de officio militis · 2013-07-03 · ... siguiendo el apartado 3º del libro segundo de la Ética a...

22
DE OFFICIO MILITIS Pedro Martínez de Osma. Transcripción José Labajos Alonso. Traducción Pablo García Castillo. Edición para la Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO.

Upload: dinhque

Post on 21-Oct-2018

215 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

DE OFFICIO MILITIS Pedro Martínez de Osma.

Transcripción José Labajos Alonso. Traducción Pablo García Castillo.

Edición para la Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO.

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

Presentación y análisis del De officio militis de Pedro Martínez de Osma. Cirilo Flórez Miguel. Universidad de Salamanca. Este breve tratado fue transcrito y publicado por primera vez por José Góñiz Gaztambide el año 1983 en la Revista Española de Teología. La transcripción que aquí presentamos ha sido hecha por José Labajos Alonso, el mejor conocedor de la obra de Pedro Martínez de Osma; así como editor de alguna de sus obras. La traducción ha sido realizada por Pablo García Castillo, Profesor titular de la Universidad de Salamanca. El que firma esta presentación se va a limitar aquí a aportar unas breves indicaciones sobre este breve tratado, que es una “repetición” de cuando Pedro Martínez de Osma ostentaba la docencia en Ética en la Universidad de Salamanca. El texto se ha conservado como manuscrito en el códice 23 de la Biblioteca Capitular de Pamplona. Este códice, lo mismo que el 2, 8, 24 y 52, procede de la Universidad de Salamanca y llegó, lo mismo que los otros indicados, a la Biblioteca Capitular de Pamplona a través de un canónigo iruñés de nombre desconocido. El autor de este breve tratado es un importante catedrático de la Universidad de Salamanca en la segunda mitad del siglo XV (1424 –1480). Natural de la diócesis de Osma fue elegido colegial del San Bartolomé de Salamanca el 1 de mayo de 1444 y llevó una activa vida académica en el Estudio Salmantino hasta su muerte ocurrida el 16 de abril de 1480 en Alba de Tormes. Entre 1457 y 1463 ejerce la docencia sobre ética sirviéndose de la traducción que El Aretino (Leonardo Bruni) había hecho de la Ética a Nicómaco, de la Política y de la Económica de Aristóteles. La repetición o relección que aquí presentamos es de esta épca en la que explcaba Ética; posiblemente del año 1463 en el que va a dejar su magisterio en Ética para pasar a Teología. Confrontado este tratado con el de Leonardo Bruni puede apreciarse la dependencia del de Osma con respecto al de Bruni, al que sigue muy de cerca. Otra cuestión importante es que este breve tratado puede insertarse en la tradición de textos escritos durante el siglo XV sobre el tema de la caballería . La edición que aquí presentamos la hemos dividido en apartados (diez en total), que no están en el manuscrito original, para que se pueda apreciar mejor la estructura del texto y el alcance del mismo. Así como para facilitar esta breve presentación y comentario. 0.Comentario. La estructura de esta introducción es la propia de una repetición. Su estilo es claramente escolástico: parte de una duda, que es la que va a intentar solucionar a lo largo de la relección. La duda es acerca de cuales son los hábitos o virtudes propios del militar. Es en definitiva el problema que se plantea Bruni en su De militia, que es el referente claro de esta relección. Osma está siguiendo claramente el comienzo del libro III de la Metafísica en el que Aristóteles escribe: “Para que el estudio de la ciencia que vamos a comenzar sea eficaz es necesario en prmer lugar, recorrer todas aquellas cuestiones de que inicialmente habremos de dudar” . En realidad lo que hace Osma es

ii

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

seguir el procedimiento aristotélico de construcción del saber. Y en ese proceso juega un importante papel la dialéctica entendida como el arte de “bien razonar”, de modo similar a como la gramática es el arte de “bien hablar” y la retórica el del “bien decir”. Osma, como veremos más adelante, no desprecia la dialéctica, sino que la considera como el método adecuado para alcanzar la ciencia. En realidad sigue el planteamiento aristotélico del saber, que siguiendo el comentario de Pedro Martínez de Osma a la Política podemos esquematizar globalmente así: División de las ciencias: Física. Especulativas Matemática. Como instrumento de enseñanza: Lógica/ Dialéctica. Teología. Ética. Prácticas o Morales Económica. Como instrumento de enseñanza: Retórica. Política. Civil Operativas. Legal. Económica. Cabe otro tipo de división de las ciencias, que es en el que va a fijarse a continuación. 1.Comentario. Partiendo de la división de las ciencias en serviles y liberales, inicia en esta primera parte el estudio de las serviles, cuyo nombre lo explica a partir de la etimología. El nombre les viene a estas ciencias de los hombres que las practican. Pero Osma no reduce a este sentido su etimología, sino que introduce otros dos elementos, que cualifican mejor esta clase de ciencias. Equipara servil a útil y a mecánica. Se trata, pues, de ese tipo de saberes que son útiles a la ciudad y que podemos caracterizar como saberes mecánicos, por tratar de productos creados por los hombres. Y por eso no son propiamente ciencias, sino artes, que nosotros podemos calificar como “artes mecánicas”. Estas artes mecánicas las divide a su vez en naturales y artificiales. 1a.Comentario. En este apartado trata de las ciencias liberales, cuyo significado deriva del hecho de ser practicadas por hombres libres. A estas ciencias es a las que les corresponde el concepto de ciencia o sabiduría; y las divide en teóricas y prácticas; y con otro nombre en especulativas y operativas. Y es dentro de estas últimas: las operativas donde sitúa el arte militar como parte de la ciencia civil. Así pues, el arte militar es parte de la ciencia civil, organización que puede quedar clara a la vista de la división del saber propuesta al principio de esta presentación. Dicho artemilitar tiene como virtud propia la fortaleza. 1b.Comentario. En este apartado hace dos anotaciones sobre las ciencias operativas. Una de ellas a propósito de la ciencia civil; y otra sobre la medicina, a la que considera como oficio

iii

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

por una parte; y por otra parte como dependiendo de la prudencia, y por lo tanto de un saber moral.

1c.Comentario.

Se refiere a las ciencias especulativas y concluye con unas líneas sobre la Dialéctica, que merecen nuestra atención. Entiende la dialéctica como “método”, situándose en el terreno de renovación de la misma que está teniendo lugar por esas fechas en Italia . 2.Comentario.

Distingue entre hábitos intelectuales y volitivos o apetitivos y centra su análisis en los cinco hábitos intelectuales tal como Aristóteles los trata en la Ética a Nicómaco, en el libro VI de la misma . Dentro de los hábitos intelectuales destaca el hábito de la prudencia, que versa sobre aquello que no es necesario y puede ser de diversas maneras. Destaca la superioridad de la prudencia sobre la ciencia en el caso de las cosas humanas; y considera que este es el hábito propio del “arte de la guerra”. 2a.Comentario. Trata de la estimación y la opinión como hábitos intelectuales, cerrando así el tratamiento que Aristóteles hace de estas cuestiones en el libro VI de la Ética a Nicómaco.

2 b.Comentario.

Trata de los hábitos morales, que concreta en once, siguiendo el apartado 3º del libro segundo de la Ética a Eudemo, en el que Aristóteles plantea las virtudes morales de acuerdo a su dosctrina del término medio. En este planteamiento lo importante es la consideración de la moral a partir de la teoría de los caracteres humanos, que adquirirá una notable importancia en la senda de la medicina. Se trata de un estudio del hombre concreto y podriamos decir medio, entendiendo este término como aquel “tipo de hombre” que representa la práctica del hombre prudente entendido como el hombre equilibrado. De acuerdo con lo cual podemos decir que la esencia del planteamiento de Osma acerca de la caballería sería el siguiente: el caballero es un miembro activo de la ciudad, que tiene que ser educado en los que él denomina hábitos civiles, dentro de los cuales sitúa a la milicia (caballería), que por lo tanto tiene dos dimensiones. Es un arte liberal que puede ser enseñado como tal arte y que tiene que ver con el ejercicio de las armas, de modo similar a como la medicina tiene que ver con el cuidado de la salud y es además un hábito civil, que tiene que ser adquirido como tal hábito dando lugar al “carácter” propio, que es el del “caballero prudente”. En esos dos puntos reside la esencia de la caballería según la teoría de Osma. 3.Comentario.

