cuántas fuerzas intentan acabar con la iglesia

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© Estudios Teologicos Catolicos

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Cuntas fuerzas intentan acabar con la Iglesia, pero ella sigue vivaLa invitacin para los arzobispos que reciben el palio: el verdadero testimonio es no contradecir con el comportamiento lo que se predica.Francisco en la Fiesta de los Santos Pedro y Pablo habla sobre los ataques desde fuera y desde dentro que se han verificado a lo largo de la historia y que se repiten todava en la actualidad, y sobre las persecuciones que a menudo perduran bajo la mirada y el silencio de todos. La invitacin para los arzobispos que reciben el palio: el verdadero testimonio es no contradecir con el comportamiento lo que se predica. No hay que tener miedo de los muchos Herodes que afligen con persecucionesCuntas fuerzas, a lo largo de la historia, ha intentado y siguen intentando acabar con la Iglesia, desde fuera y desde dentro, pero todas ellas pasan y la Iglesia sigue viva y fecunda!. Se necesitan en la actualidad no maestros, sino testimonios y pastores que estn llamados a no contradecir con el comportamiento y con la vida lo que se predica con la palabra y lo que se ensea a los otros!. Lo dijo Papa Francisco en la homila de la misa en la fiesta de los Santos Pedro y Pablo, patronos de Roma; al final, entreg el palio a 46 nuevos arzobispos metropolitanos que fueron nombrados a lo largo del ltimo ao. Por primera vez, segn la nueva modalidad establecida por el Pontfice, el palio (la banda de lana blanca decorada con cruces negras que simboliza al cordero que cargaba el Buen Pastor sobre sus hombros y que indica el vnculo con el obispo de Roma), no fue impuesta por el Papa a los arzobispos. Los palios fueron solamente entregados. La imposicin se llevar a cabo en las Iglesias locales, con la participacin de todos los fieles, el clero y los obispos de las dicesis sufragneas.En la homila, Francisco reflexion sobre el testimonio de la primera comunidad cristiana acosada por la persecucin, tal y como la describen los Hechos de los Apstoles. El Papa no quiso solo detenerse en las atroces, inhumanas e inexplicables persecuciones, que desgraciadamente perduran todava hoy en muchas partes del mundo, a menudo bajo la mirada y el silencio de todos, sino ms bien prefiri reflexionar sobre la valenta de los apstoles y de los primeros cristianos para evangelizar sin miedo a la muerte y al martirio, en el contexto social del imperio pagano. Francisco afirm que para nosotros creyentes de hoy la vida de aquella comunidad es una fuerte llamada a la oracin, a la fe y al testimonio.El Papa llam principalmente a la oracin, sin la cual ninguna comunidad puede salir adelante, y record que las mismas catacumbas eran principalmente lugares de oracin y de culto. Y, citando la primera Lectura, en la que se describe la ayuda de un ngel a Pedro cuando estaba encadenado en la crcel, aadi: Pensamos en cuntas veces ha escuchado el Seor nuestra oracin envindonos un ngel? Ese ngel que inesperadamente nos sale al encuentro para sacarnos de situaciones complicadas, para arrancarnos del poder de la muerte y del maligno, para indicarnos el camino cuando nos extraviamos, para volver a encender en nosotros la llama de la esperanza, para hacernos una caricia, para consolar nuestro corazn destrozado, para despertarnos del sueo existencial, o simplemente para decirnos: No ests solo. Cuntos ngeles pone el Seor en nuestro camino! Pero nosotros, por miedo, incredulidad o incluso por euforia, los dejamos fuera.Despus, reflexionando sobre la llamada de la fe, Francisco dijo: Dios no saca a sus hijos del mundo o del mal, sino que les da fuerza para vencerlos. Y observ: Cuntas fuerzas, a lo largo de la historia, ha intentado y siguen intentando acabar con la Iglesia, desde fuera y desde dentro, pero todas ellas pasan y la Iglesia sigue viva y fecunda!, inexplicablemente a salvo para que, como dice san Pablo, pueda aclamar: A l la gloria por los siglos de los siglos.Todo pasa continu Francisco, solo Dios permanece. Han pasado reinos, pueblos, culturas, naciones, ideologas, potencias, pero la Iglesia, fundada sobre Cristo, a travs de tantas tempestades y a pesar de nuestros muchos pecados, permanece fiel al depsito de la fe en el servicio, porque la Iglesia no es de los Papas, de los obispos, de los sacerdotes y tampoco de los fieles, es nica y exclusivamente de Cristo. Solo quien vive en Cristo promueve y defiende a la Iglesia con la santidad de vida, a ejemplo de Pedro y Pablo. Los que creen en el nombre de Cristo, continu el Papa, han resucitado a muertos, han curado enfermos, han amado a sus perseguidores, han demostrado que no existe fuerza capaz de derrotar a quien tiene la fuerza de la fe!.Al final, el obispo de Roma llam al testimonio: Una Iglesia o un cristiano sin testimonio es estril, un muerto que cree estar vivo, un rbol seco que no da fruto, un pozo seco que no tiene agua. La Iglesia ha vencido al mal gracias al testimonio valiente, concreto y humilde de sus hijos. Por ello la invitacin a los arzobispos que recibieron el palio: La Iglesia quiere que sean hombres de oracin, maestros de oracin, que enseen al pueblo que les ha sido confiado por el Seor que la liberacin de toda cautividad es solamente obra de Dios y fruto de la oracin, que Dios, en el momento oportuno, enva a su ngel para salvarnos de las muchas esclavitudes y de las innumerables cadenas mundanas. Tambin ustedes sean ngeles y mensajeros de caridad para los ms necesitados!.La Iglesia aadi quiere que sean hombres de fe, maestros de fe, que enseen a los fieles a no tener miedo de los muchos Herodes que los afligen con persecuciones, con cruces de todo tipo. Ningn Herodes es capaz de apagar la luz de la esperanza, de la fe y de la caridad de quien cree en Cristo!.Y, para concluir, indic que la Iglesia quiere que sean hombres de testimonio. Francisco cit las palabras de San Francisco, que deca a sus frailes: Prediquen siempre el Evangelio y, si fuera necesario, tambin con las palabras. No hay testimonio sin una vida coherente! Hoy no se necesita tanto maestros, sino testigos valientes, convencidos y convincentes, testigos que no se avergencen del Nombre de Cristo y de su Cruz ni ante leones rugientes ni ante las potencias de este mundo,. Un testimonio que ha sido ofrecido por los cristianos de diferentes confesiones.Es muy sencillo concluy Francisco: porque el testimonio ms eficaz y ms autntico consiste en no contradecir con el comportamiento y con la vida lo que se predica con la palabra y lo que se ensea a los otros.En el rito participaron el Metropolita de Prgamo, Ioannis Zizioulas, delegado del Patriarca Ecumnico de Constantinopla, Bartolomeo I, a quien el Papa salud al principio de la celebracin y con quien, al final de la misa, fue a venerar las reliquias de Pedro, bajo el altar de la Baslica. Los arzobispos metropolitanos que recibieron el palio fueron 46 en total: 18 europeos, 13 americanos, 1 de Oceana, 8 africanos y 6 asiticos.