descubriendo el cerebro y la mente n79
DESCRIPTION
Revista neurocienciasTRANSCRIPT
Pág
ina1
Pág
ina2
Neurociencias y Neurosicoeducación:
Neurobiología del deseo y el placer. Pág. 3
Espontaneidad. Pág. 9
Adolescencia y consumo de drogas “legales” e ilegales para adolescentes
(cuarta parte). Pág. 12
Liberación de estrés y mordiscones. Pág. 18
La vida moderna y los ritmos circadianos. Pág. 22
Dormir y descansar (segunda parte). Pág. 26
Nuestro punto débil. Pág. 29
Neurociencias y Educación:
¿Por qué el ejercicio y el cerebro son aliados en el aprendizaje? (segunda
parte). Pág. 33
Estrés, neuroplasticidad y aprendizaje. Pág. 42
Clases cerebralmente amigables para que sus alumnos recuerden lo que usted
les enseña (segunda parte). Pág. 46
Infografía:
Neurona Multipolar. Pág. 51
Notas y artículos:
Dr. Nse. Carlos A. Logatt Grabner, Dr. Roberto Rosler, Dr. Nse. Luis María
Labath, Lic. Mariela Vestfrid, Nse. Marita Castro, Prof. Nse. Carlos Teisaire
Pág
ina3
Neurociencias y Neurosicoeducación
Neurobiología del deseo y el placer
Dr. Nse. Carlos A. Logatt Grabner
LinkedIn: Clic aquí.
El deseo y el placer forman parte de nuestra vida cotidiana y han sido fundamentales para
la evolución y la supervivencia de los seres humanos y de las otras especies. Para que la
UCCM (unidad cuerpo cerebro mente) vea garantizada su principal función ―la
supervivencia― debe ser capaz de alimentarse, reproducirse y pasar sus genes a las
próximas generaciones.
Durante el transcurso de la evolución, en el cerebro se fue desarrollado un sistema a
través del cual la realización de funciones como las citadas anteriormente, tan vitales para
la supervivencia, fueron premiadas con sensaciones sumamente agradables.
Este sistema cerebral de búsqueda y obtención de la recompensa se basa en dos partes
que pueden trabajar acopladas o por separado:
El deseo y el disfrute
Las áreas cerebrales más importantes de despertar y sostener el deseo son:
1) núcleo accumbens;
2) área tegmental ventral;
3) pálido ventral (área ventral del globo pálido);
4) ínsula.
Pág
ina4
Todas utilizan la dopamina como principal neurotransmisor.
Algo importante de destacar es que cuanto más altos son los niveles de dopamina liberada
en esta red neural, mayor será el nivel de motivación que un ser vivo tendrá para alcanzar
su objetivo. Por lo contrario, si los niveles de dopamina liberada son bajos, o muy bajos, se
presenta poco o casi ningún grado de motivación, deteniendo la acción ante el menor
obstáculo. Por lo tanto, en la actualidad, la dopamina se considera sumamente
relacionada con el grado de deseo y motivación alcanzado.
Aquí podría comenzar a encontrarse una explicación a la causa del porqué una droga que
ya no produce placer a un adicto (anhedonia), sin embargo aún lleva a ésta persona a
sentir una necesidad imperiosa de consumirla.
La capacidad de sentir placer está relacionada, según los estudios Morten L. Kringelbach,
de la Universidad de Oxford, y de Kent C. Berridge, de la Universidad de Michigan, con los
denominados centros hedónicos, formados por áreas del núcleo accumbens y del pálido
ventral (un área cercana a la base del prosencéfalo que recibe sus aferencias del núcleo
accumbens). Ambas estructuras están ampliamente conectadas entre sí y, además, con
otras zonas cerebrales, para conformar un poderoso circuito de placer.
En los centros hedónicos, uno de los neurotransmisores que se libera ante un estímulo
placentero, por ejemplo el olor o la visión de un chocolate, es la encefalina, que coopera,
a su vez, para que se pueda liberar otro neurotransmisor en las neuronas postsinápticas
vecinas, la anandamida. Al difundirse este nuevo neurotransmisor desde su lugar de
liberación, interacciona con receptores ubicados en la primera neurona que había liberado
encefalinas aumentando la liberación de éstas. Creándose así un ciclo de
retroalimentación positivo que permite intensificar el placer percibido.
Las encefalinas y endorfinas, que son péptidos opioides endógenos ubicados en el
cerebro, también se producen en la glándula pituitaria y son liberados como hormonas.
Tienen acción analgésica y gran afinidad con los receptores de la morfina; regulan el dolor
y la nocicepción corporal. El término opioide se utiliza para designar aquellas sustancias
Pág
ina5
endógenas o exógenas que tiene un efecto análogo al de la morfina y poseen actividad
intrínseca.
La anandamida es un cannabinoide que sintetiza nuestro propio cuerpo de forma natural
(endógeno) para equilibrar nuestras reacciones químicas internas, principalmente, del
sistema nervioso central. Su nombre deriva de la palabra sánscrita "ananda" (beatitud o
bienestar interior) y la palabra usada en química amida. Se la relaciona con el alivio del
dolor y, por ello, con el circuito de recompensa.
No obstante, este circuito no se activa de forma solitaria e inconsciente, pues también lo
hacen otras áreas que permiten que las sensaciones placenteras se hagan conscientes.
Estas áreas superiores contribuyen, además, a determinar cuán agradable es una
experiencia en una circunstancia concreta.
Las áreas cerebrales superiores son la
ínsula, la corteza cingular anterior y el área
orbitofrotal. Éstas están preparadas para
modular la representación consciente del
placer, permitiéndonos, por un lado,
percibir el bienestar recibido que asociamos
con la gratificación y, por el otro, atenuar
las sensaciones cuando consideramos que
ya tenemos suficiente.
Con la ayuda de técnicas de neuroimagen se
ha podido observar en acción la corteza
órbitofrontal ―un área que controla la
saciedad selectiva― y se vio que cuando un
sujeto toma un primer vaso de leche con
chocolate, la misma exhibe una gran
actividad pero cuando la persona está
satisfecha, ésta cesa. También una barra de
Pág
ina6
chocolate es menos apetecible luego de que alguien se atiborre con una bandeja de
brownies, pero muy deseable si está en ayunas.
En circunstancias normales, los circuitos que relacionan la búsqueda de placer con los de
recompensa están interrelacionados entre sí a través del sistema dopaminérgico, de tal
modo que deseamos lo que nos hace sentir bien —algo muy lógico para la supervivencia—
pues así nos mostraremos indiferentes ante lo que no nos beneficia.
Por ejemplo, la primera vez que probamos una cucharada de helado su agradable gusto
nos producirá dopamina, pero a partir de ahí no necesitaremos ingerirlo para liberarla. Su
recuerdo o su olor serán suficientes para producirla y generar el deseo de comerlo. A esta
parte del sistema se lo denomina Sistema de anticipación de recompensa, ya que no
necesita la presencia del elemento para activarse.
A través del mismo, por una baja de glucosa o por la presencia de un estímulo, se activará
el Sistema de búsqueda de recompensa para que salgamos a buscar un alimento, sexo,
jugar un videojuego, estudiar, etc.
Cuando nos encontramos con la recompensa, el sistema nervioso cesa la búsqueda y
pasamos al modo consumatorio para tomar lo que buscamos.
Pág
ina7
Luego de comer o realizar la actividad buscada, el sistema debe volver a su homeostasis y
finalizar el modo consumatorio. Pero entender este sistema no es suficiente para
comprender qué es la felicidad, y son muchas las investigaciones que día a día hacen
nuevos aportes a su comprensión.
Una de ellas es la realizada en la Universidad de Arizona y la Universidad Washington, por
Matthias R. Mehl, Shannon E. Holleran, Shelby Clark y Simine Vazire, quienes encontraron
que las personas felices se comunicaban más y estaban mayor tiempo con otras personas
y, además, gran parte de sus conversaciones tienen un tinte más profundo.
Otro estudio interesante fue el liderado por Naomi Eisenberger, directora del Laboratorio
de Neurociencia Afectiva y Social de la Universidad de California, en Los Ángeles (UCLA),
en donde se observó qué sentían los cerebros de las voluntarias mientras se les permitía
ayudar o no a sus parejas cuando recibían una pequeña descarga eléctrica. Los resultados
presentaron que si las mujeres lograban estar junto a sus parejas, las áreas cerebrales
relacionadas con la recompensa se activaban cosa que no sucedía cuando no tenían esta
posibilidad.
El núcleo accumbens y el área septal fueron las
zonas que presentaban un notable aumento de
actividad si las mujeres tenían la chance de estar
junto a sus prometidos, aunque sea,
sosteniéndoles el brazo mientras recibían las
descargas. De hecho, cuando la actividad en estas
zonas era mayor, más conectadas, unidas y con sentido de estar al lado de sus parejas las
mujeres se sentían.
El área septal, además de ser un centro de placer, desempeña una función reguladora del
estrés, a través de la inhibición de otras regiones
del cerebro en donde se procesan las amenazas,
como la amígdala cerebral, una región conocida
Pág
ina8
por desempeñar un papel en las respuestas de miedo y el estrés.
Estos estudios y muchos otros presentan lo importante que es para sentirnos felices
nuestra vida de relación y el sentido de lo que hacemos. Ya Aristoteles, hace 3500 años,
expresaba que la felicidad dependía de dos componentes:
1) La hedonia: la capacidad de sentir placer a corto plazo, sólo con fines de asegurar la
supervivencia, tanto de forma real (comer) o irreal (ludopatía).
2) La eudaimonia, que significa el poder encontrarle el sentido a la vida.
En este último punto es donde la Neurosicoeducación busca contribuir para que todos
podamos disfrutar del mayor placer que existe: encontrarle el sentido trascendente a
nuestra vida y a lo que hacemos en ella. Donde cuidar y alcanzar nuestro bienestar es
importante, pero conjuntamente con el de las otras personas, especies y el planeta en el
cual vivimos.
