DEUDA Y RESCATEDEUDA Y RESCATE

GILGARAL – Edición: 09/08/2008GILGARAL – Edición: 09/08/2008

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En la antevíspera de la navidad de 1856, Doña En la antevíspera de la navidad de 1856, Doña María Correia da Silva; señora de extensos María Correia da Silva; señora de extensos

haberes, retornaba a la hacienda del Vale, a las haberes, retornaba a la hacienda del Vale, a las márgenes de río Paraíba (Brasil), después de márgenes de río Paraíba (Brasil), después de

casi un año de paseo y reposo en la Corte.casi un año de paseo y reposo en la Corte.

Acompañada de numerosos amigos que Acompañada de numerosos amigos que disfrutarían de su festiva hospitalidad, la orgullosa disfrutarían de su festiva hospitalidad, la orgullosa matrona, en la tarde lluviosa y oscura, recibía a los matrona, en la tarde lluviosa y oscura, recibía a los sesenta y dos esclavos de su casa, que sonrientes sesenta y dos esclavos de su casa, que sonrientes

y humildes le pedían la bendición.y humildes le pedían la bendición.

En la sala grande, noblemente sentada en vieja En la sala grande, noblemente sentada en vieja poltrona sobre largo estrado que le permitía una poltrona sobre largo estrado que le permitía una mayor visión, hacía un gesto de complacencia a mayor visión, hacía un gesto de complacencia a distancia, para cada servidor que exclamaba de distancia, para cada servidor que exclamaba de

rodillas:rodillas:

- ¡Loado sea Nuestro Señor Jesucristo, Señora!- ¡Loado sea Nuestro Señor Jesucristo, Señora!

-¡Loado sea! – acentuaba Doña María con una ¡Loado sea! – acentuaba Doña María con una terrible severidad que se traslucía en su voz.terrible severidad que se traslucía en su voz.

Viejitos de cabeza blanca, hombres rudos del Viejitos de cabeza blanca, hombres rudos del campo, mujeres desfiguradas por el sufrimiento, campo, mujeres desfiguradas por el sufrimiento, jóvenes y niños, desfilaban para la bienvenida.jóvenes y niños, desfilaban para la bienvenida.

Con todo, en un ángulo alejado, una pobre joven Con todo, en un ángulo alejado, una pobre joven mestiza, sustentando en los brazos a dos niños mestiza, sustentando en los brazos a dos niños

recién nacidos, bajo la feroz atención del capataz recién nacidos, bajo la feroz atención del capataz desalmado, esperaba a su vez.desalmado, esperaba a su vez.

Fue la última que se aproximó para la salutación.Fue la última que se aproximó para la salutación.

La hacendada soberana se levantó, llamó junto a La hacendada soberana se levantó, llamó junto a sí al cancerbero humano que seguía de cerca a…sí al cancerbero humano que seguía de cerca a…

la joven esclava, y antes de que la pobrecita la joven esclava, y antes de que la pobrecita le dirigiese la palabra, le habló duramente:le dirigiese la palabra, le habló duramente:

- Matilde; guarde a las crías en la choza y Matilde; guarde a las crías en la choza y encuéntreme en la explanada. Necesitamos encuéntreme en la explanada. Necesitamos

conversar.conversar.

- La interpelada obedeció sin vacilar.La interpelada obedeció sin vacilar.

Y alejándose del recinto en dirección del patio, Y alejándose del recinto en dirección del patio, Doña María Augusta y el capataz con el látigo Doña María Augusta y el capataz con el látigo

empuñado cuchicheaban entre si.empuñado cuchicheaban entre si.

En el gran patio que la noche ahora amortajaba En el gran patio que la noche ahora amortajaba como sombra espesa, la madrecita desafortunada como sombra espesa, la madrecita desafortunada

vino a atender la orden recibida.vino a atender la orden recibida.

- Acompáñenos – determinó Doña María, Acompáñenos – determinó Doña María, austeramente.austeramente.

