de la autogestión comunitaria a la autonomía regional

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De la autogestión comunitaria a la autonomía regional: el movimiento purhépecha en México Gunther Dietz1 Artículo publicado en el libro "América Latina: realidades y perspectivas", pp. 584-656, ed. por Manuel Alcántara, Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 1997 (ISBN 84-7481-932-6) 1. Introducción El "despertar étnico" que durante la década pasada constatamos en diversas regiones indígenas de América Latina lleva consigo la aparición de nuevos actores sociales y políticos. A nivel local, regional y nacional surgen organizaciones indígenas que en muchos casos inician su trayectoria como asociaciones de índole únicamente gremial - impulsadas sobre todo por las nacientes "élites intelectuales" indígenas -, pero que luego se convierten en influyentes representantes políticos de regiones enteras, estableciéndose así como un innovador factor político (Urban & Sherzer 1994, Santana 1995). En el presente trabajo, y en base a una región indígena mexicana, se analizará cómo estas organizaciones recientemente comienzan a establecerse como un nuevo sujeto de desarrollo - al margen de las agencias gubernamentales y de las organizaciones no-gubernamentales (ONGs) de desarrollo. Las actividades propiamente políticas de las organizaciones indígenas, que abarcan desde manifestaciones, acciones de protesta, marchas y otras formas de movilización a menudo de regiones enteras, se ven complementadas por un segundo elemento, la puesta en práctica de proyectos autogestionados de desarrollo. En las valoraciones académicas y políticas de estas nuevas organizaciones con frecuencia se suele pasar por alto que es precisamente esta labor concreta in situ la que les proporciona la legitimación indispensable para consolidarse a largo plazo como un factor de poder político propio. El contexto de los movimientos indígenas

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el movimiento purhépecha en MéxicoGunther Dietz1 Artículo publicado en el libro "América Latina: realidades y perspectivas", pp. 584-656, ed. por Manuel Alcántara, Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 1997 (ISBN 84-7481-932-6)

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De la autogestin comunitaria a la autonoma regional:

De la autogestin comunitaria a la autonoma regional:el movimiento purhpecha en MxicoGunther Dietz1

Artculo publicado en el libro "Amrica Latina: realidades y perspectivas", pp. 584-656, ed. por Manuel Alcntara, Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 1997 (ISBN 84-7481-932-6)1.IntroduccinEl "despertar tnico" que durante la dcada pasada constatamos en diversas regiones indgenas de Amrica Latina lleva consigo la aparicin de nuevos actores sociales y polticos. A nivel local, regional y nacional surgen organizaciones indgenas que en muchos casos inician su trayectoria como asociaciones de ndole nicamente gremial - impulsadas sobre todo por las nacientes "lites intelectuales" indgenas -, pero que luego se convierten en influyentes representantes polticos de regiones enteras, establecindose as como un innovador factor poltico (Urban & Sherzer 1994, Santana 1995). En el presente trabajo, y en base a una regin indgena mexicana, se analizar cmo estas organizaciones recientemente comienzan a establecerse como un nuevo sujeto de desarrollo - al margen de las agencias gubernamentales y de las organizaciones no-gubernamentales (ONGs) de desarrollo. Las actividades propiamente polticas de las organizaciones indgenas, que abarcan desde manifestaciones, acciones de protesta, marchas y otras formas de movilizacin a menudo de regiones enteras, se ven complementadas por un segundo elemento, la puesta en prctica de proyectos autogestionados de desarrollo. En las valoraciones acadmicas y polticas de estas nuevas organizaciones con frecuencia se suele pasar por alto que es precisamente esta labor concreta in situ la que les proporciona la legitimacin indispensable para consolidarse a largo plazo como un factor de poder poltico propio.El contexto de los movimientos indgenasEl paso hacia la prctica de la autogestin constituye un giro decisivo en la historia de la resistencia indgena. Hasta entrados los aos ochenta, en casi todas las regiones indgenas de Mxico prevalecan dos formas de organizacin: Por un lado, los maestros bilinges, formados en el marco de la poltica indigenista mexicana, y los funcionarios indgenas que alcanzaron posiciones dentro de las instituciones indigenistas crean sus propios grupos de inters, tales como el Consejo Nacional de Pueblos Indgenas (CNPI) y la Alianza de Profesionales Indgenas Bilinges, A.C. (APIBAC). An cuando estas organizaciones gremiales de la naciente intelectualidad indgena logran cuotas considerables de influencia sobre todo dentro de la poltica educativa y cultural del gobierno mexicano, disponen, no obstante, de una representacin bastante reducida en sus comunidades de origen, en las que tampoco realizan proyectos propios (Meja Pieros & Sarmiento Silva 1991).Por otro lado, e independientemente de estas asociaciones gremiales fuertemente insertas en instituciones gubernamentales, surgen organizaciones campesinas regionales y nacionales, cuyos cuadros - de procedencia casi siempre urbana - responden a la paulatina retirada del Estado de las zonas rurales; stas se especializan en la canalizacin de demandas de reforma agraria, de fomento agrcola y de otras medidas asistenciales (Reitmeier 1990). A pesar de su programtica frecuentemente revolucionaria, estas organizaciones en su labor prctica tambin dependen de la benevolencia de las instancias gubernamentales, puesto que si sus movilizaciones fracasaran, correran el riesgo de perder gran parte de su base mayoritariamente indgena.En los aos ochenta y de forma ms acrecentada a partir de los noventa, ambas formas de organizacin entran en una crisis existencial. Tanto el reconocimiento oficial de que el indigenismo ha fracasado como medio de homogeneizacin tnica de la poblacin rural como la retirada del Estado neoliberal de la poltica agraria y agrcola significan para ambos tipos de organizaciones la prdida del interlocutor institucional. Con ello, tambin pierden su justificacin y legitimidad ante sus propias bases. En este contexto, tanto las asociaciones gremiales como las organizaciones del "clsico" movimiento campesino se vern marginadas por la aparicin de un nuevo tipo de organizacin. En respuesta a la retirada del Estado y a intentos de privatizar la propiedad comunal de la tierra, en distintas regiones indgenas de Mxico van surgiendo "coaliciones" compuestas por comunidades indgenas de uno o varios grupos tnicos; del seno de estas coaliciones nacen nuevas organizaciones regionales de tipo a veces monotnico y a veces pluritnico. Son precisamente estas "alianzas de conveniencia" entre comunidades indgenas que se declaran "soberanas" frente a las instancias gubernamentales y que reivindican su derecho consuetudinario - la costumbre -, las que complementarn su lucha poltica por lograr una autonoma comunal y regional con proyectos autogestionados2.Los purhpecha, por ejemploCon los primeros proyectos-piloto implementados en los aos treinta bajo la presidencia de Lzaro Crdenas (1934-1940), la regin purhpecha, ubicada en el estado de Michoacn en el occidente de Mxico (cfr. mapa 1), se convierte en una regin-prototipo del indigenismo mexicano, cuyas secuelas por ello son particularmente ilustrativas. A la vez, esta regin - junto con Chiapas, Oaxaca y Guerrero - ha ido proporcionando los impulsos ms decisivos para los movimientos indgenas de los ltimos veinte aos. Por ello, en lo siguiente se analizar la puesta en prctica de proyectos comunales y regionales de desarrollo autogestionado por las organizaciones indgenas de esta regin. Los purhpecha, en la bibliografa tambin denominados "tarascos", habitan una altiplanicie volcnica que se subdivide en la Meseta Purhpecha, una regin boscosa situada a 2.000 m de altura, la Caada de los Once Pueblos que la limita al norte y la cuenca del Lago de Ptzcuaro (cfr. mapa 2). En sus tierras a menudo comunales, las familias purhpecha se dedican a trabajar pequeas parcelas agrcolas cultivando maz, frijoles y otras verduras, cultivos que se complementan con el pastoreo de ganado a pequea escala. A ello se une la silvicultura y la produccin de resina en la Meseta y la pesca en el Lago de Ptzcuaro. En todas las comunidades de la regin se producen artesanas diversificadas gracias a una especializacin local, como por ejemplo la alfarera, la carpintera, el trabajo del cobre y el tejido, cuyos productos se truequean o se venden en mercados regionales.En lo siguiente, y despus de un breve repaso de las consecuencias que ha generado el indigenismo en la regin, en base a dos ejemplos empricos se analizar el papel que juega la comunidad purhpecha tanto como instancia de poltica local como en su funcin de entidad gestora de proyectos de autodesarrollo. Luego se estudiar la ampliacin de los proyectos locales hacia un nivel tnico-regional, tal y como la practica una coalicin de comunidades purhpecha en el marco de su lucha por lograr una autonoma territorial. Por ltimo, esbozar las perspectivas que abre este tipo de proyectos autogestionados.2.La herencia del indigenismoLos proyectos de desarrollo que desde los aos treinta se han ido llevando a cabo en la regin purhpecha se insertan en la poltica gubernamental del indigenismo3. Esta estrategia, orientada a "mexicanizar al indio" (Lzaro Crdenas), persigue dos objetivos estrechamente entrelazados:-En primer lugar, se intenta integrar social y culturalmente a la poblacin indgena en la sociedad nacional mestiza mediante una "aculturacin planificada", dirigida a lograr la homogeneidad tnica.