desarrollo

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UNA NUEVA VISION DE LAS TIERRAS COMUNITARIAS DE ORIGEN DESARROLLO SUSTENTABLE CON IDENTIDAD TERRITORIAL Y SOCIAL René Guery Chuquimia Escóbar 2001, Quito-Ecuador Introducción Hoy en día se habla bastante de desarrollo sustentable, tanto desde ámbitos internacionales como nacionales, y esto está ligado también al problema económico de crecimiento y el medio ambiente, y todo apunta hacia la explotación racional Y sobrexplotación de los recursos naturales. El paradigma en el cual se mueve es el cuantitativo con la generación de riqueza. Sin embargo, poco se dice sobre las características humanas y sociales que debe tener un desarrollo que tenga por fin el bienestar humano y natural. La pregunta de todos es ¿cómo hacerlo? ¿qué valores aplicar para que sea una realidad? ¿qué lugar ocupa el diálogo intercultural y la democratización de la participación social y la información? Son preguntas que merecen una profunda reflexión, que por supuesto debe partir de la misma concepción de desarrollo ¿qué es? y luego de la relación con el medio ambiente y los pueblos indígenas, claro que el fin no es esencializar, pero tampoco obviar esa dimensión imprescindible de la relación hombre naturaleza. A pesar que la historia avanza y las costumbres cambian, el modelo ambiental varía, pero los valores comunitarios de los cuales son portadores los pueblos indígenas (entre otros) para el bienestar, siempre deben perdurar como soporte de cualquier concepción de desarrollo. A partir de ello se puede crear las condiciones mínimas de un desarrollo sustentable mas humano en un marco de pluralismo y con condiciones de diálogo bien señaladas que partan de una visión integral hombre-naturaleza. Esa reflexión nos conduce a plantear el objetivo de este pequeño ensayo. Partamos de la figura jurídica de Tierras Comunitarias de Origen (TCOs) que la ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria (SNRA) reconoció a los pueblos

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CIENCIAS SOCIALES

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UNA NUEVA VISION DE LAS TIERRAS COMUNITARIAS DE ORIGENDESARROLLO SUSTENTABLE CON IDENTIDAD TERRITORIAL Y SOCIAL

Ren Guery Chuquimia Escbar2001, Quito-EcuadorIntroduccin

Hoy en da se habla bastante de desarrollo sustentable, tanto desde mbitos internacionales como nacionales, y esto est ligado tambin al problema econmico de crecimiento y el medio ambiente, y todo apunta hacia la explotacin racional Y sobrexplotacin de los recursos naturales. El paradigma en el cual se mueve es el cuantitativo con la generacin de riqueza. Sin embargo, poco se dice sobre las caractersticas humanas y sociales que debe tener un desarrollo que tenga por fin el bienestar humano y natural. La pregunta de todos es cmo hacerlo? qu valores aplicar para que sea una realidad? qu lugar ocupa el dilogo intercultural y la democratizacin de la participacin social y la informacin? Son preguntas que merecen una profunda reflexin, que por supuesto debe partir de la misma concepcin de desarrollo qu es? y luego de la relacin con el medio ambiente y los pueblos indgenas, claro que el fin no es esencializar, pero tampoco obviar esa dimensin imprescindible de la relacin hombre naturaleza. A pesar que la historia avanza y las costumbres cambian, el modelo ambiental vara, pero los valores comunitarios de los cuales son portadores los pueblos indgenas (entre otros) para el bienestar, siempre deben perdurar como soporte de cualquier concepcin de desarrollo. A partir de ello se puede crear las condiciones mnimas de un desarrollo sustentable mas humano en un marco de pluralismo y con condiciones de dilogo bien sealadas que partan de una visin integral hombre-naturaleza.

Esa reflexin nos conduce a plantear el objetivo de este pequeo ensayo. Partamos de la figura jurdica de Tierras Comunitarias de Origen (TCOs) que la ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria (SNRA) reconoci a los pueblos indgenas de Bolivia en el sentido de propiedad y no tanto de jurisdiccin. Entonces tratemos de darle una nueva concepcin que posibilite un planteamiento de las organizaciones indgenas bolivianas, mas especficamente del rea andina. Para ello atemos una premisa que una identidad, desarrollo, sustentabilidad, rescate de valores comunales, tal vez una nueva visin de la ley de Participacin Popular. Esto puede convertirse en un paradigma de desarrollo sustentable bajo el espritu de territorialidad con identidad.

Para intentar cumplir con ese objetivo el trabajo lo dividiremos en tres partes: la primera es un breve acercamiento crtico al concepto de desarrollo sostenible y sus rupturas epistmicas y buscar un planteamiento mas social; la segunda parte una relacin de las TCOs en la concepcin del Estado boliviano sealando sus lmites de jurisdiccin y conflictos; en la tercera parte buscaremos reformular una visin mas pluralista de la territorialidad de las TCOs para el desarrollo sustentable en un marco plural que rescate la relacin hombre-naturaleza.

