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Capítulo 2 – Administración de la educación

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DIAGNÓSTICO DEL ENTORNO LABORAL EN SAN LUIS POTOSÍ DEL CONTADOR PÚBLICO EGRESADO DE LA UASLP M.A.I. Silvia Gamboa Cerda, M.A. Ana María Vázquez Villalpando

M.B.A. Ma. Del Carmen Sonia Hernández Luna Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Facultad de Contaduría y Administración

Madero No. 890. Centro. C. P. 78000 , San Luis Potosí, S.L.P. Tel.: (444)8-34-99-16, ext- 105. Fax: 8-12-65-17 e-mail: [email protected]

RESUMEN En 2011 egresa la primera generación de contadores públicos formada en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, bajo un modelo académico basado en competencias. Una necesidad prioritaria de la Institución es mantenerse vinculada con el mercado laboral al que se pretende se incorporen, no obstante las amenazas que caracterizan a esta región potosina, como son: una tasa superior a la media nacional de desempleo y subempleo, la lenta recuperación de la crisis económica del 2008-2009 y la presencia mayoritaria de micros y pequeñas empresas con posibilidades limitadas de contratación de profesionistas. En el estudio de diagnóstico, se detectaron fortalezas que el empleador reconoce en el egresado para enfrentar esas adversidades: necesidad de los servicios profesionales del contador público, competencias actitudinales relacionadas con el desempeño ético, responsable y acorde a los requerimientos de toma de decisiones, manejo de conflictos, trabajo en equipo y bajo presión. En el aspecto académico destaca su preparación en el ámbito de lo fiscal y se detectaron áreas de oportunidad en los temas financiero, de costos y de auditoría. Se pudo concluir en términos generales que en San Luis Potosí, el empleador se muestra satisfecho con el servicio que obtiene del contador público y lo considera un elemento importante en la administración de sus organizaciones. Palabras clave: Mercado laboral, Egresado, Diagnóstico INTRODUCCIÓN La Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), contribuye desde hace 60 años al desarrollo local y regional con la formación de profesionales de la contaduría pública a nivel de licenciatura, toda vez que sus servicios se mantienen vigentes para apoyar a las organizaciones tanto públicas como privadas de los diversos sectores que actúan en la economía. Esto implica para la Institución, estar atenta a las necesidades cambiantes de los empleadores, con el fin de reflejar en los planes y programas de estudio las demandas de conocimientos y desarrollo de competencias que salvaguardan su identificación con el entorno laboral y facilitan la inmersión de sus egresados. El modelo actual data de 2006, cuya estructura curricular tiene esa característica mediante el aprendizaje basado en problemas, centrado en el estudiante dentro de un proceso de innovación educativa. La primera generación formada bajo este enfoque egresará en junio de 2011, lo que hace pertinente la medición de los parámetros que plantea el mercado y mantener esa dinámica en el del plan de estudios.

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“La Administración y la Responsabilidad Social Empresarial”

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JUSTIFICACIÓN La evaluación del entorno al que la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) de la UASLP está vinculada por la formación de recursos humanos es un requerimiento continuo en la planeación de su tarea educativa, que cobra mayor trascendencia a la luz de los cambios en la demanda de profesionistas, cuyo perfil debe distinguirse por ser competentes para la adaptación a formas de trabajo dinámicas y muy comprometidas. Diversos estudios de este fenómeno suponen actualmente un lustro de vida en promedio de los programas de estudio de las licenciaturas, a fin de no mandar al mercado personal con preparación obsoleta e insuficiente que no solo se enfrenta a dificultades de incorporación sino que representa un grave desperdicio de recursos financieros emanados de esa misma sociedad. Para cumplir con esa responsabilidad la Institución tiene implementado un plan de estudios flexible que facilita, principalmente en el segundo ciclo de su estructura, la adecuación de cursos y garantizan la formación pertinente para sus egresados (Modelo Curricular 2006, FCA). La forma de nutrir esos cambios, se determina en gran medida con los resultados de estudios como el presente con los que se aprecia el impacto social del quehacer universitario.

OBJETIVO Contar con un estudio del mercado de trabajo para el egresado de la licenciatura en contaduría pública de la UASLP que permita detectar las necesidades actuales y la viabilidad del programa académico vigente, así como su impacto social para proceder a las actualizaciones pertinentes.

