EL MISTERIO DEL ÁRBOL

CAÍDO

Realizado por: Manuel Alcalá

El Misterio del árbol caídoEn la vieja y oscura tierra de las sombras, el viejo y poderoso Tartán, empezó a

llevar a cabo su venganza contra el reino de la luz. Los amantes de la naturaleza se encontraban en casa de Manuel leyendo el manual ¿Cómo cuidar a un árbol? Luis que era el encargado de leer pronto empezó a bostezar ya que el texto era muy aburrido, todos los componentes del grupo casi se duermen…Manuel decidió salir a dar un paseo por el bosque para que así sus compañeros se despertasen. Salen disparados de la casa y montan en sus bicis y se disponen a pasar la mejor tarde de toda la semana. Todos estaban contentos y alegres, ya que pasarían la tarde en el bosque de la ladera oeste de la montaña donde los árboles más grandes del mundo empezaron a florecer. Esa tarde mirarían los animales, las flores y las plantas del bosque…Además jugaran y reirán como cada día que iban a ese bosque.

Cuando estuvieran sedientos, beberían del riachuelo, cuya agua era fresca, si estaban cansados, se tumbarían en la sombra de uno de los pinos y si tenían hambre comerían frutos que les daban los arboles

Mientras tanto el viejo Tartán decía a su mascota: "Ha llegado el gran día, hoy se verá cumplido mi sueño de conquistar el mundo de la luz, mañana reinara el reino de las sombras por todo el mundo.

Los amantes de la naturaleza iban por el bosque cuando de pronto se escuchó un ruido muy fuerte en el bosque, todos los miembros del grupo se quedaron quietos y asustados en su sitio viendo como los pájaros se van de los árboles y los animales se esconden en su madriguera.

Uno de los arboles más grandes del bosque se había caído y su tronco quedo abierto en forma de cueva

Todos los amigos se dirigieron hacia el árbol preguntándose como un árbol tan grande se había caído. Cuando llegaron donde se encontraba el árbol y vieron la cueva quedaron sorprendidos, pero se sorprendieron aun más cuando empezó a salir niebla oscura de la cueva y se presento ante ellos el temido Tartán, rey de las sombras.

Tartán empezó a hablarles:”os estaba esperando, amantes de la naturaleza porque hoy es el gran día”

Ninguno de los niños se atrevía a hablar, pero Manuel, el más valiente de todos, le dijo: `` ¿Quién eres? ¿Y qué le as echo a este gran árbol?”Y Tartán respondió: `` soy el rey de las sombras y he venido aquí para llevaros conmigo”

Todos los miembros del grupo empezaron a correr pero, detrás de unos árboles aparecieron varios secuaces de Tartán que los capturaron a todos y los llevaron al reino de las sombras.

¡Creíais que ibais a escapar de mi, malditos ingenuos! Dijo Tartán en voz tan alta que retumbo en todo el bosque. Lo tenía todo planeado por si sucedía esto, por eso les dije que vinieran conmigo, señalando a sus secuaces.

Tartán se llevo a los chicos a su casa en el país de las sombras, que era muy oscuro y lleno de criaturas malignas por todos lados. Cuando entraron en casa de Tartán, Manuel le dijo a los demás: tengo un plan para escapar de este mundo y de las garras de Tartán. Manuel, les dijo el plan a los demás: esta noche, mientras Tartán y sus secuaces duermen, nosotros cogeremos la llave de la puerta y escaparemos.

Todos estaban de acuerdo con Manuel, menos Daniel que justo en ese momento salió a correr para intentar escapar. Pero Tartán se dio cuenta de que alguien se había escapado, y mandó a sus secuaces a por Daniel. Pronto aparecieron por la puerta los secuaces con Daniel agarrado de los brazos. Entonces Tartán le dijo: así que intentando escapar en, pues te daré un castigo: esta noche dormirás en el dormitorio maldito donde hay brujas, fantasmas….Se llevaron a Daniel al dormitorio y lo encerraron con llave, para que no pudiera salir.

Esa misma noche se llevó a cabo el plan pero cuando estaban a punto de salir de la casa, María, la más inteligente del grupo dijo: Daniel sigue aquí dentro y tenemos que salvarlo. Manuel ideo pronto un plan que consistía en distraer a los guardias de la puerta mientras otros escalaban hasta la ventana más alta de la torre para salvar a Daniel. Y así lo hicieron.

Luis y María se encargaron de distraer a los guardias tirando bombas fétidas en el otro pasillo. Cuando los guardias escucharon el ruido que produjo la bomba, se retiraron de la puerta y fueron corriendo hasta el lugar de donde había salido aquel extraño ruido.

Mientras tanto, Manuel y Darío escalaban la torre para llegar a la ventana donde se encontraba encerrado Daniel. Cuando llegaron, no se veía nada todo estaba oscuro. Manuel llamo a Daniel muy bajito por si alguien los oyera, pero nadie contesto. Manuel empezó a preocuparse y tiró de la ventana con tanta fuerza que al final se abrió y entraron en la habitación. Sacaron la linterna y la encendieron, ya que aquella oscuridad ponía los pelos de punta.