Trata en primer lugar de la justicia distinguiendo entre la justicia legal y la particular, que a su vez distingue en distributiva y conmutativa. Luego trata de la prudencia como gobernadora de todas las virtudes, en cuanto que ella es la que enseña a elegir el término medio. Luego trata de la continencia y constancia como disposiciones previas a la virtud; y de la amistad como el resultado de la virtud. En realidad Pedro Martínez de Osma se refiere a la amistad verdadera, que, se caracteriza por la reciprocidad.

iv

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

4.Comentario.

Se inicia aquí la segunda parte del texto de Osma, en la que sigue bastante literalmente el De militia de Bruni. Formula tres conclusiones y se centra en la tercera, que sería la que constituye el núcleo del tratado. En ella se espedifica que los hábitos propios del solado son: en cuanto a los intelectivos, el arte militar; y en cuanto a los morales la virtud de la fortaleza. Y esto lo prueba siguiendo a Aristóteles en su teoría de las operaciones; y apoyándose en la teoría de la ciudad de Hipódamo de Mileto, que completa con la teoría platónica y aristotélica . Aquí no hace sino seguir a Bruni. 4a.Comentario. Se trata de una digresión de Osma, en la que hace una crítica de la teoría de los godos sobre el caballero como hijodalgo, teoría que él critica, por el hecho de que la teoría que él sigue acerca del caballero es la de Bruni, que toma como referencia al “caballero romano”. 5. Comentario.

Se apoya en la autoridad de Fileas sobre el cual puede consultarse Max Pohlenz: Staatsgedanke und Staatslehre der Griechen. Leipzig, 1923, 72; y en la de Adrastes (Adrasto de Afrodisia) sobre el que puede consultarse Fraile, G.: Historia de la filosofía, I, BAC, Madrid, 1976, 651 y 160, para defender, siguiendo a Bruni, que lo propio del oficio de soldado es la defensa de la ciudad. Y ello no con palabras, sino con armas. 6. Comentario.

Pruba las ideas anteriores ateniéndose a la etimología de la palabra soldado (miles), que para unos procede de “malitia” y para otros del “mille”; pero ya se siga una u otra etimología, lo cierto es que lo propio del soldado es la defensa de la ciudad por las armas y por eso las virtudes propias de este oficio son la prudencia como virtud noética y la fortaleza como virtud noemática. 7. Comentario.

Tiene en cuenta la interpretación de Bruni del oficio del soldado en tiempos de paz; aunque en realidad parece inclinarse por la intepretación de que en tiempos de paz también su virtud debe ser la fortaleza. 8. Comentario.

Distingue entre los oficios del “hombre bueno” y el oficio de “soldado” y defiende que no deben ser confundidos. 9. Comentario.

Señala la fortaleza como la virtud propia del solado en tiempos de paz y alude a Homero: Odisea, l. XIX, versículos 333-334. Mantiene las virtudes de magnificencia, magnanimidad, nobleza y amistad. Es interesante la consideración que hace del que actua con violencia en tiempos de paz y su relación con la noción de “enemigo”. Se refiere luego a las “artes gimnásticas” como preparadoras en tiempos de paz para la milicia y en definitiva sigue a Bruni en estos puntos. Salamanca, febrero de 2006.

v

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

17 Ulpiano, Digestorum libri XXIX, 1. 14 Aristóteles, Política, 1, 10-11. 15 Aristóteles, Ética a Nicómaco, 1, 9. 16 Cicerón, De officiis, 1, 6. 13 Aristóteles, Ética a Nicómaco, 11, l. Y también en Política, 1, 11. 10 Aristóteles, Ética a Nicómaco, 1, 20. 11 lb. VI, 6. 12 Aristóteles, Ética a Nicómaco, VI, 3. 5 Aristóteles, Política, 1, 2. 6 Aristóteles, Metafisica, VI, 1 Y XI, 7. 7 Aristóteles, Física, II, 3. 8 Aristóteles, Metafisica, XII, 6 Y Ética a Nicómaco, VI, 9. 99 Aristóteles, Ética a Nicómaco, VI, 11. 5 Aristóteles, Política, 1, 2. 6 Aristóteles, Metafisica, VI, 1 Y XI, 7. 7 Aristóteles, Física, II, 3. 8 Aristóteles, Metafisica, XII, 6 Y Ética a Nicómaco, VI, 9. 99 Aristóteles, Ética a Nicómaco, VI, 11. 1 Aristóteles, Metafisica, III, 1, referencia ad sensum. 2 Aristóteles, Política, 1, 7. 3 M. T. Cicerón, Retorici libri duo qui vocantur De Inventione, Stuttgart, Tuebner, 1965. 4 Aristóteles, Retórica, 1, 2.

vi

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

0 [D]ubitationis solutio est veritatis inventio, 3º Metaphysice . Itaque qui I nusquam dubitat, nusquam veritatem inveniet, nisi fortuite et a casu. Nonnulli quidem non sine ratione dubitant quis animi habitus, / Que prudentia sit mlitis propria. Nos vero ut huic dubita/tioni terminum constituamus, aliqua premittemus de animi habitibus, quos sin/gillatim cognoscere prelongum est atque difflcile, generaliter quippe / perfacile et breve.

La solución de una duda es el descubrimiento de la verdad. Por consiguiente, el que nunca duda, nunca encontrará la verdad, a no ser por fortuna o por azar. Algunos ciertamente no sin razón tienen dudas sobre cuál es el hábito del alma o la virtud propia del soldado. Nosotros, en cambio, para poner fin a esta duda, advertiremos acerca de los hábitos, que, a pesar de que es muy fácil y breve hablar de ellos de forma genérica, resulta muy prolijo y difícil conocerlos uno por uno.

1 Intellective quidem igitur cognitionis scientia divisio / est in servilem et liberalem. Probatur hec partitio primo Politice . / Servilitatis inde nomen nactum est, quia hominibus servis atque servilibus / proprie convenit. Dicitur etiam questuaria, quoniam non propter se, sed propter ques/tum eam expetimus. Vilis quoque, id est, ínfima reputatur, / ob quod respectu libere infima existat. Et hac ratione aliquibus / placet amechon mechanicum appellare quasi sit mere/tricula, id est infima. Hoc est contrarium, nec Physice nec scientie nec I prudentie nec sapientie nomen convenit, sed artis appellationem sibi I proprie vendicat. Venatur enim circa fa[c] tibilia, que non intra, sed / extra nos existere dicuntur. Huius vero sunt partes non pando, nam I alíe naturales, alíe artificiales, alie partim naturales, alie / partim artificiales. Naturales ille sunt que ex coitu aut terre / nascentibus aut animantibus questum querere dicuntur 1, ut sunt agricultura, pastoralis, predativa, piscativa, venativa. I Partim naturales sunt ille que ex lignis aut lapidibus I victum querunt. Artificiales ille sunt que aliquibus proprie artificiales I dicimus,

