crítica y dialéctica. la cuestión del método en el pensamiento de marx
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UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
FACULTAD DE FILOSOFA Departamento de Filosofa I (Metafsica y Teora del Conocimiento)
CRTICA Y DIALCTICA. LA CUESTIN DEL MTODO EN EL PENSAMIENTO DE MARX.
MEMORIA PARA OPTAR AL GRADO DE DOCTOR
PRESENTADA POR
Csar Ruiz Sanjun
Bajo la direccin del doctor
Juan Manuel Navarro Cordn
Madrid, 2010
ISBN: 978-84-693-4796-6 Csar Ruiz Sanjun, 2010
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CRTICA Y DIALCTICA.
LA CUESTIN DEL MTODO EN EL
PENSAMIENTO DE MARX
Tesis Doctoral presentada por Csar Ruiz Sanjun
Dirigida por el Dr. Juan Manuel Navarro Cordn
Catedrtico del Departamento de Filosofa I
(Metafsica y Teora del Conocimiento)
Facultad de Filosofa
Universidad Complutense de Madrid
Noviembre de 2009
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A mis padres
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AGRADECIMIENTOS
Son muchas las personas que, de una u otra manera, han hecho posible la
realizacin de esta Tesis Doctoral. Entre ellas, quiero dejar constancia de mi
agradecimiento:
A mi director, Don Juan Manuel Navarro Cordn, por su ayuda y por la
confianza que ha depositado en mi trabajo. Por su magisterio a lo largo de tantos aos,
en el que con un compromiso irrenunciable con la filosofa ha transmitido no slo saber,
sino tambin una forma de leer y de preguntar que han abierto el difcil camino del
pensar honesto y crtico.
A mis profesores de la Facultad de Filosofa, por todo lo que he aprendido de
ellos y sigo aprendiendo, especialmente a Carlos Fernndez Liria, Mara Jos Callejo,
Nuria Snchez Madrid, Juan Bautista Fuentes y Jos Luis Pardo.
A mis compaeros de la Seccin Departamental, Mara Luisa Esteve, Bernd
Marizzi y Juan Luis Winkow, por su constante preocupacin por hacer compatibles mis
obligaciones docentes y departamentales con el trabajo de elaboracin de mi Tesis.
A los profesores alemanes que me acogieron durante mi estancia en Berln,
especialmente a Frieder Otto Wolf, en cuyo seminario de la Freie Universitt se
gestaron muchos de los planteamientos que han acabado configurando el presente
trabajo. Y a Michael Heinrich, cuyos libros han seguido constituyendo una referencia
constante a lo largo de toda mi investigacin.
Entre quienes han hecho posible este trabajo, no con una implicacin directa en
el contenido del mismo, pero s con algo ms esencial, sosteniendo la vida sobre la que
se levanta cualquier esfuerzo intelectual, quiero dar las gracias:
A Elisa, por su presencia constante, que constituye el espacio en el que puedo
habitar y desde donde puedo construir todo lo dems.
A mis padres, Agustn y Esther, por haber puesto las bases de todo, por su apoyo
incondicional. Y a mis hermanos, Sara y Pablo, que a pesar de la distancia fsica, han
estado en todo momento tan presentes como si hubieran estado aqu.
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NDICE
INTRODUCCIN ............................................................................................................... 11
1. EL PROBLEMA DE LA CONTINUIDAD EN LA EVOLUCIN TERICA
DE MARX ......................................................................................................................... 39
1.1. La filosofa antropolgica de Feuerbach como modelo metodolgico de la
crtica ......................................................................................................................... 46
1.1.1. De la crtica de la filosofa poltica de Hegel a la crtica de las formas
polticas burguesas ............................................................................................ 59
1.1.2. Trabajo y enajenacin como conceptos nucleares de la
confrontacin con la economa poltica desde la concepcin
antropolgica ................................................................................................... 74
1.1.3. La ambivalencia de la crtica de Marx a la dialctica hegeliana:
historia y dialctica .......................................................................................... 93
1.2. Gnesis y sentido de la concepcin materialista de la historia ..................... 113
1.2.1. La crtica a la antropologa feuerbachiana: abandono de los
conceptos de esencia genrica y enajenacin .............................................. 123
1.2.2. Materialismo y dialctica en la nueva concepcin marxiana de la
sociedad y de la historia .................................................................................. 138
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2. EL MTODO DE LA CRTICA DE LA ECONOMA POLTICA .................... 161
2.1. Caracterizacin general del mtodo .................................................................. 166
2.1.1. La ascensin de lo abstracto a lo concreto ............................................ 173
2.1.2. Redefinicin de la posicin crtica de Marx respecto al idealismo
hegeliano ......................................................................................................... 182
2.2. El mtodo lgico y el mtodo histrico ............................................................ 195
2.3. Dialctica objetiva y dialctica subjetiva .......................................................... 213
2.4. La relacin entre Hegel y Marx ........................................................................ 227
2.4.1. La interpretacin de la dialctica del marxismo hegeliano .................. 233
2.4.2. El paralelismo de las concepciones sistemticas de Hegel y Marx ...... 248
2.5. La forma dialctica de la exposicin ................................................................. 259
2.5.1. El orden de sucesin de las categoras .................................................. 264
2.5.2. La exposicin a travs de la crtica ....................................................... 277
2.6. Los lmites de la exposicin dialctica.............................................................. 295
2.7. Sobre la presencia de una concepcin general de la evolucin histrica en el
pensamiento marxiano de madurez .......................................................................... 307
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3. LAS CATEGORAS FUNDAMENTALES DE LA CRTICA DE LA
ECONOMA POLTICA EN SU ARTICULACIN METODOLGICA ................. 323
3.1. El problema de la abstraccin de partida en la construccin terica ................ 330
3.2. La teora del valor como ncleo de la crtica a las categoras de la economa
poltica ...................................................................................................................... 344
3.2.1. El comienzo de la exposicin con la mercanca: sentido de la
contraposicin entre el valor de uso y el valor ............................................... 348
3.2.2. El carcter doble del trabajo que produce mercancas: trabajo concreto
y trabajo abstracto ........................................................................................... 360
3.2.3. El desarrollo conceptual de la forma de valor ...................................... 376
3.2.4. El fetichismo como cosificacin de las relaciones sociales.................. 397
3.2.5. La dimensin crtica de las determinaciones formales ......................... 407
3.3. El trnsito al capital en el desarrollo de las categoras ..................................... 420
3.4. Fuerza de trabajo y produccin de plusvalor .................................................... 430
3.5. La acumulacin de capital: relacin entre las leyes de propiedad de la
produccin mercantil y las leyes de apropiacin capitalista .................................... 446
CONCLUSIONES ............................................................................................................. 461
APNDICE: Introduccin, resumen y conclusiones en alemn (Doctorado Europeo) .... 471
BIBLIOGRAFA ............................................................................................................... 525
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INTRODUCCIN
El presente trabajo tiene como objetivo llevar a cabo un estudio de los elementos
fundamentales que constituyen el mtodo de Marx, y de investigar a partir de aqu en
qu sentido la concepcin marxiana del mtodo supone la aparicin de una nueva forma
de pensamiento cientfico.
Marx designa en diversas ocasiones su mtodo como dialctico, y caracteriza
asimismo como dialctica su forma de exposicin. Pero frente a toda dialctica
especulativa, para Marx se trata de una dialctica cientfica. La principal dificultad que
se presenta al investigar el significado de la dialctica en el pensamiento marxiano
radica en que no se encuentra en ningn lugar de su obra una exposicin sistemtica de
aquello en lo que consiste para l la dialctica. Ciertamente se refiere en distintos
lugares a su mtodo dialctico y lo relaciona con el de Hegel, si bien marca al mismo
tiempo una distancia fundamental con respecto a la dialctica hegeliana. Pero se trata
siempre de referencias de carcter general, y Marx no aclar nunca en qu consista
exactamente su mtodo dialctico. Ante la ausencia de una tematizacin explcita de
esta cuestin por parte de Marx, Engels expuso en diversos escritos tardos los
elementos fundamentales de lo que l denomina la dialctica materialista,
establecindola como la concepcin comn a ambos de la dialctica.
Esta situacin ha tenido como consecuencia el desarrollo de dos lneas
fundamentales de interpretacin en la historia de la recepcin de la obra marxiana: por
un lado, aquellas interpretaciones que partiendo de las consideraciones generales de
Marx sobre su mtodo dialctico, llevan a cabo la reconstruccin de la dialctica
marxiana a partir de la filosofa hegeliana; por otro lado, aqullas que identifican
directamente la dialctica en Marx con la concepcin de la dialctica desarrollada por
Engels. Si bien estas dos corrientes sostienen una interpretacin distinta de la dialctica,
poseen ambas un denominador comn: parten de una concepcin de la dialctica
determinada a priori y a partir de ella interpretan los textos de Marx. Frente a estas
formas de interpretacin que han dominado en la historia del marxismo, en este trabajo
se emprende la interpretacin desde los textos mismos de Marx, sin partir de una
concepcin previa de la dialctica a la que tratar de ajustar los planteamientos
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contenidos en dichos textos o con la que intentar completarlos. Siguiendo esta
metodologa de trabajo, hemos establecido una lnea de demarcacin sistemtica entre
los textos de Marx y los de los autores mencionados1, y a partir de aqu hemos llevado a
cabo la investigacin de la relacin existente entre ellos, en lugar de presuponer, como
es usual en las interpretaciones a las que nos hemos referido, que Marx sostiene
determinados planteamientos que no se encuentran explcitamente formulados en
ningn lugar de su obra.