MARCO CONCEPTUAL El entorno laboral es un ente definido por la interacción de variables que ofrecen tanto oportunidades como amenazas para los profesionistas y en forma puntual para los contadores públicos sobresalen las condiciones siguientes:

Deterioro laboral. Subempleo y desempleo propiciado por la saturación de egresados en el área. No obstante en la última década se ha manifestado una tendencia a la baja en la preferencia de los estudiantes, fenómeno que no es privativo de San Luis Potosí sino generalizado en la República (ANFECA, 2003). Los egresados de la educación superior han sido pilares del desarrollo nacional. Pero existen tendencias preocupantes relacionadas con el desempleo y subempleo de profesionales en diversas disciplinas. Ello apunta tanto a deficiencias en la formación proporcionada y, en el mundo del trabajo, a una oferta excesiva de egresados en ciertos programas (COPAES, 2003). De acuerdo a datos del INEGI a finales del 2007 las carreras con mayor número de profesionistas ocupados eran la de administración con 43% y la contaduría y finanzas con 41.6%. De estos últimos, los profesionistas dedicados a actividades afines a sus estudios representaban el 31.9 %, el resto contaba con empleo no relacionado con su perfil profesional. Las estadísticas oficiales denotan a la vez una oportunidad para los nuevos contadores públicos en el país dada la tendencia en la preferencia de estudio en las nuevas generaciones. A partir del presente milenio se observa una menor matrícula en las licenciaturas de contaduría pública, tanto en las escuelas públicas como las privadas, lo que influye en un menor número de egresados e impacta favorablemente en el nivel de ocupación de estos profesionistas (Echavarría Sánchez A. 2009).


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El escenario laboral en San Luis Potosí en 2010 se ubicó en un nivel crítico con respecto al resto del país. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de ese año, el estado se ubicó en el sitio 29 del listado sobre desempeño de los indicadores de deterioro laboral medidos entre diciembre de 2009 y 2010, lo que la hace la cuarta entidad en la República Mexicana menos favorecida en este aspecto. La tasa de desempleo registrada en diciembre de 2009 fue de 3.8% y creció a 4.5% en diciembre de 2010. La encuesta detectó que el 13.25% de los empleados potosino trabaja menos de 35 horas a la semana, con ingresos de un salario mínimo o menos, indicador superior a la media nacional de 11.82%. El 22.41% se la población económicamente activa se ocupa en el sector informal. El 7.09% se consideró subocupada en 2010 y el 40.98% de los trabajadores remunerados no tiene acceso a las prestaciones de ley. (INEGI, 2010)

El ocaso de las profesiones. Otro fenómeno que no pueda dejarse al margen al analizar el entorno ha sido denominado “el ocaso de las profesiones”, en referencia al cambio de patrones tradicionales de servicios profesionales impulsados principalmente por el desarrollo tecnológico que permiten a los empleadores simplificar y reducir su inversión en capital humano.

“El deterioro de la carrera profesional como institución es una consecuencia inevitable del surgimiento de las economías basadas en el conocimiento. La innovación continua en la tecnología y en las organizaciones de negocios conduce inevitablemente a la progresiva destrucción creativa de muchas prácticas que antes se honraban, incluyendo aquellas que eran el centro de muchas carreras. Se entiende poco de esta transformación fundamental en las aspiraciones asequibles para la mayoría de los trabajadores. La política sigue moldeándose en las promesas tradicionales que se basan en la institución de la carrera como modelo del empleo deseable. Es un hecho sabido que el cambio hacia las nuevas economías requiere mayores niveles de educación en la fuerza laboral. Con menos frecuencia se comprende el hecho de que estas nuevas economías hacen que la adquisición, la aplicación y el período de vida de los conocimientos profesionales tradicionales sean cada vez menos útiles para la mayoría trabajadora. Una educación técnica única, como se la entiende por lo general, ya no basta para tener éxito en economías que permanentemente sufren revoluciones de las nuevas tecnologías de la información. Sin embargo, otorgar entrenamientos para cambiar a nuevas carreras es una respuesta vacua al ritmo, la escala y la profundidad del cambio al que nos enfrentamos. No es que la mayoría de la gente deba esperar tener más trabajos durante una vida laboral, ni tener que hacer uno o más cambios de vocación. Más bien, la idea misma de hacer carrera tiene cada vez menos sentido en las vidas laborales de la gente. Muchas de las prácticas y de las instituciones que heredamos de fases anteriores son inadecuadas para el mundo de trabajo que las nuevas tecnologías han traído consigo. Lo que se necesita es un nuevo enfoque emprendedor para prepararse para la vida laboral, junto a reformas de su infraestructura - pensiones, recaudación fiscal, créditos y similares - y una alteración básica de la educación”.

