del combate a la dictadura a la … combate a la dictadura a la preservaciÓn de la democracia....

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DEL COMBATE A LA DICTADURA A LA PRESERVACIÓN DE LA DEMOCRACIA. MOVIMIENTO SINDICAL Y POLÍTICAS DE CONCERTACIÓN SOCIAL. LOS CASOS DE CHILE Y ESPAÑA (1975-1994) TESIS DOCTORAL Presentada por RODRIGO ARAYA GÓMEZ Dirigida por DRA. CARME MOLINERO RUIZ AÑO 2012

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  • DEL COMBATE A LA DICTADURA A LA PRESERVACIN DE LA

    DEMOCRACIA. MOVIMIENTO SINDICAL Y POLTICAS DE

    CONCERTACIN SOCIAL. LOS CASOS DE CHILE Y ESPAA (1975-1994)

    TESIS DOCTORAL

    Presentada por

    RODRIGO ARAYA GMEZ

    Dirigida por

    DRA. CARME MOLINERO RUIZ

    AO 2012

  • DEPARTAMENT DHISTRIA MODERNA I CONTEMPORNIA

    DEL COMBATE A LA DICTADURA A LA PRESERVACIN DE LA

    DEMOCRACIA. MOVIMIENTO SINDICAL Y POLTICAS DE

    CONCERTACIN SOCIAL. LOS CASOS DE CHILE Y ESPAA (1975-1994)

    TESIS DOCTORAL

    Presentada por

    RODRIGO ARAYA GMEZ

    Dirigida por

    DRA. CARME MOLINERO RUIZ

    AO 2012

  • A Karin mi ojos de piel canela

  • I

    NDICE

    INTRODUCCIN...........1

    1. LA TRANSICIN COMO OBJETO DE ESTUDIO EN ESPAA Y CHILE. UN

    DEBATE NECESARIO.20

    1.1 El estudio de La transicin en Espaa. Principales lneas interpretativas..24

    1.2 El proceso de transicin a la democracia en Chile. Un debate reciente.37

    1.3 Conceptos Fundamentales. Una aproximacin terica.49

    2. ESPAA, DE FRANCO A FELIPE GONZLEZ, CONTINUIDAD Y

    CAMBIO EN EL PROCESO DE TRANSICIN Y CONSOLIDACIN A LA

    DEMOCRACIA (1975-1988).63

    2.1 La crisis final del franquismo, movilizacin popular y conflicto poltico, (1969-1975)63 2.2 Los comienzos de la transicin a la democracia, (1975-1977)...71

    2.2.1 El primer gobierno de la Monarqua. Entre la movilizacin social y cambio poltico. La explosin social de invierno de 1976 .71

    2.2.2 La oposicin antifranquista entre la ruptura democrtica y la reforma

    pactada.81

    2.2.3 El primer gobierno de Adolfo Surez ..87

    2.2.4. La ruptura sindical. El sindicalismo en los comienzos de la Transicin95

    2.2.5. El difcil transitar de las centrales sindicales en el proceso de ruptura pactada...107

    2.3 Entre la continuidad y el cambio. El gobierno de la UCD. (1977-1982).122

    2.3.1 Hacia los pactos de la Moncloa .123

    2.3.2 CCOO en la defensa de una interpretacin progresista de los acuerdos de la Moncloa.130

    2.3.3 La Posicin de UGT ante los pactos. Un no condicionado141

  • II

    2.3.4 Los desafos de la accin sindical: entre la aplicacin de los pactos de la

    Moncloa, la lucha contra la crisis econmica y la unidad de accin. ....146

    2.4 CC.OO. y UGT en la encrucijada: entre la unidad de accin, la poltica de concertacin social y la divisin sindical en medio de la gran crisis del capitalismo...172

    2.4.1 La difcil unidad de accin CC.OO-UGT...177 2.4.2 Entre la divisin sindical y las polticas de concertacin social. El ABI y sus efectos188

    2.4.3 Las negociaciones por el Estatuto de los Trabajadores y el Acuerdo Marco Interconfederal. Entre el afianzamiento de la divisin sindical y las polticas de concertacin social..209

    2.4.4 Del AMI al ANE. La difcil concertacin social..219

    2.4.5 La crisis del 23-F y el ANE, El Pacto del Miedo.232

    2.5 Lleg el cambio. El Gobierno del PSOE hasta el 14-D..244

    2.5.1 Los dilemas de los sindicatos, entre las polticas de reconversin industrial y la bsqueda de la concertacin social..246

    2.5.2 Los dilemas de la concertacin social: del AES hacia la huelga del 14-D261

    2.5.3 Hacia la unidad de accin. El agotamiento del modelo centralizado de pactos y la huelga general del 14-D275

    3. CHILE, DE LA DICTADURA A LA TRANSICIN A LA DEMOCRACIA,

    MOVILIZACIN SOCIAL, ACTORES SOCIALES Y NEGOCIACIN. LA VA

    CHILENA A LA DEMOCRACIA NEOLIBERAL.289

    3.1 La contrarrevolucin capitalista, dictadura militar y experimento neoliberal (1973-

    1982)...289

    3. 2 Entre la protesta y la negociacin poltica, Chile (1983-1988)306

    3.2.1 El movimiento sindical y el ciclo de las protestas (1983-1986)309

    3.2.2. Los dilemas de la oposicin poltica, entre la movilizacin y el dilogo. El

    caso del Acuerdo Nacional.320

    3.2.3. Auge y ocaso del ciclo de las protestas. 1986, el ao decisivo.329

    3.2.4 Tiempo de definiciones. El triunfo de la salida institucionalizada de la

    dictadura.344

    3.2.5. Los dilemas de la oposicin poltica, entre la movilizacin y el dilogo. El caso del Acuerdo Nacional.353

  • III

    3.2.6. El sindicalismo chileno en la encrucijada del auge y ocaso del ciclo de las protestas. 1986, el ao decisivo...361

    3.2.7 El movimiento sindical en la lucha por la unidad social contra la dictadura. La participacin del CNT en la Asamblea de la Civilidad.370

    3.3. Chile, la alegra ya viene. El plebiscito de 1988 y el final del rgimen militar. (1988-

    1990)...377

    3.3.1 La hora de los polticos. La aceptacin de la va electoral de salida de la dictadura.379 3.3.2 El debate en el sindicalismo sobre la nueva coyuntura poltica. Hacia la unidad orgnica................383 3.3.3 Chile, la alegra ya viene. El nacimiento de la Concertacin de Partidos por la Democracia y el plebiscito de 1988..390 3.3.4 El sindicalismo en el cambio de ciclo poltico. La reconstitucin de la CUT...395

    3.4. Justicia y equidad en la medida de lo posible. El gobierno de Patricio Aylwin (1990-

    1994)...414

    3.4.1 El escenario de entrada del gobierno Aylwin. Entre la continuidad y el

    cambio....415

    3.4.2 Las lneas fundamentales del gobierno Aylwin....424

    3.4.3 La concertacin social en Chile, la poltica de los Acuerdos Marco.429

    3.4.4. Del Acuerdo Marco a la negociacin por la reforma laboral. Los conflictos

    de la CUT ante los lmites de la poltica transicional....442

    3.4.5. La poltica de concertacin social despus de las reformas laborales. Crisis de

    un tipo de accin sindical....451

    3.4.6 .Las tareas de consolidacin de la CUT. Entre el Primer Congreso Nacional Ordinario de octubre de 1991 y la III Conferencia Nacional de 1992....457 3.4.7. Conflictos en el interior de la CUT. El cuestionamiento a la poltica oficial de la CUT...473

    3.5. El segundo gobierno de la Concertacin y la crisis de la CUT. Un camino de no

    retorno?............................................................................................................................................482

    3.5.1 Una evaluacin de la accin sindical de la CUT. Entre la apata y los intentos

    de movilizacin, crisis terminal de la CUT?...............................................................486

  • IV

    CAPTULO 4: CHILE Y ESPAA, DOS CASOS DE TRANSICIONES

    PACTADAS: SEMEJANZAS, DIFERENCIAS E INFLUENCIAS....500

    4. 1 Acuerdos sociales y necesidades polticas..501

    4.1.1 El debate sobre la concertacin social en Chile y Espaa...502

    4.1.2 El debate sobre la concertacin social en Chile a finales de los aos 80...517 4.1.3. El movimiento sindical chileno y espaol en el proceso de transicin. Condicionantes Estructurales.............................529

    4.2 Ruptura o reforma. El dilema de los procesos de transicin a la democracia..536

    4.2.1 El sindicalismo y la transicin. Entre la moderacin y la accin reivindicativa

    ...542

    4.3 Sindicalismo y partidos en Chile durante la dcada de los 80. Movilizacin, concertacin

    social y transacciones...558

    4.3.1 Las alternativas de salida a la dictadura. Entre la movilizacin y negociacin poltica559

    4.4 La influencia espaola en la gestacin del proceso transicional chileno...575

    4.4.1 La visin de la transicin espaola en los ambientes de la oposicin chilena ...579 4.4.2 La difusin de la transicin espaola como modelo para la oposicin

    chilena. Intercambios acadmico-polticos y visiones de prensa..590

    4.5 Influencias y relaciones del sindicalismo espaol con el movimiento sindical

    chileno605

    4.5.1 Los lazos entre los grupos sindicales chilenos y el sindicalismo internacional...606

    4.5.2. La solidaridad se hace presente. El apoyo del sindicalismo espaol a la lucha

    por la democracia en Chile..624

    4.5.3. Aportes financieros del sindicalismo internacional al movimiento sindical

    chileno. La labor de la UGT y la CIOSL.628

    4.5.4 Los anlisis de contingencia sindical chilena presentados por sindicalistas

    espaoles635

  • V

    4.6. Entre la resistencia y el intercambio de experiencias. Los encuentros sindicales entre

    chilenos y espaoles, 1977-1991...650

    4.6.1 Los encuentros sindicales Amrica Latina-Espaa. Un espacio de debate e

    intercambio de experiencias sindicales660

    Conclusiones674

    Fuentes y Bibliografa...691

    Documentacin para la acreditacin de la mencin de Doctor Europeo..715

    Summary and Conclusions...715

  • VI

    LISTADO DE SIGLAS UTILIZADAS

    ABI: Acuerdo Bsico Interconfederal

    AC: Asamblea de la Civilidad

    AD: Alianza Democrtica

    AES: Acuerdo Econmico Social

    AFL/CIO: Federacin Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones

    Industriales

    AHCONC: Arxiu Histric Comissi Obrera Nacional de Catalunya

    AHFEFM: Archivo Histrico Fundacin Eduardo Frei Montalva

    AHFFLC: Archivo Histrico Fundacin Francisco Largo Caballero

    AHPA: Archivo Histrico Patricio Aylwin

    AHPCE: Archivo Histrico Partido Comunista de Espaa

    AHT: Archivo Historia del Trabajo

    AHVS: Archivo Histrico Vicaria de la Solidaridad

    AI: Acuerdo Interconfederal

    AMI: Acuerdo Marco Interconfederal

    AN: Acuerdo Nacional

    ANE: Acuerdo Nacional de Empleo

    ANEF: Asociacin Nacional de Empleados Fiscales de Chile

    ARNAD: Archivo Nacional de la Administracin de Chile

    BUGT: Boletn de la Unin General de Trabajadores

    BUT: Boletn Unin y Trabajo de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile

    CC.OO.: Comisiones Obreras

    CD: Coordinacin Democrtica

    CDN: Consejo Directivo Nacional de la Central Unitaria de Trabajadores de Chile

    CDS: Centro Democrtico y Social

    CDT: Central Democrtica de Trabajadores

    CEOE: Confederacin Espaola de Organizaciones Empresariales

    CEXCUT: Comit Exterior de la Central nica de Trabajadores de Chile

    CIOSL: Confederacin Internacional de Organizaciones Sindicales Libres

    CMT: Confederacin Mundial de Trabajadores

    CNS: Coordinadora Nacional Sindical

  • VII

    CNT: Comando Nacional de Trabajadores

    CONFASIN: Consejo de Confederaciones, Federaciones, Asociaciones y Sindicatos

    Nacionales.