-En segundo lugar, y de forma paralela, se trata de "modernizar" la economa indgena local y regional, abrindola hacia los mercados nacionales e internacionales.Proyectos indigenistas de desarrolloEs el Instituto Nacional Indigenista (INI) el que coordina en la regin purhpecha esta poltica dual, de carcter tanto sociocultural como econmico, de "desarrollo modernizador". Los programas del INI se conciben fuera de las comunidades, en la central en la Ciudad de Mxico, y luego son aplicados mediante proyectos locales, realizados por promotores bilinges indgenas expresamente formados para ello. El nfasis sectorial de este tipo de proyectos reside, por un lado, en la poltica educativa y en el fomento econmico, por otro:-En el marco de la poltica educativa, gracias al Proyecto Tarasco la regin se convierte a partir de 1939 en modelo-prototipo para un concepto de alfabetizacin y educacin bilinge en el cual por primera vez y de forma consciente se recurre a la lengua indgena como "llave" para la castellanizacin de los nios en la escuela primaria, sustituyndola luego por completo por la lengua espaola. Con ello se pretende capacitar a los alumnos para que una vez concluida la escuela primaria local puedan acudir a una escuela secundaria urbana junto a nios mesitzos.-El fomento econmico est destinado a combatir el "subdesarrollo" tanto agrcola como silvcola y artesanal mediante la industrializacin de las tradicionales formas de produccin campesina. Para ello, no se fomentan las unidades de produccin familiar de forma directa, sino que se impulsa la paulatina "proletarizacin" de los campesinos purhpecha, insertndolos en "cooperativas" y talleres-escuela en las que - bajo el control jerrquico de "expertos" urbanos - se les ensearn mtodos y tcnicas industriales de produccin. Durante mucho tiempo, el acceso a crditos y a ayudas a la comercializacin estaba condicionado a la participacin obligatoria en estos talleres industriales. De forma paralela, la regin se abre hacia fuera mediante el desarrollo de la infraestructura de caminos y comunicaciones, para as incentivar el asentamiento de empresas agroindustriales y madereras que puedan absorber la mano de obra anteriormente campesina.En la regin purhpecha - como en muchas otras zonas indgenas de Mxico -, el indigenismo ha fracasado en ambos aspectos. En vez de impulsar el "mestizaje" mediante el acceso a la educacin, la poltica educativa ha dividido a la poblacin local en dos grupos: Una pequea minora logra - gracias a recursos financieros propios o becas del INI - atender una escuela de nivel medio y/o superior en los ncleos urbanos, en Morelia - la capital michoacana -, en Guadalajara o en la Ciudad de Mxico; este grupo casi nunca regresa a su regin de origen. Por otro lado, la amplia mayora de los purhpecha una vez concluida o interrumpida su educacin primaria permanece en su comunidad y contina ejerciendo sus actividades campesinas y artesanales tradicionales, puesto que lo aprendido en la escuela no es aplicable a su vida cotidiana local. Por lo tanto, los purhpecha individualmente "aculturados" emigran hacia las grandes aglomeraciones, reforzando con ello el problema del xodo rural y sus secuelas en las ciudades mexicanas; la mayora de los purhpecha, por su parte, aunque aprenden habilidades importantes para desenvolverse en la sociedad mestiza, como son la escritura, la lectura y el clculo matemtico, el acceso a estas habilidades no logra influir en su identidad tnica (Valentnez Bernab 1982).Tambin fracasa la poltica indigenista de fomento econmico en su intento de "proletarizar" (Nahmad Sitton 1988) a los purhpecha. Todas las "cooperativas" y talleres-escuela, sin excepcin alguna, se desploman debido a la falta de participacin de la poblacin local. Algunos talleres son retomados por sus maestros-directores y - como en el caso de las fbricas de guitarra de Paracho y de las fbricas de cermica de Tzintzuntzan y de Capula - se convierten en empresas privadas, en las que unos pocos campesinos empobrecidos encuentran trabajo como peones ocasionales. Tanto en la agricultura como en las artesanas, la empresa familiar campesina sigue siendo la forma de organizacin laboral predominante (Engelbrecht 1987, Linck 1988).La apertura infraestructural de la regin mediante la construccin de carreteras, la electrificacin y la perforacin de pozos de agua potable tampoco ha surtido el efecto deseado. En vez de incentivar el establecimiento de empresas provenientes de fuera de la regin, sobre todo la mejor comunicacin vial ha generado dos consecuencias sumamente negativas para la regin purhpecha:-En primer lugar, la apertura de la Meseta para los grandes camiones de carga de la industria maderera nacional ha acelerado la deforestacin masiva de los ltimos bosques de encinos, cedros y pinos. Dado que las talas se realizan a gran escala y de forma ilegal - aunque a menudo con el consentimiento de funcionarios de la Secretara de Agricultura y Recursos Hidrulicos -, no existen medidas sistemticas de reforestacin, por lo cual la erosin ocasionada por la tala de bosques arrastra tambin los suelos agrcolas (Alvarez-Icaza et al. 1993).-En segundo lugar, la mejora de las comunicaciones viales posibilita la penetracin en los mercados locales de grandes cantidades de mercancas baratas de produccin industrial, que margina cada vez ms los productos artesanales y agrcolas de la propia regin. Vajillas de plstico, peltre y cermica industrial desplazan la alfarera purhpecha; y como consecuencia de las importaciones masivas de maz forrajero estadounidense, barato y de mala calidad, los campesinos maiceros de la regin presencian una cada dramtica del precio de su producto, por lo cual se encuentran ante la alternativa de abandonar sus parcelas o de regresar a una economa de subsistencia limitando su produccin a la autosuficiencia familiar (Reyes 1992, Piar Alvarez 1994).Teniendo en cuenta que la apertura de la regin purhpecha para los mercados nacionales e internacionales slo genera empleo para unos cuantos intermediarios y tiendistas, muchas familias deciden emigrar temporal o definitivamente hacia las grandes zonas urbanas del pas o hacia los Estados Unidos. Michoacn se convierte as en uno de los estados mexicanos ms fuertemente afectados por la emigracin: poco antes o despus de concluir la escuela, grupos enteros de adolescentes y jvenes adultos de la regin purhpecha se lanzan "pa'l'norte".Repercusiones en las comunidades purhpechaMientras que estas medidas infraestructurales realizadas en los ltimos cincuenta aos han contribuido decisivamente a destruir tanto el medio ambiente como la base productiva de muchas familias campesinas as como a expulsar generaciones enteras de purhpecha de su regin, los proyectos espordicos y a menudo fracasados de fomento econmico repercuten en el funcionamiento interno de la comunidad. En vez de acudir a la comunidad como instancia beneficiaria oficial de dichos proyectos, las instituciones indigenistas se crean sus propias organizaciones de "interlocutores" locales, canalizando hacia ellas sus respectivos recursos tcnicos y financieros. Estas organizaciones, cuyas presidencias casi siempre dependen de forma directa del partido de Estado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y/o de su "pilar rural", la Confederacin Nacional Campesina (CNC), tienen acceso exclusivo a crditos gubernamentales; con ello, rpidamente consiguen una clientela considerable en las comunidades, convirtindose as en un poder alternativo, al margen de la asamblea comunal y de las autoridades locales. Sin embargo, con la misma rapidez con la que crecen estas organizaciones tambin se disuelven y desaparecen en el momento en que un proyecto es concluido o es abandonado debido a cambios de personal en el seno de la institucin tutelar. Los nicos que sobreviven este derrumbe son los anteriores tesoreros del proyecto, que gracias a su lealtad partidista siguen disfrutando de acceso privilegiado a recursos financieros externos, lo cual los convierte en prestamistas y usureros informales dentro de su comunidad. As van reuniendo una clientela cada vez ms amplia de vecinos endeudados con ellos, lo cual les confiere el poder caciquil necesario para establecerse como autoridad paralela dentro de su comunidad.Sobre todo a lo largo de los aos setenta y ochenta, esta prctica ha ocasionado divisiones profundas en las comunidades purhpecha, mismas que se ven incrementadas por la proliferacin en esta poca de nuevas instituciones indigenistas; pues cada una de estas instancias gubernamentales penetra en las comunidades y crea su propio grupo de incondicionales. Aparecen y desaparecen as en lapsos de tiempo cada vez ms breves uniones de artesanos, asociaciones crediticias, grupos de comercializacin e intermediacin etc. No obstante, la poblacin local se va dando cuenta de que los nicos que en ltima instancia logran sacar provecho de esta multiplicacin de agencias gubernamentales y de sus proyectos son las presidencias de dichos grupos, nombradas "desde arriba" por las instituciones tutelares. Son ellos los que controlan los crditos, reparten el equipo tcnico - tractores, fertilizantes, aserraderos y hornos de cermica - y los que monopolizan luego la venta de los productos agrcolas, silvcolas y artesanales.Debido a este acceso desigual a los recursos generados por los proyectos de desarrollo, las instituciones indigenistas contribuyen a acrecentar las disparidades socioeconmicas existentes en las comunidades, sin ayudar a que la gran mayora de los purhpecha pueda participar en el desarrollo econmico de su regin y aprovechar as las medidas de fomento gubernamental. Por ello, al crear y fortalecer una lite local y regional de caciques leales al rgimen, los proyectos indigenistas ms bien promueven la integracin coercitiva de los purhpecha no en la sociead o en la economa nacionales, sino en las instituciones gubernamentales y partidistas del Estado. Como consecuencia de medio siglo de poltica indigenista, quedan una estructura comunitaria polticamente marginada y una poblacin indgena empobrecida y dependiente de programas asistencialistas del Estado o de su partido oficial4.3.La comunidad purhpecha como sujeto de desarrolloEl evidente fracaso de los objetivos de homogeneizacin