correa (1996). anotaciones para una historia de cienaga (magdalena)

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Historia de colombia

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  • ISMAEL A. CORREA DIAZ GRANADOS

    ANOTACIONES PARA UNAHISTORIA DE CIENAGA

    (Magda lena)

    EDITORIAL

    LEALON

  • ISMAEL A. CORREA DIAZ GRANADOS

    4 _11

    Anotaciones para una Historiade

    Cinaga (Magdalena)

  • Cartula : Pintura de Erasmo Abello.Colaboracin especial de las siguientes Empresas de Barranquilla:Inversiones Venecia Ltda. y Feoli y Ca - S.C.A., de Roberto Feoli Buitra-go; "Banquetes Lucas" de Enrique Puello Garca, "Joyera Royal Art" deAlberto Domnguez, "Patton Lakewood de Colombia" de Hernando CorreaDel Gordo.

    Edicin especial al cuidado de: Alfredo Correa de Andreis y Javier Mos-carella.

    Se autoriza la reproduccin parcial citando la fuente.Impreso y hecho en Colombia por Editorial Lealon, Medelln.

    AdministradorNoteFe de erratas: Pgina. 4, Rengln 4 donde dice Enrique Puello Garca debe leerse Enrique Puello Shellegel

  • AMi Esposa, Hijos y Nietos;teniendo en cuenta el con-sejo de Benjamn Franklin:"Si no quieres ser olvidado,escribe cosas dignas de serledas o haz cosas dignas deser escritas".

  • PRESENTACION 151. LA CONQUISTA DE LA TIERRA FIRME A NOMBRE DE DIOS

    Y DEL REY DE ESPAA. DESVERGONZADO PROCEDERDE ALGUNOS CONQUISTADORES Y MISIONEROS 19

    Viajes de don Rodrigo de Bastidas: Fundacin de Cinaga yde Santa Marta 25Desaveniencias entre el misionero Fray Toms Ortiz y el go-bernador Garca de Lerma 34La feria del pueblo de Cinaga 34Los negros y zambos de la Cinaga 35Ataques de piratas a la Cinaga y Chiml 37Levantamiento Comunero 38Ttulo y ejecutoria a favor de las tierras de Cinaga 40La ms grande e importante aldea indgena 40Los Chimilas 44Los Realistas del pueblo de la Cinaga 48Cartagena ncleo patritico, Santa Marta foco Realista 49Bolvar y Labatut 50Don Pedro Fernndez y Labatut 52Rodrguez Torices y Chatilln atacan la regin de Papare yde la Cinaga 53Romance de un patriota con una india 55Ataques del Fuerte de Cachimbero 56Antecedentes del gran acontecimiento. histrico de Cinaga 57

    2. BATALLA DEL CANTON DE LA CIENAGA 59

    Rendicin y toma de Santa Marta 65Particip Toms Pacheco en la batalla de Cinaga? 67Francisco de Labarcs y Jacinto Bustamante 68Los vencedores de Cinaga regresan a Santa Marta 69

    3. BROTES REVOLUCIONARIOS EN LA CIENAGA 71

    La primera repblica granadina, llamada la Patria Boba 71Influencia del Federalismo, el Radicalismo y la Masonera enCinaga 72Muerte del Libertador y Padre de la Patria 73Caudillismo poltico en la Costa Atlntica 74

  • Proclama del General Francisco Carmona 76Viaje a Cinaga del gobernador Carlos Fabregas 78Muerte del gobernador 79Gaceta extraordinaria, Bogot 30 de noviembre de 1843 80Episodios sobre la vida y muerte del General Francisco JavierCarmona 82Carmona: Jefe civil y militar. La Guerra de los Supremos 84Aspecto y personalidad de Carmona 86Hijas del General 87Asesinato del General Carmona 88Otras dos versiones sobre el asesinato del General Carmona 90Los Labarcs 94Riascos y Labarcs 96Algunas aclaraciones relacionadas,_con Joaqun Riascos (padree hijo). Hermanas Garca Mayorca 100El clera 105Auge d San Juan del Crdoba 105Nevs_brots'revolucionaris 106La noche trgica del 13 de junio 107Liberales y conservadores 108Desrdenes o escndalos armados provocados en las calles deCinaga 109Mar de leva 109Convencin de Barranquilla 110Revolucin de la Costa Atlntica 111Generacin del liberalismo radical en Cinaga 112

    4. ACCIONES BELICOSAS Y ADVENIMIENTO DE LA PAZ 115

    Guerra de los Mil Das (1899-1902) 115Combate de la Cinaga 119Macondo 120Batalla de Cinaga (octubre 14 de 1902) 121Advenimiento de la paz 124Tratado de Nerlandia 124

    128Breve historia del Ferrocarril de..Santa Marta,

    5. ANOTACIONES DE TRAYECTORIA HISTORICA DE CIENA-GA Y SU ENTORNO GEOGRAFICO 133

    Bocatoma y acequia de "Riofro" 133Zona bananera 134Historia y desarrollo de la industria del banano. Cinaga capi-tal bananera 135Aparece la "United Fruit Compa= 138Innovacin o cambio en el cultivo del banano 144El banano y el talento cienaguero 146Otros beneficios que se obtienen por el consumo del bananomediante la "serotonina" 148Conflictos sociales 151Pacto laboral con la United Fruit Company 153

  • Repercusiones de la masacre 156Alcaldes de Cinaga 156Un trayecto histrico (Santa Marta-Cinaga-Santa Marta) 158El cometa 160Educacin 162Educadores 164Planteles educativos 169Primer banco en Cinaga . Propiedad de la familia AlvarezCorrea 215La masonera 219Antiguos dueos de Papare 224El tesoro de Costa Verde 224El privilegiado predio de Papare 226Arbol genealgico de la familia de Mier 227La iglesia parroquial de San Juan Bautista 230Los aguadores -Pilas de agua-. El acueducto San Juan delCrdoba -237Plantas de energa elctrica 251Antiguo parque y primera biblioteca municipal de Cinaga 257Crimen de Anbal Gutirrez (a) "Humanidad". Y otros delitos 258Antiguo puerto fluvial . Embarcaciones de vapor 263Empresas navieras 263La "Scadta" en Cinaga . Transporte de pasajeros y correoareo 266Pista de aterrizaje y aeropuerto de "Avianca" en Cinaga 269El Palacio Municipal, el parque y el templete 270Compaa telefnica en Cinaga 272Carretera Cinaga-Barranquilla 274Hombres corajudos 275Hombres entusiastas 278Manuelito Morales, fundador del Barrio Cachimbero 279

    6. CULTURA RELIGIOSA Y FOLCLORICA DE CIENAGA 281

    Festividades religiosas , paseos y sancochos en las "rozas" deCrdoba, pueblos de la isla de Salamanca , fincas bananerasy cacao 281Cosas que eran y no son . Tesoros de otras pocas 284La vieja estacin del ferrocarril , el saln de cine "El Rialto" y"El Teatro Barcelona" 286Carnavales 290"Msica cienaguera" las cumbias y otras modalidades para losbailes populares 296

    7. RECREACION Y DEPORTE EN CIENAGA 303

    Trompiadores 303Ria de gallos 306La Arenosa Vs. La Salitrosa 307La cuerda loca 308Msica y dcimas en el ruedo 308Ojos mgicos de la gallera 309

  • Carreras de caballo . Hipdromo 310Hipdromo en Cinaga 311Boxeadores 312Futbolistas 313Beisbolistas 315Basquetbolistas 318

    8. CUARENTA Y CINCO PERSONAJES TIPICOS DE LA CIE-NAGA DE AYER 321

    La centenaria "Josefina Abril" 321Don Pascual Garca 322Calancho 323Francisco (Pacho) Creus 324El Cunfio 324Chango 325El Negro Libre 325Puyalo 326Tbano de buque (Pedro Campo) 326Los Cucaracheros 326Joaqun Fuentes 326La Tomasona 327Mario (Marin) Avendao Bolao 327Alfonso Navarro Antequera 328Luis Rafael Antequera 329Pablo Emilio Ebrat 331Vctor Prez 331Humberto Daza 332Generosito Garca 333El Coronel Rada 334El doctor Borja 335Santiaguito Gracia 336Humberto De La Hoz Fornaris 338Ezequiel Daz Granados Nigrinis 339Carln 340Digna Cabas, la reina de la cumbiamba 342Ignacio Caro Melo 344Jos Mara Sevilla Lpez 345Pedro A. Bonett Lpez 345Carlos Avendao Capella 348Rafael Mendoza Orozco 350Manuel Varela Machado 351Isidoro Echavarra (Mantesaco) 351Manuel Torregroza Lpez 354Carlos Julio Martnez Almarales 354Gilberto Garca Gonzlez (El Profeta) 355Andrs Velsquez (Snchez Cerro) 356Cuadriltero . Harina de otro costal 358Un caso tpico (como si hubiera sucedido en "Macondo") 361Mitos y leyendas populares de tratos y componendas con eldiablo 363J. R. Juvinao 363

  • Objetos para el Museo Popular de Cinaga 366Emigrantes en Cinaga (Magdalena) 369

    9. BIBLIOGRAFIA 395

    ANEXO 1. Ampliacin tema: Nombramientos ttulos y actuacio-nes de los Labarcs 397

    ANEXO 2. Biografa de Jos Manuel del Gordo 400

    ANEXO 3. Familia Alvarez Correa 401

    ANEXO 4. Descendientes del hidalgo espaol, Basilio Garca 405

    ANEXO S. Componentes y propiedades del banano 407

    ANEXO 6. La serotonina y la migraa 408

    ANEXO 7. Ferrocarril de Santa Marta (contratistas) 409ANEXO 8. Caciques chimilas y taironas 410

    ANEXO 9. Gobernacin de Santa Marta (1570-1670). De la in-vestigadora espaola Trinidad Miranda Vsquez 412

    ANEXO 10. De la misma investigadora: Estructura histrica detaironas y chimilas 413

    ANEXO 11. Desarrollo y protagonistas de la huelga 416

    ANEXO 12. Breves datos biogrficos del padre (monseor) PedroMara Revollo 422

  • EL AUTOR

    ISMAEL A. CORREA DIAZ GRANADOS

    Sin duda alguna, Ismael A. Correa, ha sido un escritor,que se ha reservado durante largos aos y en la intimidad delhogar ha logrado acumular cientos de pginas relativas a nues-tra historia y cultura popular. Sabemos de sus inclinacionesinvestigativas y de la aplicacin de tcnicas no convencionalesen el ejercicio de escrutar la realidad sociocultural de nuestroentorno cienaguero. Esto es, el empleo de la tcnica del res-cate de la memoria de nuestros ancianos locales y abuelos, ascomo una incesante recuperacin de la tradicin oral de lasubregin cultural en que estamos inmersos.

    Curiosamente una persona en nuestro medio, con los mis-mos aos de Ismael, difcilmente puede ofrecernos una obracomo "Anotaciones para una Historia de Cinaga". Sus aosno parecen haber apaciguado su pluma. Al contrario, una vezpublicado su primer libro "Msica y Bailes Populares de Ci-naga" con mayor energa se entreg a la conclusin de la pre-sente obra histrica.

    Hablar de los rasgos humanos del autor nos remonta ennuestro caso particular a la dcada de los aos 70, cuandotuvimos el privilegio de compartir con l diferentes espaciosde reflexin y anlisis en torno a la cotidianidad del hombredel Magdalena Grande y por supuesto de nuestro terruo, deldeporte, del folklore local, de los lances y percances de loscreadores y forjadores de la "Cultura del Banano", de loshitos histricos, de nuestra cultura poltica, de los polticosy lo poltico, pero adems y esto es bien significativo, esascaractersticas sealadas en l se han extendido hasta nuestrosdas, manteniendo nuestra concepcin de los aos 70. Es queen definitiva "El Viejo Isma", es un "viejo chvere".

    13

  • Tambin con l hemos disfrutado el sonido de las olas delmar, los golpes de tambora; los ritmos musicales del Valle deUpar, la clave de la msica antillana, y del Caribe, la voznunca desaparecida de Hctor Lavoe y de sus pares de msi-cos y cantantes.

