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CURSO DE ANIMACIÓN BIBLICA – 2015 1.- LA REVELACIÓN "La palabra Revelación se deriva del latín revelare, que al mismo tiempo corresponde al griego apokalyptein. Ambos significan, etimológicamente, "remover el velo" (velum - kalymna) pero gracias al doble sentido presente en el prefijo re (apo), que es tanto repetición como remoción, pueden significar también " velar nuevamente". ES MANIFESTACION PERSONAL ( no sólo de verdades) La naturaleza de la revelación (apokalypteo) es quitar el velo. Es la manifestación amorosa que Dios hace de sí mismo y de su misterio en orden a nuestra salvación. Dios rompe su silencio y se hace cercano, aunque siga siendo un misterio. El OBJETO de la revelación es Dios mismo, su palabra encarnada, Jesús: en él se nos muestra quién es Dios y cuál es su proyecto para nosotros. La FINALIDAD de la revelación no es el conocimiento, sino la salvación, la participación de la misma vida de Dios. Dios no da mensajes intemporales a destinatarios anónimos, sino que dirige personalmente su palabra a un interlocutor situado en una cultura e historia vivas: Abraham, Moisés, Josué, Samuel, David etc. A la luz de la historia del Pueblo de Israel vemos el constante darse a conocer de Dios que toma la iniciativa y actúa salvando. El evento de la Revelación es indisociable de esta intervención divina, pues la constituye y la transmite a todas las generaciones LA REVELACIÓN COMO PALABRA , ENCUENTRO Y PRESENCIA 1

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CURSO DE ANIMACIÓN BIBLICA – 2015

1.- LA REVELACIÓN

"La palabra Revelación se deriva del latín revelare, que al mismo tiempocorresponde al griego apokalyptein. Ambos significan, etimológicamente, "removerel velo" (velum - kalymna) pero gracias al doble sentido presente en elprefijo re (apo), que es tanto repetición como remoción, pueden significar también"velar nuevamente".

ES MANIFESTACION PERSONAL ( no sólo de verdades)La naturaleza de la revelación (apokalypteo) es quitar el velo. Es la manifestaciónamorosa que Dios hace de sí mismo y de su misterio en orden a nuestrasalvación. Dios rompe su silencio y se hace cercano, aunque siga siendo unmisterio.

El OBJETO de la revelación es Dios mismo, su palabra encarnada, Jesús: enél se nos muestra quién es Dios y cuál es su proyecto para nosotros.La FINALIDAD de la revelación no es el conocimiento, sino la salvación, laparticipación de la misma vida de Dios.

Dios no da mensajes intemporales a destinatarios anónimos, sino que dirigepersonalmente su palabra a un interlocutor situado en una cultura e historiavivas: Abraham, Moisés, Josué, Samuel, David etc. A la luz de la historia delPueblo de Israel vemos el constante darse a conocer de Dios que toma la iniciativay actúa salvando. El evento de la Revelación es indisociable de esta intervencióndivina, pues la constituye y la transmite a todas las generaciones

LA REVELACIÓN COMO PALABRA , ENCUENTRO Y PRESENCIA

En el Nuevo Testamento la comunicación de Dios como punto central de laRevelación se cumple plenamente en Jesucristo, como "Logos encarnado" (Jn 1,14),Palabra de Dios (Jn 1; Ap 19,13) por excelencia, que no solo revela sino que esautocomunicación personal de Dios en Jesucristo por el Espíritu

"De hecho la Palabra marca el inicio y el término de la Biblia. En efecto, lahistoria de la Palabra se inició en la mañana de la creación cuando por sieteveces se afirma: "Dios dijo..." (Gn 1,3.6.9.11.14.20.24), y es en la Palabra hechahombre que llega a la plenitud de su significado con Jesucristo "la Palabra (que)se hizo hombre..." (Jn 1,14), ya que "Dios había hablado a los padres, peroahora nos ha hablado en la persona del Hijo" (Heb 1,ls.), que por esto "su nombrees Palabra de Dios" (Ap 19,13)."28

PUEDE SER:

1.- INFORMATIVA: es una función objetiva en la que se usa la tercera persona.

2.- EXPRESIVA: se maneja en relación con el interior del ser humano, seexpresa la interioridad, los sentimientos

3.- INTERPELATIVA: nos pone en relación con los demás porque apelamosal interlocutor provocando su respuesta

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A partir de estas funciones podemos tipificar el concepto bíblico de Revelación en clave de síntesis a través de las tres dimensiones que pueden englobar todos los aspectos que surgen en la Biblia:1.- Dimensión dinámica: revelando, Dios actúa: por la cual crea y actúa realizandosignos "milagrosos" en el cosmos y en la historia personal y colectiva del pueblo de Dios;2.- Dimensión noética: revelando, Dios enseña: por la cual revela y enseña, desde la ley, la profecía y la sabiduría hasta las bienaventuranzas y el Reino de Dios;3.- Dimensión personal: revelando, Dios se autocomunica: por la cual progresivamentese autocomunica de una manera total en Jesucristo, "palabra de Dios" (cf. Jn 1; Ap 19,13: "su nombre es palabra de Dios")."30

La palabra posee la triple dimensión : de autoexpresión, testimonio y encuentro.

- PALABRA COMO AUTOEXPRESIÓN: así como la palabra humana intenta ser la expresión total de la propia verdad, la palabra divina es perfecta manifestaciónde la verdad del Padre en el Hijo en el seno de la Trinidad. Ésta palabra se expresa hacia afuera con la Encarnación de Jesucristo.

- PALABRA COMO ENCUENTRO: la palabra pronunciada exige la respectividad dada en la relación y en el encuentro interpersonal con un tú.Requiere la reciprocidad que se encuentra en una relación constituida por dos personas libres. Ésta relación interpersonal reclama también intimidad entre las personas que se encuentran. Se trata, por lo tanto, de una verdadera relación que partiendo del intercambio subjetivo entre el yo y el tú, desemboca en un nosotros fecundo, que puede ser constatado en el diálogo, la amistad y el amor humano, como formas más exquisitas de este encuentro interpersonal.

En el documento conciliar Dei Verbum del Concilio Vaticano II, el Magisteriode la Iglesia habla de la revelación como palabra amical de Dios, que conllevaesta dimensión de encuentro. El documento afirma: "En esta Revelación, Diosinvisible (cfr. Col 1,15; 1 Tim 1,17) movido de amor, habla a los hombres comoamigos (cfr. Ex 33,11; Jn 15,14-15), trata con ellos (cfr. Bar 3,38) para invitarlosy admitirlos a la comunión con él." (DV 2)

- PALABRA COMO PRESENCIA: la palabra humana interpela la confianzadel oyente, solicita su adhesión personal al testimonio que le ha sido confiado.Así también Jesús solicita nuestra adhesión a su testimonio, pues Él esel testigo de la verdad en el seno del Padre. Jesús es la verdadera presenciade Dios con los hombres, es el "Emmanuel" (Dios con nosotros), que seimpone por ella misma e ilumina, interpelando a su entorno.

H. DE LUBAC comenta así este texto conciliar: "Jesús de Nazaret realiza, en sentido absoluto, la Presencia de Dios entre nosotros, una presencia personal, Presencia plena: la que prefiguraban a manera de esbozos simbólicos la presencia de Dios en el Tabernáculo o en el Templo de la Antigua Alianza y el reinado de la Sabiduría en Israel a través de la ley mosaica. Pero esa Presencia encarnada, esa Presencia -esa Schekinah de la fe judía- es, al mismo tiempo, plena y totalmente humana.

Jesucristo: mediador y plenitud de la toda la revelaciónLa larga historia apenas bosquejada en los párrafos anteriores es la preparaciónpara la llegada del Hijo de Dios al mundo. Este acontecimiento central y

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decisivo que marca en el calendario un "antes" y un "después" de Cristo, constituyela cima de la revelación de Dios.El Concilio Vaticano II sintetizó magníficamente esta cumbre que alcanza larevelación divina con la entrada del Hijo de Dios en la historia: "Dios habló anuestros padres en distintas ocasiones y de muchas maneras por los profetas.Ahora, en esta etapa final nos ha hablado por el Hijo (Heb 1,1-2). Pues envió asu Hijo, la Palabra eterna, que alumbra a todo hombre, para que habitara entrelos hombres y les contara la intimidad de Dios (cfr. Jn 1,1-18). Jesucristo, Palabrahecha carne, "hombre enviado a los hombres" habla las palabra de Dios(Jn 3,34) y realiza la obra de la salvación que el Padre le encargó (cfr. Jn 5,36;17,4). Por eso, quien ve a Jesucristo, ve al Padre (cfr. Jn 14,9); pues El, con supresencia y manifestación, con sus palabras y obras, signos y milagros, sobretodo con su muerte y gloriosa resurrección, con el envío del Espíritu de la verdad,lleva a plenitud toda la revelación y la confirma con testimonio divino; asaber, que Dios está con nosotros para librarnos de las tinieblas del pecado y lamuerte y para hacernos resucitar a una vida eterna.

el teólogo BERNARD SESBOÜÉ

comenta que: "Jesús revela pues a Dios y su designio para los hombres por supresencia y manifestación, "con sus palabras y sus obras", a lo largo de toda suvida. Es su misma persona lo más importante; el cristianismo no es una enseñanzani un programa: es alguien. Es el peso concreto de la existencia y delcomportamiento de Jesús lo que cuenta ante todo. Es la coherencia sin fisurasentre lo que dice, lo que hace y lo que es, lo que le da su autoridad única. Es sumanera de vivir y de morir la que nos dice que es Dios, y en qué consiste serDios. En él Dios es para nosotros ya un rostro.Las palabras de Jesús son la predicación del Reino, son las parábolas y laspalabras sobre el misterio de Dios y de la salvación. Sus obras son sus grandesiniciativas de perdón a los pecadores, es la invitación a comer con ellos, son lossignos que acompañan a sus actos y, sobre todo, su muerte y su resurrección.Porque a su manera de vivir corresponde su manera de morir, que suscita la fe enel centurión. La resurrección, en fin, es el sello divino en todo este itinerario."63

RESUMEN DEL CATECISMO

 43 68   Por amor, Dios se ha revelado y se ha entregado al hombre. De este modo da una respuesta definitiva y sobreabundante a las cuestiones que el hombre se plantea sobre el sentido y la finalidad de su vida.