1. Qu es el desarrollo sustentable y el medio ambiente? cules son sus rupturas epistmicas?

Desde los aos 50 hasta los 80 en Amrica Latina el concepto que se manejaba era el desarrollo econmico que fue introducido por la influencia de la CEPAL en lo que fue el ISI (Industrializacin por Sustitucin de Importaciones). Sin embargo esto no tuvo un eco marcado pues se confunda con los intereses de la oligarqua mezclados con herencia colonial. Posteriormente en los 70 y 80 desde las NN.UU. aparece un nuevo concepto, el de desarrollo sustentable y a travs del Banco Mundial las recomendaciones del Consenso de Washington (reformas neoliberales para estabilizar los indicadores macroeconmicos). Segn la definicin de la comisin Burtland (1987), el desarrollo sustentable sera: "desarrollo que satisface los mecanismos de la presente generacin sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades". Acotando, al interior de este enunciado estn presentes otros aspectos como por ejemplo la involucin, la ley de la conservacin (todo se conserva y transforma en la naturaleza) que fue superada con la ley de la entropa (nada vuelve) debido a que el crecimiento es exacerbado e incontrolado.

Normalmente esta definicin esta asociada a los indicadores macroeconmicos, como el PIB, si esto crece entonces hay crecimiento y desarrollo, y supuestamente con ello empleo, recursos para vivienda, educacin, etc. Esta postura es criticada por Schulst (1997) quien dice que el PIB nunca va a reflejar los aspectos cualitativos del desarrollo. No cabe duda que una definicin mnima de desarrollo debe partir del bienestar humano o la felicidad, desde un punto de vista filosfico, desarrollo sera vivir dignamente tal como ocurre en las comunidades, pero cuando ste se enfrenta a otros conceptos entra en conflicto, en las comunidades habra una tensin entre identidad y desarrollo o choque de paradigmas. Gustavo Esteva tambin critica la posicin convencional "En esta interpretacin convencional, empero, se ha concebido el desarrollo sostenible como una estrategia para sostener el desarrollo, no para apoyar el florecimiento y la perduracin de una vida social y natural infinitamente diversa" y "La llamada 'realidad' del desarrollo, con su cosmtico actual de 'sustentabilidad', no es sino un eufemismo mas para disimular el desastre cotidiano y mundial. Ha llegado el momento de recobrar el autntico sentido de la realidad" (Citados en Murillo 2000:420).

Ahora bien, el enfoque de Barbier, como una manera de defender la posicin oficial, plantea la interrelacin entre tres dimensiones del desarrollo: el desarrollo biolgico (que incluye la diversidad gentica, capacidad de carga, productividad biolgica); el desarrollo social (aspectos como la diversidad cultural, sustentabilidad institucional, justicia social, participacin); el desarrollo econmico (que cubre la satisfaccin de necesidades bsicas, reduccin de la pobreza, equidad, produccin de servicios y bienes sociales). El logro de estos tres mbitos dara una forma sustentable de desarrollo. Respecto a este esquema surge una pregunta es verdad que todo sistema tiene estos tres objetivos?

Murillo (2000) seala que las tres dimensiones que une este enfoque no son coherentes, mas bien se repelen y se excluyen "los tres mbitos son excluyentes desde el punto de vista del significado de cada uno... en donde no se toma en cuenta es al ser humano y al ser natural". Pensamos que sera una ideologizacin del desarrollo, pues una cosa es lo econmico, otra lo social y otro lo biolgico. Por ejemplo, lo econmico funciona independientemente de lo social y lo biolgico, y a partir de ah se configura la concepcin convencional de desarrollo econmico en relacin al medio ambiente que une crecimiento con desarrollo, el PIB, todo esto en alianza con la economa de libre mercado, adems que no toma en cuenta las externalidades. Al respecto podemos acotar diciendo que, no solo los tres mbitos se repelen sino que se mueven a travs de una serie de rupturas epistmicas que ocasionan la no comprensin de los aspectos simblicos, sagrados que tienen que unir a una concepcin de desarrollo. Estas rupturas nos induce a pensar, porque no es acertada esta visin de desarrollo.

Revisemos dos de las rupturas epistmicas, que surgen de la teora social, en las cuales se sujeta actualmente el desarrollo. La una el quiebre iluminista va libertad y la otra la ruptura con la tierra va marxismo. Para sealar estas rupturas vamos a citar a dos de sus ms eminentes representantes, Weber y Marx, aunque Bacon tiene que ver con esto y el positivismo como paradigma de la ciencia. Max Weber parte con una pregunta de por qu occidente representa la cultura universal y qu cosa ha ocurrido para que se difundiera tanto su cultura. La respuesta que encuentra Weber es la racionalizacin y estos "Procesos de racionalizacin, pues, se han realizado en todas partes y en todas las esferas de la vida" (Weber, 17). Para Weber el concepto de racionalizacin es "el conocimiento de la fe en que con solo querer se puede siempre experimentar algo y, por consiguiente, que en principio no existen poderes misteriosos imprevisibles que intervengan, sino que ms bien se pueden dominar, en principio, todas las cosas mediante clculo. Todo ello significa el desencantamiento del mundo"[footnoteRef:1]. Por otro lado Weber tambin seala que otro componente para entender nuestras sociedades modernas radica en la separacin que hay entre la especializacin profesional y el resto de la poblacin, en otras palabras la diferencia entre lderes y subordinados. Tambin podramos interpretarlo entre el todo como un colectivo a su fragmentacin especializada de individuos. Ontolgicamente el paso de una cultura compuesta de partes en un todo a una cultura dividida, escindida de su contexto social, la vida no es la comunidad es su divisin, entre lo culto y lo inculto, unos cuantos tienen la capacidad de decisin sobre el resto, tambin podemos decir que esos cuantos deciden la vida de los otros, lo que pasa actualmente con los estados. Entonces lo social y el bienestar no se reduce al conjunto ni se piensa en el conjunto, es un grupo reducido. Esto es contrario al pensar colectivo andino. [1: Citado en WEGER, K-H: op. cit. p. 375. El libro de Weber es de 1951, p. 693.]