    Los bloques o espacios de encuentro con Ismael se puedenclasificar en dos: Los de orden acadmico, marcados por lamodestia, en tanto lo fundamental no puede ensearse y losde orden socio-cultural, en donde la palabra plena, singular ypolifnica como la del artista, se transforma despus en escri-tura.

    Podemos registrar que Ismael "presenta una fachada bur-guesa, que cubre una profunda sensibilidad para escuchar einterpretar el canto del pueblo'. Acaso esta publicacin no esjustamente expresin de ese sentimiento?

    En Ismael, tambin descubro, un poltico sutil. El no par-ticipa del pensamiento paranoide que induce a eliminar al otrocuando no piensa como nosotros, por el contrario sabe argu-mentar, escuchar y es consecuente. El y tambin su obra, tra-zan caminos de democracia social.

    Finalmente quiero recordar que en las pginas de la prensaregional, en boletines acadmicos y revistas del Instituto deFormacin Tcnica Profesional de nuestra siempre querida Ci-naga, en la revista "La Cifra", as como en la "Cultura Populardel Caribe", editado por la Organizacin de Estados Iberoame-ricanos (O.E.I.) en el ao 1991, se recogen algunos textosdel autor sobre la msica y los compositores cienagueros, ascomo sus aproximaciones histricas.

    Alfredo Correa de AndreisNoviembre 14 de 1994.

    14

  • PRESENTACION

    Ante el olvido y desconocimiento del pasado de Cinaga,me sent obligado a desarrollar este modesto y sencillo trabajo.Claro est, sin pretensin alguna. Resultado de investigar yrecopilar anotaciones, datos, documentos, testimonios, etc.,como tambin de registrar narraciones o relatos de aconteci-mientos y ocurrencias tomadas de la ms pura y autntica can-tera popular. Ojal que sirvan de puntos de referencia e infor-macin para una posible y metdica historia de Cinaga (Mag-dalena).

    Todos los das me convenzo ms y ms que la vida y eltiempo pasan, la historia queda. Razn suficiente, para tratarde dejar constancia escrita de ella, en las pginas de un libro.

    El esclarecido y laureado escritor argentino, Jorge LuisBorges deca, que "todo libro es sagrado", tal vez en contrastecon la lectura fugaz o pasajera de artculos que aparecen enperidicos o revistas que en cierta forma, estn "hechos parael olvido, para la desmemoria".

    Tambin es muy cierto que un libro necesariamente notrata de un solo tema, la mayora de las veces de varios asuntoso acontecimientos. De todas maneras, a travs de la transpa-rencia del pasado podemos observar los "cursos y recursos dela historia". Se ha dicho que el pasado es el futuro que regresa.O como lo afirmaba el historiador italiano, Guiccirdini, "lascosas pasadas darn luz a las futuras, porque el mundo fuesiempre de una misma suerte y todo lo que es ha sido siempre".

    As mismo, tengo a bien anotar, que la historia no se hacecon datos sino tambin con interpretaciones. Hay que teneren cuenta que la creacin de un mito constituye una de lascaracteristicas de la naturaleza humana. Es un pensamientoinexpresado que parte de la ficcin y la verdad. Adems, laleyenda es la narracin o historia del mito, entonces, lo ima-ginativo y lo real es confuso. El ingenio y lo mgico del senti-miento regional se confabulan para la leyenda.

    15

  • Deca el profesor Gregorio Maran, mdico y eruditoespaol: "De la veracidad de los hechos que emanan de lamemoria colectiva y la leyenda, debemos reconstruir la his-toria que nace en el mismo manantial".

    Cuando se trata de escrutar y rehacer la imagen del pasadono es el caso de actuar solamente como historiador o registradorde datos escuetos con la tendencia de imitar los modelos anti-guos o propiamente clsicos y por ende , juzgar como exclusi-vamente verdadero lo que se conoce de la historia escrita. Esmenester recurrir a otras fuentes del saber como investigar, des-cubrir y esclarecer la verdad de lo acontecido de la memoriacolectiva, tradicin oral y leyendas que vienen de generacinen generacin en determinada regin. Muy diferentes, a ciertasmonografas acadmicas que ms bien parecen extractos nota-riales tomados en las oficinas de registros.

    Hay que enajenarse de la idea de que solamente se puedereconstruir el relato de las pocas pretritas con base en docu-mentos que se hallan o deben encontrarse en archivos o biblio-tecas, sin tener en cuenta o presumir, que no todos los hechosocurridos pudieran quedar consignados en estos documentos.Otros por ignorados.

    Adems, no olvidemos que la leyenda es "la visin de lahistoria como integracin dinmica del pasado". Sin duda al-guna le proporciona sentimiento y vida a la narracin histrica.La hace ms amena e interesante.

    Con la intuicin de un aficionado a la historia -no com-prometida- y con el propsito de no ser extrao e indiferentea ciertas ocurrencias propias de nuestra regin natal, registrocon un sentimiento muy grande , acontecimientos hasta ahoradesconocidos, tratando en lo posible, de esclarecer y llenarvacos de importancia histrica para Cinaga. An as es po-sible que nuestros lectores no estn de acuerdo con alguna delas anotaciones o conceptos registrados por el autor de estelibro, nada se pierde. Al contrario: "La controversia es el almade la investigacin", tal como lo sostiene el profesor de la Uni-versidad ' Hebrea, Shemaryahu Talmn.

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  • LOS PRIMEROS CONQUISTADORES

    VASCO NUREZ DE BALBOAPEDRO DE HEREDIANICOLAS DE FEDERMANaGONZALO JIMENEZ DE QUESADA~RODRIGO DE BASTIDAS .ALONSO DE OJEDA >SEBASTIAN DE BELALCAZAR n%

    1500-1550

  • PRIMER VIAJE DE DON RODRIGO DE BASTIDAS (1501)

    "La primera tierra a que arrib Bastidas fue una isla, a la que dioel nombre de VERDE, situada entre la de GUADALUPE y la TIERRAFIRME. Luego navega a vista de la Costa Austral hasta el golfo deVenezuela y el pas de COQUIBACOA.

    A partir del Cabo de la VELA su descubrimiento es primario por-que se anticipa a Coln en el hallazgo del ISTMO DE PANANA.Navega ms de 1,50 leguas por la va del Sudoeste. Va explorando laactual costa colombiana.

    Es el primer europeo que llega a estas tierras en compaa delms grave y bien reputado piloto del siglo: Juan de la Cosa.

    Ms abajo de los 40 grados de latitud norte, avista el gran roMAGDALENA: reconoce el puerto de la GALERA DE ZAMBA, dondedespus se erige CARTAGENA, y bajen las islas de BARU y SANBERNARDO. Descubre la isla FUERTE y la de TORTUGUILLA, alpuerto de CISPATA y el ro SINU, dobla la punta CARIBANA v entraen el golfo de URABA.

    El perfil de la costa le obliga a hacer un rumbo noroeste por es-pacio de 58 leguas, hasta el cabo de SAN BLAS; luego navega otras10 en derechura al Poniente, y concluye su descubrimiento, por los 10grados de altura septentrional , en el puerto que se llam de ESCRI-BANO, luego de RETRETE y del NOMBRE DE DIOS. Despus llegColn a estos parajes.

    Rumbo a la isla de Jamaica tomaron las dos naves carcomidas porla "broma ". Siguieron las naves de Jamaica a la Espaola , y sin lograrel arribo a sta , dieron anclas en una isleta , nombrada de CONTRA-MAESTRE. Despus hubieron de buscar refugio en un cabo, el de laCANONGIA. Y luego decidi Bastidas hacerse a la vela y buscar denuevo refugio en el puerto de JARAGUA, que hoy se llama PuertoPrncipe.

    Y par ltimo el calabozo en el Castillo de Piedra de Santo Do-mingo , acusado por Bobadilla de haber hecho ilcitos rescates con losindios de Jaragua". Tomado del folleto: Santa Marta 450 aos".

  • 1. LA CONQUISTA DE LA TIERRA FIRME A NOM-BRE DE DIOS Y DEL REY DE ESPAA , DESVER-GONZADO PROCEDER DE ALGUNOS CONQUIS-TADORES Y MISIONEROS

    Con demasiada arrogancia, se dice que del Viejo Conti-nente trajeron los conquistadores espaoles al Nuevo Mundola civilizacin occidental, la religin cristiana y el idioma, talvez fue el gran propsito en la poca floreciente del reino unidode Castilla y Aragn, a cuyos monarcas: Isabel y Fernando,concedi el Papa Inocencio VIII el ttulo de Reyes Catlicos.

    En estas circunstancias la conquista de la Tierra Firmese haca a nombre de Dios y del Rey. Los clrigos tenan elencargo de predicar estos principios y por ende catequizar alos nativos de las regiones descubiertas. Lo cierto es que fueronmuy pocos los conquistadores que cumplieron con la misinencomendada. La mayora eran aventureros, otros, soldadoscon fortuna; en gran parte analfabetos codiciosos y abusivos.Su mayor preocupacin era enriquecerse a todo trance. Novinieron a traer "civilizacin por cuanto no estaban enteradosde lo que ella significa". Todo parece indicar que atravesaronel ocano en busca de oro, piedras preciosas y especies. Tam-bin llegaron otros, fugitivos de la justicia o de sus acreedores.

    Ante el desvergonzado proceder de ciertos conquistadoresque implicaba el silencio cmplice de la mayora de los cro-nistas de la Conquista que no fueron objetivos en sus narra-ciones, no obstante de lo que haban visto o presenciado, odoo comprendido. De esta manera distorsionaron hechos y dese-charon otros de acuerdo a sus intereses creados.

    Es inaudito el menosprecio sobre el origen de los pobladosindgenas y ms an con aquellos que desde un principio pre-sentaron resistencia a las desmedidas ambiciones y mal tratode los intrusos peninsulares como en el caso del caviloso ybravo pueblo de la Cinaga.

    19

  • A pesar de todo, se han podido establecer datos muy im-portantes que tengo a bien acondicionar e incrementar conel fin de restaurar y ms an , preservar el patrimonio histricoy cultural de nuestra ciudad y regin natal , tan llena de tra-diciones y leyendas . Claro est , de la manera ms sencilla ymodesta , sin pretensiones acadmicas.

    La historia debe ser acrecentada con el testimonio o inter-pretacin acertada de sucesos o hechos en un tiempo o lugardeterminado que conduzca al conocimiento o informacin deellos. O sea las reminiscencias del pasado . De ninguna manerael relato mezquino o acomodado en beneficio de las clasesdominantes de una poca determinada , representada por lospoderosos e influyentes de turno . Adems no es procedenterestarle importancia al verdadero origen o nacimiento de lospueblos indgenas . Constituye un deber patritico exaltar lasculturas autctonas precolombinas como una reivindicacin denuestra nacionalidad.

    Ante la amaada y arbitraria historia que ha ignoradohechos y acontecimientos imponderables , sea sta la oportuni-dad de registrar el resurgir de nuevos planteamientos, y msan, con motivo de la celebracin o conmemoracin del QuintoCentenar del Descubrimiento de Amrica ( 1492- 1992).

    El maestro Germn Arciniegas con soberana lucidez inte-lectual , en mensaje que dirigi a 350 universidades de todaslas Amricas , el da que recibi la merecida distincin "Premiode las Amricas", en la Universidad de los Andes ( Santaf deBogot ) ; deja establecido el reconocimiento de un hecho queconsidera "el ms elemental y claro que puedan haber visto losojos del hombre en 500 aos". Sostiene Arciniegas que en estaconmemoracin lo ms importante es enaltecer y celebrar, msque el Descubrimiento , la Independencia o liberacin "encabe-zada por los peregrinos que iniciaron el gran viaje en buscade un mundo mejor".

    Que no se trata simplemente del encuentro de dos culturassino el surgir de una cultura nueva . Una historia diferente.

    La creacin de un Nuevo Mundo tiene mayor significadoy trascendencia en la historia de la humanidad que el descu-brimiento de un Continente "que no estaba previsto en la ima-ginacin y cuentas de Coln ni de Toscanelli". El almirantegenovs, hasta su muerte crey que haba descubierto unaparte de Asia.