Neurotrucos para vivir mejor
Ejercicio y sedentarismo
Una investigación de la Universidad de Illinois, con personas
de entre 60 y 78 años, concluyó que mantenerse sentado la
mayor parte del día puede ser dañino para el cerebro. Esto,
incluso, anularía los beneficios obtenidos por media hora de
ejercicios. Por esta razón, debemos tener una actitud activa
durante todo el día, evitando largos lapsos de sedentarismo, algo que ayudará a prevenir
el deterioro cognitivo propio del paso de los años.
Pág
ina9
Neurociencias y Neurosicoeducación
Espontaneidad
Dr. Nse. Luis María Labath
Lo espontáneo es algo natural y sincero en el comportamiento o en el modo de pensar; se
aplica a la persona que actúa o habla dejándose llevar por sus impulsos naturales, sin
reprimirse por consideraciones dictadas por la razón. La espontaneidad, a su vez, es el
conjunto de acciones inconscientes del proceder humano, resultante de la manifestación
instintiva opuesta a cualquier razonamiento, concepto aplicable únicamente a los
humanos, ya que en comportamientos no humanos no existe la puja entre razón y pasión.
El cambio, la creación y los descubrimientos vitales tienen como sustrato la espontaneidad
y las distintas progresiones guardan relación con la edad del sujeto. En la etapa adulta se
hace más lenta, incluso se estanca como consecuencia de repetir los mismos hábitos e
iguales tareas reiteradamente. Se estrecha el margen para imaginar y romper moldes,
haciendo que el sujeto sea más previsible y conservador, encerrándolo en una zona de
comodidad y pereza sin desafiar la reinvención.
El hombre moderno se ha acostumbrado a programar las horas y los días, a llenar
cualquier espacio vacío como si la agenda se apoderara de su tiempo libre.
Dar la espalda a la espontaneidad, incluso a la felicidad, es habitual en quienes desarrollan
roles importantes; los movimientos rígidos en todos los aspectos generan altos costos, no
sólo por restringirse a una vida pautada, sino también por alterar el caudal de
improvisación con pesadumbre, fatiga física y mental, mayor distanciamiento de los
afectos y una tendencia creciente a la soledad, al estrés y la ansiedad.
La amígdala cerebral estaría implicada en la
detección de este comportamiento, lo que es
consistente con los estudios que muestran una
participación de esta estructura en los estímulos
Pág
ina1
0
que son difíciles de predecir, lo novedoso o de significado ambiguo. Si un grupo de música
decide improvisar una melodía aparece en la RNMf (Resonancia Nuclear Magnética
Funcional) una mayor actividad en la red neuronal que se individualiza, también
involucrada en cubrir la simulación de una acción. Esta red comprende el opérculo del
cerebro o porción que rodea el surco lateral y
esconde la ínsula anterior y posterior.
El cambio es posible, ya que se puede
improvisar y reinventarse luego de largos años
sometidos a una vida cuadriculada, siempre y
cuando el sujeto sepa a consciencia intentar e imitar el plácido jugar de los niños
―aquello que transcurre en el universo de las fantasías―, donde el asombro está a flor de
piel y se aplica en los aspectos trascendentales y cotidianos de la vida, tales como el
abrazo, la contemplación del atardecer, un momento de baile o una conversación con
amigos.
Esta conducta humana es natural, una ley universal que no sólo rige las leyes del universo,
de la naturaleza, sino también las que gobiernan la vida propia, destruyendo los temores y
las ideas absurdas, acabando con los planes insensatos: es estar dispuesto a dejarse
maravillar con los momentos inciertos que presenta la vida.
Vivir espontáneamente significa no planificar la evolución, sino respetar el proceso que se
dio siempre, aquel que permitió al antepasado más pretérito, el Australopithecus, hace
cuatro millones de años, cambiar el desarrollo de la naturaleza y la evolución de la
especie, adaptándose a las condiciones externas, permitiendo una evolución constante sin
ninguna planificación.
Esta forma de comportarse también significa disfrutar de lo sencillo de la vida, dejarse
envolver por la melodía de una canción, conquistar por la sonrisa de un niño o un ¡te
quiero! sincero. Es sembrar un árbol, sentirse pleno en medio de la naturaleza y gozar de
la charla entre amigos, de la compañía con uno mismo.
Pág
ina1
1
La espontaneidad debe pasar por el juicio de la conciencia y de la razón. No hacerlo es
sinónimo de falta de juicio e incapacidad para ejercer una autovigilancia que aliente el
sentir y el actuar libremente, pensar y comportarse con buena conducta en las relaciones
interpersonales, a conducirse alegremente, halagar o expresar con franqueza lo que sea.
Es importante ser preciso, dominarse, ser dueño de uno, responsable de lo que se dice y
hace. Ser espontáneo no consiste en dañar a nadie, ni en ser alocado en manifestar
desordenes sentimentales, mostrarse grosero, injusto, irracional o intentar parecer
espontáneo. Esta conducta tiene un valor enfatizado y promovido en la sociedad actual,
por lo que muchas veces se suele atribuir el concepto de espontáneo y auténtico como si
ambos términos formaran una sola cosa.
La autenticidad es ser y comportarse fiel a sí mismo en todas las circunstancias, con
libertad para decidir lo que se dice o la acción a ejecutar desde la ponderada integración
personal de la razón, afectividad, sentido de realidad y aprecio de las circunstancias. El
auténtico es libre para decidir cuándo y cómo manifestar espontáneamente su cualidad.
Sin dudas, caminar la vida sin estructuras rígidas es una sinfonía. Cada parte de la
naturaleza interpreta un solo acorde: no está dividida en partes, es integral y trascurre con
naturalidad, con lógica. La existencia del hombre forma parte de esa vida y naturaleza, por
lo que para vivir esa armonía se debe contar con la disposición de adquirir la
espontaneidad para asumir las cosas también con el corazón, no sólo con la razón.
Una expresión sin filtros restrictivos evita la interpolación entre la sensación y la
expresión. Esto hace que la espontaneidad adquiera un valor indiscutible en pos de
sensibles metas personales o sociales de cuantía. Transformar el camino del hombre,
hacerlo capaz de superar el terror de la soledad sin sacrificar la integridad de su propio yo
es hacerlo libre de ser quién realmente desea ser.
La vida, por su parte, sigue transcurriendo de manera espontánea, no se detiene,
simplemente pasa, porque es espontánea…
Pág
ina1
2
Neurociencias y Neurosicoeducación
Adolescencia y consumo de drogas “legales” e ilegales para adolescentes
(cuarta parte)
Dr. Roberto Rosler
Blog: Clic aquí.
¿Qué es lo que te pasa cuando tomás alcohol?
El 20% del alcohol que tomás es absorbido en el estómago y el 80% restante en el
intestino delgado.
Cuán rápidamente es absorbido el alcohol depende de la concentración del alcohol
tomado (cerveza, vino, vodka, etc.) y si uno ha comido o no.
¡Un estómago lleno enlentecerá la absorción del alcohol, NO reducirá su absorción!
Una vez que el alcohol es absorbido entra a la sangre y es transportado por el cuerpo. El
cuerpo reacciona frente al alcohol como si fuera un veneno y trata de removerlo lo más
rápidamente posible.
El cerebro manda señales que advierten: “¡Peligro, peligro, peligro! Eliminen esa cosa de
inmediato.” El cuerpo responde tratando de filtrar el alcohol fuera de la sangre.
Los riñones y los pulmones filtran y remueven un 10% del alcohol a través de la orina (por
eso tenés tantas ganas de orinar cuando tomás alcohol) y a través de la respiración (por
eso la policía para analizar el nivel de alcohol en sangre le pide a los conductores que
soplen en una pipeta).
El 80% restante está corriendo como un auto de fórmula 1 hacia tu cerebro.
El hígado comienza a filtrar y convertir el resto del alcohol en ácido acético.
Pág
ina1
3
Pero el cuerpo sólo puede remover de la circulación una bebida estándar (o trago) de
alcohol en una o dos horas según el tamaño y la altura de la persona y si comió o no.
¿Qué es una bebida estándar o trago?
350 ml de cerveza.
150 ml de vino.
45 ml de vodka, tequila, etc.
¡Mujeres jóvenes atención!
La concentración de alcohol sanguíneo tiene un impacto más intenso, más fuerte y más
rápido en mujeres que en hombres. ¿Por qué?
Las adolescentes se intoxican más rápidamente debido a su más bajo peso y a su
metabolismo más lento, lo que significa que tienen un mayor riesgo de envenenamiento
por alcohol que los muchachos de su misma edad.
Las mujeres tienen menos fluido corporal que los hombres. Si un hombre y una mujer
toman la misma cantidad de alcohol la mujer tendrá una concentración mayor de alcohol
en su sangre que el hombre.
El alcohol afecta los neurotransmisores cerebrales:
Aumenta la Dopamina lo que lleva a la excitabilidad, placer y a ser locuaces.
Aumenta el ácido gamma-aminobutírico (GABA) lo que genera disminución de la
ansiedad y sueño.
Aumenta las Endorfinas lo cual genera euforia.
Aumenta la Serotonina lo que pone al bebedor de buen humor.
El alcohol afecta la corteza cerebral.
Pág
ina1
4
Dificulta el funcionamiento de la corteza
Prefrontal por lo que:
Afecta el pensamiento, llevando a un
pobre juicio y malas decisiones como
beber y manejar, tener sexo no planeado o
tratar de saltar desde un balcón hasta otro
que está cinco pisos más abajo.
Deprime la inhibición lo cual permite que una persona se vuelva más locuaz, más
temeraria o más agresiva.
Enlentece el procesamiento de los sentidos generando problemas para ver, escuchar,
tocar, etc.
El alcohol afecta al Cerebelo causando una pérdida
en la coordinación del movimiento, el equilibrio y
de la marcha.
Genera lesiones en el Hipocampo que es la causa
del Blackout o sea no recordar qué hizo a lo largo
de toda la noche o dónde estacionó su auto.