    CONUPIA: Confederacin Gremial Nacional Unida de la Mediana, Pequea y

    Microindustria, Servicios y Artesanado de Chile.

    CPC: Confederacin de la Produccin y el Comercio

    CPPD: Concertacin de Partidos por la Democracia

    CUT: Central Unitaria de Trabajadores de Chile

    CTC: Confederacin de Trabajadores del Cobre

    DENAS: Departamento Nacional Sindical del Partido Socialista de Chile

    ET: Estatuto de los Trabajadores

    ETA: Euskadi Ta Askatusana

    FPMR: Frente Patritico Manuel Rodrguez

    FSM: Federacin Sindical Mundial

    GDS: Gaceta de Derecho Social

    LCR: Liga Comunista Revolucionaria

    MAPU: Movimiento de Accin Popular Unitaria

    MDP: Movimiento Democrtico Popular

    MIR: Movimiento de Izquierda Revolucionaria

    MUN: Movimiento de Unin Nacional

    OIT: Organizacin Internacional del Trabajo

    ORIT: Organizacin Regional Interamericana de Trabajadores

    ORT: Organizacin Revolucionaria de los Trabajadores

    OSE: Organizacin Sindical Espaola

    PCC: Partit dels Comunistes de Catalunya

    PCCH: Partido Comunista de Chile

    PCE: Partido Comunista de Espaa

    PDC: Partido Demcrata Cristiano de Chile

    POD: Plataforma de Organizaciones Democrticas

    PPD: Partido por la Democracia de Chile

    PR: Partido Radical de Chile

    PSOE: Partido Socialista Obrero Espaol

    PSUC: Partit Socialista Unificat de Catalunya

    UCD: Unin de Centro Democrtico

  • VIII

    UDI: Unin Demcrata Independiente

    UDT: Unin Democrtica de Trabajadores

    UGT: Unin General de Trabajadores

    USMR: Unin Sindical Madrid Regin

  • 1

    INTRODUCCIN

    El 25 de octubre de 1977, los principales dirigentes de los partidos espaoles con

    representacin parlamentaria firmaron junto al jefe de gobierno Adolfo Surez los Pactos

    de la Moncloa. Este acontecimiento ha sido considerado uno de los ejemplos ms

    caractersticos de la poltica de consensos que marc parte del periodo de transicin a la

    democracia en Espaa. El acuerdo, si bien fue firmado por representantes polticos, cont

    con el apoyo expreso o implcito de los principales sindicatos: CC.OO. y UGT, quienes

    justificaron su posicin receptiva por los posibles beneficios para la clase trabajadora, pero

    especialmente porque contribua a la paz social, necesaria para la estabilidad del joven

    sistema democrtico.

    13 aos despus, el 27 de abril de 1990, el presidente de la Central Unitaria de

    Trabajadores Manuel Bustos y el presidente de la Confederacin de la Produccin y el

    Comercio Manuel Feli se fundieron en un apretn de manos que vino a sellar la firma del

    Acuerdo Marco, avalados con la presencia de integrantes del gobierno de Patricio Aylwin.

    El espritu del dilogo social y de la democracia de los acuerdos se plasm en este

    documento que constituy un smbolo de lo que se consider una nueva etapa en las

    relaciones laborales, en que la confrontacin quedaba desterrada y la voluntad de

    entendimiento pasaba a ser el norte de los dirigentes sindicales y empresariales. De este

    modo, los actores polticos y sociales se unan en un esfuerzo mancomunado para dar

    estabilidad y gobernabilidad al reciente proceso de transicin a la democracia.

    13 aos antes aproximadamente, a fines de octubre de 1977, los principales dirigentes

    de los partidos espaoles con representacin parlamentaria firmaron junto al jefe de

    gobierno Adolfo Surez los Pactos de la Moncloa. Este acontecimiento ha sido

    considerado uno de los ejemplos ms caractersticos de la poltica de consensos que marc

    parte del periodo de transicin a la democracia en Espaa. El acuerdo, si bien fue firmado

    por representantes polticos, cont con el apoyo expreso o implcito de los principales

    sindicatos: CC.OO. y UGT, quienes justificaron su posicin receptiva por los posibles

    beneficios para la clase trabajadora, pero especialmente porque contribua a la paz social,

    necesaria para la estabilidad del joven sistema democrtico.

    Hacemos estas breves referencias a dos acontecimientos significativos de la historia

    reciente de Chile y Espaa, porque aportan un ejemplo de lo que ser el objetivo de este

    trabajo: analizar los procesos de transicin a la democracia desarrollados en ambos pases,

    desde una perspectiva comparada y tomando como eje de estudio, la accin del

  • 2

    movimiento sindical, considerado como uno de los referentes principales de los

    movimientos sociales.

    Es decir, sostenemos que en contextos de procesos de transicin se genera una

    relacin dinmica entre las polticas del movimiento sindical y las necesidades de estabilidad

    e institucionalizacin del sistema poltico. En este sentido, el caso espaol operara como

    un modelo exitoso de prctica poltica para los dirigentes polticos y sociales chilenos de la

    poca, porque la transicin a la democracia en Espaa presenta una imagen favorable de

    proceso de cambio poltico pacfico y con una amplia legitimidad social. Por lo tanto, la

    idea central en este anlisis comparado se basa en considerar el proceso de transicin a la

    democracia en Espaa como un modelo o punto de anlisis, para observar crticamente el

    proceso chileno de transicin a la democracia. Entonces, la interpretacin que se realice en

    la investigacin, ser en clave chilena, no en el sentido de determinar lo que habran debido

    hacer o no ciertos actores o valorar procesos, sino explicar ciertas problemticas chilenas a

    partir de la comparacin con Espaa, pudiendo encontrar problemas semejantes o

    diferentes segn el desarrollo histrico respectivo. El anlisis comparado considerar

    tambin los puntos de influencia o las relaciones existentes entre el movimiento sindical

    espaol y chileno porque permite descubrir nuevas aristas para la comprensin del proceso

    de transicin chileno y a la vez, entrega luces sobre un aspecto poco estudiado del

    sindicalismo espaol, sus relaciones internacionales.

    Ahora bien, Por qu nos planteamos un anlisis comparado entre los procesos

    chileno y espaol de transicin a la democracia?, en primera instancia por las razones ya

    esbozadas anteriormente sobre la imagen modlica del proceso transicional hispano para

    los dirigentes de la oposicin chilena. No obstante, hay que considerar las notorias

    diferencias econmicas y sociales entre Chile y Espaa. En el caso chileno, se est en

    presencia de una economa neoliberal consolidada, con una base primario-exportadora, un

    potente sector servicios, una desigual redistribucin de la renta; junto a un sistema poltico

    presidencial sustentado en una Constitucin de origen autoritario y de dudosa legitimidad

    para sectores de la sociedad chilena; adems de un doloroso pasado reciente respecto a

    violaciones a los DD.HH perpetradas en la pasada dictadura. En el caso espaol, nos

    encontramos con un pas industrializado, perteneciente a la Comunidad Econmica

    Europea; con un Estado de Bienestar an vigente a pesar de los cuestionamientos a sus

    bases; un sistema poltico de monarqua parlamentaria y basado en un sistema de

    organizacin territorial dividido en comunidades autnomas y adems con una fuerte

  • 3

    marca histrica ocasionada por los acontecimientos de la Guerra Civil y la dictadura del

    general Franco.

    Sin embargo, se encuentran elementos comunes que entregan sustentabilidad a la

    comparacin entre ambos pases, ya sea el haber pasado por prolongados periodos

    dictatoriales; la existencia de profundas transformaciones econmicas y sociales a

    consecuencia de la crisis econmica de mediados de los 70 y extendida hasta mediados de

    los 80 derivadas tambin de la aplicacin de polticas liberales y la presencia de un

    socialismo renovado junto a activos movimientos sociales entre otros factores.

    El periodo a analizar en el caso espaol excede al de la transicin propiamente como

    tal, tanto por su inicio como hacia el final del proceso. Se considera la crisis poltica final o

    periodo de decadencia del franquismo, porque sin conocer esa etapa no se puede

    comprender a cabalidad el desarrollo de la transicin y los conflictos que trajo. Respecto al

    tiempo de trmino del periodo a analizar se contempla la huelga general del 14 de

    diciembre de 1988 porque es un hito en las relaciones sindicato-partidos polticos, al

    concretarse la crisis en la relacin tradicional de colaboracin entre UGT y el PSOE. En el

    caso chileno, el estudio abarca la etapa final del rgimen de Pinochet, desde el comienzo del

    ciclo de protestas en contra de la dictadura (1983) hasta el primer gobierno democrtico

    encabezado por Patricio Aylwin (1990-1994). Si bien ha habido cierto debate sobre el

    trmino de la transicin chilena, tema que veremos posteriormente, la investigacin finaliza

    en este ltimo ao, que coincide a la vez, con el comienzo del segundo gobierno de la

    coalicin poltica Concertacin de Partidos por la Democracia encabezado por Eduardo

    Frei Ruiz Tagle (1994-2000), porque hubo un cambio en la poltica de concertacin social,

    expresada en el fracaso de las negociaciones para la firma de un nuevo Acuerdo Marco y

    los conflictos entre la CUT y el gobierno expresado en el retiro de la central de las

    comisiones de dilogo tripartito en diciembre de 1994, tras acusar al gobierno de realizar

    una poltica continuista respecto al modelo neoliberal implantado por la dictadura. En este

    sentido, consideramos clave el desarrollo del gobierno de Aylwin para comprender las

    tendencias que se desarrollaron durante el periodo de transicin y que configuraron su

    complejidad, es decir, la combinacin entre factores de continuidad y cambio respecto a la

    dictadura militar.

