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Studia Aurea 9 2015 721-727

Geoffrey Parker (ed)La Guerra de los Treinta Antildeos Madrid Editorial Antonio Machado Libros 2014 402 pISBN 978-84-7774-238-8

Daacutemaris Montes Peacuterez

Universitat Autogravenoma de Barcelonadamarismontesperezgmailcom

Dicen que la terrible guerra ha acabado Pero auacuten no hay indicios de paz Pordoquier hay envidias odios avaricia es la guerra que hemos aprendidohellip Vivimoscomo animales comiendo forraje y grasas Nadie habriacutea imaginado que algo asiacute

fuera a pasarnos Mucha gente dice que no hay Dios1

Desde que la familia Bible del pueblo suevo de Gerstetten escribiese el 17 de

enero de 1647 uno de los pasajes maacutes emotivos que se documentan en estelibro colectivo La Guerra de los Treinta Antildeos muchos de los territorios del yaderrotado imperio germaacutenico como Suabia Baviera y Austria sufririacutean duran-te veinte meses todaviacutea las terribles consecuencias de este conflicto beacutelico queenfrentoacute durante largo tiempo (1618-1648) a casi todas las potencias del conti-nente europeo Como afirman los historiadores las pasiones religiosas y poliacuteti-cas que dariacutean paso a la gran guerra se desatan en los estados gobernados por laprincipal dinastiacutea que hasta entonces conocioacute Europa los Habsburgo espantildeolesy austriacuteacos Felipe III laquoreinoacute sobre un imperio en el que no se poniacutea el solraquo

(p 2) Este comprendiacutea parte de Aacutefrica de las Filipinas de Meacutexico Peruacute el surde Asia y tambieacuten Espantildea Portugal Lombardiacutea Naacutepoles y Sicilia No incluiacuteasin embargo mdashy muy a su pesarmdash los Paiacuteses Bajos que fueron una parte im-portante del imperio gobernado por su padre y que su hijo Felipe IV perderaacutede manera definitiva en 1648 tras el acuerdo de paz firmado en Muumlnster Porlo que atantildee a la rama austriacuteaca de los Habsburgo recordemos que el imperiogobernado por Fernando I era todaviacutea maacutes extenso que el de sus parientes espa-

1 La familia Bible escribioacute el pasaje que aquiacute reproduzco tras la llegada de una nueva oleada derefugiados relatando que trupes depredadoras mdashseguacuten la expresioacuten de Parkemdash veniacutean pisaacutendoleslos talones (p 233 n 45)

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ntildeoles Como es sabido este incluiacutea la continuacioacuten de Austria gobernada desdeInnsbruck comprendiacutea tambieacuten el Tirol algunos territorios del Rin medio ypartes de Alsacia en el sureste se situaba la Austria interior formada por losducados de Estiria Carintia y Carniola con la capital en Graz Tambieacuten gober-

naban los ducados austriacuteacos originarios los altos gobernados desde Linz y losbajos desde Viena Estos aunque menos poblados que los territorios del Austriainterior eran maacutes proacutesperos En ellos se hallaba una potente clase aristocraacuteticay formaban los llamados Erblaumlnder o territorios hereditarios a los que a partirde 1526 se antildeaden los reinos electivos de Bohemia y Hungriacutea No obstante ellaquopunto de inflexioacutenraquo de esta laquoextensa herencia de los Habsburgo austriacuteacos fue lamuerte de Fernando I en 1564raquo (p 5) Tras su fallecimiento la poliacutetica de los te-rritorios del imperio germaacutenico gobernados por sus hijos se vio mermada sobretodo por la creacioacuten de asambleas que representaban a los ducados de Austria y

por la presencia del protestantismo tambieacuten en sus tierras especialmente entrenobles y caballeros Tanto en la Alta como en la Baja Austria la Iglesia Catoacutelicaestaba moribunda motivo por el que a lo largo de las uacuteltimas deacutecadas del siglo 983160983158983145 se inician una serie de movimientos contra los protestantes con el objetivogeneral de lograr reestablecer el catolicismo en el imperio Habsburgo Los en-frentamientos entre ambos cultos religiosos que podriacutea decirse se desatan en la Alemania austriacuteaca y en los que se veraacuten implicados la mayor parte de los paiacuteseseuropeos no cesaraacuten hasta muy avanzada la Guerra de los Treinta Antildeos

Entre 1595 y 1618 (antildeo recordemos en el que se inicia propiamente el

gran conflicto beacutelico) fueron numerosos los motines o revueltas en las ciudadesdel sacro imperio germaacutenico La de Donauwoumlrth (1606-1607) fue una de lasmaacutes destacadas terminoacute dando pie a la creacioacuten de la Unioacuten Protestante enmayo de 1608 despueacutes de que el emperador intentase reestablecer el catolicismoen esta ciudad y que una mayoriacutea del Reichstag decidiera que la Paz de Augs-burgo de 1555 (que trajo consigo la aceptacioacuten del principio conocido comociuis regio eius religi oacute) se renovariacutea con la condicioacuten de que se restaurasen todasla tierras de la iglesia catoacutelica secularizadas desde 1552 Como para el puebloalemaacuten de entonces en nuestros tiempos son muchos los estudiosos a los que

les resulta extrantildeo que durante toda la deacutecada que siguioacute a lo sucedido en Do-nauwoumlrth no se desatase un enfrentamiento general Lo que siacute parece quedarclaro es que la creacioacuten de la Unioacuten Protestante (1608) cambiariacutea el curso de lapoliacutetica imperial Por el momento su decisioacuten de recurrir a la fuerza para lograrsus intereses hizo que los principales dirigentes eclesiaacutesticos decidiesen tomarmedidas defensivas por lo que en julio de 1609 se crea la Liga Catoacutelica

Las hostilidades entre catoacutelicos y protestantes se intensifican bajo el reinadode Fernando II (1619-1637) quien se propuso terminar de manera definitivacon el protestantismo en sus tierras Al parecer su deseo de erradicar el culto

protestante fue siempre mayor que el de sus predecesores En consecuencia susactos y decisiones precipitariacutean a Europa a lo que hoy conocemos como la Gue-rra de los Treinta Antildeos La lucha entre catoacutelicos y protestantes por el dominio

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de la ciudad de Bohemia (1618) fue el episodio beacutelico con el que podriacuteamosdecir se inicia este cruento periacuteodo histoacuterico Recordemos que en contra de laproclamacioacuten de Fernando II en 1617 como rey de Bohemia y tras la defenestra-cioacuten de Praga (1618) los protestantes bohemios deciden coronar a Federico V

del Palatinado A partir de entonces lo que se inicioacute como un conflicto internoen tierras de los Habsburgo se transformoacute en una lucha de tipo internacionalque terminoacute cuando en 1620 las fuerzas imperiales con el apoyo de Espantildea y laLiga Catoacutelica vencen a los rebeldes en la batalla de la Montantildea Blanca De estamanera Fernando II recupera el control de las tierras bohemias como tambieacutende Lusacia Silesia Moravia y Austria dejando asiacute indefenso el Alto Palatinado yRenania No obstante a pesar de la derrota sufrida Federico V creiacutea no perdernada al mantener su resistencia y lo cierto es que la causa protestante aunqueen ruinas sobrevivioacute

Como advierten los colaboradores del volumen durante el tiempo en quelos Habsburgo aprovecharon sus eacutexitos al maacuteximo hasta el momento en que sedesatoacute laquola guerra totalraquo la actuacioacuten poliacutetica de Fernando II generoacute controversiasen la mayor parte de las cortes de cada uno de los gobernantes Por esta razoacuten ycon el fin de poder terminar con las discrepancias que habiacutean surgido entre ellosdesde el mes de julio de 1630 hasta marzo de 1631 se convocaron la reunioacuten deRatisbona y el coloquio protestante de Leipzig Todos sabiacutean que mientras lospriacutencipes alemanes respetasen su posicioacuten neutral auacuten podriacutea perdurar el estadode concordia No obstante la unioacuten entre Suecia y Brandemburgo y el tratado

franco-baacutevaro de Fontainebleau romperiacutean con tal unidad haciendo laquoinevitableuna guerra europea generalraquo (pp 144-155) Por otra parte teacutengase en cuentaque al reunirse los electores en Ratisbona Fernando II teniacutea la esperanza de queeacutestos aprobaran su decisioacuten sobre todo de ayudar financieramente a Espantildea ensu guerra contra Holanda y que aceptaran tambieacuten a su hijo como rey de Roma-nos Pero los resultados de dicha reunioacuten no fueron para nada los deseados porel Emperador Su uacutenico logro fue mantener el Edicto de Restitucioacuten en su formaprimera algo que comportoacute que se intensificaran las hostilidades entre el Em-perador y los priacutencipes alemanes con los protestantes del norte del paiacutes Como

anotan los especialistas fue precisamente en este momento de laquodebilidadraquo ylaquocrisisraquo cuando Francia y Suecia intervienen en el problemaDe la participacioacuten de estas dos potencias en la Guerra de los Treinta Antildeos

hay que destacar el papel que desempentildeoacute la Suecia protestante de Gustavo Adol-fo Desembarcando en la ciudad de Pomerania el 6 de julio de 1630 los suecoscontaban con el apoyo de Jorge Guillermo de Brandemburgo (de obedienciacalvinista) y aunque de manera no tan favorable de Juan Jorge de Sajonia (lu-terano) para hacer frente al poder imperial Los priacutencipes protestantes maacutes pro-minentes se reunieron en Leipzig junto a algunos de los representantes de varias

ciudades imperiales y el 12 de abril de 1631 con un ejeacutercito de 400000 hom-bres crean el Leipziger Bund su asociacioacuten defensiva A ojos del emperadoresto mostraba la disposicioacuten de sus adversarios de soportar la presioacuten militar

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aunque tambieacuten de intentar una reconciliacioacuten Al cabo de unas semanas apare-ce el tratado de Fointainebleau que puede considerarse laquola reacuteplica catoacutelicaraquo delde Leipzig ya que ambos abogaban por la creacioacuten de laquouna tercera fuerza neu-tral que hiciera de amortiguador entre el emperador y sus enemigos extranjeros

con el fin de evitar que la guerra siguiera expandieacutendoseraquo (p 156) A pesar deello todo esfuerzo seriacutea en vano ya que los suecos no se retiraron tan faacutecilmentedel campo de batalla Su lucha contra las fuerzas imperiales fue liderada prime-ro por Gustavo Adolfo a quien le sucedioacute Axel Oxenstierna Hay que reconocerque bajo su mandato las fuerzas protestantes se mantuvieron en alza por lomenos hasta 1634 momento en que debieron enfrentarse con las tropas de Fer-nando II en batallas tan terribles como la de Noumlrdlingen (septiembre de 1635)Esta se cobroacute la vida de unos 12000 protestantes y otros 4000 fueron hechosprisioneros Frente a esta situacioacuten el Emperador decide acordar un alto el fue-

go con Sajonia y Brandemburgo y el 30 de mayo de 1635 se hizo puacuteblica la Pazde Praga Hay que tener en cuenta que ese mismo antildeo Francia declara la guerraa la Espantildea de Felipe IV con lo que consiguioacute debilitar significativamente el poderde los hasta entonces invencibles Habsburgo Podriacutea decirse pues que el laquologrorealraquo de los franceses fue el de garantizar que jamaacutes se repetiriacutea algo como lo deNoumlrdlingen (p 199)