“Richard Sennett, en su libro sobre la Corrosión del Carácter manifiesta que algunas políticas social- democráticas puedan revivir las formas de continuidad que regían la vida laboral y comunitaria del pasado. Pero las políticas sociales democráticas del pasado no pueden detener las


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fuerzas que están generando el declive de la carrera. Además, las panaceas estériles de la flexibilidad laboral, la eficiencia del mercado y similares del período neoliberal tampoco responden adecuadamente a los extensos efectos de un nuevo mundo laboral incipiente. Se necesita una nueva forma de pensar respecto a las vidas económicas de los individuos; esta forma de pensar debe estar dispuesta a aceptar la decadencia de la carrera y a adoptarla como oportunidad para fomentar prácticas laborales más adecuadas a las realidades actuales. Es imposible recuperar el entorno económico que dio sustento a la institución de la carrera. Es más sensato considerar, examinando las fuerzas que están cambiando la naturaleza del trabajo, cómo hacer que, tras el fin de la carrera, la vida laboral vuelva a estar al servicio de la autonomía personal y de la cohesión social. Entre las muchas causas del declive de la carrera, tres resultan particularmente significativas. En primer lugar, hay nuevas tecnologías que han dirigido un cambio enorme. En segundo lugar, nos encontramos con una progresiva adaptación de productos y servicios a necesidades particulares. En tercer lugar, tenemos el impacto de la globalización” ((Flores F., Gray J. 2009).

Panorama económico incierto. Un ángulo más de análisis del entorno laboral lo constituye el panorama económico nacional adverso en el que aún no se manifiesta una recuperación total de la crisis de 2008.

“A raíz de la recesión económica actual, las preocupaciones con relación al empleo se han centrado principalmente en la cantidad de puestos de trabajo perdidos o creados; sin embargo, es necesario examinar con detenimiento otro factor de capital importancia, a saber, la calidad del empleo, cuyas características más relevantes son: la estabilidad que ofrece al trabajador, su protección de seguridad social, la capacidad de compra de las remuneraciones

salariales o el aprovechamiento de las capacidades productivas de los trabajadores.

Dicha preocupación se enmarca en la elevada tasa de desocupación, calculada por el INEGI, para el mes de junio de 2010 (5.05 %), que aún rebasa en al menos 1.3 puntos porcentuales a los datos anteriores a la crisis, cifra que no ha

cedido a pesar de los 513 mil 373 nuevos trabajadores cotizantes al IMSS, reportados para el primer semestre de ese año.

Una de los efectos más notorios de la crisis en el mercado laboral ha sido la marcada pérdida de empleos permanentes, en comparación con la variación de puestos de trabajo eventuales. Tras el estallido de la turbulencia financiera y hasta el punto más bajo de la recesión económica, es decir, entre octubre de 2008 y mayo de 2009, se habían perdido 701 mil 316 empleos con seguridad social. Sin embargo, el número de cotizantes permanentes al IMSS disminuyó en 570 mil 819 personas, mientras que sólo se perdieron 130 mil 497 puestos de trabajo eventuales, es decir, 4 de cada 5 plazas perdidas eran permanentes.

Hasta el cierre de junio de 2010 se ha logrado recobrar el 88.4 por ciento de los empleos perdidos. Sin embargo, llama la atención la rápida recuperación de los puestos de trabajo eventuales. Pues mientras que en octubre de 2009 ya se habían recobrado la totalidad de las plazas eventuales que se tenían en octubre de 2008, no ha sucedido lo mismo con los empleos permanentes, de los cuales aún faltan por recuperar 194 mil 471. Este mismo hecho se observa en


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que los puestos de trabajo eventuales alcanzaron una tasa de crecimiento promedio anual de 14.7 por ciento, mientras que los empleos permanentes solo crecieron 2.8 por ciento. A lo anterior, hay que agregar que, la pérdida de empleos en el sector formal acentuó la informalidad, pues, de tener 81.6 empleos informales por cada 100 empleos con seguridad social en el cuarto trimestre de 2008, pasamos a tener 90.2 empleos informales por cada 100 cotizantes al IMSS, lo cual equivale a un retroceso de 5 años en el crecimiento del empleo formal. Todos estos factores permiten apreciar que, como reacción a la situación económica, aún incierta, los empleadores continúan actuando con reservas y buscan mantener al mínimo sus plantillas laborales, contratando únicamente empleados eventuales (por honorarios o comisiones) y sin prestaciones de seguridad social.