    La periodificacin establecida est centrada en el mbito de la historia social, de

    modo que ha sido delimitada a partir del establecimiento de hechos que marcan un cambio

    relevante en los procesos sociales desarrollados tanto en el caso chileno como espaol y

    que van a tener consecuencias de tipo poltico. Ahora bien, especficamente, en el caso

  • 4

    chileno, algunos hitos correspondern a la historia poltica, lo que se explica por la

    relevancia del factor poltico en el desarrollo del proceso chileno. La etapa de estudio,

    estar englobada en un marco general caracterizado por los ltimos aos de la Guerra Fra,

    la expansin del proceso de globalizacin expresado en el dominio del pensamiento

    econmico neoliberal y la llamada tercera ola de democratizaciones1. Adems, siguiendo los

    postulados de la historia del presente, observamos que los acontecimientos que se plantean

    como hitos son considerados por la generacin que los experimenta como expresiones de

    una nueva poca2.

    Especficamente, la secuencia temporal comprende, en el caso espaol, el periodo

    transcurrido entre 1975 y 1988. Esta parte de la investigacin incluye una breve mencin a

    la crisis final del franquismo y el fracaso de la opcin continuista representada en los dos

    gobiernos de Arias Navarro. Posteriormente se analiza el gobierno de Adolfo Surez (1976-

    1981), el cual corresponder a un gobierno de transicin a la democracia, caracterizado en

    una primera fase (1976-1978) por el desarrollo de una poltica de consenso que tuvo como

    puntos clave, los pactos de la Moncloa considerados como el punto de inicio de la poltica

    de concertacin social- y la aprobacin de la Constitucin de 1978. Despus vendr una

    segunda fase (1979-1981) de decadencia del gobierno Surez, marcada por la crisis poltica

    y econmica, que puso en peligro la estabilidad de la joven democracia espaola.

    El periodo siguiente corresponde al de la consolidacin democrtica, que comenz

    con el triunfo del PSOE en las elecciones generales de octubre de 1982, hecho de gran

    significado, porque represent la alternancia efectiva en el poder y la llegada al gobierno de

    un partido que nada haba tenido que ver con el franquismo. En esta etapa, el gobierno

    socialista aplic polticas de ajuste econmico y reconversin industrial, necesarias para

    solucionar los problemas que arrastraba la economa espaola, lo cual tuvo un fuerte coste

    social, lo que se vio amortiguado en parte con el ingreso de Espaa a la CEE en 1986.

    Como sealbamos anteriormente el hito que pone trmino al trabajo corresponde a la

    1 Samuel Huntington, La tercera ola. La democratizacin a finales del siglo XX, Barcelona, Paids, 1994. Una visin crtica en Ismael Saz, Y la sociedad marc el camino. O sobre el triunfo de la democracia en Espaa (1969-1978) en Rafael Quirosa-Cheyrouse y Muoz (Ed.), La sociedad espaola en la Transicin. Los movimientos sociales en el proceso democratizador, Madrid, Biblioteca Nueva, 2011. Una visin alternativa presenta Maria Rosaria Stabili quien seala que en el siglo XX hubo tres olas democratizadoras, la primera se inici en el periodo inmediatamente posterior a la II Guerra Mundial, un segunda ola correspondera a los procesos de democratizacin en el sur de Europa y una tercera ola iniciada a mediados de los aos 80 en Amrica del Sur, extendindose por Amrica Central y Europa del Este para llegar a frica y Asia a comienzos de los aos 90. Al respecto vase Maria Rosaria Stabili, Le Verit Ufficiali. Transizioni Politiche e Diriti Umani in America Latina, Roma, Edizioni Nouva Cultura, 2008, pp. 37-40. 2 Vase el planteamiento terico sobre la historia del presente en Julio Arstegui La Historia Vivida. Sobre la historia del presente, Madrid, Alianza Editorial, 2004.

  • 5

    huelga general del 14 de diciembre de 1988, accin que fue respaldada por las principales

    centrales sindicales en protesta por las polticas econmicas del gobierno de Felipe

    Gonzlez, hecho que vino a reflejar el primer gran conflicto entre la UGT y el PSOE y la

    unidad de accin del sindicato socialista con CC.OO.

    Respecto al caso chileno, la secuencia temporal comprende los aos 1983 a 1994.

    Destacando dos fases: etapa final del rgimen militar (1983-1990) y primer gobierno

    democrtico de Patricio Aylwin (1990-1994). La primera se caracteriz por la lucha a favor

    de la democracia y los esfuerzos del rgimen por perpetuarse en el poder. Dentro de esta

    fase distinguimos un ciclo de protestas (1983-1987) y un breve periodo (1987-1990) de

    salida institucional de la dictadura, cuyos hitos principales fueron el plebiscito del 5 de

    octubre de 1988, en que perdi la opcin de Pinochet de renovar su mandato como jefe de

    Estado, hecho que habra dado inicio al proceso de transicin a la democracia, porque se

    abri una nueva etapa poltica que conducira a un gobierno democrtico, como

    efectivamente ocurri despus del triunfo de la alianza opositora en la eleccin presidencial

    de 11 de diciembre de 1989.

    Posteriormente se inicia la segunda fase correspondiente al gobierno de Patricio

    Aylwin (1990-1994) etapa en que se desarrolla en plenitud el proceso de transicin a la

    democracia. Durante este gobierno se formul una poltica de acuerdos polticos entre las

    principales fuerzas parlamentarias y acuerdos sociales entre la principal organizacin

    sindical, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y la organizacin mxima de los

    empresarios, la Confederacin de la Produccin y el Comercio (CPC), polticas enmarcadas

    en la necesidad de afirmar la estabilidad del sistema poltico democrtico y asegurar la paz

    social a efectos de evitar cualquier involucin autoritaria. Con esta subfase terminamos el

    estudio al estimar que en aquella etapa se consolidaron los rasgos caractersticos del sistema

    poltico chileno, lo cual llev a algunos politlogos y dirigentes polticos por dar finalizado

    el proceso de transicin a la democracia.

    Para concluir, sostenemos que ambos procesos son comparables a pesar de las

    diferencias existentes a nivel de sociedad y desarrollo histrico; en este sentido, la transicin

    espaola si bien se inserta en la tercera ola de democratizaciones, responde a una coyuntura

    histrica concreta, que cumpli con ciertas expectativas de la sociedad espaola, lo que la

    convirti en exitosa y se convirti en un referente de trnsito pacfico a la democracia3.

    3 Una visin crtica de los estudios comparados de transiciones a la democracia en Javier Tusell, La Transicin Poltica: Un planteamiento metodolgico y algunas cuestiones decisivas en Javier Tusell y lvaro Soto (eds.), Historia de la transicin 1975-1986, Madrid, Alianza Universidad, 1996.

  • 6

    Esta visin ideal se contrasta con los conflictos que se vivieron en su interior y el nivel de

    violencia que tuvo, lo que permite cuestionar esa imagen y la posibilidad de ser exportado a

    otras realidades.

    En el caso chileno, el modelo espaol se encuentra incluido dentro de la experiencia

    europea de concertacin social, la que es valorada por sectores de la oposicin democrtica

    chilena como una salida a la crisis poltica que vive el pas, por lo tanto existira influencia a

    nivel de la clase poltica pero no acta como un referente central4. Ante ello, el anlisis

    comparado entre ambos procesos permite visualizar la complejidad de los procesos de

    transicin y las carencias de aquel que conlleva a una democracia incompleta o de baja

    calidad para el caso chileno.

    Por lo tanto, el trabajo recoge y asume la relevancia de la historia comparada, pues

    aquella se nos presenta como una herramienta vlida de anlisis para encontrar nuevas

    aristas de los procesos histricos, como bien seala Peter Burke, la historia comparada

    puede clarificar aspectos que pueden permanecer ocultos o poco tratados en un anlisis

    general, para de este modo, encontrar nuevas reas de investigacin o preguntas que

    ayuden a comprender la complejidad de los procesos histricos5.

    Ciro Cardoso y Hctor Prez Brignoli analizan brevemente el mtodo comparativo

    en la historia, sealando sus virtudes y peligros. En el primer caso, afirman que el mtodo

    comparativo puede ayudar a controlar las hiptesis y generalizaciones explicativas, pues la

    aplicacin de este mtodo permitira descartar hiptesis al comprobar la vinculacin o no

    de factores de dependencia en dos series analizadas. Adems, permitira romper con el

    defecto de la historiografa tradicional de situar las fronteras polticas como lmites de las

    unidades de anlisis, pues se centrara en temticas de mayor alcance y profundidad. Por

    ltimo, en el caso de trabajos monogrficos, este mtodo ayudara a encontrar elementos

    particulares de la temtica que se est investigando.

    Respecto a los peligros, el anlisis comparado puede caer en generalizaciones

    superficiales o anacronismos, en que se estudian dos sociedades completamente diferentes

    desde el punto de vista de su estructura o muy alejadas en el tiempo. Tampoco se debe

    confundir la comparacin con la yuxtaposicin, pues si se acumulan descripciones

    4 Vase Encarnacin Lemus, La imagen de la transicin espaola en Chile en Javier Tusell (coord.), Historia de la transicin y consolidacin democrtica en Espaa,(1975-1986), V.2, Madrid, UNED, 1995, pp. 111-125. 5 Peter Burke, Venecia y Amsterdam: estudios sobre las elites del siglo XVII, Barcelona, Gedisa, 1996. Burke afirma: un historiador interesado por una sociedad en particular ( ) las comparaciones y contrastes- con otras partes del mundo le permiten advertir ciertos rasgos de la sociedad en cuestin que de otra manera podran habrsele pasado por alto, e igualmente importante es el hecho de que le permitan percatarse de ciertas ausencias significativas en Peter Burke, Venecia p. 13-14.

  • 7

    sucesivas de casos, no por ello se est desarrollando la comparacin, dejando aquella a

    criterio del lector6.

    Teniendo en cuenta estos elementos, destacamos la importancia de la historia

    comparada como una de las dimensiones del trabajo del historiador y por la posibilidad que

    entrega de ampliar las reas de investigacin y plantear nuevas respuestas a viejos

    problemas. En el caso que nos preocupa, destacamos el impacto de la investigacin, porque

    tendra un carcter innovador, al ser escasos los trabajos historiogrficos de tipo

    comparativo entre procesos de transicin a la democracia en Estados con realidades

    diferentes, pero tambin con elementos comunes que en un anlisis comparado permiten

    encontrar nuevas vas de investigacin o elementos de interpretacin que ayuden a

    comprender la complejidad de los procesos de transicin a la democracia.