A estas alturas de la guerra el principal objetivo de las potencias enfrentadasempezaba a ser el de reestablecer la paz De manera que seraacute bajo el reinadode Fernando III mdashquien tendriacutea que soportar lo impensable el abandono de

sus aliados alemanes y la derrota definitiva de su dinastiacuteamdash cuando se reuacutenenen 1643 en Frankfurt los Electores y representantes de la mayor parte de lospriacutencipes alemanes al mismo tiempo que los Plenipotenciarios de los paiacutesesextranjeros acuden a Muumlnster y Osnabruumlck El 29 de agosto de 1645 seraacute enrealidad la laquofecha clave en el proceso de pazraquo (p 226) ya que hasta entonceslos gobernantes territoriales independientes no gozaraacuten del ius belli ac pacis delderecho de poder regir su propia poliacutetica exterior Lamentablemente antes deque las negociaciones surtieran efecto todaviacutea debiacutean darse diversas batallas queterminariacutean con el dominio Habsburgo En 1643 Suecia vence a Dinamarca en

una guerra que concluye con el tratado de Broumlmsebro el 13 de agosto de 1645Con Dinamarca fuera de la guerra ese mismo antildeo los suecos tambieacuten decidenasestar un golpe al Emperador del que no podriacutea apenas recuperarse invadenBohemia conjuntamente con los transilvanos con quienes establecieron unaalianza al conocer que el Emperador brindaba su apoyo a Cristian IV de Di-namarca en su guerra contra Suecia Ahora Jorge Raacutekoacuteczy (rey de Transilvania)prometiacutea invadir la Hungriacutea de los Habsburgo De esta manera liderados porTorstenson desde Sajonia hasta Bohemia el ejeacutercito sueco venceriacutea a las fuerzasimperiales en Jankov el 6 de marzo de 1645 Como resentildea nuestro libro el resul-

tado de esta batalla fue decisivo para el curso de la Guerra de los Treinta Antildeos elejeacutercito imperial perdioacute su artilleriacutea a la mitad de sus hombres su cancilleriacutea decampo e incluso a sus comandantes A la luz de estos hechos el Emperador huyoacute

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inmediatamente de Praga a Graz junto a su familia Todos sabiacutean que no habiacutealaquoejeacutercito de combate capaz de resistir a los suecos y sus aliadosraquo (p 230) quienestras su victoria en Jankov se preparaban para invadir Viena Los luteranos quese hallaban en esta ciudad austriacuteaca laquose regocijaban abiertamente y esperaban su

liberacioacutenraquo (p 230) mientras los turcos se encargaban de rescatar al emperadorEl apoyo del rey huacutengaro a los suecos cesa finalmente cuando en la primaverade 1645 el sultaacuten otomano decide declarar la guerra a Venecia e invierte todossus recursos en ello agotando las ayudas que destinaba a Raacutekoacuteczy Eacuteste ante lasnuevas dificultades econoacutemicas decide aceptar la propuesta de paz de los Habs-burgo y firma con Fernando III el Tratado de Linz por el que se reestablece enHungriacutea la tolerancia religiosa a la vez que muchos de los territorios retornanbajo el poder de Raacutekoacuteczy Desde entonces mdashy tras el alto el fuego de Sajonia conSuecia en Koumltzschenbrodmdash en Westfalia Oxenstierna advertiacutea que laquoel enemigo

comienza a hablar maacutes educada y amigablemente y los representantes imperia-les en la conferencia de paz proponen concesiones substancialesraquo (p 230)2 En1645 llegaron por fin las negociaciones de paz y hasta 1648 varios miles dediplomaacuteticos atestaron las calles de Muumlnster y Osnabruumlck La gran guerra habiacuteaacabado

Durante los trescientos antildeos que siguieron a este terrible conflicto beacutelicohistoriadores y poliacuteticos han reflexionado y discutido acerca de cuaacutel fue realmen-te su significado en relacioacuten con tres puntos muy concretos el primero militarel segundo econoacutemico y el tercero poliacutetico De todos ellos se han ofrecido juicios

harto dispares y en ocasiones muy alejados de la realidad histoacuterica Por esta ra-zoacuten y atendiendo a los datos que los estudiosos han podido recabar su principalintencioacuten es ofrecer una nueva y maacutes justificada visioacuten al respecto en el uacuteltimocapiacutetulo de su obra Por lo que atantildee pues al primero de los temas el militarlos historiadores nos descubren la imagen de aquellos hombres que se pasabanlaquola vida matando a otrosraquo En la medida de lo posible muestran coacutemo vestiacuteande queacute manera eran reclutados y queacute motivos podiacutea tener un civil para alistarseen el ejeacutercito por lo menos aquellos que no estaban subyugados por las fuerzasgubernamentales Nos retratan tambieacuten el vulgar y violento comportamiento

de las tropas con aquellos civiles que debiacutean alojarlos en sus casas y nos cuentancon queacute penas y castigos pagaban los salvajes sus actos Asimismo se nos hablaacerca del sistema de aprovisionamiento y de queacute recursos (tanto de artilleriacuteacomo de alimentos y ropa) precisaban los soldados Ademaacutes se ofrecen cifrasacerca del nuacutemero de las bajas militares que sufrieron algunos de los ejeacutercitos lalaquomuerte en accioacutenraquo era la causa principal de las peacuterdidas en las tropas extranje-ras ya que siempre iban en primera liacutenea a lo que se le sumaban las numerosas

2 Cita que toman los historiadores de CT Odhner Die Politik Schwedens im WestphaumllischenFriedenscongress und die Gruumlndung der schwedischen Herrschaft in Deutscland (Gotha 1877 re-imp Hannover 1973) 97 n

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epidemias que contribuiacutean notablemente a aumentar el nuacutemero de muertos Poruacuteltimo los especialistas aseguran que la Guerra de los Treinta Antildeos dejoacute un granlegado de nuevas taacutecticas y estrategias beacutelicas importantes Mauricio de Nassaufue uno de los pioneros en introducir estas innovaciones en el ejeacutercito holandeacutes

en los antildeos 1590 Posteriormente se publican una serie de manuales ilustradosy entre los ejemplos que registran los estudiosos destacan el impreso por Juan deNassau primo de Mauricio en la Haya (1607) bajo el tiacutetulo de El ejercicio delas armas Este estaacute firmado por Jacob de Gheyen grabador a quien encarga cadauna de las ilustraciones que incluye en la obra con el fin de mostrar con queacute ma-niobras deben utilizarse las armas y de queacute manera deben organizarse las tropasToda esta informacioacuten sobre la imagen del laquosoldado universalraquo la complementael lector con el apartado que sigue en el que se aborda como deciacuteamos el signi-ficado de la Guerra de los Treinta Antildeos desde el punto de vista econoacutemico y que

lleva por tiacutetulo laquola guerra y la sociedad alemanaraquoComo ha quedado atestiguado tras la llegada de la paz definitiva el 11 de

agosto de 1650 una gran multitud de nintildeos y nintildeas que solo conocieron la gue-rra se reunieron para celebrarlo junto a sus familiares vecinos y amigos Escenascomo estas probablemente debieron verse en la mayor parte de pueblos y ciuda-des de toda Alemania aunque no en algunos lugares como Linden Las nuevefamilias campesinas que viviacutean en esta pequentildea aldea de Rothenburg sufrieronlos abusos de los soldados del ejeacutercito sueco cuando una tarde de 1634 eacutestosllegaron para exigir alimento y practicar uno de los ejercicios preferidos por las

tropas la expoliacioacuten No obstante la peor parte se la llevariacutea la mujer de JorgeRoumlsch a quien laquoviolaron y persiguieron gritando por la aldearaquo (p 274) Asiacutedesde 1640 los campesinos abandonaron Linden y no fue hasta el antildeo de 1690cuando once familias volvieron a poblar sus tierras La gran cantidad de docu-mentos que se han conservado de la Alemania del siglo 983160983158983145983145 prueban que enefecto casos como el ocurrido en esta aldea debieron de reproducirse en casitodas las ciudades alemanas La veracidad de estos datos es para los especialistasalgo casi irrebatible Advierten sin embargo que existe un gran nuacutemero defuentes locales que especularon de manera excesiva sobre la devastacioacuten econoacute-

mica moral y de vidas humanas en la guerra (Este es el caso por ejemplo delSimplicissimus de Juan Jacobo Cristoacutebal von Grimmelshausen (1660) y tambieacutendel Bilder aus der deutschen Vergangenheit de Gustavo Freytag) Saber pues contotal certeza cuaacutel fue laquoel impacto Globalraquo de la Guerra de los Treinta Antildeos enla Alemania de la eacutepoca y sus territorios colindantes es en extremo complicado

Finalmente el uacuteltimo de los apartados de este capiacutetulo con el que concluyela obra gira en torno a las reflexiones sobre el tercer punto a tratar el poliacutetico omejor dicho la relacioacuten simbioacutetica que se establece entre guerra y poliacutetica Losestudiosos recuerdan que la Guerra de los Treinta Antildeos ha sido el periacuteodo maacutes

traumaacutetico para Alemania por lo menos hasta 1939 Para muchos la paz de Westfalia y en general este conflicto beacutelico fue en su totalidad un crimen mons-truoso comparable incluso con la paz de Versalles No obstante hasta 1806

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los acuerdos de Westfalia no fueron sino considerados como laquola constitucioacutenfundamental del imperio e incluso maacutes tarde fueron aclamados como los prin-cipales garantes del orden en Europa centralraquo (p 282) un continente donde lasrelaciones internacionales se vieron casi siempre mdasho por lo menos en los inicios

del conflictomdash influidas por las convicciones religiosas En este sentido noacuteteseque al decir de los estudiosos a medida que avanzaba la guerra la poliacutetica eu-ropea sufriacutea los efectos de la secularizacioacuten Esto se evidencia por ejemplo enhechos como que el aliado estrella del calvinista Guillermo en los enfrentamien-tos contra Luis XIV fuese el priacutencipe Eugenio de Saboya cuya religioacuten era lacatoacutelica y que ademaacutes estaba al servicio de los laquono menos catoacutelicosraquo Habsburgoaustriacuteacos Aunque determinar de manera exacta cuaacutendo debioacute de iniciarse esteproceso es para los especialistas tarea ardua parece que nadie podriacutea negar quela menor intervencioacuten de las convicciones religiosas en la poliacutetica europea fue

uno de los logros maacutes destacados de la Guerra de los Treinta Antildeos Desde 1520laquoel equilibrio diplomaacutetico de Europa estuvo constantemente en peligro por lasconflictivas tensiones entre las lealtades poliacuteticas y confesionalesraquo (p 287)

Estas son algunas de las reflexiones con las que termina este libro colec-tivo sobre la Guerra de los Treinta Antildeos sus principales escenarios beacutelicos ysus protagonistas Se trata del compendio (la segunda edicioacuten inglesa aumen-tada y revisada) de un laborioso trabajo de investigacioacuten que aunque firmadopor Geoffrey Parker han llevado a cabo numerosos especialistas como Simon Adams Gerhard Benecke Richard JBonney John H Elliott R J W Evans

Christopher R Friedrichs Bodo Nischan E Ladewig Petersen y Michael Ro-berts La aportacioacuten de todos ellos mdashen palabras de Parkermdash va integrada enel texto laquoal relatar analizar y explicar en su respetivo lugar los acontecimientosy procesos que todos juntos conforman el conflictoraquo (XXXI) Asimismo elhistoriador britaacutenico reconoce y agradece la propuesta de Andrew Wheatcroftde Routledge y Kegan Paul de escribir un nuevo tratado sobre este conflictoque arrasoacute Europa y a su vez tambieacuten agradece a la British Academy de laNewberry Library la beca de investigacioacuten que en 1981 le concedieron paratrabajar en esta obra a largo de tres meses en Chicago Al proacutelogo del volumen y

a dichos reconocimientos le siguen diversas paacuteginas donde los autores incluyenuna cronologiacutea exhaustiva de los sucesos capitales de la Guerra de Treinta Antildeosaunque en este caso desde 1606 (12 antildeos antes de que se iniciara propiamente elconflicto) hasta 1650 Teacutengase en cuenta tambieacuten que dichos datos cronoloacutegicosse complementan con una serie de mapas una gran cantidad de ilustraciones deeacutepoca y una extensa bibliografiacutea a lo que debemos sumarle una muy apropiadadivisioacuten por capiacutetulos y apartados que facilitan a su vez la comprensioacuten de lamateria tratada el lector puede hallar faacutecilmente la informacioacuten que desea sinque esto le impida concebir la obra como un todo