tnica y de modernizacin econmica que el indigenismo se haba propuesto para las regiones indgenas de Mxico obliga ya bajo la presidencia de Miguel de la Madrid (1982-1988) a abandonar definitivamente el enfoque integracionista del indigenismo. El Estado mexicano, sujeto desde entonces a un rgido ajuste estructural y profundamente comprometido con el paradigma neoliberal, centra sus actividades de poltica econmica en el fomento de los sectores y regiones "productivas", de manera que a la poblacin indgena nicamente destina un mnimo de medidas asistencialistas que ya no tienen por objetivo promover la participacin o la integracin econmica real, sino cuyo fin nico consistir en restarle explosividad poltica a la pobreza rural5.En este contexto global de una retirada generalizada del Estado, la lite intelectual indgena pierde sus espacios de influencia que haba ido conquistando dentro del indigenismo y de sus polticas educativas y culturales. Ante la progresiva marginacin que sufre el indigenismo dentro de la poltica global mexicana, un nmero cada vez mayor de promotores y maestros bilinges, funcionarios y sindicalistas indgenas, poltica e ideolgicamente le dan la espalda al Estado mestizo con el que siempre haban estado comprometidos. A mediados de los aos ochenta surge as una disidencia indgena que revoca su lealtad al indigenismo gubernamental y que conscientemente se reintegra en sus comunidades de origen.El regreso de las comunidadesA pesar de las tensiones que la aparicin de agentes externos de desarrollo haba desencadenado en el interior de la comunidad indgena, la estructura comunitaria hasta la fecha no ha perdido aquella central importancia que desde siempre ha estado desempeando en la vida cotidiana de los purhpecha6. Mientras que la principal unidad de produccin la constituye la familia nuclear y a veces tambin la familia extensa, la comunidad sigue conformando el nivel central de las actividades econmicas, sociales, religiosas y polticas de sus habitantes. Para la identidad colectiva de la gran mayora de los purhpecha, la pertenencia a una determinada comunidad es de mucho mayor importancia que la identificacin grupal de tipo tnico-lingstico. El poseer el estatus de comunero, que el individuo adquiere por nacimiento o matrimonio, no slo le confiere al individuo el derecho de acceder a tierras comunales, sino que a la vez significa una pertenencia obligada a la unidad poltica y social denominada "comunidad". La totalidad de los comuneros determina - en base al derecho consuetudinario - la vida poltica local: La asamblea comunal, en la que tradicionalmente slo los varones casados poseen el derecho a voz y voto, distribuye todos los cargos comunales. Estos puestos y rangos, que implican considerables gastos personales para quienes los ostentan, hoy en da abarcan tanto aquellos cargos que forman parte de la jerarqua cvico-religiosa ntimamente ligada al culto del santo patrn local, como los puestos administrativos introducidos en la comunidad a lo largo del siglo XX por el Estado-nacin. Dado que hasta la fecha la comunidad en Mxico no posee un rango constitucional propio, sino que se encuentra administrativamente supeditada a la instancia superior, el municipio, ambos puestos polticos creados desde fuera - el jefe de tenencia y el representante de bienes comunales - oficialmente dependen del presidente municipal y de la Secretara de Reforma Agraria, respectivamente. Sin embargo, en la prctica poltica de todas las comunidades purhpecha estos cargos son reivindicados por la asamblea comunal, lo cual a menudo provoca conflictos entre la comunidad y las instancias externas a la hora de repartir dichos puestos.La asamblea comunal, las autoridades locales nombradas por ella y el "consejo de ancianos" (acheecha), un importante rgano consultivo y de arbitraje que es compuesto por todos aquellos que ya han desempeado la totalidad de cargos comunales - el conjunto de estas instituciones comunitarias consuetudinarias ser redescubierto, revitalizado y refuncionalizado por la "generacin perdida" de los purhpecha que abandonan las instituciones indigenistas (Mrquez Joaqun 1988). En vez de seguir buscando puestos y reconocimiento en el medio urbano, la lite intelectual regresa de la "poltica con mayscula", y an aquellos maestros bilinges que fsicamente apenas salieron de sus comunidades de origen, pero que siempre haban militado en gremios mestizos como sindicatos del magisterio, se reinsertan en la cotidianeidad de la poltica local. Un gran nmero de maestros y funcionarios que durante mucho tiempo haban dejado en suspenso su estatus de comunero, nuevamente participan en las asambleas comunales y se ofrecen para desempear cargos locales. Con ello, intentan contribuir a fortalecer sus comunidades frente a los actores polticos e institucionales externos y a superar las tensiones y divisiones que stos provocaron en el seno de las comunidades.Las actividades que en poltica local realiza esta lite intelectual "recomunalizada" revisten dos formas distintas:-En algunos pueblos, los jvenes maestros ocupan los principales cargos de la poltica comunal, mientras que los comuneros mayores se retiran hacia el "consejo de ancianos". Las subsecuentes tensiones y discrepancias entre ambos colectivos a menudo se resuelven en la asamblea comunal, en la que los ancianos siguen disfrutando de la mayor reputacin.-En la mayora de los casos, sin embargo, estas primeras confrontaciones desembocan en una divisin de trabajo generacional: mientras que las autoridades tradicionales, reconocidas en sus comunidades como lderes naturales, mantienen el control de los asuntos intralocales, los jvenes estudiantes, maestros y funcionarios, que disponen de amplias experiencias en el trato con instituciones gubernamentales y burocracias administrativas, se dedican a las relaciones externas de sus comunidades. Surgen as nuevos cargos informales, sin que stos cuestionen la estructura consuetudinaria de los cargos tradicionales.A pesar de esta divisin de tareas en poltica "interna" y "externa", los viejos y nuevos cargos colaboran estrechamente en su objetivo comn de fortalecer la comunidad hacia dentro y de independizarla frente al exterior. Para ello, en muchas comunidades se recuperan tradiciones antes centrales de la vida local: la faena - el trabajo colectivo y obligatorio destinado sobre todo a la realizacin de obras pblicas comunales -, la redistribucin de excedentes econmicos mediante la celebracin y financiacin de fiestas as como la participacin igualitaria de los distintos barrios7 de la comunidad en la asamblea comunal y en la distribucin de cargos locales.Estas medidas destinadas a revitalizar antiguas tradiciones son complementadas por la introduccin de nuevos elementos en la poltica local. Por ejemplo, desde hace poco las mujeres y los jvenes solteros logran ampliar sus derechos comunales, obteniendo - adems de su tradicional derecho a voz - el derecho pleno de votar en las asambleas. Bajo la influencia de los jvenes y sus experiencias gremiales, tambin se modifica el proceso de toma de decisiones en muchas comunidades purhpecha: El principio consuetudinario de consenso, que evita polarizar a la comunidad dividindola en mayora y minora, en ganadores y perdedores, pero que convierte, a la vez, a muchas sesiones de asamblea en eventos prolongados, tediosos y agotadores, se sustituye en asuntos de menor envergadura poltica por el principio de votacin por mayora, realizada de forma rpida por aclamacin. Sin embargo, todas las asambleas comunales mantienen el principio de consenso para aquellas decisiones que afectan aspectos centrales de la totalidad de comuneros y comuneras, decisiones cuya imposicin - por ejemplo frente a agentes externos reacios - tambin requerir la participacin del conjunto de la comunidad.Santa F: de la lucha por la tierra a la autogestin culturalYa a principios de los aos ochenta, la comunidad de Santa F de la Laguna - Ueyameo en lengua purh -, ubicada en la orilla septentrional del Lago de Ptzcuaro, sienta un precedente para otras comunidades purhpecha que luchan por la sobrevivencia poltica de su estructura comunitaria tradicional8. El factor desencadenante de la revitalizacin poltica de la comunidad de Santa F consiste en un conflicto de tierras entre el pueblo y la vecina ciudad mestiza de Quiroga, un conflicto cuyas races se remontan a la poca colonial y en cuyo transcurso los ganaderos de Quiroga requieren de pastizales cada vez ms extensos, apropindose as de tierras comunales de Santa F:"En base a asambleas generales, los comuneros de Santa F fuimos adquiriendo poco a poco nuestra conciencia, primero de nuestra marginacin, segundo que nosotros poseemos muchas riquezas naturales; pero que estas riquezas naturales no lo aprovechamos nosotros, sino ms bien los ricos ganaderos de Quiroga; acordamos que era necesario cuidar nuestros recursos naturales porque si no, de lo contrario, este grupo de ganaderos de Quiroga, ms adelante nos quitara todo lo que poseemos" (Comit de Lucha Indgena de Etnolingstica 1980:15).A lo largo de sangrientos enfrentamientos armados con guardias blancas, tropas privadas de los ganaderos, la asamblea comunal confiere los principales cargos polticos a un grupo de jvenes purhpecha reunido en torno al maestro Elpidio Domnguez. Mediante una reforma de la constitucin comunitaria informal, en cuyo resultado los ocho barrios locales obtienen una representacin igualitaria en la asamblea comunal, este maestro lograr motivar a los habitantes de Santa F, despolitizados y divididos por mltiples proyectos de desarrollo fracasados, a que defiendan sus tierras comunales. En el transcurso de este proceso, la asamblea comunal reemerge como instancia poltica central:"Empezamos a tener asambleas generales con todos los comuneros, en dnde discutamos los problemas ms graves para nuestra Comunidad. En estas asambleas empezaron a participar seores, seoras, jvenes, seoritas, nios y nias, es decir todo el pueblo en general; estas asambleas por lo general se han llevado a