    La investigacin se espera que tenga relevancia, en especial, para entender las

    conductas de los sectores polticos chilenos y la trayectoria del movimiento sindical tanto

    en condiciones dictatoriales como democrticas, en especial, si se tiene en cuenta las

    dificultades que han tenido las organizaciones sindicales para participar e influir en el

    espacio pblico y ser reconocida como un actor social vigente para la mayora de los

    trabajadores que no se encuentran sindicalizados.

    En este sentido, este trabajo quiere ser un aporte desde la historia para ayudar al

    debate sobre el rol de las organizaciones sindicales en un sistema democrtico y su

    insercin en un sistema econmico globalizado.

    Adems, la investigacin se espera que sea un aporte para comprender las relaciones

    que se gestaron entre actores polticos y sociales chilenos y espaoles, vnculos que

    implicaron intercambios de tipo poltico e ideolgico, construccin de redes solidarias por

    el apoyo de la mayora de los espaoles a la lucha contra la dictadura pinochetista y la

    incorporacin de la experiencia de la transicin espaola a la democracia como ejemplo de

    alternativa de salida de la dictadura para la oposicin chilena.

    Para realizar el trabajo y por sus propias caractersticas, se ha debido realizar un doble

    esfuerzo, en el sentido de visitar archivos y consultar fuentes en Chile y Espaa. Ahora

    bien, el trabajo ha requerido el vaciado de una variedad de fuentes primarias y secundarias,

    las que adems, debido al carcter comparativo de la investigacin han sido revisadas en

    distintos espacios estatales.

    6 El problema de la yuxtaposicin lo encontramos en un trabajo comparativo que realiza Encarnacin Lemus sobre los procesos transicionales en Chile, Espaa y Portugal. Vase Encarnacin Lemus, En Hamelin: la transicin espaola ms all de la frontera, Oviedo, Septem Ediciones, 2001.

  • 8

    Para el caso chileno se ha revisado informacin proveniente de la prensa escrita,

    diarios y revistas de circulacin nacional principalmente de la oposicin a Pinochet y

    posteriormente partidaria de la Concertacin de Partidos por la Democracia- esto es debido

    a la hegemona que tenan los partidos vinculados a la coalicin opositora en el movimiento

    sindical y en general en los movimiento sociales. Tambin se han revisado revistas

    vinculadas a partidos polticos de la izquierda comunista y de la izquierda extra-

    parlamentaria en general. Las colecciones de revistas las hemos encontrado principalmente

    en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional y tambin en algunos centros de

    documentacin como los pertenecientes al Museo de la Memoria y el Instituto de Ciencias

    Alejandro Lipszchutz.

    Respecto a documentacin emanada de organizaciones sindicales, al no existir un

    archivo sindical organizado e institucionalizado, aquella dificultad ha sido suplida con una

    pesquisa en diferentes archivos y bibliotecas como la Biblioteca Nacional, el Archivo

    Nacional de la Administracin, la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional y tambin

    revisando la informacin dispersa que se encuentra en diarios o revistas de circulacin

    nacional pertenecientes a la prensa opositora. La informacin revisada en el Archivo

    Nacional de la Administracin, corresponde al Fondo de Organizaciones Sociales, el cual

    tiene mucha utilidad para posibles estudios sobre la historia social de Chile del periodo de

    la dictadura, as encontramos documentos emanados de organizaciones de pobladores,

    jvenes, mujeres, partidos polticos y sindicatos. En este ltimo caso, se encuentran

    boletines de sindicatos de base, rama de produccin o a nivel regional, lo que ofrece nuevas

    posibilidades de investigacin.

    La informacin de carcter sindical, se puede combinar con la emanada de partidos

    polticos. En este sentido, tiene importancia, el Archivo Histrico del ex-Presidente de la

    Repblica Patricio Aylwin, regentado en un primer momento por la Fundacin Justicia y

    Democracia y recientemente donado a la Biblioteca de la Universidad Alberto Hurtado.

    Gracias a la colaboracin de la direccin de la citada biblioteca, se ha podido consultar el

    archivo, centrndose la revisin en el Fondo Manuel Bustos, que contiene valiosa

    informacin de tipo poltico-sindical. Adems, hay que sealar que el Archivo del

    Presidente Patricio Aylwin posee una abundante documentacin relativa a peticiones a la

    autoridad, que en muchos casos describen situaciones de exoneraciones de tipo poltico,

    problemas sociales o aspiraciones. Por el contenido de la documentacin, aquella puede

    proporcionar importante informacin sobre el ambiente social que rode los inicios del

    primer gobierno democrtico, que puede ser objeto de investigacin aparte.

  • 9

    Otro archivo que se consult fue el perteneciente a la Fundacin Eduardo Frei

    Montalva. En este caso, se revis la informacin perteneciente al Grupo de Estudios

    Constitucionales, cuyas actas se encuentran en este archivo y tambin en algunos casos en

    el Archivo Histrico de la Vicara de la Solidaridad. Adems, hay que destacar la

    documentacin existente en el Centro de Documentacin de la Historia Reciente de la

    Universidad Academia de Humanismo Cristiano, donde se encuentra revistas de oposicin

    a la dictadura junto a documentos emanados de partidos polticos que complementan la

    informacin requerida para la tesis.

    Mencin aparte merece el Archivo Histrico de la Vicara de la Solidaridad, el cual

    posee valiosa informacin sobre diversos movimientos sociales durante el periodo de la

    dictadura. En este sentido, los informes elaborados por la Vicara respecto a las jornadas de

    protesta, las polticas represivas de los organismos de seguridad y la descripcin de las

    violaciones a los derechos humanos, constituyen piezas fundamentales para comprender la

    naturaleza represiva del periodo de la dictadura.

    Hay que destacar tambin que se ha buscado informacin sobre el movimiento

    sindical chileno en archivos sindicales espaoles debido a la relacin existente entre

    organizaciones sindicales chilenas y espaolas tanto de las establecidas en el exilio, como la

    referida a correspondencia entre organizaciones de ambos pases. La documentacin

    corresponde tanto a la emanada de organizaciones sindicales chilenas del interior como de

    las del exilio junto a informacin de organizaciones sindicales internacionales, destacando

    los documentos provenientes de encuentros sindicales de carcter internacional, como fue

    el caso de los Encuentros Amrica Latina-Espaa organizados por la UGT. Sobresalen

    tambin los informes provenientes de personajes espaoles en que se describe la situacin

    sindical chilena, como es el caso de los informes elaborados por los Agregados Laborales

    de la Embajada de Espaa en Chile. Los archivos donde hemos encontrado informacin

    corresponden al Archivo de Historia del Trabajo perteneciente a la Fundacin 1 de Mayo

    y el Archivo Histrico de la Fundacin Francisco Largo Caballero. De este modo se suple

    las dificultades de acceder a cierta informacin sindical emanada en el periodo de mayor

    represin de la dictadura y de actividad sindical semiclandestina. Adems, que se presenta

    parte de la actividad de las organizaciones sindicales en exilio, la que por sus propias

    caractersticas, se encuentra dispersa en diversos pases. En este sentido, ha sido valioso el

    acceso a documentacin sobre Chile existente en la Biblioteca Basso situada en Roma

    porque contiene revistas pertenecientes a organizaciones polticas del exilio, especialmente

    de tendencia socialista, que viene a complementar la informacin de los archivos espaoles.

  • 10

    Otro tipo de fuentes, corresponden a las secundarias, las que se pueden encontrar en

    gran cantidad debido a la amplia bibliografa existente sobre la dictadura militar tanto en

    Chile como en el extranjero. Aqu junto con las ya citadas bibliotecas, cabe mencionar la

    rica bibliografa existente en la Biblioteca de la Facultad Latinoamericana de Ciencias

    Sociales FLACSO- donde se encuentra una amplia bibliografa sobre transiciones,

    movimientos sociales y tambin, el Archivo Histrico Eugenio Ruiz Tagle, del cual una

    parte se puede acceder va internet. En este caso, la informacin corresponde

    principalmente a la emanada de organizaciones polticas antidictatoriales incluyendo

    algunas de origen sindical.

    Tambin se encuentran una serie de obras de intelectuales y polticos chilenos que

    analizan el rgimen militar, las posibles salidas a la dictadura, el impacto de los cambios

    generados por la dictadura y en otro mbito, dentro del mundo del socialismo y sus

    distintas vertientes, se analiza la problemtica de la renovacin socialista. Para el periodo de

    la transicin encontramos diversos trabajos de polticos de la Concertacin, tanto en

    formato memoria como en libros en que describen su visin del pas y de los hechos ms

    recientes, obras que pueden tener un sello autojustificativo o autocritico segn la

    sensibilidad del poltico en cuestin.

    Respecto al caso espaol, la investigacin se centr en fuentes de origen sindical,

    especficamente las producidas por CC.OO. y UGT. Aqu hay que precisar que se busc en

    primer lugar, informacin de carcter estatal, es decir, la producida por los organismos de

    direccin a nivel central de ambos sindicatos estatales, Secretariado, Consejo General y

    Congresos en el caso de CC.OO. y Comisin Ejecutiva Confederal, en el caso de la UGT.

    Esta informacin se encuentra en archivos sindicales, Archivo de Historia del Trabajo de la

    Fundacin 1 de Mayo de CC.OO. y Archivo Histrico de la Fundacin Francisco Largo

    Caballero de la UGT.

    Adems, para el caso de CC.OO. se busc informacin emanada de sus organismos

    regionales o nacionales, a objeto de contrastar las posiciones de los dirigentes nacionales y

    de niveles intermedios del sindicato. Para ello, se revis documentacin de la Unin

    Sindical de Madrid Regin (USMR) y de la Comisin Obrera de Catalunya (CONC), la que

    se encuentra en el Archivo de Historia del Trabajo y en el Arxiu Histric de la Fundaci

    Cipriano Garca dependiente de la CONC respectivamente. Respecto a la UGT, adems de

    la informacin de carcter estatal se busc consultar documentacin proveniente de la

    organizacin catalana del sindicato, para la cual se consult el Arxiu Histric de la Fundaci

    La Fbrica, pero debido a problemas logsticos del propio Arxiu en proceso de

  • 11

    instalacin- no fue posible revisar documentacin en el nivel de profundidad del Arxiu de

    la CONC.

