cuentos palabrivoros

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CUENTOS, POEMAS Y RELATOS PALABRÍVOROS PARA NIÑOS DE PRIMARIA Realizado por miembros de Palabrívoras, Palabrívoros e ilustrado por los alumnos de 1º A de Primaria del Colegio Ave María de la Quinta. Los textos están inspirados en las palabras del Rincón palabrívorode dicha clase y los títulos son obra de los alumnos.

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Page 1: Cuentos palabrivoros

CUENTOS, POEMAS Y

RELATOS PALABRÍVOROS

PARA NIÑOS DE PRIMARIA

Realizado por miembros de Palabrívoras, Palabrívoros e ilustrado por los alumnos de 1º A de Primaria del Colegio Ave María de la Quinta. Los textos están inspirados en las palabras del “Rincón palabrívoro” de dicha clase y los títulos son obra de los alumnos.

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El asno, el ganso y la última estrella. Por Anaya Álvarez. Título: Alumnos de 1º de Primaria A del Ave María de la Quinta (Granada).

Cuenta la leyenda que una vez hubo un asno con alma de poeta. Era un verdadero caballero y en las ocasiones importantes llevaba un sombrero. Se aplicaba en lo de las letras y al lado de su pesebre siempre colocaba un libro. Su mejor amigo era un ganso presumido que en lugar de pico deseaba tener una trompa. El asno opinaba que un ganso con trompa seria una calamidad.

Todas las noches, el asno miraba la luna; y

trataba de ponerle nombre a las estrellas.

- Mira, esas parecen un cesto; esa tiene aspecto de quisquilla.

Su amigo el ganso le aseguraba que eran

infinitas y que sería una decepción no terminar de contar jamás. El asno arrugando el hocico pensó que de decepción nada. Que mejor ponerse manos a la obra y buscar números con nombres bonitos.

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Fantagracia Palabrivórica. Por Víctor Pérez Bellvis. Título: Alumnos de 1º de Primaria A del Ave María de la Quinta (Granada).

Llegó el MEGALODÓN y ACECHÓ al tiburón. Y el MAMUT, con la TROMPA, sorbió el vermut. La APLANADORA sin compasión, dejó CHAFADO al FRESÓN. Un ASNO, con ZOZOBRA, llevo el CESTO a la obra. La QUISQUILLA, PRESUMIDA, se puso ZARCILLOS y se fue a Sevilla,¡ qué Maravilla si el GANSO la pilla! El ZULÚ en el CIENO baila la ZAMBRA. Tralabengua, luengatraba… ¡TRABALENGUAS! Salió del POBLADO y quedó DECEPCIONADO. Se quiso ZAMPAR un PIZCA de CECINA, sin decir nada a su vecina. El DESHOLLINADOR, en la CÚPULA, junto a la ATALAYA del CORTIJO, tenía sed y bebió en botijo. El EUCALIPTO, sereno y ATERIDO, miraba la ACACIA y le hacía gracia. En la ASAMBLEA llegó a DISCURRIR que, al no haber EMPATÍA, era mejor REBELARSE y que votase su tía. El estudiante comenzó a ZAFARSE, el maestro le dijo que mejor APLICARSE. El MAGMA y la LLAMA, todo eso soltó el volcán enfadado porque el valle no le ama. Con JUNCOS, MUSGO y ALGAS hizo un cojín y posó sus nalgas. Hizo de VIGÍA subido a una VERJA, cayó y se partió una ceja. El ESPANTAJO de LATÓN, no tenía corazón. INCUBAR… EMPOLLAR… he ahí la cuestión. Y si SOPORIAL viene de sopor, que queréis que os diga, no sé hacerlo mejor. ¡Qué CALAMIDAD no tener DIGNIDAD¡

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La atalaya de la sonrisa. Por: Chelo García Gutiérrez.

Título: Alumnos de 1º de Primaria A del Ave María de la Quinta (Granada).

A Granada voy a ir, con mis zarcillos de media luna,

donde la leyenda se hace infinita

y la zozobra se vislumbra.

Llenaré mis bolsillos con una pizca de chocolate,

e intentaré untaros...

Y por dignidad no intentéis zafaros,

porque desde mi atalaya

Buscare vuestras sonrisas,

entre los nublados asomarse.

Después de esas risas toca aplicarse,

porque sois como un cofre de tesoros

que el pirata Malsaber quiere apropiarse...

Así es que ahora a empollar

y que tan gentil pirata

se lleve una decepción,

ya que vosotros con vuestras sonrisas

moláis mogollón.

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La leyenda del megalodón.

Por Mamen Tendero Segovia

Título: Alumnos de 1º de Primaria A del Ave María de la Quinta (Granada)

El mamut perdió su trompa

¡Qué calamidad!

Mientras el ganso muy presumido

En su pesebre se pone a incubar.

El asno y la llama les acechan

Desde la empinada atalaya

A través del valle infinito

a la acacia se le oye susurrar

la leyenda del megalodón

que el trabalenguas recitó

¡Con mucha dignidad!

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La princesa que no sabía leer.

Por Mar Escutia Sáiz

Título: Alumnos de 1º de Primaria A del Ave María de la Quinta (Granada).

Érase una vez un princesa, una pizca presumida y muy alegre, que combinaba sus zarcillos con el color de sus vestidos y se pintaba los labios aplicándose un fresón chafado, que después se zampaba su criado con el que tenía una gran empatía.

De este modo, transcurrían sin zozobra sus días, hasta que un martes cualquiera llegó al palacio un comerciante que ofrecía una mercancía muy especial: ¡¡¡libros!!!

Nuestra princesa, que no era demasiado empollona pero sí muy curiosona, de inmediato se interesó por tan exóticos objetos. Según el comerciante, aquellas páginas contenían poblados enteros de zulúes, con sus valles y sus antílopes, la leyenda del asno que sólo comía eucalipto en un pesebre de latón, el famoso trabalenguas de la verja y el vigía y así, así, historias hasta el infinito y más allá.

El criado susurró a la princesa que tenía que haber trampa, pero ella, que escuchaba muy atenta, sintió que en su corazón se encendía una llama: ¡el deseo de leer! Y, con mucha dignidad, le preguntó al comerciante si sería tan amable de enseñarle a descifrar ese misterio de las letras que, hasta el momento, no entendía… ¡La pobre no sabía leer! Por supuesto el comerciante, que además era maestro, enseguida dijo “¡¡¡sí!!!”, y se organizó una buena zambra en el mismo soportal.

Y así, cantando y riendo, se acaba este cuentecillo de la princesa lectora, que espero sinceramente no os cause decepción.

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La quisquilla que quiso ser antílope.

Por Lydia Gómez Andrés

Título: Alumnos de 1º de Primaria A del Ave María de la Quinta (Granada).

Y mientras la quisquilla bailaba con las algas,

acechaba al infinito observando el nublado

cielo desde el agua, soñando con ser un

antílope presumido en la gran sabana,

jugando a los trabalenguas con el resto de la

manada.

Fin.

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