cabo siempre en los das domingos por las noches, despus de la misa que se celebra a las siete de la noche, y duran hasta como a la una o dos de la maana. Todos tenemos derecho de hablar, por eso todos opinamos, desde el ms grande hasta el ms chico y cada una de las opiniones es respetada por cada uno de los presentes. Con esto desmentimos que a nuestra Comunidad lo manipulan personas extraas a ella; nosotros no necesitamos personas que nos digan qu es lo que tenemos que hacer porque en primer lugar los problemas los estamos viviendo y los sentimos cada uno de nosotros, por eso creemos que nosotros somos suficientemente capaces para comprender lo que sucede y lo que se tiene que hacer" (Comit de Lucha Indgena de Etnolingstica 1980:14-15).El grupo de jvenes maestros combina la vigilancia de las tierras comunales, de la que de forma armada se encargan los diferentes barrios, con la lucha jurdica por recuperar legalmente las tierras ya enajenadas. Para ello, la comunidad como unidad poltica ingresa en una organizacin campesina regional, la Unin de Comuneros Emiliano Zapata (UCEZ), especializada en buscar soluciones jurdicas y polticas a conflictos de tierra. A pesar del reconocimiento oficial de la validez de los ttulos comunales de tierra, una alianza de intereses compuesta por ganaderos y caciques regionales del PRI opta por una "solucin" armada del conflicto, asesinando en 1988 al lder comunal Elpidio Domnguez y encarcelando a muchos comuneros por ser "agitadores sociales" (Alvar 1992).Aunque la comunidad logra defender la mayor parte de sus tierras, saldr debilitada y nuevamente dividida del conflicto. Una parte de los vecinos se retira por completo de la poltica local, mientras que otros pactan abiertamente con el PRI para as evitar en el futuro tales enfrentamientos con el poder de Estado. Con ello, el grupo del lder comunal asesinado se vuelve minoritario. Ante este trasfondo, en Santa F surgen de forma independiente dos proyectos que se proponen contribuir a superar las tensiones internas y a vencer el trauma de la represin sufrida, aglutinando a la poblacin local en torno a un inters comn:-Por un lado, un grupo de jvenes estudiantes de Santa F crean una iniciativa de alfareros, que - a diferencia de los proyectos externos - no tiene por objetivo convertir a los artesanos en trabajadores industriales, sino que se dedica a comprar y revender a los alfareros las materias primas cada vez ms caras, sobre todo la greta, para as contrarrestar el endeudamiento y la dependencia de las familias alfareras con el intermediario monopolista local. Dado que este Taller-Escuela Santa F no prev ni membresa obligatoria, ni reparto de dinero ni modificacin del proceso productivo, la iniciativa es secundada por todos los barrios de la comunidad; de ah que el intermediario rpidamente se ve obligado a modificar su poltica de precios adaptndola a la nueva competencia.-Un segundo proyecto, la restauracin del histrico Hospital de Santa F, una institucin comunal poltico-religiosa que data de inicios de la poca colonial, es impulsado por un promotor cultural local. Una vez restaurado el edificio, en primer lugar se instala una biblioteca comunal, cuyos fondos provienen de donaciones de maestros, escuelas y otras instituciones educativas.Despus de una fase inicial, en la que ambos proyectos se desarrollan de forma aislada el uno del otro, los promotores de stos proponen combinar el fomento cultural con el artesanal y traspasarlos a la comunidad como entidad titular del proyecto conjunto. La asamblea comunal consulta a los representantes de cada uno de los barrios, acepta la propuesta y encarga a los promotores de ambos proyectos, junto a representantes de otros barrios, la creacin del Centro Comunal Ueyameo. Actualmente, el edificio del Hospital, adems de la biblioteca y de la iniciativa de alfareros alberga talleres de tejido y de alfabetizacin para mujeres y talleres de historia y tradicin oral as como de muralismo para jvenes. Para en un futuro poder disponer tambin de recursos externos, un grupo desde hace poco est aprendiendo a manejar la computadora, a redactar solicitudes de proyectos y a administrar recursos financieros.Con este Centro Comunal Ueyameo, por primera vez es la comunidad indgena la que oficialmente se hace cargo de un proyecto concebido y ejecutado a nivel local. Esto ha sido posible gracias a que los promotores iniciales del proyecto se han sometido a la autoridad de la asamblea comunal y han adoptado sus condiciones y modificaciones del proyecto. A diferencia de los proyectos "importados" desde fuera de la comunidad, el Centro Comunal Ueyameo slo es responsable ante la asamblea comunal. En vez de depender de la benevolencia de una sola institucin externa, este centro cultural aprovecha la posibilidad de diversificar sus contactos externos, para as evitar ser acaparado por una nica institucin. Por ello, el centro colabora con mltiples "instancias de desarrollo" para llevar a cabo sus distintos talleres: con dos ONGs de Ptzcuaro, con el gubernamental Instituto Nacional de Educacin de Adultos, con una comunidad cristiana de base y con una iniciativa de artistas plsticos de Morelia.Tanto las experiencias que Santa F ha tenido que vivir en la defensa por sus tierras comunales como su intento de reunificar la comunidad por medio de un proyecto local comn y abierto a todos han despertado gran inters por parte de otras comunidades purhpecha. As, a comienzos de los aos noventa los comuneros de Santa F se convierten en fuerza motriz de la naciente coalicin regional de comunidades.

Parangaricutiro: hacia una silvicultura comunalMientras que en Santa F un proyecto bsicamente cultural es iniciado por unos cuantos miembros de la comunidad y luego es retomado por la comunidad en su conjunto, el pueblo de Parangaricutiro, ubicado en el margen suroccidental de la Meseta, ilustra cmo una comunidad - en base a sus tierras comunales - logra manejar una empresa capitalista y utilizar las ganancias obtenidas por ella en provecho de su poblacin local9. La comunidad de Nuevo San Juan Parangaricutiro, como se denomina oficialmente el pueblo, es reubicada y fundada despus de la irrupcon del volcn Paricutn en 1943, al sur del mismo. Desde entonces, la poblacin local ha estado luchando por conservar sus boscosas tierras comunales y su aprovechamiento frente a un grupo de empresarios madereros de la vecina ciudad mestiza de Uruapan.Aunque Parangaricutiro apenas en 1991 logra obtener el reconocimiento presidencial de la titularidad comunal de sus tierras, ya a comienzos de los aos ochenta la asamblea comunal decide terminar con la tala - desde su punto de vista - ilegal que los madereros de Uruapan llevan realizando y para ello crean una empresa comunal forestal. Gracias al apoyo poltico concedido por organizaciones campesinas interesadas en el proyecto y a la asesora tcnica prestada por ingenieros forestales de la regin, la comunidad logra establecer una empresa dedicada al aprovechamiento comercial de los bosques comunales y a su permanente reforestacin. Dado que los recursos silvcolas y sus ganancias siguen siendo propiedad comunal, la direccin de la empresa es responsable ante las autoridades comunales. Un consejo comunal permanente, constituido por las autoridades locales, los gerentes de la empresa comunal y los representantes de los seis barrios de Parangaricutiro, fija las directrices generales de la empresa y decide acerca de la reinversin de las ganancias obtenidas:"En seis aos de trabajo organizado, se ha practicado en nuestras asambleas mensuales ordinarias de comuneros la democracia participativa; cada miembro tiene el compromiso moral de producir riqueza y bienestar para distribuirlos entre todos, respetando las decisiones que se tomen en las asambleas como rgano rector y de mxima autoridad" (Nuevo San Juan Parangaricutiro 1990:117).Con este modelo pionero de una silvicultura comunal, este pueblo purhpecha ha logrado dos de sus objetivos principales: por un lado, deshacerse de empresas madereras externas y de sus cadenas de intermediarios, y por otro lado, crear unos 900 puestos de trabajo fijos, todos ellos reservados para los propios comuneros de Parangaricutiro. Adems de las tareas de tala y reforestacin,

actualmente la empresa comunal produce carbn, astilla de pino y encino, madera aserrada as como muebles, anaqueles y suelos producidos en su propio taller de carpintera. Todos los productos ya se comercializan en los mercados nacionales e incluso internacionales10.La consolidacin de un nuevo sujeto de desarrolloA lo largo de los aos ochenta, otras comunidades purhpecha tambin comienzan a abandonar su papel pasivo de mero destinatario de proyectos de desarrollo exgenos, sobre todo gubernamentales. La creciente resistencia contra medidas que slo benefician a un mnimo porcentaje de la poblacin local o nicamente a los intermediarios externos - como en el caso de los proyectos infraestructurales - plantea a las autoridades locales la urgencia de definir las verdaderas prioridades de la comunidad, de concretizarlas en propuestas propias de proyectos y de plantearse las modalidades de su ejecucin y financiacin. Para poder enfrentarse a un acto burocrtico de tal magnitud, las asambleas comunales y sus autoridades locales acuden a los maestros "retornados". As, en casi todos los pueblos purhpecha se le encomienda a esta lite intelectual indgena, reintegrada en sus pueblos, pero experimentada en contextos urbanos y burocrticos, la tarea de formular por escrito cada una de las prioridades de desarrollo fijadas por la asamblea comunal, especificndolas a travs de propuestas concretas de proyectos. Y dado que dichos anteproyectos no slo debern incluir los recursos externos a solicitar, sino que asimismo especificarn los recursos que la misma comunidad aportar mediante jormadas de faena comunal, la asamblea y las autoridades locales tienen que aprobar estos anteproyectos en su versin final, antes de presentarlos ante instancias externas de desarrollo.A raz de este procedimiento cclico surge una participacin estrecha y continua de la comunidad en su conjunto en la elaboracin de "su" proyecto. La intensa y a menudo difcil colaboracin que entre los cargos comunales, el consejo de ancianos, los jvenes maestros y/o ingenieros agrnomos o forestales es necesaria hasta que se pueda presentar un anteproyecto a una institucin externa resulta para todos los implicados locales ms trabajosa que la acostumbrada actitud de "esperar al experto de la ciudad". Sin embargo, diversos casos provenientes de distintos pueblos purhpecha ilustran que la participacin estrecha de la comunidad en la elaboracin de un proyecto aumenta su disposicin a luchar por ver realizado su proyecto, aunque sea acudiendo la comunidad entera a la capital del estado, para presionar a la institucin externa en cuestin:-De esta forma, la idea de un ingeniero agrnomo del pueblo de Nuevo Zirosto, ubicado en la parte occidental de la Meseta, de juntos empaquetar y comercializar la propia cosecha de aguacate, en vez de vendrsela bajo precio al intermediario que est de paso, ha desembocado en un proyecto de crear una empresa empaquetadora de titularidad comunal, para cuyo equipamiento inicial Nuevo Zirosto ahora est buscando una instancia financiera.