    Junto a la informacin de los sindicatos, se revis la proveniente de partidos polticos

    de izquierda, ligados a los sindicatos. En el caso del PCE la pesquisa se concentr en el

    Archivo Histrico del Partido Comunista y en informacin dispersa, especialmente prensa,

    en bibliotecas y centros de documentacin. Respecto al PSUC se accedi a informacin de

    prensa del partido en el Arxiu de la Fundaci Cipriano Garca y en el Centro de

    Documentacin de Comunicaciones dependiente de la Facultad de Comunicaciones de la

    Universidad Autnoma de Barcelona. En el caso del PSOE, la informacin revisada se

    encontraba en el Archivo Histrico de la Fundacin Francisco Largo Caballero y en

    algunos centros de documentacin. No se busc informacin en la Fundacin Pablo

    Iglesias debido a que la documentacin existente en la fundacin, no corresponda al

    periodo a investigar. Adems, la documentacin oficial del PSOE existente en el archivo

    del partido, no se encuentra accesible al pblico, aunque esta dificultad fue resuelta en parte

    gracias al acceso a la documentacin del PSOE en el archivo de la Fundacin Francisco

    Largo Caballero.

    Junto a la informacin proveniente de organizaciones sindicales y polticas, se han

    revisado diarios y revistas, haciendo hincapi en artculos de opinin sobre temas

    relacionados con la investigacin. Cabe destacar, que mucha informacin se encuentra

    digitalizada, por lo que es posible acceder a ella a travs de pginas web, tanto de peridicos

    por ejemplo El Pas o La Vanguardia- o de instituciones estatales, como el portal de

    publicaciones peridicas del Ministerio de Cultura.

    Durante mi estancia en Madrid, visit el Archivo General de la Administracin, sin

    embargo, la informacin consultada no fue relevante para efectos del trabajo, porque la

    mayora de la documentacin depositada corresponde al periodo anterior al de la transicin

    democrtica. Quiero hacer notar brevemente, los problemas en el acceso a la informacin

    de los archivos estatales, ejemplificado en el AGA porque en el proceso previo al acceso, se

    ha fijado un procedimiento de seleccin amparado en la Ley de Proteccin de Datos, que

    dificulta la posibilidad de requerir informacin relevante, adems de quedar al arbitrio o

    discrecionalidad del funcionario respectivo7.

    Respecto a la bibliografa para el proceso de transicin espaol, se consultaron

    trabajos contenidos en diversas bibliotecas como la Biblioteca Nacional de Espaa,

    7 Una interesante reflexin sobre el problema del acceso a los archivos en Carme Molinero, El acceso a los archivos y la investigacin histrica en Ayer n 81, 2011, pp. 285-297.

  • 12

    Biblioteca de Catalunya, Biblioteca de Comunicaciones, Humanidades y Sociales de la

    Universidad Autnoma de Barcelona, Pabelln de la Repblica dependiente de la

    Universidad de Barcelona, el CEDOC y el Fondo Bibliogrfico del Arxiu de la Fundaci

    Cipriano Garca.

    Debido a la cercana de los hechos estudiados y tomando en cuenta los parmetros

    de la historia reciente, en especial, el concepto de generaciones, se consider la posibilidad

    de trabajar con testimonios orales, -teniendo en cuenta las dificultades que pueda ocasionar

    su interpretacin-, por lo que una vez consideradas las precauciones debidas, se entrevist a

    dos dirigentes sindicales chilenos y uno espaol que tuvieron destacada participacin en el

    periodo a investigar. Todo ello con el objeto de complementar la informacin aportada por

    las fuentes escritas y tener nuevos elementos de anlisis a partir de las experiencias de los

    propios sujetos. Adems de agradecer la gentileza y colaboracin de los entrevistados, cabe

    destacar la cantidad de detalles y la posibilidad de lneas de interpretacin que se abren con

    los testimonios orales, en este caso de Jos Luis Lpez Bulla, para el caso espaol y de

    Manuel Ahumada y Diego Olivares para el caso chileno. Respecto a estos dos ltimos

    dirigentes, se puede decir que aunque ellos pertenecieron a la direccin nacional de la CUT,

    actualmente se encuentran fuera de la central por factores de diversa ndole, presidiendo

    organizaciones sindicales alternativas.

    El empleo de fuentes no se comprende ni tiene utilidad sin una adecuada

    metodologa de investigacin que oriente el trabajo y permita el cumplimiento de los

    objetivos trazados. En este sentido, como hemos adelantado, la metodologa corresponde a

    un enfoque comparado, del tipo comparacin binaria- de acuerdo a las estrategias de

    comparacin que ha establecido Leonardo Morlino8. En este caso la comparacin sera

    entre dos sistemas fundamentalmente distintos, cuyo objetivo sera la explicacin de un

    fenmeno observando los valores mximos y mnimos de las modalidades ms diversas

    para cada una de las propiedades.9. Respecto a los tipos de comparacin tambin cabe

    sealar la clasificacin que hace Charles Tilly, quien distingue entre comparaciones

    individualizadoras, identificadoras de la diferencia, globalizadoras y universalizadoras10.

    Segn Tilly la comparacin globalizadora tiene mayor importancia para la cual establece

    una serie de reglas. Estas bsicamente corresponden a la claridad y especificidad de los

    argumentos; las unidades a observar deben ser independientes o tener un grado de

    8 Leonardo Morlino, Introduccin a la investigacin comparada, Madrid, Alianza Editorial, 2010. 9 Leonardo Morlino, Introduccin p. 71. 10 Vase Charles Tilly, Grandes estructuras, procesos amplios, comparaciones enormes, Madrid, Alianza Editorial, 1991, p. 7.

  • 13

    interdependencia en la elaboracin del argumento; las mediciones deben corresponder al

    argumento o agruparlas dentro de un mismo nivel de agregacin y la elaboracin de

    modelos a partir del argumento11. Tilly destaca que los cuatro tipos de comparacin tienen

    su utilidad, porque ayudan a comprender estructuras y procesos. En este punto adquiere

    importancia la verificacin emprica, propia del anlisis histrico, porque el contexto

    histrico es determinante en el anlisis de estructuras y procesos. Leonardo Morlino

    establece adems una serie de reglas, muchas de ellas ligadas a la lgica, para desarrollar un

    trabajo comparativo coherente y sustentable empricamente12.

    Teniendo presente estas consideraciones, en primer lugar se establecern los

    conceptos fundamentales de la investigacin, los que deben tener un correlato emprico.

    Una vez realizada esta operacin fundamental se determinarn las unidades a analizar, en

    este caso, los procesos de transicin a la democracia en Espaa y Chile, se realizar una

    breve descripcin de los contextos en que se sitan ambos procesos y posteriormente se

    construir la trayectoria de estos mediante la utilizacin de las fuentes sealadas

    anteriormente ms la bibliografa atingente al tema, todo ello con el objeto de establecer las

    relaciones partido poltico-sindicato, polticas de consenso y polticas sindicales y el proceso

    de elaboracin y discusin de los pactos sociales o acuerdos marcos.

    Una vez establecidas las unidades de anlisis, se proceder a la comparacin de

    ambos mediante una serie de problemas expresados en interrogantes, que buscarn

    establecer las semejanzas y diferencias entre ambos procesos, a fin de evitar el peligro de la

    yuxtaposicin de procesos a partir de la descripcin sucesiva de casos. Finalmente los

    resultados permitirn proponer una conclusin(es) sobre ambos procesos transicionales y

    algunas preguntas abiertas que establezcan lneas futuras de anlisis e investigacin.

    El trabajo se ha dividido en cuatro captulos ms una parte dedicada a conclusiones.

    El primero se dedica establecer el estado de la cuestin respecto a los estudios sobre el

    proceso de transicin en Espaa y Chile y un marco conceptual con el objetivo de clarificar

    las definiciones principales del trabajo. Para el caso hispano se ha realizado una revisin de

    las principales lneas interpretativas, partiendo de los trabajos clsicos de Carr y Preston,

    para seguir con la obra de Tusell y otros historiadores cercanos a su visin del proceso de

    11 Charles Tilly, Grandes p. 145-146. 12 Leonardo Morlino considera los cnones de John Stuart Mill para plantear ciertas reglas que orientan la investigacin, especialmente se refiere a los cnones de la concordancia y la diferencia, los cuales en el fondo seran dos formas de observar el mismo problema. Morlino agrega que por lo general para iniciar una comparacin, se parte primero de las circunstancias comunes para analizar posteriormente las diferencias, lo que permitir un conocimiento ms profundo del fenmeno. Vase Leonardo Morlino, Introduccin pp. 109ss.

  • 14

    transicin y posteriormente seguir con las tendencias historiogrficas que asumen el rol

    gravitante de la conflictividad social y los movimientos sociales en el desarrollo del proceso

    de transicin espaol. Respecto a los estudios sobre Chile, a diferencia de Espaa, la

    produccin historiogrfica relativa a la transicin no es abundante, centrndose ms

    directamente en el estudio de la dictadura militar. Ahora bien, en este apartado, parte

    importante del estado de la cuestin se referir a la discusin sobre la cronologa de la

    transicin, aspecto bsico a la vez para establecer la periodificacin de la investigacin. En

    la segunda parte del captulo se ha procedido a definir los principales conceptos que

    orientan el trabajo. Estos son: transicin a la democracia, consenso, pacto social,

    corporativismo y concertacin social. Para llegar a establecer estas definiciones base, se ha

    recurrido al aporte de la politologa y la sociologa principalmente, en el sentido de

    considerarlas ciencias auxiliares y complementarias al trabajo historiogrfico. Adems, que

    una buena red de conceptos ayuda a precisar y clarificar la interpretacin de los hechos

    histricos, aunque partiendo tambin del carcter subjetivo del anlisis social.

    El segundo captulo se denomina Espaa, de Franco a Felipe Gonzlez, continuidad

    y cambio en el proceso de transicin y consolidacin a la democracia (1975-1988). En este

    captulo, se estudia el desarrollo de la poltica llevada a cabo por los principales sindicatos:

    CC.OO. y UGT durante el periodo de transicin y consolidacin democrtica. En la

    primera parte, se hace referencia a la crisis final del franquismo generada por la

    conflictividad social liderada por el movimiento obrero, punta de lanza del antifranquismo

    y que determin a la vez, el fracaso de un franquismo sin Franco como pretenda el

    proyecto continuista Arias Navarro-Fraga. Despus de la cada del primer gobierno de la

    monarqua se analiza el gobierno de Surez, etapa donde colocamos el nfasis en la

    combinacin de factores polticos y sociales, en que la accin del sindicalismo estar

    influida por las condiciones propias de la transicin. Este breve periodo, 1976-1977, ser

    rico en acontecimientos a aprobacin de Ley de Reformas Polticas, elecciones generales

    de junio de 1977, Pactos de la Moncloa- que vendrn a marcar lo que se conoci como

    etapa de la poltica de los consensos y que culminar con la aprobacin de una nueva

    Constitucin en 1978 que vino a certificar el triunfo del cambio poltico impulsado por el

    antifranquismo.

