Contextos para el reconocimiento de productos por parte de los consumidores Como consumidores agradecemos la proximidad e información que nos pueden entregar los productos, aquella que se construye comunicando los atributos, los modos en como estos desempeña y cual es su parámetro de acción y alcances.

Y es que hoy por hoy no resulta ser suficiente (nunca lo ha sido) ofrecer en el mercado un objeto carente de información que genera en el usuario más preguntas que respuestas y en donde la única alternativa para este es pasar a una opción que le otorgue mayor información de consumo. A partir de aquello es que los productos, sean cuales sean, se gestan como tal desde diversas áreas y consideraciones de consumo.

Siendo el consumo del producto una necesidad y oportunidad de valor presente en el mercado, se vuelve necesario constituirlo desde los siguientes aspectos: Clasificar los productos desde su función y atributos: Todo producto o servicio es proyectado con el fin de, mediante desempeños y atributos, permitirle a los usuarios realizar una acción específica, de manera satisfactoria y emocionalmente favorable. A partir de este propósito es que la legibilidad y declaración de funciones y atributos debe existir y debe estar a disposición de los consumidores. Esta situación resulta clave ya que genera diferenciación por parte de un producto con respecto a otros, por otro lado se compromete con una acción y con un modo de hacer, con una operación que comparativamente a otra marca puede ser satisfactoria. Que las empresas generen un discurso claro en torno al producto permite que los usuarios también construyan recomendaciones concretas que se pueden ver repotenciadas con una positiva experiencias de consumo, las cuales resultan más valoradas debido a que son reales y no una mera especulación o maqueta. Toda acción que permita al consumidor reflejarse o formarse una idea concreta de que como el producto que adquiere cumplirá y generará el resultado deseado que este espera, esto para todo tipo de producto o servicio, es valorada y considerada por los consumidores.

Clasificar desde la práctica con la que se comprometen: Esto resulta ser de sumo valor y un atributo central para los consumidores, declarar la práctica con la que se compromete el producto, y el contexto en el que se enmarca este desarrollo. A partir de aquello el consumidor mide sus capacidades, las del producto y si es que desde la interacción con el producto o servicio, la realización del acto, se concretará de la mejor manera. Un producto al comprometerse con una práctica, toma forma y carácter, es explícito y otorga respuestas a los usuarios, desde lo físico y emocional.

Definir al consumidor del producto: No me refiero tan solo a hablar de hombres o mujeres, de adultos o niños, sino que a contextualizar al usuario dentro de la práctica por medio del producto. Esto a través de modos que resulten cercanos para los usuarios y en estrecha y paralela relación con los puntos anteriores ya que abordarlo mediante la comunión entre estos permite establecer una experiencia de consumo satisfactoria para los usuarios donde da respuesta a sus preguntas desde un mismo lugar y no de manera fragmentada y disociada. Storytelling: Desarrollar contenidos comunicacionales que refuercen la comprensión de un producto y su contexto se vuelve necesario. Generar historias y conversaciones con sentido y atingentes a las prácticas de consumo invita a los consumidores a ser parte de un producto y por sobre todo de las marcas estas deben hablar de personas usando los productos, viviendo una experiencia de consumo en la cual se vean reflejados, experiencias reales absolutamente transversales a las perspectiva de los consumidores. Insisto en esto ya que el motivo central para hacerlo resulta ser el producto, en torno a este se debe generar conversaciones desde la experiencia, que recomienden y tengan la capacidad que poseen los usuarios para hablar de los productos y marcas que consumen.

Disponer la información a través de plataformas e instancias visibles y relevantes para los consumidores: Derechamente situarse en plataformas digitales donde los consumidores puedan conversar y crear contenidos, recomendaciones y comentarios sobre los productos de una marca. Es por esta senda donde deben caminar las marcas y exhibir sus productos, a disposición de todos y por medio de acciones inofensivas, claras y explícitas, que, repito, permitan informarse, recomendarse desde otras experiencias de consumo reales, obtener un conocimiento cabal del producto que desean y poder transmitir un juicio sobre los productos. Esto a su vez resulta ser una práctica, que si es satisfactoria para el consumidor, puede ser muy provechosa para las marcas, desde el acto más honesto que resulta ser la creación de contenidos de marca por parte de los consumidores.