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ntildeoles Como es sabido este incluiacutea la continuacioacuten de Austria gobernada desdeInnsbruck comprendiacutea tambieacuten el Tirol algunos territorios del Rin medio ypartes de Alsacia en el sureste se situaba la Austria interior formada por losducados de Estiria Carintia y Carniola con la capital en Graz Tambieacuten gober-

naban los ducados austriacuteacos originarios los altos gobernados desde Linz y losbajos desde Viena Estos aunque menos poblados que los territorios del Austriainterior eran maacutes proacutesperos En ellos se hallaba una potente clase aristocraacuteticay formaban los llamados Erblaumlnder o territorios hereditarios a los que a partirde 1526 se antildeaden los reinos electivos de Bohemia y Hungriacutea No obstante ellaquopunto de inflexioacutenraquo de esta laquoextensa herencia de los Habsburgo austriacuteacos fue lamuerte de Fernando I en 1564raquo (p 5) Tras su fallecimiento la poliacutetica de los te-rritorios del imperio germaacutenico gobernados por sus hijos se vio mermada sobretodo por la creacioacuten de asambleas que representaban a los ducados de Austria y

por la presencia del protestantismo tambieacuten en sus tierras especialmente entrenobles y caballeros Tanto en la Alta como en la Baja Austria la Iglesia Catoacutelicaestaba moribunda motivo por el que a lo largo de las uacuteltimas deacutecadas del siglo 983160983158983145 se inician una serie de movimientos contra los protestantes con el objetivogeneral de lograr reestablecer el catolicismo en el imperio Habsburgo Los en-frentamientos entre ambos cultos religiosos que podriacutea decirse se desatan en la Alemania austriacuteaca y en los que se veraacuten implicados la mayor parte de los paiacuteseseuropeos no cesaraacuten hasta muy avanzada la Guerra de los Treinta Antildeos

Entre 1595 y 1618 (antildeo recordemos en el que se inicia propiamente el

gran conflicto beacutelico) fueron numerosos los motines o revueltas en las ciudadesdel sacro imperio germaacutenico La de Donauwoumlrth (1606-1607) fue una de lasmaacutes destacadas terminoacute dando pie a la creacioacuten de la Unioacuten Protestante enmayo de 1608 despueacutes de que el emperador intentase reestablecer el catolicismoen esta ciudad y que una mayoriacutea del Reichstag decidiera que la Paz de Augs-burgo de 1555 (que trajo consigo la aceptacioacuten del principio conocido comociuis regio eius religi oacute) se renovariacutea con la condicioacuten de que se restaurasen todasla tierras de la iglesia catoacutelica secularizadas desde 1552 Como para el puebloalemaacuten de entonces en nuestros tiempos son muchos los estudiosos a los que

les resulta extrantildeo que durante toda la deacutecada que siguioacute a lo sucedido en Do-nauwoumlrth no se desatase un enfrentamiento general Lo que siacute parece quedarclaro es que la creacioacuten de la Unioacuten Protestante (1608) cambiariacutea el curso de lapoliacutetica imperial Por el momento su decisioacuten de recurrir a la fuerza para lograrsus intereses hizo que los principales dirigentes eclesiaacutesticos decidiesen tomarmedidas defensivas por lo que en julio de 1609 se crea la Liga Catoacutelica

Las hostilidades entre catoacutelicos y protestantes se intensifican bajo el reinadode Fernando II (1619-1637) quien se propuso terminar de manera definitivacon el protestantismo en sus tierras Al parecer su deseo de erradicar el culto

protestante fue siempre mayor que el de sus predecesores En consecuencia susactos y decisiones precipitariacutean a Europa a lo que hoy conocemos como la Gue-rra de los Treinta Antildeos La lucha entre catoacutelicos y protestantes por el dominio

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de la ciudad de Bohemia (1618) fue el episodio beacutelico con el que podriacuteamosdecir se inicia este cruento periacuteodo histoacuterico Recordemos que en contra de laproclamacioacuten de Fernando II en 1617 como rey de Bohemia y tras la defenestra-cioacuten de Praga (1618) los protestantes bohemios deciden coronar a Federico V

del Palatinado A partir de entonces lo que se inicioacute como un conflicto internoen tierras de los Habsburgo se transformoacute en una lucha de tipo internacionalque terminoacute cuando en 1620 las fuerzas imperiales con el apoyo de Espantildea y laLiga Catoacutelica vencen a los rebeldes en la batalla de la Montantildea Blanca De estamanera Fernando II recupera el control de las tierras bohemias como tambieacutende Lusacia Silesia Moravia y Austria dejando asiacute indefenso el Alto Palatinado yRenania No obstante a pesar de la derrota sufrida Federico V creiacutea no perdernada al mantener su resistencia y lo cierto es que la causa protestante aunqueen ruinas sobrevivioacute

Como advierten los colaboradores del volumen durante el tiempo en quelos Habsburgo aprovecharon sus eacutexitos al maacuteximo hasta el momento en que sedesatoacute laquola guerra totalraquo la actuacioacuten poliacutetica de Fernando II generoacute controversiasen la mayor parte de las cortes de cada uno de los gobernantes Por esta razoacuten ycon el fin de poder terminar con las discrepancias que habiacutean surgido entre ellosdesde el mes de julio de 1630 hasta marzo de 1631 se convocaron la reunioacuten deRatisbona y el coloquio protestante de Leipzig Todos sabiacutean que mientras lospriacutencipes alemanes respetasen su posicioacuten neutral auacuten podriacutea perdurar el estadode concordia No obstante la unioacuten entre Suecia y Brandemburgo y el tratado

franco-baacutevaro de Fontainebleau romperiacutean con tal unidad haciendo laquoinevitableuna guerra europea generalraquo (pp 144-155) Por otra parte teacutengase en cuentaque al reunirse los electores en Ratisbona Fernando II teniacutea la esperanza de queeacutestos aprobaran su decisioacuten sobre todo de ayudar financieramente a Espantildea ensu guerra contra Holanda y que aceptaran tambieacuten a su hijo como rey de Roma-nos Pero los resultados de dicha reunioacuten no fueron para nada los deseados porel Emperador Su uacutenico logro fue mantener el Edicto de Restitucioacuten en su formaprimera algo que comportoacute que se intensificaran las hostilidades entre el Em-perador y los priacutencipes alemanes con los protestantes del norte del paiacutes Como

anotan los especialistas fue precisamente en este momento de laquodebilidadraquo ylaquocrisisraquo cuando Francia y Suecia intervienen en el problemaDe la participacioacuten de estas dos potencias en la Guerra de los Treinta Antildeos

hay que destacar el papel que desempentildeoacute la Suecia protestante de Gustavo Adol-fo Desembarcando en la ciudad de Pomerania el 6 de julio de 1630 los suecoscontaban con el apoyo de Jorge Guillermo de Brandemburgo (de obedienciacalvinista) y aunque de manera no tan favorable de Juan Jorge de Sajonia (lu-terano) para hacer frente al poder imperial Los priacutencipes protestantes maacutes pro-minentes se reunieron en Leipzig junto a algunos de los representantes de varias

ciudades imperiales y el 12 de abril de 1631 con un ejeacutercito de 400000 hom-bres crean el Leipziger Bund su asociacioacuten defensiva A ojos del emperadoresto mostraba la disposicioacuten de sus adversarios de soportar la presioacuten militar

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aunque tambieacuten de intentar una reconciliacioacuten Al cabo de unas semanas apare-ce el tratado de Fointainebleau que puede considerarse laquola reacuteplica catoacutelicaraquo delde Leipzig ya que ambos abogaban por la creacioacuten de laquouna tercera fuerza neu-tral que hiciera de amortiguador entre el emperador y sus enemigos extranjeros

con el fin de evitar que la guerra siguiera expandieacutendoseraquo (p 156) A pesar deello todo esfuerzo seriacutea en vano ya que los suecos no se retiraron tan faacutecilmentedel campo de batalla Su lucha contra las fuerzas imperiales fue liderada prime-ro por Gustavo Adolfo a quien le sucedioacute Axel Oxenstierna Hay que reconocerque bajo su mandato las fuerzas protestantes se mantuvieron en alza por lomenos hasta 1634 momento en que debieron enfrentarse con las tropas de Fer-nando II en batallas tan terribles como la de Noumlrdlingen (septiembre de 1635)Esta se cobroacute la vida de unos 12000 protestantes y otros 4000 fueron hechosprisioneros Frente a esta situacioacuten el Emperador decide acordar un alto el fue-

go con Sajonia y Brandemburgo y el 30 de mayo de 1635 se hizo puacuteblica la Pazde Praga Hay que tener en cuenta que ese mismo antildeo Francia declara la guerraa la Espantildea de Felipe IV con lo que consiguioacute debilitar significativamente el poderde los hasta entonces invencibles Habsburgo Podriacutea decirse pues que el laquologrorealraquo de los franceses fue el de garantizar que jamaacutes se repetiriacutea algo como lo deNoumlrdlingen (p 199)

A estas alturas de la guerra el principal objetivo de las potencias enfrentadasempezaba a ser el de reestablecer la paz De manera que seraacute bajo el reinadode Fernando III mdashquien tendriacutea que soportar lo impensable el abandono de

sus aliados alemanes y la derrota definitiva de su dinastiacuteamdash cuando se reuacutenenen 1643 en Frankfurt los Electores y representantes de la mayor parte de lospriacutencipes alemanes al mismo tiempo que los Plenipotenciarios de los paiacutesesextranjeros acuden a Muumlnster y Osnabruumlck El 29 de agosto de 1645 seraacute enrealidad la laquofecha clave en el proceso de pazraquo (p 226) ya que hasta entonceslos gobernantes territoriales independientes no gozaraacuten del ius belli ac pacis delderecho de poder regir su propia poliacutetica exterior Lamentablemente antes deque las negociaciones surtieran efecto todaviacutea debiacutean darse diversas batallas queterminariacutean con el dominio Habsburgo En 1643 Suecia vence a Dinamarca en

una guerra que concluye con el tratado de Broumlmsebro el 13 de agosto de 1645Con Dinamarca fuera de la guerra ese mismo antildeo los suecos tambieacuten decidenasestar un golpe al Emperador del que no podriacutea apenas recuperarse invadenBohemia conjuntamente con los transilvanos con quienes establecieron unaalianza al conocer que el Emperador brindaba su apoyo a Cristian IV de Di-namarca en su guerra contra Suecia Ahora Jorge Raacutekoacuteczy (rey de Transilvania)prometiacutea invadir la Hungriacutea de los Habsburgo De esta manera liderados porTorstenson desde Sajonia hasta Bohemia el ejeacutercito sueco venceriacutea a las fuerzasimperiales en Jankov el 6 de marzo de 1645 Como resentildea nuestro libro el resul-

tado de esta batalla fue decisivo para el curso de la Guerra de los Treinta Antildeos elejeacutercito imperial perdioacute su artilleriacutea a la mitad de sus hombres su cancilleriacutea decampo e incluso a sus comandantes A la luz de estos hechos el Emperador huyoacute

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inmediatamente de Praga a Graz junto a su familia Todos sabiacutean que no habiacutealaquoejeacutercito de combate capaz de resistir a los suecos y sus aliadosraquo (p 230) quienestras su victoria en Jankov se preparaban para invadir Viena Los luteranos quese hallaban en esta ciudad austriacuteaca laquose regocijaban abiertamente y esperaban su

liberacioacutenraquo (p 230) mientras los turcos se encargaban de rescatar al emperadorEl apoyo del rey huacutengaro a los suecos cesa finalmente cuando en la primaverade 1645 el sultaacuten otomano decide declarar la guerra a Venecia e invierte todossus recursos en ello agotando las ayudas que destinaba a Raacutekoacuteczy Eacuteste ante lasnuevas dificultades econoacutemicas decide aceptar la propuesta de paz de los Habs-burgo y firma con Fernando III el Tratado de Linz por el que se reestablece enHungriacutea la tolerancia religiosa a la vez que muchos de los territorios retornanbajo el poder de Raacutekoacuteczy Desde entonces mdashy tras el alto el fuego de Sajonia conSuecia en Koumltzschenbrodmdash en Westfalia Oxenstierna advertiacutea que laquoel enemigo

comienza a hablar maacutes educada y amigablemente y los representantes imperia-les en la conferencia de paz proponen concesiones substancialesraquo (p 230)2 En1645 llegaron por fin las negociaciones de paz y hasta 1648 varios miles dediplomaacuteticos atestaron las calles de Muumlnster y Osnabruumlck La gran guerra habiacuteaacabado