Aqu se presenta el problema de determinar los textos del corpus marxiano a
partir de los cuales se tiene que desarrollar la investigacin, pues Marx abord la
cuestin de la dialctica en diferentes fases de su evolucin intelectual. Resulta preciso
examinar si su concepcin terica permaneci inalterada en lo esencial, lo cual
legitimara la utilizacin del conjunto de su obra para llevar a cabo la reconstruccin de
su comprensin de la dialctica, o si se produjeron cambios en su pensamiento de la
suficiente profundidad y amplitud como para excluir los textos en los que se presenta
una concepcin superada y acotar la interpretacin a aqullos en los que se encuentra la
configuracin definitiva de su teora. En este punto, por tanto, se pone en juego un
segundo principio metodolgico, referido en este caso a la delimitacin interna de la
obra de Marx. Esto ha determinado la estructuracin de nuestro trabajo en una primera
parte en la que hemos analizado los principales escritos de juventud de Marx, con el
objetivo de poder establecer su relacin con la obra de madurez y determinar las
diferencias fundamentales que existen entre ambas concepciones.
Lo que se presenta en los textos de las primeras fases de la evolucin terica de
Marx es un reiterado esfuerzo por encontrar el modo correcto de comprensin de las
relaciones sociales de la moderna sociedad burguesa, dirigiendo para ello su atencin
alternativamente a la historia, a la poltica y a la economa. Tras un largo camino de
bsqueda, jalonado por diversos textos que permanecen en su mayor parte en estado de
manuscritos, Marx disea un proyecto global del que slo llegar a publicar una parte, y
que define con el rtulo de crtica de la economa poltica. Este proyecto terico tiene
como objetivo exponer las relaciones sociales que constituyen la base material del modo
de produccin capitalista, lo cual tiene lugar, como indica explcitamente la designacin
1 Evidentemente no es posible establecer esta delimitacin textual en el caso de aquellas obras que Marx escribi conjuntamente con Engels. Pero aqu es preciso tener en cuenta que esto slo tuvo lugar en ciertos escritos de juventud. El hecho de que Marx y Engels compartiesen en ese momento determinados planteamientos fundamentales no autoriza en ningn caso a concluir la identidad de sus respectivas concepciones en sus obras de madurez.
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que le da Marx, en la forma de una crtica. Este trmino puede entenderse en un sentido
que se podra denominar externo, como si lo que hiciese Marx fuese elaborar una
teora a partir de la cual critica las teoras de la economa poltica, o en un sentido
interno, segn el cual lo que hace Marx es desarrollar su exposicin a travs de la
crtica a la economa poltica. El primer sentido conlleva una interpretacin reducida del
alcance de la crtica marxiana, pues en ella se entiende simplemente que Marx
desarrolla una teora distinta de las teoras burguesas, a las cuales se opone crticamente.
En cambio, si la crtica se entiende en el segundo sentido, lo que lleva a cabo Marx no
es simplemente la elaboracin de otra teora econmica, sino la destruccin sistemtica
de los fundamentos tericos sobre los que se levanta la economa poltica burguesa: se
trata de una crtica de la totalidad de la economa poltica como ciencia, y es
precisamente por medio de esta crtica como se construye la exposicin de las
relaciones econmicas de la sociedad burguesa.
El presente trabajo tiene como objetivo fundamental poner de manifiesto que es
en este segundo sentido del trmino en el que se ha de entender el proyecto marxiano de
una crtica de la economa poltica, y que es a partir de aqu desde donde se ha de
comprender el significado y la funcin que tiene para Marx la dialctica. Frente a los
diversos modos de comprensin historicista de la dialctica que han prevalecido en la
tradicin marxista, trataremos de mostrar que la dialctica marxiana est referida al
proceso de construccin terica mediante el que se desarrolla la exposicin de las
relaciones sociales del modo de produccin capitalista, lo cual tiene lugar a travs de la
crtica al sistema categorial de la economa poltica.
En la breve caracterizacin que hemos realizado de los objetivos del trabajo, nos
hemos referido ya a algunas de las principales interpretaciones del pensamiento de Marx
y nos hemos posicionado con respecto a ellas en cuanto a nuestro modo de proceder en
la interpretacin. Puesto que sta se desarrolla en confrontacin crtica con las
principales concepciones que se han establecido como dominantes en el marxismo,
resulta preciso ubicarla siquiera mnimamente en el contexto de la recepcin de la obra
de Marx, indicando asimismo aquellas otras interpretaciones con las que entronca
nuestra investigacin.
La interpretacin que desarrollamos aqu se opone frontalmente, en primer lugar,
a la comprensin que se ha establecido en lo que se puede denominar genricamente el
marxismo tradicional, caracterizacin bajo la que se pueden subsumir todas aquellas
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concepciones que entienden la dialctica como una teora general de las leyes que
determinan el curso de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento; que sostienen la
existencia de una concepcin general de la historia en Marx, a partir de la cual se
determinara el colapso inexorable del capitalismo como consecuencia de sus propias
contradicciones; y que comprenden la obra marxiana de crtica de la economa poltica
en trminos economicistas como la explicacin de todos los fenmenos sociales a partir
de causas econmicas. Dentro de esta concepcin se perdi por completo el significado
de la crtica marxiana, que se interpret en el sentido reducido al que nos hemos
referido anteriormente.
Frente a esta degradacin terica comienzan a surgir en la dcada de 1920
interpretaciones que abordan con rigor la obra de Marx y que se ocupan
fundamentalmente de cuestiones metodolgicas, cuyo origen se remite a los primeros
escritos de K. Korsch y sobre todo de G. Lukcs; la interpretacin de este ltimo marc
de manera decisiva el curso posterior de la recepcin de Marx, influyendo de manera
especialmente importante en los autores de la Escuela de Frankfurt. Pero esta
recuperacin de la dimensin terica del pensamiento marxiano se realiz a travs del
recurso a la filosofa hegeliana, en cuyas categoras lgicas se pretendi encontrar el
fundamento de la teora de Marx, que habra extrado las categoras del sistema idealista
en el que se encontraban contenidas y las habra aplicado a la realidad social concreta
del modo de produccin capitalista. Si bien en estas interpretaciones se super la
concepcin mecanicista de la dialctica y el economicismo, subsisti en ellas una
comprensin de la obra marxiana como teora general de la historia, que habra sido
desarrollada por Marx a partir de una traduccin materialista de la dialctica hegeliana.
Las investigaciones metodolgicas que surgieron en las dcadas siguientes
estuvieron fuertemente marcadas por esta tendencia hegelianizante, si bien algunas de
ellas alcanzaron una interpretacin ms diferenciada y pusieron de manifiesto elementos
importantes que constituan la especificidad del mtodo de Marx, como es el caso de
autores como Zeleny, Kosk, H. Lefebvre o A. Schmidt, por citar slo algunos a cuyas
interpretaciones nos remitimos a lo largo del trabajo. Pero la mayor parte de las
interpretaciones que surgieron del contexto anteriormente referido permanecieron
esencialmente vinculadas a la filosofa hegeliana, con lo que qued obturada por
principio la posibilidad de determinar lo especfico del mtodo marxiano. La
publicacin de los manuscritos de juventud de Marx en los integraba en su concepcin
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importantes elementos de la filosofa de Hegel favoreci este tipo de interpretaciones,
que proyectaron los planteamientos contenidos en esos textos sobre la obra marxiana de
madurez.
Las distintas variantes de esta forma de comprensin de la obra de Marx
constituyen tambin un importante frente polmico de nuestra interpretacin, en la que
tratamos de mostrar la inviabilidad de las mismas. En este sentido ha tenido un papel
importante en nuestro estudio la obra de Althusser, que mostr por primera vez con toda
claridad la distancia insalvable que separa esos textos marxianos de juventud de la obra
de crtica de la economa poltica. Asimismo, la interpretacin de El Capital que
desarroll junto con sus colaboradores puso de manifiesto elementos importantes de la
estructuracin metodolgica de la obra y precis la diferencia terica fundamental que
existe entre la economa poltica y la crtica marxiana de la economa poltica. Pero la
aportacin de Althusser para la determinacin de los elementos tericos que constituyen
el mtodo dialctico de El Capital fue mucho ms reducida, debido bsicamente al
carcter polmico de su intervencin en este sentido dirigida fundamentalmente contra
las distorsiones del pensamiento de Marx que se haban presentado en la tradicin
marxista de orientacin hegeliana , y a su escasa ocupacin con los manuscritos
preparatorios de El Capital.
Una investigacin amplia y rigurosa de estos manuscritos comenz a realizarse
en la dcada de 1970 en Alemania Occidental. Esto permiti desarrollar una
comprensin progresivamente ms precisa de la estructura del proyecto global de crtica
de la economa poltica diseado por Marx y de los diferentes niveles de abstraccin a
los que se presentan las categoras en su exposicin terica. Las investigaciones sobre el
mtodo marxiano se desarrollaron sobre la base de los textos de crtica de la economa
poltica, abandonndose las interpretaciones generalistas que haban imperado en el
marxismo anterior y alcanzando un nivel de concrecin a partir del que se pudieron
comenzar a explicar cuestiones no aclaradas hasta ese momento sobre la compleja
arquitectnica de El Capital. Estas interpretaciones han puesto de manifiesto asimismo
el profundo sentido terico de la crtica de Marx, determinando el carcter constitutivo
de la misma para el contenido positivo de su teora. En este contexto, la crtica marxiana
de la economa poltica es comprendida como la exposicin y la crtica del proceso
social capitalista y de las formas de pensamiento que ste genera de manera necesaria, a
partir de las cuales se constituye tanto la conciencia espontnea de los agentes sociales
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como las categoras de la economa poltica.