 44 69   Dios se ha revelado al hombre comunicándole gradualmente su propio Misterio mediante obras y palabras.

 45 70   Más allá del testimonio que Dios da de sí mismo en las cosas creadas, se manifestó a nuestros primeros padres. Les habló y, después de la caída, les prometió la salvación (cf. Gn 3,15), y les ofreció su alianza.

 46 71   Dios selló con Noé una alianza eterna entre El y todos los seres vivientes (cf. Gn 9,16). Esta alianza durará tanto como dure el mundo.

 47 72   Dios eligió a Abraham y selló una alianza con él y su descendencia. De él formó a su pueblo, al que reveló su ley por medio de Moisés. Lo preparó por los profetas para acoger la salvación destinada a toda la humanidad.

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 48 73   Dios se ha revelado plenamente enviando a su propio Hijo, en quien ha establecido su alianza para siempre. El Hijo es la Palabra definitiva del Padre, de manera que no habrá ya otra Revelación después de El.

La transmisión de la Revelación DivinaLa revelación, mensaje y bienes salvíficos, transformada en memoria históricadel pueblo, ha sido transmitida de generación en generación a través de dosexpresiones íntimamente unidas y complementarias: la Tradición y la Escritura."La Sagrada Escritura es la palabra de Dios, en cuanto es escrita por inspiracióndel Espíritu Santo.""La Tradición recibe la palabra de Dios, encomendada por Cristo y el EspírituSanto a los apóstoles, y la transmite íntegra a los sucesores; para que ellos,iluminados por el Espíritu de la verdad, la conserven, la expongan y la difundanfielmente en su predicación."

En el nuevo Israel, surge la predicación viva y, sólo después, la fijación por escrito. La memoria de Jesús permanece viva en la comunidad cristiana y es transmitida fielmente. En una doble vertiente, la tradición transmite la memoria, y comunica a la vez los dones de la salvación (DV 7).64El SUJETO de la tradición es la comunidad eclesial presidida por sus pastores.El OBJETO o CONTENIDO es el kerygma y los bienes de la salvación, todolo referente a la fe y a las costumbres del pueblo de Dios.Los MEDIOS son obras y palabras: culto, vida diaria, costumbres, leyes, escritos, etc. Esta tradición no es estática, sino que crece en percepción y comprensión; la tradición ensí no crece; lo que crece es nuestra comprensión.La Sagrada Escritura no es más que la misma tradición "en cuanto palabraescrita", ya que la Escritura es un momento privilegiado de la tradición y, porende, la tradición es el medio vital de la Escritura.

Esta tradición se vio enriquecida por el decisivo aporte de los llamados "Padresde la Iglesia", que desarrollaron su actividad teológica y apostólica en losprimeros siglos de nuestra era. La llamada "literatura patrística" conoció un primerperíodo con los Padres Apostólicos de los siglos I y II, quienes recogieronlas enseñanzas evangélicas en cartas y máximas sencillas dirigidas a las incipientescomunidades cristianas. Con el encarnizamiento de las persecucionesa la Iglesia por parte del Imperio Romano surgieron hacia el siglo III los PadresApologistas, que con sus escritos defendieron la fe ante sus detractores paganos.Luego del Edicto de Milán de tolerancia religiosa, promulgado por el emperadorConstantino en el año 313, los Padres pudieron disponer de la paz necesariapara profundizar y madurar su doctrina, estableciendo así las bases de lafe de la Iglesia y preparando el terreno para los primeros Concilios Ecuménicosque definirían, después de arduos debates, los dogmas trinitario y cristológico

Por lo tanto, es preciso distinguir de la tradición apostólica, las tradicioneseclesiales, o sea, "tradiciones" teológicas, disciplinares, litúrgicas o devocionalesnacidas en el transcurso del tiempo en las Iglesias locales. Estas constituyenformas particulares en las que la gran Tradición recibe expresiones adaptadas alos diversos lugares y a las diversas épocas. Sólo a la luz de la gran Tradiciónaquellas pueden ser mantenidas, modificadas o también abandonadas bajo laguía del Magisterio de la Iglesia." [Cat.I.C. 83]

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La Tradición viva es esencial para que la Iglesia vaya creciendo con el tiempo en la comprensión de la verdad revelada en las Escrituras;(Ben XVI Verbum Domini n 17)

Escritura

Un concepto clave para comprender el texto sagrado como Palabra de Dios en palabras humanas es ciertamente el de inspiración. También aquí podemos sugerir una analogía: así como el Verbo de Dios se hizo carne por obra del Espíritu Santo en el seno de la Virgen María, así también la Sagrada Escritura nace del seno de la Iglesia por obra del mismo Espíritu. La Sagrada Escritura es «la Palabra de Dios, en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo».[66] De ese modo, se reconoce toda la importancia del autor humano, que ha escrito los textos inspirados y, al mismo tiempo, a Dios como el verdadero autor.(VD 18)

"es la palabra en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo" (DV 9). Dios ha comunicado gradualmente esta palabra al Pueblo de Israel, a través de una historia de casi veinte siglos que culminó con la Encarnación de la Palabra misma de Dios enJesucristo.66Desde el mismo Nuevo Testamento (cfr. Hech. 1,16; 2 Pe. 2,21; 2 Tim. 3,14-17),la Iglesia poseyó siempre la convicción de que fue Dios mismo quien inspiró alredactor sagrado. El Concilio de Florencia en el año 1442 declaró formalmente queDios es el autor de las Sagradas Escrituras. Por esta razón éstas "enseñan firmemente,con fidelidad y sin error" la verdad que Dios quiso comunicarnos para nuestrasalvación (DV 11).

Ahora bien, la Escritura o Biblia no es un libro del pasado, sino es la siempreviva y actual palabra de Dios. La Biblia, más que ser un libro, es una persona:Cristo Jesús (DV 8; SC 7). Esto quiere decir que la Biblia, aunque está condicionadapor un tiempo y un espacio, una cultura y unos problemas concretos a quehace frente, no pierde su dimensión universal y su reflexión profunda de lasdiversas realidades del ser humano. La Biblia no tiene en cuenta realidades oproblemáticas modernas, no es un libro de recetas. Pero en ella encontramos elespíritu, los criterios, los valores que deben informar nuestras respuestas; enella encontraremos la luz que nos impulsará a responder a las nuevas problemáticasde acuerdo a los valores y criterios que proclama.

Para que nuestra respuesta sea adecuada es necesario leer la Escritura conel mismo espíritu con que fue escrita (DV 12), es decir, "en Iglesia", pues laBiblia no es el libro del individuo, sino de la comunidad; debe leerse en comunióncon la iglesia del pasado, porque no somos los primeros en comenzar ainterpretar adecuadamente la Biblia, tal como acabamos de apreciar en la largahistoria de la tradición eclesial. Debemos leerla con espíritu de humildad, sabiendoque nuestras interpretaciones son falibles y nuestros resultadosprovisorios. Debemos leerla, por último, "desde la Tradición de los pobres", esdecir, desde la perspectiva solidaria con el oprimido y el desposeído, contextoen el que se sitúa Dios en el Antiguo Testamento (cfr. Deut 10,18) y Jesús en elNuevo Testamento (cfr. Mt 25,40).

RESUMEN

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71 96   Lo que Cristo confió a los apóstoles, estos lo transmitieron por su predicación y por escrito, bajo la inspiración del Espíritu Santo, a todas las generaciones hasta el retorno glorioso de Cristo.

72 97   "La Tradición y la Sagrada Escritura constituyen el depósito sagrado de la palabra de Dios" (DV 10), en el cual, como en un espejo, la Iglesia peregrinante contempla a Dios, fuente de todas sus riquezas.

73 98   "La Iglesia con su enseñanza, su vida, su culto, conserva y transmite a todas las edades lo que es y lo que cree" (DV 8).

74 99   En virtud de su sentido sobrenatural de la fe, todo el Pueblo de Dios no cesa de acoger el don de la Revelación divina, de penetrarla más profundamente y de vivirla de modo más pleno.

75 100          El oficio de interpretar auténticamente la Palabra de Dios ha sido confiado únicamente al Magisterio de la Iglesia, al Papa y a los obispos en comunión con él.

TRADICIÓN Y BIBLIA

RESUMEN

134 Toda la Escritura divina es un libro y este libro es Cristo, "porque toda la Escritura divina habla de Cristo, y toda la Escritura divina se cumple en Cristo" (Hugo de San Víctor, De arca Noe 2,8: PL 176, 642; cf. Ibid., 2,9: PL 176, 642-643).

135 135          "La sagrada Escritura contiene la palabra de Dios y, en cuanto inspirada, es realmente palabra de Dios" (DV 24).

136 136          Dios es el Autor de la Sagrada Escritura porque inspira a sus autores humanos: actúa en ellos y por ellos. Da así la seguridad de que sus escritos enseñan sin error la verdad salvífica (cf. DV 11).

137 137          La interpretación de las Escrituras inspiradas debe estar sobre todo atenta a lo que Dios quiere revelar por medio de los autores sagrados para nuestra salvación. Lo que viene del Espíritu sólo es plenamente percibido por la acción del Espíritu (Cf Orígenes, hom. in Ex. 4,5).

138 138          La Iglesia recibe y venera como inspirados los cuarenta y seis libros del Antiguo Testamento y los veintisiete del Nuevo.

139 Los cuatro evangelios ocupan un lugar central, pues su centro es Cristo Jesús.

140 La unidad de los dos Testamentos se deriva de la unidad del plan de Dios y de su Revelación. El Antiguo Testamento prepara el Nuevo mientras que éste da cumplimiento al Antiguo; los dos se esclarecen mutuamente; los dos son verdadera Palabra de Dios.

141 141          "La Iglesia siempre ha venerado la Sagrada Escritura, como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo" (DV 21): aquellas y éste alimentan y rigen toda la vida cristiana. "Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero" (Sal 119,105; Is 50,4).

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2.- ESTRUCTURA DE LA BIBLIA

CÓMO SE ESCRIBIÓ LA BIBLIA

1.- ANTES DE SER UN ESCRITO FUE UNA TRADICIÓN.

