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Apuntes Filosóficos Sobre Las Religiones Y Cristianismo

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Esta Publicación no tiene derechos de autor.Esta permitido su reproducción .Solo de ser posible, preserve la integridad del escrito.Espero le sea útil.

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AdvertenciaLos temas tratados en este pequeño estudio, pueden causar problemas y conflictos de fe.

Por lo tanto se debe de ejercer precaución en su lectura.

Todo tema tratado es la opinion personaldel autor.

No debe de ser tomado como artículosde fe, ni doctrina cristiana, ni corresponde a

ningún movimiento cristiano específico.Queda bajo su criterio aceptar las ponencias o

rechazarlas.Nada está escrito sobre piedra.

Orlando Rojas Corredera2016

Si desea un mayor desarrollo en algunas de las ideas, le remito al libro “Conforme La Ley”. primer escrito de este

autor.

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Sin importar lo que usted crea, haga con su vida algo de lo cual cuando

llegue el momento del gran salto, sienta que valió la pena

haber pasado por este mundoy que lo deja un poquito mejor

que cuando usted llegó.

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Mea Culpa

Cuando comencé con el escrito de “cuando yo era niño”, pensé que era un escrito corto, ligero y no muy serio.

La realidad, no esperaba que se volviera tan largo, y tocara te-mas tan espinosos. Así que considero justo advertir que puede, quie-ra yo o no, ofender.

Lo único que puedo decir, es que usted amable lector debe de ejercer discreción al leerlo, y sobre todo comprender que son mis ideas, y mi particular punto de vista sobre verdades inmanentes, y que todos nosotros de una manera o de otra hemos tratado de encon-trarles una respuesta que nos llene espiritualmente.

Así que puede ser que le ayude a motivarlo para explorar mejor sus creencias, defenderlas o replantearlas, y talvez encontrar una manera fresca de ver este misterio que es la vida, la muerte y la eternidad.

No soy “El Maestro” poseedor de la verdad absoluta, solamente soy un explorador más de lo intangible.

Talvez su “verdad” sea mejor que la mía; no lo sé. Si algún día nos encontramos en la eternidad, sentémonos y compartamos cuan cerca estuvimos de los pensamientos y los objetivos del Creador. Será un encuentro muy interesante, se lo aseguro.

Pero considero justo explicarle, amable lector, como he llegado a considerar aceptables para mi estas ideas. Un acto de honradez.

Lo que escribo, está basado en las Sagradas Escrituras. Pero cuando afirmo esto, le debo de explicar cómo yo las concibo y cómo las utilizo.

Porque cuando alguien me dice que la “Biblia es la Palabra de Dios”, y que por lo tanto lo que enseña es incuestionable, inspirado por Dios, y que el infierno le espera al que no esté de acuerdo con sus enseñanzas, solo dos cosas puedo pensar de él, o que está since-

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ramente equivocado, o que tiene muy malas intenciones; y esto no me excluye a mí de la ecuación.

Pesando la Maleta

Porque aunque acepto la inspiración de la palabra, me viene a la mente la parábola del peso de la maleta.

Permítame explicarle. Imagine que le pesan su maleta en la ba-lanza, y ésta dice 20 kilos. Y usted se le sienta encima con sus 80 kilos. La balanza expide un tiquete que dice 100 kilos.

Y usted me dice luego que la maleta pesa 100 kilos porque eso es lo que dice el tiquete.

Lo que no evita que realmente la maleta siga pesando 20 kilos, no importa lo que me quiera hacer creer usted.

Así funciona la lógica de la “Biblia es la Palabra de Dios”.

La Biblia es la maleta de 20 kilos, lo que usted le interpreta es su peso de 80 kilos.

En el momento que usted le mete su interpretación, ya no es Palabra de Dios, es Palabra de Usted, o Mía, ya que no me excluyo de semejante forma de ser.

La mayoría de las perversiones sobre la interpretación de la Bi-blia, vienen de esos 80 kilos extra.

Las sectas que conozco, basan sus enseñanzas en 10 o 12 ver-sículos favoritos, que siempre sacan a relucir cuando se trata de defender sus verdades absolutas.

Los 20 kilos de la época de Jesucristo eran la Tanakh, los 80 kilos extra eran la Mishna, La Cábala y el Talmud, y la Tradición de los Ancianos. Y es por esos 80 kilos extras que crucificaron al Señor Jesucristo.

Espero que esto no le haya dolido demasiado, porque puede que lo que sigue sea más doloroso todavía. Por lo menos a mí personal-mente me dolió como si me sacaran una muela sin anestesia. Pero luego, me resultó en una comodidad y comunión con mi Señor que no había tenido antes.

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¿Así que preparado? Conste puede parar aquí, no seguir leyendo, si no es muy fuer-

te su fe, o no se siente muy cómodo cuando se trata de salir de su área de confort es mejor que no siga.

Se lo advierto. Última oportunidad de parar.

Bueno si ha llegado hasta aquí ya no lo puedo dejar para más adelante.

La primera premisa de las Sagradas Escrituras es responder a la pregunta de cuál es su grado de confiabilidad, porque ni yo ni usted estuvimos allí cuando las cosas escritas en ella pasaron.

Todo lo que sabemos de YHWH, y del Señor Jesucristo, es lo que se escribió de ellos, y nada de los originales se ha preservado.

Lo que tenemos son copias de copias de copias de copias que nos han llegado y que no pueden ser trazadas a los originales para saber cuán fieles son las actuales a los mismos.

Los escritos más viejos del Antiguo Testamento se remontan a 100 años antes del nacimiento de Jesucristo, en los manuscritos del mar muerto, los manuscritos de Qumram.

Los escritos más antiguos del canon del Nuevo Testamento son del 200 al 300 después de Cristo. Aunque un fragmento de un códi-ce, fue fechado por carbono catorce en 117 después de Cristo

Yo no sé usted, pero cuando YHWH creó los cielos y la tie-rra, yo no estaba allí.

Ni en los sucesos del Edén, ni en el sermón del monte, ni en la crucifixión, ni en la resurrección.

Ni cuando lo tentó el maligno en el desierto. YO NO ESTA-BA AHÍ y USTED TAMPOCO, a menos que usted sea el Judío Errante, lo que dudo.

Lo que sé fue lo que escribieron otras personas, y solo me queda confiar en sus escritos.

Si se pregunta si creo que las escrituras son de inspiración divi-na, si lo creo, sino no estaría escribiendo este pequeño libro. Pero

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debo de ser honrado, y sostener mi confianza con algo más que la Fe ciega, que la Fe sin el sostén del conocimiento puede llevar a la muerte. Sino pregúntele a Franz Reichelt.(del libro: Conforme La Ley)

La prueba de la fidelidad escritural del Antiguo Testamento, está en dos puntos.

El primero es que cuando se descubrieron los manuscritos del Qumram se creyó que habría cambios profundos en los escritos del mismo, al compararlos con estos textos más antiguos. ¡Sorpresa! Solo unos cambios menores en letras del libro de Isaías.

La precisión y fidelidad del texto, quedó demostrado. El segundo punto, es el pueblo al que pertenece la Tanakh. Los escribas que hacen las copias de la Escritura Santa, hasta

cuentan las letras que la componen, por temor a perder en la trans-cripción una sola de ellas, ya que letra por letra, ellos consideran que son inspiradas por Dios y su deber es preservarlas sin variación de generación tras generación.

Y otro es las profecías cumplidas para este pueblo que no han podido ser manipuladas por la historia, en especial sobre la vuelta a casa, la restauración de la nación de Israel, en preparación del cumplimiento de las que faltan por cumplir.

Así que en cuanto al Antiguo Testamento, no me queda duda de su autenticidad.

Sobre el relato de la creación, la Biblia no es un manual cien-tífico, pero de los relatos que conozco, el de la Biblia es el menos fantástico, casi casi como cuando se le cuenta a un niño pequeño el milagro de la concepción y nacimiento con palabras que pueda entender.

Y son como el relato de un observador desde la superficie terres-tre de los fenómenos que se efectuaban en cada día de la creación. Días que conllevan millones de años.

En cuanto al Nuevo Testamento, primero no creo que los após-toles creyeran que estaban estableciendo un nuevo canon para las escrituras.

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Cuando ellos se referían a las Sagradas Escrituras, lo hacían con referencia al Antiguo Testamento.

Los más antiguos escritos del canon del Nuevo Testamento, el Codex Vaticanus y el Codex Sinaíticus son más o menos del 300 al 400 después de Cristo.

Aun así, existen suficientes fragmentos más antiguos, de cartas y evangelios para confirmar la veracidad y confiabilidad del texto que nos ha llegado hasta nosotros.

Más de 5000 fragmentos están para que los expertos los puedan comparar con lo que tenemos actualmente.

En cuanto a la confiabilidad de que los escritos que tenemos correspondan a los originales, le doy un 90 por ciento.

Porque los copistas no tenían la precisión de los escribas he-breos, y más de uno metió mano en el texto, con la sana intención de aclarar o mejorar el sentido del mismo.

No que fueran cambios graves, pero ahí están.

Lo que han hecho los estudiosos de los manuscritos griegos, es comparar los más actuales con los más antiguos, ya sea en griego u otros idiomas de la época, para lograr llegar a la más correcta ver-sión de los escritos originales.

Y presentar en los Nuevos Testamentos griegos, las variantes más aceptadas de los textos, con comentarios para sostener o refutar alguna variante no muy confiable.

Un ejemplo es el pasaje de 1 Juan 5: 7. Es consenso de los ex-pertos, que fue añadido en una época posterior, por otra mano que no era la del escritor original, y con el visible objetivo de sostener una doctrina en particular.

Así que si lo quiere usar para demostrar la doctrina de la Trini-dad, mejor consígase otro. En Romanos 8: 1, la última parte fue insertada por otra mano, y fue tomada del verso 4.

A mí personalmente no me es necesario el verso de 1 Juan 5: 7 para reconocer las tres personalidades de mi Señor. Tengo otras formas para aceptarlas.

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Sobre todo su Presencia dentro de mí. Pero esto no es un tema para este escrito.

En cuanto a los evangelios, como los relatos son posteriores a los acontecimientos, no es de extrañar que los autores mezclasen acciones o palabras de diversos momentos como si fuesen simul-táneos.

Y a otros relatos, les faltan partes o les sobran partes, y son rela-tados en formas distintas en los otros evangelios.

Ya que en cuanto a recordar se trata, la memoria no siempre es como una cámara de video. Y la propia personalidad a veces genera versiones sesgadas de los hechos observados.

Y eso se prueba cuando se entrevista a testigos oculares de un accidente o delito, cada uno con su versión particular del hecho.

Y sabe, esto le da confiabilidad a los Evangelios. Son los relatos honrados de testigos con una visión particular de los hechos.

Permítame preguntarle. ¿Recuerda usted, con precisión absolu-ta, con horas exactas, lo que hizo hace un año? Si me dice que sí, mentiroso, mentiroso. ¿Me puede decir qué desayunó en ese día, qué ropa se puso, etc., etc.?

Cuando la policía tuvo entre manos un asesinato con circuns-tancias extrañas y con varios meses de ejecutarse, interrogaron a una gran cantidad de sospechosos. Todos tenían coartadas perfectas, para explicar que estaban haciendo en las horas del evento.

Así que los volvieron a interrogar, y todos menos uno, al presio-narlos comenzaron a fallar en recordar lo que habían hecho como coartada, a veces se contradecían, se les olvidaba lo que habían tes-tificado, sudaban y temblaban de nervios. Solo uno de ellos, con precisión matemática, sin fallos, con particular sangre fría, con da-tos al minuto, sostuvo una y otra vez su coartada.

Y la policía supo sin lugar a dudas que tenía al culpable, porque nadie, a menos que lo ensaye hasta el punto de la perfección puede repetir una y otra vez su versión, sin cambios, de acontecimientos que sucedieron uno o varios meses atrás.

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Así que las aparentes contradicciones, los fallos de localización, cantidad de personas, panes o peces de cierto milagro, quién llegó primero a la tumba en la resurrección, etc., en lugar de hacerme du-dar, me dan testimonio de que son relatos de testigos oculares que intentan escribir lo que experimentaron en la presencia del Mesías.

Al menos dos de ellos; Mateo y Juan. Marcos y Lucas, cuentan lo que recopilaron de testigos oculares y por lo tanto transcriben un testimonio parecido a los otros dos.

Y en cuanto al Doctor Lucas, su seriedad como historiador que-da confirmada en los Hechos de los Apóstoles.

Así que creo que lo que tenemos del Nuevo Testamento, es una versión bastante precisa de los escritos originales

. Y le quiero destacar un dato poco observado. El Nuevo Testamento está escrito por Testigos Oculares de los

acontecimientos en la vida del Mesías. Hasta Lucas y Marcos son contemporáneos de Jesucristo y basan sus historias en los relatos de testigos oculares confiables. 2 Pedro 1: 15 al 21 y 1 Corintios 15: 1 al 11

Así que en cuanto la autoridad escritural del Nuevo Testamento, acepto el canon del mismo.

No acepto la autoridad de ningún escritor que no haya sido tes-tigo ocular de los hechos del Mesías, sin importar lo bueno, sabio y Padre de la Iglesia que sea.

No aceptaré nada de la tradición oral o escrita como palabra autorizada de Dios.

Aceptaré el canon hebreo del Antiguo Testamento, porque fue establecido por Doctores de la Ley, judíos, expertos en las escritu-ras.

Y esto automáticamente excluye como palabra inspirada a los libros deutero canónigos, útiles como referencias históricas o poéti-cas, pero no para sostener doctrinas fundamentales con ellos.

En cuanto a verdades reveladas por parte de apariciones, ánge-les, vírgenes y hasta el mismo Señor Jesucristo, les aplico Gálatas 1: 6 al 9.

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Porque conozco un coreano al que Jesucristo se le apareció, y le dijo que como su misión en la tierra había fracasado, él era el nuevo Mesías, y ahí está con cualquier número de seguidores y vestidito de blanco.

Y a otro se le apareció Jesucristo junto con su Papá, y le in-formó que el cristianismo hacía años estaba muerto. Y que él era el encargado de revivirlo.

Llegó a traducir un libro escrito en láminas de oro, con un idio-ma extraño, con la ayuda de anteojos traductores, que vendría a sustituir la Biblia como Palabra Inspirada.

Y ahora sus misioneros andan por todo el mundo predicando su particular doctrina.

La Mamá de Jesucristo, se le apareció a tres niños, y les dijo que si Rusia no se convertía a la adoración de su Persona, el mundo lo iba a pasar muy mal.

Y para probar su punto, sacó el Sol del cielo, lo hizo danzar delante de miles de personas, y aterrizar en una colina la cual dejó perfectamente seca.

Y ahora miles van en peregrinación a donde se les apareció.

Como ve, todo queda entre familia.

Pero si tengo los escritos de los testigos oculares, y de las cartas de los apóstoles, en especial las del Doctor de la Ley San Pablo que establecen la doctrina que aprendieron directamente del Señor Jesucristo.

Y me advierten de no creer en algo distinto a lo que ellos pre-dican, no voy a andar metiéndome con tradiciones y apariciones que presentan otros mensajes que no están de acuerdo con el evangelio primigenio y aprobado por los mismos.

No creo que el Señor Jesucristo ande encharcándose la cancha Él mismo, o mandando a otros mensajeros para enseñar cosas dis-tintas a las que ya están establecidas.

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O estableciendo cultos o sectas que presenten otras verdades de las que Él ya expresó en el Nuevo Testamento. Apocalipsis 22: 18 al 19. Jeremías 14: 14 al 15

Así que creo en la autoridad exclusiva del Canon Hebreo del Antiguo Testamento, y los

escritos de los testigos oculares contenidos en el Nuevo Testamento.

Ambos en sus idiomas originales, ya que nos guste o no, toda traducción es una interpreta-ción de la Palabra, sin importar lo excelente y

honradamente que se haya hecho.Nada más.

Y todo lo que escriba, QUE NO TIENE LA AUTORIDAD DE PALABRA REVELADA ya que yo no estuve ahí y por lo tanto no soy un testigo ocular, estará basado en dichos escritos.

Un Breve Consejo

Aun sin conocer realmente estos idiomas originales, para el buen estudioso de la Biblia, es de obligación conocer las principa-les palabras hebreas o griegas que componen el pasaje estudiado.

Si quiere una recomendación de parte de este humilde escritor, se debe de tener un diccionario hebreo y otro griego, y conocer al menos lo básico de su gramática.

La Concordancia Exhaustiva de Strong, es una buena manera de comenzar. Y no me pagan nada por el anuncio, por si acaso. Y no tiene color de religión alguna.

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Y dígame algo, ¿si usted se ha pasado la vida preparándose y estudiando para tener una profesión para ganarse el sustento, o un oficio, o certificándose para realizar un trabajo en una empresa, y sabe que todo esto es temporal, porque tarde o temprano volverá al Creador como vino, sin nada; (1 Timoteo 6: 6 al 7) no le parece que puede hacer un esfuerzo para estudiar y aprender sobre la palabra de vida, que le va a servir para la eternidad?

Así dijo YHWH :No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.

Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en enten-derme y conocerme, que yo soy YHWH, que hago misericor-

dia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice YHWH.

Así, que ahora si puedo invitarlo a leer o no leer el escrito “Cuando Yo Era Niño”.

Dios me lo bendiga.

Rojas Corredera.

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El Nombre

Como verá, cuando me refiero al Nombre, lo escribo con cuatro letras en mayúscula. YHWH.

Esto es lo que se llama el Tetragrámaton, las cuatro letras que representan el Nombre en el Antiguo Testamento.

Debido a un Queré perpetuo, lo que debe de ser leído, no se puede pronunciar su Nombre el voz alta. Exodo 20: 7.

Cuando en el Sabath se leían las Escrituras en la sinagoga, para evitar que su Nombre se pronunciara accidentalmente en alta voz, se ponían debajo de las cuatro letras que lo representaban las voca-les de las palabras Adonay o Elohim, ese era el Ketib, lo que esta escrito, dependiendo del contexto.

El lector sabía entonces que al llegar al Nombre Santo, lo debía sustituir por una u otra palabra.

Esto era una norma de seguridad para evitar que por un safis, al leer las Sagradas Escrituras, se le pronunciara realmente como era.

Cuando las Escrituras se traducen a la versión protestante, los traductores usando las letras que están debajo del Nombre lo ponen como Jehová,

En las versiones católicas, lo traducen por una versión más cer-cana a su real pronunciación. Yahvé.

Así que cuando yo lo utilizo prefiero poner el Tetragrámaton y así quedar bien con ambos estilos.

La realidad, es que cuando lo digo en voz alta, prefiero llamarlo Adonay, es por mi seguridad, sabe.

Si quiere saber como se escribe su Nombre, se lo dejo aquí para su uso:

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ContenidoMea Culpa.................................................................................9

Pesando la Maleta ........................................................................10Un Breve Consejo .........................................................................17

El Nombre ...............................................................................19

Cuando yo era niño. ...............................................................25Porque: “Cuando yo era niño” ....................................................25Las verdades NECDAs..................................................................31Necda Universo Punto Com. ........................................................33Como vivir entre NECDAS y no morir en el intento.....................36Mis creencias NECDAs ................................................................39No todo lo niño es malo ................................................................51El necda bueno: ............................................................................51Pies palmeados .............................................................................54Juicio por Behavior. ......................................................................55Pero en cuanto a usted..................................................................57Sobre interpretaciones y verdades ................................................58El sincretismo religioso. ...............................................................67FlatLand y A-Cuadrado ................................................................76Cuando Esfera le quiere explicar a A-Cuadrado el universo 3D. 79Preparando el terreno ...................................................................82Libros Inspirados por Dios ...........................................................83Crecer es posible ..........................................................................89Sobre ellos y nosotros. ..................................................................91ESTA ES MI FE.............................................................................94Esta es mi lista de sobrevivencia: .................................................97Mi Dueño Dice: ............................................................................98

Pruebas circunstanciales, testigos confiables. ......................99Cuando nuestra fe es puesta a juicio. .........................................101Pruebas históricas ......................................................................103Pruebas arqueológicas. ..............................................................104Pruebas proféticas. .....................................................................104Profecías “ya cumplidas” ..........................................................106Pruebas testimoniales. ................................................................107

Corazón de Potrero ..............................................................109Síndrome de Abstinencia ............................................................ 113

El Crucificado y el Resucitado ............................................119Luces en la oscuridad .................................................................120Seguidor del Crucificado o Seguidor del Resucitado. ...............122

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Apuntes Filosóficos Sobre Religiones

Y Cristianismo

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Cuando yo era niño.

Hay dos frases mortales que te hacen saber que estás llegando a viejo. La primera es: “En mis tiempos no se veían estas cosas”. La segunda es: “Cuando yo era niño…….”.

Así que por ahí saque conclusiones, en cuanto al título, de los añitos que tengo.

Vea, la realidad es que en mis tiempos no se veían muchas cosas que hoy son materia común de todos los días.

Porque: “Cuando yo era niño”

Lo único que conocía era la radio y las radionovelas como “El Ojo de Águila”, primer encuentro con la ciencia ficción en mis tier-nos años.

La Televisión no existía, y la computadora era una palabra en este momento desconocida. Además si mi madre me hubiese pes-cado diciéndola, lo más seguro es que me hubiera lavado la boca con jabón.

Si le cuento lo inocentes que éramos en esa época, no lo creería. Pero para que se dé una untada de mis conocimientos niñísticos le voy a dar unos pequeños recuerdos de esos dorados años.

Cuando llegaba la navidad, el 24, nos íbamos a acostar tempra-no, no fuese que el Niño Dios no pasase con sus regalos. La verdad es que era muy predecible la clase de regalos que dejaba, para mí un carrito de madera, para mi hermana, una muñeca de trapo.

Cuando pregunté a mis papás porque tan poca imaginación y tacañería en cuanto a los obsequios, me informaron que el Niño Dios era muuuuy pobre y que con tanto niño que tenía que regalar, era lo más que podía.

La verdad es que no les creía demasiado, porque sabía que el Niñito Dios se gastaba soberanos regalos, como carritos de baterías,

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trenes eléctricos, bicicletas, y otras delicadezas, en el niño del veci-no y que era mi mejor amigo, solo un año mayor que yo.

Solo me quedaba creer, como mi madre me dijo, que el vecinito se había portado mejor que yo.

Y a mí me quedaba la duda de qué era lo que entendían mis padres por portarse bien, ya que entre las hazañas del año de mi amigo estaba arrancarle la cabeza a la gallina de la vecina de un resorterazo certero, fumar quelites de chayote, o volarle los vidrios de la casa al vecino del frente con la resortera, (de lo que yo fui considerado culpable, porque en el momento que el vecino sacó la cabeza, la resortera apareció milagrosamente en mi mano y terminé pagando al contado la hazaña de mi amigo a golpes de chilillo).