Nuestro estudio entronca con estas investigaciones que se han venido
desarrollando en las ltimas dcadas en el mbito de interpretacin alemn, y que se
pueden asociar a los nombres de H. Reichelt, H.-G. Backhaus, H. Brentel y M.
Heinrich, por citar slo a los autores ms destacados de esta corriente. Estas
interpretaciones son prcticamente desconocidas en nuestro pas y, de hecho, no se
encuentran traducidos los textos de los mencionados autores. La nica excepcin la
constituye la reciente traduccin de uno de los ltimos libros de Heinrich, que ha sido
realizada en el curso de la presente investigacin2. Con ello hemos pretendido dar el
primer paso para la difusin en nuestra lengua de la obra de este autor, cuya
interpretacin constituye una de las aportaciones recientes ms importantes a la
investigacin de la obra marxiana.
Una vez enmarcada nuestra interpretacin en el contexto de la recepcin de la
obra de Marx, presentamos a continuacin un breve resumen del trabajo realizado. Dada
su necesaria brevedad, no resulta posible evidentemente aludir a todos los
planteamientos importantes que se desarrollan a lo largo del estudio, y menos an
fundamentar siquiera mnimamente las ideas que aqu se compendian. No se trata ms
que de exponer de manera sucinta el contenido de las distintas secciones y apartados,
con el nico propsito de ofrecer una orientacin preliminar que facilite la lectura del
trabajo.
En la primera seccin se aborda la cuestin de la continuidad en el pensamiento
de Marx. Este tema ha sido objeto de mltiples discusiones en la historia de la
interpretacin de la obra marxiana, lo cual no se ha debido simplemente al inters por
realizar una periodizacin de la misma y determinar los principales aspectos de los
distintos periodos de la evolucin intelectual de Marx. La causa de este intenso debate
hay que buscarla en los distintos modos en que se ha interpretado el conjunto de su
pensamiento. Diversos autores marxistas han interpretado la obra de madurez de Marx a
partir de los planteamientos contenidos en sus escritos de juventud, y para fundamentar
esta interpretacin ha resultado necesario establecer una esencial continuidad entre las
distintas fases de su pensamiento. Frente a ello, aquellas interpretaciones que han
considerado que el marco terico en que se desarrolla la obra de madurez de Marx es
2 Michael Heinrich, Kritik der politischen konomie. Eine Einfhrung, Stuttgart, Schmetterling, 2004 (Crtica de la economa poltica. Una introduccin a El Capital de Marx, Madrid, Escolar y Mayo, 2008. Traduccin y Prlogo de Csar Ruiz Sanjun).
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esencialmente distinto del que se presenta en sus obras de juventud, han tratado de
establecer las diferencias fundamentales entre las distintas fases de su desarrollo
intelectual y de determinar lo que constituye la especificidad de su obra de crtica de la
economa poltica.
Puesto que la filosofa antropolgica de Feuerbach configura el modelo de la
crtica de Marx en sus primeros escritos, hemos considerado preciso en primer lugar
examinar las ideas fundamentales de la filosofa feuerbachiana que Marx asume en esta
primera fase de su evolucin intelectual y analizar el modo en que se integran en su
pensamiento. En un primer momento, Marx se apropia de la crtica de la religin de
Feuerbach y de la crtica de la filosofa hegeliana que ste desarrolla sobre la base de su
crtica de la religin, a partir de lo cual se confronta primero con la filosofa poltica de
Hegel, para pasar despus a desarrollar una crtica de las formas polticas burguesas en
general, as como de la economa poltica burguesa. Tambin la primera crtica que
realiza a la filosofa de los jvenes hegelianos tiene su base en la antropologa
feuerbachiana.
La crtica de Feuerbach est dirigida a reducir a su contenido humano la
representacin religiosa, fundando as una antropologa filosfica en la que el hombre
ocupa el lugar que tradicionalmente le ha sido otorgado a Dios. Considera que en la
religin el hombre queda enajenado de su verdadera esencia, al proyectarla en un ser
exterior a l al que queda sometido. El objetivo fundamental que persigue la crtica de
Feuerbach es que el hombre recupere su esencia genrica y se haga consciente de ella de
manera inmediata. Este pathos antropolgico atraviesa igualmente todos los primeros
escritos de Marx.
Los elementos centrales de la filosofa feuerbachiana sobre los que Marx
desarrolla sus planteamientos son los conceptos de enajenacin y esencia humana
genrica, as como la crtica a la inversin sujeto-predicado que tiene lugar en la
filosofa hegeliana. Pero es preciso tener en cuenta que Marx lleva a cabo una
apropiacin crtica de los conceptos feuerbachianos, y que los dota de un contenido
poltico y social que trasciende el horizonte de pensamiento de Feuerbach.
Tambin encontramos en los primeros escritos de Marx un modo de desarrollar
la crtica que no est presente en Feuerbach, y que ser una constante en toda su obra
posterior: el esfuerzo por exponer la gnesis del objeto en su carcter necesario. Ya en
su primera confrontacin con la filosofa poltica hegeliana, Marx le critica que se limite
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a establecer la concordancia de las determinaciones lgicas y las determinaciones
especficas del objeto real, en lugar de desarrollar las determinaciones propias del objeto
en su necesidad, que es en lo que consiste para Marx el proceder verdaderamente
crtico. En estos momentos, la principal crtica al idealismo hegeliano est dirigida a su
deduccin del objeto poltico a partir de las determinaciones abstractas tomadas de la
esfera de la lgica, lo que lleva a Hegel en ltima instancia a asumir de manera acrtica
lo emprico. Por otra parte, en esta primera crtica a Hegel puede observarse tambin el
intento de Marx de recuperar determinados elementos de la dialctica hegeliana, si bien
no est an en condiciones de articularlos de manera coherente en una concepcin
propia de la dialctica.
A lo largo de este periodo de juventud, Marx va avanzando progresivamente
desde una posicin bsicamente ilustrada, a partir de la cual considera que la
transformacin de la conciencia de los hombres puede dar lugar a la transformacin de
las relaciones sociales existentes, hasta una posicin comunista, en la que se abandona
dicha pretensin y se establece la necesidad de revolucionar en la prctica las
condiciones materiales de vida de la sociedad. Empieza a ver que la esfera poltica est
determinada por la sociedad civil, y que es aqu donde hay que buscar las causas de la
enajenacin del hombre de su esencia genrica. Su inters comienza a dirigirse a la
investigacin de las relaciones sociales que los hombres establecen en esta esfera, al
comprender que slo la transformacin de dichas relaciones puede dar lugar a un
cambio en la sociedad a travs del cual se pueda alcanzar la verdadera emancipacin.
Esta bsqueda de las causas de la enajenacin en las relaciones materiales de los
hombres hace que su investigacin se oriente desde la poltica hacia la economa. En
esta ciencia se centrar su estudio en los denominados Manuscritos econmico-
filosficos.
Este cambio de objeto terico, a cuya investigacin dedicar Marx
posteriormente toda su obra de madurez, ha dado lugar a que algunos intrpretes siten
en este escrito el cambio fundamental en la posicin terica de Marx, lo que les permite
llevar a cabo una lectura de los textos de crtica de la economa poltica a partir de los
planteamientos fundamentales contenidos en estos escritos de juventud. Pero para
determinar un cambio de posicin terica no basta simplemente con constatar un
cambio en el objeto de investigacin, sino que hay que examinar si el marco terico
dentro del que se aborda el nuevo objeto sigue siendo el mismo o se ha transformado
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tambin a su vez. Y el estudio de los Manuscritos econmico-filosficos pone de
manifiesto que aunque Marx se ocupa aqu ciertamente un nuevo objeto terico, lo hace
dentro del mismo marco conceptual que en sus escritos precedentes.
Son los conceptos fundamentales de la antropologa de Feuerbach los que siguen
cimentando la concepcin terica de Marx en su primera confrontacin con la economa
poltica, los cuales son utilizados ahora para investigar las relaciones econmicas de la
sociedad burguesa. Marx considera que la instancia central que origina la enajenacin
del hombre en la sociedad moderna es la forma en que se realiza el trabajo, lo que le
lleva a establecer el trabajo enajenado como el concepto central a partir del que va a
articular su comprensin de la economa. Todas las dems formas de enajenacin las
entiende como formas derivadas de esta enajenacin originaria.
El concepto de trabajo enajenado le permite a Marx desarrollar conceptualmente
las estructuras constitutivas fundamentales de la sociedad burguesa, que la economa
poltica toma como supuestos dados de los que parte de manera acrtica en la
elaboracin de sus teoras. Frente a ello, el modo terico de proceder de Marx consiste
en exponer su gnesis, mostrando su conexin interna. Se pueden ver ya aqu tambin
algunos de los aspectos fundamentales del modo de desarrollar la crtica que ser
caracterstico de la obra de madurez de Marx, segn el cual no se confronta con la
economa poltica desde un punto de vista externo a ella, sino que asume los
planteamientos de los que sta parte y critica la comprensin insuficiente que tiene de
sus propios supuestos. Se trata de una crtica que no est dirigida simplemente a
determinadas teoras de los economistas burgueses, sino a los fundamentos tericos
mismos de la economa poltica.
Por otro lado, el concepto de trabajo le permite a Marx introducir un elemento
activo en la concepcin de la esencia humana de raz feuerbachiana que sostiene en
estos momentos. Comienza a alejarse as de la posicin contemplativa de Feuerbach, al
considerar la dimensin de la produccin objetiva del mundo como constitutiva de la
esencia humana. Marx comprende adems este proceso de objetivacin a travs del
trabajo social como fundamentalmente histrico, lo que significa que no concibe la
esencia humana genrica de un modo inmutable, sino como algo que se transforma
histricamente.