Actúa sobre el Hipotálamo:
Inhibiendo la hormona Antidiurética: uno
de los motivos por los cuales orinamos y
nos deshidratamos tanto cuando
consumimos alcohol.
Baja la temperatura corporal, por lo tanto el
mito de que el alcohol es útil para
calentarse puede ser peligroso.
Disminuye la frecuencia cardíaca.
Pág
ina1
5
Causa impotencia sexual: Paradoja tragicómica ya que no pocos jóvenes consumen
alcohol para desinhibirse y poder seducir a una mujer.
Efectos del alcohol sobre el tronco cerebral:
Genera sueño por su efecto sobre la Formación Reticulada.
Causa paro respiratorio.
Otros efectos del alcohol sobre el cerebro:
1. Caos cerebral global: afecta casi todas las funciones del cerebro (memoria,
pensamiento abstracto, resolución de problemas, atención, concentración,
motivación, emoción, movimiento, respiración, conciencia y un laaaargo etcétera).
2. Caos cerebral aleatorio: Tiene diferentes efectos en diferentes personas o aún en
una misma persona tiene diferentes efectos en diferentes momentos. Por ejemplo
en un momento puede ser un ebrio tranquilo y en otro momento un ebrio
agresivo.
3. “Ladrón”: El alcohol “roba” o reduce el nivel de Serotonina de los circuitos
emocionales relacionados con la agresión, disminuyendo su control.
Efectos a corto plazo del alcohol:
Irrita el epitelio gástrico e intestinal lo que genera vómitos.
Vasodilatación cutánea lo que aumenta el flujo sanguíneo en la piel y hace que la
persona transpire y este sonrojada.
Deshidrata el cerebro y causa la temida resaca.
El alcohol secuestra la vía del placer y recompensa: El alcohol produce la liberación
de Dopamina generando una sensación de placer. A medida que se bebe más y
más se genera tolerancia (o sea que para lograr el mismo efecto placentero se
debe beber más alcohol).
Pág
ina1
6
Y así beber se transforma de un placer en una dependencia y de una dependencia en una
adicción. Es como si el cerebro estuviera diciendo: en el momento que dejás de beber
para sentir placer, bebés para alimentar tu adicción.
Su cerebro ha sido literalmente reprogramado a un punto que ansia alcohol para sentirse
normal. Las estadísticas demuestran que el 40% de los adolescentes que comenzaron a
beber antes de los 15 años se vuelven alcohólicos porque su cerebro se ha reprogramado
para ser adicto al alcohol.
Por otra parte sólo el 7% de los que comienzan a beber después de los 21 años se vuelven
alcohólicos.
Envenenamiento por alcohol:
Es la consecuencia, a menudo mortal, de tomar grandes cantidades de alcohol en un corto
periodo de tiempo. Cada vez más adolescentes mueren cada año por envenenamiento por
alcohol debido a una epidemia llamada borrachera.
Aclaración: “bajarse” cinco o más tragos en fila es la causa principal de la borrachera.
Pág
ina1
7
¿Qué le sucede a tu cuerpo cuando te envenenás con alcohol?
El alcohol enlentece las neuronas que controlan la respiración, la frecuencia cardíaca, la
conciencia y el reflejo de la deglución (que controla cómo tragar correctamente lo que
comemos y por lo tanto previene que nos ahoguemos). Como el alcohol irrita el epitelio
gástrico tenemos náuseas y vómitos.
Como el reflejo de la deglución no está funcionando existe un gran riesgo de ahogarnos
con nuestro propio vómito (porque este irá directo hacia nuestro pulmón) lo que puede
causar muerte por asfixia en una persona inconsciente por el envenenamiento con
alcohol.
Resumiendo:
Ahogarse con su propio vómito.
Hipoglucemia (o sea disminución de los niveles de glucosa en la sangre) que puede
llevar a convulsiones.
Deshidratación.
Paro respiratorio.
Paro cardíaco.
“The end”.
Bibliografía:
Mesic S, Sokolj Ramadani S, Zunic L, Skopljak A, Pasagic A, Masic I. Frequency of Substance Abuse
Among Adolescents. Published online Nov 24, 2013. doi: 10.5455/msm.2013.25.265-269.
Lopes GM, Nóbrega BA, Del Prette G, Scivoletto S. Use of psychoactive substances by adolescents:
current panorama. Rev Bras Psiquiatr. 2013;35 Suppl 1:S51-61. doi: 10.1590/1516-4446-2013-S105.
Kuntsche E, Gmel G. Alcohol consumption in late adolescence and early adulthood--where is the
problem? Swiss Med Wkly. 2013 Jul 25;143:w13826. doi: 10.4414/smw.2013.13826.
Spear LP, Swartzwelder HS. Are child and adolescent mental health problems increasing in the 21st
century? A systematic review. Neurosci Biobehav Rev. 2014 May 9.
Pág
ina1
8
Neurociencias y Neurosicoeducación
Liberación de estrés y mordiscones
Prof. Nse. Carlos Teisaire
Venimos “equipados” con mecanismos naturales para liberarnos de nuestro estrés. Les
vamos a pedir que para continuar leyendo este artículo se metan en el siguiente link:
youtu.be/G0h9xmuMqys?t=6s, en donde encontrarán un fragmento de una famosa y
satírica película de los años 80 (¿Y dónde está el piloto?) en la que los comandantes de un
avión se intoxican con comida en mal estado y dejan el avión en manos de un inexperto.
En la escena, una vez que la tripulación y los pasajeros se ponen al tanto de la situación,
una mujer entra en pánico y… Sería mejor que ahora miren el video.
Obviamente, este hecho es ironía pura, y cualquier similitud con la vida real sería una
mera coincidencia, pero veamos qué nos dice la ciencia al respecto:
Por más cruel e injusto que parezca, uno de los mecanismos de liberación de estrés
impreso en nuestro ADN es el de “descargarlo” todo en otro individuo que sea física o
psicológicamente más débil: la naturaleza no siempre comparte nuestra escala de valores.
Para la conveniencia evolutiva, debilidad es sinónimo de menor posibilidad de sobrevivir,
por lo que no es de sorprenderse que lo hoy considerado crueldad por nosotros sea una
de las herramientas de las que se valió la selección natural para convertirnos, a lo largo de
milenios, en lo que somos actualmente.
Se han hecho experimentos con monos y ratones. Se escogía a los dominantes (los alfa),
se los estresaba ―no comparto los métodos, pero tampoco niego los resultados―, se
medían sus niveles de hormonas del estrés (principalmente, el cortisol) y luego se los
devolvía a su grupo. Indefectiblemente, estos mordían y maltrataban a los más débiles. A
continuación, se los volvía a retirar para remedir sus niveles de hormonas del estrés y,
como ya se imaginarán, estos habían bajado. Me apuro en aclarar que la moraleja de esto
no es “si estás estresado muerde a un débil”, ya que los humanos somos seres más
complejos y si bien tenemos este tipo de respuestas impresas en nuestro ADN ―¡y vaya
Pág
ina1
9
que las usamos!―, también poseemos comportamientos sociales aprendidos que nos
inhiben de utilizarlas. Es cierto que ya casi no mordemos (se vio un episodio “curioso”
durante el mundial 2014), pero tenemos otra enorme batería de herramientas que van
desde las más burdas ―tales como arrojar vajilla en peleas matrimoniales― hasta otras
más sutiles como el uso de la ironía.
Hay una cierta regla general que rige esta respuesta: cuanto más asentados estemos en
nuestros valores humanos, menos “morderemos” (física o psicológicamente). Un
individuo con insuficiente o mala calidad de información en sus bancos de memorias
―probablemente producto de una mala alimentación tangible (alimentos) o intangible
(educación)― tiene muchas más probabilidades de “morder” que uno con sus
capacidades de auto observación y autodominio bien desarrolladas. Un cerebro sano y
orientado hacia los valores humanos es nuestra mejor herramienta para vivir
armónicamente con nosotros mismos y en sociedad.
Quizá ahora te estés preguntando: ¿Pero qué hago con el estrés entonces? Cuándo me
dan ganas de “morder”, ¿me las aguanto y listo?
Si fueras un mono o una rata ―y no en el horóscopo chino―, te diría: ¡Muérdelo y listo!
Pero si estás leyendo estas líneas, éste no será el caso. Así que en un principio, y para
evitar los posteriores reproches, enojos, ofensas, culpas, a la policía o los análisis de
sangre para asegurarse de que no contagias nada grave, te recomiendo no morder.
Cuando mordemos nos sentimos mal y queremos que otros nos entiendan y perdonen,
pero si otros lo hacen nos olvidamos de entender y perdonar. Hay ignorancia y estrés en la
persona que muerde: eso puede despertar nuestra compasión y entendimiento de que
necesita ayuda o, también, estimular nuestras ganas de repetir la conducta. Compasión y
perdón no implican irresponsabilidad. El que muerde debe hacerse cargo de su acción.
Podemos parecer muy buenitos y elevados perdonando, teniendo compasión y
haciéndonos los tontos. Perdonar y tener compasión, sin una acción al respecto, es una
tarea incompleta. Disculparnos cuando mordemos y tomar las acciones correspondientes
Pág
ina2
0
si otro lo hace (es decir, perdonar al que muerde y ayudarlo a que asuma la
responsabilidad) nos hará crecer como sociedad en los valores humanos.
El mejor camino para no morder es la educación. No es el más corto ―tampoco el más
fácil― pero sí el más confiable y duradero. Neurosicoeducarnos y aprender a bajar
nuestros niveles de estrés crónico nos ayudará a tener nuestra UCCM (unidad cuerpo
cerebro mente) en condiciones óptimas para disfrutar de una vida plena y en armonía con
nuestros valores humanos.
Probablemente en este momento haya dentro tuyo dos vocecitas: una que dice: ―Sí, la
educación es el camino a largo plazo, concuerdo. Y otra puede que diga algo así como:
―Todo muy lindo, pero ¿qué hago con mis ganas de morder AHORA?