Durante los trescientos antildeos que siguieron a este terrible conflicto beacutelicohistoriadores y poliacuteticos han reflexionado y discutido acerca de cuaacutel fue realmen-te su significado en relacioacuten con tres puntos muy concretos el primero militarel segundo econoacutemico y el tercero poliacutetico De todos ellos se han ofrecido juicios

harto dispares y en ocasiones muy alejados de la realidad histoacuterica Por esta ra-zoacuten y atendiendo a los datos que los estudiosos han podido recabar su principalintencioacuten es ofrecer una nueva y maacutes justificada visioacuten al respecto en el uacuteltimocapiacutetulo de su obra Por lo que atantildee pues al primero de los temas el militarlos historiadores nos descubren la imagen de aquellos hombres que se pasabanlaquola vida matando a otrosraquo En la medida de lo posible muestran coacutemo vestiacuteande queacute manera eran reclutados y queacute motivos podiacutea tener un civil para alistarseen el ejeacutercito por lo menos aquellos que no estaban subyugados por las fuerzasgubernamentales Nos retratan tambieacuten el vulgar y violento comportamiento

de las tropas con aquellos civiles que debiacutean alojarlos en sus casas y nos cuentancon queacute penas y castigos pagaban los salvajes sus actos Asimismo se nos hablaacerca del sistema de aprovisionamiento y de queacute recursos (tanto de artilleriacuteacomo de alimentos y ropa) precisaban los soldados Ademaacutes se ofrecen cifrasacerca del nuacutemero de las bajas militares que sufrieron algunos de los ejeacutercitos lalaquomuerte en accioacutenraquo era la causa principal de las peacuterdidas en las tropas extranje-ras ya que siempre iban en primera liacutenea a lo que se le sumaban las numerosas

2 Cita que toman los historiadores de CT Odhner Die Politik Schwedens im WestphaumllischenFriedenscongress und die Gruumlndung der schwedischen Herrschaft in Deutscland (Gotha 1877 re-imp Hannover 1973) 97 n

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epidemias que contribuiacutean notablemente a aumentar el nuacutemero de muertos Poruacuteltimo los especialistas aseguran que la Guerra de los Treinta Antildeos dejoacute un granlegado de nuevas taacutecticas y estrategias beacutelicas importantes Mauricio de Nassaufue uno de los pioneros en introducir estas innovaciones en el ejeacutercito holandeacutes

en los antildeos 1590 Posteriormente se publican una serie de manuales ilustradosy entre los ejemplos que registran los estudiosos destacan el impreso por Juan deNassau primo de Mauricio en la Haya (1607) bajo el tiacutetulo de El ejercicio delas armas Este estaacute firmado por Jacob de Gheyen grabador a quien encarga cadauna de las ilustraciones que incluye en la obra con el fin de mostrar con queacute ma-niobras deben utilizarse las armas y de queacute manera deben organizarse las tropasToda esta informacioacuten sobre la imagen del laquosoldado universalraquo la complementael lector con el apartado que sigue en el que se aborda como deciacuteamos el signi-ficado de la Guerra de los Treinta Antildeos desde el punto de vista econoacutemico y que

lleva por tiacutetulo laquola guerra y la sociedad alemanaraquoComo ha quedado atestiguado tras la llegada de la paz definitiva el 11 de

agosto de 1650 una gran multitud de nintildeos y nintildeas que solo conocieron la gue-rra se reunieron para celebrarlo junto a sus familiares vecinos y amigos Escenascomo estas probablemente debieron verse en la mayor parte de pueblos y ciuda-des de toda Alemania aunque no en algunos lugares como Linden Las nuevefamilias campesinas que viviacutean en esta pequentildea aldea de Rothenburg sufrieronlos abusos de los soldados del ejeacutercito sueco cuando una tarde de 1634 eacutestosllegaron para exigir alimento y practicar uno de los ejercicios preferidos por las

tropas la expoliacioacuten No obstante la peor parte se la llevariacutea la mujer de JorgeRoumlsch a quien laquoviolaron y persiguieron gritando por la aldearaquo (p 274) Asiacutedesde 1640 los campesinos abandonaron Linden y no fue hasta el antildeo de 1690cuando once familias volvieron a poblar sus tierras La gran cantidad de docu-mentos que se han conservado de la Alemania del siglo 983160983158983145983145 prueban que enefecto casos como el ocurrido en esta aldea debieron de reproducirse en casitodas las ciudades alemanas La veracidad de estos datos es para los especialistasalgo casi irrebatible Advierten sin embargo que existe un gran nuacutemero defuentes locales que especularon de manera excesiva sobre la devastacioacuten econoacute-

mica moral y de vidas humanas en la guerra (Este es el caso por ejemplo delSimplicissimus de Juan Jacobo Cristoacutebal von Grimmelshausen (1660) y tambieacutendel Bilder aus der deutschen Vergangenheit de Gustavo Freytag) Saber pues contotal certeza cuaacutel fue laquoel impacto Globalraquo de la Guerra de los Treinta Antildeos enla Alemania de la eacutepoca y sus territorios colindantes es en extremo complicado

Finalmente el uacuteltimo de los apartados de este capiacutetulo con el que concluyela obra gira en torno a las reflexiones sobre el tercer punto a tratar el poliacutetico omejor dicho la relacioacuten simbioacutetica que se establece entre guerra y poliacutetica Losestudiosos recuerdan que la Guerra de los Treinta Antildeos ha sido el periacuteodo maacutes

traumaacutetico para Alemania por lo menos hasta 1939 Para muchos la paz de Westfalia y en general este conflicto beacutelico fue en su totalidad un crimen mons-truoso comparable incluso con la paz de Versalles No obstante hasta 1806

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los acuerdos de Westfalia no fueron sino considerados como laquola constitucioacutenfundamental del imperio e incluso maacutes tarde fueron aclamados como los prin-cipales garantes del orden en Europa centralraquo (p 282) un continente donde lasrelaciones internacionales se vieron casi siempre mdasho por lo menos en los inicios

del conflictomdash influidas por las convicciones religiosas En este sentido noacuteteseque al decir de los estudiosos a medida que avanzaba la guerra la poliacutetica eu-ropea sufriacutea los efectos de la secularizacioacuten Esto se evidencia por ejemplo enhechos como que el aliado estrella del calvinista Guillermo en los enfrentamien-tos contra Luis XIV fuese el priacutencipe Eugenio de Saboya cuya religioacuten era lacatoacutelica y que ademaacutes estaba al servicio de los laquono menos catoacutelicosraquo Habsburgoaustriacuteacos Aunque determinar de manera exacta cuaacutendo debioacute de iniciarse esteproceso es para los especialistas tarea ardua parece que nadie podriacutea negar quela menor intervencioacuten de las convicciones religiosas en la poliacutetica europea fue

uno de los logros maacutes destacados de la Guerra de los Treinta Antildeos Desde 1520laquoel equilibrio diplomaacutetico de Europa estuvo constantemente en peligro por lasconflictivas tensiones entre las lealtades poliacuteticas y confesionalesraquo (p 287)

Estas son algunas de las reflexiones con las que termina este libro colec-tivo sobre la Guerra de los Treinta Antildeos sus principales escenarios beacutelicos ysus protagonistas Se trata del compendio (la segunda edicioacuten inglesa aumen-tada y revisada) de un laborioso trabajo de investigacioacuten que aunque firmadopor Geoffrey Parker han llevado a cabo numerosos especialistas como Simon Adams Gerhard Benecke Richard JBonney John H Elliott R J W Evans

Christopher R Friedrichs Bodo Nischan E Ladewig Petersen y Michael Ro-berts La aportacioacuten de todos ellos mdashen palabras de Parkermdash va integrada enel texto laquoal relatar analizar y explicar en su respetivo lugar los acontecimientosy procesos que todos juntos conforman el conflictoraquo (XXXI) Asimismo elhistoriador britaacutenico reconoce y agradece la propuesta de Andrew Wheatcroftde Routledge y Kegan Paul de escribir un nuevo tratado sobre este conflictoque arrasoacute Europa y a su vez tambieacuten agradece a la British Academy de laNewberry Library la beca de investigacioacuten que en 1981 le concedieron paratrabajar en esta obra a largo de tres meses en Chicago Al proacutelogo del volumen y

a dichos reconocimientos le siguen diversas paacuteginas donde los autores incluyenuna cronologiacutea exhaustiva de los sucesos capitales de la Guerra de Treinta Antildeosaunque en este caso desde 1606 (12 antildeos antes de que se iniciara propiamente elconflicto) hasta 1650 Teacutengase en cuenta tambieacuten que dichos datos cronoloacutegicosse complementan con una serie de mapas una gran cantidad de ilustraciones deeacutepoca y una extensa bibliografiacutea a lo que debemos sumarle una muy apropiadadivisioacuten por capiacutetulos y apartados que facilitan a su vez la comprensioacuten de lamateria tratada el lector puede hallar faacutecilmente la informacioacuten que desea sinque esto le impida concebir la obra como un todo

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de la ciudad de Bohemia (1618) fue el episodio beacutelico con el que podriacuteamosdecir se inicia este cruento periacuteodo histoacuterico Recordemos que en contra de laproclamacioacuten de Fernando II en 1617 como rey de Bohemia y tras la defenestra-cioacuten de Praga (1618) los protestantes bohemios deciden coronar a Federico V

del Palatinado A partir de entonces lo que se inicioacute como un conflicto internoen tierras de los Habsburgo se transformoacute en una lucha de tipo internacionalque terminoacute cuando en 1620 las fuerzas imperiales con el apoyo de Espantildea y laLiga Catoacutelica vencen a los rebeldes en la batalla de la Montantildea Blanca De estamanera Fernando II recupera el control de las tierras bohemias como tambieacutende Lusacia Silesia Moravia y Austria dejando asiacute indefenso el Alto Palatinado yRenania No obstante a pesar de la derrota sufrida Federico V creiacutea no perdernada al mantener su resistencia y lo cierto es que la causa protestante aunqueen ruinas sobrevivioacute

Como advierten los colaboradores del volumen durante el tiempo en quelos Habsburgo aprovecharon sus eacutexitos al maacuteximo hasta el momento en que sedesatoacute laquola guerra totalraquo la actuacioacuten poliacutetica de Fernando II generoacute controversiasen la mayor parte de las cortes de cada uno de los gobernantes Por esta razoacuten ycon el fin de poder terminar con las discrepancias que habiacutean surgido entre ellosdesde el mes de julio de 1630 hasta marzo de 1631 se convocaron la reunioacuten deRatisbona y el coloquio protestante de Leipzig Todos sabiacutean que mientras lospriacutencipes alemanes respetasen su posicioacuten neutral auacuten podriacutea perdurar el estadode concordia No obstante la unioacuten entre Suecia y Brandemburgo y el tratado

franco-baacutevaro de Fontainebleau romperiacutean con tal unidad haciendo laquoinevitableuna guerra europea generalraquo (pp 144-155) Por otra parte teacutengase en cuentaque al reunirse los electores en Ratisbona Fernando II teniacutea la esperanza de queeacutestos aprobaran su decisioacuten sobre todo de ayudar financieramente a Espantildea ensu guerra contra Holanda y que aceptaran tambieacuten a su hijo como rey de Roma-nos Pero los resultados de dicha reunioacuten no fueron para nada los deseados porel Emperador Su uacutenico logro fue mantener el Edicto de Restitucioacuten en su formaprimera algo que comportoacute que se intensificaran las hostilidades entre el Em-perador y los priacutencipes alemanes con los protestantes del norte del paiacutes Como

anotan los especialistas fue precisamente en este momento de laquodebilidadraquo ylaquocrisisraquo cuando Francia y Suecia intervienen en el problemaDe la participacioacuten de estas dos potencias en la Guerra de los Treinta Antildeos

hay que destacar el papel que desempentildeoacute la Suecia protestante de Gustavo Adol-fo Desembarcando en la ciudad de Pomerania el 6 de julio de 1630 los suecoscontaban con el apoyo de Jorge Guillermo de Brandemburgo (de obedienciacalvinista) y aunque de manera no tan favorable de Juan Jorge de Sajonia (lu-terano) para hacer frente al poder imperial Los priacutencipes protestantes maacutes pro-minentes se reunieron en Leipzig junto a algunos de los representantes de varias

ciudades imperiales y el 12 de abril de 1631 con un ejeacutercito de 400000 hom-bres crean el Leipziger Bund su asociacioacuten defensiva A ojos del emperadoresto mostraba la disposicioacuten de sus adversarios de soportar la presioacuten militar