-Asimismo, la propuesta de una empobrecida alfarera viuda de Huncito, un pueblo de la Caada, que al final de una de tantas asambleas desesperadas propuso simplemente solicitar un crdito mnimo para abrir junto a la carretera a Guadalajara una tienda comunal de venta directa de loza, para as deshacerse de una vez de tantos coyotes intermediarios, fue retomada por una maestra, convirtiendo la idea en proyecto local para el que las alfareras llevan ms de un ao recorriendo instituciones para conseguir ese mnimo financiamiento externo.Los proyectos autogestionados de desarrollo comunal se enfrentan a dos dificultades principales: Por un lado, las solicitudes y anteproyectos tienen que adherirse a los requerimientos formales de la agencia de desarrollo a la que se acude. Para resolver este problema, en cada comunidad unos cuantos comuneros, sobre todo miembros de la intelectualidad indgena reintegrada, se van especializando - aunque sea de forma informal - en la redaccin de dichos anteproyectos y su presentacin frente a las diferentes instancias financieras. As surgen nuevas funciones delegadas por las asambleas comunales a determinados vecinos, sin que sta ceda el control definitivo del proyecto y su implementacin. De esta manera paulatina e informal, la constitucin consuetudinaria de la comunidad va adaptando sus propios rganos a las nuevas exigencias y tareas, sin por ello prescindir de su soberana.Un segundo problema no se puede resolver a nivel intralocal: Las instituciones gubernamentales de desarrollo en general no aceptan proyectos de titularidad comunal, puesto que la comunidad como tal carece de personera jurdica propia, lo cual - segn la interpretacin oficial - le impide fungir de gestor de proyectos. Por otra parte, sin embargo, las experiencias negativas que la prctica totalidad de pueblos purhpecha ha tenido con proyectos externos, fracasados, pero que s disponan siempre de formas jurdicas propias como sociedades cooperativas, asociaciones civiles y otras entidades jurdicamente establecidas, ha generado en todas las comunidades un fuerte rechazo hacia el uso de tales figuras jurdicas como titulares de "sus" proyectos:"Estamos hartos ya de tanto trmite legal, de tantos papeles... Que si Asociacin Civil, que si Sociedad Civil, que si Sociedad Limitada! Y ahora con Salinas se inventaron lo de la S.S.S. [Sociedad de Solidaridad Social]. Y para qu tantos papeles? Todo eso lo tienes que solicitar en Reforma Agraria, ante notario, con presidente, suplente, tesorero y vte a saber cuntos ms. Y luego, luego te ponen un cuate de su confianza de ellos, que no conoce del proyecto, pero que se lleva toda la lanita" (un comunero de Tacuro).Diversas instancias gubernamentales intentan apropiarse de los anteproyectos presentados por una comunidad, continuando su habitual prctica de crear desde fuera grupos locales leales al PRI para encauzar los fondos solicitados hacia estos grupos. Ello genera fuertes tensiones polticas tanto dentro de la comunidad como entre la comunidad y la agencia gubernamental. Algunos pueblos evitan este problema aceptando la creacin de formas jurdicas reconocidas legalmente - como empresas privadas o cooperativas -, pero sometindolas luego al control de los rganos comunales establecidos. No obstante, otras comunidades presionan a las instituciones gubernamentales polticamente hasta que stas cedan y reconozcan - hasta la fecha slo en casos excepcionales - a la comunidad misma como entidad titular del proyecto.4.La poltica de desarrollo de una organizacin tnico-regionalEn ambos casos, sin embargo, la comunidad se ve obligada a reforzar su posicin negociadora ante sus contrapartes a menudo gubernamentales, para poder realizar los proyectos tal y como fueron decididos y diseados a nivel comunal. Por ello, a partir de finales de los aos ochenta y comienzos de los noventa se observa un proceso de regionalizacin destinado a vencer el aislamiento poltico que padece cada una de las comunidades purhpecha y a establecer un nuevo nivel organizativo regional11.De la comunidad indgena a la regin tnicaEl punto de partida para el surgimiento de una representacin regional de los intereses de las comunidades purhpecha lo conforman las lites intelectuales locales, a las cuales sus respectivas asambleas comunales les haban encomendado la representacin externa de sus pueblos y sus proyectos. Maestros bilinges, ingenieros agrnomos y forestales as como promotores culturales de diferentes comunidades purhpecha comienzan a recuperar antiguos contactos dentro de sindicatos, partidos e instituciones para no tener que impulsar en la capital del estado o en la Ciudad de Mxico las demandas de sus comunidades de forma aislada y poco efectiva. A ellos se unen experimentadas autoridades locales que gracias a su gestin disfrutan de un reconocimiento y prestigio como lderes naturales que trasciende su mbito local. En base a la conclusin compartida por todos estos representantes de que los problemas de sus respectivas comunidades y por ello tambin sus anteproyectos son prcticamente idnticos, surge una red informal de relaciones al principio nicamente personales que luego desemboca en una coalicin de intereses comunes de distintas comunidades purhpecha: A lo largo de peridicas reuniones regionales confluyen las autoridades locales y sus representantes externos, exponen sus problemas y demandas y discuten posibles soluciones.Estas reuniones, celebradas de forma rotativa en diferentes comunidades, transcurren de forma muy diplomtica, pero no estn exentas de controversias de contenido. Sobre todo en la Meseta persisten antiguos conflictos de tierras que enfrentan a varias comunidades entre s y que son el resultado de ttulos coloniales de tierra llenos de detalles imprecisos y contradictorios sobre los linderos comunales (Mrquez Joaqun 1982). Mientras que los jvenes maestros y profesionistas intentan resaltar aquellos aspectos compartidos por toda la regin purhpecha, son sobre todo las autoridades mayores las que ostentan sus particularismos locales y sus diferencias con comunidades vecinas. En consecuencia, en esta primera fase las reuniones regionales se limitan a formular demandas comunes frente a instancias externas - burocracias gubernamentales, agencias de desarrollo y ONGs."Ireta P'orhecha / Nacin Purhpecha"El ao 1992 simboliza en tres sentidos distintos un "despertar tnico" que suscita nuevas solidaridades supralocales:-La "lucha por los ayuntamientos", desencadenada en las elecciones municipales de 1992 entre el partido oficialista PRI y la oposicin neocardenista PRD (Partido de la Revolucin Democrtica), surgida de una escisin dentro del PRI, amenaza con dividir una vez ms a comunidades enteras; adems, como las comunidades indgenas se inclinan mayoritariamente por el PRD, la campaa electoral profundiza las tensiones entre stas y sus cabeceras municipales, en su mayora ciudades mestizas y de orientacin poltica prista (Caldern Mlgara 1994).-A la subsecuente decepcin por los partidos polticos se une el debate suscitado ya antes de la "efemride colombina" en torno al carcter multitnico de Mxico y al derecho de sus pueblos indgenas a la "diferencia tnica y cultural". En la regin purhpecha son sobre todo los intelectuales reintegrados los que participan de forma activa en la formulacin de un nuevo discurso tnico-regional, destinado a superar el marcado sesgo localista que tradicionalmente caracteriza a la identidad de la mayora de los purhpecha (Nacin Purhpecha 1994b).