    Hay que precisar que el nfasis en la accin de CC.OO. y UGT variar segn la etapa

    y la relevancia de su participacin en los hechos, as, si consideramos el anlisis de los

    Pactos de la Moncloa, se realiza una mayor descripcin de la participacin de CC.OO. en

    estos acuerdos, por ser su principal valedor a nivel sindical y a la vez fuente de debate en

  • 15

    los anlisis posteriores. Este punto lleva a sostener que el mayor detalle en el anlisis de la

    accin de CC.OO. se debe tambin a la pluralidad de visiones en el interior del sindicato, el

    tipo de prctica sindical y la composicin de sus cuadros, junto al complejo papel del PCE-

    PSUC en el interior de CC.OO. expresado en los conflictos que se describen en el captulo

    y que tuvieron relacin con el impacto de la crisis comunista en sectores de Comisiones,

    conflicto que se hizo evidente hacia 1979; en cambio, en el caso de la UGT, la tendencia es

    a favorecer la homogeneidad en las decisiones junto a la relacin privilegiada existente con

    el PSOE, aunque ello no significa la ausencia de tensiones en el interior del sindicato

    socialista, como se ha podido documentar en algunos casos y que posteriormente tuvo su

    punto de mximo conflicto con el enfrentamiento entre ambas organizaciones socialistas

    hacia finales de la dcada de los 80.

    Teniendo en cuenta este factor, el desarrollo de la accin sindical en este segundo

    captulo, se centrar en la relacin de los sindicatos con las polticas de concertacin social,

    cuyo punto de partida habran sido los Pactos de la Moncloa, pero cuyo comienzo efectivo

    habra sido tras la firma del ABI en julio de 1979. As, en esta parte del captulo, se describe

    el papel de ambos sindicatos frente a la concertacin social, apoyo por parte de la UGT a la

    firma del ABI, el AMI y participacin en la discusin del Estatuto de los Trabajadores;

    mientras que en el caso de CC.OO. se indican las reacciones en contra de estos acuerdos.

    Ahora bien, en la firma del ANE concurren ambos sindicatos, lo que se debe al efecto

    generado por el intento de golpe de Estado del 23-F de 1981.

    A partir del ANE se presenta una nueva etapa en la poltica de concertacin social,

    donde tuvieron relevancia dos hechos que condicionarn en parte la accin de CC.OO. y

    UGT; en primer lugar, las elecciones sindicales de 1982 que expresaron un cambio en la

    mayora sindical, porque el sindicato socialista alcanz el primer lugar, mientras que

    CC.OO. qued relegada al segundo lugar, lo que evidenci un profundo cambio en la

    correlacin de fuerzas a nivel de sindicatos y un apoyo a la poltica de acuerdos sostenida

    por la central socialista a partir de la firma del ABI. El segundo hecho fueron las elecciones

    generales de octubre de 1982 que se saldaron con el triunfo abrumador del PSOE, que

    alcanz la mayora absoluta en las Cortes. El primer periodo y parte del segundo del

    gobierno socialista, -1982-1988- coincide con la ltima parte del captulo, que corresponde

    a una etapa en que la accin de UGT cobra mayor relevancia debido a la relacin

    privilegiada que tena con el partido hermano, que la lleva a defender ciertas polticas del

    gobierno y a participar en dos acuerdos globales: el AI y el AES, junto a su apoyo crtico a

    la poltica de reconversin industrial, en el sentido de negociar mejores condiciones para

  • 16

    los procesos de ajuste. Finalmente, el captulo termina con la crisis de la relacin entre la

    UGT y el PSOE, conflicto que tuvo su punto culmine con el apoyo de la primera a la

    Huelga General del 14-D, en que comparti roles con CC.OO. escenificando de esa

    manera la unidad de accin sindical y a la vez el quiebre de la relacin tradicional entre las

    dos organizaciones socialistas.

    El cuarto captulo se denomina Chile, de la dictadura a la transicin a la democracia,

    movilizacin social, actores sociales y negociacin. La va chilena a la democracia

    neoliberal. En la primera parte, se hace una breve descripcin de los comienzos de la

    dictadura militar, colocando el acento en el desarrollo de la institucionalidad autoritaria y las

    reformas econmicas neoliberales. Una segunda parte trata de la crisis del modelo

    econmico de la dictadura y las consecuencias polticas que tuvo, fundamentalmente el

    inicio de un ciclo de protestas, donde el movimiento sindical tendr un rol fundamental

    como actor convocante y articulador en primera instancia del conjunto de la oposicin. Las

    jornadas de protestas se desarrollarn durante ms de tres aos (1983-1986), teniendo

    como objetivo fundamental desestabilizar el gobierno para provocar la cada de Pinochet y

    obligar a las FF.AA. a algn tipo de negociacin. En esta parte, el nfasis est puesto en la

    combinacin de factores polticos y sociales, es decir, el desarrollo paralelo de la

    racionalidad poltica frente a la de tipo social, expresada en la actividad del movimiento

    sindical y su apoyo a la movilizacin social.

    El ciclo de protestas termin con el fallido atentado a Pinochet en septiembre de

    1986 y la dictacin del Estado de Sitio. Estos hechos determinarn el comienzo de una

    nueva etapa, en que el factor poltico, en otras palabras, las estrategias elaboradas por la

    oposicin moderada se impondrn y establecern un nuevo curso de accin basado en la

    lucha electoral contra la dictadura, que implic la participacin de la oposicin en la

    institucionalidad del rgimen. Ante este nuevo escenario poltico, el movimiento sindical

    debi adaptarse, privilegiando las tareas de fortalecimiento de su organizacin interna, cuyo

    hito ser la reconstitucin de la CUT en agosto de 1988 y la elaboracin de una propuesta

    de cambio, con la que pudiese integrar al proyecto de la oposicin, agrupada en la

    Concertacin por el NO, coalicin que surgi producto del cambio de poltica de la

    oposicin, que implic su participacin en el plebiscito sucesorio de octubre de 1988. La

    Concertacin obtuvo el triunfo sobre Pinochet en el mencionado plebiscito, de modo que

    se inici un nuevo periodo de interregno, que sera el comienzo del proceso de transicin a

    la democracia.

  • 17

    La ltima etapa del captulo se dirige a analizar la accin del movimiento sindical en

    el periodo de transicin, para ello se ha situado el escenario de entrada, marcado por la

    existencia de los enclaves autoritarios y la deuda social generada por la pasada dictadura y

    que en cierta medida condicionarn la poltica del primer gobierno democrtico

    encabezado por Patricio Aylwin (1990-1994). Aquel gobierno busc establecer un marco de

    estabilidad que garantizase el xito del proceso de transicin. Para ello desarroll una

    poltica de concertacin social, donde tuvo la colaboracin de la CUT, central que a la vez,

    hizo de la concertacin, uno de los ejes de su poltica sindical. Para ello la CUT apoy la

    firma de los Acuerdos Marco, junto a la patronal CPC, siendo el ms importante el

    primero, firmado en 1990, por establecer las bases de un dilogo y el reconocimiento de las

    reglas del juego econmicas. Este clima de entendimiento vino de la mano con la discusin

    sobre las reformas laborales, debate que provoc los primeros conflictos entre la central y

    el gobierno, por el tipo de reformas y el sistema de negociacin empleado.

    Posteriormente se describe el desarrollo de la accin de la CUT una vez aprobadas

    las reformas, la cual estar tensionada por las necesidades polticas de la transicin y el

    cumplimiento de las demandas de los trabajadores. Estos conflictos se expresaron en la

    firma de los Acuerdos Marco de 1991, 1992 y 1993; los desacuerdos sobre la evaluacin de

    las reformas laborales y el aumento de la actividad huelgustica. Estas divergencias

    convergern finalmente en el ao 1994 con la subida al poder de Eduardo Frei Ruiz Tagle

    (1994-2000). De este modo, el primer ao de su gobierno, periodo con que concluye este

    captulo, se analiza el cambio de etapa en las relaciones gobierno-CUT debido al fracaso de

    la negociacin del salario mnimo y el retiro de la central sindical de las comisiones tcnicas

    tripartitas. Por ltimo, se realiza un anlisis de los logros de la accin sindical, para

    establecer una evaluacin de la poltica de la CUT a modo de relacionarla con la crisis de la

    central, expresada en los conflictos ya sealados con el gobierno y la disminucin de su

    fuerza y capacidad de influencia poltica.

    El ltimo y cuarto captulo se titula Chile y Espaa, dos casos de transiciones

    pactadas: semejanzas, diferencias y puntos de influencia. Este captulo a diferencia de los

    dos anteriores se enfoca a analizar desde una ptica comparativa los procesos de transicin

    espaol y chileno, tomando en cuenta una serie de temas: concertacin social,

    caractersticas de la estructura sindical, rol de los sindicatos en el proceso de transicin,

    capacidad movilizadora y protesta social. Junto al planteamiento de estos temas y

    problemticas conexas a ellos, se describe la influencia del proceso de transicin espaol en

    los sectores de la oposicin chilena, en el sentido de considerarlo un modelo de transicin

  • 18

    exitoso y posible de aplicar en Chile. Esta influencia se analiza en un doble flujo, por una

    parte la presencia de personajes espaoles en Chile que difundieron el proceso espaol y

    por la otra tanto el estudio que realizaron polticos chilenos en el exilio en Espaa como en

    Chile respecto a las enseanzas que dejaba el caso espaol. Finalmente el captulo se refiere

    a la descripcin de las relaciones entre las organizaciones sindicales chilenas y espaolas,

    que tendrn diversas variantes, bsicamente en apoyo financiero y poltico, donde la UGT y

    los agregados laborales de la Embajada de Espaa en Chile tendrn un rol importante,

    adems de un fluido intercambio de experiencias a travs de jornadas de solidaridad

    internacional y encuentros de trabajo. Hay que precisar que este captulo, debido al carcter

    comparativo tiene combina un esfuerzo recopilatorio respecto a los dos captulos anteriores

    junto al planteamiento de conclusiones, realizadas de acuerdo a las orientaciones centrales

    del trabajo.

    Esta tesis doctoral, como opera prima, se basa, evidentemente, en un trabajo personal,

    sin embargo, el desarrollo de aquel se explica en lo que considero un apoyo colectivo, en el

    cual no puedo dejar de agradecer la presencia de muchas personas e instituciones, sin las

    cuales no hubiera sido posible la realizacin de este trabajo. Durante tres aos he sido

    becario del Programa de Formaci dInvestigadors de la Agncia de Gesti d'Ajuts

    Universitaris i de Recerca. Agradezco a esta institucin haber hecho posible la investigacin

    tanto en Espaa como en Chile. El trabajo realizado no lo puedo separar de lo que ha

    significado la experiencia vital de compartir parte de mi vida fuera de mi pas de origen.