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aunque tambieacuten de intentar una reconciliacioacuten Al cabo de unas semanas apare-ce el tratado de Fointainebleau que puede considerarse laquola reacuteplica catoacutelicaraquo delde Leipzig ya que ambos abogaban por la creacioacuten de laquouna tercera fuerza neu-tral que hiciera de amortiguador entre el emperador y sus enemigos extranjeros

con el fin de evitar que la guerra siguiera expandieacutendoseraquo (p 156) A pesar deello todo esfuerzo seriacutea en vano ya que los suecos no se retiraron tan faacutecilmentedel campo de batalla Su lucha contra las fuerzas imperiales fue liderada prime-ro por Gustavo Adolfo a quien le sucedioacute Axel Oxenstierna Hay que reconocerque bajo su mandato las fuerzas protestantes se mantuvieron en alza por lomenos hasta 1634 momento en que debieron enfrentarse con las tropas de Fer-nando II en batallas tan terribles como la de Noumlrdlingen (septiembre de 1635)Esta se cobroacute la vida de unos 12000 protestantes y otros 4000 fueron hechosprisioneros Frente a esta situacioacuten el Emperador decide acordar un alto el fue-

go con Sajonia y Brandemburgo y el 30 de mayo de 1635 se hizo puacuteblica la Pazde Praga Hay que tener en cuenta que ese mismo antildeo Francia declara la guerraa la Espantildea de Felipe IV con lo que consiguioacute debilitar significativamente el poderde los hasta entonces invencibles Habsburgo Podriacutea decirse pues que el laquologrorealraquo de los franceses fue el de garantizar que jamaacutes se repetiriacutea algo como lo deNoumlrdlingen (p 199)

A estas alturas de la guerra el principal objetivo de las potencias enfrentadasempezaba a ser el de reestablecer la paz De manera que seraacute bajo el reinadode Fernando III mdashquien tendriacutea que soportar lo impensable el abandono de

sus aliados alemanes y la derrota definitiva de su dinastiacuteamdash cuando se reuacutenenen 1643 en Frankfurt los Electores y representantes de la mayor parte de lospriacutencipes alemanes al mismo tiempo que los Plenipotenciarios de los paiacutesesextranjeros acuden a Muumlnster y Osnabruumlck El 29 de agosto de 1645 seraacute enrealidad la laquofecha clave en el proceso de pazraquo (p 226) ya que hasta entonceslos gobernantes territoriales independientes no gozaraacuten del ius belli ac pacis delderecho de poder regir su propia poliacutetica exterior Lamentablemente antes deque las negociaciones surtieran efecto todaviacutea debiacutean darse diversas batallas queterminariacutean con el dominio Habsburgo En 1643 Suecia vence a Dinamarca en

una guerra que concluye con el tratado de Broumlmsebro el 13 de agosto de 1645Con Dinamarca fuera de la guerra ese mismo antildeo los suecos tambieacuten decidenasestar un golpe al Emperador del que no podriacutea apenas recuperarse invadenBohemia conjuntamente con los transilvanos con quienes establecieron unaalianza al conocer que el Emperador brindaba su apoyo a Cristian IV de Di-namarca en su guerra contra Suecia Ahora Jorge Raacutekoacuteczy (rey de Transilvania)prometiacutea invadir la Hungriacutea de los Habsburgo De esta manera liderados porTorstenson desde Sajonia hasta Bohemia el ejeacutercito sueco venceriacutea a las fuerzasimperiales en Jankov el 6 de marzo de 1645 Como resentildea nuestro libro el resul-

tado de esta batalla fue decisivo para el curso de la Guerra de los Treinta Antildeos elejeacutercito imperial perdioacute su artilleriacutea a la mitad de sus hombres su cancilleriacutea decampo e incluso a sus comandantes A la luz de estos hechos el Emperador huyoacute

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inmediatamente de Praga a Graz junto a su familia Todos sabiacutean que no habiacutealaquoejeacutercito de combate capaz de resistir a los suecos y sus aliadosraquo (p 230) quienestras su victoria en Jankov se preparaban para invadir Viena Los luteranos quese hallaban en esta ciudad austriacuteaca laquose regocijaban abiertamente y esperaban su

liberacioacutenraquo (p 230) mientras los turcos se encargaban de rescatar al emperadorEl apoyo del rey huacutengaro a los suecos cesa finalmente cuando en la primaverade 1645 el sultaacuten otomano decide declarar la guerra a Venecia e invierte todossus recursos en ello agotando las ayudas que destinaba a Raacutekoacuteczy Eacuteste ante lasnuevas dificultades econoacutemicas decide aceptar la propuesta de paz de los Habs-burgo y firma con Fernando III el Tratado de Linz por el que se reestablece enHungriacutea la tolerancia religiosa a la vez que muchos de los territorios retornanbajo el poder de Raacutekoacuteczy Desde entonces mdashy tras el alto el fuego de Sajonia conSuecia en Koumltzschenbrodmdash en Westfalia Oxenstierna advertiacutea que laquoel enemigo

comienza a hablar maacutes educada y amigablemente y los representantes imperia-les en la conferencia de paz proponen concesiones substancialesraquo (p 230)2 En1645 llegaron por fin las negociaciones de paz y hasta 1648 varios miles dediplomaacuteticos atestaron las calles de Muumlnster y Osnabruumlck La gran guerra habiacuteaacabado

Durante los trescientos antildeos que siguieron a este terrible conflicto beacutelicohistoriadores y poliacuteticos han reflexionado y discutido acerca de cuaacutel fue realmen-te su significado en relacioacuten con tres puntos muy concretos el primero militarel segundo econoacutemico y el tercero poliacutetico De todos ellos se han ofrecido juicios

harto dispares y en ocasiones muy alejados de la realidad histoacuterica Por esta ra-zoacuten y atendiendo a los datos que los estudiosos han podido recabar su principalintencioacuten es ofrecer una nueva y maacutes justificada visioacuten al respecto en el uacuteltimocapiacutetulo de su obra Por lo que atantildee pues al primero de los temas el militarlos historiadores nos descubren la imagen de aquellos hombres que se pasabanlaquola vida matando a otrosraquo En la medida de lo posible muestran coacutemo vestiacuteande queacute manera eran reclutados y queacute motivos podiacutea tener un civil para alistarseen el ejeacutercito por lo menos aquellos que no estaban subyugados por las fuerzasgubernamentales Nos retratan tambieacuten el vulgar y violento comportamiento

de las tropas con aquellos civiles que debiacutean alojarlos en sus casas y nos cuentancon queacute penas y castigos pagaban los salvajes sus actos Asimismo se nos hablaacerca del sistema de aprovisionamiento y de queacute recursos (tanto de artilleriacuteacomo de alimentos y ropa) precisaban los soldados Ademaacutes se ofrecen cifrasacerca del nuacutemero de las bajas militares que sufrieron algunos de los ejeacutercitos lalaquomuerte en accioacutenraquo era la causa principal de las peacuterdidas en las tropas extranje-ras ya que siempre iban en primera liacutenea a lo que se le sumaban las numerosas

2 Cita que toman los historiadores de CT Odhner Die Politik Schwedens im WestphaumllischenFriedenscongress und die Gruumlndung der schwedischen Herrschaft in Deutscland (Gotha 1877 re-imp Hannover 1973) 97 n

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epidemias que contribuiacutean notablemente a aumentar el nuacutemero de muertos Poruacuteltimo los especialistas aseguran que la Guerra de los Treinta Antildeos dejoacute un granlegado de nuevas taacutecticas y estrategias beacutelicas importantes Mauricio de Nassaufue uno de los pioneros en introducir estas innovaciones en el ejeacutercito holandeacutes

en los antildeos 1590 Posteriormente se publican una serie de manuales ilustradosy entre los ejemplos que registran los estudiosos destacan el impreso por Juan deNassau primo de Mauricio en la Haya (1607) bajo el tiacutetulo de El ejercicio delas armas Este estaacute firmado por Jacob de Gheyen grabador a quien encarga cadauna de las ilustraciones que incluye en la obra con el fin de mostrar con queacute ma-niobras deben utilizarse las armas y de queacute manera deben organizarse las tropasToda esta informacioacuten sobre la imagen del laquosoldado universalraquo la complementael lector con el apartado que sigue en el que se aborda como deciacuteamos el signi-ficado de la Guerra de los Treinta Antildeos desde el punto de vista econoacutemico y que

lleva por tiacutetulo laquola guerra y la sociedad alemanaraquoComo ha quedado atestiguado tras la llegada de la paz definitiva el 11 de

agosto de 1650 una gran multitud de nintildeos y nintildeas que solo conocieron la gue-rra se reunieron para celebrarlo junto a sus familiares vecinos y amigos Escenascomo estas probablemente debieron verse en la mayor parte de pueblos y ciuda-des de toda Alemania aunque no en algunos lugares como Linden Las nuevefamilias campesinas que viviacutean en esta pequentildea aldea de Rothenburg sufrieronlos abusos de los soldados del ejeacutercito sueco cuando una tarde de 1634 eacutestosllegaron para exigir alimento y practicar uno de los ejercicios preferidos por las

tropas la expoliacioacuten No obstante la peor parte se la llevariacutea la mujer de JorgeRoumlsch a quien laquoviolaron y persiguieron gritando por la aldearaquo (p 274) Asiacutedesde 1640 los campesinos abandonaron Linden y no fue hasta el antildeo de 1690cuando once familias volvieron a poblar sus tierras La gran cantidad de docu-mentos que se han conservado de la Alemania del siglo 983160983158983145983145 prueban que enefecto casos como el ocurrido en esta aldea debieron de reproducirse en casitodas las ciudades alemanas La veracidad de estos datos es para los especialistasalgo casi irrebatible Advierten sin embargo que existe un gran nuacutemero defuentes locales que especularon de manera excesiva sobre la devastacioacuten econoacute-

mica moral y de vidas humanas en la guerra (Este es el caso por ejemplo delSimplicissimus de Juan Jacobo Cristoacutebal von Grimmelshausen (1660) y tambieacutendel Bilder aus der deutschen Vergangenheit de Gustavo Freytag) Saber pues contotal certeza cuaacutel fue laquoel impacto Globalraquo de la Guerra de los Treinta Antildeos enla Alemania de la eacutepoca y sus territorios colindantes es en extremo complicado

Finalmente el uacuteltimo de los apartados de este capiacutetulo con el que concluyela obra gira en torno a las reflexiones sobre el tercer punto a tratar el poliacutetico omejor dicho la relacioacuten simbioacutetica que se establece entre guerra y poliacutetica Losestudiosos recuerdan que la Guerra de los Treinta Antildeos ha sido el periacuteodo maacutes

traumaacutetico para Alemania por lo menos hasta 1939 Para muchos la paz de Westfalia y en general este conflicto beacutelico fue en su totalidad un crimen mons-truoso comparable incluso con la paz de Versalles No obstante hasta 1806

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los acuerdos de Westfalia no fueron sino considerados como laquola constitucioacutenfundamental del imperio e incluso maacutes tarde fueron aclamados como los prin-cipales garantes del orden en Europa centralraquo (p 282) un continente donde lasrelaciones internacionales se vieron casi siempre mdasho por lo menos en los inicios

del conflictomdash influidas por las convicciones religiosas En este sentido noacuteteseque al decir de los estudiosos a medida que avanzaba la guerra la poliacutetica eu-ropea sufriacutea los efectos de la secularizacioacuten Esto se evidencia por ejemplo enhechos como que el aliado estrella del calvinista Guillermo en los enfrentamien-tos contra Luis XIV fuese el priacutencipe Eugenio de Saboya cuya religioacuten era lacatoacutelica y que ademaacutes estaba al servicio de los laquono menos catoacutelicosraquo Habsburgoaustriacuteacos Aunque determinar de manera exacta cuaacutendo debioacute de iniciarse esteproceso es para los especialistas tarea ardua parece que nadie podriacutea negar quela menor intervencioacuten de las convicciones religiosas en la poliacutetica europea fue

uno de los logros maacutes destacados de la Guerra de los Treinta Antildeos Desde 1520laquoel equilibrio diplomaacutetico de Europa estuvo constantemente en peligro por lasconflictivas tensiones entre las lealtades poliacuteticas y confesionalesraquo (p 287)

