hacen ejercicio en lugares de calidad ambiental alta, evolucionan de modo espontneo, se prueban a s mismos y desarrollan habilidades sociales con sus compaeros de juegos.

    Hemos de procurar que los nios completen sus procesos exploratorios y de juego sin interrupciones, sin demasiadas pautas, observndoles y aprendiendo de ellos, pues siempre nos ensean y nos recuerdan cosas, cosas sencillas e importantes que nosotros ha-bamos olvidado.

    Por otra parte, se identifican algunas dificultades para llevar a la prctica ese acercamiento a entornos naturales y suministrar una cantidad suficiente de vi-tamina N:

    1) El problema del ocio electrnico.Es un hecho que los juegos son hoy en su mayora

    electrnicos. Los padres no suelen dedicar el tiempo suficiente a los nios y los aparcan frente al televi-sor, el ordenador o cualquier dispositivo de entreteni-miento. Los nios se acostumbran y acaban volvin-dose sedentarios en contra de lo que dicta su propio momento vital, su propia naturaleza.

    2) El problema del acceso a entornos naturales saludables.

    En algunos casos, el acceso a entornos naturales o naturalizados saludables en las ciudades no es fcil, bien debido a una excesiva distancia, a la contamina-cin urbana o al diseo inadecuado de zonas verdes.

    3) El problema del exceso de precaucin.En detrimento de los beneficios de la inmersin en

    la naturaleza, se han magnificado los posibles perjui-cios de esta, (infecciones, cadas, parasitosis, quema-duras solares, calor, fro, etc.), cuando el hecho cierto es que la relacin riesgo/beneficio respecto a la vita-mina N, es netamente favorable al beneficio.

    Del anlisis de resultados en la experiencia prcti-ca realizada se deduce que:

    1) No conviene dirigir en exceso las actividades al aire libre, considerando que el beneficio que se est procurando viene en mayor medida del hecho de permanecer en el entorno natu-ral elegido que de la actividad en s.

    2) Hay que tener en cuenta que la capacidad de atencin es limitada en el nio y el adolescen-te y que conviene priorizar actividades que im-pliquen movimiento y ejercitacin de los senti-

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    dos en detrimento de otras que impliquen lec-tura o manejo de documentos.

    3) En el diseo de las actividades es preciso fo-mentar la colaboracin entre los miembros del grupo, introduciendo si acaso factores de competitividad entre grupos en un contexto ldico y solo con la intencin de lograr que la experiencia sea ms amena, de modo que los nios se involucren a fondo en ella y se divier-tan.

    Tras el anlisis de estos beneficios y los proble-mas relacionados con la inmersin de los nios en am-bientes naturales, cabe concretar algunas recomenda-ciones prcticas aplicables en los distintos tramos de edad:

    1) En el lactante, est claro que la naturaleza es el cuerpo de la madre y el propio cuerpo. No obstante, conviene llevarle con asiduidad a lugares tranquilos, con aire limpio, sonidos naturales relajantes, que beneficiarn tanto al beb como a la madre.

    2) Hasta los 6 aos, el nio est formando su armazn neuronal, no tiene arquetipos, es-quemas mentales ni prejuicios y necesita es-tmulos. La naturaleza es ideal para ello. El contacto puramente sensorial con el entorno natural es clave para que se genere un vnculo emocional que permanecer de por vida.

    Cuanto antes se generen experiencias positivas que consigan establecer el vnculo emocional del nio con la naturaleza, ms fuerte ser dicho vnculo y ms fcil ser en fases posteriores que el nio tienda a vol-ver a ese mbito que le proporciona bienestar y condi-ciones ptimas para el aprendizaje y el juego.

    Actividades especialmente recomendables en esta etapa: regar plantas, cuidar una mascota, (siem-pre mejor adoptarla que compararla), tener un peque-o huerto, (aunque sea en macetas), recoger hojas y observarlas.

    3) De los 6 a los 12 aos los nios estn intere-sados en comprender cmo funcionan las cosas. En el bosque, el campo, la granja, etc. pueden descubrir, aprender y explorar, esti-mulando todos sus sentidos y sintiendo que forman parte de la comunidad de seres vivos. Comienzan tambin a comprender su respon-

    sabilidad respecto a su propia salud y la del resto de la comunidad viva que bulle a su alre-dedor.

    En esta fase puede ser muy valioso colaborar con grupos locales en los que el nio pueda involucrarse, bien sean asociaciones de naturalistas con activida-des para nios, grupos scouts y similares, grupos aso-ciados a monitores de tiempo libre, actividades progra-madas en centros de interpretacin de la naturaleza, etc.