Las tradiciones del A.T.: elohístas – yahvistas- Deuteronómicas.

Las tradiciones del NT : los evangelios y las cartas…

Textos:1 Cor 11,23 ; 1 Jn 1,1-4 ; Jn 21,25 .-

2.- CÓMO SE AGRUPAN LOS LIBROS

El canon está compuesto por 72 libros : 45 del A.T. y 27 del N.T.

DICE EL CATECISMO : 120 La Tradición apostólica hizo discernir a la Iglesia qué escritos constituyen la lista de los Libros Santos (cf. DV 8,3). Esta lista integral es llamada "Canon" de las Escrituras. Comprende para el Antiguo Testamento 46 escritos (45 si se cuentan Jr y Lm como uno solo), y 27 para el Nuevo (cf. DS 179; 1334-1336; 1501-1504)

CONCILIO DE FLORENCIA (Concilio de FLORENCIA (XVII ecuménico): 26 de febrero - agosto (?) de 1445 Concilio de FLORENCIA (XVII ecuménico): 26 de febrero - agosto (?) de 1445): (1330-1353: Bula sobre la unión con los coptos y etíopes "Cantate Domino", 4 de febrero de 1442 (1441 según la cronología florentina)

CONCILIO DE TRENTO : 1501-1508:Sesión cuatro, 8 de abril de 1546.

Los del A.T. :

PENTATEUCO

LIBROS HISTÓRICOS

LIBROS PROFÉTICOS

LIBROS SAPIENCIALES Y POÉTICOS

Los del N.T.:

EVANGELIOS : Sinópticos y Juan .-

HECHOS

CARTAS : Pablo ( a comunidades y a personas) ; católicas(de los demás apóstoles: Santiago, Pedro, Judas y Juan)

APOCALIPSIS

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3.- LOS AUTORES

Son autores humanos divinamente inspirados.

Cada uno tiene su estilo , su cultura, su temperamento( ej. 2 Cor. 11,3-8) , sus fuentes de información, sus destinatarios .

Ej : El estilo de Mt.( Mt 1,22 – 2,18) Y el estilo de Lucas. ( Lc 15 )

En cada uno de los libros puede haber varios autores.

Hay escritos que no son de los autores a quienes se les atribuye. ( Ej: la carta a los Hebreos)

RESUMEN DEL CATECISMO :

134 Toda la Escritura divina es un libro y este libro es Cristo, "porque toda la Escritura divina habla de Cristo, y toda la Escritura divina se cumple en Cristo" (Hugo de San Víctor, De arca Noe 2,8: PL 176, 642; cf. Ibid., 2,9: PL 176, 642-643).

135 135 "La sagrada Escritura contiene la palabra de Dios y, en cuanto inspirada, es realmente palabra de Dios" (DV 24).

136 136 Dios es el Autor de la Sagrada Escritura porque inspira a sus autores humanos: actúa en ellos y por ellos. Da así la seguridad de que sus escritos enseñan sin error la verdad salvífica (cf. DV 11).

137 137 La interpretación de las Escrituras inspiradas debe estar sobre todo atenta a lo que Dios quiere revelar por medio de los autores sagrados para nuestra salvación. Lo que viene del Espíritu sólo es plenamente percibido por la acción del Espíritu (Cf Orígenes, hom. in Ex. 4,5).

138 138 La Iglesia recibe y venera como inspirados los cuarenta y seis libros del Antiguo Testamento y los veintisiete del Nuevo.

139 Los cuatro evangelios ocupan un lugar central, pues su centro es Cristo Jesús.

140 La unidad de los dos Testamentos se deriva de la unidad del plan de Dios y de su Revelación. El Antiguo Testamento prepara el Nuevo mientras que éste da cumplimiento al Antiguo; los dos se esclarecen mutuamente; los dos son verdadera Palabra de Dios.

141 141 "La Iglesia siempre ha venerado la Sagrada Escritura, como lo ha hecho con el Cuerpo de Cristo" (DV 21): aquellas y éste alimentan y rigen toda la vida cristiana. "Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero" (Sal 119,105; Is 50,4).

4.- CÓMO Y CUÁNDO SE ESCRIBIÓ

Antes de ser un escrito, la Biblia fue una tradición , conservada en el pueblo de manera memorística.

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Los pueblos antiguos tenían memoria muy desarrollada.

Los escritos aparecen cuando el pueblo los necesita.

EN EL A.T. :

Los primeros escritos comienzan a aparecer en tiempos de Moisés (años 1250-1230)

Luego en tiempo de los Jueces : años 1200-1025.

Sobre todo en tiempos de la monarquía ( años 1000 ) y después del exilio

Cfr. Sal 78 (77) ,3-6

Hay que tener en cuenta que el pueblo de Israel es un pueblo de tribus; cada una guardaba las tradiciones y las contaba. Se escribieron poco a poco.

EN EL NT. :

Primero, algunas cartas : entre las primeras está 1 Cor. ( año 50 aproximadamente)

Los evangelios sinópticos son de los años 60-70 aproximadamente.

Los escritos de San Juan son de finales del siglo I .

Según los datos más fehacientes el primer Evangelio fue de Mt , en hebreo. Luego apareció el Mateo griego. Luego Mc en el 60 más o menos.

Acerca de la historicidad de los Evangelios, el Concilio Vaticano II dice:

“19. La Santa Madre Iglesia firme y constantemente ha creído y cree que los cuatro referidos Evangelios, cuya historicidad afirma sin vacilar, comunican fielmente lo que Jesús Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo y enseñó realmente para la salvación de ellos, hasta el día que fue levantado al cielo. los Apóstoles,, ciertamente, después de la ascensión del Señor, predicaron a sus oyentes lo que El había dicho y obrado, con aquella crecida inteligencia de que ellos gozaban, amaestrados por los acontecimientos gloriosos de Cristo y por la luz del Espíritu de verdad. Los autores sagrados escribieron los cuatro Evangelios escogiendo algunas cosas de las muchas que ya se trasmitían de palabra o por escrito, sintetizando otras, o explicándolas atendiendo a la condición de las Iglesias, reteniendo por fin la forma de proclamación de manera que siempre nos comunicaban la verdad sincera acerca de Jesús. Escribieron, pues, sacándolo ya de su memoria o recuerdos, ya del testimonio de quienes "desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra" para que conozcamos "la verdad" de las palabras que nos enseñan (cf. Lc., 1,2-4).”(Dei Verbum nº 19)

La primitiva comunidad cristiana tuvo que enfrentar problemas serios en la evangelización: encuentro con otras culturas, errores doctrinales, persecuciones, etc Esto motivó la necesidad de escribir lo transmitido para que haya una transmisión fiel a los orígenes.

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CON MÁS DETALLE :

ANTIGUO TESTAMENTO.

A). La Alianza y las TABLAS.

Sobre este trasfondo de predominante ESTILO ORAL (¡casi exclusivo!), situemos ahora los diferentes escritos que fueron surgiendo a lo largo de la historia, hasta desembocar en la obra `editada', que es una colección de escritos, un libro sagrado:

la BIBLIA.

El primer escrito que tuvo un papel importante en la vida del pueblo de Dios, es el de las TABLAS DE LA ALIANZA (Ex. 24,12; 34,1). Estas TABLAS de la ALIANZA eran DOS, por la misma razón por la cual cuando se firma un contrato, de ese contrato se hacen "dos copias de un mismo tenor" (como suelen decir los contratos actuales). Y las dos copias quedaron en el arca, porque Dios no se llevó la suya, naturalmente.

"En analogía a usanzas contractuales terrenas, la alianza con Dios era concebida como permanente relación contractual entre Yavé y el Pueblo de Israel. (...)

(...) la alianza fue recordada y anunciada una y otra vez en el culto de Israel, y el Pueblo volvía a asumir las obligaciones emergentes de la alianza con Dios; de esta manera, la alianza llegaba a ser la forma que imprimía carácter a esa comunidad salvífica. En el antiguo oriente un contrato implicaba necesariamente un DOCUMENTO contractual (...) se expedía en dos ejemplares que eran depositados en los respectivos templos de las partes contrayentes y leídos regularmente ante pública asamblea. De modo similar debe haber existido en Israel un documento contractual sobre la alianza entre Yavé e Israel... depositado en el santuario, en el arca de la alianza, y esto en dos ejemplares, como quiera que se trataba de un contrato con Dios." (Lohfink, N.- Valores actuales del AT. Paulinas, Florida, 1966. p. 21).

B). La monarquía y las primeras tradiciones escritas

En la corte de David-Salomón (s. X), aparece la primera obra escrita más amplia que el contrato de alianza contenido en las Tablas; aunque sin el valor público y sagrado de éstas. Nótese que sólo después del destierro -- el período denominado judaísmo (s VI-I a.C.) -- se puede hablar de LIBRO SAGRADO. Durante la monarquía, no existía un libro sagrado.

A esta tradición o colección se la suele llamar `YAVISTA', porque el primer indicio que llevó a su descubrimiento dentro del texto actual de la Biblia, fue que al referirse a Dios, lo hace con el nombre propio de Yavé. (ver apéndice I: Yavista, Elohista, Sacerdotal)

La tradición yavista enhebra en una única visión histórica las antiguas tradiciones patriarcales (más bien de estilo folclórico-legendario), el Exodo y la marcha por el desierto (más de tipo `histórico'). A esto le precede una `prehistoria' armada con antiguas piezas reinterpretadas, que arranca con la creación de la pareja humana (Gén. 2,4b ss.) hasta Abraham (Gén. 12).

A la muerte de Salomón (año 932/22), se produce la ruptura política y religiosa que llevó a la división del Pueblo de Dios en dos reinos (ver 1 Re 12). Dentro del proceso de división, en el

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Reino del Norte, Israel, se hace una segunda gran síntesis que se suele denominar `elohista', porque a Dios lo llama ELOHIM.