    20

  • Es una realidad incuestionable que las tierras nuevas des-cubiertas son escenario acogedor de los europeos. Gentes po-bres, sin tierra. Los oprimidos que salieron con el seuelo dela aventura en busca de una nueva vida y futuro mejor.

    En el desarrollo histrico de las tres grandes pocas: In-dgena, Hispnica y Republicana, Amrica es cuna y sede dela emancipacin; en donde, de manera ejemplar se promuevenlos anhelos de libertad e independencia.

    VIAJES DE DON RODRIGO DE BASTIDAS,DESCUBRIDOR, CONQUISTADOR, COLONIZADORY FUNDADOR

    El forzado navegante espaol , Rodrigo de Bastidas, "fuehombre instruido y de buenas costumbres con deseos de haceraventuras pero dotado de extraordinario don de gentes y buenavoluntad de servicio a la Corona Espaola", naci en 1460,en el famoso barrio de Triana, Sevilla , margen derecha delRo Guadalquivir ( una de las ocho provincias que constituyenAndaluca ). Triana ostenta la lonja o Casa de Contratacin,de estilo grecorromano , en la que se halla instalado el Archivode Indias que conserva los importantes documentos histricosreferentes al descubrimiento , conquista y colonizacin de Am-rica. Muri Bastidas , segn ltimos documentos , en Cuba, el28 de julio de 1527. 0 sea que vino al mundo, 32 aos despusdel descubrimiento de Amrica y falleci al ao de fundadaSanta Marta, aproximadamente ( 29 de julio de 1525 1526).

    Don Rodrigo obtiene sin mayor dificultad, permiso realpara navegar por los senderos trazados por Cristbal Colnque era lo mejor aconsejado , hacia el sector convenido. Enestas circunstancias firma las capitulaciones u ordenanzas res-pectivas el cinco de junio de 1500 , para emprender su primerviaje al Nuevo Mundo.

    El primero de enero de 1501 , segn algunos historiadores,para otros el seis de octubre del mismo ao, arma a sus costasuna expedicin regular . Compra dos naves bien acondiciona-das y abastecidas . Rene el mnimo de gentes escogidas segnlo dispuesto en las capitulaciones . Parti del puerto de Cdizacompaado de los expertos y veteranos navegantes Juan de

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  • la Cosa y Vasco Nez de Balboa. Bastidas que lleva el gradode Capitn es muy admirado y respetado por la tripulacin.

    Despus de los dos meses navegando, arriba, a lo que eshoy Venezuela. De all con rumbo al poniente, toca la CostaAtlntica y pasa por el Cabo de la Vela que haba descubiertoanteriormente Alonso de Ojeda su compaero de viajes. Siguela direccin paralela al litoral y extiende su excursin hacia elsector en donde desemboca el que ms tarde, se llamara elRo de La Hacha. Vuelve a hacer contacto con varios puntosdel litoral. Aprovecha la oportunidad de negociar con los na-tivos, dndose cuenta que unos son insobornables y otros semuestran sin recelo alguno. En todas las regiones donde de-sembarca demuestra buen trato con sus habitantes. Navegandohacia el suroeste se detiene a contemplar una hermosa baha,donde se encuentra actualmente el puerto de Santa Marta,prosigue costeando y pasa frente a Gaira. Ms adelante mirasorprendido un verde sector que presume de tierra frtil yabundante agua. O sea la ensenada de la Costa verde. Alcanzaa divisar un extenso poblado o asentamiento indgena y msall una laguna grande. Luego contempla emocionado la de-sembocadura de un caudaloso ro que denomin de "La Magda-lena". En este lugar agitado por las aguas del ro y del marestuvo a punto de zozobrar el 22 de marzo de 1502. Repuestodel mal paso contina su itinerario y tiene la sorpresa agradablede encontrarse frente al imponente litoral de Cartagena deIndias, hasta llegar a lo que llam el "Golfo Dulce", de Urabo Darin.

    Don Rodrigo en su recorrido por las costas de la llamadaCastilla de Oro de la tierra firme y "Nueva ,Andaluca", ad-quiere de los indgenas, perlas, oro y artesanas.

    Con pesada carga, Rodrigo de Bastidas se propone regre-sar a Espaa, pero sucede que por lo largo del viaje se dete-rioran las naves. Urge carenarlas y para ello se dirige a la IslaEspaola (Santo Domingo) en cuyas costas naufrag, no sal-vando ms que parte de las riquezas adquiridas con grandesdificultades, inclusive por tierra llega a la Espaola pero contan mala suerte que el gobernador de la isla era Franciscode Bobadilla quien lo apresa sindicndolo de supuestos delitos(tener tratos ilcitos con los indios). El mandatario le roba lamayor parte; y como medida de aseguramiento fue remitidoa Espaa.

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  • Lo muy poco que le quedaba a Bastidas de bienes o per-tenencias fueron confiscados en el proceso seguido en la Corte,por deudas a la Corona y dineros no cancelados a la tripulacin,sin tener en cuenta el naufragio sufrido.

    Despus del cautiverio, Bastidas regres a Santo Domingo.All permaneci varios aos dedicado al comercio y la gana-dera como tambin encargado de recaudar y administrar lasrentas de Almojarifazgo.

    No obstante don Rodrigo aoraba las riquezas de ultramar.Muy pendiente de ellas, solicita la mayor informacin de losservicios prestados a la Corona, o sea, la recopilacin de susactuaciones o antecedentes a fin de mostrar que se encontrabaen condiciones de reclamar el correspondiente permiso, licen-cia a capitulacin y as poder "fundar colonias o poblar entierra firme". Que le fue concedida por el emperador CarlosV, el 15 de diciembre de 1521.

    Algunos historiadores afirman que Bastidas no alcanz allenar los requisitos para llevar a cabo el viaje, es decir, com-pletar los preparativos que implicaba esta clase de empresa,pero se tiene conocimiento de lo contrario, por cuanto, hayindicios y comentarios que s lo realiz apurado y angustiadopor volver lo ms pronto posible al Nuevo Mundo.

    Se dice que se efectu de manera cautelosa y reservadacomo se ver posteriormente; a pesar de la falta de datos onoticias concluyentes sobre ciertas andanzas clandestinas deRodrigo de Bastidas.

    De todas maneras, es muy cierto que tres aos despusde la licencia mencionada, obtiene otra capitulacin de la Co-rona Espaola, el da seis de noviembre de 1524, limitndolesus atribuciones pero con el fin de que poblara o colonizarala provincia o puerto de Santa Marta.

    Como se puede establecer, entre una y otra capitulacintranscurren cuatro aos.

    La ltima licencia u ordenanza otorgada a Bastidas, esun documento previsor donde se limitan sus atribuciones ymediante la cual, se nombra a don Rodrigo Adelantado dela provincia de Santa Marta y tierra que conquistare; dndolepor adelantamiento, desde el Cabo de la Vela hasta la Bocadel Ro Grande de la Magdalena.

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  • Para la fundacin de Santa Marta se le exige a Bastidasla construccin de una fortaleza e iniciar dicha fundacin conno menos de 50 vecinos, de preferencia casados que debajuntar en las Islas, La Espaola, Jamaica o San Juan. Tododentro del plazo o trmino de dos aos.

    El Adelantado, don Rodrigo, no alcanza a reunir el nmerode los vecinos exigidos en las islas, pero s pudo comprar na-ves, armas y provisiones necesarias para servicio y consumode los 45 tripulantes que logr poner a sus rdenes y de estamanera acometer la empresa que se le haba encomendado,y poder evitar, en lo posible, los percances sufridos anterior-mente.

    Listos los preparativos y reunida la tripulacin para zar-par, las naves se hicieron a la vela. Viento en popa, llegan afinales del mes de julio de 1525, a la "Baha del Ensueo" oPuerto de Santa Marta, de impresionante mar azul , con tran-quilas y cristalinas aguas. La misma "Citurna" o "Saturna"que haba contemplado con asombro haca cuatro aos.

    A propsito de Santa Marta y el pueblo viejo de la Cinaga,ltimamente se habla de un dato que no deja de ser muysignificativo para la ciudad de Cinaga. Posible hallazgo his-trico, merecedor de un justo reconocimiento y que tiene comopunto de referencia, el comentario escrito por el seor Guiller-mo Henrquez Torres, inquieto y reconocido observador delas noticias historiales de Cinaga, su ciudad natal. Dice Hen-rquez Torres, que de la "Geografa Universal Ilustrada de Riz-zoli - Miln - Italia, editada en castellano por la editorial No-gues (Semanario NQ 57), tom la siguiente informacin: "Laciudad de Cinaga, Magdalena - Colombia, fue fundada porRodrigo de Bastidas en 1521 y Santa Marta en 1525, cuatroaos despus".

    Esta interesante anotacin, es el caso de apreciarla desdeel punto de vista histrico, teniendo en cuenta el origen de lafundacin de Cinaga por autnticos nativos de la regin.

    Veamos los motivos, razones y fundamentos de nuestraapreciacin :a) Es incuestionable que Rodrigo de Bastidas fue el precursor

    ms importante de la conquista de nuestro litoral Atln-tico, no obstante, que "antes que l, haban tocado el territoriodos marinos intrpidos: Coln y Ojeda; pero es Bastidas, quienabre el escenario a las miradas del mundo", segn la firma

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  • Eduardo Posada. As mismo que don Rodrigo es el descubridory pacfico conquistador de la llamada Tierra Firme.

    Es de tener en cuenta que Bastidas, aos antes de susaventuras en el Nuevo Mundo, desempe el cargo de escri-bano y notario. Sin duda alguna fue uno de los ms ilustradospobladores de las Indias. Reconocido hombre de letras.

    De los viajes de Bastidas por nuestra regin hay vacos eimprecisiones cronolgicas como tambin de los lugares querecorri. Circunstancia que puede explicarse ante el hecho deque don Rodrigo "escribi" al par que otros capitanes de sutiempo unas memorias de sus expediciones que desgraciada-mente no se conservaran". Anotacin que aparece en "la bio-grafa de Rodrigo de Bastidas", publicada en 1920 por el inte-lectual, matemtico e historiador Rodrigo Noguera Barrene-che, natural de Santa Marta. Ensayo escrito con base en copias,de los documentos que reposan en los archivos de Espaa, par-ticularmente en Sevilla.

    Consta en la pgina 87 de la obra citada (211 Edicin 1995)que en el ao de 1975 hubo una reimpresin universitariaEditorial Pax.

    Ah se afirma que "Don Daro Mndez Bejarano, profesorde literatura de varias instituciones espaolas, menciona lasextinguidas memorias de Bastidas, en su Bio-BibliografaHisplica de Ultramar".

    Lamentable prdida, pero a pesar de todo, constituye unhecho muy diciente, que la histrica conformacin y fundacin,del viejo y extenso poblado indgena de la Cinaga, ratificadaespontneamente por Bastidas, no fueron tema del olvido, sinobien recordado a travs de vivos comentarios de marinos ytripulantes que viajan con el adelantado (testigos actuarios).O de aquellos que tuvieron la feliz oportunidad de haber ledolas mencionadas memorias.