Estos dos elementos fundamentales que Marx introduce en su concepcin
antropolgica tienen su origen en la filosofa hegeliana. Por una parte, Marx encuentra
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en Hegel la dimensin de la historicidad que no est presente en la filosofa de
Feuerbach, y en este aspecto va a separarse de ste y va a entroncar con la filosofa
hegeliana. Pero aunque considera que Hegel ha puesto de manifiesto el carcter
fundamentalmente histrico del hombre, le critica que lo haya hecho de manera
mistificada dentro del marco de su filosofa idealista. Sostiene que Hegel ha encontrado
slo la expresin abstracta del movimiento histrico, pero no ha alcanzado a
comprender el verdadero motor de la historia, constituido por la actividad productiva de
los hombres. Por otra parte, Marx reconoce que Hegel ha sido capaz de concebir el
trabajo como proceso de autogeneracin del hombre, pero le objeta que slo ha visto la
dimensin positiva del mismo. Su concepcin abstracta y suprahistrica del trabajo
tiene como consecuencia que no haya llegado a comprender el carcter enajenado del
trabajo en la sociedad moderna, en cuyas condiciones el hombre no puede exteriorizarse
positivamente en el proceso de trabajo y queda necesariamente enajenado. Critica que la
superacin hegeliana de la enajenacin tiene lugar slo en el pensamiento, puesto que
Hegel reduce la realidad objetiva a meras relaciones de conciencia y toma el
movimiento de la conciencia por el movimiento real, lo que tiene como resultado que el
ser real permanezca en el mismo estado de enajenacin.
Marx entiende en estos momentos que la frmula hegeliana de la negacin de
la negacin constituye la expresin abstracta del movimiento a travs del cual el
hombre deviene lo que ya es en s y se realiza a s mismo como ser social, transfiriendo
lo que en la filosofa hegeliana es un movimiento en el orden lgico a un movimiento en
el orden de la praxis. Pretende as reformular la dialctica hegeliana en trminos
antropolgicos y utilizarla para explicar el proceso a travs del cual el hombre se
constituye a s mismo a travs de su propio trabajo. La sustitucin de la autoconciencia
de la filosofa hegeliana por el hombre que opera Marx le permite redefinir la dialctica
hegeliana en trminos de dialctica histrica. Desplaza as al proceso material de vida
de los hombres el mecanismo hegeliano de la negacin de la negacin, entendindolo
como la expresin del proceso de transformacin del hombre y del mundo a travs del
trabajo, como la forma del movimiento histrico por medio del cual quedar
definitivamente superada la enajenacin en el estadio social superior del comunismo.
Estos planteamientos que configuran la concepcin antropolgica de Marx en la
primera etapa de su evolucin terica sern abandonados posteriormente en la Ideologa
alemana. En esta obra elabora junto a Engels los elementos fundamentales de la
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concepcin materialista de la sociedad y de la historia. Con ella pretenden sentar las
bases para un tratamiento cientfico de la historia, y establecen como el punto de partida
necesario para ello la investigacin de las condiciones de produccin e intercambio en
las que los hombres desarrollan su proceso material de vida.
La nueva concepcin de la historia que sostienen aqu Marx y Engels lleva
consigo el abandono de la antropologa feuerbachiana, lo que implica el rechazo de la
concepcin antropolgica que haba constituido la base de los planteamientos de Marx
en los escritos anteriores. Este cambio de posicin da lugar a una nueva crtica a la
filosofa de Hegel y a la de los jvenes hegelianos, con la cual queda definitivamente
suprimido todo resto de idealismo que arrastraba an su pensamiento. Las formas de
conciencia se entienden ahora como expresin de las relaciones materiales que
establecen los hombres en su proceso de vida, por lo que la investigacin se va a dirigir
a las condiciones materiales que estn a la base de las relaciones sociales de los
hombres, que sern las que permitan explicar las formas de conciencia correspondientes
a las distintas sociedades histricas.
Si bien algunos elementos de la nueva concepcin terica de Marx haban
comenzado a gestarse ya en sus escritos precedentes, lo cual permite a ciertos
intrpretes encontrar una continuidad entre stos y la Ideologa alemana, el desarrollo
de dichos planteamientos tiene lugar ahora en un marco conceptual distinto, lo cual
implica un cambio fundamental de significado. Ahora Marx ha abandonado por
completo la filosofa de la esencia que haba profesado hasta ese momento, y considera
que el concepto de esencia humana no es ms que un concepto abstracto que impide la
investigacin cientfica de la realidad social. Lo que subyace a este concepto son las
relaciones que los hombres establecen entre s en el desarrollo de su proceso material de
vida, por lo que ste es el punto del que debe partir la investigacin, y no de conceptos
abstractos como esencia del hombre y enajenacin. A partir de ellos slo se puede
exponer una concepcin suprahistrica que no permite explicar las relaciones materiales
de una sociedad histricamente determinada. Con ello se pone de manifiesto que las
interpretaciones que consideran que existe una fundamental continuidad en el
pensamiento de Marx no tienen suficientemente en cuenta el cambio de posicin terica
que se opera en este momento. Marx no slo ha abandonado determinados conceptos de
su anterior concepcin, sino los conceptos fundamentales de la misma, y con ello el
marco terico en el que se desarrollaban sus planteamientos.
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El decidido rechazo de toda concepcin especulativa de la historia lleva a Marx
a incidir en la importancia de la investigacin emprica para comprender las relaciones
materiales que estructuran las diversas formaciones sociales. Esta posicin empirista
conlleva el abandono de la concepcin dialctica de la historia que trat de integrar en
su anterior comprensin antropolgica de la realidad social. Ahora Marx no tiene
ninguna pretensin de recuperar los aspectos positivos de la dialctica hegeliana, sino
que se limita a criticar su carcter especulativo. Slo ve en la filosofa hegeliana la
abstraccin de las relaciones reales, a lo que contrapone la observacin de las
condiciones materiales de vida a partir de las que se configuran las relaciones de la
sociedad histrica correspondiente. En esta fase de su evolucin terica, considera que
la nica funcin que han de tener los conceptos abstractos es la de posibilitar la
ordenacin del material emprico.
Cuando Marx comience la elaboracin de su obra de crtica de la economa
poltica a partir de 1857, comprender que las abstracciones no slo tienen la funcin de
ordenar el material obtenido de la observacin de las relaciones sociales, sino que tienen
una determinada funcin terica en la construccin de la exposicin de dichas
relaciones. Se produce as un cambio en su comprensin de la funcin de las
abstracciones en el proceso de conocimiento, lo que dar lugar al abandono de la
posicin empirista que haba mantenido anteriormente. A partir de aqu, Marx
desarrollar una nueva comprensin de la dialctica fundamentalmente distinta de la
que se presentaba en los textos anteriores a 1845.
En la segunda seccin hemos tratado los aspectos fundamentales del mtodo de
Marx en su obra de crtica de la economa poltica. El objetivo de este ingente proyecto
terico, que ocupar ya a Marx hasta el final de su vida, es llevar a cabo la exposicin
de las relaciones econmicas de la sociedad burguesa al mismo tiempo que desarrolla la
crtica de las categoras fundamentales a travs de las que la economa poltica
sistematiza tericamente dichas relaciones. Esta crtica no se dirige slo al modo en que
son comprendidas las categoras por la economa poltica y a la forma en que las
articula, sino que es una crtica dirigida a la economa poltica misma como ciencia.
La nueva posicin terica de Marx supone la recuperacin de la dimensin
positiva de la abstraccin en el proceso de conocimiento. Pero insiste en la importancia
de referir las categoras abstractas a la realidad histrica a partir de la cual se configuran
tericamente. El carcter abstracto de estas categoras hace que puedan ser utilizadas
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para comprender diversas pocas histricas, pero estableciendo siempre las diferencias
precisas: dichas categoras slo tienen plena validez para la sociedad histrica de la que
han sido abstradas. Este planteamiento es el que est a la base de la crtica al modo de
operar de la economa poltica con las categoras.
Esta nueva concepcin de Marx implica asimismo una redefinicin de su
posicin crtica respecto a la filosofa de Hegel. Va a volver a criticar la reduccin de la
realidad sensible al pensamiento que tiene lugar en el idealismo hegeliano, pero ahora
no va a recurrir a una posicin empirista en la que haga valer los hechos frente a las
abstracciones, ni va a seguir la crtica de Feuerbach de que la progresin de lo abstracto
a lo concreto que tiene lugar en la filosofa hegeliana es una inversin del camino
correcto. Marx entiende ahora que el mtodo cientfico correcto consiste precisamente
en la ascensin de lo abstracto a lo concreto. Considera que los conceptos de los que
hay que partir para expresar cientficamente la realidad social son el resultado de un
proceso terico en el que se van formando conceptos abstractos cada vez ms simples a
partir de las representaciones inmediatas de la totalidad real, que no son ms que una
representacin catica de esa totalidad y a partir de las cuales, por tanto, no es posible
alcanzar directamente el conocimiento cientfico de la realidad que es objeto de
investigacin. El proceso de conocimiento tiene que comenzar necesariamente con las
abstracciones ms simples, y a partir de ellas se van generando conceptos
progresivamente ms concretos a travs de los cuales se puede aprehender en el
pensamiento lo concreto real. Marx separa as el orden del conocimiento del orden de lo
real, abandonando toda posicin empirista que considere que el conocimiento puede ser
resultado de una reproduccin directa de la realidad en el pensamiento.