Y hacia el año 621/618 -- un siglo después de la destrucción del Reino del Norte, Israel, por parte de los asirios --, durante el reinado del rey Josías, con ocasión de unos trabajos de reparación del templo de Jerusalén, revolviendo el sótano los sacerdotes encontraron "...el libro de la Ley" (1 Re 22,8). En base a ese "...libro de la alianza" (1 Re 23,2.21), Josías realizó una gran reforma religiosa. Ese "LIBRO DE LA ALIANZA", era con toda probabilidad la parte central del actual DEUTERONOMIO (DT. 5 - 28). Aquí tenemos la tercera gran tradición, que gracias a que la tenemos en el libro del Deuteronomio, se denominó DEUTERONOMISTA.

C). El Exilio: El Pentateuco y la "Obra Histórica deuteronomística".

El destierro en Babilonia, o Exilio (587-538), fue una formidable sacudida, una "movida de piso", un tremendo fracaso, que provocó una crisis de fe muy profunda. Todas las instituciones religiosas, que funcionaban como soporte de la religión del Israel de la monarquía, (La Tierra prometida, el Rey davídico, la ciudad santa de Jerusalén, el Templo, el Arca con las Tablas de la Alianza) habían sido arrasadas como por un vendaval, por la invasión de los ejércitos asirobabilónicos (597-587).

En medio de la gran catástrofe del destierro, aparece otra tradición escrita importante, llamada SACERDOTAL, por su estilo solemne y por sus preocupaciones típicas. Esta síntesis "sacerdotal" -- que como las otras tres, recoge y pone por escrito materiales orales mucho más antiguos -- refleja la situación del pueblo de Dios en la época del destierro en Babilonia. El capítulo primero del Génesis, con su lenguaje rítmico, solemne; que nos presenta a un Dios totalmente trascendente, es un claro ejemplo de esta tradición.

Estas cuatro `tradiciones' (a veces, se habla también de una posible quinta tradición, llamada LAICA), confluirán -- como si fueran cuatro `tientos' de cuero, trenzados -- en el actual PENTATEUCO, o Torá, según la denominación hebrea.

Al parecer, las tradiciones YAVISTA y ELOHISTA se unieron luego de la destrucción del reino del norte (722/1). Y por último, un redactor (o varios) sacerdotal reúne las cuatro tradiciones en lo que hoy es el PENTATEUCO, a fines del exilio en Babilonia (s VI). Un ejemplo de este trabajo de "redacción sacerdotal" lo tenemos en el capítulo 34 del Deuteronomio: al parecer, el redactor se encontró conque al Dt. le faltaba algo, un final. Así le agrega como epílogo el cap. 34, donde se cuenta cómo murió Moisés, dónde y cómo fue sepultado, se hace su "elogio fúnebre", etc.; y así se redondea y completa el Pentateuco.

Retrocedamos un poco, al comienzo del exilio en Babilonia. La pregunta obligada -- como suele suceder ante una desgracia, o en circunstancias trágicas de la vida -- era: ¿Por qué? ¿Por qué Dios permite esto? ¿Se puede seguir creyendo en Dios en tierra extranjera? (ver el libro de las "Lamentaciones", por ej.).

Y es así, que a poco de producido el EXILIO, se elabora una RELECTURA de toda la historia de Israel -- desde la conquista hasta el destierro -- que hace un balance tomando como criterio de

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valor, para juzgar la historia, la FIDELIDAD/INFIDELIDAD a la ALIANZA, tal como aparecía en el libro del Deuteronomio. Se pasa revista a los acontecimientos y a los personajes, principalmente a los reyes, y la conclusión es ampliamente negativa: las infidelidades, superan con mucho a las fidelidades. La "deuda externa" moral con Dios, es enorme... Por eso, el destierro lejos de ser un fracaso de Dios, es la resultante de las BENDICIONES /MALDICIONES que preveía el esquema de alianza (ver, por ej., todo Dt 28).

"Si tú escuchas la voz de Yavé tu Dios, (...) vendrán sobre

ti y te alcanzarán todas las bendiciones siguientes (...)

Pero si desoyes la voz de Dios, y no cuidas de practicar

todos sus mandamientos y preceptos que yo te prescribo hoy,

te sobrevendrán y te alcanzarán todas las maldiciones

siguientes: (...) Yavé te llevará a ti y al rey que hayas

puesto sobre ti a una nación que ni tú ni tus padres cono-

cían (...) Serás el asombro, el proverbio y la irrisión de

todos los pueblos a donde Yavé te lleve." (Dt. 28,1s.15.36s)

Como el "marco teórico" de referencia es la teología del Deuteronomio, a esta colección -- que abarca los libros de JOSUE, JUECES, 1 y 2 SAMUEL, 1 y 2 REYES -- se la ha llamado la "OBRA HISTORICA DEUTERONOMíSTICA".

La óptica desde donde esta "Obra histórica deuteronomística" mira el pasado, es la del destierro. La conclusión, es que la catástrofe del exilio es merecida, por el pecado de Israel.

¿Volverá Dios a apiadarse de su Pueblo? En el horizonte de esta síntesis, no se vislumbra una respuesta ni afirmativa ni negativa: "explica" el destierro, pero no prevé el futuro.

D). Post-exilio, JUDAISMO: RELIGION DEL LIBRO

Hacia fines del destierro, o ya de regreso en Canaán, se produce la `edición' del PENTATEUCO, o Torá, que recoge todas las tradiciones históricas, desde los comienzos a la muerte de Moisés; y todas las tradiciones jurídicas, vistas a la luz de la ALIANZA y el EXODO. El estilo y la mano redactora final, - como hemos dicho - tiene el sello de la tradición sacerdotal.

Superado ya el destierro y la necesidad de explicarlo a la luz de la fe, se genera una nueva síntesis, una nueva RELECTURA de la historia, que abarca desde Adán a David (esquemas y genealogías); y luego, desde David hasta la vuelta del destierro. No se trata ya de explicar la catástrofe, sino de apuntalar la nueva situación, donde ya no son una nación, un Reino, sino una COMUNIDAD cultual. Esta relectura de la historia, se denomina "OBRA HISTORICA DEL CRONISTA", y comprende los siguientes libros: 1 y 2 CRONICAS, ESDRAS, NEHEMíAS.

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La nueva situación, la nueva estructura religioso-política del Pueblo de Dios del postexilio, suele llamarse JUDAISMO. El Pueblo de Dios se visualiza a si mismo ya no como un reino, sino como una IGLESIA (comunidad) bajo el liderazgo de los SACERDOTES. Con el fracaso de la monarquía, se eclipsa el liderazgo del Rey, y surge la figura del SUMO SACERDOTE, como jefe de Israel.

Las prácticas cultuales se acentúan enormemente:

- observancia del sábado (Jer. 17,24-27; Ez. 20,20)

- Reglamentación de la pureza legal (Ez. 44,23; Lev. 20,24ss)

- La circuncisión "signo de la alianza" (Gén. 17,11; Ex. 31,12s)

- Además del TEMPLO, restaurado y único, se afianza la SINAGOGA.

- La religión se caracterizará como una "RELIGION DEL LIBRO", desconocida durante la monarquía.

Para el JUDAISMO (s. VI - I) la ley escrita se convierte en SAGRADA ESCRITURA. La TORA y su interpretación se hacen más y más importantes. Así surgen los ESCRIBAS; primero, amanuenses y copistas del "LIBRO SAGRADO"; luego, poco a poco se van convirtiendo en MAESTROS DE LA LEY. Salidos inicialmente de los círculos sacerdotales, llegan a ser `jefes religiosos' del pueblo. Los sacerdotes quedarán vinculados al templo y los sacrificios; los escribas, a la sinagoga y a la interpretación de la Torá. La preocupación por la "observancia" rigurosa de la Torá, va derivando poco a poco en casuísmo ( es decir, la actitud que imagina todos los "CASOS" posibles con sus correspondientes soluciones `hechas', para tener siempre a mano la respuesta rápida a cualquier vicisitud de la vida diaria), más o menos detallista, y lleva a la mentalidad legalista que solemos adscribirles a los ESCRIBAS y FARISEOS.

Son también los ESCRIBAS quienes van completando la "colección" de los libros SAGRADOS y su "edición". A la Torá o pentateuco, se agregarán los PROFETAS. Y luego otros ESCRITOS (ver el prólogo al libro del Eclesiástico). Este proceso, determinó - por ejemplo - que la fórmula usual para mencionar a la Biblia, entre los judíos fuera, desde los comienzos:

LA LEY, Y LOS PROFETAS, Y LOS ESCRITOS.

JESÚS Y EL NUEVO TESTAMENTO

También para el NT vale todo lo dicho sobre el ESTILO ORAL como forma normal de componer y trasmitir: por eso pusimos el texto de Mt. 7,24-27, como ejemplo de paralelismo antitético.

Durante la vida pública, Jesús predicó.

Dijo, por ej.:

- parábolas (ver Mt. 13 y Lc 15, por ej.);

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- dichos breves ("Dad al César lo que es del César..." - Mt 22,21 -; "El sábado ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado" - Mc. 2,27 -; "El que se exalta será humillado y el que se humilla será exaltado" - Lc 18,14b -,etc.)

- bienaventuranzas (Mt. 5,1-12; Lc. 6,20-26; etc.);

- requisitorias (como los "¡Ay de Ustedes..."!, de Mt. 23,13-32; Lc. 11, 42-52; etc.).

Y los apóstoles y discípulos ESCUCHARON.

Jesús no dejó nada ESCRITO; salvo aquella escena de la mujer adúltera, pescada in fraganti, que se la llevaron para ver si la condenaba: "...pero Jesús, agachado, escribía en la tierra con el dedo. (...) se enderezó y dijo: El que de ustedes esté sin pecado, que le tire la primera piedra. E inclinándose de nuevo, seguía escribiendo en el suelo." (Jn 8,6-8).

Fue lo único que Jesús escribió, y nadie sabe qué es lo que habrá escrito. Así que de puño y letra de Jesús, no tenemos NADA.

Después de la experiencia pascual -- es decir: PASION, MUERTE, RESURRECCION, PENTECOSTES -- los apóstoles comenzaron a cumplir el mandato del Señor, de EVANGELIZAR (ver Mt. 28, 18-20). Es decir, PREDICABAN.