Aquí te dejo algunos tips o estrategias que pueden servir en el día a día para bajar unos
cambios y evitar morder o ser mordido por nuestros familiares, jefes, empleados, alumnos
u otras personas:
Mantén la boca cerrada (simple, ¿no es cierto?). Hay una profunda filosofía detrás
de este principio…
Pospone la mordida. Usa el truco de la abuela: respira hondo 10 veces.
Cambia el foco de atención.
Busca opciones más saludables en donde descargarte. Mejor, un plato que una
persona; un almohadón que un plato. Mejor, haz deporte antes de romper
almohadones.
Toma la situación como un desafío para aprender cómo accionar de manera
distinta.
Quien muerde está seguramente bajo el comando de su sistema emocional. No es
buen momento para argumentos racionales.
Mírate o mira al mordedor como una marioneta movida por sus pequeñas redes
emocionales. Recuerda que eres más que eso.
Salvo casos imprevistos, tanto el que muerde como el mordido son
emocionalmente adictos a ese tipo de situaciones.
Pág
ina2
1
Entrena tu capacidad de observación. Generalmente mordemos o nos dejamos
morder sin poder ver la situación con amplitud. Solo podemos cambiar lo que
podemos observar.
Dentro de cada mordedor hay una persona estresada que sufre: obsérvala,
obsérvate y estate por encima de la situación.
Si morder es estrictamente necesario, hazlo como en el teatro: lo más actuado
posible y despersonificalo.
Si vas a morder solo porque quieres descargarte, difícilmente logres algo positivo.
El que te viene a morder piensa (con o sin consciencia) que puede hacerlo. ¿Por
qué será?
¿Lo estás buscando? Ten en cuenta que rara vez somos sorprendidos.
Generalmente sabemos bastante bien qué o quiénes nos alteran.
Prevenir es la mejor forma de evitar.
Neurosicoedúcate para entender cómo funcionamos y así poder prever y prevenir
comportamientos más fácilmente.
Si ya has mordido, toma la pérdida, acepta las consecuencias y aprende para no
repetir: justificar te estanca.
Mantén sano tu sistema emocional haciendo ejercicio, bailando, estando en
buenas compañías, riendo, descansando, estando en la naturaleza, comiendo rico,
poco y sano, etc.
Busca actividades que cada tanto calmen tu sistema emocional como hacer
relajaciones, meditar, hacer yoga o introspecciones.
Y, principalmente, ayuda a otros. Está científicamente comprobado que aprender
a ayudar y hacer servicio desinteresado eleva nuestras endorfinas y nos aleja de los
hábitos mordedores.
¡Les deseamos que tengan una muy buena semana, con mandíbulas relajadas y corazones
contentos!
Pág
ina2
2
Neurociencias y Neurosicoeducación
La vida moderna y los ritmos circadianos
Nse. Marita Castro
LinkedIn: Clic aquí.
El mundo actual está lejos del medio ambiente en el cual nos desarrollamos como especie
en donde nuestro contacto con la luz y la oscuridad eran muy diferentes.
La luz es un estímulo importante para nuestro reloj interno biológico, que marca un ritmo
de 24 horas ―por lo cual se lo conoce también como ritmo circadiano― permitiéndole al
organismo adaptarse a los ciclos día-noche.
Algunas profesiones y empleos exigen que las personas trabajen en horarios muy
diferentes de los habituales o deban fluctuar por ellos a lo largo del mes. Médicos,
enfermeros, barrenderos, recepcionistas de centros médicos, taxistas, conductores de
ómnibus, entre otros, se ven forzados a dormir en momentos en donde las sociedades
están en pleno movimiento.
Transformar la noche en el día afecta en gran medida el reloj interno; de hecho, trabajos
científicos provenientes del campo de la cronobiología contribuyen a comprender el valor
del mismo y cómo nos afecta no respetarlo.
Como todo reloj que necesita de pila, o antiguamente de darle cuerda, el interno precisa,
para mantenerse en hora, de estímulos ambientales y el sol es el más importante de ellos.
Nuestros ojos poseen tres tipos de células sensoriales: conos y bastones para la visión, y
células ganglionares de la retina que contienen melanopsina ―actúa como sensor de la
luz―.
Cuando cierta longitud de onda estimula las células ganglionares fotosensibles, estás ―a
través del nervio óptico― mandan señales al cerebro, más específicamente al núcleo
supraquiasmático perteneciente al Hipotálamo. Éste se encarga de informarle a cada
Pág
ina2
3
célula del cuerpo, mediante impulsos nerviosos,
la hora para que actúen acorde a la misma. De
este modo todo, el organismo se sincroniza.
Cada persona posee un ritmo circadiano propio.
Es posible encontrar personas que se sienten muy
activas por la mañana temprano y necesitan
descansar o bajan su ritmo a medida que
oscurece: son los matutinos y algunos los llaman
"alondras". Otros individuos, los vespertinos,
necesitan levantarse tarde e irse a dormir
después de la medianoche, denominados “búho”. Asimismo, existen los intermedios que
no tienen ninguna de estas tendencias extremas: se activan después que los matutinos y
se acuestan antes de los vespertinos.
Existen diversos factores que interrumpen el normal funcionamiento de nuestro reloj
interno. Uno de ellos puede ser un estímulo lumínico en el momento inadecuado; otro se
produce cuando se viaja en avión y se cruzan diferentes zonas horarias, en este caso surge
el Jet Lag, también conocido como descompensación horaria, disritmia circadiana o
síndrome de los husos horarios.
Un componente influyente en nuestro reloj biológico es el paso del día que nos lleva a
sentirnos más cansados y a buscar un sueño reparador por la noche.
En el caso de los trabajos con horarios especiales, se traslada el descanso a horas diurnas,
momento en el que el organismo no otorga las condiciones apropiadas para un buen
descanso. Quienes deben dormir durante el día saben que no es lo mismo, debido a que la
temperatura corporal es más elevada y hay mayor actividad en todos los procesos
metabólicos. Además, los ruidos del contexto son propios del estar despierto, hecho que
produce un sueño intermitente e interrumpido en diversas ocasiones.
Algunos científicos consideran que la luz es uno de los aspectos más reguladores del reloj
interno y por ello debería tenerse en cuenta el tipo de iluminación en los lugares de
Pág
ina2
4
trabajo. En general, la intensidad lumínica en las oficinas se encuentra por debajo de los
100 lux (unidad internacional para el nivel de iluminación), muy menor a la luminosidad
del exterior. En un día lluvioso, nos llegan unos 10.000 lux; mientras que en un clima
soleado la cifra asciende a 100.000 lux o más.
Esto genera que un trabajador nocturno se dirija por la mañana a su casa con intenciones
de dormir, pero reciba del sol un estímulo que lo lleve al no descanso, ya que su cerebro le
avisa a todo su organismo que es momento de estar despierto, predisponiéndose a la
actividad.
Si bien es muy difícil evitar el sol, se puede tratar de usar algunos paliativos como, por
ejemplo, anteojos para sol, dormir en una habitación bloqueando el acceso de la luz (y lo
más alejada posible de los ruidos del exterior), tratar de apagar el celular, etc.
Los investigadores consideran que este tipo de trabajadores los fines de semana deberían
mantener su ritmo semanal, para no estar constantemente desincronizando su reloj
interno.
Sin embargo, hay que tener en claro que todo trabajo fuera de los horarios adecuados
termina afectando la salud general o agravando afecciones pre-exitentes, ya que
desencadena los mismos mecanismos del estrés en nuestro cuerpo.
Si bien no hay modo de que todos puedan trabajar en horarios habituales, el hecho de
que los directivos de establecimientos con personal en horarios nocturnos o rotativos
conozcan cómo estos afectan al organismo debería ser el puntapié inicial para buscar
alternativas (ejemplo, darles tiempo extra de descanso o ayudar a que desarrollen hábitos
saludables).
Conocer el cronotipo de cada persona es otra opción más que valedera de considerar en la
selección de personal para ciertos puestos.
Till Roenneberg, profesor de Cronobiología en el instituto de Psicología Médica de la
Universidad Ludwig-Maximilians de Munich, Alemania, informó que con su equipo de
investigación han identificado lo que llaman el síndrome en la sociedad moderna. Éste se
Pág
ina2
5
vincula con la creciente discrepancia entre el ritmo diario del reloj fisiológico y el reloj
social.
Nuestro reloj interno no sólo se relaciona con el descanso, sino también con cuándo
comemos e incluso con los momentos de mayor lucidez cognitiva. Según Roenneberg,
como consecuencia de este “Jet Lag” social, la gran mayoría de las personas padece una
carencia crónica de sueño y también es más proclive a fumar, beber más alcohol y cafeína.
Asimismo, todo lo anteriormente mencionado se debe a que un menor descanso trae
como consecuencia una disminución en la capacidad de nuestra corteza prefrontal para
poder hacer uso de sus funciones más
elevadas ―principalmente la regulación
del autocontrol―, muy importantes en
todos los ámbitos de la vida.
Debemos comprender que descansar bien
y el tiempo necesario no debe ser un lujo
mal visto o sentir que no se está a tono con lo que la sociedad actual pide, sino que, por el
contrario, es garantía de un mejor rendimiento en el trabajo, mejores relaciones sociales,
mejor humor y mayor capacidad de autocontrol.
Algunas preguntas que nos permiten reflexionar sobre lo leído:
¿Conozco mi ritmo circadiano?
Si soy (matutino o vespertino), ¿mis horarios de trabajo respetan mi tendencia
natural?
¿Realizamos las tareas que exigen nuestro máximo potencial en los horarios en los
cuales nos sentimos más vitales?
¿Estoy el suficiente tiempo al aire libre o en contacto con una ventana para que mi
cerebro (núcleo supraquiasmático) pueda recibir los estímulos medio ambientales
necesarios?
¿Estudio en horarios que están acordes con mis ciclos circadianos?
