DECÁLOGDECÁLOGO O DEDE

ADVIENTOADVIENTO

11Vive con esperanzaVive con esperanza. Sueña

con ese haz misterioso que, con el rostro de un Niño, unirá el cielo con la tierra.

22Sal al encuentro, y no vivas

de espaldas, de aquellas situaciones que tienes sin resolver. Rebaja las dosis Rebaja las dosis de tu egoísmo personalde tu egoísmo personal.

33Piensa qué caminoscaminos son los

que, DiosDios, no escogerá para entrar dentro de ti. Algunos de ellos no contienen sinceridad, verdad sinceridad, verdad o afán de superación.

44Agárrate un poco más a la

oraciónoración. Ella te dará la sensibilidad necesaria para prepararte a la llegada de Aquel que viene con un objetivo: nacer en ti.

55Trabaja por hacer un “belén” hacer un “belén”

allá donde te encuentras. Dios nace en cada hombre que ilumina su entorno con con la luz de la justicia, la la luz de la justicia, la bondad y el perdónbondad y el perdón.

66Participa en la eucaristía dominical eucaristía dominical y, si si

puedespuedes, hazte también presente en ella diariamentediariamente. Culminarás el adviento con la sensación de que los profetas y María, te han guiado como nunca, al encuentro de Cristo que viene.

77Descubre que, en lo en lo

pequeño, es por donde pequeño, es por donde Dios entra más fácilmente Dios entra más fácilmente y donde mejor se le puede ver. Un detalle vale mucho Un detalle vale mucho y, a veces, cuesta poco.

88AlejaAleja, si es que todavía lo

recuerdas, todo aquello que todo aquello que en las pasadas navidades diste diste como bueno pero que no te como bueno pero que no te aportó felicidadaportó felicidad, espíritu de fe, ni equilibrio interior.

99Renueva tu deseo de recibir a Cristo.

No dejes que te roben el espíritu de la Navidad. Con la escucha de escucha de su Palabra, y su posterior su Palabra, y su posterior reflexión, te harás fuerte reflexión, te harás fuerte ante esos embistes.

1010LimpiaLimpia, no solamente las figuras del

belén, sino además el gran el gran pesebre de tu corazónpesebre de tu corazón. Dios, para nacer, dormir con paz y con calma, prefiere tu vida interior reluciente, serena, convertida y nítida.

Si Dios viene en JesúsDios viene en Jesús, ten en cuenta que le gustaría ser recibido. Por lo menos, por los suyos.

Autor: Padre Javier Leozhttp://www.autorescatolicos.org/javierleoz.htm

Más PPS de Navidad: http://autorescatolicos.org/irmabarocioesquivelindexnavidadano.htm