La tarea EVANGELIZADORA de la Iglesia apostólica, se puede resumir en tres palabras:

- Querigma (es el anuncio de la fe en Cristo resucitado, de la comunidad creyente hacia afuera: a los judíos -- como Pedro el día de Pentecostés, ver Hech. 2,14-36 -- o a los paganos -- como Pablo en el areópago de Atenas, ver Hech. 17, 16-34 --).

- Catequesis (de la comunidad cristiana, hacia adentro: se trata de consolidar, apuntalar y educar la fe de los conversos).

- Liturgia (se celebra la salvación en Cristo muerto y resucitado, principalmente en la Eucaristía, ver Hech. 2, 42.46).

Andando el tiempo, San Pablo fue el primero que se puso a ESCRIBIR, dado que había fundado muchas comunidades, y no podía estar presente en todas: las EPISTOLAS de Pablo ( hacia el año 50, las cartas a los de Tesalónica, a los de Corinto, etc.), eran algo así como las cartas pastorales de un obispo a sus diocesanos. Fue así como empezaron a tener autoridad; reconocida luego por el propio Pedro (ver 2 Pe 3,15-16).

Hacia los años 65-75, aparecieron los Evangelios de MARCOS, MATEO, y LUCAS, los 'sinópticos'. Hacia fines de siglo (año 95, más o menos), el Evangelio y las cartas de Juan, además del Apocalipsis.

Cuando Jesús -- y los apóstoles, después de Pascua -- cita: "como está escrito", o "la Escritura", o "La Ley y los profetas" (ver por ej. Mt. 7,12; 22,40; Lc 16,16), se refieren siempre al A.T.

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A medida que vayan muriendo los "testigos", es decir la generación apostólica, irán cobrando autoridad de SAGRADA ESCRITURA, las Epístolas de Pablo, los Evangelios, y los otros escritos.

5.- LAS LENGUAS EN LA BIBLIA

Para su composición se usaron tres lenguas: hebreo, arameo y griego.

El A.T. fue escrito casi en su totalidad en hebreo.

Luego se comenzó a popularizar el arameo , alrededor del siglo IV y III a.C. hasta tal punto que suplantó al hebreo.

Jesús habló en arameo .

El A.T. fue traducido al griego por 70 sabios de Alejandría.

Todo el NT fue escrito en griego. No era el griego clásico sino el griego común, llamado “koiné”.

Pero los que escribieron fueron autores judíos… pensaban en arameo y escribían en griego…

Las lenguas semitas expresan las cosas de modo más concreto y con imágenes.

El ejemplo más claro son las parábolas.

Las lenguas occidentales son más abstractas.

Es difícil, entonces, comprender los escritos , tratándose sobre todo de escritos antiguos.

6.- LOS SENTIDOS EN LA BIBLIA

El Catecismo nos señala cuatro sentidos en la Biblia :

Literal, espiritual, que se divide a su vez en alegórico, moral y anagógico.

115   Según una antigua tradición, se pueden distinguir dos sentidos de la Escritura: el sentido literal y el sentido espiritual; este último se subdivide en sentido alegórico, moral y anagógico. La concordancia profunda de los cuatro sentidos asegura toda su riqueza a la lectura viva de la Escritura en la Iglesia.

116          El sentido literal. Es el sentido significado por las palabras de la Escritura y descubierto por la exégesis que sigue las reglas de la justa interpretación. "Omnes sensus (sc. sacrae Scripturae) fundentur super litteralem" (S. Tomás de Aquino., s.th. 1,1,10, ad 1) Todos los sentidos de la Sagrada Escritura se fundan sobre el sentido literal.

117          El sentido espiritual. Gracias a la unidad del designio de Dios, no solamente el texto de la Escritura, sino también las realidades y los acontecimientos de que habla pueden ser signos.

 

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El sentido alegórico. Podemos adquirir una comprensión más profunda de los acontecimientos reconociendo su significación en Cristo; así, el paso del Mar Rojo es un signo de la victoria de Cristo y por ello del Bautismo (cf. 1 Cor 10,2).

 El sentido moral. Los acontecimientos narrados en la Escritura pueden conducirnos a un obrar justo. Fueron escritos "para nuestra instrucción" (1 Cor 10,11; cf. Hb 3-4,11).

 El sentido anagógico. Podemos ver realidades y acontecimientos en su significación eterna, que nos conduce (en griego: "anagoge") hacia nuestra Patria. Así, la Iglesia en la tierra es signo de la Jerusalén celeste (cf. Ap 21,1-22,5).

 118 Un dístico medieval resume la significación de los cuatro sentidos:

"Littera gesta docet, quid credas allegoria,

Moralis quid agas, quo tendas anagogia" (AGUSTÍN DE DACIA, Rotulus pugillaris, I: ed. A. Walz: Angelicum 6 (1929), 256.

7.- LOS GENEROS LITERARIOS

Qué es un género literario: un modo de escribir.

Ej.: cómo se escribe una carta.

Hay diversidad de formas : poesía, historia, alegoría, novela, etc.

Los números también son simbólicos. El 7(Mt 18,21) ,el 6,el 10 (mnemotécnico) el 12(3x4), el 4, el 3 , el 40 , el 1000. Ej : Ap. 14,1.-

La gematría, por ejemplo, es un modo de escribir con números . Ej : 666 ap. 13,18.-

Las edades de los patriarcas también. Ej : Gn 5,21-27. El mismo mecanismo se encuentra en escritos babilónicos.

Dice el Concilio:

Cómo hay que interpretar la Sagrada Escritura

Habiendo, pues, hablado Dios en la Sagrada Escritura por hombres y a la manera humana, para que el intérprete de la Sagrada Escritura comprenda lo que El quiso comunicarnos, debe investigar con atención lo que pretendieron expresar realmente los hagiógrafos y plugo  a Dios manifestar con las palabras de ellos.

Para descubrir la intención de los hagiógrafos, entre otras cosas hay que atender a “los géneros literarios”. Puesto que la verdad se propone y se expresa de maneras diversas en los textos de diverso género: histórico, profético, poético o en otros géneros literarios. Conviene, además, que el intérprete investigue el sentido que intentó expresar y expresó el hagiógrafo en cada circunstancia según la condición de su tiempo y de su cultura, según los géneros literarios usados en su época. Pues para entender rectamente lo que el autor sagrado quiso afirmar en 

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sus escritos, hay que atender cuidadosamente tanto a las formas nativas usadas de pensar, de hablar o de narrar vigentes en los tiempos del hagiógrafo, como a las que en aquella época solían usarse en el trato mutuo de los hombres.(DV 12)

Y en otro párrafo señala:

El progreso reciente de las investigaciones lingüísticas, literarias y hermenéuticas ha llevado a la exégesis bíblica a añadir al estudio de los géneros literarios otros puntos de vista (retórico, narrativo y estructuralista). Otras ciencias humanas, como la psicología y la sociología, también han dado su contribución. A todo esto puede aplicarse la consigna que León XIII dio a los miembros de la Comisión Bíblica: "No consideren extraño a su campo de trabajo ninguno de los hallazgos de la investigación diligente de los modernos; por el contrario, estén atentos para poder adoptar sin demora todo lo útil que cada momento aporta a la exégesis bíblica" (Vigilantiae, Enchiridion biblicum, 140). El estudio de los condicionamientos humanos de la palabra de Dios debe proseguir con interés renovado incesantemente.(DV 8)

Ej: Lc. 1,5-25 y comparar con Lc 1,26-38 .- Gn 3 : los simbolismos y el sentido fundamental .(manzana(que no es manzana), serpiente , árbol, etc)

LO IMPORTANTE ES DISTINGUIR

8.- LOS DIVERSOS GÉNEROS LITERARIOS

1.- HIMNOS COMO FORMA DE EXPRESIÓN

Algunas partes del Nuevo Testamento están escritas en forma de himnos y oraciones desarrollados en los cultos que se celebraban en las comunidades.

Así como hoy cantamos y hay canciones “clásicas” , así también era en las primeras comunidades.

Algunas quedaron en el NT

Ej : Lc 1,68-69 ; Lc 1,46-55 ; Ef 1,3-14 ; Fil 2,6-11 .

Los cantos con como poemas, como poesías . No se deben tomar al pie de la letra, sino interpretando las imágenes.

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LA FORMA Y EL FONDO,

LO QUE SE DICE Y LA FORMA EN QUE SE LO DICE

EL CONTENIDO Y EL VASO QUE LO CONTIENE.

LO SECUNDARIO Y LO PRINCIPAL

2.- ORACIONES COMO FORMAS DE EXPRESIÓN

Eran las oraciones de la comunidad

El ejemplo más claro. El Padre Nuestro (Mt 6,9-13) ; Jn 17,1-26 ; Hch 4,24-30.-

3.- PREDICACIONES E INSTRUCCIONES

En el NT hay también predicaciones .

Ej : Hch 2,14-40 ; 3,12-26 ; 7,2-53 ; El sermón del monte : Mt 5 .-

También hay instrucciones . por ejemplo, los primeros capítulos de San Juan que tratan del bautismo, el agua, la conversión.( Jn 1,19 a 4,42 ; 6,11 )

4.- RELATOS EN FORMA DE HISTORIA RELIGIOSA

Son formas de contar las cosas , pero con la intención catequística.

Tienen una base en la realidad , pero difieren en los detalles, según la intención catequística del autor o el destinatario al que están orientados.

Ej : el bautismo de Jesús: Mc 1,14-20 ; las llamadas a los discípulos : comparar Jn 1,35-49 con Mt 4,17-20 .- O comparar los relatos de la resurrección como por ej : Mt 28,1-7 con Jn 20,1-10 .-

Son relatos catequísticos; por lo tanto, no hay que preocuparse tanto de los detalles sino del MENSAJE que quieren transmitir.

Dentro de los relatos hay figuras y palabras : ej.: Mc 1,10 ; 4,35-41 ; Mc 9,13 Mt 24,30-31 .-

5.- RELATOS EN FORMA DE CUENTOS CON UN MENSAJE RELIGIOSO

Hay autores que escriben novelas o sociodramas con un contenido o enseñanza.

En la Biblia también los hay.

Por ej.: el libro de Job – La historia de Jonás - Los relatos de la infancia de Jesús : Lc. 1 y 2 .-

No hay que perderse en los detalles, sino ver el significado de lo que se transmite.