Pág
ina2
6
Neurociencias y Neurosicoeducación
Dormir y descansar (segunda parte)
Dr. Nse. Luis María Labath
Dormir es fundamental para que la UCCM (unidad cuerpo cerebro mente) se recupere del
esfuerzo diario, fije los conocimientos, asocie ideas, encuentre soluciones creativas y las
percepciones en vigilia sean más correctas.
Se estima que aproximadamente un 30% de la población puede padecer trastornos
relacionados con el sueño, ya sea por falta o por exceso.
Una explicación simple y didáctica de lo que sucede sería la siguiente: durante un ciclo de
sueño normal, el nivel de glucosa (azúcar) del metabolismo cerebral cae en un 30%, en
comparación con el estado de vigilia. Esto se debe a que mientras dormimos se reduce
drásticamente la cantidad de información que el cerebro procesa.
Si se permanece despierto en la noche se continúa procesando información, por lo que no
terminamos de consumir glucosa. De este modo, demandamos más energía y en ese
proceso ―llamado fosforilación oxidativa― se desprenden una cantidad de subproductos
llamados Radicales Libres del Oxígeno. Estos, obviamente, mientras menos se duerma,
más daños causarán en las neuronas, incluso produciendo la muerte de la célula nerviosa
(apoptosis o muerte programada).
En la reunión anual de la Sociedad de Neurociencia
Cognitiva que se desarrolló en Boston, EE.UU, la
investigadora Rebeca Gómez, de la Universidad de Arizona,
expuso que “la siesta es una parte integral del aprendizaje
de los niños porque colabora en el desarrollo de la
capacidad del cerebro para retener nueva información e ir
desarrollando la abstracción”. Inclusive, se ha demostrado
Pág
ina2
7
que cualquier tipo de aprendizaje es más exitoso si es seguido de un sueño normal y de
buena calidad.
Esto ocurre a cualquier edad. De hecho, uno de los problemas más comunes asociados a
trastornos del sueño en adultos son las fallas de memoria y de la concentración. La misma
investigadora sostuvo: “Dormir favorece la adquisición del lenguaje en niños. Inclusive
después de descansar son capaces de identificar nuevas palabras, reaccionar frente a ellas
y aplicarlas en situaciones nuevas”. No obstante, aunque la siesta es útil en los
preescolares, en los adultos existen controversias sobre si es recomendable o no
fraccionar el sueño durante el día.
Los beneficios del buen dormir están en directa relación con la calidad de vida de la
persona. De hecho, el un sueño continuo durante la noche asegura que se cumplan todas
las fases del sueño. Sin embargo, no dormir bien o lo suficiente, se ha convertido en un
problema creciente y grave de salud psicofísica y conlleva a más dolencias. Por lo tanto, es
recomendable enfrentar los trastornos del sueño mediante medidas higiénico-dietéticas
adecuadas en pos de una conciliación del sueño de forma natural.
Aquí algunas sugerencias:
1. Irse a dormir sólo cuando estemos cansados.
2. Evitar leer, mirar televisión o preocuparse en la cama. Estos factores pueden hacer que
el cuerpo y el cerebro asocien la cama con estas actividades y no con el descanso.
3. Desarrollar una rutina para acostarse. Hacer lo mismo todas las noches antes de irse a
dormir. Por ejemplo, un baño tibio y, luego, leer durante 10 minutos. Pronto, conectará
estas actividades con el descanso, y hacerlas ayudará a tener sueño.
4. Si no es posible dormirse después de 15 minutos, es conveniente ir otra habitación y
regresar a la cama sólo cuando se sienta cansado. Repetir esto tan a menudo como sea
necesario durante la noche.
5. Acostumbrarse a dormir y despertar a la misma hora cada día (incluso los fines de
semana). Esto ayuda al cuerpo a desarrollar un cronograma del sueño.
Pág
ina2
8
6. Limitar las siestas dado que pueden perturbar el ritmo normal del sueño. Si debe tomar
una siesta, descanse menos 30 minutos. Preferentemente evítelas después de las tres de
la tarde.
7. Restringir el consumo de cafeína, bebidas colas, nicotina, etc., durante las últimas horas
del día.
8. No comer en abundancia o cerca del horario de acostarse. Llevar una dieta equilibrada,
eliminando el consumo de dulces, café, bebidas energizantes o tabaco.
9. Mantener el dormitorio en una temperatura cómoda y tan oscuro como sea posible.
10. Asegurarse de que la habitación esté tranquila y oscura. Si el ruido es un problema,
utilice un ventilador para disimularlo o colóquese tapones en los oídos. Si debe dormir
durante el día, baje las persianas o use una máscara tipo antifaz para cubrirse los ojos.
11. Intente comer un refrigerio liviano antes de irse a dormir. Es posible que un vaso leche
tibia o un poco de queso y algunas galletitas sean todo lo que necesite.
12. Hacer ejercicios en forma regular, aunque evitándolo horas antes de ir a dormir.
13. Reserve un poco de tiempo para relajarse. Dedique treinta minutos mínimo después
de cenar para escribir qué cosas preocupan y qué puede hacer al respecto; leer y escuchar
música agradable que predisponga al descanso, aprender a meditar o hacer ejercicios de
relajación.
Neurotrucos para vivir mejor
Sueño y salud
Una investigación en conjunto de los departamentos de
medicina de las Universidades de Texas y de Iowa determinó
que dormir la cantidad de horas necesarias no sólo aumenta
nuestro bienestar y estado de ánimo, sino que también
influiría positivamente en nuestro sistema inmunológico,
disminuyendo las posibilidades de enfermarnos.
Pág
ina2
9
Neurociencias y Neurosicoeducación
Nuestro punto débil
Prof. Nse. Carlos Teisaire
Las neurociencias a veces nos asustan un poco con sus descubrimientos sobre cómo
fuimos armados. Algunos sostienen que estamos “mal fatti”, igual que los ñoquis. A otros
mucho no les gusta cuando escuchan que se cuestiona la obra creadora de Dios, de la
naturaleza, del cosmos… O de la casualidad, si es que no creen en nada de lo anterior. Sin
embargo, la mayoría no se pregunta ni le interesa demasiado saber por qué somos como
somos. Ponerse a husmear en la propia biología puede ser tan fascinante como aterrador
y reconocer puntos débiles, incómodo, aunque también liberador ya que nos permite
fortalecerlos.
El circuito de gratificación de recompensa, con su preciado neurotransmisor la dopamina,
puede ser tanto un aliado como también un talón de
Aquiles. Esta herramienta híper delicada fue
perfeccionada por millones de años de evolución, con el
objetivo de incentivarnos a conseguir lo que
necesitamos para sobrevivir como especie. Funciona de
una forma muy sencilla: cuando accionamos hacia algo
considerado necesario el sistema emocional se activa
premiándonos con el placer de una dosis de Dopamina que nos hace sentir muuuuy bien.
Cuanto más pro - supervivencia sea lo que buscamos, más grande será la dosis que
recibimos, y mientras más nos haya costado obtener lo que deseamos, más importante el
premio dopamínico.
Este sistema fue diseñado por la evolución para ayudarnos a sobrevivir en el medio
ambiente en el que nos “recibimos” de humanos: la sabana africana, hace 150.000 años.
En los últimos pocos miles de años la forma de vida cambió radicalmente y no es de
sorprenderse que ante una modificación tan veloz la biología haya quedado un tanto
“vulnerable”. Sin embargo, nuestro circuito dopaminérgico de gratificación de
Pág
ina3
0
recompensa sigue funcionando con la inocencia de aquellos días: lo que se sentía bien y
bueno había que buscarlo, mientras que lo percibido como malo, mejor evitarlo; el mundo
era menos cambiante y más previsible. De hecho, no era para nada común hallar cosas
que se sintieran bien pero nos hicieran mal.
Pero todo esto ya es historia: las drogas, por ejemplo, no entran en este esquema y así se
confunde el sistema emocional. Las redes emocionales no razonan sino que reaccionan, y
sencillamente ya que no pueden entender que haya que alejarse de algo que les produce
mucho placer: ¡de esos razonamientos que se encarguen las redes racionales!
Esto dio lugar a que el estresante conflicto entre razón y emoción comience: somos
adictos a todo lo que no podemos evitar, ya sean sustancias o comportamientos. Es el
conseguir una placentera dosis de dopamina lo que nos motiva.
Nuestro circuito dopaminérgico se activará fuertemente premiándonos con placenteras
descargas cuando nos movemos en dirección a deseos, ya que la mayoría de ellos están
comandados por las inconscientes redes emocionales.
Venimos con ciertos deseos pre programados por el ADN. Estos son originalmente simples
y sencillos, como lo eran los del mundo primitivo: comer, beber, tener un territorio, un
refugio o reproducirnos. Pero, a medida que nos fuimos civilizando, la simpleza de lo que
buscamos se complejizó.
Cuando el cuerpo nos pide beber lo que necesita es agua, aunque a raíz de los nuevos
conocimientos que incorporamos las redes emocionales interpretan ese pedido como
gaseosas, jugos, cerveza o vino, al igual que ocurre con otros deseos originales
“recableados” por la interacción con la sociedad de consumo.
De la misma manera que la información varía en el sistema emocional, también se
modifican los “antojos” y la descarga dopamínica se activa con objetivos cada vez más
complicados. Por un lado, perdemos interés en los simples pedidos originales y, por el
otro, la inmersión en la sociedad generó que deseemos coca-cola en lugar de agua,
Pág
ina3
1
Barbies o Kens humanos para reproducirnos o casas híper inteligentes como refugios, por
nombrar algunos ejemplos.
En su inocente ingenuidad y sencillez, el circuito dopaminérgico de gratificación de
recompensa puede quedar enredado a mitad camino de lo que originalmente buscaba,
como sucede, por ejemplo, con los adictos a la pornografía: el objetivo inicial instintivo es
el de buscar procrear. El sistema emocional nos premia con dopamina cuando tenemos
una conducta que nos orienta en este sentido. En su ingenuidad, las redes emocionales no
distinguen entre lo real y lo ilusorio, y nos premian por ver material pornográfico,
entendiendo que la posibilidad de reproducirnos está más cerca.