No cabe duda que las ideas de Weber sobre la realidad de occidente son muy acertadas, y va unido a la idea de modernidad y la razn. Esto tiene consecuencias muy altas para una comprensin integral del mundo, ya que la racionalizacin provoca una ruptura ontolgica en la relacin hombre-naturaleza. Lander hace referencia a "la ruptura ontolgica entre cuerpo y mente, entre la razn y el mundo" (2000) Por su parte Descartes dice "La ruptura ontolgica entre la razn y el mundo quiere decir que el mundo ya no es un orden significativo, esta expresamente muerto. La comprensin del mundo ya no es un asunto de estar en sintona con el cosmos... Esta rota, la separacin entre cuerpo y mente dej al mundo y al cuerpo vaco de significado y subjetiviz radicalmente a la mente. Esta subjetivacin de la mente, esta radical separacin entre mente y mundo, coloc a los seres humanos en una posicin externa al cuerpo y al mundo, con una postura instrumental hacia ellos" (citado en Lander, 2000: 15). En resumen, la postura de Weber descansa en la idea de desencantamiento del mundo en el cual la mente es quien domina el universo separado del cuerpo, y se rompi el lazo sagrado con el mundo espiritual. No creo que en el mundo andinos la realidad sea esa. Tomemos esta ruptura como fundamental en la concepcin de desarrollo.

En cuanto a Marx, su pensamiento sigue siendo influyente, al menos el tema de la escisin entre estado y sociedad, que no vamos a referirnos, permite comprender la constitucin contradictoria de los estados modernos. Marx, en el prlogo, de la Contribucin a la crtica de la economa poltica, seala que las relaciones jurdicas, como las formas de Estado, no pueden comprenderse por s mismas ni por la evolucin general del espritu, sino por las condiciones materiales de vida, la anatoma de la sociedad civil se la busca en la economa poltica. Por otro lado, en la produccin social de la vida los hombres contraen determinadas relaciones independientes de su voluntad, relaciones de produccin y esa es la estructura econmica de la sociedad, este modo de produccin de la vida material condiciona el proceso de la vida social, poltica y espiritual. Por eso, no es la conciencia del hombre la que determina su ser, el ser social es el que determina su conciencia, o sea las relaciones expresadas en ese modo de produccin determinan la conciencia de ah surge las clases sociales. No podemos juzgar a un individuo por lo que piensa de s, hay que explicar esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de produccin, dichas relaciones burguesas de produccin son la ltima forma antagnica del proceso social de produccin que proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos. Con esta formacin se cerrara la prehistoria de la sociedad humana, o sea que las relaciones econmicas son el paso a la civilizacin. El rescata de Feuerbach que el ser de una cosa o del hombre es al mismo tiempo su esencia. Bsicamente el mundo capitalista que domina hoy se conforma segn estos postulados en el cual se une, materialismo, conciencia, y que un "mundo esta preado de materia". La respuesta de Marx a este problema es la revolucin total a una sociedad sin clases. Tambin podemos citar a Samir Amin que plantea otra idea radical, la desconexin del mundo capitalista. Nuestra propuesta debiera ser la desconexin, pero preferimos no aislarnos y mas bien que el otro se ocupe esta vez de comprender a lo indgena.

Por otro lado, si bien Marx desentrao la lgica capitalista de produccin, sin embargo habra cometido un error, "Marx, a pesar de afirmar que la trinidad (capital/trabajo/tierra) 'contiene en s misma todos los misterios del proceso social de produccin', termina por formalizar una concepcin de la creacin de riqueza que ocurre al interior de la sociedad, como una relacin capital/trabajo, dejando fuera a la naturaleza." (Citado en Lander, 2000:34-35). En su versin mas alta esta el actual paradigma del Banco Mundial, "siguiendo una prctica convencional defini 'patrimonio producido' (produced asset) como la 'medida tradicional de la riqueza', ahora sugiere que incluyamos tambin 'el capital natural' y 'los recursos humanos' como elementos constitutivos da riqueza" (Coronil, 2000;100). Todos estas cosas que acabamos de nombrar sealan una ruptura vital en la comprensin hombre y tierra. El capitalismo, la globalizacin y el libre mercado confieren un patrn econmico y de inters de riqueza al valor que pueda representar la tierra, ya no tanto como elemento vital de existencia sino como fuente de riqueza, dejando a un lado los aspectos morales como dice el mismo Coronil, Marx tiene razn en sealar que el pecado original fue la acumulacin originaria del capital, pero l tuvo el error de sealar los atributos del movimiento econmico sin pensar su masificacin o su uso irracional.

Frente a esas rupturas en las cuales se halla envuelta hoy el paradigma de desarrollo, es necesario el rescate de los valores que atan al hombre con la naturaleza que rompi la ilustracin. Casi todos los proyectos de desarrollo, importados no miran estas rupturas debido a que estn plagados de liberalismo vs. comunitarismo. Por otro lado esta concepcin guarda correspondencia con la idea de modernidad y modernizacin como agentes de progreso, la modernidad entendida como el triunfo de la razn que domina y controla el destino del hombre "nos referimos al intento fastico de someter la vida entera al control absoluto del hombre bajo la gua segura del conocimiento" (Castro-Gmez, 2000:145), por otro lado, siguiendo el positivismo de Bacon "De hecho, la naturaleza es presentado por Bacon como el gran adversario del hombre, como el enemigo al que hay que vencer para domesticar las contingencias de la vida y establecer el Regnum hominis sobre la tierra" (Ibid.). Esto nos conduce al tema del control de lo real como otro paradigma dominante.