El análisis anterior permite concluir que lejos de haber superado la crisis en materia laboral, las políticas públicas emprendidas por el Gobierno Federal sólo han incentivado la creación de empleos eventuales, sin protección de seguridad social y con menores remuneraciones, de manera que se ha disminuido la calidad del empleo al tiempo que se aumenta su precariedad. Asimismo, esto tiene implicaciones de largo plazo sobre las finanzas públicas, pues se incrementa el gasto público a través de programas sociales que subsidian a la informalidad y se disminuye la capacidad de ahorro de los trabajadores para su retiro. Finalmente, persiste el reto de crear empleos con calidad para los 2.5 millones de desempleados y 13.0 millones de personas que han dejado de buscar trabajo o no lo buscan porque consideran que no tienen oportunidades, las cuales, en conjunto, conforman el 19.4 por ciento de la población mayor de 14 años del país”. (Centro de Estudios de las Finanzas Públicas. Notacefp / 029 / 2010).

Ámbito empresarial dominantemente Mipyme. Padrón de empresas mexicanas mayoritariamente “micros” que no cuentan con solidez financiera para el empleo de personal profesional para la administración de los negocios es otra característica del mercado laboral que enfrentarán los egresados de la FCA.

Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) constituyen la columna vertebral de la economía nacional por su alto impacto en la generación de empleos y en la producción nacional. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en México existen aproximadamente 4 millones 15 mil unidades empresariales, de las cuales 99.8% son MIPYMES que generan 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y 72% del empleo en el país.

“Por la importancia del tema en la economía y en el empleo en particular, algunos autores consideran que es grande el número de micros y pequeñas empresas (MYPES) no porque sea un éxito la política económica en el ámbito empresarial; opinan que son muchas, por el enorme despido de personal provocado por la crisis financiera, así como por el uso intensivo del capital en los procesos de fabricación del paradigma posfordiano, que si bien es cierto que incentivan y usan algunas pequeñas y medianas industrias como sus proveedores dentro de la “producción flexible”, la inmensa mayoría subyace en la microempresa del resto de sectores económicos, que no tienen más alternativa que autoemplearse. Además las MYPES efectivamente no remuneran significativamente a los trabajadores que laboran en esos estratos empresariales, lo cual es preocupante porque siendo la mayoría, se infiere que pagan sueldos y salarios bajos a sus


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empleados, situación que en parte explica la alta rotación de personal que permanece en sus puestos sólo mientras se capacita y encuentra empleos mejor remunerados y permanentes” Sánchez Barajas, Genaro (2009).

La combinación de todas estas variables ilustra un panorama laboral complejo, situación que obliga a las instituciones de educación superior, a realizar un ejercicio permanente de acercamiento con los empleadores y medir el comportamiento del entorno en cuanto a la satisfacción de los servicios profesionales de sus egresados para detectar pautas de modificación y mejora en los planes y programas de estudio.

PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN 1. ¿El egresado de la licenciatura en contaduría pública de la UASLP tiene capacidad para

desempañarse en la administración de impuestos, costos, finanzas corporativas y auditoría?

2. ¿Requiere el mercado laboral los servicios profesionales que presta al contador público?

3. ¿El empleador del contador público identifica las funciones que éste realiza y está dispuesto a pagar por sus servicios?

4. ¿Se reconoce en el mercado laboral la contribución que aporta el contador público para la administración de una organización?

HIPOTESIS Los empleadores del contador público egresado de la UASLP identifican cuáles servicios profesionales le requieren, están dispuestos a pagar por ellos y consideran satisfactorio su desempeño, porque valoran el impacto social que representa su contribución para el mejor cumplimiento de la normatividad financiera y legal vigente en el entorno, además que les proporciona una base para la mejor administración de sus organizaciones.

METODOLOGIA La investigación se realizó a través de un estudio exploratorio, en una muestra representativa considerando que la primera generación de contadores públicos de la UASLP formada bajo el modelo de competencias es de 250 estudiantes, que a partir de junio de 2011se incorporarán al mercado laboral como profesionistas. Se levantaron 99 encuestas dirigidas a los empleadores del sector privado principalmente e inmersos en muy diversos giros. En su mayoría y de acuerdo con su número de empleados, en la categoría de micros y pequeñas empresas.