La ciencia del saber intelectual, en efecto, se divide en servil y liberal. Esta división se explica en el libro primero de la Política. La denominación de servil proviene del hecho de que se aplica con propiedad a los hombres esclavos y serviles. También se denomina ciencia utilitaria, porque no la buscamos por sí misma, sino por su utilidad. Es considerada también vil es decir, la más baja, en razón de que, comparada con la libre, resulta ínfima. Y, por esta razón, a algunos les parece bien llamarla mecánica, que proviene de máquina, como si fuera un saber prostituido, es decir, ínfimo. Por el contrario, no es apropiado para ella ni el nombre de Física (o filosofía), ni el de ciencia, ni el de prudencia, ni el de sabiduría, sino que merece con más propiedad el nombre de arte. Pues versa sobre productos, que se dice que no existen en el interior sino fuera de nosotros. No entro en cuáles son sus partes, pues unas son naturales y otras artificiales, unas en parte naturales y otras en parte artificiales. Naturales son aquellas que se dice que intentan obtener un beneficio de los seres

2

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

quorum est domum et vestem et alía fabricare, et inter has I infima est mercatura, presertim nummularía, quemadmodum agricul/tura omnium est suprema. In his ergo numerabis universosI fabros civitatis tam ferrarios quam lignarios, sartores quoque, pas/tores et fullones et alios huiusmodi, quos facilius poteris intellectu / comprehendere quam nominare. Sed de arte servili hec dixisse sufficiant. /

terrestres vivos o animados, como son la agricultura, el pastoreo, la piratería, la pesca o la caza. Son en parte naturales las que obtienen el sustento de los árboles o las piedras. Artificiales son aquellas, a veces llamamos propiamente artificiales, que tienen por objeto fabricar la casa o el vestido y otras cosas semejantes, entre las cuales, la más baja es el comercio, sobre todo el bancario, así como la agricultura es la más elevada. Como cultivadores de ellas, por supuesto, has de contar a todos los artesanos de la ciudad, tanto del hierro, como de la madera, también a los reparadores, pastores y bataneros y otros por el estilo, cuyos oficios podrás más fácilmente comprender que nombrar. Pero del arte servil baste con lo dicho.

1a Reddeamus nunc ad liberalem cognitionem que, ob id quod in ea li/beri exercentur, libera dicitur. Speciei quoque nomine generi accomo/dato physice scientie et sapientie appellationem habentibus quidem primam / partionem esse dicunt in theoricam et practicam, aut si minus placet / uti nominibus, in speculativam et operativam. Et hanc operativam / quidem, speciem pro genere utentes, moralem nuncupant/. Artificiales vero civilem nominavit. Hec igitur civilis dicitur que de le/gibus aut moribus aut republica in communi considerat et sub / hac comprehenditur Grammatica et Rethorica, teste Cicerone in primo et secundo / Rethorice , a quo non discrepat Philosophus in prohemio Rethorice . Est ratio quia / ad mores et vitam humanam non modicum refert sic vel aliter / summarie referre. Continetur etiam sub civili, ut Philosopho pla/cet, res militaris, id esto prudentia militandi. Hec est enim cuius / est recte consulere quid fugere, quid expetere

Volvamos ahora a la ciencia liberal que, por ser cultivada por hombres libres, se llama libre. Aunque con el nombre genérico adecuado a cada especie podemos llamarla ciencia física o sabiduría, dicen que se divide, en primer lugar, en ciencia teórica y práctica, o si estos términos resultan inadecuados, podemos denominarla ciencia especulativa y operativa. Y a esta ciencia operativa, usando la especie por el género, la llaman moral. Aristóteles la llama cívica (o política). En efecto, esta se denomina cívica, porque en ella se trata de las leyes o de las costumbres o de la política en general y ella comprende la Gramática y la Retórica, como testimonio Cicerón, en el primero y segundo libros de la Retórica, del cual no discrepa el Filósofo en el proemio de su Retórica. Y la razón es porque tiene un importante valor hacer referencia, de uno u otro modo, a las costumbres y a la vida humana. Dentro de la ciencia cívica, según opina el Filósofo,

3

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

debeamus in rebus bellicis, que sunt materia fortitudinis. Amplectitur quoque civilis uni/versas artes que juvenes ad mores disponunt, ut est / ars pingendi et scribendi, et universe artes agonis/tice, eisque adiungitur Musica quantum ad eius practicam; probatur 8° Politice .

se halla contenido el arte de la guerra, es decir, la virtud del soldado. Y este arte, por tanto, es al que corresponde justamente consultar qué debemos evitar y qué decidir en los asuntos militares, que son materia de la fortaleza. Comprende también la ciencia cívica todas las artes que educan el carácter de los jóvenes, como el arte de pintar y de escribir, y todas las artes atléticas, a las que hay que añadir la Música, cuya práctica se alaba en el libro octavo de la Política.

1b Ex quibus notabis duo: Primo, civilem nonnunquam / de factibilibus mentionem facere. Secundo, non esse satis / bene monitum qui huiusmodi artium fiunt iners, que duo / menti commendabis. Medicina vero ars, prout / est factiva, sub servili continetur; et adde quod hodie / eius officium id homines esse dicunt, ut ex ea questum / faciant, sed Medicina a Philosopho sub liberali collo/catur , quoniam sine medicina non, est facile in ci/bo, potu et coitu, aliisque tangibilibus temperate nos / habere. Hoc itaque modo Medicina non artis nec scientie, / sed prudentie pars nominatur, cum in hiis recte doceat quemadmodum / recte vivere debeamus.

De esto deducirás dos conclusiones: primero, que el término cívica en ocasiones hace referencia a las artes productivas; segundo, que no está bastante claro quiénes son incapaces para tales artes. Estas dos conclusiones recuérdalas. Por tanto, el arte de la medicina, en cuanto es productiva, está incluida en la ciencia cívica, y se añade a ello que hoy los hombres dicen que su oficio es precisamente obtener un beneficio de ella, aunque el Filósofo coloca la Medicina dentro de la ciencia liberal, puesto que sin ella no es fácil actuar con moderación en la alimentación, la bebida, las relaciones sexuales y otras acciones tangibles. De este modo, la Medicina es considerada parte no del arte ni de la ciencia, sino de la prudencia, en cuanto nos enseña con claridad cómo debemos vivir adecuadamente.

1c Sed de practica seu operativa / satis dictum esse putantes, ad theoricam seu speculativam / pergimus, cuius tres dicuntur esse partes: Physica, Mathematica et Theologia / seu latine loquendo Naturalis. Speculativa, Divina. Naturalis est que / in iis rebus versatur que natura generantur, naturaque esse dessunt. / Hec traditur a

Y, considerando que ya se ha dicho suficiente de la ciencia práctica u operativa, continuemos con la teórica o especulativa, que tiene tres partes: Física, Matemática y Teología, o, hablando en términos latinos, Ciencia Natural, Especulativa y Divina. Natural es aquella que versa sobre las cosas que nacen de la naturaleza y en

4

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

Philosopho in libris 5 Naturalium, scilicet, in 8 libris Physicorum, / quatuor de Celo et mundo, duobus de Generatione, quatuor Metheorum, / tribus de Anima, quibus adiunguntur libri parvi cum libris / XIX de Animalibus. Speculativa vero, cum nomen proprium ei / desit, communis appellationem habuit. Et huius iterum / sunt tres partes: Arismetica, Geometrica, Musica, has dico / construi sub speculativa, non prout in calculis aut in rerum/mensuris aut in melodiis versantur, sed prout circa / numeros et magnitudines aut voces, principia et proprietates / inquirunt, prout Boethius 17 et Euclides 18 fecisse videntur; I prout enim in opere versantur, sub civili aut servili / continentur. Teología vero sive Divina est que versatur circa / celestia corpora, eorumque motores, et presertim / circa primum motorem, quem nos summum Deum ap/pellamus, et traditur hec divina cognitio in eis 19 libris qui / a modernis Metaphysica, a se vera Theologia intitulatur; / et probantur hec partitiones VI et expressius XI Metaphysice . I Astrologia vero non continetur sub Physica, ut probatur / secundo Physicorum , ubi Physica esse dicitur de hiis que cum mo/tu generantur et corrumpuntur; de hiis vera que mo/ventur et non generantur nec corrumpuntur est altera / scientia a Physica. Continetur igitur Astrologia sub Theologia, / ut patet ex XII Metapbysice, sed expressius ex VI Ethicorum . Doctrina vero sacra que in Veteri et Novo Testamento / continetur, si in speculationem efferatur, ut quibusdam / placet, nominabitur utique pars Theologie; si autem ut / Johanni Scoto placet, aliisque multis, sacra doctrina ea ratione sit ut nos in utendo dirigat, / sub civili comprehendetur, quod si nomen et usus non / essent dissona, verius esse videtur, ut ad rem / pertinet, quod nos in Dei