Esta gratificación es algo muy fácil de volver a repetir: basta con ir al kiosco o entrar a
internet, por lo que es natural buscar nuevamente la dosis de dopamina asociada con esta
conducta. El riesgo de estos circuitos es que nos acostumbremos a ellos, lo que nos incita
a aumentar la dosis de estímulos, generando conductas y deseos cada vez más
distorsionados ―muchas veces insalubres o difíciles de llevar a la práctica― y por lo tanto
frustrantes o causantes de grandes problemas personales y sociales.
Conseguir aquello que el sistema emocional nos pide puede resultar sumamente
enervante. Si bien el estrés es una excelente herramienta para ayudarnos a cumplir
deseos, cuando no lo logramos podemos quedar crónicamente en este estado lo que hace
que la energía se agote, la salud decaiga y la capacidad de razonar empeore. Podemos así
pasar del entusiasmo a la obstinada tontera.
No estamos biológicamente pre programados por el ADN para la avalancha de cultura
“fast” en la que estamos inmersos, pero tenemos las herramientas como para poder
sobrellevarla.
Una prioridad para el cerebro es ahorrar energía, por lo que nos premiará con dopamina
por conseguir todo lo más fácilmente que podamos y a corto plazo. La sociedad de
consumo toma provecho de la vulnerabilidad biológica, obteniendo enormes ganancias
manipulando el sistema emocional y el circuito de recompensa. Asimismo, sacudiendo las
necesidades básicas de alimentarnos, de seguridad, de jerarquía, de territorio y de
Pág
ina3
2
descendencia, asociándolas a propuestas de solución inmediata a la ansiedad que éstas
nos traen, para, acto seguido, redoblar la apuesta acumulativa.
De este modo, el más feliz será el que más tiene, independientemente de su calidad
humana. Hoy existen todo tipo de detonadores dopamínicos: alcohol, comida chatarra,
drogas recreacionales, compras, pornografía y demás ofrecidos a través de la TV o
internet, que pueden alterar el sistema de recompensa natural causándonos adicciones.
Sin embargo, el circuito de gratificación posee un antídoto para este fenómeno: aprender
a usar conscientemente la recompensa a largo plazo. No es fácil y requiere de cierta
habilidad y esfuerzo, pero paga bien. La cantidad de dopamina que recibiremos a cambio
de un logro a largo plazo, como por ejemplo graduarnos, será mucho mayor y duradera
que la obtenida por holgazanear.
En un principio los esfuerzos a corto plazo se viven como algo que nos quita libertad, no
obstante es exactamente al revés: la tarea rutinaria de cepillarte los dientes cada día te
premia liberándote del dentista; el de hacer dieta te trae la alegría de poder volver a usar
ese traje de baño que no te ponías hace unos años y el de trabajar te brinda la libertad de
disfrutar de unas merecidas vacaciones.
En la medida que reforzamos este tipo de conductas, el sistema emocional aprenderá a
premiarnos con dopamina incluso durante la fase de esfuerzo, porque este queda
asociado a una futura gran gratificación, incentivándonos a llegar a los logros a largo
plazo.
Educar el circuito dopaminérgico de gratificación y recompensa es una posibilidad que
tenemos gracias a la neuroplasticidad y a desarrollar o modificar cualquier patrón de
conductas que queramos. El mismo circuito de gratificación que nos hace vulnerables
puede ayudarnos a crecer, liberarnos y disfrutar de posibles grandes logros desde el
momento en que los concebimos. Sólo necesitamos proponérnoslo, actuar pacientemente
en la dirección decidida y aprender de los errores.
Pág
ina3
3
Neurociencias y Educación
¿Por qué el ejercicio y el cerebro son aliados en el aprendizaje? (segunda
parte)
Dr. Roberto Rosler
Blog: Clic aquí.
La conexión cerebro – cuerpo
¡El cerebro y el cuerpo NO son dos entidades separadas! Aquí van algunos ejemplos que
representan el poder de la conexión cerebro – cuerpo:
- El cerebro y el sistema inmune interactúan en forma continua (múltiples novelas
románticas certeramente nos demuestran que se puede morir de amor).
- El ejercicio aeróbico es un efectivo antidepresivo.
- La notable mejoría académica que se produce cuando se introducen programas de
ejercicio en el aula.
Lo que pensamos tiene una respuesta física y lo que comemos, tomamos y hacemos (o
no), un efecto directo en nuestro cerebro.
¿Cómo aprende nuestro cerebro y cómo puede ayudar el movimiento para que este
proceso sea más efectivo?
El cerebro incorpora conceptos a través del procesamiento de la información sensorial
que es la resultante del bombardeo de nuestro medio ambiente. En el corazón de este
desarrollo están nuestras 100 billones de neuronas. Aunque éstas nunca se tocan entre sí,
forman redes a través de conexiones químicas (denominadas sinapsis) que consolidan los
datos.
Pág
ina3
4
Cuando las neuronas “parlotean” entre sí (la A habla con la B y la C interactúa con la D,
etc.) usted aprende, procesa y esculpe huellas de memorias en su Sistema Nervioso.
Si la impresión en la memoria no se pierde debido a la inactividad neuronal, más neuronas
se unen a la conversación y se forma una “alianza” (una red neuronal) más fuerte. Cuando
éstas se configuran y se vuelven sólidas, la información de las comunidades neuronales es
más fácilmente recordada.
Un objetivo del aprendizaje escolar es la memorización de grandes cantidades de material.
Esto no ocurre sin grandes dificultades debido a las restricciones normales de nuestros
sistemas de memoria.
El objetivo es que la información pase de los depósitos de memoria de ultra corto plazo a
los de largo plazo. Esto es mucho más fácil decirlo que hacerlo: sin una profunda
sensación de interés o de conexión emocional con los contenidos, estos pueden ser
fácilmente olvidados.
En otras palabras, para que los temas se trasladen de la memoria de trabajo a la corteza
asociativa (depósito de la memoria de largo plazo), que es el santo grial y el objetivo del
aprendizaje escolar, algo debe sucederle a la información o a la experiencia.
Aquí van algunas sugerencias:
Encontrar un patrón.
Pág
ina3
5
Hacer conexiones.
Desarrollar un interés personal.
Asociar los contenidos con una experiencia previa.
Involucrarse emocionalmente.
Practicarlo.
Existen cinco “carriles” a través de los cuales el cerebro deposita la información en la
memoria de largo plazo:
1. Semántico: Representa el significado de las palabras utilizando el habla y la lectura.
2. Episódico: Se refiere a la memoria espacial creando imágenes de dónde estábamos
cuando ocurrió un evento.
3. Emocional: ¡El más poderoso de todos los carriles! Procesa los sucesos que tienen
carga emocional.
4. Automático: Contiene la información que se ha vuelto automática con el uso.
5. Procedural: Deposita la información relacionada con el movimiento.
Un dato interesante es que la memoria automática y la procedural (o motora) son
procesadas por la misma región del Sistema
Nervioso que coordina los movimientos: el
Cerebelo.
Pasar la mayor parte del tiempo en el carril de la
memoria semántica limita el acceso a poderosas
regiones del Sistema Nervioso que pueden abrir
nuevas puertas de ingreso al aprendizaje.
Los antiguos modelos sobre el Cerebelo que lo limitaban solamente a la coordinación del
movimiento y el equilibrio ahora han sido reemplazados por otros que lo caracterizan
como una importante estructura para las funciones cognitivas y la memoria.
El movimiento logra que el proceso de aprendizaje sea más eficiente
Pág
ina3
6
Estar activos juega un rol directo en cinco principios compatibles con el cerebro durante la
experiencia áulica:
1. El cerebro es atraído por la novedad: Los seis principios del movimiento pueden
ser utilizados para lograr este deseo de novedad.
2. El cerebro presta atención al movimiento: desplazarse con un propósito mantiene
la atención y focaliza al alumno.
3. El cerebro necesita interactuar con las personas y cosas de su medio ambiente: las
actividades de cohesión en el aula utilizando el movimiento construyen un
sentimiento de comunidad e interacción entre los alumnos.
4. El aprendizaje es más fácil de depositar, recordar y recuperar si este tiene un
componente emocional: el ejercicio a menudo genera un estado emocional
positivo logrando que los alumnos conecten el aprendizaje con emociones
positivas.
5. El cerebro opera sobre las experiencias concretas: pocas cosas son más concretas
que utilizar el movimiento para aprender o repasar un concepto.
¿Cuáles son las diez razones fundamentales por las que los educadores deberían utilizar
los seis propósitos del movimiento para mejorar el aprendizaje?
1. Proporciona un recreo del aprendizaje y relocaliza la atención
La memoria de trabajo tiene una capacidad limitada. El Hipocampo, fundamental para la
conversión de la información que está en la
memoria de trabajo en memoria de largo plazo,
también tiene un espacio reducido.
Imagínelo como si tuviera el volumen de
botellita de gaseosa de 600 ml. ¡Muchos
docentes a menudo intentan llenar este envase
con información que colmaría uno de un litro y medio!
Por lo tanto, en lo que respecta al cerebro y la memoria, menos es, generalmente, mejor.
Pág
ina3
7
Construir el proceso de aprendizaje con recreos cerebrales (propósito número dos del
movimiento) y dar tiempo para el procesamiento del contenido académico son dos
objetivos esenciales en el aprendizaje. El movimiento puede proveer el necesario recreo
cerebral para el aprendizaje y hacer que sus fases sean más eficientes.
Re-focalizar la atención es otro útil beneficio de estar activos. Es tan simple como trabajar
con el cerebro en vez de contra él.
Utilizando el propósito número tres (estimular la salud y el ejercicio) un docente puede re-
focalizar la atención de sus alumnos en segundos.
Por ejemplo, pedirles a los chicos que se paren y den diez saltos es una forma rápida de
darle a sus cerebros una ráfaga de oxígeno fresco mientras lo re-focaliza para que
continúen aprendiendo.