Los cuestionarios aplicados se diseñaron con escala de Likert. Consta de dos partes: la primera reúne información general de la empresa y la segunda parte con cuatro apartados y cuestionamientos puntuales para diagnosticar el grado de satisfacción del empleador respecto al desempeño general del contador público, su formación profesional, la aceptación de sus servicios y la remuneración que se les ofrece. Para la evaluación de los resultados de utilizó el software SPSS-17.

RESULTADOS Generalidades


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Se aplicaron 99 encuestas, el 94% en empresas del sector privado y 6% en el sector público.

Con respecto al giro o actividad principal de las organizaciones que participaron en la encuesta el 60% corresponden a despachos de contadores públicos que prestan sus servicios profesionales independientes por lo que se amplía su visión del mercado laboral, por lo que su aportación para esta investigación cobra relevancia. Sus carteras de clientes están constituidas por entidades muy diversificadas y representativas de la economía local y regional. El resto de las entidades participantes corresponden en un 9% al sector industrial, el 8% al sector comercial; la construcción y el de servicios de hoteles y restaurantes con un 7% cada uno. En el sector gubernamental el 3%, en servicios financieros el 2% y en el educativo el 1%. El 3% del total no respondió.


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La determinación del tamaño de la empresa corresponde a la clasificación por número de empleados como sigue:

Tamaño de la empresa: Sector: No. de empleados:

Micro Todas Hasta 10

Pequeña Comercio De 11 a 30

Industria y servicios De 11 a 50

Mediana Comercio De 31 a 100

Servicios De 51 a 100

Industria De 51 a 250

Publicada en el Diario Oficial de la Federación del 30 de junio de 2009. Por lo tanto se consideraron grandes empresas las que superaron el número de trabajadores indicado en el rango anterior, según el sector al que pertenecen.


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Para determinar el grado de satisfacción del empleador del contador público en San Luis Potosí, se cuestionó sobre la capacidad del egresado de la UASLP para desempañarse en la administración de impuestos, costos, finanzas corporativas y auditoría.

La opinión de los empleadores pone de manifiesto que una fortaleza en los contadores públicos que contrata es la preparación en el tema fiscal. Así se demuestra al calificarse de satisfechos a absolutamente satisfechos en el desempeño sobre los siguientes aspectos: gestiones ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 78.8%, orientación para el cumplimiento de la Ley del Infonavit, 64.6%; apoyo en el cumplimiento de las disposiciones de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) 83.8%, cálculo de impuestos, 84.9%; manejo de software para la presentación de declaraciones, 78.8%; trámites de devoluciones y compensaciones, 68.7%; asesoría para el registro de los contribuyentes, 72.8% y solicitud y contestación de promociones ante autoridades fiscales 69.6%, como se aprecia en las siguientes gráficas.


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Se distingue por otra parte, un área de oportunidad en las especialidades de finanzas, costos y auditoría, al mostrarse la mayoría de los encuestados como indiferentes con respecto al grado de satisfacción por los servicios recibidos de los contadores públicos en estas áreas.

Al cuestionarse sobre el nivel de preparación del egresado para desarrollar un sistema de costos en una escala de uno a diez, el mayor porcentaje 20.2% se concentró en el 7; el 19.2% en 8; el 15.2% en el 6; el 14.1% en el 10; el 13.1% en el 9; el 10.1% en el 5 y solo el 6% lo calificó con 2 a 4 puntos. El 2.1% no contestó.

En relación a las actividades de auditoría que derivan en el dictamen de estados financieros el 22.2% de los encuestados se mostraron satisfechos con el desempeño del contador público, no obstante, con un nivel muy cercano, el 21.2% se manifestaron indiferentes con respecto a este


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servicio, por lo que se detecta la necesidad de mejorar la preparación del egresado en este tema. El 16.2% dijo estar absolutamente satisfecho y muy satisfecho el 15.2%. Los empleadores que se mostraron absolutamente insatisfechos, muy insatisfechos e insatisfechos con este trabajo suman 13.2%.

La preparación del contador público formado en la UASLP para implementar un sistema de información financiera se cuestionó en escala de a uno a diez. El 28.3% lo califica en 8 puntos. Menor a eso se ubica el 41.4% de las respuestas, lo que advierte otra área de mejora para la Institución. El 16.2% otorgó un 10 y el 12.1% un 9. El 2% no respondió.