ella mueren. Esto lo enseña el Filósofo en sus cinco obras naturales, a saber, los ocho libros de la Física, los cuatro Del Cielo y el Mundo, los dos de la Generación, los cuatro de los Meteoros y los tres Del Alma, a los que hay que añadir los Pequeños Tratados Naturales y los diecinueve libros De los animales. La ciencia especulativa, por carecer de un nombre propio, mantuvo su denominación genérica. Y ésta también tiene tres partes: Aritmética, Geometría y Música, las cuales respito que pertenecen a la ciencia especulativa, no porque versen acerca del cálculo, de las medidas y de las melodías, sino porque investigan acerca de los números, las magnitudes y las voces, como parece que hicieron Boecio y Euclides. Así, pues, están contenidas en la ciencia cívica o servil, en cuanto versan sobre el obrar. La Teología o ciencia Divina versa sobre los cuerpos celestes y sus motores, principalmente sobre el primer motor, al que nosotros llamamos Dios. Y enseña esta ciencia divina en los libros que los modernos han llamado Metafísica, pero que él denominó Teología. Estas divisiones se expresan en el libro VI y, más expresamente, en el XI de la Metafísica. La Astrología no pertenece a la Física, como se demuestra en el Libro segundo de la Física, donde se dice que la Física se ocupa de las cosas que nacen y mueren a causa del movimiento; sin embargo, de las cosas que se mueven, pero no nacen ni mueren se ocupa otra ciencia distinta de la Física. Por tanto, la Astrología pertenece a la Teología, como consta en el libro XII de la Metafísica y, más expresamente, en el VI de la Éticas. La Doctrina Sagrada, que se halla contenida en el Antiguo y Nuevo Testamento, si se eleva hasta la especulación, como piensan algunos, se considera también parte de la

5

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

contemplatione disponat, I id enim non Theologie, sed civills est officium, ut probatur /VI Ethicorum in flne : De hiis sentiat quisque ut voluerit. / Dialectica vero, quia in has viam prebere dicitur, sub tbeorica comprehen/ditur non directe, sed tamquam via quadam sub termino vel modus / sub re vel instrumentum sub causa principali. Patet igitur ex hiis qui / habitus intellectivi ad serviles homines et qui ad liberos I pertineant. Sed de hiis hec dixisse sufflciant.

Teología; pero si, como opina Juan Escoto, y otros muchos, la Doctrina Sagrada tiene como fin disponermos para la vida, pertenece a la ciencia cívica, y si el nombre y la práctica no fuesen disonantes, parece más cierto, de acuerdo a su naturaleza, que nos disponga a la contemplación de Dios, pero esto, efectivamente, no es oficio de la Teología, sino de la ciencia cívica, como se prueba al final del libro sexto de la Ética. De esto piense cada cual como quiera. La Dialéctica, en cambio, puesto que nos brinda el camino para estas ciencias, pertenece a la ciencia teórica no directamente, sino como un camino respecto al fin, un modo respecto a una cosa o un instrumento a una causa principal.

2. Sed ut melius hec materia comprehendi possit et nostram / magis ac melius aperiamus intentionem, est / sciendum, quod hec prefata partitio non comprehendit universos animi habitus, sed eos tantummodo qui in intellectu existunt. I Hanc tamen viam dicendi elegimus, quia sic nobis facilior / doctrina videtur. Dicimus ergo quod animi habitum alii in voluntate / aut appetitu, alii ab intellectu, in quo existunt, intellectivi I dicuntur. Isti vero non volitivi aut appetitivi, sed mo/rales appellantur, ob id quod homines non ex illis, sed ex illis communi usu de moribus laudantur aut I vituperantur; probatur primo Ethicorum in fine . Intellectivi / vero, quibus semper verum et nunquam falsum prospicimus, sunt / numero quinque: intellectus, scientia, sapientia, prudentia et ars. Intellectus / versatur circa principia. Scientia vero circa conclusiones et utraque in hiis / que se aliter habere non possunt, sub quibus continetur Physica / et universe Mathematice. Sapientia quippe circa celestia I corpora ut eorum motores,

Pero, para que se pueda comprender mejor esta materia y hagamos patente más y mejor nuestro pensamiento, es preciso saber que la anterior división no comprende todos los hábitos del alma, sino sólo los que se dan en el entendimiento. Sin embargo, elegimos esta forma de hablar, porque así la doctrina nos parecía más fácil. Decimos, por tanto, que existen otros hábitos del alma en la voluntad o en el apetito, distintos de los que, por hallarse en el entendimiento, se llaman intelectuales. Éstos, por cierto, no se denominan volitivos o apetitivos, sino morales, porque los hombres son alabados o censurados no por aquéllos, sino por el uso común de éstos en sus costumbres, como se demuestra en el final del libro I de la Ética. Los intelectuales, con los que siempre procuramos lo verdadero y nunca lo falso, son cinco: inteligencia, ciencia, sabiduría, prudencia y arte. La inteligencia se ocupa de los principios. La ciencia, en cambio, de las conclusiones y ambas de las cosas que

6

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

quem Deum proprie esse dicimus. / Hec, ut Aristoteli placet, comprehendit Theologiam, que proprie I Deum contemplatur, et Astrologiam, unde Anaxagoras / et Thales Milesius, in Astrologia doctissimi, a Philosopho, I utpote sapientes in exemplum introducuntur . I Prudentia vera in rebus versatur agendis, que se / aliter habere possunt, maximeque sunt variabilia, et hec / sub se continet universos civiles habitus, que de le/gibus aut moribus aut de re publica considerare dicuntur. I Sub hac etiam numerantur, ut diximus, Grammatica et Rethorica, I universeque artes, que iuvenes ad mores dispo/nunt. Doctrina quoque facra et Medicina huic subicitur et cum hiis, res militaris. Ex hiis I intelliges iurisperitos et oratores et alios, quos I modo diximus non habere scientiam sed partem prudentie, nec ob id dóleant, quia longe melior est prudentia quam scientia, quod mentí commendabis. Ars vero in fa[c]ti/bilibus versatur, que sub se universas comprehendit servi/les artes, de quibus supra nos dixisse meminimus.

no pueden ser de otra manera, sobre las que versan la Física y todas las Matemáticas. La sabiduría, por su parte, se ocupa de los cuerpos celestes y de sus motores, al que propiamente decimos que es Dios. Ésta, como dice Aristóteles, comprende la Teología, que propiamente trata de Dios, y la Astrología, por lo cual Anaxágoras y Tales de Mileto, doctísimos en Astrología, son presentados como ejemplo de sabios por el Filósofo. La prudencia, a su vez, versa sobre las acciones, que pueden ser de otra manera, y son en extremo variables, y a ella pertenecen todos los hábitos cívicos, que guardan relación con las leyes o las costumbres o la política. Dentro de ella también se incluyen, como dijimos, la Gramática y la Retórica, y todas las artes, que educan el carácter de los jóvenes. También la doctrina sagrada y la Medicina pertenecen a ella y, con ellas, el arte de la guerra. Según esto se comprende que los abogados y los oradores y otros, a los que sólo mencionamos, no tienen ciencia, sino parte de la prudencia, y no por esto se han de lamentar, porque es mucho mejor la prudencia que la ciencia, lo que no debes olvidar. El arte, por su parte, versa sobre lo factible, que comprende todas las artes serviles, de las que recordamos haber hablado antes.