Así que para poder resolver el misterio de los regalos de lujo, consulté con esa fuente de sabiduría que era mi amigo, que me ex-plicó que aparte de que su papá era ateo (yo no sabía que estuviera enfermo el pobre y menos de eso que sonaba tan feo) y no creía en el Niño Dios, era Santa Claus el que le traía los regalos a él.

La verdad, era que yo ni siquiera sabía de donde había salido ese gordo que vivía en el polo norte y se gastaba un elegante trineo de renos. Y que lo más seguro era un pagano asqueroso que ni siquiera era cristiano.

Y eso le dije a mi amigo. Por suerte eran dientes de leche los que perdí al tropezar mi boca con su puño.

Ese día aprendí que el borrico del Niño Dios no era competencia para los renos de Santa Claus, y que el Gordo daba mejores regalos que el Niño.

Así que me despedí con mucho respeto del Niño, le informe en mis oraciones que sus buenos oficios ya no eran necesarios en navi-dad, y le escribí una carta a Santa Claus, Polo Norte.

Se la entregué mi amigo al que ya le había perdonado los dientes menos, porque él ya tenía el contacto con el gordo del polo norte y

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sabía cómo hacerle llegar la misiva, y esperé a la próxima navidad, ahora bajo nueva administración.

El problema es que el Niño parece que no entendió, el 25 ahí estaba el carrito de madera, y la muñeca de trapo, con un vestido nuevo pero con la misma cara de la muñeca anterior que había des-aparecido algunos días atrás.

Y como la posible razón para que el Niño nos siguiera teniendo en su lista de regalos, y Santa Claus no nos aceptara, era la condi-ción del papá de mi amigo (que no era una enfermedad después de todo), le pregunté a mi papá, con todo cariño, que por qué no se hacía ateo.

Mejor no le cuento el sermón de dos horas que me soltó mi tata, la verdad es que ni lo entendí.

Solo me entristeció, un poco al menos, que hasta lágrimas se le salieron al viejo.

Además yo solo quería que el Gordo ese del polo norte me solta-se algún buen regalo no que me dieran un curso de teología.

Si pregunta por qué mi papá no me volvió la cara de una bofeta-da, le informo que mi tata nunca me pegó. La encargada de adminis-trar las bofetadas, nalgadas y pellizcos era mi mamá. Y le aseguro que era inútil huir, donde ponía el ojo, ponía la escoba. Y en eso era una especialista. En el lanzamiento de escoba quiero decir.

Llegó el momento en que la navidad pasó a segundo término, había cosas más interesantes que discutir.

Nunca supe por qué mi mamá se puso roja como un tomate cuando le pregunté de dónde venían los niños.

Ni por qué algo tan simple como que un pájaro grande llamado cigüeña era el encargado de traernos al mundo produjera tanto re-vuelo en mi madre. Y que mi tata se escondiera detrás del periódico y no dijera ni mú.

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Así que con este conocimiento, producto de la pura sabiduría materna, me fui donde mi amigo para compartirle tan extraordina-rias noticias.

Cuando le conté a mi amigo, me miró con la lástima que se le tiene a un pobre individuo afectado por una severa insolación y que delira. “Tu madre te mintió”, fue su frase lapidaria.

Y yo recordando los dos dientes perdidos, decidí que lo mejor era, por lo menos en este momento, no defender la honra materna.

Así que mi amigo me explicó la verdad del asunto. El papá po-nía una semillita dentro de la panza de la mamá, la panza se le in-flaba y luego de un tiempo, ¡Sas! Salía el hermanito o la hermanita para formar parte de la linda familia.

De inmediato noté la falla de semejante herejía, y muy orgulloso se la tiré a la cara a mi amigo.

Si tan sabio sós, ¿por dónde sale el mentado hermanito?, con la cigüeña se entiende, pero qué, ¿le estalla la panza a la madre?

Y mi amigo, con esa sabiduría que le da un año más de vida, me destrozó el argumento con esta simple pregunta. ¿Y para qué crees que tenemos el ombligo?

Por ahí entonces.

Me pareció razonable, al fin tenía una explicación para este hoyo que tenía en medio de la panza. Adiós Cigüeña, bienvenida Semillita.

Qué le cuento, a partir de ese momento me cuidé de no tragarme ningún tipo de semilla, de naranja o limón, o sandía, o lo que fuera. No quería correr el riesgo de dar a luz a un palito de naranja por el ombligo.

La única duda que me quedaba era la forma que tenían las se-millas de los hermanitos, la verdad vaya usted a saber. Así que en cuanto a semillas, lo mejor era no arriesgarse.

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Solo los años, y la experiencia, me fueron mostrando todos los royos que tenía en el cerebro y desapareciendo las cosas que mis pa-rientes, y mi amigo, me habían expresado como verdades absolutas.

Enseñanzas bien intencionadas, falsas, a veces fantásticas, com-pletamente sin pies ni cabeza, pero que a mi edad, eran tan reales y tan creíbles que era capaz de perder dientes a puñetazos para de-fenderlas.

Y con la experiencia de las canas, comprendí que la religión se parece en gran manera a estos primeros años de mi vida.

Las verdades absolutas de la religión, a veces se parecen de-masiado a los mitos de Santa Claus, el Niño Dios, la Cigüeña, y la famosa Semillita.

Y como están las cosas, cuestionar los Dogmas de Fe puede re-sultar en perder algo más que dos dientes de leche. Porque siempre hay gente capaz de llegar a todo tipo de extremos, y son capaces de matar con tal de defender la “verdad absoluta revelada”. Y sin problemas de conciencia.

El problema es que en este mundo, hay muchos niños en cuer-pos de adultos, y la verdad, les tengo mucho miedo, porque son peligrosos, extremadamente peligrosos, cuando se trata de defender sus propios royos y sus verdades reveladas.

Y cuando se vive en medio de Niños En Cuerpos De Adultos, (NECDAs para resumir, y que a partir de ahora cuando me refiera a ellos los llamaré así), mostrar algún tipo de madurez puede causarle serios problemas al individuo y hasta la muerte, y no de una manera muy humanitaria.

Cuando un personaje del siglo XVI expresó que las luces noc-turnas que estaban pegadas al firmamento eran realmente soles como el que iluminaba la tierra, y que alrededor de estas estrellas podía haber planetas como el nuestro y hasta estar habitados por criaturas conscientes, los NECDAs de la época lo consideraron tal

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tipo de blasfemia y mentira diabólica que lo apresaron, lo torturaron a más no poder, lo enjuiciaron, y lo quemaron vivo en la hoguera.

Ya que como todos sabemos, la tierra es el único mundo habi-tado de todo el universo, y las estrellas son luces pequeñas pegadas en la bóveda celeste.

Y que no pueden tener planetas orbitando alrededor de ellas y mucho menos otros seres conscientes ya que somos las únicas cria-turas “inteligentes” creadas por Dios.

Así que Giordano Bruno por la Justicia Divina, pagó con la vida su sacrílega blasfemia.

La verdad, lo que acabo de escribir no tiene nada de gracioso.

Hay algo importante de los royos que yo viví de niño. En cada uno de ellos, debajo de todas las malas percepciones había una verdad sencilla.

Si yo hubiera sabido la verdad en cada caso, no habría tenido que romperme la cara a puñetazos con mi amigo. Y lo de la cigüeña también.

Aunque tal vez si alguien me hubiera contado la verdad, en lu-gar de agradecérselo, le hubiera despedazado el alma. Porque así somos los seres humanos. Preferimos vivir de mentiras a enfrentar la verdad.

Porque cuando yo ya era adulto, y tuve a mis hijos, les enseñé que los regalos los daban papá y mamá, y los llevaba a las tiendas para que ellos mismos los compraran, con presupuesto límite, para que aprendieran lo que costaban.

Y eso metió en líos a mis pequeños con sus amiguitos, y a mí con vecinos enfurecidos porque les estaba “arruinando” la niñez a sus hijitos.

Así que nos vimos obligados a aconsejar a nuestros niños que no comentasen de dónde venían sus regalos. Simple materia de super-vivencia cuando se vive entre NECDAs.

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Las verdades NECDAs

Todos necesitamos creer en algo. Sería imposible sobrevivir en este planeta, sin alguna razón que explique nuestra existencia y sen-tido de la vida.

Así que el problema no es creer o dejar de creer.El problema es cuan razonables pueden ser nuestras creencias. Y cuan grado de respeto se debe de tener por lo que creen otros

seres humanos.

Ya que si detrás de nuestras percepciones existe una verdad sim-ple, puede ser que por nuestros limitados sentidos, no logremos co-nocer realmente esta verdad.

Y que con nuestros sentidos no seamos capaces de percibir la realidad cósmica que nos rodea.

Debemos aceptar que no somos capaces de comprender en su totalidad este milagro que llamamos Universo, de no poder expli-carnos por nosotros mismos cómo fue creado, y si hay un creador detrás de todo esto. O por qué estamos aquí.

Todas las ideas que generemos, son los esfuerzos de unos ni-ños tratando de explicar verdades que están más allá de nues-tras percepciones.

Hasta los más sabios científicos saben que pueden explicar el funcionamiento del universo, y las leyes cosmológicas que lo go-biernan, pero que no pueden explicar el por qué o la razón para que las cosas funcionen de esa manera y no de otra..

No pueden explicar por qué la gravedad tiene el valor exacto para que puedan formarse galaxias y estrellas, ya que una pequeña variación en esta constante no permitiría que este universo existiera.

Y que cada constante universal, esté ajustada al nivel de la mil-millonésima parte para mantener este particular universo y la vida que se forma en él. (Constante Cosmológica)

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Pueden describir con precisión la molécula del ADN, pero no pueden explicarse cómo llegó a formarse este lenguaje de progra-mación bioquímico de cuatro elementos, capaz de crear toda la complejidad de los seres vivos que habitan este planeta. Y hasta ahora, ningún laboratorio ha podido crear vida artificial, a lo más que han llegado es a manipular la que ya existe.

Es más, y no es broma ni cuento de hadas, el sistema cuaternario de programación del ADN es tan perfecto, que muchos científicos lo consideran de origen extraterrestre. Porque saben que es imposi-ble que algo así se formase por simples acciones aleatorias.

El número de Penrose sobre las posibilidades estadísticas de que este universo apareciese con todas las características necesarias para que se formasen estrellas y galaxias, y planetas con seres vivos y seres conscientes como nosotros: 1/10.10.123, se traduce en que es más fácil que la enciclopedia británica se creara por casualidad por la explosión de una imprenta, a que este universo se formase por circunstancias aleatorias.

Esta es la simple verdad, es muy difícil concebir este univer-so sin un creador.

Que no exista una mente maestra que planease cada punto de su formación.

Si negamos a un creador, surge la ironía de que este universo que surgió de la simple casualidad, de materia inerte, pudo crear a sus propias criaturas conscientes y con posibilidades de llegar a ser Dioses.

Porque a como va la investigación científica, si algo no nos de-tiene, como un desastre mundial, o la locura de los NECDAs, en el término de 500 años el hombre habrá conquistado la muerte, al poder transferir su conciencia a nuevos y mejores cuerpos, desarro-llado el viaje interestelar, y el viaje en el tiempo, y en 1000 años estará creando su propio proyecto de Universo.

Y al hacerlo, alguna de las criaturas de este nuevo universo crea-do por los divinos humanos, escribirá: “En el principio, creó el Hombre los cielos y la tierra”.

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Y no crea que esto es ciencia ficción. Ya hay científicos que han creado universos virtuales como pro-

gramas de cómputo, capaces de evolucionar y crear seres “vivos” digitales.

Y para los nerdos, qué me dicen del universo de WarCraft, con sus ambientes, tribus y avatares.

O el mundo de los Sims. La película de “La Matrix” es solo un adelanto de lo que se vie-

ne en materia de mundos simulados.

Y ya existe la teoría expresada por algunos NECDAs avanzados de que vivimos en un universo virtual, dentro de un computador extraterrestre. Para que nada nos falte.

Pero de esta simple verdad, la presencia de un Creador, los NECDAs han desarrollado todo tipo de razonamientos, algunos más o menos lógicos, y otros que nada que ver.

Porque si de historias se trata, hay para dar y repartir.

Necda Universo Punto Com.

Una NECDA de edad avanzada, con mirada mística y con el perfecto conocimiento de la verdad revelada, me informó que el niñito Jesús nació por la cabeza de la Virgen.

Que si lo analizo correctamente, tiene la misma lógica contun-dente y las mismas posibilidades de verdad, que el ombligo de mi amigo.

Que al fin de cuentas uno u otro lugar resultan igualmente vá-lidos.

Cuando muy seriamente, en el universo NECDAs de la historia de milagros y apariciones, se nos cuenta que el Sol danzó sobre las cabezas de miles de fieles y que luego se posó sobre la tierra y la

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dejó perfectamente seca, a pesar de estar lloviendo, solo me resta creer que el Sol no está sanforizado.

Ya que recorrió 150 millones de kilómetros para llegar a la Tie-rra, y se encogió al tamaño de un balón de playa para bailar sobre las cabezas de los NECDAs.

Y luego recorrió de nuevo los 150 millones de kilómetros para volver a tener su tamaño normal que es el equivalente al volumen de 1.300.00 planetas iguales a la Tierra (un millón trescientas mil tierras) y ocupar su lugar en el centro del sistema sin afectar las órbitas de sus planetas, y asteroides incluidos.

¡WOW!. Eso sí es un milagro.

Cuando veo en todo el mundo a miles de NECDAs paseando en andas a sus muñecos decorados y vestidos con oro y piedras preciosas.

Y los templos increíblemente suntuosos construidos para alber-gar las imágenes milagrosamente venidas del cielo o creadas de la nada, o las que milagrosamente decidieron que ahí mismo tenían que construirles sus lugares de adoración con demostraciones de portentos al cual cada uno más maravilloso e increíble que el an-terior.

Y a pobres NECDAs con las rodillas sangrando arrastrándose hasta la imagen de turno, y adorando a los milagrosos muñecos que lloran, sangran, y mueven los ojos ante la mirada atónita de los fie-les.

Y a los cuales se les adjudican estupendos milagros y sanidades sin cuento.

Y cuando veo a cientos de NECDAs arrodillándose delante de una tostada en un altar, porque da la casualidad que en la superficie quemada del pan, con un gran esfuerzo de imaginación, se adivina la vera efigie de la deidad femenina más importante de la religión que profesan.

O paseando los huesos de sus santos, o besando los pies de una momia.

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O adorando las partes milagrosamente preservadas de sus fun-dadores.

Me veo obligado a decir que no hay límite para lo que los NECDAs puedan creer.

Conste, no me refiero a las sacras, santas y milagrosas imágenes y reliquias de la única religión verdadera.

Sino a los paganos, diabólicos, y perdidos adoradores de imáge-nes de las otras religiones, que justamente se quemarán en el infier-no por toda la eternidad por sus abominables costumbres.

Ya que nosotros tenemos aseguradas el par de alas, la túnica, la coronita y el arpa para pasar en el cielo toda la eternidad cuando muramos.

Pero los NECDAs no se quedan ahí. Porque hay NECDAs que son capaces de manejar con precisión

militar a su congéneres.

Conozco un NECDA que convenció a más de novecientos fieles para que se envenenasen junto con él en Guyana, y otro en África que dentro del templo de su secta, hizo que sus fieles se rociasen gasolina y se prendieran fuego junto con él. No se cual de los dos entró a los Records Guines por la mayor cantidad de muertos.

Otro NECDA se suicidó junto con sus fieles, para poder viajar a una nave estelar que venía escondida detrás del cometa Halley, que los llevaría al paraíso.

Y que me dice de los NECDAs que se amarran explosivos a su cuerpo para volarse y llevarse a un montón de gente que nada tiene que ver con sus rollos, porque creen que irán al paraíso donde un montón de vírgenes núbiles de negros ojos les satisfarán sus más mínimos deseos.

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Y los que en una muestra de eficiencia asesina se estrellaron contra las torres gemelas con dos aviones comerciales cargados de gente, que mataron a más de 5000 personas, y que ahora están en el paraíso disfrutando de las arrobadas atenciones de las damas antes citadas.

O los Necdas de París, demostrando que cuando se habla del paraíso, todos quieren entrar, ya sea ametrallando a inocentes o estallándose para llevar al infierno a gente que nada tienen que ver con sus rollos.

Y esto es un pequeño ejemplo de lo que se ve en este planeta todos los días.

Y la pregunta que surge es: ¿se puede ser maduro, o algo más crecidito en este mundo cargado de Necdas

¿O estamos condenados a ser Niños en Cuerpos de Adultos, to-dos nosotros, hasta que la muerte nos quite los rollos particulares que tenemos cada uno?

Y lo otro, ¿se puede sobrevivir si se llega a madurar en este mundo, y dejar de ser Necda?

Y lo que sigue, puede que sea uno de los más tristes descubri-mientos sobre la inteligencia colectiva.

Como vivir entre NECDAS y no morir en el intento

Cuando se vive entre NECDAs se deben de respetar ciertas re-glas de supervivencia. Si no las conoce, o las viola, puede terminar muerto.

La Primera Regla: Entre más primitiva sea la sociedad NECDA y más adoctrine a sus miembros, es mayor el peligro de que una persona con cierto grado de madurez, con ideas diferentes a las aceptadas por la masa, termine muerto, encarcelado o torturado.

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La Segunda Regla: el nivel de supervivencia de un individuo está en relación directa a la cantidad de Necdas con sus mismas ideas que formen el grupo al que pertenece.

La Tercera regla: Los Necdas tienden a unirse con los que tie-nen sus mismas ideas, y rechazar cualquier contacto con los que presentan paradigmas diferentes.

Por lo tanto, formarán verdaderos Ghetos dentro de sociedades establecidas.

Cada grupo tenderá a ver a los otros como enemigos, y consi-derará justo y aprobado por Dios la exterminación de los infieles.

La Cuarta Regla: El nivel de supervivencia de un individuo con ideas distintas a la masa de Necdas que le rodea, está en rela-ción directa a su capacidad de mimetizarse.

La Quinta Regla: No se puede cambiar las ideas de un NECDA usando argumentos basados en la razón o la lógica. Los Necdas viven por las emociones.

La Sexta Regla: No hay nada mas peligroso que un Necda con-vencido de que es una persona madura y razonable, dueño de la verdad revelada y seguidor de un líder carismático.

O lo peor, un líder Necda carismático y convencido de que tiene la Verdad Revelada y a Dios de su parte.

La Sétima Regla: Todos somos NECDAs, solo que cada uno tiene su set de creencias particulares.

Se puede llegar a un cierto grado de madurez solo si aceptamos esta verdad.

La Octava Regla: No se preocupe por cual sea la verdad ab-soluta, cuando enfrente la muerte y el misterio de la eternidad, lo averiguará de seguro.

Solo que no podrá contárselo a nadie. Ese día se despedirá de sus rollos, para bien o para mal.

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Y si hay un Eterno, ese día lo enfrentará en forma personal, por-que cuando nos presentemos a juicio lo haremos solos sin nadie a nuestro lado.

Es la ley de la muerte, es individual e ineludible.

La Novena Regla: No se puede vivir sin creer en algo. Así que asegúrese de creer en algo por lo que valga la pena

vivir y morir por defenderlo. El supremo conocimiento se esconde en el amor, es la verdad

más simple. La persona que ama es incapaz de causar daño a su prójimo. El resto de sus rollos, si está atemperado por este conocimiento,

puede ser perdonado.

La Décima Regla: Con el tiempo, las sociedades de NECDAs tienden a cambiar sus paradigmas.

Y lo que hoy puede ser causa de cárcel o juicio, puede ser muy aceptable más adelante.

Así mismo lo que hoy puede considerarse decente, puede más adelante ser penado con la cárcel o la expulsión del grupo social.

La Undécima Regla: Como las ovejas, los Necdas necesitan seguir un líder. No pueden vivir por sus propios pensamientos.

Y tienen la compulsión de obligar al resto a plegarse al poder de la masa.

Los que presenten individualidad son perseguidos por el res-to.

Su tendencia es eliminar a los que no se sujeten a su Líder. Es el corolario de la primera regla.

La Duodécima Regla: A veces las personas “buenas”, se pue-den comportar con absoluta malevolencia.

Más si están amparados en su religión. En el nombre de Dios, a como le quieran nombrar, son capaces

de realizar los actos más terribles en contra de la humanidad.

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Lo más terrible de todo, es que no se tiene ningún remordi-miento por lo que se hace, es más, se presentan con orgullo los actos más atroces como si la deidad misma aprobara semejantes cosas.

Es la perversión de la Ley del Amor. Y la perversión de la naturaleza del Creador.

Esta es otra simple verdad. No se puede justificar el bien con el mal.

Si yo fuera el Creador, me darían asco semejantes adoradores. (Opinión personal).

Mis creencias NECDAs

Como ya lo establecí, todos somos NECDAs, y no se puede vivir sin creencias.

Como las simples verdades a veces quedan fuera de nuestro al-cance, porque no son exactamente de este mundo, todos debemos de creer en alguna versión niña de estas verdades.

Así que yo no soy excepción de la regla. Y he llegado a creer en una serie de paradigmas que moldean mi vida.

Cómo he llegado a creer en estos puntos tiene que ver con una seria investigación de los principales modelos de pensamiento y re-ligiosos que forman nuestro universo NECDA.

Las teorías que intentan explicar las simples verdades.

Y al final, todo converge en una simple verdad, no se puede entender lo inmanente.

Solo se puede llegar a intuir las simples verdades si aceptamos una ayuda externa, no humana, para poder llegar al menos a tener una vaga idea de la eternidad.

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Y ya que esto es algo que no se puede probar por la lógica, se debe de aceptar así nomás, por convencimiento propio.

Es una experiencia personal, y eso, como la muerte, cada uno lo tiene que experimentar como algo único y no se lo puede pasar a otro.

Esto aprendí, que aunque si se puede encontrar una forma de llegar a comunicarse con el Creador, todo se basa en el contacto per-sonal. Ya que aunque usted puede encontrar un grupo que tenga al menos ideas que se le parezcan a las suyas, todas sus experiencias son personales, individuales y totalmente particulares.

Nadie puede conocer al Creador por una experiencia grupal, de la misma manera que un hombre no se puede casar con todas las mujeres de la familia de su esposa.

Yo creo que la única manera de conocer al Creador es comuni-cándome directamente con Él y que es algo personal entre Él y yo. Y que lo que yo logre percibir de Él no es necesariamente lo mismo que otro en las mismas condiciones logre entender.

Pero la religión, cualquiera que ésta sea, mantiene lo con-trario.

Es el problema que presentan las religiones, todas son camisas de fuerza que quieren estrujar a todo el mundo dentro de su par-ticular punto de vista.

La única verdad es su verdad, el resto se puede quemar en el in-fierno. Y si el dios no lo hace por sí mismo, nada malo está en darle una ayudita para exterminar a los infieles.

Si el fundador de la particular forma de comunicarse con el dios (Religión), vomitó las tripas cuando lo adoró.