Estas son algunas de las reflexiones con las que termina este libro colec-tivo sobre la Guerra de los Treinta Antildeos sus principales escenarios beacutelicos ysus protagonistas Se trata del compendio (la segunda edicioacuten inglesa aumen-tada y revisada) de un laborioso trabajo de investigacioacuten que aunque firmadopor Geoffrey Parker han llevado a cabo numerosos especialistas como Simon Adams Gerhard Benecke Richard JBonney John H Elliott R J W Evans

Christopher R Friedrichs Bodo Nischan E Ladewig Petersen y Michael Ro-berts La aportacioacuten de todos ellos mdashen palabras de Parkermdash va integrada enel texto laquoal relatar analizar y explicar en su respetivo lugar los acontecimientosy procesos que todos juntos conforman el conflictoraquo (XXXI) Asimismo elhistoriador britaacutenico reconoce y agradece la propuesta de Andrew Wheatcroftde Routledge y Kegan Paul de escribir un nuevo tratado sobre este conflictoque arrasoacute Europa y a su vez tambieacuten agradece a la British Academy de laNewberry Library la beca de investigacioacuten que en 1981 le concedieron paratrabajar en esta obra a largo de tres meses en Chicago Al proacutelogo del volumen y

a dichos reconocimientos le siguen diversas paacuteginas donde los autores incluyenuna cronologiacutea exhaustiva de los sucesos capitales de la Guerra de Treinta Antildeosaunque en este caso desde 1606 (12 antildeos antes de que se iniciara propiamente elconflicto) hasta 1650 Teacutengase en cuenta tambieacuten que dichos datos cronoloacutegicosse complementan con una serie de mapas una gran cantidad de ilustraciones deeacutepoca y una extensa bibliografiacutea a lo que debemos sumarle una muy apropiadadivisioacuten por capiacutetulos y apartados que facilitan a su vez la comprensioacuten de lamateria tratada el lector puede hallar faacutecilmente la informacioacuten que desea sinque esto le impida concebir la obra como un todo

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aunque tambieacuten de intentar una reconciliacioacuten Al cabo de unas semanas apare-ce el tratado de Fointainebleau que puede considerarse laquola reacuteplica catoacutelicaraquo delde Leipzig ya que ambos abogaban por la creacioacuten de laquouna tercera fuerza neu-tral que hiciera de amortiguador entre el emperador y sus enemigos extranjeros

con el fin de evitar que la guerra siguiera expandieacutendoseraquo (p 156) A pesar deello todo esfuerzo seriacutea en vano ya que los suecos no se retiraron tan faacutecilmentedel campo de batalla Su lucha contra las fuerzas imperiales fue liderada prime-ro por Gustavo Adolfo a quien le sucedioacute Axel Oxenstierna Hay que reconocerque bajo su mandato las fuerzas protestantes se mantuvieron en alza por lomenos hasta 1634 momento en que debieron enfrentarse con las tropas de Fer-nando II en batallas tan terribles como la de Noumlrdlingen (septiembre de 1635)Esta se cobroacute la vida de unos 12000 protestantes y otros 4000 fueron hechosprisioneros Frente a esta situacioacuten el Emperador decide acordar un alto el fue-

go con Sajonia y Brandemburgo y el 30 de mayo de 1635 se hizo puacuteblica la Pazde Praga Hay que tener en cuenta que ese mismo antildeo Francia declara la guerraa la Espantildea de Felipe IV con lo que consiguioacute debilitar significativamente el poderde los hasta entonces invencibles Habsburgo Podriacutea decirse pues que el laquologrorealraquo de los franceses fue el de garantizar que jamaacutes se repetiriacutea algo como lo deNoumlrdlingen (p 199)

A estas alturas de la guerra el principal objetivo de las potencias enfrentadasempezaba a ser el de reestablecer la paz De manera que seraacute bajo el reinadode Fernando III mdashquien tendriacutea que soportar lo impensable el abandono de

sus aliados alemanes y la derrota definitiva de su dinastiacuteamdash cuando se reuacutenenen 1643 en Frankfurt los Electores y representantes de la mayor parte de lospriacutencipes alemanes al mismo tiempo que los Plenipotenciarios de los paiacutesesextranjeros acuden a Muumlnster y Osnabruumlck El 29 de agosto de 1645 seraacute enrealidad la laquofecha clave en el proceso de pazraquo (p 226) ya que hasta entonceslos gobernantes territoriales independientes no gozaraacuten del ius belli ac pacis delderecho de poder regir su propia poliacutetica exterior Lamentablemente antes deque las negociaciones surtieran efecto todaviacutea debiacutean darse diversas batallas queterminariacutean con el dominio Habsburgo En 1643 Suecia vence a Dinamarca en

una guerra que concluye con el tratado de Broumlmsebro el 13 de agosto de 1645Con Dinamarca fuera de la guerra ese mismo antildeo los suecos tambieacuten decidenasestar un golpe al Emperador del que no podriacutea apenas recuperarse invadenBohemia conjuntamente con los transilvanos con quienes establecieron unaalianza al conocer que el Emperador brindaba su apoyo a Cristian IV de Di-namarca en su guerra contra Suecia Ahora Jorge Raacutekoacuteczy (rey de Transilvania)prometiacutea invadir la Hungriacutea de los Habsburgo De esta manera liderados porTorstenson desde Sajonia hasta Bohemia el ejeacutercito sueco venceriacutea a las fuerzasimperiales en Jankov el 6 de marzo de 1645 Como resentildea nuestro libro el resul-

tado de esta batalla fue decisivo para el curso de la Guerra de los Treinta Antildeos elejeacutercito imperial perdioacute su artilleriacutea a la mitad de sus hombres su cancilleriacutea decampo e incluso a sus comandantes A la luz de estos hechos el Emperador huyoacute

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inmediatamente de Praga a Graz junto a su familia Todos sabiacutean que no habiacutealaquoejeacutercito de combate capaz de resistir a los suecos y sus aliadosraquo (p 230) quienestras su victoria en Jankov se preparaban para invadir Viena Los luteranos quese hallaban en esta ciudad austriacuteaca laquose regocijaban abiertamente y esperaban su

liberacioacutenraquo (p 230) mientras los turcos se encargaban de rescatar al emperadorEl apoyo del rey huacutengaro a los suecos cesa finalmente cuando en la primaverade 1645 el sultaacuten otomano decide declarar la guerra a Venecia e invierte todossus recursos en ello agotando las ayudas que destinaba a Raacutekoacuteczy Eacuteste ante lasnuevas dificultades econoacutemicas decide aceptar la propuesta de paz de los Habs-burgo y firma con Fernando III el Tratado de Linz por el que se reestablece enHungriacutea la tolerancia religiosa a la vez que muchos de los territorios retornanbajo el poder de Raacutekoacuteczy Desde entonces mdashy tras el alto el fuego de Sajonia conSuecia en Koumltzschenbrodmdash en Westfalia Oxenstierna advertiacutea que laquoel enemigo

comienza a hablar maacutes educada y amigablemente y los representantes imperia-les en la conferencia de paz proponen concesiones substancialesraquo (p 230)2 En1645 llegaron por fin las negociaciones de paz y hasta 1648 varios miles dediplomaacuteticos atestaron las calles de Muumlnster y Osnabruumlck La gran guerra habiacuteaacabado

Durante los trescientos antildeos que siguieron a este terrible conflicto beacutelicohistoriadores y poliacuteticos han reflexionado y discutido acerca de cuaacutel fue realmen-te su significado en relacioacuten con tres puntos muy concretos el primero militarel segundo econoacutemico y el tercero poliacutetico De todos ellos se han ofrecido juicios

harto dispares y en ocasiones muy alejados de la realidad histoacuterica Por esta ra-zoacuten y atendiendo a los datos que los estudiosos han podido recabar su principalintencioacuten es ofrecer una nueva y maacutes justificada visioacuten al respecto en el uacuteltimocapiacutetulo de su obra Por lo que atantildee pues al primero de los temas el militarlos historiadores nos descubren la imagen de aquellos hombres que se pasabanlaquola vida matando a otrosraquo En la medida de lo posible muestran coacutemo vestiacuteande queacute manera eran reclutados y queacute motivos podiacutea tener un civil para alistarseen el ejeacutercito por lo menos aquellos que no estaban subyugados por las fuerzasgubernamentales Nos retratan tambieacuten el vulgar y violento comportamiento

de las tropas con aquellos civiles que debiacutean alojarlos en sus casas y nos cuentancon queacute penas y castigos pagaban los salvajes sus actos Asimismo se nos hablaacerca del sistema de aprovisionamiento y de queacute recursos (tanto de artilleriacuteacomo de alimentos y ropa) precisaban los soldados Ademaacutes se ofrecen cifrasacerca del nuacutemero de las bajas militares que sufrieron algunos de los ejeacutercitos lalaquomuerte en accioacutenraquo era la causa principal de las peacuterdidas en las tropas extranje-ras ya que siempre iban en primera liacutenea a lo que se le sumaban las numerosas

2 Cita que toman los historiadores de CT Odhner Die Politik Schwedens im WestphaumllischenFriedenscongress und die Gruumlndung der schwedischen Herrschaft in Deutscland (Gotha 1877 re-imp Hannover 1973) 97 n

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epidemias que contribuiacutean notablemente a aumentar el nuacutemero de muertos Poruacuteltimo los especialistas aseguran que la Guerra de los Treinta Antildeos dejoacute un granlegado de nuevas taacutecticas y estrategias beacutelicas importantes Mauricio de Nassaufue uno de los pioneros en introducir estas innovaciones en el ejeacutercito holandeacutes

en los antildeos 1590 Posteriormente se publican una serie de manuales ilustradosy entre los ejemplos que registran los estudiosos destacan el impreso por Juan deNassau primo de Mauricio en la Haya (1607) bajo el tiacutetulo de El ejercicio delas armas Este estaacute firmado por Jacob de Gheyen grabador a quien encarga cadauna de las ilustraciones que incluye en la obra con el fin de mostrar con queacute ma-niobras deben utilizarse las armas y de queacute manera deben organizarse las tropasToda esta informacioacuten sobre la imagen del laquosoldado universalraquo la complementael lector con el apartado que sigue en el que se aborda como deciacuteamos el signi-ficado de la Guerra de los Treinta Antildeos desde el punto de vista econoacutemico y que

lleva por tiacutetulo laquola guerra y la sociedad alemanaraquoComo ha quedado atestiguado tras la llegada de la paz definitiva el 11 de

agosto de 1650 una gran multitud de nintildeos y nintildeas que solo conocieron la gue-rra se reunieron para celebrarlo junto a sus familiares vecinos y amigos Escenascomo estas probablemente debieron verse en la mayor parte de pueblos y ciuda-des de toda Alemania aunque no en algunos lugares como Linden Las nuevefamilias campesinas que viviacutean en esta pequentildea aldea de Rothenburg sufrieronlos abusos de los soldados del ejeacutercito sueco cuando una tarde de 1634 eacutestosllegaron para exigir alimento y practicar uno de los ejercicios preferidos por las

tropas la expoliacioacuten No obstante la peor parte se la llevariacutea la mujer de JorgeRoumlsch a quien laquoviolaron y persiguieron gritando por la aldearaquo (p 274) Asiacutedesde 1640 los campesinos abandonaron Linden y no fue hasta el antildeo de 1690cuando once familias volvieron a poblar sus tierras La gran cantidad de docu-mentos que se han conservado de la Alemania del siglo 983160983158983145983145 prueban que enefecto casos como el ocurrido en esta aldea debieron de reproducirse en casitodas las ciudades alemanas La veracidad de estos datos es para los especialistasalgo casi irrebatible Advierten sin embargo que existe un gran nuacutemero defuentes locales que especularon de manera excesiva sobre la devastacioacuten econoacute-

mica moral y de vidas humanas en la guerra (Este es el caso por ejemplo delSimplicissimus de Juan Jacobo Cristoacutebal von Grimmelshausen (1660) y tambieacutendel Bilder aus der deutschen Vergangenheit de Gustavo Freytag) Saber pues contotal certeza cuaacutel fue laquoel impacto Globalraquo de la Guerra de los Treinta Antildeos enla Alemania de la eacutepoca y sus territorios colindantes es en extremo complicado