Recuerde, los estudiantes siempre están prestando atención, probablemente no al
docente. No se enoje u ofenda, es tan solo un mecanismo de supervivencia cerebral.
2. Posibilita el aprendizaje implícito
El aprendizaje implícito es aquel que se realiza en forma inconsciente.
El movimiento es una poderosa herramienta para el aprendizaje implícito.
Gran parte de la enseñanza escolar sucede en forma explícita (o consciente) a través de la
lectura, la escucha, clases teóricas, discusiones, tareas y la memorización mediante
repetición que, en general, no es de interés o relevancia para el alumno. Ellos pasan la
mayor parte de su jornada escolar aprendiendo a través de canales explícitos a pesar de
que no es la forma preferida de conocimiento para el cerebro, ni tampoco la más
eficiente.
El cerebro, en forma natural, aprende a través de los canales implícitos estimulado por la
emoción y el movimiento, y caracterizado por el aprendizaje procedural (andar en
bicicleta) alimentado por el Cerebelo y el emocional, procesado a través de la Amígdala.
Pág
ina3
8
Si se utilizan los seis propósitos del movimiento
aumentará la cantidad de aprendizaje implícito en
el aula.
3. Mejora el funcionamiento cerebral
Lo que es bueno para el corazón también lo es
para el cerebro. El movimiento, en la forma de un ejercicio aeróbico prolongado,
incrementa la función cognitiva y la memoria.
El ejercicio (propósito número tres) aumenta el aprendizaje porque:
Mejora la atención y la motivación.
Estimula a que las neuronas se conecten entre sí (o sea a que formen nuevas
sinapsis), lo cual es la base neurobiológica del aprendizaje.
4. El ejercicio cumple con las necesidades básicas
Éstas son:
Supervivencia.
Pertenencia.
Libertad.
Diversión.
Fuerza y energía.
Las necesidades, a menudo, no son abordadas en la escuela causando problemas
conductuales y académicos así como también frustración tanto en los alumnos como en
los docentes.
La implementación de los seis propósitos del movimiento puede lograr satisfacerlas de
una forma simple, accesible y barata. Cuando se les permite a los alumnos involucrarse en
el proceso de aprendizaje a través del movimiento, las necesidades de libertad y
supervivencia son satisfechas. Por su parte, la de fuerza y energía se compensa a través de
Pág
ina3
9
la competencia con el ejercicio. Las actividades de movimiento para cohesión en el aula
construyen la pertenencia, lo cual es esencial para crear un hogar sustentable para el
cerebro. Finalmente, cuando se decide utilizar este método en el aula, el medio ambiente
y el aprendizaje se vuelven divertidos.
5. Mejora el estado del aprendizaje
Si un alumno tiene un estado de aprendizaje positivo mientras se le está enseñando,
tendrá una mejor oportunidad de hacer conexiones y de comprender los conceptos que
debe aprender.
El movimiento es uno de los más poderosos directores del estado de aprendizaje del
alumno. Los docentes que utilizan los seis propósitos del movimiento tendrán un medio
efectivo para dirigir a sus alumnos. Esto facilitará el éxito académico de muchos.
6. Diferencia la enseñanza
Las aulas se caracterizan por la diversidad de sus aprendices. Por lo tanto, diferenciar por
el estilo de aprendizaje se convierte en una herramienta de enseñanza fundamental.
Algunos trabajos sugieren que más del 50% de los alumnos son predominantemente
aprendices kinestésicos. En otras palabras, prefieren mover sus cuerpos mientras
participan del proceso de enseñanza.
En respuesta a este alto porcentaje de aprendices kinestésicos es esencial que los
docentes incorporen el movimiento en sus clases. Si la mayor parte de las jornadas se
realizan a través del lenguaje oral y escrito, estamos dejando de lado a aquellos que
prefieren aprender de manera kinestésica. Una forma efectiva de llegar a ellos es
implementando los seis propósitos del movimiento en el aula. Al dictar los contenidos de
este modo los docentes diferencian la enseñanza para alcanzar las necesidades de estos
aprendices.
7. Involucra los sentidos
Pág
ina4
0
El Sistema Nervioso aprende y deposita la información a través de claves sensoriales. Por
lo tanto, cuantos más sentidos utilicemos más probable será que la información sea
aprendida y depositada.
En el aula esto a menudo sucede a través de escuchar, escribir, ver y discutir. Agregar los
seis propósitos del movimiento al currículo incrementa la posibilidad de que la
información sea aprendida, depositada y recordada para su posterior uso y transferida a
otros contextos.
Pocas veces los alumnos tienen la oportunidad de experimentar los contenidos a través
del movimiento y de utilizar su cuerpo.
Toda la información sensorial (incluyendo la vista, el oído, el tacto, el olfato, el gusto y el
sentido kinestésico) contribuye al aprendizaje.
En la enseñanza, a menudo, está ausente la parte kinestésica. Para que la información sea
asimilada, algo debe sucederle a través de una entrada sensorial.
El aprendizaje basado en una forma kinestésica puede proveer de una conexión muy
fuerte con la información y así lograr su retención y recuerdo.
8. Reduce el estrés
La escuela y el aula pueden ser ambientes estresantes. Este estrés provendría de muchas
áreas, incluyendo el estar sentado durante mucho tiempo, las expectativas académicas,
sentirse desconectado del marco escolar, la presión social de los pares y las necesidades
no logradas.
El movimiento y el ejercicio pueden tener un efecto positivo sobre el Sistema Nervioso ya
que colaboran con la reducción del estrés.
La utilización de los seis propósitos del movimiento como parte de una experiencia
integral del aula puede ayudar a estimular un clima positivo en el aula. Esto da lugar a un
ambiente que minimiza el estrés mientras simultáneamente maximiza el aprendizaje.
Pág
ina4
1
9. Incrementa la circulación
Estar sentado por largos periodos hace que la sangre se acumule en los miembros
inferiores, lo que implica un menor flujo sanguíneo cerebral.
Esto genera un estado de aprendizaje no deseable.
Simplemente permitiendo a los alumnos que se paren y se muevan, incorporando los seis
propósitos del movimiento, alivia esta reducción sanguínea al aumentar la frecuencia
cardíaca y su fuerza de contracción muscular. Lograr que llegue más oxígeno fresco al
cerebro generará un estado de aprendizaje más efectivo.
10. Incrementa el aprendizaje y la memoria episódica
Durante el aprendizaje el cerebro toma debida nota de dónde está cuando aprende algo.
Cuando se utiliza el movimiento para incorporar un concepto, una nota ambiental
exclusiva es realizada por el cerebro haciendo que la información sea mucho más fácil de
recordar.
A través de los seis propósitos del movimiento es posible para el Sistema Nervioso generar
imágenes ambientales exclusivas del aprendizaje, las cuales pueden aumentar la
capacidad de los alumnos de recordar la información a posteriori.
Neurotrucos para vivir mejor
Cómo tener días más felices
Diversos estudios sobre el estado de ánimo demuestran que iniciar
el día recordando 3 cosas que nos hagan felices puede aumentar
nuestra visión positiva de la vida durante toda la jornada. Incluso se
incrementaría la efectividad de esta práctica con el simple hecho de anotar en un papel
esas 3 situaciones, para poder leerlas durante el día.
Pág
ina4
2
Neurociencias y Educación
Estrés, neuroplasticidad y aprendizaje
Lic. Mariela Vestfrid
Cuando se enseña en una clase sobre el concepto de estrés, no hay mejor manera de
hacerlo que indagando en los alumnos sobre su propia experiencia. La primera pregunta
que surge es: ¿qué sienten antes de rendir un examen? Y las respuestas serán varias: “un
nudo en la garganta”, “se me cierra el estómago”, “transpiro”, “se me acelera el corazón”,
“nervios”, “ansiedad”, etc. Todas éstas son
manifestaciones del sistema nervioso simpático, es
decir, la primera fase en la respuesta de estrés llamada
reacción de alarma (lucha o huída).
La segunda pregunta que aparecerá será ¿y para qué
sirve el estrés? Desde la perspectiva biológica diremos
que es el recurso que posee el organismo para
responder a un estímulo demandante de energía. De
ahí la denominación de lucha o huída, algo que en el
escenario de un examen aparentemente no nos resulta
“adaptativo”. Sin embargo, la movilización de glucosa
hacia los músculos también ocurre hacia el cerebro,
incrementando el nivel de alerta, en beneficio de la
situación que estamos describiendo.
Cuando el estresor se mantiene en el tiempo entran en juego otros sistemas como el
endócrino, en la fase de resistencia, y luego el inmunológico, en la última fase “de
agotamiento”.
Los alumnos no están inmersos en un medio ideal. Su historia personal, su situación
actual, conflictos, horas de sueño, conducta alimentaria, enfermedades, etc., suman
estímulos estresores.
Pág
ina4
3
El estrés crónico que lleva a la fase de agotamiento tiene efectos negativos en el cuerpo y
también en el rendimiento académico, ya que
afecta la memoria. Gracias a los conocimientos
actuales sobre neuroplasticidad sabemos que en
esta situación se produce muerte celular a nivel del
hipocampo, una estructura clave para la
consolidación de la memoria de corto a largo plazo
y, por ende, vital para el aprendizaje.
La diferencia entre el concepto de estrés enunciado por Hans Selye (1936) y el de Richard
Lazarus (1966) es la interpretación que hace el individuo de su relación con el medio.
Peter Sterling, en 1988, y Bruce McEwen, en el 2002, desarrollaron el concepto de
alostasis, que es el nivel de actividad necesario del organismo para mantener la
estabilidad en ambientes en constante cambio respondiendo al estrés psíquico o físico,
interno o externo, activando el sistema autónomo, el eje hipotálamo-hipófiso-adrenal, el
cardiovascular, el metabolismo y el sistema inmune.