2 a. Preter hos habitus sunt alii duo, quibus verum experiri / contingit. Hii sunt extimatio et opinio. Extimatio /in agibilibus ex coniecturis procedit; opinio vera in speciebus I ex probabilibus aut verisimilibus aliquid, quod putat esse verum, concludit. / Universa hec probantur VI Ethicorum .

Además de estos hábitos hay otros dos, que conocemos por experiencia. Son la estimación y la opinión. La estimación surge de las conjeturas en el ámbito de las acciones, en cambio la opinión deduce algo de lo probable o lo verosímil, que juzga verdadero, en el ámbito de las apariencias. Todo esto se prueba en el libro VI de la Ética.

7

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

2 b Nunc vero ad mora/les veniamus habitus, qui multo plures sunt quam intel/lectivi. Sunt quidem hii undecim secundum doctrinam philosophorum, quorum / cuique duo adversantur vitia, aliud in excessum, aliud in 1 defectum. Hos itaque habitus saltem generaliter nominemus. / Est igitur prima virtus moralis fortitudo, que circa bellica, / maxima, que pericula mediocritatem tenet. Qui vero in occidendo / excedit, ferox dicitur. Qui autem in timendo, timidus appellatur; / qui circa potum, cibum et coitum, aliosque tangibilium actus me/diocritatem tenet, temperans est; qui excedit, intemperans; I qui deficit, insensibilis appellatur. Circa dandas, I accipíendasque pecunias in parvis quidem ac cotidianis / sumptibus, mediocritas, liberalitas appellatur, excessus / prodigalitas, defectus avaritia. In maximis quidem I sumptibus, qui raro contingunt, magnificus mediocritatem I amplectitur, ventosus excessum, sequitur modicus I defectum. Circa honores maximos versatur magnanimitas; / qui autem excedit, inflatus dicitur, qui vero deficit, pusillaminis appel/latur. Circa mediocres honores est alia / innominata virtus, que se habet ad magnanimitatem quemadmodum liberali/tas ad magnificentiam et huius excessum ambitionem dicimus, I defectum quidem remissionem. Circa iram mansuetudo mediocritatem tenet, I excedit iracundus, segnis deficit. In sermones, aliis/que in externis actibus, qui se talem ostendit qualis est, gravis et I verus appellatur; qui illa ostendit que non sunt, vanus existít; / qui vera cancellat que sunt, ironicus nominatur. Sed qui in / humana conversatione concors est, ut oportet, affabilis / et amicus nominatur; qui autem exeedit, siquidem nullius gratia I hoc faciat, lascivus dicitur; si autem sui lucri grada, adulator / erit, sed qui deficit et

Ahora, no obstante, vayamos a los hábitos morales, que son muchos más que los intelectuales. Son, en efecto, once, según la doctrina de los filósofos, a cada uno de los cuales se le oponen dos vicios, uno por exceso y otro por defecto. Así pues, al menos en general mencionemos estos hábitos. La primera virtud es, en efecto, la fortaleza, la cual alcanza el término medio respecto a los asuntos militares y a los máximos peligros. El que se excede al matar, se denomina feroz. El que lo hace en el temor, se llama tímido. El que alcanza el término medio respecto al alimento, la bebida y el coito, y otros actos tangibles, se llama templado, el que se excede, intemperante, el que se queda corto, insensible. El término medio en dar y recibir riquezas, dentro de los gastos pequeños y cotidianos, se llama liberalidad, su exceso, prodigalidad, su defecto, avaricia. En el ámbito de las grandes fortunas, que rara vez se dan, el magnífico es el que alcanza el término medio, el jactancioso elige el exceso y el tacaño, el defecto. Sobre los honores máximos versa la magnanimidad, el que la excede se llama soberbio, al que le falta se le llama pusilánime. Respecto a los honores moderados hay otra virtud sin nombre, que se halla respecto a la magnanimidad, como la liberalidad en relación con la magnificencia, cuyo exceso llamamos ambición y su defecto, indolencia. Respecto a la ira, la mansedumbre ocupa el término medio, se excede el iracundo, no lo alcanza el apático. El que se muestra tal cual es, en sus palabras y en otras acciones exteriores, se llama digno y veraz, el que muestra lo que no es, es vano, el que oculta lo que es, irónico. El que es coherente en una conversación, como debe ser, se llama afable y amigo, el que se excede,

8

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

in cunctis molestus est, contemptosus / et inhumanus vocatur. In joco, qui aperte se habet, comis est; qui vero excedit, scurra nominatur; qui autem omnino ineptus est / existit, rusticus vocatur.

aunque lo haga sin beneficiar a nadie, es un lascivo, si lo hace en su propio beneficio, será un adulador, pero el que no llega al término medio se llama molesto, despreciable e inhumano. El que se comporta abiertamente en el juego se llama bondadoso, el que se excede se llama truhán, el que es por completo inepto, se denomina se llama torpe.

3 Iustitia est alia virtus, / que in hiis rebus versatur, que ad alium esse dicuntur, cuius due / sunt partes, quarum una est legalis, cuius est leges condere, / et in eam populum dirigere. Hec igitur est illa iustitia, que precipue / in principe esse debet; alia est iustitia particularis et hec est duplex: una in distributione, altera in commerciis versari dicitur, / unde illam distributivam, hanc commutativam nominamus. /Illius enim est cuique patrimonium et honores civitatis recte / distribuere, scilicet, equalibus equalia, inequalibus inequalia / tribuendo et hoc secundum proportionem ut quantum persona excedit / personam, tanto excedat eius premium alterius premium; itaque si persona in dignitate et merito sit dupla ad alteram, / eius premium debet esse duplum ad premium alterius; / lustitia vero commutativa equalitatem servat in commerciis, I scilicet, ut in emptione et venditione et aliís huiusmodi quisque / accipiat quantum dederit et non amplius. Postremo I sequitur virtus prudentie, que omnium est gubernatrix; hec enim licet / ex parte subiecti inter virtutes numeretur intellectivas et / tamen ex parte materie inter morales reponitur, nam ipsius / est recte consulere circa rationem cuiusque virtutis, hec autem latts/simas habet fimbrias, multaque sub se continere dicitur,/ ut nos supra dixisse meminimus. Postea vero ponitur

La justicia es otra virtud, que se refiere a aquellas cosas que guardan relación con otro, y es de dos clases, una es la legal, a la que corresponde redactar leyes y gobernar al pueblo según ella. Ésta es, por consiguiente, la justicia que debe tener el príncipe. Otra es la justicia particular, que es doble: una que tiene que ver con la distribución, otra que versa sobre los tratos, por lo cual, la primera se llama distributiva y la segunda conmutativa. Corresponde a la primera distribuir rectamente el patrimonio y los honores de la ciudad a cada uno, a saber, dando iguales partes a los que son iguales y desiguales a los que son desiguales y esto según esta proporción: cuanto exceda una persona a otra, así ha de exceder su premio al de la otra; así pues, si una persona tiene doble mérito y dignidad que otra, su premio debe ser el doble al de ésta. Por su parte, la justicia conmutativa guarda la igualdad en los tratos, es decir, que en una compra y en una venta y otras acciones de este tipo, cada uno reciba lo correspondiente a lo que entregó y no más. Finalmente viene la virtud de la prudencia, que es la gobernadora de todas las demás, pues, aunque subjetivamente se encuentra entre las virtudes intelectivas, objetivamente se halla entre las morales, pues le corresponde deliberar acerca de las razones de cada virtud, y tiene muchos