-Mientras que este debate se limita a la misma intelectualidad purhpecha, el factor desencadenante de la movilizacin poltica de la poblacin local lo constituye una medida del presidente Salinas que desafa abiertamente al ncleo estructural de los pueblos purhpecha, poniendo en riesgo la existencia fsica y la misma supervivencia de la comunidad: la reforma del artculo 27 constitucional, que elimina - contra la resistencia de todas las organizaciones indgenas y campesinas independientes - el legado agrarista de la Revolucin Mexicana. Y puesto que dicha "contrarreforma" abre la posibilidad legal de privatizar no slo las tierras ejidales - de titularidad estatal, pero concedidas en usufructo a grupos de campesinos -, sino tambin las tierras comunales, todas las comunidades purhpecha se sienten amenazadas por el mismo Estado mexicano.La confluencia de estos tres factores desencadena un "despertar tnico" en toda la regin. Es precisamente la reforma del artculo 27 la que obliga a los ancianos y autoridades locales a superar los enfrentamientos intercomunales por linderos de tierras, ya que ahora lo que est en entredicho es la misma persistencia de la titularidad comunal de sus tierras. Y as, incluso antes de la entrada en vigor de la contrarreforma agraria de Salinas, los representantes externos de las comunidades convocan una asamblea regional purhpecha, misma en la que a finales de 1991 se fija una posicin comn para defender las tierras comunales:"Con fundamento en el derecho histrico que nos asiste, en el derecho de ejercer nuestra soberana y nuestra libre determinacin para decidir nuestro presente y nuestro futuro y con fundamento en que somos los legtimos herederos y dueos de estas tierras, nosotros, miembros y comunidades de la Nacin Purhpecha, hemos acordado emitir el siguiente DECRETO: Primero: Se desconocen las reformas al artculo 27 constitucional y las modificaciones posteriores que se realicen a la Constitucin de los Estados Unidos Mexicanos en los artculos y fracciones que benefician a las comunidades indgenas, a los trabajadores y al pueblo en general, tales como los artculos 3, 123 y 130 constitucionales. Segundo: Reivindicamos el carcter imprescriptible, inalienable e inembargable de las tierras comunales y ejidales y su concepcin como propiedad social. Tercero: Se expulsarn a todos los comuneros y ejidatarios que en lo personal vendan sus parcelas o tierras. Cuarto: Se desconocen a todos los lderes, dirigentes o autoridades que sin consultar con sus bases, firmaron la reforma al artculo 27 constitucional" (Nacin Purhpecha 1991:3).Una vez fijado por escrito, este Decreto de la Nacin Purhpecha es remitido por las respectivas autoridades locales a sus asambleas comunales, que las ratifican y las hacen firmar por los representantes de bienes comunales y jefes de tenencia de prcticamente todos los pueblos purhpecha. Desde entonces, la firma sucesiva de dicho "decreto" es considerada como el acto fundacional de una nueva organizacin tnico-regional, denominada Ireta P'orhecha / Nacin Purhpecha. Esta surge de una coalicin informal de comunidades que se autodeclaran soberanas ante un Estado que pretende privarlas de sus elementales derechos consuetudinarios. Dicha soberana comunal queda por encima de las competencias de la organizacin regional, que hasta la fecha se considera una mera alianza intercomunal y que por lo tanto renuncia a crear rganos centralizados ms all de la asamblea regional de representantes comunales:"Nacin Purhpecha no tiene dirigencia, Nacin Purhpecha tiende a romper las estructuras occidentales, a romper con la situacin de dirigencia. Nacin Purhpecha nace de las bases, nace de las necesidades de las mismas comunidades. Y los problemas se atacan en base a comisiones que surgen dentro de las mismas reuniones que tiene Nacin Purhpecha en cada una de las comunidades" (miembro de la comisin de educacin de Nacin Purhpecha).Segn se considere necesario, cada semana o cada quince das se celebra una asamblea regional en alguna comunidad purhpecha. En este evento, que casi siempre dura un da entero, el pueblo anfitrin preside la sesin, que se realiza en la plaza o - en tiempos de lluvias - en la sala comunal o en la escuela primaria. Una vez concluido el acto en s, al atardecer todos los representantes comunales son invitados a una comida ceremonial en cuyo transcurso se renen las comisiones recin nombradas en asamblea para repartir tareas y coordinar actividades. Estas comisiones, compuestas de forma equitativa por maestros y/o profesionistas procedentes de cada una de las subregiones purhpecha, se ocupan de aquellas tareas que requieren de cierta especializacin y de un seguimiento continuo. Aparte de comisiones encargadas de elaborar proyectos de desarrollo, de mantener el contacto con determinadas instancias gubernamentales, de planear y coordinar acciones de protesta y de realizar actividades de informacin y difusin - por ejemplo, mediante la edicin de un boletn bilinge llamado Juchari Uinapikua / Nuestra Fuerza -, paulatinamente surgen nuevas comisiones a las que se les asignan las delicadas tareas de mediar en conflictos de linderos entre dos comunidades o de menguar tensiones intralocales. Los resultados obtenidos por cada una de estas comisiones luego son presentados y juzgados en la prxima asamblea regional; si una persona comisionada no desempea satisfactoriamente sus tareas encomendadas, puede ser sustituida por otra; pero en general todas las comisiones tienden a trabajar de forma continua y permanente.La forma rotativa y descentralizada de organizacin tiene como un objetivo impedir que surjan jerarquas y cuadros que luego pudieran ser cooptadas o reprimidas por parte del gobierno, como ha sido usual con otras organizaciones indgenas y campesinas independientes. Como un segundo objetivo, esta forma de organizacin contribuye a generar y a fortalecer una identidad purhpecha que trascienda los lmites e identidades comunales:"Una de las [actividades] ms importantes es la de las relaciones entre las mismas comunidades, como pueblos purhpechas, ya que los partidos polticos, las mismas religiones han dividido a nuestras comunidades, han dividido gravemente. Y como pueblo purhpecha queremos nuevamente buscar la unidad, rompiendo tambin y no aceptando ms los partidos polticos. Nacin Purhpecha tiene ese compromiso, de dar la lucha como pueblos, no como partidos, ni menos como religiones" (un comunero y maestro de Paracho).La organizacin regional, que al igual que las comunidades miembros de la misma carece de estatus jurdico reconocido, despliega sus actividades cotidianas en dos principales mbitos de trabajo: Respondiendo a su causa de origen inicial, sigue dedicndose a reunir a nivel regional las demandas locales y puntuales de las comunidades purhpecha - la ampliacin de una escuela primaria, la perforacin de un pozo de agua, la extensin de la red de electricidad, el reconocimiento de linderos comunales etc. -, para as presentarlas ante las instancias competentes como catlogo conjunto de reivindicaciones. La ventaja consiste en que ante la usual falta de respuesta oficial no tiene que reaccionar una comunidad en concreto, sino la asamblea regional en su totalidad, cuyas medidas de presin son muy variadas y abarcan desde las visitas masificadas a las oficinas gubernamentales, pasando por conferencias de prensa y manifestaciones multitudinarias hasta bloqueos de carreteras o de dependencias oficiales. Con esta prctica, sobre todo los jvenes maestros han logrado inculcarles a sus vecinos comuneros un conocimiento explcito de sus derechos y deberes que como ciudadanos tienen ante "su" Estado: en vez de pedir "ayudas" gubernamentales como si fueran limosnas se reivindican derechos; los "pobres indios" se han convertido en ciudadanos conscientes y dispuestos a luchar por el cumplimiento de sus mnimas demandas legtimas.Adems de solicitar de forma conjunta medidas gubernamentales de desarrollo, que casi siempre se limitan a la dotacin bsica de infraestructuras locales, ltimamente va surgiendo un segundo mbito de trabajo. Dado que muchas instituciones gubernamentales se retiran por completo del desarrollo rural o limitan sus actuaciones a ofrecer recursos financieros sin ejecutar ya proyecto alguno, Nacin Purhpecha se ve obligada a complementar sus solicitudes y demandas con anteproyectos completos y a buscar fuentes alternativas de financiamiento. Este es otro mbito en el que cada vez ms comunidades transfieren la gestin de sus proyectos a la organizacin regional y a sus comisiones especializadas, para as poder aprovechar las experiencias y los conocimientos adquiridos por otras comunidades. De esta forma, aparte de la comunidad purhpecha, la organizacin regional aparece como un adicional sujeto de desarrollo autogestionado."Nuriuan": desarrollo regional integral y autogestionadoDespus de varios encuentros dedicados a analizar las experiencias obtenidas con anteriores proyectos educativos, hace tres aos la organizacin regional inicia con la Casa del Estudiante Purhpecha "Nuriuan" su primer proyecto, la creacin de una escuela productiva multisectorial que se propone superar una gama de errores estructurales que han hecho fracasar tantos anteriores proyectos educativos (APIBAC-Nacin Purhpecha 1993):-la usual divisin entre fomento educativo y fomento econmico, una prctica contradictoria a las necesidades cotidianas de la poblacin local que - por falta de las correspondientes oportunidades de empleo - nicamente provoca un nocivo brain drain hacia fuera de la regin;-la marginacin que la tradicional formacin profesional informal de las familias campesinas sufre dentro de la formacin escolar y la subsecuente separacin del conocimiento en teora escolar abstracta y prctica domstica concreta;-el error de no involucrar a la generacin de los mayores en la enseanza escolar, lo cual contribuye a una permanente competencia entre la escuela y la familia y/o comunidad como agentes enculturadores, generando as tensiones entre maestros jvenes y autoridades locales mayores;-la limitacin de los proyectos a un slo pueblo o incluso a slo una parte de la poblacin local, con lo cual se desencadenan o profundizan tensiones entre las comunidades.Dado que en la regin purhpecha - como tambin en otras zonas indgenas de Mxico - la infraestructura escolar se limita al nivel de educacin primaria, de tipo monolinge castellano en algunos casos, bilinge en otros (Reyes Rocha/MIaja Isaac/Torres Corts 1991), ya a inicios de los aos ochenta una primera coalicin de comunidades de la Meseta haba logrado obligar a la Secretara de Educacin Pblica a establecer una pionera escuela secundaria en el pueblo de Nuro, ubicado en el centro de la Meseta. Sin embargo, el compromiso inicial del gobierno de complementar dicha escuela mediante un internado y de convertirla paulatinamente en una escuela bilinge nunca se realiza. Es por ello que Nacin Purhpecha retoma la escuela para ampliarla y transformarla en una escuela productiva regional y autogestionada que tras una financiacin inicial logre su independencia econmica. Despus de acudir a mltiples instancias gubernamentales y no-gubernamentales de desarrollo a nivel tanto nacional como internacional, la organizacin gracias a un apoyo de una ONG italiana logra construir un internado para 400 alumnos y alumnas y crear los primeros talleres de formacin profesional.Una vez concluido el internado, actualmente est previsto ampliar la escuela, que por ahora est funcionando nicamente con alumnos de Nuro, para convertirla en internado regional, sin con ello perder su estatus pblico. Las materias "acadmicas" previstas en los planes curriculares oficiales son complementadas por cursos vespertinos desarrollados en talleres culturales y productivos, de los cuales los primeros ya han iniciado su labor de formacin:-En los talleres culturales, impartidos en lengua purh, maestros junto con ancianos de diferentes comunidades transmitirn sus conocimientos tradicionales sobre historia local y regional, artes plsticas, msica, danza y otras tradiciones orales as como medicina y herbolaria; actualmente, slo se est impartiendo un taller de lengua purh, para alfabetizar a posteriori a los alumnos en su lengua materna.