Como vimos de Weber que hay una separacin entre profesionales y pueblo, esto no permite hablar de un proceso de democratizacin pues los llamados expertos siempre tiene la razn de la tecnologa. Cuando no hay dilogo de sujetos, entre indgenas y capitalistas en el caso de una regin Lagunera en Mxico, se puede llegar a lo que seala Salas (2000). "A pesar de sus diferencias como sujetos, en su ubicacin en el sistema productivo y social regional y en la forma de relacin con el ambiente, el accionar cotidiano de ambos grupos conduce al deterioro de los recursos naturales. Unos debido a la pobreza, construyen sus estrategias de sobrevivencia al mismo tiempo que debilitan su identidad y derechos culturales; los otros a causa de una racionalidad empresarial orientada a mantener y aumentar sus ganancias y a conservar el dominio sobre los recursos naturales, sus fuentes de poder y su estilo de vida." (464-465)

2. Las Tierras Comunitarias de Origen en la legislacin boliviana

En octubre de 1996 en Bolivia, despus de una serie de movilizaciones y enfrentamientos, y como parte de una segunda generacin de reformas constitucionales neoliberales, se aprueba la nueva y polmica ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria (SNRA) cuya visin implica el mercado de tierras. En dicha ley el Estado, de acuerdo con el Art. 171 de la Constitucin Poltica que a la letra dice "Se reconocen, respetan y protegen en el marco de la ley, los derechos sociales, econmicos y culturales de los pueblos indgenas que habitan en el territorio nacional, especialmente los relativos a sus tierras comunitarias de origen, garantizando el uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, su identidad, valores, lenguas, costumbres e instituciones. El estado reconoce la personalidad jurdica de las comunidades indgenas y campesinas y de las asociaciones y sindicatos campesinos. Las autoridades naturales de las comunidades indgenas y campesinas podrn ejercer funciones de administracin y aplicacin de normas propias como solucin alternativa de conflictos, en conformidad a sus costumbres y procedimientos, siempre que no sean contrarios a esta Constitucin y las leyes. La ley compatibilizar estas funciones con las atribuciones de los poderes del Estado", reconoce la figura jurdica de Tierras Comunitarias de Origen a los pueblos indgenas y originarios y a las comunidades campesinas. El Art. 3, numeral III, de la ley SNRA dice:

"Se garantiza los derechos de los pueblos indgenas y originarios sobre sus tierras comunitarias de origen, tomando en cuenta sus implicaciones sociales, econmicas, sociales y culturales, y el uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales renovables, de conformidad con lo previsto en el artculo 171 de la Constitucin Poltica del Estado. La denominacin de tierras comunitarias de origen comprende el concepto de territorio indgena, de conformidad a la definicin establecida en la parte II del Convenio 169 de la Organizacin Internacional del Trabajo, ratificado mediante Ley 1257 de 11 de julio de 1991.

Los ttulos de tierras comunitarias de origen otorgan en favor de los pueblos y comunidades indgenas y originarias la propiedad colectiva sobre sus tierras, reconocindoles el derecho a participar el uso y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales renovables existentes en ellas.

El uso y aprovechamiento de los recursos naturales no renovables en tierras comunitarias de origen se regir por lo dispuesto en la Constitucin Poltica del Estado y en las normas especiales que los regulan.

Las tierras comunitarias de origen y las tierras comunales tituladas colectivamente no sern revertidas, enajenadas, gravadas, embargadas, ni adquiridas por prescripcin. La distribucin y redistribucin para el uso y aprovechamiento individual y familiar el interior de las tierras comunitarias de origen y comunales tituladas colectivamente se regir por las reglas de la comunidad, de acuerdo a sus normas y costumbres. En la aplicacin de leyes agrarias y sus reglamentos, en relacin a los pueblos indgenas y originarios, deber considerarse sus costumbres o derecho consuetudinario, siempre que no sean incompatibles con el sistema jurdico nacional".

En el Art. 41 se cataloga a las TCOs como una forma de propiedad que solamente incluye lo agrario. Analicemos lo que dice la ley.

En primer lugar en trminos de derecho, el reconocimiento es de carcter propietario tipo parcelario, aunque se dice que respeta las formas de organizacin. Es el caso de lo que va a suceder o sucede por ejemplo con las demandas de titulacin en el altiplano y el rea andina en general. Lo que se ira a titular no es la jurisdiccin total donde vive por ejemplo un ayllu, sino la suma de las parcelas o tierras de uso comn, en caso de que haya derecho de terceros ah dentro eso se respeta y se lo saca del mbito territorial del ayllu. En otros casos el ayllu o la organizacin indgena reconocida sea paralela con la jurisdiccin municipal, eso tambin se queda sin tocar, el municipio sigue siendo algo aparte. El ejemplo mas grande es el del reconocimiento del Jach'a Suyu Pakajaqi a nivel de la provincia Pacajes del Departamento de La Paz, y este ha iniciado su demanda de TCOs a nivel de toda la provincia, pero no va ser automtico de que las instituciones del estado (municipios que son ocho en total) pasen a ser parte del patrimonio del Jach'a Suyu, en este caso estamos hablando de superposicin de estructuras polticas y sociales pues tanto del Estada como del Jach'a Suyu poseen sus propios rganos de decisin. En la elaboracin de la estrategia provincial de desarrollo, no est tomado en cuenta el Jach'a Suyu. La dimensin del reconocimiento se confunde con lo cultural y folklrico. Las situaciones sealadas hacen suponer que el concepto de territorio indgena que adopta el estado para los pueblos indgenas no implica el espacio total en donde vive un pueblo. los espacios sagrados como los achachilas, apachetas, ruinas arqueolgicas y otros. que seran patrimonio del Estado.