- Guiados por el rudo capitán de campo, las dos Guiados por el rudo capitán de campo, las dos mujeres abordaron la margan del río desbordante.mujeres abordaron la margan del río desbordante.

- Nubes terribles convivían en el cielo con los Nubes terribles convivían en el cielo con los horribles rugidos de los truenos remotos.horribles rugidos de los truenos remotos.

Se derramaba el Paraíba en soberbio espectáculo Se derramaba el Paraíba en soberbio espectáculo de grandeza, dominando el extenso valle.de grandeza, dominando el extenso valle.

Doña María pasó la mirada fulgurante en la Doña María pasó la mirada fulgurante en la mestiza humillada y habló:mestiza humillada y habló:

-¡Diga de quien son esas dos “crías” nacidas en ¡Diga de quien son esas dos “crías” nacidas en mi ausencia.mi ausencia.

- ¡De “Niho” Zico, señora!¡De “Niho” Zico, señora!

- ¡Miserable! – gritó la poderosa propietaria – ¡Miserable! – gritó la poderosa propietaria – mi hijo no me daría semejante disgusto. ¡Niegue mi hijo no me daría semejante disgusto. ¡Niegue

esa infamia!esa infamia!

- ¡No puedo! ¡No puedo!¡No puedo! ¡No puedo!

-La patrona encolerizada miró de relance el La patrona encolerizada miró de relance el paisaje desierto y bramó enronquecida:paisaje desierto y bramó enronquecida:

- ¡Nunca más verá usted esas criaturas que odio.¡Nunca más verá usted esas criaturas que odio.

- ¡Ah! señora – sollozó la infeliz – ¡no me separe ¡Ah! señora – sollozó la infeliz – ¡no me separe de mis niños! ¡No me separe de mis niños! ¡Por el de mis niños! ¡No me separe de mis niños! ¡Por el

amor de Dios!amor de Dios!

- No la quiero a usted más aquí, y esas crías No la quiero a usted más aquí, y esas crías serán entregadas para la venta.serán entregadas para la venta.

- ¡No me expulse, señora! ¡No me expulse!¡No me expulse, señora! ¡No me expulse!

- ¡Desvergonzada, de hoy en adelante usted ¡Desvergonzada, de hoy en adelante usted es libre!es libre!

Y después de un expresivo gesto hacia su Y después de un expresivo gesto hacia su compañero, afirmó irónica:compañero, afirmó irónica:

- Libre. Podrá usted trabajar en otra parte para Libre. Podrá usted trabajar en otra parte para comprar esos retoños malditos.comprar esos retoños malditos.

Matilde sonrió en medio del copioso llanto, y Matilde sonrió en medio del copioso llanto, y exclamó:exclamó:

-¡Ayúdeme señora. Si es así, daré mi sangre ¡Ayúdeme señora. Si es así, daré mi sangre para recobrar a mis hijitos!para recobrar a mis hijitos!

Doña María Augusta le indicó el enorme Paraíba Doña María Augusta le indicó el enorme Paraíba y sentenció:y sentenció:

-¡Usted está libre pero huya de mi presencia. ¡Usted está libre pero huya de mi presencia. Atraviese el río y desaparezca!Atraviese el río y desaparezca!

- ¡Señora, así no! ¡Tenga piedad de su cautiva! ¡Señora, así no! ¡Tenga piedad de su cautiva! ¡Ay, Jesús! No puedo morir.¡Ay, Jesús! No puedo morir.

Pero, a una señal de la patrona, el capataz Pero, a una señal de la patrona, el capataz envilecido, estalló el látigo en el dorso de la joven, envilecido, estalló el látigo en el dorso de la joven,

que osciló indefensa, cayendo en la corriente que osciló indefensa, cayendo en la corriente profunda.profunda.

- ¡Socorro! ¡Socorro, mi Dios! ¡Ayúdame, Nuestro ¡Socorro! ¡Socorro, mi Dios! ¡Ayúdame, Nuestro Señor! – gritó la pobre, debatiéndose en las aguas.Señor! – gritó la pobre, debatiéndose en las aguas.