Con ello queda abandonada la anterior crtica de Marx a la filosofa hegeliana, y
la recusacin de la identificacin que tiene lugar en ella entre el orden del pensamiento
y del orden de lo real se plantea desde una posicin distinta: va a criticar que la
reduccin que lleva a cabo Hegel de la realidad sensible al pensamiento implica
cancelar el presupuesto concreto del pensamiento, lo que lleva a Hegel a caer en la
ilusin de un pensamiento sin supuestos y a considerar que el pensamiento se
engendra a s mismo. Frente a ello, Marx sostiene que la produccin de lo concreto de
pensamiento a travs de la progresin de lo abstracto a lo concreto es slo modo de
apropiacin de lo concreto real en el pensamiento, pero en ningn caso su proceso de
gnesis.
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La comprensin marxiana del proceso de conocimiento cientfico implica
tambin una separacin entre el orden lgico y el histrico que no ha visto en general la
tradicin marxista, la cual ha asumido ms bien la interpretacin de Engels del mtodo
de Marx como simultneamente lgico e histrico, lo que supone la existencia de un
paralelismo entre la deduccin conceptual y el desarrollo histrico del modo de
produccin capitalista. Sin embargo, en los textos de Marx no es posible encontrar un
planteamiento unvoco que establezca la existencia de una correspondencia
determinada entre ambos rdenes. Es el sistema capitalista ya desarrollado lo que
constituye el objeto de su exposicin, y sta es independiente del desarrollo histrico a
travs del cual el capitalismo se ha establecido como el modo de produccin dominante.
De hecho, es la exposicin terica de las relaciones sociales de produccin del sistema
capitalista ya plenamente constituido la que seala el lugar en el que tiene que
introducirse la consideracin histrica. Slo cuando las categoras que expresan las
relaciones del modo de produccin capitalista estn suficientemente definidas, se puede
exponer el proceso histrico a travs del cual ha surgido el capitalismo.
La distinta comprensin que tienen Marx y Engels de la relacin entre lo lgico
y lo histrico es slo una de las diferencias que existen entre sus respectivas
concepciones tericas. Tambin tienen una comprensin esencialmente distinta de la
dialctica, algo que tampoco ha tenido en cuenta el marxismo tradicional, que ha
identificado por principio la concepcin de la dialctica de ambos. Para Engels, la
dialctica no est referida en primer lugar al proceso de pensamiento, sino que la
entiende en trminos de dialctica real, como ley del movimiento de los procesos que
tienen lugar en la naturaleza y en la historia. La dialctica queda as dividida en
dialctica objetiva y dialctica subjetiva, siendo sta ltima simplemente el reflejo en el
pensamiento del movimiento dialctico del mundo real. De este modo quedara
consumada la inversin de la dialctica hegeliana, para la cual, segn la comprende
Engels, el movimiento real no es ms que el reflejo del movimiento conceptual. A partir
de aqu desarroll el marxismo ortodoxo su concepcin del materialismo dialctico,
que deriva en un realismo epistemolgico segn el cual el pensamiento no es ms que
un reflejo inmediato de lo real, que entiende la naturaleza de manera mecanicista como
dominada por una dialctica de fuerzas naturales y la historia como un proceso regido
por una dialctica de fuerzas productivas y relaciones de produccin.
Frente a esta teora omnicomprensiva que pretende abarcar todos los mbitos del
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ser, Marx se limita a caracterizar con el trmino dialctico el mtodo cientfico que
utiliza para exponer las relaciones sociales del modo de produccin capitalista. Por otro
lado, califica ciertamente su mtodo dialctico como el contrario directo del
hegeliano, pero no afirma en ningn lugar que para Hegel la dialctica sea simplemente
la reproduccin en el orden de lo real del movimiento conceptual, sino que le critica que
conciba el pensamiento como un movimiento autosuficiente que no requiere de ningn
supuesto exterior a l. La crtica de Marx al idealismo hegeliano tiene como objetivo
establecer el principio de fundamentacin de su comprensin del proceso de
conocimiento en trminos materialistas: la afirmacin de la prioridad de lo material
sobre lo ideal significa que el proceso de conocimiento queda determinado como la
expresin ideal de la realidad material que es reproducida tericamente en el
pensamiento. Pero ello no significa en ningn caso que el conocimiento sea una mera
reproduccin especular de la realidad exterior. Esta prioridad significa que la
reproduccin de lo real en el pensamiento es slo el modo en que el pensamiento se
apropia de lo real, pero no el proceso de produccin de lo real mismo, que es algo
independiente de dicho proceso de pensamiento y permanece en todo momento como
algo exterior a l. Esto es lo que Marx determina como materialismo, que considera
como la condicin de posibilidad de todo conocimiento cientfico, frente a la
comprensin de Hegel de la filosofa como la verdadera ciencia.
Pero Marx slo ha dejado declaraciones programticas sobre su mtodo
dialctico, y no desarroll en ningn lugar en qu consista exactamente y cules eran
las diferencias que lo separaban del hegeliano. Esto ha dado lugar a un gran nmero de
interpretaciones que han intentado establecer los elementos fundamentales de la relacin
que existe entre el mtodo de Marx y el de Hegel. Las corrientes interpretativas que
consideran que Marx lleva a cabo una transferencia de las categoras lgicas de la
filosofa hegeliana a su objeto de investigacin y que, en consecuencia, comprenden la
transformacin materialista de la dialctica hegeliana bsicamente en trminos de la
aplicacin de dichas categoras al mbito de las relaciones materiales, pueden ser
englobadas bajo el rtulo de marxismo hegeliano.
Estas interpretaciones hegelianizantes del pensamiento de Marx llevan a cabo
una traduccin de la dialctica hegeliana al proceso histrico, que conciben como el
movimiento en el que la autoproduccin del hombre a travs de su propio trabajo
conduce a la progresiva toma de conciencia de los trabajadores de su posicin en la
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totalidad social, lo que restituye finalmente al hombre como sujeto consciente de la
historia. El resultado de esta dialctica histrica sera la confluencia de la
transformacin de la realidad social con la conciencia de s del proletariado, con lo que
el movimiento histrico no aparecera ya como algo extrao al hombre, sino como su
propia creacin, quedando definitivamente superado el estado de enajenacin.
Este tipo de interpretaciones, que han tenido un gran predominio dentro de la
tradicin marxista, no se hacen cargo suficientemente de la especificidad de la
comprensin marxiana de lo histrico en su obra de madurez, en la que separa
tajantemente la exposicin de la relaciones sociales burguesas de su proceso histrico de
formacin. Esta separacin entre el orden lgico y el histrico hace que no tenga cabida
una interpretacin semejante de la dialctica. sta queda referida para Marx al proceso
de exposicin terica de las relaciones sociales de la moderna sociedad capitalista, la
cual es entendida por Marx como un sistema orgnico que en su funcionamiento genera
sus propias condiciones de existencia, y este proceso de autoconstitucin de la totalidad
social a partir de sus propios supuestos queda netamente diferenciado del movimiento
histrico a travs del cual se ha configurado dicho sistema. Este movimiento queda
fuera de la exposicin dialctica, siendo objeto de la consideracin histrica que se
presenta despus del desarrollo conceptual.
Pero el marxismo hegeliano no se ha limitado a sustentar una interpretacin
historicista de la dialctica, sino que tambin ha comprendido la estructura
metodolgica de la crtica de la economa poltica a partir de la filosofa de Hegel. La
lectura de este tipo de interpretaciones pone de manifiesto que no alcanzan en ningn
momento a dilucidar aquello que constituye propiamente la especificidad del mtodo
marxiano, puesto que se limitan a transferir las categoras lgicas hegelianas al objeto
terico de Marx. Adems, este modo de proceder en la interpretacin resulta muy
problemtico, pues el mismo Hegel se opone a la posibilidad de entender el mtodo
como algo externo a la materia, de la que podra separarse sin ms y aplicarse a distintos
contenidos. Esta concepcin puramente formal del mtodo es extraa a Hegel, cuya
autocomprensin no autoriza en ningn caso a llevar a cabo esa extraccin de las
categoras lgicas y la consiguiente aplicacin de las mismas a un objeto distinto.
Por otra parte, esta concepcin del mtodo es tambin ajena a la comprensin de
Marx, que critica el proceder formalista que consistira en aplicar un mtodo lgico ya
concluido a la materia de la economa poltica. Para Marx no se trata en ningn caso de
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aplicar a sta un supuesto mtodo dialctico hegeliano, sino de realizar su exposicin
dialctica. Esta exposicin est intrnsecamente vinculada para Marx a la crtica de la
economa poltica.
Este es el nivel al que se puede establecer la relacin entre Hegel y Marx, y no
en trminos de aplicacin de un presunto mtodo formal a un objeto de investigacin
distinto. El mtodo es para Marx inseparable del contenido, y es en este sentido en el
que su concepcin del mtodo coincide plenamente con la de Hegel. Lo que Marx lleva
a cabo es una exposicin dialctica de la economa poltica, y el paralelismo con la
filosofa hegeliana se encuentra en que para Marx, al igual que para Hegel, la crtica se
realiza a travs de la exposicin. Se trata para ambos pensadores de una crtica
inmanente, de una crtica que se sigue de la exposicin misma.