    4) De los 12 a los 18 aos se incorporan ms intensamente valores ticos y el adolescente asume que tanto en la naturaleza como en las sociedades humanas rige la ley del mutuo be-neficio: dar y recibir.

    Para el aprendizaje y prctica de estos valo-res, el trabajo en grupo con alguna de las en-tidades antes citadas puede resultar muy ade-cuado.

    En todos los casos, conviene que no sean solo ac-tividades reducidas a los periodos vacacionales sino repartidas de forma homognea a lo largo de todo el ao. Es preciso procurar que en la escuela existan re-cursos que fomenten la actividad en medios naturales, especialmente un huerto ecolgico, que puede servir no solo para realizar ejercicio saludable, optimizar re-cursos fabricando compost y obtener alimentos de alta calidad, sino tambin como apoyo prctico de muchas de las enseanzas tericas impartidas.

    Otras sugerencias prcticas:1) Puede empezarse por sustituir media hora de

    juego electrnico por media hora de juego en la naturaleza y para ello no es necesario irse lejos, se puede ir a montar en bicicleta en un parque cercano, observar aves, coleccionar hojas y secarlas para hacer composiciones con ellas, observar insectos, cuidar de un pe-queo huerto en macetas, fotografiar y dibujar paisajes, etc.

    2) En el caso de nios muy aficionados a la tec-nologa y reacios a salir del entorno cerrado del hogar donde disponen de su espacio ha-bitual de juego, puede ser til la prctica de la fotografa, bien con cmaras digitales o con cmaras incorporadas en dispositivos mvi-les. Hacer colecciones de fotografas de natu-raleza del entorno cercano puede resultar muy

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    estimulante para estos nios que, finalmente, acabarn equilibrando su actividad sedentaria y de movimiento en entornos naturales, dis-minuyendo paulatinamente su dependencia de recursos tecnolgicos durante el tiempo de juego.

    3) Un pequeo huerto accesible en trasporte p-blico desde la localidad en la que se resida, al que acudir toda la familia al menos una vez a la semana, ser el lugar perfecto para que el nio practique todas las recomendaciones aqu descritas. No ha de ser considerado solo desde el punto de vista de la rentabilidad eco-nmica por la mayor o menor produccin que se obtenga, sino como una importante inver-sin en salud y como un elemento que puede mejorar la cohesin del grupo familiar.

    4) Las actividades extraescolares que se elijan, han de ser adecuadas a los autnticos intere-ses del nio, dedicando previamente atencin y tiempo suficiente de tanteos para que dichos intereses se manifiesten.

    Es mejor que sean actividades al aire libre y si no lo son, han de dejar tiempo suficiente para estas. Pen-sar siempre que hay que adaptar las actividades a las peculiaridades del nio y no al revs.

    Esto es aplicable tambin a las actividades didc-ticas, tanto en la escuela como en el hogar. Por ejem-plo, si un nio es ms movido de lo normal, en lugar de ensearle a reconocer nmeros y letras sobre una mesa, se pueden usar caracteres gigantes de goma y disponerlos en el suelo para que el nio pueda simul-tanear aprendizaje y movimiento.

    El TADH podra desde este punto de vista intrepre-tarse no como un trastorno patolgico sino como una reaccin natural de algunos nios ante la presin am-biental que les obliga a un sedentarismo instintivamen-te rechazado por su cuerpo, que precisa de una mayor dosis de movimiento que en otros nios para su ade-cuado desarrollo.

    Tambin es posible que exista relacin entre el TADH y una atomizacin excesiva del tiempo, que so-mete a los nios a un exceso de actividades sin aten-der a sus peculiares habilidades e intereses.

    5) A la hora de elegir un lugar de residencia, con-viene tener en cuenta tanto la salubridad de la vivienda y su entorno inmediato como la ac-cesibilidad a zonas verdes o parajes naturales

    con buenos parmetros de calidad ambiental, as como la cercana a instituciones educati-vas que mantengan una poltica educativa acorde con todo lo aqu descrito.

    CONCLUSIN

    Existe suficiente evidencia cientfica en pediatra sobre los beneficios que la inmersin en la naturaleza tiene como tratamiento de trastornos de la atencin, la hiperactividad y el control del estrs. La actividad en medios naturales y naturalizados saludables supone adems un elemento imprescindible para la preven-cin de todos estos trastornos, el mantenimiento de la salud y el desarrollo armnico mental, fsico y so-cial. Es importante considerar las peculiaridades indi-viduales y de cada etapa para que el diseo prctico de actividades en cada caso resulte satisfactorio y se transforme en un hbito saludable de inmersin en la naturaleza.

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