Por otra parte, la figura de tierras comunitarias de origen no permite pensar en un desarrollo sustentable en un mbito de pluralismo, adems en su proceso de titulacin los pueblos y comunidades indgenas se ven envueltas en un sin fin de restricciones y conflictos con otros actores que estn al interior del territorio. En el caso de la amazona es tan marcado esta situacin que es casi una utopa el pensar en territorios ancestrales. Revisando el Atlas Territorios indgenas en Bolivia del CIDOB, vemos que la superposicin de reas protegidas, parques nacionales, concesiones forestales, concesiones mineras, petroleras, y otros no permite tener una clara concepcin de territorio, por ejemplo si un pueblo demanda unas 500.000 ha. solo 200.000 es aceptada. En el caso del rea andina tal vez pueda darse esa realidad aunque no tiene los mismos recursos naturales que en la amazona pero igual hay derechos de terceros y concesiones mineras.

Comparando por ejemplo con el caso colombiano, las TCOs no son en s entidades territoriales que tienen una jurisdiccin clara y autnoma ni siquiera con recursos econmicos (Hockema y Assies, 1999), en este sentido Colombia lleva la delantera. Podemos tomar en cuenta lo que plantea del Val como algo oportuno para comprender algunos elementos que nos pueden servir para profundizar la necesidad de reconocimiento ligado a la democracia. Para del Val son tres esquinas que nos explica un verdadero reconocimiento "el primero, la consolidacin jurdica de personalidad y atribuciones; el segundo, el espacio territorial para su desenvolvimiento, y el tercero , el porcentaje del producto nacional que por ley les debe corresponder para desarrollar sus propuestas" (del Val; 1996:84) Esto es bueno en caso de que los territorios sean continuos y que no existan propiedades de terceros. En el caso del altiplano y el rea andina, la constitucin de los territorios es de carcter discontinuo y compartida con diverdos sectores sociales. La ley del SNRA, si bien dice que se titularan los territorios discontinuos pero es muy difcil llevarlos a la prctica, es como si se tratara de restablecer el control de pisos ecolgicos, cuando ya no lo hay.

En el caso de la explotacin de los recursos naturales en la Constitucin se lo generaliza pues no se especifica si son renovables o no renovables. En la ley del SNRA se menciona que los recursos renovables si pueden ser exlotados por los pueblos indgenas cumpliendo su funcin econmico-social o de subsistencia familiar como forma de vida de la comunidad, mientras que los recursos no renovables son de patrimonio de dominio de la nacin (quin es la nacin?), pero que en caso de que estos estn al interior de las TCOs puede haber el derecho de consulta, indemnizacin, participacin (aunque esto ltimo no esta muy claro) tal como seala el Convenio 169. En el caso de los recursos estratgicos, como el petrleo y minerales, estos son de propiedad del Estado, el Cdigo de Minera aunque dice que respeta lo dispuesto en el Convenio 169, pero en uno de sus artculos dice que los hidrocarburos pueden ser expropiados de las TCOs por ser de utilidad pblica. En el tema del agua est en discusin la nueva ley del recurso agua.

En cuanto al reconocimiento del derecho consuetudinario al interior de las TCOs, no es suficiente con una dbil visin para los territorios indgenas, mejor hablemos de un derecho propio en la misma magnitud del Estado. Pareciera que este reconocimiento encasilla a los pueblos indgenas en una suerte de cajn para su conservacin o nueva exclusin, sin ver el dinamismo que tiene la cultura en trminos de desarrollo. En una democracia multicultural, todos los valores y derechos valen de todas las culturas, ninguna vale mas que la otra y todas las culturas tienen el derecho al acceso a recursos para que ellos establezcan la forma mejor que les parezca y conduzca al desarrollo y establecimiento de sus valores.

Respecto al tema de la ley de Participacin Popular y su impacto en las polticas de desarrollo incluso sostenible y el proceso de participacin social y democratizacin de los actores que se encuentran dentro de los municipios (comunidades, ONGs, Juntas de Vecinos, empresas, y otros) es muy incierto. Por ejemplo Montgomery Roper nos plantea una situacin muy conflictiva que viven los pueblos indgenas y otros actores que forman parte del municipio en Moxos, que estn en tensin, Por su parte, Jos Blanes (2000) hace una investigacin muy interesante en tres municipios del altiplano paceo, seala que una cosa es la ley como un paradigma de desarrollo participativo y otra las formas institucionales que va adquiriendo en su implementacin. Las hiptesis de Blanes son que las comunidades originarias, en ves tener una participacin sostenida en el municipio estn siendo absorbidas y debilitadas por el Estado, de modo que no se da poder a las autoridades indgenas, adems que esta ley no hace mas que fortalecer el poder estatal, o sea, estatizar los espacios municipales y no as democratizarlos.