En la crtica marxiana de la economa poltica, la exposicin se desarrolla a
travs de la crtica de las categoras tal y como son utilizadas por la economa poltica,
que las toma acrticamente tal y como se presentan de manera inmediata. Marx le critica
asimismo a la economa poltica su proceder puramente analtico, que se limite a reducir
las formas a su unidad y que no las desarrolle genticamente. Frente a ello, Marx
considera que el anlisis es el punto de partida del desarrollo de las formas, las cuales
tienen que ser expuestas en su gnesis conceptual a partir de los elementos separados en
el proceso de anlisis. A diferencia del modo de proceder de la economa poltica, que
se limita a presuponer las formas como dadas, Marx las desarrolla conceptualmente, a
travs de lo cual lleva a cabo simultneamente la crtica al modo de operar de la
economa poltica con las categoras.
Esta forma de proceder de Marx permite comprender el paralelismo de su
exposicin con la de Hegel. Para Marx, al igual que para Hegel, la exposicin significa
la construccin del objeto, y en ambos casos esta construccin tiene lugar como
desarrollo conceptual. Esto supone que las categoras no se yuxtaponen unas a otras, su
orden de sucesin no es meramente externo, sino que las categoras se siguen unas a
otras segn un orden interno y necesario. Se trata de una construccin conceptual que
tiene un carcter sistemtico, la cual puede expresar la totalidad real a travs de la
conexin de las categoras en el orden de sucesin interno exigido por la necesidad de la
exposicin.
Sin embargo, estas similitudes entre el modo de proceder de Marx y el de Hegel
no pueden hacer que se pierdan de vista las diferencias irreductibles que existen entre
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ambos. Mientras que las categoras lgicas hegelianas estn referidas exclusivamente a
s mismas, las categoras marxianas se refieren siempre a un material externo, cuya
conexin tiene que ser expresada a travs del desarrollo conceptual. Para Marx, se trata
de reproducir tericamente la estructuracin del objeto de investigacin, y dicha
exposicin tiene lugar una vez consumada la investigacin de dicho objeto. La
exposicin marxiana no suprime en el curso de la misma sus propios presupuestos,
como en el caso de la hegeliana, sino que dichos presupuestos permanecen como algo
exterior e independiente del proceso lgico, de modo que para Marx, a diferencia de
Hegel, no se anula en ningn momento la diferencia entre el objeto de la exposicin y la
exposicin misma.
Ahora ya no tiene cabida en el pensamiento de Marx la concepcin de una
dialctica histrica tal y como intent desarrollarla en sus escritos de juventud, y
tampoco la que le ha sido atribuida por el marxismo tradicional, segn la cual la
dialctica sera el reflejo abstracto del desarrollo histrico efectivo. Marx establece en
estos momentos una diferencia fundamental a nivel metodolgico entre el sistema
capitalista constituido y el proceso histrico a travs del que surge este sistema. Los
supuestos histricos no pertenecen al sistema desarrollado, el cual genera a partir de su
misma existencia sus propios presupuestos, en base a los cuales se autorreproduce como
sistema. Quedan as establecidos dos modos de considerar lo histrico, correspondientes
a la distincin entre historia pasada e historia contempornea. Es a este segundo modo
de lo histrico al que est dirigida la exposicin dialctica de Marx, la cual pretende
reproducir conceptualmente el movimiento del sistema capitalista desarrollado, en el
cual los distintos elementos que lo componen se presuponen recprocamente.
Uno de los elementos definitorios del mtodo dialctico de Marx es el orden de
sucesin de las categoras. Para llevar a cabo la construccin conceptual a travs de la
cual se reproduce tericamente el objeto real, es necesario introducir sucesivamente las
categoras en la exposicin segn un orden necesario que est determinado por la
relacin que tienen en el sistema capitalista constituido (en ningn caso por la relacin
que tienen en el proceso histrico a travs del cual se ha configurado el capitalismo
como el modo de produccin dominante). Lo que le critica Marx a los economistas es
precisamente que el orden en que presentan las categoras responde a criterios
puramente formales y externos, que slo tienen como objetivo organizar tericamente el
material. Frente a ello, Marx establece como exigencia fundamental de su exposicin
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que sta tenga lugar como desarrollo conceptual, lo que significa las categoras se
siguen unas de otras segn un orden interno y necesario. Slo as es posible llevar a
cabo la construccin ideal a travs de la que se puede expresar adecuadamente el
movimiento real.
Los trnsitos a los sucesivos niveles tericos tienen lugar a partir de la
insuficiencia que presentan las categoras a un determinado nivel de la exposicin. Esta
insuficiencia, que se expresa a travs de la contradiccin o contraposicin de las
determinaciones categoriales, slo puede ser superada a travs de una determinacin
ms precisa de las categoras expuestas o de la introduccin de nuevas categoras. De
este modo el desarrollo conceptual expresa a travs de su progreso la conexin de las
categoras, que en su recproca articulacin reproducen tericamente la realidad social
del modo de produccin capitalista.
El mtodo de desarrollo dialctico de Marx, que parte de los conceptos ms
simples y va superando la insuficiencia de los mismos a travs de la introduccin de
conceptos progresivamente ms concretos, tiene como objetivo sacar a la luz la
constitucin social de las formas econmicas que se presenta velada en las formas
acabadas. En este proceso tiene tambin una funcin terica la determinacin de las
categoras a partir de caracteres dobles contrapuestos, que permite articular la crtica a
las representaciones espontneas que se derivan de las relaciones sociales burguesas y
se constituyen en formas objetivas de pensamiento tanto para los agentes de la
produccin capitalista como para la economa poltica. Esta crtica no se realiza de
manera externa, limitndose a contraponer a la economa poltica una concepcin
terica distinta, sino que la misma crtica lleva a cabo la organizacin del material de la
teora econmica burguesa, a partir de lo cual se efecta su exposicin sistemtica.
Y puesto que la economa poltica estructura tericamente la autocomprensin de la
sociedad burguesa, la crtica de la economa poltica es al mismo tiempo crtica a dicha
comprensin espontnea. De este modo, la crtica de la economa poltica es
simultneamente crtica de la economa poltica como ciencia y crtica de las formas de
conciencia burguesas.
La exposicin de Marx est dirigida a impugnar la comprensin que tiene la
economa poltica de las formas econmicas como formas naturales, mostrando que son
un producto histrico, que son el resultado de las relaciones socioeconmicas que las
personas establecen entre s en una sociedad histricamente determinada. Se pone as de
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manifiesto el carcter histrico y, por tanto, transitorio del modo de produccin
capitalista, que la economa burguesa considera como una forma suprahistrica de la
organizacin social de la produccin. Es a travs del desarrollo gentico de las formas
como la exposicin dialctica puede desvelar la constitucin social e histrica de las
formas econmicas, que permanece oculta en las formas acabadas de las que parte la
economa poltica.
Ahora bien, Marx considera que la forma dialctica de la exposicin slo puede
ser correcta si conoce sus lmites y no los sobrepasa. Estos lmites vienen definidos por
aquellos presupuestos que no son deducibles conceptualmente y que, por tanto,
constituyen un faktum del que hay que partir en la exposicin. Esto significa que la
exposicin de Marx, a diferencia de la de Hegel, no cancela sus propios presupuestos,
sino que stos determinan, por el contrario, los lmites del desarrollo conceptual. Estos
supuestos son el producto de un proceso histrico previo, cuyo resultado es la condicin
objetiva de la exposicin terica del sistema constituido.
Este proceso como tal queda fuera de la exposicin categorial, y sus aspectos
fundamentales son objeto de la consideracin histrica. sta se presenta despus de la
exposicin de las categoras, lo que significa que no la fundamenta tericamente. Pero
el resultado de dicho proceso es el presupuesto fctico del que tiene partir la exposicin,
y que como tal no puede derivarse en ningn caso del desarrollo conceptual. Esto tiene
implicaciones que afectan a la totalidad de la exposicin de Marx: puesto que el objeto
de dicha exposicin es un objeto histrico l mismo, una realidad histricamente
configurada de la que hay que partir en la exposicin dialctica, establece como tal
lmites a todo el desarrollo conceptual.
La segunda seccin del trabajo finaliza con una discusin acerca de si la
investigacin que lleva a cabo Marx del modo de produccin capitalista es slo una
parte de una teora general de la evolucin histrica que dise en sus lneas
fundamentales y de la que slo lleg a desarrollar la exposicin del sistema capitalista,
tal y como lo ha interpretado una buena parte del marxismo y como sostienen asimismo
muchos crticos de Marx. Ciertamente en los textos marxianos de crtica de la economa
poltica se encuentran algunas afirmaciones generales que apuntan a una concepcin
general de la historia, pero es igualmente cierto que dichas afirmaciones no se
encuentran desarrolladas tericamente en ningn lugar de su obra de manera
sistemtica. Adems, Marx insisti en diversas ocasiones en que no haba pretendido en
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ningn caso elaborar una teora general del desarrollo histrico.
En lugar de acumular las diversas declaraciones que se pueden encontrar en los
textos de Marx sobre la evolucin histrica de las formaciones sociales y configurar con
ellas una teora global de la historia que supuestamente estara a la base de su anlisis
del capitalismo, tal y como ha hecho de ordinario el materialismo histrico, es preciso
examinar el contexto terico en el que se presentan. Entonces se pone manifiesto que se
trata de aseveraciones aisladas, sin un verdadero contexto terico que las dote de
sentido. Lo que pretende Marx no es encontrar leyes generales de la historia, sino las
leyes que gobiernan el funcionamiento econmico del modo de produccin
histricamente determinado que es el capitalismo.
Y por lo que se refiere a la cuestin de las crisis del sistema capitalista, que la
tradicin marxista ha entendido frecuentemente como la base de una teora del colapso,
Marx sostiene efectivamente que las crisis son consustanciales al funcionamiento del
modo de produccin capitalista, pero no que lleven inexorablemente a su
derrumbamiento. Considera que las crisis son, por el contrario, el modo violento en que
el sistema capitalista restituye el equilibrio perdido. Tampoco aqu es posible encontrar
en la obra de Marx, por tanto, una teora de la evolucin histrica en la que se descubra
una supuesta ley que determine el trnsito del capitalismo a otro modo histrico de
produccin.