    Quiero agradecer en primer lugar a mi tutora Carme Molinero, quien me ha guiado en este

    largo periodo de trabajo, con sus consejos, sugerencias y un entusiasmo que contagia. Las

    extensas jornadas de estudio se han visto amenizadas con las agradable compaa y amistad

    de mis compaeros del Doctorado, quienes han pasado a hacer mi familia espaola,

    especialmente van mis recuerdos a Ivan Bordetas, Pau Casanellas, lex Amaya, Pablo

    Montes, Anna Snchez, Steven Forti, Miguel ngel del Ro y Chiaoin Chen. Por supuesto

    no puedo dejar de mencionar al fiel compaero del CEFID Ricard Martnez, quien me ha

    acompaado con sus historias y tambin ha tenido paciencia al relatarle las noticias de

    Chile. Tambin van mis agradecimientos a los amigos que he conocido en estos cuatro

    aos de estancia espaola, en especial a mis compis de piso, Juan y Marghe, quienes me

    han acompaado en las largas jornadas de trabajo y me han hecho sentir en casa.

    Gracias al trabajo en Archivo he podido conocer a grandes personas que me han

    ayudado muchsimo en la investigacin, gracias especialmente a los compaeros del Arxiu

    Histric de la CONC, Javier, Mota y Juanma y tambin a los profesionales de los Archivos

  • 19

    de la Fundacin 1 de Mayo y Fundacin Francisco Largo Caballero, mis recuerdos

    especialmente a Coro, Ester y Nuria. Mis agradecimientos tambin a los profesionales y

    funcionarios de Archivos y centros de Documentacin chilenos por su inestimable

    colaboracin en el trabajo de investigacin, especialmente al personal del Archivo Nacional

    de la Administracin.

    Este largo recorrido no habra sido posible desde un principio sin el apoyo de Carlos

    y Patricia, mis padres, los cuales me han apoyado desde que hace muchos aos opt por la

    historia como profesin y opcin de vida y que adems, que con su testimonio de

    coherencia de conducta y fidelidad de principios han inspirado muchas de mis acciones. A

    mis hermanas, Patricia y Gabriela, mis cuados, David y Jos, mis sobrinos y sobrinas,

    Valentina, Juan Pablo, Victoria y Pedro, todos los cuales me han enviado sus energas y

    sobre todo amor desde la distancia.

    Pero sobre todo, esta tesis doctoral no habra sido posible sin el amor, fuerza y apoyo

    incondicional de mi esposa Karin y mi hija Martina, quienes siempre me han estado

    estimulando para cumplir mis sueos, que ya no son de uno, sino de los tres, gracias

    infinitas por todo, que no habra llegado al final sin vosotras.

    Barcelona, 18 de abril de 2012

  • 20

    CAPTULO I: LA TRANSICIN COMO OBJETO DE ESTUDIO EN ESPAA

    Y CHILE. UN DEBATE NECESARIO.

    Los procesos de transicin a la democracia han sido objeto de debate y estudio

    desde el mbito de las ciencias polticas, la sociologa y la historia, a partir de los aos 60 y

    sobre todo en los aos 70 en adelante, en el contexto de la llamada tercera ola de

    democratizaciones que se cerni sobre Europa y Amrica Latina principalmente13. El

    resultado de esta ola de cambios fue modificar el mapa poltico en ambos continentes de

    manera significativa, as tenemos la desaparicin de las antiguas dictaduras salazarista en

    Portugal y el rgimen franquista en Espaa junto al retorno de la democracia en gran parte

    de Sudamrica a partir de fines de los 70 y durante los aos 80. Esta ola de democratizacin

    vio su trmino con la cada de los regmenes de la Europa comunista, zona que en menos

    de tres aos contempl el inicio de procesos de transicin a la democracia. Tal magnitud de

    cambios gener una serie de interrogantes, referidas a las causas y actores principales de los

    procesos de democratizacin, las continuidades de los regmenes autoritarios y los rasgos

    que caracterizan una democracia entre otras.

    A nivel general, algunos autores plantearon la relacin entre crecimiento econmico y

    democratizacin, es decir, en la medida que haba un desarrollo econmico que generaba

    importantes clases medias y atenuaba los conflictos de clases al construirse una cultura

    democrtica, se daban las condiciones estructurales para la entronizacin de un rgimen

    democrtico14. Sin embargo, la existencia de regmenes autoritarios que haban desarrollado

    procesos de modernizacin capitalista, no necesariamente culminaron en la

    democratizacin de aquellos, es ms, contribuan a su legitimidad social mediante la eficacia

    de sus polticas econmicas. Por lo tanto, se hizo necesario considerar otros enfoques que

    incluyeran factores como la cultura poltica o las herencias polticas junto al desarrollo o no

    13 La produccin relativa a los procesos de transicin es abundante; sin embargo cabe sealar el clsico trabajo de Guillermo ODonnell, Philippe C.Schmitter y Laurence Whitehead, Transiciones desde un gobierno autoritario, 4 v, Barcelona, Paids, 1994. Tambin se encuentran importantes aportaciones en Enrique Baloyra (ed.), Comparing New Democracies: Transition and Consolidation in Mediterranean Europe and the Southern Cone, Boulder, Westview Press, 1987; Carlos Barba, Jos Luis Barros y Javier Hurtado (compiladores), Transiciones a la Democracia en Europa y Amrica Latina, Mxico D.F, Miguel ngel Porra Editor, 1991; John Higley y Richard Gunther (ed.), Elites and Democratic Consolidation in Latin America and Southern Europe, Cambridge, Cambridge University Press, 1992; Juan J Linz y Alfred Stepan, Problems of Democratic Transition and Consolidation. Southern Europe, South America, and Post-Communist Europe, Baltimore, The Johns Hopskins University Press, 1996; Carlos Waisman, Raanan Rein y Ander Gurrutxaga Abad (compiladores), Transiciones de la dictadura a la democracia, Bilbao, Servicio Editorial de la Universidad del Pas Vasco, 2005. 14 Este enfoque de tipo estructuralista, se encuentran en los clsicos trabajos de Seymour Martin Lipset, Some Social Requisites of Democracy: Economic Development and Political Legitimicy, America Political Science Review, LIII, 1959 y Barrington Moore, Los orgenes sociales de la dictadura y la democracia: el seor y el campesino en la formacin del mundo moderno, Barcelona, Pennsula, 1991.

  • 21

    de la sociedad civil. En este sentido, resulta fundamental el aporte de Dankwarth Rustow,

    quien propone un enfoque gentico para estudiar las transiciones a la democracia15. Rustow

    seala que este enfoque debe considerar la interaccin entre factores polticos, econmicos

    y sociales, los que variarn segn cada pas, no existiendo por lo tanto una sola va hacia la

    democracia. Sin embargo, construye un modelo dinmico de transicin, con una fase

    preparatoria, otra decisiva y por ltimo una de habituacin, en que el hilo conductor es la

    lucha poltica que en la segunda fase se inclina por la democracia va acuerdos y en la

    tercera, los acuerdos son aceptados e incorporados como prcticas polticas por el conjunto

    de la ciudadana.

    Tambin se tomaba en consideracin el factor externo, partiendo de casos extremos

    de una ocupacin del pas por una potencia extranjera, a un fracaso militar o la influencia

    de procesos democratizadores cercanos16. En suma, teniendo presente la categora histrica

    de proceso y la multicausalidad de los fenmenos histricos, no podemos hablar de una

    explicacin monocausal de los procesos de transicin a la democracia, punto esencial para

    entender la discusin sobre los procesos de transicin a la democracia en Espaa y Chile.

    Un aspecto que requiere un anlisis aparte corresponde al papel del movimiento

    sindical en los procesos de transicin a la democracia. Aqu consideramos relevante el

    aporte de J. Samuel Valenzuela17. Este autor seala que en procesos de crisis del

    autoritarismo, liberalizacin y transicin a la democracia, el movimiento obrero puede

    reactivar su actividad, aprovechando las nuevas oportunidades que brinda la apertura del

    espacio pblico. Ahora bien, la movilizacin social puede tener dos efectos en un proceso

    de transicin, generar el miedo del bloque de poder ante el descontrol social que

    involucrara la conflictividad social sin restricciones o el caso contrario, incrementar el

    proceso de democratizacin mediante un aumento de la tolerancia frente al conflicto social.

    Valenzuela seala que en algunos casos, al comenzar los procesos de transicin los

    liderazgos sindicales intentarn controlar los sindicatos bajo la promesa de un cambio en el

    modelo de relaciones laborales en beneficio de los trabajadores. Tomando en cuenta el caso

    espaol, el autor indica que los dirigentes sindicales debieron compatibilizar los intereses de

    sus representados frente a los de tipo global vinculados a la transicin. De este modo,

    15 Dankwart Rustow, Transitions to Democracy: Toward a Dynamic Model, Comparative Politics, Vol. 2, n 3, abril, 1970. 16 Ver una sntesis de los modos en que puede originarse un proceso de transicin a la democracia en Alfred Stepan, Caminos hacia la redemocratizacin: consideraciones tericas y anlisis comparativos. en Guillermo ODonnell, Philippe C.Schmitter y Laurence Whitehead (comp), Perspectivas Comparadas 3, Barcelona, Paids, 1994. 17 J. Samuel Valenzuela, Labor Movements in Transitions to Democracy: A Framework for Analysis, Comparative Politics, Vol. 21, n 4, Julio 1989.

  • 22

    algunos sectores vern insatisfechas sus demandas, pudiendo caer un manto de duda

    respecto a su lealtad con el rgimen democrtico.

    J. Samuel Valenzuela afirma que las relaciones entre el movimiento obrero y los

    procesos de democratizacin variarn de acuerdo a la debilidad o fortaleza del sindicalismo,

    el contexto econmico en que desenvuelve el proceso de transicin, el tipo de modelo

    sindical aplicado por el rgimen autoritario y la disyuntiva entre unidad y descentralizacin

    de la accin sindical. Respecto al primer punto, Valenzuela seala que un movimiento

    sindical fuerte puede negociar con el gobierno y las elites empresariales algn tipo de

    acuerdo social, que permita dar respuesta a las demandas de los trabajadores y consensuar

    las relaciones de clases que asegure el desarrollo de instituciones que admitan la

    negociacin entre actores sociales18. Sin embargo de no cumplirse estos supuestos debido a

    la divisin del movimiento obrero, la presin de fuerzas conservadoras o del poder militar

    podra conducir a posiciones de deslealtad hacia las instituciones democrticas por parte de

    las bases sindicales.