Caminaron despacio, uno al lado del otro, temiendo que en cualquier momento le salieran los monstruos que les había dicho Tartán. De repente escucharon un crujido, como si fuera una rama que al pisarla se parte. Se quedaron congelados de miedo, sin saber que hacer… Y aparece al final de la habitación una sombra que se acercaba lentamente.

Manuel y Darío, estaban paralizados, hasta que escuchan: “Manu, ¿eres tú?” y los dos amigos empezaron a reírse pues habían encontrado a Daniel. Cuando estaban a punto de salir escuchan una risa tenebrosa que surge de la oscuridad, y se presenta ante ellos una bruja. Daniel se queda blanco como la pared y Manuel dice: “¿Qué quiere?” y la bruja le responde: “para que podáis salir de aquí sanos y salvo, sin que el rey de la oscuridad se entere de vuestra huida, ya debo ayudaros pero con una condición deberéis acertar esta adivinanza: No ves el sol, no ves la luna, y si está en el cielo no ves cosa alguna ¿Qué es?”

Daniel se dio por vencido muy pronto, ya que no se le daba bien las adivinanzas. Manuel se puso a dar vueltas por la habitación, pensando en la respuesta. Le dio muchas vueltas a la adivinanza hasta que hallo la respuesta y dijo: “Es la niebla”. La bruja sorprendida accedió a ayudar a salir de la casa de Tartán a estos pequeños tan valientes.

Al ir con la bruja, no se encontraron ningún problema para salir de la casa, y una vez fuera de ésta, la bruja les dijo: “Debéis ir tras aquellas montañas, al reino de la luz y avisar al rey de que Tartán quiere apoderarse de su reino”.

Así pues, el grupo se puso en marcha hasta el reino de la luz con la misión de alertar al rey de que corría peligro

Iban camino del reino de la luz cuando Manuel dijo:”os felicito por trabajar bien en el plan” Faltaba mucho para llegar al árbol cuando Daniel dijo: ¿Por qué no cantamos una canción? Manuel contestó: vale ¿cuál cantamos? María contesto: cantamos al pasar la barca….Todos estaban de acuerdo y empezaron a cantar.

Llegaron al árbol y lo atravesaron y de nuevo se encontraban en la ladera oeste del bosque. Después fueron a avisar al rey de que Tartán quería invadir el reino de la luz. El rey los nombro salvadores del mundo de la luz y felicito a todo el grupo: Manu, el jefe, Darío, María, Luis y Daniel, Los amantes de la naturaleza.

Se despidieron y cada uno se fue a su casa a dormir. La noche se les hizo muy larga y cuando se despertaron todo había sido un sueño pero todos habían tenido el mismo y eso era raro.

De nuevo estaban en la casa de Manu leyendo el libro, que era muy interesante, como cuidar de una serpiente en tu casa y otros animales peligrosos, cuando Luis dijo: ¿soñasteis ayer con que salvábamos el reino de luz? Todos contestaron: si. Entonces quedaron en silencio, nadie sabía que decir, hasta que Daniel dijo: porque no vamos al bosque haber si el árbol está bien.

Todos querían ir a ver el árbol pero sus madres no les dejaban porque tenían que ir a hacer los deberes, y todos se fueron a sus casas.

Y en lo más profundo del bosque el árbol se cayó y quedo abierto en forma de cueva.

fin

ALFRED, EL ELFO

Había una vez unos elfos que vivían en un bosque cercano a un pequeño pueblo. Uno de ellos se llamaba Tortón. Era pequeño y juguetón. Tenía una sonrisa que iluminaba, porque sus dientes eran tan blancos que cuando era de noche y bostezaba su luz se veía a un kilómetro a la redonda como si fuese una luciérnaga. Otro era Alfred,tímido y con pocos amigos. Le encantaban las frutas del bosque, que a menudo salía a buscar.

Álfred le tenía miedo a las arañas, pero no solo porque picaban sino por sus patas peludas y colmillos gigantes que él pensaba que tenían.

Una tarde Afred salió al bosque en busca de frutas. Estaba tan entusiasmado llenando su cesta con ciruelas, higos, brevas, frambuesas, moras, uvas, etc., que no se dio cuenta que iba anocheciendo. Cuando decidió volver a casa se paro para buscar una última cereza y al cogerla una araña amarilla con cuatro ojos y ocho patas se acercó a él. Como tuvo tanto miedo, se escondió en el hueco del tronco de un árbol esperando que la araña se marchara. El bosque quedó totalmente a oscuras y Alfred pensó que nadie le iba a ayudar y se iba a quedar allí hasta el amanecer. Se escuchaban muchos sonidos espeluznantes como el de un búho, el aullido de un lobo y el viento agitando las ramas de los árboles mojados por una nube negra que vino de la nada. Alfred ya cansado de estar de pie en ese árbol decidió pedir ayuda a alguien que pasase por allí. Después de un rato intentándolo, vio una luz muy brillante pero que no estaba lejos sino lejísimo de allí pero cada vez se acercaba más. Como era una noche de niebla aunque se acercase aquella luz no se podía distinguir de donde provenía hasta que un elfo se dirigió hacia él y dijo:

-He oído tus gritos pidiendo ayuda y he venido lo antes posible-dijo Tortón

-Gracias -respondió Alfred

-¿Por qué estas escondido en el hueco de este árbol?-preguntó Tortón

-Estoy protegiéndome de una gran araña que quería devorarme-contesto.