Si respetamos el concepto de tierras comunitarias de origen en el sentido de territorios ancestrales nos va resultar paradgico pensar que casi todo el espacio andino es ancestral, pues as se ocupaba antiguamente, incluyendo el control de pisos ecolgicos que plantea Murra. La mayor parte del rea andina que cubre la cordillera, el altiplano, los valles y los yungas sera propiedad del mundo aymara, qichwa y otros, por su propia especificidad histrica, pero no es esa la realidad. Las TCOs solo comprenden las parcelas individuales de los miembros de la comunidad, los pueblos indgenas no son considerados como actores dinmicos de los procesos de desarrollo, pues su reconocimiento se confunde con el culturalismo.

3. Hacia una nueva concepcin de la territorialidad

Tal como vimos en el anterior subttulo, existen muchas limitaciones que impiden un verdadero reconocimiento y mas an un real desarrollo en las TCOs. Aqu viene una pregunta cmo construir un concepto de territorio que conduzca hacia un criterio de maximizacin de las relaciones humanas con la tierra y que sea un paradigma de desarrollo sustentable, o mejor dicho de bienestar colectivo?

Para esta parte nos valdremos de algunos conceptos respecto al desarrollo y el medio ambiente local y/o regional y su relacin con el principio de identidad, que es nuestra premisa de desarrollo sustentable y bienestar. Comencemos con el concepto de coevolucin. La tesis del paradigma coevolucionario de Norgaad seala que "Los organismos no son solo el resultado, sino tambin la causa, de sus ambientes" (citado en Ramos, 2001:3). Esto significa que los organismos que son parte del territorio histricamente han interactuado para construir su ambiente. Munda extrae conclusiones de este paradigma "El respeto de la diversidad cultural es de fundamental importancia. En el manejo ambiental el conocimiento local (que es el resultado de un largo proceso coevolutivo) es a menudo ms til que las opiniones de los 'expertos'" (citado en Ramos, 2001:3).

Los pueblos andinos, ya desde tiempos prehispnicos construyeron un marco de acciones que conjuga este criterio, la combinacin de ver, comprender, hacer conocimiento fue la lgica, por ejemplo segn Alan Colata, quien hizo una investigacin arqueolgica sobre Tiwanaku, sealaba que el xito de su desarrollo fue la comprensin de la energa del sol y su adoracin como fuente de riqueza para la hidrulica, en esa regin altiplnica se habra creado un clima de valle gracias a la combinacin de ritualidad, camellones y tecnologa, y una organizacin acorde. Asimismo existe una serie de conocimientos de los pueblos andinos sobre el manejo del medio ambiente. Un estudio muy interesante es el que hace Hans Van Den Berg respecto a la ritualidad en la religin aymara en Bolivia. Esta construccin de conocimiento, lo plantea muy acertadamente Leff "En la historia humana, todo saber, todo conocimiento sobre el mundo y las cosas, ha estado condicionado por el contexto geogrfico, ecolgico y cultural en que se produce y se reproduce una formacin social determinada. Las prcticas productivas, dependientes del medio ambiente y de la estructura social de las diferentes culturas, han generado formas de percepcin, as como tcnicas especficas para la apropiacin social de la naturaleza y la transformacin del medio" (Leff, 1994:22)

Victor Toledo plantea dos aspectos de la prctica de la produccin en los pueblos indgenas: el corpus, "la totalidad del repertorio de smbolos, conceptos y percepciones de la naturaleza"; la praxis "la serie de operaciones prcticas llevadas a cabo en el lugar para la apropiacin material de la naturaleza". Samano dice el respecto "Para Toledo el corpus seran los conocimientos, y la praxis las prcticas que ejecuta el productor tradicional, que tiene una visin totalizadora del medio ambiente que lo rodea y tiene una percepcin espiritual y material de la realidad, es decir tiene una visin dual, y los elementos inseparables del paisaje seran la naturaleza, la produccin y la cultura, que se conjugan en un espacio rural determinado" (Samano, 1988:11) Aqu encontramos otro aspecto de lo que debe implicar un desarrollo con identidad, el lugar del corpus que podemos argumentarlo en los smbolos, rituales, ciclo agrcola, valores y otros, quiz esto involucre los aspectos ideolgicos para un desarrollo sustentable.

Para el caso mejicano Szekely, hace un controvertido e importante estudio sobre el sistema de la milpa como metfora de desarrollo. Esta consiste en un postulado "... si en la siembra milpera sabes qu tipo de semilla va con cul, y con cul no, cunto sembrar de cada cul, y dnde, y sobre todo, cundo", entonces, "la milpa amarra" (Szekely, 1997:202). Lo rescatable de este sistema es la diversidad "lo que alimenta la fertilidad de la milpa es la diversidad de sus componentes.... La milpa es la fertilidad en la diversidad" (Ibid. 203). Podemos indagar que no es solo combinar qumicos y forzarlos para establecer un mximo rendimiento, esa no sera la filosofa milpera, ni lo es en la chacra del altiplano, se sabe dnde sembrar y dnde no hacerlo, por eso"...el simple eslabonamiento entre elementos diferentes puede unirlos, se necesita crear un acoplamiento entre los mismos para que esa unin sea frtil". El trmino de acoplamiento frtil tiene un claro referente a la fertilidad en materia de reproduccin biolgica; la Teora de Sistemas habla de "pluralidad (sistmicamente) interactiva", o simplemente "interaccin sistmica" (Ibid.:203)