Lo importante es el mensaje.

6.- SIGNOS Y MILAGROS COMO FORMA DE EXPRESIÓN.

El relato de ciertos milagros es muchas veces un relato con mensaje en donde el milagro es interpretado más que como hecho histórico, como hecho significativo para dar el mensaje.

Ej: Lc 8,22-25 ; Mc 5,1-20 .-

7.- LAS PARÁBOLAS O COMPARACIONES COMO FORMA DE EXPRESIÓN.

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Esta forma es muy común y muy conocida en el NT .Algunos ejemplos : el sembrador(Mt 13,3-23 ); los talentos(Mt 25,14-30) ; Lc 15 : las tres parábolas de la misericordia.

8.- LOS DICHOS COMO FORMA DE EXPRESIÓN

Son como los refranes .

En el AT hay muchos en los libros sapienciales: Sir 1,12-14 ; 9,8-9 ; Prov 11,22 .-

En el NT también los hay : Mt 5,3-11 ; Mc 2,27 ; Mt 7,1 ; Mt 22,14 .-

CONCLUSIÓN

Siempre hay que tener en cuenta que las formas de expresión NO SON MENTIRA , sino formas de expresión.

La Biblia es un libro de catequesis, es decir, un libro de enseñanza y no de historia o de geografía, en el sentido moderno de estas palabras.

Lo que le interesa al autor sagrado es el MENSAJE .

Este mensaje puede ser presentado de muy diversas maneras . Esas maneras son LAS FORMAS DE EXPRESIÓN .

Estas formas dependen de circunstancias culturales, sociales, idiomáticas, etc.

Para poder entender e interpretar los textos bíblicos tenemos que evitar el interpretar las cosas demasiado a la letra y saber entender lo que el autor sagrado nos dice y lo que nos quiere decir con la forma en que lo dice.

No podemos interpretar con criterios de hoy lo que fue escrito hace 21 siglos o más , en el caso del A.T.

Teniendo en cuenta el lenguaje , el idioma , la mentalidad y cultura de los que escribieron tenemos que saber discernir lo que nos quisieron decir.

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3.- QUÉ ES LA ANIMACIÓN BIBLICA DE LA PASTORAL

TEXTOS  DE LA DOCTRINA DE LA IGLESIA SOBRE LA 

ANIMACIÓN BÍBLICA DE LA PASTORAL  Y  SOBRE LA LECTIO DIVINA

APARECIDA:

247. Encontramos a Jesús en la Sagrada Escritura, leída en la Iglesia. La Sagrada Escritura, “Palabra de Dios escrita por inspiración del Espíritu Santo”, es -con la Tradición-fuente de vida para la Iglesia y alma de su acción evangelizadora. Desconocer la Escritura es desconocer a Jesucristo y renunciar a anunciarlo.

De aquí la invitación de Benedicto XVI: “Al iniciar la nueva etapa que la Iglesia misionera de América Latina y El Caribe se dispone a emprender… es condición indispensable el conocimiento profundo y vivencial de la Palabra de Dios. Por esto, hay que educar al pueblo en la lectura y la meditación de la Palabra: que ella se convierta en su alimento para que, por propia experiencia, vea que las palabras de Jesús son espíritu y vida (cf. Jn 6,63). De lo contrario, ¿cómo van a anunciar un mensaje cuyo contenido y espíritu no conocen a fondo? Hemos de fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida en la roca de la Palabra de Dios”.

248. Los discípulos de Jesús anhelan nutrirse con el Pan de la Palabra: quieren acceder a la interpretación adecuada de los textos bíblicos, a emplearlos como mediación de diálogo con Jesucristo, y a que sean alma de la propia evangelización y del anuncio de Jesús a todos. Por esto la importancia de una “pastoral bíblica”, entendida como animación bíblica de la pastoral, que sea escuela de interpretación o conocimiento de la Palabra, de comunión con Jesús u oración con la Palabra, y de evangelización inculturada o de proclamación de la Palabra. Esto exige por parte de obispos, presbíteros, diáconos y ministros laicos de la Palabra un acercamiento a la Sagrada Escritura que no sea sólo intelectual e instrumental, sino con un corazón “hambriento de oír la Palabra del Señor” (Am 8,11).

249. Entre las muchas formas de acercarse a la Sagrada Escritura hay una privilegiada al que todos estamos invitados: la Lectio divina o ejercicio de lectura orante de la Sagrada Escritura. Esta lectura orante, bien practicada, conduce al encuentro con Jesús-Maestro, al conocimiento del misterio de Jesús-Mesías, a la comunión con Jesús-Hijo de Dios, y al testimonio de Jesús-Señor del universo. Con sus cuatro momentos (lectura, meditación, oración, contemplación), la lectura orante favorece el encuentro personal con Jesucristo al modo de tantos personajes del evangelio: Nicodemo y su ansia de vida eterna (cf. Jn 3, 1-21), la Samaritana y su anhelo de culto verdadero (cf. Jn 4, 1-42), el ciego de nacimiento y su deseo de luz interior (cf. Jn 9), Zaqueo y sus ganas de ser diferente (cf. Lc 19, 1-10)...

EXHORTACIÓN PASTORAL VERBUM DOMINI:

La animación bíblica de la pastoral

73. En este sentido, el Sínodo ha invitado a un particular esfuerzo pastoral para resaltar el puesto central de la Palabra de Dios en la vida eclesial, recomendando «incrementar la “pastoral bíblica”, no en yuxtaposición con otras formas de pastoral, sino como animación bíblica de toda la pastoral».[254] No se trata, pues, de añadir algún encuentro en la parroquia o la diócesis, sino de lograr que las actividades habituales de las comunidades cristianas, las parroquias, las asociaciones y los movimientos, se interesen realmente por el encuentro personal con Cristo que se comunica en su Palabra. Así, puesto que «la ignorancia de las Escrituras es ignorancia de Cristo»,[255] la animación bíblica de toda la pastoral ordinaria y extraordinaria llevará a un mayor conocimiento de la persona de Cristo, revelador del Padre y plenitud de la revelación divina.

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Por tanto, exhorto a los pastores y fieles a tener en cuenta la importancia de esta animación: será también el mejor modo para afrontar algunos problemas pastorales puestos de relieve durante la Asamblea sinodal, y vinculados, por ejemplo, a la proliferación de sectas que difunden una lectura distorsionada e instrumental de la Sagrada Escritura. Allí donde no se forma a los fieles en un conocimiento de la Biblia según la fe de la Iglesia, en el marco de su Tradición viva, se deja de hecho un vacío pastoral, en el que realidades como las sectas pueden encontrar terreno donde echar raíces. Por eso, es también necesario dotar de una preparación adecuada a los sacerdotes y laicos para que puedan instruir al Pueblo de Dios en el conocimiento auténtico de las Escrituras.

Además, como se ha subrayado durante los trabajos sinodales, conviene que en la actividad pastoral se favorezca también la difusión de pequeñas comunidades, «formadas por familias o radicadas en las parroquias o vinculadas a diversos movimientos eclesiales y nuevas comunidades»,[256] en las cuales se promueva la formación, la oración y el conocimiento de la Biblia según la fe de la Iglesia.

LINEAMENTA DEL SÍNODO PARA LA NUEVA EVANGELIZACIÓN:

11. Al hablar de Evangelio, no debemos pensar sólo en un libro o en una doctrina; el Evangelio es mucho más: es una Palabra viva y eficaz, que realiza lo que dice. No es un sistema de artículos de fe y de preceptos morales ni, menos aún, un programa político, sino que es una persona: Jesucristo como Palabra definitiva de Dios, hecha hombre. El Evangelio es Evangelio de Jesucristo: no solamente tiene como contenido Jesucristo. Mucho más, éste último es, a través del Espíritu Santo, también el promotor y el sujeto primario de su anuncio, de su transmisión. El objetivo de la transmisión de la fe es la realización de este encuentro con Jesucristo, en el Espíritu, para llegar a vivir la experiencia del Padre suyo y nuestro…

Es necesario hacer madurar en el pueblo de Dios un mayor conocimiento del rol de la Palabra de Dios, de su fuerza reveladora y manifestadora de la intención de Dios hacia los hombres, de su designio de salvación. Hay necesidad de una mayor atención en la proclamación de la Palabra de Dios durante las asambleas litúrgicas y de una entrega más convencida a la tarea de la predicación. Es conveniente una atención más consciente y una confianza más firme en el rol que la Palabra de Dios puede tener en la misión de la Iglesia, ya sea en el momento específico del anuncio del mensaje de salvación, ya sea en la posición más reflexiva de la escucha y del diálogo con las culturas.

MOTU PROPRIO DEL PAPA BENEDICTO XVI “PORTA FIDEI” CONVOCANDO AL AÑO DE LA FE:

3. No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta (cf. Mt 5, 13-16). Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Jn 4, 14). Debemos descubrir de nuevo el gusto de alimentarnos con la Palabra de Dios, transmitida fielmente por la Iglesia, y el Pan de la vida, ofrecido como sustento a todos los que son sus discípulos (cf. Jn 6, 51).

EVANGELII GAUDIUM – PAPA FRANCISCO

152. Hay una forma concreta de escuchar lo que el Señor nos quiere decir en su Palabra y de dejarnos transformar por el Espíritu. Es lo que llamamos «lectio divina». Consiste en la lectura de la Palabra de Dios en un momento de oración para permitirle que nos ilumine y nos renueve.

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Esta lectura orante de la Biblia no está separada del estudio que realiza el predicador para descubrir el mensaje central del texto; al contrario, debe partir de allí, para tratar de descubrir qué le dice ese mismo mensaje a la propia vida. La lectura espiritual de un texto debe partir de su sentido literal. De otra manera, uno fácilmente le hará decir a ese texto lo que le conviene, lo que le sirva para confirmar sus propias decisiones, lo que se adapta a sus propios esquemas mentales. Esto, en definitiva, será utilizar algo sagrado para el propio beneficio …

153. En la presencia de Dios, en una lectura reposada del texto, es bueno preguntar, por ejemplo: «Señor, ¿qué me dice a mí este texto? ¿Qué quieres cambiar de mi vida con este mensaje? ¿Qué me molesta en este texto? ¿Por qué esto no me interesa?», o bien: «¿Qué me agrada? ¿Qué me estimula de esta Palabra? ¿Qué me atrae? ¿Por qué me atrae?».

