degradaciÓn de praderas en mÉxico
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EVER DE JESÚS FLORES SANTIAGO.
TRABAJO FINAL
“DEGRADACIÓN DE PRADERAS TROPICALES Y ALTERNATIVAS
DE RECUPERACIÓN”
INTRODUCCIÓN
Desde hace varios años hasta la actualidad las praderas tropicales han sufrido un proceso de
degradación continuo, que ha llevado a los productores pecuarios de estas zonas a creer que
las gramíneas forrajeras están destinadas inevitablemente a degradarse con el tiempo. Sin
embargo, hay casos de que nos indican lo contrario debido a que existen praderas de
gramíneas, puras o asociadas con leguminosas donde se han obtenido rendimientos que van
de los 200 a los 600 kg de PV/ha/año (Spain y Gualdron, 1991).
La degradación de pasturas en los trópicos húmedos de América latina es un hecho que data
desde hace varias décadas, y a la fecha no sólo no ha sido solucionado, sino que tiende a
agravarse en función de las desfavorables circunstancias económicas en que se encuentra la
ganadería en la región (da Silva, et al., 2004). En México, según un reporte de
SEMARNAT (SEMARNAT, 2000), el 75 % de la degradación de los suelos es causada por
la deforestación (25.8%), el sobrepastoreo (24.6%) y el cambio de uso del suelo
(agropecuario y urbano-industrial, 25.5%).
Podemos decir que una pastura esta degradada cuando disminuye su potencialmente su
potencial productivo, bajo condiciones edafoclimáticas y bióticas dadas (Rincón, 1999 ); la
degradación de los forrajes traen consecuencias que van afectar tanto al productor, como al
consumidor de los productos que se obtienen de la pradera, dichas consecuencias son:
disminución en la producción del animal (rendimiento), encarecen los costos de producción
por unidad de producto obtenido y en consecuencia dan la pauta para la escases de
productos para consumidores de zonas urbanas y rurales (Spain J. y Gualdron R., 1985).
Existen diferentes causas que van a ocasionar que nuestras praderas se degraden con el paso
del tiempo y entre ellas destacan los factores asociados con la planta que pueden ser los
relacionados con la planta como Plagas, enfermedades, malezas, y especies no adaptadas,
los relacionados con el suelo como perdida de fertilidad, compactación por pisoteo y
erosión, por último los relacionados con el animal: capacidad de carga animal, presión de
pastoreo, periodo de ocupación y descanso.
Para solucionar estos problemas se han realizado diversos trabajos de investigación que
generen alternativas para revertir el efecto o recuperar las praderas que ya se encuentren
deterioradas, entre alternativas más eficientes con las que podemos contar son el uso de
asociaciones gramíneas-leguminosas, la sustitución de la vegetación degradada por
gramíneas forrajeras mejoradas, o el empleo de fertilizantes para restituir la fertilidad del
suelo. También se pueden utilizar métodos mecánicos, con la labranza que nos ayudaran a
la recuperación de dichas praderas. Últimamente se ha encontrado que el uso de arboles
forrajeros es una alternativa viable a utilizar en la recuperación.
FACTORES CAUSANTES DE LA DEGRADACIÓN DE PRADERAS
Anteriormente se hizo mención de los factores que ocasionan que las praderas se degraden,
para llevar a cabo una explicación más detallada de cada uno de estos factores utilizaremos
la división hecha por Spain y Gualdron (1995), quienes mencionan que los efectos que más
contribuyen a la degradación de pasturas son: la falta de adaptación y manejo de la especie
sembrada, la incompatibilidad entre especies (gramínea-gramínea o gramínea- leguminosa),
las plagas y enfermedades, la perdida de fertilidad del suelo y el manejo inadecuado de la
pradera incluido aquí el sobre pastoreo.
Con lo descrito anteriormente se puede afirmar que los factores que afectan la degradación
de la pradera van estar presente desde el momento de la elección de la especie que se va a
utilizar hasta el manejo del pastoreo el cual si no se realiza de forma adecuada puede llevar
a un sobre pastoreo de la pradera, el cual es para muchos autores el factor de mayor
relevancia que lleva a la degradación (Bowman et al., 1999).
En base a estas situaciones que provocan la degradación de las praderas tropicales se dará
una explicación más detallada de cada uno de ellos, dividiéndolos en factores relacionados
con la planta y factores relacionados con el suelo.
