Cuento elaborado por los estudiantes de la I.E. General Santander – Sede

Mario Sánchez Solís

María y El Oso Polar

Había una vez una señora muy bonita que se llamaba Gloria, ella vivía en el campo.

Un día salió a pasear

con su hija llamada María, ella era bonita como su mamá, tenía ojos azules, pelo negro y piel blanca, le gustaba jugar en el bosque con sus amigos los animales.

Un día María iba al pueblo junto a su mamá y se encontró a su tía Clemencia quien las invitó al parque a comer un rico helado.

De pronto, se le rego el helado a María y se le mancho la ropa, por eso tuvieron que regresar para la casa.

Cuando iban por el campo los animales se burlaron de María, porque estaba muy sucia. Al llegar a la casa, decidió cambiarse de ropa, para pasar por el campo y reclamarle a sus amigos animales por las burlas hechas.

Al salir limpia de casa, se encontró con un oso polar nunca antes visto en la zona quien la asustó mucho, entonces la niña salió corriendo y llegó a su casa. La mamá le preguntó: ¡Hija! ¿por qué llegaste a la casa tan asustada? -y María dijo- ¡porque me asusto un oso que estaba furioso!, pensé que me quería comer, pero yo corrí muy rápido y de repente ocurrió algo que me sorprendió, pensé que se trataba de mi, pero no, él perseguía al conejo que estaba corriendo detrás de mi y yo pensé que me quería comer. Por eso aquí estoy, temblando de miedo.

Mamá respondió:

Hija, tú eres muy valiente, tal vez el oso necesita tu ayuda, ahora ve al bosque y mira que quiere el oso. Entonces la niña fue muy emocionada, cuando se encontró al oso que perseguía al conejo, pero él estaba llorando. ¿Por qué estas triste señor oso?-el oso respondió:- porque estoy solo y no tengo amigos, todos piensan que los quiero comer. Entonces la niña le dijo al oso: ¿quieres ser mi amigo? -el oso le dijo-: Síííííí, con gran emoción. La niña le preguntó: ¿quieres conocer mi casa?, -el oso le dijo:- sí, sí, vamos pequeña niña conoceré a tu mamá.

María con un poco de miedo porque no sabía como reaccionaría su mamá, le dijo: ¡Hola mamá!, hola hija, respondió la mamá, te vengo a presentar a un nuevo amigo que me asusto en la mañana, ¿dónde está hija? Míralo aquí mamá. ¿Dónde vives?- en ninguna parte, -respondió el oso con gran tristeza-, puedes quedarte aquí, tenemos un hermoso campo lleno de árboles frutales y cerca hay un precioso río en el que puedes ir de pesca;

el oso sorprendido empezó a llorar al ver que las personas de esta zona eran tan amables y solidarias. El oso respondió: bueno señora, acepto, pues vengo desde muy lejos buscando amigos y una familia, porque la mía fue destruida por humanos que no quieren a los animales. Pues bien, dime: mamá; el oso se lanzó a abrazarla y la tumbó de la fuerza, los tres se rieron y vivieron felices, la mamá, la niña y el oso, junto con todos los animales del campo.

FIN