Todos deberán vomitarse y tirar las tripas afuera si es que quie-ren adorar correctamente a la deidad.

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O caer patas arriba, o hablar en lenguas, o sajarse y sangrar como chanchos en matadero, o adorar una imagen, o cumplir con tales y cuales ceremonias, o ayunar tales o cuales días, o bañarse ceremonialmente, o rezar miles de veces una serie de oraciones o mandalas mágicas, o peregrinar a cierto lugar o sitio sagrado, o lo que sea que se le ocurriera al Fundador de tal particular culto.

Y entre más feo sea lo que se tiene que hacer, duela o cause molestias, mejor.

Porque todo esto hace a la masa sentirse muuuuuuuuy buuuuue-na, y al Dios le debe de parecer muy tuyu semejantes sacrificios.

Y el otro problema de las religiones, todas ellas, es que los lí-

deres, sacerdotes, ungidos o como se quieran llamar mantienen la exclusividad de la comunicación y la interpretación de los deseos de la Deidad.

Ellos son los únicos que pueden hablarle, comunicar los divinos mensajes a la masa, e interpretar los más íntimos deseos del Crea-dor.

Los pobres individuos, los de a pie, no tienen derecho a comuni-carse personalmente con la divinidad.

Están excluidos por completo, no tienen acceso al teléfono san-to.

Su deber es obedecer al Escogido Divino, la voz de Dios so-bre la tierra. De ninguna manera se deben de atrever a cuestio-nar semejantes mensajeros celestes.

Y para remachar, normalmente le ponen tal miedo a los necdas de hablar con el Creador, que prefieren que las cosas queden como están, con secretarios o intermediarios que se comuniquen con Él.

Y cuando yo llegué a conocer a mi Señor, descubrí que era cara a cara, la única forma de conocerle realmente. Y no como la religión me lo había vendido.

Otra cosa, al principio, fue encontrar una forma válida en que Él se había comunicado con nosotros, y lo otro era entender qué quería realmente decirnos, porque tenemos un gran problema de lenguaje y comunicación.

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Es el ejemplo de cómo explicarles a las hormigas de un hormi-guero que están en el sitio donde va a pasar una supercarretera que tienen que moverse si no quieren ser destruidas.

Y si en un acto de humanidad los constructores mueven el hor-miguero, como creen que interpretarían las hormigas tal acción.

O si se pudiera hacer que una hormiga mediante un milagroso sistema comunicación les explicara a las demás lo que se viene.

Cómo podría explicarles lo que es una hormigonera, un tractor o Caterpillar , una excavadora, una apisonadora, o siquiera una ca-rretera.

Sospecho que se burlarían de ella o la matarían, en un per-fecto pensamiento Necda.

Comencé a recorrer todos los caminos filosóficos y religiosos, para al final comprender que no podía con solo mis pensamientos llegar a las simples verdades.

Llegué a un punto en que me hice como el papá de mi amigo. Como universitario, negué cualquier Deidad o Creador, y con mi capacidad intelectual disfruté de burlarme de las pobres creencias de la masa.

Hasta que un día, delante de un buen amigo, campesino que apenas sabía leer o escribir, en su maizal, solté una conchada contra todas las creencias sobre divinidades y espiritualidad.

Y mi amigo, acariciando una mazorca de su maizal, me dijo muy suavemente: “Mire don Orlando, lo único que sé, es que cuando tiembla la tierra, hasta las vacas se arrodillan”.

Y por primera vez, escuché una simple verdad, en la persona de un humilde campesino.

Y así me di cuenta, que había un vacío en mí. Y no lo podía lle-nar con conocimientos ni con filosofías ni con teologías.

Mi problema era a quién creer. Todos dicen tener la razón. Todos tienen soluciones, ideas éticas, cosmogonías, todos tie-

nen la verdad.

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Y si era la religión “cristiana” tenía tantos sabores y presentacio-nes de verdades absolutas que al final se quedaba en nada.

Y así me encontré como las vacas, arrodillado, pero sin nada que pudiera creer que me llenase el vacío que sentía en mi corazón.

Y fue cuando me di cuenta que sí había una serie de simples verdades, escondidas en las múltiples manifestaciones de las reli-giones del mundo.

Veía entre todas las ponencias verdades que se repetían una y otra vez, expresadas de maneras diferentes, que como el santa Claus o el niño Dios de mi niñez, eran pálidos reflejos de lo verdadero pero presentes en todas las religiones que estudié.

Sólo me quedaba tratar de encontrar entre tantos rollos, alguno que por lo menos no fuera tan alejado de las verdades inmanentes.

Y que le cuento, es bien difícil, la única vez que oí una respuesta honrada sobre lo desconocido, fue de los labios de una monja budis-ta, en una conferencia de auto realización.

Al preguntarle uno de los asistentes como era el cielo, le contes-tó: “No lo sé, nunca he estado allí”.

Pero el Budismo, no me llenaba el vacío. Llegué a creer que estábamos condenados, toda la humanidad,

a vivir como ciegos; que al Creador, quienquiera que fuese, no le importábamos para nada.

Que como la gente hace con los gatitos, nos había llevado a perder en este planeta y se había olvidado de nosotros.

Y luego analicé a los fundadores de las principales religiones mundiales, y todos eran buenos, y sabios.

Sus palabras parecían ser revelaciones profundas y éticas. Todos eran ejemplos a seguir, y que todos a su manera habían

interpretado las simples verdades.

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Pero había uno que me molestaba en sobremanera. No por lo que enseñaba sino por el pequeño problema de una resurrección.

Y qué vergüenza, era la razón por la cual no lo consideraba can-didato para que le siguiera.

Era tan ridículo el concepto de que estuviera vivo.

Los otros estaban muertos, o en el cielo. Eran normales, todos morimos, nadie regresa. Dejaron sus enseñanzas, y partieron.

Yo había nacido dentro de una religión “cristiana” y muchas de

las necdadas que había escuchado las consideraba ridículas y para niños.

Y todavía hoy día, que le cuento, hay cada necdada entre los “cristianos” que da pánico.

Ahora yo conocía realmente filosofías y sistemas religiosos de todo el mundo.

Hasta había tenido también maestros de las sectas cristianas, para ser democrático con todo el mundo.

Qué le cuento, en cuanto a religiones yo era un experto de pri-

mera mano. Y no podía creer en el ridículo de una resurrección, perdóneme

usted, hace tiempo que no creía en el niñito dios ni santa claus.

No le diré que se me apareció en una nube, ni que tuve una ex-periencia mística.

La verdad, comencé como un intelectual. Pero algunas cosas comenzaron a tomar su sitio.

Al estudiar el Judaísmo, el Antiguo Testamento, y conociendo el Nuevo Testamento, algo comenzó a formar un panorama.

Si había un documento, algún texto que pareciera tener un men-saje de un ser superior a la humanidad, un Creador, éste parecía encontrarse en la Tanakh. Había cosas allí con una lógica contun-dente, normas de salud y éticas que no parecían escritas por huma-nos normales.

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No que todo fuese genial, había mucho de lo escrito, que me seguía pareciendo pensamientos necdas o acciones de necdas, y aún hoy hay cosas que me cuesta tragar, perdón, sinceridad ante todo.

Pero había partes que parecían escritas por una inteligencia superior, que en un esfuerzo desesperado por comunicar simples verdades de un universo distinto al nuestro trataba de adecuar sus experiencias a nuestros pensamientos.

Y como el cuento de la semillita, si no era la realidad, algo con-tenía de la verdad.

Y en el Nuevo Testamento había un hombre que decía había descendido del cielo, y que le expresó a un Maestro de la Ley lla-mado Nicodemo lo difícil que era entender las cosas de ese lugar de donde venía.

Y este hombre era el que tenía el problema de la resurrección, que era lo que evitaba que pudiera creerle a su mensaje.

Y otra cosa era su muerte, que me parecía lo más tonto del mun-do.

Todo para satisfacer el deseo de venganza de una Deidad abso-luta.

Ya que si era El Todopoderoso, podía si le daba la gana escoger a quien salvaba y a quién perdía.

Y eso nadie me lo explicaba de una manera que no me pareciera a mí como la teoría del niño dios. Una necdada más.

Y la verdad estoy harto de los dogmas de fe incuestionables. Y no creo que el Creador no tenga una lógica y una forma de

actuar que esté de acuerdo a su inteligencia. Y que esa lógica no pueda ser comprendida, al menos en parte,

por sus criaturas.

Pero algo me sonaba en mi mente. Algo que no cuadraba con el panorama.

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Que un simple maestro judío, de una perdida provincia romana, fuera capaz de hacer semejante marca en la humanidad, no cuadra-ba con la lógica más corriente.

Cómo unos pocos y cobardes discípulos, de un rabino descono-cido y muerto como un criminal de baja estofa, fueron capaces de hacer un efecto tan fuerte en la humanidad para que aún hoy día su mensaje sea la razón de vida de millones de personas.

Y luego, cómo un Doctor de la Ley fuese capaz de entregarse a un miserable carpintero, ejecutado como criminal, para llamarlo Señor y llegar a morir por Él.

No era algo que mi lógica pudiera aceptar. Porque yo sabía cómo era la ética y la fidelidad de un judío ortodoxo, sea de esta época o de la época de Jesucristo.

No es alguien al que se le pueda mover fácilmente. Y eso fue lo que comenzó a destruir mis argumentos contra el

carpintero de Galilea. Pablo no era un pelele al que se le podía mover y convencer

fácilmente; algo muy fuerte tenía que haberle pasado para que se convirtiera de tal forma y lo confesara como su Señor.

2000 años después de haber vivido, Pablo había logrado otro converso para el Nombre del Señor Jesucristo.

Y para completar, cómo explicar que después de 20 siglos de brutal persecución, de todo el esfuerzo de este mundo para des-aparecer al cristianismo, aún hoy sigue teniendo la misma fuerza y poder de convencimiento.

Son dos religiones las que han recibido las más extremas per-

secuciones, que yo conozca, de parte la humanidad. La Judía y la Cristiana, y en cuanto a la judía, hasta los falsos “cristianos” los han maltratado en forma horrenda, que vergüenza.

Y algo que es una simple verdad, es que el cristianismo es un movimiento directamente salido del judaísmo. Todos sus princi-pales líderes y su fundador, son judíos.

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Y eso no se puede negar. Que el “cristianismo” haya querido negar esta verdad, no evita

la realidad de ella. No se puede ser cristiano sin reconocer de don-de hemos venido, eso si realmente somos seguidores de Yeshua ha Meshiach.

Y las dos religiones, sobreviven hoy día. Nada las ha logrado destruir. Y en cuanto a Israel, esperan en su lugar, el cumplimiento de las profecías finales.

Así que algo extraño pasaba, no era yo un necda que se dejaba llevar por emociones.

Que los discípulos del carpintero de Galilea fueran capaces de morir jurando que había resucitado, y que un Doctor de la Ley, Ju-dío Ortodoxo, hiciera la misma decisión, no tenía lógica para mí.

Tomé pues una decisión, comencé a estudiar en serio el Antiguo Testamento, y la Ley.

Y a investigar en el Nuevo Testamento cómo las escrituras se aplicaban, en especial con relación al Mesías.

Parte de estas investigaciones están en mi libro “Conforme a la Ley”.

Los llegué a leer en los idiomas originales, porque toda traduc-ción, no importa lo honrada que sea siempre está sesgada.

Y deseché cualquier necdada que me pudieran haber enseña-do sobre el cristianismo, comencé como un niño desde cero.

Pero con una premisa. Comprender el pensamiento judío, en-tender su Ley desde su punto de vista, hasta donde pudiera llegar a serlo.

Y no ver nada del Nuevo Testamento sino a través del cristal de la Ley, los Cantores, y los Profetas. El canon hebreo. La Tanakh.

Porque Jesucristo primeramente era judío, y como tal, todo lo que hizo estaba de acuerdo a las Escrituras Santas, el Antiguo Tes-tamento.

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Porque en cuanto a Pablo, cuando en Segunda de Timoteo 3: 16 se refiere a la inspiración Divina de las Sagradas Escrituras, se refiere al Antiguo Testamento, la Tanakh, ya que el Nuevo todavía ni siquiera estaba escrito. (La verdad duele, que le digo).

Jesucristo vino a su pueblo, y este no le recibió. Y yo soy un gentil, recibido en gracia, unido a su pueblo.

Y así tomé como maestro al Doctor de la Ley que traicionó a su herencia, y la consideró basura con tal de alcanzar a su Yeshua ha Meshiach.

Y llegué a una conclusión, que Jesús, el Cristo, nació, vivió, y murió conforme a las escrituras, y que resucitó al tercer día, conforme a las escrituras.

Y que se le apareció al Fariseo de Fariseos Saulo de Tarso, y eso fue lo que lo transformó en el Pablo del Nuevo Testamento.

Por Pablo, yo soy cristiano, que le cuento. Era el único capaz de convencerme.

Decidí que aunque no lograse entender las simples verdades, como le pasó a Nicodemo, le iba a creer al carpintero de Galilea lo que Él había dicho, y su resurrección, y le iba a seguir lo mejor que pudiera. Y aun así, el vacío estaba allí.

Solo tiempo después descubrí la falla en todo lo que había estu-diado. Yo había establecido mis propias necdades, pero conocer a Jesucristo como mi Mesías no era suficiente, el problema era que Él me reconociera como suyo.

Porque yo puedo decir que conozco al presidente de mi país, y conocerle todas sus costumbres, pero si llegase a la casa presiden-cial no me dejarían pasar de la puerta, ya que el presidente no me conoce, porque yo no soy amigo suyo.

Así que un día, hice lo de las vacas. Humildemente le dije que lo quería conocer como amigo, que

quería que Él me conociera por mi nombre. Que pudiera hablarle y que Él me contestara.

No lo contaré lo que pasó, no me importaría si usted lo cree o no, solo que en un momento mi vida cambió.

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Entre las cosas que viví ese día, al abrir la Biblia un versículo saltó a mis ojos. Isaías 43: 1.

No era un versículo que yo quisiera adjudicarme, porque sé que hay promesas exclusivas para Israel que les hemos usurpado, pero una simple verdad estaba encerrada en éste pasaje para mí.

Aprendí la palabra Goel y su relación con mi persona. Y ese día, me recibió como amigo. Fue cuando descubrí lo personal y directo que tenía que ser mi

relación con mi Señor Jesucristo. Nadie podía estar en medio de nuestra amistad.

Fuimos Él y yo los que hablamos y nos reconciliamos, y me enseñó sobre el calvario y la razón de lo que pasó allí.

Y al entender realmente lo que hizo, y por qué lo hizo, lo amé realmente por primera vez y lo llamé Adoni ve Adonay.

Y desde ese momento no me ha quitado su amistad, a pesar de que a veces merecería que me sacara a patadas de su presencia.

Vea, no le cuento esto para que se convierta o crea en lo que yo

creo, cada uno tiene que hacer su decisión personal. Le respeto lo que piensa, y espero respete lo que pienso.

Solo que quiero cumplir la novena regla.

Si en algún momento de la eternidad, nos encontramos, podría ser que nos sentemos a comparar necdades y ver quién se le acercó más a la realidad.

En cuanto a mí, amo a mi Señor Jesucristo, y le tengo como mi mejor amigo. Como mi Señor y mi Dios. (Adoni ve Adonay. San Juan 20: 28)

Y esto, personalmente, me ha hecho cristiano.

No soy Católico, ni Protestante, ni Adventista, ni Testigo de Je-hová, ni Mormón, ni Luterano, ni Pentecostal, ni Bautista, ni Cua-drangular, ni Mesiánico, ni…, siga usted, ya yo me cansé.

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Soy Cristiano, seguidor de mi amigo Jesucristo. Aunque no soy capaz de entender a cabalidad las simples verdades que rodean su Nombre, si soy capaz de confiar en su Persona para que me guarde para el día final.

De todos los rollos que manejamos los NECDAs, es su persona y enseñanzas las que considero más cercanas a las simples verda-des.

Aunque no puedo saber realmente cuanto de lo que conozco de Él es el conocimiento de lo inmanente, y lo veo oscuramente con mi mente de niño, confiaré en Él hasta el final.

Sé que a veces mi Señor, tendrá que explicarme las simples ver-dades con ejemplos parecidos a la Semillita del Hermanito, porque es todo lo que puedo manejar por el momento.

Pero sé y confío que en el momento de la eternidad, comprende-ré, sin los rollos NECDAs, la totalidad de su persona.

Ya el apóstol Pablo lo expresó en forma genial.El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces vere-mos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.1 Corintios 13: 8 al 13

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No todo lo niño es malo

Si mal no recuerdo, los niños tienen muy buena “prensa” en el Nuevo Testamento.

El Señor Jesucristo los apreciaba, y los puso como ejemplo de cómo debía ser un ciudadano del Reino. Mateo 18: 2 al 3.

Porque lo hermoso de un niño es su inocencia, y su capacidad de creer lo increíble. Pero esto tiene un límite: 1 Corintios 14: 20

Lo peligroso es cuando esa “niñez” se aplica en la mente de un adulto, ya que un niño por lo común no es capaz de causar daño. Pero un Necda sí que es capaz de dañar en forma impresionante. Y hay Necdas buenos, y Necdas malos, y algunos son muy, pero muy, malos.

Y es conveniente reconocer la diferencia. Así que permítame describirle a un necda bueno:

El necda bueno:

Es paciente y siempre es amable. No es envidioso y no se cree mejor que nadie. En nada es orgulloso, no es grosero ni egoísta. No impondrá su voluntad a nadie para obligarlo a hacer lo que considera correcto, ni siquiera creyendo que lo esté ha-ciendo para el bien de ese otro. Sus palabras siempre traen bendición a los que las escuchan. Expresará sus convicciones con sencillez y seguridad, sin violencia ni amenazas.No se enoja fácilmente por cualquier cosa, ni se pasa la vida recordando las cosas malas que los otros le han hecho. Es ca-paz de perdonar de todo corazón a los que le han hecho daño.Puede soportarlo todo, cree sinceramente lo que le dicen, puede esperar pacientemente a que se cumplan las promesas que se le hacen.

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No aprueba los hechos malvados, sino que se goza de las cosas buenas que los demás hacen. No es capaz de aprovecharse de su prójimo para lograr sus objetivos, y no buscará ganancias deshonestas. Trabajará honradamente para ganarse su sustento.En todo se comportará rectamente y con misericordia. Com-partirá con el necesitado las bendiciones materiales fruto de su trabajo, en la medida de sus fuerzas, sin esperar nada a cambio de su bondad. En todo será amoroso y cuidadoso para su prójimo.Cuidará sinceramente de no maltratar o dañar a nadie, y hará lo mismo con las criaturas que comparten con él este plane-ta. Se comportará misericordiosamente en todo momento de su vida.Cuando hace una promesa la cumplirá, aunque eso le pro-duzca pérdida o daño propio.No mentirá nunca, ni dirá algo falso en contra de una perso-na para dañarla.Ayudará a su prójimo conforme sus fuerzas, y no pensará si es amigo o enemigo. En todos los hechos de su vida se comportará con modera-ción, no se dejará dominar por ninguna cosa o costumbre.Se alegrará con los que tienen alegría, compartirá la tristeza de los que sufren, ayudará al necesitado y al enfermo. Con-solará al abatido.Es de una sola cara, su sí es sí, y su no es no.

1 Corintios 13: 4 al 7Filipenses 4: 8 al 9Colosenses 3: 5 al 17Salmo 15Isaías 1: 16 al 17Isaías 58: 4 al 11.

Cuando un necda comienza a cumplir en su vida las condicio-nes que lo hacen bueno, comienza a haber una evolución, como el gusano a la mariposa. Se comienza a transformar en un ACCDN, (pronúncielo “a ce ce de ene”), o sea en un Adulto Con Corazón De Niño.

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Y los ACCDNs son los que heredan el Reino de Dios.

Y le digo algo, esto no tiene color de religión. En toda mani-festación religiosa que he conocido, hay gente buena y gente mala.

Y cuando dejemos las necdades en la eternidad, y veamos cara a cara, lo que cuenta es como vivimos, no lo que creímos.

Habrá sorpresas en este día, que le cuento.

Y si usted es cristiano evangélico, aquí se le deben de haber encendido todas las alarmas, habrá dicho: “¡Eso no es así, es por fe, si no creen, al infierno con ellos!”.

Si usted es católico, aquí lo más seguro a dicho: “¡YES!, por las obras se salva uno, ya lo decía yo”.

Y por ahí otro habrá dicho: “¡Si no cumplen la Ley, al infierno con ellos!”.

Y si no tiene que ver con el cristianismo habrá dicho: “Lógico, así es como es, como se vive es lo que vale al final.”.

Y le tengo una sorpresa más, una que no esperaba después de lo que he dicho.

Yo creo firmemente en la confesión de Pedro de Hechos 4: 11 al 12. Y lo que el Señor Jesucristo dijo en Juan 14: 6.

Lo que sí he aprendido es que los hechos del Calvario tienen un alcance mayor de lo que nadie se puede imaginar. Un alcance que engloba a toda la humanidad.

Un alcance, en razón de la eternidad que puede resultar en la salvación por gracia de los que menos usted imagine Juan 10: 16. Y la perdición de muchos que se creyeron ser de Jesucristo. Mateo 7: 21 al 23.

Y para que se pueda entender esto de la forma correcta, permíta-me mostrarle la parábola de los patos y los pingüinos.

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Pies palmeados

Si de describir a estos animalitos se trata, debemos de reconocer que tienen mucho en común.

1. Tienen los pies o patas palmeadas.2. Sus plumas tienen un aceite especial que las hace impermea-

bles.3. Ambos son acuáticos y flotan bastante bien4. Toman su alimento en el agua5. Sus picos están diseñados a la perfección para la captura de

su alimento.6. Ambos ponen huevos para tener hijitos.

Lo que los diferencia es lo que en inglés se llama Behavior y en español Comportamiento. O sea, lo que hacen.

El pingüino puede vivir en temperaturas bajo cero, puede su-mergirse hasta 30 metros, nada a la perfección, traga pescados, y otras cositas más.

El pato flota en aguas poco profundas, anadea en el agua para capturar los bichitos de los que se alimenta, no soporta temperaturas muy bajas y puede volar.

Si yo soy el encargado de poblar un lugar situado en la Antárti-ca, le aseguro que escogeré a los pingüinos pertenecientes a cual-quiera de las 17 o 18 especies que existen, los patos no me van a poder sobrevivir ahí.

Ahora cambie Antártica por el Cielo o el Reino, y creo que ya me entendió la idea. Mateo 22: 1 al 14.

Jesucristo es el dueño (DOMINUS) de todo hombre, los de la antigüedad, los de su época y los del futuro, los muertos y los vivos, de cualquier religión o credo, puede reclamarlos como suyos, ya sea para condenar o salvar, nadie le puede decir que hacer con lo que es suyo. Mateo 20: 1 al 16.