9

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

continentia / et constancia, que non sunt virtutes, sed dispositiones ad vírtutes, / cur enim homo incipit recte vivere, antequam sit habituatus / virtutis habitu, dicitur continere, et prout a voluptate / non trahitur ad turpe, continere proprie dicítur; prout vero dolore / non vincitur ut a bono incepto desistat constans nominatur. / Postea vero, cum virtute confirmatus fuerít nec continere nec /constare propte, dicitur. Amicitia quoque non est virtus, sed virtutem / sequitur; non est enim vera amicitia sine virtute, cum amicitia / vera sit benivolentia mutua non latens propter honestum. / Itaque si virtutem non habes nec tui ad alios, nec aliorum / ad te esse poterit vera amicitia. Sed de hiis que premitti / voluimus, hec sufficiant. /

ribetes y es muy compleja, como recordamos haber dicho antes. Después se coloca la continencia y la constancia, que no son virtudes, sino disposiciones para las virtudes, pues, cuando el hombre comienza a vivir rectamente, antes de que adquiera el hábito de la virtud, se dice que tiene continencia, en cuanto no es arrastrado por el deseo hacia lo vergonzoso, afirmándose propiamente que el hombre se contiene; y, en la medida en que no se deja vencer por el dolor de manera que desista del bien emprendido, se llama constante. Después, cuando esté confirmado en la virtud, propiamente no se llamará ni continente ni constante. Tampoco la amistad es una virtud, sino que sigue a la virtud, pues no hay verdadera amistad sin virtud, ya que la amistad verdadera es la benevolencia mutua que es patente a causa del bien. De manera que si no posees la virtud, no podrá haber verdadera amistad entre tú y los demás ni entre los demás y tú. Pero, en relación con lo que queríamos decir, baste con esto.

4. His igitur suppositis, veniamus ad propositum et videamus / que de prefatis virtutibus cum dignitate militari stare possint. / Quod, ut melius huius rei exitum videre possimus, ponemus / tres conclusiones: Prima est quod si consideretur miles ea / ratione qua horno est, ei conveniunt indiferenter omnes virtu/tes, tam intellectuales quam morales. Hoc patet, quia omnis virtus perfectio / est humana, 2° Ethicorum . Secunda conclusio sit in hac materia, quod si/miles consideretur ea ratione qua liber, ab eo longe esse / debent artes serviles, nisi eas vel earum aliquas habere / velit pro tempore necessitatis; si enim in talem contingat inci/dere, conclusio est manifesta, quia

Esto supuesto, vengamos a nuestro propósito y veamos qué relación guardan las virtudes mencionadas con la dignidad militar. Y, para obtener mayor éxito en nuestra empresa, establezcamos tres conclusiones: La primera es que, si se considera el soldado en cuanto hombre, a él le corresponden indiferentemente todas las virtudes, tanto intelectuales, como morales. Esto queda claro, porque toda virtud es una perfección humana, en el segundo libro de la Etica. La segunda conclusión es que, si el soldado se considera en cuanto ser libre, deben apartarse de él las artes serviles, a no ser que tenga necesidad de servirse por algún tiempo de todas

10

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

serviles artes officia sunt ser/vorum servilium, Aristoteles parvorum Politicorum primo . Militem vero / tantum a servitute elongatum esse dicimus, ut non so1um liberum ac civem eum esse dicimus, sed etiam dignitate non/ parva alios excellere confitemur. Hoc itaque modo consideran/do militem, in eo esse possunt, immo esse debent / universe virtutes morales et intellectuales preter serviles, / et hoc verum est, nisi tu neges militem virum bonum esse / debere, quod sane mentis nemo unquam negavit. Sit/ tertia conclusio: militis, ea ratione qua miles, virtus propria de intellectivis / sola existít res militaris de moralibus vero sola / fortitudo. Patet conclusio, quia summa cuiusque perfectio consistit in / effectione et operatione propria, l° Ethicorum et a Cicerone l° I de officiis . Est enim oculus perfectus, non si auditus acute / audiat, sed si ipse clare videat. Operatio quidem propria militis est arma exercere et rem publicam armis, viribusque ab / hoste tutari. Hoc patet bifariam, primo auctoritatibus philosophorum. Archidemus quidem civitatem constituentes tres eius partes esse dixit /, scilicet, agricolas, artífices et belli propulsatores, id est, qui bel/lum a civitate procul pellerent. Hos autem ipsos quos Archi/damus dixit belli propulsatores, nos milites vocamus. / Plato quoque ab Archidarno re nihil diferens, in nomine / variavit. Illi quos Archidamus belli propulsa/ tores, ipse civitatis custodes vocavit. / / Agricole enim et artifices in custodia militum sunt / depositi et hac ratione a Platone custodes nominantur. / Pheleas vero dixit agrícolas et artífices nec civitate / nec libertate participare, a quo non discrepat Aristoteles, qui tantummodo tres / dixit esse partes civitatis, scilicet, sacerdotes, sapientes et milites, alios quippe nec cives esse nec liberos. /

o de algunas de ellas. Si se da tal circunstancia, la conclusión es clara, pues las artes serviles son oficios de siervos serviles, según dice Aristóteles en el libro primero de la Política. Afirmamos que el soldado se halla tan lejos de la servidumbre, que no sólo decimos que es libre y ciudadano, sino que además reconocemos que sobrepasa a los demás por su dignidad no pequeña. Y, considerado de este modo el soldado, en él pueden darse o, mejor aún, deben hallarse todas las virtudes morales e intelectuales, excepto las serviles, y esto es verdad, a no ser que se niegue que el soldado debe ser un hombre bueno, cosa que nadie en su sano juicio ha negado jamás. Sea la tercera conclusión que la única virtud propia del soldado, en cuanto soldado, ha de ser, entre las intelectuales, el arte militar y, entre las morales, la fortaleza. La conclusión queda clara, en el libro primero de la Ética y en el libro primero del De officiis de Cicerón, porque la perfección suma de cada uno consiste en la realización y operación propia. Pues un ojo es perfecto, no si el oído oye con agudeza, sino si él mismo ve con claridad. La operación propia del soldado es ejercitarse en las armas y defender contra el enemigo al Estado con las armas y las fuerzas. Esto queda de manifiesto en dos testimonios. Arquidamo, en efecto, dijo que las partes constitutivas de la ciudad eran tres, a saber, los agricultores, los artesanos y los defensores contra la guerra, esto es, los que expulsaban la guerra lejos de la ciudad. A los que Arquidamo llamó defensores contra la guerra, nosotros los llamamos soldados. También Platón, sin decir nada diferente, varió los nombres. A los que Arquidamo llamó defensores contra la guerra, él los llamó guardianes de la ciudad. En efecto, el

11

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

cuidado de los agricultores y los artesanos estaba a cargo de los soldados y por esta razón Platón los llama guardianes. Fileas, por su parte, dijo que ni los agricultores ni los artesanos debían participar ni de la ciudad ni de la libertad, del cual no discrepa Aristóteles, que afirmó que son únicamente tres los estamento s de la ciudad, a saber, sacerdotes, sabios y soldados, no siendo los demás ni ciudadanos ni libres.

4 a Et ego puto, cum primo goti in nostram Hispaniam venere, / ibique dominati sunt, hinc introductum esse ut / in nostris civitates agricole et artiftces, modicum / a servis diferentes, nec civitate fere nec libertate participent, cuí consonat modus loquendí nostri vul/garís solos sapientes dicmus_liberos / quasí alii sint servi; sed de militibus in nostra Hispania I est unum singulare, quoniam eos solos appellamus hidalgos quasi illi solí sint fijos de algo et / alií fijos de nada. Servus enim, cum nec vocem / nec caput in civitate habeat, pro nihilo reputatur. / Ex hoc itaque, ut mihi videtur, natum est illud nomen / hidalgo, et non in de quod sit filius boni, ut aliqui / dixere pariter et scripsere, et hoc totum, ut dixi, / puto introductum a gente gotorum, qui de gotorum / prosapia se descendisse jactant. Sed de hiis sentíat quisque pro sua voluntate.