En la actualidad el concepto de estrés involucra al proceso de valoración o evaluación
psicológica (autoevaluación) con un rol fundamental que puede tomar dos formas:
I) Valoración primaria: un patrón de respuesta inicial en el cual la persona evalúa la
situación, como por ejemplo:
* Valoración de amenaza: se produce cuando la persona anticipa un posible peligro.
* Valoración de desafío: se presenta ante una situación en la cual existe una valoración de
amenaza, pero existe la posibilidad de ganancia y la persona cree que puede manejar el
estresor por medio de sus recursos.
* Evaluación de pérdida o daño cuando ha habido algún perjuicio, como una lesión o
enfermedad incapacitante, algún daño a la estima propia o social, o bien haber perdido
algún ser querido.
* Valoración de beneficio, no genera reacciones de estrés.
Pág
ina4
4
II) Valoración secundaria: se busca determinar las acciones a realizar para enfrentar el
estresor y se tiene la percepción de que se poseen habilidades de afrontamiento. La
interacción entre la valoración primaria y secundaria determina el grado de estrés y la
intensidad de la respuesta emocional (Lazarus & Folkman, 1986).
Como docentes debemos ―a través de las propuestas pedagógicas― plantear para el
trabajo áulico y su posterior evaluación situaciones que sean valoradas en primera
instancia como desafíos que se puedan asumir como posibles, brindándole al alumno la
seguridad de que le hemos dado herramientas suficientes y de que posee los recursos
necesarios para alcanzar los objetivos satisfactoriamente.
Una estrategia que elimina la valoración de amenaza es la práctica y la coherencia entre lo
que se enseña y luego se evalúa, no sólo respecto a los contenidos sino también a ser muy
precisos en la elección del diseño de la evaluación.
El aprendizaje requiere de memoria y de emoción; la respuesta de estrés y la emocional
utilizan circuitos neuronales comunes que son claves para guardar la información a largo
plazo.
La resiliencia ―capacidad de enfrentar una situación y obtener un beneficio a partir de
que ésta sea superada― representa también la búsqueda de patrones
psiconeurobiológicos para adaptarse a los cambios.
El aprendizaje a nivel neuronal se explica por procesos de plasticidad y la búsqueda de
nuevas estrategias a la flexibilidad. La corteza dorsolateral prefrontal se encuentra
estrechamente relacionada con los procesos
de planeación, memoria de trabajo, fluidez
(diseño y verbal), solución de problemas
complejos, flexibilidad mental, generación de
hipótesis, estrategias de trabajo, seriación y
secuenciación (Stuss & Alexander, 2000);
procesos que en su mayoría se consideran
funciones ejecutivas.
Pág
ina4
5
Esta corteza se relaciona con la amígdala y el
hipocampo, estructuras que en el estrés crónico se
ven afectadas en forma diferente. La amígdala
incrementa su trabajo, ya que es el centro
integrador de la respuesta emocional y en el
hipocampo, por su parte, el aumento de cortisol
provoca muerte celular. Recordemos que el hipocampo es fundamental para la
consolidación de la memoria de corto a largo plazo; en él se ha corroborado la
potenciación a largo plazo y la neurogénesis.
La neuroplasticidad y el aprendizaje son procesos que se potencian, alteran y hasta se ven
perjudicados según la presencia, intensidad y duración de factores estresores.
Por ello, a pesar de que evitar las situaciones estresantes previas al inicio de la clase
resulta muy dificultoso para el docente, es importante generar contextos educativos que
brinden seguridad y tranquilidad al alumno, en donde las situaciones de estrés puedan
superarse: éste será un gran paso para mejorar la educación.
Neurotrucos para vivir mejor
Ingesta de azucares y cognición
Una investigación en conjunto entre la Universidad de
Medicina de Berlín y la Universidad de Halle concluyó que una
alimentación baja en glucosa puede ayudar a proteger el
cerebro. Los niveles de glucosa en sangre crónicamente altos
ejercen una influencia negativa sobre la cognición, incluso
causando un impacto perjudicial en el volumen del hipocampo –estructura involucrada en
la formación de nuevos recuerdos y consolidación de la memoria de largo plazo–.
Pág
ina4
6
Neurociencias y Educación
Clases cerebralmente amigables para que sus alumnos recuerden lo que
usted les enseña (segunda parte)
Dr. Roberto Rosler
Blog: Clic aquí.
Paso 5: Práctica
Es el momento de transferir la información de la memoria de trabajo a la de largo plazo a
través de las cinco “carreteras” de memoria.
Para practicar se necesitan múltiples ejercicios, con el fin de lograr que una red neuronal
se vuelva permanente. Para consumar este objetivo se requiere de repetición. Asimismo,
la información también se consolida mientras dormimos.
Sello neocortical: Recordamos mejor si procesamos totalmente el nuevo tema.
El aprendizaje de habilidades requiere de al menos 24 prácticas para alcanzar un 80% de
eficiencia. Por esto debemos fomentarles a nuestros alumnos numerosos episodios de
práctica elaborada para que puedan aprender.
Sello neocortical: Las memorias deben ser ejercitadas en múltiples formas para poder
depositarlas en varias y diferentes áreas cerebrales.
Las memorias de largo plazo son redes neuronales que han sido fortalecidas mediante la
repetición. Necesitamos que los alumnos practiquen más allá de la perfección para
asegurarnos que las conexiones en las áreas de la memoria sean permanentes.
Sello neocortical: Alguna información debe ser sobre-aprendida para que se vuelva
permanente.
Sello neocortical: Múltiples experiencias llevan a memorias más sólidas.
Pág
ina4
7
Las memorias se consolidan durante el sueño con movimientos oculares rápidos (MOR).
Hay trabajos que demuestran que aquellos alumnos que duermen 6 horas luego de una
sesión de aprendizaje recuerdan mucho menos que los que lo hicieron durante 8 horas.
¡El nuevo aprendizaje se practica durante el sueño! Las redes neuronales que se han
formado durante el aprendizaje se reconectan con el sueño.
Muchos estudiantes utilizan un sistema de estudio que prioriza las evaluaciones: estudian
hasta altas horas de la noche, durmiendo sólo un par de horas y levantándose muy
temprano para repasar el tema.
Con esta estrategia puede que consigan depositar suficiente información en la memoria
de trabajo (de corto plazo) para que les vaya aceptablemente bien en la evaluación.
Pero, por supuesto, no han guardado la información en la memoria de largo plazo ya que
no durmieron lo suficiente como para lograr que las conexiones neuronales se
fortalecieran. Por todo esto, si bien pueden sacar una buena nota en la evaluación, sus
conocimientos se “evaporarán” en poco tiempo.
Sello neocortical: El estudiar por las noches es una manera de olvidar más que de
recordar.
Sello neocortical: La tarea provee múltiples prácticas y aumenta los logros académicos
de los alumnos.
El conocimiento de las diferentes “carreteras” de la memoria ayuda a identificar las
distintas estrategias de práctica:
Memoria semántica: la instrucción semántica es la que más utilizamos en la escuela, sin
embargo no es la única vía de aprendizaje que tenemos en nuestro cerebro.
Carretera episódica: es la que deposita memorias de eventos y localizaciones.
Carretera emocional: es la más poderosa de todas; deposita nuestras memorias de los
eventos emocionales. La Amígdala cerebral es el factor que más afecta lo que recordamos
Pág
ina4
8
o no. Sus múltiples conexiones le permiten
comunicarse inmediatamente con otras
estructuras neuronales cuando algo es
emocionalmente importante de recordar.
Carretera de procedimientos: es utilizada para la
memoria muscular y aquellos procedimientos
básicos que practicamos en forma repetida hasta que se vuelven automáticos (andar en
bici, manejar un auto, etc.).
Carretera automática (o aprendizaje condicionado): nos permite condicionar ciertas
memorias. Es el clásico aprendizaje asociativo o Pavloviano.
Todas estas carreteras de memoria nos proveen de múltiples posibilidades de diseñar
diferentes experiencias de aprendizaje para nuestros alumnos.
Para que el aprendizaje sea transferible debemos utilizar la mayor cantidad de circuitos
posibles y, por lo tanto, el mayor número de contextos de aprendizaje que podamos (lo
que hará más probable que el conocimiento sea transferible).
Pág
ina4
9
La práctica posibilita que se produzcan cambios permanentes en las redes neuronales. Si
la información puede ser depositada a través de todas las carreteras de la memoria,
entonces luego se podrá tener acceso a ella a través de varias claves.
Neurotrucos para vivir mejor
Alimentación y cerebro
Nuestro cerebro no sólo es el órgano de mayor consumo
energético, sino también es el compuesto por mayor
cantidad de lípidos –grasas–. Por consiguiente, no es
equivalente que parte de esa energía provenga de una
alimentación compuesta mayormente de grasas
saturadas, como las provenientes de la manteca, que de grasas insaturadas, derivadas del
pescado o los frutos secos.
¿Por qué es tan importante esta diferencia? Porque nuestra alimentación no sólo es vital
para el buen funcionamiento de nuestro cerebro, sino que también se convertirá en parte
de su composición. Por lo cual no es lo mismo que nuestro cerebro se encuentre
compuesto por grasas provenientes de las papas fritas, que de las procedentes del aceite
de oliva.
Diversas investigaciones, como las llevadas adelante por la Universidad de Minnesota,
mostraron que la buena alimentación (principalmente la compatible con la “dieta
mediterránea”), no sólo disminuiría los riesgos de sufrir accidentes cerebro-vasculares,
sino que también ayudaría a proteger las funciones cognitivas ante el envejecimiento.
Pág
ina5
0
Más información: Clic aquí.
-----------------------------------------------------------------
Más información: Clic aquí.
Pág
ina5
1
Infografía
Descargar: Clic aquí.
Pág
ina5
2
Más información: Clic aquí.
-----------------------------------------------------------------
Más información: Clic aquí.
Pág
ina5
3
Asociación Educar
Ciencias y Neurociencias aplicadas al Desarrollo Humano
www.asociacioneducar.com
Seguinos en:
Facebook - Twitter - YouTube - Blog - Google+ - Pinterest