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Es por ley, Señor de Señores y Rey de Reyes. Es el dueño de la Tierra, ésta y la nueva que se viene. Mateo 28: 16 al 20Todo juicio le pertenece, así como puede salvar por gracia a los que confiesan su Nombre, puede salvar por gracia a aquellos que por una razón u otra, no lo pudieron conocer en vida. Juan 5: 22Ya que como Señor resucitado, está más allá de la Ley.Y también puede condenar a todo ser humano que no presen-te las características de los necdas buenos, ya que todo juicio se le ha dado en su mano. Juan 5: 25 al 29Reconoce a los suyos por la forma en que se comportan. Romanos 2: 1 al 16 Y cuando vaya a poblar su reino, en los nuevos cielos y la nueva tierra, recogerá a los “pingüinos” (ACCDNs) de todos los tiempos para poblarlo. ES SU DERECHO, LO PAGÓ EN LA CRUZ DEL CAL-VARIO.

Juicio por Behavior.

Mateo 25: 31 al 46.

Perdónenme los grandes intérpretes de la escritura. Porque yo cuando de interpretar se trata desecho cualquier punto que no me suena muy bien.

Y analizo, sin preconceptos lo que está ahí.Uso la información contenida en el escrito. Y no me dejo llevar por lo que otro pensó, que al fin de cuentas,

como la cabeza o el ombligo, ambos son buenos sitios para hacer nacer al baby.

Así que qué le parece si analizamos primero dato a dato y vea-mos que sale.

Primero, es inmediatamente después de su venida el juicio.

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Son las naciones, todos los que vivan en este momento los que están a juicio. No hay muertos resucitados.

Y ¡sorpresa! No son cristianos ninguno de los que están en juicio, y su suerte la decide cómo se comportaron con los que Jesucristo llama sus hermanos más pequeños.

Porque los cristianos, ya habrán resucitado y transformado a su venida para recibirlo en el aire.

Su Iglesia no forma parte de los enjuiciados. Apocalipsis 20: 4 al 6. Y pídale al cielo que usted esté entre este selecto grupo, porque si no estará presente en otro juicio. Apocalipsis 20: 11 al 15.

Y la verdad, es que lo que se habla de la sétima semana, y la gran tribulación, no tiene una única interpretación.

Como los helados de ciertas heladerías, hay de todos los sabores y para todos los gustos.

La única simple verdad es que viene, y viene pronto. Y que antes de su venida, la vamos a ver bien fea.

¿Me puede decir alguien cómo gente que aparentemente no han reconocido a Jesucristo como Señor, Él los llame Benditos de mi Padre, les prometa vida eterna y los reciba en su Reino?

Aunque sus “hermanos más pequeños” fueran judíos solamente, sigue el punto, porque no les pregunta a las naciones si se convir-tieron a su Nombre, los reconoce como dignos de vivir en su Reino por la forma en que se comportaron.

Y como en su época no se conocían los pingüinos, es con ovejas y cabritos la parábola.

Y ahora para los sabios de las escrituras.

Si los malos van a parar al fuego, y lo que queda durante el milenio son los Benditos de su Padre, que no son su Iglesia, y a los que debemos de sumar los de su Iglesia, ¿a quienes tienta Satanás al final del milenio y los hace ir contra la Santa Ciudad?.

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Porque ya no habría malos en el milenio, ya que se estarían ros-tizando en el lago de fuego y azufre y no creo que un “Bendito de su Padre” se le vaya a salir del huacal. Digo yo.

¿Ve lo que cuesta interpretar un pasaje sencillo sin patinar?

Y no le digo que lo que yo le interpreto es la verdad absoluta, ya que tengo la honradez de admitir que no soy infalible.

Pero hay una simple verdad: En esta ocasión, muchos de las naciones, que tenían otras religiones y otras costumbres, son re-conocidos por Jesucristo como dignos de habitar en su reino.

Y que muchos muertos deben de estar en las mismas condi-ciones que los gentiles de esta historia.

Pero en cuanto a usted.

Ya que todo gran privilegio tiene también una gran responsabi-lidad.

Y por haber nacido en este tiempo, y con todas las posibilidades de reconocer al Señor Jesucristo como Señor.

Y porque tiene acceso a la Biblia sin dificultades y la puede leer libremente, y no hay forma que pueda aducir que no escuchó o no entendió el mensaje de salvación, o que no leyó lo escrito en la Palabra.

Le es imposible formar parte de estas personas, ya que us-ted, lamentablemente, ya está en juicio y su decisión con respec-to al Señor Jesucristo determinará el resultado final de donde pasará la eternidad.

Usted no puede aducir desconocimiento del mensaje de salva-ción. El juicio, en su caso ya comenzó. San Juan 12: 44 al 50

Y Dios no recibe sinvergüenzas en su Reino. De una manera o de otra, usted debe de ser “pingüino”, o ACCDN. Gálatas 6: 7 al 9

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Y el mayor de los milagros que hace mi Señor, es que es capaz de darnos la naturaleza del “pingüino”, si le permitimos operar en nuestras vidas.

Si le damos tiempo Él nos cambia a su forma. Si nos llamamos de su Nombre, debemos de ser como Él en todo. 1 Juan 2: 6

Estos dos pasajes presentan dos simples verdades.

No todo “cristiano” es reconocido como tal por el Dóminus Jesucristo, y los cristianos verdaderos, como el pingüino presentan la naturaleza de su Señor.

Y no todo “impío” es un desconocido delante de Jesucristo, ya que muchos presentan las características de los ACCDN.

Aunque los pingüinitos no sean perfectos, su tendencia es a pa-recerse a su Dueño, su forma de ser los hace reconocibles aun en medio de patos: Mateo 26: 73, se delatan solitos solitos.

Aunque se quieran mimetizar entre los patos, se les descubre su pingüinada. (ACCDNs)

Y si me dice que usted es tan carga que los patos no se dan cuen-ta de que usted es pingüino, tenga mucho cuidado de no ser un pato que se cree pingüino, porque que los hay los hay. Qué le cuento.

Sobre interpretaciones y verdades

Sabe, se me olvidó contarle otras creencias de niño, y que vie-nen muy al punto cuando se trata de interpretar pasajes que no son tan claros en las escrituras.

A mis tiernos añitos, y con los datos que poseía, traté de solu-cionar un problema de aprovisionamiento y entrega por parte de los dos personajes encargados de traer los juguetes en navidad.

Porque no imaginaba cómo los juguetes aparecían al lado de mi cama, el 25.

Ya que mi casa se cerraba en forma completa para pasar la no-che.

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En cuanto al Niño Dios, llegué a la conclusión de que mis papas le habían dado una copia de la llave para que entrara a la casa. Ya que mi papá, cuando le pregunté sobre el asunto, me informó que confiaba en él completamente.

Con el gordo del polo norte, tenía un problema insoluble. Como sabía que se bajaba por la chimenea para hacer sus entregas, no tenía la menor idea cómo iba a entrar a mi casa ya que no teníamos chimenea.

Y mi papá no atendía a mi ruego de hacer una chimenea en mi casa. El pobre no le veía utilidad a tener semejante armatoste en la sala. Y yo sabía que eso era parte del problema de que Santa Claus no nos dejase ni un miserable regalo.

Aunque si nos ponemos a ver, la casa de mi amigo tampoco tenía chimenea. Ese era otro misterio por resolver.

Al fin, ambos, mi amigo y yo, llegamos a la conclusión que a falta de chimenea real, una dibujada podría servir para tal fin, y como en casa hacíamos el Portal, me declaré voluntario para ayudar a hacerlo, y camuflé una chimenea entre las vacas, los burros y los corderitos, que me quedó muy tuyu.

Y casi funcionó, que le cuento, ese año los regalos fueron un poquiiiito mejores.

Lo que probó la sabiduría de mis acciones. Y al fin, podía declarar que había sacado al Niño Dios de la

ecuación, y ya no serían necesarios sus amables servicios. ¡YES! ¡Al fin el gordo había contestado!

Solo espero que el niñito Dios haya devuelto la llave, ya que como usted sabe, no es bueno que anden llaves de la puerta princi-pal en manos de extraños.

Y con las escrituras, tenemos ese mismo problema. Tenemos datos incompletos, y a veces un pasaje es víctima de

otras interpretaciones escriturales, y lo explicamos a la luz de éstas.

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Ya que si le damos la interpretación más congruente, la que nor-malmente se le daría sin los otros pasajes, no calzaría en el panora-ma general de la doctrina que se enseña.

Y es mejor meter a martillazos una clavija cuadrada en un agujero redondo, que cambiar todo el tablero por ese pequeño detalle.

Esto es difícil de comprender. A menos que se lo dé con un ejemplo.

Así que vamos a meter a martillazos una clavija cuadrada en un agujero redondo.

Vamos a probar que la reencarnaciónestá avalada nada menos que por el mismo Señor

Jesucristo.

El problema a resolver es este agujero redondo:Hebreos 9: 27 al 28

Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.

Y como parte de su redondez es que Elías fue trasladado vivo al cielo en un carro tirado por caballos de fuego y por lo tanto no está muerto, y que yo sepa no se puede reencarnar sin morirse primero, esto nos presenta un ligero problema; pero a este pequeño dato no le vamos a dar demasiada publicidad.

Ya que el objetivo es meter la clavija cuadrada de la reencarna-ción en este agujerito y no encharcarnos la cancha desde el inicio.

Además que casi nadie lee la Biblia, y menos se acuerda de lo que leyó.

Así que comencemos.Lista de materiales:Clavija cuadrada: la reencarnación es bíblica y aprobada por el Señor JesucristoMartillos: pasajes bíblicos que demuestren la reencarna-ción.

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Potencia de brazo: mis interpretaciones de los pasajes. Y ¡LA BIBLIA ES LA PALABRA DE DIOS!.

Procedimiento:Tome el primer pasaje:

Mateo 11: 11 al 15 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pe-queño en el reino de los cielos, mayor es que él. Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. Porque todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan. Y si queréis recibirlo, él es aquel Elías que había de venir.El que tiene oídos para oír, oiga.

Ahora exprese un pensamiento profundo; algo como: El mismo Señor da testimonio de que Juan el Bautista es la reencarnación del profeta Elías, su palabra es verdad, y la Biblia es la Palabra de Dios.

Añada otros pasajes como Marcos 9: 11 al 13 y Mateo 17: 10 al 13.

Esto refuerza la fuerza de sus martillazos. Recuerde, la Biblia es la Palabra de Dios, no puede ser cuestionada, el que lo haga se quemará en el infierno.

Ahora pegue el más tremendo martillazo, ¡ya casi la clavija está dentro del agujero! Y este que sigue es un mazo de 50 libras directo a la cabeza de la clavija.

Exprese: El Señor Jesucristo da testimonio de que Él ha tenido numerosas reencarnaciones antes de su venida a Israel:

San Juan 8: 56 al 59.Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abra-ham fuese, yo soy.

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Pero espere, refuerce este pasaje con estos otros, para remachar el punto:

Miqueas 5: 2Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.Génesis 18: 1 al 2.Después le apareció YHWH en el encinar de Mamre, estan-do él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra, y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.

Con estos pasajes pruebe que Jesús se le apareció con cuerpo humano a Abraham, y que ha tenido muchas reencarnaciones desde la eternidad.

También comente sobre los avatares de Jesucristo, y si quiere poner una interpretación más, muy tuyu si es hindú, pruebe que Jesús es uno de los avatares de Krishna.

No está mal para seis pasajes de la escritura. Dígame: ¿no soy acaso un diablillo?

Y me avergüenzo de hacer esta confesión, no fui yo el que

armó semejante clavija, ya que fueron otros del movimiento New Age y los Gnósticos los que habían ya hecho el trabajo por mí.

Triste, que haya gente más inteligente que yo.

Si no me entendió el procedimiento, déjeme felicitarlo, su Necdismo es digno de un monumento.

Y si me lo entendió, ¿porque no lo aplica a los dogmas de su iglesia? Puede que se lleve desagradables sorpresas.

Espero que no. Que la doctrina de su iglesia sea pura y sin clavi-jas cuadradas en agujeros redondos, y le cuento que le va ser difícil

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no encontrar al menos dos o tres “cuadraturas del círculo” en su doctrina.

Le podría demostrar algunas cuadraturas del círculo que he en-contrado sin querer queriendo en la doctrina de algunos movimien-tos cristianos, pero como tengo espíritu deportivo, no le voy a quitar la diversión de encontrarlos por sí solo.

Conste es más fácil si son los dogmas de los otros, ya que su especial religión NO puede tener cosas tan feas como clavijas cuadradas en agujeros redondos.

Cuando no es algo grave, es perdonable. Lo imperdonable es cuando lo que se enseña puede ser mortal a

nivel de eternidad. Y por cierto, si le arde la sangre, y si me tuviera cerca me apre-

taría el pescuezo hasta matarme, es normal su reacción. Y quiero hacerle un pequeño comentario antes de que me deje

sin aire: Jesucristo es una Persona, no un movimiento religioso ni filosófico. Y si lo quiere seguir, no se ponga etiquetas de religión, ya que Él nunca se las puso. Solo pide una cosa, y eso es personal, cada uno por sí mis-mo debe medir si lo puede hacer: “Si alguno me sirve, sí-game; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.” Juan 12: 26

Ahora, en cuanto a defender religiones y credos, les tengo mu-cho miedo a los Necdas, y aunque yo sea Necda tengo el problema de que si estoy consciente de los problemas que presentan las doc-trinas y verdades absolutas reveladas, y hubo un momento en que las diferencias se resolvían a pedradas o en la hoguera.

Por suerte ya no, al menos eso creo. Aunque últimamente he oído muchos ¡BUM! Y ¡Ratatatá! para estar muy seguro.

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Pero si quiere divertirse un rato, junte a Católicos, Evangéli-cos, Pentecostales, Adventistas, Testigos De Jehová, Mesiánicos, Mormones, Ortodoxos Griegos, Moonies, Sólo Jesús, Anglicanos, Luteranos, Bautistas, Calvinistas, Metodistas, Cuadrangulares, Centroamericanos, etc., etc., en un mismo lugar y deles libertad de expresar sus ideas y defenderlas a como sea. Es una manera genial de encontrar la cuadratura del círculo. (Perdóneme si no mencioné en esta lista a su particular denominación, pero es que son tan-tas…)

Conste, todos los que he mencionado son cristianos, porque si le añade a la receta, a los Musulmanes, los Judíos, los Hare Krishnas, Hindúes, Budistas, Sintoístas, Confucionistas, Bahais, etc., etc., las actividades adquirían mayor emoción. Podrían hasta terminar en magníficos fuegos artificiales, que le digo.

Y la pregunta queda: ¿Quién de todos tiene la razón?

Y la respuesta es: Todos y Ninguno.

No crea que es la primera vez que se arma una batahola como la que le presento.

Y le voy a contar algo gracioso, ya Jesucristo tuvo este problemita en las manos:

Juan 4: 21 al 24Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre.Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíosMas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos ado-radores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.

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Y para mí que lo resolvió como todo un maestro.

Nadie tiene la totalidad de la razón o está totalmente equivoca-do.

Si usted quiere demostrar que posee la verdad absoluta, y lo que predica es lo verdadero, viva de acuerdo a lo que enseña. Recuerde la Novena Regla. 1 Corintios 11: 1Efesios 5: 1 al 17 Filipenses 3: 17 1 Tesalonicenses 1: 6 al 10Hebreos 6: 11 al 12.

Y nuevamente le digo, en el Reino solo entran los que se comportan como ACCDNs como parte normal de sus vidas.

Como ve, es fácil encontrar la cuadratura del círculo, pero hay otras clavijas más difíciles de meter en agujeros que no le corres-ponden.

Clavijas cruciformes en agujeros de forma de medialuna, o es-trellas de seis puntas. O clavijas en forma de medialuna en agujeros cruciformes o con forma de estrellas de seis puntas.

Para estos casos, los martillos convencionales no sirven. Se necesitan martinetes hidráulicos usados para meter los pilo-

tes de los cimientos de los grandes edificios. Los que hacen temblar la tierra a cientos de metros alrededor.

Y para su conocimiento, permítame nombrarle los martinetes hidráulicos más comunes para lograr meter tales clases de clavijas en los agujeros con formas distintas, clavijas que pertenecen a otros tableros.

Los más comunes son: Guerras Santas, Genocidios, Torturas, Actos de Odio, Esclavitud Forzada y cositas parecidas a éstas.

Y no creo que ninguna religión o grupo étnico esté libre de cul-pa.

Una regla triste que he descubierto de este universo necda, es que cuando un grupo que ha sido perseguido logra el poder, hace las

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mismas cosas que les hicieron a ellos a otros grupos que consideran sus enemigos o contrarios a sus particulares creencias.

Cuando los judíos practican la “tierra arrasada” en la Franja de Gaza, o levantan muros de separación, solo repiten lo que les pasó en Lidice y los ghettos de Varsovia.

Y si usted no conoce que es eso, busque en la red, es hora que comience a crecer, lo necda no es algo de lo que uno pueda estar orgulloso.

Y en cuanto el cristianismo histórico, apenas tuvo el poder; ¿Qué cree que fue lo que hizo?

Como un simple ejemplo permítame este detallito:Pregunte a los judíos sefardíes cómo se sintieron cuando fueron

obligados a convertirse al catolicismo mediante las cariñosas accio-nes del Santo Oficio.

Cómo se sintieron por las leyes de pureza de sangre iniciando en 1482 y terminando en 1870, y qué sintieron cuando escaparon a América para encontrarse al Santo Oficio esperándolos con los brazos abiertos.

Qué sintieron cuando llegó la orden de expulsión de la península Ibérica en 1492.

Ni como conversos eran dignos de confianza, los buenos cristia-nos españoles los llamaron “marranos”.

Y si siente curiosidad de saber si hubo un “marrano” en su ge-nealogía, hay una lista oficial de apellidos que los “conversos” to-maron cuando fueron “bautizados” y convertidos a “Cristo”.

Eso me recuerda un dicho que dice: “El que no tiene de Inga tiene de Mandinga” y yo le añadiría de árabe o sefardí, ¿qué le parece?.

Cuando los españoles llegaron a América, practicaron el genoci-dio y la esclavitud de los pueblos indígenas como una forma acep-tada de “civilizarlos” y convertirlos a la única religión “verdadera”.

Si le pusieron nombres bonitos a sus acciones, como las enco-miendas indígenas, o la conversión de las pobres criaturas paganas, etc.

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No por eso se oculta lo que pasó en la América Colonial. Y conste, yo tengo ascendencia española por parte de mis dos

progenitores, por si acaso. Y para minimizar el golpe, fueron todos los imperios coloniales los que se portaron de la misma forma.

Lo que no se pensó en este momento, era que la conversión for-zada de los pueblos indígenas, iba a activar la Cuarta Regla de supervivencia Necda.

El sincretismo religioso.

Los indígenas americanos, ocultaron bajo las faldas de las Dei-dades extranjeras a sus propios Dioses.

Y adorando a las nuevas divinidades, continuaron sirviendo a sus antiguos Señores, solo que con nuevos nombres y caras. Super-vivencia necda en funciones.

Y hoy en día, esto sigue funcionando, pero con el tiempo se han “olvidado” los orígenes de algunas de las costumbres y ceremonias que se realizan en los diversos países americanos con respecto a la religión oficial.

Los esclavos africanos traídos a América, forzados por sus amos a abandonar a sus antiguos dioses y convertirse a su religión, termi-naron por formar sus propias versiones de “cristianismo”, en mayor grado en las naciones del Brasil, Cuba, Haití, y Republica Domini-cana y en menor grado en los estados sureños de EEUU.

Candomble, Voo Doo, Vudu, Santería, Culto Yoruba, Espiri-tismo Brasileño, Orishas, ¿le parecen conocidos estos nombres?

Todos son soluciones a la conversión forzosa de los esclavos africanos a la religión “verdadera”. En los estados sureños, de EEUU, no se originaron sincretismos tan fuertes.

Pero el Pentecostalismo ganó una gran fuerza por la adhesión de la población afroamericana y su particular manera de adorar. Los Spirituals y Gospels, son de origen afroamericano.

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Las danzas emocionales de las iglesias formadas por los anti-guos esclavos son la clave para los cultos evangélicos no tradicio-nales que hoy proliferan en América Latina.

Pero queda una vergonzosa verdad. Los estados sureños, justifi-caron la esclavitud de los negros con la Biblia en la mano. Usaron pasajes de la escritura para demostrar que Dios aprobaba seme-jante estado de esclavitud. O sea LA BIBLIA ES LA PALABRA DE DIOS.

Me perdona, pero creo que ya es hora de crecer. Cuando el Se-ñor Jesucristo nos dijo que La Verdad nos haría libres, no nos advir-tió lo doloroso que es dejar las necdades atrás.

Pero todo esto es historia, ya hemos evolucionado, esas cosas ya no existen en nuestra moderna sociedad. Hemos crecido.

Nos respetamos mutuamente en nuestras creencias, no odiamos por causas religiosas, no obligamos a nadie a seguir nuestras doc-trinas, somos tolerantes con los que no son de nuestra fe. ¿Verdad?

Y en cuanto a la palabra conversión, debiéramos tener cuidado cómo la usamos.

Porque una cosa es realmente convertirse al Señor Jesucris-to en el caso de nosotros los cristianos, y otra cambiar de reli-gión, que no es lo mismo.

En el caso de nosotros, en América, tenemos un fenómeno muy interesante en el cual casi nadie piensa.

Normalmente, por lo menos el 95% de la población en cuanto a religión, es cristiana de una u otra forma.

O sea, todos tenemos la misma plataforma, todos aceptan la autoridad de la Biblia, y por eso es relativamente fácil predicar la palabra.

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Todos conocemos mal que bien los hechos principales de las escrituras, así que mucho de lo que llamamos conversiones, son simplemente traslados de una forma particular de cristianismo a otra forma particular de cristianismo. ¿Duele, verdad?

Pero es la simple verdad.

En América Latina, al menos el 80 por ciento del pueblo evan-gélico fue católico en algún momento de su vida y el resto lo es por nacimiento, y en América del Norte, al menos el 80 por ciento de los católicos han sido protestantes en algún momento de su vida y el resto por nacimiento. ¿Nota algo en esta información?

Se lo voy a poner fácil. En donde la religión Católica es la predominante, los conver-

tidos son a la religión Evangélica. Y en donde la religión Evangélica es la predominante, los con-

vertidos son a la religión Católica. ¿Me puede explicar por qué?

Para contestar la pregunta de por qué alguien se “convierte” a otra religión que no es la de su nacimiento, es necesario analizar las etapas de “vida” de todo movimiento religioso.

Estas etapas pueden ser de algunos años, o cientos de años, pero son normales a todas las manifestaciones espirituales humanas.

Toda forma de religión tiene un nacimiento, una etapa de creci-miento, un período de madurez, un periodo de sana vejez, un perío-do de senilidad, y tarde o temprano muere.

