coplas, canciones y

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COPLAS Palomita negra que vas al vuelo, llévate mi copla para tu cielo. Si quieres que yo te quiera lo será con condición que lo tuyo sea mío y lo mío tuyo no. Tus ojos morena se parecen a ti, porque pestañean como un colibrí.

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Page 1: Coplas, canciones y

COPLAS

Palomita negraque vas al vuelo,llévate mi copla

para tu cielo.

Si quieres que yo te quieralo será con condiciónque lo tuyo sea mío

y lo mío tuyo no.

Tus ojos morenase parecen a ti, 

porque pestañeancomo un colibrí.

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CANCIONES

A la rueda, ruedaA la rueda, rueda de pan y caneladame un besito

y vamos a la escuelasi no quieres ir

Acuéstate a dormir.

Tengo ,tengo ,tengo. Tú no tienes nada. Tengo tres ovejas en una cabaña. 

Una me da leche, otra me da lana, 

y otra me mantiene toda la semana. 

Caballito blanco llévame de aquí. 

Llévame hasta el pueblo donde yo nací.

Page 3: Coplas, canciones y

Al que madruga Dios le Ayuda.

No por mucho madrugar amanece más temprano.

Despacio que tengo prisa. (Napoleón)

A buen entendedor pocas palabras.

La suerte de la fea la bonita la desea.

El deseo hace hermoso lo feo.

Aquel que celos no siente, no siente amor verdadero.

En arca abierta hasta el más santo peca.

El marido celoso nunca tiene reposo.

La mujer casada y casta con el marido le basta.

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PARA REFLEXIONAR

Parábola de la oveja perdida

"Se le acercaban todos los publicanos y pecadores para oírle. Pero los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: Este recibe a los pecadores y come con ellos. Entonces les propuso esta parábola: ¿Quién de vosotros, si tiene cien

ovejas y pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se perdió hasta encontrarla? Y, cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso, y, al llegar a casa, convoca a los amigos y vecinos y les dice: Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me perdió. Os digo

que, del mismo modo, habrá en el Cielo mayor alegría por un pecador que hace penitencia que por noventa y nueve justos que no la necesitan"(Lc)

La alegría que le producen los noventa y nueve justos -la mayoría- no parece suficiente al buen pastor, que piensa en el que está perdido, y –después de dejar seguros a los fieles- busca al extraviado. Nadie es indiferente al Señor;

cada uno vale mucho a sus ojos; le duele la situación del perdido; sufre y quiere salvarle y se alegra con todos cuando lo ha recuperado. El perdón tiene

el rostro de la alegría por los que vuelven al redil seguro y reconfortante.

La parábola del trigo

¡Mirad qué contento está este campesino porque el campo está lleno de trigo! Jesús dijo un día: «El reino de los cielos es como la semilla que siembra el hombre en la tierra. El hombre duerme de noche y se levanta de día, y la semilla crece hasta que se convierte en trigo». El trigo ha crecido gracias a los cuidados del labrador, pero sobre todo porque Dios ha dado su gracia, su sol, su lluvia... Pues así crece dentro de nuestra alma el Reino de Dios.

EDITORIAL CASALES HISTORIAS DE LA BIBLIA.

PARÁBOLA DEL CABALLO

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Un campesino, que luchaba con muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda.

Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y seria extremadamente difícil sacar el caballo de allí. 

El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y revisó la situación, asegurándose que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate. Tomó, entonces, la difícil decisión: Determinó que el capataz sacrificase al animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo. Y así se hizo. Los empleados, comandados por el capataz, comenzaron a lanzar tierra adentro del pozo de forma de cubrir al caballo. Pero, a medida que la tierra caía en el animal, éste la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo para ir subiendo. Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino al contrario, estaba subiendo hasta que finalmente, consiguió salir!

Si estas "allá abajo", sintiéndote poco valorado, y los otros lanzan sobre ti la tierra de la incomprensión, la falta de oportunidad y de apoyo, recuerda el caballo de esta historia.

No aceptes la tierra que tiraron sobre ti, sacúdela y sube sobre ella. Y cuanto más tiraren, mas iras subiendo, subiendo, subiendo... Sonriendo, sonriendo, sonriendo..

Enviado por Enrique Albert