Y yo pienso que, cuando los godos llegaron por primera vez a nuestra España, y la dominaron, establecieron que, en nuestras ciudades, ni los agricultores ni los artesanos, poco diferentes de los siervos, no participaran apenas ni dela ciudad ni de la libertad, lo que corrobora nuestro lenguaje vulgar al decir que sólo los sabios son libres, como si todos los demás fuesen siervos; pero, en nuestra España, hay una consideración singular de los soldados, pues sólo a ellos los llamamos hidalgos, como si sólo ellos fueran hijos de algo y los demás hijos de nada. El siervo, por tanto, al no tener ni voz ni personalidad civil en la ciudad, es reputado en nada. De aquí nació, a mi juicio, el nombre de hidalgo y no por ser hijo del bien, como algunos dijeron y también escribieron, y todo esto, como dije, fue establecido por el pueblo godo, que se jacta de descender del linaje de los godos. Pero acerca de esto piense cada uno según su voluntad.

5. Ad propositum igitur revertentes, / dicamus quod Pheleas et Adrastres nostrum confir/mant propositum, cum milites ea ratione esse dixerunt, / ut viribus et armís civitatem ab hostibus

Volviendo, pues, a nuestro propósito, digamos que Fileas y Adrasto confirman nuestra suposición, al decir que los soldados tenían como misión defender la ciudad de los enemigos

12

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

tuerentur. / Patet ergo ex philosophorum auctoritate, quod proprium officium, propriaque aperatio / militis sit ci vitatem ab hoste defendere, non quídem 1 verbis, sed viribus et armis.

con sus fuerzas y armas. Consta, pues, por la autoridad de los filósofos, que el oficio propio y la operación propia del soldado es defender la ciudad del enemigo, no por cierto con palabras, sino con las fuerzas y las armas.

6. Secundo probatur hoc a nominis / interpretatione. Dicitur enim miles a malo quod a civitate / debet arcere et propellere; eius enim est malum et belli periculum procul a civitate pellere, dictus / est itaque a malitia, voce greca que idem sJgnificat quad latine duritia. Plato enim custodes / civitatis dixit debere esse animo fortes et corpore non/ blandos, sed duros esse convenit eos qui laborum, periculo/rumque patientes, qui arma tenere, qui cum hoste I armato congredi, qui armis, qui pulvere, / qui per estum et glaciem militiam tolerare / ac propriam salutem pro civium salute periculis / offerre convenit. Alii dícunt militem dici / a numero mille, eo quod Romulus, primus roma/ norum rex, plebe et populo congregato, de mille / unum ad bellum eligebat. Probantur hec ex dictis / Ulpiani lege prima de testamento militari ff quinta. / Quovis itaque modo militis nomen sit determinatum/, inde nostrum habemus propositum, scilicet, proprium militis officium, / propriamque eius operationem esse rem publicam non verbis / /, sed viribus et armis ab hoste tutari, et ex hiis / manifestum est, ut puto, quod parum ante proposuimus, scilicet, militi tantum / modo convenire rem militarem, id est, prudentiam militandi et for/titudinem. Itaque de intellectivis unica et de moralibus / altera esse poterit propria virtus militis, conveniat, quod hic / determinare nostrum fuerat principale propositum. /

En segundo lugar, esto se prueba por la interpretación de su nombre. Se llama, en efecto, soldado por el mal que debe alejar y expulsar de la ciudad, pues como a él le corresponde expulsar lejos de la ciudad el mal y el peligro de la guerra, es llamado así por la “malicia”, voz griega que significa lo mismo que la latina “dureza”. Platón, en efecto, afirma que los guardianes deben ser fuertes de espíritu y no blandos de cuerpo, sino que es preciso que sean duros aquellos que han de sufrir trabajos y peligros, los que mantienen combates, los que se enfrentan a un enemigo armado, los que con las armas, en el campo de batalla, han de soportar la guerra, con calor y con frío, ofreciendo su propia salud por la salud de los ciudadanos. Otros dicen que se dice “miles”, por el número mil, ya que Rómulo, el primer rey de los romanos, congregando a la plebe y al pueblo, elegía para la guerra a uno entre mil. Esto se prueba en la ley primera del testamento militar del Digesto de Ulpiano. Ásí pues, sea cual sea el modo en que se explique el nombre de “soldado”, nuestro pensamiento es el mismo, a saber, que el oficio propio del soldado y su operación específica es proteger el Estado del enemigo, no con palabras, sino con fuerzas y armas, y de ahí se deduce, según creo, lo que poco antes hemos propuesto, a saber, que sólo al soldado corresponde el arte de la guerra, es decir, la prudencia del combatiente y su fortaleza. Por tanto, debemos concluir que sólo una, entre

13

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

las intelectuales, y otra, entre las morales, podrá ser la virtud propia del soldado, que era lo que pretendíamos establecer como nuestro propósito principal.

7. Sed ex hiis alia gravis oritur dificultas, utrum / in pace sit aliquod mililis officium, quod si negemus, / dicmus militem tempore pacis et quamdiu domi sedet, nihil agere. Romani quoque equites multa in civitate gerebant, / nam iudicabant et vectigalibus intendebant et / cetera multa equites magnifeste cum laude gerebant; / nostri quoque milites et magistratum gerere, negotiis / denique familiaribus, augendoque patrimonio vacare / videamus. Item omitto iustitiam, temperantiam, liberalitatem / et alias, que sunt virtutes quietorum hominum, sed et fortitudinem, / que est propria militis, quid prohibeat eum domi exercere, / si viduas vexari, si pupillos expoliari, si I imbecilles a potentioribus vi et armis paterno / fundo pelli conspexerit, nam et non se opponet, / non resistet, trepidantem denique patriam, et ab I improbis vexatam civibus, ratione, consilio et opere I iuvabit, nam quanti predi erit militem esse, si / nihil horum sibi relinquamus. Hiis igitur rationibus, aliis I que similibus aliqui fatentur in pace aliud militis / officium, sed aberrant certe, quia propulsator belli I est miles, propulsatoris autem belli nullum in pa/ce est opus, quemadmodum nec pugnatoris.

Pero de esto se desprende una grave dificultad, si existe algún oficio del soldado en tiempos de paz, pues si lo negamos, reconoceremos que en tiempos de paz y cuando descansa en casa, no tiene ningún oficio. Los caballeros romanos realizaban muchas funciones en la ciudad, pues dictaban sentencias y aumentaban los impuestos, y administraban otras muchas cosas con el aprecio general, y nosotros también vemos a nuestros soldados ejercer una magistratura, sin ocuparse siquiera de los negocios familiares ni de aumentar su patrimonio. Asimismo omito la justicia, la temperancia, la liberalidad y otras que son virtudes de los hombres inactivos, pero la fortaleza, que es la propia del soldado, ¿qué le impedirá ejercerla en casa, si ve que son maltratadas las viudas, que son expoliados los menores y que son expulsados de la casa paterna los débiles por los más poderosos por la fuerza y las armas? Y si no se opone, si no se enfrenta, ayudará a su patria agitada y vejada por los ciudadanos malvados con su juicio, su consejo y su acción, pues ser soldado será de gran valor, si no le privamos de ninguna de estas cosas. Así pues, por estas razones y por otras semejantes, algunos afirman que en la paz es otro el oficio del soldado, pero se equivocan ciertamente, al decir que el soldado es defensor contra la guerra y no es necesario ningún defensor contra la guerra en tiempos de paz, como tampoco ningún luchador.