Puede dejar descendientes, pero cada uno de sus descendientes cumplirá las mismas etapas de la original. Y a su vez morirá en algún momento futuro.

Los Shakers ejemplifican muy bien estas etapas. Por lo común lo que prolonga la vida a un movimiento religioso son los naci-mientos.

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Y como ellos practicaban el celibato absoluto, la secta se murió de adeveras. Por cierto hay un poblado Shaker, que es un museo de su secta. Museo de la Extinción lo llamaría yo.

Las verdades inmanentes son eternas, pero no son de la exclusi-va pertenencia de un movimiento religioso específico.

Y se interpretan de muchas maneras. Las verdades permane-cen, los movimientos no.

Y aunque algunas tengan miles o cientos de años de existir, to-das han cumplido las diversas etapas de nacimiento, crecimiento, reproducción y, bueno, dejemos lo último para más tarde.

Porque están los Zombis, y cuesta saber realmente si ya están… o todavía no.

Si quiere estudiar los periodos de crecimiento de las religiones aplicadas al cristianismo, lea en Apocalipsis los mensajes a las iglesias.

Mírelas con nuevos ojos, son muy edificantes las conclusiones que se sacan.

Y como ve, no es que yo sea un Master, sino un simple obser-vador.

A veces lo que creemos es una religión milenaria, en realidad es una recién nacida, basada en costumbres antiguas, pero con una nueva forma de ver las verdades inmanentes, que puede poseer has-ta el mismo nombre, pero para que me entienda la idea, le presento a José abuelo, José padre, José hijo, y el José junior, que aunque se llamen igual no son la misma persona. Ni tienen la misma edad, ni las mismas profesiones ni las mismas ideas.

Una ley de la vida de las religiones, es que cuando llegan a un estado de vejez se estabilizan y pierden mucho de su agresividad, en el buen sentido de la palabra, que significa sentir la obligación de llevar su mensaje a todo el mundo.

Dejan su crecimiento a los nacimientos que normalmente ocurren dentro de su congregación.

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El cristianismo es una religión agresiva, significando esto que siente la obligación de llevar su mensaje a todo el mundo.

Y todos los particulares sabores del cristianismo tienen esto como la meta principal de su accionar en el mundo.

La agresividad más fuerte, se encontrará en los nuevos cultos que van apareciendo a través del tiempo.

Otra religión particularmente agresiva es la musulmana, y en el caso de algunos de sus movimientos esta agresividad es absoluta, llegando a la Guerra Santa contra todos los infieles.

Los cristianos ya han superado esta etapa, pero sí pasamos por ella, sino estudie las Cruzadas, El Santo Oficio, las guerras entre católicos y hugonotes, y la persecución de católicos por la religión Anglicana y Enrique VIII, estos son solo algunos ejemplos.

En cuanto a los musulmanes, en los grupos extremistas, han uni-do la Primera Regla con la Doceava Regla.

Lo que si no comprenden, es que al hacerlo comienzan a activar otra regla perteneciente a las religiones y los grupos étnicos:

“Cuando un grupo por su naturaleza particularmente agresiva pone en peligro la supervivencia física y filosófica de los demás grupos o movimientos políticos o religiosos, lo que logra es que todos olviden sus diferencias y se alíen para lograr la eliminación del grupo en cuestión. Mientras el peligro permanezca, todas las diferencias son obviadas y dejadas de lado. Los grupos aliados no se deten-drán hasta lograr la exterminación del grupo agresivo o al menos su desactivación a un nivel que dejen de representar un peligro para el resto.Una vez que el peligro pasa, las diferencias vuelven a cau-sar la disolución de la alianza.”

Últimamente las religiones no convencionales como el hinduis-mo en la persona de Krishna, han comenzado a dar indicios de agre-sividad al comenzar a difundir sus creencias.

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También es un fenómeno normal que las religiones tengan descendientes, esto es: cultos que saliendo de la religión primaria tienen las mismas bases doctrinales con algunas variantes que se consideren tan importantes que ameriten la separación de la rama principal.

A diferencia de lo que sucede en la vida de las especies, en que los progenitores buscan proteger y cuidar de su descenden-cia, LAS RELIGIONES TIENDEN A ATACAR, DESTRUIR Y ELIMINAR A SUS DESCENDIENTES.

La posibilidad de supervivencia de un descendiente está en razón inversa al poder que presente la religión primaria.

Esto es, una religión con mucho poder político y religioso pue-de eliminar en forma efectiva a cualquier descendiente, la fórmula matemática es: a mayor poder del progenitor, menos posibilidades de supervivencia del descendiente.

Una religión en sus últimos estados de vejez, sin poder efectivo, no podrá hacerlo, y tendrá que soportar que un descendiente suyo la sobreviva.

El crecimiento de un descendiente esta al principio supeditado a la cantidad de individuos de la religión primaria que se pasen al nuevo culto.

Esto se debe a que cuando una religión presenta señales de ve-jez o senilidad, deja de cumplir las funciones espirituales que son necesarias para la buena salud de sus fieles. ES LA RAZÓN PRIN-CIPAL PARA UN CAMBIO DE RELIGIÓN.

Los fieles más antiguos no harán nada para pasarse a una nueva versión de su religión, ya que aunque la antigua no llene ya sus ex-pectativas espirituales, su área de confort si continúa siendo llenada.

LOS MIEMBROS MÁS JÓVENES DE LA RELIGIÓN PRIMARIA SON LOS MEJORES CANDIDATOS A EMI-GRAR HACIA EL NUEVO DESCENDIENTE.

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Las diferencias entre los descendientes y la religión progenitora pueden ser mínimas y más que todo cosméticas, en este caso, pue-den ser una estrategia de la Progenitora para mantener la fidelidad de los fieles, y no se deben de considerar un verdadero Descendien-te. Y eso se muestra en que la progenitora no lo perseguirá, sino que le va a dar su apoyo.

Es como cuando un adulto casi mayor, se deja crecer una coleta, se compra un carro deportivo de dos asientos, y se pone unas ber-mudas para hacer parecer que los ya son todavías. Lo que no quita que sea un viejo jugando de joven.

Hay religiones que imitan a la competencia exitosa en coritos, cultos y acciones, pero siguen siendo realmente la misma cosa, más de lo mismo.

Un Descendiente real, presentará algún punto tan diferente a la Progenitora que lo hará incompatible con la Religión Pri-maria.

Con el tiempo estas diferencias pueden hacerse mayores, en es-pecial si hay revelaciones o apariciones en el camino.

Pero cuando esto sucede, por lo común determina que el descen-diente tenga otros descendientes.

Y si esto pasa, el nuevo culto será perseguido por la primera descendiente y la religión primaria, ya que en esto si van a estar de acuerdo.

Si una descendiente logra sobrevivir lo suficiente para al-canzar un grado de madurez, puede llegar a ser aceptada por la religión progenitora como una más de las opciones válidas.

En este caso, podrán hacer alianza para eliminar a los nue-vos descendientes de ambos cultos.

Si quiere le pongo nombres a las religiones primarias y a sus principales descendientes, pero creo que ya usted ha comenzado a hacerlo.

Y va contra mi espíritu deportivo quitarle la diversión.

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Otro punto que se puede añadir al nacimiento de las re-ligiones primarias es que todas están basadas en apariciones, actos milagrosos y revelaciones que NO SON DE ESTE MUN-DO, dadas a unos elegidos para ser difundidas al resto de la humanidad.

AL PRINCIPIO, Y COMO FUENTE DE AUTORIDAD PARA QUE LOS ELEGIDOS SEAN CREÍDOS, ACTOS DE PODER (MILAGROS) SEGUIRÁN A LAS PREDICAS, ES-TOS ACTOS DE PODER IRÁN DISMINUYENDO CONFOR-ME LA RELIGIÓN SE ESTABILICE.

Quiero destacar la frase NO DE ESTE MUNDO, y vea que me

cuido mucho de NO decir EXTRATERRESTRE. Porque lo que estoy definiendo no tiene nada que ver con hom-

brecillos grises, de grandes ojos almendrados, o la tripulación de enormes y rubios alienígenas de naves extraterrestres.

Hay algo aquí más profundo que el culto a los OVNIS.

La realidad de tales manifestaciones se debe de dejar al ámbito de la fe, ya que no pueden ser probadas por ningún método cientí-fico.

Y normalmente los que fueron testigos de tales portentos ya no están para poder ser interrogados.

Pero le tengo una premisa, no deseche la posibilidad de que tales portentos sean manifestaciones reales de seres NO de este mundo.

Como un ejemplo de que significa “fuera de este mundo” le pon-go la parábola del celular.

Si usted llama o le contesta la llamada a un primo que vive en su mismo país, eso es una llamada local.

Si resulta que su primo vive en otro país es una llamada inter-nacional.

Si resulta, a pura ciencia ficción, que su primo vive en marte, es una llamada extraterrestre.

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Si vive en un exoplaneta alrededor de otra estrella, es una lla-mada estelar.

Si da la casualidad de que vive en otra galaxia, es extragaláctica. Pero sin importar de donde se llama, todos estos lugares es-

tán dentro de este Universo. EL UNIVERSO DEL QUE SO-MOS PARTE.

Si la llamada se origina en Otro Universo, es una llamada ultra dimensional, y eso es lo que yo llamo fuera de este mundo. ESTA-MOS HABLANDO DE OTRAS DIMENSIONES.

Ahora, aunque acepto que El Creador busca activamente comu-nicarse con nosotros, las experiencias de revelaciones, apariciones y mensajes de “seres no de este mundo”, se deben de tomar con precauciones extremas.

Porque en cuanto a Universos, criaturas conscientes capaces de auto conocerse y con libre albedrío, nosotros no somos su primera opción.

Hubo otros antes que nosotros. Cuando podemos interac-tuar con estos seres, los llamamos ángeles, ángeles caídos, espí-ritus inmundos, apariciones, etc., etc.

ADVERTENCIA: NO TODOS ESTOS SERES TIENEN

MUY BUENAS INTENCIONES CON RESPECTO A NOSO-TROS.

En cuanto a todo esto, es mejor aplicarles un filtro escritural: Gálatas 1: 6 al 91 Juan 4: 12 Corintios 11: 13 al 15Mateo 24: 23 al 26 o sea, queda bien advertido para que no se le resbalen los pies.

Y en cuanto a los ángeles yo no sé por qué en la cultura occiden-tal siempre se los pinta con alas. Que aparte de ser muy incómodo vestirse con semejantes adminículos, no les sirven para volar.

Y en la Biblia, nunca se les describe con semejantes “flight packs” en la espalda. Pero que se ven bonitos eso no lo puedo negar.

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Últimamente he visto demasiados mensajes divinos, cultos a los ovnis, cultos a los ángeles y hasta cultos satánicos, para no preocu-parme bastante por los seres humanos.

Tengo que aceptarlo, en cuanto a su capacidad de creer, los NECDAs son impresionantes.

Y si usted no adquiere conocimiento verdadero, puede terminar muy mal en la eternidad.

Y cuando se está en esta situación no hay vuelta atrás. Una vez muerto, usted cosecha lo que sembró.

Ahora, yo no soy la pomada canaria. Busque usted mismo el conocimiento que le puede dar la oportunidad de salir bien parado para la eternidad: Jeremías 9: 23 al 24.

FlatLand y A-Cuadrado

En 1884, Edwin A. Abbot escribe un pequeño libro: “Flatland: a romance of many dimensions”.

Le recomiendo que lo lea. Si lo busca en español, y yo lo busqué como loco, se le conoce como Planolandia.

El personaje de este libro, A-Cuadrado, vive en un mundo de dos dimensiones. Su vida entera se desarrolla en las dos dimensio-nes ancho-profundidad. (Para los que les gusta los programas 3D, las dimensiones X, Y.)

Realmente era una parodia de la vida victoriana, pero este ca-ballero estableció las bases de la comunicación interdimensional.

Sin querer queriendo presentó el problema de comunicación que tendrían seres con diferentes parámetros dimensionales.

Y la dificultad de poder probar la existencia de un ser de una dimensión distinta a la que habita este personaje.

Cuando A-Cuadrado, conoce a Esfera, LA ESFERA, para ser más precisos, no puede entender la solidez de tal ser. Para él, lo único que puede distinguir de esfera, cuando esta interactúa con su

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universo es una línea que se hace más grande o más pequeña, y que es capaz de desaparecer y aparecer en cualquier lugar de su casa.

Tampoco puede entender como la Esfera, es capaz de ser om-nisciente, ya que todo lo puede ver, hasta las partes internas de A-Cuadrado.

Y es capaz de aparecer y desaparecer en lugares cerrados, como si no existieran las paredes.

Para A-Cuadrado, no existe lo alto y lo bajo. Le está vedada la tercera dimensión, por lo tanto un ser que habite un universo de tres dimensiones no puede existir. (Para los que gustan los programas 3D, la dimensión Z). (3D = X,Y,Z)

Cuando le es revelado el universo tridimensional, y trata de pre-dicarlo a su gente, termina en la cárcel, como un loco de remate.

El problema que presenta este libro, muy apreciado por los fí-sicos teóricos, es el hecho que queramos o no, en este universo que vivimos, todos somos como A-Cuadrado.

NO PODEMOS CONCEBIR OTRO UNIVERSO MULTI-DIMENSIONAL DIFERENTE AL NUESTRO.

Somos Necdas, para ser más preciso, en cuanto a lo invisible. Todos vivimos en Planolandia, sin saberlo.

Cuando se nos presenta por primera vez la idea del Hipercubo, (Tesseract) sufrimos un cortocircuito intelectual.

Al menos yo lo sufrí, y cuando pedí que me enseñaran uno, me informaron que solo podían mostrarme su sombra en este universo 3d.

Y que debía por fe, creer que tal objeto podía existir en un Uni-verso 4d. La realidad es que me quedo lelo.

No podemos concebir un universo de 4 o 5 dimensiones. Aun-que lo tengamos al lado, no lo podemos ver, ni tocar, ni interactuar con él.

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Y si esto es científicamente correcto, dígame cómo podemos actuar con una Criatura Multidimensional, capaz de crear un Universo, y al que llamamos Padre. 1 Timoteo 6: 13 al 16

¿Y cómo puede semejante ser comunicarse con nosotros de manera que le podamos entender?

Esto es un artículo de fe. Y algo personal.

Talvez la muerte sea una forma traumática de acceder a otras dimensiones. No me preocupa mucho este asunto, ya que tarde o temprano lo sabré. Realmente espero que sea más tarde que tem-prano.

Últimamente los físicos teóricos y nosotros los religiosos hemos llegado a un punto en común.

Para que sus teorías y ecuaciones sean aceptadas, lo tienen que hacer por fe.

Ya que no existe todavía un protocolo aceptado de experimentos que puedan probar la certeza de sus teorías en cuanto a las Cuerdas, Supercuerdas, Membranas y Multiversos.

Todavía no, al menos. Y cuando lleguen a tenerlo, puede que se encuentren con el que menos quieren conocer: Al Creador.

¿No sería esto una ironía?

Ahora, en cuanto a nuestro universo, realmente vivimos en un Universo Tetra Dimensional. Tres dimensiones espaciales, y una di-mensión temporal.

Considerar el Tiempo como una Dimensión, es correcto y ne-cesario para nuestra existencia. Eso si, puede existir una cuarta di-mensión espacial.

Para nosotros el Tiempo es un vector en un solo sentido, pero científicamente y matemáticamente, es posible cambiar la dirección del tiempo.

Se puede ir hacia atrás y hacia adelante. O SEA, PARA UN SER EXTRA DIMENSIONAL, EL

TIEMPO DE ESTE UNIVERSO NO TIENE PRESENTE, PA-SADO NI FUTURO.

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¡Me encanta la ciencia cuando me da fundamento para creer en un Dios fuera del tiempo y de mis dimensiones!

La cuarta dimensión espacial, puede ser entendida, más o menos por nosotros. Y de paso, hay una geometría Tetradimensional que trata sobre formas de este universo. Teóricamente, ya que no pode-mos tener tales objetos en Nuestro Universo Tridimensional.

Los físicos teóricos, consideran que para lograr que sus ecua-ciones den resultados lógicos, es necesaria la existencia, no de 4 dimensiones, ni cinco, ni seis, sino de ONCE dimensiones. 10 di-mensiones espaciales, y una dimensión temporal.

Y hay cosas tan increíbles cuando se escuchan nociones de la mecánica cuántica, que me dejan lelo, que le cuento.

Cuando por primera vez se me explico qué era un “Entrelaza-miento Cuántico”, la verdad no lo podía creer.

Dos partículas que actúan como una sola, lo que se le hace a una instantáneamente se refleja en la otra, sin importar la distancia que las separe, aun contra la ley del límite de la velocidad de la luz.

Es algo inexplicable, pero comprobado experimentalmente. Mi-lagroso, es la palabra.

Vivimos en un universo complejo y lleno de sorpresas. Lo más interesante de todo esto, es que si se pone a pensar, muchas de las cualidades de la Deidad, pueden ser explicadas por las nuevas teo-rías de física avanzada. Lo milagroso puede tener fundamento ma-temático.

Cuando Esfera le quiere explicar a A-Cuadrado el universo 3D.

Cuando en Planolandia, Esfera le quiere explicar a A-Cuadrado, como es su mundo, se encuentra ante un problema insoluble.

Su lenguaje no tiene sentido para un habitante de Planolandia, fracasa en forma completa al tratar de predicar su evangelio del 3D a este particular universo.

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Quiero que se ponga usted en el lugar de Esfera; cómo explicar lo que es un sólido a un ser que vive en un universo plano.

Por la especial estructura mental de A-Cuadrado, éste no puede concebir la tercera dimensión. Y Esfera no existe realmente para él.

El mayor problema de Esfera es que no existe ninguna forma en que pueda habitar en semejante mundo.

Ni su plano de conocimiento puede llegar a ser comprendido por los habitantes de Planolandia.

ESFERA NO PUEDE VIVIR EN PLANOLANDIA.

Puede interactuar con ellos, pero como es un sólido, su presen-cia en este mundo solo puede ser considerada como algo extraño, fuera de ese mundo, y presentará poderes cuasi divinos.

Y su forma real no podrá ser comprendida. Si su mensaje es aceptado, tiene que ser interpretado o mal in-

terpretado a las dos dimensiones de los habitantes de tal universo.¿Entendido?

Y si en vez de Esfera, el nombre de este personaje fuese Dios, o cualquier otro que los que han tenido que interactuar con Él le quieran poner.

¿Usted cree que le sería más fácil comunicarse con nosotros que

a Esfera con su particular universo?¿No cree acaso que mal interpretaríamos su mensaje, y no po-

dríamos realmente entender las cosas de ese Universo donde real-mente vive?

O sea, bienvenido al universo NECDA. Isaías 55: 8 al 9.

No que no lo haya intentado: Hebreos 1: 1 al 3

Y es muy posible que lo haya intentado con otros pueblos, otros pensamientos, otras maneras.

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Pero el mensaje más claro, por lo menos para mí, está en las Sagradas Escrituras, la Tanakh.

Y por inferencia, como resultado de la presencia del Señor Jesu-cristo en este mundo, el Nuevo Testamento.

Pero tengo que comprender que para otras culturas, lo que he dicho no puede ser aceptado sin reservas.

Ya que ellos tienen sus libros que consideran son inspirados por Dios.

Y esto determina algo importante para los cristianos. Hay otros libros que son considerados inspirados por la Divini-

dad dependiendo de la cultura o particular fe que siguen, y que no todo el mundo va a reconocer la autoridad de la Biblia como palabra inspirada por Dios.

No trate de convertir a un judío ortodoxo usando pasajes del Nuevo Testamento, ni mucho menos le diga que eso es la Palabra Inspirada por Dios.

La única palabra inspirada por Dios que él reconoce es el Anti-guo Testamento.

Cuando el Apóstol Pablo, que en sus inicios fue un judío or-todoxo y que nunca dejó de serlo, le dice a Timoteo que toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para redargüir, corregir y para instruir en justicia (2 Timoteo 3: 16 al 17) está refiriéndose especí-ficamente al Antiguo Testamento.

En este momento, Pablo no imaginaba que estaba aportando para formar el 51 por ciento del canon del Nuevo Testamento.

La doctrina cristiana, está basada casi en forma completa en los escritos Paulinos. Los escritos de un Doctor de la Ley.

Lo que no quita que para un judío, el Nuevo Testamento NO es palabra inspirada por Dios.

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Debemos aceptar que en cuanto a la autoridad de un escrito, todo queda supeditado a la aceptación de parte de los indivi-duos involucrados de su naturaleza revelada.

Preparando el terreno

El fenómeno de la dispersión del evangelio en los primeros años en el mundo antiguo es un ejemplo interesante de la reunión de un número de factores positivos que lo ayudaron a extenderse como fuego en un maizal.

Normalmente se refieren a estos factores como: la universalidad del imperio romano, que formaba un conjunto de naciones con un idioma común, legislaciones comunes, y estabilidad política.

La construcción de una excelente red de carreteras y la forma-ción de rutas marítimas libres de la actividad de piratas.

Y la relativa libertad religiosa que al principio amparó la difu-sión del nuevo mensaje cristiano.

Pero hay un punto que no he visto que se le dé la importancia que merece. Es la difusión de la religión judía por todo el imperio, el establecimiento de sinagogas en todas las principales ciudades que formaban el territorio unido por la Pax Romana.

Los judíos en este momento histórico, tenían la agresividad pro-pia de una religión madura. Y se habían propagado por todo el im-perio: Hechos 15: 19 al 21.

Así que las escrituras no eran desconocidas para los ciudadanos del Imperio Romano, más con la traducción de las mismas al len-guaje común del comercio e intercambio de las diversas nacionali-dades involucradas.

Esta traducción era la Septuaginta, y el griego era el inglés de la época.

Toda persona culta, sin importar a que parte del imperio per-tenecía, o el lenguaje local que utilizara, hablaba y leía en griego y en latín.

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No es casualidad que el Nuevo Testamento fuese escrito en grie-go.

Junto con la Septuaginta permitía a cualquier ciudadano ro-mano, acceder al mensaje del evangelio, y comprenderlo.

Sin importar su dialecto local, ni las costumbres propias del lu-gar donde vivía, había una plataforma común en que basarse.

La difusión del Judaísmo por todo el Imperio, allanó el camino a la predicación y aceptación del Evangelio en el mundo antiguo.

Porque el Cristianismo era la evolución del Judaísmo, venía di-rectamente del cumplimiento del Antiguo Testamento en la persona del Mesías.

Su mensaje estaba basado, arraigado, directamente en la Tanakh. 1 Corintios 15: 1 al 11. Juan 20: 30 al 31.El mensaje era que Jesús era Yeshua ha Meshiach.

Cuando se tiene una plataforma común, es muy fácil divulgar un nuevo conocimiento basado en la misma. Lo difícil es cuando la plataforma no es común a ambas partes.