FACTORES DE DEGRADACIÓN DE PRADERAS RELACIONADOS CON LA
PLANTA
Uso de especies no adaptadas a la región y fallas en su establecimiento
Al momento de seleccionar las gramíneas que se deseen utilizar para establecer en una
pradera en zonas tropicales, debemos de tomar en cuenta que estas se adecuen a los
factores climatológicos y a las condiciones del suelo de la región, de lo contrario la vida útil
de nuestra pradera estará condicionada a un ciclo de vida corto.
Un carácter de gran importancia que se debe tener presente para el establecimiento de una
pradera son las características fisicoquímicas del terreno donde se piensa sembrar (Paretas,
et al. 1988), dichas características las podemos determinar mediante un análisis de suelo.
De acuerdo con las características acidas y de baja disponibilidad de nutrientes, de la
mayoría de los suelos de las zonas tropicales, ocasionado por la lixiviación debido a las
grandes cantidades de precipitación a lo largo del año, se recomienda utilizar forrajes que
soporten dichas condiciones. Un género de gramínea comúnmente utilizado para este tipo
de terrenos es el Brachiaria con sus diferentes especies como lo son B. decumbens, B.
dictyoneura, B. humidícola y B. brizantha. Estos forrajes van a diferenciar entre sí por su
grado de adaptación y su vigor para soportar inundaciones
Otro factor importante a considerar es la preparación del suelo, es conveniente iniciar la
preparación antes de la primeras lluvias, con dos pases de rastra de manera cruzada para
evitar dejar terrones grandes que impidan la germinación de la plántula, para la siembra se
debe utilizar semilla con una calidad garantizada, si se desea utilizar material vegetativo se
obtendrá un establecimiento más efectivo siempre y cuando la especie sea de habito de
crecimiento estolonifero.
Después de realizar el establecimiento se recomienda iniciar el pastoreo después de los 6
meses de edad o hasta que la planta se encuentre bien establecida para evitar la
degradación.
Incompatibilidad entre especies
Algunas de las asociaciones de gramíneas y leguminosas que se emplean al paso del tiempo
y después de varios pastoreos empiezan a mostrar dominio de una spp sobre otro. Se ha
observado que gramíneas de crecimiento erecto (Andropogon gayanus) se mezcla mejor
con leguminosas volubles como kudzú o Stylosanthes sp. Pereira y Lazcano (1990),
mencionan que en estas asociaciones al animal le es fácil seleccionar preferentemente uno
de sus componentes, gramíneas en época de lluvias y leguminosas en época seca.
Gramíneas de crecimiento postrado o invasor (B. dictyoneura y B. humidícola) necesitan
leguminosas con las mismas características como son el D. ovalifolium y A. pintoi.
En asociaciones de gramíneas y leguminosas estoloniferas la capacidad selectiva del animal
disminuye y consumen leguminosas todo el año independientemente de la calidad de la
gramínea, sin embargo, en este caso el grado de selectividad depende en gran medida de la
palatabilidad de la leguminosa (Pereira y Lascano, 1990).
Otro factor de gran importancia es la proporción de cada especie en la asociación, ya que
esto puede llevar al dominio de una spp sobre otra, lo cual se traduce como un deterioro de
la pradera si el objetivo perseguido es una asociación. Como ejemplo se muestran dos
experimentos realizados con B. humidícola y D. ovalifolium en diferentes proporciones
durante tres años.
Rincón (1992), indican que al paso de los tres años hubo un mayor dominio de la
leguminosa especialmente cuando se asocia con B. dictyoneura y que en otro experimento
realizado con 80% de las mismas gramíneas y 20% de la leguminosa la pradera se mantiene
estable durante más tiempo.
Invasión de malezas
Las malezas son especies que comúnmente aparecen en las praderas, y compiten por
espacio, luz, agua y nutrientes, su consumo puede ocasionar intoxicaciones o daños físicos
al animal como alteraciones en su metabolismo, abortos, hipotiroidismo,
fotosensibilización, malos olores en la leche y deficiencia de tiamina y en ocasiones la
muerte (Rincón, 1999).
Las malezas se pueden presentar desde el establecimiento de la pradera pero esto
incrementa los costos para su control y demora en la utilización con los animales (Doll,
1989). Las malezas de hoja ancha en praderas de gramíneas puras, pero si esta se asocia con
alguna leguminosa su control se vuelve más difícil con productos químicos y se tiene que
recurrir al control manual.