    Slo sabe Dios el motivo por el cual desaparecieron. Lomismo acontece con la carta dirigida a un familiar de partede un oficial de la marina de aquel entonces, en donde se hacealusin de que Rodrigo de Bastidas visit dos veces el mismolugar que se encuentra entre una hermosa baha de aguas azu-les y cristalinas y la Laguna Grande que se comunica con elmar, frente a la ensenada de verde vegetacin y el caudal deagua dulce de dos ros que desembocan al mismo mar. Arribana las playas de nuestro litoral cienaguero los invasores, pene-

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  • tran en la regin y efectan, un acto de reconocimiento y rati-ficacin de la existencia de una "Aldea Grande" de indios comola denominaron cronistas y misioneros aos ms tarde.b) Acontece que a fines del siglo XV y principios del XVI,

    las referencias a los descubrimientos y viajes en lejanastierras se hacan o sustentaban por tradicin oral que unasveces fueron anotadas y otras no de parte de cronistas de aquelentonces.

    c) Ha podido ocurrir que don Rodrigo de Bastidas, resentidoy angustiado por los contratiempos e infortunios que le

    proporcionaron sus envidiosos enemigos, considerara inaplaza-ble, y conveniente el viaje clandestino y partiera apresuradocon rumbo al litoral del viejo pueblo indgena cuando corrael ao de 1521. Ms an si se tiene un recuerdo grato de loque haba visto y apreciado anteriormente, cuando visit a la"Costa Verde" para proveerse de frutas silvestres, agua dulcey animales de caza que abundaban en ese privilegiado sector.Se hace entender de los indios mediante el buen trato y obse-quios, sonajas y baratijas impresionistas. Los convence de subuena voluntad y misin de paz. De esta manera y ante lapresencia de varios tripulantes de sus naves, procede a dar porratificada la fundacin de la extensa poblacin cienaguera ori-gen de la ciudad de Cinaga. Se verific esta diligencia conlas ms sencillas formalidades, en nombre de Dios y de losReyes de Espaa.d) Ojal la aparicin de nuevos documentos pertinentes, has-

    ta ahora ignorados u ocultos, con la categora de histri-cos, permitan dar luz a esta importante ocurrencia del pasado.

    No se puede negar que la mayor parte de la documentacindisponible sobre el Descubrimiento, Conquista y Rgimen Colo-nial, se hallan en el "Archivo de Indias", no pocas veces agru-pados con defectos o registrados bajo la premeditada influen-cia de intereses creados.

    Adems, en el encuentro de dos culturas diferentes y desi-guales la Corona y la Iglesia son factores determinantes paraprejuzgar los acontecimientos histricos en el Nuevo Mundo.Como si los hechos no fueran ms fuertes que las opiniones delos hombres.

    Cmo se pueden menospreciar hechos palpables como lafundacin real y respetable del ms grande poblado indgenade aquel entonces? Aquel que el misionero espaol y protector

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  • de indios de la provincia de Santa Marta, Fray Toms Ortiz,inform al Rey de Espaa, en 1529, sobre su existencia y ta-mao: "A ocho leguas de Santa Marta est una poblacin muygrande, un valle entre serranas en que puede haber 4.000 o5.000 bohos" (vase pgina 34).

    La historia de Amrica no puede ser unilateral, y ms anen esta hora de ahora.f) La fundacin: sinnimo de principio y origen de una cosa

    determinada . Su razn de ser.En el caso concreto de la fundacin de Cinaga, fundar es

    la incuestionable accin de formar, construir o establecer ungrupo o conglomerado de viviendas, (ranchos, bohos con te-chos, paredes, trojas, etc.) causa u origen de la futura ciudad.

    Para los primitivos cronistas espaoles del siglo XVI, fun-dar un pueblo en el Nuevo Mundo era exclusivamente "colanizar" como si fuera posible ignorar o menospreciar la culturao civilizaciones Mayas, Aztecas, Incas, Caribes, Guaranes,Chibchas, etc.

    Cul es la razn para no dar la importancia merecida ala fundacin de Cinaga que nace de un importante asenta-miento indgena y evoluciona en la "Aldea Grande" origen dela ciudad.

    O ser que los nativos de la poca precolombina carecan,del derecho natural de poder reunir sus viviendas, sin la veniade los conquistadores espaoles?

    En este orden de ideas, as mismo se podra considerarque los nativos americanos no se reconocan como seres hu-manos, sino cuando a instancia de los misioneros espaoleseran bautizados y adoraban a Dios, al Papa, y los Reyes deEspaa. Acaso se justificara tambin negar la paternidad omaternidad del criollo (espaol-americano o lo contrario), mes-tizo, mulato, zambo.g) La cuestin es distinta. No se trata de sealar fechas para

    anunciar quin se form primero, Santa Marta o Cinaga.O cul es la ciudad ms vieja en territorio colombiano? Sifuera as, ocurre que.Alonso de Ojeda, fund a San Sebastinde Urab en 1510 y Martn Fernndez de Enciso a Santa Ma-ra de la Antigua del Darin en el mismo ao. Acontece tam-bin que en 1513, Vasco Nez de Balboa, saliendo de SantaMara atraviesa el istmo y descubre el Ocano Pacfico. Desde

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  • Panam (fundada en 1519) Pascual Andagolla recorre la CostaPacfica hasta Cabo Corriente. Estos datos fueron tomadosde los historiadores, investigadores y profesores universitarios;Manuel Aguilera Pea y Jaime Humberto Borja (Atlas Bsicode la Historia de Colombia).

    Para concluir los planteamientos expresados, tengo a biendejar establecido que "Las Anotaciones para una Historia deCinaga", tienen el propsito de no estar supeditadas o alie-nadas al punto de vista de aquellos cronistas hispanos-que con parcialidad, solamente registran o enaltecen las actua-ciones de los conquistadores o invasores de Espaa con un cri-terio sesgado de egosta tradicionalismo. Ms an, en la pocade la Conquista cuando colonizar era sinnimo de poblar conlas consagradas formalidades y por ende, ignorar, menospre-ciar o desconocer la simple, natural y espontnea actividadcreadoras de las comunidades indgenas, como si al indio leestuviera vedada la facultad de fundar sus pueblos. (Futurasciudades).

    Con razn en uno de sus poemas, "Canto a mi Patria",Mandy Mola Insignares, refirindose al ayer precolombino di-ce:

    "Los Chibchas y los Caribespoblaron alturas y planicies;brot la cultura de la siembra;espiga arrasada por el viento de los siglos" :Pgina 4 de "Poemas Secretos - Ecos y Sombras" de la

    L.A.M.I. Plaza y Jans Editores , Santaf de Bogot, 1995.

    Ante el mrito y cualidades de nuestros primitivos cronis-tas e historiadores en el relato de acontecimientos del pasadoque dejan muchos vacos; es indispensable promover una nuevahistoria , no sesgada. Hay que desempolvar las fuentes de dondeemanan los hechos pretritos.

    Tambin es el caso de anotar sobre los viajes y descubri-mientos de Bastidas por la Costa Norte de Colombia, lo perti-nente del escrito o documento presentado en el primer Con-greso Nacional de Historiadores y Antroplogos celebrado enSanta Marta , noviembre de 1975 , por el fallecido historiadorcienaguero Claudio Ropain de Len , donde hace referencia aGonzalo Fernndez de Oviedo , no slo como historiador dela conquista sino tambin como protagonista de ella (Historia

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  • General y Natural de las Indias, 14 volmenes) y sostiene queFernndez Oviedo "adems de buen conocedor de la CostaNrdica Colombiana, fue el primer gobernador nombrado parala tierra de Santa Marta". As mismo que su contacto con estaregin de la patria ocurre cuando la poderosa armada de Pe-drarias Dvila ancla en el puerto de Santa Marta y durantecuatro das del lunes 12 al jueves 15 de junio de 1514, rotasya las hostilidades, la gente de armas saquea las propiedadesde los indios". Adems, Ropain de Len, llama la atencinque "En 1526, publicara el propio Oviedo sus observacionescaptadas en medio del encuentro casi siempre escabroso de lasdesiguales y distintas culturas antes que la hueste invasoradecida vivir sobre el pas. Del sumario proceden estas lneas,importantes para la historia y la onomstica del Ro Magda-lena". "Todos estos indios coronados son gente recia y fle-cheras, y tienen hasta 30 leguas de costa, desde Punta de Ca-noa arriba hasta el Ro Grande que llaman Guadalquivir cercade Santa Marta, en el cual, atravesando por aquella costa,cog una pipa de agua dulce en el mismo ro, despus queestaba el ro entrado en la mar seis leguas".

    Contina Claudio Ropain: "Un siglo despus escribe FrayPedro Simn y asegura haber sido bautizada nuestra principalarteria fluvial por Bastidas y sus compaeros porque le dieranvista y entraron en sus aguas el jueves antes de la SemanaSanta cuando la Iglesia celebra la conversin de la Magdalena:Costumbre bien usada en esta tierra entre los espaoles, ponernombre a las cosas de estos indios de los das en que se des-cubren, o de otro suceso, el primero que se ofrece luego endescubrindolas". (Simn, Fray Pedro. Noticias historiales dela Conquista de Tierra Firme en las Indias Occidentales, CasaEditorial de Medardo Rivas. Bogot, 1891, tomo II, pginacuatro).

    Prosigue su comentario Claudio Ropain: "Mas si desde elcomienzo llamaron al ro Guadalquivir, y no Magdalena, laexplicacin que zurce Fray Pedro Simn queda convertida enun inconsciente tejido de gratuitas suposiciones de las cualesresulta valedera slo una; la de que Bastidas le diera el nombreal descubridor a los indios coronados".

    Tambin es conveniente y necesario registrar en estas ano-taciones lo que dice el cannigo e historiador, Jos AlejandroBermdez, edicin NQ 226 (noviembre de 1932), rgano de"La Academia Colombiana de Historia", cuando se refiere a

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  • la fuente primitiva de la historia americana y menciona entreotros cronistas e historiadores, a dos escritores que ms a lalarga expusieron las conquistas en tierras del Nuevo Reino:"La Historia General y Natural de las Indias , Islas y tierrafirme del Mar Ocano del capitn don Gonzalo Fernndez deOviedo y Valds y "La descripcin de las Indias Occidentales"de don Antonio de Herrera y Tordecilla, cronista mayor delos Reyes Catlicos".

    Afirma Jos Alejandro Bermdez que Fernndez de Ovie-do, es prncipe entre todos los historiadores de Indias: "12veces cruz los mares en busca de nuevas tierras; tuvo trato yfamiliaridad con el mismo Coln , sino adems con buena partede los otros conquistadores ; tanle a nuestro territorio su con-dicin de Regidor y Teniente del Darin ; sus luchas contra elcruel Pedrarias y hasta el hecho mismo de haber sido nom-brado Gobernador de Cartagena, cargo que no lleg a desem-pear por haberse presentado una sublevacin de los indios ".

    Tambin hace alusin sobre el mrito y cualidades de losprimitivos cronistas e historiadores. (Primeros tiempos y aosdespus ) : ' Gonzalo Jimnez de Quesada ; ("El Gran Cuader-no', "Eptome de la Conquista del Nuevo Reino de Granada",etc.) ; Juan de Castellanos ("Elegas de Varones Ilustres delas Indias", "Historia del Nuevo Reino de Granada"). Frailes:Alonso de Zamora ("Historia de la provincia de San Antonio") ;Pedro Aguado ("Recopilacin historial resolutoria de SantaMara y Nuevo Reino de Granada"); Pedro Simn (Noticiashistoriales de las conquistas de la tierra firme de las IndiasOccidentales) ; Lucas Fernndez Piedrahta (Colombiano, au-tor: "Historia General de las conquistas del Nuevo Reino deGranada") ; Juan Rodrguez Fresle ("El Carnero") ; Juan Fl-rez de Ocriz ("La Genealoga del Nuevo Reino").

    Advierte el citado cannigo Bermdez sobre el estilo di-fuso y las "tendencias clasistas de estos historiadores , el deseono disimulado , de imitar los modelos antiguos , el candor enjuzgar hechos que ellos tenan como portentosos y sobrenatu-rales, la ausencia casi completa de crtica y anlisis han indu-cido a muchos a creer que nada de provecho puede hallarseen los primitivos cronistas, y que, de consiguiente menester esreconstruir la historia en los documentos que ignorados sehallan en los archivos y bibliotecas, sin acordarse de que notodos los hechos pretritos pudieron quedar consignados en

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  • esos documentos y que slo , en los cronistas puede perpetuarsela tradicin primitivamente oral".

    El relato o anotaciones de los cronistas , recin llegados alNuevo Mundo, fue antes que todo, la descripcin del espec-tculo, sin antecedentes, que apreciaban a primera vista; sor-prendidos e impresionados ante el increble y hermoso escena-rio de la naturaleza tropical.

    Sin duda alguna , para los codiciosos invasores de la tierrafirme de ultramar, "el medio fsico en donde fijaban sus piesy clavaban la cruz fue lo prioritario". La narracin del entornolo absorba todo; dejando a un lado la vida y actividades pro-pias de los nativos americanos.