Libros Inspirados por Dios

Lo que viene ahora, no es fácil de aceptar. Tenemos la tendencia a no aceptar nada que no esté dentro de

nuestros paradigmas. Todos eliminamos cualquier dato que no pertenezca a nuestros

parámetros aceptados como verdad revelada.

Encerrados en nuestro mundo particular, todo se convierte en ellos y nosotros. Nosotros los buenos, ellos los malos.

Y así vivimos cómodamente sin preocuparnos por los demás.Hasta que alguien, en este caso yo, viene y les encharca la can-

cha. Pero hasta para predicar la “verdad”, hay que conocer las otras

verdades, que remedio.

Así que permítame presentarle los otros libros inspirados.

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Los musulmanes: El Corán.En la cultura hindú: Rigveda, Yajurveda, Samaveda y Atharvaveda, el Mahabharata y el Ramayana, Bhagavad Gita y otros más.En América: Popol Vu, y otros más.Las mitologías griegas y nórdicas, entre otras.Los escritos sagrados del Budismo, en todas sus formas.Y si nos ponemos espesos con el Cristianismo: El Libro del Mormón, los Libros Deutero Canónicos, La tradición oral y escrita, Las Encíclicas Papales, Los Evangelios Gnósticos y todo esto unido con el Antiguo Testamento y El Nuevo Testamento.

Esto no es una lista exclusiva, apenas un inicio. Cuando de libros de inspiración Divina se trata, dependiendo de

cuál sea el grupo al que se pertenece, la lista se vuelve interesante.

Están los escritos del “Nuevo Mesías: Doctor Moon”, los es-critos de “Madame Blavatsky”, los escritos de la “Watch Tower”, “El Deseado De Todas Las Gentes”, “Dianética: La Ciencia Moderna De La Salud Mental”, ”Muchas Vidas, Muchos Maes-tros”, “La Sabiduría Eterna de los Ángeles” y otros más, para que nos vayamos haciendo a la idea.

Para el que sigue un culto particular, cualquier escrito puede ad-quirir naturaleza de inspiración divina, así que si de añadir nombres a la lista se trata; ¿Qué le parece “Las Mil y Una Noches”, “El Sil-marilion”, “El Señor de los Anillos”, “El Hobbit”, “Conforme a la Ley”, “Los cuentos de los hermanos Grimm”, “La Guerra de las Galaxias”, “Caperucita Roja”, “Las aventuras de Donald, sus sobrinos y el Tío Mac Pato”, los “Escritos del Elegido de Turno, o los Profetas, o Inspirados Divinos”, etc., etc.

Lo que presenta un gran problema. ¿Qué parámetros se pueden aplicar, fuera de toda influencia religiosa, que nos permita extraer el verdadero mensaje de un Creador, entre tanta abundancia escritural?

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Y como todos vivimos en Planolandia, y lo que se trata es de entender a un ser de otro universo multidimensional, cualquier cosa que hagamos estará coloreado por este desconocimiento de las otras dimensiones.

No podremos nunca conocer realmente la verdad absoluta ya que pertenece a otro mundo, sino tendremos conceptos oscurecidos por nuestra mente finita, simples acercamientos a lo real de este otro mundo.

En cuanto a mí, personalmente, sin ofender a nadie, ya que es MI PARTICULAR FORMA DE VERLO, todo este embrollo, que le advierto NO TIENE SOLUCIÓN CONOCIDA, como no sea exterminar al resto de los que no son de Nosotros, se resume en un punto muy simple.

De todos los mensajes posibles de la Deidad para este mun-do, el único personaje que puede presentar como prueba UNA RESURRECCIÓN para demostrar que viene de parte del Creador es el Señor Jesucristo.

Si otro puede hacerlo, me interesaría conocerlo.

Y si le cuesta creer que Jesucristo realmente resucitó, y quiere argumentos para negar esta resurrección, le voy a dar la lista de las opciones más conocidas, las cuatro mas lógicas. La de que los dis-cípulos y las mujeres se equivocaron de tumba es demasiado Necda para siquiera tomarla en cuenta.

Conste, ya yo pasé por eso, recuerde que lo que me impedía reconocer a Jesucristo como Señor era este problemita, así que se lo dejo a su conveniencia creerlas o desecharlas. “It’s yours to believe it or not”.

Aparte que se las voy escribir como si fueran temas para tiras cómicas, la realidad es que cada una ha sido tratada con toda la seriedad del caso en tratados, libros y escritos eruditos por parte de gente con altos conocimientos y títulos universitarios.

O por los Grandes Maestres del Conocimiento Esotérico. Así que si quiere la versión seria, hay literatura abundante.Estas son las opciones:

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Opción 1: Cristo nunca existió, es el invento de unos tipos que querían vivir como reyes a todo lujo (los discípulos y Pablo), e inventaron semejante mentira para embarcar a un montón de crédulos, cobrarles el diezmo, forrarse de ses-tercios y comprarse palacios, un yate y otros lujillos por el estilo. Que les fuera mal en el negocio, que se volvió muy rentable hasta siglos después, salados ellos.Opción 2: Cristo no se murió en la cruz. Aunque fue apa-leado, azotado, clavado en manos y pies, y atravesado por un lanzazo en el costado que lo más seguro le perforó los pulmones y el corazón, no se murió por nada de eso.Solo se desmayó, cuando los soldados lo bajaron de la cruz, no se dieron cuenta que solo había perdido el conocimien-to, ni tampoco José de Arimatea se dio cuenta de semejante detalle.Así que lo envolvió en los rollos de tela usados para el rito judío del enterramiento, con kilos de perfumes, y lo colocó en la tumba que cerró con una piedra de cientos de kilos de peso.En el transcurso de la noche del sábado, Jesucristo se desper-tó, y aunque había sido apaleado, crucificado y alanceado, como un antiguo Houdini, se deshizo de los lienzos que lo ataban. ¡Cha, cha, cha, chan!Luego como un Superman de la época, movió la piedra de la entrada, que dicho sea de paso estaba atrancada desde afuera con soberanas cuñas, y pesaba sus buenos cientos de kilos y salió.Se le enfrentó a un destacamento romano, de soldados alta-mente entrenados, armados con sus gladius y pilums, escu-dos y dagas, y como un antiguo Rambo y Bruce Lee, a mano limpia, los puso a correr.Luego de semejante ejercicio, seguro que se lavó en un ria-chuelo, se puso una túnica sacada de no se sabe dónde, y volvió a la tumba a tiempo para encontrarse con las mujeres y mandarles el aviso a los discípulos.Luego de darle las últimas instrucciones a sus muchachos se fue a la India y se convirtió en un Yogui famoso.

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Otra versión lo manda a Egipto, donde vivió hasta una edad madura, rodeado por sus hijos, nietos, y su amante esposa (¿Adivina con quién se casó? Comienza con M… )Opción 3: Los discípulos, los once, se vinieron de noche, y como un escuadrón Kamikaze se lanzaron al ataque del destacamento romano, que estaba formado por pobres solda-dos del mejor ejercito del mundo antiguo, mal armados con espadas, lanzas, escudos y dagas, y altamente entrenados en el ataque y defensa. Pobres soldados que sabían que si perdían al muerto, serían ejecutados en forma brutal.En una pelea soberana, en que ambos grupos no sufrieron bajas ni ningún tipo de heridas, hay más sangre cuando me afeito, los Rambos Israelitas pusieron a correr a los romanos. (“Están locos estos romanos”, comentario de Obelix) Y mientras los soldados corrían en estampida para informar a los sacerdotes sobre la garroteada que habían recibido, los discípulos abrieron la tumba, sacaron el cuerpo, y se lo lleva-ron para meterlo en el primer hueco que encontraron.Opción 4: Jesucristo nunca tuvo un cuerpo humano, era solo la proyección de un holograma por parte de seres de otro mundo. Un ser Astral. Por lo tanto, nada de lo que le pasó, le pasó. Todo lo que vieron los discípulos, los romanos, los judíos y cualquier otro, fue solamente una especie alucinación ma-siva. Nunca estuvo aquí, así que no se murió, y no resucitó. Todo es una gran mentirijilla de los extraterrestres o los avanzados de otros mundos. O sea, era un ángel disfrazado de humano.

Vea que ya lo ayudé a deshacerse del problemilla de la resurrec-ción. ¡Deme las gracias por lo menos!

Y si combina la opción 2 y 3, se vuelve más fácil no creer en la resurrección, por si quiere más ayuda.

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O si le da un poquito de más inteligencia a José de Arimatea que a los soldados romanos que conocían como era un muerto, éste le aplicó técnicas de resucitación a Jesucristo, y lo tuvo escondido hasta que se curó, y luego lo mandó a Egipto, etc., etc.

Le conviene deshacerse de la resurrección, y le recomiendo que lo haga bien.

PORQUE SI JESUCRISTO RESUCITÓ LA HUMANI-DAD VA A TENER PROBLEMAS, SERIOS PROBLEMAS.

Se lo voy a poner así.

SI CRISTO RESUCITÓLo que Él consideró palabra inspirada por Dios, y

su Persona, es la única fuente autorizada para repre-sentar las verdades de ese otro universo.

Todo lo que Él dijo sobre sí mismo, y lo que afirmó en cuanto a la salvación, es la única verdad que pue-de ser aceptada.

SI NO RESUCITÓCualquiera de los libros antes citados, incluyendo

al del Pato Donald, tienen la misma autoridad de ver-dad revelada y pueden ser verdaderos mensajes ultra dimensionales.

USTED ESCOGE

Cada quien debe de tomar una decisión, y una vez que la tome, debe de vivir en consecuencia a esta decisión.

Al final, cuando se llegue a ese momento único y personal, cuan-do se deje este universo de Planolandia, la verdad será revelada.

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Y en ese día, espero por el bien de cada uno de nosotros, que nos hayamos apuntado al libro correcto y a la persona correcta.

No se trata de que yo tenga la razón o usted tenga la razón. Hay leyes que gobiernan a este universo donde vive la Deidad,

ni siquiera Él fue capaz de brincarse esas leyes cuando se trató de nuestra salvación.

Pagó un precio muy alto para justificarnos.

Y si esto es cierto, yo no puedo armarme mis propios modos para cuando llegue el momento del gran salto.

Franz Reichelt creyó que podía hacer sus propias leyes en cuan-to la aerodinámica, cuando estuvo en el aire descubrió que estaba equivocado.

No sé lo que pensó cuando iba descendiendo hacia su muerte, pero si en algún momento le pidió a Dios que lo salvara de tocar el suelo a 120 kilómetros por hora, debió de aprender que LA LEY ES LA LEY.

Una vez en el aire, solo el suelo lo podía parar.

Esta es una simple verdad: Nadie está sobre la LEY, ni siquie-ra Aquel que la puso a funcionar.

Recuerde esas son mis ideas, queda libre de pensar lo que us-ted quiera.

Crecer es posible

Ahora, si quiere crecer para dejar de ser tan necda, le puedo dar algunos consejos.

Porque niños seremos hasta la muerte, pero hay niños y “niños”, bebes pequeños y niños mayores, y la ley natural es que crezcamos cada año un poquito más.

Pero crecer, me disculpa usted, no es aumentar de tamaño o de peso.

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Que un bebé de 2 metros que hace agugú, regurgita la co-mida y se hace en las mantillas no es mi idea de un crecimiento sano.

Y muchas de las iglesias que conozco, están cundidas de tales fenómenos.

La primera ley del sano crecimiento, la dio el Apóstol Pablo: “Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal”.

Y no, no le voy a decir en donde se encuentra, si usted cree que le voy a decir que se encuentra en Primera Tesalonicenses, capitulo cinco, versos veintiuno al veintidós, está equivocado, que no se lo debo de poner tan fácil.

Pero bueno, este consejo de Pablo, lo puede usted llevar a la práctica con una lista de lecturas obligadas para que desarrolle su capacidad de conocimiento y aprendizaje.

Cuando pasé por la U, el primer día de lecciones, los profes nos ponían una lista en la mano de todas las publicaciones que debía-mos tragarnos para el todo el trimestre. Y como los muy “tiernitos” creían cada uno que su materia era la única Coca Cola en el desierto, era una lista kilométrica.

Lo que quedaba era encontrar resúmenes confiables, para ver si se podía sobrevivir a semejante avalancha. Pero en este caso, los resúmenes no sirven, en especial los anotados y explicados.

Lista de lecturas obligadas para pasar de BB a NÑ, el orden no es lo importante, todos valen igual, para efectos de estudio:

El Antiguo Testamento El Nuevo TestamentoEl Libro del MormónLos Libros Deutero canónicos (si usted es protestante)El CoránEl Mahabharata y el Ramayana,

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El Bhagavad GitaLecturas de Buda, sobre todo Budismo Sen. Y cualquier otra publicación SERIA de cualquier movi-miento religioso que tenga visos de ser un intento respetable de definir las verdades inmanentes.

Repito que el orden no tiene importancia, la cosa es leerlos de verdad. Aquí no valen los resúmenes, es leerlos de verdad, y varias veces.

Y si se pregunta por qué se tiene que leer unos libros paganos si tienen las Sagradas Escrituras, recuerde que para un musulmán es EL CORÁN lo que es su Sagrada Escritura.

Y sin importar lo que usted quiera predicar, es de simple respeto conocer cuáles son las creencias de la otra parte involucrada.

Además recuerde la Primera Regla, un safis que tenga usted con el Corán en una nación árabe le puede costar la vida.

Es otro tablero, y otro set de reglas lo que usted enfrentaría si no se cuida de lo que hace.

Se lo voy a poner así, ellos si respetan su Libro Sagrado, no como nosotros que en cuanto a la Biblia, solo de vez en cuando le sacamos el polvo, o la vamos a buscar en el último rincón en que la tiramos.

O se la damos al nene para que pinte los muñequitos, o se la dejamos al gato para que se afile las uñas.

Es el problema de ellos y nosotros.

Y la razón por la cual actualmente, muchos humanos se andan matando los unos a otros.

Sobre ellos y nosotros.

Si se ha preguntado de cual color es la religión que profeso, le confieso que tengo muy poco desarrollado el sentido del gusto.

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Si me ponen a catar entre Coca Cola, Pepsi, y Big Cola, las tres me saben igual. Y si se trata de agua embotellada, todas me saben a agua.

Aquí entre nos, creo que todas son lo mismo, solo el envase y el precio es lo que cambia.

¡Y Gracias, Gracias, Gracias! Si ha llegado hasta aquí es porque me tiene paciencia.

Espero que el resto sea de su aceptación, o por lo menos aguan-table.

Y no, no le voy a decir el nombre de mi congregación. Que dicho sea de paso, sí se necesita tener un grupo que lo quiera y lo apoye a uno.

No deje de congregarse, somos seres gregarios, no nacimos para vivir solos.

Rodéese de gente que lo quiera, y que tenga ideas parecidas a las suyas.

Recuerde la Segunda Ley de Supervivencia Necda. Pero res-pete a los otros grupos, nadie está obligado a seguir su fe particular.

Y si usted considera deber absoluto hacer el trabajo de Dios y exterminar a los infieles, ya sea por eliminación o integración; ¿por qué no le deja ese trabajo a Dios?

Porque que yo sepa no está cuadripléjico para que otro le haga

sus cosas. Romanos 12: 19Jueces 6: 28 al 31Por la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortada la ima-gen de Asera que estaba junto a él, y el segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar edificado.Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho. Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba junto a él.

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Y Joás respondió a todos los que estaban junto a él: ¿Conten-deréis vosotros por Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que contienda por él, que muera esta mañana. Si es un dios, contienda por sí mismo con el que derribó su altar.

Eso no quita que usted dé su testimonio de las cosas buenas que Dios ha hecho en usted, eso hasta yo lo hago.

Lo que no hago es hacerle tragar a la fuerza mis particulares creencias a nadie.

Y por eso es lo de ¡Gracias, Gracias, Gracias!

Usted está leyendo esto por su propia voluntad, no lo obligo, ¿Cierto?

Pero si sigue leyendo, le voy a hacer una propuesta: trate de conocer realmente lo que piensan Ellos.

Esto le va a permitir dejar un mejor testimonio en el corazón de Ellos.

Porque si usted con cariño y respetuosamente da su testimonio a estos Otros, al menos tendrá alguna base en común para poder ser entendido.

Porque el conocimiento normal que tenemos de los Otros, es cuando uno de Nosotros escribe un libro sobre lo que creen Ellos y por qué están equivocados y se van a ir al infierno.

Y lo que Ellos conocen de Nosotros, es por medio de libros que uno de Ellos escribe sobre Nosotros para enseñarles lo que creemos y porqué estamos equivocados y por qué nos vamos a ir al infierno.

Y sí, esto es *Cantinflesco, aunque sea una gran verdad.*Cantinflear: Verbo intransitivo1: Hablar sin comunicar mensaje alguno ni cubrir el pun-to. También puede consistir en el expresarse con frases, o palabras incoherentes, incompletas o fuera de orden. Ámbi-to: México, Cuba, Chile, Costa Rica, etc.

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Y dígame como puede usted “convertir” a alguien que no com-parte una plataforma común a sus particulares ideas, si lo primero que hace es pisotearle su fe y sus creencias, y considerarlas como lo que usted sabe es una mala palabra para definir la comida pro-cesada.

Le voy a ser sincero, lo único que puede hacer que otro quie-ra saber algo sobre lo que usted cree es si su vida resulta tan interesante y atractiva que ese otro esté dispuesto a indagar porque usted es como es.

Y cierto, no se puede evitar majar cayos, cuando se trata de ex-presar nuestra particular fe. ¡Pero al menos pida disculpas! Y cuan-do sea a usted el que le majen los cayos, pues por lo menos conteste respetuosamente.

Todos vivimos en Planolandia, todos somos Necdas. Recuerde la Sétima Regla.

Si hemos llegado hasta aquí, en esta sana lectura, y todavía tenemos nuestra fe intacta, es hora que hagamos una consideración de qué es realmente lo que creemos.

Yo primero:

ESTA ES MI FECreo que este universo es la creación de un Dios de Amor:Hebreos 11: 3, Hebreos 11: 6, Juan 1: 1 al 5Creo que me amó en tal forma que entregó a su único hijo para pagar por mi rescate.Juan 3: 16 al 21 Creo que el Señor Jesucristo es mi Goel.Juan 11: 25 al 26, Hechos 4: 12Creo que soy salvo por su gracia, por el puro amor de su voluntad, no por obra alguna que yo haya podido hacer, por-que delante de Él nadie podrá gloriarse de que ha ganado su salvación por sus propias fuerzas.Efesios 2: 1 al 10Creo que en mi Señor Jesucristo habita la plenitud de la Dei-dad.Juan 12: 44 al 50, Juan 14: 7 al 12, Colosenses 2: 8 al 10

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Creo que mi Señor Jesucristo murió en la cruz, y que resu-citó al tercer día, primicia de los que durmieron. Y que vive por la eternidad.1 Corintios 15: 1 al 11Creo que he muerto a la Ley en la persona de mi Señor y resucitado juntamente con Él; y que mi vida está escondida juntamente con Él. La Ley ya no tiene poder sobre mí.Gálatas 2: 19 al 20, Colosenses 3: 1 al 4, Romanos 6: 1 al 11Creo que vendrá en Gloria un día y que establecerá su Reino de Justicia.Apocalipsis 22: 11 al 13 Creo que no debo de tener a nada ni nadie a la par ni delante de mi Señor. Que no debo rendirle adoración ni veneración de ninguna especie a ninguna persona o ángel, o espíritu. Sin importar quién diga ser, ni si es santo o pariente alguno, y eso incluye a su madre. Eso no significa ninguna falta de respeto, solo obedezco a lo que el ángel le dijo a Juan: Apocalipsis 22: 8 al 9 y lo que Pedro le dijo a Cornelio Hechos 10: 25 al 26 y lo que la misma Virgen María le dijo a los sirvientes en Juan 2: 5, y lo que el Padre ordena en Lucas 9: 34 al 35, y por lo tanto debo de obedecer a Jesucristo en todo.Porque mi Señor me enseñó que es el único camino al Padre, la única verdad, y la única vida eterna, y que es el único que fue crucificado para mi justificación y para permitirme tratar directamente con mi Padre Celestial. Y el único digno de ser adorado junto con el Padre. Juan 5: 19 al 23.Juan 14: 6, Hechos 4: 11 al 12, Hebreos 10: 19 al 23 1 Pedro 1: 17 al 23Creo que debo de hacer el bien, a todos, y a todas, en todo momento de mi vida, por amor a mi Señor, no para obtener la salvación, sino porque soy digno hijo de mi Padre:Hebreos 13: 15 al 16, Gálatas 6: 7 al 10, 1 Juan 3: 16 al 18 1 Juan 4: 7 al 21

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Esto es lo que creo, y mis obras deberán reflejar esta mi Fe.Esto es la repetición del artículo de fe que puse en “Sobre Ce-

bras y Murcielaguitos”, y como ve, es algo personal.

Haga un ejercicio, escriba algo parecido. Puede ser totalmente diferente a mi declaración, lo importante es vivir por la Novena Regla.

Y le tengo otro ejercicio: Imagine que un Gobierno Mundial, expide un decreto para la destrucción masiva de todos los libros considerados de Inspiración Divina, de todas las religiones. Como la tecnología avanza, no habrá oportunidad de esconder ningún es-crito. Todos van a desaparecer.

Así que la única oportunidad que queda, en el año de gracia que dan para la entrega de todas las escrituras consideradas santas, para todas las religiones, es lograr que sus fieles memoricen el mejor resumen de tales escrituras, para preservar la esencia de su fe.

Y cada grupo o religión, debe de establecer la lista, basados en sus libros Inspirados.

Nosotros los cristianos no estamos exentos.

Entre menos pasajes tengamos que memorizar, será más fácil lograr nuestro objetivo.

Así que establecemos un grupo de pasajes que consideramos esenciales para preservar nuestra fe.

Tienen que ser realmente relevantes para establecer nuestra fe común, no para pleitos de sectas versus sectas.

Tienen que ser fáciles de aprender, y llevar la esencia de lo que nos llevaría a estar con nuestro Señor en la Eternidad.

Son los únicos pasajes que podremos rescatar, todo lo demás será borrado.

¿Podría decirme usted, cuales serían estos pasajes?

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Yo puedo proponer una lista, pero usted si es cristiano debe de proponer la suya.

Tenemos solo un año, no estamos para desperdiciar el tiempo en pleitos inútiles, solo nos queda hacerlo bien.

Esta es mi lista de sobrevivencia:

ÆÆ Deuteronomio 5: 6 al 21ÆÆ Salmo 15ÆÆ Miqueas 5: 2ÆÆ Isaías 9: 6 al 7ÆÆ Romanos 6: 23ÆÆ Juan 3: 16ÆÆ Hechos 4: 12ÆÆ Romanos 10: 8 al 13ÆÆ 1 Corintios 15: 3 al 8ÆÆ Apocalipsis 22: 12 al 13

Esto le puede parecer de ciencia ficción. Pero a como están las cosas, puede volverse en cualquier momento una angustian-te realidad.