-Los talleres productivos, tambin ofrecidos de manera conjunta por maestros y "expertos" locales, hoy por hoy abarcan agricultura, horticultura, ganadera, apicultura, carpintera as como conservacin y transformacin de alimentos; en un futuro sern complementados por un vivero y por talleres con otras artesanas de la regin.Mientras que las cosechas obtenidas gracias a los talleres agrcola, hortcola y ganadero por ahora nicamente cubren la alimentacin de los alumnos y maestros, a largo plazo la comercializacin de los productos elaborados en los diversos talleres deber proporcionarle a la escuela una paulatina independencia econmica tanto frente a la Secretara de Educacin como frente a la ONG. Aunque la Secretara en un inicio haba rechazado rotundamente tanto el proyecto de internado como sobre todo la introduccin de clases bilinges a nivel secundaria, despus del compromiso "privado" de una ONG extranjera y de la consecuente fama obtenida as por Nacin Purhpecha en la regin entera, ha tenido que modificar su postura y por su parte le ha "regalado" al proyecto Nuriuan un amplio complejo polideportivo.La coordinacin y administracin de la escuela-internado y de sus talleres corren a cargo de una comisin permanente designada por la organizacin regional y compuesta por representantes de Nuro y de otras comunidades tanto de la Meseta como de la Caada y del Lago de Ptzcuaro. Esta comisin controla y asesora al director de la escuela secundaria, quin es el encargado de ejecutar las medidas concretas del proyecto. Como figura jurdica, nominalmente se recurri a la seccin purhpecha de la otrora asociacin de maestros bilinges APIBAC, cuya comisin de proyectos coincide personalmente con la comisin designada a tales efectos por Nacin Purhpecha (APIBAC-Nacin Purhpecha 1993).Con este Proyecto Nuriuan, la organizacin purhpecha persigue una finalidad regional en dos sentidos: Por un lado, el proceso de "redescubrimiento", recuperacin y adaptacin de formas tradicionales de produccin por parte de los talleres est destinado a arraigar a los alumnos y alumnas en la regin, proporcionndoles una formacin adecuada al medio local y evitando as su emigracin hacia los ncleos metropolitanos. Y, por otro lado, el hecho de compartir tanto el mismo internado como los mismos talleres culturales bilinges tiene por objetivo incentivar en la generacin de los jvenes una identidad regional que supere antiguos conflictos y que cree una conciencia acerca de las caractersticas tnico-regionales comunes:"Se proponen los siguientes Objetivos: a) Orientar la educacin hacia una capacitacin para el trabajo de acuerdo con los recursos naturales que genere el propio desarrollo econmico, poltico, social y cultural de las nacionalidades indias, asegurando su participacin en el desarrollo de Mxico. b) Deber propiciar la revaloracin cultural y tender a reforzar su identidad tnica a fin de favorecer el desarrollo integral de la personalidad de los jvenes purhpechas. c) Favorecer el arraigo y el fortalecimiento tnico, al ofrecer a los jvenes purhpechas servicios educativos acordes con sus intereses y en su ambiente natural y sociocultural" (APIBAC-Nacin Purhpecha 1993:6).Dado que una escuela de estas caractersticas no puede existir de forma aislada, la misma comisin promotora del Proyecto Nuriuan hace poco lo ha ampliado con otro proyecto, destinado a complementar la escuela productiva con una escuela politcnica superior. Como smbolo de paz entre las comunidades anteriormente enfrentadas por conflictos de linderos, este Instituto Tecnolgico Agropecuario Purhpecha (ITAP) se establecer en la superficie disputada de forma armada hasta hace poco entre las comunidades de Nuro, Cocucho, San Felipe y Pomacuarn. Para dar fin a los aos e incluso siglos de enfrentamientos violentos, estos pueblos han entregado dichas tierras a su organizacin regional con la condicin de que su usufructo sea de provecho para todas las comunidades de la regin. Este instituto agropecuario ofrecer a los egresados de la escuela secundaria la posibilidad de cursar unos estudios superiores de breve duracin, que se subdividen en un primer tronco comn, equivalente al bachillerato, y una segunda parte, en la que se especializan en silvicultura, ganadera o agricultura. Aparte de esta labor de formacin profesional, el ITAP se dedicar a la investigacin de formas alternativas de produccin, adaptadas a la ecologa y economa regionales, conocimientos que a su vez sern aplicados mediante proyectos de desarrollo regional (Torres Corts 1994, Nacin Purhpecha 1994a).Despus de un inicial rechazo gubernamental y de las subsecuentes movilizaciones posteriores, la Secretara de Educacin Pblica encarga un estudio de la demanda educativa en la regin, cuyas conclusiones resaltan el potencial cuantitativo de posibles beneficiarios entre los jvenes purhpecha as como el efecto antimigratorio que se obtendra mediante una descentralizacin de la educacin superior (Piar Alvarez & Dietz 1993). Aunque por ltimo es el mismo gobernador de Michoacn quien da el visto bueno al proyecto, todava no se ha alcanzado un compromiso en cuanto a la titularidad y el funcionamiento del futuro instituto. Mientras que la Secretara insiste en integrar el ITAP en la jerarqua oficial del sistema educativo mexicano, Nacin Purhpecha slo est dispuesta a aceptar este sometimiento si a la vez se admiten dos rganos independientes de control dotados con el derecho de vetar decisiones de la burocracia educativa: por una parte, el Patronato Pro-Construccin del ITAP, surgido de la correspondiente comisin educativa de la organizacin regional y por ello en su gran mayora compuesto de maestros bilinges, y por otra parte, un Consejo de Comunidades constituido por representantes de todos los pueblos purhpecha de la regin (Torres Corts 1994). Despus de las elecciones estatales celebradas en Michoacn en noviembre de 1995, el nuevo gobernador an no ha retomado el compromiso de su antecesor.La autonoma regional, entre los proyectos y la polticaEstos primeros proyectos regionales, autogestionados de forma conjunta por diferentes comunidades purhpecha, - aparte de los evidentes beneficios prcticos que generan para las comunidades participantes - poseen una gran importancia en el mbito de la poltica regional. En el momento en que Nacin Purhpecha ya no se limita nicamente a articular demandas locales especficas frente al Estado, sino que toma la iniciativa en materia de desarrollo e implementa proyectos propios y ajenos a los canales oficiales, la coalicin de comunidades se convierte en un novedoso factor poltico en el estado. El gobierno de Michoacn intenta contrarrestar este poder potencial; ante sus posibilidades cada vez ms limitadas de protagonizar el desarrollo rural en la regin purhpecha, el Estado se resigna a tolerar los proyectos autoiniciados y autogestionados, pero a la vez le detenta a la organizacin regional independiente que impulsa estos proyectos su reconocimiento como interlocutor oficial del gobierno. En vez de transferir los recursos pblicos hacia la coalicin de comunidades como entidad solicitante o a las autoridades locales del proyecto especfico, estos recursos dentro de las comunidades se canalizan conscientemente para fortalecer las minoritarias facciones, comits de partido, asociaciones y grupsculos an leales al gobierno. Con ello se pretende desanimar a la poblacin local a partipicar en la organizacin regional:"Siguen visitando funcionarios a nuestras comunidades, pero nosotros sto lo estamos viendo en el sentido de que ellos prcticamente quieren aislar a nuestra organizacin, la Nacin Purhpecha. Ellos van como el pap que, bueno, l tiene la solucin y va a dar la respuesta a nuestras peticiones. Entonces, la situacin es la siguiente: Que mientras que la organizacin de la Nacin Purhpecha presenta en paquete las demandas de las comunidades, s ha habido respuesta por parte del Gobierno del Estado, pero una respuesta aislada, con el propsito de no dar crdito a la organizacin de la Nacin Purhpecha. Inclusive se acercan funcionarios del Gobierno del Estado a grupos en las comunidades indgenas, pero que son simpatizantes del partido oficial, y a ellos les entregan una serie de recursos. Y entonces marginan a los grupos que estn participando con la Nacin Purhpecha. Se trata de desacreditar la labor que viene haciendo Nacin Purhpecha. Porque en todo caso se induce a que la gente piense, bueno, de que si participa con Nacin Purhpecha no va a conseguir nada, si? Por eso se estn otorgando los recursos, por esas vas, por esos caminos" (miembro de la comisin de prensa de Nacin Purhpecha).Para disminuir esta dependencia de las comunidades de los recursos gubernamentales tan evidentemente condicionados con tintes partidistas, a largo plazo se prev crear en base a las asambleas regionales peridicas una instancia regional independiente, pero reconocida oficialmente. Este nuevo rgano de autogobierno de las comunidades purhpecha, que se ubicara por encima del nivel municipal y por debajo del estatal, se encargara de gestionar todas las medidas de desarrollo planeadas por las distintas instancias, para as coordinarlas entre las comunidades y municipios