    En "sus mejores prosas", el brillante escritor HernandoTllez sostiene que "El cronista de Indias , el gran ' reporterode los siglos XVI y XVII, no tenan tiempo ni nimo, ni cu-riosidad para ocuparse del nativo americano en la medida quese ocupaban de las fabulosas cosas que lo rodeaban. El temadel oro, de las especias , de las plantas, de los animales , intere-saba ms que el de las almas o humanidad de los aborgenes".El indio sin bautizo, era un "salvaje".

    "La conquista de Amrica tena, ms que todo, un sentidode posesin fsica".

    El espritu creativo o las fundaciones de las poblacionesprimitivas , no le dieron importancia , fueron inapercibidas. Altratar el tema sobre la Fundacin de Santa Marta, el historia-dor Juan Freide , reconoce que las actas relativas a la fundacinde antiguas ciudades, slo se han conservado una mnima parte.Dice: "que frecuentes incendios en esas primitivas poblacioneso su traslado de un lugar a otro ocasionaba prdida de docu-mentos irremplazables . Tal vez sea el caso de Santa Marta"."De esta manera la esperanza de encontrar el acta es muyleve".

    Tambin se refiere Freide en "Documentos Inditos parala Historia de Colombia" que el otorgamiento jurdico del ttulode una ciudad, con actas hechas ante un escribano en las cua-les se sealaban regidores, alcaldes y otros funcionarios muni-cipales, preceda casi siempre en Amrica una "fundacin dehecho", es decir, la ocupacin material de un pueblo por losespaoles -generalmente indgena- que muchas veces cam-biaba de un sitio a lugares ms convenientes. Slo en poblacio-

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  • nes definitivas se hacan diligencias para ser reconocidas comociudad por las autoridades espaolas".

    Luego afirma el mencionado historiador; "todo esto con-dujo a una situacin no siempre aclarada por documentoshistricos".

    Volvamos a nuestra Costa Verde:La cultura aborigen se inicia en el litoral, puerta natural

    de entrada para el desarrollo de los pueblos.El viejo pueblo de la Cinaga se form frente al Mar

    Caribe, cerca de la laguna Grande (despensa permanente dela pesca). Lugar prodigio de sal, ubicado tambin en las proxi-anidades de las frtiles desembocaduras de los ros Crdoba yToribio; y en el sector bordeado de montes fecundos con sa-brosas frutas de comer y agradables animales de caza. El lito-ral cienaguero habitado por tribus corajudas fue centro deatraccin de los indios "Chimilas" y ms tarde de los bravos"Tayronas".

    Los aborgenes preferan para su vida comunitaria los me-dios o sitios ms propicios para su subsistencia. La idiosincra-sia o ndole del indgena busca la comodidad o el privilegio detener las frutas y los peces al alcance de la mano como sucedeen la Costa Verde, adems, los plantos no sufran la sequapor falta de facilidades de riego o el perjuicio de fuertes brisas.

    En ese entonces la belleza de una baha no da razn sufi-ciente para formar o construir un pueblo.

    En relacin con el silencio cmplice sobre la fundacin deCinaga, es un hecho: que la mayora de las veces el Conquis-tador mostr menosprecio por la cultura de los pueblos primi-tivos, considerados como paganos, salvajes. De ah, que lo queno fuera de origen hispano o aceptado por ellos, no dieran laimportancia merecida. Cronistas e historiadores espaoles tra-taron de desconocer la muy antigua fundacin del pueblo dela Cinaga.

    Claro est... que en estas circunstancias no haya detalleshistricos comprobados; pero lo cierto es, que antes de la fun-dacin de Santa Marta, don Rodrigo de Bastidas, primero al-canz a divisar el poblado indgena; y despus lo visit.

    Sobre la existencia de este conglomerado indgena de con-siderable extensin e importancia regional, da noticias el cro-

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  • nista espaol Fray Pedro Simn cuando se refiere a las salidasdel conquistador Garca de Lerma, por el viejo pueblo "Pon-gueyca" all por el ao de 1530. Considera al poblado comoproveedura de pescados, sal, oro; frtil lugar del sector "Chi-mila", sometido por los "Tayronas".

    Tambin en el caso de registrar en la historia de Cinagaque el experto navegante Juan de la Cosa y sus acompaantesvisitaron esta comarca (1504), as mismo, en busca de oro,mantas, alimentos, etc., Rodrigo Henrquez de Colmenares(1510) ; Pedro Arias Dvila (Pedrarias) en 1514, y el bachillerMartn Fernndez de Enciso (1518) pero en verdad, quien ini-ci la colonizacin espaola en "Pongueyca" (Aldea Grande oPueblo de la Cinaga) fue Rodrigo Alvarez Palomino, capitnde Bastidas y sucesor del Adelantado despus de su muerte.

    Indudablemente como lo anota el cronista Guillermo Hen-rquez Torres, "que cuando Palomino toma a mando la AldeaGrande en 1526, en nombre de la Corona Espaola, facilita,dos aos despus, la entrada o catequizacin de los naturalespor parte de Fray Toms Ortiz".

    Este sacerdote dominicano, Toms Ortiz, arrib a la Pro-vincia de Santa Marta, primero de Vicario General de las Mi-siones. Ms tarde, 15 de febrero de 1528, por real previsindada en Burgos, el cargo de defensor y protector de Indias.

    Tres meses despus de su llegada a Santa Marta, Fray Ortizinforma al Rey de Espaa, de una poblacin muy grande enun valle entre serranas y le dice que se dirige a ese lugar, nomuy lejos de la capital de provincia, en misin de catequizary proteger a los indios.

    En documentos inditos para la historia de Colombia, n-mero 175, el historiador Juan Freide, aparece establecido queel soberano espaol tena conocimiento del mal trato que dabanlos conquistadores a los indios de la Aldea Grande, hacindolosesclavos por rescate, herrndolos como animales, etc., constatambin que el Rey da instrucciones a Fray Toms Ortiz y re-conoce "que ese proceder estorba la conversin de los abor-genes".

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  • DESAVENIENCIAS ENTRE EL MISIONEROFRAY TOMAS ORTIZ Y EL GOBERNADORGARCIA DE LERMA

    En relacin con los pobladores de la Cinaga, el misioneroespaol actuaba con precaucin. Es decir, con mucho tacto.Tena noticias de que los indios siempre estaban dispuestos arechazar con bravura las abusivas incursiones a su poblado.Adems se haba dado cuenta que el gobernador Garca deLerma obstaculizaba su labor.

    Ante la sed de oro, el mismo Oidor, fue sordo a los man-datos de la Corte. Fray Ortiz se vio obligado a manifestar alRey que estaba desconcertado por el mal proceder del Go-bernador.

    En vista de que Garca de Lerma tambin acusa al misio-nero ante la Corte (1529) interviene la Reina, en real cduladirigida al Gobernador: "Soy informada que entre vos y FrayOrtiz, nuestro protector de indios en esa provincia, hay muchasdiferencias y enojos".

    Todo indica que en medio de la intimidad de la Iglesia yel Gobierno de la provincia hay mucho que desear. Hasta elextremo que el Cabildo de Santa Marta, se quej ante el Mo-narca que el Gobernador y el Fraile Ortiz se haban entendidopara sacar oro a los indios del pueblo de la Cinaga.

    LA FERIA DEL PUEBLO DE LA CIENAGA

    Los naturales del antiguo Pueblo de la Cinaga (Ponguey-ca o la Aldea Grande) acostumbraban celebrar un da de fiestay de mercado en la plaza central del poblado, donde mostrabansus productos del campo, la caza, la pesca, objetos de oro, pie-dras pulidas, vasijas de barro cocido, mantas, flechas, etc., pro-cedan de la Sierra Nevada .o sus estribaciones que se obtenanmediante el trueque, con la "sal de espuma, pescado, frutos detierra caliente, etc.").

    La feria cienaguera tena fama en toda la regin. Era lams importante fuente de aprovisionamiento. All se canjeabande manos; pescado seco, carnes frescas y saladas, jayo, guayu-cos, tinajos, etc.34

  • En esta festividad , en medio de bebida embriagante bai-laban danzas en crculos de lumbres, en las primeras horas dela noche hasta el da siguiente que -despus

    - con el mesti-zaje de indios con negros que convivan en la regin de Paparese denomin "La Cumbia". As mismo se origin "La Jori-kamba".

    Jos C. Alarcn, autor de "El Compendio de Historia delDepartamento del Magdalena", hace alusin de la Feria enel Pueblo de la Cinaga as; "Cuando Garca de Lerma comi-sion al obispo Fray Toms Ortiz para que se trasladara a laregin de Cinaga custodiado por un piquete de tropa, paracatequizar e informar sobre las actividades de los indios, laocasin no fue propicia para la prdica por haber coincididoel primer da de ella con el de una especie de feria que celebra-ban en dicho poblado todos los indios de los lugares cercanos.Los indgenas estaban muy distrados en su fiesta , lo que fueinterpretado como una manifestacin de irrespeto con las auto-ridades de la comitiva gubernamental".

    La actitud de los indios ocasion que fueran apresados yllevados a Santa Marta para venderlos como esclavos.

    LOS NEGROS Y ZAMBOS DE LA CIENAGA

    La referencia documental ms antigua , sobre los negrosafricanos que fueron transportados a las Indias Orientales yColonias Americanas, por los espaoles y portugueses, datade 1518, segn el historiador Manuel Moreno Freginals ("Afri-ca en Amrica Latina").

    A finales del siglo XVII la trata o comercio de esclavosnegros, se increment en Cartagena , Santa Marta y Riohacha,pero fue en 1703 cuando se fueron dispersando por el maltrato de sus amos, lo que motiv la formacin e integracinde los llamados "Palenques" (sitios de ocultamiento de los ne-gros cimarrones , huidos de los lugares de trabajo ). De estamanera se constituyen en ncleos de defensa comunitaria.

    Tambin es el caso de anotar que siglo y medio antes, exis-ti un "palenque" en los dominios del antiguo y olvidado"cacique del Valle de Upar" ( Jos C . Alarcn).

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  • En la Provincia de Santa Marta se refugiaron esclavos enSanta Cruz de Masinga y otros sectores de menor altitud enla Sierra Nevada. De all se fueron infiltrando entre los indiosdel Pueblo de la Cinaga. Despus se mezclaron con mayorintensidad con los mulatos y mestizos, en las labores del campoy bsqueda de minerales.

    El zambo, (expresin americanista) es el descendiente delos esclavos negros de Papere, Toribio, Garabuya Bonda, Ma-singa, Gaira, etc., hijos de indios con negra o a la inversa queevolucion en cuanto a su aspecto facial y otros rasgos carac-teristicos del propiamente negro (labios gruesos, nariz chata,cabello crespo, etc.), resultado de la mezcla de las razas: (Chi-milas, Tayronas, Coguis, etc.) donde predominan los cabelloslisos, nariz ms o menos delgada y carencia de canas en lavejez.

    En Cinaga y a todo lo largo y ancho de la Zona Bananeraes muy comn ver hombres y mujeres de color negro con muybuena presencia, producto o resultado del filtro indgena, osea morenamente hechos, que por cierto constituyen la mayorade sus habitantes.

    Es extrao que en el monumento que erigi la clase obreraen homenaje a los mrtires de la Huelga de las Bananeras, quese halla ubicado frente ala antigua Estacin del Ferrocarril,obra de arte del famoso escultor Rodrigo Arenas Betancur,se hubiera tomado un modelo que no corresponde a esta reginde la Costa Atlntica. Ms an, si trata de representar a unautntico trabajador nuestro... Tiene ms bien aspecto cho-coano o haitiano. Descalzo, semidesnudo con alzado macheteen mano. Gesto arrogante, amenazante o presumiblementetriunfante.