Con esto estoy llegando al final del escrito.

Todos, la humanidad entera está en la misma situación, todos tenemos que tomar opciones, todos debemos de tomar decisiones que nos van a afectar mientras vivamos.

Todos moriremos, ateos, escépticos, religiosos, nosotros y ellos, buenos y malos. No conocemos realmente lo que nos es-pera.

Como la monja budista debemos confesar la única realidad so-bre lo que conocemos sobre el cielo y el infierno:

En cuanto al más allá: Nadie ha estado ahí y ha vuelto para contarlo.

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Todo lo que sabemos del cielo y el infierno tiene la misma autoridad que mis creencias en el niño Dios y santa Claus.

Esto es la simple verdad. Puede que sea verdad lo que yo o usted creemos, existe esa po-

sibilidad. También que nada nos espera luego de esta vida, esa es otra

posibilidad. Pero es mejor irse de aquí con la satisfacción del trabajo

bien cumplido que con la frustración de haber desperdiciado la única vida que conocemos.

Puede que detrás de nuestras creencias exista una simple verdad que tiene que ser reconocida en otro universo, y en otro tiempo. Si es así, allá nos vemos.

La única verdad absoluta, para toda la humanidad, es que todo ser humano que nace, tarde o temprano va a morir.

El único tiempo válido que nos queda es esta vida.Eclesiastés 3: 14 al 22

Vivamos pues por la Novena Regla, es todo lo que podemos hacer.

Lo dejo con las palabras de la persona a quien le he puesto mi confianza, al que yo le entregado mi vida, si usted tiene a otro, pon-ga aquí las palabras de su dueño.

Mi Dueño Dice:

Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura;

la noche viene, cuando nadie puede trabajar.Entre tanto que estoy en el mundo,

luz soy del mundo.Juan 9: 4 al 5

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Pruebas circunstanciales, testigos confiables.

La palabra fe, puede ser una espada de dos filos. La definición de Hebreos 11: 1 es bastante acertada. Pero:

¿Cuándo se puede considerar la fe como un problema, en vez de una virtud?

La respuesta está en a qué se le pone esta fe y por qué se la puede considerar como algo por lo que se pueda vivir.

Cuando por primera vez conocí sobre Franz Reichelt, pensé que no estaba en sus cabales cuando se lanzó de la torre.

Luego, cuando adquirí mayores datos sobre su persona, descubrí que ya había hecho otros experimentos y al principio habían funcio-nado. Tenía pues, algo en que confiar.

Pero su confianza era empírica. Nunca se detuvo a estudiar y aprender sobre los principios de la aerodinámica, ni permitió que nadie le hiciera ver donde podía estar equivocado.

Tampoco montó una serie de experimentos progresivos con mo-delos y pesos a tamaño real, a una altura como la de la Torre, para ver el resultado de sus ideas. Tal vez creyó que el único permiso que tendría para usar la Torre Eiffel era ese, había tardado un año para que se lo otorgaran, y por lo tanto tenía que aprovecharlo al máximo.

En todo caso, no escuchó a sus amigos, ni a los oficiales de la Torre, ni los fracasos anteriores que había tenido con muñecos, ni otros saltos que hizo que resultaron en una pierna quebrada.

Como el niño que después de ver a Supermán, imitando a su héroe, se lanzó desde el techo de su casa con una sábana ama-rrada a su espalda y terminó en el hospital, Reichelt creyó que podía manipular la realidad.

Cuando caía, descubrió que estaba equivocado, puso su fe en un traje que no podía llevarlo con seguridad a tierra.

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Su problema fue que aplicó la fe sin el conocimiento necesario para diferenciar entre lo que creía y la realidad científica de la gra-vedad, y las leyes de aerodinámica.

En cuanto a la religión, se nos dice que debemos tener fe, sin conocimiento real, y no procurar encontrar formas de probar si algo es cierto o falso.

Para dar un ejemplo, si alguien nos dice que Santa Claus, vive en el asteroide Ceres, el mayor cuerpo del cinturón de asteroides y que desde ahí hace sus incursiones navideñas, debemos creer por fe.

Ya que como no podemos probar que es un dato equivocado, debemos aceptarlo sin cuestionarlo, no dudando de tal revelación.

Ahora, aun sin poder probar que no es cierto, es de simple lógica reconocer que es un dato falso, y no se debe de actuar en la vida real aplicando esta información.

A menos que sea un niño de 4 o 5 años, que todavía no tiene la capacidad de discernir la realidad y acepta como real la información porque le es dada por una Figura de Autoridad.

Pero son muchos los dogmas de fe, que teniendo la misma au-toridad que el ejemplo anterior, se deben de creer por fe. Fe sin conocimiento.

Y lo único que se pone como prueba de la verdad del plantea-miento es la presencia de una Figura de Autoridad, sea que este viva o muerta, y esto sumado a la incapacidad de probar que no es verdad lo que se enseña.

Y el resultado de tal manera de pensar, en su punto más grave, se puede ver en los suicidios en masa de Guyana de los fieles del Reverendo Jim Jones, los suicidios de los creyentes de Puerta al Cielo, y los asesinatos de corte religioso que están a la orden del día con los movimientos radicales musulmanes.

Y en menor grado en el accionar de ciertos cultos y sectas, como por ejemplo los títulos de salvación a 2000 Dólares por certificado, validos por dos años, con la garantía de poner su nombre en el Libro de la Vida del Cielo y expedidos por un culto en particular.

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Todo esto nos dice que la fe, sin conocimiento para apoyarla, puede ser un ingrediente peligroso. En alguna manera, se debe de tener datos confiables, en los cuales basarse para depositar la fe en algo. Oseas 4: 6

Cuando se hace un juicio, los jueces saben que no todo testimo-nio es confiable.

En una corte, se aplican sistemas para separar los verdaderos hechos de los inventados.

Los jueces son *escépticos como parte de su profesión. Se basan en pruebas, testimonios fidedignos, cualquier forma de llegar a la verdad y a un veredicto justo.

*Nota: El escepticismo es una posición provisional a las afirmaciones. Es la aplicación de la razón a cualquiera y todas las ideas -no se permiten vacas sagradas. En otras palabras, el escepticismo es un método, no una po-sición. Idealmente, los escépticos no van a una investigación ce-rrados a la posibilidad de que un fenómeno pueda ser real o que una afirmación pueda ser verdadera. Cuando decimos que somos “escépticos”, queremos decir que debemos ver evidencia convincente antes de creer.

Cuando no hay forma de tener evidencia física, se recurre a las pruebas circunstanciales.

Y los interrogatorios en las cortes, buscan dilucidar la verdad de los hechos, en la boca de los testigos.

Y para esto, se necesita que los testigos sean personas confia-bles.

Cuando nuestra fe es puesta a juicio.

De todos los libros que se consideran de inspiración Divina, dos son los que se han visto más cuestionados.

No sé la razón de tal estado, pero los otros no son tan atacados como estos a los que me refiero.

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Estos libros son el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento.

Lo más increíble de todo es que los ataques más virulentos no provienen de extraños al cristianismo, sino de los mismos que se supone son parte de esta religión.

Estos dos documentos han ido a juicio más de una vez, y no espero que esto cambie en lo que va de este siglo.

Si usted es cristiano, y su fe se basa en la seguridad y confiabili-dad de estos textos que se consideran la fuente y razón del Judaísmo en el caso del primero, y del Cristianismo en el caso del segundo, debiera de estar preparado para presentar una defensa delante de cualquier corte sobre la autenticidad de los mismos.

Debiera de prepararse como un abogado defensor, y tener a la vista los argumentos, pruebas, y testigos que avalen la autenticidad de los textos. En cierto modo, es necesario ser escéptico en cuanto las escrituras, y ser capaz de sostener la fe con argumentos que se puedan sostener delante de una corte.

Y sí se puede. No completamente, ya que para los que quieran quitarse de encima estos textos sin importar las pruebas presenta-das siempre tendrán razones para desestimarlas.

Delante de las cortes, se pueden presentar al menos tres tipos de pruebas sobre la veracidad de los textos que componen la Biblia. El Antiguo y El Nuevo Testamento.

En el caso de este pequeño libro, no profundizaremos mucho en el tema, ya que hay muy buenos libros que lo tratan en forma impe-cable. Esto es solamente un intento para despertarle su curiosidad en la investigación por su propia cuenta.

Para los que creen que cuestionar los dogmas de fe, o los textos sagrados es una blasfemia castigada por Dios con el infierno, le pue-do decir con sinceridad que no se puede confiar en un edificio cuyos

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cimientos sean de material de tercera, o que no estén revisados por inspectores confiables.

Es la parábola de las dos casas edificadas sobre la roca y la are-na.

Pruebas históricas

Las fuentes históricas pueden usarse para autenticar los textos bíblicos. La Biblia está llena de referencias históricas, tanto el An-tiguo como el Nuevo Testamento, que pueden ser comprobados al hacer estudios comparativos de relatos de autores no cristianos, o las historias de los grandes imperios.

La Biblia es un documento creado durante un largo período de tiempo, por muchos autores, ubicados en una zona geográfica espe-cífica, y por lo tanto sujeta a comprobación de la historia común de esta área geográfica.

Cuando los judíos trataron de recuperar zonas actualmente de-sérticas, con un éxito sin precedentes, lo hicieron basándose en las referencias históricas del Antiguo Testamento.

Localizaron antiguos posos y cisternas, y los habilitaron de nue-vo, examinaron los tipos de plantas que la escritura había descrito se sembraron en estas zonas y volvieron a sembrar especies avala-das por el Antiguo Testamento. El Desierto del Negev, ya no es tan desierto.

Los evangelios son una fuente de datos históricos, que ayudan a ubicar el ministerio del Señor Jesucristo en el espacio y tiempo, bajo los reinados de los reyes Herodes. La figura de Pilatos es una referencia histórica confirmada.

Y la fecha en que gobernó en Jerusalén corresponde con la cro-nología de la vida y obra de Jesucristo. Flavio Josefo, menciona a Jesucristo en sus obras Antigüedades Judías y Guerras de los Judíos.

Esto es solo una lista de posibles fuentes de estudio.Como lo dije anteriormente, esto no es un estudio exhaustivo

sobre estos temas, pero le recomiendo que se preocupe por estudiar por su propia cuenta la abundante literatura escrita por serios histo-riadores sobre estos temas.

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Pruebas arqueológicas.

Con la arqueología bíblica, se debe de tener cuidado. Aunque hay descubrimientos que confirman relatos de las escrituras, el de-seo de parte de los creyentes de que todo sea verdad ha llevado a falsificaciones e interpretaciones sesgadas de descubrimientos de hace pocos años.

No debemos dejar que las falsas premisas opaquen los descu-brimientos que si son científicamente comprobables. Los manus-critos del Qumram, el papiro P52, el descubrimiento en el 2007 de la tumba de Herodes, son descubrimientos reales y de verdadera relevancia para la confirmación de la veracidad y confiabilidad de los textos bíblicos.

Un libro que puede ser de utilidad, aunque como siempre, le recomiendo precaución es: “Y la Biblia tenía razón” de Werner Ke-ller.

Le recomiendo, sea escéptico, investigue, compare, lea y escu-che a los que están a favor y los que están en contra. Luego como un buen Juez, dé su veredicto.

Un verdadero estudioso de la Biblia, debe de ser capaz de sacar la paja del grano: Hebreos 5: 11 al 14, Deuteronomio 29: 29.

Y lo otro, no permita que otro le haga la interpretación, procure primero llegar a su conclusión, y luego si da la casualidad que coin-cide con ese otro intérprete dese por satisfecho.

Nadie tiene la exclusividad de la verdad.

Pruebas proféticas.

En los 1800, siglo XIX, un movimiento cristiano sacó a la luz una serie de enseñanzas sobre las profecías del Antiguo Testamento con respecto a Israel.

La premisa para tales interpretaciones, se daba en tres puntos históricamente comprobables:

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1. Era literalmente imposible que los judíos volvieran a tener una nación en la Palestina, ya que nunca, por razones polí-ticas, étnicas, logísticas y de simple sentido común, podrían volver a tomar un territorio ya ocupado hace siglos por otros pueblos y establecer de nuevo un Estado de Israel.

2. La simple idea de que Jerusalén volviese a pertenecer a un hipotético estado judío como capital era ya de por sí ridícula e irrealizable. Estaba comprobado que los judíos jamás po-drían organizarse como un conjunto de población, y menos organizar un ejército que pudiera realizar semejante hazaña.

3. Aunque judíos vivían ya en la palestina, eran unos pocos y diseminados pobladores, y nunca podrían superar a los ver-daderos dueños de la denominada Tierra Santa. Y ESE ES-TADO DE LAS COSAS, NUNCA PODRÍA CAMBIAR. A menos claro, que ocurriese un milagro, que sinceramen-te era una imposibilidad. Los judíos habían salido de la historia, y nunca más tendrían un papel relevante en el cumplimiento de ninguna profecía bíblica.

Por lo tanto, para que las profecías no cumplidas con respecto a Israel contenidas en el Antiguo Testamento se cumplieran, era nece-sario interpretarlas espiritualmente y cumpliéndose en la Iglesia de Jesucristo. La Nueva Jerusalén Espiritual.

Ahora, como usted sabe, hasta esta fecha, esta “gran verdad” ex-presada por este movimiento religioso, sigue siendo absolutamente cierta, no hay un Estado de Israel, ni Jerusalén es su ciudad capital.

Todas las profecías de la vuelta a Casa, la restauración del pue-blo judío en su lugar, y la batalla final, cuando YHWH vendrá y peleará por su pueblo, jamás podrán cumplirse.

¿Verdad que sí?Le voy a dar dos fechas. Usted debe de saber qué significado

tienen.

1: 14 de mayo de 1948.2: 7 de junio de 1967

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Profecías “ya cumplidas”

Una de las principales acusaciones con respecto a las profecías contenidas en ambos textos, se basan en la premisa de la “profecía ya cumplida”.

Esto significa que los escritores de ambos textos, para confirmar la autenticidad de la palabra divinamente inspirada, modificaron los textos para hacer aparecer como que profetizaban en un tiempo anterior sucesos que ya habían pasado en el momento del escrito.

Por ejemplo, la destrucción de Jerusalén y el Templo por las tro-pas de Tito en el 70 después de Cristo. Marcos 13: 2, Mateo 24: 2.

Cuando los escritores de los evangelios escribieron estos pasajes ya había pasado en año 70, y sabían el resultado del sitio de Jeru-salén.

Y otras por el estilo en el Antiguo Testamento.

Lo cual puede ser muy cierto, excepto por Amós 9: 13 al 15, y este es un solo ejemplo, son demasiados los pasajes del Antiguo Testamento, desde el mismo Pentateuco, con estas profecías con respecto a Israel.

Pero claro, usted sabe que esta profecía de Amos es de las “ya cumplidas”, porque los judíos tomaron el texto santo, y lo modifi-caron hace unos poquitos años para que pareciera que esta profecía había sido hecha hace más de 2500 años.

Y lo hicieron para engañar a todo el mundo para que creyesen que el Antiguo Testamento es palabra inspirada por Dios. ¡Qué ver-güenza!

Y recogieron todos los textos anteriores, de todo el mundo, y los reimprimieron para que semejante mentirota profética pareciera verdad.

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Toooodas las traducciones de toooooodo el mundo, no se quedó ninguna que no modificaran.

Es creer eso o creer que hay un YHWH

que si conoce el futuro y que viene pronto a esta tierra.

USTED ESCOGE.

Pruebas testimoniales.

La confiabilidad de los testigos, en cuanto a pruebas circunstan-ciales, se basa en su vida y costumbres.

En el caso de un juicio, lo normal para la parte contraria cuando se presenta un testigo no es cuestionar si lo que dice es cierto o mentira. Lo normal es demostrar que el testigo es una persona cuya reputación deja mucho que desear.

Si se logra presentar una duda razonable sobre la integridad del testigo, o se logra demostrar que el testigo va a sacar una ventaja o ganancia por lo que está diciendo, no importa realmente su testimo-nio. Queda totalmente desvirtuado.

En el caso de los textos que estamos tratando, los escritores de los mismos no han tenido finales muy envidiables. Hebreos 11.

Los discípulos en el caso del Señor Jesucristo, terminaron en formas desagradables, y que yo sepa no se beneficiaron de la predi-cación del evangelio.

El mismo Señor Jesucristo, aparte de la resurrección, terminó bien feo.

No es normal que alguien ponga en peligro su vida a cambio de ningún beneficio.

Lo normal es sacarle el provecho al sacrificio.

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Esto es una prueba a favor de la confiabilidad de los testigos del Antiguo y Nuevo Testamento.

En cuanto a testimonios y testigos de la época de Jesucristo ha-bía dos tipos de personas cuya confiabilidad como testigos estaba al nivel de los perros. Los esclavos y las mujeres.

Si usted quería perder un caso, llevaba como testigos a mujeres o esclavos, eso era un acto de suicidio legal.

Se tenía como seguro que un esclavo era tan poco confiable que solo bajo tortura diría la verdad. En cuanto a las mujeres, se las tenía en tan baja estima, que ningún testimonio de su parte era considera-do confiable por las cortes.

Y uno de los datos que pueden darnos como resultado confiar en los relatos de los evangelios, es que si fueran inventados, a ningún autor se le ocurriría decir que fueron mujeres las primeras en ver al Señor Jesucristo resucitado, ya que era un suicidio legal. Eran las peores testigos que se pudieran conseguir para avalar tal evento.

Pero este es el caso, son mujeres los primeros testigos de la resurrección. Solo si este dato fuese cierto, estaría puesto en los evangelios.

La prueba de la veracidad de los relatos de los evangelios es que

no son versiones épicas de los supermanes discipulares y aposto-lares, sino los relatos de unos hombres llenos de dudas y defectos, unidos por una fe común y un Señor muy especial.

Hombres que a pesar de sus defectos, son capaces de llevar su convicciones a todo el mundo. Y de mujeres que en una época en que eran consideradas al nivel de los niños en responsabilidad y criterio, son elevadas a un papel preponderante en la historia del evangelio.

Sus vidas los hacen testigos confiables, todos ellos.

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Corazón de Potrero

Un compa del trabajo, de sobremesa, en esas sabrosas conver-saciones que se dan luego de un buen almuerzo me dijo con toda la seriedad del caso:

“Mi doña sabe que yo soy un marido fiel”.Creo que vio algo en mi cara, como que no le creía semejante

verdad. Ya que yo le conocía tres amantes oficiales y “N” cantidad de ocasionales. Y creyó conveniente aclararme el asunto.

“Mirá; yo respeto a mi doña, a ella nada le falta.” “Es más, ella sabe que la quiero, y que es la única Señora que

yo tengo.” “Las otras, bueno, es lo normal de todo varón que se precie.” “Hay siete mujeres para cada hombre en este mundo, tonto vos

si no aprovechás.”Y con una mirada beatífica, fuerte sonrisa, seguro de haber pro-

bado el punto, se echó hacia atrás y se escarbó concienzudamente las encías con un palillo de dientes.

Y no sé, la verdad responderle creo que no serviría de nada.

Pero me recordó a cierta nación que había hecho un Pacto De Exclusividad Con Su Dios Josué 24: 14 al 22, y luego le puso algunas compañías al lado para que no se sintiera solito. Jueces 2: 10 al 15

No que lo dejaran, siguieron cumpliéndole con todas las ce-remonias. Solo que como mi compa, le sumaron unos cuantos dioses y diosas más a la relación.

Aparte de YHWH, le rindieron culto a Baal, y Astarté. Y para que el primero no se sintiera discriminado, le pusieron

los altares de estos otros en su templo, para que todo quedara en familia. 2 Reyes 21: 1 al 9

Y llegaron al punto de creer que Baal y YHWH eran la misma cosa. Intercambiables. Oseas 11: 7, Oseas 13: 2.

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Y para que no les hiciera falta nada, comenzaron a adorar a todo el ejército del cielo.

Creyeron, porque Aarón se armó un Becerro de Oro, que esta fi-gura podía representar a YHWH, y que por lo tanto podían adorarlo en cualquier monte que se les ofreciera. 1 Reyes 12: 26 al 33

Porque si se lee correctamente que fue lo que pasó ahí, Aarón dijo: “Mañana será fiesta para YHWH”, (Hebreo original: Exodo 32: 5) identificando sin lugar a dudas a quién representaba el bece-rro.

¿No se da cuenta que Aarón era sumo sacerdote de YHWH, como cree que se le iba a ocurrir inventarse otro dios diferente al que ya servía? Exodo 32

Y luego se asombraron de que los profetas de YHWH, se que-jaran de semejante situación. Y lo peor, que estos profetas dijesen que Dios estaba harto de los sacrificios y fiestas que le hacían para tenerlo contento. Isaías 1: 10 al 17.

En cuanto la Reina del Cielo, puestos a escoger, la prefirieron a YHWH. Jeremías 44: 16 al 19

Pero consideraron que no estaban haciendo nada malo. Como mi compa, tonto vos si no te aprovechás.

En lugar de tener una sola opción en el cielo, lo mejor es tener muchas opciones, si una no sirve, quedan las otras, ¿verdad?

Ahora, cuando usted dice que es cristiano, no sé si se da cuenta que como los judíos en el libro de Josué, ha firmado Un Contrato De Exclusividad Con El Señor Jesucristo. Lucas 9: 23 al 26, Lucas 14: 25 al 26.

Se ha comprometido a tenerlo como único Señor. “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Mateo 6: 24

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La avaricia está considerada IDOLATRÍA: “Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia”. Efesios 5: 5 al 6.

Y LA IDOLATRÍA ES SIMPLEMENTE, EN RELACIÓN CON EL SEÑOR JESUCRISTO, LA PRESENCIA DE OTRA PERSONA O COSA ENTRE SUS SEGUIDORES Y ÉL.

NADA NI NADIE PUEDE COMPARTIR CON ÉL SU GLORIA.

NADIE PUEDE COMPARTIR CON ÉL SU SEÑORÍO.

Al igual que en el Antiguo Testamento, Adonay es Señor de Se-ñores y Rey de Reyes y no admite a otros a su lado como objetos de veneración u adoración. Isaías 43: 8 al 13.

Porque en la forma humana del Señor Jesucristo, habita la plenitud de la Deidad: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en Él Habita Corporalmente Toda La Plenitud De La Deidad, y vosotros estáis completos en Él, que es la cabeza de todo principado y potestad”. Colosenses 2: 8 al 10.

En Él está el mismo Señor ( Adonay) que le dictó las Leyes a Moisés en el monte Santo, Dios no puede ser partido como un queque en tres partes, es UNO, uno solo, sin importar la forma o personalidad con que se nos presente. Juan 14: 8 al 12.

Es por eso que en cuanto al Espíritu Santo, en los pasajes que se refieren a Quién está en nosotros, y de Quién somos tem-plo, no tienen problema de poner a cualquiera de las tres perso-nas de mi Adonay en éstos. 1 Corintios 3: 16, 1 Corintios 6: 19, Romanos 8: 9 al 11.