Doll (1989), menciona que la densidad de maleza influye directamente en la productividad
de la pastura y su presencia está ligada al método de control, practicas de fertilización y
manejo del pastoreo. Así como la invasión de dicha planta puede acabar al paso del tiempo
con la pradera.
Se presentan mayores problemas cuando se establecen praderas en terrenos con tradición de
cultivo y donde se han hecho prácticas de control deficiente. Factores más importantes que
favorecen la invasión de malezas son: siembra de pastos no adaptados a la región, falta de
fertilización, el sobrepastoreo y movimiento incontrolado de animales entre regiones.
Plagas
Salivazo de los pastos (Aeneolamia reducta), es una de las principales plagas en los
trópicos de América y causa daños considerables en especies susceptibles. Por ejemplo B.
decumbens.
Dentro de los daños más que esta plaga ocasiona a las praderas es en su estado de ninfa
debido a que su picadura afecta los haces vasculares ocasionado un amarillamiento foliar,
seguido de un escaso desarrollo de los pastos, cuando la ninfa pasa a su estado adulto su
picadura se tiene daños más severos secado el forraje (sustancias causticas), la
disponibilidad de forraje disminuye y afecta la calidad en términos de proteína y
digestibilidad, pero el mayor daño ocasionado es la reducción la producción animal.
Figura 1. Ciclo biológico del salivazo.
Figura 2. Dinámica de la población de ninfas y adultos del salivazo de los pastos en cuatro fincas
durante el año de 1997.
En la figura anterior se observa que la mayor cantidad de adultos se presenta durante la
época de lluvias y disminuye conforme pasa la temporada de mayor precipitación.
Figura 3. Ganancia de peso animal en praderas de B. decumbens afectada por el salivazo de los pastos.
En la figura tres se observa que a finales de abril y mayo que se cuando inician las primeras
lluvias y hay mayor presencias de adultos la ganancia de peso disminuye.
El control de esta plaga se puede realizar incrementando la carga animal, control biológico
con larva de la mosca Salpingogaster nigra y Metharizium anisopliae, quemas controladas
en áreas donde se haya detectado la presencia, biodiversidad de spp de forrajeras y control
químico.
Hormiga
Las dos especies de hormigas que comúnmente atacan las praderas son Acromyrmex
landolti y Atta sp. Atacan principalmente a praderas recién sembradas (plántulas), cortando
a ras de suelo, las plantas mueren por no tener capacidad de rebrote. El método de control
que comúnmente se utiliza es químico con insecticidas.
Manejo del pastoreo
El pastoreo de gramíneas introducidas o de asociaciones de gramíneas y leguminosas de
debe realizar tomando en cuenta disponibilidad de forraje y con proporción de los
componentes de la asociación, el deterioro de las pasturas se presentara comúnmente por el
uso de CA muy altas o por falta de descansos que permitan la formación de material vegetal
nuevo (Rincón 1999).
A medida que incrementemos la frecuencia y la intensidad de defoliación la acumulación
de materia seca se reduce debido a una disminución en la intercepción de luz por los tejidos
fotosintéticamente activos, agotamientos de nutrientes de reserva, reducción en la absorción
de nutrientes, agua y remoción de meristemos apicales (Rincón 1999).
La susceptibilidad de las plantas forrajeras a la defoliación está determinada por la posición
de los puntos de crecimiento (Cuesta, P.1995).
FACTORES DE DEGRADACIÓN RELACIONADOS CON EL SUELO
Bajo contenido de nutrientes en el suelo
El sobre pastoreo de la praderas ocasiona que la fertilidad del suelo ser pierda, aunado a la
falta de fertilización de las praderas ha ocasionado que la falta de nutrientes sean una de las
principales causas de degradación de las praderas.
La degradación por agotamiento del N en suelos de pasturas, lleva a una declinación de la
calidad y el vigor de las plantas, por reducción de la actividad biológica, y deficiencia de
otros nutrientes (P y K) (Davidson et al., 2007), seguido de cambios importantes en la
estructura física del suelo, como es la compactación, que luego ocasiona escorrentía que se
traduce en el arrastre de partículas, con pobre desarrollo de raíces y alta extracción de
nutrientes.