    Esta fusin de razas y necesidades, tiene gran influenciaen la tradicin musical cienaguera (cantos y danzas) como en"La Cumbia" y "La Joricamba" inspiradas en esta regin.Cinaga, es la cuna de la cumbia, baile ritual que desenvuelveen s mismo un coloquio amoroso. O sea, la fusin de la melan-cola indgena de la "gaita" o "caa de millo" con el bullan-guero tambor de los negros africanos. En un principio fue unadanza fnebre de los aborgenes con cantos al difunto. El negrocon la dinmica de los movimientos alegres de sus caderastransform el baile primitivo. Se ha conservado el ritmo corri-do -en formacin de crculos danzantes con lumbres o mecho-nes encendidos-.. Las mujeres con movimientos vivos y serenos36

  • e imperceptibles a excepcin de las sugestivas cinturas y senosque tiemblan como hacen los tallos de los arbustos al contactode la brisa, y ms an cuando se aproximan los parejos convaroniles piruetas.

    Dentro del permetro o sector comprendido entre la reginde desembocadura del Ro Crdoba (Este) ; orillas del MarCaribe (Norte) ; Laguna de la Cinaga Grande, caos (Oeste)y playones de Sevillano (Sur), el primitivo pueblo de la Ci-naga, sufri distintos traslados de un lugar a otro en busca delsitio ms conveniente para la defensa del poblado. As mismo,ha cambiado de nombre: Se ha llamado Pongueyca, AldeaGrande, Crdoba, Pueblo de la Cinaga, Villa de San JuanBautista de la Cinaga, San Juan del Crdoba, y por ltimo,ha conservado el nombre de Cinaga.

    Don Pedro Crcamo, por encargo de su padre, el gober-nador Lpez de Orozco, fund la poblacin de Crdoba a ori-llas del ro del mismo nombre.

    El fundador de Crdoba fue gobernador de la Provincia deSanta Marta en 1576.

    En "La Floresta" del Alfrez D. Jos de la Rosa, se refierea la destruccin o demolicin de la "Ciudad de Crdoba", ysobre este hecho, dice: "Que aconteci en el ao de 1655,con la invasin armada de Guillermo Guasn y el pirata JuanCuchillo , y agrega , que afirma y se convence que su situacinera a orillas del Ro Crdoba, cinco leguas al Poniente poresta Costa ; y as hemos de colegir que entonces la quem esteenemigo y que en los sucesivos nueve aos se fueron poco apoco mudando los vecinos, hasta que la dejaron desierta".

    Los temibles "Tayronas" que habitaban al sur de la Ci-naga y cuyo jefe se llamaba "Pasigueyca", atacaron al pobladode la Laguna Grande y sometieron a sus habitantes.

    Luego despus los desalmados conquistadores espaoles,contribuyeron tambin a que la Nacin Chimila abandonaraaquella regin.

    ATAQUES DE PIRATAS A LA CIENAGA Y CHIMIL

    La Cinaga y Chimil fue codiciada como una comarcafrtil y prspera . Adems careca de defensas o fuertes natu-

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  • rales. Ubicada en una llanura o sea al descubierto de sus ata-cantes.

    En el ao de 1679, Francisco Grammet de la Matte, pirata,de abolengo francs, se present frente al prspero pueblo dela Cinaga, siendo las dos de la maana de un fatdico da delfines de septiembre, y tom por sorpresa la poblacin; que fuesaqueada. Se llevaron varias cabezas de ganado y dos prisio-neros, un espaol y su esclavo. (Piratas de la Provincia deSanta Marta, libro del historiador samario, Arturo BermdezBermdez).

    Como se puede apreciar: las tribus vecinas, los conquista-dores y los piratas, que venan a quemar y robar al poblado,demuestra que en esta grande aldea haba muchas cosas queperder ante las infames incursiones de sus enemigos.

    Defenderse y aislarse de los intrusos. Tratar de vivir enpaz. Reponer los males causados fue el motivo principal paraque los cienagueros se mudaran de un lugar a otro dentro delmarco del permetro actual de la ciudad.

    LEVANTAMIENTO COMUNERO

    Sin duda alguna la catequizacin de los naturales del pue-blo de la Cinaga, es decir, la persuacin y enseanzas reci-bidas de parte de los clrigos fue favorable en sus posiblesconocimientos, que tuvo mayor auge con la creacin de la pa-rroquia, siendo Fray Cristbal de Sotomayor, el primer p-rroco de Indios. La poblacin fue desarrollndose con el trans-curso del tiempo. Desde un principio fue el punto intermedioo cuyuntura vial de las ms importantes comunicaciones conlas regiones de la Provincia de Santa Marta y comarcas vecinas.

    Ocurre que los nativos haban demostrado vocacin al tra-bajo, pero las limitaciones para dejarlos producir la tierra ypensar libremente provoc la reaccin y justificada protestade la ms importante comunidad indgena, movimiento enca-bezado por el cacique indio, bautizado, Antonio del Castillo;originando el primer levantamiento comunero en el territoriode Colombia. Actitud que tuvo como resultado favorable laconcesin de la Zona Comunal o Ejidos de Cinaga (1755-6),salvando las proporciones 25 aos de la Rebelin de los Co-

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  • muneros de la Nueva Granada ( 1780 ). 0 sea, la revolucino levantamiento contra las autoridades coloniales en Villa delSocorro, por los recaudos de las rentas de tabaco y alcabalas.Movimiento encabezado por el mestizo Jos Antonio Galn.

    La llegada de gente de otros lares, atrados por "la exu-berancia de sus tierras y facilidad de comunicacin a travsde sus caos y lagunas con otros pueblos del Ro Magdalenay Sierra Nevada ; lo que genera para los nativos de la Cinaga,la disminucin o prdida de sus mejores labranzas o del tra-bajo comunal", fue el motivo principal de la justificada pro-testa y que determin la asignacin o adjudicacin de tierraslaborables en la regin que actualmente se conoce como lasVegas del Crdoba, Mamonal y Centella. As mismo se decla-raron , igualmente , los playones de Guacoca , hasta el entoncesVillorrio de Sevillano, de uso comn ,.. para la cra de ganadosy entre las orillas del mar , la laguna, hasta la Barra nueva parala libre extraccin de la sal.

    De datos suministrados por el doctor Ral Riascos Labar-cs, investigador serio y metdico, que aparecen registrados enla Carta preliminar o mapa del Instituto Geogrfico Militar,la extensin de los ejidos para uso de los nativos fue:

    Tierras de labor =1 Caballera = 9 fanegadas = 4 3/5 almudes

    Tierras de pastos =4 caballera = 22 fanegas = 7 7/10 almudes

    Tierras de salinas = 12 fanegadas = 9 1/3 almudesTotal Tierras deCaballera = 5 Caballera = 44 fanegadas = 9 4/5 almudes

    Medidas: ( equivalentes)

    Una vara castellana = 83,59 cm.Una caballera = 2.400 varasUna fanegada = 12 almudesUn almud = 100 varas linealesUna caballera = 50 fanegadas.

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  • Se tiene por "Ejido" al terreno o zona inculta de la pobla-cin destinada a usos comunes. De esta manera se le asignarona los nativos del pueblo de las Cinagas, tierras de labranzaspara su comn y exclusivo aprovechamiento.

    TITULO Y EJECUTORIA A FAVORDE LAS TIERRAS DE CIENAGA

    En cuanto a la vida jurdica del pueblo de la Cinagacomo entidad con derecho y obligaciones, segn datos sumi-nistrados por el Notario Primero de este Circuito, seor FaroZabaran (Monografa de la ciudad de Cinaga) : "Se inicia el20 de septiembre de 1755, con una real providencia dictadapor el seor gobernador Juan Toribio de Herrera Leyva, apeticin del seor Antonio del Castillo, indio capitn del Pue-blo de la Cinaga, por mandato de don Jos Espeleta PaldeanoDicastillo i Prado, teniente general de los reales ejrcitos, vi-rrey, gobernador y capitn general del Nuevo Reino de Granaday provincias adyacentes, presidente de la audiencia y pretorialy Cancillera Real de Santaf de Bogot". (Libro: Ttulo yEjecutoria a favor de las tierras de Cinaga), "con lo cual losnativos adquirieron derechos para el fomento de la agricultura,ganadera y pesca, quedando solamente en la obligacin depagar Real Tributo y Quinto de su Majestad".

    LA MAS GRANDE E IMPORTANTEALDEA INDIGENA

    El extenso asentamiento indgena, ubicado en parte delrea o permetro que actualmente corresponde a la ciudad deCinaga, fue visto con admiracin por los descubridores yconquistadores espaoles. No obstante la indiferencia de lamayora de los cronistas, (restndole importancia a lo autc-tono), se lleg a registrar que Fray Pedro Simn como se dijoanteriormente en 1530, Garca de Lerma, en una de sus sali-das por tierras tayronas vio una gran poblacin en la reginde "Pongueyca", donde haba muchos indios dedicados a res-catar sal, pescado y mantas. El mismo poblado que Fray To-ms Ortiz apreci muy espacioso o dilatado de acuerdo conel informe rendido al rey de Espaa desde Santa Marta en

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  • POBLACIONES, LUGARES Y EJIDOS DE LA ANTIGUA COMARCACIENAGUERA

    C^ qd G.o .a aenta ,L/n rda ^ ^ ^ cF^- _ -

  • Convenciones(1) Fundacin de un pueblo de hombres libres por el Maestro de Campo

    FERNANDO DE MIER Y GUERRA.Localizacin donde se empez y suspendi la fundacin de San LuisBeltrn de Crdoba en 1753 por oposicin de los habitantes de Cina-ga. Poblaciones varias Tomo X Folios 984 R, 990 R (Historia Provinciade Santa Marta de ERNESTO RESTREPO TIRADO, tomado del Libroo Texto que reposa en el Archivo Nacional).

    (2) Tierras de labor.(3) Boca del Ro Crdoba de 1756.(4) Localizacin del Pueblo de Crdoba, levantado en los primeros meses

    de 1592 por PEDRO DE CARCAMO, por orden del Capitn FRANCISCOMARMOLEJO, Justicia Mayor y Regente por el menor LOPEZ DEOROZCO (Hijo), segn carta de MARMOLEJO a S. M. de 14 de juliode 1592 y destruida por los piratas franceses GUILLERMO GAUZON yJUAN CUCHILLO, septiembre de 1655 y (despoblada) depopulada porlos continuos asedios de los CHIMILAS. Historia de la provincia deSanta Marta de ERNESTO RESTREPO TIRADO , pgina 86 , Fundacinde Crdoba en la Provincia de Betona. Poblaciones varias, Tomo XI,Folio 132 R. Tomado de Libro o Texto que reposa en el Archivo Na-cional.

    (5) Tierras de paso.(6) La Barra Nueva en 1756. Luego "EL CHORRITO".(7) Localizacin Antigua de Cinaga, donde se encontr Fr. TOMAS OR-

    TIZ con los capitanes JUAN MUOZ y JUAN DE ESCOBAR en 1529 yhasta el incendio del 3 de febrero del ao 1750 que le destruy y slodej 16 casas.

    (8) Tierras de las Salinas en 1756.(9) Barra del Puerto de Cinaga en 1756 y en 1950.

    (10) Hoy Pueblo Viejo, en 1756 era el Puerto del Pueblo de Cinaga.(11) Boca de la Barra actual desde 1950 y 1820.(12) Nuevo Pueblo de Cinaga en la Sabana de San Juan segn instruccio-

    nes MARQUES DEL VILLAR 1756.( 12) - 5 - 8 Ejidos de Cinaga.

    Total tierras : 5 caballeras , 44 Fanegas 9.4/5 Almudes.(13) Papare y Garabuya.(14) Ro Toribio.

  • 1529. Segn el historiador Freide, documento NQ 173, tomodos; Fray Toms Ortiz comunic a la Corona as: "A ocholeguas de esta ciudad est una poblacin muy grande en unvalle entre unas serranas en que puede haber 4.000 o 5.000bohos, el protector Fray Toms Ortiz parte para all, paraver si los puede hacer en paz".

    Los "Chimilas", navegantes de ros y cinagas, construansus pueblos como un conjunto de grandes bohos circulares enmedio de los cuales haba uno mayor. En la tradicin lings-tica, la palabra "Chimila", significa muchedumbre o conglo-merado.