Cuando uno intenta escuchar al Señor, suele haber tentaciones. Una de ellas es simplemente sentirse molesto o abrumado y cerrarse; otra tentación muy común es comenzar a pensar lo que el texto dice a otros, para evitar aplicarlo a la propia vida. También sucede que uno comienza a buscar excusas que le permitan diluir el mensaje específico de un texto. Otras veces pensamos que Dios nos exige una decisión demasiado grande, que no estamos todavía en condiciones de tomar. Esto lleva a muchas personas a perder el gozo en su encuentro con la Palabra, pero sería olvidar que nadie es más paciente que el Padre Dios, que nadie comprende y espera como Él.

Invita siempre a dar un paso más pero no exige una respuesta plena si todavía no hemos recorrido el camino que la hace posible. Simplemente quiere que miremos con sinceridad la propia existencia y la presentemos sin mentiras ante sus ojos, que estemos dispuestos a seguir creciendo, y que le pidamos a Él lo que todavía no podemos lograr.

LA LECTIO DIVINA

La lectio divina indica actualmente una forma tradicional de leer y meditar en la Palabra de Dios. La expresión lectio divina o lectio sacra no significa directamente una lectura cualquiera o un estudio de la Biblia con finalidades científicas, literarias, exegéticas o hermenéuticas, ni tampoco una forma de meditación tradicional, sino más bien una atención particular a la palabra revelada y a aquel que nos habla en ella, el mismo Dios. Su cualificación de «divina" indica que la lectio tiene como objeto la Palabra de Dios y que se hace en la presencia del Dios vivo, bajo la acción de su gracia. Supone una relación con el Padre que nos habla en su Verbo y con el Espíritu que es el maestro y el éxegeta de la Escritura, en comunión con toda la Iglesia.Este término se encuentra en Orígenes, que habla de una théia anagnosis; la lectura asidua de las Escrituras, según sus indicaciones, supone un empeño particular la aplicación concreta de los sentidos espirituales para escudriñar los misterios escondidos en la Palabra, Según los Padres de la Iglesia, la lectio divina supone escuchar y responder. Jerónimo escribe: «Si rezas, eres tú el que hablas al Esposo; si lees, es el Esposo el que te habla" (Epist. 22, 25. PL 22, 41 1). Ambrosio recuerda los dos

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momentos del diálogo con Dios: «Le hablamos cuando rezamos y lo escuchamos cuando leemos los oráculos divinos" (De officiis ministrorum, 1, 20: PL 16, 50). Gregorio Magno desarrolla en su pedagogía la exégesis espiritual de la Escritura con el método de la ruminatio de la Palabra mediante los sentidos interiores. San Benito usa expresamente este término en su Regula 48, 1, cuando alude a la ocupación primordial de los monjes en la lectura divina («occupari... in lectione divinan) e invita a los monjes a dedicarse a la lectura y el estudio de la Biblia. En el siglo Xll encontramos en la obra de Guido II, abad de la Gran Cartuja (+ 1188), una exposición metódica de la lectio en la Scala claustralium (PL 184 475-484), con un tratado sistemático en forma de carta al monje Gervasio. El autor la presenta como una escala de los monjes para subir al cielo. Enumera los cuatro escalones, que son la lectio, la meditatio, la oratio y la contemplatio. Describe el sentido de cada uno de estos momentos de esta forma: «La lectio es un estudio detenido de las Escrituras realizado con un espíritu totalmente esforzado en comprender. La meditatio es una actividad de la inteligencia que con la ayuda de la razón busca la verdad escondida. La oratio es un dirigir el corazón a Dios con el intenso deseo de evitar el mal y conseguir el bien. La contemplatio es una elevación del alma por encima de sí misma, permaneciendo como suspensa en Dios y saboreando los gozos de la dulzura eterna... La lectura busca la dulzura de la vida bienaventurada, la meditación la encuentra, la oración la pide y la contemplación la experimenta». El autor, y a continuación toda la tradición monástica, hace remontar los cuatro escalones de la lectio divina a la explicitación concreta de las palabras de Jesús sobre la oración asidua (Lc 1 1,9): «Buscad y encontraréis, llamad y se os abrirá: buscad en la lectura y encontraréis en la meditación, llamad en la oración y se os abrirá en la contemplación...»

El concilio Vaticano II, acogiendo las instancias de la renovación bíblica y monástica, aludió a la lectio divina, aunque no utiliza el nombre tradicional, sino más bien el de pia lectio (DV 25). Exhorta a los religiosos a la lectura frecuente de la Escritura para aprender « la ciencia sublime de Jesucristo» (Flp 3,8) (PC 5). «Pero conviene que recuerden que la lectura de la sagrada Escritura tiene que ir acompañada de la oración , para que pueda desarrollarse el coloquio entre Dios y el hombre» (DV 25). En nuestros tiempos, bajo el influjo de la renovación bíblica y pastoral, la lectio divina se ha convertido -con las escuelas de la Palabra y los diversos grupos de oración, pero también con el método de la lectura de la «Palabra-Vida» en América Latina- en una de las formas más seguras y sobrias de la evangelización a partir de la Palabra rezada.Hoy la Lectio Divina tiene la misión de hacer de la oración personal y comunitaria una respuesta segura a la revelación del Dios vivo, que nos sigue hablando hoy a nosotros en las Escrituras (DV 21). Los autores contemporáneos sugieren, para una recta experiencia de la lectio divina, la necesidad de escuchar totalmente en el Espíritu, con los ojos vueltos hacia Cristo y en una actitud de silencio interior, en una relación viva con la realidad y con la historia de los orantes que es iluminada por la Palabra y sigue abierta a la praxis, a la acción en la que tiene que desembocar la contemplación. Por eso se habla no sólo de los cuatro escalones del método medieval, sino también de la continuidad en la vida con la consolación, el discernimiento, la decisión, la acción concreta en favor de los hermanos. La lectio divina recobra de este modo su linfa vital: orar y vivir la Palabra de Dios, Palabra de vida.

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El Espíritu Santo el que habló por los profetas e inspiró la Escritura nos sigue hablando hoy a nosotros. La educación en la escucha del Maestro interior tiene que pasar por el ejercicio de la meditación orante sobre la Palabra de Dios, por la práctica de la lectio divina que es un acercamiento gradual al texto bíblico y se remonta al antiguo método de los Padres de la Iglesia, que a su vez son herederos del uso rabínico. ()El método patrístico de la lectio divina es simplicísimo y se lo recomendamos a todospara orar y vivir la Palabra.

Fundamentalmente comprende 10 grandes pasos o momentos sucesivos:

1° - La statio (preparación) Disponer el cuerpo y el espíritu.Postura y compostura.Cesar en la ocupación o en la acción en que se estaba. Buscar el sitio. Pedir ayuda a Dios. Tomo con amor el Libro. Lo pongo entre mis manos como si fuera un tesoro. Lo levanto a los labios. Lo beso.El cuerpo, en contacto directo con el Libro, dice: aquí estoy. Con el corazón limpio y con humildad, invoco al Espíritu Santo; pido que se haga presente con sus dones (entendimiento, sabiduría, consejo...).

2° - La lectio (lectura)consiste en leer y releer la página de la Escritura, poniendo de relieve sus elementos fundamentales. Para ello aconsejo leer con la pluma en la mano, subrayando las palabras que me impresionan o bien marcando con signos gráficos los verbos, las acciones, los sujetos, los sentimientos expresados o la palabra clave. De esta forma se estimula nuestra atención y se ponen en movimiento la inteligencia, la fantasía y la sensibilidad, haciendo que un trozo, considerado quizá como muy conocido, se nos muestre como nuevo Este primer trabajo puede ocupar bastante tiempo si estamos abiertos al Espíritu: se coloca el relato leído en el contexto más amplio, bien sea de los trozos próximos a él, bien del conjunto de un libro, bien de toda la Biblia, para comprender qué es lo que quiere decir.

3° - La meditatio (meditación)es la reflexión sobre los valores perennes del texto. Mientras que en la lectio asumo las coordenadas históricas, geográficas y hasta culturales del pasaje, ahora se plantea la pregunta: Qué me dice a mí? Qué mensaje referido al aquí y ahora, propone este pasaje con la autoridad que le da el ser Palabra del Dios vivo?

4° - La   oratio   (oración) es la primera plegaria que nace de la meditación: Señor! hazme comprender qué valores permanentes de este texto me faltan. Hazme captar cuál es tu mensaje para mi vida! Y en un momento determinado, esta plegaria se concentra en adoración y en contemplación del misterio de Jesús, del rostro de Dios. La oratio puede expresarse también en petición de perdón y de luz, o en ofrecimiento.

5° - La contemplatio (contemplación)resulta difícil de expresar y de explicar. Se trata de detenerse con amor en el texto; más aún, de pasar del texto y de su mensaje a la contemplación de Aquel que habla en cada

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página de la Biblia: Jesús, hijo del Padre, dador del Espíritu.La contemplatio es adoración, alabanza, silencio ante Aquel que es sujeto último de oración, el Cristo Señor, vencedor de la muerte, revelador del Padre, mediador absoluto de la salvación, dador de la alegría del Evangelio. En la práctica los tres momentos no son rigurosamente distintos, pero la subdivisión es útil para los que necesitan comenzar o reanudar esta práctica. Nuestra oración es como un hilo que va enlazando nuestras jornadas.