Finalmente el uacuteltimo de los apartados de este capiacutetulo con el que concluyela obra gira en torno a las reflexiones sobre el tercer punto a tratar el poliacutetico omejor dicho la relacioacuten simbioacutetica que se establece entre guerra y poliacutetica Losestudiosos recuerdan que la Guerra de los Treinta Antildeos ha sido el periacuteodo maacutes

traumaacutetico para Alemania por lo menos hasta 1939 Para muchos la paz de Westfalia y en general este conflicto beacutelico fue en su totalidad un crimen mons-truoso comparable incluso con la paz de Versalles No obstante hasta 1806

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los acuerdos de Westfalia no fueron sino considerados como laquola constitucioacutenfundamental del imperio e incluso maacutes tarde fueron aclamados como los prin-cipales garantes del orden en Europa centralraquo (p 282) un continente donde lasrelaciones internacionales se vieron casi siempre mdasho por lo menos en los inicios

del conflictomdash influidas por las convicciones religiosas En este sentido noacuteteseque al decir de los estudiosos a medida que avanzaba la guerra la poliacutetica eu-ropea sufriacutea los efectos de la secularizacioacuten Esto se evidencia por ejemplo enhechos como que el aliado estrella del calvinista Guillermo en los enfrentamien-tos contra Luis XIV fuese el priacutencipe Eugenio de Saboya cuya religioacuten era lacatoacutelica y que ademaacutes estaba al servicio de los laquono menos catoacutelicosraquo Habsburgoaustriacuteacos Aunque determinar de manera exacta cuaacutendo debioacute de iniciarse esteproceso es para los especialistas tarea ardua parece que nadie podriacutea negar quela menor intervencioacuten de las convicciones religiosas en la poliacutetica europea fue

uno de los logros maacutes destacados de la Guerra de los Treinta Antildeos Desde 1520laquoel equilibrio diplomaacutetico de Europa estuvo constantemente en peligro por lasconflictivas tensiones entre las lealtades poliacuteticas y confesionalesraquo (p 287)

Estas son algunas de las reflexiones con las que termina este libro colec-tivo sobre la Guerra de los Treinta Antildeos sus principales escenarios beacutelicos ysus protagonistas Se trata del compendio (la segunda edicioacuten inglesa aumen-tada y revisada) de un laborioso trabajo de investigacioacuten que aunque firmadopor Geoffrey Parker han llevado a cabo numerosos especialistas como Simon Adams Gerhard Benecke Richard JBonney John H Elliott R J W Evans

Christopher R Friedrichs Bodo Nischan E Ladewig Petersen y Michael Ro-berts La aportacioacuten de todos ellos mdashen palabras de Parkermdash va integrada enel texto laquoal relatar analizar y explicar en su respetivo lugar los acontecimientosy procesos que todos juntos conforman el conflictoraquo (XXXI) Asimismo elhistoriador britaacutenico reconoce y agradece la propuesta de Andrew Wheatcroftde Routledge y Kegan Paul de escribir un nuevo tratado sobre este conflictoque arrasoacute Europa y a su vez tambieacuten agradece a la British Academy de laNewberry Library la beca de investigacioacuten que en 1981 le concedieron paratrabajar en esta obra a largo de tres meses en Chicago Al proacutelogo del volumen y

a dichos reconocimientos le siguen diversas paacuteginas donde los autores incluyenuna cronologiacutea exhaustiva de los sucesos capitales de la Guerra de Treinta Antildeosaunque en este caso desde 1606 (12 antildeos antes de que se iniciara propiamente elconflicto) hasta 1650 Teacutengase en cuenta tambieacuten que dichos datos cronoloacutegicosse complementan con una serie de mapas una gran cantidad de ilustraciones deeacutepoca y una extensa bibliografiacutea a lo que debemos sumarle una muy apropiadadivisioacuten por capiacutetulos y apartados que facilitan a su vez la comprensioacuten de lamateria tratada el lector puede hallar faacutecilmente la informacioacuten que desea sinque esto le impida concebir la obra como un todo

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inmediatamente de Praga a Graz junto a su familia Todos sabiacutean que no habiacutealaquoejeacutercito de combate capaz de resistir a los suecos y sus aliadosraquo (p 230) quienestras su victoria en Jankov se preparaban para invadir Viena Los luteranos quese hallaban en esta ciudad austriacuteaca laquose regocijaban abiertamente y esperaban su

liberacioacutenraquo (p 230) mientras los turcos se encargaban de rescatar al emperadorEl apoyo del rey huacutengaro a los suecos cesa finalmente cuando en la primaverade 1645 el sultaacuten otomano decide declarar la guerra a Venecia e invierte todossus recursos en ello agotando las ayudas que destinaba a Raacutekoacuteczy Eacuteste ante lasnuevas dificultades econoacutemicas decide aceptar la propuesta de paz de los Habs-burgo y firma con Fernando III el Tratado de Linz por el que se reestablece enHungriacutea la tolerancia religiosa a la vez que muchos de los territorios retornanbajo el poder de Raacutekoacuteczy Desde entonces mdashy tras el alto el fuego de Sajonia conSuecia en Koumltzschenbrodmdash en Westfalia Oxenstierna advertiacutea que laquoel enemigo

comienza a hablar maacutes educada y amigablemente y los representantes imperia-les en la conferencia de paz proponen concesiones substancialesraquo (p 230)2 En1645 llegaron por fin las negociaciones de paz y hasta 1648 varios miles dediplomaacuteticos atestaron las calles de Muumlnster y Osnabruumlck La gran guerra habiacuteaacabado

Durante los trescientos antildeos que siguieron a este terrible conflicto beacutelicohistoriadores y poliacuteticos han reflexionado y discutido acerca de cuaacutel fue realmen-te su significado en relacioacuten con tres puntos muy concretos el primero militarel segundo econoacutemico y el tercero poliacutetico De todos ellos se han ofrecido juicios

harto dispares y en ocasiones muy alejados de la realidad histoacuterica Por esta ra-zoacuten y atendiendo a los datos que los estudiosos han podido recabar su principalintencioacuten es ofrecer una nueva y maacutes justificada visioacuten al respecto en el uacuteltimocapiacutetulo de su obra Por lo que atantildee pues al primero de los temas el militarlos historiadores nos descubren la imagen de aquellos hombres que se pasabanlaquola vida matando a otrosraquo En la medida de lo posible muestran coacutemo vestiacuteande queacute manera eran reclutados y queacute motivos podiacutea tener un civil para alistarseen el ejeacutercito por lo menos aquellos que no estaban subyugados por las fuerzasgubernamentales Nos retratan tambieacuten el vulgar y violento comportamiento

de las tropas con aquellos civiles que debiacutean alojarlos en sus casas y nos cuentancon queacute penas y castigos pagaban los salvajes sus actos Asimismo se nos hablaacerca del sistema de aprovisionamiento y de queacute recursos (tanto de artilleriacuteacomo de alimentos y ropa) precisaban los soldados Ademaacutes se ofrecen cifrasacerca del nuacutemero de las bajas militares que sufrieron algunos de los ejeacutercitos lalaquomuerte en accioacutenraquo era la causa principal de las peacuterdidas en las tropas extranje-ras ya que siempre iban en primera liacutenea a lo que se le sumaban las numerosas

2 Cita que toman los historiadores de CT Odhner Die Politik Schwedens im WestphaumllischenFriedenscongress und die Gruumlndung der schwedischen Herrschaft in Deutscland (Gotha 1877 re-imp Hannover 1973) 97 n

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epidemias que contribuiacutean notablemente a aumentar el nuacutemero de muertos Poruacuteltimo los especialistas aseguran que la Guerra de los Treinta Antildeos dejoacute un granlegado de nuevas taacutecticas y estrategias beacutelicas importantes Mauricio de Nassaufue uno de los pioneros en introducir estas innovaciones en el ejeacutercito holandeacutes

en los antildeos 1590 Posteriormente se publican una serie de manuales ilustradosy entre los ejemplos que registran los estudiosos destacan el impreso por Juan deNassau primo de Mauricio en la Haya (1607) bajo el tiacutetulo de El ejercicio delas armas Este estaacute firmado por Jacob de Gheyen grabador a quien encarga cadauna de las ilustraciones que incluye en la obra con el fin de mostrar con queacute ma-niobras deben utilizarse las armas y de queacute manera deben organizarse las tropasToda esta informacioacuten sobre la imagen del laquosoldado universalraquo la complementael lector con el apartado que sigue en el que se aborda como deciacuteamos el signi-ficado de la Guerra de los Treinta Antildeos desde el punto de vista econoacutemico y que

lleva por tiacutetulo laquola guerra y la sociedad alemanaraquoComo ha quedado atestiguado tras la llegada de la paz definitiva el 11 de

agosto de 1650 una gran multitud de nintildeos y nintildeas que solo conocieron la gue-rra se reunieron para celebrarlo junto a sus familiares vecinos y amigos Escenascomo estas probablemente debieron verse en la mayor parte de pueblos y ciuda-des de toda Alemania aunque no en algunos lugares como Linden Las nuevefamilias campesinas que viviacutean en esta pequentildea aldea de Rothenburg sufrieronlos abusos de los soldados del ejeacutercito sueco cuando una tarde de 1634 eacutestosllegaron para exigir alimento y practicar uno de los ejercicios preferidos por las

tropas la expoliacioacuten No obstante la peor parte se la llevariacutea la mujer de JorgeRoumlsch a quien laquoviolaron y persiguieron gritando por la aldearaquo (p 274) Asiacutedesde 1640 los campesinos abandonaron Linden y no fue hasta el antildeo de 1690cuando once familias volvieron a poblar sus tierras La gran cantidad de docu-mentos que se han conservado de la Alemania del siglo 983160983158983145983145 prueban que enefecto casos como el ocurrido en esta aldea debieron de reproducirse en casitodas las ciudades alemanas La veracidad de estos datos es para los especialistasalgo casi irrebatible Advierten sin embargo que existe un gran nuacutemero defuentes locales que especularon de manera excesiva sobre la devastacioacuten econoacute-

mica moral y de vidas humanas en la guerra (Este es el caso por ejemplo delSimplicissimus de Juan Jacobo Cristoacutebal von Grimmelshausen (1660) y tambieacutendel Bilder aus der deutschen Vergangenheit de Gustavo Freytag) Saber pues contotal certeza cuaacutel fue laquoel impacto Globalraquo de la Guerra de los Treinta Antildeos enla Alemania de la eacutepoca y sus territorios colindantes es en extremo complicado

Finalmente el uacuteltimo de los apartados de este capiacutetulo con el que concluyela obra gira en torno a las reflexiones sobre el tercer punto a tratar el poliacutetico omejor dicho la relacioacuten simbioacutetica que se establece entre guerra y poliacutetica Losestudiosos recuerdan que la Guerra de los Treinta Antildeos ha sido el periacuteodo maacutes

traumaacutetico para Alemania por lo menos hasta 1939 Para muchos la paz de Westfalia y en general este conflicto beacutelico fue en su totalidad un crimen mons-truoso comparable incluso con la paz de Versalles No obstante hasta 1806

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los acuerdos de Westfalia no fueron sino considerados como laquola constitucioacutenfundamental del imperio e incluso maacutes tarde fueron aclamados como los prin-cipales garantes del orden en Europa centralraquo (p 282) un continente donde lasrelaciones internacionales se vieron casi siempre mdasho por lo menos en los inicios

del conflictomdash influidas por las convicciones religiosas En este sentido noacuteteseque al decir de los estudiosos a medida que avanzaba la guerra la poliacutetica eu-ropea sufriacutea los efectos de la secularizacioacuten Esto se evidencia por ejemplo enhechos como que el aliado estrella del calvinista Guillermo en los enfrentamien-tos contra Luis XIV fuese el priacutencipe Eugenio de Saboya cuya religioacuten era lacatoacutelica y que ademaacutes estaba al servicio de los laquono menos catoacutelicosraquo Habsburgoaustriacuteacos Aunque determinar de manera exacta cuaacutendo debioacute de iniciarse esteproceso es para los especialistas tarea ardua parece que nadie podriacutea negar quela menor intervencioacuten de las convicciones religiosas en la poliacutetica europea fue

uno de los logros maacutes destacados de la Guerra de los Treinta Antildeos Desde 1520laquoel equilibrio diplomaacutetico de Europa estuvo constantemente en peligro por lasconflictivas tensiones entre las lealtades poliacuteticas y confesionalesraquo (p 287)