En la tercera seccin nos ocupamos de la articulacin metodolgica de las
categoras fundamentales de la crtica de la economa poltica. Frente al carcter ms
general de la segunda seccin, en la que se abordan los elementos constitutivos del
mtodo marxiano en su obra de crtica de la economa poltica, y en la que los distintos
apartados estn organizados libremente en funcin del objetivo de presentar la cuestin
de manera coherente y sistemtica, en esta tercera seccin seguimos de manera
pormenorizada el curso de la exposicin de El Capital, apoyndonos en los manuscritos
preparatorios cuando ello resulta necesario para completar la exposicin de El Capital
en aquellos puntos en los que sta se encuentra menos desarrollada. Los objetivos que
perseguimos en esta seccin son, por un lado, constatar la pertinencia de la
interpretacin global del mtodo que hemos realizado en la seccin anterior,
confrontndola de manera exhaustiva con el desarrollo de la exposicin de Marx y, por
otro lado, ocuparnos de las categoras fundamentales de la crtica de la economa
poltica y del modo en que se articulan en la exposicin marxiana a un nivel de detalle
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que no era posible en la segunda seccin, y sin lo cual resultara insuficiente el presente
estudio sobre el mtodo de la crtica de la economa poltica.
Comenzamos abordando el problema de la abstraccin que se presenta al
comienzo de El Capital, en cuya primera seccin se expone la circulacin de
mercancas y dinero sin hacer referencia al capital. Ello ha dado lugar a que un gran
nmero de interpretaciones entiendan que las categoras fundamentales que aparecen a
este nivel de la exposicin estn referidas a una economa precapitalista de produccin
mercantil simple. Frente a este tipo de interpretaciones, hemos tratado de poner de
manifiesto que Marx no analiza aqu formaciones sociales en las cuales todava no
existe el capital, sino que las categoras del comienzo de El Capital estn plenamente
referidas a la sociedad capitalista, si bien aparecen a este primer nivel de la exposicin
haciendo abstraccin del capital. La circulacin simple es una construccin terica
en la que se presenta la esfera de la circulacin sin desarrollar explcitamente su relacin
con la esfera de la produccin, expresando con ello un aspecto constitutivo de la
sociedad capitalista, en cuya superficie aparece de manera inmediata el intercambio de
mercancas y dinero como un mbito separado de la produccin. Puesto que las teoras
de la economa poltica estn elaboradas a la medida de las representaciones que se
derivan de la esfera del intercambio, la exposicin de Marx, que parte de ella y progresa
hacia el proceso subyacente del cual es manifestacin, puede llevar a cabo la crtica
inmanente de la autocomprensin espontnea de la sociedad burguesa sistematizada
tericamente por la economa poltica.
La abstraccin de partida en la construccin terica de Marx, a partir de la cual
se introducen progresivamente las categoras subsiguientes, es un elemento constitutivo
de su exposicin dialctica, a travs de la cual lleva a cabo la disolucin de la
apariencia de inmediatez, independencia y simplicidad que tienen las formas
econmicas que se presentan en la esfera de la circulacin. Mientras que la economa
poltica considera estas formas como constitutivas de la sociedad burguesa, Marx las
toma como el punto de partida de su desarrollo conceptual, a travs del cual lleva a cabo
la crtica de la apariencia de autonoma y autofundamentacin de estas formas simples,
a las cuales subyace el proceso social capitalista de trabajo. Con ello se pone de
manifiesto que no tienen una existencia independiente, sino que son el resultado de unas
relaciones sociales de produccin histricamente determinadas, de las cuales esas
formas constituyen slo la expresin abstracta que se presenta en las relaciones de
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intercambio. De este modo se impugna la comprensin ahistrica que tiene la economa
poltica de las formas econmicas burguesas, que las considera como formas naturales
de la produccin social.
A continuacin nos hemos ocupado detenidamente de la teora del valor
expuesta en el primer captulo de El Capital, que constituye el ncleo fundamental de la
crtica marxiana de la economa poltica. Su exposicin comienza con la mercanca, que
queda definida como la forma elemental de la riqueza en la sociedad burguesa. Su
objeto terico es, pues, la mercanca de esta formacin social, no la mercanca en
general, tal y como se ha presentado en las diferentes sociedades a lo largo de la
historia. La mercanca as considerada es determinada como contraposicin de valor de
uso y valor de cambio. Es la forma celular en la que se presenta la unidad de
determinaciones contrapuestas, a partir de la cual tiene lugar el desarrollo gentico del
resto de las formas econmicas de la sociedad burguesa.
La mercanca adquiere su determinacin de valor de cambio en la relacin de
intercambio con otras mercancas, lo que supone la abstraccin de su especificidad
como valor de uso. Como valores de cambio las mercancas son cualitativamente
iguales, por lo que necesariamente tiene que haber algo comn a lo que se tienen que
poder reducir. Ese algo comn es lo que Marx define propiamente como el valor, cuya
forma de manifestacin es el valor de cambio. Para comprender el sentido de esta
deduccin del valor es preciso tener en cuenta que Marx no parte del intercambio como
un hecho aislado, sino como proceso general en el que se igualan recprocamente todas
las mercancas, lo que determina el valor como una propiedad especficamente social.
Esta especificidad corresponde a una forma de sociedad en la que las relaciones de
cambio se han establecido como las relaciones dominantes, lo cual slo ha tenido lugar
histricamente con el surgimiento del sistema capitalista.
Del mismo modo que esta propiedad social que es el valor se ha constituido a
partir de la abstraccin de los atributos materiales del producto como valor de uso, el
trabajo que Marx determina como sustancia del valor supone la abstraccin de las
formas concretas del trabajo que produce los cuerpos de las mercancas. Este trabajo
abstracto es, por tanto, una sustancia social, en la que no entra ningn atributo natural
del producto. Y al igual que en el caso del valor, esta dimensin social del trabajo es su
determinacin econmica formal en la sociedad capitalista.
La determinacin del trabajo que produce mercancas a partir del carcter doble
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contrapuesto de trabajo concreto y trabajo abstracto establece una diferencia
fundamental con la concepcin de la economa poltica, que reduce el trabajo a una
dimensin puramente cuantitativa. La consideracin previa de la dimensin cualitativa
que lleva a cabo Marx significa que su anlisis del intercambio no est dirigido
simplemente a determinar cuantitativamente las relaciones de valor de los productos del
trabajo, sino a exponer la estructura constitutiva bsica de la sociedad capitalista, en la
que el trabajo se gasta de manera privada y solamente con posterioridad vale como
trabajo social. Con ello queda establecido asimismo el pilar fundamental de la crtica
marxiana a la economa poltica, que no llegado a comprender en ningn momento esta
naturaleza doble del trabajo representado en la mercanca. Esto tiene como
consecuencia que los economistas consideren la forma social del trabajo propia de la
sociedad capitalista como una forma natural que corresponde a todas las sociedades
histricas, y esta concepcin invertida es la que est a la base de todas las dems
inversiones de las formas especficamente sociales en naturales que se presentan en la
economa burguesa.
A partir de aqu despliega Marx el nivel ms profundo de su crtica a las
categoras de la economa poltica: el desarrollo conceptual de la forma de valor.
Mientras que en la exposicin precedente las mercancas han quedado reducidas a la
abstraccin del valor como trabajo humano indiferenciado, ahora se desarrolla la
relacin en la que se encuentran las determinaciones de las mercancas a travs de la
cual el valor adquiere una expresin objetiva. En esta relacin de valor, el valor de
uso de una mercanca se convierte en la forma en que se manifiesta su contrario, el
valor, lo que implica que el trabajo concreto contenido en ese valor de uso se convierte
en la forma de manifestacin del trabajo abstracto y el trabajo privado en la forma de
manifestacin del trabajo social. De este modo una cosa parece poseer en su inmediata
materialidad algo que le ha sido imprimido por otra cosa que se encuentra con ella en
una relacin de valor, con lo que algo que es exclusivamente social aparece como un
atributo natural.
Esto resulta visible en la forma simple de valor, pero no as en la forma
consumada de dinero. Slo el desarrollo conceptual desde la forma simple hasta la
forma general de valor a travs del cual tiene lugar la gnesis de la forma de dinero
puede poner de manifiesto que el dinero como forma general de equivalente expresa el
valor de todas las mercancas porque todas ellas expresan su valor en l, mientras que en
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esta forma de valor ya fijada parece que todas las mercancas expresasen su valor en
dinero porque ste es valor inmediatamente en su propia forma natural. Puesto que la
economa poltica toma las formas acabadas tal y como se presentan de manera
inmediata, no es capaz de ver que en la forma de dinero es una relacin social
determinada lo que aparece como una propiedad de una cosa, y permanece apresada en
la apariencia de que el dinero posea por naturaleza la forma general de equivalente.
Frente a ello, la exposicin dialctica de Marx, que desarrolla genticamente las formas
econmicas desde las formas simples hasta las formas acabadas, saca a la luz lo que
permanece velado en estas ltimas, y a travs de este desarrollo conceptual lleva a cabo
simultneamente la crtica de la comprensin insuficiente que tiene la economa poltica
de las categoras.