    El otro factor que condicionar la accin sindical durante la transicin corresponder

    a las polticas desarrolladas por el rgimen dictatorial respecto a las relaciones laborales, as

    se distinguirn entre estrategias corporativas y de mercado que podrn estar situadas en un

    rgimen de lnea dura o blanda. Ahora bien, una dictadura de lnea dura puede

    conducir a un tipo de sindicalismo contestatario y con liderazgos radicalizados en el

    sentido de buscar una reforma drstica del sistema- que en el momento en que la dictadura

    entre en crisis podra conducir a un ciclo de alta conflictividad19. Valenzuela sostiene que la

    poltica sindical variar segn el tipo de modelo sindical aplicado por el rgimen autoritario

    y el tipo de relacin partido-sindicato, existiendo una tendencia a mayor autonoma sindical

    en el caso de un rgimen con una poltica sindical blanda porque permitira la defensa de

    intereses concretos de los trabajadores, en cambio en un rgimen de lnea dura, habra

    una mayor vnculo de dependencia entre el partido y el sindicato, porque el espacio sindical

    sera una posibilidad para la accin encubierta de la oposicin poltica. As, en el proceso de

    18 Valenzuela seala que la fortaleza del movimiento obrero estar relacionada en algunos casos, con los vnculos que posean con los partidos de carcter estatal y base obrera, de modo que tendrn mayores posibilidades de participar en la fijacin de la agenda de la transicin. Al respecto vase J.Samuel Valenzuela, Labor Movementsp. 454. 19 Valenzuela al combinar los grados de apertura de la poltica sindical y de participacin poltica de los regmenes autoritarios, distingue entre regmenes de lnea dura cerrada, lnea dura abierta, lnea moderada cerrada y abierta, correspondiendo el caso chileno al primero y el espaol a uno de lnea sindical moderada y polticamente cerrada.

  • 23

    transicin, la adopcin del objetivo de la estabilidad democrtica por parte de los sindicatos

    depender tambin de la evaluacin que haga el partido respecto al movimiento sindical20.

    Finalmente, J. Samuel Valenzuela sostiene que la actitud de los dirigentes sindicales

    depender segn el tipo de transicin. En efecto, si el proceso se desarrolla mediante la va

    de la ruptura habr una mayor certidumbre respecto al escenario poltico por lo que

    tendern a reforzar su organizacin y defender la satisfaccin de las demandas contenidas;

    en cambio en un proceso de reforma, al haber un mayor grado de incertidumbre, los

    liderazgos sindicales tendern a la cautela frente a la accin reivindicativa, adems que si

    llegasen a participar en la coalicin de la transicin, de la mano del partido con el que

    tengan vnculos, tendern a privilegiar los aspectos polticos de manera de asegurar el xito

    del proceso. No obstante, si existen relaciones de desconfianza entre los sindicatos y las

    elites gubernamentales, podran darse situaciones de confrontacin al estimar los primeros

    que las polticas del gobierno son perjudiciales a sus intereses, privilegiando el

    fortalecimiento de la organizacin para defender de mejor manera sus demandas. En

    sntesis, en la medida que el movimiento sindical observe que los sacrificios realizados

    durante el proceso de transicin sean aceptables de acuerdo a las metas de largo plazo

    relativas a la estabilidad del rgimen democrtico, tendr una actitud de mayor lealtad hacia

    las instituciones democrticas.

    Por otra parte, Ruth Berins Collier y James Mahoney estudian el papel del

    movimiento sindical en los procesos de transicin21, criticando a la vez el enfoque

    tradicional de los trabajos sobre la transicin que colocan el nfasis en las decisiones

    estratgicas de las elites. As, los autores realizan un anlisis de casos a partir de dos

    patrones de democratizacin: binomio desestabilizacin/liberacin y juego transicional; as,

    el proceso de transicin espaol correspondera al primer patrn, caracterizado por el rol

    desestabilizador del movimiento obrero y la ausencia de un proyecto de transicin por

    parte de la elite del rgimen autoritario en el periodo anterior al comienzo de la

    conflictividad social liderada por el movimiento obrero, de modo que el proceso de

    transicin se caracteriza mejor como una retirada forzosa en vez de una negociacin entre

    elites. Los autores agregan que la aprobacin de la Ley de Reforma Poltica y su efecto

    liquidador de las instituciones franquistas, no se puede explicar sin la presin de la

    20 De acuerdo a Valenzuela, para el caso espaol, el PCE habra tenido una visin errnea de CC.OO. al considerarlo una organizacin bajo su control, desconociendo el hecho de que muchos de los militantes del sindicato podran adherir a otras opciones polticas. Vase J.Samuel Valenzuela, Labor Movementsp. 463. 21 Ruth Berins Collier y James Mahoney, Adding Collective Actors to Collective Outcomes. Labor and Recent Democratization in Soth America and Southern Europe, Comparative Politics, vol.29, n 3, April 1997.

  • 24

    movilizacin del movimiento obrero y la crisis que se cerna sobre un franquismo

    terminal22. Por lo tanto, Berins Collier y Mahoney resaltan el papel del movimiento obrero

    en el desarrollo del proceso de democratizacin de modo que: Labor protest destabilized

    the autoritarian regime, made imposible a reform that stopped short of democratization,

    and thus forced incumbents to undertake a rather speedy extrication23. Finalmente, los

    autores afirman que en los inicios del proceso de democratizacin, el rol del movimiento

    obrero es fundamental para dividir al bloque gobernante y facilitar la rapidez del proceso,

    aunque en la etapa final de la transicin, la moderacin del movimiento obrero puede

    contribuir al xito de las negociaciones debido a la seguridad de la mantencin de la paz

    social.

    El caso espaol ha sido considerado un caso paradigmtico dentro de los estudios

    sobre transiciones, debido a su compleja trayectoria y los favorables resultados a que

    condujo. Como tema de estudio ha sido objeto de diversos debates e interpretaciones tanto

    en Espaa como en el extranjero, aspecto que se ver en el siguiente apartado.

    1.1 El estudio de la Transicin en Espaa. Principales lneas interpretativas.

    El caso espaol ha sido objeto de una amplia bibliografa en el mbito de las ciencias

    sociales. Historiadores, politlogos y socilogos han escrito sobre la transicin, con

    resultados variables segn la rigurosidad en la interpretacin de las fuentes, la tendencia a

    un presentismo que distorsiona el anlisis de los hechos o la fragmentacin de los

    estudios segn el mbito territorial o el rea que se estudie24. No obstante, la profusin de

    trabajos ha permitido la bsqueda constante de nuevos enfoques o reas de investigacin,

    generando una diversidad de opiniones o visiones sobre el rol de los partidos polticos, los

    movimientos sociales o la clase poltica franquista en el origen y conduccin de los

    procesos de transicin a la democracia.

    22 Berins Collier y Mahoney afirman que It is difficult to imagine that an entrenched Cortes Would participate quickly in its own demise without the high level of pressure of oppositional mobilization and regime crisis, en Ruth Berins Collier y James Mahoney, Adding Collectivep. 293. 23 Ruth Berins Collier y James Mahoney, Adding Collectivep. 294. 24 Dentro de las ciencias polticas son fundamentales los trabajos realizados por Juan J. Linz, Ramn Cotarelo y Josep Mara Colomer. Vase Juan J. Linz y Alfred Stepan, Problemspassim. Del mismo autor La transicin espaola en perspectiva comparada en Javier Tusell y lvaro Soto, Historiapassim; Ramn Cotarelo (Comp.), Transicin poltica y consolidacin democrtica en Espaa (1975-1986), Madrid, CIS, 1992; en autora con otros autores, Jos Flix Tezanos, Ramn Cotarelo y Andrs De Blas (eds.), La transicin democrtica espaola, Madrid, Sistema, 1989; Josep Colomer, La transicin a la democracia, Barcelona, Anagrama, 1998.

  • 25

    Desde el rea de la politologa, los trabajos de Juan Linz o Ramn Cotarelo han

    centrado el anlisis en la elaboracin de modelos que explicasen el proceso de transicin, el

    que se basara fundamentalmente en la accin de las elites, quienes estableceran polticas

    de negociacin y consenso cuyo resultado sera el cambio poltico a travs de un

    procedimiento legal-institucional y el acuerdo sobre el marco constitucional. Por lo tanto,

    estos anlisis confieren un papel fundamental en el proceso de transicin a figuras como el

    rey Juan Carlos25 o a los sectores reformistas del franquismo26, descartando o subvalorando,

    de acuerdo al modelo de transicin la accin de los movimientos sociales en la conquista de

    la democracia. Estos enfoques de carcter terico tienen valor al presentar elementos de

    anlisis, pero no explican la realidad completa del proceso de transicin al carecer de

    verificacin emprica, de modo que algunas conclusiones caen en visiones parciales

    respecto a la transicin.

    Desde el mbito de la historiografa, tempranamente se procedi a estudiar la

    transicin, inicindose una rica produccin tanto de autores espaoles como extranjeros

    con distintas lneas de interpretacin o nfasis en los temas de estudio. As, a nivel general

    podemos distinguir una serie de tendencias, que se diferencian principalmente por el rol

    que atribuyen a los diversos actores en el proceso de transicin a la democracia. La primera

    est vinculada a la historia poltica y confiere un rol primordial en la conquista de la

    democracia a un grupo especfico de actores, vinculados a los sectores reformistas del

    franquismo, es decir, Adolfo Surez, el rey Juan Carlos y Torcuato Fernndez-Miranda

    entre otros. Segn esta visin, la transicin habra sido una transaccin va reforma/ruptura

    democrtica entre los sectores reformistas del franquismo y la oposicin democrtica

    expresada en una poltica de consenso, aunque con el control de la agenda poltica por

    parte de los sectores reformistas del franquismo27.

    25 Ramn Cotarelo formula la teora de los tres consensos y a partir de ella explica el proceso de transicin espaol, por ejemplo al mencionar como condicin para el desarrollo de la transicin, el cambio del paradigma legitimatorio, afirma que es evidente que lo que primero que mud fue la forma de gobierno. Ello equivala () al cambio de paradigma legitimatorio. Tal cambio estaba ya previsto en las leyes constitucionales del rgimen anterior: la dictadura por la monarqua en Ramn Cotarelo, La transicin democrtica espaola en Ramn Cotarelo (comp.), Transicin polticap. 22. 26 Juan J.Linz otorga un papel fundamental en el proceso de transicin a ciertos personajes provenientes del reformismo franquista como Adolfo Surez. Al respecto al comparar Linz la transicin espaola y portuguesa afirma no cabe mayor contraste que el que existe entre la falta de liderazgo y capacidad innovadora y de crear expectativas de autntica transformacin poltica de Caetano y la capacidad para la innovacin, para mantener en ritmo rpido, con metas claramente definidas, de Adolfo Surez entre junio de 1976 y junio de 1977 en Juan J. Linz, La transicin a la democracia en Espaa en perspectiva comparada en Ramn Cotarelo (comp.), Transicin polticap. 452. 27 Para esta tendencia es indudable la influencia de los estudi