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Cuando Cristo cumplió su misión en la tierra, antes de la resu-rrección, en Él estaba el Adonay del Antiguo Testamento, una vez terminada, en su resurrección su cuerpo fue transformado a una nueva naturaleza:

“De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie cono-cemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconcilia-ción; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.”2 Corintios 5: 16 al 19

Una vez resucitado, todas las relaciones familiares dejaron de tener sentido. Esto es lo más difícil de entender. Mateo 12: 48 al 50.

Pablo como judío ortodoxo, no seguiría ni adoraría a ningún hombre, sin importar lo bueno que fuera.

Antes de conocer al Señor Jesucristo, ya había firmado un Con-trato De Exclusividad con el Dios de Dioses y Señor de Señores, su Adonay.

Y ese contrato, nunca, por ninguna razón, por ninguna per-sona, sería violentado.

No iba a poner su fidelidad en otro además de su Adonay, en cuanto a fidelidad, solo un Señor ocuparía su corazón: “Oye, Israel: YHWH nuestro Dios, YHWH uno es. Y amarás a YHWH tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas”. Deuteronomio 6: 4 al 5.

Esto es lo que repetiría dos veces al día, hasta el último de su muerte.

Así que saque sus conclusiones sobre a quién servía Pablo. Deuteronomio 6: 13 al 15.

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Si usted como mi compa tiene otros además del Señor Jesucris-to, tonto vos si no aprovechás, es muy posible que no tenga real-mente al Señor Jesucristo en su vida.

Porque en cuanto la señora del compa, la única vez que la oí opinar, no estaba de acuerdo con la filosofía de su marido, y la vi llorar a lágrima viva. Creo que nunca lo logró entender, la pobre.

Síndrome de Abstinencia

Nosotros somos expertos en el auto engaño. Tenemos miles de excusas y justificaciones en cuanto lo que amamos y lo que cree-mos.

Sinceramente yo no estoy capacitado para decirle si está equi-vocado o no.

Pero le puedo enseñar algunos síntomas que le pueden decir en donde está usted parado.

Si quiere contestar algunas preguntillas con toda sinceridad, y vea que es algo personal y completamente privado.

No necesita compartir con nadie sus respuestas.

Eso sí sea honrado, en el caso que se le pregunte a quién, ponga el nombre del verdadero personaje. No se me vaya por la tangente.

Estas son las preguntillas:¿El templo al que usted asiste a nombre de quién o en honor a quién fue construido?

¿Cuando usted va a ese lugar de adoración, por quién real-mente es que usted asiste ahí?

¿Quién es el mayor objeto de su devoción, sin el cual usted siente que no podría vivir?

¿En el caso de un apuro, esos apuros que solo se arreglan con un milagrito, a quién le pide ayuda realmente?

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¿Si hace peregrinajes, o romerías, por quién las está hacien-do, o sea a quién espera usted adorar o venerar cuando lle-gue?

¿A quién tiene usted en su casa, religiosamente hablando, para que lo libre de todo mal?

¿A quién, religiosamente hablando, le hace usted promesas para conseguir favores, y se las cumple sin falta cuando los recibe?

¿A quién le adjudica usted los mejores milagros de esta épo-ca contemporánea, y que en caso de necesitar uno, es al que buscaría para que se los hiciera?

En el caso de algunos, cuando su líder se va a pastorear otra congregación, ¿lo sigue usted o deja de asistir al templo don-de éste tenía su servicio?

¿Se emociona usted al extremo, casi a punto de enloquecer, cuando sabe que su principal líder viene a su país, y haría cualquier cosa para poder estar cerca, tocarlo, venerarlo o siquiera verlo a lo lejos?

¿No se pregunta nunca si lo que su líder enseña es correcto o no, sino que lo que él diga es santa palabra?

¿Cuál es el nombre de su líder; no le importaría si se lo cam-biaran por cualquier otro?

Si comienza a salir un nombre entre todas las preguntas, un nombre que se repite una y otra vez, téngalo guardado en su libreta de notas.

Ahora haga este experimento: Por una semana, a este personaje que le sale en la mayoría de

sus respuestas, no le rinda ningún tipo de adoración, consideración u homenaje, sáquelo de su vida.

Lo puede mencionar, pero no le dé ningún culto o le pida nada.

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Si necesita algo, use los otros canales. Si quiere adorar, use los otros canales.

Trate en todo momento de no darle ningún tipo de honra o veneración. Como si no existiera. No lo oiga, no lo vea, no le hable, no le preste atención en nada ni lo honre en nada.

Si su vida religiosa ya no tiene sentido, y lo que siente es un vacío profundo, una desesperación y un gran temor.

Si se siente desesperado, desamparado, siente la profun-da falta de este personaje en su vida y desearía estar me-jor muerto que sin su presencia.

Si al segundo día regresa como perro apaleado a su ve-neración, y le pide perdón millones de veces por aban-donarlo.

Lo que tiene usted en el sentido religioso es un síndrome de abstinencia.

ESTE PERSONAJE ES SU VERDADERO DIOS.

El nombre de su religión, realmente es el nombre de esta persona, esté viva o muerta.

Si usted es devoto del o lo que sea, ese es el verdadero nom-bre de su religión.

Si es el Señor Jesucristo este personaje, lo felicito, ya yo hice esta prueba.

Mi vida no tiene sentido sin su Persona.

Si es otra persona aparte de Jesucristo, y usted me dice que hay milagros portentosos que esta persona, viva o muerta, puede poner como prueba de que es realmente digna de su veneración, devoción

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y entrega total, lea por favor 2 Tesalonicenses 2: 8 al 12, Mateo 24: 23 al 24.

Si después de leer estos pasajes, sigue creyendo en esa persona, y la seguirá venerando, y su devoción seguirá hasta su muerte pues-ta en ésta, confirme que su religión se llama con el nombre de esta persona, sin importar cuál sea ésta.

Pero admita que usted no es cristiano, PORQUE PARA SERLO USTED DEBE DE FIRMAR UN CONTRATO DE EX-CLUSIVIDAD CON JESUCRISTO. Y una vez firmado, usted debe de cumplirlo en forma absoluta.

Jesucristo no le va a permitir tener una filosofía como la del compa.

Él es el único camino, la única verdad, y la única vida, nadie puede ir al Padre sino a través de Él.

Ahora, si cuando hizo el experimento, y escogió a ese persona-je, al final de cuentas ni le fu fu ni le fa fa.

Pasó la semana entera, y ni se enteró que le hacía falta, es más se sintió más libre, más tranquilo que cuando le rendía culto, entonces es más difícil llegarle a su Dios.

Habría que armarse otras preguntillas, para ver si le llegamos a su verdadero Señor,

Aunque, si lo quiere más fácil, ¿me podría decir su nombre?Porque de seguro, el nombre de su Dios y de su Religión es el

mismo que usted ostenta.

USTED ES SU PROPIO DIOS.Isaías 29: 13, Malaquías 1: 6 al 14, Isaías 58: 1 al 7

Una pregunta que se puede hacer, para confirmar esta sospecha, es preguntarse que si tuviera que escoger entre seguir a su Dios y perderlo todo o seguir teniendo todo lo que posee, ¿abandonaría con gusto a sus posesiones para seguirlo a donde fuera?

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Si su apariencia es tan importante que haría cualquier cosa para mejorarla, sin importarle el costo.

Podría preguntarse si haría cualquier cosa para ganar más dine-ro, sin importarle si es honrado o no.

Y esto no es necesario que sea tan grave, sino algo simple como mentir en sus impuestos, poner a la abuelita Tina que años ha que se murió, como dependiente.

O serruchar una factura, ya que todo mundo lo hace, y no se puede competir con el resto si se pone uno tonto y declara todo como es.

Preguntarse si el carrito del año es mas importante que arreglar el techo de la casa o el seguro médico de su consorte.

O lo único que le interesa de ir a la Iglesia es ver que le puede sacar a su Divinidad, y cuanto puede darle para que le de (eso se llama sembrar), o si es porque le tiene pánico a irse al infierno, y mejor estar bien con El de Arriba.

Cositas por el estilo, como vivir por el próximo partido de su equipo favorito, y faltar a lo que sea para no perdérselo. O la fiesta del año, o lo último de la moda, la tecnología, o lo que sea que se le ocurra a usted que sea lo que realmente hace que valga la pena estar vivo.

Ahora, no confundir con religiosidad, que estar pegado en la iglesia día y noche no lo hace santo. Su deber sería aprender que significa : “Misericordia quiero y no Sacrificio”. Lucas 18: 9 al 14

En cuanto a Santos,y objetos de veneración, veces la única dife-rencia de unos cristianos y otros cristianos, es que unos son lo sufi-cientemente inteligentes para declarar santos solamente a personas muertas, y que por lo tanto no harán mucho daño.

Y hay otros cristianos que tienen a sus santos vivos y de-mandantes, y que por lo tanto son santos capaces de exigir ado-ración y obligar a sus fieles a seguir sus propias doctrinas, las revelaciones venidas del cielo y a considerarlos como la única posibilidad para llegar a ser salvos.

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Ahora, ¿Si los fieles tuvieron a otros u otras personas, o sir-vieron a las riquezas, o a sus posesiones, u otras cosas como estas, además del Señor Jesucristo, como pueden esperar que Él los reconozca como suyos? Jeremías 2: 1 al 13.

De cualquier forma que sea la razón de su veneración, y por qué usted sea devoto del que sea o lo que sea, además de Jesucristo, le advierto, que puede ser que cuando muera, El Señor Jesucristo puede llegar a considerarlo como un ilustre desconocido, nadie al que Él conociera como amigo. Mateo 7: 21 al 23.

Y si usted no es su amigo, no podrá estar con Él en su Reino, así de simple. Mateo 22: 1 al 14,

Ahora ya veo todos los argumentos para demostrar que no, que lo que hace es correcto. Por esto, y por esto, y por aquello.

Si los considera realmente razonables y no va a cambiarlos por nadie, está usted en su derecho, puede que usted tenga la razón.

Espero que sea así.

Solo le puedo recordar a Franz Reichelt.

Espero por su bien que su paracaídas sea el correcto, y se le abra cuando vaya para el suelo.

Porque puede ser demasiado tarde para arrepentirse.

Si quiere ir sobre seguro están Juan 14:6 y Hechos 4: 12.

Pero recuerde, estas son mis ideas, puede ser que yo esté equivocado.

USTED ESCOGE.

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El Crucificado y el Resucitado

En las costas de Maine, existe una parte especialmente peligrosa para los barcos. No solamente por la fuerza del oleaje y las frecuen-tes tormentas que la azotan, sino porque hay bajíos, espolones de piedra a flor del agua.

Desde un barco, se ven cubiertos por el agua, difíciles de discer-nir a simple vista, y menos de noche.

Existen canales seguros para llegar a puerto, y faros para guiar a los navíos a través de éstos.

En esta parte que tratamos, por los 1800 uno de los negocios principales de los habitantes de los poblados cercanos a la costa era el Flotsam and Jetsam, la ley del mar que permite a cualquiera convertirse en el poseedor legal de cualquier producto que sea el resultado de un naufragio o que haya sido tirado por la borda de un barco en problemas.

Y los hombres eran unos expertos capaces de lanzarse al mar con sus botes de remos y sacar del agua, productos y personas, aún en las más terribles tormentas.

El negocio prosperó, hasta que les instalaron un faro que permi-tía a la mayoría de los barcos la navegación segura.

De un momento a otro, los pobres pobladores de las orillas deja-ron de percibir las buenas ganancias de los naufragios.

Pero como para todos da Dios, descubrieron que podían pasear un burro por una lengua de tierra, paralela a los canales.

Y en las noches de tormenta, montaban en el burro una torreta de madera, con un farol de barco en la punta.

Y lo paseaban lentamente por la misma.

Desde el mar, en la oscuridad, los capitanes de los barcos lo que veían era lo que aparentemente era un navío navegando seguro entre los canales.

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Y dando vuelta al timón y abandonando la luz del faro, se des-viaban para seguir al “barco” que navegaba en las aguas calmas.

Solo restaba tener los botes de remos listos, y al sonido de la sirena de naufragio continuar con el negocio.

Bendito sea el burrito y su farolito.

Luces en la oscuridad

Cuando uno se dice Cristiano, lo debe de hacer con precaución, realmente no sabemos lo que estamos diciendo. El compromiso no es algo que se pueda dejar de lado. Mateo 16: 24 al 28.

A veces no sabemos lo que pedimos, ni las consecuencias de lo que pedimos: Mateo 20: 20 al 23.

Y a veces creyéndonos seguidores de Jesucristo, tenemos realmente a otro dueño al cual servir.

Creyendo seguir la luz de un barco que navega seguro, podemos estar siguiendo la luz del farol del burro.

Cuando los seguidores de Jim Jones lo acompañaron a Guyana, creían sinceramente que servían a Jesucristo, realmente creían que eran cristianos siguiendo al único poseedor de la verdad revelada.

Al final, cuando su verdadero Señor decidió morir envenenado, lo siguieron hacia la eternidad. Su verdadero Dueño los llevó a la muerte.

David Koresh, llevó a los suyos a la muerte por esa misma ra-zón.

Al principio Koresh era un miembro de los Adventistas del Sétimo Día, por lo tanto era un Cristiano, seguidor de Jesucristo.

En algún momento se desvió, y los que le seguían no com-prendieron que ya no eran Cristianos, sino DAVIDIANOS.

Estos dos son ejemplos, hay muchos más.

Hay líderes “cristianos” que han dejado al verdadero Señor para ponerse en su sitio.

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No llevan al suicidio a sus fieles y no dejan de mencionar a Je-sucristo en sus sermones, pero para el observador desapasionado, el verdadero nombre de los cultos que regentan, es su propio nombre.

Son los Santos Vivientes seguidos por innumerables multitudes.Aparentando ser Luz en la oscuridad, llevan a sus fieles hacia

una oscuridad mayor de la que salieron.Se amparan en milagros y portentos, pero al final solo cumplen

con lo que está escrito de ellos en: 2 Timoteo 3: 1 al 9.Hay otros, que ya no estando en la tierra, los Santos Muertos,

sea que quieran o no, son puestos como opciones válidas a la par de Jesucristo.

Aparentemente son “venerados” no “adorados”, y realmente yo no puedo establecer la diferencia entre una u otra opción.

Lo que sé, es que en cuanto al verdadero Señor Jesucristo, no existen otras opciones que Él haya mencionado.

Pero si observamos la actividad de muchos cristianos, mas pare-cen servir a otros nombres que al Señor Jesucristo. Son devotos de mengano o mengana o sutano, o perencejo.

Y su devoción realmente es de admirar, pero la pregunta queda, realmente siguen a Jesucristo, o realmente siguen a estos otros.

Jesucristo no puede ser puesto en un segundo lugar, por lo me-nos el verdadero.

Si me dicen que lo tienen en primer lugar, y los otros son opcio-nes secundarias, los hechos demuestran lo contrario.

¿Podría alguien decirme, a nombre de quién se levantan la ma-yoría de los templos que se suponen son de la principal religión cristiana?

¿Y los mayores y más opulentos templos, los mas grandes, los más visitados, a nombre de quién realmente son construidos, y cual es la imagen que albergan perteneciente a la persona para la cual han sido hechos?

¿A quién es al que se le adjudican todas las apariciones, y que dan como resultado los mayores y mas visitados sitios de milagros y capillas levantadas en su nombre?

¿Cuales son los lugares de peregrinaje más visitados, y a quién es al que se va a ver y pedirle los milagros?

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Son preguntas que deben de ser contestadas si se quiere saber si realmente se es seguidor de Jesucristo, o se han desviado del ca-mino.

Como puede verse, las imágenes no son el problema. Todos los cristianos adoran imágenes. Que unas se estén quietas, y otras se muevan por todo el púlpito y armen escándalos, no hace la gran diferencia.

La palabra Idolatría, no solo se trata de servir a una imagen, en el caso del Dios Eterno, es la presencia de Otros en posición de igualdad con su Persona.

Y en el caso del Señor Jesucristo, Dios en forma humana, esta forma de ser sigue siendo la misma. El primer mandamiento es “NO TENDRÁS OTROS DIOSES DELANTE DE MI”, Éxodo 20: 3.

Y estos dioses pueden ser realmente, sus posesiones, su pro-pia persona, su familia, su posición social, su líder espiritual, y cualquier cosa o persona que ocupe un lugar tan importante en su corazón que compita con la Deidad.

La razón por la cual el Joven Rico no pudo obtener la vida eterna era que tenía un problema de idolatría. Adoraba a sus posesiones sobre todas las cosas.

En cuanto al Señor Jesucristo, aún sintiéndose seguidor de su Nombre, usted puede seguir a dos Señores diferentes.

Usted puede ser:

Seguidor del Crucificado o Seguidor del Resucitado.

Cuando usted sigue al Crucificado, no le debe preocupar mucho como lleve su vida.

El pobre no está para exigirle nada a usted, bastante tiene con estarse muriendo en la cruz.

Tampoco le va a dar problemas si le pone a alguien al lado, o si lo ponen de segundón en materia de adoración.

Puedo asegurarle que se comportará como un buen tipo, hará lo que le pidan sus acompañantes.

Como es especialista en clonación, hay versiones del Crucifica-do para todos los gustos, y de todas las edades, desde bebe, niño y

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adulto, y su mama tiene también esa misma habilidad. Creo que hay 11.000 versiones de ella para que usted le ponga su devoción a la que mejor le convenga. Las otras versiones, las encontrará en todas las sectas que se hacen con el nombre del Crucificado, puede usted escoger entre las muchas opciones.

Apoyará a todos los Ungidos y nuevos Apóstoles en todo lo que digan o hagan, sin importar cuan ridículo sea lo que expresen o presenten como el “poder del Espíritu Santo”.

Se caerá como todo mundo cuando el Escogido sople, empu-je o mueva su chaqueta.

Lo puede llevar colgando al cuello, o en el carro como adorno o amuleto de buena suerte.

O ponerlo de adorno en la casa, o lugar de trabajo, y ni siquiera prestarle atención en nada.

Si se trata de buscar favores, milagros y soluciones para su vida, es mejor conseguirse a otros que son mas activos. Como puede ver, hay cientos esperándolo a usted para hacerle los milagros o favores que necesita. Vivos o muertos, usted escoge.

Así que no necesita molestarlo para nada.Lo puede sacar a pasear una vez al año, y darle un culto de boca

para afuera: Isaías 29: 13. Pueden mencionarlo en los cultos, para que el pobre se crea que

realmente se le está dando adoración, pero realmente, no es muy necesaria su presencia para que todo funcione. De hecho, a veces más es lo que estorba que lo que ayuda.

Los templos que edifican para Él son muy pocos, la mayoría están dedicados a su mamá, y a las personas de los otros santos que lo acompañan.

Y hay otros templos que son edificados al Ego del Elegido de Turno.

Aparentemente lo tienen en gran estima. Pero si lo vemos fríamente, es uno más entre cientos de op-

ciones para adorar, venerar, y rendirles culto. Y no es el más importante.Es muy cómodo declararse seguidor de Él, no pide realmente

nada, no exige nada

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Ni siquiera cuando sus seguidores se están muriendo lo buscan realmente, hay cualquier cantidad de Santos, Vírgenes y Elegidos para ayudar en este momento final.

Así que como ve usted, es una figura cómoda y agradable de seguir.

Cuando al que sigue usted es al Resucitado, si le debe de preocupar como lleva su vida.

No solamente está vivo, sino que es capaz de exigirle una vida santa.

Su apariencia es tan impresionante que los dos discípulos que lo vieron en su forma verdadera, cayeron fulminados. Apocalipsis 1: 13 al 18, Hechos 26: 12 al 19.

No está dispuesto a que le pongan a otros a su lado, como no sea a su Padre. Juan 14: 6, Juan 10: 8, Santiago 4: 4 al 5, Juan 15: 1 al 14, Lucas 11: 27 al 28

Extremadamente celoso, fue Él quien le dictó los mandamientos a Moisés en el Monte del Sinaí, su presencia estuvo en medio del fuego y el humo y su voz era como sonido de bocina.

Es un esposo de una sola esposa. Absolutamente Fiel, exige total fidelidad. Éxodo 20: 1 al 7, 2 Corintios 11: 2.

Cuando algunos de sus seguidores equivocaron el camino, y co-menzaron a convertirse en devotos de los que eran sus siervos y apóstoles, uno de ellos les tuvo que poner los puntos sobre las íes. 1 Corintios 1: 10 al 17 Y para remachar el punto, les terminó la idea en 1 Corintios 3: 1 al 11.

Pablo sabía lo celoso que era el Señor a quién seguía. Pablo era solo un instrumento en sus manos, ni hombres ni ángeles po-dían ser objeto de Adoración o Veneración. Hechos 10: 25 al 26, Apocalípsis 22: 8 al 9. Y Pablo no era la excepción. Nadie podía ponerse al lado de su Señor.

En cuanto a los Nombres con que se identifica el Resucitado, son Aleph Thau, El Alfa y la Omega, El Primero y El Último, Rey de Reyes y Señor de Señores, La Estrella Resplandeciente de la Mañana. Apocalípsis 22: 12 al 16.

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Él es el Juez de los Siglos: Apocalípsis 20: 11 al 15, Romanos 14: 9 al 12. Delante de su Trono, todos seremos juzgados, nadie escapará del Juicio. En su presencia, nadie podrá quedarse de pie, los mismos cielos y la tierra huyen de su presencia.

Es un grande y poderoso Rey Guerrero, Apocalipsis 19: 11 al 16. Poderoso e invencible, destruirá con el Espíritu de su boca a todos sus enemigos. Es Adonay Sabaoth.

Él es el que estuvo muerto y vivió de nuevo, es El Rey de los Siglos, y pronto regresará a la tierra. Apocalipsis 1: 9 al 18

No habita en templos levantados por manos humanas, su presencia está dentro de sus seguidores: 1 Corintios 3: 16 al 17, 1 Corintios 6: 19 al 20, Romanos 8: 9.

La forma que tiene el Resucitado de reconocer a los suyos, es por el espíritu que habita en ellos. Su Propio Espíritu.

Es alguien al que hay que tenerle RESPETO y HONRA, no se puede jugar con Él, es un SEÑOR TEMIBLE, y seguirlo no es nada fácil, es EXTREMADAMENTE DEMANDANTE, EX-TREMADAMENTE CELOSO. Lucas 17: 7 al 10

Pero la recompensa es la Vida Eterna.Mateo 11: 25 al 29, Juan 6: 47, Juan 10: 27 al 30

Aparentemente ambos, el Crucificado y el Resucitado son luz en la oscuridad, solo que el primero se le parece mucho a la luz del farol del burro, y el segundo es la Luz del Faro capaz de llevarlo a puerto seguro.

Se me olvidaba preguntarle. ¿A cuál sigue usted?

Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a en-tender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.