Sin embargo, en pocos instantes solamente un Sin embargo, en pocos instantes solamente un cadáver de mujer descendía río abajo, ante el cadáver de mujer descendía río abajo, ante el

silencio de la noche.silencio de la noche.

PASARON CIEN AÑOS…PASARON CIEN AÑOS…

En la antevíspera de la Navidad de 1956, Doña En la antevíspera de la Navidad de 1956, Doña María Augusta Correia da Silva, reencarnada, María Augusta Correia da Silva, reencarnada, estaba en la ciudad de Pasa-Cuatro, al sur de estaba en la ciudad de Pasa-Cuatro, al sur de

Minas Gerais (Brasil).Minas Gerais (Brasil).

Se mostraba en otro cuerpo de carne, como Se mostraba en otro cuerpo de carne, como quien cambia de vestuario, pero era ella misma, quien cambia de vestuario, pero era ella misma,

con la diferencia de que en vez de rica con la diferencia de que en vez de rica latifundista, era ahora apagada mujer en latifundista, era ahora apagada mujer en

rigurosa lucha para ayudar al marido en la rigurosa lucha para ayudar al marido en la dura consecución del pan diario.dura consecución del pan diario.

Sufría en el hogar las privaciones de los Sufría en el hogar las privaciones de los esclavos de otros tiempos.esclavos de otros tiempos.

Era madre, padeciendo aflicciones y sueños. Era madre, padeciendo aflicciones y sueños. Meditaba en los hijitos ante la expectativa de Meditaba en los hijitos ante la expectativa de la navidad, cuando la lluvia sobre el tejado se la navidad, cuando la lluvia sobre el tejado se

hizo más intensa.hizo más intensa.

Un horrible temporal se desataba en la región.Un horrible temporal se desataba en la región.

Se anegó todo alrededor de la sencilla casa.Se anegó todo alrededor de la sencilla casa.

La pobre señora, viendo el agua invadirle La pobre señora, viendo el agua invadirle el reducto doméstico, avanzó hacia afuera, el reducto doméstico, avanzó hacia afuera,

seguida del esposo y de los niños.seguida del esposo y de los niños.

Las aguas, sin embargo, subían siempre en Las aguas, sin embargo, subían siempre en torbellino envolvente y destructor, arrastrando torbellino envolvente y destructor, arrastrando

lo que se oponía a su paso.lo que se oponía a su paso.

Delante de la ex-hacendada se erguía un río Delante de la ex-hacendada se erguía un río inesperado e inmenso y, en un momento dado, inesperado e inmenso y, en un momento dado,

oprimida por el dolor ante la violenta separación oprimida por el dolor ante la violenta separación del compañero y de los pequeñitos, cayó en el del compañero y de los pequeñitos, cayó en el

caudal, gritando desesperada:caudal, gritando desesperada:

- ¡Socorro! ¡Socorro, mi Dios! ¡Ayúdame Nuestro - ¡Socorro! ¡Socorro, mi Dios! ¡Ayúdame Nuestro Señor!Señor!

Pero, transcurridos algunos momentos, apenas Pero, transcurridos algunos momentos, apenas un cadáver de mujer descendía corriente abajo, un cadáver de mujer descendía corriente abajo,

ante el silencio de la noche.ante el silencio de la noche.

La vieja hacienda del Vale del Paraíba, rescató el La vieja hacienda del Vale del Paraíba, rescató el débito que contrajera delante de la Ley Divina.débito que contrajera delante de la Ley Divina.

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““La siembra es libre, pero la cosecha es La siembra es libre, pero la cosecha es obligatoria. Esa es la ley”obligatoria. Esa es la ley”

Tomado del libro “Cuentos y Apólogos”, Tomado del libro “Cuentos y Apólogos”, de Francisco Cándido Xavierde Francisco Cándido Xavier