En este contexto terico hay que situar lo que Marx caracteriza como fetichismo
de la mercanca. Aqu es preciso tener en cuenta que la inversin de las propiedades
sociales en naturales a la que est dirigida la crtica marxiana no es resultado de una
percepcin errnea de las verdaderas relaciones que tienen lugar en la sociedad
capitalista. Por el contrario, sa es la consecuencia necesaria del modo de
funcionamiento propio de esta forma de sociedad, en la que el trabajo privado no es
inmediatamente social, sino que slo lo es a travs del intercambio de los productos del
trabajo como mercancas, siendo el mercado la nica instancia que produce la conexin
social. Las relaciones sociales de las personas estn mediadas necesariamente por cosas
en esta forma de sociedad, lo que hace que el carcter social del trabajo se presente
como carcter objetivo de los productos del trabajo. Por consiguiente, el que las cosas
en su misma materialidad aparezcan investidas de propiedades sociales es algo
consustancial a una sociedad basada en la produccin mercantil. Esto tiene como
consecuencia que las personas que forman parte de las relaciones sociales capitalistas le
atribuyan una cualidad social intrnseca a las cosas en tanto que adoptan la forma de
mercanca: no pueden percibir que las cosas no tienen propiedades sociales en s
mismas, sino que las tienen slo porque la conexin social se establece por medio de las
cosas en esta forma de sociedad. Y no slo la conciencia espontnea de los agentes
sociales de la produccin capitalista, sino tambin la economa poltica se encuentra
atrapada en el carcter fetichista de la mercanca, puesto que elabora sus categoras a
partir de las formas de pensamiento objetivas que determinan la comprensin que la
sociedad burguesa tiene de s misma. El fetichismo significa la cosificacin de las
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relaciones sociales porque el movimiento de mediacin constitutivo del trabajo social
en el sistema capitalista no resulta visible para las personas integradas en l, de modo
que las relaciones sociales se presentan cosificadas como propiedades sociales
naturales que corresponden a las cosas independientemente del contexto social.
Esta crtica marxiana a las formas de conciencia burguesa se realiza a travs del
desarrollo de las determinaciones formales, lo que permite poner de manifiesto el
carcter histrico de las formas econmicas burguesas. Puesto que la economa poltica
no ha sido capaz de comprender la conexin necesaria entre el valor y la forma de valor,
no ha podido comprender la objetividad social que constituye su objeto, y con ello
tampoco la especificidad histrica del modo de produccin capitalista, al que considera
como una forma natural de la produccin social. Frente a ello, el desarrollo dialctico de
la forma de valor que realiza Marx le permite exponer la gnesis de las formas ya
consumadas, y con ello entender el valor como el sujeto de un proceso en el que asume
tanto la forma de mercanca como la de dinero. A partir de aqu se deriva
conceptualmente la categora de capital, que se presenta como una determinacin formal
ulterior del valor.
La forma de valor del capital es introducida en la exposicin a partir de las
categoras de la circulacin simple. sta ha sido considerada en la fase anterior de la
exposicin como una esfera abstracta del modo de produccin capitalista, que es la que
se presenta de manera inmediata a los agentes de la sociedad burguesa. Pero esta esfera
es slo un momento de mediacin del proceso global capitalista, y remite
necesariamente al proceso de produccin subyacente que constituye su base. Esto
significa que el valor no puede alcanzar una forma autnoma en el dinero tal y como se
presenta en el movimiento de la circulacin simple, pues esta esfera en s misma carece
de autonoma. Slo en la forma de capital, en la que el valor est determinado como
unidad procesual de mercanca y dinero, puede adquirir el valor una forma autnoma,
en la que se convierte en sujeto de un movimiento en el que adopta alternativamente
ambas determinaciones. Esto implica que la nica diferenciacin que puede establecer
el valor autonomizado como capital es de orden cuantitativo, por lo que su movimiento
no puede consistir en otra cosa que en su puro incremento. El capital queda as
determinado como valor que se valoriza, y este aumento del valor originario o plusvalor
es el nico fin que tiene el proceso de circulacin capitalista.
Una vez establecida la determinacin formal del capital, la exposicin marxiana
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progresa hacia las condiciones de posibilidad de este incremento del valor que
constituye la forma de capital. Esta cuestin tiene que ser resuelta sobre la base de la
ley del intercambio de equivalentes, y ello slo es posible introduciendo en la
exposicin una nueva categora, la fuerza de trabajo. Marx desarrolla esta categora a
partir de la contraposicin de las determinaciones de la mercanca que se ha presentado
en la teora del valor, distinguiendo entre el valor de uso y el valor de la mercanca
fuerza de trabajo: la existencia del plusvalor se explica porque el valor de la fuerza de
trabajo es menor que el valor que produce su uso. Esto le permite resolver el problema
del aumento del valor bajo las leyes del intercambio mercantil, lo que no puede hacer la
economa poltica al no distinguir entre trabajo y fuerza de trabajo.
La diferenciacin de ambas categoras le permite a Marx exponer el modo en
que se integran la esfera de la produccin y la esfera de la circulacin, y con ello
desplegar la crtica a las ideas burguesas de libertad e igualdad como representaciones
que se desprenden de manera inmediata de las relaciones de intercambio que tienen
lugar en la superficie de la sociedad burguesa. A partir de esta distincin tambin se
puede desvelar la comprensin invertida que tiene la conciencia burguesa del salario
como pago del trabajo realizado, con lo que todo el trabajo parece ser trabajo pagado,
quedando oculta as la produccin de plusvalor y la explotacin del trabajador.
Aqu es preciso tener en cuenta que para que el proceso de valorizacin pueda
tener lugar, el capitalista tiene que encontrar en el mercado al trabajador libre que
vende su fuerza de trabajo como mercanca, y esto no es algo que haya existido en todas
las formaciones sociales, sino resultado de un determinado desarrollo histrico que ha
dado lugar a la relacin de clase que est a la base del funcionamiento del sistema
capitalista. Este resultado, que constituye la condicin estructural bsica del
capitalismo, es un hecho al que hay que atenerse en la exposicin. El movimiento
histrico que da lugar al mismo queda fuera del desarrollo categorial, siendo objeto de
la consideracin histrica que se presenta tras la exposicin terica de las categoras.
Ahora bien, el proceso de produccin capitalista reproduce permanentemente a
travs de su funcionamiento la relacin de clase que constituye su propio presupuesto,
para lo cual basta con garantizar la igualdad formal de los individuos y la libre
propiedad sobre sus mercancas. Adems, al considerar el proceso de produccin en su
fluencia continua, se pone de manifiesto que la suma de valor con que el capitalista paga
la fuerza de trabajo proviene ntegramente del plusvalor anterior que se ha apropiado el
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capitalista sin equivalente alguno. Con ello se hace patente que la ley de apropiacin
que rige en el sistema capitalista no est basada en el trabajo propio, tal y como
considera la conciencia burguesa y sanciona tericamente la economa poltica. Esto es
lo que Marx designa como transmutacin dialctica de la ley de apropiacin, con lo que
no se est refiriendo a una transformacin que tenga lugar en la evolucin histrica, tal
y como ha sido interpretada por el marxismo tradicional, sino a una transformacin que
se presenta en el desarrollo de la exposicin terica, en el curso de la cual se invierte la
apariencia que se haba presentado anteriormente de que es el trabajo lo que constituye
el modo originario de apropiacin.
Marx lleva a cabo de este modo una crtica fundamental de la teora burguesa,
que se limita a adoptar la perspectiva de la circulacin y a considerar las relaciones que
se presentan en esta esfera como las relaciones constitutivas de la sociedad burguesa.
Frente a ello, la exposicin marxiana muestra que la circulacin no es ms que una
esfera abstracta del proceso global capitalista, que tiene a su base las relaciones que se
establecen en la esfera de la produccin, en la cual desaparecen la libertad y la igualdad
existentes en las relaciones de intercambio. Slo con el surgimiento histrico de las
relaciones sociales de produccin capitalistas se ha desarrollado la circulacin simple
hasta el punto de abarcar la entera sociedad, por lo que las relaciones de intercambio,
lejos de ser las relaciones constitutivas de la sociedad burguesa, tienen ellas mismas
otros presupuestos que no resultan visibles desde la esfera del intercambio. De este
modo, la exposicin de Marx, que progresa desde la esfera de la circulacin a la de la
produccin y muestra cmo se integran ambas esferas, lleva a cabo la descodificacin
de la comprensin que la sociedad burguesa tiene de s misma a travs de la crtica a las
categoras de la economa poltica en las que se expresa tericamente dicha
comprensin.
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1. EL PROBLEMA DE LA CONTINUIDAD EN LA EVOLUCIN
TERICA DE MARX
La cuestin de la continuidad en el desarrollo terico de Marx ha sido uno de los
temas ms debatidos entre los intrpretes de su obra. No slo en cuanto a la existencia o
inexistencia de la misma, sino tambin entre aquellos autores que han sostenido la
existencia de un corte en la evolucin terica de Marx es objeto de controversia el
momento en que se produce, as como la profundidad y el alcance del mismo.
La determinacin precisa de la estructura terica sobre la que se desarrolla la
argumentacin de Marx en los distintos periodos de su evolucin intelectual no es algo
que afecte solamente a la comprensin del proceso de formacin de su teora, sino que
tiene consecuencias decisivas para la interpretacin de su obra de madurez, y en
particular por lo que se refiere a la cuestin de la dialctica. El hecho de establecer una
continuidad entre los primeros escritos de Marx y su obra de crtica de la economa
poltica deja abierto el camino para proyectar sobre esta obra los planteamientos
fundamentales de aquellos escritos, en los que se presenta una concepcin antropolgica
basada en la de Feuerbach y completada en ciertos aspectos fundamentales con
elementos de la filosofa de Hegel.
Uno de los mayores representantes de la tesis de la continuidad ha si