Asimismo esto se puede proyectar hacia las relaciones sociales "el amarre milpero mas complejo -y con mayor potencial- es el que puede lograrse en la diversidad entre individuos o grupos, cada uno de los cuales cuenta con su propia capacidad de decisin", entonces "distinguimos entre los amarres que se hacen en las articulaciones del esqueleto duro (o en los huesos, como en el caso de las semillas) que sera aplicable a procesos ecolgicos, tecnolgicos, o productivos, y los que se establecen en las articulaciones del esqueleto blando (o en los msculos), cuando se trata de amarres entre entidades que cuentan con una capacidad propia de tomar decisiones" (Ibid. 204). Esto nos vuelve a sugerir esa alianza entre naturaleza y sociedad. El ayni y los sistemas de reciprocidad aymara en la agricultura son mecanismos que articulan la produccin con el trabajo colectivo, tal como se conceba antiguamente la cosecha era una verdadera fiesta donde incluso se jugaba en la chacra.

Ahora planteemos el tema del desarrollo local. Arocena nos da pistas para su construccin "Un territorio con determinados lmites es entonces 'sociedad local' cuando es portador de una identidad colectiva expresada en valores y normas interiorizadas por sus miembros, y cuando conforma un sistema de relaciones de poder constituido en torno a procesos locales de generacin de riqueza. Dicho de otra forma, una sociedad local es un sistema de accin sobre un territorio limitado, capaz de producir valores y bienes localmente gestionados" (Arocena, 20). Arocena expresa la importancia de la creacin de identidad y en otro de sus aportes es el papel de la motivacin y el inters que tiene que surgir del grupo.

Ahora bien en un mbito local y/o regional no solo hay un actor, sino varios, en el territorio de los pueblos indgenas conviven muchos, entonces "...puede delimitarse como las formas concretas de intercambio sociopoltico a travs de las cuales los grupos sociales campesinos se conforman o se desintegran, en su confrontacin con otro sujetos sociales alrededor de la preservacin o ampliacin de su espacio de reproduccin social. Esta lucha manifiesta de manera mltiple las relaciones de fuerza que son el alimento comn del proceso de estructuracin de la sociedad en sistemas de relaciones econmicas, polticas e ideolgicas" (Pepin, 1993:113-114) Estos son los aspectos claves del proceso de democratizacin y participacin social. El antagonismo y luchas de poder en un territorio siempre va existir como parte de la poltica, el asunto es como controlarlo o crear normas en un marco de pluralismo.

Despus de haber sealado algunos aspectos tericos, planteemos el cmo replantear la concepcin de las TCOs de la ley del SNRA, que incluya el rescate de los valores en el desarrollo sustentable que se habran perdido con la entrada de la modernidad y el desarrollo occidental.

Si bien es cierto que la milpa requiere de algunas condiciones para su aplicabilidad tanto biolgica como sociales, se le puede hacer algunos ajustes o complementarlo con la visin andina del universo. La inclusin de mbitos sagrados en la relacin hombre-naturaleza completara a la milpa.

Sealemos lo que puede incluirse en la propuesta de Arocena. Este planteamiento podemos profundizarlo en una lnea que una historia, identidad y transformacin. Es cierto que para que se constituya una sociedad local es imprescindible un criterio de identidad con la cual compartan sus miembros, pero no es lo nico que tiene que reflejar la identidad. Aqu podemos relacionar la identidad social ligada a la comprensin de la historia, el espacio, el tiempo y la tierra, entonces tendremos una visin de identidad mas compacta, eso de por si implica cierto olvido del principio de Bacon sobre el control de lo real y el sojuzgamiento de la naturaleza. En el pensamiento occidental habra un triunfo del tiempo sobre el espacio, mas marcado hoy por los procesos de transformacin global que aceleran el paso del tiempo sin reflexionar si es bueno o no, mientras que en los pueblos indgenas se produce una conjugacin de ambos mbitos. La naturaleza en relacin al hombre tambin crea identidad, aqu interviene lo que a veces se suele escuchar en las comunidades sobre el pensamiento y sentimiento de la pachamama la pachamama se enoja? por qu, pues tiene su energa csmica (esto no es metafsica).

La pachamama al ser la madre tierra tiene que ser reverenciada mediante ofrendas y sacrificios. Puesto que la naturaleza tambin siente y tiene hambre, por eso el mes de agosto en el mundo andino se lo concibe como el mes de los achachilas. Qu funcin cumple el ritual en un territorio? en conectar el mundo humano con el sobrenatural, eso entraa una dimensin muy importante que es el respeto a la tierra, el desarrollo sustentable actual ha perdido el respeto a la tierra, en medio de ello estn los valores que estructuran el ritual. Cules son los valores? tanto de constitucin social como de vivencia que sostienen un concepto de territorio mas integral.

La concepcin que una identidad y desarrollo, plantea otro criterio de entender la modernidad. La modernidad no es tanto el desencantamiento, la secularizacin o lo universal, o el simple uso de la razn, o una decisin poltica libre (que siempre corre el riesgo de mezclarse con el deseo) como paradigma del desarrollo, mas bien es descubrir los principios de unidad del ser con el universo. La modernidad en forma general tendra que ser el orden de las cosas, junto a ello la reciprocidad, la solidaridad y la interculturalidad, si hay descubrimiento, tecnologa, ciencia, es en relacin de ese orden.