6° - La consolatio (consolación)es muy importante para nuestro camino de oración,y san Ignacio de Loyola habla muchas veces de ella en su libro de los Ejercicios Espirituales. Sin este elemento la oración pierde sal, gusto. La consolación es el gozo de orar, es el sentir íntimamente el gusto de Dios, de las cosas de Cristo. Es un don que ordinariamente se produce en el ámbito de la lectio divina, aunque evidentemente el Espíritu Santo es libre de concederlo a quienquiera. Solo de la consolación brotan las opciones valientes de pobreza, castidad, obediencia, fidelidad, perdón, porque es el lugar y la atmósfera propia de las grandes opciones interiores

7° - La   discretio   (discernimiento) manifiesta con mayor claridad aun la vitalidad de la consolación. Mediante el gusto del Evangelio, a través de una especie de olfato espiritual para las cosas de Cristo, nos hacemos sensibles a todo lo que es evangélico y a lo que no lo es. Se trata, por tanto, de un discernimiento importante, porque no estamos llamados tan sólo a observar los mandamientos en general, sino a seguir a Jesucristo. Y el seguimiento no conlleva una evidencia inmediata en las opciones de cada día si no hemos entrado, por así decirlo, en la mente de Jesús, si no hemos saboreado su pobreza, su cruz, la humildad de su nacimiento, su perdón.Esta capacidad de discernir la marca evangélica en las emociones ordinarias y en los movimientos del corazón es un don tan grande que san Pablo lo pedía para todos los fieles: "Que recibáis abundancia de sensibilidad para que podáis distinguir siempre lo mejor, lo que agrada a Dios y lo que es perfecto (Filp 1, 9-10; Rom 12,2).Hoy la Iglesia tiene una enorme necesidad de discretio, ya que sus opciones decisivas no se refieren tanto al bien o al mal (no matar, no robar), sino a lo que es mejor para el camino de la Iglesia, para el mundo.

8° - La Collatio (Intercomunicación)

A la hora de responder a la Palabra se puede compartir con otros, con los hermanos o hermanas.Cabe la posibilidad de “la lectio” personal y comunitaria.Los primeros pasos de la “lectio” se pueden hacer en privado, haciendo la lectura de un mismo texto...Luego vendría el reunirse en asamblea. Aporto los ecos que la Palabra ha suscitado en mi. En clima oracional. Sin disquisiciones o disertaciones. Como intercambio de experiencias y vivencias (llevarlo escrito puede ayudar).

9° - La deliberatio (deliberación)es un paso sucesivo. De la experiencia interior de la consolación o de la desolación aprendemos a discernir y a decidir, según Dios.Si analizamos atentamente las opciones vocacionales, nos damos cuenta de que siguen, aunque sea inconscientemente este

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proceso. La vocación es, efectivamente, una decisión tomada a partir de lo que Dios ha hecho sentir y de la experiencia que de ello se ha tenido según los cánones evangélicos.

10° - La   actio   (acción) es el fruto maduro de todo el camino. Por eso la lectura bíblica y la acción, no son ni mucho menos dos vías paralelas. No leemos la Sagrada Escritura para conseguir la fuerza que nos permita realizar lo que hemos decidido! Más bien leemos y meditamos para que broten las debidas decisiones y para que la fuerza de consolación del Espíritu nos ayude a ponerlas en práctica. No se trata, como muchas veces pensamos, de orar más para obrar mejor, sino de orar más para comprender lo que debo hacer y para poder hacerlo a partir de una opción interior.

- Actitudes necesarias.

Son necesarias unas disposiciones interiores para que este método de fruto, podemos destacar tres:

Escucha: es necesario acercarse a la Palabra de Dios con reverencia y actitud atenta. Se suele recordar el pasaje en que Moisés, ante la zarza ardiente, contempla y Dios le dice: “descálzate porque el lugar que pisas es sagrado” (Ex 3, 1-6). La Palabra de Dios es para nosotros, como la zarza, un misterio atrayente. Pero hemos de acercarnos “descalzándonos” de todo aquello que nos impide acogerla como merece (ruidos, prisas, preocupaciones, etc.).

Compromiso de vida: La Lectio Divina requiere una armonía entre lo que oramos y lo que vivimos. Es la decisión radical y constante de vivir según el Evangelio, de seguir a Jesús como discípulos. Si esto no lo tenemos claro y queremos hacer compatible la fe con una vida desordenada, la Lectio no puede dar ningún fruto.

Perseverancia: Nosotros somos impacientes y queremos ver en seguida los resultados, pero Dios tiene una pedagogía más pausada. La Palabra leída, meditada, orada y contemplada es en nosotros como una semilla que da fruto de forma misteriosa, según los planes de Dios. Por eso la Lectio requiere que le dediquemos asiduamente un tiempo exclusivo.La lectura comunitaria facilita este aprendizaje, nos ayuda a perseverar, nos ilumina los pasajes que nos resultan más costosos, etc. Además, el grupo de creyentes que frecuentemente escuchan juntos la Palabra de Dios es expresión de la Iglesia. Esta palabra viva y eficaz nos impulsará a vivir según las enseñanzas de Jesús y a ser presencia suya en medio del mundo.

- Algunos riesgos a tener en cuenta:

Asilamiento – individualismo: Ya se ha dicho que un peligro es el aislamiento. Nuestra oración no es una búsqueda artificial de paz, no se trata de un método de relajación. Nuestra oración proporciona paz porque Cristo da la paz que el mundo no puede dar, pero al mismo tiempo nos impulsa al compromiso con la transformación de nuestro mundo. El Objetivo de la Lectio Divina no es conducir al lector-orante cristiano a una piedad intimista, individualista, encerrada en “su gozo del Señor”, sino el de guiarlo a

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través de un itinerario espiritual que le identifica con Cristo y le abre a la misión en el mundo.

“Esoterismo”: También existe la tentación de ser tan originales que de la lectura bíblica lo que busquemos sea encontrar “mensajes ocultos” o ideas contrarias a la doctrina de la Iglesia. No nos engañemos, el contenido de la fe no va a cambiar, lo que creemos recoge la esencia de la Revelación, y por lo tanto, del mensaje de la Biblia. Lo que sí pretende conseguir este método es hacer viva en nosotros la presencia de Dios, entrar en diálogo con Él, alentarnos en nuestro compromiso cristiano, familiarizarnos con el tesoro que encierra la Biblia y, en definitiva, conseguir que el Espíritu Santo sea quien mueva nuestra vida.

Inconstancia: Por último, ya se ha apuntado que otro riesgo es la falta de perseverancia. Hay personas como los monjes, pero también muchos seglares y sacerdotes, que llevan docenas de años practicando la Lectio, seguramente no se les notará de una forma muy espectacular, seguramente pasan desapercibidos ante tanto ruido que se hace en nuestro mundo. Pero cuando uno tiene ocasión de tratar con alguno de ellos puede descubrir que ahí hay un verdadero creyente, con una fe fuerte, y con capacidad de transmitir a Dios. Esto no se logra con una semana, un mes o un año, sino con la idea de realizar esta práctica con la misma cotidianidad con que uno se asea, come o respira.

PASOS CONCRETOS DEL ENCUENTRO BÍBLICO:

Es importante que el lugar sea cómodo, que no haya ruido, que se pueda recibir bien a los participantes, que haya buen clima de amistad y encuentro.

Sería bueno adornar el lugar con la Palabra o algún aimagen de la Virgen, que cree un clima religioso.

Se puede llevar mate o algo para compartir.

El encuentro empieza con unos minutos de intercambio entre los participantes .

Luego, se hace un momento de silencio y una breve oración para ponerse en clima( la oración está en la hojita)

Se puede hacer con una oración como el Padre Nuestro, con un canto, o bien con una oración espontánea, invocando la ayuda del Espíritu Santo. Esta invocación, oración o canto, no se debe omitir: sin la ayuda del Espíritu Santo, no podemos descubrir lo que Dios nos quiere decir, hoy.

El sembrador sabe que antes de sembrar, hay que arar o remover bien la tierra; nosotros también, para "sembrar" la Palabra de Dios, empezamos "arando" y removiendo un poco la "tierra" de la vida.

- Lectura del Libro de la Biblia:

Alguien con buena voz y entonación lee, proclama el texto bíblico. Debe ser una lectura lenta, clara, inteligible, para que todos puedan oír bien lo que se dice, para que sientan que no se

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trata de una palabra cualquiera, sino de la Palabra de Dios, más importante que nuestra palabra. ¡ La Palabra de Dios, para nosotros, hoy!

Hecha la lectura, se pregunta si todos entendieron bien. En todo caso, puede ser útil volver a hacer la lectura. Todos deben haber entendido bien lo leído.

* Hecha la lectura, hágase un momento de SILENCIO, para que la Palabra nos penetre interiormente, nos hable al corazón.

- Descubramos el mensaje.

En primer lugar hay que comprender bien el texto. Para eso están las preguntas en el título QUÉ DICE.

Luego viene el título QUÉ ME DICE .

En este momento se trata de que la Palabra haga la conexión con la vida.

El cómo hacer esta conexión Biblia-vida vivida, es simple aunque no es siempre fácil. En la guía hay una serie de preguntas que intentan orientar la reflexión sobre el texto bíblico, de tal manera que pueda ayudar a encontrarle el sentido para la vida diaria de cada uno y de la comunidad

Se lee la primera pregunta y en seguida se le da la palabra al grupo, para hallar entre todos la respuesta, y así con todas las preguntas, hasta la última, siguiendo el orden que el folleto presenta .

Finalmente viene la tercera parte , el QUÉ LE DIGO .

Allí se trata de responder a la Palabra con una pequeña oración y un propósito.

Se puede leer esa oración o hacer una espontáneamente.

Es importante que también , al finalizar, se haga un propósito para vivirlo durante la semana.

Algunas recomendaciones :

* Todos deben hablar y expresarse.

* Todos deben respetar y oír lo que los otros quieren decir.

* Todos deben discutir (e intercambiar) las opiniones y respuestas dadas.

Así, poco a poco, el grupo va llegando a una opinión común que - sin ninguna duda - influirá en la vida de los participantes, como la nafta hace andar el motor del auto.

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Si surgieran cuestiones difíciles, sobre el sentido histórico o pasado del texto, se encarga a alguien del grupo que busque la información en un libro o preguntándole a un especialista, y la traiga para la próxima reunión.

Todo puede terminar con un canto .

EL APORTE DEL EQUIPO DIOCESANO DE ANIMACION BIBLICA

Todos los meses el EAB diocesano pone a disposición de los grupos el folleto ECOS DE LA PALABRA.

El mismo recoge el evangelio de cada domingo y propone una serie de indicaciones, preguntas, para poder trabajarla en los grupos.

Puede bajarlo de internet en www.sanjoseperico.com en la pestaña que dice LECTIO DIVINA.

Allí encontrará este material.

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