    Don Juan de Castellanos (Elegas de varones ilustres deIndias Madrid-Espaa), se refiere a las andanzas de AlvarezPalomino y Pedro Badillo, cuando "hicieron para la Cinagacamino", -recodo de crecida pesquera- y "de su. gente depelea".

    Otras de las caractersticas de los Chimilas, a pesar de serbelicosos, fue que tenan entre sus manos nobles costumbres:la,msica y el baile, primitiva vocacin, origen de que Cinagacon el transcurso de los tiempos hubiera sido sede de agita-ciones polticas y capital del folclor.

    Y tena que ser as, lo expresado por Castellanos, los po-bladores de la Cinaga fueron descendientes de Tayronas yChimilas, ariscos, astutos, valientes que desde un principio seopusieron a los codiciosos emisarios del gobernador Garca deLerma.

    Los invasores espaoles pudieron apreciar en carne propiael valor y decisin de los nativos para no tolerar seres extra-os y rechazar sus vejaciones y desmanes. (Vanse Anexos:8, 9 y 10).

    Los "Tayronas" vivieron al sur del pueblo indgena conprocedencia "de la parte occidental de la Sierra Nevada, hastallegar a la Baha de Cinaga". Los Chimilas, en los sectoresfrtiles de los rios, ms tarde denominados, Crdoba y Toribio,hasta las aproximaciones de la "Boca de la Barra" cazaban alos peninsulares colgando en sus viviendas como anzuelos obje-tos de oro, pieles de animales, mantas, etc., y cuando los in-trusos venan a robarlos, los mataban con sus certeras flechas.As mismo los trataban cuando pretendan raptarse a sus mu-jeres. Los esperaban como caimn en acecho. Esta actitud dioorigen a la mitologa y leyenda del caimn, que por cierto

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  • abundaban en los cenegales, ros, caos, etc. Desde ese enton-ces gran respeto y admiracin tenan los indgenas por los cai-manes. Al terrible y artero hidrosaurio se compara con el cie-naguero que con astucia y disimulo procura salir con sus in-tentos.

    El famoso cacique Tobiexi, tena como emblema un cai-mn que aprisionaba en sus mandbulas la encantadora florde la batatilla. Este malicioso jefe de la tribu con taimadacordialidad se entendi con los conquistadores cuando lo con-sider conveniente en busca de un futuro mejor.

    LOS CHIMILAS

    Primitivos pobladores de Cinaga, constituyeron una tribunmada cuyas excursiones se extendieron desde las riberas delro Magdalena, llegando a diferentes sitios de la regin anfibiaque comprende la mayor extensin del actual permetro urbanode la cabecera del Municipio de Cinaga y del Suroeste desu sector rural. Recorrieron todas y cada una de las partesde la Comarca Cienaguera, de manera "astuta e implacable".Vivan. en cualquier lugar propicio para su subsistencia. Conmucha frecuencia se desplazaban de un sitio a otro y ms an;cuando se vean amenazados por las avenidas del mar, caos,lagunas y crecientes de los ros como tambin de las devas-tadoras acciones recurrentes de los piratas. Formaban peque-as o grandes concentraciones de chozas o bohos a prudentesdistancias para su mayor proteccin o seguridad. El territorioChimila abarcaba desde la Boca de la Barra (Brazo del marque se une a la laguna), hasta las desembocaduras de los RosCrdoba, Toribio y Papare. Frtil sector llamado "Costa Ver-de" con abundante agua dulce y cristalina, apetitosas frutassilvestres, animales de caza y variadas especies de peces. Elverdor de este paraje es razn suficiente para que fuera visi-tado por los descubridores y conquistadores espaoles, antesque otro sector del litoral Atlntico o nuestra costa Caribe.Tal vez, por esas circunstancias, de extensin y antigedad,Gabriel Garca Mrquez, en cierta ocasin llam a Cinaga"el pueblo ms viejo y grande del mundo".

    Tambin es el caso de anotar que los "Chimilas" en susandanzas cienagueras, se hallaban al mismo tiempo, en msde un sitio. Como se dijo anteriormente vivan en continuos44

  • desplazamientos dejando permanentemente huellas de su tran-sitoria presencia . Recelosos y belicosos , tenan la gracia o donde la ubicuidad , es decir, de su omnipotencia , de la que hicie-ron gala, primeramente el cacique Tobiexi y aos despus elfamoso "Chinito Bustamante". Ladinos, sagaces y maosos.

    Del entorno de Cinaga , especialmente sur y oeste, deextensos y salitrosos playones como anegadizos manglares, esposible que se justifique la tambin mgica expresin literariade Alvaro Cepeda Samudio cuando afirma: "De Cinaga slose puede decir que comienza. Porque nadie podr precisardnde termina". Como tambin que "por el desprecio por eltiempo" ( horas que pasan ) ha sido vctima de su idiosincrasiay "que de tanto vivir" (bonanzas de pocas pasadas ), "se hapuesto a descansar". Yo me permito agregar : para volver aempezar.

    Los nativos y caracterizados nmadas indgenas hicieronvarios y transitorios poblados, obligados por adversas circuns-tancias y ms an, en busca de mayor seguridad y sustento,a todo lo largo y ancho del territorio cienaguero , especialmentehacia el oriente o sectores , llamados con el transcurso deltiempo , sbanas y vegas del Ro Crdoba (que lleva el mismonombre del poblado levantado o construido en 1592, por Pedrode Crcamo y Francisco Marmolejo y totalmente destruida en1655 por los piratas: Guillermo Guassn y Juan Cuchillo).Procedentes de las riberas de la Laguna o Cinaga Grande(Occidente ) que ms tarde se dio el nombre de salinas o lla-nuras de San Juan , y aos despus , integraron la amplia co-marca de "San Juan del Crdoba", una de las varias denomi-naciones que ha tenido el Municipio de Cinaga.

    Para refrendar este devenir histrico , el investigador Gui-llermo Henrquez Torres comenta en "Documentos para lahistoria de Cinaga" (Orgenes) que encontr en el ArchivoNacional ( Seccin : Caciques e Indios) que la Cinaga Pon-gueyca o Aldea Grande, conglomerado indgena, fue destruidoen varias ocasiones por la accin recurrente de los piratas yconstantes avenidas del mar, motivo de los desplazamientos desus pobladores del suroeste al noroeste y a la inversa, propiode las tribus "Chimilas" que por ancestro incursionaban desdelas orillas del Ro Magdalena a otros lugares.

    Anota tambin Henrquez Torres , que la Real Audienciade Santaf de Bogot (1750), autoriz a los nativos de laCinaga que se hallaban originalmente, en la regin en donde

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  • se encuentra actualmente Puebloviejo , se trasladaron a las lla-nuras de San Juan (sus tierras comunales). Solamente se mo-vilizaron 50 vecinos . Otros 50 se resistieron a abandonar suviejo pueblo, caracterstica de los puebloviejeros y permanecenen su terruo.

    "El pueblo nuevo y "prspero" lleg a ser conocido como"Pueblo Nuevo de San Juan de la Cinaga"; el poblado ori-ginal , tuvo sus altas y bajas , pero al final declin y hoy esreconocido como Puebloviejo a secas , como Cinaga sucinta-mente es llamada igualmente".

    Afirma tambin Guillermo Henrquez: "Cinaga y Pueblo-viejo , nacieron a la luz pblica ( leyes espaolas) como "Pue-blos de Indios"; mientras que Santa Marta era una parroquiade blancos , porque corresponda a su categora de ciudad, ha-bitada en su mayora por peninsulares . Irnicamente tena me-nos habitantes aue Cinaga". (Archivo Nacional , seccin Cu-ras y Obispos, gala de la Colonia).

    Plaza de mercados:

    El Pueblo indgena de la Cinaga , tena plaza de mercadoque los tayronas llamaban "Pocigueyca". El poblado fue el lugarde convergencia y concentracin de grupos de indgenas queen el decurso de los aos form "La Aldea Grande" como lollam el bachiller espaol Martn Fernndez de Enciso cuandopor orden de Pedro Arias Dvila, la visit en el ao de 1518,segn informe rendido a la Corte Espaola, relacionado conla vida y comportamiento de los habitantes de la regin.

    Se dice tambin que los indios "Pextaguas", `Bocinegros"y "Argollas", habitaron los sectores , playones y desparrama-deros de la Cinaga Grande, regin del "Pueblo Viejo", quese extinguieron o fusionaron.

    En el ao 1528 , Rodrigo Alvarez Palomino , capitn deBastidas y sucesor de ste , despus de su muerte , toma el man-do de la Aldea Indgena en nombre del Rey de Espaa. Con laconcesin de los "Ejidos de Cinaga", todava se conservaba lapaz y tranquilidad regional . Los nativos se dedicaban a su la-bores agrcolas y pesqueras , complacidos en conservar el r-gimen colonial establecido.

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  • An al finalizar el siglo XVIII, no se conocan por estoslares las ideas del cambio social que promovan los filsofoso "enciclopedistas" de la "Revolucin Francesa", que tuvieroneco en Santaf (Bogot), por medio de la "Declaracin de losDerechos del Hombre y del Ciudadano" traducida por el pre-cursor don Antonio Nario. Tambin se desconoca el "Me-morial de Agravios" que redact y reparti en folletos, el ju-rista don Camilo Torres, en nombre del muy ilustre Cabildo deSantaf, a la Junta Central de Espaa.

    Ocurra de esta manera por cuanto los gobernados de SantaMarta y Cinaga como de otros lugares vecinos, vivan aisladosy ocultos detrs de la ignorancia. Reprimidos de prejuicioscreados por los mandatarios espaoles.

    Tambin es el caso de anotar, un hecho histrico de re-percusiones en Espaa y sus colonias de ultramar. El emperadorde los franceses, Napolen, era aliado del entonces Rey deEspaa, pero su ambicin llega hasta traicionar a su amigopara someterlo bajo su dominio.

    No exista un ambiente propicio en Espaa con su monarcaCarlos IV, que por su avanzada edad y falta de carcter dejlos asuntos del gobierno espaol a don Manuel Godoy, hom-bre inteligente e intrigante que los hispanos detestaban.

    Lo contrario suceda con el prncipe Fernando, herederodel trono que se supona de grandes virtudes.

    Ocurre que uno de los ejrcitos de Napolen Bonaparteatravesaba la pennsula para ir a someter a Portugal.

    Un motn popular trajo como consecuencia la cada deGodoy, entonces Napolen se present como mediador del ReyCarlos Cuarto y el prncipe Fernando, y despus valindosede una intriga, termin hacindoles prisioneros. Ante estoshechos cumplidos, se organizaron juntas para gobernar a Es-paa durante el cautiverio del monarca legtimo.

    En Cdiz funcionaba el Consejo de Regencia que preten-da mantener los derechos de Fernando VII a nombre de lasJuntas que se haban organizado en las provincias.

    Una vez que comenzaron a recorrer rumores de los suce-sos revolucionarios contra la Monarqua, reaccionan los parti-darios del Rey o "realistas" de Santa Marta, Cinaga, Gaira,Bonda, etc., para combatir las pretensiones de los "patriotas"

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  • de Cartagena y Momps. Su mayor preocupacin era perma-necer adictos a la Corona Espaola. No estaban de acuerdocon los reclamos de liberacin e independencia para emanci-pacin de la patria.

    LOS REALISTAS DEL PUEBLO DE LA CIENAGA

    Hay que tener muy en cuenta el proceso ideolgico de laemancipacin para apreciar mejor las actitudes del Pueblo dela Cinaga, en la coyuntura revolucionaria de la Independenciade Espaa.

    Los espaoles peninsulares o "chapetones", llamados "rea-listas" ejercieron una hbil tctica de atraccin sobre los cora-judos indios cienagueros. Ocurre que despus de los aciagosdas de la Conquista viene la campaa Colonizadora con ma-nifiestas consideraciones y calculados halagos. Estimaron con-veniente los Peninsulares que no se continuara tratando a losindios como esclavos es decir obligndolos a trabajar contra suvoluntad. Tambin disponen convencer a los nativos que Diosy la Monarqua Espaola deban estar unidos sobre todas lascosas, con lo cual se crea ambiente favorable a la que se hallamado "el fidelismo absolutista" o la total obediencia a latradicin u orden establecido para el mantenimiento del sis-tema colonial. Se predicaba el poder ilimitado del Rey comosu indiscutible origen divino. Lo mismo que de la indisolublealianza entre la Iglesia Catlica y el Estado Espaol o sea entreel "trono" y "el altar".