Una pradera bien nutrida nos va a garantizar una buena cobertura de forraje, una alta
producción y calidad y ayudara a soportar mejor las plagas y enfermedades, así como, una
mayor CA (Valles, et al. 2001).
Alteración de las características físicas del suelo
El pisoteo de los animales ocasiona la compactación del suelo en sus primeros 10 cm
reduciendo los espacios porosos; disminuyendo que su productividad a tal que grado que no
haya crecimiento de las plantas o semillas que permanecen en el suelo (Ospina, 1997).
La compactación del suelo se da principalmente en áreas descubiertas, ya sea que lo haya
ocasionado el sobre pastoreo o alguna otra situación como la falta de fertilidad.
El Cuadro tres, muestra el grado de compactación que ejerce el hombre, animales y un
tractor.
Cuadro 3. Presión ejercida en suelo por el hombre, animal y tractor.
Fuente: Ospina (1997).
ALTERNATIVAS DE RECUPERACIÓN
Así como las causas de degradación de pasturas son múltiples, también son variadas las
alternativas para corregir esta situación, entre las que se pueden contar el uso de
tratamientos mecánicos, fertilización, introducción de le leguminosas forrajeras. Existe
también la posibilidad de involucrar árboles forrajeros como una alternativa viable y llevar
el sistema a un enfoque silvopastoril.
El objetivo de recuperar una pradera degradada es para mejorar su productividad recobrar
su vigor, aumentar la producción, incrementar la calidad del forraje, que sean estables y
persistente (Rincón, 1999); el método de recuperación aplicado dependerá del grado de
degradación que presente la pradera.
A continuación se hará una breve descripción de cada una de las alternativas de
recuperación aplicadas a las praderas degradadas.
Labranza y fertilización
Unos de los métodos comunes aplicados en la recuperación de praderas, es el uso de la
labranza con la finalidad de descompactar las áreas afectadas por el pisoteo de los animales
y donde se hayan formado costras de suelo que impidan el crecimiento de las plantas.
Generalmente al utilizar la labranza se recomienda que esta vaya acompañada de una
fertilización nitrogenada, para de esta manera estimular el crecimiento de las plantas y
semillas que permanecen latentes, mediante el aporte de minerales. Lo anterior se verá
mejorado con la aireación del suelo propiciada por la labranza.
Asociaciones de gramíneas y leguminosas
Una alternativa para recuperar pasturas degradadas es proveer N de fuentes externas o
estimular la mineralización de este nutriente en el suelo. El empleo de leguminosas es una
forma permanente, económica y eficiente de aporte de N al suelo, con beneficios para las
plantas y el ganado en pastoreo. Otros beneficios son el mejoramiento del sistema radicular,
incremento en la tasa de mineralización y mejora en la calidad del forraje (Gijsman y
Thomas, 1995).
Debido a que las leguminosas tienen la capacidad de fijar el nitrógeno y carbono del aire en
volúmenes de 60 a 200 kg/N/año (Rincón, 1999), lo cual a mejorar la producción de las
plantas y animales en las regiones tropicales. Una de las leguminosas más utilizadas para la
recuperación de praderas debido a su alta capacidad de adaptación a las condiciones de
clima y suelo de las regiones tropicales es el Arachis pintoi.
Árboles forrajeros
Los árboles forrajeros se consideran una alternativa viable para recuperar pasturas
degradadas (Yamamoto et al., 2007); además de que contribuyen a la diversidad biológica
y promueven la conservación de nutrientes y agua (Dias-Filho, 2006).
Al momento de seleccionar arboles forrajeros para introducirlos a una pradera debemos de
tomar en cuenta que la gramínea presente en la pradera sea tolerante a la sombra, pues de
otra manera su persistencia será limitada. Especies del genero Brachiaria son tolerantes a
este tipo de situaciones entre las que destacan B. humidícola, B. brizantha, B. brizantha
(Marandú) y Panicum máximum (Mombasa)
En el caso de la selección de árboles, estos deberán ser de crecimiento inicial rápido, con
copas de baja densidad y fuste largo; además es conveniente elegir especies arbóreas con
valor agregado para sus frutos, madera, etc. Las especies más comunes que se encuentran
las zonas tropicales asociadas a praderas son: Cocuite (Gliricidia sepium), chaca (Bursera
simaruba), guácimo (Guásuma ulmifolia), colorín (Erythrina americana), guaje (Leucaena
leucocephala), entre otros.
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