14

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

8. Item nomen / belli, castrorumque videtur miles vel a numero electus / vel a duritia in armis malo arcendo, quod ma/lum hostes inferebant. Illa ver o que in contrarium obicium esse dicimus boni viri, eiusque officii, non autem militis. Possunt enim in unum eundemque hominem / non nunquam plures incidere personas. Difert igitur cum / quis quid gerit, qua persona utatur, ut ecce medicus, si tutor pupilorum delectus, tutelam recte administraverit, nec est propterea medici officium / tutelam administrare, sed boni viri, sic miles, / si aliquem in iudicio iuste defenderit aut modum / quempiam rei publice persuaserit, non lllud est officium militis, / sed boni viri, puta oratoris vel senatoris. / Licet ergo milites nostri multa in pace agant, ma/gistratum gerant, patrie consulant, amicitias co/lant, publice rei ac private intendant, liberalitatem / ac iustitiam inter propinquos exerceant, non sunt tamen ista / militis officia nec quicquam horum gerunt ut mili/tes, tantummodo est genus rerum gerendarum in pace, / / quod esse militis defendi posset, id quale sit, vi/deamus.

Asimismo parece que el nombre de soldado fue elegido o por el número o por la dureza en las armas o por alejar el mal, puesto que echaban el mal a los enemigos. Las objeciones que se presentan contra esto, no afectan al soldado, sino al hombre bueno y su oficio. Pues algunas veces pueden coincidir en un mismo hombre muchos roles. Pues es diferente la tarea que alguien realiza, según el rol que desempeña, como si un médico, elegido tutor de unos menores, ejerce rectamente la tutela, aunque no es oficio de médico administrar la tutela, sino de un hombre bueno, así también, el soldado, si defiende justamente a alguien en un juicio o persuade a alguien del mejor modo de gobierno del Estado, no ejerce su oficio de soldado, sino de un buen hombre, por ejemplo, de orador o de senador. Por consiguiente, aunque nuestros soldados hagan muchas cosas en tiempos de paz, ejerzan magistraturas, aconsejen a la patria, cultiven la amistad, administren los asuntos públicos o privados, ejerzan entre sus allegados la liberalidad y la justicia, estas acciones no son, sin embargo, oficios del soldado, ni realizan estas funciones como soldados, son meramente un conjunto de funciones que pueden ejercerse en tiempos de paz. Veamos cuál puede ser el oficio propio del soldado.

9. Primo resecentur omnia preter fortitudinem, / nam ceterarum quidem virtutum exercitia aliena protinus / videntur a militis officio; fortia autem sunt, que cum periculo / maximo laudabilique geruntur. Hec in bello patent / et militis quippe officium in bello est; in pace quoque videntur hec / eadem fortia ad militem pertinere

En primer lugar, dejemos a un lado todo excepto la fortaleza, pues el ejercicio de todas las demás virtudes es ajeno al oficio del soldado, y pertenecen a la fortaleza aquellas acciones que se realizan con peligro máximo y digno de alabanza. Estas acciones son evidentes en la guerra, donde se ejerce el oficio de soldado;

15

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

posse, non si arte / quapiam vel scientia externa, sed viribus et lacertis geruntur, / ut ecce pellebat imbecillum potentissimus se nullo / iure nec iudicio, sed vi et armis paterno fundo / deiciebat. Non est hic disceptatio fori nec opus ad/vocatorum et descriptorum , sed viribus et lacertis opus est. / Opponet ergo se miles, imbecillumque tutabitur, non / scientia legum, non eloquentia et dicendi arte, nam id / advocati vel oratoris esset, sed viribus et pectore / injuriam propulsabit. Hec igitur militis in pace dici / possunt et videtur extimationi et fame que de mi/litibus habetur, respondere, nam fama, quam populi multi decantant, / ut poeta inquit numquam penitus vana est. Omnes / etiam sic existimant et aiunt quasi militum sit vi/duas defendere, pupillosque tutari. Hii sunt autem / quibus propter imbecillitatem sepissime inferuntur / violentie, quod ad ceteros quoque imbecilles transferri / licebit. Hec igitur militibus in pace relinqui posse 1 videntur. Sed nec istud stabit, nisi concedamus qui / tales inferunt violentias, voce quidem esse nostros, / revera hostes dici, nam officium militis adversus / reipublice hostes tantummodo recte exercetur, ut to/llerabilius esse videatur nullum militem in pace / confiteri . Itaque cum sit quodammodo bellum in pace et / militis certe officium non simpliciter, sed quatenus in pa/ce est bellum, eatenus in pace locum habebit. / Ceterarum autem rerum que in pace geruntur, quedam sunt / que ad militiam disponunt, ut sunt universe artes / gymnastice que ad militiam ordinantur. Alía / sunt que cum laude geruntur a milite, ut sunt / omnia honesta que sue professioni haudquaquam / sunt contraria. Alía vero similiter que militiam decora/re dicuntur, ut sunt res maxime que ad magni/ftcentiam et magnanimitatem pertinent, hiisque / adiungantur bona externa, ut nobilitas,

pero también en tiempos de paz parece que estas mismas acciones de fortaleza son propias del soldado, ya que no se llevan a cabo mediante cierto arte o ciencia extraña, sino con fuerza y vigor, como golpeaba al débil el poderoso sin ningún derecho ni razón y le expulsaba de la casa paterna con fuerza y armas. No se trata de una discusión del foro ni de una tarea de abogados y disertadores, sino obra de fuerza y vigor. Por consiguiente, el soldado combatirá y protegerá al débil, no con la ciencia de las leyes, ni con la elocuencia y el arte de hablar, ya que esto es propio del abogado o del orador, sino que rechazará la injuria con fuerza y vigor. Esto puede decirse del soldado en tiempos de paz y parece responder a la consideración y la fama que existe de los soldados, pues la fama, que muchos pueblos alaban, como dice el poeta, nunca es del todo infundada. Todos piensan de este modo y defienden que lo propio del soldado es defender a las viudas y proteger a los menores. Sin embargo, hay algunos que con frecuencia sufren violencia por su debilidad, lo que propiciará que trasladen esa violencia a otros también débiles. Parece que estas cosas pueden quedar para los soldados en tiempos de paz. Pero esto tampoco se mantendrá, a nos ser que concedamos que quienes infieren violencia pueden ser considerados enemigos, pues el oficio del soldado se ejerce rectamente sólo contra los enemigos del Estado, de manera que parezca más aceptable que reconocer que no existe ningún oficio del soldado en tiempos de paz. Así pues, como en cierto modo se produce la guerra en tiempos de paz, así el oficio del soldado por analogía, en cuanto hay guerra en tiempos de paz, se ejercerá también en tiempos de paz. De las demás actividades que se realizan en tiempos de paz, algunas

16

Biblioteca SAAVEDRA FAJARDO

de Pensamiento Político Hispánico

Pedro Martínez de Osma. DE OFFICIO MILITIS.

/ amicitia, diviciarum opulentia et aurum quod / a militibus in signum nobilitatis deffertur.

preparan para la milicia, como todas las artes gimnásticas que se ordenan al arte militar. Hay otras que son realizadas con mérito por el soldado, como son todas las acciones honestas que no son contrarias a su profesión. Hay otras, en fin, que de forma semejante parecen honrar a la milicia, como son especialmente las que guardan relación con la magnificencia y la magnanimidad, y a éstas pueden añadirse los bienes externos, la nobleza, la amistad, la abundancia de riquezas y el oro que es considerado por los soldados como signo de nobleza.

10. Sed iam / satis, ut opinor, cuncta enim sunt explicata, / de quibus ab initio dicendum fore premissimus, que, cum ita sint, finem dicendi aliquando faciamus. Deo gratias. Osma.

Pero ya es suficiente, según creo, pues han sido explicadas todas las cosas que al inicio prometimos que era preciso exponer, y, siendo así, finalmente hemos de concluir. Gracias a Dios. Osma.

17