La constitucin de la sociedad entraa el juego de oposiciones, o sea la dualidad, en un territorio donde conviven diversos actores es til actuar en trminos complementarios con democratizacin hacia el desarrollo sustentable. De hecho, la esencia de la constitucin de la sociedad, es la dualidad y los pares. Esto comienza desde la diferencia entre hombre/mujer, puna/valle, etc. (Bourdieu tambin menciona esto). Esa es la realidad de muchos pueblos, como los andinos, incluso en la naturaleza todo es par, los awayos se dividen en dos partes, los pueblos andinos se organizan en parcialidades (arriba/abajo). Esta construccin podemos entenderla de diversa manera, en trminos dicotmicos, antagnicos, o complementarios. El paradigma occidental lo ve como conflicto, separacin, no existe una unidad del ser con el universo. Un pensamiento que parta de valores andinos, debe rescatar y luego construir el concepto de complementariedad en el orden social. La complementariedad andina nos ensea, por ejemplo en el caso del ayllu una unidad en la diversidad, por eso "Toda unidad social esta dentro de un sistema segmentario, combinado con frecuencia con una instancia dual, en la que cada una de las dos 'parcialidades'... son parte del conjunto" (Ticona et. al.; 1995: 98)[footnoteRef:2], estamos hablando de equilibrio. La inclusin de este modo de pensar fortalecera los proceso de desarrollo en cuanto a organizacin. Si en un territorio estn las comunidades, empresas, municipios y otros, deben complementarse, no olvidemos que en una sociedad multicultural todos valen por igual. Sin embargo debe haber reglas de comunin. [2: Estas parcialidades histricamente representan un significado simblico y territorial, por un lado Urqusuyu estara implantado en las partes altas, adems que el campo semntico tratara de la virilidad asociada a la violencia, la guerra, campo que corresponde a lo masculino por antonomasia (Bouysse Cassagne; 1987: 215), por otra parte Umasuyu representa las partes bajas, simblicamente designaba al agua, a todo individuo que estaba vinculado con el mar o el lago (Ibid, 219).]

La unin entre reconocimiento, pluralismo y recursos econmicos, capacitacin en dos niveles, tcnico y tradicional, conjugacin de ambos paradigmas para el desarrollo sustentable es la meta. De hecho hay que estar muy de acuerdo en las condiciones, cules? En principio, si la concepcin occidental del desarrollo sustentable busca el divorcio entre el hombre y la naturaleza y ver al medio ambiente y sus relaciones como una lucha por detentar la riqueza, debemos cambiar esa visin. Sin pecar de ser esencialistas, pero la condicin mnima del dilogo intercultural tiene que ser el pensar integral y colectivo en la relacin hombre-tierra, ser recproco, y ello incorporarlo en la mentalidad del proceso ambiental. Ser recproco implica varios aspectos.

Esto conduce al punto final de nuestro argumento. Quienes conviven dentro de un espacio territorial estn obligados a comprender en qu consiste su especificidad cultural, histrica, mtica, ritual y adscribirse a ella, esto constituye el repensar de la TCOs y en base a ello formular una propuesta de ley por supuesto controvertida, pues el paradigma occidental no acepta tan fcilmente el encantamiento del mundo y sus sanciones simblicas, no tomemos esto como una imposicin o autoritarismo, es simplemente una accin consecuente y lgica con el medio ambiente. Tal vez se piense que esto es un proceso de indigenizacin, algo hay de eso, pero lo mas importante es el reencuentro con el espacio y el tiempo por lo menos si nos queda algo de respeto hacia la tierra en la bsqueda por comprender nuestros lazos identitarios, la identidad no descansa solo en uno de los componentes del proceso productivo y social es en ambos, hombre/naturaleza. Es esa herencia dejada por los pueblos andinos desde tiempos prehispnicos que les ha permitido vivir con cierto nivel de abundancia, incluso Murra calificaba al incario como una especie de welfar state. El papel de la participacin tiene que incorporar elementos que no cometan el mismo error que persigue la ley de Participacin Popular, la participacin debe partir de valores y reglas comunitarias fijas que organicen lo social en trminos de complementariedad poltica, social, econmica y ecolgica.

La funcin que tiene el ritual en el ciclo vital humano es importante, por ejemplo, cuando se quiere iniciar algn negocio o se pide abundancia econmica al ancestro cobra mucho sentido al celebrar un rito, lo mismo sucede cuando se inaugura algo y se hace un oficio religioso o una bendicin cristiana, pero esta necesita una renovacin constante como pasa en el ritual. Nosotros podemos decir que a nivel del desarrollo sustentable el ritual puede ser tambin un indicador relevante que marca uno de los componentes en el espritu del desarrollo sustentable y el compromiso con la tierra, junto a ello estn el ciclo del medio ambiente y el hombre, todo ello genera la identidad necesaria en un proceso de desarrollo local o regional. La especificidad de esa relacin debe ser comprendida.

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Leyes consultadas

Constitucin Poltica del Estado, reformulada en 1994; Ley 1551 de Participacin Popular y Reglamentos; Ley 1715 del Servicio Nacional de Reforma Agraria, 1996; Ley 1257, Convenio 169 de la OIT, 1991; Cdigo de Minera.