    Suceda tambin que los indgenas vean en el Rey el pro-tector natural contra las pretensiones de los "criollos privile-giados" dueos de haciendas, explotadores de los nativos, quebuscaban mano de obra barata y a quienes los indios tenanmucho recelo. Claro est que en estas circunstancias, tenanque corresponder con agradecimiento. Ms an por el buentrato de los recaudadores en la "limitacin y rebaja de sus con-tribuciones".

    No haba otra alternativa. Estaban comprometidos paraactuar decididamente en los enfrentamientos contra los "inde-pendientes" o "insurgentes patriotas". El buen trato de los diez-meros, alcabaleros y encomenderos, determin simpata y cor-dial estado de nimo con la causa del Rey de Espaa. El afectoal Monarca se impona en el ambiente indgena.

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  • En este sentido Cinaga , Puebloviejo y Santa Marta estabanplenamente identificados : ( funcionarios civiles y eclesisticos, laaristocracia criolla, el clero , las "milicias" una masa indgena,algunos negros y mestizos ). Se destacaron como realistas enCinaga: Narciso Vicente Crespo , Toms Pacheco, el cura p-rroco Antonio Plat , el "Chinito" Bustamante , y el capitn Fran-cisco de Labarcs , nativo de Chiriguan.

    CARTAGENA, NUCLEO PATRIOTICOSANTA MARTA, FOCO REALISTA

    Influenciado por los sentimientos polticos e inquietudeseconmicas predominantes en aquellas naciones que deseabanun cambio del sistema gubernamental, la clase dirigente de Car-tagena propona soluciones "republicanas" en contraposicinal "conservadurismo" de Santa Marta.

    El cambio poltico preconizado por los "patriotas cartage-neros" tena que desagradar a los indios de la Cinaga, quecomo se dijo anteriormente , vean en Fernando Sptimo la en-carnacin indiscutible de poderes temporales y eternos, el pro-tector y defensor de los indgenas. No olvidaban que habanrecibido ciertos derechos y prebendas como los Ejidos de 1756,que los reconoci como dueos comunales de su territorio cie-naguero.

    Atrados por la generosa hospitalidad y promesas de Ro-drguez Torices, Cartagena fue la urbe propicia para la reu-nin de quienes luchaban por la emancipacin.

    La presencia de jvenes venezolanos, entre ellos, SimnBolvar , y as mismo , la militancia de mercenarios francesese irlandeses principalmente convirti a la Ciudad Heroica enfuerte ncleo de patriotas.

    Una vez que Cartagena "sacudi el yugo espaol" conenergas vitales declar la independencia absoluta de la MadreEspaa el 11 de noviembre de 1811. Se viven das de grandescontroversias e intensa pugnacidad por la causa emancipadora.

    Santa Marta era foco realista. All desembocaban e intri-gaban todos aquellos que se oponan a la "revolucin".

    Cartagena congregaba a los patriotas . Fue inminente laguerra entre las dos ciudades.

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  • BOLIVAR Y LABATUT

    El joven coronel Simn Bolvar lleg a las playas de Car-tagena a fines de 1812 . Vena de Venezuela, preocupado porla suerte de su patria y la de toda Amrica. Estaba atribuladocon motivo de la capitulacin del general Francisco Miranday cada de la plaza de Puerto Cabello, a raz de la traicin deFrancisco Fernndez Vinoni, aprovechada por los sicarios deltraidor.

    En esta poca era presidente de la Provincia don ManuelRodrguez Torices; y como lo anota el historiador O'Leary,comparten el exilio con Bolvar en Cartagena: Jos Flix Ri-vas, Corts Campomanes, Nicols Briceo, Miguel y FernandoCarabao , los Montillas y varios otros.

    Una vez que el Gobierno Cartagenero acept los serviciosofrecidos por los exiliados encarg a Corts Campomanes delmando de la columna destinada a la pacificacin de Sabanas;a los hermanos Carabaos a dirigir las operaciones relacionadascon la toma del Cispat y al comandante Pierre Labatut a lacampaa del Bajo Magdalena y toma de Santa Marta.

    Bolvar qued subordinado a Labatut, oficial que ya habatomado parte en el desafortunado episodio de Puerto Cabello.En medio de la confusin del momento logr embarcarse conrumbo a Cartagena, por tal motivo lleg a esta ciudad antesque el joven militar caraqueo.

    As como la resistencia realista tena su sede principal enCinaga y Santa Marta ; tambin ocupaban importantes posi-ciones en el Bajo Magdalena.

    Al tocar el tema de la Campaa de Bolvar en el Ro Mag-dalena, es el caso, anotar lo que dice el historiador Juan deDios Arias, "destinado con una pequea guarnicin al pueblode Barranca (hoy Calamar) con orden de no moverse de all.Esta ltima disposicin era deprimente e intolerable para elcarcter de Bolvar. Tropas espaolas se encontraban por todaspartes, y l, urgido de accin , se vea obligado a mantenersequieto y en una posicin secundaria y casi sin peligro".

    "Un da resolvi echarse el arma a la espalda, y con unos300 hombres mal armados y peor disciplinados , se fue por elro a tomarse a Tenerife . Derrotada la guarnicin espaola,sigui a Mompox, all fue nombrado comandante militar del

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  • Distrito, reuni voluntarios y parque y con 500 hombres subihasta El Banco, que los espaoles abandonaron precipitada-mente. El primero de enero de 1813 los derrot en Chiriguan,y se apoder de cuatro buques de guerra , dos piezas de arti-llera y numerosos fusiles y pertrechos".

    "Volvi por el Ro Magdalena y tom por sorpresa a Ta-malameque. Sigui a Puerto Real y lleg finalmente a Ocaa.Con esta rpida y brillante campaa que no dur ms de 15das, qued libre la comunicacin de los patriotas con el inte-rior, obstruida antes por los buques y puestos fortificados quetenan los espaoles a lo largo del ro. Sin duda alguna estaexitosa campaa del joven oficial venezolano se haba efec-tuado con una falta de "inexcusable disciplina militar" comolo reconoce el historiador anteriormente citado . Claro est queel jefe del Gobierno Cartagenero no estaba en condiciones desacrificar a uno de sus mejores militares por "atender prrafode la ordenanza castrense". Ocurri lo humanamente sealado,el futuro libertador y padre de la patria , fue felicitado por Ro-drguez Torices , y el pueblo de Cartagena , manifest su alegray gratitud en regocijos pblicos.

    En cuanto al clebre Pedro Labatut se present a Carta-gena con las "honrosas credenciales de haber sido uno de losluchadores de la Revolucin Francesa"; y la no menos grandede ostentar el ttulo de capitn de la Guardia Imperial deNapolen . Con semejantes antecedentes no vacil RodrguezTorices en nombrarlo comandante y jefe supremo del ro.

    Libre el Magdalena de enemigos, secuencia de la oportunay sorpresiva campaa de Bolvar . El presidente y luego dictadorde la Junta Suprema de Cartagena dispuso un ataque generala Santa Marta. De esta manera Labatut penetr en la "CinagaGrande" con su flotilla . Derrota a los realistas y les toma tresembarcaciones . Horas despus superando las posiciones ene-migas entra en la Villa de San Juan Bautista de la Cinaga.El ataque fue sorpresivo . Hace algunas detenciones en las filasde los furiosos monrquicos que luchan y se rinden, pretendanser traicionados en Santa Marta , de conformidad con ciertasnoticias . Las huestes de Labatut, se abastecen de lo necesario,regresan a las unidades de la flotilla, luego despus, atraviesa"la boca de la barra", es decir, donde la Cinaga se une conel mar, para continuar con destino a Santa Marta, ciudad queocup el da seis de enero de 1813. No aparecieron defensores.El gobernador Jos del Castillo , oficiales reales y algunos dig-

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  • natarios de la Junta Suprema huyeron en buques del gobiernohacia Portobelo (Panam) y Maracaibo (Venezuela) plazasrealistas. Realizndose las sospechas a presentimientos que te-nan los realistas de la Cinaga.

    La ocupacin de Labatut apenas dur dos meses, hasta el15 de marzo, por su descomedido e inaudito proceder. Notuvieron limite sus desmanes. Con inoportunas actuaciones loque hizo fue hacer odiosa la presencia de los revolucionarioso patriotas insurgentes.

    Es factible suponer que si el Gobierno de Cartagena hu-biera establecido otra conducta poltica en Santa Marta, esdecir, una oportuna actitud conciliatoria, dando por principiocambiar a Labatut, la causa de la Independencia hubiera sidoms atractiva para la mayora de los habitantes. El mandatariofrancs se dio nfulas de conquistador o subyugador de pueblos.

    Sin contemplacin alguna apresaba y castigaba a los ind-genas. El insolente militar francs no disimulaba sus inconte-nibles deseos de lucro. Especul con el papel moneda que im-pona el Gobierno de Cartagena, por cierto desacreditado. Com-pr almacenes con esa moneda no bien vista por la mayorade la gente, que por cierto consegua por la mitad de su valor,para hacer operaciones leoninas.

    Hizo azotar varios hombres del pueblo, apres a don JosFrancisco Munive, coronel de milicias, y a don Venancio DazGranados, personas distinguidas que militaban en la causa dela repblica. Tambin remiti preso a Cartagena al seor Ba-silio Garca.

    DON PEDRO FERNANDEZ DE CASTROY LABATUT

    Doa Mara Concepcin Loperena Ustriz de Fernndezde Castro, de origen realista pero republicana despus, "autoradel gesto de rebelda conocido -en Valledupar- acto de Inde-pendencia del Gobierno Espaol (Acta de 4 de febrero de1813), despach como emisario para reforzar a Labatut, a sucuado Pedro Fernndez de Castro con hombres y dineros; peromuy pronto comprendi este honesto y correcto caballero queno era posible obedecer rdenes de un jefe de gobierno, des-carado e inescrupuloso que careca de ideal alguno. Fernndez

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  • de Castro estaba :seguro que el militar francs solamente bus-caba su personal provecho".

    Sin pena `ni gloria, el' cinco de marzo de 1813, don Pedropresencia la fuga de. Labatut de Santa Marta en la CorbetaI'Indagora" laci,Cartagena. El da anterior, los, indios- deMamatoco y Bonda se haban sublevado contra el intolerabley fatdico gobernante. En el momento de su medrosa partida,Fernndez de Castro despreciativamente lo mira. Comienza ainsultarlo y recriminarlo. El fugitivo al "zarpar desarroj untiro que hiri en un brazo a don Pedro que lo inutiliz de porvida".

    Como tena que suceder, los patriotas de Cartagena, unavez enterados de las descaradas fechoras, exigieron que aban-donara la ciudad.

    Con la huida de Labatut, viene el restablecimiento delgobierno realista. Hasta 1820 la provincia de Santa Marta, per-maneci en poder espaol.

    RODRIGUEZ TORICES Y CHATILLON ATACANLA REGION DE PAPARE Y DE LA CIENAGA

    El jefe del gobierno cartagenero teniendo en cuenta ladesastrosa actuacin de Labatut que contrariaba y entorpecael movimiento emancipador, procedi a intervenir o entrar enaccin directa contra Santa Marta y el Pueblo de la Cinaga.En esta misin form parte principal otro compatriota de La-batut, pero de condiciones muy distintas; encargado del mandode las fuerzas que deban atacar por tierra, formada por unmillar de hombres aproximadamente (muy pocos de milicia).Se trata de Luis Fernando Chatilln. Las fuerzas navales oescuadrilla, estaban a cargo del propio Torices. Un bergantn,dos goletas y otros buques menores.

    La accin de armas se cumple con previos movimientosestratgicos sobre la baha de Santa Marta. De pronto cambianrumbo y se dirigen c