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Aspectos muy operativos del tema financiero recibieron las siguientes opiniones de los encuestados: de satisfechos a absolutamente satisfechos el 66.6% sobre gestiones ante instituciones financieras, el 55.6% respecto a trámites de crédito y 30.4% en asesoría para instrumentos de inversión. En este último tema el 56.6% se manifestó de muy insatisfecho a indiferente.


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De acuerdo a las opiniones manifestadas por los encuestados, la profesión de la contaduría pública mantiene su posicionamiento en el mercado laboral, con características distintivas en su perfil, que permiten a los empleadores requerir sus servicios, sin que para ello exijan que el egresado se encuentre en situación de pasantía o haya obtenido su titulación. Las representaciones gráficas de los siguientes cuestionamientos señalan:

El 73.7 % de los entrevistados respondió negativamente.

Para diagnosticar el nivel en que el empleador identifica las funciones del contador público y su disponibilidad para pagar sus servicios, los ítems de la encuesta se presentaron por nivel de concordancia. Sobre la claridad de los servicios que presta este profesionista el 47.5% se calificó como absolutamente de acuerdo; el 39.4% entre de acuerdo y muy de acuerdo; solo el 11.1% de indiferente a absolutamente en desacuerdo. Sobre el tema de la obsolescencia del trabajo contable ante los avances tecnológicos se cuestionó si con un programa especializado el empleador puede prescindir de los servicios de un contador, las respuestas fueron las siguientes: el 45.5% absolutamente en desacuerdo; muy en desacuerdo el 14.1%; en desacuerdo el 27.3%. De indiferente a absolutamente de acuerdo solo el 10%. El 3% no contestó.


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A la pregunta de si el entrevistado ha sustituido al contador público con personal técnico, el 62.6% de los entrevistados se manifestó de absolutamente en desacuerdo a estar en desacuerdo. Sin embargo el 16.2% señaló que si lo ha hecho. Para el 11.1% es indiferente y el 6.1% dijo estar de acuerdo con esta acción. El 4% no respondió.

Una auscultación significativa en el entorno con respecto a los objetivos académicos de la FCA de la UASLP se refirió a la importancia de que el profesionista esté titulado para ser contratado. El 25.3% de los encuestados se mostró indiferente ante este requisito de eficiencia terminal para la institución. Y el 33.4% está en algún nivel de desacuerdo. Solo para el 15.2% es un elemento imprescindible y en un grado de acuerdo a que ya no sea pasante está el 23.3%.

Al reconocer los servicios del contador público necesarios en su organización, el 32.3% de los empleadores encuestados se manifestaron de acuerdo a considerar siempre en su presupuesto el pago correspondiente El 25.3% respondió absolutamente de acuerdo, el 17.2% muy de acuerdo. En contraposición el 8.1% se manifestó absolutamente en desacuerdo, el 9.1% indiferente, el 2% muy en desacuerdo, el 4% en desacuerdo y el 2% no contestó.


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De acuerdo a los rangos de remuneración mensual por los servicios del contador público en San Luis Potosí, que se reportaron en el diagnóstico, el 37.4% percibe de 5,001 a 10,000 pesos. En orden descendente, el siguiente rango es de 3,001 a 5,000, con un 24.2%. El 18.2% de los encuestados paga hasta 3 mil pesos. El 9.1% de 10,001 a 15,000 pesos. El 8.1% paga más de 20 mil pesos y el 2% de 15,001 a 20 mil pesos mensuales. El 1% no respondió.

A fin de detectar si se reconoce en el mercado laboral la contribución que aporta el contador público para la administración de una organización se cuestionó en la encuesta, en escala de uno a diez si el egresado de la licenciatura en contaduría pública de la UASLP tiene un desempeño profesional ético, el porcentaje mayor 39.4% lo calificó con 10 seguido del 29.3% que otorgó un


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9; el19.2% calificó con 8; el 8.1% con 7; el 2% con 6 y solo un 1% lo ubicó en 5, el 1% no contestó. Estos resultados muestran otra fortaleza muy importante reconocida por el entorno.

Otro aspecto del desempeño del contador público fue en el sentido de si éste es superior a lo que especifica su puesto. Los resultados califican con 10 el 31.3% de los encuestados, con 8 el 25.3%; con 9 el 20.2%, con 7 el 12.1%; el 5.1% otorgó un 6; el 41% con 5 y el 1% señaló un 4.