afectados. Para financiar este tipo de medidas est previsto crear un fondo de desarrollo regional, autoadministrado por los representantes de las comunidades, que se surtira de los recursos aportados tanto por las ONGs y donaciones de particulares como por los organismos internacionales e instituciones gubernamentales mexicanas que vienen realizando proyectos de desarrollo en la regin purhpecha12.A lo largo del debate alrededor de la privatizacin de las tierras comunales y ejidales en 1992 han ido surgiendo en distintas regiones indgenas de Mxico iniciativas de autogobierno de esta ndole, planteadas por las diferentes coaliciones de comunidades que iban formndose desde entonces. Sin embargo, el peso poltico del que actualmente dispone la reivindicacin de una autonoma territorial la adquiere apenas en 1994 gracias al levantamiento armado del Ejrcito Zapatista de Liberacin Nacional (EZLN) y a la subsecuente inauguracin de las primeras "regiones autnomas" en la zona controlada por el EZLN en Chiapas (Consejo Guerrerense 500 Aos de Resistencia Indgena et al. 1995). Como recalcan repetidas veces tanto Nacin Purhpecha como tambin otras organizaciones tnico-regionales, la autonoma regional que se reivindica no implica una segregacin territorial, sino que conllevara una descentralizacin efectiva y una participacin ms intensa de la poblacin indgena:"Es importante para nosotros la autonoma regional, porque sto nos dara libertad para implementar nuestro propio desarrollo. Nos dara oportunidad de poder legislar y, dentro del marco constitucional, poder tener una participacin ms amplia. Pero el gobierno, cuando se le habla de autonoma, piensa que es segregarnos, o teme que pase un separatismo, como lo que pas en Rusia o lo que pas en Yugoslavia. Pero la autonoma que nosotros pedimos no tiende a eso, sino ms bien a que se nos haga tener ms justicia social, y que seamos nosotros mismos quienes definamos nuestros propios proyectos, nuestras propias alternativas, y que no se nos sigan imponiendo proyectos que nada benefician a nuestras comunidades" (miembro de la comisin de educacin de Nacin Purhpecha).Este objetivo coincide con la opinin a menudo expresada en diversas asambleas comunales y regionales, segn la cual una futura autonoma regional no deber eximir al Estado de sus responsabilidades en materia de desarrollo. La propuesta formulada por una minora de jvenes purhpecha de prescindir de todo tipo de negociaciones con el Estado y de dirigirse nicamente a ONGs independientes ha sido rechazada repetidas veces: Proyectos regionales tales como Nuriuan y el Instituto Agropecuario Purhpecha debern ser iniciados, formulados y ejecutados por las mismas comunidades, pero no se ubicarn al margen del sistema educativo pblico ni se dejarn en manos de entidades "privadas".5.Perspectivas de un desarrollo autogestionadoLos proyectos presentados aqu, que son autogestionados tanto por comunidades como Santa F y Parangaricutiro a nivel local como por Nacin Purhpecha a nivel regional, no pueden ser valorados de forma aislada, sin tener en cuenta el contexto poltico del debate nacional e internacional acerca del estatus de la comunidad indgena y de la autonoma regional. De la misma forma de la que las comunidades purhpecha no exigen una soberana local novedosa, sino nicamente el reconocimiento oficial por parte del Estado mexicano de una prctica consuetudinaria de facto existente desde hace siglos, el objetivo ltimo de los proyectos regionales de la coalicin de comunidades consiste a largo plazo en ir creando dentro de la misma regin las bases econmicas, ecolgicas, sociales y polticas de un desarrollo regional autodeterminado, para luego, en un segundo paso, reivindicar su reconocimiento oficial como una autonoma regional ya ejercida en la prctica.Aun cuando una evaluacin econmica y ecolgica de estas medidas autoiniciadas de desarrollo pareciera prematura, su impacto social y poltico ya es evidente. La "alianza de intereses" entre la lite intelectual indgena reintegrada, por un lado, y las autoridades locales tradicionales, marginadas por el indigenismo, por otro lado, ha conseguido refuncionalizar y revitalizar las comunidades as como superar en muchos casos sus polarizaciones y divisiones internas. Muchos de los comuneros despolitizados por el paternalismo gubernamental regresan a las asambleas comunales, retoman cargos locales y se comprometen con el desarrollo econmico y social de su comunidad. Gracias a proyectos no slo autodiseados, sino tambin autoejecutados, la comunidad purhpecha emerge como un nuevo sujeto de desarrollo, contribuyendo a la vez de forma decisiva a la democratizacin del Mxico rural, an tan marcado por el caciquismo, el clientelismo y las estructuras autoritarias del verticalismo poltico: Cunto ms participa la poblacin local en sus propios asuntos polticos, ms poder e influencia se le resta a los caciques, intermediarios y dems representantes del aparato gubernamental y partidista, que hasta ahora haban disfrutado de un monopolio absoluto fungiendo de bisagra exclusiva entre la regin indgena y el Estado ausente.La reciente transicin de proyectos locales a regionales de desarrollo autogestionado puede constituir un punto de partida para superar el histrico aislamiento de la comunidad indgena y para generar innovadoras instancias de poltica y desarrollo regionales. La ardua labor econmica y poltica que en materia de desarrollo regional viene realizando - a travs de sus primeros proyectos-piloto as como de sus tenaces negociaciones con instancias gubernamentales - una organizacin como Nacin Purhpecha consigue una doble integracin: Por una parte, con la reduccin de viejos conflictos intercomunales y la consciente promocin de una identidad regional que supere los particularismos locales y que sea extensible tambin a los no-purhpecha residentes en la regin, se logra integrar a la poblacin rural a nivel regional. Y por otra parte, las actividades polticas de la coalicin de comunidades, su exigencia del cumplimiento de las responsabilidades del Estado frente a los ciudadanos indgenas y su lucha por obtener rganos de autogobierno regional fomentan la participacin de los purhpecha a nivel nacional. Es por ello que paradjicamente una organizacin tnico-regional independiente podr conseguir - gracias a su empeo por una federalizacin y democratizacin efectivas de Mxico - algo que el indigenismo gubernamental an no ha logrado despus de medio siglo de desarrollo exgeno: una participacin e integracin equitativas de las comunidades indgenas y de su poblacin en la sociedad, economa y poltica nacionales.

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Lista de abreviacionesAPIBACAlianza de Profesionales Indgenas Bilinges, A.C.CNCConfederacin Nacional CampesinaCNPIConsejo Nacional de Pueblos IndgenasEZLNEjrcito Zapatista de Liberacin NacionalINIInstituto Nacional IndigenistaITAPInstituto Tecnolgico Agropecuario PurhpechaONGOrganizacin No-GubernamentalPRDPartido de la Revolucin DemocrticaPRIPartido Revolucionario InstitucionalPRONASOLPrograma Nacional de SolidaridadTLCTratado de Libre ComercioUCEZUnin de Comuneros Emiliano Zapata

Mapa 1:Ubicacin de la regin purhpecha dentro de Mxico(modificado de Alvar 1994:28-29)

Mapa 2:Las comunidades purhpecha(modificado de Engelbrecht 1986: s.p.)

De la autogestin comunitaria a la autonoma regional:El movimiento purhpecha en Mxico- Gunther Dietz -ResumenEn esta contribucin se analiza el surgimiento de organizaciones indgenas como nuevos actores polticos que paulatinamente tambin se convierten en novedosos sujetos de un desarrollo autogestionado. Tomando como ejemplo la regin purhpecha del occidente de Mxico, y despus de un breve repaso de los proyectos exgenos de desarrollo realizados por el indigenismo mexicano y de sus consecuencias, se estudia el proceso de refuncionalizacin y revitalizacin de la comunidad indgena. Esta es impulsada por una emergente "lite intelectual" de jvenes maestros bilinges que rompen con las instituciones indigenistas y sereintegran en sus pueblos de origen. En este contexto, y ante el fracaso de los proyectos paternalistas y la retirada del Estado neoliberal, la comunidad purhpecha se convierte en sujeto de desarrollo: con ejemplos de los pueblos de Santa F y Parangaricutiro se ilustra cmo los proyectos ahora son diseaados e implementados desde la propia asamblea comunal y las autoridades locales. Actualmente se percibe una ampliacin de estos proyectos autogestionados del mbito comunitario hacia un nivel regional. Una "coalicin" de comunidades purhpecha comienza a complementar su reivindicacin poltica de una autonoma territorial con proyectos integrales, destinados a fortalecer las bases econmicas y ecolgicas de la regin y a impulsar una identidad tnico-regional que supere el aislamiento localista de las comunidades. Este proceso recin iniciado aporta nuevas perspectivas para la democratizacin del Mxico rural y para la "ciudadanizacin" de sus habitantes.

Cuestionario para Autores- Nombre y apellidos del autor:Gunther Dietz- Taller en el que participa:12- Coordinador del taller:Antonio Colomer- Nmero de discos que ocupa el texto:1- Procesador de textos utilizado:MS Word for DOS 5.0- Cinco palabras clave para indexar el texto:Desarrollo autogestionadomovimientos indgenasregionalismoindigenismoMxico- Nmero de pginas:34 (incl. bibl.)- Tamao de la pgina:29,7 x 21 cm- Lneas por pgina:ca. 37- Utiliza colores en el texto?no- Nmero de fotos en color:0- Nmero de fotos en blanco y negro:0- Si el texto tiene figuras o fotos, indicar su formato (papel o electrnico):20x20 cm (= mapa 1)25x20 cm (= mapa 2)- Nmero de figuras y grficas:2 (= mapas)- Tienen todas las figuras, fotos y tablas llamadas en el libro?s- Nmero de tablas:0- Estn las tablas hechas con el sistema de tablas del procesador de textos?-- Los textos a pie de tabla estn en el texto?-- Los textos a pie de figura estn en el texto?s- Nmero de notas a pie del libro:12- Estn las notas a pie generadas con el sistema de notas del procesador?s- Utiliza smbolos especiales?no