-¿No te referirás a esa diminuta araña que cuelga de tu gorro? le pregunto asombrado

-¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! , ¡quítamela, quítamela! - gritó aterrorizado Alfred.

-Ya te la quito pero, no temas, no ves que ella está más asustada que tú – lo tranquilizó Tortón

-¿Cómo? ¡Pero si es más pequeña que un granito de arena!-dijo Alfred

-Has debido confundirte con su propia sombra .Ven sígueme que yo alumbraré el camino de vuelta- comentó Tortón

Cuando llegaron a su a su aldea Alfred quiso agradecerle lo que había hecho por él y le regalo la cesta llena de frutas que había recogido del bosque. Tontón no quiso aceptarla porque pensaba que tenía que ayudar a los demás sin nada a cambio. Entonces Alfred le insistió a que lo acompañara a su casa para compartir con el alguna de sus frutas y así lo hicieron.

Desde entonces fueron grandes amigos y solían jugar y pasear juntos por el bosque. Alfred enseño a Tontón a buscar las mejores frutas del bosque ya que lo venía haciendo desde muy pequeño y nadie como él en la aldea encontraba otros mejores. Mientras las buscaban, Tontón no dejaba de hablarle de los muchos insectos que conocía en el bosque como: mariposas de colores, saltamontes, abejas, mariquitas…... Quería que su amigo perdiera el miedo a estos animales. Poco a poco empezó a verlos de otra manera y comprendió que todos los animales son necesarios en el bosque para que la vida continúe en equilibrio.

Fin

La bella y el espejo

Había una vez una horrible bruja que tenía por consejero a un espejo hablador, que pasaba con el horas y horas y horas largas.

Todos los días consultaba que vestido ponerse, cómo peinarse y que zapatos debía ponerse

Guardaba en un armario 4 espejos mas por si alguno se le rompiera o se les cayese de algún lado o por si alguien se los robara. Una mañana la malvada bruja le digo al espejo que quien era la más guapa de ese espejo y él respondió que ella no era que era aquella hermosa joven que estaba en casa de la vecina tendiendo la ropa y cuidando de los niños.

Ella contesto:

-¡Como te atreves a decirme eso en mi cara y rompió el espejo .

Después saco otro del armario y le pregunto lo mismo él respondió que era aquella hermosa joven que estaba en casa de la vecina tendiendo la ropa y cuidando de los niños

Ella contesto:

-Maldito espejo ahora te romperé en mil pedazos, Y así fue la malvada bruja lo rompió en mil cachitos.

Por último sacó y él le contesto lo mismo que los barios espejos

Ella tan enfadada ordeno que matara a la bellísima joven y que le entregara el cuerpo de la muchacha

El cazador fue en busca de ella para hacer lo que la bruja le dijera o si no lo hacía mataría al

cazador.

La muchacha estaba tendiendo la ropa cuando de repente se encontró con el cazador y él le dijo:

-Te mataré por orden de la bruja del pueblo

Pero él al ver lo hermosa que era le dijo

-Huye de aquí que si no la reina te matará porque los espejos que tiene ella dice que tú eres la más guapa

La joven corría corría hasta que se adentró en el bosque, allí una vez en el bosque la muchacha

tenía miedo porque escuchaba ruidos.

De repente eran animales que intentaban ayudar a la joven a salir del bosque, cuando salió vio que estaba

en una aldea . Entró en una casa donde había tres camas, ella se acostó en la media

Cuando oyó una voz que venía de abajo, la joven se acercó para ver lo que era. Era la voz de un Conejo

Grande que habla , ella asustada se escondió. El conejo Grande venia cansado así que se fue para arriba

Cuando él llegó a la habitación vio la cama destrozada entonces vio a la joven escondida y este le

digo:

-Sal de ahí que no te voy a hacer daño. ¿Cómo te llamas? Yo me llamo albillo

Ella contestó:

-Me llamo Ana y estoy aquí porque una bruja me quiere matar.

Ella y él se sentaron a Hablar durante un rato.

La joven se quedó a vivir con él. Ella le ayudaba a todo lo que fuera necesario a las labores de la casa

La bruja de entero de lo sucedido.

Ella se disfrazo de vieja y fue a la casa del conejo a darle un caramelo envenenado.

Llamó a la puerta

FIN