Acerca de la responsabilidad con que realiza su trabajo el 45.5% de los empleadores calificó con 10; el 26.3% indicó 9; el 19.2 opinó que 8; entre 5 y 7 puntos consideró el 6% y 3% no respondió.

En lo referente a la adaptación del egresado de la FCA para trabajar en equipo el porcentaje máximo 33.4%, le otorgó 9, seguido del 29.3% que indicó 10. El 22.2% de los encuestados ubicó en 8 su respuesta. El 10.1% indicó 7; 2% un 6 y otro 2% un cinco.1%no respondió.

La calificación sobre la capacidad que tiene el contador público para resolver problemas se ubicó en 9 puntos para el 28.3% de los empleadores. Un porcentaje igual de 26.3% calificó con 10 y con 8 respectivamente. El 15.1% otorgó un 7, el 1% un 6 y el 2% un 5. El 1% no contestó.


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Las siguientes competencias se presentaron en grado de concordancia: ¿sabe trabajar bajo presión? El 38.5% señaló estar absolutamente de acuerdo, el 28.3% muy de acuerdo, el 23.2% de acuerdo. Para el 3% es indiferente, el 3% en desacuerdo y un 3% más muy en desacuerdo. El 1% no respondió.

Sobre la capacidad del egresado de contaduría pública de la UASLP para manejar conflictos el mayor porcentaje de las respuestas 34.3% se mostró muy de acuerdo; el 26.3% estuvo de acuerdo; absolutamente de acuerdo se manifestó el 23.2% y el 15.2% agrupa las opiniones de indiferente a muy en desacuerdo. No hubo respuestas del 1% de los encuestados.


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El 33.3% de los empleadores dijo estar de acuerdo acerca de que el contador público es competente en la toma de decisiones. El 30.3% opinó estar absolutamente de acuerdo en este aspecto, seguido del 21.2% que se dijo estar muy de acuerdo. El 8.1% se mostró indiferente, el 5.1% en desacuerdo y solo el 1% muy en desacuerdo. El 1% no contestó.

Sobre la capacidad para relacionarse con sus compañeros de trabajo y con el público, el mayor porcentaje, 33.3% dijo estar absolutamente de acuerdo. El 31.4% muy de acuerdo, el 27.3% de acuerdo; el 4% respondió indiferente, el 2% en desacuerdo y otro 2% no contestó.

Tener la competencia para manejar programas computacionales fue calificada por el 36.4% como absolutamente de acuerdo; el 29.3% de acuerdo, el 26.3 muy de acuerdo; el 4% se mostró indiferente y el 3% en desacuerdo. Del 1% no hubo respuesta.


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CONCLUSIONES Los resultados del diagnóstico del entorno laboral en San Luis Potosí del contador público egresado de la UASLP permiten aceptar la hipótesis planteada en esta investigación al confirmarse que se trata de una profesión bien posicionada en el mercado laboral. Las remuneraciones que se ofrecen tienden a ser bajas, pero congruentes con el panorama en que se encuentra la zona. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI de 2010, la entidad potosina ocupa el sitio 29 en el indicador de deterioro laboral de los 32 estados de la República Mexicana.

De acuerdo a las opiniones de los empleadores las principales fortalezas que advierten en el licenciado en contaduría giran en torno a competencias cualitativas, porque se le considera un profesional ético, responsable, con capacidad para tomar decisiones, manejar conflictos, trabajar bajo presión y en equipo con un desempeño superior a lo que requiere el puesto para el que se le contrata.

Respecto a la preparación académica se advierte otra fortaleza en la capacidad de respuesta para el usuario fiscal. Las áreas de oportunidad para la formación profesional se detectaron en auditoría, finanzas y costos, mismas que deben implementarse de inmediato por dos circunstancias: en este ciclo escolar 2010-2011 egresa la primera generación de licenciados en contaduría pública formada bajo un modelo de competencias en respuesta a las tendencias globales para la educación superior y resulta por demás oportuno diseñar estrategias de mejora continua. Esta acción está concatenada con la segunda consideración: en un entorno laboral crítico por los altos niveles de desempleo y subempleo, no debe perderse la aceptación y convencimiento de los empleadores respecto a la utilidad del servicio del profesional de la contaduría pública, para el cual se mantiene la oportunidad de contratación al egresar de la Facultad.

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