Estas son algunas de las reflexiones con las que termina este libro colec-tivo sobre la Guerra de los Treinta Antildeos sus principales escenarios beacutelicos ysus protagonistas Se trata del compendio (la segunda edicioacuten inglesa aumen-tada y revisada) de un laborioso trabajo de investigacioacuten que aunque firmadopor Geoffrey Parker han llevado a cabo numerosos especialistas como Simon Adams Gerhard Benecke Richard JBonney John H Elliott R J W Evans

Christopher R Friedrichs Bodo Nischan E Ladewig Petersen y Michael Ro-berts La aportacioacuten de todos ellos mdashen palabras de Parkermdash va integrada enel texto laquoal relatar analizar y explicar en su respetivo lugar los acontecimientosy procesos que todos juntos conforman el conflictoraquo (XXXI) Asimismo elhistoriador britaacutenico reconoce y agradece la propuesta de Andrew Wheatcroftde Routledge y Kegan Paul de escribir un nuevo tratado sobre este conflictoque arrasoacute Europa y a su vez tambieacuten agradece a la British Academy de laNewberry Library la beca de investigacioacuten que en 1981 le concedieron paratrabajar en esta obra a largo de tres meses en Chicago Al proacutelogo del volumen y

a dichos reconocimientos le siguen diversas paacuteginas donde los autores incluyenuna cronologiacutea exhaustiva de los sucesos capitales de la Guerra de Treinta Antildeosaunque en este caso desde 1606 (12 antildeos antes de que se iniciara propiamente elconflicto) hasta 1650 Teacutengase en cuenta tambieacuten que dichos datos cronoloacutegicosse complementan con una serie de mapas una gran cantidad de ilustraciones deeacutepoca y una extensa bibliografiacutea a lo que debemos sumarle una muy apropiadadivisioacuten por capiacutetulos y apartados que facilitan a su vez la comprensioacuten de lamateria tratada el lector puede hallar faacutecilmente la informacioacuten que desea sinque esto le impida concebir la obra como un todo

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epidemias que contribuiacutean notablemente a aumentar el nuacutemero de muertos Poruacuteltimo los especialistas aseguran que la Guerra de los Treinta Antildeos dejoacute un granlegado de nuevas taacutecticas y estrategias beacutelicas importantes Mauricio de Nassaufue uno de los pioneros en introducir estas innovaciones en el ejeacutercito holandeacutes

en los antildeos 1590 Posteriormente se publican una serie de manuales ilustradosy entre los ejemplos que registran los estudiosos destacan el impreso por Juan deNassau primo de Mauricio en la Haya (1607) bajo el tiacutetulo de El ejercicio delas armas Este estaacute firmado por Jacob de Gheyen grabador a quien encarga cadauna de las ilustraciones que incluye en la obra con el fin de mostrar con queacute ma-niobras deben utilizarse las armas y de queacute manera deben organizarse las tropasToda esta informacioacuten sobre la imagen del laquosoldado universalraquo la complementael lector con el apartado que sigue en el que se aborda como deciacuteamos el signi-ficado de la Guerra de los Treinta Antildeos desde el punto de vista econoacutemico y que

lleva por tiacutetulo laquola guerra y la sociedad alemanaraquoComo ha quedado atestiguado tras la llegada de la paz definitiva el 11 de

agosto de 1650 una gran multitud de nintildeos y nintildeas que solo conocieron la gue-rra se reunieron para celebrarlo junto a sus familiares vecinos y amigos Escenascomo estas probablemente debieron verse en la mayor parte de pueblos y ciuda-des de toda Alemania aunque no en algunos lugares como Linden Las nuevefamilias campesinas que viviacutean en esta pequentildea aldea de Rothenburg sufrieronlos abusos de los soldados del ejeacutercito sueco cuando una tarde de 1634 eacutestosllegaron para exigir alimento y practicar uno de los ejercicios preferidos por las

tropas la expoliacioacuten No obstante la peor parte se la llevariacutea la mujer de JorgeRoumlsch a quien laquoviolaron y persiguieron gritando por la aldearaquo (p 274) Asiacutedesde 1640 los campesinos abandonaron Linden y no fue hasta el antildeo de 1690cuando once familias volvieron a poblar sus tierras La gran cantidad de docu-mentos que se han conservado de la Alemania del siglo 983160983158983145983145 prueban que enefecto casos como el ocurrido en esta aldea debieron de reproducirse en casitodas las ciudades alemanas La veracidad de estos datos es para los especialistasalgo casi irrebatible Advierten sin embargo que existe un gran nuacutemero defuentes locales que especularon de manera excesiva sobre la devastacioacuten econoacute-

mica moral y de vidas humanas en la guerra (Este es el caso por ejemplo delSimplicissimus de Juan Jacobo Cristoacutebal von Grimmelshausen (1660) y tambieacutendel Bilder aus der deutschen Vergangenheit de Gustavo Freytag) Saber pues contotal certeza cuaacutel fue laquoel impacto Globalraquo de la Guerra de los Treinta Antildeos enla Alemania de la eacutepoca y sus territorios colindantes es en extremo complicado

Finalmente el uacuteltimo de los apartados de este capiacutetulo con el que concluyela obra gira en torno a las reflexiones sobre el tercer punto a tratar el poliacutetico omejor dicho la relacioacuten simbioacutetica que se establece entre guerra y poliacutetica Losestudiosos recuerdan que la Guerra de los Treinta Antildeos ha sido el periacuteodo maacutes

traumaacutetico para Alemania por lo menos hasta 1939 Para muchos la paz de Westfalia y en general este conflicto beacutelico fue en su totalidad un crimen mons-truoso comparable incluso con la paz de Versalles No obstante hasta 1806

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los acuerdos de Westfalia no fueron sino considerados como laquola constitucioacutenfundamental del imperio e incluso maacutes tarde fueron aclamados como los prin-cipales garantes del orden en Europa centralraquo (p 282) un continente donde lasrelaciones internacionales se vieron casi siempre mdasho por lo menos en los inicios

del conflictomdash influidas por las convicciones religiosas En este sentido noacuteteseque al decir de los estudiosos a medida que avanzaba la guerra la poliacutetica eu-ropea sufriacutea los efectos de la secularizacioacuten Esto se evidencia por ejemplo enhechos como que el aliado estrella del calvinista Guillermo en los enfrentamien-tos contra Luis XIV fuese el priacutencipe Eugenio de Saboya cuya religioacuten era lacatoacutelica y que ademaacutes estaba al servicio de los laquono menos catoacutelicosraquo Habsburgoaustriacuteacos Aunque determinar de manera exacta cuaacutendo debioacute de iniciarse esteproceso es para los especialistas tarea ardua parece que nadie podriacutea negar quela menor intervencioacuten de las convicciones religiosas en la poliacutetica europea fue

uno de los logros maacutes destacados de la Guerra de los Treinta Antildeos Desde 1520laquoel equilibrio diplomaacutetico de Europa estuvo constantemente en peligro por lasconflictivas tensiones entre las lealtades poliacuteticas y confesionalesraquo (p 287)

Estas son algunas de las reflexiones con las que termina este libro colec-tivo sobre la Guerra de los Treinta Antildeos sus principales escenarios beacutelicos ysus protagonistas Se trata del compendio (la segunda edicioacuten inglesa aumen-tada y revisada) de un laborioso trabajo de investigacioacuten que aunque firmadopor Geoffrey Parker han llevado a cabo numerosos especialistas como Simon Adams Gerhard Benecke Richard JBonney John H Elliott R J W Evans

Christopher R Friedrichs Bodo Nischan E Ladewig Petersen y Michael Ro-berts La aportacioacuten de todos ellos mdashen palabras de Parkermdash va integrada enel texto laquoal relatar analizar y explicar en su respetivo lugar los acontecimientosy procesos que todos juntos conforman el conflictoraquo (XXXI) Asimismo elhistoriador britaacutenico reconoce y agradece la propuesta de Andrew Wheatcroftde Routledge y Kegan Paul de escribir un nuevo tratado sobre este conflictoque arrasoacute Europa y a su vez tambieacuten agradece a la British Academy de laNewberry Library la beca de investigacioacuten que en 1981 le concedieron paratrabajar en esta obra a largo de tres meses en Chicago Al proacutelogo del volumen y

a dichos reconocimientos le siguen diversas paacuteginas donde los autores incluyenuna cronologiacutea exhaustiva de los sucesos capitales de la Guerra de Treinta Antildeosaunque en este caso desde 1606 (12 antildeos antes de que se iniciara propiamente elconflicto) hasta 1650 Teacutengase en cuenta tambieacuten que dichos datos cronoloacutegicosse complementan con una serie de mapas una gran cantidad de ilustraciones deeacutepoca y una extensa bibliografiacutea a lo que debemos sumarle una muy apropiadadivisioacuten por capiacutetulos y apartados que facilitan a su vez la comprensioacuten de lamateria tratada el lector puede hallar faacutecilmente la informacioacuten que desea sinque esto le impida concebir la obra como un todo

8192019 critica guerra treinta antildeos parker

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Geoffrey Parker (ed) La Guerra de los Treinta Antildeos 727

Studia Aurea 9 2015

los acuerdos de Westfalia no fueron sino considerados como laquola constitucioacutenfundamental del imperio e incluso maacutes tarde fueron aclamados como los prin-cipales garantes del orden en Europa centralraquo (p 282) un continente donde lasrelaciones internacionales se vieron casi siempre mdasho por lo menos en los inicios

del conflictomdash influidas por las convicciones religiosas En este sentido noacuteteseque al decir de los estudiosos a medida que avanzaba la guerra la poliacutetica eu-ropea sufriacutea los efectos de la secularizacioacuten Esto se evidencia por ejemplo enhechos como que el aliado estrella del calvinista Guillermo en los enfrentamien-tos contra Luis XIV fuese el priacutencipe Eugenio de Saboya cuya religioacuten era lacatoacutelica y que ademaacutes estaba al servicio de los laquono menos catoacutelicosraquo Habsburgoaustriacuteacos Aunque determinar de manera exacta cuaacutendo debioacute de iniciarse esteproceso es para los especialistas tarea ardua parece que nadie podriacutea negar quela menor intervencioacuten de las convicciones religiosas en la poliacutetica europea fue

uno de los logros maacutes destacados de la Guerra de los Treinta Antildeos Desde 1520laquoel equilibrio diplomaacutetico de Europa estuvo constantemente en peligro por lasconflictivas tensiones entre las lealtades poliacuteticas y confesionalesraquo (p 287)

Estas son algunas de las reflexiones con las que termina este libro colec-tivo sobre la Guerra de los Treinta Antildeos sus principales escenarios beacutelicos ysus protagonistas Se trata del compendio (la segunda edicioacuten inglesa aumen-tada y revisada) de un laborioso trabajo de investigacioacuten que aunque firmadopor Geoffrey Parker han llevado a cabo numerosos especialistas como Simon Adams Gerhard Benecke Richard JBonney John H Elliott R J W Evans

Christopher R Friedrichs Bodo Nischan E Ladewig Petersen y Michael Ro-berts La aportacioacuten de todos ellos mdashen palabras de Parkermdash va integrada enel texto laquoal relatar analizar y explicar en su respetivo lugar los acontecimientosy procesos que todos juntos conforman el conflictoraquo (XXXI) Asimismo elhistoriador britaacutenico reconoce y agradece la propuesta de Andrew Wheatcroftde Routledge y Kegan Paul de escribir un nuevo tratado sobre este conflictoque arrasoacute Europa y a su vez tambieacuten agradece a la British Academy de laNewberry Library la beca de investigacioacuten que en 1981 le concedieron paratrabajar en esta obra a largo de tres meses en Chicago Al proacutelogo del volumen y

a dichos reconocimientos le siguen diversas paacuteginas donde los autores incluyenuna cronologiacutea exhaustiva de los sucesos capitales de la Guerra de Treinta Antildeosaunque en este caso desde 1606 (12 antildeos antes de que se iniciara propiamente elconflicto) hasta 1650 Teacutengase en cuenta tambieacuten que dichos datos cronoloacutegicosse complementan con una serie de mapas una gran cantidad de ilustraciones deeacutepoca y una extensa bibliografiacutea a lo que debemos sumarle una muy apropiadadivisioacuten por capiacutetulos y apartados que facilitan a su vez la comprensioacuten de lamateria tratada el lector puede hallar faacutecilmente la informacioacuten que desea sinque esto le impida concebir la obra como un todo